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Ser y cosmos

¿Existe una identidad Latinoamericana?

¿Es posible establecer características generales que se apliquen a cada una de

las personas Latinoamericanas? Hay muchos aspectos que contribuyen a la formación

de la identidad propia, como la cultura que nos rodea y la libertad de elegir entre

varias opciones, lo cual hace que los seres humanos seamos completamente

diferentes. También existen varias cosas que los países de América Latina tienen en

común, así como influencias externas que nos distancian más de lo que nos

caracteriza como región ¿Son estas similitudes lo suficientemente fuertes para

establecer que existe una identidad común entre los latinoamericanos?

Para definir una identidad en sí, primero es necesario preguntarnos ¿Quienes

somos? Por un lado, somos definidos e influenciados por un conjunto de valores y

modos de vida, específicos de la cultura en la que nacemos. Por otra parte, tenemos la

libertad de elegir en qué nos convertimos, aceptando o rechazando aspectos de la

cultura que nos rodea. Según Jean Paul Sartre, la existencia precede a la esencia, lo

que quiere decir que el ser humano primero existe y después se define.

“El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza

por no ser nada. Solo será después, y será tal como se haya hecho. Así pues, no hay

naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla. El hombre es el único que no

solo es tal como el se concibe, sino tal como el se quiere, y como el se concibe después

de la existencia, como el se quiere después de este impulso hacia la existencia; el

hombre no es otra cosa que lo que el se hace.” (Sartre, 2009, p.31)


Podemos decir entonces que, indudablemente, la cultura en la que nacemos tiene una

gran influencia en nuestra forma de pensar. Esta nos da normas que absorbemos

inconscientemente, formas de supervivencia que combaten la incertidumbre y dotan a

la sociedad de un orden comúnmente acordado. De alguna manera, todas nuestras

decisiones están basadas en el conjunto de valores de la cultura en la que nacimos. Sin

embargo, podemos romper este orden, lo cual en algún punto es necesario porque si

todos fuésemos iguales, nada nuevo pasaría. Cuando alguien se sale del punto de

seguridad y aceptación social surgen cosas nuevas, como artistas controversiales,

nuevas subculturas, nueva moda, nueva música. Cada persona decide que extraer de

su cultura, que ideologías apoyar, que cosas le gustan, cómo vestir, como hablar,

como relacionarse con el resto, etc. En este aspecto somos libres, porque tenemos que

elegir y tomar decisiones para formar nuestro propio ser, tal y como propone Sartre, y

existe un sinnúmero de posibilidades dada la diversidad de ideas y culturas que

existen en el mundo.

Si somos las cosas que decidimos absorber o rechazar del mundo ¿podemos

entonces encasillar a tantas personas diferentes, como las de Latinoamérica, en un

solo grupo? Hay varios aspectos sumamente generales que los 20 países que

conforman Latinoamérica tienen en común. Para empezar, comparten la historia de la

colonización y el hecho de que su herencia cultural es el choque de estos dos mundos:

el indígena y el europeo. Como consecuencia de la colonización, también comparten

el idioma, que es el español, a excepción de Brasil, cuyo idioma oficial es el

portugués. También está la religión predominante, el catolicismo, otro legado de la


colonia española. Podemos decir además que la diversidad entre los países

latinoamericanos puede considerarse como otro factor que los une, ya que cada país

cuenta con pueblos indígenas y sus lenguas propias. No obstante, el mismo idioma

español que nos une tiene una gran cantidad de acentos y variantes en los diferentes

países de Latinoamérica. Este es solo un ejemplo de como las cosas que nos unen

siguen siendo aspectos muy generales como para considerar que existe una identidad

latinoamericana “absoluta”, ya que las pequeñas diferencias abundan. No toda

Latinoamérica es católica, ni habla el mismo español. Cada país tiene sus propias

expresiones y acentos. Un ejemplo es el uso de palabras como “mijin” o “pana”,

únicas de Ecuador, para referirse a un amigo. Estos términos no serían comprendidos

por habitantes de otros lugares de Latinoamérica. Además, no todas las personas

latinoamericanas se ven iguales físicamente, resultado del mestizaje. Hay personas

pequeñas, altas, morenas, blancas, rubias, de ojos claros, de ojos cafés, de cabello

rizado, de cabello lacio… en fin, hay de todo tipo de combinaciones. Tampoco se

comparten las mismas costumbres en Latinoamérica, ya que existen tradiciones

culturales que tienen muchas variantes y son muy específicas de cada lugar. Un

ejemplo claro de esto es el día de los muertos, el cual se celebra en muchas partes de

Latinoamérica, pero de diferentes maneras. En México, las familias realizan un altar

con fotografías de los miembros difuntos de su familia y adornan los cementerios.

Aunque tiene un parecido con la tradición ecuatoriana, en Ecuador no se realizan

altares y se prepara la “colada morada” algo totalmente único de este país. De acuerdo

a Jorge Vergara, “en América Latina hay una presencia simultánea y conflictiva de

componentes culturales muy diversos, que coexisten muchas veces en capas o

conviven al mismo nivel, pero que no resulta de ello una sola identidad cultural,

cualquiera sea ésta (2012, pg. 24) ”.


Es por esto que, por más que más los países que conforman a América Latina

compartan aspectos culturales, la diversidad entre ellos es muy amplia y resulta

imposible encasillar todas estas diferencias en una sola identidad.

Las diferentes tradiciones y comportamientos específicos de cada país

influencian a sus habitantes, más no necesariamente los define. Aunque se compartan

aspectos culturales, cada individuo es único y se crea a sí mismo de formas distintas,

más aún en la actualidad con la globalización y el fácil acceso que se tiene a todo tipo

información. Esto hace que los seres humanos seamos influenciados más fácilmente

por culturas externas a la nuestra, especialmente las personas jóvenes, y que

adoptemos diferentes comportamientos, expresiones, hábitos, y maneras de pensar.

Podemos decir que hoy en día, todo lo que escuchamos, vemos, y leemos tiene una

influencia directa de grandes potencias como Estados Unidos y varios lugares de

Europa como España o el Reino Unido. La música que caracteriza a Latinoamérica,

por ejemplo los boleros, la salsa y el tango; no es lo único que se escucha en esta

región. Las personas en su vida diaria escuchan el pop estadounidense, la electrónica

europea, el rock inglés, etc. La comida típica, de igual manera, no es la única opción

dentro de Latinoamérica. Cada vez llegan más empresas multinacionales a este

territorio, las cuales cambian los hábitos regionales de alimentación, como

McDonald’s, Burger King, KFC y Coca-Cola. Muchas personas incluso buscan que la

ropa que usan sea de marcas conocidas en otras regiones del mundo y hacen de menos

a lo nacional. Héctor Díaz afirma que, “en este sentido, el mercado, las

transnacionales y los mass-media son instancias de legitimación cultural, espacios de


definición de normas y de orientación de la conducta. Su autoridad modela las

disposiciones estéticas y las maneras de ser (2002, pg.110)”.

Como resultado, la población latinoamericana ha adquirido una tendencia a idealizar

lo extranjero y rechazar lo nacional, existe un sentido de inferioridad muy marcado.

Se podría decir que este pensamiento se ha ido implantando en nosotros desde la

conquista, ya que siempre se recuerda como los españoles “civilizaron” y eran

“superiores” a los indígenas debido a sus armas e inteligencia. “Esta oposición entre

hombres e indígenas, entre civilización y barbarie, entre el desarrollo y el mundo

primitivo, se manifiesta en muchos otros textos, aparte de las fuentes coloniales o

contemporáneas (Restall, 2004, pg.190)”.

Desde un principio hemos sido inconscientemente empujados a pensar que lo

extranjero es superior, lo cual hace que nos desapeguemos cada vez con más fuerza

las cosas únicas de Latinoamérica. Es decir que, si ya habían grandes diferencias entre

los latinoamericanos, con la globalización y nuestro desapego hacia nuestras propias

cosas la identidad latinoamericana se vuelve mucho más difícil de encontrar.

En conclusión, es un caso perdido tratar de hablar sobre la existencia de una

cultura Latinoamericana, ya que las diferencias entre la población abundan y se trata

de imitar lo extranjero. Aunque existen algunas similitudes entre los países de esta

región, siguen siendo características muy generales. Cada individuo es único, porque

se crea a si mismo de diferentes maneras, elige lo que le gusta pensar, decir, vestir,

comer, etc. En la actualidad las personas son aún más influenciables por pensamientos

externos, a consecuencia del fácil y rápido acceso que se tiene a la información de

todo el mundo. Entonces, como podríamos desarrollar una identidad propia de


Latinoamérica? Para esto, primero deberíamos dejar de idolatrar a los

comportamientos Europeos y Estadounidenses. Esto es necesario en el sentido de que

si seguimos los pasos de las grandes potencias mundiales, no haremos más que

terminar con las cosas que aun quedan en Latinoamérica y no se encuentran en otro

lado, como la naturaleza. Ser conscientes de lo que tenemos hará que evitemos

cometer errores del pasado y nos llevará un paso más cerca de saber quienes somos en

verdad, sin la idea de que somos inferiores.


Referencias

Díaz-Polanco, H. (2002). Identidad, globalización y etnofagia. Boletín De


Antropología Americana, (38), 97-118. Recuperado de
https://search.proquest.com.ezbiblio.usfq.edu.ec/docview/236623445?accounti
d=36555

Restall, M. (2004). Los Siete Mitos de la Conquista Española. Barcelona: Paidós.

Sartre, J.-P. (2009). El existencialismo es un humanismo. Barcelona: Edhasa.

Vergara, J. (2012). TRAMAS Y LABERINTOS: SOCIOLOGÍA E IDENTIDAD


CULTURAL LATINOAMERICANA1/WEAVINGS AND LABYRINTHS:
LATIN AMERICAN SOCIOLOGY AND CULTURAL IDENTITY. Atenea
(Chile), (506), 13-27. Recuperado de
https://search.proquest.com.ezbiblio.usfq.edu.ec/docview/1353495249?accoun
tid=36555

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