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OCCIDENTE
La filosofía oriental es ante todo una filosofía de vida y son casi inseparables con la
religión. La filosofía occidental es más analítica, más metódica, más científica si se quiere.
Son diferentes, pero todas nos presentan un cosmos, un mundo ordenado de particular
manera, la mejor será la del cosmos con el cual te identifiques, sea Sartre, Hegel, Lao
Tse, Buddha, o Popper. [“...Porque inseparable de la filosofía es el concepto de
"episteme", de "ciencia", que Platón propone y Aristóteles sistematiza con rigor. El
proyecto de Descartes era el del conocimiento firme, Husserl escribe textos como "La
filosofía como ciencia estricta" y Hegel, cumbre de la filosofía, afirma respecto a esa frase
que afirmas que la filosofía ha de dejar de ser "amor a la filosofía para ser saber real"...]
La religión asumirá también este cambio de una forma dolorosa, pues la reforma
protestante, afirma en libre examen, supondrá la ruptura de la unidad eclesial.
Simultáneamente los jesuitas centrarán su espíritu espiritualidad en el examen de
conciencia. En el arte se pasa de un trabajo colectivo al trabajo firmado por el autor. Y en
el campo de la economía, los burgueses ir a la firmando cada vez más la necesidad de
abrir campo a la acción del individuo, eliminando las reglamentaciones de una Sociedad
corporativa, que jugaba cualquier tipo de iniciativa.
Hay que reconocer que son un tanto desconcertantes en occidente estas aportaciones
orientales: parecen llevarnos a una sin de la subjetividad que se difumina en el seno de lo
absoluto. Ay ponernos en contacto con esas corrientes de espiritualidad o de pensamiento
nos sorprenden Las preguntas que quien flotando: ¿Es un espejismo la afirmación del yo
individual? Al atribuirnos una sustancialidad y suficiencia mayor de la que tenemos, ¿No
estaremos ocultando nos a nosotros mismos nuestra propia multiplicidad, nuestra
respectividad, dependencia y relatividad? ¿Hemos depurado la concepción ordinaria y
habitual que tenemos sobre nosotros mismos? ¿Hemos de seguir esforzándonos por
recuperar al sujeto o quizás convendría dejar que se pierda aún más?… Son
cuestionamiento radical. Habría que evitar dos extremos: el de enlazar mistificadoramente
las concepciones orientales Y el de ponerse a la defensiva frente a ellas. Pero, así como
hemos encajado el reto de las filosofías contra el sujeto, bueno sería que confrontemos
también lo oriental, para contrarrestar nuestros excesos por el lado opuesto. Las
tradiciones orientales ayudan a contraponer el excesivo énfasis occidental en el individuo.
Hay que pasar por el olvido del sujeto para encaminarse hacia su recuperación en el seno
de Lo absoluto. Nos invita esta aportación oriental a repensar nuestras antropologías
occidentales. Nos invita a dar un paso desde la filosofía de logos, de la acción del sujeto,
a una filosofía de contemplación, la receptividad y el salir de sí.
http://filosofia10jordandesajonia.blogspot.com/2015/05/filosofia-oriental-y-occidental.html
https://www.tendencias21.net/Oriente-y-Occidente-dos-aproximaciones-a-la-
conciencia_a1091.html
Pese a esta radical diferencia, las tres culturas tienen algo supremo en común: ellas han
hallado una fundamental justificación de la vida humana que explica plenamente su
respectiva perdurabilidad, su flexibilidad, su intrínseca superioridad. Han encontrado una
clave, un lema que simboliza su destino: la India dice: «Todo»; la China dice: «Nosotros»;
el occidente dice: «Yo».
La inerradicable aspiración a lo Absoluto se cumple así plenamente en los tres casos. Por
una parte, la fórmula hindú niega la vida y la fórmula china la detiene –el hindú ignora el
tiempo y el chino lo considera como una eternidad infinita e inmóvil. Por otra parte, el
hombre occidental percibe el tiempo dramáticamente. Lo mide «mucho más con las
pulsaciones de su corazón que con el tic tac de su reloj. La Hístoria es (por tanto) el
tiempo en marcha y poblado de humanidad.
http://www.filosofia.org/hem/dep/rcf/n10p053.htm