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- Tutorial nº 188 -
1- Introducción
1.1- Generalidades
2- Componentes de la instalación
2.1- Generalidades
2.6- Tuberías
2.9- Aislamiento
3.1- Generalidades
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3.3- Conexionado
4- Radiación solar
4.1- Generalidades
- Enlaces de interés:
1- Introducción
1.1- Generalidades
A esta tecnología se le conoce también como conversión térmica a baja temperatura, dada
que el rango de temperaturas máximas que alcanza el fluido que forma parte del sistema
se sitúa en torno a los 100 ºC (T<100 ºC).
Posteriormente el circuito primario llega hasta un intercambiador, que en los sistemas más
sencillos se encuentra en el interior de un depósito acumulador (en otros casos el
intercambiador es de tipo externo al depósito acumulador).
NOTA IMPORTANTE: Nunca deben mezclarse los fluidos del circuito primario (fluido de
trabajo caloportador) con el secundario (agua de consumo), dado que el fluido del circuito
primario suele contener productos químicos, entre ellos, anticongelante y otros aditivos
para proteger de la oxidación y proporcionar durabilidad a los captadores solares que se
colocan en el exterior de la vivienda.
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El agua caliente que se obtiene en una instalación termosolar se emplea en los edificios
para usos sanitarios (baños, duchas, etc.) y para otros usos de limpieza (fregado de platos,
lavadora, lavavajillas, fregado de suelos, etc.), de ahí que las instalaciones termosolares
sean de gran aplicación en viviendas y en otras edificaciones tales como hoteles,
hospitales, comedores y restaurantes, vestuarios y en general en edificios donde el uso del
agua caliente sea necesario.
No obstante, además de para producir agua caliente sanitaria (ACS) para el consumo, la
tecnología termosolar tiene otras posibles aplicaciones tales como calentamiento de
piscinas, usos industriales, o empleada en los sistemas de refrigeración y calefacción de
edificios.
En función del mecanismo de circulación del fluido térmico, la mayoría de los equipos que
utilizan la tecnología termosolar se puede clasificar en dos grandes grupos:
Los sistemas por termosifón son los sistemas termosolares más conocidos (típicamente
se ven sobre las viviendas unifamiliares que disponen el depósito de acumulación sobre
los colectores solares), ya que es el más económico y de fácil montaje. En
contraprestación es menos eficiente que el de circulación forzada.
Así se genera una circulación natural del fluido, que se mantiene siempre que exista un
gradiente de temperaturas entre el fluido de los captadores y el que se encuentra en la
parte alta de la instalación dentro del acumulador.
Y es ahí, dentro del acumulador, donde se produce la transferencia de calor desde el fluido
de trabajo del circuito primario al agua de la red contenida en el depósito acumulador. Para
ello se emplea un intercambiador (serpentín de tubos de cobre) que se encuentra dentro
del depósito acumulador.
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Este agua del acumulador una vez calentada, pasa al circuito interno, en este caso circuito
secundario, para ser consumida en los puntos de consumo de la vivienda (duchas, lavabos,
lavadoras, lavavajillas, etc.).
Para ello, el depósito de acumulación debe colocarse siempre en un nivel superior al de los
colectores solares para permitir la convección natural por diferencia de temperatura.
De hecho, para facilitar en todo lo posible el movimiento del fluido caloportador debe haber
una diferencia suficiente de temperatura entre el fluido que está dentro de los colectores
solares y el del acumulador, además de la mencionada diferencia de altura entre el
acumulador y los colectores, que se recomienda sea mayor de 30 centímetros.
En estos sistemas es difícil controlar la temperatura que pueda alcanzarse en el interior del
acumulador, sobre todo en periodos de máxima radiación solar (en verano durante las
horas centrales del día). Para evitar el riesgo de alcanzar temperaturas elevadas en el
depósito acumulador, éste se dimensiona con ratios de volúmenes mayores de 70 l/m 2 de
panel colector.
Los sistemas termosifón no consumen energía eléctrica, ya que no necesitan bomba para
la circulación del fluido, lo que los hace muy atractivos por su autonomía. Como
contrapartida, al ser necesario la instalación del equipo en una unidad compacta
(captadores solares y depósito deben ir juntos) es necesario comprobar la resistencia del
tejado del edificio donde se vaya a instalar el equipo.
El sistema por circulación forzada es más eficiente que el de termosifón, pero también
más caro. El movimiento del fluido caloportador se realiza a través de una bomba
circuladora que es capaz de establecer un caudal determinado según las necesidades
térmicas de cada momento y de vencer las pérdidas de carga del circuito.
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Al emplear una bomba para la circulación del fluido de trabajo, ya no es necesario que el
intercambiador de calor se sitúe en la parte alta de los captadores, por lo que el depósito
de acumulación, que contiene en su interior el intercambiador, no tiene por qué estar junto
a los captadores solares a la intemperie sobre el tejado de la casa.
De este modo, el depósito acumulador se puede situar en un lugar protegido del interior del
edificio sobre el suelo, lo que permite emplear depósitos acumuladores de mayor
capacidad y por tanto más pesados (que pueden ser de hasta 500-750 kg).
Los sistemas por circulación forzada, además de la energía eléctrica para activar la bomba
de circulación, necesita de una centralita para la regulación y control del sistema, que active
la bomba de circulación cuando exista un diferencial de temperaturas entre el fluido que
sale de los captadores y el que se encuentra en el acumulador, que permita que exista la
posibilidad de una ganancia de energía térmica en el intercambiador.
Por tanto, la unidad de control constará de un termostato diferencial que tendrá la misión
de arrancar la bomba cuando la temperatura en los paneles solares sea de un determinado
margen mayor que la registrada en el depósito de acumulación. Por otro lado, la unidad de
control deberá parar la bomba cuando la temperatura en los paneles y en el acumulador
sea aproximadamente la misma.
Para conseguir esto, el termostato diferencial tendrá, al menos, 2 sensores térmicos. Uno
de los sensores estará instalado en la parte superior del último panel solar, es decir, a la
salida de los captadores (punto de mayor temperatura del sistema) y el otro sensor estará
instalado en la parte inferior del depósito acumulador, cerca del serpentín (punto de
referencia de la temperatura del acumulador solar).
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En estos sistemas, como el depósito acumulador e intercambiador suelen estar a una
altura inferior que los paneles de captación solar que están en la cubierta del edificio,
habrá que incluir también en el circuito primario una válvula antirretorno para evitar el
posible efecto termosifónico nocturno del fluido caloportador.
2- Componentes de la instalación
2.1- Generalidades
En toda instalación solar térmica de baja temperatura se pueden distinguir los siguientes
componentes principales:
- Sistema de captación: formado por uno o varios colectores o captadores solares que se
sitúan en la parte exterior y más alta del edificio, convenientemente orientados a los rayos
solares. Es la parte de la instalación que transforma la radiación solar incidente en energía
térmica del fluido que circula por su interior.
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Es el componente de la instalación encargado de recibir la radiación solar y de transferir
esta energía a un fluido térmico que circula por su interior. Para los captadores solares de
baja temperatura se pueden distinguir dos grandes grupos: captadores solares vidriados y
no vidriados.
Los captadores solares no vidriados no disponen de una cubierta que aísle al captador del
exterior, por lo que las pérdidas de calor en este tipo de captador suelen ser muy elevadas.
Suelen fabricarse de material plástico, conformado por una multitud de microtubos por
donde circula el agua que se calienta al recibir la radiación solar.
Debido a su limitada eficiencia, necesitan una superficie más grande para conseguir las
prestaciones deseadas, pero lo compensan con su bajo coste.
En el otro grupo se encuentran los captadores vidriados. Estos disponen de una cubierta
de cristal por su parte frontal que lo aísla del ambiente exterior, reduciéndose así las
pérdidas de calor. Además, la cubierta de cristal va a favorecer que se produzca en el
interior del colector el llamado efecto invernadero, lo que hace aumentar la temperatura
que se alcance en su interior.
Dentro de este grupo se encuentran los captadores solares planos, los cilindro-parabólicos
(CPC) y los de tubo de vacío.
Los más empleados en el ámbito doméstico para la producción de agua caliente son los
captadores solares planos.
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Pero esta vez, la radiación que es reflejada por la placa absorbedora se emite como
radiación de onda larga, que se corresponde con las emisiones de calor o infrarroja, la cual
no puede atravesar la cubierta de cristal y queda atrapada en el interior del colector,
aumentando la temperatura de la placa absorbedora (es el conocido efecto invernadero).
Este fluido nunca debe entrar en contacto con el agua de consumo, dado que además del
anticongelante, contiene otros aditivos con objeto de proteger la instalación interior contra
la corrosión.
Este fluido de trabajo circula a través de un serpentín o circuito de tubos que se encuentra
soldado a la placa absorbedora de manera que el calor de la placa es transferida a su vez al
fluido a través de las paredes de estos tubos.
Todo el conjunto que conforma el panel de un captador solar plano se monta en el interior
de una carcasa que le sirve de soporte. En el interior de dicha carcasa, normalmente
metálica, se dispone de una capa de aislamiento que cubra el fondo y los costados de ésta.
Sobre este aislamiento se montará la placa metálica absorbedora que contendrá soldados
a ella los tubos por el que circula el fluido de trabajo caloportador, como se ha dicho.
Los tubos que entran y salen del costado de la placa permiten que se pueda conectar con
el resto del sistema de la instalación. La carcasa, por su parte frontal, quedará cubierta por
la capa de vidrio transparente, de manera que el conjunto quede totalmente estanco para
evitar pérdidas de calor. La tapa frontal de vidrio, será de un vidrio templado que sea
resistente a impactos y a las oscilaciones térmicas.
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- Cubierta exterior: es el elemento transparente que cubre la placa absorbedora,
generalmente de vidrio templado de bajo contenido en hierro para dotarle de resistencia y a
la vez buena capacidad de aislamiento.
- Placa absorbedora: es el elemento que absorbe la radiación solar, para luego transmitir
esta energía al fluido térmico que circula por su interior. Constituida por una lámina
metálica, normalmente de cobre o aluminio, bajo la que se dispone de un circuito de
tuberías de cobre por donde circula el fluido térmico de trabajo.
- Aislamiento: para reducir las pérdidas de calor hacia el exterior, se coloca un material
aislante en el fondo de la carcasa y por los laterales que son las partes opacas del
captador por donde no se necesita que entre radiación solar. Los materiales más
empleados como aislantes son las espumas de poliuretano y las resinas de melamina.
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- Carcasa o caja envolvente: es el elemento contenedor de los demás componentes que
constituyen el captador. Esta carcasa suele ser de aluminio anodizado, más ligera y
resistente a los agentes atmosféricos, o de acero galvanizado. Normalmente incluye un
marco que le confiere mayor rigidez y posibilita su anclaje a la estructura portante para
darle la inclinación y orientación debida al colector.
Los colectores solares más empleados a nivel doméstico son los colectores planos,
seguidos cada vez más por otro tipo de colectores: los colectores solares de vacío.
Los colectores solares de tubos de vacío están formado por hileras paralelas de tubos de
vidrio transparente. Cada tubo contiene a su vez otro tubo interior de absorción recubierto
con pintura selectiva para mejorar la absorción de calor, por donde circula el líquido
caloportador.
Este tipo de captador incluyen una innovación respecto a los paneles solares planos
convencionales, que consiste en hacer el vacío en el espacio que queda entre el cristal
protector del tubo exterior y la superficie absorbente del tubo interior.
Con este cambio se consigue eliminar las pérdidas por convección interna, dado que se
elimina el aire que pueda transferirlas, por lo que se puede aumentar así la temperatura de
trabajo y el rendimiento de la instalación.
Como ya se ha comentado, los tubos de vacío están compuestos por un doble tubo de
vidrio, entre cuyas paredes se hace un vacío muy elevado (en torno a 0,005 Pa) con objeto
de minimizar las pérdidas de calor por conducción y convención. La superficie de vidrio del
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tubo interior suele llevar un recubrimiento selectivo a base de metal pulverizado para
aumentar la absorción de la radiación. Las dimensiones de los tubos son similares a las de
un tubo fluorescente, en torno a los 60 mm de diámetro y 180 cm de largo.
Estos, captadores permiten calentar agua hasta temperaturas de 110 ºC, hecho que
posibilita la utilización de sistemas de distribución de calor convencionales en
aplicaciones de calefacción con agua.
Además, por la propia configuración de los tubos de vacío que componen el colector solar,
éstos son capaces de capturar la radiación difusa, incluso de días nublados, llegando a
calentar el agua a niveles aceptables.
Este tipo de colector trabaja mediante el sistema antilegionela, dado que el agua que
recorre los tubos y se almacena en la parte alta del colector nunca se mezcla con el agua
caliente sanitaria (ACS) de consumo, sino que el agua de consumo circula por el interior del
depósito superior del colector gracias a un serpentín de cobre que actúa como
intercambiador de calor.
Otra característica de los colectores solares de vacío es que permiten adaptarse mejor a
aquellos casos donde no es posible una instalación con la inclinación u orientación óptima,
mejorando el rendimiento respecto a los colectores solares planos. Esta propiedad hace
que los captadores de tubos de vacío puedan integrarse aún mejor en la arquitectura de los
edificios que en cada caso será diferente.
Evidentemente es una solución más cara, pero resulta más eficiente cuando el tipo de
instalación requiere de grandes necesidades térmicas y de mayores volúmenes de agua
caliente.
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La entrada en el acumulador del fluido caliente del serpentín deberá realizarse a una altura
comprendida entre el 50 y el 75% de la altura total del acumulador, mientras que la salida
del serpentín se deberá realizar por la parte inferior del depósito acumulador.
Como ya se ha indicado, existe otra forma de realizar el intercambio de calor entre ambos
circuitos, y es empleando depósitos acumuladores de doble pared.
Con esta configuración la pared intermedia que separa el depósito interior del exterior
funciona como elemento de intercambio, dando como resultado un rendimiento muy
aceptable.
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Un buen depósito cumulador debe contar con una envolvente aislante que minimice las
fugas de calor al exterior, un volumen de capacidad adecuado al consumo de agua caliente
previsto, ser seguro y ofrecer una larga vida útil en la instalación.
De esta manera se asegura un mayor gradiente térmico entre el fluido caloportador del
serpentín caliente y el fluido exterior contenido en el acumulador, que mejorará la eficiencia
en la transferencia de calor.
En este sentido, asimismo se intentará evitar que la entrada o salida de agua del
acumulador se realice a alta velocidad. En efecto, una elevada velocidad en el flujo de agua
de entrada o salida al depósito favorecerá que se produzcan mezclas y corrientes de
circulación dentro del acumulador. Este efecto no es deseable que se produzca dado que
perjudica la estratificación del agua dentro del depósito.
Del mismo modo, se prestará atención a que las conexiones por donde se realice la entrada
o salida del agua no forme caminos preferentes de circulación dentro del acumulador.
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El emplazamiento de las distintas conexiones en el depósito acumulador se situarán de la
siguiente manera, según la configuración del sistema:
- La conexión de salida del agua fría desde el acumulador hacia el intercambiador, para la
configuración con intercambiador externo, o hacia los captadores se realizará por la parte
inferior del acumulador.
- Para configuraciones de una sola aplicación, la conexión del retorno de agua ACS de
consumo hacia el acumulador se realizará por la parte inferior, mientras que la extracción
de agua caliente del depósito se realizará por su parte superior.
Para su fabricación se debe emplear sólo materiales que ofrezcan durabilidad y seguridad
en la construcción, como el acero al carbono, acero inoxidable, aluminio o fibra de vidrio
reforzado.
PROGRAMA DE COLABORACIÓN
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En efecto, si el agua presenta un pH ácido, o si la concentración de
cloruros es elevada (>100 mg/l), el acero inoxidable es más vulnerable,
que puede traer consigo la aparición de puntos de corrosión por
picadura, debiéndose emplear es estos casos acumuladores vitrificados,
de aluminio o de fibra de vidrio.
En otro orden de cosas, el ratio a seguir para determinar el volumen del depósito
acumulador deberá ser de 30 a 60 litros por m2 de panel solar instalado, en sistemas
pequeños para viviendas unifamiliares, donde la producción de agua caliente es
consumida normalmente a diario.
En el caso que se desee instalar un depósito mixto, que se use tanto para la producción de
ACS (agua caliente sanitaria) como para calefacción, entonces el ratio a seguir para
calcular el depósito acumulador es de 50 a 75 litros por m2 de panel solar instalado.
Como recordatorio, para sistemas unifamiliares es posible utilizar la siguiente regla que
suele ser válida para la mayoría de las veces: 50 litros de depósito por persona + 50 litros.
Es decir que, en la gran mayoría de los casos, para una vivienda unifamiliar donde convivan
de 4 a 5 personas, el depósito acumulador de agua caliente que se necesitaría tendría una
capacidad de entre 200-300 litros.
donde,
Toda bomba circuladora, para unas determinadas condiciones de trabajo y tipo de fluido a
bombear, se caracteriza por el caudal de fluido bombeado y la altura manométrica de
impulsión.
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Las bombas circuladoras, o circulatorias, de los sistemas
termosolares de circulación forzada, son necesarias para
generar el movimiento del fluido de trabajo desde la salida
del depósito acumulador, una vez pasado por el
intercambiador, hasta los colectores solares.
Con el paso del tiempo y el uso, en las tuberías de agua caliente se producen
precipitaciones y corrosión, lo que hace disminuir el paso libre que queda dentro de la
tubería para el agua, produciendo un aumento de la pérdida de carga. En este aspecto, se
deberá cuidar la elección de los materiales de fabricación de las bombas para aplicaciones
termosolares, que deberán ser muy resistentes a la corrosión.
Además, aunque los cálculos hidráulicos para este tipo de instalación se suelen realizar
considerando agua como fluido de trabajo, en realidad el fluido de trabajo en el circuito
primario de este tipo de instalaciones es una mezcla de agua con anticongelante. Este
hecho unido al progresivo aumento de la pérdida de carga en las tuberías por
incrustaciones, aconseja un cierto margen de seguridad en la selección de las
prestaciones de la bomba, con objeto de poder hacer frente a estos imprevistos.
Las bombas circulatorias empleadas en los circuitos termosolares suelen tener varias
velocidades y el fabricante lo indicará en sus gráficas de funcionamiento. Lo aconsejable
es que se trabaje en una velocidad intermedia, con objeto de tener margen de actuación en
el caso de ser necesaria variar la presión de suministro de la bomba ante cambios en las
condiciones de la instalación.
Asimismo, previo a la aspiración de la bomba, se suele instalar un filtro con objeto de evitar
que entren al interior de la bomba impurezas procedentes de los cordones de soldadura y
otros desprendimientos del interior de la instalación.
2.6- Tuberías
Cuando se lleve a cabo el montaje de la instalación, tanto de las tuberías que conforman el
circuito primario como las del secundario, se llevará a cabo bajo las más estrictas
condiciones de limpieza, con objeto de evitar la formación de la legionela.
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Ésta es una bacteria que se desarrolla en los circuitos de
ACS, preferentemente a temperaturas en torno a los 37 ºC,
por lo que es imprescindible someter a toda instalación
termosolar a labores de mantenimiento de prevención de la
legionelosis de acuerdo a la legislación vigente.
Para el circuito secundario o el de circulación del agua caliente sanitaria para consumo
(ACS) se podrán utilizar tuberías de cobre, de acero inoxidable o de acero galvanizado, pero
NUNCA se utilizarán tuberías de acero negro para circuitos de agua caliente destino al
consumo.
- Acero negro: No se puede emplear en instalaciones de agua caliente sanitaria (ACS), por
producirse oxidaciones que afectan negativamente a la potabilidad del agua. Sólo es
posible su uso como material de las conducciones del circuito primario.
De entre los accesorios que son necesarios para un funcionamiento correcto y seguro de
todo sistema hidráulico termosolar caben destacar las válvulas (en sus distintas versiones
según su funcionalidad), el vaso de expansión y el purgador de aire, entre otros. A
continuación se estudiarán brevemente cada uno de ellos:
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a) Válvulas:
La elección del tipo de válvula más idónea se debe realizar atendiendo a la función que
realiza dentro del circuito. Además, el tipo de válvula instalada deberá ser capaz de
soportar con garantías los valores extremos de presión y temperatura que se alcancen en
el sistema.
En aquellos sistemas sencillos, suele ser suficiente con colocar válvulas de seguridad en
cada batería de captadores solares y en la entrada del sistema de acumulación.
Por otro lado, y para evitar que el líquido anticongelante del circuito primario circule en la
dirección opuesta cuando el sistema está apagado, se suele monta una válvula de paso de
sentido único, o bien una electro-válvula que se abra en paralelo con el arranque de la
bomba. Esta válvula antirretorno se utiliza para evitar retrocesos del fluido caloportador
desde los colectores solares hacia la bomba causados por la convección natural.
b) Vaso de expansión:
En efecto, al aumentar la temperatura del fluido caloportador (por ejemplo, a su paso por
los captadores solares), ocasiona el aumento de su volumen dentro de las tuberías y por
tanto, también un aumento de la presión interior del fluido, que si no se dispone de algún
elemento que alivie este incremento de presiones, podría dar lugar a fugas y roturas de la
instalación.
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Por tanto, con objeto de absorber las dilataciones del fluido caloportador se coloca un
dispositivo, denominado vaso de expansión, tal que el fluido sobrante que no cabe en la
instalación entre en el vaso de expansión, consiguiéndose así que la presión no suba.
Pues bien, como se ha dicho, al expandirse el fluido por aumento de su temperatura, parte
del fluido que no cabe en la instalación entra en el vaso de expansión empujando a la
membrana.
El gas que ocupa la parte del vaso de expansión se comprime y absorbe la entrada del
fluido sobrante, evitando así variaciones de presión en el circuito.
La parte del vaso de expansión ocupada por el gas suele disponer de una válvula de
seguridad para limitar la presión al valor especificado por el fabricante de la instalación.
c) Purgador de aire:
- Los purgadores de aire se colocarán en los lugares altos del circuito, que es donde
tenderá a acumularse las bolsas de aire, y será más fácil su eliminación;
- Se recomienda que la velocidad del fluido por las tuberías nunca sea inferior a 0,6 m/s;
- A todo tramo horizontal de tubería se le dotará de una ligera pendiente mínima del 1% en
el sentido de circulación para impedir la formación de bolsas de aire y que éstas queden
estancadas en la tubería;
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- Al menos, en el punto más alto de la instalación se mantendrá una presión mínima de 1,5
kg/cm2.
El fluido caloportador a emplear en el circuito primario (el que va y retorna desde los
captadores solares hasta el intercambiador/acumulador) deberá poseer propiedades
anticongelante con objeto de mantenerse fluido en los periodos de bajas temperaturas
(épocas invernales), al circular en instalación exterior la mayor parte de su recorrido.
Por otro lado, deberá ofrecer una alta capacidad calorífica que permita absorber y
transportar gran cantidad de calor, y poseer un gran coeficiente de transmisión de calor
que proporcione un gran rendimiento en el intercambiador.
Asimismo, el fluido de trabajo que se emplee en una instalación solar térmica no deberá
hervir para el rango de temperatura y presión de trabajo de la instalación, no ser agresivo
químicamente con los componentes de la instalación, y ser además atóxico para que en
caso de fuga no ponga en peligro la salud de las personas.
Además de todo lo anterior, deberá ser un fluido que sea económicamente accesible para
que este tipo de instalaciones sea rentable.
Un fluido así, "ideal", no existe, siendo lo más cerca que se ha llegado al obtenido a partir de
una mezcla de agua y glicol, en un porcentaje del 60% de agua y un 40% de glicol
(Etilenglicol o Propilenglicol).
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Para que el período de garantía de una instalación termosolar no se vea afectado, deberá
emplearse siempre como fluido de trabajo del circuito primario el líquido recomendado por
el fabricante, en caso de ser necesario su reposición, pues de lo contrario se corre el riesgo
de perder la garantía de la instalación por parte del fabricante.
2.9- Aislamiento
Con objeto de minimizar las pérdidas de calor, es necesario dotar de aislamiento las
paredes de las conducciones y accesorios del sistema hidráulico que conforma toda
instalación termosolar.
Por otro lado, las conducciones del circuito primario que conducen el fluido caloportador
suelen alcanzar temperaturas elevadas, especialmente si el sistema está parado, por lo que
el material que se emplee como aislante de dichas tuberías deberá ser tal que no se
degrade con el tiempo y pueda soportar sin problemas temperaturas de hasta 150º C.
D ≤ 35 20 20 30 40
35 < D ≤ 60 20 30 40 40
60 < D ≤ 90 30 30 40 50
90 < D ≤ 140 30 40 50 50
140 < D 30 40 50 60
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Para ello será necesario disponer, al menos, de sendas sondas de temperatura en las
zonas anteriormente indicadas, que enviará los datos marcados a la unidad de control.
El sistema de control recibirá ambas señales y comparará las temperaturas registradas por
los distintos sensores.
Por el contrario, cuando esta diferencia de temperatura se sitúa entre 2 y 4 ºC (el Código
Técnico de la Edificación lo marca a una diferencia menor a 2 ºC) el sistema detendrá el
funcionamiento de la bomba.
Asimismo, otras de las funciones del sistema de control es la de activar la unidad auxiliar
de apoyo para aportar calor adicional al agua de consumo en caso que la instalación solar,
por sí sola, no pueda aportar toda la energía térmica demandada en ese momento. Para
ello se dispondrá también de una sonda de temperatura que registrará la temperatura del
agua sanitaria a la salida del acumulador que se destina a su consumo.
- Pantalla LED, que sirva para visualizar el estado de funcionamiento del sistema y de sus
parámetros de diseño;
- Un módulo de conexión analógica para entrada de datos, que sirva para el conexionado de
las sondas de temperaturas distribuidas por el sistema, etc;
- Un módulo de conexión para la salida de órdenes, que conecte con la bomba para activar
su arranque/parada, o con la unidad auxiliar de apoyo para su control, etc.
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3- Dimensionado de una instalación solar térmica
3.1- Generalidades
PROGRAMA DE COLABORACIÓN
A la hora de elegir la zona donde instalar el sistema de captación solar, ésta deberá ser la
que reciba mayor insolación y con la menor presencia posible de obstáculos alrededor que
puedan proyectar sombras sobre los colectores. Por ello, suelen ser las partes altas de las
construcciones (tejados y cubiertas) las más idóneas, aunque para ello haya que realizar
una comprobación previa resistente de la estructura de la cubierta para poder recibir con
todas las garantías de seguridad el nuevo peso propio del equipo.
Si la vivienda dispone de una cubierta plana accesible, se podrá dotar a los módulos
captadores de la orientación e inclinación que más convenga, con sólo emplear estructuras
auxiliares portantes para el equipo.
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En otros casos, cuando el tejado de la vivienda es inclinado no permite obtener la
orientación e inclinación ideal para los captadores. En estos casos, las pérdidas pueden
ser compensadas aumentando la superficie de colectores. Sin embargo, en la actualidad se
fabrican equipos termosolares en los que desviaciones de orientación e inclinación no
suponen grandes pérdidas de rendimiento, y menos aún en el caso de utilizarse los
colectores de vacío, que ya incluso se colocan en posición vertical.
La orientación (α) de los captadores solares será tal que éstos se dispongan siempre
"mirando" hacia el ecuador terrestre. Esto supone orientación sur geográfico para aquellas
instalaciones situadas en el hemisferio norte terrestre, y orientadas hacia el norte
geográfico para las instalaciones situadas en el hemisferio sur. No obstante, son
admisibles unas desviaciones de hasta ±20º respecto al sur o norte geográfico sin que se
produzcan grandes pérdidas de rendimiento.
Por otro lado, el ángulo de inclinación ( β) es aquel que forma la superficie del módulo con
el plano horizontal, tal como se ve en la figura adjunta. Su valor es 0º para módulos
horizontales y 90º si son verticales.
El valor de la inclinación de los paneles solares dependerá del uso del equipo solar. Así
cuando se pretende que la instalación se use todo el año con un rendimiento aceptable,
coincide aproximadamente con la latitud geográfica del lugar donde se instale.
3.3- Conexionado
El sistema de captación de energía solar térmica debe poder integrarse con el resto de la
instalación convencional de agua caliente de la edificación, y debe contar además con un
sistema auxiliar de apoyo (calentador, caldera de ACS o termo eléctrico) que aporte la
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energía necesaria para garantizar el suministro de agua caliente en los periodos de poca o
nula radiación solar o cuando la demanda de agua caliente sobrepase las posibilidades del
sistema.
La entrada del fluido caloportador al panel captador se realizará siempre por la toma
inferior del panel, y la salida por la parte superior opuesta a la entrada.
Ello es así porque conforme la temperatura del fluido a la entrada del colector sea cada vez
mayor, el gradiente térmico que se puede alcanzar es cada vez menor a la salida del
colector, por lo que su rendimiento decrece.
Lo más común a la hora de conectar los paneles que conforman una batería de colectores
solares es hacerlo en paralelo.
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Mediante la conexión en paralelo
con retorno invertido se evita la
instalación de válvulas de
equilibrado de caudal.
Cuando sea necesario, se pueden disponer en varias filas los captadores, estando cada fila
conectada también en paralelo.
Por tanto, elegir como dato de consumo de agua caliente el valor promedio del consumo
diario durante el verano, como criterio de diseño para el dimensionado de las instalaciones
solares térmicas, evitará que se produzcan situaciones de sobrecalentamiento del sistema.
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Por otro lado, y según estimaciones deducidas de la experiencia, al final, durante los meses
de invierno, el aumento de consumo de agua caliente sanitaria (ACS) que circula a través
del acumulador suele representar entre un 15 y un 20% más respecto al consumo medio
durante los meses de verano, a fin de tener este dato en cuenta en el dimensionamiento de
la instalación.
La siguiente tabla muestra la demanda de agua caliente sanitaria (ACS), según criterio del
Documento Básico del Código Técnico de la Edificación "DB-HE Ahorro de Energía":
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Para el caos de viviendas unifamiliares, con objeto de calcular la ocupación de personas
que corresponde por vivienda, se suelen aplicar los siguientes ratios:
Procedimiento de Cálculo
>> Aplicación "Método de las Curvas F-Chart " por Censolar (Centro de Estudios de la
Energía Solar)
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"Proyecto de Optimización del dimensionado de instalaciones de energía solar térmica para
la producción de agua caliente sanitaria"
4- Radiación solar
4.1- Generalidades
Como una forma habitual de medir la energía, o bien la potencia, que recibimos del sol
generalmente se emplea el término de radiación solar.
La radiación del sol, que se define como la energía procedente del sol en forma de ondas
electromagnéticas, se compone principalmente de dos tipos: radiación directa y radiación
difusa.
La primera es la que llega a la superficie terrestre directamente desde el sol, mientras que
la difusa es la parte de la radiación que resulta después de la interacción con los
componentes atmosféricos. Así, en un día despejado casi toda la radiación recibida es del
tipo directa, mientras que en un día nublado será radiación difusa.
En instalaciones solares fotovoltaicas se suele emplear el concepto " horas de sol pico "
como una forma de medir el aprovechamiento de la energía solar por efecto fotoeléctrico y
que representa las horas de sol disponibles a una hipotética irradiancia solar constante de
1000 W/m 2.
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Este es un dato que va a ser muy variable, porque además de depender de las coordenadas
geográficas del lugar (latitud y longitud), dependerá de la estación del año, de las
condiciones climatologías de cada momento del lugar y además, de la orientación e
inclinación que tengan los paneles de captación, amén de las condiciones arquitectónicas
que rodeen la instalación, debido a la posibilidad que se generen sombras sobre los
captadores o que se tenga a los captadores más o menos resguardados de la acción del
viento, etc.
En este sentido existe una multitud de bases de datos de donde se puede obtener
información sobre la radiación solar disponible en cualquier lugar del planeta.
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Ingemecánica
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