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ANTROPOLOGÍA, GÉNERO Y FEMINISMO

MARCELA LAGARDE

La antropología contemporánea se caracteriza por un auge de


los estudios de género en los más diversos campos y problemá-
ticas y por una tendencia importante a la intercliscipli na. Asimis-
mo, en el umbral del milenio, importantes intelectuales de la
antropología forman parte del universo feminista.
Sin embargo, todavía hay planes y programas de estudio en
antropología, proyectos y programas de investigación que eluden
esta visión y no la incluyen. Un número importante de profesio-
nales de la antropología omite al género, con sus consecuencias
teórico-políticas, en tanto que un buen número mira el mundo
con "lentes de género" y ha convertido este enfoque en un cam-
po de investigación, una temática específica e ineludible en cual-
quier problemática.
¿Cuáles son las conexiones entre antropología, género y fe-
minismo? ¿En qué consisten sus mutuos aportes epistemoló-
gicos, teóricos y metodológicos? Y, finalmente, ¿cuáles son los
obstáculos y los recursos para avanzar en una aculturación fe-
minista tanto en la antropología y las ciencias afines como en
el feminismo?
Son las preguntas eje de esta reflexión que nos permiten ubi-
car la relación entre antropología y política en un universo como
el latinoamericano. De hecho, el espacio de influencia de la aca-
demia antropológica está tanto en el conocimiento del mundo
como en la construcción de alternativas por la democracia y el
desarrollo.
Avanzar en la construcción de condiciones de igualdad y su-
poner la redefinición de la diversidad cultural y la especificidad
histórica son las miras y los límites del surgimiento de nuevos
paradigmas. La antropología contemporánea posnuclear, en la
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era de una globalización asimétrica e inequitativa, hegemoniza- El núcleo utópico del imaginario de estos tiempos es la con-
da por políticas económicas y culturales tanto de dominio como vivencia solidaria entre pueblos y naciones, pero también entre
de emancipación, puede aportar análisis y conocimientos en tor- personas a partir de un principio ético-político: el reconoci-
no al género que sustentan nuevas complejidades y alternativas. miento recíproco de la equivalencia y la diversidad.
En esta construcción, la antropología y otras disciplinas en
diálogo, encuentro y desencuentro tienen mucho que aportar.
Ant ropología y humanismo Veamos:
La antropología contemporánea ha sido el espacio de la de-
La modernidad ha encarnado la utopía del desarrollo, la demo- construcción simbólica más importante de nuestra cultura Se
cracia y el progreso y, sobre todo, los ha escamoteado a millones. trata del androcentrismo como contenido central del humanis-
Los nuevos sujetos modernos se afanan no sólo por vivir, sino por mo. En efecto, la antropología contribuyó de manera muy im-
vivir con sentido humano e imprimirlo en el mundo. La diver- portante a encumbrar al hombre como el sujeto del humanismo.
sidad es su emblema. No son idénticos, sus identidades son mul- Así como ha contribuido también a definir una humanidad
ticolores y provienen de historias particulares: unos ya son desde la diversidad. El análisis de la evolución humana enmar-
producto de los beneficios de la modernidad: de opciones para cada en los procesos más generales y el estudio y la valoración
vivir, pensar el mundo e intervenir en él, del acceso a recursos, de pueblos y culturas diversas en periodos distintos de la histo-
bienes y oportunidades, de la autoafirmación y de los derechos. ria, han sido algunos de los campos en que ha contribuido la in-
Otros, en cambio, emergen de los suburbios y los escombros vestigación antropológica para pensarnos como unidad en la
de la modernidad, de su ausencia o de sus estragos, de lo más re- diversidad.
legado, de la falta de oportunidades y derechos, de permanen- Sin embargo, desde una perspectiva de género el concepto
tes dificultades para sobrevivir, desde el oprobio. La propuesta de humanidad encubre ideológicamente la dominación al con-
de los nuevos sujetos es ampliar las oportunidades, tener acceso vertir al hombre, a los hombres y a lo masculino, en el conteni-
a los bienes materiales y simbólicos, tener oportunidades de de- do de lo humano. Al subsumir la especificidad humana de las
san-ollo personal y comunitario, en dimensiones micro y ma- mujeres en la particular humanidad de los hombres y, al mismo
crosociales, avanzar en la solución de los grandes problemas y tiempo, pretender que el hombre es el sujeto de la historia y el
realizar uno que otro sueño. espacio simbólico e identitario de todas y todos. Al homologar
Los más se afanan en la construcción de un nuevo paradigma a la humanidad con el hombre (un sujeto patriarcal, genérico,
para acceder a la buena vida, al bienestar y a la vivencia de liber- clasista, étnico, religioso, etano y político), se enuncia una hu-
tades negadas, sólo accesibles si se modifica el sentido social y manidad excluyente de manera múltiple.
colectivo de los esfuerzos vitales, si se abre paso a una ética dis- Se deja fuera o se subsume en la representación simbólica de
tinta basada, en efecto, en la complejidad tejida entre todos. el hombre a las mujeres, quienes no son el sujeto. Por el contra-
La conciencia de que la Tierra, los países, las sociedades y la rio, las mujeres han estado históricamente sometidas por el do-
vida cotidiana se han convertido en espacios insuficientes, in- minio de género a ese sujeto y, colocadas en la naturaleza, no son
adecuados, maltrechos e inhabitables para las mayorías, así suficientemente humanas.
como la convicción de transformar la realidad y reparar daños El humanismo más aceptado y conmovedor contiene esta do-
que los modos de vida han hecho a nuestro mundo, a las comu- ble exclusión de las mujeres. Se ha ido configurando en el mun-
nidades, al medio ambiente, al patrimonio cultural, al capital hu- do contemporáneo a través de la filosofía y las disciplinas del
mano y a las personas, forma parte de los estímulos éticos y es conocimiento, en particular de las ciencias sociales, las humani-
herramienta imprescindible de los nuevos sujetos en esta travesía. dades y las artes. Sus discursos y análisis contribuyeron a leai-

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timar la anulación de las mujeres concretas y a crear estereoti- En el campo de las ideas se ha combatido al feminismo con
pos marcados por determinismos biológicos y patológicos ex- prejuicios e ignorancia, débiles principios ante el bagaje femi-
plicativos de la especificidad femenina. nista actual, sólido y en despliegue. En la academia se ha igno-
La filosofía, la axiología y la ética crearon discursos monoge- rado mucho más de lo que se ha debatido. Incluso hay quienes
néricos sobre el ser, el sujeto, el hombre. En los que se prescindió de manera aséptica asumen la perspectiva de género desmar-
de reflexionar sobre el sentido de la vida y la muerte, los valores, cándola del feminismo, como si esto fuera posible.
y la experiencia en la perspectiva vivencial de las mujeres. La Sin embargo, en los espacios en que la influencia de la cultu-
ciencia política se desarrolló como una autorreflexión mascu- ra feminista ha sido más profunda, ha habido un interés crecien-
lina del entretejido de poderes, enfrentamientos y la creación de te de las mujeres y ha aumentado de manera notable el número,
instituciones y del Estado, como si la sociedad misma pudiera
explicarse sólo por los poderes ejercidos entre hombres.
En esos espacios del conocimiento se ha desarrollado otra
e la extensión y la calidad de investigaciones sobre la condición
femenina y las situaciones vitales de las mujeres.
Es evidente que para hacer visibles a las mujeres ha sido pre-
visión incluyente y abarcadora producto de la experiencia fe- ciso modificar viejas ideas, creencias v teorías, incluso metodo-
minista. Así, el feminismo se ha constituido en una crítica de- logías de análisis. Las feministas intelectuales han hecho la
constructiva del humanismo patriarcal y ha permitido develar síntesis y la crítica epistemológica de los saberes hegemónicos.
esa deuda del humanismo con las mujeres y, desde luego, con
una humanidad compleja e incluyente de todos los seres huma-
nos. En tanto visión del mundo y de la vida, perspectiva y polí- Las disciplinas del pensamiento y la creación
tica el feminismo ha impactado profundamente el conocimiento
científico y humanístico. Ha impactado también los ámbitos El conocimiento de la sociedad y la cultura ha experimentado
intelectuales y académicos, pero también los políticos en los una revolución teórica y epistemológica. La sociología, la antro-
que se debaten nuevos enfoques, derechos y alternativas. pología, la psicología, las artes, la filosofía, la ética, la estética y
Hoy tenemos otra historia, otras historias, otra filosofía, otra la política han transformado lo básico de sus planteamientos.
ética, otra antropología, otra ciencia política, y nuevos conteni- Y contribuciones. En la economía y la antropología económica
dos en la lingüística y la semiótica, la sociología, la economía, se han modificado los conocimientos y las concepciones sobre
la psicología, la sexología, el derecho, la estética y la pedagogía. el valor, la producción, lo productivo y lo reproductivo, y su im-
Para conformar la humanidad abarcadora, desde una dimen- portancia en los ciclos económicos, la riqueza y el intercambio
sión de género, es preciso hacer visible la enajenación que sobre- y la pobreza.
identifica a las mujeres con los hombres y sus símbolos como Actividades vitales de las mujeres que no se consideraban en
si fueran incluyentes y universales y desidentifica a los hombres la economía ya se incluyen en ella, e incluso en la Conferencia de
de las mujeres y sus símbolos. Beijing se aprobó que los gobiernos investigaran el volumen y
La influencia y el peso del feminismo han sido enormes y de- el valor económico del trabajo llamado invisible de las mujeres
siguales. En los espacios intelectuales, académicos, científicos y que lo sumaran a las cuentas de la economía de cada país. Las
políticos se desarrolla una intensa impugnación ideológica y disciplinas que se han ocupado del horno econornicus cambian
política de contenido misógino y conservador frente a sus plan- de manera radical al considerar a mujeres y hombres inmersos
teamientos. Desde luego, como en la mayoría de los casos, las en los procesos económicos, no sólo productivos sino también
portadoras del feminismo somos mujeres, y no sólo se desvalo- reproductivos.
rizan las ideas sino a las mujeres que piensan, proponen, anali- Las concepciones predominantes sobre la pobreza se han mo-
zan desde esta perspectiva. dificado: la pobreza no es sólo un fenómeno ni es uniforme ni

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atañe sólo a los estereotipados pobres. Hoy reconocemos la fe- Y es peor aún si se repara en que las mujeres portan y transmi-
minización de la pobreza y su creciente extensión y sabemos ten valores culturales tan importantes como idiomas, mitologías,
que tres cuartas partes de los pobres del mundo contemporáneo historias y tradiciones, unas en expansión y otras en extinción.
son mujeres y niños dependientes de ellas. Para la economía tra- Las mujeres transmiten ejemplarmente, al hacerlo, maneras
dicional, la pobreza y el empobrecimiento de las mujeres no han de hacer las cosas, técnicas y saberes, como parte de la tradi-
sido un problema político o del desarrollo; han sido interpreta- ción oral. Y, desde luego, las mujeres son las pedagogas de las
dos como apéndices y derivaciones (por dependencia del sujeto) identidades. Sin embargo, a pesar de las evidencias, hasta en la
de la pobreza de los hombres, de las comunidades, de los pue- reflexión sobre la pobreza, la injusticia o los procesos de repro-
blos, de los países, las regiones y el mundo. ducción de modos de vida y cosmovisiones prevalece para algu-
La perspectiva de género ha permitido deconstruir la catego- nos el simbólico sujeto masculino.
ría pobreza ligada a las clases sociales, a las castas o a regiones Los análisis de género han permitido identificar, nombrar y
del mundo y construirla ligada al género. De esta forma es visi- hacer visible este continente sumergido para los análisis andro-
ble que la pobreza de género abarca a mujeres de todas las clases, céntricos. Y han enriquecido tanto el campo de la antropología
castas, grupos, categorías y regiones del mundo. Que las muje- cultural como el de la antropología política.
res son pobres en relación con sus parientes, padres, hijos, her- La psicología y la antropología tocada por la psicología han
manos, cónyuges, socios, colegas, compañeros. Es decir, que hay teorizado el psiquismo masculino como si fuera universal y, para
una pobreza relativa de género, lo que hace de la pobreza una colmo, han normalizado el psiquismo de hombres de ciertas
categoría universal asociada a la inmensa mayoría de las mu- condiciones sociales y culturales de algunas sociedades occi-
jeres: son pobres hasta las ricas y son doblemente pobres las dentales.
pobres. El psicoanálisis, tan próximo a la antropología, marca del si-
Las mujeres son las más pobres entre los pobres. Es evidente glo xx, conceptualizó al psiquismo, a su evolución y a la concep-
que la pobreza de las mujeres se acrecienta si se toma en cuen- ción sobre lo normal y lo anormal, perverso y patológico, desde
ta que el género femenino es el que más trabaja en cada socie- una perspectiva androcéntrica y patriarcal: el sujeto psíquico
dad y que las mujeres conforman la categoría social que menos es varón y las mujeres fueron analizadas a través del estereotipo
retribución económica recibe por su trabajo. Y que el conjunto masculino devenido en paradigma: la anormal normalidad de
de actividades sociales (en particular el mantenimiento de una las mujeres fue asociada a una supuesta carencia bio-ontológi-
parte fundamental del tejido social) y culturales (pedagógicas, ca y a un perfil subjetivo de subsunción política.
rituales, festivas, religiosas, estéticas) de reproducción de la vida La normalidad psicológica consiste en que las mujeres asu-
cotidiana y de soporte del desarrollo de las personas y de las man de manera positiva la subordinación a los hombres y las
instituciones no les reditúa retribución política como sucede a instituciones y la especialización sexual en la maternidad y en el
los hombres por la realización de actividades sociales, culturales eros, como seres-para-los-hombres, en palabras de Simone de
incluso deportivas, delictivas y guerreras. Beauvoir, o como seres-para-los-otros, en voz de Franca Basaglia.
Es decir, que las mujeres no acrecientan poderes políticos al La resistencia, la desobediencia, la rebeldía de las mujeres
ser-en-el-mundo y en cambio los hombres acrecientan sus pode- ha sido patologizada como histeria y las mujeres son psiquia-
res políticos al efectuar casi cualquier actividad. trizadas.
Aumenta la pobreza económica y política, pero además la in- En la actualidad, otras corrientes psicológicas ven en el ma-
justicia, si se considera el aporte de las mujeres en todo el mun- lestar de las mujeres neurosis y depresión determinadas por ca-
do como intelectuales invisibles, transmisoras y reproductoras racterísticas sexuales congénitas y no como el resultado de un
de la cultura en tanto madres, familiares y educadoras de todos. sufrimiento sin salida, huella de la opresión de género y de expe-

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riencias vitales de impotencia, pérdida de libertades, falta de riesgo la salud y la vida de las mujeres y, en cuanto a los hom-
oportunidades, o de injusticia. bres, ha permitido detectar que la supremacía demostrativa de
Las mujeres que acceden a atención terapéutica son aneste- género daña a las mujeres y a las comunidades, las pone en ries-
siadas a través de diversos conductismos y drogas de uso legal go, las coloca en posición de generar violencia para dominar y
y letal recetadas por custodios de las mentes, los cuerpos, las las conduce a variadas formas de malvivir y de muerte.
familias y la Ley del Padre. Con la perspectiva feminista han cambiado los análisis socia-
Desde el feminismo se han hecho grandes aportes en el vasto les, la sociología y la antropología social, al desvelar un orden so-
campo psíquico: la visibilización de la diferencia psíquica entre cial negado, invisibilizado, presente en todas las sociedades: el
mujeres y hombres y la identificación del psiquismo femenino, orden social de géneros, que delimita las relaciones entre muje-
no como una definición inmutable sino como un conjunto de res y hombres y estructura a los géneros en una jerarquía polí-
procesos a develar. Al mismo tiempo se desmantelan los conte- tica sin que medie la conciencia de que éste es un orden social
nidos androcéntricos patriarcales en las concepciones psicoló- y por ende histórico y dinámico.
gicas y antropológicas. El aporte se ha ampliado a la intervención El peso de las teorías decimonónicas y su enorme influencia
terapéutica: se trata de desmontar la asociación entre la locura en el siglo xx permitieron identificar órdenes coloniales, impe-
y lo femenino y entre lo femenino y lo fallido, y aproximarse a riales, clasistas y otros más, pero aún hay resistencia a mirar lo
lo femenino en su especificidad humana (histórica), positiva y incuestionable: que en cuanto a los géneros, vivimos en socie-
compleja. dades patriarcales por su contenido, sus relaciones y sus prio-
Psicólogas, antropólogas y no especialistas, al tomar en mano ridades.
propia su estado mental, han construido alternativas terapéuti- Hace tiempo que el feminismo está desmontando la historia
II cas y de investigación. Se ha probado la eficacia de la democra-
tización civil de la terapéutica y, en la práctica, se han politizado
patriarcal. Mediante los esfuerzos de investigación sobre la pre-
sencia de las mujeres, su participación, sus vidas y los procesos
hechos que antes eran considerados patológicos. que las envolvieron se ha remontado el pasado. Así se ha devela-
Millones de mujeres participan en experiencias colectivas de do otro pasado a pesar de que las señales, las evidencias y huellas
análisis y fortalecimiento de su autoestima como parte del de- históricas fueron dejadas por quienes ya excluían a las muje-
sarrollo de su poderío consciente, al intervenir con éxito en el res. En diversos países florece la historia con perspectiva de gé-
mejoramiento de sus vidas. nero y contribuye a valorar a las mujeres y también a desbancar
La medicina ha separado el cuerpo de la mente y la antropo- algunos mitos.
logía médica ha contribuido a restituir la unidad y la integralidad Hoy sabemos que no fueron los conquistadores españoles y
cuerpo-mente, así como la diversidad de experiencias sociales portugueses quienes trajeron la dominación de género, como
y culturales de la vivencia del cuerpo, la salud, la enfermedad, afirman algunas ideologías indigenistas vigentes. Sabemos que
la terapéutica en la vida de personas y comunidades. La pers- gran cantidad de sociedades originarias de América ya tenían
pectiva de género ha permitido además profundizar en estos escamoteos jerárquicos basados en el sexo, formas de control y
fenómenos vivenciados por las mujeres con necesidades espe- subordinación de las mujeres y monopolio masculino de pode-
cíficas negadas, desvalorizadas y rechazadas por las visiones res económicos, religiosos y políticos. En nuestras tierras se pro-
hegemónicas. dujo tras la conquista un sincretismo patriarcal múltiple que
La perspectiva de género se plantea la integralidad de las mu- nos permite explicar también su solidez secular y su fortaleza.
jeres y la legitimidad del derecho a la salud y la vida en primera Desde esta perspectiva, lo central en la teoría de la historia y
persona por parte de las mujeres. Incluso se ha hecho evidente en la investigación histórica es el descubrimiento de que los gé-
que la relación de subordinación y dominio de género pone en neros son construcciones históricas: las mujeres y los hombres

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requieren ser visualizados a la luz de la historia y no de la na- de género sobre los hombres y las masculinidades, como ha su-
turaleza. Ésta es, probablemente, la clave política y filosófica cedido con las mujeres. En cambio, los estudios de género so-
trascendente en la deconstrucción de la cultura patriarcal y en bre las mujeres provienen de una necesidad vital de las mujeres
la construcción de explicaciones históricas que permitan com- y de la presión política feminista que han permitido avances
prender y acotar las relaciones de dominación genérica. significativos.
En este punto, la antropología tan orgullosa de su logos sobre Ni las mujeres provenimos de materia intercostal ni habita-
el anthropos, deberá cambiarse por la ginecoantropología (térmi- mos en la naturaleza, ni los hombres son simios erguidos y des-
no que, como todo lo de género, exige más espacio, más letras). nudos o creaciones supremas de los dioses o portentos evolutivos
La mayoría de los estudios antropológicos feministas parten de la civilización.
de una epistemología de género que ha permitido resignificar la Las mujeres y los hombres somos las construcciones histó-
cultura: lo simbólico, los lenguajes, las representaciones y los ricas más complejas.
procesos de aculturación al analizar la intervención de mujeres Cada mujer y cada hombre de cada época, y mundo, viven
y hombres en dichos procesos; así como las repercusiones cul- procesos constantes de aculturación: aprende los atributos de su
turales específicas en ellas y ellos, los papeles y las funciones de género y a vivir como tal. Interpreta, modifica, adapta, objeta,
la intelectualidad, las instituciones y los sujetos sociales en la se rebela, aprueba, agrega y transforma esas complejas caracte-
recreación de la cultura. rísticas de género en su identidad, en sus relaciones, en su ma-
La antropología ha aportado recursos para legitimar la diver- nera de ser, de estar y en su modo de vivir, de acuerdo con los
sidad a través del conocimiento de las diversidades culturales e límites históricos que le constriñen.
históricas. Durante todo el siglo xx la antropología ha ampliado Y también cada mujer y cada hombre están sujetos a proce-
su capacidad al incluir análisis sobre la condición femenina, la sos de socialización. La sociedad misma, difunde y recrea insti-
cultura de las mujeres, las feminidades y las masculinidades, las tucionalmente en sus espacios y esferas las reglas y normas, los
identidades de género, la vida cotidiana y la vida ritual. valores y los contenidos de género. El principio histórico incluye,
Pero ha dado un gran paso al eliminar el eurocentrismo y además, el reconocimiento de que nada es inmutable ni eterno,
otros centrismos y ampliar sus estudios del campo de las otras y en ello reside la potencialidad de nuestra intervención cons-
culturas (los contemporáneos primitivos, los aborígenes, los ciente (es posible eliminar la díada dominio-opresión como con-
pueblos indígenas) al estudio de todas las sociedades y cultu- tenido relacional) entre los géneros.
ras. Es decir, lo europeo, lo metropolitano, lo norte, lo sur o lo La antropología política incluye hoy la dimensión de género
indígena, son sólo parte de la diversidad y la multiculturalidad. y la antropología es parte de la política. El feminismo ha encon-
Hoy la antropología asume un interés por la complejidad so- trado fundamentos antropológicos en su argumentación política
cial y cultural y aporta una nueva conciencia de diversidad. No y, al mismo tiempo, ha otorgado una nueva dimensión política ge-
asume más la derivada de un sujeto y los otros, sino la de la di- nérica a la antropología.
versidad de sujetos. En ese proceso de ampliación antropológica En las comentes críticas del conocimiento social y cultural
se ubica además la irrupción de las mujeres en todas las cate- en las diversas disciplinas o en la interdisciplina a la que con-
gorías mencionadas. duce un análisis multidimensional de género ya no se enuncia
En los últimos años hay avances antropológicos en la inves- al hombre como paradigma de lo humano, sino a la humani-
tigación de las masculinidades y en el conocimiento de los dad, y al particularizar se reconoce a cada género. Sabemos que
hombres en su genericidad, y ya no en tanto paradigmas de lo las mujeres somos humanas, no humanos, y que los hombres
humano. La operación epistemológica es compleja y no hay re- son humanos, no humanas. El reconocimiento de la humanidad
querimientos vitales tan poderosos que estimulen los estudios específica de mujeres y hombres cambia esencialmente nues-
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tra percepción de los significados de vivir desde un género o La deconstrucción política de la dominación, la verdadera
desde otro. Lo he dicho antes: la más bella palabra de nuestra igualdad, está en los mecanismos que aseguren arribar a ella. La
lengua es humana. Sintetiza nuestra historia, nuestra memoria equidad es el principio que construirá el piso compartido, el
y nuestra identidad y expresa también el paradigma feminista poderío para la vida y el desarrollo personal y colectivo.
de género.
Desde la perspectiva feminista la humanidad se ha ampliado
y ha recuperado parte de su historia perdida en la innombrada
historia de las mujeres.
• El paradigma del desarrollo humano sustentable que recoge
tradiciones y anhelos libertarios y de bienestar planteados y
construidos parcial y equívocamente con lucidez y torpeza por
quienes visualizaron mundos solidarios es inexplicable sin la
En la filosofía y la antropología filosófica confluyen aportes nueva configuración teórica interdisciplinaria y sin el feminis-
interdisciplinarios: la mayor construcción filosófica humanís- mo. La intencionalidad del desarrollo, la democracia y la paz no
tica el ser, el sujeto, ha sido sometido a una aguda crítica. El su- están en preservar derechos, recursos y políticas de mediación
jeto no ha muerto: se ha revolucionado. Desenmascarado por el entre hombres. La brecha en el desarrollo social y personal en-
pensamiento crítico, el sujeto muestra sus múltiples vestimen- tre mujeres y hombres se ampliará más y más si no hacemos es-
tas culturales de mundo, de clase, de estamento, de género, y de fuerzos intelectuales, sociales y culturales certeros.
edad. Muestra sus particularidades concretas y su trasvestismo Los procesos neoliberales avanzarán si no se frena su raigam-
universalista. Y, ante la emergencia práctica y simbólica, discur- bre en la desigualdad entre mujeres y hombres y en las múlti-
siva, existencial y política de múltiples sujetos, el ser, el sujeto, ples injusticias patriarcales, y si no se detiene el abatimiento de
el hombre, ese conjunto de categorías interdependientes es de- la vida de las mujeres y la exclusión y confrontación violenta en-
construido. tre los hombres.
La filosofía política implica el desmontaje de tres dimensio- Finalmente, en el umbral del nuevo siglo, a la luz de la pers-
nes del sujeto que lo hacían posible: su exclusividad excluyente, pectiva de género, es evidente que el humanismo no es tal si no
su centralidad y su supremacía jerárquica. es feminista. Ya sabemos que las mujeres y los hombres que nos
La alternativa paradigmática en el umbral del siglo xxi es la reconocemos en las utopías que crean la buena vida aquí y aho-
eliminación cultural (simbólica) y política de la exclusividad ex- ra, quienes nos afanamos en las topías por el bienestar y el bien-
cluyente: la diversidad de sujetos históricos reclama la inclusión vivir incluyentes y abarcadores, no podemos darnos el lujo de
abarcadora de todos, en tanto sujetos. La construcción de dere- derrochar el feminismo ni de ser analfabetas de género.
chos prácticos específicos da cuerpo a la diversidad tanto como La antropología contemporánea como espacio de interdisci-
la elevación a rango de equivalencia de todas las identidades. La plina, puede erigirse en una verdadera ginecoantropología y con-
alternativa en proceso consiste en eliminar la centralidad de un tribuir teórica, investigativa y existencialmente con argumentos,
sujeto, no deslazarlo para ocupar la posición central y jerárqui- conocimientos y revelaciones que sustenten, desde una pers-
ca y convertirse en el sujeto. pectiva de género, la equivalencia humana: la humanidad de
mujeres y hombres.

Nuevo paradigma

El feminismo aporta al nuevo paradigma humano la construc-


ción de un mismo piso simbólico y político para mujeres y hom-
bres en igualdad, y una relación en la que no haya centralidad de
ningún sujeto ni jerarquía de (supremacía/inferioridad).

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