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Andrew Simurs es el único con el valor de enfrentarla y aún así tiene que
mejor?
1
Abro los ojos, ¿dónde estoy? Puedo sentir el olor a humo en el ambiente, como
si lo tuviera entrando directo a mi nariz. ¿Qué ha ocurrido? Tengo un fuerte
dolor de cabeza y no puedo sentir mis piernas, así que no sé qué pensar de la
situación. Toco mi cabeza y al bajar mi mano noto que está manchada de sangre
al igual que algunas partes de mi ropa, donde podría jurar que tengo algunos
moretones. Trato de levantarme para averiguar qué ocurre pero mis piernas se
— ¡Auxilio! ¡Auxilio! —pido ayuda entre gritos, que hacen más en dañar mi
garganta que traer ayuda. Los alrededores no parecen prometedores sin ningún
flujo de autos aunque me he dado cuenta hace un rato que estoy en medio de una
calle. Estoy tan desesperada que igual sigo intentándolo. Con suerte, alguien que
no veo entre toda la destrucción se dará cuenta de que sigo ahí. —Ayuda, no
puedo levantarme — sigo repitiendo entre sollozos mirando en todas las
Nadie responde.
Vuelvo a gritar varias veces más sin obtener respuesta. Mis ojos han comenzado
a cristalizarse por las lágrimas y mis pulmones se niegan a retener aire. El
tiempo pasa y mi desesperación crece llevándome al borde de un ataque de
pánico. Sé que no he tenido muchos otros para comparar, pero sé que poco a
poco la sensación va haciendo su camino a través de mí. El sol no deja de
quemarme la piel expuesta del cuello y hombros, que podría jurar que ya debe
haber adquirido la molesta coloración que toma cuando me doy algo de sol.
— Por favor, ayuda— sollozo a punto darme por vencida y abandonarlo todo,
cuando sé que mis suplicas no tienen respuesta. No puedo más que solo pensar
que esa desolada estructura de cemento se convertiría en mi última visión
mientras dentro de mí, sigo esperando ayuda. Con suerte, alguien encontraría mi
cadáver en unas horas, si era el caso.
El tiempo continúa pasando y la ayuda no llega. Creo que todo está perdido,
sobre todo al tener dos cadáveres cerca de mí, ambos masculinos e idénticos.
Mis fuerzas se han agotado y siento que estoy a punto de desmayarme. Cierro
los ojos rindiéndome al fin, pero lo único que eso trae es una desagradable
sensación de nauseas mientras que a cada latido puedo escuchar pasos y voces
que se acercan rápidamente; y estoy segura que han estado desde hace poco
porque de ser de otra manera los habría escuchado hace rato. Abro los ojos
supongo ha de ser la caliente, debido al rato que llevo bajo el sol—. Bienvenida,
— ¿Esta bien? — pregunta el más joven de ellos, con la vista fija en mis
piernas. Es el único de los tres vistiendo un traje mientras que los otros usan una
especie de uniforme con algunas insignias que no logro reconocer—. ¿Por qué
— Parece que está atrapada con esa puerta, es demasiado pesada para que
pudiera quitarla por sí sola— el más viejo examina mis piernas con seriedad y
luego se dirige a su compañero con la misma expresión critica, hablando en voz
baja por un rato e intercambiando algunas señas, hasta que al final, le palmea el
hombro volviendo su mirada a mí—. Debemos quitarla, si esperamos más ayuda
podría ser peor para ella. Y créeme, no queremos que sea peor.
mover los dedos de los pies, pero luego de varios intentos, no parece que es
Los hombres con uniforme quitan la puerta de mis piernas y me preguntan cómo
decirles lo obvio porque me siento demasiado débil para siquiera hablar, así que
vehículos dificultan el paso y hemos venido sin apoyo. Además no sabemos que
tanto se mantenga esto hasta que haya peligro de explosión, porque es una
cantidad peligrosa de gasolina la que está saliendo del camión— explica con voz
alerta el de cabello grisáceo, señalándole a los otros dos la realidad con la que
lidian en el momento—. Debemos llevarla hacia la ambulancia, no hay tiempo
que perder.
hiciera todos los días. ¿Quién era? ¿Lo conocía? .—No pesas tanto como creí—
expresa con una sonrisa tímida que no llega a sus ojos y por alguna razón, algo
en mi interior se queja como si necesitara decirle algo de vuelta. Es una
— Manchó su traje—el que parece el aprendiz del más adulto, deja salir un
quejido casi imperceptible, demostrando que está muy en desacuerdo con el civil
El hombre joven me lleva en brazos durante unos minutos entre los restos del
deshecho del daño del sol y toda la escena fuera de la cabina del vehículo
clínico, aun no estoy del todo a gusto con mí alrededor; menos con el olor a
alcohol uniéndose al de la humareda. Los técnicos en emergencias se dirigen
Siento que mis ojos comienzan a cerrarse lentamente sin poder controlarlo pero
una voz me detiene. Miro a mi alrededor en busca de la procedencia de esta y
molesta. Debe ser de alguien a quien él respete mucho por la tensión que tiene su
cuerpo al hablarle, como si no pudiera con la certeza de hacer al dueño de esta,
— No, padre. Tiene una contusión en la cabeza y lo más probable es que estará
— ¿Solo eso?— a pesar de que no está gritando, el tono de voz del padre del
hombre, sube unos cuantos decibeles—. Pudo haber muerto.
importante es que aún está viva. Y no me preocuparía tanto por eso, sino porque
no ha dicho mucho— toma mi mano, con uno de los lados de su boca alzándose
con lo que parece una sonrisa, de la que al final se retracta; y aunque es un toque
—No la dejes sola—la persona del otro lado de la línea parece hablar entre
dientes y con algo de agitación cuando menciona la orden, luego hace una pausa
por lo que parece siempre hasta el punto de hacerme pensar que ha colgado pero
hecho una mala cara la primera vez que la solté, y mantiene su atención en la
línea sin dirigir ni una sola mirada en mi dirección. —Esperare hasta que se
recupere, eso sí David no me saca a patadas primero— con esa última frase
cuelga la llamada y mete el teléfono en uno de los bolsillos internos de su saco.
— ¿A dónde vamos?
hayas hecho.
Hago caso a sus palabras y cierro los ojos dejándome caer en un sueño profundo.
que me dejo llevar a donde sea que quieran llevarme. Igual nada puede ser peor
que encontrarme con la escena de ese mismo día.
2
Bip…Bip…Bip, son los primeros sonidos que escucho cuando despierto.
Lentamente abro los ojos encontrándome con unos cansados irises azules
viene de golpe y a la vez, no veo nada más allá de las horas anteriores.
Por muy evidente que sea, me permito estudiar su apariencia y dar con lo que me
resulta tan conocido de él. Tiene un perfil serio pero sincero acompañado por los
ojos más azules que alguna vez he visto, una nariz recta y fina; su ceño fruncido
hace que sus gruesas cejas destaquen, al igual que le dan más firmeza a la línea
que forman sus labios en esos momentos. Sin embargo, sé que cuando no están
así, las puntas tienen una coqueta elevación. Su cabello cae desordenado sobre
aspecto clínico que no dejan de mostrar diferentes señales que deben recibir
desde el par de cables que desaparecen bajo la sabana que me arropa, y de ahí
deben estar conectados a alguna parte de mi cuerpo. El aire tiene un picante olor
a alcohol que no deja de molestarme—. ¿Quién eres?
quien soy, no puedo creer que me hayas olvidado— se permite decirlo con burla
quién eres.
hombros.
labios en una mueca. Puedo ver como la vena de su cuello palpita sin control con
él luciendo cada vez más concentrado en lo que sea que está trabajando su mente
Niego.
— Katherine…
habitación con la vista baja y pensativa, lo hace por varios minutos como si
hacerlo le diera una idea de cómo debería proceder. Cuando estoy a punto de
decirle que se detenga porque no hace más que inquietarme, levanta la mirada y
vistazo a mis piernas que no son más que un bulto debajo de la gruesa sabana y
antes de poder estirarme a ver, siento una punzada en la cabeza, recordándome la
sangre que había estado saliendo de una herida en ella, la última vez que revisé.
Toco mi frente y me encuentro con una venda que recubre la mayor parte de
esta, dejándome con la duda de que tan grave es la herida.
Me siento impotente, necesito salir de aquí; algo me dice que tengo que hacerlo.
Vuelvo a mirar por toda la habitación buscando por una forma de salir pero la
única posible es la puerta por donde Andrew ha salido hace un rato. Igualmente,
no creo que fuera posible salir caminando con el estado que muestran mis
piernas, además del hecho de que aún no puedo sentirlas.
Suspiro.
negro y aunque tiene un aspecto desastroso, sé que puede ser de ayuda. Lo tomo
y vacío el contenido sobre mi regazo. Dentro hay un teléfono, una cartera, llaves,
lo que parece un estuche de maquillaje, una agenda y eso es todo. Nada fuera de
lo normal, más que las típicas cosas que una mujer llevaría en su bolso.
que hay en ella. Es caro, se nota. Y a pesar de que parece imposible, aún
permanece encendido, mostrando diferentes notificaciones luminosas en la
pantalla. Me las arreglo para descifrar de qué se tratan y me encuentro con que
la mayoría son avisos de mensajes pendientes y llamadas perdidas. Lo
Xavier Higgons: Kathe, tu padre está muy preocupado. Por favor, contesta.
Papá: Hija, por favor, responde. Te lo suplico. Posdata: ¿Cómo te fue con
Simurs?
Simurs? Sigo revisando el teléfono pero no encuentro nada que me dé una pista
Paso de uno a uno los objetos y abro la cartera hallando diferentes tarjetas de
crédito, identificaciones, algo de dinero y varias fotos de gente que no recuerdo
conocer.
Y en ella hay una foto de una mujer. Y esa mujer soy yo. Así que si es cierto, mi
porque no estaba del todo segura de es; o me estaba volviendo loca o todo era
una broma de alguien.
Es imposible ver una vida frente a mis ojos que no es mía, no podía ser mía. No
recuerdo nada.
camilla, ambos parecen saber algo que yo no, e intercambian miradas que
guardan un significado secreto que me hela la sangre.
—Está bien, comencemos con algo aún más fácil. ¿Qué recuerdas exactamente?
— Yo…no recuerdo nada— otra punzada llega a mi cabeza pero esta vez el
dolor trae algo de lagrimeo a mis ojos—. Solo sé que esta mañana tuve un
— ¿Los reconociste?
Niego.
— ¿Sabes tu edad?
Niego.
Niego.
— ¿Día de nacimiento?
— ¿17 de Septiembre?
Asintió.
herida debajo del material.— Eso pudo crear una pérdida de memoria…O
Asiente.
— Lo mejor para esto es que vuelvas a tu rutina, será difícil al principio pero es
— Son muy mínimas, nada de qué preocuparse. Solo tienes que cuidar mucho
esta cabeza y no alterarte.
— Ok, informaré eso— el doctor asiente un par de veces y se dedica los minutos
antes de volver a irse, en una revisión de la información que le dan las máquinas.
— ¿Así que no sabes quién soy?— el ojiazul se sienta en el sillón juntando las
yemas de los dedos.
Niego.
— ¿Te odio?
— ¿Pronto?
en cualquier momento fuera a atacarlo y esto no fuera más que una mentira. Sin
aquí.
Con paso suave emprende su marcha en el corto recorrido del sofá hasta la
puerta por la que salió el profesional de la salud hace poco.
momento en que él salga por esa puerta me habré quedado completamente sola,
sin nadie más que conozca y me guie sobre quien soy.
— Ya veo porque no me agradas. Pero no, solo quiero que me cuentes como era.
caer en el borde mirando el cuadro que cuelga de la pared. No es más que alguna
pintura abstracta que debieron comprar en alguna venta de garaje pero parece
las manos.
—No tengo a ningún Andrew Simurs agendado— declaro cuando no doy con su
nombre entre la lista de contactos en el teléfono roto. Quizás se deba a que he
presionado mal, pero lo he intentado tantas veces que comienzo a creer que es
apodo.
Alguien llama a la puerta y corta lo que fuera que estaba por decir luego de eso.
— Hija, soy yo— anuncia una agotada voz masculina desde el otro lado de la
semblante preocupado que no deja de mirar sobre el hombro del joven en busca
de algo o alguien.
mejor.
Aun no entiendo porque siguen haciendo ese tipo de preguntas, cuando la verdad
está en la manera en la cual me veo. No creo que la definición de estar bien
conecte con estar en una camilla, con la frente vendada, las piernas enyesadas y
la farsa, porque no estoy muy segura de que más hacer sin volver evidente el
verdadero problema en esos momentos.
Me encojo de hombros aunque me doy cuenta que lo que estoy a punto de decir
no es la respuesta que él esperaba. —El sr. Simurs me salvó. En realidad no sé
— ¿Cómo que no recuerdas nada?— su voz sube un poco y abre los ojos como
platos mirando de Andrew a mí, y viceversa.
— Soy tu padre, David Briden… papá. En serio, ¿no me recuerdas?— junta las
manos angustiado y no puedo más que hacer que mirarlo nerviosa esperando
porque no haga esto más difícil. Sin embargo, su piel ha tomado una tonalidad
ganar ese trato, es demasiado competitiva. Tú fuiste quien la hizo salir corriendo
de la ciudad por eso.
miradas durante un rato, sin entender una sola palabra de lo que el mayor ha
— Tu padre y tú solo saben herir a las personas, después de que obtengan lo que
quieren hacen todo lo posible porque sea solo suyo—mi padre evade mi
pregunta y sigue hablándole al contrario—. Pero no pueden soportar que mi
saber que algo no va bien conmigo, los dos no dejan de estar concentrados en su
discusión donde un solo lado está hablando mientras que el otro solo espera.
3
— Hija, despierta—entre suplicas llamándome, me voy deshaciendo de la
nebulosidad de la inconciencia, con las brillantes luces sobre mi camilla
haciendo el proceso de abrir mis ojos aún más difícil. Intento taparlos con el
brazo pero todo mi cuerpo se encuentra tan pesado que la sola idea de intentarlo
— ¿Me desmayé?
— Sí, el doctor dijo que se debe a que hace poco has estado en una situación
traumática con lo del accidente, y eso añadido a que no recuerdas nada, ha
acumulado demasiado estrés. Andrew y yo no debimos ponernos a discutir acá.
padre aún resulta extraño, hay algo dentro de mí que se niega a tratarlo con
— Son las 11:27 de la noche, has estado inconsciente unas 5 horas— mira su
reloj de mano por lo que parecen un par de minutos y sé que quiere decir algo
más pero se mantiene callado, como si pensara que no puedo soportar. Como si
estar en una camilla de hospital sin saber quién soy, no fuera lo suficientemente
malo.
A pesar de que sé que no quiere sonar enojado frente a mí, su respuesta sale llena
de irritación. Me conformo con dejarlo darse cuenta que no diré nada más, así
— ¿De quiénes son esas flores y regalos?— por primera vez desde que desperté
de vuelta, me permito mirar alrededor de la habitación y me encuentro con que
hay varias partes de esta llenas de ramos de flores, globos con frases y cajas de
regalo.
Ladeo la cabeza confusa, hasta que entiendo que no tiene que tener sentido lo
que diga porque es parte de la vida que no recuerdo tener. Que de seguro debe
estar llena de gente que siente cariño por Katherine Briden. Me entristece la idea
de no recordar a nadie, porque justo ahora, solo una cara conocida podría hacer
— Eres vicepresidenta de Briden Enterprise, los D’Moon son tus tíos y Xavier es
tu mejor amigo.
— Tengo una pregunta— lo detengo en el discurso que se veía iba a dar con
orgullo sobre la empresa, esperando que mi cuestionamiento no sea demasiado
atrevido. —Has mencionado a varias personas pero nunca has mencionado una
madre, ¿qué hay de ella?
ojos me demuestra que no es un tema que se sienta bien tocando, así que cuando
sé que va a cambiar de tema, lo dejo hacerlo.
— ¿Segura?
Asiento.
que debería ser de ayuda para recordar pero aun así necesito un tiempo a solas
mía. Subo el volumen y escucho atenta porque quizás saber que ocurrió me
ayude a recordar:
“Esta tarde fue encontrada la señorita Katherine Briden, heredera de Briden
Enterprise en la carretera, en medio de restos de un camión y el auto en el que
ella murieron en este trágico accidente. Por suerte, Katherine sobrevivió y solo
recibió un par de heridas. En este momento se encuentra en el hospital
Nos encontramos atentos a conocer demás detalles sobre la situación, así que
Así que eso había ocurrido, mi madre había muerto y por algo no puedo evitar
que las lágrimas llenen mis ojos y pronto un sollozo sale de mi boca porque
— Acaban de decirlo en las noticias— le aviso que me puede dejar ir y paso las
manos por mis mejillas mojadas, devolviéndome al dolor que siente mi cuerpo.
Asiente triste.
Asiente.
sándwich de pavo para mí. Mi estómago gruñe con la vista de la comida a pesar
de que hace un rato estaba segura de no tener hambre—. Debes comer algo.
—Gracias— asiento una sola vez dejando el recipiente en mi regazo para abrirlo.
El sabor no es tan malo pero mi estómago parece querer rechazar todo lo que
entre en él. Aun así me obligo a comerlo completo y esperar que se mantengo
dentro.
4
Un innumerable número de reporteros y camarógrafos esperan a las puertas del
hospital para el momento en que días después, soy dada de alta. Por lo que he
podido aprender en estos días, somos algo grande y mi accidente solo volvió más
de la atención requerida en nuestra dirección. Así que ahora me las arreglo para
mantener los ojos fijos en mis manos mientras me preparo para enfrentar el caos
que hay detrás de las puertas. Se suponía que al tratarse de un lugar bastante
privado, no habría mucha gente a los alrededores pero por lo que puedo notar el
jardín del lugar está lleno de furgonetas con diferentes logos de noticias. La
verdad, tendremos suerte si logramos salir de acá.
cierto que la familia Simurs tuvo que ver algo con el accidente?
La única parte de eso que me mantiene cuerda es saber que por fin seré libre; y
aun dependiendo de la silla por un tiempo, después de las terapias que me habían
quienes quieren saber todo acerca del accidente. Mi padre ni siquiera mira en
otra dirección que no sea la del auto que nos espera enfrente del edificio. Los
guardaespaldas se encargan de abrir un camino entre los periodistas y mantienen
sus micrófonos y cámaras lo más lejos posible de nosotros mientras con ayuda
de uno de los trabajadores del centro médico puedo hacer mi camino hacia la
Uno de los ellos abre la puerta mientras que el otro se encarga de levantarme en
brazos y dejarme con suavidad en el asiento trasero. Mi padre sube unos
Asiento y mantengo una expresión serena mientras los dos hombres suben en los
asientos de enfrente y en minutos el auto está en marcha por el camino de salida
del lugar. Sé que fuera de esas puertas aún hay gritos, y también sé que hay
quienes observan esperando por una reacción. Pero sobre todo, sé que debo
Después de casi 3 horas de viaje en las que no hago más que mirar por la
ventana, llegamos a una gran entrada de estilo moderno. El que ocupa el asiento
del copiloto saca un pequeño teléfono en el que habla por algunos minutos hasta
que las puertas se abren dejándonos pasar. Continuamos por un corto camino
entre lo que parece un jardín hasta que frente a nosotros se alza una enorme casa
de un pulcro blanco.
— En casa. Tu hogar.
afirmación.
Asiente.
Volvemos a repetir lo ocurrido en el hospital pero esta vez para bajarme del auto
y ponerme de vuelta en la silla. Aunque uno de los hombres se ofrece para
empujar la silla, mi padre niega y toma su lugar para conducirme a la entrada.
entrada se abre.
solo entrar.
Me sorprendo con la calidez del saludo y les doy una sonrisa sincera, a pesar de
— Katherine Briden, eres una egoísta— me abraza una joven de cabello rojizo
ondulado y enormes ojos negros. Puedo notar por su manera de hablar y por
¿Cuál es tu nombre?
mejor amiga que tenía. Me contó que éramos como familia por la amistad de
años que tenía con ellos; y recuerdo que también mencionó sus nombres pero no
me acordaba muy bien de ellos—. Hola.
grises.
cuidadoso que el de la mujer, aunque se demora más que ella.— Soy Xavier
“Familia, amigos y colegas, nuestra Kathe está por fin en casa, a salvo. De
seguro muchos de ustedes han dejado importantes obligaciones para venir a dar
su apoyo a nuestra familia. Les quiero agradecer de antemano por sus buenos
deseos. Kathe volverá a ser la misma en un mes y esperamos que nos apoyen.
Ante todo, sean comprensivos y verán que antes de darnos cuenta la tendremos
de vuelta entre nosotros.”
Toda la sala me mira fijamente y aunque sé que lo hacen porque esperan que
añada algo, me conformo con desviar la mirada hasta que se cansan de esperar.
través de los grupos de personas por la única otra persona además de mi padre
que considero conocido, a pesar de que sé muy bien que hay nulas
probabilidades de que esté ahí. Esa misma mañana había estado en la clínica
pero no gastó más del tiempo que le tomó al doctor dar un diagnostico final. Ni
— Así que no recuerdas nada—me sobresalto cuando la masculina voz llega por
para mi padre, porque ni siquiera Claire, que era mi mejor amiga, tenía idea de lo
que estaba pasando.
Asiente.
—Así que, con eso quitado del medio necesito que me respondas una simple
pregunta. ¿Quién eras tú en mi vida?
—En el trabajo, soy tu mano derecha— asegura manteniendo las manos detrás
de la espalda con total profesionalismo y estoy por creérmela cuando alza la ceja
solo amigos.
— ¿Hace cuánto?
— Siempre tan formal— rueda los ojos con una sonrisa—. No me sorprende que
Espero.
— Negocios internacionales.
— 27 años.
—Es buena, supongo. Esa debería ser una pregunta para solo mujeres. Sería
extraño que me pusiera todo sentimental.
—Está bien, por ahora eres libre— le doy un asentimiento porque sé que ni de
lejos estoy en la parte importante de las preguntas. El doctor habló de que con el
tiempo la memoria iría volviendo sola y que en vez de preocuparme por eso,
Cuando hicieron los rayos X para revisar la severidad del daño, se encontraron
con que unos centímetros más de error en la caída y hubiera sido permanente. La
— ¿Llevarme a dónde?— los miro a ambos confusa porque no creía que podría
irme hasta que la breve reunión acabara. Y esperaba tener algo de tiempo antes
de ponerme en el trabajo de ir a todos los lugares que pudieran traerme así fuera
un pequeño recuerdo.
dos personas, por lo que me da curiosidad saber por qué mi padre habrá hecho
tal inversión cuando podríamos estar en un lugar más acorde a nuestra
capacidad.
Permanezco en silencio hasta que nos detenemos frente a dos grandes puertas de
madera. El las abre por completo mostrando el interior ocupado por una enorme
biblioteca, no me molesto en esperar por su ayuda demasiado emocionada por
— ¿En serio?— me hago con el libro más cercando a mi mano y lo hojeo antes
de ver la portada porque incluso el recordar alguna frase podría ser prueba de
pudo haberle dicho mi padre sobre lo que ocurre. Los dos problemas grandes son
bastante notorios una vez que ha hablado conmigo, pero entre los medicamentos
que enviaron hay un par que son para disminuir el estrés y controlar los ataques
de pánico. No sé si antes solía tenerlos pero parece que desde que salí de ese
el lugar correcto pero es como si solo fuera una espectadora de mi vida. Como si
estuviera leyendo un libro que sé que habla de mí pero que es otra versión de mi
vida.
— Esta es tu vida— se agacha frente a mí y toma mis manos entre las suyas—.
— Todos estábamos muy preocupados por ti— besa los nudillos y devuelve las
— ¿Cómo acepté?
— Tendrás que recordarlo—dice con una media sonrisa, y sé que una parte de él
desearía que pudiera recordarlo porque debe ser un buen recuerdo.
— Bueno, veamos, si eso pasa, tendré que hacerlo. Pero como aún hay
veo de quien se trata, lo primero que salta a la vista son los rojizos rizos
solas.
Ella frunce el ceño en respuesta pero no se atreve a decir nada hasta que él no
está a varios metros lejos de ahí—. Sigue sin agradarme.
— No es tan malo— me encojo de hombros y eso solo hace que ella ponga los
ojos en blanco con fastidio. Sea lo que sea que pase entre esos dos es historia de
bastante tiempo y no parece del tipo donde hubo fuego. Solo se ve como si
alguno cometió un error que afectó al otro—. ¿Así que no recuerdas nada?—
cruza los brazos apoyándose contra el escritorio y mirándome con escrutinio.
secundaria.
— Tengo una pregunta y sonará estúpida, así que lo siento; tu nombre viene de
— ¿Edad?
— 23 años.
— Un poco.
pesar de que hubiera sido algo cruel burlarme de mi estado. Pero un par de
— Hey— respondo con una queja que no tarda en convertirse en una sonrisa—.
Igual te agrado.
— Bastante, Kathe.
hasta que mi padre entra para recordarnos que se está haciendo tarde.
A pesar de que soy una mujer adulta, acordó con el doctor casi convertirme en
una niña pequeña haciendo toda una agenda sobre cuando debería tomarme las
pastillas para cada cosa. Podía recordar exactamente cual tomar, pero él se niega
a renunciar a esa responsabilidad.
— ¿Papá?
— ¿Si?
— ¿Crees que recupere la memoria?
algún cambio de ropa porque con la que dejé el hospital es casi una pijama, por
¿Andrew viene a visitarme? Después de cómo habían sido las cosas esa mañana,
esperaba que fuera la señal de que sin importar el estado de mi cabeza, todo
volvería a ser como antes. Miro nuevamente el mensaje para comprobar que no
Estaba segura que no iba a estar muy contento con la idea de ver al hombre
joven de nuevo.
preguntarle sobre lo que realmente ocurre con eso pero espero poder hacerlo
pronto—. Pidió que autorizaras su entrada.
— ¿Qué quieres decir con eso? Él fue quien me encontró también. ¿Qué es lo
teléfono y hacer una breve llamada para pedir que abran las puertas. —Verás
porque no es mi persona favorita. Y tampoco es la tuya.
— ¿Quién es Peter?
Así que por fin conocería al dueño de la voz en el teléfono de Andrew el día del
eran personas detestables aunque lo único que habían hecho en estos días había
Espero durante unos minutos hasta que se escuchan pasos y voces en el pasillo.
La de mi padre destaca sobre las otras dos mostrando cierto desprecio hacia las
personas a las que pertenecen. Y por muy raro que parezca, no me siento extraña
con que lo haga.
hace unos días. Levanto la mirada y lo miro en busca de algún recuerdo, pero no
hace más que darme un leve malestar en la cabeza—. Mi hijo y yo hemos venido
a ofrecerte nuestro apoyo en lo que necesites. Estuve muy preocupado cuando
— ¿De qué hablan?— miro de uno a otro con frustración. En ese momento
desearía saber qué es lo que ocurre—. ¿Podrían decirme que es lo que pasa?
joven de los tres, demostrando que no soy la única que necesita que detengan su
discusión. Intercambia una mirada con ambos y luego vuelve a hablar. Mi padre
se demora casi un minuto antes de salir a regañadientes.
puerta.
— Comienza.
tenían una década de historia. Al nacer nuestros padres, todo parecía ser
entre sí, no había nada que no fuera una competencia con la cual dejar al otro en
demasiado presionados como para prestar atención a lo que haría el otro. Pero
— ¿Y qué ocurrió?
— Tu padre ganó el trato, accedió a ayudar a mi padre con un nuevo trato pero el
orgullo Simurs es el peor y lo rechazó.
vengarse, así que le quitó lo más preciado que tenía en ese momento. Su novia.
— Si.
— Eso es estúpido.
— Desde entonces ha existido una rivalidad entre ellos y bueno, pasó a nosotros.
— Ojo por ojo, diente por diente— musito mirando mis manos y luego a él—.
¿Y qué ocurre con nosotros? ¿No se supone que deberíamos ser más listos y
dejar esa disputa que poco tiene que ver con nosotros? Solo piénsalo, cada
para ambos.
— Bueno, no es tan fácil, como te dije “El orgullo Simurs es el peor”. Además,
— Eso es machista.
—No, no lo digo por eso. Y me sorprende que hables de eso de cada uno por su
— ¿Y el 10%?
— Así que toda esta enemistad entre nosotros es producto de algo que ni siquiera
— Esa es una parte, pero supongo que no estás feliz con la idea de tener un rival.
— ¿Para eso viniste tan tarde? ¿Para decirme que suelo patear tu trasero en los
negocios?
Asiente avergonzado.
— Ah, no, también vine por esto—alza un dedo y luego mete la mano en el
bolsillo de su abrigo; del que saca lo que parecen dos boletos—. Mi amigo me
dio entradas. Lleva a alguien. Son para ti.
— Gracias— mordisqueo mi labio inferior y los tomo de sus manos para ver de
qué se trata. El brillante color nácar del fondo, se ve acompañado de una imagen
Sonrío agradecida.
haciendo tarde.
— Buenas noches,…Idiota.
Mi padre entra minutos después para desearme buenas noches y sale hablando
por su teléfono. Deben ser ya casi las 11 pero parece algo normal contestar
llamadas a esa hora.
galería de imágenes, quizás las fotos me harían acordarme de algo. Paso foto tras
foto encontrándome con muchas en donde sonrío al lado de Claire, unas cuantas
de mi padre y unos pocas de mi niñez. Solo una foto llama mi atención, la de una
sus manos; tiene un hermoso cabello castaño y unos gigantes ojos dorados. En
cuanto comprendo quien es, las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos.
— Oh, gatita— sonríe la mujer apartando la mirada del pesado libro en sus
manos—. Hamlet.
— Si, gatita— ríe la mujer divertida con los intentos de la pequeña por
—Aún no se leer— la pequeña pone las manitos sobre su boca con su ceño
retirarte, porque hemos dispuesto que Hamlet al venir aquí, como si fuera
casualidad…”
— Ahora toma una donde salga Kathe— ríe mientras quita el libro frente a ella
— ¿Qué ocurre?— abro los ojos de golpe y me encuentro con un par de ojos
cafés mirándome con preocupación. Miro alrededor hasta que encuentro el reloj
y compruebo la hora. Las 2:46 de la mañana.
— Estabas gritando y llorabas— por primera vez presto atención a las ojeras
Había estado teniendo ese sueño la mayoría de las veces de esa semana, pero
esta era la primera que me levantaba gritando.
— No, fue un sueño— susurro tan bajo que por un momento creo que no ha
escuchado mi respuesta—. Soñé con mi madre.
Esa era una mentira a medias. Había tenido otros recuerdos pero ninguno parecía
de importancia para contar. Incluso había uno sobre los Simurs pero no quería
poner más presión sobre él. Creía que no sabía pero había trasladado el trabajo a
la casa para mantener un ojo sobre mí, incluso cuando la enfermera que me
hablaba con un cliente; y Andrew Simurs. Recordaba mi molestia hacia él, había
decidido sentarme lo más lejos posible porque su presencia me causaba
repulsión. Me miraba fijamente con sus enormes azules ojos. Me ponía los pelos
estuviera ahí.
Escupí asqueada.
— ¿Como la conociste?
— ¿A tu madre?
Asiento.
— Cuando tenía 18 años, salía con una chica llamada Carol, era hermosa, de
buena familia, lo que todo joven de mi edad y estilo de vida merecía tener pero
era muy caprichosa. En esos momentos me dejaba gobernar por mi libido más
que por mi corazón así que me parecía la mujer perfecta. El haberme separado
de ella es una de las cosas que le agradezco a Peter Simurs y a la vida.
— ¿Y qué pasó?
Esa mañana caminaba por Central Park cuando vi a la mujer más hermosa que
jamás había visto. Ella estaba sentada leyendo un libro cerca del lago. La admiré
por un largo tiempo, y notó que lo hacía así que levantó la vista y me miró con
— ¿Y cómo la conquistaste?
— Le compré un libro para poder estar a su lado. Poco a poco, le regalé más
libros y un día aceptó tener una cita. La cita fue horrible, planeé llevarla a una
cena romántica pero cometí muchos errores, derramé el vino en su vestido,
mejores amigos esa noche. Ella era como esa parte de mí que me faltaba para ser
completamente feliz.
— Y…
— Bueno, después de eso salimos un par de veces y nos hicimos pareja, luego
conocimos. Desde ese día me convertí en el hombre más feliz sobre la tierra, y
— En nuestro quinto aniversario, ¿sabes que me dijo? Confesó que los libros
solo fueron una excusa— sonríe y una solitaria lagrima se desliza por su mejilla
cuando el dolor del recuerdo lo embarga—. Que el día que me vio por primera
vez en el parque, supo que yo era por quien tanto había esperado— su voz se
él en cuanto supe lo doloroso que era tratarlo—. Ella no querría verte así.
— La amé y aun la sigo amando. Lo haré hasta el final de mis días.
limpiándose las mejillas con una mano—. Se supone que tienes que hacerme
sentir mejor.
Por suerte esta vez no sueño con nada y puedo dormir tranquilamente.
5
Un sonido me hace abrir los ojos de golpe con un pequeño salto en la cama.
Busco el origen y noto que es mi teléfono, en la mesa de noche. Miro la pantalla
y leo el mensaje entrante varias veces mientras mi cabeza lo asimila a esa hora
tiempo que me siento cansada en el día, aunque no haga más que rodar por el
primer piso de la casa con la silla de ruedas. Reviso la hora y maldigo para mis
adentros cuando mi cabeza comienza a funcionar y las palabras que ven mis
Papá: Lamento no estar en casa esta mañana, se presentó una reunión de último
todas partes. Y estoy seguro que sería bueno que pases más tiempo con él, como
una ayuda para recordarlo.
Genial. ¿Xavier me iba a seguir a todas partes? No era una niña para que me
cuidaran y no me agradaba la idea de ser vigilada. Además no me creía lista para
pasar todo un día con alguien que esperaba que lo recordara en instantes. A pesar
No es nada contra ella, porque la verdad es que es una mujer bastante agradable
pero estar en medio del limbo sin saber exactamente qué ocurre en mi vida, no es
antibióticos que tomo, y eso solo me hace fruncir más el ceño. No puedo creer
que mi orgullo me haya llevado a estar en esa situación. Puedo no estar segura
de muchas cosas sobre mí, pero sé que me molesta ser la víctima en todo esto—.
Es solo comida.
No había llegado ni hace un par de horas y le había dejado más que claro que no
iba a ser un día divertido. Sabía que estaba siendo toda una inmadura con eso,
—Vale, entiendo que el cereal no sea el alimento más emocionante por discutir
—mordisquea su labio divertido y deja el boletín de noticias a un lado,
mirándome con un atisbo de recelo—. No estás muy feliz con que esté aquí, ¿o
sí?
—Sí, bastante. Pero te tengo una mala noticia. Vas a tener que soportarme todo
el día porque no pienso dejar que nada malo te pase. Si te enoja saber que me
preocupo por ti y estoy dispuesto incluso a soportarme esas malas miradas por
tres respuestas diferentes a lo que acaba de decir pero no estoy segura que
ninguna de ellas nos lleve a un buen lugar, así que lo dejo pasar y me hago con
mi teléfono.
Es un mensaje.
Katherine Briden: No sabes cuánto me encantaría salir de este lugar para algo
que no esté relacionado con el accidente. ¿Qué es eso de Chica Ruedas?
Claire D’Moon: Lo decía por la silla de ruedas, ¿no es obvio? ¿Aún no has
pero aún no tengo recuerdos o ideas específicas. Y si, lo de la chica ruedas fue
obvio, solo raro.
encargó a Xavier cuidarme y seguirme a todas partes. Si, lo dije, soy una mujer
adulta y mi padre aún se cree con el poder de decir que puedo y que no puedo
hacer.
Claire D’Moon: Partiendo del hecho de que vives bajo su techo, trabajas en su
empresa y por lo tanto, existes por él, creo que en esta situación debes dejar que
te mejores lo más rápido posible. Sobre Xavier… ¿Es que ese hombre no tiene
Katherine Briden: Creo que ese es su trabajo, ¿no? Trabaja para mí. Acerca de
lo de salir, me apunto.
Katherine Briden: Bueno, no queda otro remedio que dejarlo ir con nosotros.
No es tan malo.
Claire D’Moon: Está bien, Sr. Sombra vendrá. ¿Y dónde te gustaría ir?
Claire D’Moon: No, pero tiene una reputación de imbécil. ¿Quién te los dio?
Claire D’Moon: ¿Simurs? ¿Tu rival? Claro que importa. No me digas, ¿acaso
Katherine Briden: Sí, fue él. Y no pasa nada. ¿Por qué crees eso?
Claire D’Moon: No me sorprendería. Es tan guapo pero nos saldría con él, no
es mi tipo. Y a eso añádele el hecho de que siempre han tenido esta tensión rara
entre ustedes.
Claire D’Moon: Nos vemos entonces. Me tengo que ir. Tengo una presentación
en 5 minutos. Te quiero.
— Salir. Y llega en un momento justo, porque creo que necesito algo de aire
fuera de esta propiedad. Ah, sí. Saldré con ella a ver a un deportista extremo
pero solo tengo dos entradas.
verte mal.
de mí silla. Alzo una ceja esperando que entienda que soy completamente capaz
de mover la silla por mi cuenta, y tiene que dejar de tratarme como alguien débil
—. ¿Sabes? No tienes que ser tan cruel. Solo quiero ayudar.
— Eso lo sé. Pero tampoco haces fácil para mí pasar por el día de hoy. Es mi
primera vez por fuera del terreno de la casa, y tanto tiempo encerrada me volverá
loca. Así que déjame asimilar las cosas a mi manera.
dejándome ir a mi ritmo.
faltara—. Deberían estar acá—se queja y luego dice algo inentendible entre
dientes, golpeando su pie impaciente contra el piso—. Eso me gano por contratar
novatos.
— ¿Qué ocurre?
después de que los que tenías… Así que llamé a la agencia y los únicos que
cumplían con la mayoría de las exigencias en el contrato, tienen poca
del país, estás en constante peligro. Muchos trataran de hacerte daño. Y también
están los periodistas, que se alimentan de cualquier desliz que puedan notar. Y
creo que sabes lo suficiente para comprender lo que significaría que tu estado de
salud sea público. Si, saben sobre lo de la silla pero no sobre…— toca su cabeza
veces.
Perdí la memoria. Es todo. No hay sangre ni gritos ni nada que relacione un daño
visible en mí, así que solo tengo que esperar que todo vuelva por sí solo.
— Por cierto, ¿qué ocurrió con el conductor del camión? ¿Está vivo?
— Si, solo sufrió un par de heridas. Tiene el brazo enyesado y tendrá que estar
en reposo algún tiempo.
una tonalidad rosácea. Puedo entender que esté enojado, porque yo podría
estarlo; pero estoy agradecida de seguir viva—. Todo por conducir ebrio.
— Cálmate, Xavier. Cometió un error pero el juzgarlo no sirve de nada, ya tiene
suficiente con tener que cargar en la conciencia dos muertes.
— Habrá una audiencia para discutir su condena en 2 días. Deberías ir para que
gruñido.
— No deberías decir ese tipo de cosas— pongo las manos sobre mi regazo,
como lo he estado haciendo por días porque es la única postura cómoda que
puedo encontrar para ellas—. Pagará por lo que hizo, mi presencia en esa
audiencia es trivial.
— Eres la víctima. Pudiste morir por él, tu palabra podría ganarle unos años más
en la cárcel.
pasará.
— Allá vienen— ignora lo que digo llevando su mirada a una camioneta que se
que es el primer recuerdo que tengo desde entonces—. Llegan diez minutos
tarde. Es inaceptable.
Del automóvil bajan dos hombres jóvenes con traje. Ambos son muy parecidos,
al punto que bien podrían ser hermanos o primos. Uno de ellos es más alto que el
otro, sin embargo se ve más joven—. Sr. Higgons, Srta. Briden— habló el más
alto asintiendo a ambos, y luego cruza los brazos detrás de él para verme mejor
—. Somos Trein y Tod Sfar.
haría, Xavier los estudia por un momento y cuando ve que estoy alzando una
— Lo sentimos, señor— esta vez es el otro quien habla, mostrando una sonrisa
patética intentándolo.
— ¿Puedes quitar esa cara?—es lo único que dice al sentarse a mi lado, antes de
usas conmigo.
Alzo ambas cejas hasta que están a punto de tocar el nacimiento de mi cabello.
recordar la mayoría de las cosas pero en esta semana que llevo tratando con
adecuarme, me he dado cuenta de muchas cosas de la personalidad de Katherine.
ponen en marcha.
bajar.
Tod asiente.
— ¿Para qué?
— ¿Cuál es tu nombre?
— Samantha Roter.
molestado. Que tenga buen día— cuelga la llamada antes de que tenga la
— Solo hablé con alguien por teléfono— me encojo de hombros sin entender lo
maravilloso en eso. No es como si hubiera perdido el habla o me hubiera cortado
la lengua. Y en definitiva, se sintió bien hablar con alguien más que quienes
Frunce el ceño molesto por mi comentario, pero me ayuda a bajar con rapidez.
después de que le digo por quinta vez que puede irse si tiene cosas más
importantes que hacer. Cuando las puertas se abren en el tercer piso, nos
dirigimos a una recepcionista que nos espera con una sonrisa ensayada. Xavier
Las puertas se abren revelando un largo y silencioso pasillo con puertas a ambos
Un hombre con algunas canas que viste una bata del mismo color que estas, abre
la puerta solo asomando la cabeza.
— Claro, pasen— nos deja entrar al consultorio después de abrir la puerta por
realizaremos acá. Recibí detalles de tu fractura pero me gustaría ver cómo está
Asiento.
zona, que debieron enviarle desde el hospital Pensilvania, y anota en una agenda
algunas cosas mientras me explica lo que ocurre.
veces pueden no ser la mejor opción, y no quiero añadir más a la larga lista de
antibióticos que debes de tener.
próxima— sonríe cuando se ha quedado sin más que decir y camina a la puerta
para abrirla.
deshacemos el camino que habíamos hecho para llegar allá desde la calle.
— Y te ha ido bien.
son lo mío por mi ocupación. Y si, toda esa información tiene que estar en
— Oh, ya veo— envío el mensaje cuando estoy cómoda en el interior del auto.
Katherine Briden: Padre, acabo de salir de terapia y el doctor dijo que puedo
Katherine Briden: Sí, está a mi lado, no te preocupes. Por cierto, Claire me dijo
para salir esta tarde.
Papá: ¿A dónde?
Katherine Briden: Tengo dos boletos para ver a un deportista extremo llamado
Luca Sandino. Son para esta tarde y sería una pena no utilizarlos.
Papá: Está bien, después que Xavier esté a tu lado. Y no olviden a los
guardaespaldas.
Katherine Briden: Por favor, papá. Eso dejo de ser gracioso hace años. Y
acerca de esta tarde no tienes de qué preocuparte, serán solo un par de horas.
Papá: Lo pensaré.
conversación. Sé que para él debe parecer una completa locura que quiera ir a
esa clase de eventos, pero justamente por esa razón es que quiero ir; porque un
minuto más dentro del lugar que conozco como casa y estaré realmente loca.
La observo sorprendida al notar que sus rasgos son parecidos a los míos. Su
oscuro cabello está cortado por sobre sus hombros y acaba con algunas ondas;
sus gélidos ojos, azules como las aguas del Ártico, miran fijamente al lugar
junto con los monosílabos y asentimientos. Son lo único que puedo hacer que no
conocer—. Hola.
igual que yo no es una mujer de abrazos, y esto solo es una especie de obligación
para ambas—. Estuve muy preocupada.
— Te ves terrible— me regaña con sus fríos ojos cobalto, cuando me suelta y da
un par de pasos hacia atrás para poder mirarme cómodamente—. Eso ocurre
cuando vives con tu padre. Juro que ese hombre no sabe nada sobre mujeres.
— Oh, cálmate— peina su cabello con una mano a pesar de que no tiene ni uno
solo pelo fuera de lugar.— Estoy acá para convertirte en una verdadera Prine.
— Kathe, ¿dónde estás?— la profunda voz de Xavier llega a mis espaldas y una
sobre él son muy vagos, por lo menos sé qué papel juega en mi vida. Con la
mujer de pie frente a mí, no sé qué esperar—. Sra. Prine, ¿qué hace acá?— su
mano aterriza en mi hombro y da un leve apretón para hacerme saber que está
justo ahí.
castaño. Parece que todos a mi alrededor creen que él pasa demasiado tiempo al
pendiente de mí, y aunque sé que mencionó que hubo un momento en que gustó
de mí, puedo reconocer que lo que existe entre nosotros no es más que una
— ¡Igual a tu madre!— exclama furiosa con las manos como puños en los
costados de su cuerpo. —Tan protectora al punto de morir.
— Srta. Prine, ella no puede salir. Son órdenes estrictas del doctor.
— Soy su tía— alza una ceja como si el argumento del joven no fuera más que
un mal chiste—. Vamos, Kathe.
— Katherine…
— Señorita Prine, otro día será— interviene el castaño, ahorrándome tener que
decir algo más. La verdad es que si estoy cansada, los ejercicios donde el
quiropráctico tiene a mis extremidades quejándose y a mi cabeza sintiendo un
— Deja de meterte en asuntos familiares— asevera con una mirada que podría
hacer sentir pequeño a cualquiera, pero que a mi amigo no parece hacerle ningún
espero y miran entre los tres esperando sus órdenes—. ¿Qué necesita?
ordeno con mirada severa—. Creo que es momento de que su visita se dé por
terminada.
— ¿Algo más?
— Si, por favor, ¿podrían decirle a seguridad que o trabajan o los despido?—
junto las manos en mi regazo—. Deben informar de cada persona que ingrese.
salida—. Acompáñenos.
— ¿Cómo puedes hacerme pasar por esta vergüenza?— gruñe. La miro sin un
—Señorita, por favor, acompáñenos—Tod le indica con poco humor y sé que sus
busca una última vez por mi mirada, cuando no obtiene nada, casi escupe sus
— ¿Que fue eso?— mi amigo espera a que estamos solos para dejar salir una
risotada—. Tú…
— ¿Que me puede hacer? Después de todo parece que me adora. Y si tiene algo
más que opinar, creo que estoy lista para responderle de vuelta.
— No lo sé. La mujer es escalofriante en cierto punto.
— En realidad, dos.
— Tú.
Lo miro confusa.
— No dejas que los demás conozcan quien eres en realidad y apartas todo
— ¿Ah, sí?
— ¿En serio?
mismo acerca la silla de ruedas hasta que nuestras rodillas casi se tocan—. Odias
la irresponsabilidad, el irrespeto y sobre todo la arrogancia.
— ¿Sabes? Nunca me contaste cómo fue que acepté ir a una cita contigo.
Asiento.
— Vamos, por la manera en la que te refieres a mí, debe ser una grandiosa
— Está bien— suspira fingiendo haber luchado mucho contra las ganas de
contarla, pero la gran sonrisa en su rostro me dice que es de sus cosas favoritas
para contar—. No puedo con esos ojos.
de su nariz para dar una pausa dramática—. Me senté a tu lado e hice algo que
— Está bien, no te parecí sexy. Te agradé y demostré que solo quería una
— Tu argumento era que somos perfectos el uno para el otro, que éramos muy
parecidos.
— ¿Y eso no es bueno?
— No para ti, dijiste que querías una pareja, no un clon.
— Siento si fui cruel— me disculpo suspirando. Si suena como algo que yo diría
pero aun así suena a algo demasiado cruel.
— Si, y no cambiaría ese día por nada. Llevamos años de amistad que valen más
— Lo sé.
— No, no hay nadie. Has salido con un par de hombres desde que te conozco
pero nada serio. Solo llegaban a las terceras citas por lo general. Siempre has
puesto los negocios antes que lo demás. Dices no tener tiempo para esas
tonterías.
— Soy una amargada— hago una mueca terminando en una media sonrisa. La
verdad es que lo soy, ni una sola vez he escuchado algo sobre mi vida que no
—Eso lo veremos.
— ¿Qué quieres hacer?
— ¿Que?
Lo miro sin poder creerlo y cuando noto que no bromea, me rio hasta que salen
lágrimas de mis ojos. Era tan de esperar que mi juego favorito fuera algo como
Claire D’Moon: Que bien. Entonces te dejo, no quiero estar involucrada en eso.
— No, estoy preparada para destruirte— lo reto entornando los ojos—. Después
Jugamos por horas ya que ninguno de los dos queda en bancarrota. El dinero
falso se acaba y nos vemos obligados a aceptar que el juego ha terminado para
bien sin ningún ganador. Xavier prepara unos sándwiches y me habla sobre su
familia, por lo que resta de la tarde.
Era hijo único, sus padres se habían mudado muy jóvenes desde Nebraska por
razones de una mejor vida. Cuando tenía 5 años, su padre lo ayudó a entrar en un
equipo de baseball pero desafortunadamente una lesión hizo que a los 8 años lo
abandonara. Pensó que su vida ya no tenía sentido así que decidió destacarse en
sus estudios para sentir que era bueno en algo. Fue el mejor de su clase cuando
se graduó y recibió una beca para Princeton. Decidió estudiar negocios porque le
gustaba tener el control de todo a su alrededor y le parecía la mejor manera de
hacerlo.
Fue el segundo mejor de su clase con una diferencia mínima con la primera que
había sido su novia por unos meses en segundo año. Luego de graduarse y haber
encontrado una gran amiga decidió buscar trabajo. Y parece que mi padre y él se
llevaban de maravilla y le ofreció trabajo. ¿Y qué mejor trabajo que estar al lado
6
El peligro se puede oler en el aire a medida que tomamos nuestros lugares. Al
llegar pensé que sería todo un problema por lo de mi silla de ruedas, pero cuando
llegué nos llevaron a una zona que estaba adecuada para eso. Supuse que era
solo suerte del lugar mientras intento mantenerle el ritmo a Claire y el encargado
esfuercen en hacerlo, pero entre más fuerte suena, más alto gritan. El público no
todos tienen puestos de oficinas en donde deben usar incomodos trajes; que
siguen utilizando entonces.
conduciendo una motocicleta y dirigiéndose a una pista que da giros y saltos que
parecen peligrosos. Los pasa con una facilidad fantástica y salta de la moto
cayendo perfectamente en sus dos pies. Realiza todo tipo de retos saliendo sin un
solo rasguño. Por alguna razón mientras veo el espectáculo aun no sé qué hago
general, y tampoco sería algo para fastidiarme porque desde el accidente estamos
personas. Estoy a punto de decirle que deje de mentir porque sé que adoro la
experiencia, pero me guardo mis opiniones porque aún no estoy lista para
terminar el día y menos con una Claire enojada.
— Concuerdo contigo— afirmo mientras trato de no ser aplastada por los fans
del hombre, que se arremolinan en una parte de la arena intentando verlo salir—.
— No podría estar más de acuerdo. Allá están Tipo 1 y Tipo 2— aunque le pedí
que no se refiriera así a ellos, porque tenían nombres reales, ella insistió en que
así por lo menos no olvidaría como llamarlos. Ellos parecieron indiferentes al
apodo cuando ella lo mencionó por primera vez más temprano.
— ¿Qué crees que haces?— se voltea el hombre y abro los ojos como platos al
de rupturas por el extraño ángulo en que está el tabique; pero para él parece
funcionar tal imperfección. Viste un pantalón militar, una camisa blanca y un par
de tenis. Demasiado informal para ser solo uno más de los que veían el evento,
así que si ese es su intento de pasar desapercibido, va mal.
— Lo lamento.
— Si, lo sé. Eso de allá fue un gran espectáculo— tomo la mano masculina y le
doy un leve apretón amable antes de soltarla.
Me iba a terminar volviendo loca antes de poder siquiera recordar quien era.
La carretera está repleta, como a cualquier hora en la ciudad. Ver la ciudad por la
ventana es como mirar un lindo cuadro y desear hacer parte de él. Mi ciudad, la
que nunca dormía te absorbía con solo un par de luces. Te hacía sentirte en casa.
música suena suavemente dando una ambientación relajada. Nos dirigimos a una
de las mesas del fondo; perfecto ya que era la parte más solitaria y callada del
sitio. Es un momento sin molestia asegurado. Una mujer con un vestido un poco
corto llega y toma nuestra orden. Dos mojitos.
7
Ha pasado ya un mes, el mes más largo de mi vida, sin duda. Tengo mi memoria
de vuelta a excepción de lo que pasó el día del accidente, por más que intente
— Aun no puedo creer que hayas vuelto a ser la misma— exclama Caire
estación de radio a una donde estén pasando las noticias—. Llegarán a patear sus
traseros y a ordenarlos.
verde. No quería otro día más en la casa sin hacer nada productivo. Iba a volver
Ella aparca el auto en uno de los puestos de parqueo y abre su cartera para poner
dinero de acuerdo al tiempo que pasaremos ahí. Bajo peinando mi cabello y
constante de la compañía.
aquí o lo llevarán?
— Gracias. ¿Podrías traernos dos capuchinos, por favor? Uno de ellos que sea
doble— saco mi teléfono en el momento en que nos sentamos y noto que tengo
un nuevo mensaje.
últimos proyectos.
Nuestros cafés llegan pocos minutos después mientras el mismo chico los deja
— ¿Así que las cosas están raras con Xavier?— mi amiga alza una ceja tomando
— Es mi amigo, Claire. Ni siquiera creo que sea más que el comportándose bien
conmigo por lo que tuve que pasar en el último mes.
— En realidad, él tiene una vida y podía hacerla pero prefirió cuidarme. Valoro
eso.
— Valoras su apariencia.
— Bueno, sí, es lindo pero no por eso me agrada. Es mi amigo hace años.
recuerdos, hay cosas que aún no soy capaz de comprender como la relación de
ellos dos. Son mis mejores amigos y aun así no logran estar juntos en un mismo
— Entonces, ¿te envió una flor cada día de este mes?— apoya los codos en la
— No, me envió un ramo hace unos días—aclaro mientras ruedo los ojos. No le
agrada Xavier, pero cuando es sobre Andrew, está lista para escuchar.
— Oh, ya veo.
Abre la boca para responder pero cuando mira más allá de mi hombro, ningún
Como todo ser humano respetable no le hago caso y volteo encontrándome con
Andrew sentado con Luca, y una mujer de largo cabello rojo. Luca es el primero
en notar mi mirada, por lo que al verme esboza una gran sonrisa. Luego se
levanta de la mesa donde está con los otros dos y se dirige a nuestra mesa.
A pesar de su tono alegre, sé que es algo normal en él halagar a todas las mujeres
que cree conocer. Ese hoyuelo esconde un montón de secretos—: Luca Sandino.
— ¿Cómo has estado, chica?— a pesar de que sé que me habla a mí, su mirada
está fija en mi amiga y ni siquiera disimula sin apartarla ni un solo segundo.—
aun por su actitud cada vez que lo ve—. ¿Tienes algún problema conmigo?
— Si, no soporto a los idiotas como tú. Deberías concentrarte más en los
deportes que en tener una mujer en tu cama todos los días.
Me mira furiosa.
para volver su atención a mí—. ¿Así que ya puedes caminar? Que se preparen, la
princesa ha vuelto.
— A patear traseros.
La mujer nos mira con sus oscuros ojos verdes que solo muestran desprecio a
quienes están a su alrededor. Lleva puesto un vestido por la rodilla de color
borgoña y tacones de aguja negros. Su cabello cae en cuidados rizos sobre sus
hombros y sus rojos labios destacaban sobre toda su cara.
— Mucho gusto— extiendo mi mano sin importarme la mala cara que pone. No
la conozco y no quiero una enemiga más, así que prefiero ser amable—. Yo
soy…
David Briden.
— Creo que escuchar mi apellido tantas veces en una sola frase, fue un poco
extraño.
— Supongo que nos veremos después con más calma…y sin interrupciones
molestas. Hasta la vista, baby— guiña un ojo juguetón en nuestra dirección y
sigue a la mujer hacia la salida.
Después se aleja con Trinity a la salida donde Andrew los esperaba. Parecía que
el lugar donde estábamos nunca existió para él porque nunca volteó a mirar en
mi dirección. Lo que me molesta de toda la situación es que muy dentro de mí
Y que ni crean que no lo noté. Lo que acaba de pasar fue una clara declaración
de guerra. Escogí este lugar hace años porque estaba lo suficiente alejado de la
empresa para que nadie conocido lo frecuentara, menos un Simurs; y Andrew
Trinity, era la manera de llegar a mí; estaba muy equivocado. Si, había una parte
de mí que deseaba poder hablarle porque era el único que podía decirme algo del
accidente fuera de lo que decían los diarios y noticieros, pero con mi memoria de
vuelta había quedado bastante claro en qué punto nos encontrábamos, y no era
uno amigable.
— ¿Que hacían acá? Saben muy bien que es el lugar donde vengo normalmente
a tomar café.
agrado.
— ¿Viste sus labios?— me mira sorprendida y tapa su boca para no reír tan alto
— No tienes ni idea de eso, te superaré. Su voz era tan molesta que el restaurante
quedó vacío.
mejor momento.
— Exacto— afirma con una sonrisa y mira la hora en su teléfono para tomar su
teléfono y ponerse en pie—. Y ya creo que es tiempo de apresurarnos. Tengo
— Cierto.
— Vamos.
normal. Por suerte llevo mi chaqueta por si el clima comienza a estar demasiado
frio.
Caminamos al auto lo más deprisa que podemos huyendo de los fríos vientos y
subimos. Dentro es bastante cálido por lo que tomo un respiro, aliviada cuando
8
— Bienvenida, señorita— en cuanto las puertas del ascensor se abren, Samantha
me recibe con una sonrisa demasiado grande para esa hora de la mañana.
castaño y unos risueños ojos azules. Su entrevista había sido hace más de unos 4
meses para el puesto de asistente de vicepresidencia y al principio su falta de
experiencia en empresas como la nuestra, nos había tenido dudando sobre eso.
Llegó tan solo después de recibir el diploma universitario y se negó a recibir una
esa tarea pero Samantha demostró ser tan buena para el empleo que la
acostumbrada a la rutina de todos los días. Incluso cuando estuve un mes fuera,
se acuerda de tener todo lo importante organizado. Una carpeta con mi horario
Todos los ojos se posan en mí mientras paso a sus lados con la vista fija en la
gruesa puerta del final del pasillo. Algunos me miran con alegría, otros con
miedo e incluso hay algunos que tienen que mirar dos veces para verificar que
indudablemente se trata de mí. A mi paso por el corredor, me encuentro con
varias puertas abiertas y algunas personas asomándose a comprobar mi regreso.
Llego a mi destino y entro sin tocar, sabiendo lo que me espera. Cuando estoy
Tiene innumerables obras de arte de artistas que muy pocas personas conocen,
— Te he estado esperando— levanta la vista del New York Times que sostiene
— Solo quería ver si estabas bien—algunas arrugas salen en los lados de sus
ojos cuando me da una mirada paternal. Me retengo de rodar los ojos divertida
porque puedo entenderlo, a pesar de que los médicos y todos los partícipes en mi
pude notar lo duro que fue para él al principio, el creer que nunca sería la misma
y de alguna manera me perdería. —Aún sigo preocupado por mi bebé.
— Estoy bien, ¿sí? Si eso es todo, me voy a trabajar. Estoy segura que hay toda
mensaje en su correo. Esa es mi señal para irme; pero antes de que me voltee a
— Lo sé. Solo déjame ser como soy— ríe y con ese sonido me despido de su
Ya fuera, nadie me mira. Así que aprovecho que todos estén concentrados en sus
trabajos y ni siquiera me notan para hacer una caminata rápida a mi oficina, a la
vez que tengo cuidado con mis pasos por el miedo de que mis piernas fallen en
cualquier momento.
padre, aunque alguna vez cuando él era joven y el abuelo manejaba la compañía,
fue de él. Igual no tengo de que quejarme; un lugar grande me haría sentirme
más vacía. Tenía un balcón con una gran vista de Nueva York. En verano me
gustaba salir y tomar un poco de aire cuando no podía más con el estrés del
trabajo. Estaba ocupada principalmente por mi biblioteca en toda la pared
donde están guardados lienzos y lápices. Lo que más me gustaba del lugar era
que las paredes tenían frases de grandes filósofos y emprendedores alrededor del
espero que todo cargue, tomo mi bolso y saco el teléfono para revisar qué hay de
nuevo.
Reviso mi bolso para comprobar que no he dicho una mentira. Y supongo que
tiene suerte, porque no hay rastros de ella por ninguna parte.
Su respuesta nunca llega hasta que cinco minutos más tarde, atraviesa la puerta
luciendo triunfante.
almorzar conmigo.
medio de la reunión, así que solo me preocupo por terminar lo más pronto
Nunca había disfrutado tanto el no estar en el trabajo como en esta reunión. Los
nuevo producto que sacará la compañía, una fragancia hecha para toda clase de
cliente.
Su sistema consiste en dividirse en grupos y darme ideas hasta que escoja la que
crea más indicada. Estudio los pro y contra de cada uno, y termino llegando a la
conclusión de que ninguna llega a ser la ideal. Les pido que presenten el
proyecto de nuevo en unos días.
— Ahora tenemos una reunión con los socios que perdimos el día del accidente
La sala de reuniones se encuentra al final del pasillo por lo que no tenemos que
caminar mucho para llegar.
importante sobre las personas al otro lado sin dejar que el tema del accidente
nuble mi cabeza. Las personas que nos esperan han venido a buscar un trato con
nosotros, así que no todo acabó ese día. Debo asegurarme de que quieran seguir
Entramos mirando alrededor y lo primero que noto son unos brillantes ojos
azules que me estudian sin una pizca de sorpresa; claro que no la tendría cuando
esperan que me enfrente con Andrew por obtenerlo. Por desgracia, soy
— Sé que les parecerá una locura. Pero no estoy interesada. Hace un par de
usted no la presenta.
Si hubieran estado solo ellos dos, habría accedido a una charla; pero el hecho de
que Andrew estuviera ahí solo demuestra que esperan hacer tratos con ambas
compañías sin importar los puntos. Quizás solo esperan que nos enfrentemos
para divertirse un rato.
— Pudiste tenerlo.
diciéndolo en el mes anterior; como si esa fuera excusa para cubrir el hecho de
que no lograba algo.
— Tenías razón de tener miedo— rio burlona dándole toda la razón.— Te odio
con todo mi corazón— rechino los dientes.— Te destruiré, Andrew Simurs, a ti y
todo tu grupo de idiotas.
— Que debería sentir por un Simurs. Odio, eso debo sentir por ustedes. Son
— Pensé que…
— Pues pensaste mal, Simurs. Solo te advierto, estoy de vuelta y vengo a dejarte
Niego.
— Lleva los nuevos proyectos a mi oficina— piso15, piso 16— Te veré en cinco
Camino por el pasillo con la vista al frente. Puedo sentir como la vena de mi
Abro la puerta demasiado enojada y entro dejándome caer en uno de los sofás,
— ¿Qué ocurre?— le toma casi cinco minutos hacer su aparición, pero cuando
levanto la vista no es él quien entró a la oficina. Es mi padre, quien me da una
— ¿Cómo lo sabes?
— Rechacé el trato del día del accidente— tomo asiento y me aseguro de que mi
— Eres bastante extraña, hija mía— hace lo que menos espero que haga
entonces, se ríe alto.
— Jamás.
— El trato que rechazaste no era importante. Sobre todo si por él tu vida estuvo
en peligro.
sorprende es que haya venido para restregarme de nuevo en la cara que no tengo
el trato.
— Creo que me tiene miedo— alzo una ceja pensativa y dejo el almohadón de
dejar que ese simple encuentro nuble mi desempeño en el día de hoy—. Es tan
estúpido. Solo teme que lo deje en ridículo de nuevo.
Simurs solo sirve para que lo preocupe más, así que me detengo—: Estoy bien.
Volveré a trabajar ahora mismo. No tienes de qué preocuparte.
—Yo mantendré un ojo en ella, señor.
— Lo haré trizas.
por mi respuesta.
El pasillo está en plena actividad, así que estoy segura que nadie escuchó la
escena que hubo dentro hace poco. Las conversaciones desarrollándose fuera
Xavier me mira confuso y a la espera de que le diga algo más pero no pienso
Romeo y Julieta.
— Lo estaba leyendo el día que me invitaste a salir. Era como la séptima vez que
lo leía.
— ¿Estos son los proyectos que tengo que revisar para ver si puedo aprobar?—
señalo la pila de carpetas esperando que no toda la cantidad que las compone
creo que alcances a revisarlos todos hoy mismo. Y ya que te niegas a confiar en
mí en esto, tendré que irme a encargar de otras cosas.
— Lo sé.
Tomo mi agenda y anoto el almuerzo con Andrew antes de volver a revisar las
carpetas. Justo a las dos de la tarde.
9
El ambiente en Ocean es tranquilo para cuando llego. Es extraño que a esa hora
esté todo tan callado, teniendo en cuenta que es un restaurante muy popular en la
ciudad y la mayoría de las veces todas las mesas están ocupadas, pero hoy hay
centro del lugar y mira distraídamente su reloj. Sé que llego con 10 minutos de
retraso pero todo es parte del plan. Y él me acaba de confirmar que no hay
sus ojos. Me siento en la silla frente a él, quitándome mis gafas de sol y dejo mi
bolso en la silla a mi lado izquierdo.
a mí en la mesa.
— Si, el trabajo me está volviendo loca— esa es una completa mentira. Adoraba
mi trabajo y él debería saber eso—. ¿Cómo has estado?
— ¿Desde qué nos vimos hace unas horas?... Supongo que bien, no hay nada
nuevo. ¿Por qué llamaste?
a cualquiera a la compañía.
— Entiendo.
— Y por favor, pídele perdón a Trinity. En serio no debió presenciar tal escena—
hacerlo bajar sus defensas y que esté vulnerable… más de lo que ya está.
— Oh, no. No tendría porque. Ella solo estaba trabajando y también estuvo fuera
de lugar su interrupción.
— Si la ves, por favor hazlo. Sería bueno ser amigas. Ya sabes, todo eso de
poder femenino debería funcionar para algo.
— Tienes razón. Ustedes dos se llevarían muy bien.
— ¿Y tu madre?
— Tienes razón— le doy otra mirada al menú y esta vez sí me dedico a ver que
ordenar. Aunque de tantas veces que he estado acá ya puedo memorizar todas las
opciones de comida, leerlo me da el tiempo para saber que más decir—. ¿Y qué
— Estuve…
hecho de que se sienta antes de que incluso digamos algo—. No tenía con quien
almorzar.
— No, para nada—le doy mi mejor sonrisa fingida mientras espero que me dé
una explicación de su presencia ahí. Su sola intromisión puede traer todo el plan
abajo, así que debo estar muy al pendiente de todos sus comentarios—.
Acompáñanos.
— ¿Mi nueva dama? ¿Trinity? ¿Por qué todos piensan que estamos juntos?
— ¿No lo están? Se ven tan bien juntos— habla distraído estudiando el menú,
— Por las fotos parece otra cosa— se encoje de hombros sin levantar la vista,
— ¿Fotos?
— Debo verlas pero te aseguro que Trinity es solo una amiga. Y aun sino lo
fuera no te interesa.
— Idiota— se queja tapándose la sangrante nariz con una mueca—. ¿De qué
rayos hablas?
— Te quiero muy lejos de ella— lo señala con un dedo y por un momento creo
que podría volver a atacarlo—. Lejos de ella y de todo lo que tenga que ver con
ella.
— Controla a esta bestia. En serio, ¿esta es la clase de personas con las que
socializas?— se levanta de la silla tomando una servilleta y poniéndosela en la
Andrew lo fulmina con la mirada y lo veo irse sin entender una sola cosa de lo
A mí alrededor todos han volteado a ver la escena y el gerente del lugar se acerca
—Solo fue una discusión, ya nos íbamos. Créame que estoy igual de confundida
que usted.
puede haber dejado mi plan sin un inicio fuerte. Andrew no querrá ni acercarse a
mí, así que no habrá manera de que pueda llegar a él y vengarme.
— ¿Que hacías con ese sujeto?—me sigue fuera y camina a mi lado mientras
— Xavier, basta.
— ¿Él te gusta?
¿Qué se creía haciendo lo que hizo? Sabía que se preocupaba por mí y que a
veces se pasaba hasta ser demasiado entrometido pero esto ya era el colmo. No
podía decidir con quien hablaba.
preocupación al notar que mis piernas tiemblan. Espero no tener tan mal aspecto
como me siento.
— Claro, estoy magnifica. ¿Podrías llamar a Tod y Trein para que vengan?—
estoy casi jadeando ante el dolor pero no quiero que nadie más se entere. Menos
mi padre. Y ya que ambos hombres son fieles a mí, les pediré que mantengan la
situación alejada de sus oídos. Samantha hará lo mismo—. Me iré a casa.
La llamada no dura más de un par de minutos con ella diciéndoles que necesito
que me recojan. Ni siquiera le piden explicaciones por lo que escuché, así que
en su bolsillo.
— Gracias. Necesito otro favor; si el sr. Higgons pregunta por mí, dile que estoy
Asiente y a pesar de que esa debería ser su señal para volver a su escritorio
permanece conmigo.
Katherine Briden: Voy a casa. Me llevaré los proyectos para revisarlos en casa.
Xavier.
David Briden: Te quiero, Katherine Sophia Briden Prine. Aun sigues siendo mi
Asiento caminando a mi oficina para tomar las carpetas con los proyectos y mi
chaqueta ya que fuera parece que va a llover. Bajo los 20 pisos del edificio en el
Tod y Trein esperan fuera de la camioneta con paraguas en las manos, para
subir a la parte trasera del auto. Ambos hombres suben al vehículo y en unos
Nos toma alrededor de 20 minutos hacer el trayecto y aprovecho para relajar los
tampoco sea tan largo porque cada vez que veo hacia mi lado, la pila de
documentos por revisar parece aumentar.
manera que no se caigan. Tendré que llevarlos más tarde hacia la biblioteca pero
eso será después de que lidie con mis piernas.
Compruebo el agua hasta que está justo como quiero, quito la incómoda ropa y
dejo que la música se reproduzca aleatoriamente entrando al agua. Es relajante
tantos tonos. Beethoven, Bach, Mozart, Debussy; todos ellos habían dejado una
marca imborrable en el mundo. Espero algún día dejar la mía.
Salgo envuelta en una bata de seda negra y abro mi armario buscando algo
Son las 10 de la noche cuando escucho las puertas abrirse. Levanto la vista con
rapidez y me encuentro con mi padre en pijama.
— ¿Ya cenaste?
Niego.
malo te ocurra.
— Papá, estaré bien. Debes dejar de preocuparte o serás quien pone su salud en
riesgo.
Niego sonriendo.
Mi padre es de las personas que han nacido bendecidas con el don de ser amados
por todos. Quizás en su anterior vida, salvó una vida o hizo un cambio para el
bien del mundo. Lo único que sé es que tiene ese espíritu de protección y ayuda
a los demás.
10
— Buenos días, señorita— la familiar voz de Samantha es lo primero que
escucho cuando las puertas del ascensor se abren y me pregunto cuanto tiempo
permanece cerca de los ascensores esperándome. No está obligada a esperarme
oficina, pero antes de que pudiera protestar lo volvió una rutina. En parte es
halagador tener a alguien así de pendiente de mí—. ¿Le puedo ayudar en algo?
agenda para el día y ella se hace con la pila que sostengo sobre mis brazos.—
¿Podrías avisarles que ya los he revisado y utilicen solo los que fueron
aprobados?
que él le ha terminado contando sobre su escena del día anterior para que lo deje
entrar a mi oficina. Sabe que sin importar de quien se trate, no puede dejar que
nadie entre sin mi consentimiento.
señalo que puede retirarse por el momento. Ambas vamos en la misma dirección
pero necesito un momento para prepararme para enfrentarlo. Su escena en el
Hago el camino hacia mi espacio de trabajo con paso decidido y antes de tomar
normal sin un poco de drama. Empujo la puerta sin mucha prisa y entro
encontrándome con Xavier apoyado en la parte delantera de mi escritorio. Está
vestido con un traje gris que resalta el color de sus ojos, haciendo que se vean
más claros, al igual que lo tenso que está. Su apariencia es seria y calculadora a
pesar de todo.
— ¿Que necesitas?— pregunto con frialdad cuando noto que no está dispuesto a
decir una sola palabra. Normalmente él siempre es quien está dispuesto a hablar
cuando estamos enojados pero esta vez, no me da ni una sola señal de estar
dispuesto a hacerlo—. Veras, estoy un poco ocupada y no puedo perder el
tiempo.
necesitas?
así que voy a mi escritorio y tomo asiento, encendiendo el ordenador para luego
sienten pesados por la falta de sueño y estoy agradecida de darme cuenta que no
tengo muchos compromisos en el día; lo que quiere decir que encontraron una
forma de sostenerse sin mí por todo el tiempo que no estuve, lo que me deja con
poco trabajo para ponerme al día—. Estuve revisando algunas cosas antes de
Le toma menos tiempo del que creo estar fuera de la oficina, dejándome
completamente a solas.
medio. Sin embargo, paso de ellos y abro otra ventana para revisar mi Facebook.
No es algo de lo que esté del todo orgullosa de hacer en el trabajo, pero con solo
ver eso, sé que no estoy lista para enfrentarlo aún. Mi página de inicio se llena
con fotos de mis excompañeros de colegio y universidad disfrutando de sus
la clase. Tenía amigos y salía, iba a fiestas pero nunca fui de disfrutar mucho la
tener que enfrentarme a un entorno que no entendía del todo. Le huía a los
paradigmas de que las mujeres debían casarse y tener hijos, y hasta ahí llegaban
Claro, algún día querría formar una familia pero no estaba en los años próximos.
Primero necesitaba estar satisfecha con mi labor en la empresa.
saliendo tan rápido como entró. Reviso la información casi 3 veces para estar
segura de que no se me ha salido nada de las manos, anotando mentalmente los
luego les ordeno no muy alegre que solucionen el error de inmediato, y que para
futuras ocasiones, quiero revisar la información antes de que pase al escritorio de
mi padre a final de mes. Para mí podían cometer errores en todo menos en lo que
tenía que ver con la empresa. Sé que parecía demasiado, pero ninguno de ellos
dejar que se deteriorara por cosas pequeñas. Toda la vida de mi familia estaba
importante del día. Para ese momento ya me he calmado lo suficiente para hablar
— ¿Cómo crees que te vas a sentir bien cuando te enojas de esa manera?
Río a pesar de que una parte de mi aún sigue enojada con él.
— Gracias, Xavier.
Esa era una de las cosas que sabía que pasarían. No podía enojarme por mucho
tiempo con él. Claro, aún estaba molesta y no le dejaría llegar tan fácil a mí, pero
no podía evadirlo por mucho. Era de las pocas personas que me mantenían
cuerda.
lo cansada que estoy. Tomo mi bolso junto con los contratos y hago mi camino
las paredes hasta que las puertas se abren en el estacionamiento subterráneo del
edificio. Busco por mi auto a través de las largas filas de autos y en cuanto doy
con él, subo al asiento del conductor y enciendo el motor, acelerando y saliendo
del lugar hasta que soy bloqueada por una camioneta negra estacionada en la
Katherine Briden: No, voy a visitar a mi amiga Claire. Pueden volver a casa.
No necesito sus servicios esta tarde.
llegar al sector residencial donde viven los D’Moon. Las calles son calladas y las
casas relucen de lo limpio, con sus jardines demasiado verdes para incluso creer
que es un lugar totalmente alejado de la metrópoli.
Aparco en la acera frente a la casa que recordaba desde siempre. Mi padre solía
traerme a jugar acá los fines de semana o cuando se iba de viaje. Desde
entonces, la casa había sido pintada de blanco, las ventanas eran azules y la
habitación principal daba la vista a la calle. Era el único detalle que el sr.
D’Moon no le había podido cumplir a mi tía acerca de su casa de ensueño, igual
recordaba la crema sobre los pasteles que la madre de Claire nos preparaba
constantemente.
Bajo del auto y doy los pasos necesarios hasta estar frente a la entrada y toco el
pequeño timbre que suena con un sonoro sonido de violín. Supongo que fue idea
de Claire hacerlo. Desde que volvió a casa después de vivir por poco menos de
un año en Dinamarca, no ha dado señales de querer irse de nuevo de casa.
Aunque la entiendo en eso; yo misma vivo con mi padre aun pero no es porque
me vea en la incapacidad de vivir sola, sino porque es más cómodo quedarse en
un cálido abrazo. Es lo más cercano que tengo a una madre y supongo que una
parte de mí no puede evitar sentir que fue una en la mayor parte de mi vida. Fue
la presencia femenina cuando la única persona con la que contaba para mi
La pareja de los D’Moon son como unos tíos para mí, ya que fueron los mejores
mi tío?
— Harry está en Abu Dabi revisando los yacimientos en esas tierras— Mi tío es
dueño de una empresa petrolera con sedes en todo el mundo, así que viaja
mucho, para molestia de él. Se suponía que hace media década trabajaría menos
y dejaría todo en manos de aprendices pero sin embargo, le dedica bastante
no ayudarme a cocinar.
— ¿Puedo pasar?
mesa del recibidor; y cuando era más pequeña, convertí en un juego adivinar de
que flores se trataría cada vez que pasara la puerta—. Voy a buscar a Claire.
— ¿Cuando no?— una risa sale de mis labios cuando me dirijo hacia el pasillo
que lleva al sótano de la casa, que no dudaron en convertir en una sala de cine.
Esta casa es gigante en comparación a las que la rodean. Incluso cuando era
pequeña, pensaba eso. Está compuesta por 3 pisos; uno subterráneo que contiene
habitaciones con baño privado cada una; a pesar de que son una familia de tres
personas. Una cocina enorme que está conectada al comedor, una sala de visitas
— Hola, Chica Ruedas— salta del sofá y me abraza con fuerza. Lo ha estado
haciendo muy a menudo desde que tuve el accidente. Antes lo hacía pero no con
tanta emoción o frecuencia. Una parte de mí se siente mal por la preocupación
— Yo diría que te persiguen por usar esos pantalones— arruga la nariz haciendo
una inspección completa de mi ropa—. Son demasiado raros.
—Katherine, las rayas pasaron hace mucho de moda— rueda los ojos ante mi
—No luces feliz con eso— aclara y me señala el sofá para que me siente a su
lado.
—Son solo tonterías. Xavier hizo una escena ayer y he tenido poco sueño.
— ¿Por qué?
— ¿Por qué cometió una escena o por qué he tenido poco sueño?
—Ambas.
bastante tarde revisando algunos informes de nuevos productos que podría lanzar
la compañía.
— ¿Por qué golpeó a Andrew?
—No lo sé. Solo dijo que yo era su asunto o algo así. Hizo una escena de celos
sin razón.
— ¿Fue una cita?— sus ojos se iluminan con la esperanza de tener un chisme
— No, claro que no. La verdad es que todo es parte de un plan contra él pero
después de lo que mi gran amigo hizo, no creo que el plan pueda siquiera
empezar.
— Vengarme de él.
tiempo mirando sobre sus hombros para no dejar que el otro avance? Estabas en
desventaja en ese momento por lo que ocurrió, Katherine. Así que él no tiene la
culpa ni tú debes vengarte porque él obtuvo ese trato. No puedes llevártelos
todos.
Suspiro.
— Trabajando.
— Lo normal.
— Si, lo de siempre.
Sinfonic Hero. Una versión clásica de Guitar Hero, pero en vez de manejarse con
guitarras esta lo hace con violines. Fue una edición especial que Claire luchó por
— Te haré trizas.
Jugamos durante horas hasta que la Sra. D’Moon nos llama para cenar. Por un
momento todo parece volver a los años en que no sentía odio hacia nadie. Solo
me divertía con Claire y no sentía la necesidad de superar las expectativas de los
demás.
11
— ¿Y cómo está tu padre?— la musical voz de mi tía llama mi atención mientras
me sirvo más lasaña en mi plato.
—Ni que lo mencione. Aunque tampoco puedo quejarme tanto porque voy en
ese mismo camino.
una semana.
cumpliría 25 años.
Mientras termino mi plato, divago en mis pensamientos buscando que hacer para
mi cumpleaños número 25. Me parecía tonto preocuparme por eso pero en
realidad prefería pensar en eso que pensar en que a esa edad mi madre me había
traído al mundo.
A los 5 años cuando mi madre aún seguía viva, hice una fiesta de patines.
A los 10, era una fiesta de piratas. Mi padre alquiló un barco para eso.
A los 18, celebrando que ya era “libre”, hice una fiesta con un caso de Clue.
— Buenas noches y gracias por la cena. Que duermas bien y saludos al tío Harry.
Dile que se dé una pasada por la oficina cuando regrese, aun me debe un juego
de ajedrez.
Asiente.
— Y tú, Chica Violín— cambio mi atención a Claire y revuelvo su cabello con
una mano—. Descansa y ponte a ejercitar, el helado no desaparecerá por si solo
— ¿Me has dicho gorda?— sin embargo, entiende mi broma y sonríe divertida.
—También te quiero. Pasen una buena noche— agito mi mano mientras me alejo
por el camino hacia la acera, para llegar a mi auto. Dejo el recipiente junto con
salpicadero. Son las 10:50 de la noche; mi padre ya debe estar en casa en esos
momentos.
me habrá olvidado algo pero si fuera el caso, no llamarían sino que me lo darían
De igual manera presiono el botón para contestar y espero por la voz al otro lado
de la línea.
¿Qué ocurre?
— No lo sé, solo llamaba para saber si estabas bien. Después de lo que pasó ayer
—No fue tan malo, la verdad— le añado un poco de picardía a mi tono. —Yo
estoy bien, conducía a casa. ¿Estás tú bien?
— Lamento lo de ese día— esta vez estoy siendo completamente sincera. Por
más que eso hubiera supuesto el final de mi plan, no deja de hacerme sentir
culpable por no haber hecho nada cuando ocurrió. Ni siquiera Andrew merecía
lo que el de ojos grisáceos le hizo—. Xavier se comportó como un patán.
— Igual lo lamento.
—Sí, noté que arruiné todo. Te hablo luego. Ten buena noche.
No me despido para colgar la llamada y quito los auriculares de mis oídos para
quien conduce; nunca se sabe qué tipo de conductores halla en el mismo camino
que voy.
Bajo del auto después de guardarlo en el garaje y hago el resto del camino dentro
de la casa. Todo se encuentra a oscuras y silencioso, por lo que sé que el
tomar agua y abro el refrigerador haciéndome con una botella de agua. Al cerrar
noto que hay una nota pegada a la superficie del equipo refrigerante.
— Papá.
Tomo la nota y la hago una bolita antes de tirarla a la basura y recuerdo meter la
lasaña en el refrigerador para que mi padre pueda comer mañana. En cuanto
cierro la puerta detrás de mí en mi habitación en el segundo piso, me deshago de
la ropa que llevo reemplazándola por una camisola larga. Apago mi teléfono con
la idea de poder tener unas buenas horas de sueño y antes de comenzar a trazar
12
— Xavier, ¿podrías por favor, traerme los números de las agencias de viaje
vinculadas a la empresa?
— ¿Se puede saber hacia dónde vas a viajar?
— ¿Luca?
— Es un amigo.
Después de pensar y pensar durante horas, decidí que lo mejor era hacer un viaje
bronceado natural?
Katherine Briden: Obvio, tú. Xavier, Luca, aunque no te agrade escuché que es
un experto buceando y hemos hablado un poco en mensajes.
Claire D’Moon: Si, tendré que revisar mi agenda pero creo que es casi seguro
Katherine Briden: Te mandaré los datos del viaje más tarde. Lo siento, Claire.
acercándose a la puerta.
— Acá están los números de las agencias con los currículos de todos los pilotos.
Pensé que la mejor opción sería usar un jet privado.
Asiente.
— ¿Ya me perdonaste?
dirigir la palabra. Pero si, no puedo seguir más tiempo enojada contigo.
— ¿Cúantos pasajeros?
— 8 pasajeros— enumero las personas y añado una más al notar que lo más
probable es que Trinity se nos quiera unir, por su “relación” con Andrew—. Mi
— ¿Puedes dejar con Samantha los perfiles de los trabajadores del vuelo en que
iremos?
Katherine Briden: Solo somos amigos y como dije no tiene que importarte mi
vida. Si, acepto que me agrada más que tú pero es solo un amigo.
Noto que ha leído mi mensaje pero que simplemente no quiere responder, así que
lo dejo estar. De alguna manera me llena de satisfacción su aprobación del viaje.
13
Acabamos de aterrizar en Bahamas y ya puedo sentir mi cuerpo relajarse ante la
perspectiva de estar lejos del ruido de la ciudad. De alguna manera sé que
dejar de sentir que tengo que estar pendiente de todos mis pasos; solo es
maravilloso poder respirar sin que nadie esté para juzgarme si lo hago mal.
— Señorita— el más alto de mis guardaespaldas me ofrece su mano para
ayudarme a bajar los últimos escalones de la escalerilla del avión. El gesto solo
puede provenir de la charla que mi padre les habrá dado antes de que viajáramos.
Por alguna extraña razón, tiene la idea de que estando lejos de casa estoy en
mayor peligro; se ha vuelto un hombre nervioso desde lo del accidente.—
Síganos, por acá está el auto— cuando comprueba que estoy sana y salva lejos
de la escalera, nos señala a todos una minivan esperándonos a unos metros.
nuestro equipaje en el maletero. Por suerte, el auto tiene suficiente espacio para
lado, dejando a Luca teniendo que compartir asiento con Xavier, luego de que la
La organización en el vuelo fue casi la misma, solo que en el estábamos aún más
El auto avanza hasta la salida del aeropuerto y de ahí por el resto de la isla hasta
En cuanto llegamos al muelle, los dos hombres aparcan el auto dándonos la señal
de que podemos bajar, mientras se encargan de bajar el equipaje y entregárselo a
cada quien. El yate que nos espera está varios metros después y subimos con
cuidado a él.
Hoy todos lucen ropa que cualquier turista llevaría; incluso Tod y Trein que han
dejado los trajes atrás para reemplazarlos con pantalonetas y camiseta, aunque
estoy segura que debajo de eso están sus armas. El resto de los hombres viste
igual solo que con diferentes estilos y colores. Trinity viste un top que hace
resaltar su busto, y unos shorts de cintura alta que hacen que su cintura luzca
más pequeña. Claire lleva un vestido playero verde lima con unas sandalias a
con mangas azul aguamarina con lentes de sol oscuros. Apenas llegamos al
barco. me quito las sandalias para tocar la arena en cuanto baje de él.
disfrute la vida y no deje de hacer viajes como este donde me invite. Viajar gratis
y con lujos son las cosas por las que uno hace amigos.
sofás para poder mirar a todos mejor.— Quiero agradecerles a todos por venir; sé
que tuvieron que posponer algunos compromisos por estar aquí estos días.
ladeando la cabeza.
si alguno quiere vomitar, los peces aún no han comido— bromea a lo que arrugo
la nariz asqueada.
Cuando el hombre vuelve a su trabajo, todos toman asiento en los sofás para
conversar. Luca lo ve como una ocasión para intercambiar algunas palabras con
Claire, pero ella lo ignora luciendo bastante interesada en escuchar sobre lo que
haremos en esos días. El de ojos grises, vuelve a evadir al resto del mundo
Aprovecho cuando Claire se aleja para buscar algo en sus cosas y hago mi
camino al segundo piso del yate, que noté antes de subir. De seguro tiene una
vista preciosa del océano.
— ¿No crees que es una hermosa vista?— alguien descansa sobre la superficie a
mi lado y suspira.
— Aun no entiendo que hago acá. Dime, ¿por qué me invitaste? Entiendo que
hayas invitado a Luca, porque ustedes se han llevado bien desde hace un rato,
pero yo… No somos amigos, Katherine. Por más que en algún momento lo haya
deseado, no somos de llevarnos bien.
— “A los amigos hay que tenerlos cerca, y a los enemigos más aun”— río
pero hablando en serio; las cosas no tienen que ser de una u otra manera. Estoy
intentando ser agradecida por lo que hiciste por mí el día del accidente. ¿Y quién
sabe? Quizás pueda ser de esos momentos que me hayan mostrado que algunas
— Aunque no tiene ningún sentido el que me hayas invitado, diré que no tengo
ninguna.
Permanecemos en silencio mirando el azul del agua sin voltear la mirada al otro.
Puedo sentir el calor que irradia su cuerpo y algunas veces veo por el rabillo del
ojo, que levanta la mano para luego dejarla caer. Es extraño como la sangre te
despedida menos incomoda pero su rostro lo delata. Está deseando que ella
hubiera llegado unos minutos después porque sea lo que tenga por decir aún, lo
cuando los pasos del castaño llegan al primer piso, para afirmar—. No deja de
buscarme conversación.
conoció. No es su culpa que seas tan difícil de llegar; en serio, él no es tan malo.
perder mi tiempo en personas como él. Solo me quiere para ser una más de sus
conquistas— rueda los ojos fastidiada—. Quiere una noche y solo eso. De
seguro hasta tendrá una lista con los nombres de todas por las que ha pasado.
— ¿Por qué crees que estaría aquí si no significaras algo importante para él? Por
muy raro que suene que yo diga esto, él no está aquí para celebrar mi
cumpleaños. No estaba del todo seguro de venir hasta que mencioné que tú
también vendrías. Claire, ningún hombre se esmeraría tanto por una noche de
placer, créeme. Además pregunta por ti cada vez que puede.
— Si, la última semana preguntó sobre tus flores favoritas. En serio, jamás pensé
que alguien como él se comportara de esa manera. Tenía el prototipo de que los
todo lo posible para que sonrías. Sería preocupante de no ser porque en realidad
es tierno.
— Claro; girasoles.
— Eres una mala amiga— me saca la lengua sin verse ni un poco molesta por
suficiente para saber que ella también se siente atraída por él y para probarlo he
captado varias veces cuando le da miradas furtivas creyendo que nadie más lo
— Nada.
— ¿El me siguió?
Asiente.
alegraría el hecho de saber que le he jugado una broma pesada, esta vez podría
ser algo más que eso—. Creo que volveré abajo.
— Te acompaño.
En el primer piso, las cosas siguen casi igual que como las dejé al irme arriba.
Trinity se las ha arreglado para volver a hablar con Andrew. Xavier sigue en el
copas en uno de los armarios para poder servir la bebida para el brindis.
preparatoria.
— Deja de ser tan cobarde, Simurs— toma su cuello haciéndole una llave y
despeina su cabello con la mano—. Te diré que confieses tu amor por mí, no te
preocupes— le guiña el ojo en broma.
— Vamos. Si quieren tener tiempo a solas, hay una habitación para que lo hagan
— sonrío y me siento en uno de los sofás esperando a que dejen de jugar entre
ellos.
— Luca, ¿verdad o reto?— señala al deportista con una media sonrisa mientras
— Creo que debería ser solo verdad, para hacerlo más interesante— propone
— Ok, entonces… ¿Con quién de este bote te casarías?— sé que lo hace para
molestar a Claire.
en potencia, toda una dama. Pero las grandes damas de la historia nos han
enseñado que siempre tienen su lado peligroso. Así que dígame, ¿tiene algún
némesis?
— ¿Acaso no es obvio?— frunce el ceño rodando los ojos. Y aunque sé que esa
— Ya dejen eso— los señalo a ambos para evitar que se forme una discusión ahí
mismo.
si así lo deseas.
Le dedico una mirada asesina porque está jugando con algo que no debería.
— Mi madre; aunque a veces no la soporte porque tiende a ser irritante, me
gustaría pedirle perdón por no ser quien ella esperaba— para mi tranquilidad, él
— Supongo que es mi turno— junta sus manos mirando entre los que faltamos
—No tiene que serlo. Solo tiene que suponer que respondas a algo con la verdad.
caes bien, si tuvieras mejores amistades, quizás podríamos ser amigos. Trinity,
no te conozco bien, pero he notado que eres una mujer independiente y eso me
—Supongo que es mi turno, y eso nos deja con…Trinity, dime. ¿Con que cosa
consideras que no podrías vivir?- le da un trago a la champaña.
— ¿Mi mayor miedo? Creo que temo al hecho de estar asustada. Creo que a lo
que más se le debe temer es al hecho de sentir eso. El miedo no te deja avanzar
ni pensar bien.
Lo choco sonriendo.
bote. Luego de encargarse del equipaje se ofrecen para llevar a Claire y Trinity
hasta donde no vayan a mojarse, y aprovecho que ambos están ocupados con
ellas, para bajar directo al agua, que a pesar de que no me llega más allá de
debajo de las rodillas, es un primer contacto grandioso. La arena en esta zona del
agua está cálida y va adquiriendo más calor a medida que dejo el agua atrás para
encontrarme con solo arena.
Tod me dedica una ceja alzada al notar que ya he bajado del bote sin importarme
Mientras que todos entran a la casa demasiado rápido, por el picor del sol, yo me
tomo mi tiempo recordando los veranos que había pasado aquí hace décadas. El
lugar ha cambiado desde entonces pero sin embargo, sigue manteniendo esa
Para cuando llego, todos esperan en la sala por información. La casa de la isla
cuenta con 8 habitaciones, cada una con baño privado y una buena vista al
océano o a la región silvestre que comienza unos metros detrás de la casa y que
ocupa la mayor parte de la isla. Tiene una piscina olímpica y jacuzzi. Y todas las
demás dependencias de una casa normal, solo que con espacios más abiertos.
importa cuál sea su elección. Todas son aptas para recibir a cualquiera de
nosotros.
— Tenía mucho tiempo sin venir. ¿Cuánto ha sido desde que lo hicimos?—
Claire va a la cocina con total naturalidad, como si conociera el lugar como la
palma de su mano a pesar de que han pasado casi 12 años desde la última vez
ahora mismo.
tienen? ¿Cuáles son sus verdaderos nombres? ¿Tienen alguien que se preocupara
por ellos en casa? Por lo que puedo recordar de sus archivos, ambos rondan los
treinta y tantos pero eso es lo único que me había podido responder sobre sus
vidas personales. La compañía que los localizaba, se negaba a dar detalles que
no aportaran al trabajo, así que no había mucho que pudiera saber sobre ellos.
— Bueno, esta casa tiene 8 habitaciones, así que cada uno tiene su propia
habitación. Si quieren pueden ir a refrescarse, la piscina está después de esas
Asiento.
— ¿Sabes bucear?
— Sí, soy buena. Podemos bucear mañana, te encantarán las aguas alrededor de
la isla.
— Si, suena como una buena idea. Nos vemos en un rato— se despide
Niego riendo y espero por el resto del grupo para que se organice.
— Supongo que nos vemos luego— Andrew alza una ceja pasando frente a mí y
sigue el mismo camino que los demás.
— ¿De qué te ríes tanto?— me mira Claire sacando una soda del refrigerador.
Niego.
Llevo las maletas a mi habitación y las dejo sobre el sofá para dejarme caer
sobre la mullida cama. Debo tomar una ducha en cuanto tenga las fuerzas para
El baño no dura más de una media hora aun cuando lo alargo todo lo que puedo.
Me pongo uno de los trajes de baño y unos shorts con un buzo de color azul
pálido; camino a la piscina guiada por los gritos y las risas, esperando no ser la
última en llegar. Me pregunto qué hago; de las personas que están afuera solo
soy verdadera amiga de un par. El resto son solo piezas en todo mi plan de
Salgo a la parte trasera de la casa donde se encuentra la piscina. Antes solía ser
apto para vacacionar, pensando que podría alquilarlo. Nunca fue capaz de
hacerlo porque ni siquiera se esforzó en encontrar interesados.
Lo primero que noto al salir es el incandescente sol, que me obliga a cerrar los
ojos mientras pongo una mano cerca para protegerlos de la excesiva luz.
espaldas a mí, con los pies metidos en el agua y mira el océano, o eso parece por
la dirección que tiene su cabeza. Andrew y Luca hacen una competencia de
clavados generando el ruido entre ellos dos y con disimulo disfruto de la vista de
sus abdómenes bien formados. Los de Luca más que todo; su actividad como
dónde iba mi mirada. Y a pesar de que primero pienso que podría enojarse
conmigo, su cara solo muestra diversión.
momentos.
— Además del hecho de que acabo de llegar, no lo haré a menos que tú lo hagas.
— Lo haré entonces.
— Hazlo.
amistad que conozco exactamente que ambas nos negamos a hacerlo, a pesar de
abriendo la de la otra.
antes pero es más que notable que no se agradan. Xavier siente una lealtad
demasiado grande a mi familia, que defiende el apellido como si fuera suyo; y
recuerdo a pesar de los años de amistad, no había visto a Xavier sin camisa ni
una sola vez, y sí que había dejado a Andrew en ridículo en ese tema. No tiene
que no camino con ella—. ¿Quién diría que todo este tiempo teníamos eso en
frente?
— No me apetece. Gracias.
quiere….
Giro a mirar a Luca y ya estoy lista para ser manipulada por su mirada de
separarse donde está su ombligo. Sí que había estado ejercitando porque los
kilos de más que había tenido hace poco habían desaparecido. Miro la cara del
varón conteniéndome de reírme ahí mismo. Su boca literalmente forma una “O”
placentera, no me siento segura de entrar con tanta gente—. Creo que no tengo
ganas de entrar.
—Lo sé, pero puedo hacerlo luego ya que no mencioné cuando lo haría.
Con un suspiro de rendición alzo las manos y sé que cuando sonríe lo hace
Con rapidez me deshago de la ropa sobre mi traje de baño y antes de que alguien
— Bien hecho. Acabas de provocar por lo menos un infarto a cada uno de los
hombres acá. En serio, debiste ver la cara de todos antes de que te lanzaras—
mira a Andrew y este aparta su mirada con rapidez de donde estamos—. El casi
— Es que sabía que tenías buen cuerpo pero no tan buen cuerpo, ¿me entiendes?
Pensé que como te la pasas ocupada no ejercitabas.
— Ejercito a veces y como bien. Solo un poco de trote algunos días y montar
bicicleta los fines de semana hacen la diferencia.
buscar algo, solo para alejarse de ahí. –Supongo que es una sola señorita,
entonces.
— No te preocupes. No tienes que hacer excusas por ella, está bastante claro
cómo se siente hacia mí y no hay nada que pueda hacer contra eso, al parecer—
baja la mirada por un segundo y la escena podría ser graciosa de no ser porque sé
cuan mal lo está pasando.— Sé lo terca que puede ser. Sobre todo cuando me
odia.
solo no se ha acostumbrado a ti. Creo que de no ser porque nos conocemos desde
el vientre, ella tampoco le gustaría estar a mi alrededor.
se habían ido le echó barniz de uñas rosa a las teclas. Solo por eso se perdió la
oportunidad de ser su amiga, cuando él había pasado semanas intentando
hablarle sobre como ella era asombrosa. Dos años después fue que al fin le pudo
hablar sin que ella lo ignorara.
parecido gracioso, hay otra parte que suena a que no puede creer lo que sus oídos
—En serio me gusta, solo que ella no lo ve así. No soy como ella cree.
—Lo sé, Luca. Solo dale tiempo y verás cómo todo cae en su lugar— le
Xavier se encuentra nadando cerca, así que aprovecho y me sumerjo para tomar
sus piernas mientras está distraído y de espaldas a mí. Las mueve sorprendido y
se aleja mientras que salgo tosiendo al haber comenzado a reírme desde debajo
del agua.
Niega riendo cuando nota de quien se trata—: Ah, eres tú. Mi hermosa jefa.
— Xavier, no molestes.
Observo los alrededores de la piscina para dar con los demás y mi inspección se
escena que yo, y solo por eso, sé que quizás no fue la mejor opción juntarlos a
todos acá.
Abro el refrigerador y tomo una botella de vino, totalmente lista para su reacción
— ¿Jamás has probado las fresas con vino?— busco dos copas en los armarios
mis manos.
— No soy baja, tú eres muy alto— alzo un dedo como puedo y él se acerca un
Me mira a los ojos sin apartarse y pasa la palma de su mano por mi mejilla.
llegamos a esta situación. Dejo mis manos a los lados de mi cuerpo, aun
— ¿Se van a embriagar tan temprano?— el deportista mira de uno a otro y luego
a la bebida alcohólica—. Si van a hacerlo, me uno a ustedes— se sienta en la
butaca al lado de mi amigo, y apoya los brazos en la barra esperando.
Ambos me miran con sospecha pero hacen lo que les digo sin protestar.
era un viernes en la noche. Solo tenía vino y fresas, creo que fue un San
—. En realidad, no soy muy amante del alcohol. Pero una vez al año no hace
pero por suerte, el teléfono del hombre suena antes de que pueda hablar.
Parece que será una llamada larga así que aprovecho para ir a mi habitación y
ponerme algo de ropa seca. Tengo ganas de salir a caminar por la isla, y con
todos en su mundo, será más tranquila mi salida. Ya la casa comienza a
parecerme aburrida. Tomo lo primero que veo que tenga algún sentido y me lo
— Claro.
acto de cortesía.
conquistar a Andrew. Todo esto es solo tu manera para quedarte con él.
— ¿Yo?— digo entre carcajadas porque es algo patético que en serio piense que
tengo ese tipo de intenciones con el aludido—. Él no me gusta en lo absoluto. Si
estuvieras bien informada sabrías la clase de relación que hay entre él y yo.
entiendes?
— He visto cómo se miran. Sé que pasa algo entre ustedes. Aléjate de él.
— Déjame aclarar algo con la idea de que será la única vez que lo diré. Si le
— Eres una zorra, sé que pasa algo entre Xavier y tú siempre le sonríes a Luca y
ahora vas por mi Andrew.
— Primero, Xavier es mi mejor amigo, no ocurre nada más que eso. Segundo,
Luca es solo un amigo y la única razón por la que me llevo tan bien con él es
porque es agradable; además, a él le gusta Claire. Y tú deberías saber que es fácil
ser amiga con él, después de todo, pasas más tiempo con él. Tercero, te acabo de
decir que no hay nada de especial con tu novio.
— Entonces, ¿quieres hacerle daño?
Por poco me rio en su cara del gesto. No era muy discreta cuando de gente
estúpida se trataba. Claire entra en la cocina cuando ella se va alejando y choca
— No lo sé.
fresco urgente.
Claire entra primero en la selva que yo, por lo que tiene que detenerse por un
policía por ayudarte— bromeo a pesar de que estoy bastante segura de que ella
nunca me pediría algo ilegal.
dejes encargarme sola del tema de Luca— mira al frente recogiéndose el cabello.
— Yo no hago nada… Bueno, quizás a veces le doy una mano pero es que no
puedo verlos separados. Sé que apenas lo conozco bien pero cuando los veo es
como que necesito que estén juntos. No puedes culparme porque pienso que te
Briden, juro que no ayudaré más a Luca aunque crea que es el hombre más
maravilloso en el mundo y que debería estar con Claire.
sonrisa que me deja sin aliento y sonríe muy seguido, lo que me dice que tiene
un pensamiento optimista de la vida. Creo que me gusta. Y no es mala persona,
sin duda ya veo porque te agrada. Es amigable y siempre trata de subirles el
ánimo a todos.
— Espera…— ríe poniendo las manos en mis hombros para que me calme—.
Respira.
Quiero gritar porque aún no me puedo creer que Claire estuviera pensando todas
esas cosas de Luca. Sin duda, es una muy buena actriz porque frente a él actúa
— ¿Lo amas?
— Mira quien habla. Como si toda esta supuesta venganza contra Andrew no
personas a las cuales no les podría mentir si las veía a los ojos y temía que la
manera en la que me tensé al escuchar el nombre de Andrew diera indicios de
que iba a mentir. Aunque no era como si fuera a hacerlo, solo que era un tema
La única razón por la que siquiera lo soporto es que es un ser humano y además,
— Si, si, cierto— asiente haciendo notar que no me cree ni una sola palabra—.
— Fue solo una cita y no funcionó. Y si, en ese entonces me gustó porque no
— Claire D’Moon y Luca Sandino— finjo una sonrisa para ignorar su anterior
comentario ya que tenía algo de razón. Ni yo misma recordaba la última vez que
había ido en una cita real—. Suenan tan bien como para ponerlos en una tarjeta.
— Ja, ja. En serio, no sirve de nada que solo me ignores. Sé que escuchaste
perfectamente.
— Eso es…— señala un lugar a unos tres metros de nosotras donde se encuentra
una serpiente cascabel señalando con su lengua hacia nosotras.
— Necesito que te alejes caminando lentamente hacia atrás. Sin hacer ruido y
trata de pisar en lugares sin hojas o ramas secas— fijo la mirada en el reptil
— ¿Cómo sabes tanto de esto?— gira la cabeza solo un poco, y su voz aunque es
baja suena jadeante.
veneno en ti.
Tengo los músculos tensos porque hay momentos en el que el reptil da señales
respira demasiado agitado y pienso que está a punto de desmayarse; lo que haría
nuestro entorno. Miro a mi lado pero el color de Claire es más que obvio para
saber que aún sigue en shock. Mediante nos acercamos, las voces en la cabaña se
escuchan con mayor claridad.
— ¿Qué ocurrió?— mi mejor amigo levanta la vista del libro que lee en uno de
los sillones con severa concentración, mientras pasamos la puerta principal—.
Lucen pálidas.
— Había una cascabel— hago todo lo posible para que mi voz suene bien pero
hay un tono de nervios al fondo de toda mi seguridad.
Los ojos de Xavier vuelan inmediatamente por todo mi cuerpo en busca de una
herida. Al notar que todo ha sido solo un susto, me mira a los ojos—: ¿Que rayos
— ¿Cascabel?— la profunda voz del sr. Canima retumba por el pasillo mientras
Asiento cerrando mi boca antes de que salga una respuesta cortante. Suelo
responder de mala gana cuando las personas hacen preguntas de las que estoy
totalmente segura.
Había estado tan ocupada pensando en lo que había pasado que no noto que los
otros hombres están en el sofá concentrados en alguna clase de juego de
Niego.
preocupación cuando por fin conecta la mirada con nosotras. Se levanta del sofá
dejando el juego a un lado y se acerca tomando la mano de la chica en la suya—.
¿Qué tienes?
— Tienes razón, querida— el señor esboza una sonrisa tímida—. Sería bueno
que coman algo y vayan a descansar. Mañana me encargaré yo mismo de revisar
Asiento sin siquiera mirarlo, solo sigo mirando a Claire, a la espera de cualquier
palabra.
total comodidad, y ahí es cuando recuerdo que a veces suelen pasar momentos
del año en este lugar—. Un té la relajara.
— Katherine, ¿me puedes explicar porque ella sigue así?— el tono de Luca es
— Es una larga historia; para resumir, le teme a los reptiles. Era un mal día
cuando comenzó a odiarlos y ella era pequeña.
el ánimo, no puedo más que fruncir el ceño molesta porque esté bromeando con
Ambos se sonríen.
— ¿Qué ocurre?— su mirada viaja por toda la sala esperando que alguien le
— Aun no lo sabemos— el sr. Canima responde notando que nadie más lo iba a
hacer ya que nadie más conoce el lugar como él; además de mi padre.— Esta
— Mira, linda. Tomate esto— la esposa del hombre le entrega una taza de té a
Claire, quien la toma entre sus manos en completo silencio dándole sorbos
que los nervios están de punta. A la hora de ir a dormir, se cierran todas las
puertas y ventanas siguiendo los consejos del mayor.
Duro casi toda la noche mirando a un punto fijo del techo de la habitación sin
conciliar el sueño pero cada vez que cierro los ojos me frustro dando vueltas en
— ¿Puedo dormir contigo?—abre la puerta un poco más hasta que puede pasar
— La verdad, no. Solo creo que no tengo sueño. Sabes que sufro de insomnio.
— Lo sé— suspira y se acuesta boca arriba—. Gracias por ayudar esta tarde.
Tengo ganas de reír al recordar ese día, pero luego me acuerdo de porque para
ella no lo es.
— Duerme, ¿sí?
pausada.
14
— Bueno, se está haciendo tarde para ir; ¿así que quienes vienen a bucear?—
Luca balbucea mientras se las arregla para devorar su desayuno lo más rápido
que puede. Esta mañana se ha levantado con la energía por los cielos y luciendo
Le doy un mordisco a la barra de cereal entre mis manos y asiento para darle a
—Nadie dijo que si o no, así que lo tomaré como que todos irán. No pueden
—El señor Canima aseguró que revisaron toda la isla y no encontraron más
serpientes además de la de ayer. La capturaron y la llevaron de vuelta a
leve fruncimiento porque eso tiene aún menos sentido. Aún si el reptil hubiera
logrado escapar, no habría podido recorrer la distancia hasta la isla nadando—.
Pero luego de una charla con él, le explicaron que el reptil solo había aparecido
acá. No le quedó más que creerle porque lo conoce y sabe que nunca haría algo
así.
Todos fijan su mirada en mí con la misma expresión confusa que debí haber
— Lo que nos deja todo esto es que alguien trajo la serpiente acá; y si ese
alguien sabía que estábamos acá solo la dejó para hacernos daño. Es la única
hipótesis que hay. La policía parece estar investigando.
— Pero… ¿Quién querría hacernos daño?— Luca deja su plato a un lado sin una
sola sobra.
sobre ella con un leve carraspeo—. Pero no buscan hacernos daño a todos; quien
sea la persona, no quiere atacarnos a nosotros sino a la única persona que es
convincente, sé que haberlo dicho entre dientes no lo es—. Casi suena como si
estuvieras segura de eso.
— Solo dije lo obvio. Y tampoco puedes hacerte la inocente, es claro que no eres
la persona favorita de algunos.
—Oh, pero mira quien ha decidido decir algo que claramente no me interesa.
manos en la mesa.
— Chicas, basta— grita Andrew golpeando la mesa antes de que podamos decir
algo más. Por lo menos cuando lo hacen ambas lo fulminamos con la mirada, lo
que demuestra que eso es entre las dos—. Dejen las discusiones para otro día; lo
Necesito tomar aire y hablar con alguien que no esté dentro de esa casa. Saco mi
Katherine Briden: Buenos días, papá. Estoy segura de que ya te habrán contado
del accidente con la cascabel; y me parece extraño que aún no hayas llamado
con ganas de acabar el mundo. De seguro estás muy ocupado. En fin, solo
quería saber cómo estabas. Yo estoy bien, pasaré esta mañana buceando en los
En los días en que aún me recuperaba del accidente solía repetirme una y otra
vez; “El día de hoy va a ser el mejor, igual que el de mañana”, solo para
mantenerme con fuerzas. Esos días fueron crudos porque sentía que no podía
perdió su efecto.
Antes lucía más como una isla familiar y ahora tenía un aspecto muy homogéneo
ya que las fotografías familiares y los colores en las paredes habían sido
reemplazados con paredes blancas y decoraciones monocromáticas. Mi padre
había renunciado a venir hace mucho tiempo, así que no era necesario hacerlo
sentir como un hogar. Porque no lo era.
Luego de estirarme vuelvo dentro de la casa y camino a mi habitación sin
encontrarme con nadie hasta que entro a ella, donde Claire me espera sentada
— Si, esa es una parte. En realidad vine a ver como estabas, hace un rato saliste
— Estoy bien, Claire. Ninguna persona, menos una pelirroja tinturada podrá
arruinarme el día.
— ¿Segura?
Sé que entre todas las personas en el mundo, ella es una de las pocas que puede
saber cuándo mi sonrisa no es real; y justo ahora no lo es. Pero al igual sé que
me seguiría hasta ver que era una real. La verdad las cosas van bien, pero no
dejo de pensar en el hecho de que quizás alguien trata de lastimarme. Por lo que
sé no me he ganado el odio de nadie tanto como para que quiera atentar contra
mi vida.
sofá y golpeando la mesa con el ritmo de la canción que debe estar escuchando
— “… She had the face of an angel smiling with sin. The body of Venus with
arms. Dealing with danger stroking my skin. Like a thunder and lightning storm.
It wasn’t the first, it wasn’t the last” — se levanta del sofá cantando a todo
mueve las caderas sonriendo por el ataque de risa que me ha dado solo con verlo.
— “…She wanted it hard, wanted it fast. She liked it done medium rare…”— me
le uno cantando y bailando por toda la sala—. “…Seems like a touch, a touch too
much…”.
— ¿Primo?
— Está bien, ¿amigo?— alza una ceja estudiando mi expresión—. Solo ven a
— Bueno.
excursión de buceo.
Estoy por soltarle una buena lista de insultos, pero Luca niega con la cabeza
los últimos equipos de buceo. Luca permanece platicando con ellos acerca del
clima y la precipitación. Por mi lado subo al bote y me siento en una de las
esquinas esperando a que el resto lleguen, y disfrutando del olor salino del agua.
no dan vueltas antes de subir al bote. Cuando todos se han instalado, navegamos
por un cuarto de hora y nos detenemos en un lugar que luce perfecto para lo que
vamos a hacer. Cada quien toma su equipo de buceo y se lo acomoda.
— Antes de hacer esto…—el más alto junta sus manos, cambiando su tono a
buceado?
Como lo preví mi amiga levanta la mano tímida, lo cual es como la lotería para
Ella rueda los ojos comprendiendo el doble sentido detrás de sus palabras.
— Bien, hora de irnos— digo para detener la posible lucha que parece comenzar
sola ahí debajo. Luca tiene las manos entrelazadas con Claire mientras ella mira
al agua nerviosa. Se nota que piensa aprovechar todo contacto que ella le permita
mientras buceemos.
Me gusta Luca, no en una manera romántica; me gusta para Claire. Sus
anteriores parejas ni siquiera se hubieran molestado en pasar por un proceso de
conquista como el de él, esforzándose porque sabían lo mucho que ella lo valía.
Luca estaba dispuesto a todo por ella, lo podía ver en el brillo que adquirían sus
ojos cuando la veía. La miraba diferente a todas las mujeres, casi podía creer que
busca con la mirada y al verme se acerca al igual que Andrew que esta unos
metros más cerca. Trinity toma el cable de retorno con fuerza descendiendo; si
no hubiéramos estado bajo el agua probablemente me estaría riendo de ella.
Cansada de tenerlos tan cerca me alejo un poco del grupo en busca de algo de
ayuda del resto pero están demasiado lejos como para poder llegar a ellos y aún
más salir a tomar aire. La presión creciente en mi pecho solo señala que me
estoy quedando sin aire así que luchar contra ello no tiene sentido mientras en
vez de ascender, mi cuerpo parece ser jalado hacia abajo. Trato de luchar contra
la sujeción pero mi falta de fuerzas por el poco aire en mis pulmones hace todo
● ● ●
en un ritmo constante por lo que supongo que he de estar sobre tierra. Abro los
ojos lentamente y en cuanto la luz choca con ellos, los tapo con una mano
contacto de piel contra mi espalda y algo rozando contra la arena, aunque estoy
segura que estoy a por lo menos un metro sobre ella. Aparto un poco la mano y
cuando parece encajarla aún más—. Por poco mueres ahogada. Debes tener muy
mala suerte en estos días porque has estado en peligro de muerte en las últimas
24 horas— sube las escaleras que dan al porche de la cabaña hablando en tono
preocupado—. No sé qué está pasando pero hasta entonces, creo que tendrás que
encerrarte en tu habitación.
— ¿Dónde están todos?— trato de mirar alrededor pero hasta moverme un poco,
es doloroso.
demasiado lentos.
mi cabeza.
que solo llevo el traje de buceo hasta las caderas. La parte de arriba de mi
bañador está a la vista así que me apresuro a tomar una almohada para taparme,
siento a su lado y pongo una mano en su hombro para reconfortarlo—. ¿En serio
crees que sería tan fácil zafarse de mí?— bromeo tratando de subirle el ánimo
aunque por dentro me preocupo al pensar que por segunda vez en dos días he
estado en peligro.
mis ojos—. Volveremos a Nueva York hoy mismo, no dejaré que nada más te
ocurra; aún si te tengo que encerrar con llave en tu habitación— ordena firme
—. Y no me importa que tenga que llevarte a la fuerza y amarrarte al asiento del
Ruedo los ojos enojada porque en serio piense que soy así de débil. No lo
necesito preocupándose por mí, cuando yo sola soy suficiente para darle vueltas
a eso. Ya ni siquiera está en duda de que tengo la peor de las suertes en estos
días.
nombre entre gritos mientas pelea contra las lágrimas saliendo de sus ojos—. Te
odio, te odio, te odio— me señala con enojo—. ¿No te dije que no te atrevieras a
alejarte de mí?
— Calma, Claire— la detengo alzando ambas manos con una mueca—. Ven acá
— extiendo mis brazos y ella se sienta a mi otro lado dándome un fuerte abrazo,
del cual me quejaría de no ser porque el gesto parece calmarla mientras saca
todas las lágrimas que puede en mi hombro—. Estoy bien, Claire. Solo fue una
tontería.
Miro la entrada esperando que ella se calme y usándolo como una excusa para
no quejarme por la fuerza que está poniendo en ese abrazo.
— Ey, Briden— Luca alza la barbilla en saludo—. Nos diste un susto de muerte,
chica. Por poco tuve que buscarme otra amiga millonaria que me llevara de viaje
— Lo siento— me disculpo. Siento que debo decirlo hasta cansarme porque les
he arruinado todo lo de bucear cuando lo estaban pasando tan bien—. Aun no sé
cómo ocurrió.
— Siempre hay una primera vez para todo— se contonea la pelirroja entrando y
— Tod y Trein están revisando el equipo para ver si hay alguna falla— Luca
Igual creo que lo mejor sería que permanezcamos acá por ahora.
Asiento.
vuelvas a hacer, como me entere de que vuelve a pasar algo así te amarro a mí
para que nada malo te pase, ¿entendido?— se seca las lágrimas.
— Claire… Estoy bien. En serio, no tienes por qué ponerte así. ¿Por qué no
mejor me ayudas a llegar a mi habitación para tomar un baño? Siento todo la sal
del océano en mi piel y pica.
Ella se apresura a servirme de apoyo en el camino hasta mi habitación y me deja
para que pueda ducharme en paz y cambiarme a ropa cómoda. Me ruega que
tome una siesta pero la detengo antes de que comience a hacer pucheros y pueda
convencerme. No iba a tomar una siesta con todo lo que estaba pasando.
Necesitaba averiguar qué era lo que ocurría lo más pronto posible.
de recordar cómo me había quedado sin aire; el tanque tenía casi el doble de lo
que necesitaba así que no era por falta de oxígeno. Me meto bajo la caída de
intentar contactar a mis guardaespaldas para saber si tienen alguna noticia, pero
estoy segura que solo les estorbaría. Me envuelvo en una toalla y me pongo algo
Salgo a la sala que raramente se encuentra a solas ya que de seguro todos han
en la parte baja del contenedor, por eso perdió el oxígeno con tanta rapidez.
inconveniente.
— El equipo fue enviado directamente acá por el proveedor por lo que tuvo que
Mi teléfono suena con una llamada entrante y espero un momento hasta que no
escucho más los pasos del hombre con él que acabo de sostener una
conversación, antes de descolgar la llamada y preparándome para la
— ¿Papá?
— Sí, estoy bien, solo fue un susto— le quito importancia porque un solo indicio
de encontrarme mal para él significaría algo enorme—. ¿Tú cómo has estado?
— Nada es más importante que mi hija, pero como te conozco y sé que colgarás,
me despido.
— Adiós, papá.
Cuelgo la llamada y pongo las manos sobre mi vientre intentando mantener mis
A lo lejos diviso el pequeño muelle donde solían atracarse los botes, pero que
asustar a quien se sienta en él—. ¿Así que aquí estabas?— me siento a su lado,
dejando a mis pies en el aire sin mirarlo y en vez de eso dedico mi mirada sobre
la inmensidad del agua frente a nosotros.
de la frase anterior.
— ¿Cómo lo sabes?
— Que haya estado desmayada por un tiempo no quiere decir que lo estuve
siempre.
— Bueno, no lo estaba. Quería darte las gracias por eso, ya sabes, que me
que agradezca porque me diste respiración de boca a boca— niego riendo bajo
— No fue nada.
— Por cierto, no te atrevas a poner tu sucia boca sobre la mía de nuevo— alzo
una de las comisuras de mi boca en una sonrisa, a pesar de que estoy hablando
muy en serio—. No me interesa si solo quieres realizar una buena acción.
— Dime.
— Solo pensaba en que es irónico que es la única manera de verte indefensa. Fue
lo mismo que con el accidente, estás siendo amable conmigo; y jamás en tu sano
rasguños— eso trae unas risas a mí, de solo imaginarme de lo divertido que
habría sido eso—. Fuera como fuera, no hubieras tenido un buen final.
Lo golpeo en el hombro.
— Aun hay algo que no entiendo. Si tú me sacaste del agua, ¿por qué estaba en
— Digamos que él te tomó en sus brazos cuando llegamos. Tenía una mirada de
loco mientras te cargaba. Me alejé en cuanto lo vi tan alterado.
— ¿Qué has hecho todo este tiempo? No has ido a la casa desde que llegamos—
ni siquiera puede negarlo porque aún tiene el traje de buceo puesto—. ¿Pasa algo
malo?
que no soy exactamente con quien quieras hablar pero, ¿acaso soy tan irritante?
— Pensé que no volvería a ver el brillo de tus ojos al retarme, o escuchar tu risa
cuando algo bueno ocurría, o verte gritarme e insultarme sin razón; cada vez que
como estudiando mi reacción para poder seguir.— Aunque me odies, si, tú eres
quien me odia; y siempre estemos discutiendo no soportaría no volver a verte
abrazo—. De una extraña manera eres una parte importante de mi vida, jamás
me serías irritante.
— ¿Qué haces?— dejo los brazos a cada lado de mi cuerpo, incomoda con el
gesto que nunca creí recibir de él.
— Sé que es un abrazo, solo que…— busco por una excusa convincente pero al
ver que no piensa rendirse, le devuelvo el gesto.
— Por cierto, no sabía que tenías tan buen trasero— susurra en el hueco de mi
cuello dejándome ir.
contacto de mis pies descalzos con la arena caliente. El huye con facilidad
riéndose por toda la lista de insultos que le estoy lanzando. Su risa me enoja aún
más. ¿Cómo podía esto parecerle gracioso? Y pensar que por poco comenzaba a
agradarme.
— Detente, Simurs. Deja de ser tan cobarde— grito sin dejar de seguirlo—. Sé
un hombre.
— Sino lo fuera no me moriría por tocar ese lindo trasero tuyo— se gira
equilibrio.
— Me rindo, me rindo— alcanza a decir entre risas protegiéndose con las manos
Mientras trata de protegerse de mis golpes tirado en la arena, toma mis muñecas
manteniendo mis muñecas sobre mi cabeza y mirándome a los ojos sin dejarme
ir.
Trato de zafarme de su agarre pero entre más fuerza hago en su contra para
Tienen un tono azul apagado que aun con su tono oscuro brillan con naturalidad
Una sonrisa de victoria comienza a cruzar su rostro pero en cuanto mira hacia la
cabaña, su cara cambia por completo. Encaja su mandíbula diciendo algo entre
dientes y se levanta ofreciéndome la mano—: Creo que deberíamos ir dentro,
hace demasiado sol.
Por un momento, había olvidado lo caliente que estaba la arena y marcho hacia
la cabaña deteniéndome solo para subir las escaleras del porche limpiando mi
espalda y cabello hasta donde alcanzo.
amigables que están entre ellos. Por lo que sabía, la mujer no había dado su
brazo a torcer aún. A pesar de que me había confirmado que sentía cosas por él.
— Discutimos acerca de música. Luca dice que prefiere la música actual ya que
tiene mayor aceptación entre las personas de nuestra edad. Y yo estoy diciéndole
que esos son solo datos poblacionales y que la música clásica es más limpia.
— No me refiero a que la actual sea mejor o que la clásica sea mejor. Me gusta
escuchar ambas. Lo que defiendo es que si le preguntas a la población tomarán
la música actual ya que hay más gente que la escucha. Además, ¿qué fin habría
— Buen punto— pongo un dedo en mi barbilla pensativa—. Pero creo que sigo
con Claire. Lo siento, Luca; pero amistad es amistad.
— Debí invitar a Andrew— bufa ofendido—. La próxima vez que desee retarlas
necesitaré apoyo.
quedarse un poco más de tiempo antes de volver, pero si nos quedamos otro
tiempo más, no sé qué podría pasar—. Prometiste no estar trabajando ese día, y
— Claire, por favor. Solo empaca tus cosas. Si te quieres quedar lo entenderé,
pero mañana mismo me devuelvo allá. Y no, no es por trabajo.
— Está bien, iré contigo. Pero solo porque necesito mantenerte fuera de un
No tengo que esperar una respuesta de Luca porque sé que fuera donde fuera, él
la seguiría.
— ¿No te han informado nada de lo que pudo haber pasado?— Luca junta sus
— Parece ser solo un error del proveedor— aunque esa respuesta no me parece
para nada convincente, es la única que podía calmarlos ahora, así que decido
— Lo bueno es que ya todo pasó y estás bien— Luca luce pensativo; como si no
Asiento mirando la pantalla de mi teléfono para evadir tener que hablar. Mi voz
porque sé que por suerte ella si me ha creído—. ¿Luca fue buen maestro?
— La isla está a tu disposición cuando quieras— la miro feliz al ver que no fue
del todo un mal día y señalo a Luca—. Me refiero, cuando ambos quieran. Solo
— Tienes razón— le doy un punto. Era totalmente cierto, no sabía ni cómo era
llevamos unos minutos ahí, no sabemos dónde están los tres faltantes.
— Andrew estaba en la playa la última vez que lo vi— Trinity entra por la puerta
— Creo que Xavier está afuera hablando por teléfono— me levanto del sofá
pregunta que me hago todos los días—. Algo me dice que quizás se trata de un
romance con alguien de la empresa. Es su vida, sus asuntos. Lo mejor será que
vaya a buscarlo— señalo las puertas que dan a la piscina disculpándome por
Salgo al patio trasero donde está la piscina y con la intensidad del sol a esta hora
es inútil no cegarse con la luz, así que en cuanto salgo pongo una mano sobre
mis ojos intentando no perder de vista el camino frente a mí.
El hombre reposa en una de las sillas de sol del otro lado de la piscina vestido
con unos jeans, una camisa desabotonada y sus lentes de sol. Sus pies se
— Hey, Higgons— la mención de su apellido hace que por fin me mire sin
detiene cometiendo el error de creer que he desistido, que me puedo hacer con el
aparato y comienzo a correr segura de que él no se va a dejar de perseguirme
— Ah, sí, hola— contesto casi sin aliento de tanto correr pero sin dejar de
hacerlo escuchando los pasos detrás de mí—. El señor Higgons se encuentra
tiene más razón seguir corriendo—. Puedo considerar eso como robo de
propiedad privada.
—Mira como tiemblo por tus amenazas— le saco la lengua burlona—. La última
termina siendo una buena idea después de todo. Su rápido agarre provoca que
con solo la mitad de la superficie de mis pies. Por otro lado, si no hubiera
decidido sujetarme otra sería la historia de su teléfono y de mí. Pensándolo bien,
estuve a punto de abrir la boca para hacer una broma sobre lo torpe que era
cuando presiona sus labios contra los míos, tomándome por sorpresa. Después se
aleja y me jala hacia piso firme a salvo del borde de la piscina. Lo miro y la
única respuesta que le puedo dar en esos momentos es una bofetada y alejarme
avergonzada.
Xavier es mi mejor amigo, los mejores amigos no besan a sus mejores amigas. Y
a pesar de que sabía la clase de sentimientos que tenía por mí, hace mucho
tiempo que le había comentado la poca posibilidad de algo entre nosotros.
amistad. No podía verlo de esa manera, aunque fuera totalmente apuesto, no era
voz alta.
—Oh, ahí estás— mi mejor amiga juega con el balón, dándole leves golpes con
las muñecas para mantenerlo en el aire—. ¿Dónde está Xavier? Pensé que dijiste
—No lo creo. Él jamás dice no a algo que tú le pidas, pero te creeré esta vez.
mejor amiga que se había estado entreteniendo con él—. Pero supongo vendrá
en un momento, fue a buscarlos porque se demoraban demasiado. Le insistí que
no era necesario porque quizás querían estar solos— le da un par de codazos a la
pequeña pelirroja para que apoye su idea pero esta lo mira confusa—. Pero ya
sabes cómo es de terca.
No, no lo sabía.
amigo y claro, una sonrisa de oreja a oreja que no me da buena espina—. Ahora
si estamos todos.
—No sé si no te enseñaron a contar pero somos 5— ruedo los ojos hacia ella
cruzando mis brazos preparada para cualquier cosa que tenga por decir—. No
—Sabía que dirías eso— su sonrisa se ensancha más mientras llama a su novio a
a Katherine que mis títulos los obtuve limpiamente, propongo que los equipos
sean: Xavier, Claire y Katherine; y Luca, Andrew y yo. Es una idea, si alguien
no está de acuerdo, soy toda oídos.
la cancha para tomar una posición estratégica. Alzo ambas cejas esperando que
hagan lo mismo y comienzo el juego lanzando la pelota al aire con un saque
limpio.
Tengo que admitir que Claire y Xavier juegan bien, al igual que los demás.
Andrew le dedica una mirada de enojo. Es mi turno y sé que debo darlo todo,
lanzo un tiro alto pero Trinity lo detiene, Claire responde, Luca la devuelve a
nuestro lado con un pase a Andrew, este la lanza y respondo por poco enviándola
hacia ellos. Tanto la pelirroja del otro equipo como su novio van a por ella,
—Hagamos esto más interesante. Uno a uno. Quien anote primero gana el
partido.
—Claro. Y eso dejaría a tu amiga con Luca, y Xavier y Andrew. Estoy segura
—Es injusto, Claire es mujer y Luca hombre. Además de que él cuenta con
mayores aptitudes deportivas. Tienes problemas con temas de equidad, con razón
no le aportas mucho conocimiento a tu trabajo.
Andrew parece notar la tensión entre ambas porque se acerca y dice—: No se
enreden, yo me enfrentaré a Katherine. Es lo que solemos hacer en nuestro día a
—Bueno, eso quiere decir que vamos primero Claire y yo— no me doy cuenta el
momento en que Luca se nos une, al igual que los otros dos—. Siento decirlo así
de franco, pero jamás pierdo en los deportes— su sonrisa burlona dirigida hacia
hablo de dinero.
Ella bufa y espera a que le pase la pelota mientras el resto nos retiramos a los
lados esperando el final de la contienda. No falta decir que Luca gana a unos
cuantos minutos de juego, no solo recibiendo una victoria de juego, sino una de
apuesta.
Después es turno de Trinity y Xavier, que con un poco más de tiempo es feroz y
camina a su lugar con arrogancia. Es parte de todo el show al que nos habíamos
acostumbrado desde hace años—. ¿Algo que decir antes de que gane?
con mis dedos las diferentes victorias que había tenido frente a él—. ¿Sabes qué?
De tantas he perdido la cuenta.
—Esta situación está a mi favor. Hasta ahora solo han ganado los hombres.
—Oh, vamos, te encantan las apuestas. Hagamos una esta vez. Si tan confiada te
encuentras, esto solo será una rabieta.
Jugamos por un cuarto de hora sin puntos por ninguno, llevando el juego a un
mi parte en un momento en que aprovecho que se mueve para quitar el sol de sus
ojos.
—Espero que pagues tu apuesta— lo señalo seria y luego todos nos vamos a la
Cuando llegamos a la cabaña, nos detiene el hecho de que las ventanas están
cumpleaños.
un lazo impecable—. Así que feliz cumpleaños, espero que te guste nuestro
regalo.
como agradecerles todo lo que significan para los Briden—. Muchísimas gracias.
—Puedes decir lo que sea, estoy lista— confirmo lista para lo que tenga por
decir. Sé que lo que tiene que decir no es nada que vaya a alegrarme la tarde,
pero es necesario.
equipo para saber quién pudo tener acceso a ellos. Y espero no molestarla con la
última noticia, pero su seguridad se verá aumentada por dichos factores
—No, aun no tenemos ninguna idea de quien podría ser. Pero si el fin de la
persona es generarle un daño permanente, ha cuidado muy bien sus
movimientos.
—Está bien. Si saben algo más, no duden en hacérmelo saber. Si mi vida está en
peligro por culpa de alguien, quiero saber quién es y qué motivos tiene.
tomo unos minutos para respirar profundo y dejar de sentir el temblor en mis
esperando que sea la hora del pastel que los anfitriones me han comprado.
encendiendo la vela en la mitad del pastel—. Haz que sea uno bueno.
Perdón.
15
Nueva York, otra vez. Hogar, dulce hogar.
—Kathe, Kathe— mi padre agita su mano desde el auto mientras bajo las
escaleras del jet privado hablando con Claire de cómo unos días bajo el sol nos
cuánto odia que le recuerde que ya no es el mismo hombre de hace unos años
atrás.
que yo—. ¿Cómo ha ido todo? ¿Disfrutaste el viaje?— puedo notar los nervios
en su tono aun cuando hice todo por sonar tranquila en nuestra llamada de más
oportunidad, estaría sobre mis guardaespaldas en busca de más detalles sobre los
“accidentes” en la isla.
—Todo fue bien. La isla está tal como la recuerdo y los señores Canima te
envían saludos— me aparto para dejar que el resto del grupo lo salude con
—Señor Briden, un gusto verlo de nuevo— se quita los lentes de sol que lleva y
le extiende la mano a mi padre con aquella cordialidad típica de él.
Casi podía jurar que eran el mejor amigo del otro. Xavier idolatra a mi padre a
un nivel que ni yo misma hago. Sigue todos sus pasos y conoce el trabajo que mi
padre ha desempeñado de principio a fin; como si algún día quisiera ocupar su
lugar.
—Es un gusto verte también, Xavier. Espero hayas cuidado de que mi hija no se
metiera en problemas.
—Créame, señor, el gusto es mío. Sabía que debía ser usted un gran hombre, si
educó a una mujer como Katherine.
Claire rueda los ojos por el comentario y es apartada por Andrew que repite el
gesto de su mejor amigo, luciendo algo nervioso, lo que es raro ya que él no
—Que bien conocerla al fin, señorita Sanders. Había escuchado varios rumores
de usted.
—Espero sean buenos— ella alza una ceja sin mostrar un poco de amabilidad.
minutos, decido intervenir con algo alegre—. Padre, deberías venir la próxima
vez a la isla. El clima está perfecto.
—Espero poder hacerlo algún día. Me siento algo mal por no visitarla desde…
bueno, tú sabes. Pero basta de plática, es hora de ir a casa. Estoy seguro que
estás ansiosa por tomar un descanso.
—Ni te imaginas— aseguro con una risa y juntos caminamos a la puerta de una
Y no olvides tu antifaz.
Opera, ¿no?
—Espero tus amigos no estén muy ocupados para venir. Muchas personas ya han
confirmado su asistencia.
Giro a ver a la otra ocupante del asiento trasero y me encuentro con que está
profundamente dormida. Unos minutos después entramos en su calle y en cuanto
que habían hecho un buen trabajo planeando todo. Incluso lo habían hecho mejor
—Me encanta, en serio que lo hicieron bien— me duelen las mejillas de tanto
sonreír. Siento tanta alegría dentro, pero esta no llega a estar del todo completa al
recordar que el cumplir 25 quiere decir que ya casi son 20 años sin mi madre—.
Aplausos para ustedes. Recuérdame agradecerle a Xavier por esto.
—Ahora ve arriba y arréglate. Los invitados estarán acá en algunas horas. Todos
para ver a mi hermosa niña— noto como sus ojos se humedecen.
—Oh, vamos, papá. Ya pasamos por esto en muchos de mis cumpleaños. Todos,
sino estoy mal— me acerco y beso su mejilla—. Así que basta de
sentimentalismo.
—Lo siento, es que has crecido tan rápido ante mis ojos y parece que jamás
podré aceptarlo— acaricia mi mejilla con ternura—. Eres hermosa, justo como
tu madre. Cual sea el lugar en el cielo donde esté, ella está muy orgullosa de ti.
—Te amo, viejito— lo abrazo pestañeando varias veces para evitar las lágrimas
que se comienzan a formar en mis ojos—. Tú también deberías ir a arreglarte.
—Lo haré en un rato. No tengo que hacer demasiado para verme guapo.
Niego divertida y subo las escaleras de dos en dar hasta llegar al recinto que da a
tengo nada especial que ponerme, hasta que una nota en uno de los vestidos que
no recordaba tener, llama mi atención.
Te adora,
Papá.”
Saco el vestido negro de fiesta; cuanto adoraba a mi padre por este tipo de cosas.
Sobre todo por hacer cosas de padre y madre, conociendo exactamente mis
Busco en mis zapatos algunos que combinen y los elegidos son unos negros no
muy altos que había comprado en un viaje a Suiza. Ahora solo queda
No puedo evitar reír por su respuesta y espero sentada en la cama unos minutos
hasta que se escuchan unos golpes leves en la puerta antes de que entre,
visto alguna vez. Saca un antifaz que parece hacer juego con el vestido. La mitad
se lo pone.
—Vamos— abre la puerta llevándome con él y riendo ante un bostezo que doy
dice que puede cancelarla para que vaya a descansar pero me niego. No iba a
ser amiga de la mayoría ahí. Quizás en un pasado había hecho algún trato con
ellos o los había visto en almuerzos laborales pero apostaba que ni uno de ellos
—Por cierto, gracias. En serio que todo ha sido perfecto; la fiesta, el vestido,
padre es un ser humano especial. Lo respeto ya que había dedicado toda su vida,
no solo a la empresa familiar sino a criar a una niña por sí solo, después de haber
perdido al amor de su vida, y ni una sola vez se había quejado de haber tenido
que enfrentar tal carga. Conocía lo mucho que había amado a mi madre, pero
aun así se mantuvo fiel a no dejar que ambos cayéramos por su perdida. A veces
me era inevitable no entristecerme al verlo solo y preguntarme si nunca pensó en
respuesta fue que cuando el amor es real, no hay nada que pueda reemplazarlo ni
mínimamente. Que no valía intentar reemplazar a alguien como mi madre. Esas
Me giro para enfrentar al que hizo tal comentario y lo primero que noto son los
ojos grises tras el antifaz que junto a la sonrisa ostentada por su dueño
—Xavier, soy tu mejor amiga y te veo casi todo el tiempo. Sé cómo luces con un
traje mejor que nadie. Un simple antifaz no puede hacer la diferencia. Y lo que te
delató, fue en definitiva el hecho de que eres el único con agallas para hacerme
—No te sientas tan mal, por lo menos me sacaste algunas risas— deposito un
beso en su mejilla y le doy mi mejor sonrisa. —Además tengo que agradecerte
—Lindo antifaz.
el accesorio. Tiene un diseño parecido a una red con pequeños agujeros. Parece
ofreciéndome la mano con una sonrisa mientras los acordes de una canción
mercado sueco.
Tomo la mano de mi amigo que me guía hacia el centro de la pista de baile que
habían organizado en uno de los salones de la casa. Me da una vuelta antes de
que deberíamos ir a un lugar más privado. Hay demasiada gente acá que no creo
chismoso. En cuanto estamos frente a las puertas dobles, las empujo indicándole
— Creo que lo mejor es que ambos olvidemos lo que pasó allá— lo enfrento
cruzándome de brazos intentando no lucir muy severa ni hacer notar lo nerviosa
que me tiene tener que tocar ese tema. Pensé que había quedado hace muchos
años atrás y no tendríamos que volver a tocarlo—. Solo, ninguno menciona nada
de lo que ocurre y podremos continuar con nuestras vidas como antes. Sé que me
pasé un poco con lo de la bofetada pero fue un acto reflejo.
mandíbula se contrae—. No quería que pasar de esa manera. Pero eso no quiere
decir que me arrepienta de haberlo hecho. No sabes hace cuánto tiempo quise
hacer eso.
— ¿De qué hablas?— me muestro confusa y paso una mano nerviosa por mi
cabello teniendo que sentarme en uno de los sillones para enfrentar lo que ambos
—Sé qué hace unos años cuando lo intentamos, dijiste que no funcionaría un
sentimientos.
—Eres el amor de mi vida, siempre lo serás. No hay otra mujer para mí. Y antes
de que preguntes, sí, he intentado cambiar eso porque sé que lo más probable es
que dirás que no. Pero no me interesa si me vuelves a rechazar, algún día te darás
cuenta que fui hecho para ti. Piénsalo, ninguna de nuestras relaciones han
funcionado porque estamos demasiado ocupados en nuestros trabajos.
—Xavier, yo…
—Solo tienes que permitirme que te enseñe a sentir lo mismo. No te voy a exigir
que seas alguien que no quieres ser, porque sé cómo eres realmente.
—No puedo— junto las manos en mi regazo buscando las palabras exactas para
nunca existió.
Al llegar de vuelta al salón donde había dejado a mi padre, Claire corre hacia mí
tomándome en un abrazo fuerte. Esta noche luce un vestido violeta que hace un
— ¿Tu sabías?
—Solo un poco, no quisieron compartir los detalles conmigo porque según ellos
soy de poco fiar— habla con rapidez y conteniendo el aliento.
—Así que dime, ¿exactamente cuántas tazas de café tomaste antes de venir acá?
—No fue café. Fueron suplementos que toma mi madre para ejercitar. Digamos
que ella dijo uno y tome tres— un leve sonrojo culpable aparece en sus mejillas
—. Pero no me culpes, tenía que venir a tu fiesta y antes me estaba cayendo del
sueño.
— ¿Quién dijo que me alegraba?— rueda los ojos y se acerca más a mí dándole
—No pensé que los deportistas tuvieran trajes—puse las manos en mi cintura
molesta tanto al verte. Imagina tener que verte y no poder tener una probada de
tal postre— bromea buscando hacerme sonrojar pero soy más fuerte que eso.
—No imagino que debe sentir con eso— alzo una ceja mirando a la otra mujer
para indicarle que él estaba en peores situaciones.
—Cierto. Esa es otra de mis razones para venir, tengo que cobrar una apuesta
que gane.
— ¿Todavía con eso?— la pelirroja a mi lado bufa por lo bajo pero puedo notar
el leve temblor en sus labios al hablar—. ¿No te aburres de ser una molestia para
todos?
—Cuando tú me notas, para nada— le asegura guiñándole el ojo y luego
mirando el reloj que lleva en la muñeca—. Andrew se está demorando mucho,
—Amigo— choca el puño con el ojiazul quien se suelta del agarre de la pelirroja
mirando a la mujer a su lado con una sonrisa que no significa buenas cosas—.
figura terminando en una cola corta. Y completaba su traje, un antifaz del mismo
color con un contorno de pequeños diamantes.
—Buenas noches a ustedes dos— dedica una mirada corta a mi amiga y a mí,
acompañada de su habitual sonrisa que vuelve locas a la mayoría—. Esta noche
lucen grandiosas.
Una de ellas es una mujer de aspecto maduro con una inconfundible cabellera
corbata. El aludido parece notar las miradas sobre ellos y dirige su atención a
nuestro grupo con el reconocimiento dibujándose en su rostro. A esa distancia
—Buenas noches a todos— Valerie Crown junta sus manos mientras recorre el
que se había mudado hace algunos años a Los Ángeles—. Oh, Katherine. Feliz
cumpleaños— se acerca a mí para tomarme en un abrazo fuerte sin importar que
eso arrugue la tela de su hermoso vestido azul—. No puedo creer que ya estés
cumpliendo 25. Hace poco ibas a mi casa a pedirme consejo sobre maquillaje.
—Val, ¿cómo estás?— intento no reír ante su ultimo comentario recordando los
tiempos cuando esas eran mis mayores preocupaciones y me separo de ella
—Bien, The Venecian abrirá para Linkin Park la próxima semana— responde
metiendo las manos en los bolsillos del pantalón con algo de timidez dando
pequeñas miradas a Claire.
Tomás había estado enamorado de Claire desde la primera clase de violín de esta
cuando él tenía 15 y ella era solo una joven de 13. Se había negado a confesarle
sus sentimientos hasta el momento antes de irse al otro lado del país. Y cuando
10 años era obvio que él seguía arrepintiéndose de no haberlo dicho antes y ella
de hacerse la orgullosa.
—Que bien— doy un par de palmadas apreciativas esperando que no poner todo
muy personal, aliviane el ambiente entre ambos—. No puedo creer lo mucho que
The Venecian es la banda de Tomás. Desde que recordaba, los había ido a ver
clases, la otra tuviera solo 22 años. Así que el tiempo con ella no se sentía tan
aburrido. Por lo que sabía, ahora es dueña de su propia academia a las afueras
pequeña caja de joyería sin ninguna marca fuera—. Te hemos traído un pequeño
Estudio el paquete antes de abrirlo y encontrarme con una delicada cadena con
un dije de piano.
público de esa manera. El resto han permanecido en silencio desde que los
hermanos hicieron su aparición, lo que me hace preguntar qué piensan.
Mi amiga contempla a Tom y acepta su invitación dejando que la guie hacia el
lugar de baile. Un musculo en la mandíbula de Luca se mueve bruscamente
mientras los sigue con la mirada todo el camino hasta el centro de la pista. Y
tenía razón para sentirse retado, Tom podía ser un poco desaliñado pero la
historia que tenía con Claire, le daba mayor conocimiento sobre ella. Por otro
lado, el deportista había hecho esfuerzos grandes sin saber muy bien cómo
ganársela.
—Kathe, vamos a bailar— toma mi mano y me jala a la pista sin importarle que
—Lo lamento por eso— luce arrepentido al notar las marcas alrededor del lugar
—Pudo no serlo, pero eso no resta el hecho de que lo hiciste— bufo rodando los
ojos y volvemos a bailar al ritmo de la melodía—. ¿Alguna otra cosa que quieras
saber?
— ¿Hace cuánto se conocen?
se ha puesto. Entiendo que los sentimientos de él hacía mi mejor amiga sin duda,
son únicos. Pero tampoco podía esperar tener control sobre sus decisiones o su
— ¿Segura?
Una hora entre charlas, champaña, baile, dramas: ya no puedo más, necesito
tomar aire fresco. Camino hacia el jardín trasero esperando que nadie note mi
ausencia en la fiesta y en cuanto llego, me apoyo en el barandal del pequeño
palpita y siento que estoy por caerme de lo mareada que me encuentro. Tomo
varias respiraciones profundas y me siento en la silla columpio a descansar un
poco. Mi cabeza tiene tantas cosas rondando que hacer el intento de tener un
manos dándole paso a mi visión y me encuentro con una botella de agua cerca de
mi rostro—. Parece que la necesitas, estás algo pálida.
La tomo de sus manos con asentimiento y quito la tapa con algo de dificultad. En
cuanto está abierta, no me importa que él esté viendo y le doy varios tragos
largos acabándola en poco. Hasta ahora no había notado lo sedienta que estoy.
fijamente con la duda de como sabía que estaba acá. Desde que nos separamos
todos mucho después de que Claire volviera de bailar con Tom, no lo había
—Pené que era una fiesta de antifaces— toma el accesorio de mi regazo donde
mueca—. ¿Qué haces aquí? Sé que recibiste invitación, como a todos mis
— ¿En serio crees que las cosas son así? No me desagradas, Kathe. Estamos
—Creo que lo mejor será que vuelva dentro— le arrebato el antifaz y me apoyo
en mis manos impulsándome hacia arriba para ponerme en pie, pero antes de
—En ningún momento estaba discutiendo, solo me iba para evitar hacerlo.
—No te enfades— aunque intenta hacerlo bajo, puedo escuchar una pequeña risa
saliendo de sus labios.— No niego que cuando te enfadas, luces extremadamente
mejor efecto.
que podían tener sus halagos en mí.— De repente, sales con esas cosas y esperas
—Esto sí que es inaudito, hasta por un cumplido te enojas. Hoy de entre todos
los días, sería para mí un honor hacerte sonreír. Te ves más hermosa cuando lo
haces.
—Me rindo, no hay caso contigo— alzo las manos al aire rindiéndome con él. Si
cree que esos trucos que usa con todas harán que baje la guardia con él, está muy
hacerlo. Recorro la distancia corta a las puertas que dan entrada a la casa desde
el jardín y antes de poner un pie dentro, se levanta y me mira.
—Espera— me detiene con un tono de voz serio sin dar ni un solo paso—. Si
su pecho.
—En la isla…— comienza; no entendía que tenía todo el mundo con volver a los
eventos ocurridos allá. Deberían crear un dicho como “Lo que pasa en la isla, se
queda en la isla”. De seguro me ahorraría muchas conversaciones—. Confirmé
—No quiero hablar de eso y menos de lo amable que pude parecer. Estamos de
vuelta a la ciudad y eso quiere decir que volvemos a tener la misma relación de
contrariedad.
—Lamento escuchar que pienses así. Mira, el día de tu accidente, supe que algo
pasaba hace mucho tiempo. Nos hemos negado a hablarnos por tantos años y nos
hemos dejado consumir por esa disputa familiar, que cada oportunidad que eso
no pasó, ambos huíamos a los minutos de ahí. Estoy cansado de huir de eso—
Abro la boca para argumentarle que algo así había dicho en la isla después de mi
—No has entendido lo que quiero decir, ¿cierto? No hablo de que me importes
como cualquier conocida. No solo me importas, eres parte de mí día a día de una
buena manera. Hay sentimientos que han estado creciendo dentro de mí, que me
Antes de que pueda dar mi opinión al respecto, soy jalada hacia delante casi
locura.
—Te besé— se encoge de hombros como si fuera algo normal y poco a poco la
— ¿Dónde has estado? Llevamos un rato buscándote para el pastel— pone sus
manos en la cintura con seriedad—. Nos diste un susto, señorita. Y créeme que
ya han sido suficientes por una semana.
—Solo tomaba aire en el balcón del jardín trasero. Estoy completa— doy una
vuelta para apoyar mi respuesta—. ¿Por qué tanto escándalo? Es solo un pastel.
nació el ser que le daría alegría a mi vida y la de mi difunta esposa, que en paz
descanse. Katherine, mi niña, feliz cumpleaños. Estoy orgulloso de ti.
cerrando los ojos. Toma otro par de intento más apagarlas todas, lo cual todos
16
Al decir adiós al último invitado, la casa es un completo desastre y tendríamos
que esperar hasta el día siguiente a que el equipo de limpieza se encargara de
eso. Por suerte, una pastilla que me he tomado después de cortar el pastel, ha
y hemos planeado pasar el día juntas desde que no lo hacemos hace mucho, por
habitación.
—Ya te lo dije, no es nada— camino hacia las escaleras retirándome los zapatos,
haciéndole entender que estoy demasiado cansada para siquiera querer hablar—.
¿Podemos solo ir a dormir? Mañana puedes estar paranoica y decir que algo me
pasa pero hoy la verdad, no estoy de humor.
Me sigue escaleras arriba sin decir nada pero puedo notar que eso no significaba
que su cabeza ha dejado de darle vueltas a la razón por la que puedo estar
vestido por un pijama. Acomodo los zapatos en su lugar para luego encargarme
camisola para dormir. Cuando salgo del armario, Claire revisa su teléfono
— ¿Fue algo con Xavier?— insiste con el mismo tema sin mirarme y continua
con la vista enfocada en su teléfono.
noche—. Ya sé, fue Luca. Sé cómo él puede arruinar el día con su sola presencia.
— ¿En serio?— ironizo levantando una ceja girándome a verla. Ni ella misma
puede creerse lo que ha dicho. Por más que intente ocultar sus sentimientos hacia
el hombre, le es imposible disimularlo. Lo sabía incluso antes de que me lo
confirmara en la isla—. Claire, no me ocurre nada. Estoy totalmente normal.
puestas—. Sabes lo insistente que puedo ser, Katherine Briden. Puedo ser toda
—Cumplí 25 años y noté lo vieja que me estoy haciendo— me mofo al darle esa
respuesta y son un par de segundos hasta que una almohada golpea mi rostro—.
—Está bien— me rindo rodando los ojos. Tiene razón, ella es mi mejor amiga y
si necesito algo de raciocinio, ella es la indicada—. Pero no quiero que hagas
—Xavier se me declaró.
— ¿En serio?— no parece nada sorprendida con la noticia, más bien, parece algo
molesta. Conocía que la relación entre ambos no era la mejor, pero nunca llegué
a comprender las razones de tal cosa—. Se había demorado algo. Pensé que lo
hacía a diario.
—Hay más— muerdo mi labio inferior, poco segura de cómo decirle el otro gran
recordar que mi padre está a un par de habitaciones, abre los ojos sin decir más
nada.
— ¿Te parece poco?— pregunta más alto de lo normal y toma mis hombros
¿cómo?
—Yo solo estaba en el jardín tomando algo de aire, ya sabes que tenía algo de
dolor de cabeza— describo juntando las manos en mi regazo y contándolo sin
pasara el mareo, luego él llegó y me dio algo de agua. Lo cual fue un gesto
bastante amable y dijo que la razón para hacerlo fue que lucía demasiado pálida.
» Luego, como suele intentar, hizo todo lo posible para hacerme enojar. Decidí
irme y me retuvo. Eso me enojó mucho más y le pregunté que, ¿Qué esperaba de
volví a intentar irme, esta vez no me detuvo y cuando estaba a punto de volver a
la fiesta me pidió que esperara, que tenía algo importante que decirme.
A medida que hablo sus ojos muestran una curiosidad cada vez mayor. Tenía que
aceptar que Claire puede ser toda una romántica. Espero que su amor al romance
no la lleve a hablar de esto con nadie.
—Me dijo que me amaba, que le importaba más de lo que estaba dispuesto a
aceptar— prosigo siendo consciente que después de todo, si había sido bastante
real. Por mucho que me rehúse a admitirlo, el momento había sido bastante
lindo. Ahora recordándolo no dejaba de sentirme algo torpe—. Y me beso, ni él
— ¿Qué? ¿Te besó?— aplaude feliz sin poder contener su emoción—. ¿Y hasta
ahora me lo dices?
Asiento leve.
—Pero no es para tanto— bajo la mirada con duda. Ni aunque me hubiera dado
el beso más apasionado cambiaría el hecho de que no está bien en ningún
sentido. Él tiene a Trinity y hay disputas familiares que nos alejan lo suficiente
—. Y no entiendo que hay con las confesiones y los besos. ¿Acaso todos tienen
que hacer eso?
La miro en silencio.
vez que ustedes hayan hablado más de cinco minutos sin discutir.
—Esa era la razón por la que no quería contarte. Estás haciendo de esto algo
mucho más grande de lo que es. Yo haré como que nada ocurrió y espero que
ellos también. No voy a tener una relación ahora.
—No puedes simplemente hacer como que nada ocurrió. Ambos esperaran que
les digas que piensas de eso. Y aunque me cueste aceptarlo, deberías hacerlo
antes de que alguno salga lastimado.
—No, creo que mejor haré como que nada pasó— me encojo de hombros
tomando el mando a distancia y encendiendo la televisión para darle fin a la
conversación—. ¿Quieres ver una película o me dejarás dormir?
Hago zapping entre los canales sin encontrar nada interesante y la apago
Luca Sandino: ¿Conoces alguna mujer que toque el violín? Justo en estos días
he estado buscando una que tiene una deuda conmigo. Si la ves, hazle saber que
—Cada vez estoy más confundida sobre ustedes— sonrío entretenida ante el
pantalla del teléfono—. Algunas veces hablan como los mejores amigos y otras
les falta poco para matarse… No, aclaro, para que tú lo mates.
—Es que tantas bromas cansan, ¿no crees? No toda la vida se puede pasar
pensando que todo es un chiste.
donde por suerte no ha quedado ninguna marca permanente—. Quería saber todo
sobre él y cuál era su relación exacta.
— ¿En serio?— una luz de alegría se muestra en sus ojos y juguetea con los
dedos de sus manos—. Esta noche fue algo raro con Tom, ¿sabes? Esperaba que
—Tienes razón, las cosas pasan por algo. Míralo desde este punto, ambos han
estado dedicándose a su música y les ha ido de maravilla. Una relación en el
tiempo en que ascendían no habría sido la mejor opción, menos una a larga
distancia.
A pesar de ser un rockero, al lado de Luca, Tom parece la clase de hombre que
les presentarías a tus padres. Luca, con su tamaño y tatuajes, es todo lo que se
podía esperar del chico malo; aunque por dentro era una persona dulce y amable.
— ¿Por qué está completamente loco por ti? Que intente conquistarte en cada
momento no lo hace un acosador. Lo hace terco, de una manera linda.
—Lo sé— tapa su rostro con ambas manos riendo por un rato—. Es totalmente
mujeres que más odiamos. Si sientes algo por él, no se nieguen la oportunidad.
—Es más difícil de lo que crees. Estás viendo las cosas desde su punto de vista,
no el mío. Y soy tu mejor amiga, no él. Si acepto, ¿qué pasa? ¿Me aguanto las
multitudes de mujeres que le gritan?— junta las cejas y sus ojos se humedecen
un poco, por lo que los limpia rápido con la manga del pijama—. ¿Sufro
en una viuda.
pasará nada. Y sobre las admiradoras, él solo tiene ojos para ti aun cuando no
—Es tu decisión que hacer. No pienso decirte que decisión tomar. Es tu vida y tú
la llevas.
quiero y suerte.
en cuanto sale.
La lluvia cae de manera torrencial y los rayos iluminan el camino por el que me
pero sus pasos son más rápidos que los míos y las piedras del camino no dejan
agarrarme de algo para evitar la caída, pero lo único que agarran mis manos
son el aire vacío. Al llegar al final, no choco contra el piso sino que caigo en
pie e instintivamente miro hacia arriba donde quien me persigue revela su
rostro.
Los dorados ojos que veo cada vez en el espejo, me devuelven una mirada llena
Despierto con los rayos del sol sobre mi rostro dándome la bienvenida a un
nuevo día. Escaneo la habitación en busca de cabello rojizo pero no encuentro a
su dueña por ningún lado. El lado de la cama donde se supone que ha dormido
está intacto.
Tengo un mensaje.
humor que solo señala que mi día no pinta con ser muy bueno. ¿Qué rayos había
—Hola, Kathe— una alegre Claire me saluda desde detrás de un periódico sin
moverlo un poco para verme. Un plato con algunas migajas de pan tostado está
frente a ella, al igual que una taza de leche a medio tocar, con una marca del
—Yo dormí perfectamente— deja el periódico a un lado revelando que usa ropa
Espero que sí porque no pienso darte otro discurso sobre seguir lo que quieres.
— ¿Y Luca lo sabe? Pensé que hoy tendrían un día juntos y harían un montón de
cursilerías.
—Al parecer, Luca fue quien le pidió que me preguntara— explica sonriendo y
—Enhorabuena, parece que todo va a las mil maravillas— celebro antes de darle
una mordida a mi segunda tostada y en cuanto la mastico y trago, vuelvo a
hablar—. Espero que te diviertas hoy con ellos dos. Parecen llevarse a las
maravillas.
—No, señorita. Usted también irá, no la dejaré quedarse sola hoy.
—No haría nada más que dañar el ambiente romántico. Está bien que Andrew
quiera ser tercera rueda pero no es lo mío— me niego tosiendo un poco al casi
—Irías para apoyarme— antes de que pueda negarme me señala abriendo los
—Sabes muy bien que no quiero ir. Primero, es una cita entre Luca y tú;
segundo, tengo mis razones para no querer asistir; y tercero, me espera un día
bastante ocupado.
—Pues que vea una foto mía, en Internet hay muchas. Además su invitación fue
a ti, no a mí.
—Katherine…
—Claire D’Moon, por una vez en tu vida deberías no intentar discutir conmigo.
Días como hoy no tengo humor para salir de casa— ruedo los ojos. No podía
—Trinity esta en Miami visitando a una amiga. Esa es la razón por la que
aprovecharan el día sin ella haciendo lo que solían hacer cuando no estaba. Te
—No iré, es mi decisión final. No puedes obligarme, soy mayor que tú y hace
mucho que no me dejo mandar por nadie.
—No permitiré que te quedes un lindo domingo como hoy sola. Me preocupas,
alguien. ¡Tienes 25, por Dios! Actúas como una mujer de 50 años. Y me asusta
que cuando llegues a esa edad, te arrepientas de no haber vivido tu vida como
era. Por esa razón insisto tanto.
—No tienes que hacerlo— me levanto también rodando la silla con algo de
fuerza—. Estoy feliz con mi vida, y la manera en la que la vivo no hará que me
arrepienta en unos años. Esta es la vida que escogí para mí, así que si no te
molesta, apóyame en ella. No hagas parte del numeroso grupo que piensa que
soy una máquina de negocios solamente. Que no me guste malgastar mi tiempo
en una relación que al terminar no me dejará más que un corazón roto y pérdida
de tiempo, no quiere decir que no sea feliz.
— ¿Ahora podemos irnos?— se cruza de brazos a la espera—. Puedes odiarme
el resto de la vida, pero hoy no te voy a dejar.
por todo el enojo. Entre todas las personas, ella es de la última que me esperaba
todo eso.
—Eres toda una estirada— dice respondiendo a otro mensaje en su teléfono sin
una mañana.
—Fue a cabalgar con unos amigos desde muy temprano— explica sin despegar
la mirada del dispositivo móvil—. Dijo que volvería tarde en la noche porque
quizás irían de pesca, o algo así dijo.
—Lo sé, ¿verdad?— esboza una media sonrisa asintiendo levemente con su
cabeza—. Tenemos que irnos ya, se está haciendo tarde y ellos nos están
esperando.
Una hora después de estar conduciendo por la carretera, el GPS nos guía a un
camino sin pavimentar y a medida que disminuye la velocidad pasamos
Claire baja del auto cuando lo aparco al lado del que reconozco como el auto de
Andrew. Apago el motor y la sigo guardando las llaves en el bolsillo de mis
con una pequeña sonrisa en sus labios mientras esperamos. No me separo mucho
—Sí que lo es— concuerdo con ella. El ambiente en el lugar es tan calmado y
relajado que casi deseaba poder quedarme ahí varias horas sin moverme y
escuchando las hojas de los arboles al removerse por la brisa—. ¿Desde cuando
eres tan cercana a Andrew?
Ruedo los ojos mientras mi teléfono vibra con la llegada de un nuevo mensaje.
Desbloqueo la pantalla y lo abro.
Katherine Briden: La verdad ya tengo planes con Claire. ¿Qué tenías en mente?
Xavier Higgons: Mis padres iban a hacer una parrillada y quería ver si te
gustaría venir. Pero como ya veo que tienes planes con Claire, entenderé que no
puedes abandonarlos.
Katherine Briden: Igual tú. Saludos a tus padres. La próxima vez te agradecería
me avisaras con tiempo. Aún me debes la famosa salsa de tu abuela.
— ¿De quién es este lugar?— la contraria sostiene el brazo del hombre con total
naturalidad mientras caminamos. Fuera lo que fuera lo que habían hablado
anoche, Luca y ella, se había convertido en una gran amiga de ambos. Si es que
—Es de los padres de Luca— Andrew responde con tranquilidad sin lucir nada
coqueta, más bien parecían familia—. Viven hace unos 20 años acá, desde que se
mudaron de España.
—Andrew, no bromees— Claire niega sin creerse una sola palabra—. ¿En serio
viven acá?
—Sus padres, sí. Luca no tiene mucho tiempo para estar en casa, así que solo se
queda mientras se encuentra en la ciudad. La verdad es que hace como dos años
no pasa mucho tiempo en los alrededores. Lleva años de un lado para otro con
una maleta donde lleva solo lo necesario—comenta a medida que recorremos el
terreno por un camino más estrecho, con algo de nostalgia en su voz—. Pero ya
está acá, y he podido recuperar a mi mejor amigo.
Eso explica el hecho de que no hubiera escuchado antes de él.
Andrew le responde con una sonrisa graciosa; y tampoco puedo evitar reírme un
poco de su aclaración.
—Los señores Sandino, ¿ellos saben que vinimos?— le hago el favor de desviar
la atención, para que tenga un momento para recuperarse—. No quiero ser
imprudente.
de todo, con solo Luca no es que tengan muchas personas. Por eso cada vez que
los visito me reciben con los brazos abiertos—gira un poco la cabeza para verme
y hablar con una sonrisa amable en los labios—. En estos momentos, están en un
antes de eso hacían viajes regulares a la ciudad. Ahí fue que lo conocí. Se
mudaron antes cerca de casa y Luca y yo nos hicimos muy buenos amigos desde
entonces. Aun cuando él solo venía en el verano, era el mejor momento del año.
Andrew abre la puerta en cuanto llegamos frente a ella y nos deja pasar primero,
para luego seguirnos dentro.
La casa no es tan lujosa por dentro como esperaba, y es un gran alivio porque
demuestra que tipo de personas son las que viven ahí y criaron a Luca. Tiene un
mueblería.
—La próxima vez que me vuelvas a llamar criatura, no vivirás para contarlo—
cierto, lindo hogar. Es la primera vez que lo digo en serio y no por amabilidad.
—Ok, ok. Una de las primeras veces— rio negando y al rato ellos también lo
hacen.
—Andrew, ¿me ayudas?— Luca mira con mala cara que su mejor amigo se la
lleve tan bien con su chica—. Así haces un mejor papel.
— ¿Sabes qué? Creo que en serio si debería irme— un pensamiento pasa por mi
incomodidad. Andrew está acá pasando el día, Luca y Claire, pasarían tiempo
juntos. Pero, ¿Cuál es mi fin ahí?—. El tiempo de hoy me servirá para ponerme
al día con algunos documentos del mes pasado que olvidé revisar— lo cual no es
del todo mentira, tengo unas cuantas carpetas gruesas mostrando la evolución de
tratos importantes.
—No, prometiste quedarte a apoyarme. ¿O tengo otra vez que decirte lo mismo
que esta mañana?— la felicidad que momentos antes estaba en su rostro es
— ¿Ocurre algo?— Luca entra de vuelta a la sala llevando dos tazas que
—Creo que debería irme. Justo recordé que tengo mucha cosas que hacer y…
Dios. Deja de actuar como una anciana. Ni tu padre actúa como tú. Abre los
ojos, maldita sea, o vas a terminar perdiendo tiempo huyendo de todos y todas—
hasta Luca parece sorprendido con las palabras de Claire, mientras tanto esta
vuelve a cerrar los labios luciendo completamente furiosa sin atreverse a
—Katherine, por favor, quédate— el deportista habla casi en susurros y deja las
tazas en la mesa del centro sentándose en uno de los sillones para mirarnos a
ambas—. Mañana puedes atender lo que sea que tengas pendiente, y si no crees
—Realmente lo siento— lo digo más para mi amiga que para el hombre, aunque
lo miro a él porque no me creo capaz de verla a ella aún más enojada conmigo.
No es ni medio día y ya hemos tenido dos discusiones en una sola mañana. Lo
cual es bastante extraño, porque con los dedos de una mano puedo contar las
veces que había pasado antes y aun así sobraban dedos—. No quiero ser una
carga en el día de hoy, se suponía que lo pasarás con Claire. No quiero ser la
tercera rueda.
sincera.— No soy exactamente parte de esa relación, porque detesto los tríos; así
que ambos somos terceras ruedas, compañera.
Alzo una ceja y una media sonrisa se dibuja en mis labios por lo tonto del
comentario. Después de todo, tenía razón, aunque detestara admitirlo.
— ¿Lo ves? No somos tan mal par de terceras ruedas—me responde con una
sonrisa y se sienta en el sillón vacío al otro lado del sofá donde está mi amiga—.
— ¿Les he dicho que los odio? Porque están en serio retrasando procesos
importantes.
profundo.
silencio tomándolas hasta que de nuevo, el ojiazul toma la palabra para romper
la incomodidad—. Bueno, se hace tarde y necesitamos demostrarle a Katherine
que pasar su domingo acá vale la pena, así que a apresurarse y nos vamos al
también pide disculpas—. Déjame hablar primero, ¿de acuerdo?— pido alzando
la mano, segura de que lo que tengo por decirle es más importante: aquí la
equivocada soy yo, no ella—. No intento ser una aguafiestas, ni menos dañarte el
día. Solo quería irme porque siento que mi presencia acá no encaja. Y sé que
dices que me quieres acá para ser un apoyo pero no es así, estarías perfectamente
—Solo quiero que pases un buen rato. Estoy segura que lo pasas trabajando, lo
cual es raro. Pero es lo que amas hacer y lo entiendo. Solo te pido que por hoy
intentes relajarte y ser una buena amiga. Hazlo y te prometo que te dejaré volver
a comportarte como una antisocial encerrada en tu oficina.
Sonrío abrazándola y esperando que entienda lo mal que lo he pasado en ese rato
que habíamos estado enojadas la una con la otra. Claire es más que mi mejor
amiga, es mi hermana. Había crecido con ella como uno de mis más grandes
apoyos.
—Lamento interrumpir pero es tiempo de irnos—el otro invitado del día, entra
en la sala mirándonos con algo de ternura—. Después pueden darse todo el amor
que quieran.
Ambas reímos al mismo tiempo y nos levantamos para salir detrás de él hacia la
puerta donde Luca espera con su abrigo puesto. Andrew hace lo mismo con el
suyo, y a nosotras nos prestan un par del armario de abrigos; asegurando que
Salimos fuera, y dejando que Claire y Luca caminen juntos unos pasos frente a
nosotros; nos quedamos detrás en un silencio que oculta lo extraña que se están
tornando las cosas con nuestra relación. Ni siquiera hablamos sobre el clima o el
Al llegar a un gran claro en el bosque, nos espera una pequeña cabina de madera
donde Luca entra y sale con cuatro armas y una bolsa con lo que lucen como
protector junto a algunas balas para cargar su arma. Al terminar se pone en pie y
le hace señas a su amigo para que lo ayude activando el propulsor del blanco.
de terminar con las balas de goma, extiende su mano a Claire que sostiene el
arma con temor.
— Bien hecho, todos— el más alto nos felicita mientras guarda los instrumentos
lucir algo enojado—. Intento de todo para que estés feliz, y aun así sales con
estas cosas.
—Eres un cretino— su tono sale burlona mientas niega por el hecho de que no
ha entendido su broma.
—Si me dijeras que hice mal, lo habría remediado hace mucho. Pero no, solo
— ¿Lo ves? Ahí está el problema. Siempre intentas hacerme sentir menos que
tú. Y si, tal vez no soy como los demás con los que has tenido algo, me gano la
vida arriesgándola y si, quizás no puedo llevarte a elegantes eventos o pertenecer
al cerrado grupo de personas que consideras pueden dedicarte la palabra; pero si
—Ve con ella y no permitas que nada malo le pase— le pido a Andrew que
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El cielo ya luce rosáceo y estoy sentada en los escalones del porche recordando
los acontecimientos del día de hoy. Después de haberse enojado y salir corriendo
por su lado, Claire al fin había vuelto después de una media hora, con Andrew
siguiéndola. Por lo que sabía, él le había pedido que volvieran a la propiedad
porque fuera estaba helando. Luca por su parte, había entrado a la casa para
cuando llegué y tuve que tocar con fuerza para que me abriera la puerta. Pasó su
ataque de furia despotricando en un español muy gracioso.
lado, mirando hacia la mujer debajo del árbol—. Nos enojamos muy fácil. No
entiendo cómo surgió esa conversación si nos estábamos divirtiendo antes.
—No te odia. ¿Por qué crees que lo hace?— poso mi mano sobre la suya
encontrar algo así de nuevo—. Claire tiene una personalidad difícil, lo sé. Pero
eso no quiere decir que no le agrades. Ella decidió venir hoy aquí, ¿no?
—Te juro que si supiera que va mal, lo arreglaría. He intentado de todo por ser el
—No tienes que cambiar para agradarle, Luca. Sé que soy su mejor amiga, y por
eso te aconsejo que no lo hagas. Eres perfecto para ella tal y como eres. Lo único
valioso tesoro por una tontería. Solo recuerda hablarle desde aquí, — pongo un
—No entiendo como sigues soltera— bromea levantándose del peldaño para ir
hacia el árbol pero antes me da un beso en la mejilla—. Y gracias, te lo
agradezco mucho.
Lo veo alejarse con una sonrisa en el rostro; esperaba que mis consejos le
— ¿Qué tal va tu labor de Cupido?—el otro hombre ocupa el lugar que segundos
—Esos dos estarán juntos pronto— aseguro emocionada con una gran sonrisa.
—Creo que los dos se niegan a dar los pasos necesarios para conocerse mejor. Es
obvio que están loco el uno por el otro.
provocar cosas en ella que mucha gente no. Todos estos años, Claire ha sido
como una versión moderna de una dama antigua, ¿entiendes?— le pregunto y
vuelvo a hablar sin esperar su afirmación—. Y llega Luca y ella solo es…
—Sí, te entiendo. Como dije antes es bueno tener a Luca por acá, y si ella es la
razón, estaré más que feliz de apoyarlo. Claire parece una buena mujer para él—
algo en su voz denota que quiere decir algo más—. Y con lo de que parece que te
llevas muy bien con Luca, hablo de que parecen entenderse demasiado bien.
—Sí, entiendo de que hablas— rio por lo bajo porque no ha sido capaz de decir
notado pero soy una clara fan de su relación. Quiero que todo entre ellos vaya
bien. ¿Y eso que percibo son celos?
—No hablaba de Luca, hablaba de mí. Tienes miedo de que tu mejor amigo te
ella.
—Sabes el porqué.
—Olvida lo de anoche. Es tiempo de que madures un poco y aprendas a evadir
lo que sabes no tiene importancia. Yo ya lo superé, deberías hacer lo mismo.
—No puedes solo hacer como si no hubiera pasado nada— captura mi mirada
— ¿Mi turno? ¿Que se supone debo decir?— cruzo los brazos y frunzo el ceño
algo incomoda—. No tengo nada que decir acerca de eso, solo que lo olvides.
los botes.
confuso.
Y justo por esa razón, tomo el mensaje como una manera de salvarme.
—Sí, vamos— la mujer ignora la mano extendida del hombre que planea
caminar con ella y engancha su brazo con el mío—. Tú diriges, Luca— señala el
Alzo la ceja hacia Luca esperando que solo lo deje pasar hasta que ella se sienta
soltar una bocanada de aire profundo, emprende la marcha siendo seguido a unos
Aprovecho que Claire está ocupada hablando del lugar mientras fulmina con la
mirada la nuca del hombre frente a nosotras, y giro un poco la cabeza mirando al
me parece mejor de esa manera, dándome tiempo para tener la mente en blanco.
—Los botes solo soportan dos personas— escucho la mentira en la voz de Luca
esperando que Claire no descubra que lo es, porque es necesario que estén a
solas—. Así que propongo que seamos equitativos.
—Bien, yo estaré con Kathe— antes de poder protestar Andrew toma mi mano y
me jala hasta que caigo dentro de uno de los botes, lo que llega con un golpe de
encantadora sonrisa que no hace más que irritarme, mientras desata el nudo del
bote.
—Me las pagarás— me siento bien, cruzando los brazos enfurruñada mirando
suficiente de modales para que sepas que es de mala educación dejar a alguien
momentos para considerar que palabras decir que no suenen como algo débil—.
Lo que me estás pidiendo es demasiado. Mi respuesta es que dejes las cosas tal y
como son. Hablar de lo que hayas creído que pasó, no te hace bien.
—Mientes y lo sabes. Tú también lo sentiste. Ese día en la playa cuando hice ese
estúpido comentario sobre tus ojos, tenías esta expresión; como si en serio te
—Te incomodé con eso, lo sé. No puedes solo estar enojada por no ser capaz de
ser sincera con tus sentimientos. A unos les toma más tiempo que a otros. Pero
— ¿Por qué no? ¿Por qué de la nada te ha surgido esa loca idea de que me amas?
— Estoy loco— una media sonrisa ilumina su rostro mientras rema como si ni el
mismo se puede creer lo que dice—. Estoy completamente loco por ti.
¿amas a alguien más? ¿Xavier, por ejemplo? Porque si es así, puedes decírmelo
y problema resuelto.
ambas cejas. Le haría contarme más tarde como había terminado mi mejor amiga
en el agua.
—Espera ahí, Luca Sandino, me debes una explicación— le exijo antes de que
—Solo cobraba una deuda— una sonrisa burlona es su respuesta mientras que a
mi lado, la pelirroja suspira de frustración—. Aunque parece que Claire no
—Este cretino de acá intentó besarme cuando estaba desprevenida. Por su culpa
caí al agua— tiembla apartando el cabello mojado de sus mejillas—. Y no te
—No, no, no. Usted hizo una promesa, señorita— la señalo acusatoria. No
habíamos tenido una pelea hoy para que al final ella misma renunciara a una cita
con Luca—. Recuerde.
—No es justo— hace un intento de puchero con sus labios morados por el frio y
aunque sé que me va a odiar por esto, tomo la mejor decisión para ella—.
Prometiste no decir que te irías y creo haberlo escuchado unas cuantas veces.
Esa también era una promesa y no veo que la hayas cumplido.
estaba siendo una pésima amiga en eso de guardar secretos pero después del día
que había tenido y de los diferentes episodios de uno huyendo del otro, tenía que
hacerlos juntarse. Merecían estar juntos—. Así que ve por esa ropa seca, tendrás
—Bueno, esto cada vez se torna más interesante— él sonríe divertido y sube las
escaleras corriendo.
—Te odio— mi mejor amiga rueda los ojos—. Se supone que no debes decir eso
frente a él para hacer su ego más grande.
—Bueno, retribúyele algo. No es la única que está cansada del vaivén que
caminando al armario de los abrigos buscando el suyo—. Y eso quiere decir que
es mi hora de irme.
—Estaba esto— la voz de Luca llega alegre mientras baja las escaleras y
sostiene un vestido veraniego en sus manos—. Parece de tu talla y tu estilo.
La más baja toma la pieza de ropa de las manos del hombre y camina al baño de
—No, no lo haré. No quiero actuar de tercera rueda. Esa es la razón por la que
Katherine también se va, ¿no es cierto?
Afirmo sonriente.
—Espero que tengan una maravillosa cena. Me llevaré el auto, dile a Claire que
la amo.
—Ella me ama, lo superará— bajo las escaleras del porche seguida por su amigo
y me despido de espaldas agitando la mano—. No se acuesten muy tarde.
distraigo sacando las llaves del bolsillo de mi pantalón—. En serio, tendré que
futuro.
— ¿Si?
Me subo al auto y cierro la puerta parpadeando. Odiaba que mis lágrimas solo
surgieran cuando estaba muy frustrada por una situación. A través del retrovisor
puedo ver como entra en su auto sin quitar esa sonrisa encantadora que me irrita,
Lo dejo detrás saliendo de la propiedad con la vista fija en la carretera con una
que otra lagrima rebelde que se escapa de mis ojos.
traicionar los principios por los que me había regido toda mi vida. No podía solo
—Yo también te amo, papa— me siento en la barra alzando una ceja divertida y
robándole el tenedor para tomar un trozo—. Pues estaba en la casa de campo
Sandino.
— ¿Hablas de Luca?
—Sí, esta mañana Claire amaneció con la idea de ir, y aunque tuvo que
arrastrarme casi a ir, fue divertido— como el trozo que he tomado y mastico
vicepresidenta zombi.
—Hey— se queja riendo y toma otro trozo del pedazo de pastel—. Bueno, ve a
17
La llegada de un mensaje provoca que despierte a eso de las 4:56 de la
madrugada. Me pregunto que ser en su normalidad mensajería a alguien tan
temprano. Decido que debe tratarse de algo muy importante por la hora. Me
incorporo en la cama y me acomodo con la espalda recta en el cabezal de esta,
tomando el teléfono para leer el mensaje.
agua cae sobre mí. Todo con el fin de evadir lo que ocurrió en la última semana.
Reviso entre mis vestidos para ir a trabajar y al final, los aparto decidiéndome
por una falda de tela y una camisa negra junto con unas sandalias rojas. Me
aplico un poco de maquillaje para tapar las ojeras que parecían jamás dejarme, y
suelto mi cabello peinándolo para dejarlo caer suelto. Tomo mi bolso junto a mi
teléfono después de ordenar la cama. Salgo de la habitación y minutos después
camino fuera de la casa rehuyendo del frio matutino. Subo al auto dejando el
mesas del centro con diversión; recordando la escena de machismo puro que
habían tenido Andrew y Xavier. Quien hubiera sabido que todo estaba basado en
celos.
—Bien, no cocina nada mal. Y antes de que hayas creado una película en tu
cabeza, eso fue todo. Cenamos y me llevó a casa porque cierta amiga mía se
—Lo dices como si te hubiera dejado con un delincuente, es Luca, por Dios.
—Lo sé— bufa haciendo una mueca y volviendo a su expresión fría—. No estoy
que deje de ser tan crítica consigo misma y de dudar de su talento—. Eres mil
veces más profesional que ella. Obtendrás el solo.
—Claire D’Moon, solo escúchate. No eres cobarde, así que no vas a dejarte
intimidar por una novata que porque lleva dos años en el negocio, se cree
profesional. Llevas toda tu vida con el violín, eso te da el poder sobre ella. Solo
— ¿Te he dicho que te amo?— una risa tierna surge de sus labios y me abraza a
través de la mesa—. No sé qué haría sin que patearas mi trasero cada vez que me
pongo así.
las manos frente a ella—. Y si, sé que prometí un desayuno pero lo que menos
—No te preocupes— alzo las manos en barra aunque algunas personas nos
—Te veo luego, besos— lanza varios besos en mi dirección y casi sale corriendo
del lugar dejándome sola.
Xavier Higgons: ¿Qué hace una mujer tan hermosa desayunando sola?
Katherine Briden: Huir de mejores amigos madrugadores. ¿Dónde estás?
Giro para buscarlo entre las mesas que están cerca pero no hay rastro de él por
ninguna parte. Vuelvo la atención a mi teléfono con intención de insistir pero
parece muy tonto hacerlo. Quizás otro día con gusto le seguiría el juego por un
Espero unos minutos leyendo el New York Times en mi teléfono hasta que lo
escucho sentarse en la silla que antes ha ocupado mi amiga.
juntando mis manos sobre la mesa. Viste su típica ropa para ir a trabajar y su
debo responder primero. Bueno, quería arreglar algunas cosas con respecto al
viaje de mañana. Pasé por algo rápido para comer pero te vi, así que decidí
acompañarte a desayunar.
—Sí, porque te perdiste disfrutar de ellas. Y ayer estaba dispuesto a hacerla con
— ¿En serio?— me apoyo en mis manos con interés en saber más—. ¿Con el
—Que divertido domingo parece que tuviste. El mío no fue tan interesante— me
— ¿Y esa sería?
—El amor. Claire y Luca tienen sentimientos el uno por el otro. Y no, no es una
simple atracción. Luca la mira como si fuera la definitiva.
—No, Andrew estaba allá cuando llegamos. Así que no fui la única tercera rueda
del domingo.
— ¿Andrew estaba allá? ¿Qué hacía?
—Sí, Andrew estaba allá pero su misión era la misma que la mía, juntar a los
tortolitos.
—Buscando algo de los mágicos ánimos de mejor amiga. Tiene una audición
entiendo que es momento de dejar de hablar de Claire. A pesar de que son mis
dos mejores amigos, no se la llevan muy bien el uno con el otro. Parecía que ni
capta—. Llegaron estas flores para usted. Pensé en ponerlas en su escritorio pero
oficina y las dejo en un lado del escritorio deseosa de saber quién es el dueño del
envío. Saco la tarjeta de remitente y bufo al terminar de leer el corto mensaje.
–Andrew Simurs.
Devuelvo la tarjeta a su lugar y una risa nerviosa sale de mis labios, mientras
saco mi teléfono y marco su número.
—Buenos días, celular de Andrew Simurs— una mujer responde al otro lado de
la línea con el habitual tono que a veces utilizan las azafatas y asistentes. Un
poco nasal y demasiado alegre para cualquiera—. ¿Puedo ayudarle con algo?
—Buenos días. ¿Con quién tengo el gusto de hablar?— consulto con amabilidad
acomodándome en mi silla de escritorio y dejándola frente al cristal que da a una
ahora.
Contemplo las flores una vez más, antes de levantarme y encargarme del orden
del día; la reunión con los jefes de publicidad. Pero primero tomo el ramo de
—Y yo te las regalo.
—No debería.
Luego procedo a entrar en la sala de reuniones número cuatro, lista para lo que
rápidamente le ordena a uno de sus asistentes que apague las luces para hacer su
llegado a la conclusión de que no está dando los frutos que esperábamos tuviera.
Los avisos normales tienen mayor impacto.
incremento de los avisos normales pero dedicarlos a una población más joven. Y
sé lo que dirá, es una cámara de video, ¿cómo hacer publicidad normal con un
producto complejo sin que sea solo poner una foto de él y sus características?
Así que ya que nuestras redes sociales no dan frutos, volver a lo sencillo es la
respuesta.
— ¿Un comercial?
Asiente y luego se pone de pie al lado de su jefe para dar inicio a la presentación
con su idea—: La televisión no fue solo el inicio de una nueva era, también es
sobre lo que debemos trabajar. Y todo llega a los hogares por las emociones que
1… La idea es llegar hasta que la misma bebé del principio tenga 80 años y esté
con sus nietos grabando la llegada de la más joven. Serían grabaciones cortas y
rápidas. Hablar sobre la familia siempre es lo indicado.
—Me gusta— asiento cruzando los brazos con seriedad—. Tienen luz verde para
que lo hagan, y espero buenos resultados. Ahora, vamos a hablar de lo que
realmente nos preocupa— abro la carpeta frente a mi sacando la hoja con las
ventas del último producto lanzado al mercado.
» ¿Ven esto?— la alzo frente a todos señalando lo evidente—. No pueden dejar
que nuestros competidores registren mejor afinidad con el público. Aunque
nuestras ventas son más que buenas, no son una cifra que alegre a presidencia,
¿por qué? Porque hay áreas donde los clientes han cambiado su preferencia.
Briden Enterprise no aceptamos traidores, así que los primeros que recortaremos
temporada pasada. Creemos que quienes entran a trabajar acá son familia, y la
familia no traiciona.
—Y todas las acusaciones apuntan a que fue alguno de ustedes quien pasó esa
información— me levanto dejando la hoja caer en el medio—. Así que con eso
dicho, tengan un buen día—me despido y seguida por Xavier, salgo de ahí.
El resto del día transcurre en ponerme al día con los socios internacionales y
comprobar que los informes estén hechos. Cuando termino son alrededor de las
2 de la tarde y revisando mi teléfono, me encuentro con una llamada perdida de
Claire.
ese tiempo surgieron nuevos proyectos y tengo que adelantar varias cosas. Y ya
que mi padre descuidó un poco la empresa por estar preocupado con lo que me
—Cierto, tu paranoia acerca de que todo salga mal no te deja ser feliz. Bueno, te
dejaré seguirte volviendo loca. Tengo que colgar, me espera un ensayo.
molestia.
porque ambas sabemos la cara que debe tener en esos momentos, preguntándose
por mi respuesta—. Y tomate un descanso, siempre estás sentada en ese
escritorio.
—Lo haré cuando sean mis vacaciones— baja la vista a su teclado después de
ver algo en su pantalla—. Por ahora, tengo que asegurarme de hacer bien mi
trabajo.
conduzco todo el camino a una cafetería orgánica. Al llegar, soy recibida por una
mujer afroamericana de una hermosa sonrisa.
carta?
Andrew Simurs: Llamé a tu oficina pero parece que estabas ocupada. ¿Te
almorzar.
La chica afroamericana llega con una bandeja que contiene una humeante taza
de una bebida que huele a chocolate caliente con menta y un flan de soja con
18
Washington D.C.
país, para estudiar cómo van en sus primeros meses de función. Todo
una brillante mirada gris. Cruzo las puertas sin ninguna clase de nervios que
una pequeña rubia con curiosos ojos cafés, que encuentra la manera de estar
usando accesorios que combinan con el uniforme empresarial—. Que gusto verla
en nuestra ciudad.
detengo enseguida.
juntas.
— ¿No crees que quizás fuiste un poco cruel?—el castaño dice a mi lado
entrada?
—No se vería bien—acepta dándome la razón—. Pero pudiste ser más amable.
— ¿No entiendes que no podemos arriesgarnos con detalles pequeños? Eso solo
provocaría que los grandes se afectaran tarde o temprano. Si cometemos un error
— Entiendo, pero…
—No, Xavier, no entiendes. Para ti puede parecer que estamos más que bien
pero la imagen empresarial tuvo un quiebre el día de mi accidente, estuve un
— ¿Lo crees?
— ¿Y?
—La razón por la que muchos siguen trabajando para mi padre es por lealtad o
estresada, nerviosa y gritándole a todos. Algo me hace temer que algún día
cuando yo esté en la gran oficina, muchos se vayan porque; uno, no les gusta ser
mandados por una mujer; dos, su lealtad no es conmigo; y tres, no está en mi ser
—Para nada— me aparto del hombre con las mejillas quemándome por lo que
— Así es. Este era mi destino— lo invito a tomar asiento en la mesa para que
así podamos hablar con más comodidad mientras yo también ocupo una de las
— Sí, aquí están— extiende la carpeta que sostiene en su mano frente a mí,
después de sentarse. Xavier se sienta al otro lado de él.
continúan bajando.
— Creo que podría saber a qué se debe todo eso. Nuestros clientes parecen creer
que tenemos una imagen muy antigua. No se cambia desde hace años— el
gerente explica mirándome con algo de pesar—. Quizás es hora de que Briden
Enterprise se rejuvenezca.
—. ¿Qué se le ocurre?
— Podríamos hacer campañas con una persona como imagen. Alguien joven y
fresco.
igual que yo. Teníamos la publicidad con modelos, era normal; pero él hacer a
una sola persona la imagen oficial era algo grande—. Creo tener una idea de
— ¿Qué tal tú? Eres la heredera. Nadie podría representar más a la marca que la
futura dueña.
— No, eso sería una locura. Mi lugar está detrás de un escritorio, no frente a una
cámara. Creo que podríamos discutir eso de vuelta en Nueva York con mi padre,
pero necesitamos enfocarnos en el evento de mañana. Es de suma importancia
que nuestros clientes sepan cuanto les valoramos y buscamos ofrecerles lo mejor.
— Bien, entonces creo que eso es todo. Puede volver a su trabajo. Estaré
aquí y por allá, mientras Xavier me sigue anotando cosas a tener en cuenta en su
prometo que más tarde veríamos que hacer, en cuanto me encargara de esa cita
pendiente en mis obligaciones.
Subo a mi auto e intento recordar con quien me voy a reunir en lo que dura el
recorrido, que es más de un cuarto de hora, hasta que me detengo frente a un
pequeño restaurante italiano que está en la dirección que tengo registrada en los
detalles del encuentro. Bajo del auto después de apagar el motor y el olor a masa
llega a mi nariz mientras mi estómago gruñe; esa mañana solo había tenido
tiempo para un café antes del viaje. Verona, que es como se llama el lugar, a
ha pedido tal lujo para una reunión de negocios. Debí estar más al pendiente de
Samantha y como organizaba mi horario. Así por lo menos sabría con quién iba
a encontrarme.
— Oh, si— el reconocimiento ilumina su rostro mientras pasa los ojos por la
las mesas que graciosamente son de dos puestos y me pregunto en qué tipo de
lugar estoy. Cuando se detiene abruptamente frente a una puerta, casi choco
solo dos sillas, y una de ellas se encuentra ocupada. Sin embargo, no puedo
distinguir al ocupante por la poca luminosidad.
— Buenas tardes— doy un par de pasos con sigilo esperando que el otro
ocupante de la habitación se ponga en pie para poder verle mejor—. Disculpe,
mismísimo Andrew Simurs esté aquí. Se supone que está a varios kilómetros de
Salgo furiosa evadiendo a Marco que me lanza una mirada divertida al verme
pasar y continúa atendiendo a unos nuevos clientes. Al estar fuera, evado mi
auto porque necesito caminar, si, caminar me cansará lo suficiente para olvidar
toda el enojo que siento. Eso añadido a que llevo unos tacones mata pies, lo hace
una tarea más fácil. Además quizás si tomaba mi auto, lo primero que haría sería
esa calle mientras se niega a dejar de seguirme—. Déjame hablar y te juro que
— Solo olvídalo.
— ¿Por qué no solo te vas?— grito furiosa sin girarme—. Sería lo…— no
agacha a mi lado.
vergüenza.
— ¿Piensas caminar así?
haciendo la difícil.
— No te atreverías.
— Todo el mundo te está mirando con gracia, debe ser porque parces una loca
peleando sola.
— Yo…— digo pensativa maldiciendo para mis adentros porque tiene razón, y
toda esta escena raya en lo infantil.
un fastidio.
— Eran las flores favoritas de mi madre. Cuando las veo solo puedo pensar en el
día de su funeral. Todo el lugar estaba lleno de ellas. Y sé que es increíble que lo
recuerde porque tenía 5 años, pero por alguna razón lo hago.
— ¿Feliz? — ruedo los ojos soltando un suspiro dramático, lo que provoca una
— ¿Y? Querías saber cuáles son mis flores favoritas y te lo estoy diciendo. Más
bien deberías agradecer que te di tal información— alzo una ceja con arrogancia
—. Llevan tan lindo mensaje. Es sobre que son tan hermosas que todos pueden
admirarla pero muy pocos tienen la oportunidad de tocarlas. Solo los indicados
se salvan de pincharse con las espinas.
— Que profundo— me deja en pie al lado del auto sosteniéndome con cuidado
para que no caiga por el tacón roto—. Lástima que te dejaré en paz, ¿no es así?
— Eres un idiota— abro la puerta del auto y subo quitándome los zapatos y
burlona.
— ¿Qué?
estoy hospedando.
prepararme para mi próximo encuentro con él, para dejarle claro que su juego
me tiene cansada. Pero mencionarlo, eso sería tener que hablarlo con alguien
cercano a mí y ya tengo suficiente en mi vida como para agregar el hecho de que
Andrew Simurs me está afectando.
Decido que por lo menos si llamo a Claire, el sonido de su voz me hará entrar en
razón. Ella siempre sabe que decir aunque no le cuente de mis problemas. Toco
algunas cosas en la pantalla del GPS y pronto estoy llamando a mi mejor amiga.
pero en cuanto termine podré escuchar tu mensaje. Déjalo después del tono”.
Bip.
Así que mi única salvación está ocupada, lo que me deja sin opciones. Y mi otra
Desvío mi camino hasta que estoy conduciendo de vuelta a la sede para ver
La oficina del gerente me da la bienvenida con una visión del hombre que busco,
sentado en una de las sillas frente al escritorio—: Hola, Kathe. ¿Terminaste tan
rápido tu almuerzo?
—Fue a almorzar hace unos 20 minutos, mientras se encarga de revisar que todo
Niego.
— ¿Parque de diversiones?
sus cosas, para luego caminar hacia la puerta y abrirla para que podamos salir.
—Está bien, pero cualquier cosa puedes apoyarte en mi, ¿de acuerdo?—sube al
30 minutos en el vestíbulo?
Cuando las puertas se abren, entro y marco el teléfono de mi padre para darle un
mi piso.
—Hola, mi niña. Estoy bien, ¿y tú? ¿Cómo ha ido todo hasta ahora?
—Estoy bien— miro mi reflejo en las puertas del ascensor cuando se cierran
frente a mí. —Hoy revisé los datos de la sede y me encontré con la misma
situación. Parece que las ventas no dejan de bajar desde hace un par de meses.
—Mañana en la noche será la fiesta con los mayores clientes para el lanzamiento
Aunque claro, tampoco debí insistir en llegar a ganar ese trato cuando no tenía
—Sí, sé que te sientes así. Pero no pareces solo preocupada, hay algo más. Lo sé,
te conozco. Katherine, soy tu padre y sé cuándo mi niña está mal.
—Adiós, papá.
—Adiós, mi niña. Sabes que estoy aquí por si quieres hablar— añade cuando las
de la habitación.
Abro la maleta que está sobre la otomana a los pies de la cama. Tomo unos jeans
y una blusa, junto con unos tennis para reemplazar mis tacones dañados. Entro al
baño y me doy una ducha rápida, y luego, me cambio de ropa mientras mi mente
solo puede pensar en penetrantes ojos azules.
20 minutos después estoy lista y sin nada que hacer, así que reviso mi correo por
si he olvidado responder a algo importante. Respondo a un par de poca
Dejo que pasen por lo menos 5 minutos antes de salir de la habitación y bajar a
existencia misma había comenzado con una disputa familiar y no iba a dejar que
todos estos años de hacer todo por tener la razón, se fueran al caño. Ni siquiera
suficientemente malo.
Las puertas del ascensor se abren y lo primero que puedo ver es una rosa
—No, tú eres hermosa. La rosa es solo algo para enviar ese mensaje.
—Eres pésimo con las frases de conquista— niego sonriendo—. Pero aprecio tu
esfuerzo.
mías.
—Shhh…— le doy las llaves y tomo su brazo en todo el trayecto hasta el auto.
Ya que esta tarde es por los viejos tiempos, pone algo de música en su
— ¿Lista para divertirte?— sus ojos brillan con diversión mientras aparca en el
El hombre niega y le dedica una sonrisa, a la vez que toma mi mano con total
comodidad—: Gracias por tu ayuda, que tengas una grandiosa tarde.
— ¿Podrías dejar de hacer esto?— señalo nuestras manos cuando hemos entrado
al parque.
— ¿Te molesta?
—No lo hace… Pero puede dar a entender cosas. Y sinceramente, no quiero que
ocurre?
Eso lo hace reír a carcajadas mientras lo jalo hacia la fila para ingresar a la
atracción.
—No tienes de que preocuparte, estaré justo a tu lado riéndome muy fuerte
mientras gritas. Eso tiene que ser suficiente apoyo. Pero en serio, verás que no
Son unos 5 minutos hasta que es nuestro turno de subir, por la poca concurrencia
del lugar en un día de semana; así que cuando estamos sentados en nuestros
lugares y asegurados, me mira y suspira—: Esto no se queda así. Yo elegiré el
próximo.
poco subiendo hasta el punto más alto. El hombre me da una sonrisa nerviosa
respiraciones pausadas y deseando tener más tiempo para observarlo. Pero tan
pronto como estamos arriba, caemos con rapidez y mi cabello no hace más que
golpear mi rostro por la velocidad en la que vamos. Seguido de eso, damos
—Ahora vamos a…
—Oh, vamos. Eso ni siquiera se acerca a lo que tuviste que pasar. Sabes cuánto
detesto la oscuridad de esos lugares.
—Estaré a tu lado— repite lo que le dije hace un rato, como burla—. Solo tienes
La fila solo está ocupada por un par de personas, cuando llegamos. Así que
cuando el grupo que está dentro sale un minuto después, es nuestro turno de
entrar.
temer por no ser capaz de ver nada; una solitaria luz se enciende mostrando un
ambas ocasiones aprieto la mano del hombre dejando salir un grito. La luz se
sosteniendo una hoz nos persigue, y por otro lado, un científico loco con una
sierra; lo que nos deja con un callejón como único medio de escape. Fuera; o
—No estuvo tan mal— finjo una sonrisa cuando nos encontramos con la luz del
día de nuevo—. Debiste ver tu cara con el científico loco.
—Xavier, nada de plática laboral acá. Estamos teniendo una tarde lejos de eso,
¿recuerdas?
Espera.
—Yo lo llamé para informarle sobre cómo va todo. Está de acuerdo con nuestra
accidente terrible que dejó a dos personas muertas y pudo ser mi destino
también. Así que discúlpame sino me comporto tan arriesgada como antes o
hago como que hay muchas cosas que no están bien. La empresa no está bien, y
no puedo actuar como que las cosas van bien solo para mantener una imagen. Ya
no soy esa.
—Está bien.
—Soy Nathan, por cierto—afirma tímido mientras nos da una a cada uno—.
¿Cuál es tu nombre?
intenta sonar amable, la rabia en su voz es notable mientras nos guía lejos del
lugar.
—Solo pregunto por nuestros nombres. Y si, fue un intento fallido de coqueteo,
— ¿En serio estás celoso? Xavier, te habló a ti. No a mí, así que estaba
—Eso no importa. ¿Quién envío las flores, Katherine? Sé que no eran para
Samantha.
uno para el otro— mira al cielo que amenaza con una pronta lluvia.
—Sí, lo dije— hago lo mismo con la mía y espero que continúe con su idea.
Cuando no lo hace, vuelvo a hablar—. Es cierto.
— ¿Y por qué no aceptas mis sentimientos por ti? No es como si fuera algo
nuevo para ti.
—No es tan fácil como crees. Sé que si estuviéramos juntos, sería perfecto pero
no quiero pensar en la posibilidad de que algo salga mal y eso arruine nuestra
amistad. Eres demasiado valioso para mí, como para arriesgarme por un quizás.
necesito.
— ¿Por qué soy tan importante para ti? ¿Qué hace que me ames?
detener mi paso, quedando frente a mí—. Eres la única persona que me hace
Permanezco unos largos minutos sujetada a él hasta que la lluvia se vuelve más
—Eres muy rara—se carcajea y no deja de seguirme con la mirada. —Tu padre
se enojará conmigo si dejo que te enfermes— a pesar de que suena a que busca
—Si.
—Yo opino lo mismo— se acerca aún más y sostiene mi cintura para dejar su
otra mano en mi nuca y acercarme a él—. Solo hace falta esto— y con una
— ¿Qué cenaremos?
—Pizza.
19
Mi alarma suena escandalosa, despertándome. Mi cabeza duele fuertemente
Camino sobre el frio piso hasta el cuarto de baño en busca de una pastilla para el
dolor, pero antes de poder llegar al botiquín, me veo obligada a arrodillarme
Estudio mi reflejo en el espejo del baño y hago una mueca cuando veo lo mal
respuesta.
—No, a menos que califiques subirte a la barra del bar a bailar la macarena
como algo embarazoso.
— ¿Qué tome exactamente? Se siente como si me hubiera tomado cada gota del
bar.
—Bueno… Pediste una botella del primer licor que viste, y la tomaste sola. Por
tomaste antes de eso. Lo más gracioso es que entre todo eso llamaste a alguien a
insultarlo. Temo por quien haya estado en la otra línea— responde sonriendo—.
luego.
—No lo haces mejor— le lanzo una almohada mientras ríe por mi cara—.
Llamaré a mi padre, siento que necesita saber por si algo aparece. Prefiero
prevenir a que esa información llegue a él de otra manera. ¿Puedes darme un
momento a solas?
—Está bien, estaré afuera— sale de la cama y se pone sus zapatos, dejando la
—Hola, papá.
—Bebé, ¿estás bien?— supongo que mi voz no es muy convincente porque solo
he dicho una frase y ya está preocupado—. Te escuchas enferma, ¿qué ocurre?
—Está bien, entiendo que aún no estés lista para hablar. Pero te pido un favor,
—Adiós, mi niña.
Cuelgo la llamada y reviso quien fue la última persona con quien hable antes de
él, para saber a quién llamé a insultar ebria. La llamada fue a Andrew a la 1:38
culpabilidad.
—Haz silencio— su voz suena apartada del teléfono, mientras la risa de una
mujer se escucha de fondo—. Si, ¿qué decías?
—No importa, estás ocupado—con mi mano libre seco las lágrimas que
comienzan a correr inexplicablemente por mis mejillas. Y antes de que pueda
sonido.
Minutos pasan hasta que la puerta se abre de nuevo y unos pasos suenan, hasta
que su dueño llega a la cama y se sienta a mi lado dejando que sus brazos me
sale de su boca mientras me atrae a su pecho—. Dios, no sabes cuánto odio verte
llorar.
—Yo odio hacerlo— levanto mi cabeza para mirarlo sin importarme lo patética
—No lo sé, ojala lo supiera. Así podría solucionarlo— toma mi rostro en sus
—Eres pésimo consolando— rio con labios temblorosos—. Así no harás que
deje de hacerlo.
—Sé qué hará que dejes de hacerlo. Vamos a llenar esa pancita comiendo algo
delicioso.
—No tengo hambre—seco furiosa mis mejillas y toma todo de mi control volver
—No.
—Iré a buscarte algo para eso, ¿está bien? ¿Prometes que las lágrimas ya se han
acabado?
—No puedo prometer que se hayan acabado, pero es preferible que vayas a
buscar algo que me haga sentir mejor, a que te quedes acá revisando que no
noche anterior para ponerme bajo la cascada de agua caliente, que ayuda a que
me sienta más liviana. Cuando siento que ya estoy limpia y ha pasado un tiempo
de baño.
La puerta se abre antes de que tome el pomo y un muy serio Xavier aparece en
que usar mientras se hace la hora de arreglarme para el evento y termino sacando
un vestido. Me cambio rápido con los ojos sobre la puerta por temor a que entre
mientras me visto y luego voy hacia el cuarto de baño de nuevo para secar mi
cabello, pero antes de que pueda comenzar a hacerlo, él entra y desconecta el
secador.
irnos.
—Estás lista, vamos— toma mi bolso, teléfono y zapatos para esperarme fuera,
en la habitación—. Te lo pido, por favor, solo vamos.
—Más te vale tener una muy buena explicación— bufo y lo sigo hacia la puerta
decirme que soy un idiota por decir lo que siento por ti y besarte al punto de
hacer creer que era sincero; cuando siempre lo fue. En ningún momento mentí. Y
hoy, me llamas casi a medio día sonando terrible y diciendo que llamarás cuando
me desocupe. Colgaste sin dejarme hablar. Y cuando intento llamarte de vuelta,
no contestas el teléfono y ahora tratas de huir de mí. Dime que intentas hacer
porque no entiendo nada.
—Explícate.
—Tu amigo no te dijo que yo venía, ¿o me equivoco?
— ¿Te llamó?— esta vez le hablo al acusado sin poder creer que ha estado
intentando hacer.
—Quería irse antes de que yo llegara, eso es por lo que te quería hacer salir de
—De igual manera, ¿qué haces aquí?— cruzo los brazos esperando por una
explicación valida.
logre.
tiempo.
Con eso dicho, salgo de la habitación tomando mis cosas de las manos de Xavier
—Katherine…
—Olvídalo.
recepción para encargarme de mis zapatos. Tomo el bolso para estar lista al salir
dirijo, solo quiero conducir hasta que mi enojo pase y sea el tiempo suficiente
Una llamada de Luca ilumina la pantalla del tablero y contesto a pesar de que sé
—No hay que hacer la charla habitual, ¿sabes? Ya Andrew debió contactarte
para que hablaras conmigo en su nombre, ¿o me equivoco?
—No, lo hizo. Quiere que hables con él y no lo alejes. Sus palabras, no mías.
—Dile que se vaya a la mierda. Y que sino contesto sus llamadas o no quiero
verlo es porque no quiero saber nada de él.
—Esto entre ustedes comienza a verse ridículo. Ya hice mi parte como mejor
amigo, así que me despido por ahora.
—Alto ahí.
— ¿Qué ocurre?
—Si.
—Pues dile que conteste mis llamadas. No sé qué la ha llevado a ignorarme pero
se siente terrible.
—De acuerdo, le haré llegar tu mensaje. Siento que debería empezar a cobrar
Me dirijo a tomar los ascensores y cuando las puertas están por cerrarse, Trinity
entra a mi lado.
— ¿Qué haces aquí?— miro las puertas de metal, sorprendida. Hace un rato, en
la llamada había reconocido las risas como suyas pero no pensé que vendría
hasta acá. Eso quería decir que Andrew aún seguía arriba.
mirando su reflejo en las puertas del ascensor—. Aunque es perfecto para tu mal
gusto.
— ¿Andrew?
—No te hagas la tonta— se gira para darme una verdosa mirada de rabia—. Sé
que vino a verte.
—Sí, tienes razón, lo hizo. Pero hoy tu presencia por lo menos me agrada;
necesito que te lo lleves lejos. Me he aburrido de él— sonrío alzando una ceja,
para dejarla callada en cuanto el ascensor se abre en mi piso.
—Al fin, ahí estás— el castaño se levanta del piso del pasillo donde ha estado
esperando, y abre los brazos grande—. Pensé que no vendrías en un buen rato.
La pelirroja sonríe y avanza hacia él, pero la evade por completo y va por mí.
leve a la cara de él—. No creo que le vaya a gustar mucho esta escena. ¿O tú que
crees, Katherine?
—No lo sé—me zafo del agarre del ojiazul y la enfrento—. Me parece que él
—Realmente eres una perra, besándolos a ambos— apoya las manos sobre su
lamentarás.
—Perra.
—Zorra.
—Hijita de papi.
—Mantenida.
—Bulímica.
—Ya me cansé de ti— camino hacia ella para golpearla pero dos brazos fuertes
me detienen antes de que siquiera me acerque lo suficiente.
Miro atrás con el único fin de gritarle a quien osa detenerme y unos ojos grises
—Kathe, no— niega con voz serena—. Eso es lo que ella quiere, no le dejes
derrumbarte.
—Trinity, te lo pido, vete— Andrew es quien habla esta vez y mira a la mujer
—No, no me iré. Vine por ti— hace un puchero en su dirección, y puedo notar
que el algo recurrente en ella, por la manera en la que está cómoda con hacerlo
—. ¿O es que acaso la estás defendiendo?
La mira en silencio.
—Trinity…
—Escúchala— ni siquiera lo miro al decirlo, porque sé lo sensible que he estado
en estos días en todo lo relacionado con él—. Vete de aquí.
—Katherine…
— ¡Vete!— aprieto los ojos negándome a soltar una lágrima más por él—. Es
—Necesitamos hablar.
—De nosotros.
—Kathe, solo háblame. Y hablo de que en serio seas tú quien diga que me vaya
— alcanza mi mano.
—Dímelo. Dime que no me quieres volver a ver, y lo haré. Pero quiero que en
—Mientes.
—Cree lo que quieras creer, no siento nada por ti. Absolutamente nada.
— ¿Y los besos?
— ¿Acaso significaron algo para ti?— rio por lo bajo lista para dar mi golpe
final a su seguridad—. Eres tan patético.
— ¿Besarte?
Asiente.
anterior—. ¿Lo ves? Ahora, largo. Solo fue un toque de labios sin importancia—
bastante tarde.
— ¿Podrían irse ya, por favor?— tomo la mano de mi amigo y le doy un apretón
en busca de apoyo—. Tengo cosas que hacer, y no puedo perder el tiempo con
ustedes.
los ascensores.
—Eso fue raro—dice el más alto cuando están fuera de nuestra vista y se asegura
Asiento.
información importante.
que por mucho que mi cuerpo lo necesitaba en esos momentos, las lágrimas no
descendían.
de Xavier, que ha decidido que tiene algo importante que decir, pero al ver el
remitente, medio sonrío.
Claire D’Moon: Está bien. La noche que cenamos en casa de Luca, cocinamos
juntos, nos reímos y me di cuenta que en realidad no es tan malo. Después de
que terminamos de cenar, nos tomamos una botella de vino en el árbol y una
Claire D’Moon: Porque no quiero que hagas una gran cosa de eso. Estamos
Katherine Briden: Pero hace unos días querían matarse. Y al final, tenía la
Claire D’Moon: Espera… ¿El señor sombra y tú? ¿Qué hay de Andrew?
Katherine Briden: Claire, todo era parte de mi plan. Ya cumplí con él, así que
nada de eso importa.
Claire D’Moon: Vamos, tú y yo sabemos que entre ustedes ocurre algo.
pongas al día.
20
— ¿Puedo pasar?—el castaño toca la puerta un par de veces.
—Sí, creo que es obvio— hago una mueca graciosa y me giro para dejarle
abraza desde atrás por la cintura. —Y esta noche, tengo plena seguridad de eso.
Porque estaré al lado de la mujer más hermosa del lugar— pasa la punta de su
pensamientos y detener las cosas antes de que siquiera puedan comenzar. Luego
suelto su agarre sobre mí y voy por mi cartera que está sobre la cama.
qué está pasando por mi cabeza en esos momentos—. ¿No olvidas nada?
—No, todo lo importante está guardado en este pequeño bolso— muevo las
cejas burlona y guardo la tarjeta llave para proceder a salir de la suite.
noche.
El corto viaje en auto hacia el lugar del evento, pasa demasiado rápido y me
tengo que recordar que esto debería ser fácil. Solo tengo que sonreír y hablar con
los asistentes para conocer sus opiniones. Debería ser pan comido.
—Lo harás grandioso, Kathe— el de ojos platinados me asegura con una sonrisa
Cuando nos ve, su rostro se ilumina con alivio y nos espera en el lugar.
—Señorita Briden, permítame decirle que luce hermosa— pasa la mano por la
—Lo que quiso decir Xavier, es que él también quería ser halagado— le doy un
codazo al hombre más joven negando—. Gracias, señor. Usted luce guapo.
—Oh, este viejo traje no es nada— mueve una mano modesto señalando su ropa
—. ¿Me acompaña?— me ofrece su brazo a pesar de que la mano del otro no ha
—No hay problema. Nos veremos dentro— se adelanta y pasa las puertas dobles
al interior de la fiesta.
—Yo pude decirlo sin que sonara tan mal. No importa, entremos.
Tomo la iniciativa y lo jalo al interior, casi chocando con una diminuta mujer
que espera a un par de metros de la entrada.
recordar haberla visto alguna vez—. Soy Dianne Flimons, reportera del DC
Times.
Y a pesar de que suena muy amable, sé que él tampoco recuerda haberla visto
antes.
—El gusto es mío. De conocer a ambos— junta sus manos y vuelve a darnos una
mirada de grandes ojos, como para comprobar que estamos frente a ella—. Estoy
al frente de “La Reina del Hielo”. Eso es algo que no se vive todos los días.
Una parte de mi quiere reír porque haya mencionado tal apodo, pero esta noche
todo es sobre la imagen y no puedo arruinarlo tan fácil. El origen de ese apodo
se dio varios años atrás cuando un columnista quiso burlarse de mi tenacidad con
una comparación con el característico frio del hielo, pero termino por darme un
título por el cual aún me reconocen. Solo que la mayoría no se atrevería a decirlo
en mis narices.
aceptar.
invitado esta noche son personas que tendrán una probada previa de lo que se
— ¿Lo ha utilizado? Con los nuevos escándalos por los sujetos de prueba de
en cada uno de los casos; ninguna de ellas en humanos o animales. Antes de que
un producto sea traído al mercado, ha sido aprobado bajo diferentes medidas
internacionales, así que no hay de qué preocuparse.
—En Briden Enterprise somos una familia, y creemos que cada pequeño
miembro de esta gran familia merece tener el mismo reconocimiento, ya que
cada uno es capaz de hacer cosas grandiosas. Aunque solo han sido unos meses
desde que esta sede fue abierta, notamos que era momento de darle algo de foco
me da una—. Desde la universidad. Y si, esa información ronda por los medios
hace mucho.
Niego.
—Pues, no parece con lo que he visto. Tenemos fotos que prueban su encuentro
pone empeño en decir “muy” alargando la u—. Algunas son graciosísimas, como
cuando la carga sobre su hombro; y otras son interesantes, tanto que estoy segura
que pagarían por ellas. Un beso entre los herederos de Simurs y Briden; eso sí
Algunas de las personas que están cerca no pueden fingir su sorpresa ya que lo
ha dicho algo alto.
—Quiero verlas.
Ella busca en su bolso y me pasa un sobre gris. Abro la solapa y saco el paquete
de fotos. Paso una tras otra recordando lo que pasó el día anterior; intento
mantener mi expresión nula mientras que en mi interior estoy aterrada de lo que
Espera.
— ¿Así que no te molesta? ¿No tienes miedo a lo que dirán al ver esto? ¿Nada?
estas cosas— le devuelvo el sobre hablando más que segura de lo que digo—. Es
Sin dedicarle una palabra más, sigo el camino que segundos antes tomó el
castaño y pido por encontrarlo antes de que se haga ideas que no son.
—Disculpa, ¿eres Katherine Briden?—una mujer menor que yo me detiene en
mi camino en busca de Xavier.
Asiento.
toma sonriendo.
iniciativa de educación en negocios fue algo que mi padre había pensado hacer
desde hace años, en los tiempos en que mamá vivía; incluso, ella iba a ser la
superarse como esa, la hacía sentir orgullosa del hombre que amaba. Casi dos
décadas después, al fin había reunido valor para hacerlo funcionar; aunque sin
mamá estando ahí para ayudarlo.
—Me alegro de conocerte, pero ahora mismo, necesito encontrar a alguien. ¿Has
visto a un hombre alto, traje clásico, ojos grises? Camino en esta dirección.
—Gracias, espero poder verte en un rato y hablar mejor. Quiero conocer que te
hizo unirte a esa experiencia.
Continúo mi camino por donde me señaló y me detengo al dar con una puerta
esperando que sea el lugar donde está.
Tomo el pomo y respiro profundo antes de girarlo. La sala que me recibe está
casi a oscuras y una sola luz es la que permite ver su tamaño y los contornos de
los objetos en ella, que en su mayoría son sillas y mesas apiladas contra la pared.
hace. No puedo pensar en otro hombre besándote, menos cuando hay fotos de
—Sabía que esto pasaría. Que de alguna manera lo arruinaría y te lastimaría. Por
eso no quería que nada pasara entre nosotros, no me gusta herirte.
—Entonces no lo hagas.
Muevo mis manos hasta tomar su rostro y lo guio al mío para besarle. No sé
porque, pero necesito hacerlo en esos momentos.
— ¿Qué ocurre?
orden.
Nos movemos por el pasillo con sigilo al pendiente que nadie se acerque y
cuando alcanzamos la sala central en donde se desarrolla el evento, es fácil
—La gente comienza a decir que quiere irse, así que su participación es
micrófono mientras la música se apaga y todos voltean a ver el lugar donde estoy
de pie—. Buenas noches, señoras y señores. Les doy una cordial bienvenida al
lanzamiento del nuevo perfume de Briden Enterprise. Este perfume ha sido
diseñado especialmente para todos y cada uno de ustedes. Es una fragancia sin
género, sin color y sin discriminación. Cualquiera puede usarlo. ¿Por qué?
Porque consideramos a cada uno de ustedes un crítico especializado, y hemos
seguido sus consejos y peticiones en cada paso del proceso de creación. En las
mesas del fondo, podrán encontrar muestras y estaré a la expectativa de sus
forzosamente. Bajo del escenario luciendo una sonrisa y cuando estoy abajo, la
dejo ir preocupada.
—Eso estuvo terrible— tapo mi rostro frustrada acercándome al castaño, que
permaneció a un lado del escenario en todo mi discurso.
—No, no estuvo terrible. Sí, no ha sido tu mejor discurso pero aplaudieron, ¿no?
—Y algo me dice que estoy en problemas, no solo por eso. Si esa periodista
Mi teléfono suena y cuando leo el nombre en pantalla, cierro los ojos frustrada.
Luego, me retiro un poco al pasillo para poder contestar sin mucho ruido a mi
alrededor.
—Hola, hija.
—Papá, hola.
—Supongo que no he de preguntar cómo van las cosas, tu tono me dice mucho.
—No tiene que ver con la empresa exactamente. Creo que al final las cosas se
—Hay ciertos rumores circulando, y hay probabilidad de que esos rumores pasen
a ser noticia mañana. No la clase de noticias que leerías, pero algunas otras
—Papá, creo que me conoces lo suficiente para saber que no lo son. Bueno, una
parte es cierta, Xavier y yo si estamos saliendo. Y por otra parte, es de Andrew
de quien hablamos.
cuando vuelva a ver—. Solo nos encontramos porque ambos tuvimos la misma
—Continua.
—Cuando supe que él estaba ahí, dejé el lugar en busca de un sitio más
agradable. Pero uno de mis tacones se rompió y había dejado mi auto cerca del
clara en que iba a salir de ahí antes de armar un escándalo de lo enojada que me
sus próximas palabras van a ser de completa rabia—: Ese Simurs; solo busca
hacernos quedar mal y no le importa enviar a su hijo a manipularte.
—No soy tan fácil de manipular, y no lo ha hecho. Él me beso, jamás dije que le
hubiera devuelto el gesto. Y bien, solo quería que lo supieras porque puede que
salga en los diarios mañana mismo. Es mi culpa, así que me encargaré de callar
—Creo que lo mejor es que vuelvas a la ciudad lo más pronto posible. En cuanto
el evento termine y tengas una buena noche de sueño, te espero de vuelta. Y las
explicaciones la tendrá que dar el verdadero culpable de esto, Peter Simurs.
—No hay necesidad de que me quede un minuto más acá. Me pondré en marcha
ahora mismo.
—Creo que el gerente puede manejarlo por sí solo. Es hora de que dejemos que
—No creo que el destino vuelva a jugarme la mala pasada de otro accidente, así
todos contentos.
encender la calefacción.
Él parece notar que estoy temblando porque se quita la chaqueta y la pone sobre
mis hombros, aunque no sea un trayecto largo hasta el auto. Al llegar frente al
vehículo, abre la puerta del copiloto para mí y me quita la cartera para sacar las
llaves del auto. Subo quedándome con la chaqueta y espero a que ponga el motor
En algún momento del trayecto hasta el hotel, para recoger nuestras cosas; me
●●●
Despierto con un fuerte dolor en el cuello y parpadeo varias veces para aclarar
la carretera frente a él, aunque con tono alegre—. Por un momento pensé que
tendría que llevarte cargada hasta tu cama.
— ¿Dónde estamos?
—Ya casi llegamos a Nueva York, así que estamos a unos minutos de tu casa.
Asiento frotando mis ojos recordando demasiado tarde que aún tengo maquillaje.
—No hay problema. ¿Qué más podría estar haciendo a las dos de la madrugada?
Ríe bajo y toma una de mis manos con una de las suyas para besar el dorso. Un
bostezo sale de su boca momentos después.
—Qué bueno que aún sigue medio dormida—bromea con voz somnolienta y se
estira en el asiento.
Pasan varios minutos hasta que el portón de mi casa aparece en nuestra vista. El
Agarro la manija de mi maleta y entro empujando la puerta para ser recibida por
el silencio de la antesala.
Paso la mano por mi cabello y dejando la maleta apoyada en una de las paredes,
si hubiera sido años atrás. Me recuesto y dejo a mis pulmones llenarse de aire
— ¿Acaso no sabes qué hora es? ¿O es otra de tus llamadas ebria?—su voz
suena profunda en la línea y sé que lo he despertado de un buen sueño, por la
— ¿Lo escuchaste?
— ¿Qué cosa?
— ¿Y?
— ¿Y?
— ¡¿Y?! Estoy con Xavier.
—Mira, podemos hablar de esto cuando haya salido el sol. Estaba durmiendo y
ahora mismo no tengo ganas de hablar contigo.
— ¿Dónde?
decirme esto?
—Porque…
Cuelga.
¿Qué me está pasando? Debo estarme volviendo loca, y quizás ese fue siempre
su plan. Llevarme al punto de desquiciarme sin que pueda pensar en él sin dolor.
Entro y me siento en el sillón tomando uno de los tantos libros que descansan
sobre la mesa de centro sin prestar atención al título, y lo abro en una página
aleatoria empezando a leer una historia ya comenzada.
21
—El gerente llamó temprano; dijo que fue un éxito— informa mi padre
intentando llamar mi atención mientras peleo con mis parpados para que no se
bromea divertido aunque sé que está preocupado por lo mal que debo verme con
el poco sueño que tuve—. Podemos hacerle creer que aun sigues en la capital.
—No lo sé. No tenía sueño al llegar así que estuve un tiempo despierta aun
después de eso.
oficina.
Xavier Higgons: Tenía que devolverte el auto, y me pareció una buena excusa
con Xavier y que lo veré en la empresa. Acepta comprendiendo mis razones para
— ¿Se nota?
—Diría que demasiado— abre la puerta del copiloto para que entre con cuidado
—. Te ves muy cansada.
Asiente y sé que no quiere hablar de las fotos aún. Así que sube al auto y nos
saca de la propiedad en silencio, dando con un grupo de periodistas esperando
fuera de esta.
—Señorita Briden, ¿ha visto el periódico? ¿Es cierto? ¿Qué opina de esto? ¿Eso
representa una tregua entre ambas empresas?— son algunas de las preguntas que
lanzan agolpándose a los lados del auto, con el conductor haciendo su máximo
Saco mis gafas de sol fastidiada por la luminosidad y los gritos a un lado de mi
ventana, y me las pongo con el único fin de no darles ni una sola respuesta.
da una mirada larga como reprochándome por lo que hemos tenido que pasar,
con el día comenzando apenas. Pero algo hace que vuelva su atención a la
La situación en la empresa no es mucho mejor, cuando tengo que ser sacada del
auto escoltada por Trein y Tod, que lucen fastidiados mientras crean un camino
lados al castaño preocupada de que nadie haya velado por su seguridad y suspiro
aliviada cuando veo que ha logrado pasarlos y que está entrando. Lo abrazo
el montón de personas fuera, presiona el botón para mantener las puertas abiertas
—Creo que los periódicos responden muy bien esa pregunta— afirma ella
juntando las cejas, y recuerdo que más tarde tengo que comentarle sobre la
situación, porque de no haber agendado una falsa reunión en mis deberes, nada
de esto estaría pasando—. Algunas personas están acá desde la madrugada, y por
hijo han pedido un encuentro con su padre y usted; están esperando ahora mismo
en su oficina.
Supongo que a eso se refería con que todo se solucionaría hoy al llegar a la
oficina.
— ¿Se encuentra bien? Sé que es una pésima pregunta que hacer, pero…
—Lo es, pero la verdad es que no estoy molesta por esas personas, estoy molesta
porque esto ralentiza las cosas. Se suponía que hoy íbamos a dedicarnos a
planear, no a tener que atender un escándalo. Ninguno de ellos puede hacerme
—Entiendo.
Las puertas se abren con su característico tintineo y no espero ni un segundo
para ponerme en marcha fuera de ellas.
— ¿Segura?
—Sí, segura.
más joven, confusa—. La última vez que supe, esta era una reunión entre dos
familias, Briden y Simurs. No recuerdo haber escuchado de Sanders en este
encuentro.
—Es la pareja de Andrew, así que también le afecta a ella— la mayor es la que
responde entre todos los presentes, luciendo seria—. Ella estará.
La mujer piensa rebatirme pero su hijo la acalla—: Creo que Katherine tiene
—Desde hace un par de meses… Pensé que había quedado bastante claro cuando
La pelirroja bufa y se levanta del sofá dándome una mirada furiosa—: Está bien,
estaré afuera. Creo que este lugar no puede ser tan malo como para que no
neutra, no puedo evitar levantar un poco la voz—. ¿O es que tanto le duele que
ella haya sido mejor que usted? Porque lo fue, y él aun habla de lo asombrosa
que se le llama a las fulanas, aquellas que se dejan convencer con cualquier
diamante?
—Insolente.
—David…
callado, detiene la discusión entre todos—. No estamos acá para que todos
ustedes se ofendan. Aún tenemos que dar una solución al problema del rumor.
—Ya les he dicho una y mil veces que no me molesta— su hijo le dedica una
mirada cansada—. Déjenlo así. Para mañana, será historia antigua.
— ¿Y que yo quede como una de tus conquistas? ¿O que parezca que estoy
engañando a Xavier?
—En esos momentos, no salías con él. Así que no eres culpable de nada.
—No quiero que la gente crea que alguna vez pasaría algo entre nosotros.
Ambos lo sabemos.
— ¿De qué está hablando, Katherine?—mi padre interroga de uno a otro, más
que confuso.
—No es nada.
—Alto ahí— su madre se levanta alzando las manos en el aire—. ¿Vas a aceptar
la culpa por todo?
que supiera que se trataba de mí. Prácticamente le tendí una trampa para verla.
—Oh, vamos, eso tiene que parar. Tienes que olvidar eso de una vez por todas—
suspiro en su dirección.
más convincente posible—. ¿Qué tengo que hacer para lo comprendas? Estoy
cansada de decirlo y demostrarlo de todas las maneras posibles.
— ¡¿Acaso estás fuera de cordura?!— su madre vuelve a hablar pero esta vez
está tan enojada que por un momento creo que va a golpearme—. ¿Te has
enamorado de esta?
los dos tenemos la culpa del drama que ustedes; nuestros padres; hayan creado
en su juventud.
—Aún no he terminado.
—Padre, yo…
—Andrew, hazle caso a tu padre. Vete. No tenemos nada más de que hablar— es
casi unas suplica porque no soporto un momento más de la situación en que nos
ha metido.
—Te equivocas, hablaremos más tarde— son sus palabras antes de seguir a sus
camino fuera.
— ¿Y?
—Bueno, toda la oficina tuvo un pequeño adelanto por algunos gritos que se
escucharon— se encoge de hombros—. Así que creo que si quiero escuchar más
— ¿Qué?
Por besarla.
Por un momento creo que le ha podido romper la nariz o algo más, por como él
Ella queda aún más confundida y la familia Simurs se retira hacia los ascensores,
Xavier extiende su mano y niego algo enojada por lo que acaba de hacer. Me he
estado mintiendo en todo el tiempo desde que desperté; no estoy lista para
enfrentar lo que está ocurriendo en mi vida ahora. ¿Negocios? Claro, podía con
eso. Pero el amor era un tema que simplemente era ajeno a mí. Y si eso suponía
que iba a traer tanta desgracia y dolor a mi vida, no quería sentirlo.
—Tengo cosas que hacer— trato de contener las lágrimas de rabia por mi
incapacidad de poder manejar las cosas en mi vida, en ese momento—. Te llamo
luego.
—Seguro. ¿Estás bien?
Asiento mientras echo a andar hacia los ascensores que ya se han cerrado con
nuestros visitantes de hace un rato dirigiéndose al primer piso. Espero hasta que
vuelva a subir manteniendo mi espalda recta ignorando las miradas que sé están
sobre mí.
manera en la que por mucho que lo intente, mi cabeza no me deja salirme con la
mía para estar tranquila. Sino que sigue recordándome el dilema en el que me
encuentro.
El estacionamiento está tan silencioso como puede estar a esa hora de la mañana
y rezo por no encontrarme con nadie de la oficina porque sé lo mal que me veo,
que no es así.
Recordando el estado del frente del edificio, sé que la opción más inteligente no
es ir por mi auto, por eso baje aquí en primer lugar; Trein y Tod no se molestarán
Cuando me acerco al lugar donde suelen dejarla, pego un salto al darme cuenta
que ambos están apoyados fuera del vehículo.
— ¿Va a alguna parte?— Trein es el primero en hablar al notar mi llegada.
No, solo quería bajar al parqueadero y recorrerlo; pienso irónicamente. Esas eran
preguntas muy estúpidas.
entregue —. Por favor, necesito salir y mi auto está en medio de toda esa gente
fuera.
—No tiene que pedir por las llaves de un auto que es suyo— el hombre niega y
respuesta.
Hago mi camino hacia la puerta del conductor mientras ellos toman distancia del
19/06/1963 – 30/09/1993
Descanse en paz
Me siento frente a la lápida sin importar que mi ropa se pueda ensuciar y por fin,
dejo que las lágrimas fluyan sin control.
—Hola, mamá. Soy yo, gatita. Tengo tiempo sin venir, ¿no? Sabes cuánto odio
hablarle a una piedra como si estuviera hablándote a ti. Papá está bien, y aun te
extraña… Al igual que yo, pero ya sabes cómo es; tan cerrado en sí, que es
difícil saberlo. Heredé eso de él— rio entre las lágrimas intentando que mi voz
se mantenga clara—. Y siempre está diciendo que tengo tus ojos y tu sabiduría.
Limpio mis mejillas mojadas por las lágrimas intentando detenerlas, leyendo una
y otra vez la inscripción en la piedra—: Pues… estoy en problemas, estoy
siguiendo con el tema, mi corazón está sufriendo mucho con esto. ¿Recuerdas a
Andrew Simurs? Si, el hijo de Peter y Carol Simurs. Me estoy enamorando de él,
ese idiota… oh, sí, sin palabrotas. ¿Qué más? Estoy en una especie de relación
dirección.
compañía?
— ¿Estás bien?
—Deben detenerse con esa pregunta… En serio, deben hacerlo de una vez por
—Estabas llorando.
—Lo es, si me implica como una de las razones por lo que lo haces.
— ¿Hace cuánto estás ahí?— cuestiono alzando una ceja al sospechar a lo que se
refiere.
— ¿Por qué?
—Pero si a mi madre.
— ¿Ya terminaste?
Asiento porque se me han quitado las ganas de hablar al saber que él ha estado
espiando. Se siente como si hubiera violado ese momento íntimo.
volver a alejarse.
Beso dos de mis dedos y los pongo sobre su nombre tallado en la piedra—: Te
amo.
Me espera por unos segundos hasta que comienzo a alejarme sin darle una sola
mirada, molesta por su intromisión.
Al estar un par de metros fuera de la entrada del cementerio, al fin me detengo y
me vuelvo para enfrentarlo. Le doy una mirada a su rostro con una mueca y no
—Tu novio no tiene tan buen gancho. Me has dado golpes más fuertes en el
pasado.
—Agradece que hubiera sido él, entonces— ruedo los ojos por la burla con la
que está tomando todo esto.
—Pensé que te estabas enamorando de mi— se balancea en las plantas de sus
zapatos encogiéndose de hombros—. Y no golpeas a las personas que crees
amar.
—Yo… No debiste escuchar eso— junto mis labios en una línea y niego para
Continúo caminando.
—Vamos, amor— continúa con sus gritos—. Aceptaré dos veces al día.
más fuerte.
Camino toda la distancia hacia él y frunzo el ceño aún más cuando veo la sonrisa
de victoria en su rostro.
— ¿Por qué? Quiero que el mundo sepa cómo te demuestro que te amo.
auto.
●●●
—Sí, sí, no importa— niego y entro cuando me deja pasar, para ir directamente
Ya en el recinto que une las habitaciones, tomo el pomo de la suya sin recordar
tocar, por la prisa que llevo. Y cuando abro la puerta, ambos están en una sesión
—No te preocupes.
—No, lo haremos ahora— señala el sofá—. Igual tengo que hablar contigo de
algunas cosas.
Antes de comenzar con lo que tengo por decir, le doy una mirada acusatoria.
— ¿Qué?
—Es ilógico que haya tenido que enterarme de ustedes por Luca. Soy tu mejor
amiga, se supone que esas son las cosas con las cuales confías en mí.
—Lo lamento, es solo que pensé que estabas muy ocupada.
juntos.
— ¿No tenías que decirme algo? Estoy segura que debe ser más importante que
Asiento.
fotos donde estoy con Andrew en Washington. Algunas de ellas son de un beso
madre y Andrew ha montado una escena. Ah, y lo único bueno que ha pasado
hasta ahora; a pesar de que fue vergonzoso; es que encontré a mi mejor amiga
besando al hombre perfecto para ella.
—Bien. Las fotos; no veo gran problema en eso, muchas cosas se han olvidado
que fueron escándalo por fotos. ¿Eso quiere decir que ustedes están saliendo?
—Lo hizo porque se ha vuelto completamente loco, dice que me ama y que está
perdido por mí.
— ¿Y eso fue?
—Escuché que su madre está organizando una fiesta de compromiso para Trinity
y él.
—Sí, también escuché de eso. Pero él dijo que nada pasaba entre ellos ya; hace
un par de meses, así que no he tenido nada que ver con eso.
—Solo digo— se encoge de hombros pasando las manos para quitar las arrugas
de su vestido.
— ¿Quién te dio ese dije?— miro su cuello donde una delgada cadena sostiene
lo que parece la mitad de una estrella.
en lo que hacemos.
—Que romántico. Salen hace unos días, y ya parecen listos para hacer sonar las
campanas.
— ¿Lo amas?
—Creo que lo más justo para ambos es que no juegues con sus sentimientos. Si
—Eso estoy intentando, pero él sigue volviendo a pesar de las muchas veces que
le he dicho que se aleje.
En esos momentos una brillante idea pasa por mi mente y me dirijo a la puerta
sin querer perder un solo momento.
— ¿A dónde vas?
Salir de la casa D’Moon solo me toma un momento y pronto estoy detrás del
volante camino a la librería más cercana.
22
— ¿Qué es esto?—pregunta estudiando la caja de regalo que he dejado en su
— ¿Lo recuerdas?
—El libro que estaba leyendo cuando nos conocimos y nos hicimos amigos.
—Claro, fue el día que conocí a una de las personas más importantes de mi vida.
—Quería darte algo lindo y que a la vez tuviera un significado. ¿No te gusta?
— ¿Cambio?
— ¿Cuál?
—Ya que estamos con la época de recuerdos, deberíamos volver a hacer nuestro
mayor reto.
donde llevar a cabo nuestro reto. Cuando nos hicimos amigos en la universidad,
solíamos inventarnos toda clase de retos cuando no teníamos nada más que
hacer. Algunos tenían pésimos resultados y otros terminaban con ambos con
dolor de estómago de tanto reírnos.
En el momento en que nos hemos sentado en una mesa de la heladería y hecho
nuestra orden, me mira en silencio hasta que logra ponerme incomoda.
— ¿Otra vez con lo del segundo nombre?— ruedo los ojos sonriendo.
—Es una muy extraña manera de hacerlo. Sobre todo porque no tengo ningún
—Como sea.
acercaban.
La mesera deja las dos copas de helado sobre la mesa y se retira deseando que
las disfrutemos.
—Eso esperas, pero sabes muy bien que no lo hago— entrecerré los ojos
—Gané— pone la cuchara sobre la mesa llamando a la mesera para pedir una
botella de agua, mientras estudia mi helado a medio comer—. Y decías que no lo
lograría.
copa.
—Ya puedes decirme que es lo que tendré que hacer— cruzo los brazos sobre mi
pecho, a la expectativa.
— ¿Por qué? Tengo curiosidad y merezco saber que tan malo es.
—Te equivocas, lo mató darse cuenta de la verdad. Y por eso es mejor que sepa
que me enfrento.
—Inteligente, pero no lo suficiente para convencerme.
Frunzo los labios frustrada y lo sigo calle abajo notando que me lleva destino a
donde tendré que cumplir con mi reto. Se detiene un par de calles después hasta
—Xavier, ¿qué se supone que haré acá?— entro poco segura por la manera en
que sus ojos no dejan de mostrar la diversión que tiene acerca de este momento.
¿qué? ¿Un par de días? No sé si notas lo raro que se ve que me pidas que lo
haga. Aunque llevemos años de conocernos, no quiero tal compromiso en mi
vida ahora.
—Calma, no te estoy pidiendo que te cases conmigo. El fin de los retos siempre
fue poner al otro a hacer algo que jamás haría— ladea la cabeza—. No estoy
intentando enviar ninguna clase de mensaje o algo con esto. Solo es diversión.
—Sí, prefiero el vestido. Solo asegúrate de que nadie vea esto porque tengo
suficiente con lo de los rumores, como para añadir algún escandalo más.
examinándonos de pies a cabeza—: Oh, una joven pareja. ¿Qué tipo de vestido
sonar convincente, una risilla sale de su boca al final—. Lo más esponjoso que
tenga.
—Claro— toma mi mano y la seguimos a una sección cerca a los probadores con
varias plataformas y espejos de cuerpo completo—. ¿Y bien?
Sigo a la mujer rodando los ojos en la dirección del castaño mientras este toma
asiento burlándose de mí con una sonrisa. Ella me conduce a un pasillo y de ahí
a una habitación donde me dice que podré cambiarme; luego, me deja sola para
Miro mi apariencia en el espejo del pequeño espacio sin poder creer la situación
vergüenza y algo de rabia con él por ponerme a pasar con esto. La mujer que nos
está atendiendo de seguro ya se había creado toda una historia en su cabeza
sobre ambos estando muy enamorados, que hasta veíamos correcto tomar ambos
Eso nunca pasaría en la realidad. Si alguna vez me casaba, el único hombre que
No pasan ni 10 minutos cuando ella está de vuelta con varias opciones y cuelga
todas excepto una en los percheros—: Bien, intentaremos con este primero— me
ayudarme con la gran pieza de tela blanca—. Fue su idea venir acá.
— ¿Y cuál es su relación?
—Ami…Estamos saliendo, no es nada importante aún.
— ¿Y bien?— examino el reflejo de los ojos grises esperando que eso sea
reflejo. Se suponía que sería uno solo y estaría bien, pero pasar a otro más se
ocupado antes de mí ese lugar y la emoción con la que habían probado las
mis nervios. El vestido que ha llamado su atención es algo menos llamativo que
los anteriores que me han hecho lucir como un pastel. Este en cambio destila
algo de elegancia dentro del toque de princesa con él que me quiere hacer sufrir.
—Que pequeño es el mundo y que grande la sorpresa— una persona más ocupa
el reflejo cuando me vuelvo y me quejo—. ¿Ya están haciendo planes de boda?
—Trinity… ¿Qué haces acá?— me giro con algo de dificultad por el peso de la
tela y espero que el esfuerzo no se note en mi rostro mientras lidio con la
—Gracias. Sé que Andrew y yo somos el uno para el otro, y todo irá bien desde
—Sí, de seguro lo es— finjo una sonrisa y me bajo del pedestal para ir hacia el
vestidor para volver a mi ropa. No quiero enfrentar ahora mismo el pensamiento
asuntos.
enojado que él se ve. Hacemos el resto del trayecto hacia mi auto, que se ha
tomado la molestia de devolverme después de que tuve que dejarlo por miedo a
siempre caminando dos pasos por delante de mí, que hago el esfuerzo de
—Espera— alzo un poco mi voz cuando busca en sus bolsillos por las llaves—.
¿Qué te ocurre?
—Sube al auto y ve a casa— abre la puerta del lado del conductor para mí.
Mi celular detiene lo que sea que está a punto de decir y lo contesto después de
ver el nombre de quien llama—: Hola.
—Katherine— la risa de mi padre suena sobre otro par de risas mientras intenta
detenerse para hablar—. Debes venir a casa.
y quieren verte.
atención al hombre frente a mi—. Mis abuelos están en casa, tengo que ir allá
ahora mismo.
Asiento y a regañadientes camina al otro lado del vehículo, para subir al asiento
del copiloto. El trayecto a la casa no se pone mejor, por lo menos antes no había
por lo que el contrario tiene que retirar su mano—. Que hermosa te pones cada
—Bueno, tiene que ser algo genético, supongo— añado devolviéndole el abrazo
apuesto joven?
—Maggie, eres mujer casada— su esposo le recuerda con tono divertido para
ponerse en pie a saludarme con un beso en la frente—. Mi niña, ¿Cómo has
estado?
con respeto—. Me alegra que te hayas mantenido cerca. Siempre has sido un
buen amigo para nuestra nieta.
— ¿Amigo? Se nota que eres malísimo en los detalles— su esposa niega
sonriéndole con amor—. Pero yo soy muy buena, así que, ¿están saliendo?
propiedad privada. Una de esas veces fue que conoció al abuelo, que era un
viajar por el mundo y disfrutar la vida. Tenían una muy buena energía, sobre
todo la abuela, que con 75 años aún vestía jeans, vestidos cortos y tacones altos.
Incluso le gustaba ir a festivales de música y hacer amistad con Dj’s. El abuelo
por otra parte, era reservado aunque su esposa asegurara que cuando joven era el
alma de las fiestas.
—Oh, si, por poco lo olvido—pone una mano sobre su frente y luego vuelve al
sofá para tomar una gran caja blanca de regalo, adornada con un gran lazo color
borgoña—. Feliz cumpleaños, mi preciosa niña— me extiende la caja—. Algo
tarde, pero espero que lo que hay adentro pueda compensar nuestra demora.
La tomo y voy hacia el sofá para poder abrirla con comodidad. Todos en la sala
observan en mi dirección esperando por mi reacción acerca del regalo.
Deshago el lazo con cuidado y quito la tapa para encontrarme con unos tacones
plateados de punta transparente.
—Déjate sorprender.
en paz.
— ¿Cuánto crees que sigan con el tema? ¿Qué necesitan para irse? Creo que con
no aquellas que todos deberían pero no quisieran leer. Por eso tu abuela se
esforzaba tanto por sus reportajes, porque sabía que quienes los leyeran eran
personas afortunadas. Pero; ¿al fin, qué fue lo que ocurrió?
distinto del que realmente era; así que ahora los medios creen que algo ocurre
con él. La verdad es que no es más que un acosador, nada de eso habría pasado si
— ¿Lo imaginas? Hay gente que en serio cree que algo podría pasar entre
nosotros. Se nota que no han estado prestando atención a todo lo que ha estado
— muestra por fin lo que sus manos sostienen. Un hermoso vestido blanco que
me resulta conocido.
—Claro que puedes y lo harás— ordena dulcemente—. Ahora vamos para que te
lo pruebes, estoy emocionada por ver cómo te queda.
— ¿Te ayudo?
—Te pareces tanto a tu madre— sonríe con una mano en su pecho, intentando
contener las lágrimas—. Mi gatita— me abraza fuerte y se desahoga llorando en
mi hombro.
Momentos como este son los que me hacen darme cuenta de lo asombrosa que
era mi madre. Con 5 años, no había tenido los suficientes momentos con ella
para recordarla; incluso había veces que su rostro se desvanecía o veía fotos de
ella sintiendo que era una completa extraña; aun así sentía tanto amor hacia ella
que me era imposible no tener momentos de debilidad como el de la abuela en
esos momentos.
— ¿Dónde están los zapatos?— me aparto cuando ya no está llorando e intento
subirle el ánimo con una sonrisa.
—Oh, si— va hacia la cama donde ha dejado la caja y saca el par de calzado
para dármelos—. ¿Te importa si te peino?— pasa una mano por mi cabello.
—No, está bien— camino hacia la silla del tocador y me acomodo los zapatos
para luego, ponerme recta y dejarla peinarme—. De nuevo, gracias. Los zapatos
y el vestido… son hermosos.
—De nada, mi niña— pasa las manos por mi cabello con su reflejo mostrándome
lo concentrada que está pensando en que hacer. Cuando era niña, solía peinarme
que necesitaba pasar todo el tiempo que pudiera conmigo—. Y dime, ¿cómo se
posible, debe ser quien sientas como tu mejor amigo. Es como si todos esos años
de amistad, hayan facilitado nuestro nuevo estatus de pareja. Y él no ha dejado
—Sí, sus padres le dieron excelentes enseñanzas. Recuerdo que siempre ha sido
tan amable, así que debe tratarte como una reina.
—Sí, pero eso fue hace mucho, cuando estaban recién casados. Que rápido pasa
el tiempo, ¿no?
Rio.
— ¿Qué ocurre?
—Calla esa boca, Katherine Briden— sonríe negando—. Aún estoy joven.
como el abuelo cayo de la góndola y el guía tuvo que saltar al agua a ayudarlo a
volver.
—El hombre saltó a salvarlo y yo seguía ahí sin saber si debía preocuparme o
reírme. Las personas que estaban cerca lo aplaudieron cuando ambos estuvieron
de vuelta.
— ¿Y el abuelo se enojó?
—No, después de eso volvió al hotel, se dio una ducha, se cambió de ropa y
mayor va a abrirla.
trabajo.
—Se ve preciosa.
—Era su favorito. Dijo que su hija lo usaría. Aunque quizás se debía a todo el
tiempo que invirtió diseñándolo. Se negó a comprarse uno porque quería algo
único.
—Lo mismo pasó con tus primeros vestidos— añade mi padre—. Todos salidos
de esa hermosa cabeza suya.
—Oh, mira la hora— la abuela mira su reloj de mano pasmada—. Tengo que
encargarme de tantas cosas— besa mi mejilla—. Espero sepas que esta vez nos
—Has estado muy callada, hija. ¿Es un buen momento para hablar de lo que
pasó en Washington?
—Espero que tengas tiempo— me levanto del tocador y voy a su lado—. Bueno,
veamos… El día que llegué a la ciudad fui directamente a la sede a concretar los
últimos detalles del evento con el gerente.
señalada. Resultó ser un restaurante llamado Verona; todo fue una trampa, no se
sobre lo ocurrido; pero necesitaba hablar con alguien urgente y que realmente
me escuchara.
Asiento.
—Me enojé y salí del restaurante— continuo—. Y mi tacón decidió que era el
momento indicado para romperse. Historia corta, terminó levantándome sobre su
hombro a la fuerza.
Niego.
— ¿Cuándo?
verdad, no estoy segura. Hay una parte de mí que no puede evitar odiarlo por el
Permanece callado por unos instantes hasta que dice—: No quiero a la gente
hablando de ti a tus espaldas.
—No me interesa lo que los demás piensen, son unos estúpidos solo por pensar
mañana él le dirá a los medios que fue toda su culpa y al fin te dejarán en paz.
—Lo sé.
23
Ha pasado una hora desde que los abuelos han vuelto a casa desde su salida, y
—Y dinos, Xavier, ¿Cómo hiciste que esta señorita de acá aceptara estar en una
relación contigo? Aún recuerdo todas las veces que le pregunté sobre si estaba
con alguien, y decía que no tenía tiempo para eso.
poco de lluvia.
masa y queso.
tiempo era aún más tranquilo y fuimos a un parque cercano por una caminata.
—Está bien, la verdad de todo esto es que nunca entenderé como una mujer tan
maravillosa está a mi lado—toma mi mano y besa los nudillos—. Es
tiempo en aceptarlo?
manos unidas.
—Maggie, ¿irás este año a Ibiza?—mi padre ayuda a quitar la atención de mí, al
—No lo sé, aún tengo tanto que hacer que quizás no iré este año.
—Al fin…—su esposo alza las manos al cielo aliviado—. Ya estaba cansado de
cabello.
El hombre ríe y besa la frente de su esposa—: Siempre lo has hecho, cariño. Por
eso fue que me enamoré de ti.
llamada entrante.
de manos de los presentes—. Espero tengan una buena noche— dice antes de
—No tienes que irte aun— mi abuela le pide viéndose herida—. Solo empezaba
a ponerme al día con ustedes.
—Agradezco el interés, pero le prometí a mi madre pasar por su casa esta noche
para cenar— se disculpa y se pone en pie para extenderme una mano—. ¿Me
acompañas?
Lo acompaño hasta la entrada asegurándole que puede usar mi auto hasta que
arreglen el suyo sin ningún problema.
—Lo haré. Estoy seguro de lo mucho que lo necesitas para tus karaokes
ocasionales.
—Tienes razón… Quería agradecerte por lo de hoy— suspiro y pongo una mano
— ¿Por qué te enojaste?— cuestiono aliviada de saber que las cosas han vuelto a
la normalidad.
—Quiero saber.
Se toma unos momentos para al fin responder mirándome fijamente a los ojos—:
Sé que no debí forzar lo del vestido de novia, y que pudo verse algo aterrador,
pero en serio, no buscaba acelerar nada. Quiero que sepas, que iremos al ritmo
que desees… Pero tampoco quiero sentir que estamos dando gateadas. Hoy,
cuando viste a Trinity lucias incomoda, y cuando mencionó… Tenías una cara de
terror.
—Yo…
soy yo el problema?
rostro para poder mirarlo mejor—. Solo no quiero dar un paso en falso con
nuestra relación. No eres como cualquiera, Xavier. Si las cosas salen mal entre
—Eso dices ahora, pero en el momento en que algo salga mal, vas a odiarme. No
llevamos casi nada, y ya hay tensión entre nosotros. ¿Qué quedará para después?
hacer lo mejor porque funcione y sé que podremos lograrlo. ¿Lo olvidas? Juntos,
somos grandiosos.
—Y en serio, tengo que irme— ríe y luego procede a dejar un suave beso en mis
labios—. Te veré mañana en el trabajo, preciosa.
Entro aun sintiéndome extraña por nuestra conversación y decido que lo mejor
es dejar a los abuelos tener su momento a solas, y no ser un mal tercio. Además,
sigo cansada por no haber dormido mucho la noche anterior y me vendrían bien
probable es que me encuentre con mis abuelos y tenga que explicarles porque
La parte curiosa gana en cuanto me convenzo de que es lo más sano para estar
tranquila. Retomando el camino hacia el patio trasero me encuentro con los
abuelos recogiendo las cajas de pizza y los platos a medio comer.
haciendo.
—Ok, mamá, iremos a dormir— se burla y dejan todo sobre la mesa—. Ten una
Me siento en el lugar en el que había estado antes y tomo mi pedazo para comer
preguntarme como rayos entro a la propiedad sin que nadie lo notara—. Viniste.
—No tienes que preocuparte por decir más nada, sé exactamente qué fue lo que
te contó— alzo los hombros preguntándome que más espera que diga—.
Felicitaciones por tu compromiso.
— ¿Es cierto?
— ¿Qué es cierto? ¿Qué estaba en una tienda de vestidos de novia? Si, lo es.
Pero a diferencia de lo que tu novia y tú creen, no estaba comprando uno. Ni
Niego.
—Es mentira, no me voy a casar con Trinity. Mi madre sigue insistiendo con eso
—Por lo que demostraste más temprano, creo que lo harías. Eres bastante bueno
—Estaba buscando llamar tu atención— cruza los brazos y me mira alzando una
ceja—. Aunque has de admitir que fue divertido.
—No lo fue, sobre todo después del infierno que he tenido que pasar con lo de
los periódicos— llevo mis piernas hacia mi pecho y las rodeo en un abrazo.
— ¿Tienes una foto con ese hermoso vestido blanco?— un hoyuelo se forma en
su mejilla derecha cuando sonríe.
— ¿En qué momento entre “Gracias por salvarme la vida” a “Pero por favor,
solo fue un muy mal día para ti, también lo fue para mí. Siendo un poco
»Verte como lo hice ese día, fue horrible. Estaba en Washington y jamás llegaste
a la reunión. Supe que algo no iba bien porque no te perderías una oportunidad
tan fácil de derrotarme, además de que jamás faltarías a una competencia por un
cliente. Llamé a tu padre e incluso a ese nuevo novio tuyo, y ninguno de ellos
había podido comunicarse contigo. Ya había intentado contactarte miles de veces
Escucho paciente.
dentro de ella porque tenía que ir a asegurarme que no se trataba de ti; no tienes
la cabeza—. Fueron los segundos más aterradores que tuve y me golpeó el hecho
—Así que eso fue lo que pasó ese día… Por eso mi padre te culpa.
—No, no tienes de que disculparte. No tuviste nada que ver con ese accidente; el
conductor estaba ebrio y aún no me explico cómo incluso sigo viva. Fue un
milagro.
— ¿Sabes que no le caes tan mal, cierto? Solo necesita olvidar quien es tu padre
—Porque la amó. El amor suele hacer que nos volvamos ciegos ante los defectos
de la otra persona.
—Es cierto— afirma en acuerdo y se mueve en su silla para capturar mi mano a
través de la mesa—. Quiero disculparme por el daño que mis padres le
—No tienes que lamentar nada. La vida tiene un equilibrio y de no ser por eso
— ¿Qué haces?
—Shh, solo haz silencio— pone un dedo sobre mis labios y lo retira al segundo.
—Lo sé, pero por lo menos merezco disfrutar lo poco que estos momentos
duran, porque son grandiosos. Si estoy contigo, nada importa.
—Esas no son cosas que debería decirle un hombre comprometido a una mujer
en una relación. Y justo ahora, veo porque me pareció mala idea venir acá.
—No es eso. No confió en mí, cuando estás cerca cometo locuras. Hago cosas
que normalmente no haría.
— ¿Y qué crees que hago yo? ¿Es que acaso antes había venido de noche a tu
casa a “acosarte”?—ríe bajo con un tono de voz adormilado—. ¿O crees que
ando por ahí cargando a lindas castañas en mi hombro? ¿O he viajado a otras
—Creo que deberías irte— me aparto un poco, lo suficiente para dejar caer su
—Oh, sí. Claire y Luca nos invitaron a almorzar a ambos a Ocean, para hablar
de su nuevo estatus de pareja.
—Interesante ese complot que hay entre ustedes tres. Entonces, supongo que te
veré mañana.
Espero hasta que se ha alejado algunos metros de la zona donde hemos estado
platicando y entro a la casa llevando las cajas de pizza y los platos. Ordeno todo,
Uso el rato que toma que se laven para pensar sobre el breve momento que
hemos tenido esa noche y como he estado a poco de rendirme. Debo recordarme
que lo mejor para ambos es que no complique más las cosas y así volverán a su
●●●
dos horas antes de poder aparecer por la oficina sin verme muy rara.
Bajo las escaleras con sumo cuidado de no hacer ruido para no despertar a mis
familiares, y acomodando los audífonos conectados al teléfono, que está
Salgo a la fría mañana y estiro un poco antes de comenzar con una caminata
hasta convertirla en un trote. Eso me mantiene por lo menos una media hora
alternando entre ambas velocidades de movimiento, y no me detengo hasta que
empapada en sudor.
—No estuvo mal— retiro los audífonos de mis oídos y me encojo de hombros.
Luego, me sirvo un poco de café del que ha preparado—. Y creo que lo mejor es
que me bañe y elimine todo este sudor, ya me siento pegajosa— hago una mueca
Tomo una ducha larga lavando mi cabello un par de veces y permaneciendo bajo
la caída de agua más tiempo del necesario, solo para hacer tiempo.
— ¿Hablas en serio?
Asiento.
—Me ofendería pero tienes razón— ríe y toma el vestido para hacer su camino
fuera de la habitación—. Iré a ponérmelo enseguida.
cola alta dándole unos rizos al final con la rizadora. Aplico algo de maquillaje y
tomo mis cosas; al entrar a la cocina me sirvo un vaso de leche y lo tomo
Xavier?
—No es nada, solo vi estoy y pensé que era un buen día para cambiar de look—
él.
—Perfecto, así que ten cuidado, las mujeres van a volverse locas— expreso en
—Como si eso fuera a pasar, y aun así, tu madre siempre será la única.
—Sí, señorita.
Cuando termina su café, me hago con mis cosas y vamos hacia la entrada donde
Trein y Tod esperan cerca del auto. Nos damos los buenos días y Trein abre la
puerta para que podamos subir a los asientos traseros, mientras su compañero
Al bajar del auto, mi teléfono suena con una llamada y al ver que es de parte de
a mi lado por el pasillo hasta hacer nuestro camino a mi oficina, que tiene la
puerta abierta.
salta enseguida al discreto ramo de rosas que ocupa una de las esquinas del
—El Idiota.
No lo había hecho. Aprecio las flores con una sonrisa en el rostro y guardo la
tarjeta en mi bolso.
Mi teléfono vuelve a sonar con otra llamada de Trinity y nuevamente la dejo irse
al buzón dejando el bolso sobre el sofá de la habitación y salgo al pequeño
balcón a tomar algo de aire fresco. Pasan un par de minutos hasta que un par de
—Buenos días, tú—suspiro poniendo mis manos sobre las suyas en mi abdomen.
— ¿No pudo solo decir que lo sentía? Además, con una sola vez que envíe flores
es suficiente.
—No lo sé, no puedo simplemente andar por ahí diciéndole a la gente como
deben disculparse.
—Sí, creo que mejor me voy y te veré en la reunión de los líderes de equipo más
tarde— besa mi mejilla con el celo fruncido—. Por cierto, hoy luces hermosa.
—Gracias— asiento con una media sonrisa y espero hasta que ha salido de la
oficina, para volver dentro y encender mi ordenador, donde trabajo gran parte de
la mañana organizando las propuestas de mejora que discutí con mi padre en el
auto.
En algún punto de la mañana, me he aburrido de los numerosos intentos de
llamadas de Trinity y estoy tan acostumbrada a las llamadas, que la siguiente que
encima.
—Ah, hola, Claire. Disculpa, pensé que se trataba de otra persona. ¿Qué ocurre?
—Sí, esperemos.
—Bueno, hablando de otra cosa y del motivo de mi llamada: ¿estás libre para
almorzar hoy?
—No debería ir para que aprendas la lección sobre decirle todo oportunamente a
tu mejor amiga… pero acepto, me vendría bien algo de tiempo contigo.
—Maravilloso, entonces te mandaré los detalles de la hora en un rato—
menciona divertida y me lanza un par de besos por la línea antes de colgar.
Mi siguiente destino es la reunión por la que tanto he estado esperando, así que
arreglo mi ropa y me pongo en marcha para terminar con eso lo más pronto
posible.
24
—Hemos estado presentando problemas recientes en cuanto a la imagen de la
empresa— interviene el líder del área de publicidad dando un leve vistazo en mi
dirección, al igual que el resto de los presentes. No necesitan decir nada para que
entienda de qué va esa pieza de información—. Los rumores creados alrededor
de la señorita Briden no han traído buenas opiniones a nuestro nombre y…
—Eso ya fue solucionado. Esta mañana el equipo de la otra parte ha aclarado
todo a la prensa. Y no estamos acá para discutir rumores, estamos aquí para
—Además está el hecho de que tengo reportes de personas que están laborando
señores.
—En un par de días, alguien pudo notarlo y usarlo en nuestra contra. Espero su
— De lo que hablo aquí es que cada uno de ustedes, sin importar su puesto, están
acá para un fin y ese es hacer lo mejor por la empresa. Yo no importo, ni mi
responde.
mi novio, segura de que eso ayudará a la dinámica. Además del hecho de que el
podrá sentirse más de ayuda mientras me encuentro de viaje por el concierto de
—Bien, entonces creo que es momento de dar esta reunión por terminada—
extiendo mis manos un poco señalándoles que pueden retirarse—. Tengan un
maravilloso día.
No espero hasta que todos han salido para irme, necesitando un respiro después
de todo el tiempo dentro. A pesar de que no fuera su intención, cada uno de ellos
esperaba una explicación de lo que estaba ocurriendo con mi nombre, y no me
sentía lista para hablar con nadie sobre eso, cuando no sabía que se suponía que
debía decir.
entrar cuando doy con mi padre esperando sentado en el sofá. Estaba tan
concentrada en mis divagaciones que ni siquiera me detuve al pasar por el
escritorio de Samantha.
— ¿Qué haces acá? Pensé que tenías una videollamada importante que atender.
con quienes fueron más cercanos a ella. Algo pequeño y con personas de
confianza.
y no creo que pueda ir de nuevo por ahora, mucho menos creo poder ayudarte
Asiento.
—Porque me siguió, por eso sé que fue él. Y creo que lo hizo por respeto; una
parte de él está apenada con ustedes por lo que sus padres hayan provocado en el
—Lo pensaré. Si algo necesito ahora es tranquilidad y creo que ella también la
merece; pero lo pensaré y te diré. Quiero evitar enojarme porque hay algunas
—Entiendo, ¿nos vemos más tarde? Tengo que correr a la videollamada y luego
Reviso la hora en mi reloj, y sé antes de verla que faltan por lo menos un par de
horas antes de que deba reunirme con Claire; y que por mucho que me niegue a
aceptarlo no me es posible concentrarme en esos momentos para ponerme a
Me siento en la silla detrás del ordenador y le echo un vistazo a las fotos que
tomamos en el viaje. Una de mis favoritas fue tomada después de que nos
pusiéramos los trajes para bucear, justo antes de entrar al agua; el solo recuerdo
de ese día me hace estremecer al pensar como pasó de ser un día divertido a un
gran susto de muerte. En la foto, a pesar de todo lo que sucede, nos vemos
felices. Trinity hace todo por apretujarse al cuerpo de Andrew; Luca tiene la
cabeza apoyada en el hombro de Claire, que luce sonrojada; uno de los brazos de
Xavier descansa sobre mis hombros y me apoyo a Claire mientras sonríe en
serio. Lo que muestra la foto es casi irónico, porque parecemos muy buenos
Veo una tras una las fotos y rio ante algunas; como las primeras que tomamos mi
amiga y yo arreglando las maletas, o aquellas donde todos lucimos caras
Katherine Briden: Si, pero realmente no estoy de humor para un café. ¿Qué tal
un té?
Cuando estoy por apagar el ordenador, presiono sin culpa el botón para seguir
pasando las imágenes, y la pantalla es ocupada por una foto que no he visto
antes; donde Andrew y yo estamos abrazándonos en la isla. Sé que no pude
haber tomado esa foto, porque estoy en ella, lo cual me deja con la duda de quién
es el responsable y como la foto llegó a mi ordenador. Me muevo a la siguiente y
otra más que no había visto ocupa la pantalla, pero esta es del momento en que
estábamos sobre la arena y él está tan cerca de mí que cualquiera podría creer
que está por besarme. Por un momento, pienso que la solución es eliminarlas,
pero una parte de mi le duele solo considerarlo. Sin importar el estado de
Para el momento que llego al restaurante, está sentada en una de las mesas
y niego riendo. No es que piense que algún día pueda engañar al abuelo con
par de besos en saludo—. Lamento llegar tarde, sé que dije 10 minutos pero el
tráfico es un desastre.
mira al hombre que ha tomado una actitud incomoda desde que llegué.
—Qué bueno de su parte— alzo una ceja intentando sonar como que no estoy
por partirme de la risa—. Y sería aún mejor si pudiera traernos dos tazas de té,
por favor.
—Lo sé. Y tu abuelo sabe que es así también. No necesito la aceptación de más
nadie.
—Lo sé, pero no quiero oír a la gente diciendo cosas malas al malentender lo
que ocurre.
— ¿Estás fastidiada? Porque esta mañana estabas casi saltando. ¿Pasó algo?
—Sí, pero necesito que antes de contarte me prometas algo. Porque eres la única
persona a la que creo que puedo contarle esto que no va a verlo como algo malo.
—Pues primero, creo que me estoy volviendo loca, en serio. Y eso es lo que nos
lleva a segundo; me estoy enamorando.
platicando con ella, se retira en cuanto deja nuestra orden—. Ustedes dos
siempre han tenido una fuerte conexión y el florecimiento de sentimientos
fuertes debe darse más rápido por el tiempo que llevas conociéndolo.
—Verás, el problema es que no se trata de él— medio toco la taza y hago una
mueca ante el contacto con el calor y lo que estoy a punto de confesarle—. Es de
Andrew.
Asiento.
—Pero ustedes… Pensé que habías dicho que no te agradaba. No, pensé que en
realidad no lo hace. ¿Cómo?— me mira con mil preguntas en sus ojos.
—Creo que a pesar de que no lo quise aceptar antes, todo comenzó alrededor del
tiempo de mi accidente. El salvó mi vida cuando estaba por darme por vencida, y
supongo que añadido al hecho de que no recordaba nada, pude verlo sin que su
apellido opacara quien era. Incluso a pesar de que mi padre me recordaba una y
otra vez que no era bueno, no me lo podía creer; y esos primeros días cuando
detrás, con la misión de que me vengaría de una u otra manera de lo que había
ocurrido. Lo culpaba por lo ocurrido. Comencé con el pésimo plan de interesarlo
en mí y luego rechazarlo, porque no hay nada peor que un corazón roto; pero él
—Me hago la misma pregunta una y otra vez, créeme. Pero no estoy segura y
creo que lo mejor para ambos y quienes queremos, es que no me lo permita.
a que no vale la pena tomar ese riesgo. Aunque apoyaré lo que sea que te haga
feliz.
—Sí, entiendo todo eso. ¿Por qué crees que prefiero estar con alguien como
Xavier?
Me estudia en silencio.
—Xavier no merece que lo utilice como escudo, lo sé. Pero no quiero continuar
dudando y él es seguro.
—Oh, mi niña, no sabía que esas eran las cosas con las que lidiabas—toma mis
manos en apoyo—. Lo único que puedo decirte ahora, es que hagas lo que le dé
a tu corazón felicidad.
—Lo peor de todo es que al principio todo era por la venganza, y terminé timada
por mi propio juego.
—Y él te ama en serio.
Asiento.
correcto.
justo aquí.
—Jamás. Amo a tu abuelo más que a mi propia vida. Me ha dado una muy buena
vida, dos hijas y sobre todo, su amor incondicional. Incluso cuando yo soy
demasiado revoltosa y no merece tener que lidiar con tanto; igual lo hace como
todo un caballero.
Ella ríe y saca un pañuelo de su bolso para limpiar sus ojos que han estado
aguándose mientras hablaba.
—Propongo un brindis— alzo mi taza sin probar y la choco con la de ella—. Por
muchos más amores como el suyo.
Después de hacer el brindis de té, nos sumergimos en una charla donde le cuento
sobre la fiesta de cumpleaños con lujo de detalles dejando a un lado el hecho de
lo que él hizo esa noche, a pesar de que pude haberlo mencionado de pasada
cuando confesaba.
despediré de Roberto.
saludos.
—Muy graciosa.
Asiento.
—Bueno, supongo que tendré que ir al centro comercial por mi sola. ¿Me das
un aventón?
—Seguro.
—Hace un rato; fui a tomar té con mi abuela. Perdón por no avisar. ¿Ocurrió
grandiosa.
reunión.
Rompo uno de los lados del papel y saco la tarjeta mediana con el mismo color.
Día: 2 de Noviembre.
Hora: 6 PM.
Contemplo la invitación con una leve sonrisa que no tarda en convertirse en una
risa nerviosa. La dejo sobre el sofá a mi lado y salgo aun riéndome.
ordenador.
Camino hacia el piso de planeación por las escaleras para darme algún tiempo de
recuperarme del ataque de risa, además de que solo queda dos pisos debajo del
que me encuentro.
Entro al activo pasillo, cualquiera que hubiera visto a tantas personas de aquí
para allá se hubiera fastidiado por el ruido que hacían pero era un espectáculo
para mí, ya que en los ojos de cada uno se nota el amor a su trabajo. Son el
organismo más apasionado de toda la empresa.
Después de examinar su rostro, noto que tiene leves rasgos asiáticos, dando
sentido al gesto.
— ¿Señor?— da un par de suaves golpes a la puerta del final del pasillo antes de
—Gracias, señorita Soh— hace el mismo gesto que la mujer hace un rato, y me
invita a pasar mientras la fémina deshace el camino que acabamos de hacer, para
seguir con su trabajo—. Señorita Briden, que gusto me da verla al fin por acá.
A pesar de que no escucho otras voces cuando la puerta se abre, al entrar veo que
hay por lo menos 5 personas más esperando por la reunión, entre ellos el
encargado de producción.
—Señorita.
—Espero que no le moleste que haya añadido a unas cuantas personas a nuestra
reunión. El director de producción pensó que sería indicado traer a sus mejores
trabajadores para que ambos trabajemos bajo una misma línea desde el
Asiento en entendimiento.
—Bien, caballeros… Hace unos días hemos estado dándole vueltas a la idea de
la cámara de video. Me enteré más temprano que el proyecto está en etapa de
que concuerde.
necesito que el proyecto esté en la oficina del señor Higgons para poder hacer un
video real. No tenemos el tiempo para basarnos en demos, cuando tenemos casi
— ¿Algo más?
—Y yo que pensaba que no podía escuchar algo más patético hoy— rio en
medio de una negación—. ¿En serio creen que toma unos rumores para
acobardarme?
—No es solo eso, también ha estado poco interesada en la compañía desde hace
un tiempo.
—No es así. Solo estoy tomándome las cosas con calma; no se van a librar de mi
Supongo que los veré más tarde cuando sus conversaciones tengan algo de
coherencia, porque por ahora no tienen ni una pizca.
—La persona a la que quería ver en estos momentos. ¿Qué te trae por aquí?
—Si. ¿Te cuento algo gracioso? Recibí una invitación para la fiesta de
compromiso de Andrew.
—No, moví mi vuelo para mañana. Tus abuelos pidieron nuestra presencia en la
cena de hoy; parece que quieren conocer unos de los nuevos restaurantes de la
— ¿Qué?
—Lo sé, falta poco para que sean 20 años… ¿Vas a quedarte en la ciudad hasta
—Sí, creo que lo haré. Y ya no creo que haga la reunión, no parece correcto.
—Te lo dije.
—Si.
—Necesitas ver algo— me señala una de las sillas frente a su escritorio y busca
por algo en uno de los cajones. Segundos después, pasa una gruesa carpeta hasta
El nombre en negrilla en la parte frontal, me dice que quizás no esté lista para
enfrentarme a lo que hay en el interior.
—No pensaste que iba a dejar lo ocurrido en la isla sin explicación, ¿o sí?
—No pensé que lo hicieras, pero si pensé que ibas a mantenerte alejado y dejar
— ¿Quién podría sentir tanto odio por mi como para intentar matarme?— abro
los ojos en respuesta.
—No lo sé. Mi apuesta sería Andrew, pero él ha demostrado que se siente todo
Asiento en acuerdo.
— ¿Luca?
—No te preocupes, lo tengo—lo calmo con una sonrisa sincera—. Igual estoy en
este lugar la mayoría del tiempo y nada malo podría pasarme acá.
—Eso espero. Lo digo por tu pronto viaje a Sidney y eso me pone nervioso.
—Yo debería volver a trabajar. Hablaremos luego con más calma de todo esto.
Me mira confuso.
—Ah, y nada por lo que preocuparse, pero creo que debería ir al médico.
—Ahora mismo no. Pero he tenido días en que sí. Por eso quiero asegurarme si
algo va mal.
— ¿Qué sientes?
—No es nada serio, solo cansancio y algo de mareo. Nada de qué preocuparse.
—A veces creo que eres muy buena mentirosa en eso. Cualquiera diría que está
bien pero soy tu padre, y por más que mientas sobre estar bien, sé exactamente
cuando no lo estás.
—Ahora estoy bien, eso es verdad— me levanto camino a la puerta para salir—.
—Ahí estaré.
—No puede ser— casi corro a abrazar a la mujer después de no verla por varios
meses—. No tiene ni idea de cuánto la extrañé.
—No, para nada— le doy una mirada interrogante a su hijo esperando que le dé
—No tienes que culpar a mi hijo. Yo vine sin que él tuviera ninguna idea.
—No lo estoy culpando— señalo el sofá para que tome asiento y me siento del
— ¿Lo quieres?
torturado.
La miro de vuelta.
—Que grosero eres, Xavier. Solo intento ponerme al día con ella.
pronto.
—Adiós, madre— Xavier abre la puerta para ella incluso después que he
insistido en que no hay problema en que se quede.
— ¿Qué?
— ¿Qué haces?— rio olvidándome por completo de mi enojo con él—. Eres un
hombre raro.
—Solo intento darte los besos que no te daré cuando estés en Australia. Tengo
— ¿Cuál?
— ¿Podrías detenerte con eso? Necesito que mi rostro vuelva a un tono discreto.
—Lo sé, estoy siendo patético, pero solo lo hago por ti.
—Si sigues así, tendré que golpearte— escondo el rostro en mis manos.
— ¿Reírme?— intento apartar sus manos mientras intento hablar sobre la falta
de aire que me produce reírme tan fuerte.
—Sí, justo así.
Toma asiento a mi lado inocente y pone un brazo sobre mis hombros mientras la
—Ok, seguro— le señalo una de las sillas frente al escritorio y me levanto para
—Un poco.
Niego sonriendo.
—Ya sabe; insegura, nerd, rara, fea. No soy nadie comparada con usted.
—No quiero que vuelvas a decir eso— le ordeno frunciendo el ceño—. Odio que
una mujer se insulte a sí misma.
—Pero…
—Pero nada. Dices ser insegura cuando es algo con lo que incluso yo lidio.
Dices ser nerd; es una palabra que debe relacionarse con inteligencia, pero hasta
tú misma la usas para denigrarte. Dices ser rara, pero todos tenemos algo de raro
en nosotros y es lo que nos hace especiales. Dices ser fea, pero no lo eres; eres
preciosa.
—Yo…
—Dinero— rio divertida—. Si, conté con la suerte de nacer en una familia que
ha trabajado su trasero para tener algunos lujos con esos papeles de valor. Y mi
fama, se debe justo a que sigo trabajando mi trasero para que esto funcione. Y
—Gracias.
—No te preocupes. Quiero pensar que además de tu jefa también soy tu amiga.
Cuentas conmigo para lo que desees.
Con un asentimiento, la dejo acercarse para rodearla con mis brazos y acariciar
— ¿En serio?— sus ojos se abren con sorpresa mientras su voz suena algo
—Si. Ahora a trabajar. No se te paga por mojar mi ropa con tus lagrimas—
bromeo sonriente.
—Una última cosa— la detengo cuando está por salir—. No te rindas. No estoy
diciendo que vayas por Xavier, sino que sé que puedes encontrar a alguien más,
Miro la hora esperando que por lo menos el tiempo haya avanzado más rápido y
sin nada más que hacer hasta más tarde, me pongo en marcha para mi encuentro
con Claire, Luca y Andrew.
guardaespaldas pero no los encuentro por ningún lado cerca de la camioneta, que
tampoco se encuentra por ningún lado. Así que voy por mi auto recordándome
Saco el auto del estacionamiento activando el GPS para ver que ruta está menos
—Bienvenida— su sonrisa tiene una pizca de duda—. ¿En qué puedo ayudarle?
—Sígame por acá—me indica con una expresión burlona hasta que nos
mí.
Asiente y camina al otro lado del mostrador para mostrarme los diferentes
modelos.
— ¿En serio?— alza una ceja sarcástico y sé que sabe algo que yo no.
— ¿Conocerla? Si, la vi cuando era pequeña y vino con sus padres por 3
relicarios.
— ¿Conoció a mi madre?
—Sí, y desde el momento que entró por esa puerta supe que se trataba de usted
por el inmenso parecido con ella. Siento lo de su muerte.
—Odio que la gente se disculpe cuando no tuvieron nada que ver con eso.
— ¿Alguna razón?
—Entiendo.
—Usted fue quien nos vendió los relicarios, ¿por qué se acuerda de mi familia
aunque han pasado años?
—Por lo felices que se veían. A diferencia de muchas de las familias que venían,
Asiente.
Levanta dos dedos para pedirme que espere y desaparece por un pasillo por
algunos minutos.
estipulada.
—Gracias— sonrío mientras toma una bolsa y los guarda añadiendo algo más—.
¿Qué es eso?
—Seguro— aseguro aunque lo más probable es que tomen años hasta que vuelva
a pasar por acá.
Llegar toma menos tiempo del que creo y pronto estoy de nuevo bajando del
auto, llevando la bolsa y mi bolso para entrar al restaurante. Mi mirada busca por
los demás y encuentro a dos de ellos en una mesa cerca de la entrada riéndose.
—Hola, bullosos— saludo haciéndoles saber que son quienes tienen el desorden
en el lugar.
— ¿En serio tienes que preguntar?— Claire luce más feliz de lo que la he visto
alguna vez.
—No, llegamos hace poco. ¿Qué hay en esa bolsa?— señala mis manos.
—Regalos para ustedes— respondo mientras saco los dos relicarios y se los doy
a la joven pareja.
—Sé que son un poco anticuados pero quería traerles un regalo significativo.
—Gracias, hermosa. No tenías que molestarte— el deportista me guiña un ojo.
—Tenía de alguna manera demostrar lo feliz que estoy de que estén juntos y al
fin puedan ser felices.
regalo en su bolso.
—Sí, todo bien. Aunque hoy tuve un momento bastante extraño con Samantha.
— ¿Tu secretaria?
—Así que el señor sombra tiene chicas detrás de él— mi amiga alza una ceja
Niego.
— ¿La despediste?
—No.
presentártelos.
Su novio asiente y llama al mesero para que tome nuestras órdenes. Que
terminan siendo pasta rissoto para él y lasagna cosmopolitana para nosotras, una
—Si.
— ¿Hace cuánto?
—Desde ayer.
— ¿Y cómo están?
—Es una lástima que solo cuente con 3 tickets para el concierto, sino los
invitaría a venir.
— ¿Andrew?
—Sí, me pareció una buena manera de conocerlo más ya que es el mejor amigo
de Luca. Claro, que hemos estado teniendo salidas de amigos antes pero nada
muy informativo para mi relación. Además, pensé que con ustedes alzando
—Bien.
la de Claire.
mira herido.
—Sí, sé que lo prometí. Pero ya se me hizo tarde. Dile que espero que se
—Oh, sí, se torció el tobillo anoche. Por eso no pudo venir hoy. Aunque el hecho
de que esté en casa de sus padres tampoco ayuda mucho.
— ¿Cómo se lo torció?
—Katherine, creo que ambos sabemos cómo ocurrió. Le ha dicho a todos que
fue un traspié en la escalera pero… Soy su mejor amigo, sé en donde se
Salgo del local y camino lo más rápido que puedo hasta mi auto. Enciendo el
motor y acelero rumbo a la casa de los Simurs, sin importarme las consecuencias
Conduzco sin prestar mucha atención a los otros autos ganándome algunos pitos
Aparco en la acera cuando veo la enorme casa blanca, y bajo del auto intentando
recordar la última vez que estuve ahí. Debió ser hace muchos años porque no
—No puede.
—Está bien, no quería hacer esto pero usted no me ha dejado otra alternativa—
Una furiosa voz femenina me detiene cuando he llegado a la parte alta de estas.
—Atreviéndome, así que permiso— le doy una mirada victoriosa cuando doy
Niego.
alcanza la puerta.
—No podemos, ¿qué tal que te haga daño?—la menor niega repetidas veces.
— ¿Por qué?
acosarme.
—Valió la pena.
—Si, además has venido a verme. ¿Preocupada por mí?— una sonrisa burlona
— ¿Solo Claire?
—Sí, solo ella.
—Yo... bueno, quizás un poco. Pero tenía que asegurarme de no quedarme sin
competencia; me sentiría mal de competir con un cojo.
Sonríe.
—Espera…
— ¿Hmm?
— ¿Estás bien?
Asiento.
—Me tengo que ir— abro la puerta suspirando—. Supongo que otro día podré
insultarte.
Camino a las escaleras aliviada de no dar con nadie de esa casa en mi salida.
Vuelvo al auto y conduzco de vuelta a la empresa lo más lento que puedo,
dándome tiempo de tener la mente en blanco. No tenía energías para enfrentarme
a nada ni nadie ahora pero era el único lugar donde podría sentirme útil.
llamada de Samantha para asegurarse donde estoy. Le respondo que estoy por
subir y cuelgo enseguida.
Me dirijo hacia los ascensores y presiono el botón paciente hasta que una
—Bien, trabajando.
—Escuché que tus abuelos están en la ciudad.
—Me alegro.
Espero mirando el contador de pisos hasta que las puertas al fin se abren en mi
Asiento.
—Necesito tu ayuda.
—Lo sé.
—Dime.
—Si su hijo no se aleja de mí, no puedo asegurarle nada. Así que le pido que no
eche toda la culpa sobre mí cuando lo único que he intentado es que las cosas
— ¿Algo más?
—Escuché que irás a un viaje con tu amiga Claire, Luca y mi hijo a Sidney.
—Sí, es cierto.
verte crecer como una gran mujer. Solo que Andrew y tú, no pueden… Está mal
—Entiendo, no se preocupe.
—Para nada.
Mi teléfono suena cuando han pasado un par de minutos desde su salida y sonrío
al ver quien llama.
—Mi apartamento está muy lejos y me pareció que lo más inteligente era buscar
un lugar más cerca.
—Exacto.
—Lo sé, deberían darme el premio Nobel por la Paz— bromeo en medio de
varias risas.
del lugar.
25
Las copas tintinean y la comida es servida a mí alrededor mientras sigo con la
vista fija en mi ensalada.
— ¿Qué ocurre? ¿Por qué estás tan callada?—mi abuelo toma la mano de su
—Estás muy extraña— la abuela concuerda con él—. ¿Discutiste con Xavier?
—No.
— ¿Qué ocurre?
—No es nada, solo pensaba en cuanto los voy a extrañar cuando se vayan—
miento.
distancia entre ellos es el pie vendado del hombre. Ella luce un casual vestido
largo de un color azul metalizado. Lo que más destaca entre ellos ni siquiera es
—Me siento cansada— simulo ojos adormilados—. Creo que me iré primero a
casa.
— ¿Necesitas un doctor?
Niego rotundamente.
Camino hacia la salida del lugar y de ahí al otro lado de la acera evitando a las
personas que van camino al restaurante.
Arranco el motor y conduzco hacia mi casa. Pongo algo de música para evitar
todos mis pensamientos y me concentro en el camino hasta llegar a la estructura.
los zapatos en el piso y me dejo caer en la cama cerrando los ojos para
dormirme. Poco a poco mi mente se desvanece y lo último que siento es el
26
El chico no ha dicho nada desde que llegó y permanece con la vista perdida.
—Disculpa por ser tan entrometida pero, ¿puedo saber por qué aceptaste mi
potencial que tenía y le dije que podía acercarse cuando quisiera por una
entrevista de trabajo, porque estaba segura de que podía ser útil en algo mucho
—Lo es— afirmo echándole un vistazo a la carpeta—. ¿Así que has tenido
empleos a medio tiempo desde los 15?
Asiente.
—Progreso.
—Me imagino que te preguntas por el puesto que ocuparás. Como verás, no
somos un McDonald’s.
—No quería ser demasiado impertinente pero sí; me pregunto qué puesto puede
—Necesito una visión más fresca de los negocios— alzo los hombros
explicándole porque me llamó la atención—. Si aceptas, te espero el lunes.
— ¿Por qué no? Me gusta pensar que soy buena viendo el potencial de las
personas.
pendiente de tu desempeño.
apresura por el pasillo hasta donde estamos—. ¿Le puedo ayudar en algo?—
—Sam, este es Owen Harris— señalo de uno a otro en una presentación breve
—Claro, señorita.
contesto.
—Después de que eso signifique que soy tu idiota, todo está perfecto.
—Adiós.
—Sí, oí que hablaste con mi padre. No tienes que prestarle atención, ¿sabes?
siento en el sofá—. Así que es mejor que volvamos a como todo era antes.
—Me duele ver que no veas todo lo que eres para mí— suspira. —Eres a la
—Sé que me viste ayer en el restaurante— se sienta a mi lado—. No era más que
— ¿Qué?
—Me vuelves loco— toma mi rostro entre sus manos sonando frustrado. —A
veces no sé si lo que dices es cierto. Dime la verdad.
lindas fotos de vida para que quede la decoración de que estás casado— susurro
sin mirarlo. —No quiero sentir esto por ti, quiero llegar a amar a Xavier y volver
a odiarte pero no puedo. Lo que siento por ti me destruye desde adentro y no
—me besa, pero no como antes, esta vez lo hace en serio. Me acerca a él y rodea
mi cintura con sus brazos mientras que yo lo acerco más a mí metiendo las
manos en su cabello.
— ¿Hola?
—Claire— respiro profundo antes de hablar—. Necesito que me perdones.
— ¿Qué ocurre?
— ¿Qué pasa?
—Claro.
—Ok.
una bola. Espero hasta escuchar el sonido de las puertas al abrirse para levantare.
Pasan unos pocos minutos hasta que eso ocurre en que lo único que hago es
Subo y conduzco al cementerio. Tengo la mirada nublada por las pocas lágrimas
que han logrado agruparse en mis ojos e intento caminar derecha a la tumba de
mi madre. Al llegar, me dejo caer de rodillas.
—Hola, mamá. Yo de nuevo. ¿Cómo está la vida del otro lado? Espero
averiguarlo algún día a tu lado en muchos años. Como verás, no ha sido una
buena mañana. Le dije a Andrew lo que sentía por él y no sé qué hacer. ¿Por qué
me tuve que enamorar de él? Realmente esto del amor es una mierda. Qué bueno
que todo salió perfecta entre papá y tú. Dame fuerzas para continuar, necesito
continuar.
27
Claire ha terminado su presentación así que me levanto para aplaudirla,
filas por debajo de mí y noto que se levantan para salir del teatro, por lo que
Después de lo ocurrido con Andrew la última vez, volví a llamar a Claire para
ha cambiado en todas las veces que has preguntado, así que creo que es
—Lo entiendo. Es solo que me siento culpable por ser la razón de su ausencia.
—No lo creo. Estaba entusiasmada por venir, y no se perdería esto por nada del
mundo.
En el momento que les toma pasar por la fila donde estoy sentada, sostengo la
respiración y cuando sus voces no son más que murmullos, al fin respiro
aliviada.
hasta la calle. Sé que los dos hombres se han dirigido hacia los camerinos para
esperar a la pelirroja; permitiéndome irme a mi hotel sin inconvenientes.
En el taxi, marco el número de Claire y suena dos veces hasta que contesta.
—Hola, ¿Cómo estás?— su voz se escucha poco sobre las demás que la rodean.
bajado.
vestido, para reemplazarlo con ropa cómoda para salir; unos pantalones anchos y
una blusa de mangas largas. Recojo mi cabello en un moño alto y me encargo de
A pesar de que van a ser alrededor de las 10 de la noche, mi estómago ruge por
mi falta de comida desde el almuerzo y decido que es una buena idea salir por
Al pasar la salida tropiezo con alguien que provoca mi caída y segundos después
Me levanto sin su ayuda esperando por una palabra de su boca, pero en vez de
eso me abraza en silencio. Su tobillo parece haberse recuperado porque se
—Te sigo.
Caminamos por unos minutos hasta que encontramos una pequeña cafetería
llamada Leon. Entramos y escogemos una mesa cerca de la puerta.
sentarse.
—Lo sé.
Asiento.
— ¿Hiciste qué?— abro los ojos pasmada por la sorpresa de que le haya dejado
— ¿Y esperas que eso haga que al fin te acepte? No sé si lo recuerdas, pero estoy
momento.
coincidencia.
—Bien. El viaje estuvo fantástico y pude recorrer la ciudad. Y esta noche, Claire
—No, tenía algo de hambre así que salí por algo de comer.
—Espero que no estés pensando también en emborracharte.
—Oh, vamos, fue una sola vez— pongo una mano en mi frente riendo—. Te
prometo que no tocaré ni una sola gota de alcohol.
—Trabajando. Estaba algo triste por tu viaje pero creo que estar sumergido en su
—Pobre. Dile que lo quiero mucho y estaré de vuelta antes de que lo note.
—Lo haré pero tienes que prometer que vendrás a quedarte algunos días.
—Está bien, tienes razón. Pero en serio necesito un café si intento hacer tiempo,
Se va tan rápido como vuelve con dos humeantes vasos de café y señala la
salida. Me pongo en pie y lo sigo fuera temblando un poco por la ráfaga de frio
que nos recibe.
Nuestra caminata se hace eterna con él llevándonos a pasos cortos y tengo que
últimos tragos al café antes de devolverle el recipiente vacío para poder sacar la
—Entiendo— baja la vista cerrando los ojos por un momento—. Debo dejar de
presionar.
—Le dije a Xavier que quería que volviéramos a ser amigos cuando baje del
avión esta mañana. Claro, espero poder hacerlo personalmente en cuanto vuelva
pero le di la tranquilidad… Nos da la tranquilidad a ambos de saber que no
corremos el peligro de que todo se arruinará. Las cosas no estaban bien en el
poco tiempo que llevábamos juntos y no quería arruinar el vínculo que tengo con
él.
— ¿Y él que dijo? No parece ser de los que aceptan fácil las cosas.
—Si.
presencia acá?
—No quería comenzar algo antes de tener todo lo demás claro. Además, pensaba
Xavier estuvo afectada por lo que pasó contigo, pero no fuiste la razón principal.
Pasó porque tenía que pasar y no quería causar más daño del que ya le había
causado.
—Sí, digamos que la tienes. Así que has de aprovecharla muy bien.
—Espera ahí— levanta dos dedos hasta dejar los dos vasos de café a un lado de
la puerta y luego vuelve a ponerse en pie. —Ahora si— toma mi cintura y me
acerca a él riendo.
—Supongo que estás pensando en besarme.
Este beso es menos intenso que los anteriores; casi una caricia, pero no deja de
Ya dentro, volvemos a besarnos pero esta vez en serio y hacemos nuestro camino
Pasa a besar el punto detrás de mi oreja y desciende dando pequeños besos hasta
mi cuello, donde permanece un tiempo haciéndome cosquillas con su
respiración.
muy rápido.
—Tienes razón— deja un beso en mi frente—. Creo que esta noche dormiré acá.
haya estado besando todo este tiempo no quiere decir que esté bien que duermas
acá.
—Te prometo que no te daré razones para matarme mientras duermes— acaricia
mi brazo—. Sé comportarme.
—Está bien— suspiro girándome un poco para mirarle—. Pero tienes que
invitarme a desayunar, y como ronques te tiro al piso.
—Hecho.
Agradezco la oscuridad debido a lo roja que debe estar mi cara y no es hasta que
●●●
nuestros amigos con sus ojos fijos en la cama y toma todo de mí no gritar por la
sorpresa.
—Veo que has tenido una buena noche—la pelirroja afirma con burla, alzando
ambas cejas.
sobre ti. Pensamos que sería un buen comienzo para el día y una manera de
actuar como mejores amigos grandiosos para que ese de allá y tú pudieran hacer
—Ah, le dije a la amable recepcionista que mi mejor amiga estaba pasando por
— ¿Así que estabas pensando delatarme hoy?— deduzco seria al ver como no
agarre.
pensé que Claire estuviera tan tranquila sin tú estar acá, y también actuaba muy
raro. Mi mejor amigo estaba sufriendo y necesitaba ayudarlo. La obligué a
contarme. Pero eso no quita el hecho de que me alegra saber que viniste.
De repente, el hombre en la cama se remueve y abre los ojos poco a poco hasta
terminar en una mueca sorprendida al ver la escena. Me observa en busca de
cabello.
—No es nada, solo me la encontré, fuimos por un café y nos quedamos dormidos
que él no les dará hasta que nosotros mismos no estemos seguros de anoche.
— ¿Te quedas dormido con cualquiera sin camisa?—la mujer insiste sin una
pizca de convencimiento en su semblante.
—Tenía calor— miente el ojiazul—. Y ella igual, así que decidimos que sería
—Hmm, ya veo.
puerta.
El par sale poniéndose a hablar de otra cosa y cierro la puerta mirando al hombre
Buenos días.
—No podemos hacer esto ahora— niego permitiéndonos solo unos momentos
— ¿Estás molesta?
—Un poco, pero no es contigo. Es solo que… ellos me tomaron por sorpresa.
—Hola, bebé— chequeo la hora en el reloj y hago la cuenta para saber qué hora
es en la ciudad. Según mis cálculos, son un poco más allá de las 7 de la noche.
Claire?
fue grandiosa.
— ¿Ya desayunaste?
—No, lo haré en un rato. Ahora mismo tomaré una ducha y me cambiaré para
—Muy gracioso, viejito. Son recetas vegetarianas, nada que ver con el fuego.
¿Cómo va todo en casa?
—Bueno, deberías apresurarte porque vas a alucinar cuando escuches los demás
participando en él.
—Adiós, bebé.
—Adiós, papá.
Cuelga y dejo el teléfono de nuevo sobre la mesa para dirigirme a tomar una
ducha rápida. Al momento de vestirme, me voy por algo cómodo con un par de
shorts y una blusa básica; recordando el frio de anoche añado un abrigo café y
para los zapatos, solo me pongo unas sandalias a juego. Dejo mi cabello suelto
para dejarlo secar por sí solo y me aplico algo de polvo y brillo labial.
Compruebo la hora en mi teléfono notando que se me ha hecho tarde, así que
tomo mi bolso y teléfono para dirigirme al vestíbulo del hotel en un trote.
— ¿Irse sin mí?— Andrew llega corriendo y se nos une, y me alegro de no ser la
El ojiazul aprovecha que los otros dos han tomado la delantera y pone su brazo
Ellos voltean para darle malas miradas y no puedo evitar unirme a sus risas.
— ¿Por qué estás de tan buen humor?— le pregunto en voz baja con curiosidad.
—Si lo fue.
Los encontramos frente uno de los locales de comida con aspecto prometedor y
al leer tengo que levanta una ceja. El nombre del lugar es “Americana”. ¿Nos
podíamos ver más como turistas?
—No— niego algo alto y luego bajo la voz para mi explicación—. Solo
—Fuera del hotel, ella tropezó. Quizás no fue la mejor idea que se hospedara en
—Nada de eso, yo fui la que dijo sobre este hotel y Claire decidió que era un
haber contribuido a que ustedes dos se encontraran y pudieran hablar las cosas.
¿Ahora están juntos?
—Algo así—alzo los hombros porque no estoy segura en qué lugar nos deja lo
de anoche—. Veremos que ocurre.
ordenar?
— ¿Y qué es?
personas.
—Y hay un reto con eso—añade para añadirle aún más interés al tema.
— ¿Reto?
Asiento. —: Hagámoslo.
— ¿Saben que es una locura, cierto?—Claire mira entre nosotros dos esperando
que él otro hombre, la apoye—. No creo que todo sea tan fácil como suena.
—Sí, posiblemente lo haya y sea algo que nos envíe al baño por el resto del día,
El celular del ojiazul suena con una llamada, y después de darle un vistazo a la
pantalla cuelga.
—Es mi madre. Las cosas han estado tensas en casa desde que cancelé el
—Ya veo… ¿Trinity está bien?— a pesar de que mi relación con la pelirroja no
ha sido buena, no puedo ni imaginar lo mal que se debe sentir. Noté que en serio
lo amaba y estaba dispuesta a todo por hacer que los sentimientos de él fueran
los mismos; aun así, parecía que al final no podía hacer mucho contra sus deseos
de terminar con todo.
— ¿Quieres la verdad?
—Si. ¿Qué más podrías decirme?
—No lo sé, alguna mentira piadosa como que me ha superado y ahora está en
busca de triunfar— niega viéndose aturdido—. Pero no, esa no es la verdad. Su
padre ha tenido que vigilarla en estos días mientras hace lo posible porque ella
con sentimientos heridos. Supongo que soy un idiota, por unirme a la lista de
quienes la han lastimado.
—Hace 9 años.
—Bueno, no hablamos por casi 3 años cuando se fue a vivir sola a Suiza y
supongo que en ese lapso de tiempo fue que las cosas perdieron sentido entre
nosotros, porque si hubo un tiempo de mi vida en que habría dado todo por
—Suena a que la amabas mucho— tomo su mano por un momento para darle
apoyo, y me pregunto que estaría pasando ahora si ellos dos siguieran juntos.
—Llegó el reto— la señora que nos ha estado atendiendo pone el enorme bol en
la mesa en que nos encontramos sentados y entiendo que no mintió cuando dijo
que era como para unas 10 personas; parece más el peso de 10 personas.—
¿Están listos?
Han pasado dos minutos y parece que el tazón no ha bajado ni un poco desde
Alrededor de otro par de minutos pasa y puedo notar pequeñas vistas del fondo
del plato a la vez que la peliverde asegura con voz cantarina—. Tienen 50
segundos.
—Listo— levanto una mano cuando ya hemos acabado con tiempo de sobra y
enseguida me tomo todo el vaso de agua que me trajeron.
—Él tiene razón, estaban deliciosos y fue divertido; y no crea que nos iremos sin
pagar— niego poniéndome en pie y sacando la cantidad que me dice, más algo
más como propina—. Gracias por su alegre atención.
—Gracias a ustedes por dejarnos deleitar sus paladares con algo sencillo—
hemos salido del lugar abrazar a la pelirroja de nuevo—. Porque volver al hotel
suena aburrido.
—Podríamos encontrar algo interesante que hacer cerca. Sidney tiene diferentes
—Tienes razón, incluso hay una cerca— mi mejor amiga concuerda apoyando
mi plan.
—Está bien, me les uno pero con la sola condición de que tengamos algunas
fotos de allá— el ojiazul señala una cabina de fotos al otro lado de la calle—.
Así dejarán la excusa de que nunca quiero salir en fotos con ustedes.
—Por favor, dime que no piensas hacer eso— señalo cuando noto la expresión
—La verdad es que soy más original—alza una ceja pícaro y me alza sobre su
hombro—. ¿Lo recuerdas?
—Es un poco difícil no hacerlo— estoy segura de que debe tener una gran
sonrisa de victoria en esos momentos.
—Idiota.
Solo son unos cuantos minutos hasta que me deja sobre mis pies cerca de la
nuestro turno. Es algo íntimo que nuestras primeras fotos como algo real se den
de esta manera porque no tendré que compartirlas con el resto del mundo.
Ellos salen luciendo divertidos y nos dan vía libre para ingresar a la cabina.
—Tomemos otra— susurra y vuelve a activar la cámara. Esta vez es una normal
de ambos sonriendo.
pagamos a la encargada el valor de cada una de ellas con una copia para cada
cartera.
sigamos a los otros dos con destino a la pista de patinaje que Claire dice, se
encuentra cerca de nuestra ubicación.
—Así es, soy yo. El fabuloso novio de esta fabulosa violinista— él asegura
totalmente acostumbrado a eso.
semana pasada en una de las de chismes de mamá. Son la reina del hielo y el rey
del fuego.
—No creo haber escuchado de ellos, pero se ven bonita pareja— la otra se
encoge de hombros apurando a su amiga a dejarnos después de haber obtenido lo
que quería.
— ¿Qué es eso de “La reina del hielo y el rey del fuego”?—Luca pregunta entre
confuso y divertido por lo gracioso que suena, incluso poniendo un tono de voz
llama así— meto las manos en los bolsillos de la chaqueta en busca de calor—.
Fue algo relacionado con un periodista que no entiendo cómo la gente incluso
creyó.
—Andrew no debería hacerlo por el tobillo y creo que yo también paso. Luca y
tú pueden tener una pequeña cita, supongo.
—Auch, eso dolió, preciosa castaña— el deportista mueve las cejas con picardía
—. Pero entiendo, quieren estar solos.
Lo fulmino con la mirada y los dejo alejarse en dirección al lugar de patinaje que
debe estar cerca.
de diversión.
miedo.
—No creo que sea buena idea aun. Puedes hacerlo personalmente en la ciudad.
—No tienes que temer por mí. He podido con la muerte, así que soy bastante
resistente.
—No temo por ti. Temo porque arruine como está yendo todo hasta ahora. Si
vamos a poner todo en peligro va a ser cuando juntos les contemos lo que ocurre.
Hablo en serio, Katherine, con nosotros es todo o nada.
—Lo sé, relájate. Yo más que nadie quiero que todo salga— beso sus manos—.
Relájate. No te conviertas en un idiota preocupado antes de tiempo.
—Adoro hacerlo.
—Katherine.
—Ah, no, necesitas un apodo. ¿Qué hay de Hyde?— pregunta en tono burlón.
—Si sirve de algo, es mi favorito. ¿Cuál es el tuyo? Y por favor, nada de novelas
románticas adolescentes.
—No soy ese tipo de lectora. Mi libro favorito es The Outsiders de S.E Hinton y
si no fuera esa, podría irme con cualquier escrito por Virginia Woolf.
—Interesante, la verdad pensé que te irías por algo tipo Jane Eyre o incluso
Orgullo y Prejuicio.
— ¿En serio me veo tan predecible? No, prefiero leer historias con mensajes
—Sí, lo acabo de notar. ¿Buscamos un lugar más cómodo para hablar? Porque
Niega avergonzado.
— ¿Qué?
Guiada por mi necesario conocimiento de la ciudad, lo guio por unas calles más
hasta que damos con el lugar donde quiero llevarlo. Bondi Beach puede ser un
lugar bastante transitado pero a esa hora del día y con el clima nublado, no hay
mucho que hacer para los turistas, por lo que hay distintos lugares donde
grama.
—Sé que es hermoso. Cada vez que he venido a la ciudad, he tenido que visitar
este lugar solo para recordarme que hay cosas que pueden robarte el aliento.
—No pensé que te gustaran este tipo de lugares, tan llenos de gente y vida.
— ¿Nací y crecí en Nueva York, no? Creo que eso me hace una amante de las
multitudes y la vibración de la vida en ella. Pero no solo por eso me gusta este
lugar; una de las fotos que más me gustan de mi madre, es aquí. Fue para su
segundo aniversario con mi padre. De lo que él me ha contado, habían planeado
ir a Indonesia pero tuvieron que permanecer unos días acá por problemas con la
aerolínea, así que ella solo quería venir y observar esto. Creo que cuando estoy
—Si se supone que estamos arriesgándolo todo con esto que tenemos, quiero que
aunque al volver todos detesten nuestra relación, voy a dejar de luchar por eso.
—Bien— sonrío a medias suspirando antes de soltar una risa—. Que intensos
—Claro.
—Por la misma razón por la que he estado insistiendo por un rato con cómo me
siento, aun después de saber que estabas en una relación; porque estoy loco por
ti.
—Muriendo en 3…2…1— simulo un arma con mi mano y la pongo contra mi
sien, haciendo el sonido de disparo con mi boca—. Eso es muy lindo… raro,
pero lindo.
—No te burles, aun me siento culpable por eso. Además, te recuerdo que él
¿entendido? Y bájale a ese ego, no fuiste el por qué terminé con él.
— ¿Por qué te preocupa tanto lo que él piense? Entiendo que es tu mejor amigo,
—Es diferente, tú no has estado en una relación amorosa con Luca, ¿o sí?—alzo
—Eso no lo sabes. Si no soy yo la que resulta herida, terminaré por ser yo quien
te hiera. Pasa hasta en las mejores relaciones.
con suavidad—. Sé que lograremos superar cualquier cosa que se nos presente.
—Lo tenía pendiente desde hace un tiempo— una de las comisuras de su boca se
—Estás loco—lo empujo para poder levantarme por completo y limpiar mi ropa
del pasto—. Deberíamos volver al hotel y prepararnos para el vuelo de vuelta.
—No, en realidad vamos rumbo al hotel porque a Luca no le pareció tan buena
idea después de un par de caídas. Su orgullo y su trasero están lastimados.
—Y nosotros ya vamos para allá. Con el vuelo en 3 horas, diría que vamos
retrasados— estornudo al terminar.
—Está bien, pero vuelve rápido. Ha hecho frio en la ciudad y no es bueno ese
— ¿Qué ocurre?
—Sí, papá— ruedo los ojos—. Créeme, ya tengo suficiente con la preocupación
28
— ¿Has experimentado mareos o algún tipo de dolor?— pregunta el doctor
apuntándome con una luz a mi ojo derecho—. ¿Has tenido periodos en que
—Dolor no, pero sí he tenido momentos en que creo estoy por desmayarme—
explico parpadeando un par de veces cuando apaga la luz, dejando a mis ojos
descansar—. Pero creo que está más relacionado con el estrés laboral y esas
cosas.
en que viniera aunque les he dicho que no es más que solo un resfriado— le doy
una mirada acusatoria a Andrew que está sentado en la silla al otro lado de la
—Por suerte, tiene razón con que se trata de un resfriado. Nada de qué
preocuparse después de que consuma agua y mantenga reposo. En unos días,
habrá desaparecido.
—Sí, lo sé.
—Si eso es todo, supongo que los veré otro día y espero que no sea porque se
—Yo también espero que sea solo para saludar, doctor— bajo de la camilla
alisando mi vestido—. ¿Aquí mismo puedo pedir unos exámenes de Rayos X?
Quiero asegurarme de que todo esté bien un par de meses después del accidente.
— ¿Para qué? ¿Para que hagas otro drama sobre que al caminar rápido estoy
mal?— no me detengo hasta que llego frente a las puertas dobles y presiono el
botón.
—Sí, lo lamento por eso. Solo quería asegurarme de que estuvieras bien y me
excedí.
—Oh, no me digas— ruedo los ojos esperando con la mirada fija en la pantalla
con el número del piso donde se encuentra la cabina del ascensor. —Ahora
necesito apresurarme y sacar la orden para los rayos X. Algo bueno de que me
hayas hecho venir acá es que podré chequear que todo esté bien.
—No hay problema, no tengo nada mejor que hacer hoy— se encoge de
hombros—. Y nuestros amigos nos han abandonado para irse a pasar tiempo
juntos.
uno—. Pensé que Claire estaba tan preocupada por mí que iba a quedarse.
—Bien, ahora estás siendo gruñona. Es normal que quieran pasar tiempo juntos,
—Lo sé, no estoy intentando sonar celosa porque me quite el tiempo con ella,
solo que la extraño. Yo más que nadie estoy en total apoyo de que él la haga feliz
— suspiro apoyándome en una de las paredes del ascensor—. No importa,
olvídalo.
Para suerte mía no insiste en el tema y me permite tener paz incluso cuando
estoy arreglando la toma de los rayos X. Una orden del doctor Stone facilita las
Tan rápido como todo queda acordado, me señala que me dirija a otro de los
pisos del lugar para realizar el procedimiento; así que estamos de vuelta en el
ascensor con destino al tercer piso.
—Son rutinarios después de que un accidente ocurre. Solo revisarán que todo
esté en orden y que los huesos hayan vuelto a sus lugares originales. También se
—Necesito que me hagas un favor. Después de que salga de acá, quiero hablar
con tu madre. Así que si pudieras… ya sabes, dejarme por hoy, sería fantástico.
llegue a ocurrir.
lo acompañe. Andrew se nos une y recorremos el pasillo hasta una puerta que él
señala. Dentro, me pide que me deshaga de todas las joyas y en un cuartico
me alegro al verlo.
—El famoso salvador— toma la mano del hombre amable—. No sabes cuantas
veces he tenido que escuchar a mujeres suspirando por tu acto heroico de ese
día. Y luego como permaneciste a su lado hasta su salida. ¿Cuál es tu secreto?
Quién lo diría.
—No diría que en el mundo de la ciencia, pero si en lo que las mujeres que la
componen consiste.
Río secamente.
—Qué bien. Ahora, si me disculpan, tengo que detener la charla para que la
una enfermera me ayuda a subir a la mesa y luego se ocupa de arreglar todo para
el examen antes de que el tecnólogo se encargue de pedirme que permanezca
quieta para realizar las tomas.
Cuando salgo el doctor Stone está revisando las imágenes con el encargado del
procedimiento mientras que el más joven, permanece de pie en un lado de la
sala.
bolso—. Mi madre sonaba histérica en el teléfono y creo que es buena idea que
yo hable primero con ella.
mayor atención a las explicaciones de los dos hombres una vez que las
comparten conmigo. Mi recuperación ha sido maravillosa y a excepción de una
accidente.
Xavier Higgons: Claro, ahora mismo estoy algo ocupado pero mañana será una
oportunidad perfecta. ¿Dónde estás?
Katherine Briden: No, solo vine a hacerme un chequeo y los rayos X que tenía
pendientes.
Katherine Briden: Y de una vez podré darte el regalo que te traje de Sidney.
— ¿Qué rayos haces aquí?—la mujer grita con mirada calculadora al notar mi
—Al fin llegaste— su hijo aparece detrás de ella alzando una mano en saludo
con una expresión serena en su rostro—. ¿Qué haces, mamá? Déjala pasar.
—Sabes muy bien que ella no es bienvenida en esta casa— se gira a explicarle
furiosa—. Y ya que no es tu casa, no mandas acá.
—Vamos, mamá— suspira y camina hasta tomar mi mano y llevarme dentro a
contrarias de los deseos de su madre—. Es tiempo de que dejemos todo este
tema a un lado.
—Madre, no quiero que vuelvas a referirte mal hacia ella—le pide jalándome a
su lado sin darme oportunidad de hablar.
—Ya me he disculpado con ella. No puedo hacer nada cuando siguen insistiendo
— ¿Y qué le ves exactamente a esta? Trinity es todo lo que quiero para ti; es
perfecta.
—Madre, si no piensas escuchar lo que ella tiene por decir; supongo que
podremos irnos hasta que tengas algo de razón y aceptes que esto es lo que
quiero.
—Andy…
—Y tampoco quiero estar en un lugar donde se recibe así a las personas. Es una
suerte que haya decidido mudarme de casa hace tantos años. Si no tienes la
—No, Andrew, vine a hablar con ella— me suelto de su agarre seria girándome a
la mayor.
El castaño emprende la marcha hasta la acera dejando atrás la casa donde fue
criado toda su vida. Lo sigo unos pasos detrás y me detengo cuando lo hace para
enfrentarme. Sé que desea irse lo más rápido que pueda, pero necesita asegurarse
de que lo entiendo.
—Andrew, yo lamento…
— ¿Estarás bien?
—Estoy jodidamente mal— ríe luciendo miserable—. Pero lo que importa ahora
es que nosotros estamos bien— acaricia mi mejilla con sus nudillos y luego me
Le doy una sonrisa reconfortante juntando nuestras frentes por unos segundos—:
Buenas noches, idiota. Te veo luego.
—Buenas noches, Hyde— por mucho que intente disimular lo afectado que está
con una sonrisa, esta nunca llega a sus ojos—. Ten cuidado al conducir.
camino menos transitado. Aunque sé que no debería sentirme tan mal por todo
esto, y en vez debería estar feliz por nuestra relación; una parte de mi aun no
puede con el hecho de que estamos lastimando personas.
a mi habitación llevándolas escaleras arriba. Algo bueno de que sea media tarde
es que mi padre aún no ha llegado a casa del trabajo y si me apresuro con la
responder.
cuarto de baño una vez que el peso en mi pecho se desvanezca pero pasan varios
minutos sin éxito, mis pensamientos siguen lastimándome; recordándome el
Me recuesto casi segura de que será mejor idea saltarme la ducha y en minutos
siento mi almohada mojada con las silenciosas lágrimas que no sé en qué
momento comenzaron a correr. Sabía que alguien saldría herido de todo esto, y
no era yo. Cierro mis ojos y trato de detener las lágrimas pero logro desmayarme
del cansancio acumulado mucho antes de eso.
●●●
como una persona que va tarde. Corro a darme una ducha y me cambio lo más
rápido que puedo en un fourreau y zapatos de tacón alto. Bajo las escaleras y
paso del desayuno convencida de que podré tomar algo rápido en la cafetería.
Tomando las llaves del auto, salgo de la casa y de nuevo me pongo en la
—Llegas tarde—apunta cuando tomo asiento frente a él. Sin embargo, no luce
para nada furioso.
—Sí que eres rara, Briden. Entonces, ¿me vas a invitar a un café?
Niego.
haciendo esto pero si es lo que necesitas para creerme, esa es la verdad. Desde
mi accidente todo ha sido muy confuso. Ese idiota me volvió loca y termino
—Lo sé— bromea y sé que lo hace para disminuir mis nervios a hablar del tema.
—Solo queda por decir que te quiero mucho y que quiero que sigamos siendo
amigos hasta que el cuerpo nos aguante. Para ser más específica, mejores
amigos.
necesita llevar el auto, así que me ofrezco a darnos el breve paseo de 4 cuadras
hasta el edificio de trabajo.
—Es que deberías verlo, el lugar es perfecto para mí. A pesar de que la mayoría
de mis cosas llegan esta tarde, no pude resistirme a pasar mi primera noche ahí,
sin importar si tenía que dormir en el colchón sobre el piso o con mi guardarropa
—De acuerdo, entonces mañana nos dedicaremos a escoger los mejores muebles
y accesorios para tu nuevo hogar.
—Seguro.
— ¿En serio? Me alegro por ellos, harían una adorable pareja… Después de que
eso no distraiga demasiado a mi Sam de su trabajo.
—Como si fuera posible, esa chica vive ese trabajo. Y con respecto a ellos, he
llevarse muy bien, él se nota interesado en escuchar cada palabra que sale de mi
boca.
rio bajo cuando al fin veo de que se trata; es un portarretrato con una de las fotos
que me había tomado con Andrew en la cabina aumentada hasta encajar; y para
empeorar mi risa, es la del beso.
pregunta en un mensaje.
Andrew Simurs: ¿Tenías que traerlo tan pronto? Creo que necesitaré mucho
derrotarlos, aun cuando se los he demostrado que, ¿muchas más veces de las
que puede contar?
lleno en el trabajo.
segura de que mi padre debe estar conectado a ella, lo que me facilitará tener que
— ¿Estás embarazada?
— ¿Qué? No, Claro que no— abro los ojos sorprendida de que crea que eso es lo
que quiero decirle. Con todo lo que ha estado pasando, ni siquiera es posible que
haya tenido un momento para crear un bebé.
— ¿Entonces qué es?
—Bueno… Cuando estaba en Sidney pasaron algunas cosas y yo… es algo con
lo que estoy feliz y solo quiero que lo sepas porque considero que debes hacerlo
estamos saliendo.
— ¿Te escuché bien? ¿Dijiste que estás saliendo con Andrew Simurs o fueron
ideas mías?
—Pensé que sería algo peor— me mira confuso creando la misma reacción en
mí—. ¿Qué? Acabas de decir que eso te hace feliz, y aunque no termino de creer
que sea merecedor de mi hija antes me has dicho que él es bueno, y confío en ti.
Sé que no tomarías una mala decisión.
— ¿Qué si preferiría que estuvieras con alguien como Xavier? Si. Pero quiero tu
—Así que, ¿no vas a enojarte o gritar? O peor, ¿no estás decepcionado?
— ¿Por qué lo estaría? No lo he estado ni una sola vez desde que naciste; no has
hecho más que traer felicidad a mi vida. E incluso cuando al principio no estoy
tan seguro de tus decisiones, al final terminas por traerme la mayor de las suertes
y un gran orgullo porque soy en parte responsable por la mujer que eres hoy en
día. Y no solo eso, sé que tu madre también pensaba eso aun cuando tenías solo
5 años— sus ojos se humedecen un poco pero carraspea para aclarar su garganta
—De acuerdo— suelto una carcajada, porque eso tendría aún más sentido—.
—Estoy seguro que sabes hacerlo, siempre lo has hecho. ¿Te fue bien en Sidney?
—Me alegro que haya sido un buen viaje para ti. ¿Has tenido oportunidad de
revisar el documento que te envié sobre el proyecto arquitectónico?
—No importa, creo que será mejor si yo te explico la reunión. ¿Nos vemos en 10
minutos frente a los ascensores? Así puedes leer más detalladamente y podremos
ir a darle un vistazo al terreno donde se está llevando a cabo.
la compañía, para reducir el tiempo. Puedo notar que potencial le vio mi padre y
cuando salgo a su encuentro estoy segura de que dudas tengo con respecto a eso.
risa.
de trabajar, vicepresidenta.
Cuando las puertas dobles de metal se abren, entramos y comienzo con mis
preguntas en cuanto se han cerrado.
—Explícate.
—La idea de que esté a las afueras no es solo por el tamaño de la construcción
sino porque su fin es ser un lugar para relajarse y pensar, lejos de todos los
problemas de la ciudad.
— ¿Qué arquitecto está a cargo?
— ¿Hay que talar demasiados arboles? Porque sabes que si va a causar un daño
un proyecto dañino.
—No hay problema con eso, tranquila. Hice la misma pregunta cuando me lo
indicados para generar menos talas y otros daños a la naturaleza. Y por los
—Bambú para las cabañas, y serán auto sostenibles trabajando con energía solar.
—Sí, ya los permisos están firmados. Y la mejor parte es que una de las cabañas,
será para uso exclusivo de Briden Enterprise.
—Suena bien.
—Cuando estemos allá, podrás echarle un vistazo a los planos y ver más o
menos todo lo que te he dicho.
donde le entrego las llaves para que nos lleve a nuestro destino.
—Trata de no ser tan dura— me pide cuando ambos estamos dentro del auto.
Acepta mis condiciones y conduce fuera del lugar para dirigirnos a la calle.
— ¿Qué es eso?— hace una mueca bajándole el volumen, aunque sé que no está
tan alto.
Con el sonido relajante de fondo, dejamos atrás las calles de la ciudad hasta que
son reemplazadas con árboles a cada lado de la carretera. Presiono las manos en
mi regazo cuando cierto sentimiento de terror quiere llegar a mí, y agradezco
cuando desvía por un camino al lado derecho, que recorremos por lo menos un
cuarto de hora hasta que se detiene en un área donde hay otros coches
estacionados.
Ambos bajamos del auto cuando apaga el motor y en el momento en que pongo
un pie fuera, sé que ha sido una pésima idea estar usando zapatos altos para
visitar este lugar. Y esa opinión incrementa cuando me dice que aún nos queda
una caminata por delante.
lado para otro; hay un lago al otro lado de donde nos encontramos e intento de
eso había sido más fácil que aceptarle a todos que me había aburrido de él y sus
—Claro— acepta él y nos pide que lo acompañemos a una carpa donde tiene su
oficina temporal en el terreno. Sobre una de las mesas, está extendido el plano y
—Aún sigues siendo bueno en esto— aprecio levantando la vista de los planos
por un momento.
—Gracias.
—Si lo notas, el orden de las cabañas tiene una organización específica para no
talar un número excesivo de árboles, incluso la distancia al lago está planeada en
un cuadro legal para que ningún restante de la construcción pueda llegar cerca de
él.
— ¿Y qué hay de los paneles solares que piensan usar?— recojo mi cabello en
un moño y estudio de nuevo las zonas vacías en los extremos—. ¿Fue la mejor
alternativa que encontraron?
prestando atención, y desde ahí, instalaremos conexiones con cada cabaña para
que la energía llegue.
—Eso espero— señalo y tomo mi teléfono que suena con una llamada entrante
—. Discúlpenme.
estés— Claire habla con rapidez sin detenerse a tomar aire hasta el último
segundo—. ¿Quieres ir a almorzar?
—Lo intentaré.
—Sí, estuve por días sin hacer nada. No podía quedarme de brazos cruzados al
volver.
—Te lo dije— una voz salta en el fondo y niego riendo—. Ella está loca por su
trabajo.
—Y ustedes por no hacer nada. ¿He de suponer que están los tres juntos?
—Él tiene razón. Ahora estoy ocupada acá, intentaré apresurarme y llegar al
—Sí, claro. Y si no llegas, podría considerar que mi violín sea la cita de Andrew,
—Sí, Hyde, no me hagas pasar por eso— es lo último que se escucha por parte
clientes y eso, se hace un trayecto un poco largo, ¿no? Tiene que haber alguna
—La hay, pero de eso no me encargo yo. Es más un trabajo del equipo de
Sígueme.
Sigo al arquitecto mientras pasamos por el área señalizada como segura para
movilización.
cansancio que tengo—. ¿Qué hay de ti? Estás haciendo algo grande acá, te
felicito.
—Estoy bien, sí. Esta es una grandiosa oportunidad. ¿Cómo ha ido tu vida
desde…?
—Nada nuevo, lo mismo de siempre— a pesar de que hay una parte de mí que
—Parece que todo el mundo vio esas fotos— digo con molestia al recordar lo
mal que me había hecho pasar el día. —Y si, algo así. Estamos saliendo. Y tú,
¿tienes a alguien?
—Esa es una pregunta con trampa. Pero no, no hay nadie, desde hace meses que
he mantenido un perfil bajo con eso de las relaciones para poder concentrarme a
fondo en esto.
—Me alegra que pienses eso. Es bueno para ti.
— ¿Sabes? No tienes que ser tan cuidadosa con las palabras, entiendo lo que
quieres decir.
—Que fui un cretino con lo que hice. Aprendí la lección, créeme— se gira
Mira mi mano suspicazmente y luego de notar que no hay ningún truco la toma,
—Sí, sabía que dirías eso— toma mis hombros y me gira para que pueda
observar un punto en el área de construcción—. Justo ahí estará la cabaña de tu
empresa.
— ¿Lista para volver?— habla mi padre; con mi curiosidad no noté antes que ya
Asiento.
Many nos acompaña de vuelta a los autos, recordando que él también debería ir
a comer algo a la ciudad y aprovecha ese tiempo para hablar con mi padre de
Dentro del auto, le envío un mensaje al castaño para comprobar que esté libre
— ¿Verás a Andrew?
—De acuerdo.
El viaje de vuelta se me hace algo más corto y antes de notarlo, detiene el auto a
las afueras del restaurante. Bajo rápidamente tomando mi bolso y le aseguro que
después iré a la oficina y puede llevarse el auto tranquilamente.
—Disculpe, ¿ha visto usted a una castaña, hermosa e inteligente mujer?— la voz
llega después de que dos manos tapen mis ojos—. Es que quede en verme con
ella acá.
—No, pero estoy segura que si sigue haciendo esto con extraños, lo demandarán
—Entonces, ¿le contaste a tu padre?— pregunta retirando sus manos de mis ojos
Asiento.
Niego riendo.
— ¿Sabes que te quiero, cierto?— toma mi barbilla y guía mi rostro hasta que
—Sí, lo sé.
—Sus deseos son órdenes, señorita— concede tomando mi mano para que
vacías.
— ¿Qué deseo hoy? Deseo descubrir la cura contra todas las enfermedades,
casarme con Megan Fox y poder ganar una fortuna por echar malos chistes— el
nuestra comida.
—Dice que tendrá que hacerse a la idea. No estaba saltando en puntillas pero
tampoco hizo ningún comentario hiriente o grito o se quejó. Pidió solo que le
— ¿Y tu madre?
—Ella… mi padre dice que está furiosa conmigo y sigue esperando el momento
— ¿Y tú lo crees?
— ¿Qué?
—Claro que no. Pienso que eres grandiosa, te amo y eso no va a cambiar. No
—Comienzo a creer que eres sorda— dice riendo bajo—. Porque no he estado
diciendo más que eso desde hace un tiempo. Te amo con todo mi corazón; mi
Toma todo de mí no actuar sorprendida por su ultimo comentario, así que ruedo
los ojos negando.
—Acaban de salir de una relación así que sí, tengo derecho a decir que estoy
celoso.
—Es mi mejor amigo, Andrew. Los mejores amigos hacen ese tipo de cosas sin
ninguna connotación romántica.
— ¿Lo deseas?
—No. No “deseo” a nadie.
— ¿Ni a mí?
Niego.
—Ok.
La joven que nos está atendiendo llega y deja los platos de comida frente a cada
uno y toma nuestras órdenes de bebidas para volver a irse.
—Buen provecho.
Andrew aprovecha que termina primero que yo para pedir la cuenta y pagarla.
—Pero quiero.
—Que paguen por mi comida cuando no estoy de acuerdo, me hace sentir como
esas mujeres que no pueden vivir sin ser mantenidas por sus parejas. Yo
mencioné el venir acá, así que pude pagar tranquilamente.
—Sé que pudiste, Katherine, pero estaba siendo caballeroso. La próxima vez
—Está bien— asiento esperando que retiren nuestros platos para ponerme en pie
y caminar fuera del restaurante con él—. ¿Qué harás ahora?
—Más te vale que esta tarde valga la pena o habré perdido tiempo valioso en
nada.
—Kathe…
Toma mi mano en todo el tiempo que nos toca llegar al museo de arte central.
— ¿El beso de Klint?— tan pronto como nos detenemos me pregunto qué espera
de esto.
— ¿Lo conoces?
—Claro que lo hago. Hay un tributo en mi casa pintado por un artista joven.
—El nacimiento de Venus; creo que no hay mucho que explicar de él. Es un
cuadro muy claro.
—Te escucho.
—Me prometí que la mujer de la que me enamorara tenía que tener educación,
cultura… y un buen trasero. Y un básico conocimiento de arte.
—Idiota.
— ¿A veces no has sentido que tu vida es demasiado perfecta para ser verdad
—Si.
—Para mí ese algo eres tú. Te juro que desde que tengo memoria ha sido como
una tarea de todos los días el odiarnos, sin nunca tener una explicación real de
porque estaba bien que lo hiciéramos. Eso que nos crio toda la vida haciéndonos
creer que estaba mal sentir algo bueno por el otro, es una batalla de nuestros
padres, no nuestra. Por eso estoy completamente de acuerdo en que sea así, y no
nos envolveremos más porque podría destruirnos.
Espero.
—Nos concentramos tanto en discutir que nunca nos preguntamos si era algo
personal. El momento en que me di cuenta de esto ya estaba completamente loco
por ti y no pude olvidarlo. Ahora agradezco haberme dado cuenta de que te amo.
—Yo también.
—Explícate.
—Lamento lo de tu madre.
—Eso espero.
—Dime.
trabajando?
competencia.
—Bien, solo te puedo decir que es cierto y que estaré viendo a Many Wood
muchas veces.
— ¿Son solo amigos, verdad? ¿No estarás sintiendo lastima o algo parecido?
— ¿Por?
—No vuelvas a mencionar el buceo— dice tensándose—. Ese día fue uno de los
peores de mi vida.
Una señora de la edad de mi abuela se acerca y con voz dulce nos pregunta—:
—Espere— Andrew la detiene con una mano y lleva mi cabeza hasta su hombro
—. Ahora sí.
Ruedo los ojos y sonrío para la foto mirando el lente de la cámara antes de que
mi cabello.
29
Estamos tendidos en el césped bajo un árbol buscándole formas a las nubes, he
mi oreja.
—Vamos a seguir jugando— aparto la mirada avergonzada.
—Creo que tengo algo de hambre. ¿Qué te parece un poco de comida casera?
— ¿Con que así está la situación?— pongo mis manos en la cintura descontenta
Permito que nos guie fuera del parque y lo sigo al estacionamiento del
restaurante para tomar su auto, ya que he dejado que mi padre se llevara el mio
en el interior de este lugar así que no sabía que esperar exactamente de él. Hay
un par de marcos de foto con recuerdos de él siendo pequeño, que me sacan una
risa enternecida.
— ¿Qué prepararás?
dándome la espalda mientras habla. Puedo notar que la mayoría del interior del
electrodoméstico está ocupado por diferentes jugos y yogures.
—Bueno, para tener uno de esos, primero necesitamos estar en una relación por
completo.
el 24 de Septiembre.
—Ese día aún estaba en una relación con Xavier. Todo comenzó la noche en
Sidney.
preparar la comida.
—Todo el tiempo.
—Creo que necesitas otra— se hace con mi teléfono y lo sostiene aún más alto
manos.
— ¿Por qué?
su cuello con mis brazos mientras mete la lengua en mi boca y acerca su cuerpo
Vuelve a mis labios y se queda en ellos un rato, sin siquiera separarse a tomar
aire.
—Ven acá— lo acerco metiendo las manos debajo de su camisa y quitándola del
camino.
Me mira por unos segundos a la expectativa y asiento cuando sé que estoy lista.
Nos encargamos de quitar el resto de ropa entre nosotros entre besos, suspiros y
suavidad en mi interior.
30
— ¿Cuál prefieres?—Xavier me muestra dos copas mientras intentamos comprar
cosas para su nuevo apartamento. Cosa en la que necesita ayuda, porque nunca
— ¿En serio?— alzo una ceja al examinar ambas—. Para mí lucen iguales.
—No lo son. Vamos, Kathe, esfuérzate; necesito la mejor opción para mis vinos.
Desde que me levanté esta mañana en la cama de Andrew, solo había tenido
tiempo para salir corriendo y dedicarme a aconsejar a Xavier en como decorar su
residencia. Otra vez por poco llego tarde a un encuentro con él y no quería
— ¿Y cómo te fue anoche?— toma una caja de las copas que seleccionamos y
Lo miro confusa.
—Sé que pasaste la noche con Andrew— pasa a darle vistazos a varios
conjuntos de cubiertos.
—Oh—desvío la mirada.
encenderlo hasta que una señal me demuestra que está sin carga. En cuestión me
quedé sin batería.
—Katherine Sophia Briden Prine, ¿Dónde has estado?— su voz suena enojada al
—Donde Andrew.
—No preguntaré que hicieron porque no creo que quiera saberlo o que vayas a
contármelo pero tendremos una conversación seria cuando lleguemos a casa.
—Sí, solo llamaba para hacerte saber que sigo viva y que no intentes llamar a mi
teléfono porque está muerto.
—Ok.
Le devuelvo el teléfono al dueño con una mirada agradecimiento, después de
colgar.
añado al carrito.
Asiento.
—Ahora vamos por la cama del cuarto de invitados— pongo una mano en su
brazo y lo jalo al pasillo del dormitorio—. Debo proteger los intereses de tus
futuros invitados.
Vemos las diferentes opciones riéndonos de algunas de las cosas que hemos
sabía que estarías hoy aquí. ¿Cómo has estado?— examino las oscuras bolsas
bajo sus ojos y la postura encogida que tiene.
—Claro, como crees que eres la única persona importante acá— levanta las
manos hablando en voz alta—. ¿Cómo crees que he estado? Vamos, me quitaste
a mi esposo—me señala con un delgado dedo frunciendo el ceño.
—No soy solo yo— amenaza entrecerrando los ojos—. Muchos desean tu
—Xavier, vámonos—me giro sin ganas de enfrentarme ahora mismo a todo ese
drama—. No quiero seguir tratando con locas.
furiosa.
—Ahora sí, la mato—me devuelvo enojada dándole una bofetada cansada de sus
— ¿Por qué?— sostiene su rostro con una mueca—. Desde luego, ella era toda
—Así está mejor, porque te juro que vuelves a hablar de mi madre y te irá peor.
—Perra.
—Estúpida— estoy por volver a golpearla pero dos brazos fuertes me rodean y
me jalan lejos de ella.
No me suelta hasta que estamos a unas tres secciones lejos.
—Cálmate— pone las manos sobre mis hombros hablando con preocupados ojos
grises.
—Tienes que dejarme volver— para el momento estoy hablando entre sollozos
— ¿Por qué tienes que tener la razón justo ahora?— me aparto secando las
lágrimas con mis manos intentando calmarme porque sé que le estoy arruinando
—Haré que las envíen al apartamento. Ahora, prefiero ir con mi mejor amiga
por algo de tomar— pone un brazo sobre mis hombros para guiarme a la salida.
— ¿Qué paso con la mujer que se negaba a permitir que pagaran su cuenta?
—Lo sé, soy irresistible— sonríe guiñando un ojo y sube detrás del timón.
Después de pagar por nuestra comida, emprende el camino que lleva hasta mi
casa.
—Me diste un susto allá, ¿lo sabes? Por un momento estabas comportándote
como alguien que no eres.
—De nada.
—Realmente no buscaba discutir con ella y mucho menos golpearla… pero ella
me enoja demasiado.
—Entiendo, sus comentarios no estuvieron nada bien. Todo hubiera sido más
fácil si siguiera contigo— se mofa sonriéndome.
—Sí, demasiado.
—Solo espero que sigamos siendo la pareja de negocios más grandiosa del
mundo.
—Siempre juntos.
— ¿Bromeas? Me divertí contigo— asegura y bajo del auto para cerrar la puerta,
despidiéndome con un movimiento de mano hasta que su auto desaparece por el
camino principal.
algunas verduras.
extraño.
—Confía en mí— ríe y las vierte en una olla hirviendo—. ¿Cómo te fue con
Xavier?
—Bien, fue divertido tener algo de tiempo con él y solo dedicarme a escoger
tarde.
—Pues… Puede que Trinity Sanders haya estado en el lugar donde estábamos
comprando y dijo algunas cosas hirientes, así que no me pude quedar de brazos
cruzados y…
— ¿La golpeaste?
—Si.
— ¿Por qué?
—Ofendió a mamá.
—Si.
—Lo hizo.
—Sí, papá. Anoche preparó una deliciosa cena— miento a medias, porque al
—Está bien, ve a tomar un baño y baja a comer lo que tu viejo está preparando.
Reemplazo los eventos de este día por lo ocurrido la noche anterior e intento
mantenerme en ellos, dejándome ser feliz por un rato. Al cambiarme, escojo
unos largos pantalones de pijama y una de las camisas de la universidad que robé
de Xavier hace muchos años. Pongo el teléfono a cargar y bajo decidida a comer
—Te garantizo que serán los mejores burritos que alguna vez probarás— es lo
que dice al dejar un plato con varios de ellos en la barra de la cocina y sentarse a
Con suspicacia tomo el primer bocado y asiento sin que sus palabras puedan ser
mejores—: Están deliciosos. ¿Desde cuándo cocinas tan bien?
—El que no cocine todo el tiempo, no quiere decir que no lo sepa hacer. Solo he
—No, deberías aprovechar esta oportunidad porque tomará un rato hasta que
ocurra de nuevo.
—No lo digo solo por esto. Hablo de todo; gracias por aguantarme todos estos
años. Sé que no he sido alguien fácil de criar y te aprecio porque no sé cómo lo
hiciste.
pasado en la vida.
—No importa. Me gusta que tengamos este tipo de confianza. No puedo pedirle
31
—A trabajar— hablo divertida a Owen—. No se te paga por coquetear con mi
asistente.
ido en Londres?
—Unos 5 o 6.
—Si nos vamos por nacionalidad, creo que prefiero las asiáticas. Estaré de vuelta
en unos días. Quiero comprobar que todo esté en orden antes de volver.
—Llevas dos semanas fuera, no creo que eso se trate de tener todo en orden.
—De acuerdo.
vez más.
Te amo
Andrew Simurs: No fue tan malo, mi madre y yo hicimos las paces pero aún
Katherine Briden: Todo normal, con los abuelos de visita y mi padre más
estoy triste al pensar que Xavier estará pasando la navidad solo en Londres.
Katherine Briden: ¿Cómo sabes eso? ¿Acaso te lo contó? ¿Desde cuándo son
tan cercanos? Es un traidor sí lo hizo, porque se supone que son cosas que tiene
Andrew Simurs: Respira. Sí, él me lo contó. Nos hemos vuelto cercanos por ti, y
la razón por la que no te contó es porque aún no es nada serio, y no quiere
contártelo sin que lo sea.
—No diré tonterías melosas, solo les desearé que tengan una grandiosa cena de
Nochebuena y que recuerden todas las locuras que hagan esta noche, mañana—
de que te vayas.
—Señorita…
respuesta.
Ella asiente y camina a los ascensores donde destaca la mata de cabello rojizo de
su novio, saliendo de ahí.
Vuelvo a entrar en mi oficina segura de que tomará un buen rato hasta que todos
hayan bajado, así que me encargo de guardar las cosas que necesitaré en mis
es una de las fotos de Andrew y de mí en la isla. Y pensar que hace meses, había
querido deshacerme de ellas.
Unos 20 minutos después ya no hay más ruido en la oficina que algunas cuantas
voces, así que tomo mi bolso, las flores y mi teléfono después de apagar el
ordenador. Le doy un último vistazo rápido a la oficina y salgo con destino a los
ascensores para irme con el último grupo.
Chequeo la hora en la pantalla del teléfono y compruebo que falta poco más de
una hora para las siete de la noche, que es cuando nos tenemos que reunir en su
casa. Por lo que debo apresurarme a llegar a casa a prepararme.
Después de entrar con los restantes, uno de ellos presiona el piso de recepción y
cuando me da permiso presiono el del estacionamiento. El descenso es silencioso
y puedo sentir los ojos de cada una de las personas ahí, en mi rostro. Supongo
que aun cuando les he pedido que se diviertan esta noche, no son capaces de
bajar sus guardias hasta que yo esté lejos. Para mi suerte bajan en el primer piso
Cuando lo he logrado hasta llegar a casa, tomo una ducha rápida antes de
cambiarme en mi vestido para la noche, zapatos en conjunto y maquillaje acorde
tiempo.
Al salir de mi habitación, mi padre y los abuelos están por bajar las escaleras
seamos viejos, no quiere decir que somos aburridos. ¿Vas a la casa de ese novio
tuyo?
—La verdad, es que te equivocas. Trataré de venir temprano a casa y dormir acá.
Además no puedo perderme la mañana de abrir regalos con ustedes.
—Entonces nos veremos mañana. No creo que sea buena idea conducir hacia acá
tan tarde, así que nos quedaremos en un hotel. Y creo que deberías quedarte allá
—No, Claire y Luca también se nos unirán. Desde que Andrew y yo estamos
juntos tienen una extraña necesidad de convertir cada ocasión en una cita doble.
—Oh, ya veo— asiente y los cuatro vamos al recibidor para tomar nuestros
abrigos del armario debido al frio que nos espera afuera. La nieve comenzó a
caer hace unos días con más densidad, así que debíamos abrigarnos muy bien.
—No, pero llamaron hace unos minutos para avisar que estaban cerca. Parece
—Es nuestra primera navidad y nuestro tercer mes juntos. Quería hacerlo
especial.
alegre por un rato. Me secuestro para llevarme a Disneyland por el día, que fue
—En lo lindo que es el árbol. He visto muchos otros pero este es especial.
—Sí, exactamente por eso—acepto porque nunca había visto mi rostro en tantas
— ¿Tú lo hiciste?
—Lo mande a pedir ya listo. Tenía todas las intenciones de prepararlo pero era
demasiada preparación y tiempo.
—La verdad me alivia que lo hayas comprado ya listo. Sé que te crees un genio
El timbre suena así que nos vemos obligados a soltarnos para que él pueda ir a
abrir. Segundos después, la pareja entra en la sala del lugar.
—Chica Violín— le doy un breve abrazo y luego paso a su novio para hacer lo
mismo—. Precioso.
—No, Claire. Yo soy el único que puede decirle así— Andrew se nos une
rápidamente moviendo un dedo en negación.
—Sí, sé que él te adora; soy yo quien tiene que soportarlo hablar de ti por horas
en el teléfono.
—Debe ser por todo el trabajo que he tenido últimamente con el musical de
Navidad.
—Tal vez.
—Vamos, yo también tengo hambre— el ojiazul nos guía a la mesa del comedor
centro de la mesa.
—Me costó mucho, así que lo comerás— su mejor amigo lo señala serio—. En
la próxima haremos algo más español.
—Eso dices todos los años y en todas las ocasiones— niega el contrario riendo.
—Shh… Es el momento de orar— extiende sus manos a cada lado para que las
tomemos.
—“Querido Dios, gracias por el día de hoy y por permitirnos estar acá y disfrutar
de nuestras vidas. Por último, quiero agradecerte por Hyde, porque siga estando
para que dejen de ser tan intensos y que no se enojen por lo que acabo de decir.
Amén”.
Cada uno toma el trozo que desea y lo acompaña de las demás cosas en la mesa,
con Luca hablándonos de la competencia en Zúrich.
—Me emociona más que todo el premio que la señorita D’Moon me dará cuando
Ella le dedica una sonrisa forzosa y entiendo sus motivos para estar asustada
vómito en el inodoro.
—Si no fuera porque sé que usan protección pensaría que podrías estar
Niega.
—Claire, ¿te das cuenta de que puede ser cierto? Puedes estar embarazada.
—No saquemos conclusiones, tal vez es solo un resfriado por el clima y el
agotamiento.
—Está bien.
—Ahora, vamos— Andrew nos indica que salgamos del cuarto de baño para
salir.
agacha para tomar algo de debajo del árbol y nos reunimos en la sala.
—Este es para Luca— le entrega un paquete decorado con papel navideño verde.
Le doy un vistazo a lo que sea lo puso de tan buen humor y me encuentro con un
juego de baile.
—Este es para la chica Violín— cuando el otro hombre lo suelta, toma otra de
manos.
—El violín eres tú, la moto es Luca, la llama soy yo y la huella es Kathe.
Lo abro emocionada y me encuentro con una de las fotos de la isla, la misma que
—Es una hermosa foto…— digo algo decepcionada por no obtener algo más.
—Voltéala.
Necesitamos una ocasión para poder besarte en todas las partes que deseo en
ese lugar.
¿Aceptas, Hyde?
—El Idiota.
— ¿Y entonces?
Asiento abrazándolo.
— ¿Qué? ¿Cómo?
—No sé porque me siento como tercera rueda— Luca nos recuerda que no
nuestra señal para irnos. Estoy cansada— dice la última frase en medio de un
gran bostezo.
—Sabes que nadie puede vencerme en eso— lo reta entrecerrando los ojos.
—En serio, ¿van a jugar eso?— me siento en el sofá alzando una ceja.
—Jugaremos— el ojiazul nos señala a todos—. Tendrás que mover ese hermoso
trasero tuyo.
Ruedo los ojos y la otra mujer explota en una risa al ver su expresión herida en
respuesta.
poco nos caemos al sofá de tanto reírnos al verlos intentar seguir los
—Si les resulta tan gracioso, háganlo ustedes— Luca jadea pasándonos los
Ambas nos miramos divertidas antes de tomar los accesorios y quitarnos los
tacones para poder movernos mejor. Seleccionamos Fergalicious de Fergie.
terminaré castrándote.
—Cobarde.
—Eso ya lo hice.
—Lamentablemente, solo permitiré que tomes una copa. No quiero una novia
borracha.
¿En serio, crees que haré eso? No tienes respeto por mi vida. Estás loca y no
—Por cierto, ¿a qué hora es el vuelo? ¿Y cómo voy a hacer con mis cosas?
—El vuelo es en dos horas y tu abuela se encargó de hacer tu maleta para que no
— ¿Lencería?
—Sabes porque.
—En ti todo se ve bien. Pensándolo bien, incluso sin nada te ves magnifica—
debido a su comentario, tengo que bajar la mirada incomoda porque nuestros
—Oh, sí, recuerdo ese juego. En las fiestas de universidad solían jugarlo todo el
tiempo.
—Entonces comienzo yo. Mi secreto es… que cuando era pequeña, odiaba los
violines.
—Bueno, para eso haz de saber porque los odiaba. Había un niño en mi clase
que se pasaba horas y horas hablando de lo maravilloso que sus padres tocaban
el violín y esto y aquello. Se sentaba a mi lado en clases solo para hablarme del
instrumento, incluso. Hasta que un día trajo uno a clases porque quería
sorprender a todos viéndose “sofisticado”. Fue un año largo— hace una mueca y
vuelve a su relato—. Así que decidí que iba a probar porque le parecía tan
grandioso el instrumento y terminé por enamorarme de él… Del violín, para que
quede claro.
—Bien, sigo yo— Luca junta sus manos pensativo—. Cuando era pequeño
quería ser químico, y si, no se rían de mí. Hay una parte de mí que no puede
dejar de amar la ciencia— suspira y me mira—. Preciosa, adelante.
—Andrew siempre me pareció atractivo— digo sin más y sin pensar mucho en
las palabras que pasan por mi boca.
— ¿En serio?— el aludido alza una ceja.
—Mi secreto es que mi primer beso lo di a los 14— el secreto es tan malo que
muy bien que decir—. A veces actúo dulce para ganar la confianza de las
personas a mi favor.
Eso ya lo sabía.
—Mi secreto oscuro es que al principio era de esos tipos que vivían de aventuras
de una noche y aunque no duró mucho, no hice nada para acallar los rumores
—De nada—imito una reverencia y soy interrumpida por el hombre más alto
para decir algunas palabras.
—No es solo por eso que no me emociona la idea de ir. Es solo que no me
acostumbro a verte haciendo todas esas cosas peligrosas. Además, ya te prometí
—Ok, eso sí que es vergonzoso— su mejor amigo hace una mueca. —El mío fue
cuando entré a un bar y resultó ser uno homosexual. Todos me miraron raro en el
par de minutos que me tomó darme cuenta y al salir, uno palmeó mi trasero.
mirándolo.
—Oh, si— la pelirroja sonríe ante la memoria—. Recuerdo ese día. Many llegó
— ¿Tu primero fue él?—mi pareja pregunta curioso y con una pizca de celos en
la mirada.
Niego.
para una marca importante y estuvo por una semana en un gran aviso en Times
Square. ¿Claire?
—Un pianista francés a los 19. No recuerdo su nombre; el cual nunca llegué a
—Fue con alguien que conocí en un club. Fue una noche que necesitaba salir
con urgencia porque estaba volviéndome loca entre el trabajo y la universidad.
Así que hice lo que toda mujer joven a esa edad haría, me embriagué mal. Y me
—Qué historia tan romántica— bufa rodando los ojos—. Mi primera vez fue a
—Los acompañaré a la puerta—el dueño del lugar, los sigue hasta que toman sus
abrigos, lo que me deja a solas hasta que la puerta se cierra. Luego, camina de
vuelta al sofá y se sienta lo más cerca de mí en silencio.
—Di algo— toma mis manos cuando un par de minutos parecen una eternidad
en ese silencio.
— ¿Qué debo decir?— susurro mirando mis manos—. ¿Qué esperas que diga?
mayor distancia entre nosotros mientras espero que la parte lógica vuelva a mí.
que vistiera su ropa. En cierto sentido, decía que le encantaba. Tomo uno de sus
boxers y una vieja camisa de Queen. Adoraba sus camisetas de este tipo.
— ¿Dirás algo?
—Me estás matando— toma mi rostro entre sus manos preocupado—. Di algo—
vuelve a insistir.
— ¿Qué quieres que diga? ¿Qué puedo decir cuando me entero que la primera
vez de mi novio fue con su exnovia? ¿Qué estoy enojada?— lo miro fijamente
—No tenías que hacerlo, yo no te conté sobre la mía. Eso es ser justos. Y si
sigues diciendo que debería estar enojada o sintiéndome de tal manera, en serio
—Yo sí puedo hacerlo. ¿Crees que terminaría mi vida por alguien más?
—Aquí— señala su sien y me jala al sofá hasta que estoy en su regazo—. Aun
no voy a dejar de retarte, así que no te acomodes.
— ¿En serio?— pongo mis manos en sus hombros hasta unirlas detrás de su
—No lo haré.
— ¿Sabes lo sexy que te ves con mi ropa? Deberías usarla más seguido.
32
Han pasado tres días desde que llegamos a la isla Briden. Los señores Canima se
habían ido de crucero así que nos dejaba la isla solo para nosotros.
¿Qué? ¿Tíos? ¿Acaso esto era una broma? Toma todo de mí no atragantarme con
la noticia.
positivos.
Luca Sandino: Ambos abuelos por ser están felices y emocionados por la
noticia.
Luca Sandino: Es una lástima que no puedan estar acá. Les enviaré el video.
nuestra parte, aunque no tan fuerte porque hay que proteger al bebé. Y a mi
sobrino o sobrina dile cuanto lo amo sin tan solo conocerlo.
Luca Sandino: De acuerdo. Señor D’Moon, fuera.
Dejo el teléfono sobre la mesa y grito emocionada con todo lo que se le viene a
esos dos. Nunca había querido con tantas ganas que dos personas pudieran ser
feliz juntas, y estaban cumpliendo con eso; a una rapidez exorbitante; pero llenos
—Seremos tíos— tengo que repetirlo por lo menos unas tres veces hasta poder
creerlo un poco—. Cómo crecen mis niños—bromeo fingiendo secarme algunas
lágrimas.
temprano acá— me carga sobre su hombro mientras tomo los últimos bocados
del desayuno.
—Adoras cargarme para mirar mi trasero— alzo una ceja cuando me deja en
pone una camisa negra abierta—. ¿Te quedarás ahí a observarme o vas a
cambiarte?— como último se pone sus tennis y las gafas de sol.
interesada en mi cabello.
Después volteo y observo la cama sin sabanas, que debimos haber cambiado esta
— ¿Podrías arreglar la cama, por favor?— le pido juntando las manos en una
súplica mientras registro la habitación en busca de mi bolso.
— ¿Para qué? En cuanto volvamos, te daré razones para quitar las nuevas— dice
coqueto y no puedo evitar detenerme por un momento afectada por el rumbo que
toman mis pensamientos, recordando todas las cosas que habíamos hecho en esa
que se supone llevaba su pijama pero me encargué de quitar, y hago una nota
mental rápida de tomar el teléfono.
Comprobando que llevamos lo necesario y la lancha que usamos para
desplazarnos está en buenas condiciones, subimos a ella y emprendemos el
tomar todo lo importante para ir directamente al centro turístico del islote, donde
hay lo típico; vendedores ambulantes y puestos de comida local.
enfocando mi rostro.
sexy novia.
—Está bien, pasando a otro tema. ¿Cómo se siente con la noticia de que será tía?
— ¿Es en serio? Solo imaginen yo siendo madre, creo que sería un completo
de usted, señor Simurs? ¿Piensa ser padre?— tomo la cámara y la apunto a él.
—Pobre mujer, tener que pasar por eso una vez creo que es suficiente dolor.
— ¿A dónde me llevas?
—Dime.
Asiento.
—No me gusta darle tantas vueltas a eso y apresurarme a dañar la magia del
destino. Prefiero vivir el ahora.
— ¿Mi futuro? Una casa grande con 4 niños corriendo alrededor y ambos
disfrutando de verlos tan felices sentados en el porche orgullosos de su
existencia.
—No, no quieras comenzar una de esas discusiones porque sabemos bien que yo
sonriendo.
Teníamos muchos de esos momentos. No para tomarnos fotos y llenar las redes
sociales con ellas, porque no éramos ese tipo de pareja. Pero si para guardarlas
Sabía lo que quería hacer, pero estaba segura que en cuanto lo mencionara, él se
negaría exponencialmente.
—El océano luce hermoso hoy—evado su pregunta y le respondo con una
especie de indirecta.
—No bucearemos— corta cualquier ilusión que tenga de darle motivos porque
es divertido hacerlo.
—Odio que trates de controlarme— cruzo mis brazos—. Sé que estamos en una
relación y debe ser decisión de ambos, pero a veces siento que solo hacemos lo
Asiento.
—Repítelo.
Me carga sobre su hombro esperando que eso me haga sentirme mejor, lo cual
no hace.
—Entonces, tendré que darte un chapuzón— corre hacia el agua antes de que
pueda quejarme, así que en minutos estoy empapada de la cabeza a los pies.
—Tendrás que buscar un lugar donde nos acepten con esta apariencia.
Salgo y me lanzo sobre él enojada, y entre jaleos ambos terminamos debajo del
agua. Siento sus manos jalando mi rostro al suyo y luego su boca presionándose
contra la mía.
—Te lo dije, un chapuzón lo mejora todo— pasa la mano por su cabello mojado
para peinarlo hacia atrás y ambos hacemos nuestro camino fuera del agua.
nada haya resultado afectado en el bolso. Al verificar que todo está en orden,
de nuestros amigos.
—Serás la tía más hermosa que alguna vez exista— besa el dorso de mi mano.
—Y yo seré el tío que lo ayude a escaparse.
Adoras a los niños, no sé porque has estado tan callado y alejado de la noticia.
— ¿Tienes hambre?
— ¿Cómo te ha tratado?
—Bien.
— ¿Cuándo volverán?
—Espera, tú planeaste este viaje con él, pensé que sabrías. Yo no sé cuándo lo
haremos… Se supone que pasaremos toda una semana acá, y en eso confío.
—Ya llegue donde tus tíos, hablamos luego— cuelga la llamada antes de que
pueda despedirme y veo el teléfono confusa.
—Está bien, iré a ordenar a la barra— se levanta de su asiento y me deja sola por
varios minutos, tiempo que aprovecho para deleitarme una vez más con la vista.
— ¿En serio?
Asiente.
—No lo leo desde hace casi un año. Supongo que me gustó la frase la última vez
que lo miré.
— ¿Hace cuánto?
—Lo sé pero aun si todos se molestan por eso, no dejaré de ser así contigo.
—Te amo.
—Sus órdenes— una camarera deja nuestra comida sobre la mesa junto a las
bebidas. Agua para mí, soda para Andrew—. ¿Algo más que le provoque?— le
—Hermano, ¿no crees que deberías pedir algo más?— finjo mirándolo, evitando
reírme.
—Si necesitas algo, lo que sea, estoy disponible— le guiña un ojo antes de
retirarse.
—Pobre mujer, a veces no sé cómo puedes jugar así con las personas.
—No las molesto, ambas obtenemos algo bueno. Yo me rio y ella coquetea un
—Juro que cada vez que intento entenderte, termino más confundido. Dejaré que
hagas lo que quieras.
vacaciones acá.
— ¿Dónde se están quedando?— sin mirarme una sola vez ni apartar la vista de
él, pregunta.
— ¿Cómo así?
— ¿Cuándo llegará?
—Ahora mismo— cuando ya no puedo más con la broma, me rio alto—. Hola,
es un placer conocerte.
— ¿Eres su novia?
—Gracias— tomo el vaso de agua para un brindis imaginario y luego noto que
—Ok, acepto que su rostro fue memorable pero eso no deja de estar mal. ¿Cómo
●●●
—El equipo está en perfecto estado y no creo que haya un mejor equipo como
con el que trabajamos acá— responde el hombre milagrosamente no fastidiado
—. ¿Por qué está tan asustado? ¿Es su primera vez?
El ojiazul niega.
descendiendo lentamente.
coral encontrándome con varios peces inofensivos nadando entre ellos, hasta que
trata y le doy dos pulgares arriba al tenerlo frente a mí, seguido de las señales
para decirle que lo amo. Eso solo hace que se quite el respirador de la boca y se
acerque. Viendo lo que desea, me retiro el mío y lo beso. Después no los
volver a la superficie.
mío.
¿Acaso este hombre no se cansa del sexo? Desde que estábamos acá, su lugar
lleva una toalla puesta por sí mismo; aleja la mía del camino y comienza a
besarme.
33
Me despierto y me giro a verificar el otro lado de la cama, para encontrarme con
un aun dormido Andrew. Salgo de la cama con cuidado de no despertarlo, y
recogiendo la toalla para envolverla en mí cuerpo hasta llegar al cuarto de baño a
zapatillas para correr, con el fin de aprovechar que aún es temprano. Recojo mi
El lugar está en su mejor momento a esa hora, el olor de las plantas con solo la
primera luz de la mañana hace que este solo desprenda vida. Un largo rato
—Pensé que habías huido— bromea al notar mi presencia cuando voy por una
—Te amo, ¿lo sabes?— se pone frente a mi acomodando un brazo a cada lado de
mi cuerpo y me besa.
—Puedo encontrar una manera de que me pagues— se gira con mirada coqueta.
—Seguro, señorita— termina con los huevos y los sirve en un tazón dejándolo a
mensaje.
Luca Sandino: Es solo una visita de rutina para darle un vistazo a la pequeña y
el pequeño y una charla sobre que tener en cuenta.
Luca Sandino: Lo sé, pero Claire dice que quiere un niño para llamarlo Oliver.
Andrew Simurs: Ambos son buenos nombres. Deberían tener este t apresurarse
con otro.
— ¿Qué quieres hacer hoy?— cuando hemos terminado, me encargo de lavar los
platos mientras él los seca.
—Podríamos ir a Bahamas.
—Eso hicimos ayer. Pero tienes razón, la isla no es tan divertida. Iré a tomar una
ducha y a cambiarme.
Cambiándome en uno de los vestidos que el hombre había comprado para mí,
deposito la ropa sucia en el cesto y espero hasta que él termina con su ropa.
Tomo mi bolso y compruebo que mi teléfono esté cargado.
el bote?
—Como tú digas, Hyde— sube besando mi hombro y ríe alto cuando acelero y
A mitad del trayecto puedo entender porque me ha pedido que conduzca. Con la
emoción inicial lejos, conducir se vuelve aburrido. Por suerte, Andrew pasa la
gran parte contándome sobre su infancia y cuanto se reía de mi cuando me
— ¿La próxima me encargo yo?—alza una ceja cuando le entrego las llaves.
tuyo.
— ¿Quieres uno?
— ¿Qué tal ese?— señala la sección de las letras donde hay una bonita “K”.
La ventaja de este tipo de lugares es que siempre encuentro pequeñas cosa para
decir que decoraré la casa y termino por regalarlas a otras personas. Una de las
—Mira estas— me muestra dos camisas iguales y tengo que reírme por un rato
destino.
unos llaveros de palmeras. Los últimos dos como recuerdo para nuestros amigos.
— ¿Cuál?
—En el que despierte solo en mi cama dándome cuenta de que esto no es más
que un muy buen sueño.
—Me vuelves loco; desde que esto comenzó— señala nuestras manos—. Estoy
de quien soy a tu lado. Me haces muy feliz… Y por favor, no digas “modo cursi
encendido”.
— ¿Solo eso?
su nariz.
—Ya deberíamos volver, aun podemos llegar a tiempo para hacer una pequeña
excursión en la selva.
por desmayarme.
●●●
Cuando vuelvo en mí, no puedo ver nada, ni me es posible moverme porque mis
extremidades están amarradas a una silla. Eso es lo que puedo notar aun con una
Trato de moverme pero por mucho que lo intento, solo hace que con cada jalada
lo que sujeta mis manos y pies se ajuste aún más. Y a pesar de que intento gritar,
mi boca también está amarrada con algo.
Escucho una puerta abrirse en algún lado pero vuelve a cerrarse rápidamente
Espero lo que parece una eternidad por algo más pero no ocurre nada. La espera
se me hace tan larga que termino por quedarme dormida.
—Despierta— me sacude alguien así que me veo obligada a abrir los ojos, pero
los jalones en mi cuerpo, me recuerdan en donde no sé qué estoy. Lo que tapaba
mis ojos ha sido retirado así que tengo que parpadear varias veces para
acostumbrarme a tenerlos libres. A pesar de todo, no puedo ver mucho del lugar
donde estoy como para obtener pistas de donde se encuentra, porque la luz en él
—No estás aquí para dormir— y con eso, levanto la cabeza para encontrarme
con mi secuestrador.
cabeza pero en el momento en que espero poder dar con su rostro, me encuentro
con que lo tiene tapado con una especie de antifaz. Y con eso, sé que no lo he
—Pagarás por todo lo que has hecho… Pero no soy un animal— niega y va a
uno de los extremos de la habitación seguido del sonido de agua siendo vertida
en un vaso—. Y te necesito viva por un poco más de tiempo.
frente a mi—. Ahora, toma—ordena aunque ni siquiera espera a que abra bien la
boca para inclinarlo sobre mis labios aunque eso haga que la mayoría se derrame
sobre mí.
— ¿Quién eres? ¿Qué quieres conmigo?— sostengo las lágrimas producto del
escozor en mi cara y le devuelvo la mirada sin dudar de que puedo ser fuerte,
incluso acá.
—No soy solo yo— sonríe burlándose una vez que ha secado su rostro—. Debes
—Debe haber personas buscándome, así que suéltame y con suerte te darán
rebaja de años.
Trato de gritarle todo tipo de insultos pero solo hace que tenga que tomar varios
descansos para tomar aire por el poco que la venda deja entrar. En cambio,
decido que si no puedo molestarle con los gritos, lo haré golpeando mis pies
contra el piso.
Miro a todas partes intentando dar con algo más en la oscuridad que me ayude
pero me siento tan débil y cansada que mi búsqueda termina tan rápido como la
Vuelve al cabo de una hora con otra persona; una mujer. De figura delgada y alta
viste en un enterizo negro y una máscara que le tapa todo el rostro. Quizás lo
más llamativo de ella es su despeinado cabello rubio que desde donde estoy,
—Es maravilloso verla así— escucho que le susurra al hombre y creo que
—Es toda tuya— el hombre sonríe dejándonos a solas y vuelve a bajar las
escaleras.
—Así que, Katherine, ¿qué se siente ser vulnerable?— quita la venda de mi boca
— ¿Podrían dejar de ser tan malos en imitar viejas películas de secuestro y decir
algo que si tenga sentido?
—Si todo esto es por venganza, ¿por qué no se quitan las máscaras y me dejan
ver quiénes son? ¿Es necesario todo este drama? Si al final esperan matarme, no
habrá testigos vivos.
—Si hay algo que respeto, es el tiempo así que no deberían desaprovechar su
tiempo teniéndome amarrada para matarme cuando hayan pasado un par de días.
—Sí que eres arrogante— aprieta los lados de mis mejillas generándome un
terrible dolor en la boca debido al reciente golpe de su compañero—. No
conoces la humildad.
golpes ahora mismo, pero no puedo ensuciarme las manos con tu sangre—
a creer que lo soy. Aún amarrada a esta silla, sé que se están tomando tantas
Las horas pasan y ninguno de los dos vuelve. Comienzo a tratar de moverme un
poco, pero como siempre, solo me hace daño. Ni siquiera sé cuántos días han
pasado desde la última vez que fui libre. ¿Qué pensará Andrew? ¿Estará
buscándome?
Frunzo el ceño.
mantengo alerta intentando hacer un mapa mental del camino que tomamos,
—Te voy a soltar para que entres ahí, pero si solo tienes la idea de escapar…—
Asiento una sola vez y dejo que se encargue de soltarme para ponerme en pie
—Entra— abre la puerta y hace una mueca al ver el interior encendiendo la luz
Doy los pasos necesarios hasta el interior del lugar y con solo la primera mirada,
ya entiendo el porqué de su mueca. Es un espacio pequeño y que parece no haber
salida.
Intento moverme al retrete pero tengo que sostenerme de las paredes porque mis
piernas no dejan de temblar. Tengo que tomar toda la fuerza dentro de mí para
hacer lo que debo hacer. Dejando una mano apoyada en la pared, me sostengo
sobre el bacinete rezando por no caerme o tocarlo; bajo mi ropa interior y orino
aliviada.
Al terminar, las vuelvo a subir con rapidez y corro a lavar mis manos, esperando
que a pesar de todo, si haya agua. Giro la manija y cuando el líquido sale, me
trago un grito agradecida.
Sobre el lavamanos hay un espejo donde puedo mirarme y examinar que tan mal
—Date la vuelta— ordena con las vendas en las manos, y sin protestar le hago
amarrarme a ella.
—Ahora, permanece callada. No quiero tener que desfigurar ese hermoso rostro
tuyo— son sus últimas palabras antes de volver a irse por la oscuridad.
—Primero, necesito hablar con ella— su voz se escucha más fuerte esta vez y
cuando escucho los pasos comprendo que se está acercando. Cuando entra a mi
examinándome.
Me remuevo en la silla.
Espero.
—Disfruta de tus últimas horas de vida, porque pronto no serás más que un
recuerdo para tus conocidos. Ah, y para que sepas, ese novio tuyo no está
El hombre entra sosteniendo una caja de metal y temo porque sé lo que hay ahí
dentro.
●●●
liquido cayendo, luego el frio del agua me hace abrir los ojos de golpe cuando
noto que mis piernas están mojadas.
conclusión de que el cuarto oscuro era mejor opción; ahora estoy dentro de una
enorme pecera de vidrio con las piernas amarradas por cadenas al piso y aunque
intento levantarme, mis músculos ceden haciéndome caer de nuevo.
Espero.
—O podrás pedirnos que te matemos con esto— no sé dónde la tenía, pero saca
el arma sosteniéndola entre sus manos—. Pero esto ocurrirá solo cuando
implores.
— ¿Podrías decirme por lo menos la hora y el día? Quiero tener claro cuando
el año nuevo.
diferentes puntos en la habitación—. ¿Acaso creíste que no querría ver esto una
y otra vez?
—Ok, entonces, saludaré— sonrío divertida moviendo las manos—. Hola, mujer
asesina. Estamos a pocas horas de Año Nuevo y estás aquí para verme morir, ¿te
podrías ver más patética?
Espero mientras ellos parecen cada vez más estresados a medida que pasa el
—Ya casi.
—Te dije que debimos meterla ahí cuando hubiera estado más lleno— le
reprocha y vuelve mi mirada a mi—. ¿Cómo vas? ¿Lista para morir?— se acerca
al contenedor.
— ¿Cuándo se quitarán las máscaras?— tengo que levantar la barbilla para que
El agua parece comenzar a llenar lo restante aún más rápido, o es solo producto
— ¿Lista para rogar por tu vida?— la mujer pone su mano sobre el vidrio en el
lugar donde mis puños golpean.
mientras apunta con lentitud al vidrio, presionando el gatillo pero de este no sale
nada.
¿Así que todo esto estaba destinado a terminar así? Me habían engañado con
tener opciones, porque este fue su plan desde el principio.
Golpeo el vidrio con las pocas fuerzas que me quedan pero mi falta de agua y
34
Mis fosas nasales se llenan con un olor que detesto, olor a hospital. Unos pitidos
insistentes llegan a mis oídos y una luminosidad cegadora traspasa mis parpados.
Bueno, por lo menos eso quería decir que estaba viva. No hablarían de la paz
Abro los ojos y me encuentro con lo más hermoso que puede ver una persona
después de haber estado a punto de morir; Andrew, mi idiota. Está dormido en la
varios parpadeos.
—Y adolorida— me quejo.
—Oh, sí, lo siento— se disculpa con una media sonrisa y me deja ir—. ¿Estás
puedo evitar notar que su mano está vendada—. Y traeré comida— baja de la
camilla.
un momento.
Con eso dicho, sale de la habitación dejándome a solas y con miles de
interrogantes sobre lo ocurrido. Minutos después mi padre entra acompañado de
Asiento.
—Hija, necesitas dejar de darme estos sustos. Creo que ya son demasiados—
aunque intenta bromear, son lágrimas lo que se deslizan por sus mejillas
mientras habla.
mejillas.
Lo miro confusa.
—Cuando llegaste estabas con signos vitales muy débiles— explica cruzándose
de brazos—. Pero querías vivir con tanta desesperación, así que hicimos todo lo
posible por salvarte y aquí estás.
— ¿Estaba muerta?
—. Bahamas no tiene lo mejor, pero sí que han hecho un gran trabajo para
— ¿Estamos en Bahamas?
Asiente.
—2 de Enero.
comida.
de algunas cosas.
habitación.
carne y papas.
—El día que te secuestraron, recorrí toda la ciudad buscándote, llamé a la policía
—No podía hacerlo, cada vez que lo intentaba, volvías a mi mente y no podía
mí.
qué me lo escondiste?
—No creí que fuera importante mencionarlo.
Espero.
y nadie me quería dar esa información. Tu padre por poco demanda a la empresa
por implementos fraudulentos y esa fue la única manera de que dieran un
secuestro.
—Continua.
su nombre. Revisamos todo, sus cuentas, vida personal; nada quedó escondido.
fue a ti en ese contenedor y por un momento creí que estabas muerta. Estaba tan
enojado creyendo haber llegado tarde y golpeé el vidrio tantas veces como pude
hasta que se rompió. Quería sacarte de ahí, a pesar de que solo me fuera a
encontrar con un cadáver.
Asiente.
recostándome en la camilla.
pantalla.
— ¿Qué ocurre?
—Luca y Claire dijeron que llamarían pronto. Han estado muy preocupados por
Suspiro asintiendo algo culpable por ponerla en peligro—: ¿Ya viste el video del
compromiso?
— ¿Te demorarás?
Basta decir que lloré demasiado desde el principio hasta el final, e incluso
aplaudí cuando ella dijo que sí. No era sensible a ese tipo de cosas, pero estar al
borde de la muerte te hace valorar más la vida y sus momentos.
— ¿Aun lo haces?
—Me asusté mucho, ¿sabes? Pensé que la única razón por la que sonreía se
rodillas, literalmente, que hiciera todo lo que pudiera por mantenerte con vida.
descarga fue una tortura, hasta que el monitor no mostraba algo parecido a una
línea recta, sino pequeñas montañas que se fueron haciendo grandes hasta llegar
a la normalidad.
pecho.
●●●
los cables y el catéter me detienen antes de que pueda incluso tocar el piso; así
Utilizo ese tiempo para tratar de recordar el porqué de los últimos días y me
torturo buscando un motivo por el que mi tía haya tratado de asesinarme. No
saber que si le cuento, hará de esto algo grande—. ¿Alguna nueva información?
—Que bien.
—No estoy del mejor humor. Todo lo de mi tía me está volviendo loca.
—Cometió un delito, será juzgada y recibirá una condena por lo que hizo.
— ¿Está mal sentir que eso no será suficiente nunca? No puedo dejar de pensar
que mi tía, mi propia sangre, mi familia; tratara de matarme.
—Yo tampoco pero si algo he aprendido en estos últimos meses, es que la gente
—Debí notarlo.
—Katherine, el saber que era parte de esto confirma que desea tu muerte. Sabía
lo que te harían y estuvo de acuerdo en participar.
hacer una mueca al pensar en todo el daño que he ocasionado a través de los
años—. Solo me enfocaba en mi felicidad y en llegar a la cima. He lastimado a
—Entonces no le quitaste nada a nadie. Cuando dos personas están hechas el uno
para el otro nada puede evitar que se encuentren. Trinity está encaprichada
Y tú eres mi Hyde.
—Odio cuando estás en “modo cursi encendido”— rio negando—. No dejas que
esté triste.
—Es mi deber hacerte feliz, así que estoy dispuesto a dedicar todo mi tiempo a
eso.
— Las peores— se une a mis risas—. Por cierto, la nueva familia Sandino
D’Moon llamó mientras dormías— informa.
Andrew Simurs: Chica Violín, habla tu hermosa amiga y futura tía, Katherine
Briden.
Claire D’Moon: Estoy bien, al igual que él bebe. Ya pudimos ver la primera
Claire D’Moon: Aún es pronto para que se mueva. Es algo tan extraño que un
ser humano esté creciendo dentro de mí. A veces es molesto porque me puedo
sentir muy incómoda pero hay otros momentos donde no puedo evitar querer que
mucho.
Andrew Simurs: Ok, entiendo. Creo que es hora de que te deje. No quiero que
Andrew piense que lo voy a dejar abandonado por hablar contigo. Volveremos
sed.
—Solo un poco sedienta, es todo. ¿Podrían quitarme todo esto que tengo
—Lo estoy.
—Idiota.
●●●
sillas.
Lo primero que salta a mi vista al entrar, es la mujer sentada en una de las sillas,
Espero paciente.
— ¿No vas a decir nada?— protesta cuando han sido dos minutos sin una sola
—Jamás pensaría en hacerte daño— digo apoyando los brazos sobre la mesa—.
Solo vine porque quiero escuchar de tu boca que hiciste lo que hiciste.
—Sé que no hemos tenido la mejor relación pero no entiendo por qué lo hiciste.
— ¿Qué te hizo?
—Escogió a tu madre. Yo era la más hermosa, con más clase y era perfecta para
—Lo dije hace unos meses y lo vuelvo a repetir; no te metas con mi familia,
mucho menos mi madre. Además pensé que lo odiabas.
— ¿Así que casi muero por celos?—frunzo el ceño—. ¿Por unos estúpidos celos
y envidia?
—No sé cómo pude vivir tantos años de mi vida creyendo que eras un modelo a
seguir, con toda tu fuerza y poder. Ahora me doy cuenta de lo patética y estúpida
—Me alegro de que tu madre haya muerto aquel día en ese accidente— ríe por
lo bajo.
— ¿Y le pagaste al de mi accidente?
Asiente.
— ¿Así que solo seguirás confesándome como estás demente o aceptarás que tu
— ¿Demente?
—No quieras hacerte la buena. Si ella queda vinculada, al fin tendrás el camino
libre.
pero tú… Tú morirás en una celda, asesina— salgo de la habitación sin darle ni
un solo vistazo. Andrew está afuera esperándome con los brazos abiertos y me
— ¿Estás bien?
mi madre.
—No te preocupes, pronto estará donde debe estar y no podrá hacerte daño.
—Sé que no me lastimará. Es solo que no puedo creer que conocía a la mujer
allá dentro.
—Lo sé. La persona allá dentro no es más que una asesina. Haré que pase su
vida en una celda y se pudra preguntándose todos los días porque lo hizo. Sin
nadie que se acuerde de ella.
Asiento y lo sigo afuera donde un auto nos espera para llevarnos a la pista
privada de aterrizaje donde está el avión empresarial. Mi padre nos espera cerca
de las escaleras con Tod y Trein a cada lado. ¿Desde cuanto estaban en la isla?
—Sí, fue bueno ir a verla. Me confesó varias cosas que pueden ganarle unos
—Eso está bien, porque yo tengo muchos de esos también. Subamos y te cuento
—Ella es la mente detrás del asesinato de mamá y esta vez no fue su primer
—Que patético— el contrario toma una carpeta que Tod le entrega—. Ahora,
mira esto—la desliza por la mesa entre nosotros hasta que está frente a mí. El
—Continua.
— ¿Acaso está loca?—llego a hojas que muestran todos los mensajes que envié
desde mi teléfono en los últimos meses—. ¿Cómo los obtuvo?
— ¿El aceptó?
—No.
— ¿Algo más?
— ¿Y?
—Ya has visto lo que hay en las noticias sobre mí. ¿Te has preguntado que diré o
padre.
—No dormiré.
— ¿Andrew?
— ¿Si?
— ¿Me amas?
— ¿Seguro?
—Seguro.
—Entonces, quiero que apenas bajemos de este avión vayamos a casa de tus
padres.
—Soy Katherine Briden Prine, ¿acaso crees que podrás evitar que lo haga?
—Sé que no. Nadie puede evitar que hagas algo que tienes en mente.
—Trato de no hacerlo.
—Te pedí que no me abandonaras, que eras lo único que tenía sentido.
—Esa es mi frase.
—Sí, señor.
—Espero que vuelvas pronto— su esposa habla desde la sala y sé que no soy la
—Tuvo que atender algunas cosas y le pedí que me dejara venir sola.
— ¿Qué hace ella aquí?— su esposa me señala con la pelirroja a sus espaldas.
—Vine a hablar con ustedes— respondo serena y sin duda de que vine a decirles
—. Espero que tengan tiempo.
Acepta a regañadientes.
—Me imagino que estarán enterados de lo que ocurrió hace un par de días.
Estuve a punto de morir y esa experiencia me enseñó a valorar más a las
personas.
—Si quieres contar como cambiaste después de eso y que sintamos lastima, ve al
programa de Oprah— la mujer mayor me corta.
—Carol, déjala hablar— su esposo le pide señalándome con una mano para que
continúe.
cambiado. Andrew ha estado para mí desde ese día como un amigo y terminé
enamorándome de él. No espero que me acepten o que les agrade, solo espero
que no lo aparten de sus vidas, son realmente importantes para él y no quiero que
—Ya sé lo que mi tía te ofreció por ser parte de mi asesinato— explico sin
tapujos—. Sé que te quedaste callada sin ser parte pero siendo cómplice. No te
— ¿Qué?
—Lo lamento por amar a Andrew y no poder dejar que lo tengas. Lo lamento
por abofetearte aquella vez, y sobre todo, lo lamento porque te subestime. Pensé
que eras débil y por eso eras perfecta para estar al lado de Andrew pero en
brazos.
—Eso espero— son sus últimas palabras antes de caminar hacia la salida.
El hombre asiente.
—Lamento todas las veces en las que les falte el respeto, y no hago esto por
pena sino porque pienso seguir siendo yo por muchos años; y lo más seguro es
que haré o diré algo que no les guste. Lamento que su hijo se haya enamorado de
—Hola, mamá— una gruesa lágrima desciende por mi mejilla—. Dame fuerzas
para venir, siento que todo se va a venir abajo. Estoy cansada de mostrarme
fuerte cuando a veces lo único que quiero es gritar y romper cosas. Tengo que
fingir que no tengo miedo y es horrible. Aun no entiendo como alguien tan
cercano como la tía… no, esa asesina; como puede haber hecho lo que hizo.
mostrarse fuerte es duro, pero necesito serlo por papá, sé que él no es tan fuerte y
necesita que yo esté bien para él poder estarlo. Aun no sé qué será de mi futuro,
solo espero poder seguir adelante siendo la antigua yo, demostrándole al mundo
Me levanto secando las lágrimas e ignorando al hombre de ojos azules que está a
un par de metros de mí. Saco el teléfono y lo enciendo tecleando una respuesta.
Katherine Briden: Estoy bien, lo digo antes de que preguntes. Vamos.
Andrew Simurs: Sé que superarás esto. Te ayudaré y quiero que tengas presente
que no subestimo ni un poco tu fuerza para hacerlo. Te amo.
hago.
asustado.
auto.
— ¿Y tu coche?
para ahuyentar el frio. Mi teléfono suena con una llamada cuando estamos a un
par de minutos de nuestro destino.
Miro la pantalla y sonrío contestando.
—Quiero que le digas a tu padre que estoy enojado con él por no contarme antes.
—Espero que sepas que cuando esté de vuelta, no hay necesidad de hablar cosas
del pasado.
—Te quiero.
—Kathe—me abraza fuerte por más tiempo del necesario—. No sabes cuánto
me alegra verte.
—Kathe—abre los ojos alegre y su rostro jamás se había visto tan radiante
—Está feliz de por fin conocer a su tía— vuelve a sentarse y comer el cereal.
—Me fui hace unos días y parece más tiempo. Te ves radiante y combina con ese
anillo en tu dedo.
— ¿Cuál?
—Está con sus padres, día familiar. No quise ir porque le vendrá bien un tiempo
a solas con ellos.
—Que está saludable y creciendo sin ningún problema— sus ojos se iluminan
—Conseguimos una hermosa casa pero mamá insiste en que me quede acá hasta
—La haremos el próximo fin de semana. Será algo pequeño con las personas que
nos importan.
—Sí, de seguro en esos restaurantes donde suelen ir, no cocinan como yo.
Sonrío en respuesta.
algo en su bolso.
—Aquí está— nos entrega la ecografía y la examino con ternura sin poder creer
que eso que está ahí, sea un bebé que amaré mucho. Ya tenía mi corazón ganado.
embarazada suena.
pondré en altavoz.
mañana?
—Claro, amigo. No tengo nada que hacer porque mi novia me abandonará por tu
—Ya la viste demasiado, me pondré celoso sino me das amor— le lanza un beso
—Ya entendimos—Luca ríe—. Ustedes tienen esto planeado desde hace años.
—Te drogaron.
—Soy Katherine Briden, soy una orgullosa de mierda. Estaba muerta de miedo
refiere.
La miro incomoda.
Niego.
— ¿Bucearon?
— ¿Hicieron compras?
— ¿Qué?
—Dos camisetas a juego con las palabras hielo y fuego—el ojiazul responde—.
Fue el destino.
—Tomarnos las cosas con calma, respirar profundo y seguir— respondo sincera
—. Necesito volver a mi vida normal.
—Lo mismo.
—Son tan extraños pero tiernos— la pelirroja retoma sus cereales—. ¿Qué han
pensado de su futuro como pareja?
Permanezco en silencio.
— ¿Kathe?
Lo miro.
Rompo en carcajadas.
—Los habrá—afirmo.