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Edgar Lara y Raúl Almogabar

25/03/2019

Maestría en Estudios Regionales

Elementos para el estudio de la historia del territorio

Reporte de lectura de: La integración del territorio en una idea de Estado. México y
Brasil, 1821-1946 y El Estado mexicano y la conformación de su espacio: La
definición de sus fronteras en el siglo XIX.

Las dos lecturas que se revisaron para la sesión fueron las de “El territorio y el
proceso de construcción del Estado Moderno: México Brasil (1821-1946)” y “El
Estado mexicano y la conformación de su espacio: La definición de sus fronteras en
el siglo XIX”. Ambas forman parte del estudio de la configuración del Estado y del
territorio como elementos fundamentales para comprender el presente. El primer
texto hace un estudio comparativo entre el Estado mexicano y el brasileño y el
segundo un recuento de los procesos que dieron forma a los límites de México.

El territorio y el proceso de construcción del Estado Moderno: México Brasil


(1821-1946)

El primer texto es elaborado por Eullia Ribera, Héctor Mendoza y Pere Sunyer. Parte
de un estudio comenzando en 1999 donde se busca estudiar el territorio como un
elemento primordial en la conformación del Estado. Para esto, se buscaron tres
ámbitos para explicar este proceso. Primero el conocimiento e integración del
territorio nacional, luego, la ciudad como pieza clave de la colonización y
estructuración del territorio y por último la ideología y la integración política.

A partir del trabajo interdisciplinario se buscó encontrar al territorio como piedra


angular para el estudio de la configuración de los Estados. Después de una revisión
de 150 años de historia, se creó una obra donde se encontraron conclusiones a
fines entre la relación de estos. El marco cronológico fue escogido debido a que
amabas son las fechas de conformación de Estados independientes, por otra parte,
la fecha de 1946 fue escogida porque era el fin del periodo de gobierno de Ávila
Camacho en México y el del proyecto de Estado Novo de Getulio Vargas.

Los autores comienzan con la cuestión del auge del movimiento ilustrado después
de la Revolución Francesa en el siglo XIX. Un interés del movimiento es el aumento
de flujo de riqueza basado en el consumo y en la mejora de la administración.
También, las nuevas ideas debían forjar la organización del territorio, la educación
en manos del Estado y a los ciudadanos como iguales desde el nacimiento,
consumidores, seres económicos y productores.

Brasil y México tenían condiciones distintas. Ambas fueron vistas como “regiones
puras”, tierras fértiles donde aplicar los nuevos mecanismos racionales para
configurar al Estado. Sin los vicios de las viejas metrópolis se podían buscar los dos
objetivos principales ilustrados: La búsqueda de la felicidad y el progreso (motivado
por la revolución industrial). Las técnicas científicas serían las herramientas para
lograr estos objetivos, una Geografía renovada y una Estadística para conocer a la
población.

La cuestión que entra en conflicto con esta manera de ver regiones puras es que
tenían realidades concretas con el Antiguo Régimen colonial. Las persistencias de
las prácticas autoritarias se mantuvieron fuertemente arraigadas. El Estado
mantuvo prácticas despóticas que controlaban la productividad y generaban
desigualdad social. La implementación de los principios jurídicos de la constitución
de Estados Unidos fue equivocada (Según Lucas Alamán) porque ellos habían
nacido sin resabios del viejo régimen a diferencia del caso mexicano. En la lectura
también se expone que, en el caso de Brasil, la relación con el Antiguo Régimen era
más fuerte debido a la persistencia de la esclavitud hasta 1888. Los preceptos de la
Ilustración fueron aún más reducidos debido a esto. Brasil y México debieron abrirse
campo a la modernidad de manera distinta la igualdad, la liberación del comercio,
destruyendo prejuicios, gremios, sociedades colegiales y eclesiásticas.

El Estado mexicano y la conformación de su espacio: La definición de sus


fronteras en el siglo XIX
En el segundo texto de Luz María Oralia y José Omar Moncada se trata el tema del
establecimiento de los límites territoriales del Estado Mexicano. El establecimiento
de límites territoriales y fronteras es importante para entender hasta donde puede
ejercer su soberanía un Estado. La formación de una identidad nacional es formada
por la comprensión de la cultura, la historia, geografía y límites territoriales. Para
esto, la geografía ha jugado un papel histórico de suma importancia.

A principios del siglo XIX la Nueva España estaba formada por límites en constante
movimiento. Ésta, contaba con un territorio a administrar, pero estaba lejos de
ejercer una soberanía sobre este. Mesoamérica había sido dominada, en este se
encontraba el imperio Mexica como principal grupo conquistador, las etnias
nómadas se encontraban en Aridoamérica. Desde tiempos prehispánicos los ríos
Lerma y Pánuco fueron los que separaban a los pueblos nómadas de la zona árida
del norte con los pueblos sedentarios. Este fue el borde que que desplazaron los
españoles en si conquista del norte, convirtiéndose en una frontera móvil. Los
otomíes, funcionaron como comerciantes entre estos grupos étnicos y
posteriormente con los españoles. Ayudaron a la colonización del norte.

La expansión se fue dando después de la caída del imperio Mexica en 1521. Juan
de Tolosa descubrió yacimientos en la actual Zacatecas. Esta expansión tuvo
problemas con los pueblos llamados chichimecas que no permitían nuevos
asentamientos (problema que se fue solucionando, poblando las zonas con
numerosas familias indígenas) y condiciones ambientales donde los ricos
yacimientos carecían de agua superficial, además de pobreza de la tierra. La
pacificación de las tierras a partir de asentamientos de pueblos de indios, misiones,
villas, presidios y reales de minas. La fundación de Acámbaro, San Juan del Río,
Querétaro y San Miguel el Grande ayudo a conectar Zacatecas con Guadalajara en
la Nueva Galicia. Existieron más actividades expansionistas al norte con las
incursiones de los Jesuitas y Franciscanos, pero no se logró poblar el área
septentrional. La expansión se dio por más de 4 millones de km cuadrados, pero la
corona no logró la formación de una identidad nacional ni una identificación de la
población con el territorio.
El 28 de septiembre de 1821 se firmó definitiva Acta de independencia de México y
las tres garantías. Guadalupe Victoria como presidente y con una república
mexicana quedaría conformado el territorio en 17 estados y dos territorios. Si bien,
el aspecto político del país se había integrado, la conformación espacial no se había
logrado. La nación sólo era un concepto abstracto y no había esquema de las
dimensiones territoriales.

En 1833 El Instituto Nacional e Geografía y Estadística se dio a la tarea de reunir


todos los datos disponibles para hacer mapas parciales del territorio mexicano. La
comisión Estadística Militar poco después hizo un mapa que cabía en una sola hoja,
esta nueva concepción de los límites nacionales lamentablemente no sirvió para
defenderse de la invasión estadounidense.

El gobierno de Estados Unidos intentó comprar territorio mexicano, al no conseguirlo


lo ocupó con una invasión y ocupación de la ciudad de México en 1847. El fin de la
guerra se dio con el Tratado de paz Amistad y Limites de Guadalupe-Hidalgo, a este
le siguió el Tratado de la Mesilla donde se le vendió otra franja del territorio. La
pérdida del territorio llevó a las élites mexicanas a una reflexión sobre la importancia
de la unidad nacional. Consideraron imperioso un nacionalismo que llevara a la
defensa de las invasiones extranjeras.

En 1857 las comisiones encargadas de elaborar en mapas los límites de Estados


Unidos y México lograron por primera vez dejar en claro las fronteras. Esto se
podría usar como instrumento en contra de invasiones. Aún así surgieron varias
intrusiones en la frontera norte por parte de Estados Unidos.

La frontera sur se delimitó a través de conflictos con Inglaterra. Desde el siglo XVI
se motivó la piratería y su asentamiento en territorio español para el atraco de
barcos y puertos españoles. La cofradía de los Hermanos de la costa estaba
formada por piratas de distintas nacionalidades y se volvieron celebridades
inglesas. En 1763 se firmó el tratado de Paris donde se permitía la explotación de
recursos naturales por la corona inglesa. Esto permitió que se expandieran las
actividades inglesas en detrimento de las españolas. En 1859 Guatemala e
Inglaterra firmaron un convenio que le cedía al imperio todo el territorio al norte del
río Sarstoon hasta los de Garbutt en el río de Belice hasta tocar la frontera mexicana.
Finalmente, en 1893 Gran Bretaña y México firmaron un acuerdo que establecía los
límites a cambio de que cesara tráfico de armas (que facilitó el levantamiento y la
guerra de castas) y que cesara su expansión al territorio mexicano.

Fuente del reporte:

RIBERA CARBÓ, Eulalia, Héctor MENDOZA VARGAS y Pere SUNYER MARTÍN (coordinadores)
(2007), La integración del territorio en una idea de Estado. México y Brasil, 1821-1946, México,
Instituto de Geografía-UNAM / Instituto Mora.

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