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Luego de cuarenta años de vigencia (y de constantes modificaciones) de

la Ley General de Aguas peruana (Ley 17752), se hacía necesario contar con
una norma que no solo abarcara la compleja realidad ecológica, social y
económica del país, sino que también afrontara los principales retos en
materia de recursos hídricos, acentuados por el cambio climático. La
aprobación en el 2009 de la Ley de Recursos Hídricos (Ley 29338) buscaba,
precisamente, cumplir estos objetivos, para lo cual creó el Sistema Nacional
de Gestión de los Recursos Hídricos (SNGRH). Desde entonces, no solo se ha
dado forma a la institucionalidad necesaria para que el SNGRH funcione, sino
que se le ha dotado de órganos centrales y desconcentrados que promuevan y
fortalezcan una gestión integrada del agua en cada una de las cuencas de
nuestro país.

El desarrollo de la normatividad e institucionalidad es fundamental para el


funcionamiento de todo el sistema, pero también es un proceso complejo. Ello
se demuestra, por ejemplo, cuando revisamos la cantidad de Consejos de
Cuenca creados desde la aprobación de la nueva ley. Si bien en el Perú se han
identificado 159 cuencas, de las cuales 62 se encuentran en la vertiente del
Pacífico, 84 en la del Atlántico y 13 en la región hidrográfica del Titicaca;
solamente se han creado seis de estos Consejos, lo que denota el enorme
esfuerzo que debe desplegarse para lograr una gestión integrada del recurso
hídrico.

Del mismo modo, podríamos preguntarnos si la ley y la institucionalidad han


contribuido a la disminución de la conflictividad por el agua. Un año y medio
después de la aprobación de la ley, a mediados de 2010, la Autoridad
Nacional del Agua indicaba que existían 257 conflictos por el agua. ¿Cuál es
el balance respecto al número de conflictos por el agua luego de cinco años?
El Tribunal Nacional de Controversias Hídricas (TNCH), que empezó a
funcionar en febrero de 2014, ha recibido un número aproximado de 500
expedientes sobre conflictos hídricos que datan incluso del año 2010. Al mes
de mayo había resuelto 69.

Estos datos proyectan el trabajo que se viene desplegando para gestionar los
recursos hídricos de manera que se respeten los tres principios de la Gestión
Integrada del Agua: la equidad, la eficiencia y la integridad ecológica del
recurso. No obstante, también indican que el panorama nacional se muestra
particularmente complejo y desafiante, especialmente cuando consideramos la
variable del cambio climático como un elemento fundamental en la evaluación
del desarrollo normativo e institucional sobre los recursos hídricos.

Es así que las Segundas Jornadas de Derecho de Aguas, a celebrarse en la


PUCP entre el 27 y 29 de agosto de 2014, tienen como objetivo analizar este
desarrollo en el Perú a cinco años de vigencia de la nueva ley. Para ello, se
han invitado a expertos nacionales e internacionales, cuya visión de la
disciplina y de las dificultades de cada uno de sus países permitirá comprender
los desafíos que plantea la gestión de los recursos hídricos y la evolución
del Derecho de Aguasen nuestro propio país.

Leyes marco
[DCon] Normas ordinarias con rango de ley, aprobadas por las Cortes
Generales, por las que se faculta a las Comunidades Autónomas a
dictar para sí mismas normas sobre materias
de titularidad exclusivamente estatal, estableciendo las
bases, principios y directrices que han de ser respetados en
el ejercicio de tales atribuciones normativas. Por ello, la ley marco
regulará unas formas de control de las Cortes Generales sobre la
actuación legislativa de la Comunidad Autónoma, sin peijuicio de
la competencia de los tribunales. ic?ai CE, art 150.1.

Son el instrumento jurídico que puede utilizar el parlamento para


regular una materia de exclusiva competenciaestatal mediante una
normativa básica que permite el desarrollo legislativo de la misma por
parte de todas o algunas de las Comunidades Autónomas. Por tanto,
la ley-marco es una ley estatal ordinaria; sus normas regulan materia
de la competencia estatal; pero lo hacen de forma tal que,
estableciendo unos principios o bases, es necesario
un desarrollo legislativo que se otorga, precisamente, a Comunidades
Autónomas. De alguna manera, puede decirse que la ley-
marco constituye una modalidad de la delegación legislativa; o, si se
prefiere, de las leyes de bases. Su posibilidad de aplicación en
la organización de las autonomías, convierte la ley-marco en un
mecanismo para incrementar las competencias autonómicas.

En ese contexto, debemos reconocer que una Ley Marco sobre Cambio Climático:

 Reforzará la autoridad nacional en materia de política climática, que establece, orienta, dirige,
facilita, monitorea y promueve la gestión ante el cambio climático.
 Promoverá que cada entidad pública a nivel nacional, regional y local defina, priorice y reporte
acciones concretas de adaptación y mitigación.
 Impulsará a que los instrumentos de gestión, planificación del desarrollo y de inversión sectorial
incluyan acciones de adaptación y mitigación.
 Contribuirá a la ejecución de la Estrategia Nacional ante el Cambio Climático, las Contribuciones
Nacionalmente Determinadas y los instrumentos de gestión, planificación e inversión sectorial,
territorial y recursos hídricos.
 Creará una Comisión Multisectorial de Alto Nivel de carácter permanente conformada en el marco de
la normatividad vigente, que actualizará las Contribuciones Nacionalmente Determinadas.

Ley marco: una categoría de ley ordinaria

En este apartado se regula una categoría de ley ordinaria. Es una ley especial por su
contenido, donde las Cortes Generales pueden facultar a las Comunidades Autónomas
para legislar en materias de competencia estatal. Consisten en la atribución a las
Asambleas Legislativas autonómicas de potestades legislativas, al margen de los Estatutos,
dentro del marco de la ley estatal. Esta ley marco busca el establecimiento de una base
normativa uniforme de referencia que las Comunidades Autónomas tendrán que respetar
a la hora de legislar, haciendo uso de la autorización contenida en la ley-marco. Se está
ante un supuesto de delegación legislativa, pero no entre una ley y un decreto
gubernamental (artículo 82 y siguientes de la Constitución), sino entre una ley estatal y
una autonómica, cuyo uso no está sometido a plazo definido sino que durará mientras la
delegación no se revoque por las Cortes Generales.

- Objeto de las leyes marco

Se ha utilizado este instrumento normativo por primera vez en 1997 y nuevamente en el


año 2001 con objeto de ceder a las Comunidades Autónomas la facultad de dictar normas
legislativas en relación con los tributos cedidos, ejerciendo sobre ellos un poder tributario
compartido con el del Estado.
Ley Marco

Como ley marco se conocen las disposiciones generales que regulan actividades específicas, es decir,
que definen los objetivos y principios sobre los cuales se desarrollan actividades tales como las políticas
de crédito público, comercio exterior, cambio internacional, régimen de aduanas, la actividad financiera y
de captación de recursos del público (ahorradores), así como la remuneración y las prestaciones sociales
de los servidores públicos.

Leyes marco

Consisten en regulaciones generales, no detalladas de los temas


económicos que corresponden a las siguientes materias indicadas en el
artículo 150 numeral 19 de la Constitución: crédito público; comercio
exterior y régimen de cambio internacional; actividad financiera, bursátil y
aseguradora; régimen salarial y de prestaciones sociales de los servidores
públicos; entre otras.

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