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GRUPO TERAPÉUTICO
Apunte de cátedra. Enfoque técnico de los abordajes grupales. Facultad de Psicología, Universidad
del Aconcagua. Mendoza.
19 de febrero de 2013
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Para citar este trabajo
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Para citar este trabajo: Muzlera, S. (2013, Marzo.). Análisis de una definición de grupo terapéutico. Recuperado de:
https://silviamuzlera.wordpress.com/2013/03/13/analisis-de-una-definicion-de-grupo-terapeutico/
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por poseer un factor común o no. También se pueden clasificar por su
variable temporal en grupos de tiempo limitado y otros de duración no
predeterminada. Además, teniendo en cuenta la apertura para los
egresos e ingresos de miembros se puede hablar de grupos cerrados,
abiertos y de apertura lenta. Sin embargo, más allá de estas diferencias,
todos son denominados dispositivos “terapéuticos”. Teniendo en cuenta
los desarrollos psicoanalíticos en el tema, la siguiente constituye una
síntesis que reúne los elementos esenciales.
1- Un grupo…
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mencionado en otro texto (Muzlera, 2012) tal sentido psicológico hace
referencia al estudio etimológico que propone Anzieu (1972) Este autor
concibe dos ramas etimológicas del término “grupo”: nudo y círculo. En
tanto “nudo” un grupo presenta “cohesión” debido a las investiduras
mutuas de sus integrantes que transforman en significativo a cada
miembro para cada uno del resto. Esta significatividad implica siempre
una exigencia de trabajo psíquico para los participantes. En términos
terapéuticos trabajamos este hecho con el nombre de “transferencia”. La
otra rama etimológica, la de “círculo”, muestra al grupo como un círculo
de iguales en tanto todos tienen el mismo objetivo o tarea: el cambio
psíquico.
2- …terapéutico…
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Existen diferentes abordajes grupales que suelen denominarse
“terapéuticos” y “no terapéuticos”. Los abordajes no terapéuticos son
los que se realizan generalmente en organizaciones o comunidades y
tienen como objetivo aumentar las capacidades elaborativas de un grupo
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para resolver los obstáculos que se presentan durante la realización de
su tarea. En esta área pueden distinguirse diversos dispositivos como el
abordaje institucional, el grupo de diagnóstico, el grupo de discusión, el
taller de reflexión, el grupo de reflexión, entre otros. Si bien estos
dispositivos pueden tener efectos que podrían ser denominados
terapéuticos, su objetivo es preventivo. Estos abordajes suelen
denominarse “coordinación de grupos”. Los grupos terapéuticos, a
diferencia de los anteriores abordajes, tienen un objetivo directamente
terapéutico en tanto sus miembros concurren primariamente para
resolver aspectos de su personalidad que generan malestar, sufrimiento
a ellos mismos o a los que los rodean.
3- …es un medio…
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ello utiliza criterios de selección teniendo en cuenta tanto las
contraindicaciones como las indicaciones de elección. Se tiene en cuenta
no sólo la personalidad y el diagnóstico de los sujetos sino el posible
“efecto combinación” que podría surgir al agruparlos. Por razones
técnicas (regla de abstinencia) los sujetos no se conocen entre sí
previamente ni mantienen otro tipo de vínculo fuera del grupo (ni
familiar, ni laboral, etc.) mientras dura el tratamiento. En este sentido se
dice que es una creación artificial, para diferenciarlo de los grupos
naturales que tienen una tarea externa al grupo como en el ámbito
laboral.
Los encuentros son las sesiones en las cuales los sujetos son
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invitados a expresar espontáneamente lo que piensan o sienten. Se
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despliega así la “cadena asociativa grupal” (equivalente a la regla de
asociación libre) y se irá conformando la “dramática” de la sesión. Para
que esto sea posible es indispensable el elemento de “copresencia” que
enunciamos en la definición de grupo. La sesión y su “dramática”, el
mismo “aparato psíquico grupal”, sólo son posibles si los sujetos
interactúan, se vinculan y de esta manera se constituyen en soportes de
las transferencias. Esto otorga una importancia especial a las ausencias. El
miembro que se ausenta a una sesión provoca un efecto en él y en el
grupo, efecto que será objeto de trabajo psíquico. Él se enfrentará, en la
sesión siguiente, con su no participación en contenidos compartidos por el
resto. Y el grupo se enfrentará con la presencia de una ausencia, hecho al
que otorgará algún significado. Esta característica del trabajo grupal hace
que las ausencias tengan un valor diferente a la de los tratamientos
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individuales. Es por este motivo que si bien es esperable alguna ausencia
ocasional, está contraindicado para un tratamiento grupal, incluir a una
persona que tenga una especial dificultad para la estabilidad en la
asistencia.
6- …pautados…
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(inicio de un grupo, entrada de nuevos miembros, salida de otros,
momentos de crisis, etc.) el encuadre funciona como una prótesis yoica,
es decir, lo que no está discriminado “adentro” del paciente, queda
discriminado fácticamente a través del encuadre. Al borrarse los límites
del self, el “borde” del cuerpo de cada uno coincide con el del conjunto y
más allá, con el límite físico del consultorio. Lo mismo puede decirse de
la ubicación temporal, el debilitamiento de la percepción del tiempo,
producto de la regresión, es compensado por el ritmo de la secuencia de
los encuentros pautados.
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demanda de significantes, elementos para ser procesados por cada uno y
por el conjunto, lo que proporciona la ocasión de poner "sobre la mesa
de trabajo" los procesos de construcción y de deconstrucción de los
complejos representacionales con los cuales se está operando. Cada uno
de los miembros pone en juego su propia modalidad de trabajo psíquico
para el armado vincular, intentando organizar de algún modo el material
estímulo al que está sujeto: el de su propia interioridad mental y el
proveniente del o los otros reales externos.
8- …interaccionan, se comunican…
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como otro ajeno, diferente al yo, que muchas veces rechaza lo proyectado
exigiendo al sujeto su reintroyección; efecto éste de características
terapéuticas. Por lo tanto la comunicación será vehículo de ambos
contenidos permitiendo la incorporación de nuevas significaciones.
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disposición frontal, cara a cara, acentúa los efectos de la mirada: la
situación de grupo reactiva las experiencias primarias y originarias
adquiridas antes del acceso a la palabra... Cada miembro del grupo se
verá confrontado con un encuentro, múltiple, intenso, con otros sujetos,
objetos de investimientos pulsionales y representaciones diversas... La
situación grupal desarrolla así situaciones de desbordamiento
potencialmente traumatógenas..." Existe un efecto de violencia que es
propio de la situación de grupo, efecto dado por la coexitación
potencialmente traumática de la pluralidad y de la pluridiscursividad.
10- …comparten…
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conformado por sus propios aspectos infantiles. Ambos aspectos
infantiles, representados por el rol de B, difieren uno del otro ya que
pertenecen a diferentes aparatos psíquicos (aunque esa diferencia sea
borrada para que la dramatización sea eficaz). Lo mismo podría decirse
con respecto al lugar del padre. De este modo se puede hablar de
acoplamiento entre los sujetos o de configuración, o dramatización, o
estructura de roles, pero no del mismo aparato mental para todos. Se
comprende ahora que no se puede compartir inconsciente en un sentido
concreto y literal.
11- …normas…
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parte de estas normas, está constituida por el encuadre. El encuadre
consta de una serie de normas verbales que regulan los encuentros y
tienen un carácter invariante. Se trata de un acuerdo explícito con
respecto al tiempo, al espacio y al aspecto económico de las sesiones, lo
que da al grupo las características secundarias. Hay otra serie de normas
que se van incorporando con el devenir histórico del grupo o que pueden
ser enunciadas al inicio por el terapeuta, tales como la del secreto, la de
la inconveniencia de vínculo externo al grupo entre los miembros, la
sesión de urgencia, la sesión de paciente único, etc.
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regresivos es la continencia del encuadre lo que garantiza el trabajo
(Muzlera y Valla, 1993). Sin embargo también existen momentos en los
que los límites de la sesión se desdibujan, se borra la noción adentro-
afuera y se abren brechas en la pared continente del dispositivo. Si se
trabaja con grupos abiertos, hay que considerar que el dispositivo
construido podrá permanecer constante y continente a lo largo del
proceso sólo en forma relativa. La inclusión de un nuevo miembro, la
terminación del tratamiento de otro, la deserción, la ausencia ocasional
que afecta a todos, son variables que se introducen. La movilidad del
dispositivo ejerce sus efectos enfrentando al grupo con una situación de
cambio palpable, real, que produce el surgimiento de momentos
regresivos. Se trata, entonces, de dar tiempo para permitir una
elaboración de los cambios ofreciendo la continencia necesaria a los
miembros a través del sostén del trabajo interpretativo. No siempre, en
las situaciones regresivas, los contenidos que intentamos procesar
surgen dentro de los límites de este “recinto” que es la sesión y se
producen “actuaciones” fuera de la sesión. El terapeuta tiene un rol
importante en lo que se refiere a la continencia. Desde la actitud del
terapeuta se trata de un rol continente en tanto actitud abierta a la
recepción tolerante de toda la gama de manifestaciones de la trama que
arma el deseo inconsciente. Se trata de la capacidad de tolerar los
momentos regresivos sin la urgencia de pasar a un funcionamiento
“encuadrado” de una manera forzada. De este modo la continencia es
función tanto de los miembros como del terapeuta.
13- …y elaboración…
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Laplanche y Pontalis (1983) explican que el término “elaboración
psíquica” es utilizado por Freud para designar, en diversos contextos, el
trabajo realizado por el aparato psíquico con vistas a controlar las
excitaciones que le llegan y cuya acumulación ofrece el peligro de
resultar patógena. Este trabajo consiste en integrar las excitaciones en el
psiquismo y establecer entre ella conexiones asociativas. Es decir, es un
trabajo de control de la energía, derivándola o ligándola. Es un concepto
que integra el componente cuantitativo, económico y el cualitativo, el
registro simbólico. El trabajo elaborativo es el proceso en virtud del cual
se integra una interpretación, es un trabajo psíquico que permite aceptar
ciertos elementos reprimidos y librarse del dominio de los mecanismos
repetitivos. Desde el punto de vista técnico, el trabajo elaborativo resulta
favorecido por interpretaciones del terapeuta consistentes especialmente
en mostrar cómo las significaciones de que se trata se vuelven a
encontrar en diferentes contextos. Es el proceso capaz de suprimir la
insistencia repetitiva propia de las formaciones inconscientes,
poniéndolas en relación con el conjunto de la personalidad del sujeto.
Para Kaës (1999) “elaboración” es un proceso de transformación, es un
trabajo psíquico sobre un problema, y “perlaboración” es el trabajo de
elaboración que continúa, que prosigue más allá de lo propuesto, y más
allá de lo consciente, a lo largo del tiempo.
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terapéutico es necesario tener en cuenta si se está trabajando con
grupos abiertos o cerrados. Los grupos abiertos son aquellos cuyo
encuadre contempla la salida o entrada de algún o algunos miembros a
lo largo del proceso. Cuando estos cambios se realizan considerando el
tiempo que insume la elaboración de los mismos, el grupo se denomina
“de apertura lenta”, ya que el momento del ingreso de nuevos miembros
está limitado por la capacidad del grupo de absorber dicho cambio. En un
grupo de estas características, se hace evidente que el proceso que se
enfoca es el proceso de cambio del mundo interno de los sujetos, y, por
lo tanto, en un mismo grupo, en un determinado momento pueden estar
incluidos tanto un miembro que está por terminar su tratamiento, como
otro que acaba de ingresar. Es decir que cada sujeto hace su propio
proceso a su ritmo y en su particular tiempo, siendo el grupo un medio
para ello. Otra modalidad de trabajo es la de “grupo cerrado”, lo que
significa que cuando se arma un grupo todos los miembros cursarán el
proceso terapéutico sin ningún ingreso de miembros nuevos. Esta
modalidad implica, por lo general, el trabajo con un tiempo de
tratamiento limitado y preestablecido, independientemente de los
cambios que cada sujeto realice en ese mismo tiempo. Se trata de una
modalidad más frecuente en instituciones hospitalarias, quedando la
modalidad abierta, en general, para la práctica privada. El avance o la
detención del proceso terapéutico pueden ser evaluados según los
criterios explicitados en el ítem 16.
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un grupo terapéutico, la asociación libre de la cura individual, está
presente en forma de dramática: los pacientes no relatan sino que
representan fantasías en una compleja trama de asignación y asunción
de roles complementarios. Junto con la escucha analítica se aplica la
mirada analítica; el terapeuta mira e interpreta la dramática como un
sueño que se desarrolla ante sus ojos. P. Rivière (1999) define a la
dramática como “una acción que relaciona personas por medio de la
comunicación, siendo el rol el instrumento del encuentro, y que
determinará formas de interacción y excluirá otras”. La proyección
inconsciente de cada uno de los sujetos del vínculo grupal posibilita el
encuentro, el acoplamiento, de contenidos fantasmáticos. Anzieu
describió este proceso a través de su famosa analogía entre grupo y
sueño, insistiendo en que los sujetos entran al grupo como a un sueño,
obteniendo resultados equivalentes en cuanto a la satisfacción de deseos
inconscientes y al despliegue de defensas. Lo manifiesto del vínculo
funciona como resto diurno, disponible para el trabajo de proyección
inconsciente de los participantes. Una de las funciones de todo vínculo es
ser pantalla y soporte de proyecciones de lo inconsciente reprimido. Los
contenidos reprimidos del sujeto abarcan al otro en sus proyecciones, lo
modifican (trabajo de la transferencia), le agregan algunas cualidades y
suprimen otras. Estos contenidos deben ser aceptados y asumidos por
las partes, se establecen acuerdos y pactos inconscientes para que el
vínculo se sostenga. La dramatización inconsciente está ligada a la
posibilidad de representación verbal, a las transferencias neuróticas y al
trabajo psicoanalítico de levantar represiones, existe una elaboración
secundaria de las brechas percibidas entre los sujetos. La dramática es
una especie de juego de roles, un “como sí”. Sin embargo a veces el
grupo puede caer en un funcionamiento aún más primitivo, en un “en sí”,
como efecto del inconsciente no reprimido sino clivado; se desmiente la
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alteridad y también los límites del self, existe un desconocimiento del
otro, no es posible realizar acuerdos inconscientes. En este caso el
proceso organizativo del vínculo va dejando afuera todo lo que imponga
la angustia de no asignación, el vínculo se torna empobrecido, y el sujeto
“se queda con menos de lo que tenía antes de ingresar”. No hay
acuerdos ya que no se pide nada al otro, sólo hay un ajuste narcisista en
el interior de cada uno y un relleno delirante de las brechas percibidas.
Más que dramatización encontramos actuación, por el pasaje a la acción
de los contenidos del ello.
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cambio, la cual depende de la profundidad y de la duración del mismo.
Para evaluar el cambio se pueden tener en cuenta las siguientes
variables (Ravenna de Selvatici, 1992): intolerancia/tolerancia al dolor
psíquico y a la frustración; cualidad de indecible/decible de los
contenidos emocionales; convicción-certeza/duda-pensamiento;
necesidad de apoyo en el otro/subjetivación y autonomía; el otro como
objeto/el otro como sujeto; el otro como igual al yo/el otro como
extraño-diferente, el otro como depositario/el otro como modelo;
estereotipia/plasticidad en las escenas dramatizadas; función analítica
solo en el terapeuta/en los miembros del grupo; planteos de problemas
con el afuera grupal/interés en analizar las transferencias intragrupales;
ilusión/desilusión; dramática/develamiento.
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a) Dirección adentro-afuera: predomina la tendencia a la repetición y
los mecanismos proyectivos.
b) Entrelazamiento del adentro y el afuera: predomina la dramática
grupal, se produce un conflicto entre la repetición y la presencia de
lo diferente.
c) Dirección afuera-adentro: predominan mecanismos de
incorporación o introyección y se da la posibilidad de cambio
intrapsíquico.” (Muzlera y Valla, 1997)
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proceso de concientización de la estructura significativa que ha
configurado, y adquiere una representación interna de dicha
especificidad. Un elemento organizador de la configuración grupal,
señalado por Marcos Bernard (2001), es el “...efecto combinación, que
surge y actúa desde el mismo campo que se está organizando, y que
depende de las formas aleatorias, impredecibles de antemano, en que los
sujetos del vínculo puedan acoplarse. El efecto combinación es lo que el
vínculo tiene de irreductible a la suma de sus componentes. Marca un
efecto de creación que, junto con el hecho de que el objeto externo, el
otro, sea irreductible a la posibilidad de ser transformado en objeto
interno sin resto, otorga al despliegue transferencial todo lo que éste
tiene de innovador, de prueba y de juego”.
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horizontal, son asumidos por el sujeto debido a su propia historia
personal que ha determinado un modo específico de su personalidad.
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BIBLIOGRAFÍA
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