Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Cada una de las empresas tienen diferentes estructuras, algunas de ellas tienen muchas
posibilidades de beneficios, otras de acuerdo con su naturaleza son más atractivas. Pero
no basta con elegir actividades empresariales atractivas. En todos los sectores
empresariales existen empresas que marchan bien y otras que van por mal camino. Lo
importante es tratar de establecer una estructura gerencial que garantice una posición
competitiva ventajosa, que proteja los beneficios de la empresa de los ataques de sus
competidores y tener una persona responsable y participativa que conduzca a la misma.
Los responsables de formular la misión y visión de las empresas deben establecer las
metas a alcanzar, los beneficios estables a obtener, es decir, establecer una ventaja
competitiva sostenida sobre la competencia. Esta forma de dirección se centra
fundamentalmente en la estrategia de la empresa, dicha estrategia se entiende como
el plan mediante el cual la empresa reafirma su ventaja competitiva. La formulación y
elaboración de la estrategia exige la identificación y selección de la ventaja competitiva a
conseguir y la configuración de la empresa por medio de tres dimensiones que
determinan su posicionamiento en el mercado:
Por eso es importante que el director aísle sus presiones a la hora de ejercer en su
empresa, es decir, un directivo tiene presiones tanto en el ámbito empresarial como
familiar que lo condicionan y pueden influir en una toma de decisiones equivocadas.
Pero esta planeación será realmente estratégica cuando se oriente hacia el entorno, a la
misión de la empresa, la creatividad y la innovación, esté abierta al cambio y
fundamentalmente se anticipe a los hechos y cambios del futuro. La planeación
estratégica no proyecta el pasado. Algunas preguntas clave que deben hacerse los
directivos para formular y desarrollarla podrían ser las siguientes:
1. ¿Quién es el cliente?
5. ¿Qué tecnología hay que ocupar para elaborar nuestro producto o servicio?
6. ¿Cuál es nuestro negocio, cuál será nuestro negocio y cuál debería ser nuestro
negocio?
La planificación estratégica entonces es el proceso gerencial que consiste en desarrollar y
mantener un ajuste estratégico entre los objetivos y recursos de la empresa y sus
oportunidades cambiantes de mercadeo.
Para llevarla a cabo se hace un análisis externo que potencie oportunidades y minimice las
amenazas del entorno; y un análisis interno que lleve a identificar las fortalezas y
contrarrestar las debilidades, con lo cual se podrá formular la postura estratégica de la
empresa.
El gerente
El gerente es el elemento en el que se basa la vida y la continuidad de la empresa. En un
sistema cambiante y de alta competencia, es la calidad y capacidad de los gerentes lo que
determina el éxito de una actividad económica y su continuidad.
El gerente debe desarrollar de una manera armónica diferentes actividades que lo lleven
a obtener resultados económicos satisfactorios, con lo que permite establecer las bases de
la evolución positiva de la empresa. Se pueden sintetizar estas actividades de la
siguiente manera: conocer el negocio, planificar, conducir a sus subordinados para la
consecución de los objetivos fijados y establecer los modos y momentos de actuación de
cada uno de ellos.
Un gerente debe hacerse preguntas y buscar respuestas meditadas y reflexivas a
las siguientes preguntas:
1. ¿Qué se debe
hacer
2. ¿Cómo debe
hacerse?
3. ¿Cuándo es oportuno
hacerlo?
4. ¿Quién debe
hacerlo?
5. ¿Qué recursos pueden y deben ser asignados para
hacerlo?
6. ¿Dónde debe
hacerse?
Planeación
En la base de toda empresa se encuentra una buena planificación que incluye los
objetivos globales y los específicos en una adecuada integración. Ésta consiste en
estudiar cuál va a ser la actividad de una empresa durante los próximos años.
Control
Para lograr los objetivos propuestos el director necesita mantener un adecuado
conocimiento de la evolución de la empresa. Para este fin es imprescindible que la
información que le llegue sea suficiente, ágil y fiable.
Los tratadistas del Desarrollo Organizacional han considerado como factor clave en el
éxito de las empresas tener un clima organizacional “sano”. Definiendo el clima
organizacional como un abanico de pensamientos, emociones y comportamientos, que
pueden ser positivos o negativos, no están claramente definidos los elementos que
componen dicho escenario. Pero, lo que si queda claro es que estar en ese ambiente
produce sensaciones de placer o de incomodidad. En consecuencia los estudiosos de estos
escenarios afirman categóricamente que el clima organizacional se forma, pero un
porcentaje de ellos están conscientes de qué manera ocurre, y muy pocos tienen una
posición a imaginar, y mucho menos a poner en tela de juicio sus apreciaciones y la
forma como las mismas han contribuido, en forma anónima, personal e inconsciente en
ocurrencia de tal fenómeno. Lo que sí es verdad que este clima organizacional, influye en
el estado anímico de las personas, produciendo el modernísimo término de: “STRÉS”.
¿Qué es el estrés? El estreses el máximo de tensión que un individuo puede soportar sin
sufrir consecuencias físicas o psicológicas. O dicho de otro modo, el estrés sería esa
sensación de opresión que parece estar a punto de asfixiar a quien lo padece.
Entre los reclamos más frecuentes que se oyen en el mundo organizacional, figuran entre
otros los siguientes: laborar más tiempo del normalmente establecido, así como también
llevarse habitualmente trabajo para los hogares; sentir manifestaciones físicas,
emocionales y actitudinales de tensión relacionadas con el trabajo, exigiendo que el
tiempo de ocio se transforme en un paréntesis para relajarse, meditar y recuperarse;
suspender en cualquier momento alguna planificación personal y /o familiar, como
consecuencias de exigencias empresariales; disponer cada día de menos tiempo para
disfrutar de la familia y del hogar .
Los tiempos en donde las empresas de los países más desarrollados dominaban el mercado
fácilmente han pasado, y las nuevas realidad mundiales exigen que las personas que
ocupan cargos en los niveles estratégicos de las organizaciones administren todas las
tácticas posibles para diseñar y mantener empresas con un alto grado de eficiencia, por
estas circunstancias se ha hecho indispensable pensar en nuevas formas estructurales de
las empresas. Muchas han sido las causas que han producido esta nueva realidad. Entre
las que se pueden mencionar figuran entre otras las siguientes: los cambios tecnológicos
cada día se han ido incrementando. Trayendo como consecuencia cambios muy
significativos, transformando las condiciones críticas tendente a reafirmar las ventajas
competitivas, por medio de una mayor importancia a la capacidad de producción y
comercialización. La competencia a nivel de la aldea mundial se ha profundizado. Al
pasar de los años son menos las empresas identificadas con una estrategia de mercado
monopólico y, por supuesto la competencia es cada día menos leal, en comparación con la
tradicional. Por otra parte hoy en día hay un exceso de producción a nivel mundial.
Excluyendo de esta realidad los productos básicos, existe más oferta que demanda. La
globalización, se ha hecho una realidad. En los actuales momentos las corporaciones
compiten en mercados mundiales contra competidores de todo el mundo. Estas
circunstancias demuestran que es imposible pensar únicamente en mercados domésticos
con competidores conocidos. Todos estos componentes de los nuevos escenarios exigen la
ampliación del abanico de opciones y sin lugar a dudas al incremento de las expectativas
de los clientes; por tal motivo se reafirma la competencia económica en la dinámica
fundamental del mundo.
Muchos especialistas consideran que debe haber una relación directa entre “causa-efecto”
entre las demandas del entorno y el grado de actualización de la arquitectura interna de
cualquier organización, lo que trae como consecuencia que si las exigencias del medio
ambiente encuentran una estructura no actualizada, que no tienen capacidad de respuesta,
la tendencia entonces es que minimice la efectividad organizacional, con todas los
problemas que esto significa. Por tal motivo se hace cada vez más necesario la revisión
continua de las estructuras organizacionales, para que las mismas sean funcionales, así
como también eminentemente flexibles para adaptarse fácilmente a las contingencias del
medio ambiente, porque de lo contrario traería como consecuencia una estructura muy
rígida, nada flexible, “viva” en un ambiente de continuos cambios, con una capacidad de
respuesta muy limitada a las exigencias del mundo globalizado y, con este estilo, pierde
muchas ventajas frente a sus competidores mundiales.
En los países industrializados las estructuras organizativas, han cambiado
vertiginosamente, adecuando las mismas a las demandas del entorno mundial. Mientras
que en el ambiente latinoamericano, siempre ha existido una capacidad de respuesta muy
lenta a los cambios ambientales y que, sin lugar a dudas dicha velocidad ha condicionado
la adaptabilidad organizacional y, por supuesto, el estilo de gerenciar los cambios
tendentes a reafirmar el respectivo posicionamiento en el mercado ha sido muy lento.
Los directores del departamento de mercadeo pueden llevar a cabo de manera efectiva
sus objetivos, solamente a través de un plan de mercadeo, el cual contiene las acciones
que se deben llevar a cabo para lograr las metas. Por tal motivo las empresas deben tener
una estructura organizacional que sea capaz de llevar a cabo dicho plan. En una empresa
pequeña, una sola persona puede desarrollar todas las tareas de mercadeo: Investigación,
venta, publicidad, servicios, entre otros. Por el contrario, en empresas de mayor
tamaño habrá que contar con un equipo de trabajo que labore en diferentes áreas.
Por lo tanto, los departamentos de mercadeo están dirigidos por un director que
desarrolla básicamente tres actividades primordiales. La primera consiste en coordinar
todo el trabajo del personal de mercadeo. Por ejemplo, el director debe asegurarse que la
persona encargada de publicidad trabaja próximo al director de ventas, de forma que el
vendedor esté preparado para atender a los clientes derivados de la publicidad
desarrollada por el departamento de comunicación. La segunda consiste en colaborar con
otros directores de otras áreas. Y la última se refiere a la selección, formación, dirección
y evaluación de cada una de las personas que trabajan en esta área.
Los directivos de mercadeo son responsables de la gestión de la demanda, es decir,
intentan influir sobre el nivel, el momento y la composición de la demanda para
cumplir con los objetivos de la empresa.
Marca
El mundo empresarial ya no identificará empresas por su tamaño (pequeñas o grandes
empresas) el reconocimiento estará enmarcado por su capacidad de recordación de la
marca en los mercados de su interés.
La marca está constituida por un conjunto de creencias que tienen los consumidores
sobre una empresa y sus líneas de productos y servicios.
Fidelización de clientes
La fidelización de clientes se logra una vez las empresas han conseguido un
comportamiento repetitivo de compra de sus productos o servicios por parte de los
clientes.
Esto se relaciona con un primer ciclo que lo definimos como ciclo de vida del
producto, y a partir de aquí debemos entender:
Es importante entender que el ciclo de vida del producto y del mercado atraviesa
por las siguientes fases:
• Gestación.
• Introducción.
• Crecimiento
• Madurez.
• Declive o relanzamiento.
Posicionamiento
• Propuesta de valor: El cliente tiene que percibir el suficiente valor para pagar
por la diferencia.