LA SEXUALIDAD EN EL

PROYECTO DE DIOS
Antropología Teológica
08 de marzo del 2019
Pontificia Universidad Javeriana
Jorge Antonio Zurek Lequerica, OCD
La sexualidad en el proyecto de Dios
• La sexualidad es un modo de ser inherente a la
estructura esencial de la persona humana.
• La sexualidad no sólo se refiere a una realidad de orden
genital, sino más profundamente a una dimensión
constitutiva del ser humano como tal, una fuerza, una
potencialidad de amor que enviste todo su ser espiritual-
corpóreo y representa un valor confiado a su
responsabilidad.
Captar el significado de la sexualidad en
el orden de la creación
• Jesús remite a sus interlocutores al "principio" ("Al principio no era así" Mt 19,8).
• La categoría del "principio", en el modo que la utiliza Cristo, no indica simplemente un
dato temporal (un inicio), sino una situación de sentido y valor.
• Jesús fundamenta a menudo sus instrucciones en la voluntad del Dios creador, que a lo
largo del tiempo había quedado sepultada bajo innumerables preceptos particulares y
había caído por ello en el olvido (Medhard Kehl).
• Y cuando se trata de la indisolubilidad del matrimonio y de la igual dignidad de la mujer
en los problemas del divorcio y adulterio (Mc 10,2-12), Jesús recurre al origen del
matrimonio, "al Principio de la creación" (v. 8). (Kehl)
• De esta manera, los preceptos y todas las costumbres humanas quedan relativizados al
reducirlos a su sentido querido por Dios y pueden de este modo estar al servicio, sin
trabas, de la salvación de cada persona concreta.
• La verdad del "principio" de la sexualidad humana coincide con la
verdad de la estructura de la criatura humana, hombre y mujer, de
suerte que sólo enlazando con este "principio“ se es capaz de captar
la verdad originaria de la sexualidad humana y, consecuentemente, de
la vocación al matrimonio y/o a la virginidad por el reino de Dios, como
se desprende del mismo texto mateano (19,1- 9 y 19,10-12).
Profundizar su valor desde el punto de vista teológico
TEOLOGÍA DE LA
SEXUALIDAD
Profundizamos los elementos bíblicos, no tanto en referencia
al ejercicio físico de la sexualidad, sino en cuanto en la línea
de los presupuestos que forman la base de una correcta
comprensión de la existencia humana como existencia
sexuada.
La sexualidad como dimensión
constitutiva de la persona humana

• la sexualidad representa un modo constitutivo de ser que

abraza a la totalidad de la persona humana,
determinando la diferenciación hombre/mujer a los
distintos niveles en que esta se plantea (biológico,
psicológico y espiritual)
• representa una modalidad de ser que enviste la totalidad
del ser humano, orientándolo hacia el don y la acogida
La sexualidad como llamada al amor

• La sexualidad forma parte de esta vocación innata y fundamental al

amor y a la comunión que es propia del ser humano; por
consiguiente, es vivida en su real alcance sólo si conduce al hombre
y a la mujer a realizar una existencia de amor y de comunión.
• La visión cristiana, bajo este aspecto, se opone decididamente a la
concepción egoístico-individualista de la sexualidad dominante en
nuestra cultura, que basa todo en el principio del placer individual o
privatiza la sexualidad, haciendo de ella "un bien de consumo" que se
ha de gestionar de modo individualista y narcisista.
la plena realización del significado de la sexualidad pasa a través de
un proyecto de vida centrado en el amor y en la comunión.
• Los frutos de una sexualidad integralmente vivida son los frutos de la
disponibilidad para con el otro, del altruismo, del sacrificio de sí, de la
bondad de corazón, de la serenidad y de la responsabilidad frente a
los propios deberes.
La sexualidad como valor confiado a la
responsabilidad humana

• La sexualidad no es la libre satisfacción de las

tendencias; es un valor confiado a la libertad y por ende a
la responsabilidad de la persona humana, en relación con
la especificidad de su proyecto de vida (matrimonio o
consagración).
• La sexualidad supone un fundamental camino de
crecimiento, de dominio de sí y de compromiso.
La sexualidad como valor confiado a la
responsabilidad humana

• Compromiso para vencer el egoísmo oculto en el corazón

humano y desarrollar las propias energías positivas en la línea
del altruismo y de la gratuidad.
• La sexualidad no es un juego, es una implicación personal, un
compromiso.
• Sólo cuando no se le aísla del contexto de la vocación de la
persona humana al amor y a la comunión, el gesto sexual es
realmente significativo y constructivo.
La sexualidad como valor confiado a la
responsabilidad humana

• Compromiso para ser capaces de dirigir las-pulsiones

instintivas (sexuales y afectivas) y ser cada vez más
capaces de autodeterminarse con responsabilidad,
canalizando así las propias energías y los propios deseos
en la línea del proyecto de vida elegido.
La sexualidad como nostalgia del
totalmente-Otro

• La sexualidad lleva en sí una insuprimible e inagotable

incitación a la trascendencia.
• La sexualidad está inevitablemente ligada a la
inmanencia de este mundo, mientras que el corazón
humano conserva en sí la necesidad de trascendencia, la
nostalgia de un amor infinito, de una comunión total y
perfecta que no tenga fin.
• La sexualidad está sujeta a la misma ley de la condición
humana. Como tal, es en sí misma invitación y deseo de
unión plena con el Dios de la vida y del amor.