Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
El Perú forma parte uno de los países que ha logrado crecer económicamente en el mundo. Las
condiciones están dadas para apartar a más peruanos de la pobreza. No obstante, sigue siendo
un desafío. La corrupción, es la central barrera. Ya sea grande o pequeña, significa más que unos
billetes cobrados de manera clandestina. El auténtico precio se cancela posteriormente. Los
afectados, todos nosotros.
Sin embargo, la mayoría de peruanos piensa que no importa los actos de corrupción que existan
por parte de las autoridades siempre y cuando hagan obras. Esto explica por qué 7 de cada uno
de nosotros se muestra tolerante ante actos ilegales.
Los casos mencionados anteriormente evidencian la grave situación política que atraviesa
nuestro país. Tenemos congresistas que tienen precio, lobistas por todas partes y la corrupción
que crece como la espuma. Indignados pensamos que todos deberían irse, pero al final no se va
nadie. Pasan los años, pasan los escándalos y las caras son las mismas. El gran problema es creer
que esto no se puede cambiar. ¡Pero no! ¿Qué podemos hacer entonces?
Lo primero es comunión. Podemos tener ideas distintas y conforme a eso apoyamos a un político
sobre otro. Pero los últimos hechos nos han indicado que a la mayoría de ellos no les interesa la
ideología sino beneficiarse personalmente. Enfrentemos juntos este enemigo en común.
Denunciemos cada acto de corrupción. Generemos conciencia y tengamos los ojos bien abiertos.
Como segunda propuesta, es fundamental el apoyo. Gobiernos anteriores nos han hecho creer
que lo fundamental es mover la economía, atraer inversiones y hacer obras. Ahí la corrupción
ha encontrado el refugio perfecto. Un país no es una gran empresa con un organigrama. No
necesitamos un gerente porque nosotros no somos empleados, somos una comunidad.
Debemos dejar de ser indiferentes y comenzar a darnos la mano.