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Problemática
Por qué los incas tuvieron la necesidad de expandirse
Hipótesis
Los conocimientos en diversos campos como la agricultura y textilería de los incas eran
notablemente superior a las demás tribus vecinas, erigiéndose en la tribu dominante, lo
que los llevó a extenderse más allá de las fronteras del valle del Cuzco unificando las
culturas por medio de las conquistas militares.
LA PRIMERA EXPANSIÓN
SINCHI ROCA
Fue Sinchi Roca (c. 1230-1260) el primero en lucir la borla imperial de la maskaypacha,
signo de dignidad suprema. Sinchiruka se dedicó a mantener y perfeccionar todo lo que
su padre Manco Cápac había logrado.
Por el Collasuyo (sur), conquistó a los Pukina, Kanchi y otras naciones hasta Chuncara.
Con ello ganó unos 100 kilómetros de dominio territorial. Por el Umasuyo (noroeste del
lago Titicaca) conquistó a los Cancalla, Cacha, Rurucachi, Asillu, Asancaru, Huancani y
Pucara. Por el Antisuyo (este) llegó hasta "un río llamado Callahuaya".
LLOQUE YUPANQUI
Por su parte, Lloque Yupanqui (c. 1260-1290) organizó un ejército de 6.000 soldados.
Por el Orcosuyo (Chuncara, Collasuyo y alrededor del Titicaca hasta encontrarse con el
Umasuyo), conquistó hasta el curacazgo de Cana, a los que somete pacíficamente. A
los ayaviri, los conquista por la fuerza de las armas y dejó entre los ayaviris una
“guarnición de guerra”.
Años más tarde y al mando de un ejército de 9.000 hombres, decidió conquistar los
alrededores del Lago Titicaca. Mandó emisarios para conminarles que se sometieran al
dominio Inca a los curacas y hatun curacas de los pueblos de Paukarqulla y Hatun Qulla.
Los curacas luego de reunirse aceptaron el ofrecimiento del Sapa Inca Lloque Yupanqui.
Luego de una estadía de varios años en el Cusco, Lloque Yupanqui emprendió otra
expedición conquistadora, esta vez al mando de 10.000 soldados. Llegó a Hatun Colla
y de ahí se dirigió a Chucuito, otro reino lacustre; el curaca aceptó el ofrecimiento Inca
y se sometió pacíficamente; durante esta expedición, también fueron conquistados los
reinos de: Hillaui (Ilave), Chulli (Yuli), Pumata (Pomata) y Cipita (Zepita). Lloque
Yupanqui hizo regresar al Cusco al grueso del Ejército Real y se quedó en la zona
conquistada con consejeros, especialistas y militares para cimentar la organización
económica, social, política y religiosa.
Al año siguiente, comenzó la conquista del Contisuyo (oeste), con un ejército de 10.000
hombres, al mando de un hermano suyo. Sus tropas llegaron hasta Hurin Pacasa en las
faldas de la cordillera occidental, a 100 km del Mar de Grau. Los Hurin Pacasa, eran
sociedades aldeanas, por lo que su conquista fue relativamente fácil. Esta conquista
duró tres años. El Sapa Inca Lloque Yupanqui, se dedicó durante este tiempo a visitar
sus tierras conquistadas y a ampliar la frontera agrícola, construyendo obras de
irrigación y a la construcción de caminos, puentes y tambos. Asimismo, ejercitaba a su
hijo Mayta Cápac, para que luego asumiera el control del reino, para que los súbditos lo
conocieran y se ejercitase en el gobierno de ellos, se hacía acompañar por él.
SEGUNDA EXPANSIÓN
MAYTA CÁPAC
Al morir Lloque Yupanqui, Mayta Cápac era demasiado joven para asumir el gobierno,
por esa razón la conducción del Cuzco fue asumida por dos de sus tíos. Esta situación
fue aprovechada por los alcauizas para rebelarse contra los cuzqueños, para lo cual
buscaron una alianza con los cullumchimas. El pretexto para la sublevación fue una
pelea que tuvieron el joven Mayta Cápac con el sinchi alcahuiza, en la cual Mayta Cápac
le rompió la pierna al sinchi. Los alcauizas enviaron una tropa hasta el Inticancha, pero
Mayta Cápac arremetió con tanta fuerza que mató a dos personas e hirió a otros varios,
los sobrevivientes huyeron, rápidamente Mayta Cápac lideró una expedición a territorio
alcauiza derrotándolos y obligándolos a pactar la paz. Esa paz no duró mucho, y los
alcauizas volvieron a rebelarse, Mayta Cápac volvió a incursionar en las tierras alcauizas
tomando prisionero al sinchi alcauiza condenándolo a encierro perpetuo, luego de eso
se tomaron sus tierras y se las repartió entre los otros grupos vecinos.
CÁPAC YUPANQUI
INCA ROCA
Con la muerte de Cápac Yupanqui y la entronización de Inca Roca, varios grupos étnicos
vecinos y del bando Hurin se levantaron en contra del nuevo soberano Inca Roca. Los
primeros en rebelarse fueron los mascas, la rebelión fue controlada y el jefe masca
Guasi Guaca fue hecho prisionero.
Luego los muyna y pinahua intentaron independizarse, ante esto Inca Roca los enfrentó
matando a Muyna Pongo, jefe muyna, por su parte Guaman Tupa, jefe pinahua, huyó y
nunca más volvió a aparecer. Después de esto los incas avanzaron hasta Quiquijana y
luego el pueblo de Caytomarca.
Aprovechando el cambio de gobierno, los chancas avanzaron sobre los Andahuaylas;
ante esto, siendo los Andahuaylas aliados del Cuzco, Inca Roca solicitó la ayuda de los
pueblos Canas y Canchis, grupos mercenarios que peleaban a favor del Inca a cambio
de botines de guerra. Ante esto se formó un ejército que avanzó sobre el río Apurimac
haciendo retroceder a los chancas.
Unos años más tarde Inca Roca organizó una expedición al antisuyu que estuvo a
mando del príncipe Yáhuar Huácac, en esa oportunidad los incas avanzaron hasta
Paucartambo consiguiendo las primeras chacras de coca.
Durante éste periodo las pugnas con los ayarmacas terminan cuando Inca Roca ofrece
a su hija Curi Ocllo al jefe ayarmaca Tocay Capac como su mujer, mientras que el
príncipe inca contrae matrimonio con Mama Chiquia, hija del líder ayarmaca. Años
antes, cuando el principe Titu era niño, fue secuestrado por los ayarmaca, pero éste,
según las leyendas, lloró sangre y fue dejado con vida, por eas razón Titu Cusi Gualpa
luego pasa a llamarse Yahuar Huacac.
YÁHUAR HUÁCA
Yáhuar Huácac planeó una expedición para la conquista del Collao, pero los
condesuyus se rebelaron y esta expedición se frustró. Los condesuyus se rebelaron al
ver que los Incas, conquistando a los pueblos del Collao, iban a incrementar su poderío,
de esa manera planearon una emboscada durante una fiesta en la que el inca estaba
ebrio. De esa manera los condesuyus mataron al inca Yáhuar Huácac, y estuvieron a
punto de saquear al Cuzco pero una tormenta lo impidió.
Tiempo después los orejones se reunieron y después de varias discusiones escogieron
como nuevo gobernante a Hatun Tupac, que luego tomaría el nombre de Wiracocha.
Los chancas aprovecharon la crisis en el Cuzco para tomar nuevamente Andahuaylas.
HUIRACOCHA
Pachacutec fue el noveno inca, aunque con justicia podríamos decir que fue el primer
emperador de los incas, pues hasta antes de él sólo hubo señores con relativo poder.
Sus padres fueron el inca Huiracocha y Mama Runto, hija del señor de Anta. Desde
pequeño dio muestras de extraordinaria personalidad y fue instruido por Micuymana,
quien le enseñó a leer los quipus y le familiarizó con los hechos históricos. Destacó en
el arte de la guerra, participando desde muy joven en las campañas dirigidas por los
generales Vicaquirao y Apo Maita.
Cuando los chancas invadieron el reino del Cuzco el inca Huiracocha huyó con su hijo
correinante Inca Urco, extendiéndose el desaliento en la ciudad. En medio de ese
desorden surgió la figura del príncipe Cusi Yupanqui (nombre original de Pachacutec),
quien invocó inútilmente el regreso de su padre y de su hermano. Organizó entonces la
defensa, para lo cual contó con la ayuda del señorío vecino de los canas. Portando las
momias de sus reyes pasados los chancas avanzaron como un rodillo hasta las puertas
del Cuzco y enviaron como embajador ante Huiracocha a Huaman Huaraca. Éste se
hallaba escondido en el paraje de Chita y pactó la sumisión y entrega del Cuzco, lo que
no fue aceptado por Cusi Yupanqui. El ejército chanca, comandado por Asto Huaraca y
Tomay Huaraca, tomó por asalto la capital imperial, pero encontró una férrea resistencia
de parte de los incas, quienes finalmente vencieron. Los invasores se retiraron a
Ichubamba y prepararon un nuevo ataque. En una feroz batalla Cusi Yupanqui cercenó
la cabeza de Asto Huaraca y capturó el ídolo chanca Uscovilca, acto que según las
costumbres de aquella época sellaba la victoria. Los hechos fueron mitificados por la
historia oficial de los incas propalando la ficción de que las piedras de Ichubamba se
habían trasformado en guerreros por voluntad de los dioses, para favorecer a los
cuzqueños. En recuerdo de tanta sangre derramada en la batalla el paraje cambió de
nombre a Yahuarpampa (llanura de sangre). Pero la guerra no terminó. Cusi Yupanqui
sabía que si no desestabilizaba el poder de los chancas, éstos invadirían nuevamente
el Cuzco. Decidió entonces adelantarse y no paró hasta llegar a Andahuaylas, centro
del reino de los chancas, procediendo a una terrible represión. Se adueñó de un
inmenso botín: ídolos, armas, ropa, provisiones, hatos de ganado, vajilla, joyas y
prisioneros, muchos de los cuales fueron asesinados en las alturas de Carmenca. Los
sobrevivientes fueron reunidos en Yahuarpampa y luego conducidos al Cuzco para
festejar la victoria pisándoles los cuerpos. Cusi Yupanqui pidió a su padre que
solemnizara los festejos, pero éste se negó aduciendo que ello le tocaba a su hijo Urco.
Recelosos del prestigio que alcanzaba Cusi Yupanqui, su padre y su hermano tramaron
un plan para liquidarlo. Sin embargo, el plan fracasó: Urco fue capturado y sus restos
arrojados al río Tambo; el anciano Huiracocha se retiró a Calca.
CONQUISTAS DE PACHACUTEC
Tupac Inca Yupanqui fue un Inca, hijo de Pachacutec y Mama Anahuarque. Cuando
tenía aproximadamente 16 años su padre lo designó como correinante y resultó un
eficaz auxiliar y colaborador. Fue un guerrero nato y expandió las fronteras del imperio
como un invencible conquistador. Primero reforzó las fortalezas en el reino del Cuzco y
partió hacia el norte aplastando a los pocras de Huamanga, continuó hacia Jauja y en
Chinchaycocha fundó la llacta (ciudad) de Pumpu. En Huaylas por precaución
desmanteló las fortalezas nativas de Chungomarca y Pillaguamarca. De allí se desvió
hacia el oriente, conquistó Huánuco y fundó la llacta de Huánuco Pampa. Avanzó hasta
Cajamarca y estableció ahí su cuartel general, base de operaciones desde donde se
encaminó hacia la costa a conquistar el reino Chimor. La guerra duró varios años pues
los chimús resistieron valientemente; la resistencia sólo fue vencida al desviarse las
aguas del río Moche hacia los arenales, con lo que Chan Chan quedó desabastecida.
Posteriormente marchó a la conquista de los chachapoyas, huambos, tabaconas y
guayacondos. Avanzó tríunfalmente hasta Quito y Cayambe, llegando hasta el sur del
reino carangue. Retornó al Cuzco con un gran botín y descansó de sus conquistas por
dos años. En ese lapso se desposó con Mama Ocllo, su hermana de padre.
Salió en una nueva expedición hacia el norte con el objetivo de afianzar la conquista
total de los huayacondos. Siguió hacia el reino de Paita al cual descompuso en
pequeños señoríos para restarle fuerza e importancia, tal como lo había hecho su padre
con los ayarmaca, y como lo haría años más tarde su hijo Huayna Capac con el reino
Chimor.
Invadió después el reino de los cañaris, quienes ofrecieron una feroz resistencia, pero
finalmente los venció, fundando la llacta de Tumebamba y edificando la fortaleza de
Quinche en la región de Quito. En aquella población nacería tiempo después su hijo
Cusi Huallpa (el futuro Huayna Capac) de su esposa Mama Ocllo. Posteriormente bajó
a la costa septentrional con el propósito de conquistar Chono, Huancavilca, Paches y la
Puna. Fue una penosa expedición, el clima tropical afectó a sus tropas que en su
totalidad eran serranas, pero con todo resultó vencedor. Fue en la costa donde tuvo
conocimiento de unas islas lejanas y decidió ir en pos de ellas, alistó una impresionante
flota de balsas y zarpó con veinte mil hombres, llegando a unas islas llamadas
Ninchumbi y Aguacchumbi. Algunos historiadores piensan que llegó a la Polinesia,
específicamente a la isla Mangareva, donde en el siglo XVIII sus habitantes relataban
una leyenda de la llegada de un jefe llamado inca, quien venía del este. El mismo relato
existe en las islas Marquesas. Lo cierto es que retornó a los dos años trayendo consigo
gente negra, sillas de latón, pellejos y quijadas de caballos que fueron conservados en
la fortaleza de Sacsayhuamán.
Desembarcó en las costas del Guayas y subió a Tumebamba, recogió a su esposa y al
pequeño Titu Cusí Huallpa, prosiguiendo su marcha de regreso a la ciudad del Cuzco.
En Paramonga mandó levantar un templo dedicado al Sol, luego continuó hasta el
santuario de Pachacamac en donde permaneció 40 días ayunando. Continuó su marcha
ascendiendo por Huarochirí hasta llegar a Jauja. Su recibimiento en el Cuzco fue
fastuoso: treinta mil personas salieron a recibirle a las afueras de la ciudad, se escenificó
combates, los festejos duraron varios días y fueron planificados por su padre
Pachacutec para simbolizar el poder pleno que había alcanzado el imperio, pues ya no
quedaban reinos poderosos.
Al fallecer Pachacutec, hacia 1471, se hicieron los ritos del purucaya (funerales), que
incluían sacrificios de niños y mujeres. Se procedió luego a la entronización de Tupac
Inca Yupanqui quien, para entonces, era un hombre fogueado en la táctica guerrera y
un excelente administrador, teniendo tras de sí toda una experiencia en el correinado.
Su labor política y militar se centró en ensanchar las fronteras del imperio y a la vez
mantener el orden y la paz. Preparó un ejército y marchó hacia el Antisuyo, al cual
ingresó por tres sectores: Aguatoma, Amaro y Pilcopata. En esta campaña fue ayudado
por otros dos bravos guerreros: Otoronco Achachi y Chalco Yupanqui. Incursionaron en
la selva y conquistaron a las tribus de Yanasimi, Otapari y Manu. Otro de sus generales,
Cusi Rimachi, siguiendo la ruta de Camata llego al Paititi. El interés por esas regiones
era para abastecerse de aves exóticas, yerbas medicinales y madera de chonta que
usaban en la fabricación de sus lanzas, y también para ganar tierras que eran
destinadas a cocales. Estando en esta expedición fue avisado por su hermano Amaro
Yupanqui de un levantamiento de los collas quienes, ayudados por los puquinas y los
omasu-yos, marchaban sobre el Cuzco. El conflicto se prolongó por dos años que
culminaron con el triunfo de Tupac Yupanqui y para consolidar su victoria se vio en la
necesidad de invadir territorio colla llegando hasta Charcas. Permaneció allí un tiempo
reorganizando su ejército y preparando una nueva conquista. De Charcas se dirigió al
sur e invadió territorio araucano, sometiendo a los reyes Michimalongo y Tangalongo.
Continuó su marcha atacando el Purén y Tucapel, deteniéndose en el río Maulé, donde
creyó conveniente trasladar a poblaciones collas como mitimaes. Retornó al Cuzco
donde logró imponer un férreo control político.
HUAYNA CÁPAC INCA YUPANQUI.
Huayna Capac, llamado originalmente Titu Cusí Huallpa, al acceder al trono Inca tomó
el nombre de Huayna Capac. No obstante haber adoptado como consejero a su tío el
auqui Topa Inca, su ascenso al poder fue difícil, teniendo incluso que vivir por un tiempo
escondido para escapar de las intrigas de la codiciosa Chuqui Ocllo, concubina de su
padre, a quien había envenenado para permitir que su hijo Capac Huari fuera
entronizado inca. Habiendo conseguido el apoyo de cierto sector de la nobleza para sus
propósitos, Chuqui Ocllo propició una insurrección que fue finalmente debelada por el
general Otorongo Achachi, militar de gran prestigio y experiencia, quien liquidó a los
cabecillas, empezando por Chuqui Ocllo; Capac Huari fue perdonado pero se le desterró
a Chinchero, para que muriese en el mismo lugar donde su madre envenó a su padre.
La crisis no terminó allí, pues Titu Cusí Huallpa era aún menor de edad, por lo que fue
necesario nombrarle un incap raptin (regente). La nobleza designó a Apo Huallpaya, tío
del joven heredero al trono, quien a poco tiempo también conspiraba en favor de un hijo
suyo, en colaboración con el clero solar. Dicho complot fue descubierto por Huaman
Achachi gracias a la denuncia de un grupo de ladrones, quienes tras arrebatar varios
cestos de coca a unos mitayos que se dirigían al Cuzco, hallaron armas en su interior.
Tras las investigaciones pertinentes se dispuso la captura y muerte de los
comprometidos. Una vez reconocido como inca, Huayna Capac mantuvo el imperio
pacificado, para lo cual visitó con frecuencia su territorio y nombró funcionarios
administrativos en todo tipo de actividades. Designó a su hijo Topa Cusí Huallpa
(Huáscar) como su sucesor, permitiéndole correinar. Dejándolo a cargo del gobierno del
Cuzco, emprendió una expedición al Chinchaysuyo, compuesta por un ejército e
doscientos mil hombres, sin incluir mujeres y yanas. Al pasar por el reino de los huancas
dispuso la segregación de ese reino en tres distritos o sayas autónomas, con el fin de
culminar las antiguas rivalidades de los jatun curacas de hanan y urin, efectiva medida
con la que desestructuró al poderoso reino huanca.
Penetró en la provincia de Chachapoyas sofocando una rebelión, y emprendió desde
allí la conquista de Chilcho a Moyobamba. De Tumipampa envió tropas para poner en
orden a huancavilcas y chonos, pero debido a las inclemencias del clima tórrido de la
costa le fue imposible restablecer el control directo, llegando a un acuerdo por el que
éstos pagarían un tributo en caracolas, evitándose futuras incursiones de los cuzqueños.
Casi simultáneamente lanzó otro ejército contra carangues, cayambes y pastos, etnias
del extremo septentrional, a las que derrotó después de una larga lucha que duró diez
años. Los rebeldes fueron vencidos y masacrados en la batalla de Cocharangue, que a
partir de esa fecha se denominó Yawarcocha (lago de sangre), en recuerdo de las aguas
teñidas de rojo. Posteriormente tuvo noticia de una incursión de tropas guaraníes al
Collao, ordenando a su capitán Yasca la reconquista de la guarnición de Cuzcotullo.
Centenares de guaraníes fueron tomados prisioneros y trasladados a Vilcanota, donde
fueron conocidos como chiriguanos. En su tiempo el imperio alcanzó su maxima
expansión y esplendor, llegando hasta el río Ancasmayo (actual río Carchi que separa
Ecuador de Colombia).
También adquirió importancia la llacta de Quito, ubicada en el norte, residencia de
centenares de mitmas incas, designados para el control de las subversivas tierras de
Carangue, Cayambe y Pasto, pero el Cuzco mantuvo su hegemonía política. En una de
sus incursiones a la costa Huayna Capac se contagió de una extraña enfermedad que
estaba haciendo estragos en la población del norte del imperio, falleciendo en su palacio
de Tumipampa. Su muerte creó una crisis sucesoria, dando lugar a una guerra civil entre
sus hijos Huáscar y Atahualpa.
CONCLUISONES
Alrededor del año 1200 los incas iniciaron los primeros intentos de expansión sobre
otros pueblos. Este proceso se aceleró durante el siglo XV.
Los gobernantes del imperio inca emprendían expediciones de conquista. Algunos
pueblos fueron derrotados; otros, en cambio, se sometían pacíficamente.