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Respecto a este artículo, en primer lugar me gustaría argumentar que para dar una
valoración personal hemos de desterrar la imagen de la clase magistral en un aula de ELE, el
vertido de contenidos que lleven a los alumnos a una memorización sin mucho sentido hacen
sino matar la creatividad y motivación de los estudiantes.
A partir de aquí, y relacionado con el tema 3 de la asignatura (los rasgos
suprasegmentales) es necesario tratar la imaginación en nuestras clases de ELE y ello no va a
depender únicamente del docente, ya que un docente creativo es aquel que consigue que sus
alumnos y alumnas hagan, esto se puede conseguir mediante las actividades que se propongan
y que fomenten la creatividad en las personas que quieren aprender una segunda lengua,
además hay que prestar atención a todo lo que ocurra a su alrededor y dará mayor importancia
a los inputs recibidos y, gracias a esta mayor atención, podrá el alumno tener una mayor
rapidez en su aprendizaje.
Es muy importante erradicar el mito de que la imaginación solo pertenece a la etapa
infantil, cosa errónea ya que se ha estudiado que los estudiantes adultos poseen grandes dosis
de imaginación.
La utilización de las nuevas tecnologías ha supuesto un gran empuje para que
podamos desarrollar la imaginación, además del libro de texto, disponemos de otras
herramientas como la imagen, el sonido combinados ambos con el juego los cuales pueden
desarrollar esta habilidad para que el aprendizaje sea significativo y fomente otro tipo de
memoria que la del recuerdo basado en experiencias y emociones del aprendiente. Se
consigue una mayor implicación por parte de los aprendientes.
Este factor de la tecnología posibilita llevar al aula videojuegos, cosa impensable años
atrás. Hoy en día son muchas las personas que dedican parte de su día (en mayor o menos
proporción) a jugar a videojuegos, y no son pocos los testimonios de jóvenes que saben cierto
vocabulario o ciertas frases en otro idioma debido a que era una frase muy repetida por el por
el protagonista del videojuego o porque el juego solo estaba en inglés (por ejemplo) y la única
manera de jugarlo era aprendiendo el idioma, aunque fuera de una manera básica. Por lo
tanto, podemos ver como los videojuegos suponen un incentivo a la hora de adentrarse y de
querer aprender un idioma.
Otra de las cuestiones es la perspectiva que se le puede dar a las actividades que se
propongan en el aula para poder fomentar la imaginación y son dos ejemplos: el primero de
ellos es la actividad basada en la imagen del frigorífico en el que el modo en que realicemos
la pregunta cambia totalmente las posibilidades de la actividad, es decir, no es lo mismo
preguntar “¿qué ves en la imagen?” que reformular la pregunta y decir “¿A quién crees que
pertenece ese frigorífico”, “¿qué tipo de persona puede ser?”, como podemos observar un
simple cambio de perspectiva nos abre un abanico de posibilidades en el que el motor
principal para realizar la actividad será la imaginación de mano de la experiencia y
sentimientos que la imagen evoque en el aprendiente y que se haga realidad mediante la
narración.
El segundo caso práctico y que ejemplifica muy bien el uso que podemos hacer de
otros medios para proponer una actividad es la imagen de una puerta acompañada de una
melodía que nos puede servir para imaginar quién es la persona que vive en esa casa, es una
muestra más de que haciendo uso de otro elemento en este caso la música podemos poner en
marcha la imaginación de nuestros alumnos y alumnas, en este caso al combinación de
imagen más sonido es muy buena propuesta.
Además un elemento que acompaña a la imaginación es la motivación, es muy
frecuente que personas que se inician en el aprendizaje de una segunda lengua abandonen su
práctica debido a la dificultad que supone, si somos capaces de mantener un ambiente activo y
motivado en nuestras sesiones de ELE podemos reducir esa tentativa de abandonar el
aprendizaje de una lengua ya que en sí puede ser muy motivador el imaginarse uno mismo o
una misma en situaciones en las que está hablando otra lengua.
Nuestra opinión personal es que el juego puede romper el hielo y ser una herramienta
para potenciar las habilidades sociales, y en ello va a tener especial relevancia la manera en
que los docentes presenten las actividades, no estoy dando por hecho de que se deba seguir un
manual a rajatabla sino aquí es donde entran también las vivencias, experiencia del docente a
la hora de proponer actividades que fomenten la motivación de sus aprendices y a su vez estén
conectadas con las experiencias de estos lo que también nos puede ayudar a conocer a
nuestros alumnos y alumnas y así poder crear un ambiente propicio para para fomentar la
confianza, motivación, imaginación que nos ayude a transmitir conceptos y que estos sean
adquiridos de una forma significativa siempre basada en la experiencias de nuestros alumnos
y alumnas.
Por otro lado, es necesario hacer referencia en qué nivel es adecuado llevar estas
actividades ya que en un nivel inicial A1 sería algo complicado pero que no impide que
actividades sencillas (presentarse, aficiones, dónde se vive, describir) se lleve a cabo la misma
metodología.
Gracias al momento que nos encontramos también es fundamental el uso de las nuevas
tecnologías, internet sobre todo nos ofrece un mundo de posibilidades muy amplio con
herramientas como por ejemplo Youtube, enlaces web con juegos, etc. que puede hacer que
nuestras sesiones sean más amenas y que no únicamente se basen en el tratamiento de la
gramática de la manera tradicional la cual es muy poco propicia para motivar y fomentar la
imaginación.
En conclusión, para una correcta administración de nuestras sesiones de ELE es
necesario atender a la imaginación ya que es una capacidad de la inteligencia que permite
interiorizar, revivir, comprender, dar sentido e interpretar el mundo y más cuando se está
aprendiendo una lengua de una cultura diferente.
La creación de imágenes mentales basadas en los sentimientos y propias vivencias de
la persona son el elemento principal para transmitir nuestras ideas dentro de los moldes de la
narración.
Es muy importante saber que la imaginación conecta lo que el estudiante aprende a
través de experiencias y recuerdos, además tenemos en nuestras manos le juego que es la
herramienta fundamental para llevar a cabo los anteriormente dicho todo ello en un contexto
en el que la imagen, el movimiento, la música y la emoción llevan a experimentar un
sentimiento placentero a la hora de adquirir los conocimientos sobre una segunda lengua.
Por lo tanto como futuros docentes si conseguimos desde el primer día tener motivado
a un grupo heterogéneo de personas, seremos capaces de poder transmitir los contenidos que
serán muy significativos para la persona si los amoldamos en la estructura de un enfoque que
tenga en cuenta la imaginación, la narración lingüística basada en la experiencia personal
desde una perspectiva lúdica.
En definitiva, pensamos después de la lectura del artículo y con nuestra experiencia
como filólogos, que la imaginación es importante en las clases de ELE, no solo para el
aprendizaje de una lengua, sino también como elemento motivacional para el alumno, que
sirve para lograr su mayor implicación en el aprendizaje de la lengua. Además, gracias a que
puede aprender también otros elementos culturales y su propia capacidad de invención, sirve
también para que el estudiante se sienta también más realizado. Y no creo que, por lo menos
en la actualidad, sea difícil trabajar esta capacidad en el aula, ya que disponemos de muchos
dispositivos que, utilizados de manera correcta por el profesor, pueden servir para llevar al
aula de manera cómoda las fotografías, la música y los juegos. Y es que esta capacidad no
solo tiene que tenerla y desarrollarla el alumno, el profesor, que es el que tiene que
incentivarla, ha tenido que tener con anterioridad un pensamiento creativo, gracias a su
imaginación, que haya hecho posible llevar al aula elementos que potencien la inventiva del
alumno y su implicación en clase. Porque, como pone en el artículo, un profesor creativo (y
yo añadiría que un buen profesor) no lo es por lo que él haga, sino por lo que consigue que
sus alumnos hagan.