Sie sind auf Seite 1von 69

THE LOST SLIPPER

Fairytale shifter 3

Alexa Riley
Sinopsis
La primera vez que Stone vio a Winnie, ella estaba sola en el bosque sin recuerdos de donde
venía.

Con una mirada él supo que algo era diferente. Cuando ella finalmente llegó a la edad y el
apareamiento lo tomó, percibió que ella siempre fue su única compañera.

Enviada a vivir con una familia extraña, Winnie fue forzada a lidiar con el tratamiento odioso
de su madrastra y sus hermanas.

Aparearse con el alfa cambia todo eso.

Pero cuando su pasado vuelve para encontrarla ¿Va desaparecer el amor después de que el
reloj marque la media noche?

Aviso: este cuento de hadas shifter está hecho para ser apreciado solo por aquellas personas
que aman este tipo de historias. ¿Crees tener lo que se necesita? Entonces, adelante.
Prólogo
WINNIE

En el pasado…

—Por favor no me dejes aquí— mi voz falla. Odio eso. Odio todo eso. Encaro al alfa de Gray
Ridge sin querer luchar con él. Cualquiera podría pensar que querría estar lejos de él lo más
pronto posible. Todo acerca de él grita fuerza y poder. He notado que nadie realmente hace
contacto visual siquiera, con él, pero yo sí. Lo miro implorando. Me siento segura con él. Es casi
gracioso eso, porque él es, fácilmente, unos 30 cm más alto que yo. Tal vez más.

Stone es un alfa en todo el sentido de la palabra. Lo supe desde el momento en que me


levantó en sus brazos. Puedo sentir que casi puedo derretirme. Él era atrayente pero no
consideraría guapo. Su cabello castaño oscuro estaba rapado en los lados con la parte superior
un poco más larga. Él siempre lo despeina cuando está agitado conmigo. Lo cual sucede a
menudo desde que comencé a seguirlo como un cachorro perdido, lo cual soy.

Incluso de noche, cuando todo el mundo iba a dormir, yo me escabullía a su cuarto y me


acurrucaba en su cama con él. Tal vez por eso él está haciéndome salir. ¿Quién quiere a un
pequeño cachorro perdido siguiéndolo donde quiera que va? Él es todo lo que yo conozco
pero eso no significa mucho más ya que yo solo recuerdo los últimos siete días de mi vida. Él es
todo mi mundo en este momento.

Su gran mano sostiene mi mentón y me inclino hacia él intentando inhalar su olor. Ese es
ahora, el aroma para mí cuando pienso en casa y él está intentando quitar eso de mí. Su pulgar
acaricia mi mejilla y algo surge en sus ojos azules antes que él aparte la mano. Quiero traerla
de vuelta en mi rostro pero no lo hago.

Cuando fui encontrada por primera vez en el bosque, me trajeron a él y él me mantuvo por
días. Se acostó en el suelo conmigo en su casa, acariciándome, intentándome hacerme
cambiar de la forma de oso. No podía hacerlo. No sabía cómo. No sabía nada salvo mi primer
nombre. Todavía no sé mucho. Me recuerdo de todo excepto de mi vida anterior. Sé cómo
todo funciona y puedo leer y escribir, pero los recuerdos de mi vida no están allí.

Incluso los primeros días después de haber sido encontrada en el bosque también son
nebulosos en mi mente. Así como el resto de mi vida previa, pero nadie me buscó. Nadie vino
a reclamarme como parte de ellos. Soy una abandonada e indeseada a lo que parece. Y ahora
está sucediendo nuevamente. En siete días soy expulsada dos veces. Ok, tal vez Stone no esté
expulsándome solo dándome una nueva casa, pero el sentimiento es el mismo. Él me encontró
un lugar permanente en una familia de la manada pero se siente como si estuviera
pateándome hacia afuera
—Esto es lo mejor. Confía en mí— dice finalmente Stone. Quiero creer y confiar en él. Giro la
cabeza para mirar el lugar que será mi casa ahora. Un hombre y una mujer están en el porche
con dos niñas rubias que parecen tener mi edad. Bien, estoy suponiendo que es mi edad. Ellos
parecen haber salido de una revista. Stone dice que son una buena familia. Ellos tienen dos
hijas y me gustará estar aquí.

Escucho a Gwen, la hermana de Stone soltar un gemido infeliz atrás de él. Ella no quiere que
salga tampoco. Ella y Stone han discutido en los últimos días sobre el asunto. Odio que ellos
peleen por causa mía. Tal vez ese sea el motivo por el cual él me quiere fuera. Ella quería que
me quedara, pero Stone dijo que no era posible. Creo que es mentira. Él es el alfa y podría
hacerlo. Solo que él me quiere lejos.

Incluso sabiendo que es mentira, intento nuevamente sin importarme lo patético que suena:

—Por favor no me hagas ir. Prometo que voy a ser mejor— mi voz cae en un susurro aun
sabiendo que todos van a escuchar de todas formas. Ellos son lobo y escuch an todo. —No voy
a entrar más en tu habitación. Voy a quedarme en la mía. Por favor no me hagas ir— siento las
lágrimas descender por mi rostro. Extrañamente, es la primera vez que lloré. Incluso cuando
finalmente cambié de la forma de oso, yo no lloré y parecía que mi cuerpo estaba en llamas.
De alguna forma eso duele más.

Cómo me torné tan cercana a él, no lo sé. Pero lo estoy. La idea de dejarlo me roba el aire de
los pulmones.

Un gruñido bajo sale de su pecho y puedo escuchar a todo el mundo dar un pas o atrás, pero yo
no. No, yo me acerco más. Me gusta el sonido. Parece asustar a todo el mundo, pero a mí me
hace sentir segura. Aun cuando el gruñido sea para mí. Quiero poner mi cabeza en su pecho y
escuchar de donde el gruñido emana.

Él va hacerlo. Me va dejar aquí.

—Voy a volver mañana para comprobar que estás bien, Winnie — entonces él gira y camina a
su camioneta.

Gwen se queda frente a mí tirándome a sus brazos y susurrando en mi oído.

—Tienes mi teléfono. Puedes llamarme a cualquier hora. Vengo a verte mañana también. Me
voy a asegurar que estas bien establecida— ella se aparta mirándome con los mismos ojos
azules de Stone. Como todo el mundo por aquí, ella es más alta que yo. Creo que los osos son
bajos o tal vez sea solo yo.

—Vamos a encontrar a tu familia— intenta tranquilizarme pero no es reconfortante.


Soy un shifter oso, lo cual sé que es raro. No solo eso sino que además soy una hembra y no
hay muchos shifter osos mujeres. Stone me dijo que iba a encontrar a mi familia, siendo como
soy, tan rara, pero aún no lo consiguió. No me siento rara o especial. Todo lo que me siento es
indeseada.

Ella me suelta totalmente y sigue a Stone entrando en la camioneta. Los veo alejarse y no
consigo moverme hasta que siento una mano caliente en mi hombro. Miro a la mujer que
parece estar en sus treinta años. El cabello rubio coincide con las niñas que estoy suponiendo
son sus hijas. Es difícil decirlo con los shifters.

—Ven adentro querida. Voy a mostrarte tu habitación.

—Ella huele como un oso— dice una de las niñas. Su ceño se frunce como si estuviese oliendo
algo horrible.

—No voy a compartir mi habitación con ella— dice la otra niña, haciendo una mueca igual a la
de su hermana.

—Vas a hacer lo que yo diga. El alfa dijo que vamos a cuidar de ella y eso es lo que haremos—
dice finalmente el padre. La mano de la mujer me aprieta con las palabras, las uñas clavando
un poco. Ella claramente no está feliz con las órdenes del alfa.

—Ven adentro— esta vez su tono es irritado cuando comienza a empujarme hacia la casa.
Quiero soltarme pero me quedo quieta. ¿Qué elección tengo? Cuando pasamos a las dos niñas
en la baranda, ambas me dan una mirada que podría matar. Lejos de ser las dulces niñas que
eran cuando el alfa estaba aquí.

Cuando entro, soy subida dos niveles de escaleras hasta llegar al ático. Enseguida la mujer me
suelta destrabando la puerta y mostrándome el espacio. El cuarto es un revoltijo con una cama
en el centro del caos.

—Vas a tener que dejar esto limpio y habitable. Estoy segura que el alfa va querer verlo
cuando vuelva mañana. Asegúrate de hacerlo bien— ella gira y baja las escaleras. —La cena es
a las siete. Es mejor que termines todo a esa hora o no vas a comer— dice ella mientras baja.
—No es como si lo necesitaras— agrega en un murmullo.

Me siento en la cama y miro alrededor. Me siento más sola ahora de lo que estaba cuando
corría sola por el bosque sin memoria. Por lo menos ahí no tenía a nadie para extrañar.
Prólogo
STONE

En el pasado

—Estás cometiendo un error— las palabras de Gwen duelen. Los dos sabemos que es cierto
pero no respondo nada.

Pongo la camioneta en marcha y me alejo de la casa de los Stocktons y siento que mi pecho
duele. Sujetando el volante con más fuerza me fuerzo a no mirar hacia atrás mientras
conduzco. Solo unos pocos minutos más y puedo acelerar. Solo necesito regresar a casa.

Gwen y yo guardamos silencio durante todo el camino de regreso a casa. Afortunadamente


ella no sigue diciéndome lo que ya sé y solo me deja sufrir en silencio.

Es lo correcto que había que hacer. Me siento como si me repitiera eso una y otra vez, me
convencería que es verdad. Es como si repitiéndomelo entonces de alguna forma creería en
esa mentira.

Paro frente a la casa, salto de la camioneta y voy corriendo hacia el bosque. Escucho la grava
bajo mis botas. No miro atrás cuando Gwen grita mi nombre.

—¡Stone! ¿Adónde vas?

Una vez que llego detrás de la casa, me saco la camisa y la tiro al suelo. Continúo
desvistiéndome sin detenerme en mi camino hacia los árboles, sacándome las botas de una
patada y sacándome los jeans mientras sigo. Cuando doy un salto al aire me transformo antes
que mis patas lleguen al suelo siguiendo en una carrera por las tierras protegidas.

Sentir mis músculos quemar y doler es lo que necesito. Tengo que hacer que mi cuerpo sienta
el dolor que está corroyendo mi corazón. ¿Qué está mal? ¿Por qué no puedo detener este
sentimiento, esta necesidad?

Acelerando, corro tan rápido cuanto mi lobo puede llevarme. Él está con rabia y necesita tener
el control. Corro por millas hasta que llega a las fronteras de nuestra pequeña Gray Ridge,
Colorado.

Nuestra comunidad shifter es pequeña, pero fuerte. Encontrar a otro shifter vagando en el
bosque es raro. Hay otras manadas alrededor y somos amigables. Entonces, cuando el sheriff
de la ciudad, Dominic Wolf encontró a un cachorro de oso, fui a investigar con nuestros
vecinos, pero volví con las manos vacías. La primera vez que la vi, Dominic estaba llevándola
fuera del bosque. Ella era un pequeño cachorro marrón y la cosa más linda que ya vi. Su cabeza
giró en mi dirección cuando me acerqué y los grandes ojos castaños se encontraron con los
míos.

En aquel momento, sentí algo dentro de mí, cambiar.

Había conocido toda mi vida lo que era ser el alfa. Mi padre era el alfa de Gray Ridge hasta que
murió de repente cuando tenía dieciocho años. Él fue a una carrera y tuvo un ataque cardiaco.
Los médicos hicieron todo lo que pudieron, pero no lo consiguieron. Yo era joven y con rabia y
no quería la responsabilidad sobre mis hombros. Pero nací con sangre alf a pura y no tenía
elección más que ser el líder.

Sabía que lo que asumir este papel representaría y que un día encontraría a mi compañera.
Siempre asumí que sería otro lobo y alguien de linaje semejante. Lo que no esperaba era tener
una conexión con una, muy joven, cachorra de oso.

Lo que siento no es lo que las personas han definido como una atracción de apareamiento,
pero es algo así. Me siento muy protector con ella y haría cualquier cosa para mantenerla
segura, pero siento que si no me distancio de Winnie, podría arrepentirme. ¿Y si acabo
apareándome con otra persona? Esos sentimientos por Winnie traicionarían a mi verdadera
compañera y no es justo.

Finalmente me detengo cerca de un riacho para tomar un poco de agua y recuperar el aliento.
Mis pulmones queman y mis piernas están trémulas mientras me agacho para beber.

Al instante en que vi a Winnie por primera vez, algo en mí cambió. Estuve con rabia por tener
que soportar la responsabilidad de la manada sobre mis hombros por tanto tiempo, que, la
primera vez que la vi, me sentí leve. Como si mirar en sus ojos asustados quebrase algo dentro
de mí y no consigo repararlo.

Aquel día en el mato, la tomé de los brazos de Dominic y la llevé a mi casa. El pequeño
cachorro temblaba de frio y miedo pero cuando estuvo anidada en mis brazos, paró de
hacerlo. Fue como si nuestro vínculo estuviese hecho y, a partir de ese momento, no salí de su
lado.

Después de tres días, finalmente fui capaz de convencerla a volver a su forma humana. Tomó
un largo tiempo y sé que debe haber sido doloroso pero ella es fuerte. Estaba tan orgulloso. La
envolví en una manta y apenas la sostuve frente al fuego. Ella parecía tan joven, tal vez cerca
de los catorce años y no quería asustarla con preguntas o hacer que hablara si no estaba list a.
Solo quería mantenerla a salvo.

Winnie. Fue la primera palabra que dijo y era todo lo que conseguía recordar.

Ella durmió en mi cama cuando era un cachorro, pero después que se transformó, la llevé al
cuarto de huéspedes. Fui allá en medio de la noche sintiéndome solitario sin ella. No hubo
ninguna atracción sexual. Los shifters machos no pueden ni siquiera tener una erección sin el
calor del apareamiento. No, lo que sentía por Winnie era diferente. Un tirón fuerte que no
sabía cómo explicar. No podía contarle a nadie y tenía la maldita certeza que no podía hablar
con Winnie sobre eso.

Cuando ella se arrastró a la cama conmigo aquella primera noche, fingí estar dormido. Pero
cuando ella durmió, la tiré hacia mí y la abracé mientras dormía. Nunca hice otra cosa más que
sostenerla y asegurarme que estaba a salvo. Nunca admití lo feliz que estaba el que ella haya
sentido la necesidad de estar cerca de mí.

Todas las noches ella se escabullía a mi cuarto y me gustaba sujetarla mientras dormía.
Después de casi una semana, sabía que necesitaba detener eso.

Comencé a ponerme ansioso si estaba lejos de ella por mucho tiempo y cuando su olor
comenzaba a desvanecerse de mí, intentaba encontrar maneras de tocarla accidentalmente y
recuperarlo.

Me estaba obsesionando y sabía eso.

Peter Stockton era uno de nuestros mejores cazadores y sabía que tenía dos hijas de la edad
de Winnie. Cuando le pedí para vigilar a Winnie y protegerla como si fuera suya, él concordó.

A Gwen no le gustó la decisión pero ella es joven y no entiende la forma en como la manada
funciona. Él es parte de nosotros y va a cumplir con su deber así como yo cumplo con el mío.

Tengo la responsabilidad de proteger a todos y no puedo dejar de ser llevado en otra dirección
por un pequeño cachorro perdido. No puedo pasar mis días ansiando algo que no es mío y
nunca será. No puedo poner la seguridad de la manada en peligro porque me siento protector.
Mi vida no es así. Mi vida es sobre el deber y la honra y para cumplirlo tengo que dejarla ir.

Siempre voy a verla pero no puedo permitirme soñar con cosas que no voy a tener. No importa
lo que quiero. La manada es mi mayor responsabilidad.

Alejándome del agua doy vuelta y regreso a casa. Un día Winnie se va aparear con alguien y
voy a ser capaz de seguir adelante.

Mi lobo gruñe con esa idea pero lo ignoro.

Tal vez un día sea capaz de llenar el vacío que ella dejó en mi corazón.
1
WINNIE

Presente…

—¿Estás bien?— Gwen me mira con preocupación con sus grandes ojos azules. Odio cuando
ellos me recuerdan a Stone. Apenas puedo mirarla sin pensar en él. No es un recuerdo que me
guste porque, cada vez, eso duele en mi corazón. No importa cuántas veces intento matar mis
sentimientos por Stone, sé que me estoy mintiendo a mí misma. Solo cuando creo que ellos se
fueron, una pequeña cosa y los recuerdos vuelven. Creo que si me miento lo suficiente, tal vez
comience a creerlo.

Gwen parece tener siempre esa mirada en el rostro. Sé que ella se preocupa, pero
últimamente me está haciendo sentir algo patética. Si a alguien debería preguntar cómo está a
ella soy yo. Ella acaba de encontrar a su compañero y ya están esperando a gemelas.

Gwen nos invitó a Ruby y a mí a cenar. Dominic, el compañero de Ruby, está aquí con X. Gwen
y Ruby esperan bebes y sus compañeros parece que nunca están lejos de ellas. Los shifters
masculinos tienden a rondar cerca de sus compañeras durante todo el embarazo. Me pregunto
si mi compañero va hacer eso. ¿Qué estoy diciendo? Ni siquiera sé si tengo un compañero.

—Sí, solo un poco triste. Todavía no logro recordar nada. Y estuve en todo el lugar hoy—
admito para ella. Siento que mis hormonas están enloqueciendo. Tal vez sea porque mis únicas
amigas están embarazadas y estoy con envidia. Verlas enamoradas y felices me hace desear
lo mismo.

Siendo un oso en una ciudad llena de lobos, no tengo idea si el apareamiento es diferente para
nosotros. Pero últimamente he intentado descubrirlo. Durante mucho tiempo intenté recordar
la vida que tenía antes de venir a ser parte de Gray Ridge. Pero después de un tiempo solo dejé
de lado ese pensamiento, creyendo que algún día el recuerdo volvería. Todavía no sucedió y ya
pasaron casi cuatro años. Ahora estoy forzándome a recordar pero todavía nada. Aun estando
cerca de Gwen todavía no me siento en casa y pienso en irme de la manada. Pero, adonde ir,
no tengo idea. ¿A la universidad? Tal vez.

Algo tiene que suceder, porque siento que podría quebrarme. Estoy comenzando a pensar que
tal vez me sienta más aceptada en el mundo humano. No es como si no fuera a transformarme
más. No lo hice desde que Stone me encontró.

—Vas a saber cuándo suceda. Vas a sentirlo— dice Gwen extendiendo la mano para sujetar la
mía. Sé que ella está hablando de mi edad. Como no sé nada sobre mi vida antes de venir a
Gray Ridge, mi edad siempre fue una estimación.
Gwen parece creer que mi organismo reaccionará como el de los lobos y no encontraré a mi
compañero hasta tener dieciocho años. Si eso es cierto o no, nadie sabe. Lo que es aún más
extraño es que cuando le dije a Stone para averiguar sobre el apareamiento de los osos, él
actuó muy extraño.

Extraño no es una palabra que pensé usar alguna vez para Stone, pero si lo es para lo que él
hizo. Infiernos, es extraño para mí también, pero mi necesidad de saber mi pasado me hizo
preguntar. Él continúa ignorándome y es difícil pedir a un hombre por el cual tengo un
enamoramiento gigante, para hablar sobre sexo.

—Por lo que dijo Dominic, sentirás eso cuando suceda— dijo Ruby en voz baja sonriéndome.
Realmente me gusta Ruby. Ella parece encajar conmigo, más que cualquier otra persona. Ella
tiene el cabello rojo salvaje y un cuerpo curvilíneo como el mío. Todas las shifters por aquí son
altas y delgadas. Lo que me separa de ellas, pero como Ruby es humana y no tiene rasgos
shifters, tenemos eso en común. Bueno, excepto los rasgos que su compañero Dominic le dio
durante el apareamiento.

Como yo, Ruby es una extraña que fue invitada a la manada. Siento que ella me entiende un
poco mejor que la mayoría, pero si me preguntan, me parece que ella encaja en la man ada aún
mejor que yo.

—Sí. Tienes razón. Simplemente estoy muy emocional hoy. Sigo llorando, disculpa— le digo a
ambas intentando dar mi mejor sonrisa. No quiero un regodeo de compasión. Vine aquí para
pasarlo bien, distraer la mente y principalmente, alejarme de mis hermanas. —Si no supiera
que eso es imposible, diría que estoy embarazada— bromeo entre lágrimas haciendo reír a
todos.

—Ni me lo digas. Aunque la última vez que estuve con las hormonas enloquecidas fue…—

Gwen hace una pausa como si una idea le viniera a la mente. —Winnie, ¿no crees…

Ella es cortada de repente por el ruido de la puerta del frente abriéndose de golpe,
haciéndome saltar, mostrando a Stone de pie allí.

Xavier y Dominic se colocan frente a nosotras en menos de un segundo, posicionad os como si


estuvieran listos para luchar.

Stone se queda ahí, respirando con dificultad y parece haber corrida cien millas. Él está casi
rabioso cuando pasa su mirada a través de Xavier y Dominic directa a mí. Su rugido hace eco
por la sala haciendo que mi corazón se acelere en mi pecho. No siento miedo, a pesar de todo.
No, es otra cosa. Enseguida una palabra deja sus labios.

—Mía.
Él está sobre mí antes que cualquier persona pudiera moverse, levantándome hacia su cuerpo.
Mis piernas rodean su cintura y las manos van a sus hombros mientras intento equilibrarme.

Mi espalda se pega por la pared sin siquiera haber sentido el movimiento. Antes que pueda
decir nada, Stone entierra el rostro en mi cuello y siento sus dientes. Él me muerde fuerte
antes que pueda hablar.

Espero sentir dolor cuando mi cuerpo se tensiona pero la pasión me domina. Mis ojos se
cierran cuando un gemido sale de mi boca. Mi cuerpo empuja y se refriega con él cuando el
placer se dispara por mi cuerpo hasta los dedos de los pies.

Cuando vuelvo a la realidad, siento la lengua de Stone lamer el lugar donde él marcó y mis ojos
se abren.

—Mía— dice él contra mi piel.

Veo a todos en la sala mirándonos directamente y entonces me doy cuenta. Tuve un orgasmo
en una sala llena de personas mientras Stone me reclamaba.

Los ojos de Gwen parecen que van a salir de su cabeza y X y Dom no están seguros de lo que
deberían hacer. Creo que están esperando que yo diga algo pero no estoy segura de qué.

Pensé que cuando los compañeros se encuentran, se vuelven i nseparables. Bueno, Stone está
sobre mí pero todo lo que quiero hacer es empujarlo. Siento que mi corazón comienza a latir
más rápido y estoy segura que todos en la sala pueden oírlo. Stone parece despreocupado con
todo cuando continua lamiendo y acariciando mi cuello mientras todos nos miran.

¿Hace cuánto que quería tener la atención de Stone? ¿Hace cuánto le pedí para que me vea,
que me deje quedarme? Ahora parece que lo tengo, pero no lo quiero. Una parte de mí quiere
recibirlo y la otra recuerda que él solo me rescató por obligación, porque la naturaleza le
obligó a hacerlo.

Ese pensamiento hace que un sollozo salga de mi garganta.

Stone se congela al escuchar el sonido y un gruñido del fondo del pecho llena la sala. Él
rápidamente me coloca en el suelo y gira como si fuera a protegerme sin saber que él es la
causa del llanto.

—Necesitas calmarte, alfa—le escucho decir a Dom. No puedo ver nada alrededor del enorme
cuerpo de Stone. Intento salir de atrás de él pero él me sujeta llevándome hacia la pared, p or
eso no puedo retroceder.

—Mía— dice él nuevamente como si no conociera otra palabra. Nunca lo vi así. Tan fuera de
control.
—Nadie está diciendo que no es tuya. Pero puedo oler su sangre — intenta Dominic
nuevamente.

Mi mano va a mi cuello para tocar el lugar donde me mordió.

Stone se vuelve hacia mí recorriendo con ojos hambrientos mi cuerpo, haciéndome sentir
desnuda. Mis pezones traidores se endurecen con su mirada.

—¿Te hice daño?— sus palabras salen roncas y puedo decir que su lobo está intentando
liberarse. Yo solo me quedo allí mirando, sin saber que decir.

Antes de poder contenerme, yo ataco.

—¿Cuándo tú no me has hecho daño?


2
STONE

—¿Qué?— miro confundido a los ojos llenos de lágrimas. La manera como ella lo dice me hace
saber que no se refiere a la mordida. Yo nunca la dañaría. Todo lo que hice fue para su
protección. No para dañarla.

Seguí a Winnie hasta la casa de Gwen y Xavier. Siempre la sigo, pero eso no era novedad. Es un
hábito que no fui capaz de abandonar a lo largo de los años, no importa cuanto lo intenté. No
importa donde ella estaba o lo que estuviera haciendo, siempre tengo los ojos en ella. Me
inquieto cuando la pierdo de vista. Pero hoy sabía adonde estaba yendo entonces esperé antes
de salir.

Cuando llegué cerca de la casa y sentí su olor algo dentro de mí fue incendiado. Era diferente.
Mi lobo se volvió loco y tenía que llegar a ella lo más rápido posible. Atravesé el bosque
llegando a ella lo más rápido que pude. Mi animal sabía que ella era mía y necesitaba
reclamarla. Me tomó todo mi control para no transformarme.

Después de todo este tiempo y años de nostalgia, entendí lo que era la atracción y el por qué
siempre tuve esa necesidad de ella. Una necesidad como ninguna otra.

Cuando entro en la sala y la tengo en mis brazos me sentí entero y completo por primera vez
en la vida. Todo el miedo y frustración de ser el alfa desaparecieron y la única preocupación
era con mi Winnie.

El sabor de su piel en mi boca y marcarla como mía fue el gran momento de mi vida. Sintiendo
el placer a través de su cuerpo y dentro del mío me hizo querer llevarla a suelo y aparearme
allí mismo. Quería aparearme con su cuerpo en ese momento y unirla a mí por toda la
eternidad.

Siento mi frente fruncir de rabia. Nunca debería haberla hecho sentirse mal. Estoy con rabia de
mí mismo por mantener la distancia pero fue la decisión correcta. Sabía que ella tenía una
atracción por mí y pensé que era mejor no jugar con eso. Ella era muy joven. Muy dulce. Lo
hice por ella. Pero voy a corregir eso.

—Eres mi compañera— comienzo a tirar de su brazo pero ella no se mueve. Ella trata de
alejarse de mí y miro en sus grandes ojos castaños en estado de shock.

Ningún compañero se rehusó antes y no sé por qué eso está sucediendo ahora. Cómo ella está
haciendo eso. Ella debería sentir la atracción como yo. Tener la necesidad de estar cerca de mí.
Soy el alfa. ¿Ella no está orgullosa de unirse a mí?
—Winnie. Ven. Ahora— siento el gruñido del lobo por haber negado lo que queremos. Ella es
nuestra y nadie va alejarla de nosotros. Incluso si ella no nos quiera, vamos a convencerla.

—Suéltame Stone— sus palabras son firmes y, como siempre, ella hace contacto visual directo
conmigo.

El gruñido rasga mi garganta y miro a su cuello viendo donde la marqué. Ella es mía. No hay
como detener eso.

—Stone, suéltala y dale algo de espacio. Vamos a resolver esto.

Escucho a Dominic detrás de nosotros y suelto otro gruñido. No van a alejarla de mí. No me
importa por lo que tenga que pasar.

Agarrando su brazo más fuerte, intento nuevamente tirarla hacia mí.

—No iré contigo, Stone. Suéltame— dice Winnie con algo destellando en sus ojos, pero no lo
creo. Fuimos hechos el uno para el otro. Es el destino. Somos compañeros.

—Stone, no me fuerces a hacer esto— escucho el clic del arma tranquilizante de Dom y giro
rápidamente empujando a Winnie hacia atrás.

Estoy más allá de las palabras ahora, entonces muestro los dientes y gruño. Puedo sentir mis
ojos cambiar y el cabello en la parte de atrás de mi cuello crecer. Mis uñas crecen y soy
lentamente dominado por la rabia.

—Mierda. Hazlo Dom. Él está perdiendo su piel— dice Gwen y miro a Dominic a tiempo de
verlo tirar del gatillo. Me giro para agarrar a Winnie. Pero cuando sus manos van a mi pecho,
no es para agarrarse a mí sino para apartarme de ella.

—Winnie— gimo pero la palabra suena distante. Es como si mi voz estuviera en un túnel y
entonces todo se vuelve negro.

Despierto en el cemento frio y miro alrededor. Xavier está del otro lado de las rejas y no puedo
impedir una risa. Estábamos en la posición opuesta hace no mucho tiempo con él preso y yo
del otro lado.

Me quedo sobre mis manos y rodillas, después, lentamente me levanto.

Voy hasta las barras de la celda y las sujeto para equilibrarme. Respiro hondo para intentar
descubrir si Winnie está cerca, pero todo lo que puedo sentir y oler son los remanentes de la
droga.
Las drogas están en mi sistema pero soy un shifter y sé que van a desaparecer rápidamente. En
pocos minutos van a desaparecer completamente y no hay celda que pueda mantenerme lejos
de mi compañera..

—¿Dónde está ella?— mi voz es profunda y grave como si no hubiera hablado en mucho
tiempo. Siento a mi lobo andar dentro de mí sin gustarle la sensación de ser enjaulado. Respiro
hondo e intento tener el control. Perderlo no va llevarme a nada y como alfa debo mostrar que
puedo controlar a mi lobo.

—Ella está arriba hablando con Gwen. Ella quiere hablar contigo pero quiere hacerlo mientras
estás detrás de las rejas. No está lista para ser tu compañera y quería que la escucharas.—dice

X. Él siempre va directo al punto.

—No soy un peligro para ella. Soy su compañero. Siempre voy a protegerla. Ahora déjame
salir— aprieto las barras, necesitando salir. Esto es una locura. ¿Por qué ella no me quiere?
¿Será que no siente la atracción como yo?

—Creo que los osos son diferentes de nosotros. Gwen le está explicando lo que ella debería
estar sintiendo y no es eso lo que está sucediendo con Winnie. Ella está con rabia de ti por
haberla apartado tanto tiempo. No fuiste un amigo digno, entonces ella cree que no serás un
compañero digno.

Sus palabras me golpean como una piedra en el pecho, el dolor sangrando mi corazón.
Necesito hacer esto de manera correcta. Rogaré por su perdón. Me arrastraré por vidrios rotos
si eso es lo que ella quiere. Ella es mía y voy a probarle que nunca quise herirla.

—Por favor— es una palabra que nunca tuve que usar como alfa, pero me salen fácilmente
cuando se trata de ella. Inclino mi cabeza contra las rejas. —Por favor, Xavier. Necesito hablar
con ella. Duele— sé que él reconoce el dolor que estoy sintiendo porque una vez él lo sintió.

El dolor en mi pecho está creciendo y esparciéndose por el cuerpo. Estar separado del
compañero es doloroso al inicio, especialmente si el calor del apareamiento comienza. Solo no
tenía idea de cuan malo podría ser. Ya escuché a personas explicarlo antes, pero esto… nunca
pensé que podría herir tan fuerte. Hasta la médula de mis huesos.

—Sé todo sobre el dolor del que hablas, Stone. ¿Recuerdas cuando me trancaste e n esta jaula?
Voy a ser mejor de lo que tú fuiste conmigo. Pero vas a oír a Winnie primero.

Miro en sus ojos y veo que estaba equivocado en la forma en como lo traté. Asiento
lentamente, reconociendo que no lo hice bien con él y Gwen cuando estaban pasando por su
calor de apareamiento. Parece que todo lo que creo que es mejor continúa volviéndose en mi
contra para perseguirme. ¿Qué clase de alfa eso hace de mí?
X gira, apartándose y subiendo las escaleras. Después de lo que parecen horas, pero que
probablemente solo fueron algunos minutos, él vuelve seguido por Winnie.

—Estaré aquí si lo necesitas. Voy a intentar no escuchar, pero probablemente lo haré porque
mi audición es mejor que la tuya— le dice X a Winnie antes de caminar hasta una esquina de la
sala y sentarse. Miro a Winnie y después de respirar hondo ella mira hacia arriba, los grandes
ojos castaños encontrándose con los míos.

—Disculpa por…— comienzo a pedir disculpas pero ella levanta la mano impidiéndomelo.

—Stone. Todo lo que siempre quise fue tu atención. Fuiste mi primer recuerdo, mi primer
pedazo de todo lo que era bueno y me apartaste. A lo largo de los años, intenté ser tu amiga
pero igual, tú no aceptaste. Y ahora apareces diciendo que soy tu compañera y que vamos a
estar juntos pero no siento eso— ella mira a un lado y susurra. —No sé lo que siento.

—Por favor Winnie. Déjame corregir eso.

Sus ojos se levantan fijándose en los míos nuevamente.

—Tú no puedes simplemente corregir eso, Stone. Tienes que probarlo. Si me quieres, vas a
esperar por mí. Vas a darme tiempo.

—Lo que sea— la interrumpo pero ella balancea la cabeza.

—Vas a darme tiempo y espacio, Stone. Necesito descubrir qué es eso— dice ella apuntando
entre nosotros. —X va dejarte salir pero yo no voy contigo. Si no consigues lidiar con eso,
entonces Dominic se ofreció para mantenerte drogado hasta que la necesidad pase.

Ella mira a lo lejos como si ese pensamiento le doliera y la idea de no necesitar de ella me
lacera por dentro.

—Por favor— me pongo de rodillas en la celda, sin importarme si X lo ve. —Winnie. No me


dejes aquí. Voy a darte tiempo— respiro hondo, cerrando los ojos y los abro nuevamente. —Y
espacio, si es lo que necesitas.

Después de un momento, ella mueve la cabeza tomando una decisión.

—Ok. Me voy. X va dejarte salir cuando me haya ido.

Sus palabras son como una flecha en mi corazón y no creo ser capaz de funcionar. Pero puedo
hacerlo. Puedo ser fuerte y mostrarle a ella que soy lo suficientemente bueno.

Veo cuando ella sube las escaleras y sale de la sala llevando mi corazón con ella. Voy a darle lo
que quiere pero no voy a parar de intentar hacer que me quiera.
3
WINNIE

Me acuesto en la cama mirando el techo de madera del ático.

¿Cuántas noches me acosté aquí queriendo que Stone me notara?

Todas.

Es estúpido. Debería aprovechar esto. Es lo que siempre quise pero ahora parece mancillado.

Mi memoria se inunda con todas las veces que él me apartó a lo largo de los años. Como era
indeseada. Como era un animal abandonado, como mis hermanas acostumbraban llamarme.
No ayudó que no fui muy sutil con mi enamoramiento en los primeros años. Cualquier persona
con ojos podía verlo. Lo seguía por ahí como un cachorrito necesitado de amor. Si fuera un
cachorro. Entonces, tal vez las cosas fuesen diferentes.

Él solo me quiere porque la naturaleza lo ordenó. No estaba en su radar antes de hoy. Era solo
alguien que estuvo cerca y siguiendo órdenes sin importar lo que yo quisiera.

Stone, mis hermanas y la madrastra. Ellas fueron lo peor. Pensé que era malo cuando mi
padrastro estaba aquí. Pero cuando él murió dos años atrás las cosas solo empeoraron. Odio
eso.

La amarga realidad de todo esto es que, si soy compañera de Stone, estaría presa a una
manada que verdaderamente nunca me quiso. Solo voy a ser aceptada porque mi compañero
es de aquí. Mis hermanas hicieron de mi vida un infierno. No ayudó que ellas hicieran que sus
amigas se unieran en las pequeñas provocaciones en la escuela.

Parecía que cada día que pasaba, mi osa retrocedió más y más dentro de mí. Ahora ni la siento.
Al inicio, ella rogaba por tener una familia, para intentar encajar y ser parte de la guarida.

Yo quise eso, así como deseaba a Stone.

En los últimos cuatro años que estuve aquí, todo lo que sentí fue que era tolerada. La única
amiga que tenía era Gwen y a veces me preguntaba si ella solo sentía pena. Tal vez sintiera que
yo necesitaba de un amigo más allá de sus ganas de querer ser mi amiga. No era que Gwen no
haya sido buena. Ella lo es. Estuvo para mí cuando no tenía a nadie más, pero aun así me lo
pregunto. No puedo contenerme.

Ruedo y golpeo la almohada a mi lado. ¿Todos sienten lástima de mí?


Cuando escucho la puerta de mi habitación abrirse, interiormente me encojo, sabiendo quien
está subiendo la escalera. Ahora realmente me gustaría que fuese lástima el senti miento por
mí.

—Mira quien es— dice Trish mientras sube las escaleras. Ni siquiera pregunto por qué ella está
de mal humor. Ella siempre parece tener una razón para dirigir alguna hostilidad hacia mí. A lo
largo de los años aprendí a ignorarla. No hubo una sola cosa odiosa que no me hayan dicho.

Y no hay nada que pueda hacer sobre eso. Stone es el alfa y me puso aquí. No tengo donde
irme y nadie me buscó. Cuatro años y nada. La ironía es que, ahora que estoy siendo
reclamada, quiero huir. La idea me hace querer reír pero no lo hago porque sé que va
transformarse en sollozo y la última cosa que necesito ahora es llorar frente a Trish.

Ella se detiene en el final de la cama y coloca sus manos en las caderas estrechas. Me gustaría
saber dónde está su otra mitad, Tamara. Ella es la mejor mitad pero eso no quiere decir
mucho. Ellas son gemelas pero no parecen exactamente iguales aunque bastante parecidas.
Me gustaría poder decir que son feas con verrugas y cabello horrible. Me gustaría que se
vieran como uno imaginaría que se ven las malvadas hermanastras. Lejos de eso. Ambas son
altas. Cinturas finas y cabello rubio que cae en ondas sedosas. Trish tiene grandes ojos azules
enmarcados por largas pestañas así como Tamara, pero los de ella son de un verde profundo.
Ambas impecables y vestidas siempre como si fueran a desfilar. Si parte de su belleza pasara
para mí. Aunque sea un poco iría a hacer la diferencia. Stone siempre las notó, nunca las
apartó o evitó. Él parece ser así con la mayoría de la manada. Siempre escuchaba cuando las
personas tenían preocupaciones e intentó hacer lo que era mejor para todos. Conmigo no.
Apenas podía decir una palabra y a veces era prácticamente apartada o él me mandaba hablar
con Gwen si algo necesitaba.

No tengo idea de qué las deja tan amargadas pero ellas son profesionales en esconder eso en
público. Ellas igual son caprichosas pero no tan perras como son cuando estamos en casa y
nadie está mirando. No es que alguien perciba eso tratándose de mí. Las gemelas parecen
tenerlo todo pero viendo a Trish mirándome ahora, parece como si yo hubiera pateado a su
cachorrito.

—Vas a abrir la tienda mañana. Ni siquiera trabajaste hoy— continúa ella como si yo hubiera
hablado. Era mi día libre en la panadería. No solo eso, había hecho todas mis tareas además de
las horas extras antes de salir para la casa de Gwen. Estuve trabajando en la panadería con las
hermanas desde hace unas semanas y ella actúa como si yo fuera perezosa.

Ruby es dueña del lugar y Gwen ayuda, pero una vez que ellas encontraron a sus compañeros
y los tienen rondando alrededor, necesitaron de ayuda. Yo me ofrecí queriendo tener algún
dinero con la esperanza de salir de aquí. Entonces mis hermanas lo hicieron también cuando
Gwen mencionó cuanto le gustaría al alfa.
Me gustaría ponerle los ojos en blanco a ella pero estoy tan ansiosa. Como las cosas cambian
rápidamente.

—No estoy de turno mañana— le recuerdo, sentándome.

Tengo dos días libres.

—Me importa una mierda. Tengo una cita esta noche y aún tengo que prepararme. Vas a ten er
que ir temprano porque no tuve tiempo de hacer el trabajo para mañana ¿Lavaste mi blusa
roja? La dejé sobre la secadora. Es mejor haberla lavado separadamente. El tejido debe ser
lavado a seco o puede encoger. Si encoje, vas a comprarme una nueva. Te juro que…

—Está en tu armario perfectamente bien— le digo cortando su charla que estaba golpeando
en mi cabeza. No me importa, la llevaré.

Estoy temiendo del momento en que descubran que Stone me quiere como su compañera. Las
gemelas quedaron devastadas cuando llegaron a la edad un mes atrás y nada sucedió. Ambas
estaban seguras que una de ellas era la compañera del alfa. Sentí alivio cuando ambas
volvieron en un mar de lágrimas después de verlo.

Pensé que podrían ser su compañera. Muchos quedaron sorprendidos que Stone no haya
encontrado a su compañera y yo temía que llegase ese día. Espera a que descubran que es una
osa. Por eso no quiero ir a la ciudad mañana.

—No olvides que estarás trabajando para nosotras mañana. ¿No te gustaría dejar a la humana
cansada, verdad?— Trish frunce el rostro a la palabra humana como si tuviera un mal sabor.
No, no me gustaría dejar a una muy embarazada Ruby cansada, cuando yo puedo ayudarla.

—Voy a abrir— digo solo para que ella salga del cuarto. Dudo que el trabajo de preparación
sea la única cosa que ella ignoró. Apuesto que el lugar está hecho un maldito desastre. Voy a
tener que despertar súper temprano. No es como si tuviera planes para esta noche de todas
maneras, además de tal vez llorar hasta dormir.

—No olvides la basura— dice Trish por encima del hombro cuando sale del cuarto.

Me levanto y camino hasta la pequeña ventana circular con vista al patio. Me quedo ahí
algunos momentos solo mirando los árboles y limpiando la mente. Después de un tiempo,
tengo una sensación extraña, como si alguien estuviera observándome.

Algo se mueve dentro de mí, como una piel frotándose contra mí por dentro. Cierro los ojos
para ver si puedo sentirlo de nuevo esperando que algo esté ahí. Tal vez mi osa finalmente
está despertando pero pasó tan rápido cuanto llegó.
4
STONE

—Imaginé que estarías aquí.

Me vuelvo para ver a Dominic detrás de mí, la mirada en su rostro pareciendo a la pena.

—Solo quería asegurarme que ella llegó bien a casa— estuve en la cresta de la montaña
observando a Winnie entrar en la casa. Cuando la puerta se cerró detrás de ella, controlé la
casa para asegurarme que era segura.

En un momento pensé haber sentido el olor de otra cosa pero entonces el viento cambió y lo
perdí. Iba a salir cuando Dominic llamó mi nombre, de manera que lo que haya sido, debo
haberlo imaginado.

Pasando de él no digo más nada. ¿Qué más podría decir?

Mi compañera no me quiere. La lastimé intentando protegerla.

—Sabes que puedes hablar conmigo— los pasos de Dominic siguen suavemente detrás de mí
mientras caminamos hacia mi casa.

Desisto de intentar alejarme de él y caemos en un silencio confortable en la caminata de


vuelta. Decidí no dirigir porque necesitaba estar libre y no enjaulado en una camioneta.
Especialmente después de despertar en una celda.

—Le he fallado— admito finalmente después de algunos minutos.

—No, no fallaste. Hiciste lo que creías que era mejor. Ella necesita tiempo para entender lo
que significa estar apareado. Todos saben lo que ella sentía por ti. Creo que siente que tú estás
arrinconado y estás obligado a elegirla.

La rabia me domina y giro empujando a Dominic contra un árbol con mi antebrazo en su


garganta.

—Yo siempre la quise— digo a través de los dientes.

Dom tira contra mi brazo y después que comienza a ponerse azul, lo dejo ir.

—Lo siento mucho hermano. No estoy enojado contigo, estoy enojado con la suposición de
que era indiferente con Winnie cuando todo el tiempo luchaba para no tomarla como mía aun
si no hubiéramos sido compañeros.

Dominic se inclina, colocando las manos sobre las rodillas y tosiendo.


—Tienes una simpática manera de demostrarlo. La echaste y la mantuviste lejos en los últimos
cuatro años.

—Soy el líder de la manada ¿Qué debería haber hecho? Tengo que cuidar de todos. La
seguridad y protección de este lugar recae en mis hombros— me quedo con las manos
estiradas en busca de una solución mejor. —¿Qué iba a hacer, huir con Winnie y dejar a todos?
Porque eso era lo que quería hacer. ¿Y si hubiera tenido otra compañera o ella otro
compañero? ¿Dónde nos dejaría eso? No tenía elección Dom.

Dominic se levanta y me mira a los ojos. Él es mi mejor amigo y mi beta. Si alguien puede
decirme qué hacer, es él.

—Ahora puedes para elegir, Stone. Si quieres a Winnie como tu compañera, entonces vas a
tener que trabajar en eso. Ella merece ser elegida por encima de todo, incluyendo a la
manada. Aun siendo para su protección, necesitas demostrarle que eres un buen compañero.

Asiento con la cabeza entendiendo lo que significa eso. Este no será un apareamiento
tradicional, tengo que hacer lo que sea preciso para hacerla mía.

Cuando estoy yendo de vuelta a casa, elaboro un plan. Necesito tornar imposible el que ella
pueda decir no. Es preciso dejar bien en claro que la escogí no porque es lo que tenía que
hacer sino porque siempre la quise.

Paso la mano por el largo cabello en el tope de mi cabeza intentando empujarlo fuera de mi
rostro. Enderezando los hombros me doy un pequeño incentivo y camino a las puertas de la
panadería.

Es temprano y todavía no abrió pero vi a Dom ir a controlar a Winnie esta mañana y él dejó la
puerta abierta para mí.

La panadería Goodie Basket de Ruby tiene un olor de rollos de canela recién amasados y de mi
compañera. Ella debe haber sido la única haciendo todo esta mañana y ambos aromas están
haciéndome salivar.

La campana de la puerta suena y veo a Winnie saliendo del cuarto del fondo, todavía usando
un delantal.

—Disculpe, no estamos abier…

Ella para cuando me ve de pie frente al mostrador. Siento mi rostro encenderse un poco
cuando estoy allí sujetando un buqué de flores silvestres que elegí para ella.

—Buen día Winnie.

Ella se sonroja y mira a un lado antes de que sus ojos vuelvan a los míos.
—Buen día alfa Stone. No estamos abiertos aún. ¿Puedo ayudarle en algo?

Ella se muerde nerviosamente el labio inferior y tengo que atajarme de no soltar un gruñido.
Ella está usando un viejo suéter gris, pantalones jeans y un delantal celeste. Tiene los rizos
color chocolate presos encima de la cabeza y una mancha de harina en la mejilla rosada. Todas
sus curvas están escondidas bajo las ropas pero todavía veo a la mujer más linda que ya puse
los ojos. Incluso pensé eso la primera vez que la vi, aun siendo un cachorro, que nunca había
visto nada tan perfecto. Nada cambió con el tiempo. Simplemente nunca me permití mirarla
de esa manera. Sabía que si iba por ese camino, nada bueno sucedería. Pero ahora que sé que
ella es mía no voy a controlarme más.

Mis ojos viajan por su cuerpo y puedo ver sus manos moverse nerviosamente.

—Las elegí para ti— su rubor aumenta y ella baja el mentón mientras susurra un
agradecimiento. Camino más y me quedo más cerca de ella, mis dedos la rozan y siento la
energía entre nosotros. Toma todo de mi control para no estirarla hacia mí. Solo me permito
ese simple toque hasta que ella se aparta. —Son del prado donde te vi por primera vez el día
que Dominic te encontró. Voy allá algunas veces y las miro recordando ese día que te sostuve
por primera vez.

Ella me mira, sonriendo, y después se inclina para aspirar el olor.

—Gracias, son lindas— dice ella respirando su perfume.

—Tú tienes un olor mucho más dulce— le digo extendiendo la mano y la punta de mi dedo
trazando las líneas de su mejilla. No puedo detenerme de necesitar del contacto ligero.

—¿Quieres cenar conmigo esta noche?

Sus ojos se alzan y ella duda. Comienza a mirar en todos los lados menos a mí y supongo que
está buscando una disculpa.

—Por favor Winnie. Quiero cocinar para ti. Ven a mi casa y déjame cuidarte. Es solo una
cena— detengo la respiración esperando lo peor y luego de un segundo, ella respira hondo.

—OK.

La palabra es apenas un susurro pero, es un paso en la dirección correcta.

Probablemente no debería abusar de la suerte pero quiero que ella sepa que la elegí. Que es la
única que siempre quise y es la única que siempre observé.

Me inclino y suavemente paso mis labios desde su mejilla a su oído.


—Esta noche, quiero que traigas tu cámara y me muestres las fotos del lago que sacaste la
semana pasada— la siento enrojecerse y sonrío. Nadie sabe que ella saca fotos. Es su hobby
pero ella no lo comparte con nadie. Solo sé eso porque sé todo acerca de Winnie.

—Stone— susurra ella.

Muevo mis labios en su rostro y boca apenas rozándola. No es un beso sino una promesa de lo
que está por venir.

Apartándome, toco su mentón con el pulgar antes de volverme y salir de la panadería. Duele
estar separado de ella pero sabiendo que estará conmigo esta noche, se torna más fácil de
soportar. Ahora todo lo que tengo que hacer es aprender a cocinar.
5
WINNIE

Veo a Stone salir de la panadería llevando su olor delicioso con él. Mi mano va a la marca de
compañera que parece tener vida propia. Cuando sus labios rozaron mi mentón fue como si
todo cobrase vida. Olí a Stone un millón de veces antes, pero algo está diferente ahora. Tal vez
fuese ayer, pero estaba tan irritada y dolida que no lo noté hasta hoy. ¿Deseo? ¿Lujuria? Es
algo a lo que no estoy acostumbrada. Menos aun cuando es destinado para mí. Sentí olores
semejantes antes, cuando los humanos llegaban a la panadería pero siempre era apuntado
hacia mis hermanas.

No solo el olor de Stone estaba diferente, sino que él parecía casi tímido. Esa idea casi me hace
querer reír. Stone, siempre tan seguro de sí mismo dando órdenes, estaba tímido. Muerdo mi
labio para impedir que la sonrisa se extienda por toda mi cara.

Veo por la ventana del frente cuando él casi choca con Trish. Ella pasa las manos por sus
cabellos que parecen no haber sido peinados. Ella no está en su mejor momento pero intento
escuchar lo que están diciendo. No estoy segura si ellos tienen una mejor audición o si perdí
mucho contacto con mi osa. Stone dice algo y Trish extiende la mano para tocas su brazo al
mismo tiempo en que su cabeza gira hacia mí. Sus ojos se clavan en los míos pero se apartan
cuando ella lo toca. Salgo, porque no quiero ver el resto de la acción.

Sé que él es el alfa y tiene que ser amigable con todos, pero no puedo dejar de recordar todas
las veces que intenté hablar con él y siempre estaba muy ocupado para escucharme. Él
siempre tuvo tiempo para todos, incluyendo mis hermanas.

Momentos después escucho la puerta golpear y miro por encima del hombro para ver a Trish
entrando. La mirada en sus ojos lo dice todo. Ella lo sabe. La cuestión es, si Stone se lo dijo, o
ella ya lo sabía. Estoy suponiendo que ya lo sabía. ¿Por qué otra razón estaría aquí cuando iba
cubrir su turno?

—¡Entonces es cierto!— ella gruñe. Parece que pasó la noche en los bares locales. Lo que es
normal para ella. Los lobos shifter machos no pueden tener relaciones sexuales antes de
encontrar a sus compañeros porque no se ponen duros. Las shifters hembras no tienen ese
problema. Escuché decir que no pueden venirse, entonces no veo por qué molestarse, pero
eso no hace que mis hermanas paren de cazar humanos toda la semana. Trish me dijo una vez,
después que me atrapó mirando a Stone, que durmió con humanos para que cuando ella y
Stone fuesen compañeros pudiera saber cómo agradarlo. —¿Crees que puedes tener a nuestro
alfa? Tú ni siquiera eres uno de nosotros.

Otro gruñido llena la sala, haciendo con que los ojos de Trish se agranden. Toma la mitad de un
segundo para notar que el sonido provino de mí.
Sus hombros se enderezan y los ojos se ponen más oscuros cuando me mira. Creo que tomé
un bocado mayor del que puedo masticar. No cambié en años y no hay manera en que pueda
lidiar con un shifter lobo en forma humana. Ni siquiera sé de donde el gruñido vino.

—Oh, sí. El rumor dice que el alfa está apareado y no fuimos nosotras las que lo hicimos— dice
Trish dando un paso más cerca.

Estoy cansada de no pertenecer y tener siempre auto compasión.

Decidí la noche pasada mientras miraba el techo. Quiero algo para mí y voy a tenerlo de una
forma u otra. Si eso es con Stone o la manada de Gray Ridge, aun no lo sé, pero el cambio está
en el aire y no voy a aceptar las cosas. Voy a cambiar a partir de hoy. Probablemente voy a
tropezar, caer de culo y morir de vergüenza pero en este momento ¿qué me importa? Pasé los
últimos cuatro años intentando encajar. Infiernos, me humillo tratando de tener cualquier tipo
de aprobación de los improvisados padres que tengo y eso no me va llevar a ningún lugar. Solo
me tornó una pila de dudas con unas cuantas patadas a mi autoestima que estoy segura
tendré que luchar bastante para librarme de eso.

Doy un paso en dirección a Trish pensando que no importa, ya es hora de imponerme.

La puerta del frente de la panadería se abre de nuevo llevando nuestras miradas a ell a. Gwen
entra con X. El olor de la rabia debe llenar el aire porque veo a Gwen inhalar. X va agarrarla,
probablemente para estirarla hacia atrás pero ella lo aparta. Su gruñido llena la sala
dejándonos a Trish y a mí con vergüenza.

—¿Te atreves a amenazar a la compañera de nuestro alfa?—me toma un minuto para registrar
las palabras de Gwen. Ellas me sacan el aire de los pulmones. Es una tontería porque ya sé que
Stone quiere que sea su compañera pero la realidad de lo que significa me golpea fuerte.
Sabiendo eso se me torna difícil respirar.

Me sujeto del mostrador para equilibrarme.¿ Apenas puedo enfrentarme a las hermanas
perras y debo ser la mujer del alfa de Gray Ridge?

No hay nada de alfa en mí.

De repente, siento como si algo fuese robado de mí. Jesús. Un momento, “¡yo no soy tu
compañera y no quiero ser tu compañera, yo solo deseaba ser tuya por años!” Y ahora me
siento totalmente triste porque creo que realmente no puedo ser su compañera. Mi cabeza
parece flotar.

Miro hacia arriba para ver a Trish mostrando el cuello a Gwen.


—¡Sal de aquí! Y ve a lavarte el hedor de la trasnochada— las palabras de Gwen son duras. Veo
a Trish correr de la panadería y, si la tuviera, no tengo dudas que su cola estaría entre sus
piernas.

Respiro hondo, caminando del mostrador a sentarme en una silla. Gwen se arrodilla frente a
mí colocando los ojos al mismo nivel… casi. Aun así tengo que mirar hacia arriba.

—Nunca voy a ser como tú— le digo. Sus ojos se enternecen y sé que ella sabe lo que quiero
decir.

—Stone no me necesita, Winnie.

—Él no parecía necesitar de mí hasta que no tuvo elección— le recuerdo. O tal vez me lo
recuerde a mí. Caí en una neblina soñadora esta mañana cuando Stone estuvo aquí, lo que me
dejó radiante. Viejos hábitos son más difíciles de matar de lo que pensé.

—Conozco a Stone toda la vida y nunca lo vi ir atrás de algo que quiere. La verdad, no puedo
nombrar una cosa que recuerde que Stone quisiera para sí mismo, ahora que lo pienso.

—Yo…— intento pensar en un argumento pero no lo consigo. Todo con Stone es sobre la
manada y lo que es mejor para todos. Tal vez él tenga sus secretos como yo. Bueno, pensé que
tenía secretos. Stone parece saber sobre lo que pensé que había escondido: sacar fotografías
con una cámara que me llevó más de un año de ahorros para poder comprar y no es una gran
cámara.

—¿Por qué no le das una oportunidad?— presionó Gwen. Su tono no era firme como ella usa
muchas veces con miembros de la manada. Ella está realmente pidiendo. No mandando. Ella
tiene un don para mandar y hacer sonar como una pregunta.

Quiero decirle que le di toneladas de oportunidades, pero la imagen de él esta mañana, medio
tímido, invitándome, hace que la marca de compañero me hormiguee nuevamente.

—No soy su tipo. No soy como ustedes— apunto a mi cuerpo.

Gwen se ríe y eso hace a X, de quien me había olvidado, gruñir dulcemente como disfrutando
el sonido de su risa y eso me hace sonreír.

—Winnie, creo que tú eres el tipo de él. Yo veo como pone sus ojos en ti— dice Gwen
agarrando mis manos y levantándome.

—¿Sus ojos en mí?— siento mi rostro ardiendo con la idea de Stone mirándome abiertamente
y alguien notando eso. —¿hablamos de algo sucediendo antes de lo de ayer?

—¡Oh, sí!— sus cejas se arquean.


—Ella hace eso cuando está hablando sobre algo relacionado al sexo— dice X y miramos
directamente hacia él. —Lo de las cejas, digo— él asiente como si tuviera que explicar la cosa
esa de las cejas a mí porque tal vez podría no haberlo notado. Muchas veces olvido que Xavier
no vive con muchas personas alrededor.

Gwen le hace un guiño.

—¿Qué tal si te ayudo hoy con la panadería y luego vamos arriba a mi antiguo departamento y
me dejas hacerte una pequeña transformación? Nada de más. Solo para dejarte un poco más
sexy.

La idea de darle a Stone un poco más para mirar me obliga a asentir.

—Voy a quedarme de guardia en caso que la rubia hedionda vuelva— X cruza los brazos sobre
el pecho.

—Haz eso bebé— dice Gwen y yo comienzo a reír.


6
STONE

Durante todo el día me preparé para ver a Winnie esta noche. Llamé a la panadería y Gwen
atendió contándome que Winnie estaría lista y en mi casa a las seis.

Me encontré con Gwen y Xavier de camino a casa esta mañana y le pedí algunos consejos de
culinaria. Gwen pareció muy satisfecha de ayudarme diciendo que iba tener una conversación
con Winnie. Espero que su amistad me favorezca. Estoy dispuesto a usar todos los trucos bajo
la manga si eso hace que Winnie sea mía.

Corro a casa y la pongo en orden, quiero que todo sea perfecto. Preparé un simple espagueti.
Gwen dijo que era a prueba de idiotas y que le gustaría a Winnie. Solo espero haber hecho de
la forma correcta. Realmente quiero impresionarla.

Un poco antes de las seis, corro al baño y tomo una ducha rápida. Es extraño ahora que mi
polla esté dura, cosa que nunca sucedió antes. No estoy seguro si me gusta o no. Es casi
doloroso. Siempre que estoy cerca de Winnie y siento su perfume mi palo se pone duro y
grueso doliendo por estar dentro de ella. Froto con el jabón en él y siento el calor de mi mano.
Pero no importa cuánto me acaricie, nada va suceder. Solo voy a gozar dentro de mi verdadera
compañera, nunca antes de eso.

Estaba duro cerca de Winnie esta mañana pero al segundo que me alejé de su lado y colisioné
con Trish se ablandó como si nunca hubiera pasado. Entonces ella puso su mano en mí y sentí
nauseas. Tener otro perfume en mí además del de mi compañera me hizo congelar la sangre y
se lo hice saber a Trish. Le expliqué que Winnie es mi compañera e que debería tener más
cuidado con su naturaleza seductora. Puede haber sido desagradable para la joven loba pero
ella necesitaba saberlo. Todos los de la manada lo sabrían, entonces pasé el día enviando
mensajes a ellos, incluyendo a las otras manadas en los alrededores de Gray Ridge para que
sepan que estoy apareado. Winnie puede negarme ahora pero nunca va querer a otro.
Mientras viva estaré apareado a ella y quiero que todos lo sepan. Es el primer paso para
mostrar que ella es mía. Que siempre voy a elegirla en primer lugar. Que estoy orgulloso de
tener a mi pequeña shifter oso como compañera.

Una vez que termino, salgo de la ducha y tomo algunas ropas. Elijo una camiseta negra, jeans
sueltos y me quedo descalzo. Cuando me miro al espejo, peino mis cabellos con los dedos para
intentar domarlos. Los costados están rapados con la parte superior un poco más larga y a
Winnie siempre me pareció que le gustaba así. Mirando mis brazos veo los tatuajes que
comienzan en mis muñecas y cubren todo mi brazo. Ellas también cubren toda la extensión de
mi pecho mostrando mi estado alfa. Shifters normalmente no se hacen tatuajes, porque puede
ser doloroso y usar un tipo especial de tinta que no se queda en nuestra piel. Completé las
mías lentamente a lo largo de los años después que mi padre murió en recuerdo de nuestra
herencia y nuestra manada de Gray Ridge. Hay un tatuador en la manada vecina que lo hizo
para mí usando una tinta especial y agujas. Siempre toma horas incluso para uno pequeño
pero siento que muestra a mi manada que estoy comprometido con ellos y aún a través del
dolor, son importantes. He guardado un lugar en mi pecho para mi compañera y estoy ansioso
por colocar la marca de Winnie ahí. Ella y sus bebés tendrán un lugar especial de orgullo en mi
cuerpo, mostrando a quien quiera ver que estoy vinculado y orgulloso de mi dueña.

Salgo de la habitación preguntándome si Winnie y yo tendremos cachorros. Las osas son


increíblemente raras y no sé de ningún caso como el nuestro. Sonrío esperando que sí. Quiero
que se parezcan solo como ella.

Sé que estoy precipitándome a los hechos pero no puedo detener el esperanzado sentimiento
en mi corazón. Vamos a aparearnos y todo va salir bien. Estamos apenas, yendo más
lentamente que la mayoría de los shifters.

Cuando voy a la sala escucho un golpe suave en la puerta. Podría haber sido una excavadora
por la manera en que hace disparar mi corazón. Salto por encima del sofá y corro a la puerta,
abriéndola.

Winnie está ahí con sus grandes ojos observándome y tengo miedo que pueda haberla
asustado con mi prisa por llegar a la puerta.

—Hola. Disculpa. Bienvenida. Por favor, entra.

Ella se ruboriza un poco y da un paso adelante en dirección a mi casa que pronto será nuestra.
Me gusta la forma como suena eso.

Cuando ella pasa a mi lado, siento su olor y mi polla se endurece nuevamente. Su ol or dulce de
miel mezclado con un toque de canela me hace agua la boca, implorando por probarla. Para
marcarla nuevamente.

—Estos son para ti— ella extiende una pequeña caja de la panadería y la tomo. Cuando toco la
caja, nuestros dedos se conectan y el hormigueo caliente está allí nuevamente. Cuando
nuestra piel se toca, es como si fuera la primera vez.

Llevando la caja hacia mi nariz, inhalo y sonrío.

—¿Rollitos de canela?

—Sí. Los hice esta mañana.— ella se sonroja una vez más y sus grandes ojos castaños
pestañeando dulcemente hacia mí.

Es entonces cuando percibo que ella está usando un poco de maquillaje. Las pestañas están
oscuras y los labios carnosos de un rojo oscuro. Moviendo los ojos hacia abajo del cuello veo
mi marca expuesta y mi polla palpita por el recuerdo. Hago un sonoro tragar en seco
intentando evitar babear.

—Te ves…— mis ojos se mueven aún más abajo hacia el escote. Nunca vi su pecho pero ahora
los grandes senos hinchados están empujando hacia arriba esperando por mi boca. Nuestros
bebés se van a alimentar en ellos. El pensamiento de probar su leche me hace querer caer de
rodillas y chuparlos necesitando apenas una probada de lo que está por venir.

—Te ves…— mis ojos siguen bajando, viendo el vestido apretado que ella usa. Es marrón
oscuro y se adhiere a cada curva mostrando las caderas anchas y la barriguita. Su cuerpo es la
perfección absoluta. Ella será suave y acogedora cuando yo esté arriba empujando en su
cuerpo. Puedo sujetar la carne de sus muslos y besar la curva de su estómago mientras crece
con nuestros bebés. Ella va llevar mi semilla con facilidad y darme muchos descendientes. Es
doloroso mirarla así y no estar dentro de ella.

No puedo terminar la frase, lo intenté dos veces porque la necesidad por ella es tan feroz.

—Gwen me vistió. Estoy diferente—ella se movió nerviosamente un poco, tirando la parte


inferior del vestido intentando dejarlo más largo.

Coloqué la caja de dulces encima de la mesa y sostengo su mano.

Su mano caliente me enciende nuevamente y la atraigo más cerca de mí necesitando acabar


con la distancia.

—Siempre fuiste la cosa más linda que ya vi— llevo la mano a su mentón rozando levemente
sus labios. —Estás tan linda esta noche, como lo estabas esta mañana en la panadería.
Presiono mis labios en los de ella queriendo apenas saborearla. Sé que si fuera muy intenso o
muy rápido voy a alejar a Winnie. Ella siempre fue arisca como la mayoría de los osos
entonces, voy despacio.

No abro la boca, solamente presionando los labios en los de ella.

Después de apenas un segundo, me aparto, sin querer profundizarlo más.

—Gracias por haber venido esta noche. ¿Puedo servirte la cena?


7
WINNIE

Antes siquiera de pensar, me lanzo en sus brazos. Temo, por un instante que podría
derrumbarlo, porque lo tomé desprevenido, pero él me sujeta fácilmente, mi cuerpo chocando
con el suyo.

No tengo la menor idea de lo que está sucediendo. Cuando él abrió la puerta, tan lindo como
siempre y, después me dio un tierno beso en los labios, no aguanté, el deseo era demasiado. Y
no solamente yo, mi osa lo quiere también. Es como si estuviera despertando de una profunda
hibernación y estuviese con hambre de Stone.

Mi cuerpo se funde al de él como si hiciera eso desde siempre y sus grandes manos aprietan
mi culo. Ellas me sujetan firmemente cuando su boca domina la mía. Ese beso no es suave
como el otro. No, es hambriento e inexperiente. Los dientes chocan cuando ambos intentamos
forzar la lengua en la boca del otro. Como si no tuviésemos suficiente profundidad. Nosotros
solo lo necesitamos.

Gruñidos llenan la sala y no tengo idea de cuál de nosotros es el que lo hace. Mi espalda llega
a una superficie suave cuando deslizo las manos hacia atrás de la camisa de Stone, queriendo
sentir su piel contra mis dedos. Mis dedos corren por su piel y él gruñe en mi boca. Juro que
vibra todo mi cuerpo hasta los dedos de los pies. La sensación me hace gemir.

—Tienes un sabor mejor de lo que pensé que tendrías— dice Stone mientras se aparta. —Vas
a tener que pedirme para detenerme. No consigo hacerlo solo— él gime contra mí, su polla
presionando mi coño haciéndome temblar. Un dolor surge en la boca del estómago. Yo quiero
ser llenada. Necesito eso.

Sus ojos comienzan a profundizarse, las pupilas dilatándose. Puedo decir que es su lobo el que
me está mirando. Su no pudiese oler su deseo diría que él está mirándome con rabia. Vi la
rabia en su rostro antes, cuando otros intentaron desafiarlo por el dominio. Aquella mirada en
su rostro hace que cualquier shifter muestre el cuello en respuesta.

Yo solo miro sin apartar mis ojos. El gemido en su garganta hace que mi corazón duela. Él está
luchando con el lobo. Ambos me quieren y el sentimiento es surrealista. Ser querida así es algo
que nunca sentí antes. Me siento poderosa por primera vez en la vida. Como si finalmente
estuviese en control. Y lo que quiero en este momento es a él. Quiero que me dé la sensación
que me dio cuando estábamos en la sala de Gwen, esta vez, sin gente mirando.

—Tampoco quiero parar— las palabras salen susurrantes, pero Stone no duda. Se mueve
rápido como si yo fuera a cambiar de idea y se instala entre mis muslos. Sus hombros anchos
separan mis piernas para él. Ellas no tienen elección además de acomodarse a su tamaño.
Antes que pueda reaccionar, mi vestido está en la cintura. El sonido de tela rasgándose llega a
mis oídos cuando siento su respiración caliente contra mi coño. La sala se llena con el sonido
de sus resuellos. Puedo sentir mi clítoris pulsar ferozmente. Siempre quise a Stone y tenía un
enamoramiento por él. Pero esto, la sensación de necesidad y deseo es nueva. Bombea una
necesidad a través de mi sangre y tengo la casi certeza que Stone puede escucharla. Intento
presionar mis caderas contra su boca pero un gruñido alto me detiene. Miro a Stone y su boca
está a un suspiro de distancia de mi coño. Él apenas está mirando. Entonces percibo que él
está oliéndome. Como intentando marcar el olor en su memoria para siempre.

—Por favor— imploro, necesitando su boca.

Él dirige su mirada a la mía.

—Yo…— él para, cerrando los ojos por un segundo antes de abrirlos de nuevo como
intentando orientarse. Al no controlarse, él me excita aún más. Stone, el epítome del control,
está perdido cuando se trata de mí: Winnie, el pequeño shifter oso que es fácilmente olvidado.
Solo me destaco por ser diferente del resto.

—Quiero hacer que implores. Escucharte implorar para que te haga gozar, implorar para que
te folle. Hacerte decir que eres mía.

Mierda. ¿Alguien puede venirse apenas con palabras?

—Pero al mismo tiempo no quiero hacer no quiero hacer eso. Tú no deberías tener que
pedírmelo. Yo debería dártelo. Soy débil cuando se trata de ti, mi Winnie. No consigo pensar
bien. No sé más lo que quiero.

—¡Oh Dios!— lanzo mi cabeza hacia atrás porque no puedo mirarlo. No sé qué hacer con lo
que quiero. Quiero todos los ítems nombrados más arriba. Entonces siento su boca en mí. La
lengua caliente se desliza suavemente a través de mis pliegues. Entonces, los dos lanzamos
gemidos.

—Stone— gimo, necesitando más. Es muy suave. Apenas un poco más fuerte. Un poco más
profundo. Imploro con una única palabra. La boca de Stone se acomoda alrededor de mi
clítoris. Sus manos se mueven hacia mis muslos sujetándome en forma posesiva cuando el
orgasmo atraviesa mi cuerpo. Empujo contra su rostro pero Stone continua chupando,
bebiendo hasta la última gota de mi orgasmo. Es mucho. Me estiro agarrándolo por los
cabellos. Creo que voy a tener que tirar, pero él fácilmente se aparta cuando mis dedos se
deslizan a través de su espalda.

Entonces sube por mi cuerpo hasta que colapsa a mi lado tirándome en sus brazos y
descansando la cabeza en mi pecho. Siento una lengua salir y lamer mi escote, haciéndome
gemir. Siento como si todo mi cuerpo todavía tiembla por el orgasmo, como cada parte de mí
ligada al clítoris.

La dureza de Stone presiona mi cadera, pero él no hace ningún movimiento para llevas las
cosas adelante. La verdad, él parece más cansado que yo. Es como si hubiera sido el único que
tuvo el mejor orgasmo de su vida en vez de al contrario.

—Sentí la falta de dormir contigo— dice él finalmente. Me gustaría poder ver su rostro pero
está claro que a él le está gustando usar mis pechos como almohadas. Si alguien me hubiese
dicho una semana atrás que estaría así con él, le habría dicho que está loco.

—Tú odiabas cuando iba a tu cama—le recuerdo. Siempre me pregunté que, si hubiese parado
de ir a su cama y seguirlo por todos lados él me hubiera dejado quedarme.

—Es cierto— admite.

Engullo en carozo que se forma en mi garganta. ¿Tenía que haber traído el asunto justo ahora
y matar el momento? ¿Por qué no puedo permitirme disfrutar de algo?

—Debo irme.

Él encuentra mi mirada y la confusión se nota muy clara en su rostro.

—Por favor Stone. Necesito de más tiempo— sí, es hora de llorar en mi almohada lo más lejos
posible de él.

Puedo verlo luchar contra algo pero él se levanta del sofá, llevándome con él. El ruedo de mi
vestido cae cubriéndome una vez más. Ni siquiera pregunto dónde están mis bragas. Estoy
segura que probablemente está en pedazos esparcidos por el suelo.

—¿Fue Gwen quien te trajo?

Asiento sin hacer contacto visual mirando a cualquier lado menos a Stone. No quiero que él
vea las lágrimas que están amenazando con salir. Dios, tengo que ser la peor compañe ra para
un alfa. No soy un fuerte lobo replicar al momento por su comentario como hace Gwen con X.
soy una chica que se guarda todo y sé que mis emociones aparecen en mi rostro para que el
mundo las vea. Es por eso que comencé a desviar el rostro para evitar momentos incomodos.

—Voy a llevarte de vuelta mi dulce Winnie— noto que él no dice “a tu casa”. Gwen me dijo
que sería difícil que Stone me deje salir esta noche, pero no parece que le resulte tan difícil
como pensé y por algún motivo, su manera de ceder me irrita.
8
STONE

Dirijo hasta la casa de Winnie y le doy un pequeño beso en la mejilla. No presiono, pero mi
lobo está gruñendo. Esta es, de lejos, la cosa más difícil que ya tuve que hacer.

La única manera que aguanto esto es porque tengo su olor en mí y eso me deja un paso más
cerca de hacer que me acepte como compañero. Si puedo hacerla feliz y darle placer, entonces
es eso lo que quiero.

Después que la veo cerrar la puerta de la casa, miro el perímetro solo para estar seguro. Algo
sobre la otra noche me sigue incomodando y no me gusta. Voy alrededor de la casa un par de
veces, pero no huelo nada extraño. Aparto la sensación, pensando que estoy siendo paranoico
con mi compañera. Voy a buscarla y llevarla al trabajo a la mañana para estar seguro. Y
posiblemente robarle unos besos, siendo completamente honesto.

Esta noche fue tan maravilloso probarla y amar su cuerpo. No puedo esperar por una vida
juntos cuando la disfrutaré tan frecuentemente cuanto quiera. Estar a su lado me duele
porque me recuerda como era dormir con ella. Como quería su dulzura incluso así y era
imposible estar cerca de ella.

Giro y hago mi camino a mi camioneta, una sonrisa en el rostro, pero de repente, el viento
cambia y trae un nuevo olor. Miro alrededor y comienzo a correr por el bosque.

Salto en el aire y cambio antes de tocar el suelo, rasgando completamente mis ropas. Dejo
escapar un gruñido lo suficientemente alto para que todos puedan oír, queriendo que,
quienquiera que esté por ahí sienta miedo.

Conozco los olores de mi manada y nuestros vecinos. Los alfas conocen y visitan las casas de
unos a los otros para mantener un contacto cercano para protección. Si hay un extraño aquí,
no es por una buena razón o se habría presentado. No es bueno quedarse escondido. Es más
probable que sea un shifter deshonesto y esos son los más peligrosos.

Corriendo por el bosque, intento sentir el olor pero está desapareciendo. El shifter debe haber
notado que los vientos traían su olor y corrió. ¿Qué está haciendo en la casa de mi
compañera? Pensando en Winnie paro de rastrearlo y corro de vuelta a la casa. No puedo
correr tras él mientras intento proteger a mi compañera. Ella es prioridad.

Una vez que vuelvo a la casa, aúllo bien alto para que todos sepan que estoy aquí afuera. Ellos
conocen el sonido del alfa. Winnie abre la puerta casi inmediatamente corriendo hacia mí sin
dudarlo. Ella está viniendo a mí por protección y eso hace mi pecho inflar de orgullo. Cuando
ella llega, envuelve sus brazos alrededor de mi cuello y esconde el rostro en mi piel. Casi
ronroneo por la sensación de tenerla contra mí pero me contengo.

—¿Qué está mal, Stone? Tu grito me hizo entrar en pánico. Necesitaba llegar hasta ti — ella se
inclina hacia atrás mirando en mis ojos y comienzo a cambiar. —¡No!— grita ella, agarrando mi
piel. Ella mira sobre su hombro a su madrastra y su media hermana de pie en la baranda y,
enseguida, hacia mí. Inclinándose más cerca para que solo yo pueda escuchar, ella susurra en
mi oído: —No quiero que te vean sin ropa.

Los shifters están acostumbrados a verse desnudos, pero creo que sentiría lo mismo si otros
machos estuviesen alrededor y viesen a mi compañera desnuda.

—¿Tienes ropa en la camioneta?

Asiento y Winnie viene a mi lado caminando hasta la camioneta y sacando un bolso. La sigo,
paso a paso, mirando alrededor asegurándome que ella está protegida. No quiero cambiar a
mi forma humana pero necesito decirles a Winnie y su familia que estoy preocupado con un
shifter deshonesto y necesito tener a Winnie a salvo.

Luego de un instante, ella toma una camisa y un jeans y camina al otro lado de la camioneta
donde no estoy visible para la familia.

Cambio y me quedo desnudo delante de ella. Winnie sujeta mis ropas pero no hace ningún
movimiento para entregármelas. Ella solo me mira de arriba abajo. Si esta no fuera una
situación grave iría a hacer un chiste sobre ser un pedazo de carne. Mi polla dura se proyecta
hacia afuera apuntando a ella y cuando su lengua sale y se lame los labios, ésta se endurece
aún más con la invitación.

Mierda, tengo que controlarme.

Doy un largo paso y presiono mi cuerpo desnudo contra ella apretándola contra la camioneta.

—Ahora no es el momento de mirarme así, cachorrita. Necesito ponerte a salvo— agarrando


mi camisa y pantalones de la mano de ella, me inclino a besarla en el cuello antes de
retroceder para vestirme.

Winnie balancea la cabeza un poco como si estuviera tratando de apartar una neblina de
lujuria.

—¿Qué fue ese aullido? Me dio escalofríos y no de la manera buena.

—Hay un shifter deshonesto aquí en el bosque. Creí haber sentido algo la noche pasada pero
lo ignoré. Esta noche, estoy seguro. No lo atrapé pero su olor está alrededor de toda la casa.
—¿Mi casa? ¿Qué querría un shifter deshonesto aquí?— ella mira alrededor como si pudiese
detectar algún indicio.

—Tal vez sea un error. Cálmate y vamos a razonar sobre esto.— agarrando su mano, tiro de
ella de vuelta a la casa. No dejo ningún espacio entre nosotros. Cuando camino hasta la
baranda veo a su madrastra Tina y a las gemelas.

—Trish, ve a cargar un bolso para Winnie. Ahora.

Ella duda pero después mueve la cabeza girando rápidamente y obedeciendo.

Siento a Winnie tirar de mi brazo.

—Stone no me voy a ir a ningún lugar. Esto puede ser un error. Cálmate.

Ignorándola mira a Tina.

—¿Tienes un lugar seguro para ti y las chicas donde puedan quedarse unos días? Voy a tener
algunos patrullando y quiero tener la certeza que estarán seguras hasta que descubramos lo
que está sucediendo.

—Podemos ir a casa de mi hermana— dice Tina mirando a Winnie y dándole una mirada. No
puedo decir si son celos o rabia, pero no tengo tiempo para preguntar antes que Trish salga
con un bolso de Winnie.

—Está bien. Vayan allá ahora y voy a entrar en contacto mañana para que sepan lo que
descubra. Winnie, obviamente, viene conmigo— girando, siento a Winnie tirar en contra de mi
apriete.

—¿Obviamente? Stone, suéltame— ella intenta empujar un poco más fuerte pero no funciona.
No voy a soltarla.

Sin querer armar una escena frente a la familia, tomo a Winnie y la lanzo sobre mi hombro
llevándola a la camioneta. Debo haberla sorprendido porque ella no lucha. La pongo en el
asiento del pasajero y cierro la puerta antes de ir al volante.

Enciendo la camioneta y vuelvo a nuestra casa. Veo a Winnie por el rabillo del ojo cuando ella
cruza los brazos y deja escapar un bufido de frustración.

Volvimos rápido a nuestra casa y cuando llegamos, Winnie no hizo ningún movimiento para
salir. Girándome hacia ella, veo que ni siquiera me mira.

—Winnie, mírame— uso mi vos de alfa y después de un segundo de duda, sus ojos vienen
hasta mí. —Hicimos esto a tu manera, pero ahora se acabó. Había un extraño fuera de tu casa
esta noche y no reconocí el olor. Conozco millares de shifters y a ese no. ¿Tie nes idea de a qué
tipo de peligros te coloca eso? Eres mi compañera lo aceptes o no y voy a morir para
protegerte— ella se encoje de hombros con mis palabras, pero le doy tiempo a asimilarlas.
Quiero que ella me elija, entonces es hora de percibir que soy de ella.

Extiendo la mano y sostengo su mentón firmemente para que ella no pueda desviar la mirada.

—No pongas tu vida y la mía en peligro solo por no escucharme y hacer lo que te parezca
mejor. Te vas a quedar aquí en nuestra casa. Basta de espera. Tú e res mía.
9
WINNIE

—Imbécil— giro la cabeza lejos de él antes de abrir la puerta de pasajeros, agarrando mi bolso
y yendo a la casa. Miro sobre mi hombro para verlo mirándome aún dentro de la camioneta.

Como siempre, la puerta del frente está destrancada y la abro. La casa del alfa siempre está
abierta y no es como si Stone necesite seguridad. Él es la seguridad.

Voy directo al baño en el piso de arriba con un objetivo en mente. Un baño muy caliente.
Felizmente el sonido de la ducha va amortiguar mis lágrimas. Apenas un momento.

Una vez que estoy segura dentro, tranco la puerta y abro la ducha librándome rápidamente de
las ropas. Una vez hecho eso, entro y dejo que el agua me moje. El agua caliente hace que mis
músculos se relajen y las lágrimas corren por mi rostro mezcladas con el agua. Ni siquiera sé
por qué estoy llorando.

Tal vez sea por las ofensivas palabras que mis hermanas dijeron cuando entré por la puerta.

Es extraño para un shifter no estar con su compañero cuando se encue ntras. Les di un montón
de municiones para que me las lanzaran: “ni siquiera tu compañero te quiere”, “nunca vas a
ser lo que el alfa necesita.”

Las palabras combinadas con Stone dejándome ir tan fácilmente esta noche y su admisión que
odiaba cuando iba a su cama, hicieron con que mis emociones reprimidas se liberen. Me
quedo en el baño hasta que el agua se enfría. Cuando no soporto más el frio, finalmente
enjuago mi cuerpo antes de salir.

Me tomo mi tiempo, demorándome al punto de secarme el cabello. Después que no hay


absolutamente nada que pueda hacer en el baño, abro la puerta y salgo. Cuando veo que el
camino está libre voy de puntillas al cuarto de huéspedes, cerrando la puerta antes de
deslizarme sobre la cubierta de la cama. No sé por qué me preocupo de ser cuidadosa. No
tengo dudas que él escuchó cada movimiento que hice.

Después de media hora de silencio, giro de un lado a otro. Tal vez él va dejarme sola esta
noche.

Apenas comencé a dormitar cuando siento un cuerpo caliente contra mí. Stone me envu elve
en sus brazos acercándome hacia él. Una vez más mi cuerpo se funde con el suyo. Me muevo
un poco y puedo sentir sus piernas desnudas enredadas con las mías.
—Pensé que irías a escabullirte a mi habitación. Sería tan diferente esta vez y yo podría saber
finalmente— su voz profunda es calma en la oscuridad pero su respiración está caliente en mi
cuello.

Es casi ridículo ver como cambiaron los papeles. Él escabulléndose para mi cama acercándome
al mismo lugar de donde me sacó tiempo atrás. Le imploré de la misma forma para que no me
expulse.

—Dijiste hace pocas horas que odiabas cuando hacía eso— le respondo. — ¿Y qué es lo que
finalmente podrías saber?— la mitad de lo que él estaba diciendo no tenía mucho sentido para
mí ¿Qué es lo que finalmente él podría saber?

Siento sus dientes por mi cuello y él se detiene donde me mordió. Tengo que luchar para no
gemir y pedirle para que lo haga nuevamente. Quiero suplicarle para que me muerda tan
profundamente que nunca me libre de él.

—No— intento gruñir esa palabra pero la osa parece estar apareciendo más últimamente y
eso no ayuda. Antes que pueda terminar la palabra, él nos gira y estoy entre sus piernas con él
debajo de mí. Mis manos caen sobre su pecho para sostenerme y las uñas clavan el músculo
sólido. Sus manos se deslizan arriba de mis caderas desnudas y sus dedos aprietan sin dolor.
Está oscuro pero con la visión shifter podemos ver bien y sé que él me ve desnuda encima de
él.

—Soy un alfa, Winnie— sus ojos se detienen en los míos, el azul más oscuro con apenas la luna
a través de la ventana para iluminarlos. —Voy a darte todo el control que pueda. Con el
tiempo creo que voy a hacerte feliz porque tengo necesidad de hacerlo. Quiero hacerte feliz y
darte todo lo que puedas querer. Pero no cuando se trata de tu seguridad. Ni voy a permitir
que te apartes de mí.

Es cuando entiendo por qué él nos puso en esta posición. Él está mostrándome que puedo
hacer con él lo que quiera pero él no va dejarme ir.

—Tú realmente no me quieres. Siempre me apartaste. Hasta…

Él se sienta, su pecho desnudo presionando mis senos. Mis piernas se extienden envolviendo
su cintura y lo siento, piel con piel.

Estamos a una respiración de distancia y entonces él la acorta.

Su boca cubre la mía devorando mis labios y me besa como si tuvie ra una carencia de mis
besos. Él me domina totalmente exigente. Mueve su duro miembro y lo refriega contra mi
mojado coño.

—¿Esto te parece a ti con que no te quiero? ¿Qué quiero enviarte lejos?


Siento su polla contra mi coño empujando y buscando la entrada.

—Es exactamente eso. Ahora que no tienes elección…— cierro los ojos porque ni siquiera
puedo terminar la frase. Es hora de la verdad.

Siento sus manos sujetar mi rostro haciéndome abrir los ojos.

—Odiaba cuando te escabullías a mi cama porque eso me hacía querer algo que pensé que no
podría tener— su pulgar acaricia a lo largo de mi mentón, pero solo lo miro confundida.

—Conocí a un montón de alfas y sus compañeras— él hace una pausa inclinándose hacia el
frente y su nariz tocando la mía, antes de apartarse. Una sonrisa leve sale de sus labios.

—Todos los alfas que conocí estaba apareados con hembras alfas. Nada parecido a ti.

No logro detener un temblor. Las palabras me causan dolor y me golpean. Stone debió sentirlo
porque un gruñido sale de su pecho.

—Yo no quería eso— dice con voz profunda y fuerte. —¿Una compañera igual a ti? Cada
macho alfa que conocí fue emparejado con una hembra alfa. Es por eso que no entendía
nuestro apareamiento y como eso podría suceder.

—Esto no me parece un apareamiento a mí.

Él se inclina hacia el frente tocando mi nariz nuevamente. Esta vez hace cosquillas y una
pequeña risa sale de mis labios.

—¿Ves? Eso es lo que quiero. Te quiero a ti y cada vez que te acercabas era un recordatorio
amargo de lo que nunca podría tener. Pero lo deseaba. Te quería desde el inicio. También
sabía que era equivocado estar con alguien que no fuera mi compañera. Ahí estaba yo,
pasando mis noches soñando contigo. Durmiendo contigo. Siguiéndote— él se inclina con sus
labios cerca de los míos. —Hice revisiones falsas en la casa cuando estabas en la escuela solo
para poder entrar en tu cuarto y poder olerte mientras estabas afuera.

—¿Entraste en mi cuarto?— no sé por qué, de todas las cosas que él dijo, esa es la pregunta
que le hago.

—Principalmente cuando estaba tenso, al borde. Guiar a la manada puede ser muy difícil y
necesitaba ser calmado. Sí— se encoje de hombros como si no fuese gran cosa. —Le decía a tu
madrastra que era normal. Estaba apenas verificando, pero yo solo me sentaba y trataba de
calmarme.

—¿Y funcionó?— mis palabras salen en un susurro.

—En todas las ocasiones.


—¿Entonces por qué eras tan idiota conmigo?— me aparto y doy un golpe en su brazo.

—Nunca fui un idiota contigo— gruñe como si estuviera ofendido.

—¿Nunca? ¿En serio? Tú me mandabas mensajes al azar, me mangoneabas todo el tiempo, el


mes pasado en la feria dijiste que yo no era como ustedes y me avergonzaste frente a toda la
manada.

—Tú no eres como ningún otro— sus cejas se fruncen como si fuera algo que yo debería
saber. —Lo supe en el momento que puse mis ojos en ti y no porque eres una osa, Winnie. No
sé por qué yo sabía que eras diferente, simplemente lo sentí. Todo acerca de ti es dulce y
suave y lo quiero para mí. Mi lobo quiere enrollarse en ti y dormir. Él quiere tu cariño. Estoy
hambriento por él.

Sus manos comienzan a vagar por mi cuerpo, deslizándose por los costados y sobre mi cadera.

—Todo lo que hago por la manada es lo que creo mejor. Incluso cuando estaba apartándote,
pensé que era mejor para ti. Estoy comenzando a creer que no hago nada bien. Lo arruiné con
Gwen y ahora contigo. Parezco estar haciendo más mal que bien.

Mi corazón se parte con su confesión y por saber que él dice la verdad. Todo lo que hace es
por la manada. Gwen me dijo eso hoy, que nunca había visto a Stone hacer algo para sí mismo.
No puedo imaginar luchar por algo y pensar que no estuvo correcto lo que hice. Todo este
tiempo él me quiso. Tal vez pueda ser la única del alfa, algo exclusivamente suyo.
10
STONE

—Stone.

Escuchar mi nombre en sus labios es lo suficiente para obligarme a hacer lo que ella quiera.
Puedo ser el alfa pero esta cachorrita puede dejarme de rodillas. Nunca antes me abrí a nadie
pero con Winnie lo haría de nuevo si me lo pidiese.

Acercándola más a mí, deslizo mi dureza entre sus labios mojados, provocando. Siento a
Winnie estremecer y la atracción entre nosotros es cada vez más fuerte.

—¿Quieres que pare?— estoy tan cerca del borde que si tarda mucho en responder no voy a
ser capaz de parar. Voy a deslizarme y empujar dentro de ella incapaz de controlarme.

Siento sus uñas hundirse en mis hombros cuando ella se agarra a mí. Sus grandes ojos en los
míos y veo cuando toma la decisión.

—No pares. Soy tuya, Stone. Desde el día en que me encontraste te pertenezco.

Con su confesión, nos hago rodar de manera que ella queda debajo de mí y sujeto sus brazos
sobre la cabeza mientras sus piernas me envuelven.

—Dilo, Winnie. Mi lobo está muy cerca. Dime lo que necesito escuchar— siento que mis uñas
comienzan a doler mientras me hundo en la cama intentando sujetar a mi lobo. Estoy seguro
que mis ojos están brillando y siento un estremecimiento en la espina como si fuera a
transformarme en cualquier momento.

—Soy tu compañera Stone. Ahora, hazme tuya— las palabras salen susurrantes mientras sus
manos acarician mi pecho corriendo las uñas por mi piel tatuada.

La sensación de ella marcándome y pidiendo para reclamarla envía un escalofrío a mi columna.


Respiro hondo intentando controlar a mi lobo porque quiero quedarme como humano para
eso. No sé si podemos aparearnos como animales y ha pasado un largo tiempo desde que
Winnie no se transforma que me preocupa que pueda hacerlo.

Inclinándome, me sostengo por los codos sujetando su rostro en las manos. Refriego la nariz
contra la de ella y enseguida miro sus ojos castaños necesitando decírselo antes de
aparearnos:

—Te amo Winnie. Te he amado desde el día que te sostuve en mis brazos. Estoy tan feliz que
seas mi compañera.
—Yo también te amo, Stone— hay lágrimas no derramadas en sus ojos y beso su rostro, yendo
al cuello cuando posiciono el pene en su abertura.

—Esto es nuevo para los dos, entonces hazme saber si te hago daño pequeña osa. No sé si
vamos a poder reproducirnos juntos pero estoy seguro que vamos a descubrirlo.

Ella sonríe un poco y levanta la cadera invitándome a entrar en ella.

La necesidad es enorme y doy un último suspiro antes de empujar. Su calor aprieta mi polla
pero Winnie está relajada. La primera penetración no parece haberla dañado. Su cuerpo
shifter acoge a su compañero en su interior.

Siento su calor y me quedo dentro de ella cuando me vengo. Es la primera parte del ritual
shifter de apareamiento, el semen desencadena la necesidad en la mujer y el calor del
apareamiento comienza. No sé si él va hacer lo mismo con Winnie pero es la reacción natural
de mi cuerpo.

Pulsaciones fuertes se disparan por mi polla al vientre de Winnie.

La intensidad del placer casi me ciega y tengo que esforzarme para no caer sobre ella y
sofocarla. Cerrando los ojos y enterrando mi rostro en su cuello, coloco mis dientes en su
carne tierna y obedezco a mis instintos al morderla.

Cuando siento el menor vestigio de sangre, lamo la herida sellándola con mi saliva. Esa
pequeña cantidad de saliva combinada con mi semen nos va unir, apareándonos de por vida.
El calor va comenzar y durar hasta que ella esté embarazada, garantizando la continuidad de
nuestra especie.

Estar dentro de su cuerpo suave y caliente es un placer que nunca conocí antes. Tener su sabor
en mi lengua solo aumenta eso y quiero venirme una vez más.

Sentándome un poco, miro a Winnie y veo que ella tiene los ojos cerrados. Después de un
segundo ellos se abren brillando ardientemente.

—¿Winnie?

De repente soy volteado y Winnie está encima montando en mi polla y arañando mi pecho. La
sensación de su marca es tan erótica que empujo hacia arriba encontrándola en cada
descenso.

—Mío— ella gruñe y se inclina hacia abajo hundiendo los dientes en mi pecho.

Sentirla rasgar mi piel me lanza a otro orgasmo y empujo dentro de ella. El semen se escurre
entre los dos cuando Winnie comienza a pulsar y venirse en mi polla. Ella no se detiene la
montada mientras continua contrayéndose y relajándose.
La siento lamer la herida en mi pecho sellándola luego se sienta y se lame los labios. Sus ojos
son como oro brillante y respira con dificultad mientras monta mi polla buscando otro
orgasmo.

Ver cuán perdida de placer ella está, me permite saber que el celo comenzó. Intento sentarme
pero ella empuja mi pecho forzándome a acostarme mientras ella cabalga mi polla. La observo
moverse. La visión de su cuerpo desnudo sobre el mío es jodidamente linda. Me estiro y
pellizco sus pezones y ella gruñe de placer. Puedo ver a la osa en sus ojos. Ella está
parcialmente con el control. Hace a mi lobo gruñir feliz sabiendo que su animal quiere al mío.

Gruñendo, nos volteo antes que ella pueda protestar y la estiro dejándola de cuatro. Quiero
ponerla así para mostrar a su osa que soy el dominante. Que voy a estar en el control. Ella
suelta un gruñido alto y gira para mirarme.

—Calma cachorrita. Voy a darte lo que quieres.

Empujando de vuelta para dentro de su cuerpo, cubro a Winnie. Col oco mis manos en cada
costado de ella sujetándola y manteniéndola inmóvil mientras la follo. Estoy follando con ella
como mi lobo quiere, teniendo al fin lo que siempre quiso y ese pensamiento me hace gozar.

No paro de moverme al gozar dentro de ella nuevamente, llenando su coño más y más. Voy a
tenerla inundada y chorreante con mi semilla antes de dormir. Es el calor del apareamiento
que nos mantendrá unidos hasta que no podamos movernos más.

Clavo los dientes en su hombro mordiendo un poco aunque no lo suficiente para romper la
piel. Solo la sostengo ahí con mis dientes, un aviso para su osa. Ella se calma debajo de mí
inclinándose para aceptar mi dominio permitiéndome moverme dentro de ella.

Su corazón se acelera y ella se viene en mi polla. Cuando se vie ne, la muerdo más fuerte
rasgando levemente su piel. Su coño aprieta, su cuerpo responde a la marca del apareamiento.
Somos bestiales en nuestra pasión uniéndonos de la forma más íntima.

—Mía, Winnie, eres mía ahora— la siento girar cuando la beso y empujo más fuerte dentro de
ella. —Y yo soy tuyo también.

Ella se inclina hacia atrás dándome su calor.

—Tuya— susurra y aprieta mi polla nuevamente.

Conteniéndome dentro de ella lo más que puedo, me vengo, dándole más de mi semilla. El
semen pegajoso se esparce entre nosotros y sé que no va ser la última vez de esta noche.

Tengo la sensación que no vamos a dormir mucho hoy.


11
WINNIE

—No fue esto lo que quise decir cuando te ofrecí un desayuno en la panadería— aprieto los
lados de la mesada de metal para impedirme de caer sobre los biscochos que iba decorar.

Stone tiene mis piernas sobre sus hombros, mi vestido arrugado en la cintura mientras él se
arrodilla. Mis bragas están una vez más en pedazos mientras su boca me come.

Estoy comenzando a pensar que no debería siquiera pensar en usarlas. Pero tengo que admitir,
es muy sexy cuando él sin esfuerzo las rasga. Soltó un gruñido cuando se deshizo de ellas.

La única respuesta a mis palabras es un gruñido contra mi coño que me da escalofríos. Sus
dedos cavan profundamente en la carne de mis muslos como si yo fuera a sacarle su premio.
La presión inquebrable me hace saber que eso sería imposible.

Stone ha estado en mí desde que me entregué a él anoche. Hicimos el amor toda la noche. Las
primeras veces fueron intensas y rápidas pero a medida que la noche avanzaba, él lentamente
comenzó a adorar mi cuerpo. No creo que una pulgada mía haya quedado intocada anoche y al
inicio de la mañana. Nunca me sentí tan amada y deseada en la vida. Era como si él no pudiese
respirar sin mí.

Nunca vi a Stone así. Era como si no pudiera parar de tocarme. Como si en cualquier momento
algo fuera a apartarme de él. Odio la preocupación que parece tener pero sería una mentira si
dijera que no amo eso también.

Estuve unos años sin sentirme importante para nadie. Y ahora lo tengo. Tengo a alguien
llenando todos los agujeros que sentía dentro de mí. Quiero absorber todo eso incluso si eso le
hace sentir un poco miserable.

—Dame tu miel, Winnie— dice él antes de morder mi clítoris chupándolo con otro gruñido que
vibró a través de mí haciéndome explotar. El orgasmo me golpea e intento cerrar las piernas
pero Stone perezosamente me lame, bebiendo cada gota de placer. Cada vez que su lengua
roza mi clítoris, mi cuerpo entero tiemble.

—Por favor Stone— imploro, incapaz de aguantar más. Tuve tantos orgasmos en las últimas
doce horas que no puedo soportar más. No estoy segura siquiera si podrá caminar ahora. Lo
que no es bueno porque tengo una panadería para abrir.

Lanzo la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados. No es hasta que siento a Stone sacando mis
manos de la mesa que percibo que está de pie entre mis piernas.
Él trae mis manos a su boca, besando las marcas dejadas por los bordes de la mesa y se le
frunce el ceño.

—Hubiéramos debido quedarnos en la cama— dice él dejando otro beso en las marcas.

—No dolió y valió la pena— le sonrío para tranquilizarlo. Él parece un poco descentrado. Me
gusta ver cuánto le afecto pero tampoco quiero que se estrese. —Esta noche— termino
cuando siento su polla contra mí.

Habría adorado poder quedarme en la cama con él todo el día pero la panadería tenía que ser
abierta. Es domingo y abrimos hasta el mediodía.

—Solo necesito tener mi olor en ti— dice, refregándose contra mí.

—Estoy segura que estás permanentemente en mí— doy una carcajada cuando su barba roza
mi cuello.

—Te dije que no te bañaras— refunfuña él llevando mi oreja a su boca. Él me hizo pucheros
esta mañana. Sí, hizo pucheros cuando insistí en tomar un baño antes de venir a trabajar. Me
dijo que estaba lavando todo su duro trabajo.

—Me recuerdo que disfrutaste bastante el baño— le digo. Él gime contra mí como si estuviera
recordando, presionando su polla dura, cubierta por los jeans, en mi coño.

De repente se retira tirándome hacia afuera del mostrador y mis pies tocan el suelo. Mi vestido
cae en su lugar cuando Gwen entra con X, claro, detrás de ella.

Ella para, una gran sonrisa en el rostro.

—Sabía que ibas a estar apareada esta mañana— dijo, poniendo las manos en sus caderas. X
perezosamente se inclina contra la pared. Él nunca parece tener mucho que decir pero Gwen
puede hablar por los dos y a él parece gustarle verla hacer eso.

—¿Qué estás haciendo aquí?— le pregunto mirando hacia abajo para asegurarme que estoy
decente aunque no creo que Stone dejara entrar a alguien si no lo estuviera. Sé que ella puede
oler lo que estaba sucediendo y el sonrojo llena mis mejillas. Stone me atrae hacia él
envolviendo un brazo a mi alrededor en un abrazo posesivo. No salimos juntos aún y me
pregunto que va pasar cuando el resto de la manada lo sepa. Normalmente yo soy invisible.

—No estaba segura que estarías aquí. Sé que después de este hombre — ella apunta a X por
encima del hombro. —tuvo las patas en mí, no me dejó respirar. De cualquier forma, solo
quería estar segura de que alguien iba abrir este lugar. No confío en tus hermanas para hacer
su obligación.
Miro a Stone queriendo ver su reacción a las palabras de Gwen pero él solo tiene una gran
sonrisa en el rostro. Es justo cuando me doy cuenta que no recuerdo habe rlo visto sonreír así
anteriormente. Es tan perfecto que casi me ciega.

Él me mira y la sonrisa se apaga un poco.

—¿Tamara y Trish no hacen su parte en la panadería? Puedo tener una charla con ellas.

Escucho a Gwen resoplar.

—No, no— rápidamente rechazo. Uno, no quiero que él esté cerca de mis hermanas y dos,
tengo la sensación de que si Stone descubre cuan miserable era viviendo allá, eso va
carcomerlo por dentro. Quiero aquella sonrisa de nuevo. Él quedaría arrasado al saber que no
fui bien tratada y no hay manera que pueda retroceder el tiempo y arreglarlo. Quiero seguir
adelante y verlo sonreír así por el resto de nuestras vidas.

—¿Estás segura?— la otra mano acaricia mi rostro mientras se agacha para rozar mi nariz
contra la suya. Dios, adoro cuando él hace eso. Es una cosa tan boba y dulce ver a un enorme
alfa hacerlo.

—Positivo— me inclino un poco presionando mi boca en la suya.

—Está bien— él me tira contra su cuerpo frotándose contra mí.

—Stone, te juro que tu olor ya está en mí.

—Lo sé. Solo quiero asegurarme de estar bien cubierto del tuyo también.

Sus palabras me hacen sonreír. Él me deja ir y miramos a Gwen y X, los habíamos olvidado por
un momento. Gwen todavía está son una sonrisa gigante.

—Necesito hablar contigo—le dice Stone a X y éste asiente.

—Yo también.

Cubriendo mi rostro, Stone descansa la frente contra la mía.

—Prométeme que no dejaras la panadería—se aparta y mira a Gwen.

—¿Vas a quedarte?

—Oh, sí. No puedo esperar a que ustedes, muchachos, salgan, porque vamos a tener una seria
conversación de mujeres.

Stone solo mueva la cabeza, volviendo los ojos para mí.


—Lo prometo— le digo antes que lo pida nuevamente. Veo la tensión escaparse de sus
hombros y sé que va ser así hasta que encuentre al shifter que parece estar rondando. Además
¿adónde iría? Quiero que él vaya a hacer lo que necesite y no se preocupe conmigo. Cuando
más pronto el extraño sea encontrado, más pronto Stone se podrá relajar.

—Bésame— le digo. Sus labios instantáneamente encuentran a los míos en un beso suave y
dulce.

—Volveré antes de cerrar— dice, luego le da un beso a mi marca de compañeros antes de


finalmente apartarse.

—Espera— tomo una caja debajo del mostrador y coloco algunos dulces. Los rollitos de canela
están muy buenos y tibios. —Un verdadero desayuno.

Él agarra la caja inclinándose para susurrar en mi oído aunque igual todos pueden oírlo.

—Estos no van a ser tan dulces como el desayuno que ya me diste.

Con eso, él sale y veo a X darle un beso a Gwen antes de seguirlo.

—¡Nunca lo vi tan feliz!— Gwen parece estar cerca de estallar. —Dame todos los detalles.
Bueno, tal vez no lo del sexo. Solo la parte de Stone comiendo en tu mano. Quiero los detalles.

No puedo parar de reír.

—Está bien, pero ayúdame a terminar esto para que podamos abrir. Entonces te daré todos
los detalles no sexuales.

—Hecho.
12
STONE

Es casi mediodía cuando vuelvo a la panadería. Estuve ansioso por volver a Winnie pero saber
que ella está segura con Gwen lo torna un poco más fácil de lidiar.

Xavier y yo miramos los alrededores de nuestras tierras hoy intentando rastrear el olor pero
ninguno lo consiguió. Fui de puerta en puerta y verifiqué, avisando a todos sobre la situación y
pidiendo que tengan cuidado extra, que siempre salgan juntos y avisar sobre algo sospechoso
inmediatamente.

Cuando entro en la panadería, huelo a mi compañera y mi boca se hace agua. Ya pasó mucho
tiempo desde que tuve su sabor.

—Creí haberte olido ¿Dónde está mi hombre?— dijo Gwen saliendo de la parte trasera
secándose las manos en una toalla.

—Está esperando afuera. Dijo algo sobre no gustarle el olor del apareamiento nuestro. Ten
cuidado, creo que él puede estar un poco más agresivo por causa de eso.

—¡Ooohhh, justo como me gusta!— Gwen hace un guiño cuando sale para encontrar a su
compañero.

Me vuelvo a tiempo de ver a X llevarla lejos del negocio. Embarazada como está Gwen, estoy
sorprendido que él permita que sus pies toquen el suelo. Sé que yo no lo haré cuando Winnie
se embarace.

Esa idea pone a mi polla palpitar. Mi necesidad está aumentando y tengo que estar dentro de
ella. Después de girar la cerradura detrás de mí, voy al fondo en busca de mi compañera.

Cuando abro la puerta, veo a Winnie viniendo de la pieza del fondo cargando una bandeja
vacía. Cuando me ve, ella para y lentamente suelta la bandeja.

Doy un paso en dirección a ella y puedo sentir a mi lobo en la superficie. Ya pasé muchas horas
desde el apareamiento sin tocarla y él está agitado.

Winnie lanza un pequeño gruñido y veo sus ojos brillar. Una vez más, su osa está mostrando
señales de quererme y eso me enorgullece. Su animal me juzga como un compañero digno y
eso es el mayor impulso para mi ego. Me hace sentir con diez metros de altura y capaz de
mover una montaña.

Voy en dirección a ella y no desvío nuestras miradas al empujarla contra la pared. Mi boca va a
su cuello mientras mis manos abren el jeans desabotonándolos y liberando mi polla.
Winnie gime cuando mi lengua se desliza por su cuello y mi polla encuentra su entrada. Ella
aún no está usando bragas luego que las rasgué esta mañana y eso deja mi polla aún más dura
al saber que tengo acceso total.

Empujo fuerte y Winnie gime alto, agarrándose a mí con sus brazos y piernas.

Su coño me aprieta y siento su dulzura en mi polla cuando me muevo adentro y afuera.


Mantengo su cuerpo preso a la pared mientras la lleno pulgada a pulgada.

—Stone— gime Winnie agarrando mi cabello.

La muerdo un poco y la mordida hace que ella me apriete aún más y torna difícil moverme
cuando un orgasmo rápido fluye a través de ella.

—Sí. Más. Por favor.

—Cualquier cosa que quieras mi cachorrita. Cualquier cosa.

Siento sus labios contra mi oído lamiendo la oreja y estremeciendo todo mi cuerpo. Mi lobo
está tan cerca del borde que gruñe de entusiasmo. Ese punto sensible es su favorito. Siento
mis ojos cambiar pero mantengo el control al follar a Winnie. Mis garras crecen cuando sujeto
su cadera necesitando de ella tanto cuanto pueda tener.

—Muérdeme— susurra ella en mi oído y hago lo que pide.

Cuando muevo ms labios por su cuello tiré la parte superior del vestido hacia abajo
exponiendo sus pechos. Tomo la carne suave en la boca. La muerdo gentilmente, apenas lo
suficiente para rasgar la piel.

Al ligero sabor de la sangre mi polla se estremece y me vengo dentro de ella. Cuando lamo y
sello la herida, siento su apriete a mi alrededor viniéndose conmigo y abriendo su cuerpo para
tomar mi esencia. Continúo empujando a través del orgasmo sabiendo que necesito por lo
menos uno más antes que pueda calmarme.

Bajándonos hacia el suelo, coloco a Winnie de rodillas en medio de la cocina de la panadería.

—Agáchate, cachorrita. Quiero tu culo al aire para mí.

Winnie abre las piernas y se apoya en los codos. Su culo hacia arriba que no me impide
inclinarme lamiendo cada nalga y dándoles una mordida. Cuando muevo mi lengua a través de
cada una, Winnie se mueve y comienza a gemir.

—¿Me necesitas, amor?— le pregunto, sonriendo contra su piel.

—No me provoques, Stone. Tenemos tiempo para eso luego que me lleves a casa.
Ella tiene razón y me doy cuenta que este no es el lugar más seguro, pero voy a tenerla una vez
más antes de irnos a casa.

Me siento y presiono la gruesa punta de mi polla en su abertura empujándola dentro. Ella está
chorreando, entonces mi polla se desliza suavemente en su apretado canal. Me aprieta tan
fuerte.

Nunca sentí algo tan bueno.

No creo que el sexo sea tan bueno para todo el mundo. En caso contrario, harían esto todo el
tiempo. Mal puedo soportar los minutos que no estoy dentro de Winni e y, cuando no estoy
dentro de ella, estoy pensando en maneras de volver al lí. Sexo con mi compañera es, de lejos,
el mejor sexo que ya existió.

Inclinándome sobre su cuerpo, la sostengo sintiendo su presión en mí. El orgasmo pulsa a


través de su cuerpo y mi polla hace eco de su pasión.

Me vengo dentro de ella una vez más y es lo suficiente para darle un pequeño descanso. Es
suficiente para saciarme hasta tener a Winnie en casa y debajo de mí por todo el tiempo que
ella me lo permita.

Beso su hombro y sonrío contra su piel expuesta allí, amando el olor caliente y azucarado de su
piel.

—Déjame llevarte a casa, amor.

Ella iba responder cuando mi teléfono toca. Renuente, salgo de su calor y coloco mi polla de
vuelta en los jeans antes de ayudar a Winnie a levantarse.

Le beso la nariz y la mano en el bolsillo trasero tomando mi teléfono y respondiendo.

—Stone.

—Es Xavier. Sentí el olor del lado de afuera de mi casa y es fuerte. Él está cerca. Gwen está
adentro pero quiero otro par de ojos mientras lo sigo. ¿Puedes venir aquí?

Miro a Winnie que está acomodando su vestido y sujetando su pelo en una cola de caballo. Ella
me mira como si sintiera mi mirada y arquea las cejas como interrogación.

—Espera, X— tapo el teléfono mientras miro a Winnie dividido entre dejarla aquí y la
necesidad de atrapar a un shifter deshonesto.

Como leyendo mi mente, ella se aproxima y toca mi rostro.

—Voy a trancar las puertas y quedarme adentro. Las gemelas están por llegar para preparar
todo. Deben estar aquí en cualquier minuto. Voy a estar bien. Ve a cuidar de nuestra manada.
Escucharla decir “nuestra manada” hace que mi corazón se apriete. Es como si ella percibiera
que ahora es responsable por nuestro pueblo también. E intenta ser una buena compañera
haciendo lo que es mejor para todos.

Asiento con la cabeza en silencio, aceptando el plan sin tener realmente elección en este
momento. Dominic está con Ruby que está a punto de tener los tres cachorros y el resto de la
manada está con sus familias.

Llevando el teléfono de vuelta cerca de la boca, sujeto a Winnie, necesitando de su fortaleza


ahora.

—Voy en camino— cuelgo el teléfono y beso la cima de su cabeza. —Quédate adentro y


segura ¿Entiendes?

—Sí, alfa— responde sarcástica, lo que me hace sonreír. Me inclino a besar sus labios antes de
salir.

Le doy un último beso mientras cierro las puertas de la panadería y espero a que Winnie las
tranque. Una vez que lo hace, giro, yendo a casa de Xavier y Gwen.
13
WINNIE

Miro el reloj y veo que son casi las tres de la tarde. Stone está fuera más tiempo del que pensé
que estaría.

Pensé que era malo antes, cuando solo tenía un enamoramiento por él. Ahora que finalmente
lo tengo, mi necesidad creció diez veces. No sé si será posible calmarla. Hice la mayor parte del
trabajo de preparación para mañana y para el resto de la semana también. Todavía estoy
molesta porque Trish y Tamara no aparecieron pero no estoy sorprendida.

Las llamé a ambas y estaba claro, a las dos y media, que no iban a aparecer. Mi osa gruñe al
recordarlo y me hace reír. Ha pasado mucho tiempo desde que la sentí y en las últimas
veinticuatro horas ella se hizo notar. Ella también parece tener un poco de actitud y es súper
posesiva con Stone. Apuesto que con una pequeña ayuda de él podría transformarme.

Cuando escucho abrirse la puerta del frente, camino hacia ahí y veo a Trish y Tamara de pie
con los brazos llenos de bolsas, señal clara que estuvieron de compras durante todo el día.
Ambas actúan como si no estuvieran retrasadas. Ya sé cuál es su plan. Estaban esperando que
yo hubiera hecho todo el trabajo. Y lo hice. No podía arriesgarme a que no aparecieran y no
tuve elección. Su plan funcionó y eso me irrita.

Ellas son adultas ahora. Antes, podría llamarlas de mimadas.

Siempre fueron así pero eso empeoró cuando su padre murió dos años atrás. Seguro que eso
les dolió pero, por lo menos ellas tuvieron un padre. Yo no tenía nada y nunca me sentí parte
de su familia. No voy a hacer lo mismo con ellas. Ellas son parte de la manada y no voy a
tratarlas ni por un segundo como personas de afuera o como si estuvieran por debajo de mí.
No deseo que nadie se sienta así. Sé lo que se siente. No puedo y no voy a actuar como ellas
pero puedo darles una dosis de realidad.

Estoy feliz de que puedo hacerlo cuando nadie está cerca para ver. Si Stone descubre cuan
miserable realmente era con la familia Stockton, va comerlos vivos. Descubrí que él tuvo su
propio infierno y no quiero tornarlo peor. Incluso, después de todo, no cambiaría mi pasado
cuando al final del camino lo tengo a él. Saber que voy a tenerlo por el resto de la vida hace
que todo haya valido la pena.

—¿Qué demonios?— grito y sale como un gruñido. Eso hace girar sus cabezas y verme con una
clara sorpresa en sus perfectamente maquillados rostros. Ambas son tan bonitas que no
entiendo por qué necesitan actuar así. Podría pensar que quieren llamar la atención.
—Deberían haber estado aquí hace tres horas. Yo abrí la maldita panadería. Podías por lo
menos cerrarla. Veo que estuvieron fuera, probablemente en un bar toda la noche pero
todavía tienen responsabilidades. Yo debería estar en casa con mi compañero.

No menciono que mi compañero está ocupado. Estoy harta y estas dos necesitan madurar. No
me importa si quieren pasar las noches follando con los turistas, necesitan arreglar su mierda y
no dejarla para que otras personas lo hagan.

—No puedes hablar con nosotras así. No pienses que solo porque…

Estoy frente a Tamara antes que ella pueda terminar la frase. Puedo sentir a mi osa queriendo
salir. Su piel aumenta a lo largo de la mía haciendo cambiar mis ojos. Trish y Tamara jadean.
Nunca vieron siquiera una señal de mi osa antes.

—Tienes que parar de hacerte la tonta. No quiero traer al alfa para eso, pero tienes que
empezar a hacer tu parte por aquí. Esto es una manada. Nos ayudamos unos a los otros. Gwen
y Ruby necesitan de nosotras ahora. Están a punto de traer vida a este pueblo, algo que no
sucede desde hace algún tiempo y vamos a ayudar de la manera que podamos.

Doy un paso más cerca invadiendo su espacio personal.

—No sé cuál es su problema. Nunca entendí que fue lo que las volvió unas perras pe ro lo
hecho, hecho está. No me importa y es mejor que no me entere que están haciendo eso con
otras personas. Aclaren sus ideas y resuélvanlo. Respeten a la manada. Somos una familia y es
hora que ustedes dos, perras, comiencen a actuar como tal.

Solo las miro y mi respiración es pesada. El silencio se extiende antes que alguna de ellas
hable.

—Tú no puedes…— intenta Tamara nuevamente. Noto el silencio de Trish. Estoy suponiendo
que el encuentro con Stone de ayer la dejó muda.

—Ya lo hice— respondo, cortándola. Esta vez ella desvía la mirada y retrocede. Trish la imita.
Estoy un poco sorprendida que no están siendo agresivas, aunque realmente nunca las
enfrenté. Siempre intenté no causar problemas para encajar de la mejor forma posible. Todo
lo que conseguí fue ser tratada como felpudo.

Suelto la respiración intentando calmarme. No quiero que eso sea un ataque. Quiero que sea
la cura. Ellas pueden no querer eso pero yo sí. No quiero que estemos siempre luchando.

Solo quiero que acabe. Voy a poner mi energía en la lucha.

—Ambas van a estar aquí mañana. No voy a venir mañana ni el día siguiente. Voy a tomarme
días libres con mi compañero y estoy segura que al alfa no le va gustar si yo tengo que venir
después de contarle como, amablemente, se ofrecieron a trabajar esos días y me dijeron para
no preocuparme de nada.

Ellas se miran y enseguida toman sus bolsas de compras.

—No quiero que esto sea un problema. Cuando las vea de nuevo, todo será borrón y cuenta
nueva. No significa que tienen vía libre pero sí que no quiero que el alfa sepa lo perras que
fueron conmigo. Deben usar esta oportunidad de empezar de nuevo. Necesitan encontrar
alguna cosa. No sé qué pasa, pero claramente no son felices.

Ellas no dicen nada pero puedo ver un poco de tristeza en sus ojos cuando salen.

—Yo estoy aquí si necesitan de algo.

Las veo salir trancando la puerta del frente. Me quedo allí, sintiendo como si un peso saliera de
mi pecho. Eso es bueno.

Con una sonrisa voy a la cocina a terminar la limpieza y sacar la basura. Doy una últi ma mirada
para asegurarme que hice todo. Cuando Stone vuelva quiero ser capaz de simplemente salir e
irme. Estuve haciendo una lista mental de todas las cosas que quiero hacer con él cuando
lleguemos a casa.

Cierta vez leí un libro obsceno en donde una chica estuvo amarrada. Me pregunto si Stone
haría eso para mí o podría hacerle a él. Muerdo mi labio a todas las posibilidades e imagino el
rostro de Stone cuando le cuente mis ideas.

Abro la puerta de atrás y arrastro las bolsas al basurero, tirándolos y vol viendo a la puerta.

Cuando agarro el picaporte una mano gigante cae contra la puerta impidiéndome de abrirla.

Un olor familiar llena mis pulmones y mi corazón falla.

Lentamente me vuelvo encontrando un pecho ancho y grandes ojos castaños.

—Koda— la palabra deja mis labios y siento mis piernas ceder.

Koda me sostiene, alzándome en sus grandes brazos.

—Es hora de volver a casa, pequeña osa.


14
STONE

Xavier y yo estamos en el bosque por horas. Es como si el shifter supiese donde estábamos y
continuó huyendo. Debe tener un muy buen motivo para estar en Gray Ridge, eso me pone en
alerta.

Es como si el shifter estuviera intentando confundirnos. Debe ser un excelente rastreador


porque X y yo somos los mejores en los alrededores. Cuando volvemos a la casa de Xavier y
Gwen, cambiamos en la baranda.

Tomo mi ropa que dejé atrás necesitando hablar con X antes de volver a la panadería a buscar
a Winnie. Han sido un par de horas desde que salí pero estoy seguro que todo está bien. El
último rastro de olor fue a millas de aquí, en dirección a las tierras protegidas.

Una vez que estoy vestido, miro a X y trato de comprender lo que está pasando.

—No entiendo. El olor era tan fuerte aquí y después desapareció. No logro descubrir lo que
está haciendo.

—El patrón de comportamiento está errado— dice X mientras camina en la baranda. Gwen
sale al mismo tiempo y él la abraza. Eso me recuerda a mi compañera y sé que necesito llegar
hasta ella rápido.

—¿Qué quieres decir con el patrón errado?— pregunta Gwen mirándonos.

—Cuando se caza a un animal, generalmente se encuentra determinado por un patrón. Ellos


desvían para un lado y después para el otro siguiendo algo determinado que es previsible y el
predador prepara el ataque— explica Xavier mirándome.

Siento un escalofrío recorrer mi columna vertebral y algo hace clic.

—Xavier ¿y si estamos analizando esto de la manera errada? ¿Y si nosotros no somos los


predadores? ¿Y si el shifter deshonesto es el único cazador aquí? ¿Y si somos la presa?

—¿Por qué él vino a mi casa? Nadie es amenaza para mí.

Miro a X y muevo la cabeza.

—Tal vez no tuviera intención de desafiarte. Tal vez fue un plan para alejarnos.

—¿Alejarnos de dónde?
—Winnie— tan pronto como la palabra sale de mi boca estoy cambiando y corriendo en
dirección a la panadería.

Era sobre ella todo el tiempo. El olor alrededor de la casa de Winnie, la razón para rastrear
todo el camino lejos de las tierras protegidas. El shifter estaba intentando alejarnos de la
ciudad y de ella. X es el mejor rastreador además de mí y una forma de mantenernos juntos
era amenazar a la compañera de X.

Siempre pensé que algo terrible le había pasado a Winnie para que ella haya bloqueado todos
sus recuerdos. Algo traumático debe haber pasado y quería saber de donde ella vino. ¿Qué
tipo de manada pierde un oso hembra y no la busca?

Mi corazón casi explota en el pecho con la necesidad de llegar a ella. Mis pulmones queman y
los músculos duelen pero empujo con más fuerza a cada paso, mi lobo está en el control.

Estamos cazando para proteger la vida de nuestra compañera y nada es tan feroz como eso.

Siento un lamento subir por mi garganta pero lo atajo, concentrándome en llegar a Winnie. No
puedo pensar sobre lo que pudiera pasarle. En el fondo, sabía que ese día llegaría. Un día
alguien vendría a alejarla de mí. O peor, intentaría perjudicarla.

Pero ella está apareada ahora, y hasta un shifter canalla sabría que no debe meterse con una
hembra apareada. Mi olor está sobre ella y mi marca de mordida es visible. Este shifter canalla
es inteligente, de modo que ya debe haberme olido si estuvo rondando la casa hace días.

Estoy casi en la panadería cuando siento el olor. Estoy cerca de llegar a Winnie pero la persona
que intenta alejarla de mí también. La cuestión es: quien va quedarse con ella.

Aproximándome a los arboles de la parte trasera de la panadería, salto en el aire y poso en mis
patas bien a tiempo de ver a Winnie débil en los brazos de un hombre.

Mi gruñido hace eco a través del bosque y hace al hombre girar el rostro hacia mí mientras
sostiene a Winnie en sus brazos.

—No es lo que piens…— comienza a decir el extraño pero lo detengo con otro gruñido
moviéndome lentamente.

Estoy acechándolo y buscando el mejor punto de ataque.

Él es muy grande. Probablemente como Xavier en altura y músculo. Tiene cabe llos castaños
ondulados y ojos castaño oscuros que parecen familiares.

Finalmente llego cerca y respiro profundamente y siento su olor. Él es un oso. La idea me hace
gruñir porque tal vez está aquí para llevar a mi Winnie.
—Ella es mi…— dice pero no termina cuando siento a X y Gwen detrás de mí en forma de
lobo. Los tres lo rodeamos mostrando los dientes y la cabeza baja, listos para un ataque.

Intento concentrarme y mantener a mi lobo sabiendo que él tiene a mi compañera en sus


brazos y no puedo permitir que nada le suceda a ella.

De repente, Winnie se mueve en sus brazos. No quiero que se asuste y tengo que esperar una
brecha para atacar al macho sujetándola. Voy a luchar hasta la muerte para impedirle
llevársela.

Sus ojos se abren lentamente y ella mira al macho que la sujeta.

—Koda— susurra ella y eso hace que mi corazón se apriete. ¿Quién es este hombre para ella?

Gruño bajo y Winnie me mira. Enseguida sus ojos brillan.

—Stone. Retrocede. No ataques.

Muevo la cabeza. No hay manera de detenerme de matar a este oso por atreverse a tocar a mi
compañera. En un pestañeo y antes que pueda reaccionar, Winnie está fuera de su brazo y
cambiando justo frente a mí. Su capacidad de cambiar tan rápido es sorprendente y nadie se
mueve. Ella es tan linda, con su piel chocolate y sus ojos dorados. Voy a dar un paso al frente y
ella deja escapar un rugido que hace doler mi oído.

Winnie se mueve entre el hombre detrás de ella y yo como si lo protegiera. Muevo la cabeza
nuevamente y ella planta las patas firmemente en el suelo. Está preparada para defenderlo y
eso hace doler mi corazón. Yo soy su compañero y no sé lo que está pasando.

Quiero argumentar pero no voy a cambiar a la forma humana. No puedo estar vulnerable en
caso que él cambie.

De repente, el macho pone las manos arriba y se acerca a Winnie.

—Por favor. Solo escúchame. Soy su hermano, Koda. No quiero hacerle daño a nadie. Solo
quería hablar con Winnie a solas.

Miro a Koda y a Winnie en su linda forma de oso y de repente el dolor está apoderándose de
mí. ¿Será que ella va dejarme ahora que su familia la encontró? Tal vez el apareamiento no sea
lo mismo para los osos. Fue tan difícil para que ella entendiera lo de estar apareada conmigo y
no pasó hace mucho tiempo. ¿Será que ella va dejarme tan fácilmente y partir en dos mi
corazón?
15
WINNIE

Froto las manos sobre mi cuerpo enjabonándome bajo la ducha. Él no dijo mucho desde que
llegamos a casa. Pensé que íbamos a sentarnos y conversar con todos pero no. Estamos en la
ducha mientras todo el mundo espera por nosotros abajo.

Después que Koda habló, yo cambié. Tenía miedo de haber perdido la capacidad de hacerlo
pero simplemente cambié a osa. Una vez que volví a mi forma humana, Stone me empujó a la
panadería y me vestí con mis ropas en el departamento del piso de arriba. Entonces él le dijo a
todos para ir a nuestra casa para sentarnos a conversar. Fuera de eso, no dijo mucho más.
Cada vez que intenté hablar desde que nos quedamos solos, él me besó. La mirada triste en su
rostro colocó un nudo gigante en mi estómago.

Él no parece muy feliz con que mi hermano esté aquí. Está comenzando a asustarme. ¿Acaso
no debería estar feliz por mí? ¿Qué finalmente descubrí de dónde vine? Todas mis memorias
volvieron en un flash. Era tan extraño sentir que conocía a mi hermano pero a la vez no lo
conocía en realidad. Hacía años, pero él parecía el mismo.

Puedo ver porqué Stone se preocupó cuando me vio con Koda. Él es un gigante, pero recuerdo
todo de él y es apenas un enorme osos de peluche. A menos que sea provocado. No puedo ni
comenzar a pensar sobre cómo ha sido su vida sin mí. Siempre fuimos solo los dos.

Las manos de Stone tocas mis pechos, enseguida, el cuello, donde comienza a acariciar.
Inclinándose, él besa la marca de apareamiento y la mira.

Me estiro y sujeto su cara pasando los dedos por su barba que está un poco más larga que lo
normal.

—¿Estás bien?

—Yo solo estoy loco por ti. No puedo vivir sin ti. ¿Tú sabes eso, verdad? Si me dejas estaré
acabado. No puedo volver a vivir como antes. Necesito tu dulzura. Ella me e quilibra. Me hace
sentir completo. Yo solo…

—Stone— digo, deteniéndome después de esa única palabra. No logro decir otra cosa o las
compuertas se abrirían.

—Sé que esto es jodido, pero no puedo dejarte ir. No voy a dejarte hacerlo. Pensé por un
momento que podría ser un buen hombre y dejarte elegir. Es egoísta, pero no me importa. Tú
eres mía. Mía.
Él dijo la última palabra con tal fuerza y posesividad que siento un delicioso estremecimiento
en la espina. Yo nunca lo dejaría, pero él continúa hablando sin darme oportunidad de
decírselo. Y para ser honesta, no quiero impedirle hablar.

—No puedo dejar la manada. Ellos nos necesitan—dice él, intentando convencerme. Como si
yo fuera a dejarlo. Mi corazón se calienta cuando él dijo “nos”. Que la manada nos nece sita.

—Ya me estás haciendo un mejor alfa— sus manos rodean mi cuello y sus pulgares acarician
mi mentón. —Yo te necesito. Ellos te necesitan.

—Nunca te dejaría— finalmente le digo. Amo escucharle decir que me necesita después de
tantos años pensando que no quería nada conmigo. Pero no quiero que piense que voy a
dejarlo. Hemos esperado tanto tiempo para esto. Nada nos va separar nuevamente.

Él gruñe, sujetándome. Nuestros cuerpos mojados están enroscados cuando él me levanta.


Tengo que mirar hacia abajo a fin de mirar en sus ojos. Mis manos descansan sobre sus
hombros mientras el agua caliente nos envuelve.

—Porque no puedes irte— responde él.

—Sin embargo, el saber que no quieres dejarme ir me hace bien, alfa. No puedo irme porque
tú no me dejarás hacerlo y no me iré porque nunca quiero estar sin ti.

Él sonríe y me inclino, presionando un beso suave en sus labios. Él intenta profundizarlo pero
me aparto.

—Hay personas abajo.

Él refunfuña una respuesta.

—MI hermano está aquí— mis ojos se llenan de lágrimas nuevamente.

—Te acordaste— dice él.

Apenas asiento y una sonrisa escapa de mis labios.

—Y lo amas. ¿Era bueno contigo?— me pregunta aumentando su abrazo queriendo saber si lo


recuerdo.

—El mejor— le digo instantáneamente porque es verdad y él me suelta un poco. Mi hermano


era todo lo que podría haber deseado. Él me crio después que nuestros padres murieron. Mi
mamá decía que puede ser difícil para los osos concebir. Y aún más raro era tener una niña.
Ella siempre me decía que yo era especial.

—Vamos para allá entonces.


Me pone en el suelo y nos vestimos antes de bajar.

Cuando entro en la sala, Gwen está en el regazo de X en una silla en una esquina mientras el
acaricia su barriga. Mi hermano está de pie y me aparto de Stone para ir hasta él. Renuente,
Stone suelta mi mano mientras corro hacia mi hermano y lo abrazo.

Él me envuelve, sosteniéndome cerca.

Cuando finalmente nos soltamos me inclino hacia atrás para mirarlo.

—Creo que no creciste ni una pulgada— dice él, sonriendo. Puedo ver que la risa no alcanzó a
sus ojos o iluminó su rostro como acostumbraba pasar.

—Te robaste toda la altura— bromeo. Siempre bromeábamos sobre nuestra diferencia de
altura. Él acaricia mi cabello y quiero llorar porque eso era algo que él hacía siempre.

Siento a Stone detrás de mí y él me aleja un poco de Koda.

Pongo mis ojos en blanco. Koda solo sonríe pareciendo aprobar lo posesivo que Stone es
conmigo.

—¿Lo hicieron contigo también?— la pregunta trae a tono todo lo sucedido y comienza a fluir
en mi mente. Me recuerdo de volver a casa de la escuela. Dos hombres me atraparon con
dardos tranquilizantes. Cuando finalmente desperté, estaba en la parte trasera de un camión
del que logré escapar. Me transformé y corrí por horas o tal vez días. Hasta que la manada de
Gray Ridge me encontró. El trauma y las drogas deben haber apagado mi memoria.

—Sí, me atraparon— sus palabras llenas de dolor. —Pero tu huiste. Gwen me dijo que te
encontraron. Que no lograbas recordar— él hace un gesto a Gwen que nos está observando. X
solo mantiene su atención en Gwen. Ella puede hablar por horas. Estoy segura que lo aturdió
cuando estaba en la ducha con Stone.

—¿No lo conseguiste?— atajo la respiración. No tengo idea de por qué los hombres vinieron
por nosotros ni cuál era su plan.

—No, Winnie. Yo escapé hace apenas unos seis meses atrás. Estuve buscándote desde
entonces. No tenía idea de lo que te sucedió. O cual dirección tomaste.

—¿Qué te hicieron? Te tuvieron todo este tiempo. Oh, Dios mío— me siento como si el suelo
desapareció bajo mis pies. Pasé años pensando que era solo un cachorro olvidado que su
familia no quería. La realidad era que tenía un hermano luchando contra Dios sabe qué.

—Esa historia es para otro momento. Estoy feliz que te encontré. Me mataba no saber si
estabas bien. Sabía que escapaste, pero nada más.
Él extiende la mano y toca mi rostro.

—¿Te vas a quedar, verdad? ¿Aquí, con nuestra manada?— le pido. No quiero que se vaya.
Antes éramos solo él y yo pero podemos tener una vida aquí. Miro a Stone, que está mirando a
Koda.

—Eres bienvenido a la manada. Sé que eso haría feliz a mi Winnie. Eres de la familia ahora.

La mano de Koda toca mi rostro y comienza a sonreír.

—No estoy sorprendido que te hayas apareado con un alfa. Puedes ser tímida pero siempre
puedes hacer a sonreír a cualquiera y que quieran tener tu atención.

Stone gruñe detrás de mí haciendo estremecer a mi cuerpo y la sonrisa de Koda aumenta.

—Yo no quiero la atención de nadie— digo sin mirar a Stone.

—Diablos, esta familia simplemente no para de crecer. Amo eso— dice Gwen interrumpiendo
la conversación. —¿Qué tal cocinar algo? Estoy hambrienta.

—¿Estás con hambre, por qué no me dijiste antes? — habla x por primera vez. La irritación es
clara en su voz. Su compañera nunca debe estar hambrienta.

—Estoy diciéndolo ahora. Vamos a cocinar algo y entonces todos podremos conocernos mejor.

—Me gusta cómo suena eso.


16
STONE

Me quedo en pie en medio de la sala rodeado por la manada esperando a mi compañera.


Winnie no tiene idea de lo que hice, pero, espero que Gwen haya hecho su parte y así entraran
en cualquier momento.

Estoy vestido con un traje de saco y corbata, lo que es extraño, pero quería que esta noche
fuera extra especial para mi Winnie. Mirando alrededor veo a toda la manada vestida para la
ocasión incluyendo a las medias hermanas y la madrastra de Winnie. También Koda, de pie al
lado con Xavier.

Después de la semana pasada, estuvimos en nuestra casa solo disfrutando nuestra nueva vida
y amor. Pero quería hacer algo para presentar a Winnie a la manada y mostrarl es a todos cuan
orgulloso estoy de ella.

Cuando veo la puerta abrirse, siento una onda de excitación.

Huelo a mi compañera antes de verla y primero entre Gwen tomando su lugar junto a Xavier y
Winnie la sigue.

Ella tiene sus rulos castaños sujetados hacia atrás y el suave vestido azul se agarra a cada
curva. El escote es lo suficientemente bajo para mostrar mi marca y eso me hace inflar de
orgullo posesivo. Mis ojos viajan por su cuerpo para ver que usa zapatos de cristal que brillan
con la luz como su vestido y ella parece estar cubierta de diamantes.

—¿Soy como un hada madrina o no?— susurra Gwen detrás de mí.

No puedo sacar mis ojos de Winnie cuando extiendo la mano y ella se sonroja en un rojo
profundo cuando camina en mi dirección. Cuando llega donde estoy parado tomo su mano y la
acerco a mí.

—¿Qué está pasando, Stone?— susurra ella y mira alrededor, a todos.

—Quería invitar a todos esta noche para ver tus bellas fotos así como mostrar a mi
compañera. Quería presentarte oficialmente como mía y que todos lo sepan.

Sus ojos se agrandan cuando corren por la sala viendo sus fotografías exhibidas en todas las
paredes de la galería de arte de la ciudad.

—Oh, Stone. Tú no hiciste esto.

—Claro que lo hice. Tus fotos son lindas y merecen ser vistas. Así como tú.
Sus ojos vuelven a mí y veo lágrimas no derramadas.

Besando su rostro la sujeto y siento su olor. Alguien pone una música suave y comenzamos a
movernos. Realmente no nos movemos mucho o bailamos alrededor de la sala, pero cierro mis
ojos y es como si fuésemos las únicas personas aquí. Y es la noche más maravillosa.

Cierro la puerta de la habitación detrás de mí y persigo lentamente a Winnie. Ella está de pie al
lado de la cama sacándose el vestido y manteniendo los ojos fijos en los míos. Desbotono mi
camisa y me saco los zapatos y el pantalón. Cuando estoy desnudo, ella mira mi cuerpo
lamiéndose los labios mientras encuentra mi polla.

—Después, cachorrita. Necesito estar dentro de ti. La necesidad es dolorosa luego de tantas
horas.

—Podrías haberme dejado ir— ella sonríe maliciosa y arquea las cejas desafiándome a decir
que sí.

—Nunca— gruño y doy un paso más en su dirección.

Se sube a la cama y la sigo pero sin tocarla. Solo imito sus movimientos como si estuviese
cazándola.

—No lo pienso así— se acuesta en la cama, usando nada más que los zapatos que parecen
estar cubiertos de pequeños diamantes.

Gentilmente levanto sus pies y beso sus tobillos cuando pongo uno y después el otro, por
encima del hombro. Subo sobre su cuerpo y presiono mi polla en su abe rtura.

—Te dije, cachorrita. Nunca te dejaré ir— empujando dentro de ella mi polla es apretada pero
se desliza fácilmente. Su miel envuelve mi polla cuando la follo. —Esto es muy bueno— gimo,
manteniendo el ritmo rápido.

—Más, Stone. Más fuerte.

Nunca voy a negar a mi compañera lo que ella quiera. Sujeto sus muslos mientras presionan
contra mi cuerpo. Los pies están colgados detrás de mí y escucho caer uno de los zapatos al
suelo.

—Parece que perdiste un zapatito, Cenicienta.

—Cenicienta quiere gozar— sonríe Winnie y levanta las caderas permitiéndome ir más
profundo.

Cuando ella me aprieta y se viene, la sigo para llegar al borde de la dulce inconsciencia.
Nuestro perfecto cuento de hadas está completo.
EPÍLOGO
WINNIE

Acaricio mi barriga hinchada, sonriendo. Creo que es un oso solo por causa del tiempo de
embarazo. La mayoría de los shifters oso tienen cachorros en tres meses pero los osos
demoran más. Estoy casi de siete meses y Stone está convencido. Él está radiante a decir
verdad. Dijo que desde el inicio quería un cachorro de oso. Creo que secretamente quiere un
oso varón para que pueda ser el alfa un día.

Acabé de salir de un largo baño de inmersión en la bañera y me envolví con una bata cayendo
luego en la cama. Solo sonrío pensando en cuan perfecta es mi vida.

Todo se puso mucho mejor desde que mi hermano, Koda, apareció y mis memorias volvieron.
Tenerlo en Gray Ridge y volviéndose parte de la manada ha sido increíble. Me siento como si
finalmente encontré mi lugar en la vida, un lugar del que estuve ausente por mucho tiempo.

—¿Por qué estas sonriendo tanto?— la voz de Stone me hace mirar hacia él mientras camina
por el cuarto y se sienta al borde de la cama.

—Solo pensando sobre cuanto te amo— le digo, tocando su mentón. La barba es áspera pero
adoro la sensación.

Él sostiene mi mano besando la palma y sonriéndome.

—Hiciste mucho hoy— su tono es severo pero sé que está bien.

—Estoy bien. Hoy fue muy bueno y estaba feliz de ayudar— Ruby finalmente tuvo sus trillizos
meses atrás y la ayudé yendo a la panadería y trabajando un poco. Gwen tuvo a sus gemelas
poco después, así que las dos estaban ocupadas con los bebés.

—Además, no sé cuánto tiempo más podré ayudar con lo grande que estoy poniéndome y
quería ayudar lo más posible.

—Koda ha sido una ganancia para la manada. Estoy muy contento que él decidió quedarse y
ayudar con los deberes de Dominic mientras él pasa más tiempo en casa con los niños y su
compañera.

Asiento, orgullosa de mi hermano y su capacidad de traer fuerza a nuestra manada.

—También estoy realmente orgullosa de las gemelas por ofrecerse a cuidar las criaturas de
Gwen y Ruby. Vi un montón de iniciativa en ellas estos meses.

—Lo noté también. Ellas parecen tomar más responsabilidades y creo que tengo que
agradecerte por eso.
Sonriendo a Stone no confirmo ni niego su sospecha. Después de mi charla con las gemelas,
creo que algo se encendió en ellas y parece que entendieron que lo que hacían no estaba bien.
No creo que su perra interna haya muerto pero por lo que he visto y como me tratan desde
ese día, ha sido una buena transición.

Stone se inclina, besando mi barriga antes de abrir la bata y besar mis pechos. Gimo de deseo
mientras él lame mis pezones inundándome de placer. Agarro su cabeza tirándolo hacia mí y,
silenciosamente, pidiendo más.

—Sabes que debo ser suave— susurra él contra mi pecho.

—Por favor Stone, solo esta vez. Sé rudo conmigo. Necesito eso— hay un ligero lamento en mi
voz pero no me importa. Él ha sido dulce y tierno en los últimos meses y necesito a mi amante
feroz de vuelta.

Dejando escapar un suspiro, él se levanta, sacándose la ropa y quedando desnudo delante de


mí. Su polla dura apunta directamente hacia mí como si supiera lo que quiero.

Dejo escapar un pequeño grito cuando Stone agarra mis tobillos y me estira al costado de la
cama. Eleva mis piernas por encima del hombro mientras empuja su polla en mí. Su grosor me
abre deliciosamente y su primer empujón me hace gemir alto. En esta posición, él se queda de
pie y no tiene que apoyarse sobre mi gran barriga. Y de esta forma, puedo descansar y
disfrutar el paseo mientras él me folla.

Lo miro y veo apretar sus dientes luchando con su lobo por el dominio. Mi propio animal surge.
La osa siempre está conmigo. Ella adora cuando el lobo de Stone sale, es la hembra fuerte
necesitando del lobo alfa para domarla.

No necesito muchos impulsos antes que ya esté contrayéndome sobre su polla, mi cuerpo
siempre en sintonía con él. Y, cuando me susurra palabras obscenas de amor, me descubro
viniéndome nuevamente antes que él llegue a su propio clímax.

Se queda dentro de mí simplemente disfrutando la sensación de mi calor envolviéndolo,


mientras yo disfruto su dureza. Ninguno de nosotros quiere romper el íntimo abrazo.

—Te amo, cachorrita— dice mientras besa mis dedos de los pies.

—También te amo, alfa mío.

Los tatuajes oscuros cubren su cuerpo y el cabello rapado lo hacen parecer amenazante. Pero
entonces, sus ojos viajan a mi nombre escrito sobre su corazón y veo al hombre en el interior.
Él es mi compañero, mi alfa y siempre me va proteger.

Le sonrío cuando él empuja nuevamente en mí, sabiendo que es sólo el comienzo.

FIN

Das könnte Ihnen auch gefallen