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Historia, Geografía y Ciencias Sociales

Segundo Ciclo

Economía colonial

Durante el siglo XVIII la agricultura fue la actividad económica más importante. Factores externos (una
devastadora plaga arrasó con casi la totalidad de los cultivos peruanos) aceleraron la demanda de
nuestros productos, especialmente del trigo.

1. Economía durante La Colonia (http://www.icarito.cl/2009/12/405-4796-9-1-economia-


colonial.shtml/)
2. Economía colonial
3. Resurgimiento de la minería durante La Colonia (http://www.icarito.cl/2009/12/405-4796-9-2-
economia-colonial.shtml/)

Entre oro y plata

Cuando la etapa de la Conquista terminó, los españoles


habían arrebatado el oro y la plata acumulado por los
indígenas. En la época colonial comenzaron a explotar
lavaderos y minas, generando una importante riqueza a
costa del trabajo de los indígenas chilenos.

Esta se concentró en la explotación de los lavaderos de


oro, como Quilacoya y Madre de Dios, ubicados al sur de
Chile, por lo que su explotación estuvo supeditada al
desarrollo del conflicto con los indígenas. Las minas se
convirtieron en un gran pilar de la economía durante este período, influyendo fuertemente en la vida
social de la población, por lo que la Corona se encargó de proteger todo tipo de explotaciones mineras,
el oro y la plata, no solo por lo que significaba para la comunidad, sino porque el quinto real, tributo del
20 por ciento que se pagaba por estos elementos, era esencial para la metrópoli.

Agricultura y ganadería

La actividad ganadera predominó durante los primeros cien años de la Colonia, siendo el sebo y el
cuero los principales productos. Mientras el primero constituía la materia prima en la elaboración de las
velas, el segundo era exportado hacia Perú, donde era transformado en diversos objetos, como suelas,
badanas o cordobanes.

Durante el siglo XVIII la agricultura fue la actividad económica más importante. Factores externos (una
devastadora plaga arrasó con casi la totalidad de los cultivos peruanos) aceleraron la demanda de
nuestros productos, especialmente del trigo. Chile fue considerado, entonces, el granero del Perú,
haciendo disminuir así las labores ganaderas e implementándose incluso una red vial para facilitar la
exportación de los productos agrícolas.

Entre los cultivos más frecuentes que se desarrollaron en las estancias se encontraban el trigo, la
cebada, el maíz, árboles frutales, hortalizas y viñedos.

Intercambio comercial

El comercio de todas las colonias españolas estaba bajo los dictámenes de la corona. Con el fin de
aprovechar al máximo la nueva fuente de materias primas de alta calidad, España estableció un
monopolio comercial con América. Para ello se implementó el sistema de flota y galeones, que consistía
en la circulación de navíos mercantes desde Europa hacia América y viceversa, los que transportaban las
materias primas y los productos manufacturados para ser transados. Estos, además, eran vigilados de
cerca por barcos de guerra (galeones), los que aseguraban la integridad de las mercancías y de la
tripulación.

Gracias a esta modalidad, el intercambio era continuo. Los comerciantes de nuestro país, por medio de
sus agentes, llegaban a la ciudad de Portobello (Panamá) para adquirir los productos manufacturados
provenientes de Europa, entre los que destacaban armas, joyas, aceite, vino y telas. Su traslado
incrementaba considerablemente el precio de venta, lo que, paralelamente, fomentaba el contrabando
de mercancías para conseguirlas a menor costo.

El monopolio comercial era tan estricto que incluso el intercambio entre las mismas colonias estaba
fuertemente vigilado. Este hecho cambió de forma progresiva a contar del siglo XVII, cuando la corona
flexibilizó las trabas comerciales. Una de ellas repercutió de manera directa en nuestro país, ya que
permitió la apertura de dos importantes puertos, Valparaíso y Talcahuano.

Condiciones de trabajo indígena

Durante la Colonia, los gobernadores asignaban cierto número de indígenas a cada conquistador para
que estuviesen bajo su cuidado. Estos debían trabajar según las órdenes de los españoles y pagarles
tributos (en dinero o especies), debiendo recibir a cambio protección, comida y abrigo. Este sistema se
conoció con el nombre de encomiendas y cada español a cargo de un grupo de indígenas recibió el
nombre de encomendero.

Sin embargo, la situación no era tan ideal y, finalmente, las condiciones de vida de los aborígenes bajo el
sistema de encomiendas eran paupérrimas.

Por ello, durante el siglo XVII fueron impulsadas una serie de medidas que intentarían regular y mejorar
las condiciones de trabajo indígena. Sin embargo, a pesar de contar con el apoyo de importantes
autoridades, pocas fueron implementadas y la mayoría obtuvo solo el repudio de los encomenderos.

En 1609 se intentó finalizar el servicio de encomiendas, pero solo se logró excluir a las mujeres y a los
niños menores de 18 años. Doce años más tarde se promulgó la Tasa de Esquilache, que en 1622 sería
modificada y llamada Tasa Real; esta medida fracasaría al igual que su antecesora. Ya en 1633 se
redactó la Tasa de Laso de la Vega, donde se fijaba el tributo en diez pesos. Gracias a la iniciativa de
Ambrosio O’Higgins, en 1789, se puso término oficial al sistema de encomiendas. La corona española
determinaría su abolición definitiva en 1791.

Impuestos coloniales

La directa vigilancia y administración que ejercía la corona española sobre el comercio de nuestro país
no dejaba escapar ningún detalle, beneficiándose con cada una de las actividades económicas que se
desarrollaban en el territorio.
El diezmo era el tributo que se cobraba a la producción agropecuaria y que sustentaba las labores
religiosas, mientras que el quinto real gravaba el oro extraído en las minas y lavaderos correspondiendo
a un quinto del total. También existía el almojarifazgo (impuesto de aduana sobre las mercancías que
circulaban entre España y América), la alcabala (relacionado con la compraventa de bienes muebles o
inmuebles) y la anata o media anata (correspondiente al pago del sueldo de uno o medio año).

NOTAS RELACIONADAS

(http://www.icarito.cl/2009/12/405- (http://www.icarito.cl/2009/12/405- (http://www.icarito.cl/2009/12/405-


6-9-la-hacienda-colonial- 7-9-la-iglesia-durante-la- 11-9-colonia-siglo-xviii-
2.shtml/)
Segundo Ciclo colonia-2.shtml/)
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Segundo Ciclo

La hacienda colonial La Iglesia durante la Colonia siglo XVIII


(http://www.icarito.cl/2009/12/405-
Colonia (http://www.icarito.cl/2009/12/405-
6-9-la-hacienda-colonial- (http://www.icarito.cl/2009/12/405-
11-9-colonia-siglo-xviii-
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