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11-10-2012

Un gran criminal impune


Kissinger y las telarañas
Alberto Rojas Andrade
Rebelión

Tan implacablemente como la fuerza aplasta,

Así implacablemente embriaga a

Quien la posee o cree poseerla.

Simone Weil

Por estos años luego de varias décadas hemos presenciado por fin sentencias
condenatorias de variada penalidad a reconocidos violadores de los derechos humanos
como gobernantes y subalternos, durante los tristes años de imperio absoluto en
América Latina de la Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN) de inspiración pentagonal,
y su inmutable séquito de muerte y crueldades.

Han desfilado por estrados judiciales argentinos personajes inefables y siniestros como
Jorge Videla, Alfredo Astiz, Jorge‘Tigre” Acosta, Adolfo Donda, Julio Cesar Coronel,
Ricardo Cavallo, etc., etc. Se han proferido 262 condenas al año 2011, y unos 802
represores han sido procesados hasta la misma fecha [1]. Los más recientes condenados
lo fueron el 23 de septiembre pasado por parte de un tribunal de Bahía Blanca.

En Chile Manuel Contreras es el más emblemático de los condenados por desapariciones


asesinatos y torturas, sin embargo, allí sólo 76 represores han sido condenados por sus
crímenes, unos 67 están encarcelados [2], mientras que unas 1.268 causas se han
abierto contra miembros de los cuerpos armados de la particularmente violenta
dictadura de Augusto Pinochet [3]. En Uruguay Juan María Bordaberry (fallecido), Jorge
‘Pajarito’ Silveira, Ernesto Ramas, Gilberto Vásquez Bisio, Luís Maurente, José Ricardo
Arab, (también como ejecutores del denominado Plan Cóndor) entre otros, han sido
penados; se han iniciado después de casi cuatro décadas juicios criminales contra
miembros de la dictadura a instancias del actual presidente uruguayo José Mújica [4].

De una u otra manera militares y civiles perpetradores de delitos de lesa humanidad han
tenido que rendir cuentas ante la justicia, lo cual era algo impensable por aquel entonces
cuando los cometieron. Claro, mucho está aún por hacerse en este campo, y otros tantos
todavía deben ser puestos en los mismos lugares de los anteriores si hemos de tener fe
en la justicia. La impunidad requisito indispensable de la ‘guerra sucia’ ha sido de alguna
forma menguada.

No obstante, quien como persona física desde lo más alto del poder imperial fue un
determinante excluyente en América Latina de todas aquellas atrocidades, instigador y
planificador de las mismas, y más aún, en Asia fue cerebro de bombardeos a pueblos
inermes, participe colaborador en invasiones y genocidios, estando por sus particulares
condiciones políticas por fuera de la comparecencia judicial por estos execrables hechos
ante los tribunales competentes; nos referidos a Henry Alfred Kissinger, Asesor de
Seguridad Nacional y Secretario de Estado de los EE.UU. bajo el gobierno del oprobioso
Richard M. Nixon, y nuevamente Secretario de Estado bajo la administración de Gerald
Ford en un periodo que va de 1969 a 1977.

A este hombre de insensibilidad absoluta le debemos frases como:

“En Vietnam nos derrotamos a nosotros mismos debido a nuestras divisiones internas.
Hay una campaña comunista internacional” [5].

Ni una mención a los millones de vietnamitas, camboyanos y laosianos muertos y


heridos, junto con la base material de sus sociedades destruida, y tampoco a las
centenas de miles fallecidos y lesionados estadounidenses sacrificados en esta guerra
no declarada.

Aplicando los preceptos formulados por la acusación y aceptadas por los jueces en el
Tribunal de Núremberg en el cual obró destacadamente Estados Unidos, el prontuario
concreto de Kissinger con base en documentos procedentes de archivos oficiales del
gobierno de Washington, no es menos que el siguiente:

-Deliberada matanza de civiles en Indochina (1969-1975).

-Convivencia con matanzas y más tarde asesinato en Bangladesh. (1971)

- Soborno y plan para asesinar a un alto funcionario (René Schneider 1970) de un país
democrático (Chile) con el cual EE.UU. no estaba en guerra.

-Participación personal en un plan para asesinar el jefe de estado de una nación


democrática (Arzobispo Makarios Chipre 1974).

-Instigar y facilitar el genocidio en Timor Oriental (1975-1977).

-Participación personal en un plan de secuestro y asesinato de un periodista residente


en Washington (Orlando Letelier.1976).

Adicionalmente tiene implicaciones en la muerte de kurdos iraquíes (1974-1975),


desestabilización en Angola por parte del régimen racista de Suráfrica y subsecuente
guerra (1975-77), respaldo al gobierno de Reza Pahlevi en Irán y su represión(1969-
1977), relación directa con el plan de asesinatos en América Latina llamado
‘Cóndor’(1973-1977) [6].

Todos los caminos de la muerte, la destrucción y el abuso cruel conducen a Kissinger y


sus definiciones, estrategias, sugerencias, instrucciones, órdenes, etc., las cuales
ocasionaron el horror vivido en la región latinoamericana y otros lugares del mundo
durante los años sesenta y setenta, así como mucho debe ser respondido por su parte
en lo que tiene que ver con la muerte y destrucción de pueblos enteros en todo el sureste
asiático; como la historia lo ha evidenciado, allí Kissinger fue particularmente
despiadado.
Cuando el gobierno al cual pertenece y evidentemente es personaje influyente, es
expulsado de Vietnam su siguiente paso es colaborar como Secretario de Estado en el
genocidio perpetrado por militares indonesios en la invasión de Timor Oriental de
diciembre de 1975, ante lo cual arguye que no podían permitir los EE.UU. otra derrota
como la que acababan de sufrir. Vinculándosele a tales crímenes por documentos
oficiales desclasificados, en defensa de este genocidio timorense su inteligencia y curioso
sentido democrático le llevan a negarlos vociferantemente: “los hechos son
esencialmente como los he descrito”, dando un golpe en el podio donde se dirige a un
auditorio [7].

A manera de manifiesto autoexculpatorio sus ‘Memorias’ son un farragoso catálogo de


cinismo, prepotencia, crueldad, desprecio y fanfarronería; por desgracia para él la
verdad pudo ser establecida cuando fueron reveladas las grabaciones de sus
conversaciones con el jefe Nixon donde instigaba a este a bombardear indefectiblemente
a civiles:

“Nixon: Desde luego, pero recuerda que (Lyndon B.) Johnson los bombardeó (a los
Vietnamitas del Norte) durante años y esto no sirvió. Kissinger: Pero Sr. Presidente,
Johnson nunca tuvo una estrategia; él estaba lejos de presionarlos. Entraba con 50
aviones; 20 aviones; le apuesto que podemos tener más aviones allí en un día de los
que Johnson tuvo en un mes. Nixon: ¿De verdad?Kissinger: Sí” [8].

Luego de sembrar la muerte con bombardeos e invasiones frecuentemente ilegales bajo


la propia legislación estadounidense en el caso de Camboya, junto con programas de
exterminio y tortura, quien aconsejaba y empujaba a cometer estas conductas describía
a unas de sus víctimas, los vietnamitas, como fanáticos por luchar contra los japoneses,
franceses y gringos por su independencia [9]. En sus ‘Memorias’ relata un curioso viaje
a Hanói la capital de Vietnam del Norte en 1973, donde se colma de cinismo repugnante
cuando describe la destrucción de la ciudad y alrededores, por parte de “nuestros B-52”;
impasiblemente describe el paisaje ocasionado directamente por sus órdenes: “parecía
un paisaje lunar” [10]. No hay ni el menor atisbo de arrepentimiento en el autor de este
libraco de más de mil páginas.

Particularmente los ataques aéreos de EE.UU. a Vietnam del Norte de 1969 y 1970 con
miles víctimas fueron una respuesta a incursiones militares norvietnamitas en el sur que
causaban la muerte de unos 400 militares invasores por semana [11]; los de diciembre
de 1972 destruyendo hasta hospitales, tenían como fin de presionar al gobierno de Hanói
en las conversaciones de paz que se estaban desarrollando. Parte de los resultados
exterminadores de aquellos ataques era el panorama desolador descrito en su viaje. Es
evidente como ante un comportamiento eminentemente bélico Kissinger aconseja a
Nixon la matanza de civiles o como displicentemente destruye vidas en aplicación de su
cálculo político, algo visto en el comportamiento criminal de los nazis en la Segunda
Guerra Mundial, por lo cual sus jerarcas fueron juzgados en Núremberg y algunos
sometidos a pena capital.

Inmediatamente nos debe venir a la mente que a este personaje le fue entregado el
Premio Nobel de la Paz en 1973 por los acuerdos de paz firmados en París en aquel año
con Vietnam del Norte. Algo como si una persona de manera física atormenta
cotidianamente a otro ser humano y cuando deja de hacerlo por su propio interés, se le
exalta como persona compasiva por cesar en el tormento.
Es de tal dimensión el impudor de este hombre, que habla como si los oprobios causados
a todo un continente por su propia obra no existieran:

“Planeábamos un nuevo acercamiento con América Latina y pensábamos esgrimirlo


como nuevo punto de partida para un nuevo modelo de relaciones de cooperación entre
naciones industriales y las naciones en desarrollo” [12].

Las relaciones en realidad son especialmente amistosas con más abyectos gobernantes
de subcontinente. El respaldo a la Junta Militar Argentina de 1976 fue clamoroso;
hablando con el canciller de la dictadura en octubre de ese año otorgó reveladores
consejos-ordenes:

— Kissinger: Mire, nuestra actitud básica es que queremos que ustedes tengan éxito.
Yo tengo un punto de vista pasado de moda que es apoyar a los amigos. Lo que no se
entiende en los EE.UU. es que ustedes están en una guerra civil. Nosotros leemos sobre
los problemas con los derechos humanos, pero no vemos el contexto. Cuando más
rápido ustedes tengan éxito, mejor . El problema de los derechos humanos está
creciendo (en EE.UU.). Su embajador puede informarlo. Queremos una situación estable.
No queremos causarles dificultades innecesarias. Si ustedes pueden terminar (la
represión) antes de que el Congreso reanude sus sesiones, mejor. Todas las libertades
que restituyan ayudaría” [13] (Subrayado fuera de texto)

En Chile tampoco escatimó esfuerzos para respaldar y ‘simpatizar’ con las acciones del
tirano bajo su protección, al cual le expresó:

“En los Estados Unidos, como usted sabe, tenemos simpatía por lo que ustedes están
tratando de hacer aquí. Yo pienso que el gobierno anterior iba en la dirección del
comunismo. Nosotros le deseamos lo mejor a su gobierno” [14] .

Allí la intervención gringa venía desde los años sesenta y es intensificada gracias a las
acciones de Henry Alfred, manifestándose ello en el asesinato del general René
Schneider, como lo han demostrado documentos de la época ya desclasificados [15], así
como en la campaña de guerra encubierta contra el gobierno del Presidente Allende
hasta su derrocamiento y muerte, la de miles de chilenos y muchos más torturados, a
lo cual se agregó el respaldo posterior al gobierno de facto.

Cuando Kissinger se esfuerza por emplear una jerga justificatoria de sus aviesos
propósitos, sus ensimismadas concepciones alabadas por la derecha gringa, más que en
pragmatismo político devienen en crueldad descarada y oscuras diatribas desatinadas y
simplistas:

“Cuando la libertad degenera en anarquía, la personalidad humana queda librada al


capricho de fuerzas arbitrarias como lo demuestran las aberraciones del terrorismo en
las sociedades más humanitarias” [16] .

¿Habla de sus aberrantes decisiones que de acuerdo al derecho internacional


constituirían terrorismo a gran escala? ¿De qué clase de anarquía habla, la del capital,
la de los mercados a los cuales sirve?

En sus escritos la muerte y destrucción causada por el gobierno de los Estados Unidos
del cual forma parte como cabeza pensante, tomando decisiones en una época
particularmente sangrienta (1969-1977), no existen; aparecen en la forma de resultados
de costos indeseables, contingencias superables, obstáculos salvables, consecuencias de
imperiosas necesidades, pujas de poderes ideológicos, orgullos nacionales, costos
políticos, etc.

Lo peor de todo es que este inmigrante con una vida de afanosa búsqueda de aceptación
de parte de la élite gringa, aún posee injerencia dentro de las políticas imperialistas de
Washington, las cuales no se derogan sino se van aplicando capa sobre capa
acumulándose con directrices y decisiones posteriores; desafortunadamente para
millones de personas de una u otra manera Kissinger extiende su poder exicial todavía
por estos tiempos en variadas regiones del planeta.

Evidencia de ello el documento de Kissinger Memorándum del Consejo de Seguridad


Nacional de EE.UU. NSSM 200 de diciembre de 1974, elaborado en ejercicio de su cargo
como Secretario de Estado de Ford, con su pesado lenguaje neopositivista establece
unos planes específicos de abusivo y atroz control de la natalidad sobre poblaciones que
habitan sobre recursos minerales codiciados por EE.UU. que pueden ser estimadas hacia
un futuro como demasiado numerosas por lo cual pueden ejercer una presión
obstaculizadora del flujo de esta riqueza hacia el norte [17]. Entre otras diez naciones
Brasil, México y Colombia representan un problema demográfico de acuerdo a Kissinger;
estas dos últimas se encuentran en la actualidad copadas militarmente por el gobierno
de la Casa Blanca y el saldo desfavorable en vidas humanas es ostensible para sus
pueblos.

Los recursos naturales poseídos por estos países estimados como demasiado poblados
y su escases en estos tiempos de crisis ha acelerado el interés por apropiarse de los
mismos. La respuesta de acuerdo a estos postulados son programas de esterilización
forzada o bajo engaños en poblaciones vecinas a estos recursos, patrocinadas por
agencias como la nefasta USAID, así como los desplazamientos forzados de poblaciones
incómodas en conflictos de baja intensidad. El Memorándum NSSM 200
mimetizadamente se encuentra vigente.

En el sumun del cinismo y equivaliendo a un sarcasmo Kissinger declara ante auditorios


domésticos de su país adoptivo, que los EE.UU. son demasiado idealistas para basar su
política en el interés nacional [18]. Sin comentarios.

La ilimitada cooperación con el fraude colectivo de este hombre acostumbrado a la


falacia, la minimización o la exageración trapacera, también se encuentra dentro de sus
facetas como cogobernante en su total apoyo a la farsa planeada por el gobierno del
perverso Richard Nixon respecto al propagandístico viaje a la luna del Apolo XI en julio
de 1969, mencionándola con categórico desprecio por la honestidad [19]. En este
aspecto del desdén de Kissinger por la gente, incluso la que nominalmente representaba,
adquiere cimas de desfachatez inalcanzables para personajes aún vivos.

Los mismos estadounidenses reconocen en Kissinger a un ser indigno de confianza


alguna, como se demostró cuando ese otro candidato a los estrados judiciales, George
W. Bush (2000-2008), le nombra en la Comisión sobre el esclarecimiento de los ataques
del 11-S de 2001, y las familias de las víctimas le rechazan argumentando sobradamente
que es un hombre pérfido dado a toda clase de tretas en favor de la Casa Blanca, como
bien lo saben los pueblos afectados [20].
Este hombre que se hace llamar ‘Doctor Kissinger’ algo inusual para alguien en Estados
Unidos sin ser médico, de ostentosa e ilimitada vanidad, que se paseaba con generales
golpistas en estadios de fútbol, asesora gobiernos dictatoriales, es remunerado con cifras
astronómicas por sus previsibles autoexculpaciones en conferencias, es más criminal
que todos los que podemos ver en las páginas de la crónica roja en la región
latinoamericana en varios años. No obstante, es absolutamente remoto que sea juzgado
y menos condenado por su cadena de graves delitos.

Aún así autoridades judiciales de Francia, Chile, España y Argentina le han requerido
para interrogatorio sobre su autoría mediata en desapariciones y torturas dentro del
tenebroso ‘Plan Cóndor’ e incluso la desaparición de un estadounidense en Chile [21];
documentos de su propia autoría le comprometen en los crímenes [22]. En París en 2001
una citación judicial le hizo salir mal humorado y a toda prisa de un hotel; es demasiado
poco para un delincuente que empequeñecería a varios condenados en Núremberg,
empero es al menos una tentativa de inicio de la aplicación de justicia a un exfuncionario
de un gobierno que amenaza con el empleo de su colosal fuerza a los restantes del
planeta, no faltando .reproches y rechazos directos por sus delitos de guerra en su propio
país [23].

El agudo escritor estadounidense Gore Vidal, recientemente fallecido, le colocaba hace


poco más de una década en las justas proporciones:

“Si le llevan a juicio, Pinochet va a cantar. Y si lo hace, desde luego espero que arresten
y juzguen a Henry Kissinger por lo que hizo a Chile y a Camboya. En mi opinión, Kissinger
es el mayor criminal de guerra en libertad sobre la faz de la tierra. Si arrestaran a
Kissinger, en Estados Unidos correría el pánico, porque el Gobierno norteamericano está
profundamente incriminado en Nicaragua y Guatemala, y en Irán en la época del
Mossadeq. Nos hemos dedicado a ello sin parar desde 1953, a derrocar Gobiernos y
asesinar a líderes. Antes que eso vino 1898 en Filipinas. Y no cuento el genocidio de los
indios. Todo esto será examinado si Pinochet señala a Kissinger” [24] .

Pinochet sufrió al final solo un confinamiento lujoso por un poco más de un año en
Londres, empero alguna angustia sufrió, salvado al final por el gobierno británico.
Kissinger no se vio entonces delatado por su subalterno, y al final por estas vicisitudes
y por su avanzada edad no abandona los EE.UU., que viene a ser, como consuelo, un
gigantesco confinamiento.

En materia de justicia por ostensibles violaciones a los derechos humanos aún existe un
largo recorrido por llegar al umbral de una efectividad al margen de las relaciones de
poder entre estados, así existan tribunales como la Corte Penal Internacional y
jurisdicción universalizada; las naciones pobres deben sufrir los desafueros de las
poderosas sin esperanza de hacer valer derechos consagrados en normas nacionales y
tratados multinacionales, de su parte los ricos con su poder militar fabrican completa
impunidad para los suyos y sus fieles y cercanos servidores.

Pero esa misma injusticia por vía de las armas envileciendo a quienes la imponen, tarde
o temprano aparecerá como fuente de destrucción de gobernantes pretendidamente por
encima de tribunales y cortes, pues la justicia es la substancia misma de la existencia
de las sociedades. El pueblo estadounidense deberá luchar por hacer efectivos principios
de justicia y equidad en su propio suelo lo cual no puede producirse sin un cambio social,
antes de la extensión de más oprobios de los ya impuestos en su propio suelo, con lo
que a su vez ayudará a sus hermanos habitantes de otros continentes.
Si se desea avanzar en procura de una mejor convivencia en las sociedades y entre las
mismas ha de superarse aquella expresión de Anacarsis (Diógenes Laercio. Vida de los
Filósofos Más Ilustres: Solón):”Las leyes, son como las telarañas; pues éstas enredan lo
leve y de poca fuerza, pero lo mayor las rompe y se escapa”.

Notas:

[1] Ya fueron condenados 262 represores de la dictadura. Los Andes. Octubre 27 2011.

http://www.losandes.com.ar/notas/2011/10/27/fueron-condenados-represores-
dictadura-602738.asp

[2] Muy pocos ex represores chilenos cumplen penas, alerta ONU. El País. Agosto 23
2012.

http://www.elpaisonline.com/index.php?option=com_content&view=article&id=60445:
muy-pocos-ex-represores-chilenos-cumplen-penas-alerta-
onu&catid=6:opinion&Itemid=7

[3] En Chile hay aún 1.268 juicios en trámite por crímenes de la dictadura. Vanguardia
Marzo 1 de 2012.

http://www.vanguardia.com.mx/enchilehayaun1268juiciosentramiteporcrimenesdeladi
ctadura-1229502.html

[4] Mujica reactivará 88 juicios contra la dictadura uruguaya. Ana Delicado. Julio 1 de
2011.Público. http://www.publico.es/internacional/384794/mujica-reactivara-88-
juicios-contra-la-dictadura-uruguaya

[5] Pinochet rendía examen ante su mentor. Secreto Nodis Departamento de Estado
Desclasificado Memorándum de Conversación. Objeto: Relaciones Chilenas – U.S., junio
8 de 1976. Santiago de Chile. http://www.derechos.org/nizkor/chile/doc/statepino.html

[6] Christopher Hitchens. Juicio a Kissinger. Editorial Anagrama S.A. Barcelona 2002.
Pag.11 a 13 y 103.

[7] Hitchens. Pag.126

[8] The Kissinger Telephone Conversation Transcripts. Document 2: “ We Can Bomb


the Bejesus Out of
Them” .http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB263/19720415-1130-
Nixon.pdf

[9] Memorias. Editorial Atlántida S.A. Buenos Aires. 1982. Pag.29

[10] Memorias. Pag.29, 30

[11] Diplomacia. Fondo de Cultura Económica. México 1994. Pag.687.

[12] Memorias. Pag.15


[13] Kissinger to Argentines on Dirty War: "The Quicker You Succeed The Better". The
National Security Archive. Documento
6. http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB104/index.htmTranscripción al
español Clarín. Kissinger aconsejó a la dictadura apurar la represión ilegal en 1976.
e946f919-02d2-41f5-9ef5-57c8820b738e

Y2:e946f919-02d2-41f5-9ef5-57c8820b738e

http://old.clarin.com/diario/2003/12/04/p-01001.htm

[14] Secreto Nodis Departamento de Estado Desclasificado Memorándum de


Conversación. http://www.derechos.org/nizkor/chile/doc/statepino.html

[15] Miles de documentos confirman que EEUU apoyó el golpe de Pinochet en 1973. El
Mundo.es. noviembre 17 de 2012.

http://www.elmundo.es/america/2010/11/18/noticias/1290035186.html

[16] Henry Kissinger: Afirmaciones Públicas. Emecé Editores. Buenos Aires 1981. Pág.
81

[17] National Security Study Memorandum. NSSM 200. Implications of Worldwide


Population Growth For U.S. Security and Overseas Interests. (THE KISSINGER
REPORT). December 10, 1974.

[18] Diplomacia. Pag. 687.

[19] William Karel. Opération Lune. (El Lado Oscuro de la Luna). Arte France Point du
Jour 2002. Minuto 22.33, especialmente 23.06 a 34.40; también ver 30.05, 37.05,
38,18, 43.10.

http://www.youtube.com/watch?v=b9lw6bqiWGs

[20] 9/11: Press for Truth. Roy Nowosielski. Standard Issue Films. Banded Artist
Productions. http://topdocumentaryfilms.com/911-press-for-truth/ Minuto 16.40 a
17.50 aprox.

[21] El periodista Charles Horman, sobre el cual el director Costa Gavras realizó la
película ‘Desaparecido’ (Missing en inglés) http://www.elcorreo.eu.org/Kissinger-
Siracusa-y-el-Plan?lang=fr

[22] http://www.elcorreo.eu.org/Kissinger-Siracusa-y-el-Plan?lang=fr

[23] War Criminal Henry Kissinger confronted don Bilderberg and Mass
Murder. http://www.youtube.com/watch?v=W4xgfaBTlt4

[24] Mijail Skafidas. Los Grandes Autores Saben Que Nada Tiene Sentido. Gore Vidal
Escritor. El País. Abril 13 de
1999. http://elpais.com/diario/1999/04/13/cultura/923954401_850215.html
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de
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