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Trabajo final de adscripción

Cátedra de Psicología Evolutiva de la Niñez

“Filogénesis y ontogénesis del lenguaje: nociones básicas sobre el


desarrollo del habla en el niño”.

Autora: Lic. María Patricia Paolantonio


Periodo cursado de Adscripción ad- honorem: 2012-2014
Fecha de entrega: noviembre 2014

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Filogénesis y ontogénesis del lenguaje:nociones básicas sobre el desarrollo

del habla en el niño


Lic. María Patricia Paolantonio

“El lenguaje es el mayor invento del hombre”


(Thorndike, 1943)

Filogénesis del lenguaje


La evolución del lenguaje es paralela a la evolución humana. Si bien la historia de la evolución del
hombre comenzó hace más de 4.000.000 años, el Homo Erectus-quien poseía una capacidad
cerebral semejante a la que posee la raza humana en la actualidad- habitaba nuestro planeta
1.500.000 de años atrás, aproximadamente.
Las investigaciones antropológicas, arqueológicas y paleontológicas dedicadas al estudio de la
evolución del lenguaje en la especie humana acuerdan, en su mayoría, en que los hombres del tipo
PithercantropusErectus –cuya antigüedad data cerca de 800.000 años- no poseían habla. En esta
etapa de la evolución histórica humana el hombre emitía chillidos, gruñidos y gritos que
responden a características exclusivamente emocionales de la comunicación. Esta manera de
comunicarse fueproducto de la expresión sonora de tipo laríngeo relacionada con el temor, celos,
formas de advertencia y de llamado de atención, entre otras. Este tipo de comunicación de tipo
sonoro se acompañaba, a su vez, con mímicas y gestos.
De acuerdo con Lieberman (1991), el hombre de Neandertal -que vivió durante un periodo
aproximado que comprendió entre 400.000 a 35.000 de antigüedad- desapareció debido a que su
falta de lenguaje implicó una desventaja adaptativa. “El análisis de un prototipo de Neandertal (el
fósil de La Chapelle-aux-Saints) demostró que los neandertales producían todas las vocales
nasalizadas y no podrían emitir /a/, /i/, /u/” (Belichón, Igoa&Rivière, 2009, p.169).
Probablemente, entonces, su habla habría sido confusa y lenta; o sea, menos eficiente.
Se habla de que el comienzo del lenguaje oral ocurre con la aparición del Homo Sapiens, cuyo
tracto vocal habría permitido generar todos los sonidos del habla. A partir de este conocimiento,
Lieberman (1991) formula la hipótesis de que el lenguaje aparece muy tarde en el proceso
evolutivo de la especie humana (entre 400.000 y 125.000 años contados desde la actualidad) y

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que sus consecuencias a nivel cognitivo fueron la evolución del pensamiento y la capacidad de
resolución de problemas.
Muchos de los hallazgos paleontológicos, así como el devenir histórico y cultural del Homo
Sapiens, sugieren que la aparición del leguaje ocurrió conjuntamente con un progreso a nivel
técnico y cultural veloz que pudo ser muy cercano a la evolución de uno o varios tipos de lenguaje.
“Tales códigos permiten establecer distinciones conceptuales entre categorías ontológicas básicas
(objetos, sucesos, acciones, lugares, tiempos, modos, etc.), hablar acerca de los estados internos
propios y ajenos, formular diversas clases de relaciones (causales, adversativas, conjuntivas, etc.),
expresar distinciones de valor de verdad, modalidad (necesidad, posibilidad, factividad) y
transmitir sutilmente intenciones entre congéneres” (Belichón, Igoa&Rivière, 2009, p.171).
Teóricos como Lieberman (1991) y Chomsky (1988) consideraban que le evolución del lenguaje no
puede explicarse simplemente desde la selección natural sino que su origen podría deberse a
preadaptaciones evolutivas lejanas como la bipedestación, la lateralización, la coordinación viso-
motriz y la manipulación de objetos. “El recurso a este tipo de explicación evolutiva, a la que se
denomina exaptación, permite dar cuenta de la aparición de órganos (mentales o físicos) nuevos,
partiendo del supuesto de que ciertos desarrollos, relacionados con una cierta función (a), pueden
definir una nueva función (b), no relacionada con la inicial” (Belichón, Igoa&Rivière, 2009, p.172).
Desde esta perspectiva, se considera que la evolución del lenguaje fue repentina y producto de
procesos de exaptación y de mecanismos desarrollados sin función o con una diferente a la
lingüística propiamente dicha. Siendo su aparición abrupta y su evolución discontinua.
Sin embargo, Pinker y Bloom (1990) desacuerdan con la concepción de la evolución discontinua
del lenguaje revalorizando el papel de la selección natural. Para estos autores la complejidad del
lenguaje humano sólo puede entenderse como producto del refinamiento progresivo propio de la
selección natural que facilitó que su diseño sea adaptado a su función –comunicar estructuras
proposicionales; es decir, ideas.
Una de las críticas con más peso que enfrenta esta hipótesis es aquella que plantea que toda
complejización lingüística que acontezca durante la evolución gradual produciría una desventaja
adaptativa: aquellos individuos que poseyeran nuevos mecanismos lingüísticos no podrían ser
comprendidos por sus pares. Por lo tanto, se supone que el mismo proceso de selección natural
habría eliminado los pasos consecutivos de la complejización lingüística debido a la desventaja
adaptativa que ella significaría para sus usuarios.

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Así el devenir histórico de la evolución del lenguaje es un misterio aún no develado aunque sí
existe diversidad de hipótesis al respecto que aún continúan desarrollándose. Sin embargo, en lo
que hay mayor acuerdo es en que se pueden separar en dos las etapas de la filogénesis del
lenguaje humano(Ardila, 1970):

1. Lenguaje inarticulado: etapa en que no podían diferenciarse unidades fonéticas sino que lo que
existían eran sonidos difusos. Según algunos autores esta etapa duro alrededor de 800.000 años.
Con el paso del tiempo, muy lentamente, las señales fonéticas adquirieron un carácter más
consciente e intencionado. Los ademanes servían para mostrar a los pares la acción a realizar,
siendo éstos junto a las unidades fonéticas indiferenciadas los medios en que el hombre primitivo
pudo comunicar sus pensamientos.
Luria (1982) apoya también este enfoque sobre el origen del lenguaje con relación al uso de
gestos, los cuales surgieron de acuerdo a este autor con base en la actividad productiva bajo la
forma de movimientos abreviados que representaban ciertas actividades laborales y gestos
señalizadores por medio de los cuales los hombres se comunicaban entre sí. El gesto señalizador
representaba acciones u objetos pero sólo era comprensible al ser contextualizado en la situación
concreta en la que se producía; fuera de esta situación el gesto no tenía significado alguno.

2. Lenguaje articulado: se caracteriza por una mayor diferenciación fonética.Aparecen las palabras
aisladas y luego las palabras entrelazadas. Al principio las palabras tenían un significado único y
concreto, más adelante se fueron haciendo más y más abstractas.
En los homínidos suceden dos importantes cambios a nivel neurológico: 1) la elaboración de
estructuras relacionadas con las funciones mentales superiores (aprendizaje, cognición, memoria)
y 2) la reorganización cerebral para acomodar una modalidad volitiva auditivo -vocal, no
afectiva.Ambos cambios llevaron a un aumento relativo de la capacidad cerebral y a la tendencia a
la lateralización de las funciones y estuvieron condicionados por elincremento en la capacidad de
almacenamiento y procesamiento de información, producto de un sistema de comunicación más
eficiente.

Psicolingüística
Numerosos autores ubican el nacimiento de la Psicolingüística a mediados del siglo pasado de la
mano de la informática y del libro Psycholonguistics: a survey of theory and researchproblemsde

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los autores Charles Osgood y Thomas Sebeok. Estos autores definieron a la Psicolongüística como
una ciencia que “trata directamente los procesos de codificación y decodificaciónen cuanto a la
relación de estados de mensajes con estados decomunicantes” (Osgood&Sebeok, 1974, p. 13).
La psicolingüística se dedica al estudio de los procesos de codificación y decodificación del
lenguaje y de las características de los individuos que son parte de dichos procesos.
Podemos decir entonces, que estamos ante una disciplina que estudia todo el proceso
comunicativo; es decir, no sólo los mensajes en sí mismos sino también quienes participan del
mensaje (emisor y receptor). Por lo tanto, son también objetos de estudio la adquisición del
lenguaje y el procesamiento lingüístico. Según Owens(2003, p. 1), “la psicolingüística es el estudio
de la forma en que las personas adquieren y procesan su propia lengua”.
Con anterioridad, psicólogos norteamericanos se dedicaron a englobar dentro de sus teorías sobre
el aprendizaje a la conducta verbal, quienes admitían que los vínculos entre las palabras y sus
significados se reducían a vínculos de probabilidad determinados por la frecuencia de las
asociaciones por el refuerzo (Ajuriaguerra, 2001). Skinner (1957) propuso un análisis funcional de
las conductas verbales consistente en la descripción de variables que actúan como estímulo,
refuerzo o privación de las anteriores. Este autor marcó un antes y un después en la psicología del
lenguaje.
Si bien el objeto central de estudio de esta psicología son los procesos que operan en los seres
humanos cuando emiten o receptan enunciados, antes de 1957 el énfasis estaba puesto en las
palabras, el método asociacionista y en las teorías de la asociación y el condicionamiento;mientras
que después de 1957 la psicología del lenguaje se dedicaría a estudiar el enunciado orientándose
teóricamente hacia los sistemas reguladores y a la influencia de la lingüística (Engelkamp, 1981).
Antes de 1980las investigaciones acerca de la adquisición del lenguaje se dedicaban
exclusivamente al estudio de la producción del mismo mientras que después de mediados de esta
década la aparición de técnicas de monitoreo dieron como resultado nuevas ideas acerca del
procesamiento fetal y neonatal del habla, reconociéndose la importancia del diálogo no lingüístico
precoz entre madre e hijo. Antes de la utilización de estas nuevas tecnologías se consideraba que
las manifestaciones del lenguaje y de la conducta comunicativa no verbal -anteriores a los 15
meses de edad- brindaban poco o nulo conocimiento acerca de la adquisición del lenguaje, por lo
que el foco de las investigaciones estaba puesto en la producción de palabras
reconocibles(Karmiloff & Karmiloff-Smih, 2005).

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Posteriormente se comenzó a valorar al balbuceo y su función como sintonizador del sistema
articulatorio con la lengua materna. Con los años se fueron realizando un sinfín de invaluables
descubrimientos en esta área del conocimiento, como por ejemploque el bebé posee capacidad
de segmentación del habla y de su conocimiento acerca de que las palabras se refieren a objetos,
personas, lugares y acciones desde épocas tempranas de su desarrollo; tambiénque desde mucho
antes de los dos años los niños y niñas comprenden que el orden de las palabras contiene
información fundamental acerca del significado del mensaje que se quiere transmitir, entre otros
(Karmiloff & Karmiloff-Smih, 2005).
Sin embargo, el estudio de la adquisición del lenguaje no termina allí. Si bien es sabido que ya a los
cinco años la mayoría de los niños y niñas habla fluidamente y ha adquirido un amplio vocabulario
así como también muchas de las reglas lingüísticas de su lengua, la adquisición del lenguaje es un
proceso que continúa durante la etapa escolar e incluso a lo largo de la vida adulta.

Concepto de lenguaje y su diferenciación de lengua, habla y comunicación


Suele decirse que el lenguaje es lo que nos diferencia a los seres humanos de los animales,
probablemente debido a que ocupa en la vida del ser humano un lugar fundamentalno sólocomo
capacidad adquirida sino también como vehículo o medio de transmisión de la cultura en que el
hombre se desenvuelve. Para Pavlov (1927) la palabra crea un segundo sistema de señales de la
realidad que implica, por una parte, numerosos estímulos verbales que nos separan de la realidad
y, por la otra, lo que nos hace humanos.
Una manifestación distinta del lenguaje humano se trata del lenguaje emocional o
instintivo(Azcoaga, 1992), el cual cumple un rol fundamental en la infancia ya que en las etapas
posteriores de la vida de los individuos aparece de la mano de las manifestaciones más elevadas
del lenguaje. Podemos observar este tipo de lenguaje a través de la actividad mímica (de tipo
facial, en el contacto social y/o derivadas del aprendizaje artístico, como la pantomima) y de las
interjecciones.También se puede hablar de un lenguaje abstracto y racional (Azcoaga, 1992) el cual
se entrelaza y trabaja interdependientemente con el afectivo–emocional. Así, en el desarrollo del
lenguaje en el niño entre los 2-3 años a 6-7 años se verifica la aparición y progreso del primero a
partir del segundo.
Según Azcoaga y cols.(1992), la principal característicadel lenguaje humano es su capacidad de
elevar los elementos de la realidad al más alto grado de abstracción, separándolos, por lo tanto,
de esa realidad; es decir, su capacidad de ensanchar considerablemente los marcos de la realidad,

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extendiéndola hacia el pasado y hacia el futuro e incorporándole nuevos valores que le son
inherentes. Cada lenguaje constituye un medio de transmisión de cultura y pensamiento posible
gracias a que sus usuarios han acordado acerca de los símbolos y reglas que lo componen.
El acuerdo social que existe sobre un tipo de lenguaje da lugar a un código compartido que
permite tanto la representación de objetos, sucesos y/o relaciones como el intercambio de
información. De aquí que Owens(2003,p. 5) define al lenguaje como “un código socialmente
compartido o un sistema convencional, que sirve para representar concretos mediante la
utilización de símbolos arbitrarios y de combinaciones de éstos, que están regidas por reglas”.
Estas reglas proporcionan un orden al lenguaje y permiten a los usuarios del mismo discriminar
qué símbolos deben utilizar a la hora de transmitir un mensaje.
Asimismo, F. Saussure (1964) -uno de los principales referentes de la Lingüística- define al lenguaje
como perteneciente a diferentes dominios como lo son el físico, el fisiológico y el psíquico; además
de los dominios individual y social, considerando además que no puede concebirse uno sin el otro.
Este autor también discrimina entre lengua –conjunto de reglas que determinan el empleo de
sonidos, formas y medios de expresión sintácticos y lexicales-, la cual está compuesta por el
significante o imagen acústica (huella psíquica del sonido) y el significado o concepto; y habla que
es el uso concreto y particular que el locutor hace de la lengua en un momento
determinado(Ajuriaguerra, 2001).
También se puede definir al habla como “proceso dinámico neuromuscular para la producción de
sonidos hablados orientados a la comunicación”(Owens, 2003, p. 417); es decir, un medio verbal
de transmisiónel lenguaje oral o medio verbal de comunicación o transmisión de significado.
Cada lengua hablada está compuesta de ciertos tipos de sonidos característicos (fonemas), calidad
de la voz, entonación o ritmo que son de gran utilidad a la hora de dar un significado u otro al
mensaje que se quiere transmitir.Sin embargo, además de sus manifestaciones sociales e
individuales no hay que olvidar que el lenguaje es también un proceso de tipo psicológico ya que
actúa como vehículo de contenidos significativos como también modelando la conducta propia y
ajena. Dicho contenido significativo está incluido tanto en cada palabra en sí misma como en sus
combinaciones (oraciones) y en el contexto en el que son dichas (dimensión social).
A su vez, cada palabra se va cargando de contenido significativo de manera constante ya que los
mismos se van modificando incesantemente, al igual que sus significados, una vez que son
incluidos en oraciones. Esto mismo ocurre cuando las oraciones forman parte de un discurso
donde el tono con el que se enuncian, el estado de ánimo del locutor y del oyente así como

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también el énfasis puesto, son esenciales para establecer el matiz del significado de cada oración,
o cambiarlo, posibilitando variaciones en el mensaje que se quiere transmitir(Owens, 2003).
El habla, la lengua y el lenguaje son parte del proceso mediante el cual los interlocutores
intercambian información, ideas, necesidades y deseo.Este proceso se denomina comunicación.
Este proceso implica el intercambio entre al menos dos individuos (emisor o alocutor y receptor o
alocutario) cuya motivación es la de transmitir o recibir, respectivamente, un mensaje
(información) mediante un código lingüístico, elementos extralingüísticos (paralingüístico,
metalingüístico y no lingüístico) y diferentes modos (gestual, lectura y escritura, hablar y escuchar)
en que dicho proceso se lleva adelante.

Transmisión

-Conocimiento -Conocimiento
del código del código
lingüístico y lingüístico y
elementos ALOCUTOR elementos
ALOCUTARIO
extralingüísticos extralingüísticos
O M E N SA J E O
EMISOR
- Uso de los RECEPTOR - Comprensión de
gestos los gestos

- Características - Característics
psicológicas, Codificación psicológicas,
Decodificación
sociales y lingüística sociales y
lingüística
culturales del culturales del
alocutor alocutario

- Tipo de - Conocimiento
discurso elegido de los discursos

FIGURA 1. Proceso de comunicación

Por ende, es a través del lenguaje que el ser humano va conociendo la realidad y aprendiendo las
reglas del mundo social en el que está inserto. Y es así también como la conducta comienza a ser
regulada a través del uso del mismo. Precisamente, a partir de la socialización con el medio que
comienza con la relación mamá-bebé y luego se extiende a los demás actores del mundo social del
niño es como el comportamiento va siendo modelado.

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Componentes del lenguaje
La relación del ser humano con el lenguaje comienza ya desde la vida intrauterina (Karmiloff &
Karmiloff-Smith, 2005). Numerosos estudios han demostrado que desde la semana veinte de
gestación el nivel de desarrollo del sistema auditivo del feto es capaz de procesar ciertos sonidos
que provienen del cuerpo de su madre, como por ejemplo el latido de su corazón.De esta manera,
el feto es estimulado con los sonidos internos pero también y, principalmente, externos
correspondiente al lenguaje humano. A partir del sexto mes de gestación el bebé pasa mucho de
su tiempo procesando los sonidos lingüísticos y familiarizándose con la voz de su madre y la lengua
materna, al igual que con la prosodia del lenguaje -entonación de las oraciones y pautas rítmicas
de las palabras- que estructura el habla (Karmiloff & Karmiloff-Smith, 2005).
Habiendo tenido múltiples experiencias de acercamiento a los sonidos de su lengua materna,
principalmente a través de las conversaciones de su madre, el recién nacido llega al mundo
fuertemente estimulado para sentirse especialmente atraído hacia el habla humana y dotado
biológicamente para adquirir el lenguaje (Borzone de Manrique, 1989). Así, si bien el bebé
humano nace con las condiciones neurofisiológicas para aprender a comprender y producir el
lenguaje juega un rol importante en todas las etapas de ese proceso el medio social que rodea al
infante (Borzone de Manrique, 1989).
De esta forma, en el proceso de adquisición de la lengua interactúan tres componentes del
lenguaje (Bloom & Lahey, 1978): la forma -que incluye la sintaxis, la morfología y la fonología-, el
contenido –que abarca la semántica- y el uso –o pragmática-. “Estos cinco componentes, sintaxis,
morfología, fonología, semántica y pragmática, constituyen el sistema fundamental de reglas de
uso del lenguaje” (Owens, 2003, p. 16).
Sintaxis: es la estructura de un lenguaje; es decir, las reglas de organización del lenguaje que
especifican cómo deben ordenarse y, la estructura de las oraciones y las relaciones entre las
palabras para reproducir enunciados gramaticalmente significativos.
Morfología: se trata de la organización interna de las palabras; es decir de cómo se combina cada
uno de los morfemas -unidad mínima de significado que existe en una lengua; unidad gramatical
más pequeña- que forman una palabra
Fonología: se ocupa de las reglas que rigen la estructura, distribución y secuencias de los sonidos
del habla o fonemas –unidad sonora más pequeña que puede reflejar una diferencia de
significado-, y la configuración de las sílabas. Cada lengua posee un subconjunto de fonemas que
no existen en otras lenguas, por lo cual los niños y niñas durante su desarrollo aprenden a

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discriminar, producir y combinar los sonidos propios de su lengua materna para así asignar un
sentido a los que dicen y escuchan.
Semántica:se refiere a los significados de las palabras y enunciados. Tiene que ver con las
relaciones existentes entre la forma del lenguaje y las percepciones sobre los objetos,
acontecimientos y relaciones (o sea, pensamiento) de los involucrados en el proceso de
comunicación; ya que las palabras que utilizan los seres humanos no representan la realidad en sí
misma sino sus propias concepciones acerca de la misma.
Pragmática: trata sobre la manera en que se utiliza el lenguaje para comunicarse eficazmente en
diversos contextos sociales; o sea, constituye un conjunto de reglas relacionadas con el uso del
lenguaje en un determinado contexto comunicativo

Son estos componentes los que dan estructura lingüística a los contenidos que se quieren
comunicar, posibilitando un intercambio lingüístico significativo con otros.

Modelos teóricos de desarrollo del lenguaje

“Cada niño es un lingüista que debe deducir las reglas


de su propia lengua natal aunque a diferencia de un
lingüista el niño no dispone de un lenguaje maduro
sobre el qué basarse para comprender a otra persona”.
(Owens, 2003)

El estudio del lenguaje y de su desarrollo durante a vida humana ha despertado interés en más de
una ciencia o profesión, desde los lingüistas y sociolingüistas a los psicólogos, psicolingüistas y
neurolingüistas, entre otros. Muchos de los cuáles al abordar el interrogante de cómo los niños y
niñas adquieren el lenguaje dieron como resultado de sus estudios diversos modelos teóricos que
intentan explicarsu adquisición y desarrollo.

Teoría conductista (perspectiva empirista)


En las décadas de 1930 y 1940 se comenzaron a investigar más específicamente las conductas
observables y los estudios dedicados al lenguaje infantil (llamados estudios de recuento), los
cuales tenían como objetivo principal clasificar y medir la frecuencia de aparición de las conductas

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lingüísticas partiendo del supuesto de que la aparición de alguna de ellasimplicaba un
conocimiento lingüístico subyacente.
Las aproximaciones teóricas que influían dichos estudios eran la teoría de la información y la
teoría del aprendizaje, las cuales se dedicaban al análisis de la probabilidad de producción de una
respuesta, como por ejemplo la palabra. Los dos exponentes más importantes de la teoría de la
comunicación, Shannon y Weaver, consideraban que tanto los contextos lingüísticos como los no
lingüísticos determinan la probabilidad de aparición de una respuesta; por ende, según este grupo
de teóricos, la producción de una palabra estaría determinada por la palabra o frase que la
preceda. Así, la principal crítica a esta concepción argumenta que no existe un orden intrínseco en
las palabras sino que el mismo está determinado por la intención del emisor de expresar un
mensaje específico.
Por otro lado, los teóricos del aprendizaje -por ejemplo Osgood o Skinner- consideraban al
lenguaje como una conducta más a ser aprendida. Según Skinner (1957), la conducta verbal es
adquirida como consecuencia de que los padres refuerzan selectivamente aquellas vocalizaciones
o sonidos propios de la lengua natal del niño, estableciendo así el repertorio de sonidos de sus
hijos(refuerzo es aquella respuesta que prosigue a una determinada conducta e incrementa su
posibilidad de ocurrencia). Al mismo tiempo, aquellos sonidos y vocalizaciones que son ignorados,
no reforzados, aparecerían menos frecuentemente e incluso podrían desaparecer (extinción). La
fuerza del vínculo –ya sea, fortalecido o debilitado- entre estímulo o respuesta es la que determina
la probabilidad de ocurrencia de una respuesta específica.
De acuerdo con este autor, otro método de aprendizaje del lenguaje son las
aproximacionessucesivas, dondecualquier respuesta que presente cierto parecido a la conducta
estándar -proporcionadas por quienes poseen un lenguaje maduro- de la comunidad lingüística es
reforzada para en el futuro ser modificadas progresivamente y aproximarse cada vez más al
modelo adulto. Por ende, se puede decir que también el lenguaje se aprende por encadenamiento
(aprendizaje de serie de conductas donde cada conducta actúa como estímulo para la siguiente),
modelado (una única conducta se modifica gradualmente mediante el refuerzo de aproximaciones
sucesivas a la conducta final deseada), imitación, práctica y refuerzo selectivo. De esta manera, el
entorno ejerce un rol activo y primario ante un aprendiz (niño o niña) que actúa un papel
secundario en el proceso de adquisición del lenguaje.
El mayor detractor de Skinner fue Chomsky quien encontró entre las limitaciones de esta teoría a
las siguientes:

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- Los padres sólo refuerzan un porcentaje mínimo de las vocalizaciones y sonidos de sus
hijos al igual que ocurre con los errores gramaticales
- Skinner ignora la importancia del contenido que se está aprendiendo como clave del
proceso de adquisición del lenguaje
- Puesta en duda del uso de la imitación, ya que es poco frecuente en niños y niñas mayores
de dos años. La imitación suele usarse en el aprendizaje de palabras nuevas y
perfeccionamiento de las ya adquiridas.
- A lo anterior se agrega que el habla madura proporciona un modelo de lenguaje muy
deficiente y plagado de errores resultando la imitación una estrategia poco útil.
- La imitación tampoco puede explicar el uso de emisiones comunes en el lenguaje infantil
(p. e. “Mamá, el juguete esta rompido”), las cuales no existen en el lenguaje adulto.
- Fracasa en explicar la capacidad de crear emisiones originales que caracteriza a un
lenguaje, ya que el infante no puede aprender por imitación todas las posibles frases ni las
emisiones que permitirán las asociaciones entre palabras.
- No tiene en cuenta lo que el niño o niña aporta al proceso de aprendizaje del lenguaje ya
que Skinner ignora la importancia de los procesos cognitivos que lo subyacen.

Teoría psicolingüística: Modelo sintáctico (perspectiva nativista)


Desde finales de la década de 1950 los teóricos psicolingüistas centraron su estudio en la
estructura del lenguaje, los procesos mentales subyacentes y el supuesto de que las estructuras
lingüísticas son clave en los métodos que usan los seres humanos para comprender y generar el
lenguaje. Según esta perspectiva teórica al ser el lenguaje una capacidad propia y universal de la
especie humana, entonces sus bases deben ser biológicas y, por lo tanto, vienen dadas
genéticamente y de manera innata.
Su más importante exponente fue N. Chomsky quien intentó esclarecer los principios operativos
que podrían explicar similitudes y diferencias entre los diferentes lenguajes humanos, basándose
en el proceso lingüístico y en las reglas gramaticales en particular. Este autor consideraba que el
procesamiento lingüístico se realizaba en dos niveles: el primer nivel o reglas para la estructura de
la frase, de carácter universal, opera mediante reglas que delimitan las reglas básicas que
subyacen a la organización de la frase (se trata de la gramática); y un segundo nivel o reglas de
transformación, cuya meta es reorganizar los elementos estructurales que caracterizan a cada

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lengua específica en particular (se trata de las reglas sintácticas que permiten, por ejemplo,
interpretar la ambigüedad presente en una oración o explicar significados similares presentes en
oraciones diferentes entre sí). Así, según Chomsky, al combinar ambos niveles de reglas es posible
explicar la capacidad humana para crear todas las frases posibles correspondientes a un idioma
determinado.
A su vez,basándose en la universalidad de las reglas del primer nivel es que este autor propone la
existencia de un mecanismo de adquisición del lenguaje innato al que denominó dispositivo para
la adquisición del lenguaje (DAL o LAD en inglés). De acuerdo con este concepto los niños y niñas
nacen portando un procesador lingüístico innato que implica una gramática universal, lo cual les
permite realizar un análisis lingüístico del habla que escuchan (input lingüístico), establecer
hipótesis acerca de las regularidades de su lengua, contrastarlas y a partir de allí comprender las
reglas sintácticas que organizan dicho lenguaje.
Finalmente, en las décadas de 1980 y 1990, Chomsky desarrolló su teoría del régimen obligatorio
cuyo objetivo fue explicar la gran diversidad de oraciones sintácticamente bien construidas en
cada lengua y el desarrollo de la gramática por parte de niños y niñas a partir de un input
lingüístico tan limitado; o sea, intentó describir la forma en que la mente humana representa el
sistema autónomo del lenguaje.
En cuanto a las limitaciones de este modelo teórico, se puede decir que (Owes, 2003; Shaffer,
1999):
- Ignora la contribución de la fonética, la semántica y la pragmática.
- No reconoce la existencia de las estructuras semánticas que subyacen a la forma del
lenguaje.
- No es adecuado para explicar etapas tempranas del desarrollo del lenguaje en las cuales
predominan las palabras aisladas y las combinaciones de palabras.
- Al ser una teoría basada en el lenguaje adulto es inapropiada para explicar el desarrollo
del lenguaje en el niño.
- Rechaza los usos del lenguaje propio de niños y niñas.
- Subestima la importancia del entorno y de las primeras experiencias socio-cognitivas
- El carácter innato del proceso de adquisición del lenguaje no ayuda a comprender cómo
ocurre el mismo.

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Teoría psicolingüística: Modelo socio-cognitivo
A partir de la década de 1970, L. Bloom lideró la revolución semántica con la publicación del libro
Languagedevelopment: form and function of emerginggrammars, en el cual se dejó atrás el
análisis sintáctico del desarrollo del lenguaje para centrarlo en el análisis semántico. Así, se
comenzó a estudiar la estructura del lenguaje infantil con relación al significado que quería
expresar el niño o niña teniendo presente tanto los elementos lingüísticos como no lingüísticos.
Este modelo basaba su teoría en que la relación semántica está dada por el orden de las palabras y
que es dicha relación la que luego se expresará sintácticamente; es decir, el componente
semántico del lenguaje evolucionaría antes que el sintáctico.
Poco tiempo después, otro lingüista, I. M. Schlesinger propondría el carácter semántico de la
gramática infantil y pretendería identificar las primeras relaciones semánticas del primer lenguaje
del niño, las cuales se supone dependerían del orden de las palabras. De acuerdo con lo plateado
por este autor, durante el proceso de desarrollo del lenguaje son las reglas del orden de las
palabras las que dan paso a los mecanismos sintácticos del adulto.
Además, los adeptos al modelo semántico concluyeron que el carácter innato de las reglas
lingüísticas universales plateadas por Chomsky representan, en realidad, un patrón general de
desarrollo cognitivo. Esto quiere decir que según esta posición teórica es el pensamiento el que
precede al lenguaje, ya que considera que primero los niños y niñas conocen el mundo que los
rodea para luego utilizar el lenguaje y hablar sobre lo que conocen; es decir, el lenguaje es el
medio que le permite al niño o niña representar dicho entorno.
Las críticas que se hicieron a estas concepciones sobre la adquisición del lenguaje son (Owes,
2003; Shaffer, 1999):
- No es posible explicar el proceso de adquisición del lenguaje sólo desde una perspectiva
cognitiva.
- No reconoce el papel del input lingüístico en el proceso de adquisición del lenguaje de los
niños y niñas más pequeños.
- No se explica acabadamente el vínculo entre las capacidades cognitivas y la adquisición del
lenguaje ni porqué los conceptos cognitivos que el niño o niña adquiere sobre el mundo
posteriormente se codifican lingüísticamente.
- Ignora la importancia del contexto social en el desarrollo y adquisición del lenguaje.

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Teoría sociolingüística (perspectiva interaccionista)
Este modelo considera que el fin mismo del lenguaje es ser un medio para conseguir un objetivo -
es decir, para transmitir información- dentro de un contexto social y comunicativo que es esencial
para poder transmitir el significado. Dicho significado se acuerda entre los interlocutores según
sean los contextos lingüísticos y referenciales en que se pronuncian las palabras. Así, la motivación
principal para adquirir y utilizar el lenguaje es conseguir una comunicación eficaz.
Según esta teoría posee especial importancia en el proceso de adquisición del lenguaje la relación
comunicativa que se establece entre el niño o niña y su cuidador durante sus primeros meses de
vida. Esta perspectiva considera que a medida que el cerebro del niño o niña madura se
predispone a la adquisición de nuevos conocimientos, entre ellos el lenguaje; así el desarrollo de
este último es el resultado de la compleja interacción entre la maduración biológica, el desarrollo
cognoscitivo y el ambiente lingüístico del infante.
Se sabe que desde etapas muy tempranas de su vida el niño o niña es especialmente sensible a los
sonidos del habla humana y a los patrones de entonación, a la vez que es capaz de diferenciar
fonemas (Karmiloff & Karmiloff-Smith, 2005). A estas conductas el adulto las considera como una
forma de comunicación significativa, de manera tal que le responde confirmando esos primeros
intentos comunicativos (Owens, 2003). Podemos decir entonces que este proceso es bidireccional.
A su vez, este modelo considera que a medida que los cuidadores responden a las primeras
conductas comunicativas del niño o niña, éstos aprenden a expresar sus intenciones. Esta
respuesta está vinculada con las posteriores capacidades lingüísticas que poseerá el infante al
igual que contribuye al vínculo de apego padre/madre e hijo. De esta manera, es que se considera
que dicho intercambio social es el que favorece la adquisición del lenguaje infantil, ya que se
evoluciona desde una comunicación refleja incondicionada hacia la expresión verbal intencionada
durante el segundo año de vida.
Además, desde que los niños o niñas producen sus primeras emisiones verbales los padres
responden a ellas con un comentario o respuesta, imitando o suministrando retroalimentación
(Borzone de Manrique, 1989). Al mismo tiempo, ofrecen al infante un modelo simplificado del
habla adulta a la vez que modifican el modelo lingüístico que brindan al niño o niña de acuerdo a
los progresos que estos presenten con respecto a la utilización de nuevas estructuras (nivel
lingüístico del niño/a), al igual que lo hacen el modelado y la retroalimentación que brinda el
cuidador.

16
Por último, se mencionarán las limitaciones que presenta este modelo (Owens, 2003; Shaffer,
1999):
- La existencia de comunicación desde etapas del desarrollo infantil muy tempranas no
explica cómo se produce la asociación entre un símbolo y un referente ni cómo se
adquiere la estructura del lenguaje.
- No explica la manera en que las intenciones que el niño quiere comunicar con el lenguaje
se relacionan a la forma y contenido del mismo.

Neurolingüística: breve reseña sobre la relación cerebro-lenguaje


Tanto la anatomía como la funcionalidad del sistema nervioso son resultado de la evolución. Los
organismos vivos son el producto de la selección natural que ha implicado, principalmente, una
compleja adaptación de ellos al medio en que habitan. La evolución ha dotado a gran parte de
dichos organismos de un sistema nervioso que les permite integrar la información que reciben y
emitir respuestas eficaces que favorecen su supervivencia y reproducción. Estos animales tienen
un cerebro que posee un cierto tamaño, lo cual depende del grado de evolución necesaria para
sobrevivir en su medio según sea la complejidad de éste. A ello se debe que en cuanto a la
evolución del sistema nervioso se suele acordar con la concepción propuesta en el 1800 por
Lamark según la cual “la función crea al órgano”; es decir, la necesidad de poder ejercer cierta
función hace que el órgano se desarrolle hasta el punto en que es capaz de cumplirla
eficientemente.
Cada uno de los hemisferios cerebrales controla el lado opuesto del cuerpo, excepto en el caso de
la visión y de la audición. Por lo tanto, el funcionamiento sensorial y motor de ambos hemisferios
es casi simétrico. Es decir,ambos hemisferios comparten la responsabilidad de ejercer la mayor
parte de las funciones, son complementarios, ya que la información pasa de uno a otro de manera
rápida y fluida.Sinembargo, en lo que respecta al lenguaje esto no es así. Los estudios realizados
para dilucidar este interrogante han aducido que el hemisferio derecho se ocupa del control del
lenguaje en lo referente a los aspectos sociales mientras que al izquierdo se le atribuye la
comprensión del significado de palabras y frases, repetición, denominación y elaboración del
lenguaje espontáneo en contenido y fluencia. Por ende, el procesamiento del lenguaje es
responsabilidad casi exclusiva de uno u otro hemisferio, dividiéndose entre ellos las distintas
funciones y procesos que implican dicho procesamiento:

17
HEMISFERIO DERECHO: habilidades relacionadas a los aspectos receptivos del lenguaje
- se ocupa de un tipo de procesamiento holístico
- reconocimiento simultáneo de palabras escritas
- comprensión y producción de la prosodia (melodía, entonación, énfasis, acentuación,
pausas y tiempos de la comunicación) y el tono emocional del habla
- comprensión y producción del lenguaje metafórico y la semántica
- comprensión de sonidos ambientales de tipo no verbal (como por ejemplo la música, la
risa, los gritos, los zumbidos, etc.)

HEMISFERIO IZQUIERDO: habilidades relacionadas a los aspectos productivos del lenguaje


- se ocupa de un tipo de procesamiento paso a paso
- especializado en las distintas modalidades del lenguaje (oral, visual y escrito)
- dominante en cuanto al control de los movimientos de la boca, que incluye tano los
movimientos necesario para la producción del habla como los que no lo son

Cabe destacarse que no todas las personas están organizadas a nivel de hemisferios cerebrales de
la forma antes descripta. Si bien en las personas diestras y el 60% de los zurdos el hemisferio
cerebral dominante es el izquierdo, el resto de los zurdos tiene un predominio del hemisferio
derecho para las funciones del lenguaje y un mínimo porcentaje de personas muestra una
actuación lingüística bilateral.

Procesamiento neurolingüístico
Para que una persona pueda comprender lo que escucha es necesaria la ocurrencia de dos
procesos: el procesamiento auditivo lingüístico (relacionado con la naturaleza de la señal/estímulo
auditiva) y la decodificación de símbolos lingüísticos -relacionado con el significado y conceptos
subyacentes a la señal auditiva entrante- (Peña-Casanova, 2007). Una vez que acontece el
estímulo auditivo el tronco del cerebro se activa remitiéndolo a un área de cada corteza auditiva
denominada circunvolución de Heschl. Esta zona, de acuerdo al conocimiento adquirido a través de
la experiencia, se dedica a centrar la atención en ciertos estímulos de dicha señal (información
lingüística significativa) e ignorar o inhibir aquellos menos importantes (ruidos de fondo). Una vez

18
que la señal lingüística entrante es codificada se envía al lóbulo temporal izquierdo mientras que
el input de elementos paralingüísticos (entonación, énfasis, ritmo, etc.) es direccionado al
derecho, siendo ambos imputs almacenados en zonas cerebrales diferentes pero interconectadas
(Peña-Casanova, 2007).
La comprensión del lenguajese lleva a cabo en el área de Wernicke (lóbulo temporal izquierdo) con
la colaboración de las circunvoluciones angular y supramarginal, dedicadas a la integración de la
información visual, auditiva y táctil con la representación lingüística. Es decir, actúan extirpando
los significados a partir del reconocimiento de lasreglas lingüísticas. El área de Wernicke se
encarga de la organización de la estructura del mensaje que se transmite a través del fascículo
arqueado (ubicado debajo de la circunvolución angular) hacia el área de Broca (lóbulo frontal),
siendo la principal función de esta última la producción del lenguaje (Peña-Casanova, 2007). Es
decir, el área de Broca es la encargada de la verbalización del mensaje que, finalmente, se
reproduce a partir de la activación de las zonas de la corteza motriz responsables de la activación
de los músculos de la respiración, fonación, resonancia y articulación (Peña-Casanova, 2007).

19
Por ende,las áreas cerebrales más importantes y responsables de la comprensión/producción
lenguaje pertenecientes al hemisferio izquierdo son:

- ciertas regiones corticales en el área de Broca


- ciertas regiones corticales en el área de Wernicke
- circunvolución supremarginal y angular
- áreas perisilvianas y extraperisilvianas (frontales y temporales principalmente)
- regiones específicas del tálamo, del estriado y cerebelo

El desarrollo del lenguaje es un proceso que acompaña el desarrollo humano en general, y al


desarrollo neurológico en particular. Así, el llanto de los bebés, que depende del tallo cerebral y el
puente (estructuras cerebrales más primarias) es una de las primeras formas de comunicación
humanas ya que el ser humano viene al mundo preparado para hacerlo. Por otro lado, el balbuceo
repetitivo es asociado a la maduración de ciertas partes de la corteza motora relacionadas con los
movimientos de la cara y la laringe. Hacia el segundo año de vida maduran las vías que vinculan la
audición con lo motor, por ende comienza el habla. Sin embargo, esta dimensión del desarrollo
infantil va de la mano de la experiencia, que marca el cómo el cerebro va organizando los procesos
lingüísticos.

Desarrollo del lenguaje: el papel de la comunicación

“El niño nace como hablante


en un mundo de hablantes”
(Lewis, 1963)

El niño o niña está dotado biológicamente de la capacidad para adquirir el lenguaje aunque hay
otros factores también determinantes que juegan un rol fundamental en el desarrollo
lingüístico(Owens, 2003). El medio circundante es un actor fundamental en todas las fases de
adquisición de una lengua, ya que conocerla implica conocer también sobre la
gramática(fonología, sintaxis y semántica) además de los mundos físicos y sociales en los que se
habla dicha lengua, para poder entonces ser partícipe de un intercambio lingüístico significativo.

20
Los niños y niñas se convierten en seres hablantes cuando tienen contenidos que quieren
comunicar, a los cuales deben ser capaces de estructurar en una forma lingüística convencional de
acuerdo a cierto objetivo y en una situación determinada frente a un interlocutor.Niños y niñas
conocen el entorno que los rodea a través de sus experiencias en él. Dichas experiencias se
codifican y se construyen significados a través de diversas estrategias que permiten al niño o niña
analizar su lengua y elaborar las reglas que le permiten generar un conocimiento productivo de
ella(Borzone de Manrique & Massone, 1985). Al mismo tiempo, debe aprender a comunicarse con
otras personas; es decir, discriminar las formas del lenguaje adecuadas según cada situación en
que se encuentran y de acuerdo a lo que se quiere comunicar.
Por todo esto es que los niños y niñas durante el proceso de adquisición del lenguaje desarrollan
habilidades y aptitudes relacionadas con el dominio del conjunto de componentes del lenguaje:
semántico, pragmático, morfológico, sintáctico y fonológico; partiendo de un periodo
prelingüístico para luego alcanzar el lingüístico (Owens, 2003).
Sin embargo, es imprescindible tener en cuenta que el niño comienza a mostrar sus intenciones
comunicativas desde antes de su nacimiento (Karmiloff & Krmiloff-Smith, 2005). Apenas cumplidas
las veinte semanas de gestación el feto humano ya posee un sistema auditivo suficientemente
desarrollado como para procesar algunos de los sonidos –ruidos del interior del cuerpo de la
madre, gorjeos, latido del corazón y sonidos filtrados del lenguaje humano- que pasan a través del
líquido amniótico. A partir del sexto mes de gestación el bebé ocupa mucho tiempo en procesar
estos ruidos lingüísticos que se vuelven cada vez más familiares lo cual lo va preparando para que
luego de nacer sienta especial atracción por la voz humana, y la de su madre y la lengua materna,
particularmente (Karmiloff & Krmiloff-Smith, 2005).
Al mismo tiempo, los bebés recién nacidos poseen conductas que les ayudan a comunicarse con
quienes los rodean. Incluso ya antes de nacer se comunican a través de sus movimientos y
especialmente las patadas que la madre intenta interpretar adjudicándoles un sentido –“está
durmiendo” cuando el bebé no se mueve: “está jugando o está incómodo” cuando el bebé se
mueve mucho; “va a ser jugador de fútbol” cuando es un bebé que patea mucho, etc. (Brazelton &
Cramer, 2011).
Dentro de estas conductas encontramos las distintas expresiones faciales que los adultos
interpretan como estados emocionales diversos -incomodidad, sueño, hambre, miedo, placer,
alegría, enojo- (Brazelton & Cramer, 2011). También es importante el seguimiento con la mirada
(atención selectiva a estímulos visuales), los movimientos de cabeza (por ejemplo para seguir un

21
objeto con la mirada), las maneras en que expresa lo que necesita y los estados de alerta. Así,
quienes rodean al bebé interpretan su conducta como colmada de intencionalidad comunicativa
(Brazelton&Cramer, 2011; Owens, 2003).

Periodo prelingüístico
La fase prelingüística abarca aproximadamente entre los primeros 10 a 13 meses de la vida infantil
y es aquella que precede a la pronunciación de las primeras palabras significativas. Durante estos
meses de la vida del niño los actos de comunicación se realizan mediante la implementación de su
parte por medio de gestos, vocalizaciones y uso de su contexto cuyo curso de desarrollo estará
íntimamente ligado a la interacción con la madre o adulto responsable (Owens, 2003; Shaffer,
1999; Papalia, WendkosOlds&DuskinFeldman, 2007).
En sus comienzos la relación madre-hijo se sostiene a nivel comunicativo principalmente en la
mirada y en la interpretación que la mamá hace de distintas conductas del niño -llanto, quejidos,
estados de sueño-vigilia, movimientos de cabeza que acompañan la mirada- (Owens, 2003;
Shaffer, 1999; Papalia, WendkosOlds&DuskinFeldman, 2007; Delval, 1996). “Esta interacción
corporal en un encadenamiento de gestos enlazados en feedback, con una función de señalización
va generando desde el nacimiento y tal vez aún desde antes, lo que Ajuriaguerra denominó
diálogo tónico, función primitiva y permanente de comunicación que establece una comunión
inmediata, previa a toda relación intelectual. Esta estructura configura un campo semántico,
constituyendo el primer sistema de señales, único código disponible al niño durante mucho
tiempo, antes de que pueda adquirir y manejar el lenguaje verbal” (Chokler, 1994: p. 93).
En las primeras semanas el bebé ya puede distinguir las voces humanas de otros sonidos e incluso
la de su madre de otras voces. Durante el primer mes de vida, aparece también la sonrisa
fisiológica, relacionada con el estado interno del niño, para más adelante –cerca de las seis
semanas- convertirse en sonrisa social (es decir, el niño o niña sonríe a estímulos externos como el
rostro humano). Durante el segundo mes el contacto visual es acompañado con gorjeos, los cuales
aparecen cuando el niño vivencia un estado de bienestar. Apareciendo en este mes los primeros
ruidos vocales del bebé del tipo “ooooohs” y “aaaaaah” que emite cuando está alimentado,
despierto, alerta, seco y contento y que se denominan arrullos.
Atravesando los tres meses la cantidad de gestos que el bebé realiza disminuye y
consecuentemente aumentan las vocalizaciones, las cuales en el intercambio con su madre se
solapan a las de ella. Cerca del cuarto mes de vida del niño aparecen las primeras vocalizaciones

22
que se asemejan a una vocal que resuena en la cavidad vocal para luego surgir emisiones vocálicas
de tipo a-e y a los seis meses los sonidos consonánticos como b-g. Entre los cuatro-seis meses el
intercambio comunicativo provoca que de a poco el niño desarrolle la dinámica de la adopción de
turnos (el niño espera que la madre termina de hablar para emitir sonidos), aunque aún no
desaparece el solapamiento, y la aparición del balbuceo –combinación de vocales y consonantes
que ocurre entre los seis y diez meses. A los siete meses el bebé ya comienza a decir sílabas como
ma-ma, ba-ba, ta-ta, denomina dobalbuceo replicativo.
Entre los nueve y diez meses los bebés ya son capaces de imitar sonidos aunque aún no los
comprenden. Al final de esta etapa aparecen los gestos como los que el niño utiliza para señalar
objetos o eventos, para realizar peticiones, interactuar y llamar la atención. La señalización se
acompaña con vocalizaciones, palabras y miradas dirigidas al interlocutor, adquiriendo así los
gestos un valor comunicativo ya que por su intermedio el niño logra un objetivo. Los gestos
pueden ser de distintos tipos: gestos sociales convencionales (como mover la cabeza para decir
que sí o despedirse con la mano), gestos representacionales (sostener una taza vacía sobre la boca
para indicar que se tiene sed, por ejemplo), gestos simbólicos (como por ejemplo abanicarse con
las manos para indicar que se tiene calor), gestos declarativos –con ellos el bebé dirige la atención
de los otros hacia un objeto- y los gestos imperativos –acciones que buscan convencer al otro de
que le conceda lo que quiere.
Como vemos en esta resumida cronología que describe brevemente cómo va apareciendo el
lenguaje en el niño o niña, el input de la madre es fundamental en el desarrollo comunicativo del
hijo.Un claro ejemplo de relevancia en este proceso es el uso del habla maternal por parte de la
madre, principalmente, que también es adoptada por otros adultos y niños y niñas mayores. El
habla maternal consta de emisiones breves, de sintaxis muy sencilla y el uso de un vocabulario
muy limitado. Se caracteriza por el parafreseo y la repetición constante con el fin de facilitar la
comprensión y asociación entre la palabra y su referente, los temas se limitan al aquí y ahora y el
uso de variaciones paralingüísticas (entonación, pausas, ritmo y velocidad del habla, duración de
las vocales).

23
Tabla 1

CARACTERÍSTICAS DEL HABLA MATERNAL

Emisiones cortas y sintaxis sencilla


Vocabulario limitado y centrado en los objetos
Los temas se limitan al aquí y ahora
Elevada utilización de expresiones faciales y de gestos
Preguntas y saludos muy frecuentes
Las conductas del niño se tratan como si fueran significativas: la madre espera que el niño cumpla su
turno y responde incluso a “turnos” inexistentes
Modificación del tono
Rituales verbales frecuentes

Fuente: extraído de R. Owens. “Desarrollo del lenguaje”. Ed. Pearson-Prentice Hall. Madrid. 2003.

A su vez, los temas de “conversación”utilizados por la madre son aquellos referidos a los que el
hijo o hija puede ver y oír y suelen adoptar un estilo informativo girando en torno al medio en que
el niño se desenvuelve y a su conducta.
Otro recurso utilizado por la madre en la interacción con su hijo es la mirada, cuyas modificaciones
en cuanto a su mantenimiento contribuyen a llamar la atención del niño o niña o mantenerla en
dirección al rostro materno y permite al niño o niña significar situaciones novedosas. Además, el
control de la mirada de los niños permite a la madre establecer objetos de referencia conjunta–
proceso mediante el cual se destaca un objeto, acción o suceso determinado con un objetivo
comunicativo- (Owens, 2003).
Es también la expresión facial y el movimiento de la cabeza que acompaña el lenguaje de la madre
otro elemento que mantiene la atención del niño o niña y facilita su comprensión de los mensajes
(Owens, 2003; Shaffer, 1999; Papalia, WendkosOlds&DuskinFeldman, 2007). Algunos de sus usos
son:
- simulacro de sorpresa para iniciar o señalar el comienzo de un intercambio comunicativo
(los ojos y la boca se abren, las cejas se levantan, la cabeza se ladea mientras se dice algo
como “ooooh”-“aaaah”)
- uso de la sonrisa o expresión de preocupación
- ceño fruncido y desvío de la mirada para marcar el final de la conversación
- rostro neutro o inexpresivo para expresar rechazo a la interacción

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- menear, apartar o ladear la cabeza
- aparición súbita de la cara para captar o mantener la atención

Por último, hay que considerar a la proximidad como otra herramienta comunicativa que implica
el uso del espacio interpersonal que en el caso de la comunicación con niños preverbales se
caracteriza porque los adultos u otros niños mayores actúan como si dicho espacio no existiese
recortando notablemente las distancias físicas (Owens, 2003; Shaffer, 1999; Papalia,
WendkosOlds&DuskinFeldman, 2007).

Tabla 2

DESARROLLO DEL LENGUAJE DURANTE EL PERIODO PRELINGÜÍSTICO

Edad en meses Características del lenguaje

0 Puede percibir el habla, llora, da algunas respuestas a los sonidos


1,5-3 Arrullos y risas
2-3 Comienza el gorjeo (conducta de decir “ajo”)
3-5 Juega con sonidos del habla
5-6 Produce sonidos consonantes, tratando de imitar lo que oye
6-10 Balbucea en series de consonantes vocales (ma, pa, ta)
7 Balbuceo replicativo (ma-ma-ma, ta-ta, da-da-da)
9 Utiliza gestos para comunicarse y juega juegos con gestos
9-10 Comienza a comprender palabras (generalmente “no” y su nombre propio); imita
sonidos
9-12 Utiliza algunos gestos sociales
10-12 Ya no puede discriminar sonidos que no sean del propio idioma
10-14 Dice su primera palabra
Adaptado de: Bates, O´connell y Shore (1987); Capute, Shapiro y Palmer (1987); Lalonde y Werker (1995);
Lennenberg (1969).

Durante el periodo prelingüístico padres y cuidadores son activos maestros que ayudan al bebé a
avanzar hacia el habla al repetir los sonidos emitidos por el niño o niña. Esta actitud de los
hablantes maduros es interpretada por el infante como un juego al que se unen repitiendo ellos
también los sonidos emitidos por los adultos y haciendo de la imitación un recurso de suma
importancia para el aprendizaje del lenguaje.

25
Periodo lingüístico
Cuando el niño o niña comienza a producir sus primeras palabras, el significado de las mismas
puede ser comprendido sólo de acuerdo al contexto en que se producen (Owens, 2003; Shaffer,
1999; Papalia, WendkosOlds&DuskinFeldman, 2007). Por ejemplo, si un niño dice “papa” será el
contexto en que lo hace el que nos indique si se refiere a un pedido, señalización o una indicación
de que alguien está comiendo. Junto a las palabras aisladas el infante utiliza también gestos
orientados hacia personas u objetos, miradas y diferentes tipos de entonación. En este momento
los gestos pueden usarse para respaldar la palabra aislada o para sustituir palabras desconocidas.
Si bien en este momento el niño se expresa a través de palabras aisladas su comprensión de la
lengua va mucho más allá, ya que dicha producción la realiza en respuesta a emisiones
estructuradas en oraciones (Owens, 2003; Shaffer, 1999; Papalia, WendkosOlds&DuskinFeldman,
2007).
A este periodo se lo denomina periodo holofrásico ya que mediante la emisión de una sola palabra
el niño representa un significado con valor de un enunciado completo. Esta única palabra muchas
veces son sólo inteligibles por las personas más cercanas al niño (por ejemplo, “tito” cuando
quiere decir autito). “En este momento, “las palabras” son sólo aproximaciones fonéticas a las
palabras adultas, pero que los niños utilizan de manera consistente para referirse a situaciones u
objetos específicos” (Owens, 2003). Además, es usual que los primeros significados sean distantes
a los expresados por hablantes maduros de una lengua, aunque a medida que los niños adquieren
experiencias de tipo lingüístico y no lingüístico van acercándose cada vez más al significado de la
palabra compartido por su comunidad lingüística. Esta aproximación paulatina a la comunidad de
significados de las palabras propias de una lengua puede ser alcanzada gracias a la repetición de
rutinas cotidianas de carácter verbal y no verbal, a la asignación que hace el adulto de una
intención significativa al habla de un niño o niña y la promoción de asociaciones entre una palabra
y su significado que hacen los cuidadores proporcionando una retroalimentación a los niños acerca
de si han comprendido correctamente o no.
Al principio, las palabras que utilizan los niños y niñas acompañan sus señalizaciones y les
permiten expresar deseos o disgustos; y suelen primero llamar la atención del otro para luego
realizar su petición. Estas primeras palabras contienen, en su mayoría, una o dos sílabas que se
combinan con patrones de consonante-vocal, vocal-consonante y consonante-vocal-consonante-
vocal, siendo los fonemas más frecuentemente utilizados /p/, /b/, /m/, /n/, /g/ y /k/.

26
Además, las categorías a las que usualmente estas primeras palabras pertenecen suelen ser
nombres de animales, juguetes y comida, que al principio se utilizan con un nivel de generalidad
medio (árbol) para luego hacerlo con más especificidad (pino, sauce, etc.) o con más generalidad
(flora).
A su vez, en la producción de sus primeras palabras los niños utilizan dos tipos de estrategias para
organizar el material fónico de su lengua (Borzone de Manrique y Massone, 1985):

a- Estrategias de simplificación de las formas adultas, como pueden ser:


- evitar palabras que contienen sonidos que no pueden producir
- armonía consonántica: hacer coincidir en todos sus rasgos a las diferentes consonantes de
una palabra (dice “arora” en reemplazo de “ahora”)
- sustitución: reemplaza por el sonido que puede producir (por ejemplo “ti” en lugar de “si”)
- omisión: elimina sílabas y sonidos (cuando dice “abeo” en vez de “abuelo”)
b- Estrategias que le permiten avanzar hacia formas más cercanas a las adultas, como son el
uso de la reduplicación de la sílaba acentuada (cuando el niño dice “pipibo” en lugar de
“colectivo”)

Entre los 18 y 24 meses los bebésadquieren capacidades de memoria y procesamiento más


avanzadas permitiéndoles producir enunciados más extensos aunque extremadamente simples
que les permiten expresar una idea (Ej. “Papa cae”, para decir que la comida se le cayó al suelo). El
habla telegráfica se caracteriza por enunciados simples conformados por palabras de contenido
crítico (sustantivos, verbos y adjetivos)en los cuales se omiten las partes menos esenciales del
habla (artículos, preposiciones, pronombres y verbos auxiliares), aunque niños y niñas no dejan de
recurrir al uso de las holofrases (Owens, 2003; Shaffer, 1999; Papalia,
WendkosOlds&DuskinFeldman, 2007).
Estas precarias combinaciones de palabras suelen ser utilizadas por los pequeños para transmitir
diversos significados dependiendo del contexto en que son dichas. De ahí la importancia de
determinar la intención semántica –significado- que encierran para poder interpretar lo que el
niño quiere expresar según el contexto en que lo haga. A su vez, el habla telegráfica va
acompañada de gestos y claves de entonación que vuelven más eficaz este tipo de comunicación
(Owens, 2003; Shaffer, 1999; Papalia, WendkosOlds&DuskinFeldman, 2007).

27
Entre los 20-30 meses niños y niñas presentan una mayor competencia en el uso de la sintaxis
comenzando a utilizar cada vez más artículos, preposiciones, conjunciones, plurales, tiempo
pasado y las formas del verbo ser.Adquiriendo cerca de los 30 meses de edad cantidad de
nociones pragmáticas acerca del lenguaje y la comunicación, como por ejemplo:

- mirar al oyente cuando están por cedes la palabra al igual que cuando están llegando al
final de una emisión
- permanecer cerca del receptor o compensar la distancia elevando la voz
- tienen en cuenta lo que el oyente sabe sobre un tema de conversación al elegirlo
- pueden corregir las respuestas verbales de otros que han comprendido erróneamente un
enunciado
- prescripciones sociolingüísticas como por ejemplo ser amable cuando se pide una cosa

Tabla 3

CARACTERÍSTICAS DEL HABLA TEMPRANA

Emisiones cortas y sintaxis sencilla


Uso de holofrases
Habla telegráfica
Aproximación paulatina a la comunidad de significados de las palabras propias de una lengua
Utilización de expresiones faciales , de gestos y claves de entonación
Uso de estrategias de simplificación de las formas adultas

Uso de estrategias que le permiten avanzar hacia formas más cercanas a las adultas
Adquisición de nociones pragmáticas acerca del uso del lenguaje y la comunicación
A través del habla se transmiten diversos significados cuya intención semántica dependerá del
contexto
Comprensión de relaciones gramaticales que aún no pueden expresar
Limitación del significado de la palabras
Generalización del significado de las palabras
Rigidizarían de reglas del lenguaje

28
Durante el periodo preescolar (entre los 2 ½- 5 años) la combinación de palabras y oraciones se
vuelve cada vez más compleja tanto a nivel gramatical como de sintaxis y más parecido al utilizado
por el adulto (Owens, 2003; Shaffer, 1999; Papalia, WendkosOlds&DuskinFeldman, 2007).
A los 3 años usan artículos, verbos auxiliares, usan plurales, morfemas preposicionales (en, sobre),
gerundios (ando, endo), género (terminaciones en o, a), posesivos, prefijos, sufijos e incorporan
numerosos usos pragmáticos del lenguaje y la comunicación (Owens, 2003; Shaffer, 1999; Papalia,
WendkosOlds&DuskinFeldman, 2007). El tipo de enunciados que utilizan son de tipo declarativo,
breve y simple, siendo ya capaces de incluir pronombres y adjetivos.
Entre los 2 ½-3 años formulan algunas preguntas de tipo “quién”, “qué” o “dónde” aunque les
resulta muy difícil responderaquellas relacionadas a “por qué” o “cómo”, ya que se trata de
conceptos abstractos (causa, efecto, etc.) que comenzarán a desarrollarse entre los 3-5 años de
edad. Es usual que a esta edad los niños y niñas generalicen de forma exagerada las reglas
gramaticales a aquellos casos en que las mismas no aplican –sobrerregulación-, como por ejemplo
diciendo “El autito está rompido” (Owens, 2003; Shaffer, 1999; Papalia,
WendkosOlds&DuskinFeldman, 2007).
Entre los 4-5 años, las oraciones promedian las cuatro a cinco palabras pero ahora pueden ser
tanto declarativas, negativas, interrogativas como imperativas, siendo más largas y complejas que
antes (Owens, 2003; Shaffer, 1999; Papalia, WendkosOlds&DuskinFeldman, 2007). El habla de los
niños y niñas de esta edad es más compleja, comprensible y ha alcanzado un uso bastante
correcto del lenguaje verbal a nivel gramatical, sintáctico y pragmático. Así, si bien a los 5 años de
edad los niños cuentan con un vocabulario muy amplio, complejo y un habla fluida, la adquisición
del lenguaje per se está lejos aún de haberse completado ya que por ejemplo, a esta edad los
niños rara vez utilizan la voz pasiva, condicionales, las excepciones a las reglas gramaticales o el
verbo auxiliar “haber”. Al mismo tiempo en este periodo se produce un importante desarrollo a
nivel semántico (Owens, 2003; Shaffer, 1999; Papalia, WendkosOlds&DuskinFeldman, 2007).
El desarrollo del lenguaje verbal continúa durante la escolaridad primaria, complejizándose el uso
gramatical y adquiriendo nuevos significados, e incluso durante la adolescencia y la adultez.

29
Pensamiento y lenguaje: el debate Piaget y Vygotski

El lenguaje y el pensamiento como funciones psíquicas base de la estructura social de la


personalidad

“Hasta cierto momento, el desarrollo del pensamiento


y el lenguaje discurren por separado; pero entonces se
encuentran en un punto: el pensamiento se hace
lingüístico y el lenguaje se hace intelectual”.

(Vygotski, 1964)

Para Lev Vygotski(1964) la función primaria de las palabras es la comunicación, el contacto social y
a ello se debe que considere que el lenguaje infantil es eminentemente social y al principio global
y multifuncional para que luego sus funciones pasen a diferenciarse progresivamente. Siempre el
lenguaje es social sólo que en un momento del desarrollo es egocéntrico y comunicativo para más
adelante convertirse en lenguaje interiorizado. “El lenguaje egocéntrico, extraído del lenguaje
social general, conduce a su debido tiempo al habla interiorizada, que sirve tanto al pensamiento
autista como simbólico” (Vygotski, 1964, p. 35).
Entonces, de acuerdo con este esquema el desarrollo del lenguaje sería: social-egocéntrico-
interiorizado, siendo el lenguaje egocéntrico una etapa intermedia entre la diferenciación
funcional del lenguaje verbal y la transformación de parte de éste en lenguaje interiorizado.Según
Vygotski (1964), el lenguaje egocéntrico además de ser un medio de expresión y relajación de
tensiones, es un instrumento del pensamiento en pos de la búsqueda y planificación de la solución
a problemas que se le presentan al niño; y la etapa egocéntrica sólo la transición en la evolución
del lenguaje verbal al interiorizado.
De acuerdo a las investigaciones de este autor las operaciones mentales que los niños en edad
preescolar resuelven a través del lenguaje egocéntrico son realizadas por el niño mayor mediante
el uso del lenguaje interiorizado. Así, se concluye con respecto al lenguaje interiorizado adulto que
tiene la misma función que el utilizado por los niños menores de 6 años y que el lenguaje
egocéntrico durante el desarrollo del pensamiento en realidad permanece latente al convertirse
en lenguaje interiorizado.

30
Este autor junto a sus colabores realizaron también un estudio genético de la relación entre
pensamiento y lenguaje en su desarrollo filogenético y encontraron que:

- Pensamiento y lenguaje tienen diferentes raíces genéticas y sus progresos no son


paralelos
- Las dos funciones se desarrollan a lo largo de líneas diferentes, independientemente una
de otra
- No existe una correlación definida y constante entre ellos
- En la filogenia del pensamiento y el lenguaje son claramente discernibles una fase
preintelectual en el desarrollo del habla y una fase prelingüística en el desarrollo del
pensamiento

Se concluye con respecto a la relación pensamiento-lenguaje durante la infancia más temprana


que ambos cursan su desarrollo por líneas separadas que surgen de raíces genéticas distintas; sin
embargo, ambas curvas del desarrollo se unen con el fin de dar comienzo a una nueva forma de
comportamiento: el lenguaje se vuelve intelectual y el pensamiento lingüístico. Así, en un primer
momento las manifestaciones preintelectuales del habla como el llanto, balbuceo, gritos e incluso
las primeras palabras –formas predominantemente emocionales de la conducta- no se relacionan
al pensamiento y cumplen únicamente una función de descarga; mientras que las risas, sonidos
inarticulados, ciertos movimientos, etc., cumplen una función social como medios de contacto con
el otro.
Pero cuando el lenguaje comienza a servir al intelecto y los pensamientos a ser expresados, ambas
curvas del desarrollo se unen para iniciar una nueva forma de comportamiento –el habla como
función simbólica de las palabras- representado por la capacidad del lenguaje de servir al intelecto
y de los pensamientos de ser expresados verbalmente.
A partir de este punto Vygotsky y sus colaboradores comienzan a investigar el lenguaje
interiorizado (o habla para uno mismo, cuando el niño opera con relaciones inherentes y signos
interiorizados) y formularon la hipótesis que consiste en considerar que entre éste y el lenguaje
externo hay un eslabón intermedio y que se trata del lenguaje egocéntrico conceptualizado por
Piaget. El lenguaje egocéntrico sería aquella etapa del desarrollo del lenguaje en que el niño usa
operaciones externas como ayuda para la solución de problemas internos. “Durante mucho
tiempo la palabra es, para el niño, una propiedad más que un símbolo del objeto, que éste

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aprehende antes la estructura externa de la palabra-objeto que su estructura simbólica interna”
(Vygotski,1964: p. 65.).
Otra importante hipótesis desarrollada por este autor en su libro “Pensamiento y lenguaje” es
aquella que considera que el lenguaje interiorizado durante su desarrollo se separa
paulatinamente del habla externa a la vez que se diferencia de las funciones sociales y
egocéntricas del lenguaje cuyas estructuras se convierten en estructuras básicas del pensamiento.
Por tal motivo para Vygotski el desarrollo de la lógica infantil está determinado por el lenguaje
socializado, por el proceso evolutivo socio-histórico vivido por el mismo.

El egocentrismo como puente y punto medio entre el autismo del pensamiento y la lógica

“Se podría decir que un adulto piensa socialmente aun


cuando esté solo, y un chico de menos de 7 años piensa
y habla egocéntricamente aún en sociedad”.

(Piaget, 1965)

Para Jean Piaget (1965, 1969, 1999, 2004) sin simbolización no hay lenguaje ni pensamiento. Y es
la construcción del conocimiento el único responsable de la adquisición del lenguaje y del
significado de las palabras. Este autor considera que la aparición de la capacidad de
representación en el niño es aquel hito en su construcción cognitiva que abre el paso al desarrollo
del lenguaje y con él al del pensamiento, resultando de ello un salto tan largo como el que implica
el paso de la etapa de la inteligencia sensorio-motriz –caracterizada por la actividad individual y la
asimilación egocéntrica-a la inteligencia lógica -pensamiento que se adapta a los otros y a la
realidad. Así de los 2 a los 7 años el niño atraviesa una serie de transiciones entre el pensamiento
egocéntrico al pensamiento social, lo mismo ocurre en el plano del lenguaje.
Según Piaget (1965, 1969), el egocentrismo que caracteriza al pensamiento del niño es el nexo
entre las demás características de la lógica infantil. Pensamiento que se pude diferenciar entre
pensamiento dirigido o socializado(7-8 años en adelante) y pensamiento autista. El primero es
consciente, social, comunicable a través del lenguaje, se adapta y busca influir sobre la realidad, es
alcanzado por las leyes de la experiencia y de la lógica y persigue objetivos presentes en la mente
del individuo, además de distinguir entre verdad y error. El segundo, es subconsciente,
individualista, no comunicable a través del lenguaje, persigue metas no presentes en la mente del

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individuo ni se adapta a la realidad externa, busca satisfacer deseos, crea una realidad propia de
imaginación y sueños y opera a través de imágenes, a la vez que obedece a leyes propias del
sujeto pensante. Es el punto intermedio entre estos dos el pensamiento egocéntrico(2-7 años
aproximadamente).
Así, Piaget considera que el instinto social aparece tardíamente en los niños –a partir de los 7-8
años- antes de lo cual el egocentrismo tiñe tanto la vida cognitiva como afectiva infantil y esto se
trasluce en el uso que del lenguaje hacen los niños durante su desarrollo. Así, Piaget estudió a
través del lenguaje al pensamiento y de sus observaciones concibió la noción de egocentrismo
infantil y la existencia de dos tipos de lenguaje, según sea su función: egocéntrico o socializado. El
lenguaje egocéntrico se caracteriza porque el niño no toma en cuenta el punto de vista del
interlocutor sino que habla solo, para sí mismo y sobre sí mismo; y para este autor este tipo de
lenguaje se va atrofiando a medida que el infante se aproxima a la edad escolar que es cuando
desaparece para dar lugar al lenguaje socializado basado en el intercambio con los demás y donde
el niño ruega, ordena, amenaza, informa, pregunta.

Para concluir, se puede pensar en que el estudio del desarrollo del lenguaje humano es tan
complejo que durante los últimos años ha sido necesario su estudio desde la visión de distintas
disciplinas científicas ya que no es posible valorarlo como objeto de estudio de una solade ellas
debido a su complejidad. Neuropsicología, lingüística, psicolingüística, neurolingüística, filología,
fonoaudiología, fonología, entre otras, son las disciplinas que se encargan de estudiar diferentes
aspectos de un mismo fenómeno que involucra, además, diferentes órganos del cuerpo: desde el
cerebro, a los sentidos y diversos procesos cognitivos (memoria, percepción, planificación, etc.), la
laringe, la faringe, la boca y hasta las manos.Así, el lenguaje en sus diversas manifestaciones
(habla, lectura y escritura) se debe concebircomo un fenómeno del que aún no podemos distinguir
si su complejidad proviene de las circunstancias y condiciones de su aparición en la filogénesis de
la especie humana, si corresponde a sus características ontogenéticas, o de una combinación de
ambos y como producto de la evolución genética de la especie y del devenir socio-histórico
cultural del hombre.

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