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UNIVERSIDAD PERUANA UNIÓN

FACULTAD DE INGENIERÍA Y ARQUITECTURA

URBANISMO IV
ENSAYO DE “COMO ENTENDER EL TERRITORIO”

Docente:

Jhon Fredy Mendoza Nuñez

Alumno:
Díaz Heredia Erminson

Ciclo: VIII

Grupo: I

Lima – Perú
2019

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¿CÓMO ENTENDER EL TERRITORIO?
Mario Sosa Velásquez

1. Introducción

Al definir el termino territorio, muchos autores pueden tener un concepto diferente,

coincidiendo con algunos elementos y puntos de vista, mas no un concepto similar.

Asuntos como el desarrollo territorial nace la necesidad de una explicación más

detallada de dicho término, por el cual Mario Sosa pretende indagar y formular

políticas coherentes referentes a ello, partiendo de una perspectiva propuesta y

adquiriendo otros conceptos de autores reconocidos.

2. Desarrollo

2.1. Capítulo I: Una aproximación inicial

Para entender el territorio, es necesario tener en claro muchos conceptos al ser un

término multidimensional, que va más allá de ser un espacio geográfico de tierra

delimitada con su complejidad biofísica, (relieve condiciones ambientales,

biodiversidad). Es sobre todo un espacio construido histórica, económica socialmente,

cultural y políticamente.

Según (Sunkel, 1981), los elementos que integran la biosfera, los ecosistemas

presentan un origen, con una estructura, funcionamiento, cambios de estado,

regulaciones factores limitantes, adopción tolerancia e interacción específica,

modificadas en su íntima relación- naturaleza y sociedad. (Sunkel, 1981) También

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afirma que “los elementos que integran la biósfera en la misma forma que la especie

humana, no son inertes, sino que constituyen sistemas de influencia mutua que forman

los ecosistemas”.

El territorio es el lugar estructurado y organizado en su espacialidad por medio de

relaciones entre los seres humanos y los demás elementos que contiene. Esta

configuración depende mucho de factores, tales como la configuración del paisaje, que

afecta la distribución espacial de las actividades humanas e inciden en la apropiación

y transformación del espacio (Sosa, 2012). Sin embargo, según (Dollfus, 1976), el

recurso natural de un espacio determinado tiene valor únicamente en función de una

sociedad, de una época y de unas técnicas de producción determinadas.

La dimensión geo-eco antrópica, entonces, implica abordar el territorio como

relación ser humano, naturaleza, espacio y tiempo, donde el primero ha encontrado

permanentemente las condiciones y recursos para su existencia y reproducción social,

como medios vitales, por medio del acceso, control y uso tanto de las realidades

visibles como de las potencias invisibles que lo componen (Sosa, 2012).

Hablar de territorio va más allá del espacio de soberanía estatal o de una

circunscripción político-administrativa al interior de la entidad política. El territorio,

afirma (Jara, 2009), es un nido que abriga realidades cambiantes que no son un simple

agregado de elementos o cosas separadas.

(Capra, 1994) cuando habla de la realidad, es una construcción multidimensional e

indivisible y una compleja red de interconexiones. El territorio es una red, un tejido

que articula componentes físicos, procesos ecológicos y procesos sociales históricos

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que delinean su configuración en tanto forma sistémica peculiar asociada a la

disposición, pero también a relaciones de dependencia, proximidad, propiedad,

inherencia, información, etc.

La apropiación no es solamente un apoderamiento del mismo, como simple

ejercicio en el ámbito de la economía y la política, sino una acción que al mismo

tiempo es objetiva y subjetiva. “Es el espacio apropiado por una determinada relación

social que lo produce y lo mantiene a partir de una forma de poder” (Fernández, 2005),

de ejercicio de poder, y a partir del desarrollo de una estrategia determinada para

controlarlo.

Como construcción social, entonces, el territorio es una configuración espacial

organizada no solamente a partir de la utilización o manejo de sus recursos o elementos

naturales, sino con objetivos de administración y ejercicio de poder, ya sea desde el

poder establecido o desde la resistencia al mismo, como lo plantea (Cagnon, 2006)

Entender el territorio, entonces, pasa por pensar las relaciones entre lo local y lo

global, sin olvidar el marco social e histórico que le otorgan significado y sentido; es

decir, en palabras de (Ther, 2006)

El territorio como fracción de la globalidad, hoy más que nunca, contiene relaciones

globales, no solamente como relación entre un territorio y el proceso global sino como

procesos, dinámicas y relaciones territoriales globalizadas al mismo tiempo que

relaciones globales territorialidades.

2.2. Capítulo II: Dimensión social del territorio

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Un elemento de primer orden a considerar para entender el territorio desde la

dimensión social es su configuración en tanta concreción de la formación social,

especialmente referida a la estructuración de clases sociales, grupos, pueblos, redes e

instituciones sociales, la cual, históricamente, es el resultado de relaciones

económicas, de procesos de poblamiento y desplazamiento, repartimiento,

construcción de identidades, conflictos, que, al mismo tiempo, constituyen ese orden

social que se expresa en el territorio.

De tal manera que esto nos lleva a pensar en comunidades, pueblos, grupos sociales

territorializados, donde los mismos se recrean a partir de los procesos de reproducción

social como hecho integral, en la satisfacción de sus necesidades, en la construcción

de sus identidades y en la realización de sus intereses, estrategias y proyectos.

Todo territorio presenta una configuración social particular, dependiendo de su

carácter de enclave social. Otros factores intervinientes para la configuración social

del territorio son:

El étnico, existen territorios nono étnicos, multiétnicos o con presencia mayoritaria

de alguna configuración sociocultural.

El género, tanto el hombre como la mujer tiene diferentes formas de apropiarse del

territorio. Lo planteado anteriormente explica la afirmación de (Montañez & Delgado,

1998) cuando argumentan que “la actividad espacial de los actores es diferencial y por

lo tanto su capacidad real y potencial de crear, recrear y apropiarse del territorio es

desigual”.

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En lo social, que no deja de ser dinámica y compleja, hace que la acción social se

exprese por medio de actores que en concreto reflejan las divisiones de la estructura

social en el territorio. La organización social no sólo es productora de territorio sino

también un resultado de éste.

En lo político, la comunidad constituye una entidad que está representada por una

forma de organización y autoridad propia, cuya acción se circunscribe a los mojones

que señalizan dónde empieza o dónde termina la misma.

2.3. Capítulo III: Dimensión económica del territorio

El territorio es un escenario específico de producción, intercambio, distribución y

consumo en el contexto de una formación social concreta que logra apoyarse en un

sistema de producción (capitalista), además logran concretar determinadas relaciones

económicas y sociales y donde factores sociales, culturales y políticos tienen un peso

de primer orden en el funcionamiento de los sistemas de producción. A través del

modelo económico permite entender las formas y estructura de propiedad privada,

estatal, comunal o colectiva (como la cooperativa) sobre los medios de producción y

recursos, y demás medios de producción, el control y uso del territorio, la orientación

de la producción, la distribución de la riqueza producida a lo largo del tiempo. (Sosa,

2012)

Uno de los contenidos de relación en la economía que configura el territorio, es el

predominio de determinado tipo de producción o actividad económica, con cierto

grado de diversificación económica y productiva. A sí mismo, a lo largo del tiempo se

ha producido diversas formas de propiedad en relación con la economía de acuerdo a

su contexto lo cual logra configurar el territorio, tal como el predominio del tipo de
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producción, donde la estructura productiva particular dependerán del vínculo de la

economía territorial con el mercado nacional, regional o global, presentará una

orientación diferenciada al autoconsumo y al mercado local, a comparación de una

mercado capitalista. Es decir, que exista una particular distribución de actividades y

relaciones económicas como articulación dentro y entre territorios locales o regionales,

con sus implicaciones en las formas de organización social, de autoridad y de

construcción de identidad. (Sosa, 2012)

(Sosa, 2012) Las tierras comunales son formas de tenencia colectiva de la tierra que

resultan ser importantes factores para la configuración de fronteras territoriales, a

veces circunscritas a delimitaciones municipales, las cuales pasan por la pertenencia

de un grupo usufructuario, por la aplicación de normas para determinar la posibilidad

de acceso al recurso de acuerdo quien posee el derecho sobre el recurso. Los territorios

rurales mantienen nuevas forma de relación económica, en particular productiva ante

cambios persistentes en el contexto económico, debido a que los cambios producto de

la industrialización, informalidades y desarrollo de proyectos, provocando inclusiones

e exclusiones de los territorios, como los territorios de los campesinos, resultando

segmentos sociales y relaciones socioeconómicas, sociales y políticas. Por lo tanto, el

territorio no hace referencia a un sistema productivo, sino pretende involucrar el

aspecto social y político.

La propiedad establece posibilidades y condiciones para el acceso a los recursos

del territorio, lo cual provoca cierta exclusividad o posibilidad de acceso a los recursos,

cuyas formas de apropiación del territorio son las siguientes: a) la libertad de la

existencia de reglas o no para el uso o restricción de un recurso; b) la restricción de

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acceso a un individuo o grupo de individuos; c) la regulación del acceso y uso de un

recurso por parte de na comunidad; d) el estado controla el acceso o derecho de uso

público. Por lo tanto, la propiedad conlleva a las relaciones sociales de producción en

base a los medios de producción existentes. (Sosa, 2012)

(Sosa, 2012)La apropiación de la riqueza socialmente producida en el territorio

provoca segmentos sociales, de acuerdo de quien controla la propiedad y el proceso

productivo. Por lo que las posibilidades para el impulso de determinadas estrategias

de desarrollo económico territorial y las inversiones, vienen dadas por los intereses

individuales y colectivos y las condiciones materiales de reproducción impactan en la

estructuración y apropiación del territorio y también en las posibilidades de

implementar estrategias de desarrollo territorial. Los factores que configuran una

estructuración social particular, a partir de los medios de producción y el tamaño del

capital sino también de la distribución del empleo, el ingreso que repercutirá en la

subsistencia y la desigualdad. Para obtener una buena medida de la distribución

productiva y económica del espacio será necesario tener una relación en el mercado,

para mejorar la economía en su conjunto y en la distribución de las actividades

económicas.

Según (Dollfus, 1976), menciona que cuando los territorios son marginales, se

convierten en compensadores en tiempo de crisis, de forma que los préstamos son

forma para el capital financiero de las empresas. No obstante, como afirma (Gurevich,

2005) el capital sigue dependiendo del territorio para apropiarse de los recursos, de

acuerdo a las condiciones, recursos. A sí mismo, Harvey plantea que cuando las

barreras espaciales son menos importantes, la sensibilidad del capital será mayor y un

incentivo mayor para que sea atractivo. Por ende, el territorio tendrá potencialidades y

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posibilidades dependiendo de las relaciones capitalistas en el mercado. Y es que el

territorio puede representar un lugar marginal o un lugar privilegiado, lo cual tendrá

consecuencias en términos de costos.

El territorio y su población son objeto de un desarrollo en la que los actores ven

más que recursos y una fuerza de trabajo a utilizar para aumentar la acumulación de

capital o una posibilidad para el crecimiento económico; otros verán en la tierra y el

territorio fuentes necesarias de subsistencia y de reproducción social y cultural

2.4. Capítulo IV: Dimensión política del territorio

La dimensión política abarca al ejercicio de poder a través de procesos para lucha

por la posesión y el control del territorio, convirtiéndose en construcción y

transformaciones territoriales, lo cual (Bozzano, 2002) menciona la proyección al

territorio en función de determinados intereses. Siendo el territorio la base física sobre

que el estado, donde el entorno físico y al relación jurídica del territorio superficial a

través de políticas. Por otro lado, (Sosa, 2012) plantea 3 ingredientes de todo territorio:

la apropiación de un espacio, el poder y la frontera. Así mismo, define al territorio

como espacio con una relación social, bajo relaciones de poder donde se articula a

partir de dinámicas y relaciones de la política.

Según (Díaz, 2003), afirma que la política se representa en la organización del

poder, espacio y tiempo donde tienen la capacidad de decidir sobre asuntos de la vida,

es decir, donde se define cómo se distribuyen los bienes de una sociedad. El territorio

viene a ser un resultado a través de la historia de los ejercicios de poder, por cual

(Palma, 1993) describe que los gobiernos de los territorios estuvieron definidos en el

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momento de la invasión ibérica, donde se crearon instituciones y funciones de

gobierno y la administración correspondiente para la vigilancia sobre el

abastecimiento y los precios del mercado, representando la situación actual.

El poder ejercido para la apropiación del territorio, los actores de distinta

procedencia e intereses implementa estrategias para controlar y utiliza el territorio,

dejando de ser soberano el estado y el pueblo. El proceso de globalización ha traído

nuevas regionalizaciones como consecuencias de la creación de nuevos grupos

políticos estableciendo fronteras. Las fronteras constituyen estrategias políticas, fruto

de las revoluciones, victorias, alianzas y revoluciones, a su vez son sinónimo del

ejercicio de poder para extender los límites del control, resultado del avance de las

fuerzas bajo dominio territorial.

El poder político y militar favorecerán en el control de elementos estratégicos del

territorio para entender las formas y contenidos en el control y apropiación del mismo.

Y es que en la apropiación del territorio intervienen los procesos de transformación

en las relaciones sociales, económicas y políticas que suceden a partir de los cambios

en la forma de propiedad y disputa por la tierra, donde intervienen actores con

diferentes. Precisamente porque el territorio posee límites, posee fronteras, es un

espacio de conflictualidades.

El estado es el principal configurador del territorio, en los ámbitos jurídico, político,

administrativo y gran parte de lo económico por medio de por medio del conjunto de

políticas públicas y agendas que lo impactan, siendo marcado, por las construcciones

del territorio ligadas a la reproducción del poder de la clase dominante y al

sostenimiento del modelo económico.

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Según lo planteado por (Jara, 2009), el desarrollo rural tradicional, las

intervenciones viene a ser intrusiones, establecidas por las divisiones político –

administrativas con los procesos necesarios para el desarrollo territorial. La presencia

del estado en la configuración de la política del territorio se concreta en nomas y

políticas públicas, garantizando el control sobre el territorio y su población, brindando

derechos y obligaciones sobre el territorio

Las políticas territoriales están en función del valor del uso del territorio, definidas

en nomas y planes para su definición y transformación de los territorios, viniendo

dadas por el estado u otros actores con el fin también de controlar a su población

mediante la apropiación del trabajo, a de acuerdo a su acceso, uso y relación con el

territorio. Por ende, el territorio es objeto de división para administrarlo, mediante

regiones, departamentos y municipios sobre las cuales se aplican políticas, generando

modificaciones en la apropiación del territorio (Bataillon, 2006), lo cuales llegan a

fragmentar sus relaciones económicas, sociales y simbólicas con el territorio.

Las políticas vienen a ser representadas por enfoques territoriales que promueven

la reestructuración progresiva y la adopción de nuevas funciones y demandas con

propósitos de integración entre territorios, pero con imposiciones de poder del sistema

político. Tal como menciona (Sosa, 2012) donde pueden haber desencuentros que se

manifiesten en disputas por el territorio y recursos, pasando a ser una lucha por la

posesión y defensa.

2.5. Capítulo V: Dimensión cultural del territorio

La dimensión cultural hace referencia al proceso de organización, representación y

apropiación cultural del territorio, con un soporte de la actividad cultural donde el


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sujeto actúa en su medio, marcado por acontecimientos históricos, resultando hoy en

día un área de distribución de prácticas culturales de apego, cuyo símbolo es de cierta

pertenencia socio territorial. (Giménez, 1996), por el cual es definida como un espacio,

en el cual un grupo de personas se identifica y representa como objeto de apropiación.

Por ende, el territorio viene a ser una construcción social, histórica y cultural, plasmada

en una representación delimitada y dinámica, a su vez viene a ser un soporte donde se

desarrollan practicas productivas y se construyen identidades. Por lo tanto, (Urzúa &

Caqueo, 2012) menciona que el territorio no solo abarca los hechos políticos y

económicos sino también hechos simbólicos donde recrean prácticas que reafirman la

identidad y pertenencia.

La apropiación cultural del territorio se efectúa en la propiedad y sobre todo en la

relación efectiva, simbólica, ritual que se establece con el mismo. A demás, a partir

del territorio radica la distribución de instituciones, prácticas y relaciones culturales,

como espacio construido socialmente, cuya cultura adoptada se expresa fuera del

territorio (Urzúa & Caqueo, 2012). La territorialidad cultural a la apropiación

simbólica marcada por el territorio, cuyos marcadores de fronteras pueden ser el

espacio, la identidad y pertenencia.

A demás, el territorio es un medio por el cual se crea experiencias colectivas de

procesos de apropiación como el simbólico, a través de mitos y rituales como de

tradición oral e historias. Es por ello, que la territorialidad hace que se convierta en un

espacio del grupo social portadores de significación, como el idioma, la vestimenta,

los mitos, la cosmovisión, el sistema jurídico, etc. Por ende, el territorio viene a ser un

elemento de la identidad social y étnica de un grupo de personas como diría (Gomez

& Sabeh, 2010), “de interacciones de lenguajes, experiencias y percepciones

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cognitivas diferentes”, en este sentido el territorio es contenido desde determinada

matriz socio cultural que ha sido válida para su apropiación histórica y simbólica.

Por otro lado, el territorio puede ser considerado como un límite de la identidad de

un sujeto social, porque el territorio confronta a aquellos que pueden ser vistos como

amenazas, debido a que los estados encuentran un límite en la construcción y

apropiación territorial, por el cual son fortalecimiento de las identidades (Sosa, 2012).

3. Conclusión

El territorio no tiene una definición estándar. Para entender al territorio es muy

importante saber definiciones coherentes al actor, el cual lo percibe, para un campesino

la definición de territorio será de acurdo a las actividades que realizan en su entorno,

para una dama el territorio será visto de diferente manera al de un varón. Aun en las

ciencias definen al territorio de acuerdo a su punto de vista. Entonces podemos definir

al territorio como multidimensional que engloba la historia, lo social, lo político, lo

económico y lo cultural. Cada persona de acuerdo a su capacidad intelectual ira

creando un concepto de territorio al que más lo identifique.

El territorio abarca una serie de conceptos multidimensionales para su mejor

entendimiento, en la cual el ámbito social (las relaciones sociales que en su desarrollo

determinan lo natural), lo económico (la apropiación económica), lo político (la

organización, apropiación a partir del ejercicio del poder) y lo cultural (la

representación que se le hace al espacio por un grupo de personas da una apropiación

simbólica). En contraste, se encuentra definido como una red compleja de espacios,

lugares y tiempos dinámicos que articula una matriz multidimensional de condiciones

y circunstancias de las percepciones, acciones y relaciones de los sujetos y sus actores


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en la corta y larga duración. A partir de las políticas y estrategias de desarrollo los

sujetos en el territorio, impulsara en nuevo desarrollo y en no insistir en perspectivas

autoritarias que suele predominar como principal forma de capital. Referencias

BecerraI, H., Fernández, A., & Ramírez, A. (2011). Calidad de vida: algo más que un
concepto. Medisur.
Dollfus, O. (1976). El espacio Geografico. OIKOS-TAU SA.
Gomez, M., & Sabeh, E. (2010). Calidad de Vida: Evolucion del concepto y su influencia
en la investigación y la prática. Universidad de Salamanca.
Guerrero, J., Can, A., & Sarabia, B. (2016). RICSH Revista Iberoamericana de las
Ciencias Sociales y Humanísticas.
Montañez, G., & Delgado, O. (1998). Espacio, territorio y Region: Conceptos basicos
para un proyecto nacional. España: Cuadernos de Geografla.
Sosa, M. (2012). ¿Como entender el territorio? Guatemala: Cara parens.
Sunkel, O. (1981). El subdesarrollo Latinoamericano y la teoria del desarrollo. España:
Biblioteca Cepal.
Urzúa, A., & Caqueo, A. (2012). Calidad de vida: Una revisión teórica del concepto.
Terapia psicológica.
Verdugo, M., Schalock, R., Arias, B., Gómez, L., & Jordán, B. (2013). Calidad de Vida.
En M. Verdugo, & R. Schalock, Discapacidad e Inclusión (págs. 443-461).
Salamanca.

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