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Posmodernidad y educación
en la concepción de G. Lipovetsky (*)
Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LVI (144), 11-20, Enero-Abril 2017 / ISSN: 0034-8252
12 WILLIAM ROBERTO DAROS
Hay un vaciamiento de los valores: ¿Quién estadísticamente con el siglo pasado. Se perfila,
cree en el trabajo, en la familia, en las virtudes en el desierto posmoderno, no la autodestrucción,
del esfuerzo, en la Iglesia o el Sindicalismo que sino el “estar hartos”, indiferencia por ausencia
no consiguen reclutar clientes? de teatralidad; y aun esta se ubica entre formas
Las instituciones funcionan con control endémicas de excitabilidad y depresión (Lipovet-
remoto, controladas por los especialistas, en un sky, 1994, 46).
desierto apático. Más bien, se percibe una generalización de
El vacío de sentido y de ideales no lleva a los estados depresivos de la clase burguesa: una
más angustia, nihilismo o pesimismo; ni resig- enfermedad de vivir.
nación ni autodestrucción, sino a la indiferencia, Solo en el desierto, sin apoyo trascendente, el
al descanso y al descompromiso moral, según estudiante posmoderno actual es vulnerable.
algunos intérpretes. Se da una deserción de la res publica y los
Lo verdadero y lo falso, el sentido y el sin- valores políticos. Y Narciso sale en búsqueda de sí
sentido, lo bello y lo feo, lo real y la ilusión se mismo. Los problemas personales toman dimen-
diluyen; no se oponen, sino que flotan como islas. siones desproporcionadas y los psicólogos, en tera-
La indiferencia crece, sin patetismo ni abismo. pias que duran años, no parece que puedan ayudar
El prestigio y la autoridad del cuerpo a resolverlos. Todo es problema: envejecer, engor-
docente han desaparecido, desplazados por los dar, afearse, hermosearse ante una moda dispersa,
mass media. dormir, educar a los niños, irse de vacaciones.
El alumno posee atención dispersa y escep- Hoy la soledad no es algo de héroes; sino,
ticismo lleno de desenvoltura ante el saber. “Los sin rebelión, un hecho cotidiano. La apatía lleva
jóvenes vegetan sin grandes motivaciones ni a una falta de intercomunicabilidad profunda, no
intereses” (Lipovetsky, 1994, 39). Claro está que obstante los fáciles medios virtuales de comuni-
no se trata de todos los jóvenes: hay jóvenes de cación. Se podría decir paradójicamente que el
excepción; pero aun estos pertenecen a nuevas prójimo es el lejano, aquel con el cual hablamos
generaciones, con nuevos valores. por teléfono, no el que tenemos en frente y distraí-
Cuanto más la escuela se dispone a escuchar damente atropellamos. Aquél lejano con el que
a los alumnos, la mayoría de ellos se dispersa. deseamos hablar, pero que podemos tenerlo lejos.
Posee una curiosidad dispersa.
Para un buen número de ellos, ya es posible No contento con producir el aislamiento, el
vivir sin objetivo ni sentido: indiferencia por sistema engendra su deseo, deseo imposible
hipersolicitación. Las ofertas de medios tecnoló- que una vez conseguido, resulta intolerable:
gicos son numerosas, pero no se tiene claro qué cada uno exige estar solo... (Lipovetsky,
hacer con ellas. 1994, 48).
En el clima cultural actual, dada la tecnología
de la información, se tiene más información y Se trata de un aislamiento a pedido. La
más de prisa, por lo que lo registrado se desplaza ausencia de las relaciones parentales clásicas hace
fácilmente al olvido. Antes, en la Modernidad, se difícil la interiorización de la autoridad familiar.
contaba con tiempo y dinero para acceder a libros El superyo está representado por la necesi-
y revistas especializadas. En la Posmodernidad dad de éxito y, de no realizarlo, da una crítica
todo esto está a la mano. Se exige más esfuerzo y implacable contra el yo y caemos en desilusiones.
motivación proponerse elaborar la información que Los medios masivos intensifican las fantasías
nos avasalla. Ante esto, como ante un centenar de narcisistas de celebridad, y hacen más difícil
canales de televisión se hace un rápido zapping y se aceptar la banalidad de la vida cotidiana.
va a dormir, pues nada parece satisfacer. No es fácil Los alumnos se convierten en fans. Los
encontrar una ruta cuando no se sabe adónde ir. padres y su capacidad educativa son suplantados
Sin embargo, G. Lipovetsky estima que la por los consejos psicológicos.
indiferencia generalizada no llevará al suicidio. El aumento de las ambiciones y la frustra-
Estos están en disminución, si los comparamos ción al no poder lograrlas generan un desprecio
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hacia uno mismo. La sociedad hedonista tras En una sociedad en que incluso el cuerpo,
su superficial capacidad de tolerancia engendra el equilibrio personal, el tiempo libre están
ansiedad, incertidumbre, frustración. solicitados por una plétora de modelos, el
individuo se ve obligado a escoger permanen-
Las figuras imponentes del saber o del poder
temente, a tomar iniciativas, a informarse, a
son apagadas con la indiferencia, ante la inca- criticar la calidad de los productos, a auscul-
pacidad de tolerar esa desigualdad que ponen de tarse y ponerse a prueba, a mantenerse joven,
manifiesto. Por ello, el abandono de los grandes a deliberar sobre los actos más simples: ¿qué
discursos de marxistas y psicoanalistas. Todo lo coche comprar, qué película ver, dónde ir de
absoluto desaparece; también la capacidad de vacaciones, qué libro leer, qué régimen, qué
entusiasmar a las masas. El tiempo, el trabajo, la terapia seguir? El consumo obliga al indivi-
admiración se hacen flexibles. duo a hacerse cargo de sí mismo y lo respon-
sabiliza... (Lipovetsky, 1994, 109).
Lo real se ha desubstancializado, en una
férrea crítica contra lo metafísico; primero se lo
No obstante en la lógica posmoderna, el
ha querido hacer transparente, y ahora se despla-
único deber es para sí mismo y puede cambiar-
za hacia lo virtual. Neutralizar el mundo con la
se. Hay derechos humanos universales, pero
potencia sonora, que genera una masa de sordos.
no hay deberes humanos universales. La lógica
Una gran mayoría de jóvenes parece llegar
del consumo socializa en cuanto exige estar
a un punto en el que no siente nada. Está aneste-
constantemente informado; pero, por otro lado,
siada por la abundancia en los países del primer
individualiza dando una aparente libertad de
mundo, mientras que, en los países del tercer elección: hay una coexistencia pacífica de los
mundo, aspira a ella. contrarios. Por un lado, el posmoderno es cui-
Estos jóvenes sin embargo tienen frecuen- dadoso con su cuerpo, pero por otro, lo arriesga
temente un malestar difuso, un sentimiento de corriendo en las autopistas y adhiriendo a las
vacío interior y de la vida como absurda. Tam- drogas. El joven posmoderno está más informa-
bién los síntomas neuróticos del capitalismo do en los adelantos de la ciencia que en tiempos
rígido (trabajo, ahorro, frugalidad, etc.) se hacen anteriores pero es permeable al esoterismo y la
trastornos difusos. parapsicología, alérgico al esfuerzo y esforzado
Las encuestas sobre los fines de la educación con los regímenes para adelgazar. El posmoder-
impartida en las familias revela que estas insisten, no es un individuo que obedece a lógicas múlti-
primeramente, en lograr que los hijos tengan una ples, a la manera de yuxtaposiciones.
profesión u oficio; y, luego, en que adquieran la El joven posmoderno banaliza la originali-
capacidad para defenderse solos en la vida; y, en dad: pone en el reino indiferente de la igualdad
tercer lugar, en que aprecien el valor de la libertad a todos los individuos. Denuncia el imperialismo
individual. En este contexto, no tiene mucho senti- de lo verdadero y afirma el derecho a las dife-
do el deber de obediencia de los hijos para con sus rencias. Aligera toda autoridad suprema, y toda
padres. “Cada uno se reconoce libre y vive, en pri- referencia a la realidad; liberaliza las costumbres,
mer lugar, para sí mismo” (Lipovetsky, 1994, 164). desestandariza la moda, licúa lo verdadero, ter-
Ayudar y socorrer al prójimo no es un valor mina con la edad disciplinaria.
primordial en la educación familiar. Si se lo El ideal de la autonomía individual respon-
hace, se realiza por motivos del impacto visivo- sable es primordial. Por ello, también se admite
televisivo y esporádicamente. la necesidad del esfuerzo libremente asumido,
No obstante toda forma de vida exige un como puede verse en el deporte que es, a la vez,
aprender a asumir, consumir y referir a cada ocio, esfuerzo y esparcimiento. Se trata de un
uno la forma de vida en la que vive. Siempre se constructivismo hedonista que aspira a un nivel
requiere educación aunque esta aparezca como medio de éxito, sin entrenamientos intensivos.
más informal, pero no menos necesaria que la “Con el esfuerzo deportivo, el individuo se auto-
escolar y formalizada. construye a la carta” (Lipovetsky, 1994, 113). Sin
embargo en todo esfuerzo deportivo hay algo de
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voluntad de poder, un estilo superior de dominio, está por pensarse y acometer (Lipovetsky,
que suscita la emoción del público. Pero ello 2008, 92).
debe lograrse con libertad y dignidad donde no
cabe el doping que es sinónimo de deslealtad y Aunque el espíritu de la ciencia fomente
de negación de la igualdad de oportunidades y la duda no podría sustituir a las humanidades
posibilidades ante los adversarios. que presentan referentes de sentido y marcos
La Posmodernidad es a la vez sincrética, con- históricos de inteligibilidad irremplazables para
vivencial y vacía. Placer, paz interior, perversión, ubicarse en una sociedad. Las ciencias y las
coexisten sin contradicción. Hay un eclecticismo humanidades se necesitan mutuamente.
cultural relativo (Lipovetsky, 1999). El hombre no es solo comprador; además,
piensa, lucha, construye. Debería proponerse la
norma de obrar de tal modo que el consumo no
sea omnipresente o hegemónico en su propia vida
2. La educación en el clima y en la de los demás (Lipovetsky, 2008, 123).
posmoderno
También es necesario, mediante una autén-
La educación entendida como producción tica formación, ofrecerles horizontes vitales
individualista genera un culto al joven. Entendida más variados, en el deporte, el trabajo, la
como personalización psicológica, desmantela la cultura, la ciencia, el arte o la música. Lo
personalidad y el narcisismo se vuelve violento, importante es que, con estas pasiones, pueda
con un yo flotante, sin estructura ni voluntad, el individuo relativizar el mundo del consu-
mo, encontrar el sentido de la vida al margen
lábil. La frustración de no tener todo ya genera
de la adquisición de bienes incesantemente
un híbrido que toma tranquilizantes, pero tam-
renovados (Lipovetsky, 2008, 124-125).
bién se vuelve avasallador. El crimen se realiza a
la luz del día, sin sentido, indiferente al anonima-
Una gran pasión motiva y carga de energía
to, lugares y horas. La violencia contra sí mismo
una vida, más que los goces del consumo. El goce
se manifiesta también en el creciente suicidio
no es el único principio y fin de la vida.
joven y en la utilización de drogas peligrosas.
A largo plazo, no hay otra solución realista
Es frecuente ver a grupos de jóvenes drogándose
que “la formación de los hombres, el desarrollo
antes de entrar a las instituciones educativas.
y la difusión del saber, la ampliación de las res-
Antes, la violencia era contra el Estado o la clase
ponsabilidades individuales”, el aprecio por la
social, hoy lo es contra el individuo.
inteligencia científica y técnica, por la política
Como en otros ámbitos, para Lipovetsky,
y lo empresarial. Estos temas constituyen, según
la educación en la Posmodernidad se halla en
Lipovetsky, una dimensión educativa permanente
la balanza. Si bien, por un lado, la cultura de la
(Lipovetsky, 1994, 19).
pantalla y la emoción sustituyen a la reflexión,
Los seres humanos no son mejores ni peores
y el espectáculo a la lectura, lo desechable a lo
que en otros tiempos. El gran medio de la huma-
duradero, por otra parte, no desparecen las críti-
nidad es la inteligencia teórica y práctica, sobre la
cas a la educación y a la televisión. O sea, se ha
base de principios humanistas, adaptada a la efica-
perdido la fe en el poder de la educación, aunque
cia, los intereses y circunstancias. Posiblemente las
a veces ella tome otras formas: se cuelga un blog
injusticias y torpezas nunca desaparecerán, pero es
cada segundo, se generan foros de debate en red,
posible limitar su extensión, actuando inteligente-
filocafés, etc.
mente. No solo importa tener un mayor respeto de
los derechos del hombre; sino, además, rectificar
El papel de la escuela será primordial para
aprender a situarse en la hipertrofia infor- de prisa lo intolerable y el dolor de los hombres.
mativa. Uno de los grandes desafíos del siglo Se ha dejado de creer en una educación
XXI será inventar nuevos sistemas de infor- rigorista de la voluntad y se ha optado, en la
mación intelectual, una escuela posdiscipli- Posmodernidad, por una educación comunica-
nal, pero también poshedonista... Casi todo cional, de iniciativa, centrada en la flexibilidad
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¿No es contradictorio consumir en exceso y los pueblos, por ejemplo la africana (1981), que
llegar a ser obeso, para tener luego que consumir reivindica las tradiciones históricas y los valores
lo que se requiere para adelgazar? de la civilización africana; o la Declaración de
La cultura planetaria fogonea la forma de El Cairo (1990) que consagra la supremacía de
vida individual, el consumo permanente, esti- la ley islámica, como única fuente de referencia,
mulando el placer del bienestar y del ocio, de la sobre incluso las resoluciones de la ONU en los
moda y del entretenimiento. Desaparecieron los estados islámicos.
ideales del sacrificio, de solidaridad y del esfuer- De ambas partes, se utilizan las apelaciones
zo; y se presentan abiertamente los del goce de a los derechos humanos universales para justifi-
las sensaciones, del cuerpo reclinado, de la felici- car formas de gobiernos y de intervenciones mili-
dad privada y de las vacaciones colonizadas por tares: sobre todo de Occidente para intervenir en
el consumismo, sin sentido de culpa. países de Oriente y amordazar a las oposiciones.
Se cultivan las marcas de estrellas o famosos Como se advierte, no resulta fácil educar ni
(que las listas electorales incluyen para los elec- siquiera apelando a “valores humanos universa-
tores consumidores), mucho más que los nombres les”. Oriente y Occidente son aún cosmovisiones
de los grandes acontecimientos de la historia universalizables –esto es, con pretensiones de
humana, la literatura o la religión, en un mundo universalidad– pero no son aún universales y,
tecnológicamente banalizado (Beck, 2005). posiblemente, los dos no lo podrán ser sin llegar
Tanto en la vida social, como en el derecho a nuevas alianzas y mutuas interinfluencias.
y en la educación, hoy es el individuo el que se Incluso en ese intento unificador propio de la glo-
impone como sistema primordial de referencia, balización se halla también el intento localizador,
como foco central de sentido de la cultura mundo donde lo universal y lo particular dialécticamente
o planetaria. Como los individuos están en todas interactúan, sin que uno suprima al otro; por el
partes, ellos transportan este valor humano uni- contrario se necesitan. Nada es definitivo.
versalizable y lo hacen un sistema universalista En este contexto, entre lo universal y lo local,
y humanista. ¿en qué se entretiene la generación joven? Se
Los derechos humanos se convierten, enton- entretiene con las pantallas: con comunicaciones
ces, en un horizonte planetario. Esto no constitu- de chateo, Twitter, Facebook, juegos de vídeos,
ye, sin embargo, una panacea. etc. Hasta hace unos años, existir era sinónimo
de ser visto en las pantallas; ahora existir es ser
En nombre de la moral universal, los Estados activo en ellas: crear un blog propio, chatear,
extranjeros pueden intervenir en la política “twittear” (online social networking), presentar
interior de otros países y declarar guerras
sus fotografías o actividades brevemente, etc.
con objeto de promover la democracia y la
Se trata de una forma de comunicación light y
libertad de los pueblos, lo cual conduce a
legitimizar la guerra hipermoderna en tanto
visiva: el mundo se ha hecho una pantalla. En los
que ‘guerra humanitaria’ o ‘humanismo bares, o restaurantes, en los aviones, en las salas
militar’… Podemos hacer guerra en Irak o de espera, en los comercios, en las calles hay
en la antigua Yugoslavia, pero ni por asomo pantallas y música.
en China o en Rusia (Lipovetsky, 2011, 63). Lo que era atractivo y cultivador para otras
generaciones como la novela o los museos, ha
En este contexto, los derechos humanos dejado de serlo. El tiempo medio que pasa un
parecen estar menos al servicio de la moral que turista mirando una obra expuesta en un museo
al de la política, menos al servicio de una justicia o en una galería es de seis segundos, cuyo fin
universal que al de intereses nacionales estra- es pasar el tiempo: la órbita del arte ha caído
tégicos. Al parecer no se ha salido de una con- en el ritmo del hiperconsumo turístico. No se
cepción “judeocristiana del derecho” y del poder espera del arte la “elevación del alma”, sino
de origen eurocéntrico. Pero están apareciendo una recreación inmediata, estímulos hedonistas
otras Cartas de los derechos del hombre y de renovados sin cesar.
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como estructura de fondo. La fuerza geopolíti- ascética, dando fuerzas al vivir que abrirán otros
ca de Occidente retrocede, pero su modelo de caminos a la felicidad.
organización y de vida sigue vigente: su raciona- La Posmodernidad no es un fenómeno total-
lidad tecnocientífica, el cálculo económico y los mente optimista. La felicidad de los individuos en
derechos humanos. No triunfa el occidentalismo, ella es efímera.
ni la supremacía del hombre blanco que tantos Tampoco se trata de hacer una fácil y super-
desastres ha causado (Lipovetsky, 2011, 186) y ficial denuncia apocalíptica.
que no podemos olvidar, ni el american way of Nos hallamos frente a una sociedad plu-
life erigido como modelo; sino la presencia de ral, pluridimensional, donde cabe ser, a la vez,
optimista y pesimista, sin contradicción, pues
una forma de pensar racional, con el aporte de la
depende de la perspectiva que se tome, dentro de
reactividad afectiva de otras culturas que puede
una complejidad de causas y efectos humanos,
generar una cosmopolización universalista de la
culturales y políticos.
realidad planetaria, una forma de vivir mejor y un Por un lado, se ha mundializado la idea del
sueño futuro y no tanto una dominación europeo- derecho a la salud; pero, por otro, nos hemos
americana (Lipovetsky, 2011, 207). cargado de incertidumbre e inseguridad. Se busca
seguridad ante el peligro que proviene de la tira-
nía de las minorías activas, que no hacen tamba-
5. Conclusión lear la democracia, pero que pueden generalizar
el terror y atemorizar la vida cotidiana (tribus
Los cambios culturales no tienen una sola urbanas, drogas, violencia juvenil) y romper los
causa. En ellos inciden lo económico, lo político, estilos de vida de tranquilidad pública.
los nuevos deseos y la seducción ante aquellos. Por un lado, vivimos en un clima hedonista
La escuela no es la única causante de los y progresista; pero, por otro, estamos cargados de
cambios sociales, ni será el único poder de cam- un clima de ansiedad. Estamos, a la vez, en una
bio. Las escuelas solas no podrán ni producir sociedad del entretenimiento y de la dificultad
para vivir.
ni cambiar una cultura; pero también es cierto
Si bien Lipovetsky percibe la Posmodernidad
que sin las escuelas, tampoco se podrá avanzar
como una época de decepción, también la con-
mucho en los cambios sociales. Las escuelas no
sidera una época con una búsqueda de felicidad
son una isla y pueden ser arrastradas ante las individual que puede llenar una vida. El com-
nuevas corrientes. promiso con las causas humanitarias, la investi-
¿Será necesario volver a los valores de la gación, la creación, la educación y la invención
modernidad? ¿Por qué volver? La vida biológica de formas de trabajos más gratificantes, no nos
y social como los ríos no vuelven: como afirmaba condenan a la desilusión.
Heráclito, nunca nos bañaremos dos veces en el En este contexto, si bien se le critica a Lipo-
mismo río. vetsky el atenuar los aspectos neoconservadores
La cultura del consumo tiene menos de un que incuba la Posmodernidad (Mardones, 2007,
siglo; es un pequeño momento en la historia 27; Bell, 1997, 88, Novak, 2004, 119), él no deja
humana. Ninguna cultura es eterna. Aunque la sin embargo de mencionar las grandes angustias
civilización consumista trajo beneficios, aunque que ella genera.
“desestructura a los individuos volviéndolos frá-
giles a nivel psicológico, la felicidad de las perso- Si la denuncia de la empresa tecnocrática
nas no progresa en proporción con las riquezas” y la celebración del individuo responsable
y creativo merecen el elogio al reactivar la
(Lipovetsky, 2008, 126).
tradición ética del respeto a la persona, no
Es posible pensar que vendrá una transfor- deben perderse de vista las nuevas contradic-
mación cultural que revalorice las prioridades ciones que resultan de ella: más independen-
de la vida, la jerarquía de los objetivos. El cia pero más ansiedad, más iniciativa pero
trabajo (primera necesidad de la existencia, más exigencia de movilización, más valora-
según Marx) podrá conciliarse con el goce y la ción de las diferencias pero más imperativo
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competitivo, más individualismo pero más al ocio, la cultura como mercancía, el ecologismo
espíritu de equipo y de «comunidad integra- como disfraz y pose social, entre otros.
da», más celebración del respeto individual
pero más conminaciones a cambiar y reci-
clarse (Lipovetsky, 1994, 279). Referencias
Por otra parte, queda claro que Lipovetsky no Bauman, Z. (2013). Sobre la educación en el mundo
atribuye las causas de estas limitaciones a la sola líquido. Buenos Aires: Paidós.
economía, al capitalismo o al neoliberalismo. Él Beck, Ulrich. (2005). La mira cosmopolita o la guerra
se contenta con describir, como sociólogo, la situa- es la paz. Barcelona: Paidós.
ción social como un cambio cultural, sin profundi- Bell, A. (2007). Las contradicciones del Capitalismo.
zar en las causas de esta: se ha dado un cambio en Madrid: Alianza.
Beltrán, L. (2006). Cristianismo y economía de
los deseos culturalmente vividos. Estos se orientan
mercado. Madrid: Unión editorial.
hacia el consumo, el placer individualmente vivido Ganito, Carla y Maurício Ana. (2010). Entrevista a
sin culpa y hacia la autoseducción. No obstante, Gilles Lipovetsky. Comunicaçâo e Cultura, 9,
fuera de Europa e incluso dentro de los EE. UU., 150-168.
quedan aún hoy millones de personas marginadas Lipovetsky, G. (2006). Educar en la ciudadanía.
de este mentado consumo en masa y de la vida pla- Valencia: Institución Alfons el Magnànim.
centera, hecho que es necesario no olvidar. Estos Lipovetsky, G. (1994). El crepúsculo del deber. La ética
pueblos aun en medio de sufrimientos y precarie- indolora de los nuevos tiempos democráticos.
Barcelona: Anagrama.
dades tienen también valores humanos (ligados
. (1994). La era del vacío. Ensayos sobre
principalmente a los afectos) que otros pueblos el individualismo contemporáneo. Barcelona:
“más avanzados” están perdiendo. Anagrama.
. (2008). La sociedad de la decepción.
(*) El autor agradece el otorgamiento de una beca a Barcelona: Anagrama.
la Universidad Adventista del Plata (UAP [Entre . (1999). La Cultura-Mundo: Respuesta
Ríos, Argentina), que hizo posible este trabajo, el a una Sociedad Desorientada. Barcelona:
cual se encuadra en el texto mayor de un libro en Anagrama.
preparación. En este libro, se hallan explicitadas Lipovetsky, Gilles y Hervé Juvin (2011). El Occidente
algunas afirmaciones y conclusiones solo enuncia- globalizado. Un debate sobre la cultura
das aquí, dados los límites que impone un artículo. planetaria. Barcelona: Anagrama.
Mardones, J. M. (2007). Posmodernidad y
neoconservadurismo. Estela (Navarra): Verbo
Nota Divino.
Novak, M. (2004). El espíritu del capitalismo
democrático. Buenos Aires: Tres Tiempos.
1. Gilles Lipovetsky nació en París, en 1944. Es un
filósofo francés, profesor agregado de filosofía,
profesor de la Universidad de Grenoble, miembro
del Consejo de Análisis de la Sociedad y consul-
William Roberto Daros (daroswr@yahoo.
tor de la asociación Progrès du Management. En es). Docente e investigador de la Universidad
sus principales obras hace un análisis de lo que Adventista del Plata (Entre Ríos, República
se ha considerado la sociedad posmoderna, con Argentina).
temas recurrentes como el consumo, el hiperindi-
vidualismo contemporáneo, la hipermodernidad,
la cultura de masas, la globalización, el hedonis- Recibido: el lunes 3 de marzo de 2014.
mo, la moda y lo efímero, los Mass media, el culto Aprobado: el martes 21 de octubre de 2014.
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