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"Año de la lucha contra la corrupción e impunidad"

UNIVERSIDAD NACIONAL “FEDERICO VILLARREAL”


FACULTAD DE MEDICINA HIPÓLITO UNANUE

ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERIA

 FACULTAD: Medicina

 ESCUELA PROFESIONAL: Enfermería

 CURSO: Enfermería en Salud del niño y adolescente II

 DOCENTE: Lic. Liz Primitiva Godoy

 ALUMNOS: BEDON DIAZ, Aldo


CASTILLO CABALLERO, Analia
HUAMAN VELASCO, Daysi
PAJUELO ZAMORA, Erika
TORRE GAMARRA, Nillda

LIMA - 2019
Contenido
PATOLOGÍA CONGÉNITA MÁS FRECUENTE DE VÍAS URINARIAS ............................... 3
I.- HIPOSPADIAS Y EPISPADIAS ............................................................................................. 3
1.1.- Hipospadias ....................................................................................................................... 3
1.2.- Epispadias ......................................................................................................................... 5
II.- HIDROCELE .......................................................................................................................... 8
III.- CRIPTORQUIDEA ............................................................................................................. 13
IV.- FIMOSIS ............................................................................................................................. 28
V.- Genitales Ambiguos .............................................................................................................. 34
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................................ 39
PATOLOGÍA CONGÉNITA MÁS FRECUENTE DE VÍAS
URINARIAS

I.- HIPOSPADIAS Y EPISPADIAS

1.1.- Hipospadias

Es un defecto de nacimiento en los varones en el cual la abertura de la uretra no está en

la punta del pene. En los niños con hipospadias, la formación anormal de la uretra

sucede entre las semanas 8 y 14 del embarazo. La abertura anormal puede estar situada

en cualquier parte, desde el área que está justo debajo de la punta del pene hasta el

escroto.

Esta malformación aparece en 2-8 de cada 1000 recién nacidos varones

El diagnóstico es clínico, y se puede establecer desde la primera exploración del recién

nacido. No se necesitan pruebas complementarias.

En la evaluación del paciente con sospecha de hipospadias los puntos de mayor

importancia se enfocan en los tres defectos embrionarios básicos: posición del meato

uretral, presencia de curvatura peneana y calidad de la piel prepucial.

En general las formas más severas de hipospadias tienden a asociarse con una mayor

incidencia de curvatura peneana y transposición de piel escrotal.

Para realizar el diagnóstico de hipospadias se deben identificar a la exploración física

los siguientes datos:

 Meato uretral ectópico en la cara ventral del pene

 Prepucio excesivo en la cara dorsal del pene y ausente en la cara ventral

 Presencia de cuerda peneana (pene incurvado) en grado variable


En las hipospadias en meato uretral se localiza ectópicamente, puede encontrarse en la

cara ventral del pene, en el escroto o en el periné. La localización más frecuente es

anterior distal (60- 65%), medio (20- 30%) y posterior o proximal (10-15%).

La hipospadia esta presente en el momento del nacimiento (es congénito). A medida que

el pene de un feto se desarrolla, determinadas hormonas estimulan la formación de la

uretra y el prepucio. El hipospadias es el resultado de un malfuncionamiento en la

acción de estas hormonas, lo que deriva en el desarrollo anormal de la uretra.

En la mayoría de los casos, la causa exacta del hipospadias se desconoce. A veces, el

hipospadias se debe a factores genéticos, pero el medio ambiente también puede

desempeñar un rol.

Existen distintos grados de gravedad del hipospadias; algunos pueden ser leves y otros

más graves.

Tipos de hipospadias

El tipo de hipospadias que tenga el niño dependerá de la ubicación de la abertura de la

uretra:

 Balánico: la abertura de la uretra se sitúa en algún lugar cerca de la cabeza del pene.

 Peneano: la abertura de la uretra se sitúa en el cuerpo del pene.

 Penoescrotal: la abertura de la uretra se sitúa en el área donde se une el pene al

escroto.
1.2.- Epispadias

Es un tipo infrecuente de malformación, en el que la uretra termina en una abertura en la

cara superior o dorso del pene. También puede desarrollarse en mujeres cuando la uretra

se desarrolla en posiciones superiores a la normal, es decir, a nivel del clítoris o aún

superior a éste.

Se presenta en 1 de cada 177.000 niños varones y en una de 484.000 niñas recién

nacidos.

Los signos incluyen:

 Abertura anormal del cuello de la vejiga hasta la zona por encima de la abertura

normal de la uretra

 Reflujo de la orina hacia el riñón (nefropatía por reflujo, hidronefrosis)

 Incontinencia urinaria

 Infecciones urinarias

 Ensanchamiento del hueso púbico


Los exámenes pueden incluir:

 Examen de sangre

 Pielografía intravenosa (PIV), una radiografía especial de los riñones, la vejiga y

los uréteres.

 Resonancia magnética y tomografías computarizadas, dependiendo de la

afección.

 Radiografía de la pelvis

 Ecografía del aparato genitourinario

Las epispadias pueden clasificarse en función de la ubicación de la salida de la uretra:

 Epispadias glandular, en el que la uretra se abre en la cara dorsal del glande, que

suele ser ancho y aplanado.

 Epispadias peneano, en el que el meato uretral se abre a lo largo de la cara dorsal

del cuerpo del pene. En general existe un surco aplanado entre el meato y el

glande.
 Epispadias penopúbico, con la salida de la uretra a nivel de la unión del pene con

el pubis.

Las causas del epispadias se desconocen. Puede ocurrir debido a que el hueso púbico no

se desarrolla apropiadamente.

Las epispadias se pueden presentar con una anomalía congénita poco frecuente llamada

extrofia vesical. En esta anomalía congénita, la vejiga va de adentro hacia afuera y

sobresale a través de la pared del abdomen. El epispadias también puede ocurrir con

otras anomalías congénitas.

La afección ocurre con más frecuencia en niños que en niñas y casi siempre se

diagnostica en el momento del nacimiento o poco después.

El tratamiento para el hipospadias depende del tipo de defecto que tenga el niño. En la

mayoría de los casos se requerirá cirugía para corregir el defecto.

Si se necesita cirugía, generalmente se hace cuando el niño tiene entre 3 y 18 meses de

edad. En algunos casos, la cirugía se hace por etapas. Algunas de las reparaciones que

se hacen en la cirugía podrían incluir colocar la abertura de la uretra en el sitio correcto,

corregir la curvatura del pene y reparar la piel que rodea la abertura de la uretra. Debido

a que es posible que el médico necesite usar el prepucio para hacer algunas de las

reparaciones, no se deben circuncidar los niños con hipospadias.


II.- HIDROCELE
Una hidrocele es un tipo de inflamación del escroto que ocurre cuando se acumula

líquido en el recubrimiento delgado que rodea el testículo. Los niños mayores y los

hombres adultos pueden aparecer ocasionado por un traumatismo del testículo, una

torsión testicular, una inflamación del testículo (orquitis) o del epidídimo (epididimitis)

o tras algunas operaciones la hidrocele más frecuente es el congénito, que aparece en el

recién nacido.

Se debe a la persistencia de un canal que se comunica con la cavidad abdominal. Los

testículos, que se originan en el abdomen del feto, descienden a través de este canal, a lo

largo de las ingles, hasta llegar a su localización definitiva en el escroto.

En el feto, la túnica vaginal se forma en el abdomen y luego migra hacia el escroto junto

con los testículos. Una vez que la bolsa está en los testículos, se cierra y se separa del

abdomen. Las hidroceles pueden ser comunicantes o no comunicantes.

 Hidrocele comunicante. Una hidrocele comunicante se produce debido al cierre

incompleto de la túnica vaginal, por lo cual una pequeña cantidad de líquido

abdominal puede entrar y salir de la bolsa delgada. Esto es característico, debido

a que el líquido fluctúa día y noche, alterando el tamaño del bulto.

 Hidrocele no comunicante. Una hidrocele no comunicante puede estar presente

desde el nacimiento, y en general se resuelve espontáneamente en el plazo de un

año. Una hidrocele no comunicante en un niño de más edad puede indicar la

presencia de otros problemas, como por ejemplo infección, torsión testicular

(giro de los testículos sobre sí mismos) o un tumor. Siempre consulte al médico

de su hijo para obtener un diagnóstico.


Una hidrocele se presenta hasta en el 10 por ciento de los niños nacidos vivos y en

término. Sin embargo, en la mayoría de los casos desaparece sin tratamiento durante el

primer año de vida.

¿Cuáles son los síntomas de una hidrocele?

A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la hidrocele. Sin embargo,

cada niño puede experimentarlos de forma diferente. Los síntomas pueden incluir los

siguientes:

 Un bulto o hinchazón que generalmente es liso e insensible. La hinchazón suele

ser indolora, y la presencia de dolor es un motivo para contactar a su médico de

inmediato.

 El tamaño de una hidrocele comunicante es cambiante: se achica por la noche

mientras se está acostado y se agranda durante los períodos con más actividad.
 Si la hidrocele es grande y tenso, es probable que requiera una atención más

inmediata.

Los síntomas de la hidrocele pueden parecerse a los de otras enfermedades o problemas

médicos. Siempre consulte al médico de su hijo para obtener un diagnóstico.

¿Cuál es el diagnóstico para la hidrocele?

El médico comenzará con una exploración física. Es probable que comprenda lo

siguiente:

 Controlar si tienes sensibilidad en el escroto agrandado.

 Aplicar presión en el abdomen y el escroto para verificar si padeces hernia

inguinal.

 Alumbrar una luz a través del escroto (transiluminación). Si tú o tu hijo padecen

hidrocele, la transiluminación indicará la presencia de líquido transparente

alrededor del testículo.

Después de eso, el médico podría recomendarte lo siguiente:


 Análisis de sangre y orina para ayudar a determinar si tú o tu hijo tienen una

infección, como la epididimitis

 Una ecografía testicular para confirmar el diagnóstico y no confundir con un

tumor testicular u otra patología del testículo.

¿Cuál es el tratamiento para la hidrocele?

Una hidrocele no comunicante normalmente se resuelve espontáneamente antes de que

el niño cumpla un año. La resolución ocurre cuando el líquido es reabsorbido desde la

bolsa.

Una hidrocele que persiste más de entre 12 y 18 meses suele ser una hidrocele

comunicante que, en la mayoría de los casos, requiere una reparación quirúrgica para

prevenir el desarrollo de una hernia inguinal. La cirugía consiste en realizar una

pequeña incisión en la ingle o la zona inguinal, y luego drenar el líquido y cerrar la

apertura que comunica con la túnica vaginal.


Cuidados de enfermería

 Control de funciones vitales

 Observar el estado de la piel en cuanto a temperatura, tamaño y color.

 Valorar el apósito quirúrgico y los drenajes si los hay.

 Balance hídrico.

 Cambiar los apósitos según la cantidad de exudados y drenajes.

 Verificar si hay retraso de cicatrización o infección de la herida operatoria.

 Administración de analgésicos de acuerdo a prescripción médica.

 Registrar todo lo realizado.


III.- CRIPTORQUIDEA

Introducción

La criptorquidia es un motivo de consulta muy frecuente en Pediatría; sin embargo,

nuestros conocimientos sobre las causas y la fisiopatología de la criptorquidia siguen

siendo escasos, aún a pesar de la gran cantidad de publicaciones existentes sobre el

tema. Asimismo, el enfoque diagnóstico, el tratamiento y cuidados de los pacientes con

criptorquidia siguen generando controversias.

El tratamiento del testículo no descendido cuando el niño todavía es un bebé podría

reducir el riesgo de complicaciones en etapas más avanzadas de la vida, como

infertilidad y cáncer testicular.

La Criptorquidia es una alteración adquirida desde el desarrollo embrionario y esta

puede aparecer aislada o asociada a otras anomalías congénitas, o ser, un signo de

endocrinopatías, alteraciones cromosómicas o alteraciones del desarrollo sexual. Se

incluye dentro del llamado síndrome de disgenesia testicular, que englobaría también a:

hipospadias, infertilidad y cáncer testicular, asociados a una alteración del desarrollo

embrionario de las células germinales, de Leydig y de Sertoli.

Por todo esto es la gran importancia de que en el momento del nacimiento debe

realizarse un examen minucioso para detectar las anomalías congénitas, cualquier

defecto anatómico debe ser valorado de acuerdo con su repercusión para la vida del

neonato, las anomalías del sistema excretor pueden presentarse con frecuencia con

síndromes de malformación identificables, cualquier masa abdominal debe ser

investigada de inmediato, pues con frecuencia son de origen renal o del tracto urinario.

¿Qué es la Criptorquidia?
Etimológicamente “testículo oculto”, la criptorquidia se define como la ausencia de al

menos uno de los testículos en el escroto, y puede ser unilateral, cuando solo falta uno,

o bilateral, cuando faltan ambos. La criptorquidia es la endocrinopatía más frecuente y

la malformación congénita más frecuente de los genitales externos masculinos. El

descenso testicular se puede completar durante los seis primeros meses en los nacidos a

término y se puede retrasar hasta los 12 meses en los prematuros.

Sin embargo varios autores usan diferentes términos para referirse a la ausencia de los

testículos que son similares e incluso varias veces usados como sinónimos, entre ellos

se tiene:

 Ectopia: Posición anormal del testículo fuera del trayecto habitual del descenso

hacia el escroto

 Testículo Retráctil: no está en el fondo del escroto pero puede ser llevado a

dicha posición sin maniobras dolorosas y permanece en posición normal luego

de la manipulación.

Epidemiologia

La criptorquidia es una de las anomalías congénitas en la cual es difícil tener una idea

precisa de la prevalencia de criptorquidia dada la amplia variabilidad en los resultados

de estudios epidemiológicos publicados, probablemente debido al uso de criterios de

inclusión diferentes.
La criptorquidea unilateral es el 85% de los casos, y hasta un 70% de los casos

unilaterales se da en te testículo derecho, ya que este es el último en descender. La

criptorquidia es la endocrinopatía más frecuente y la malformación congénita más

frecuente de los genitales externos masculinos. Aparece en un 3-9% de los varones

nacidos a término, y en más del 30% de los pretérminos, estando en relación directa con

la edad gestacional.

En recién nacidos a término la tasa de prevalencia de criptorquidia varía entre 1,6 y 5,7

% con valores llamativamente altos en algunos países como Dinamarca, donde llega al

9%. La presencia de criptorquidia es más frecuente en los recién nacidos pre-término,

llegando a 30-45% en algunas series así como en recién nacidos de bajo peso y en

niños nacidos pequeños para la edad gestacional. Asimismo, es de notar que la

prevalencia de criptorquidia parece estar aumentando, según se observa en estudios

repetidos en un mismo país a lo largo de las últimas décadas. La prevalencia de

criptorquidia disminuye con la edad en el primer año de vida, como consecuencia del

descenso espontáneo de las gónadas en una proporción de los pacientes. Diferentes

estudios han detectado una frecuencia de criptorquidia menor al 1,8% al año de vida.

Estos datos sirven de base para la conducta adoptada por profesionales que aconsejan

esperar hasta el año de edad antes de encarar el tratamiento. El descenso espontáneo es

más probable en niños nacidos pre-término o de bajo peso.


En grupos de edad mayores a 1 año se han observado frecuencias que están entre 0,8 y

2,5% a los 3 años de vida y hasta 2,6% a los 6 años 19. La observación de valores

aparentemente más altos a los 3 y 6 años que al año de vida apoya la existencia de un

ascenso testicular durante la infancia en niños con testículos escrotales al nacimiento 19.

Entre 1 y 3% de testículos previamenteb descendidos podrían ascender a una situación

criptórquida. En algunos casos el ascenso testicular puede verse precozmente, antes del

año de vida, pudiendo tratarse de criptorquidias congénitas con descenso espontáneo y

reascenso temprano.

Es de notar que algunas series muestran una prevalencia de criptorquidia alta, de 1,6 a

2,2%, en adolescentes, una edad a la cual sería esperable que la criptorquidia se haya

diagnosticado y corregido. En edades mayores, la criptorquidia es rara.

Diagnostico

a)- Anamnesis:

• Antecedentes familiares de criptorquidia u otras alteraciones relacionadas

(trastornos de la olfacción e hipospadias, entre otros).

• Antecedentes obstétricos: edad gestacional, peso al nacimiento ingesta o

contacto con fármacos antiandrogénicos.

• Preguntar sobre el momento desde que apreciaron la falta del testículo de la

bolsa, y de si fue uni o bilateral.

b)- Exploración física

Se debe realizar la exploración en un ambiente cálido. El paciente debe estar en

decúbito supino, con las piernas flexionadas y en abducción completa. En caso de duda,

se puede explorar en posición de cuclillas o bien realizar la exploración de Taylor (niño

sentado con las piernas cruzadas). Se debe valorar:


• Si el testículo está en el canal inguinal.

• Si existe asimetría o hipoplasia de escroto.

• El tamaño, la consistencia y la movilidad del testículo.

• La palpación de la zona inguinoescrotal: se deslizarán los dedos a lo largo del

canal inguinal hasta la base del escroto para detectar el testículo. Se debe

registrar en la exploración: la localización, el volumen y la consistencia del

mismo.

c)-Pruebas complementarias

I. Determinaciones hormonales

Se deben realizar solo en caso de criptorquidia bilateral.

•Cariotipo: en el periodo de recién nacido.

•Gonadotropinas y testosterona basales: se deben realizar antes de los seis

meses de vida. Los niveles de LH y FSH nos ayudan a diferenciar entre

hipogonadismo hipo- o hipergonadotropo. La testosterona nos indica la

funcionalidad de la célula de Leydig.

•Inhibina B y HAM: son marcadores de la integridad de la célula de Sertoli y

por ello si encontramos la inhibina B y HAM bajos con cifras algo elevadas de

FSH en pacientes prepuberales son determinaciones sugestivas de daño

gonadal primario o de anorquia bilateral. Además tanto la inhibina B como la

HAM Como los valores de testosterona son muy bajos e incluso indetectables

entre los seis meses de edad y el inicio puberal, para valorar la función del

tejido intersticial testicular y su presencia o ausencia a esta edad nos pueden

ayudar la prueba de estímulo.

•Prueba de estímulo con Beta HCG (hormona gonadotropina coriónica) con

test corto. Hay diversos protocolos, siendo los más aceptados la administración
de una dosis única de Beta HCG (500 UI en menores de 2 años, 1000 UI en

niños de dos a cuatro años, 1500 Ui hasta los 12 años y 2500 UI a partir de esta

edad). Se dosifica la testosterona plasmática basal y 72 horas tras estímulo.

Otra posibilidad es la administración 3 dosis con un intervalo de 48 horas entre

ellas, y determinar la testosterona 24 horas después de la última inyección. Se

considera respuesta normal los valores de 1 a 1,5 ng/ml de testosterona. Esta

prueba de estímulo ha mostrado un valor predictivo positivo del 89% y

negativo del 100%, por lo que su negatividad es diagnóstica de anorquia, y su

positividad sugiere la presencia de testículo de tamaño suficiente como para

intentar la orquidopexia.

II. Pruebas de imagen

Son de limitada utilidad. Ninguna de ellas permite evitar la laparoscopia, pero

pueden ayudar a localizar la gónada y a identificar otras anomalías del aparato

genitourinario.

•Ecografía: sirve para visualizar los testes en trayecto inguino-escrotal, de

menos utilidad para identificar testes intraabdominales. Presenta la gran ventaja

de ser un método no invasivo ni de necesitar sedación aunque tiene una

sensibilidad del 76% y una especificidad del 100% para la identificación de

testes en el canal inguinal.

•Resonancia magnética: es un método incruento y exento de radiación. Más útil

que el anterior para identificar testes intraabdominales, con el inconveniente de

la sedación del niño y el alto coste. La angioresonancia, en cambio puede

ayudar a localizar el testículo y los vasos pampiniformes, lo que aporta


información anatómica y funcional. Su sensibilidad es del 67-96% según

distintos autores y su especificidad del 90%. Pero no está disponible en todos

los centros y requiere sedación, por lo que la mayoría de autores recomienda la

laparoscopia que es a la vez diagnóstica y terapéutica.

•TAC: no es útil en la localización de testículos intraabdominales ya que

dificulta su visualización la grasa existente en esta cavidad y además presenta

los inconvenientes de la radiación añadida y la necesidad de utilizar contrastes.

No está indicada en ningún caso.

III. Laparoscopia

Permite visualizar los vasos deferentes y el epidídimo que rara vez están

separados completamente del testículo, permitiendo saber si este está presente.

Es de gran utilidad para la visualización del testículo no palpable y es a la vez

diagnóstica y terapéutica, por lo que algunos autores la recomiendan de entrada

en aquellos pacientes en los que no se haya evidenciado la presencia de un

testículo.

Etiopatogenia

El testículo se desarrolla a partir de la gónada indiferenciada desde la sexta semana de

gestación. El desarrollo testicular normal depende de la presencia del gen SRY en el

brazo corto del cromosoma Y, y de que la migración y su posición definitiva en el

escroto tenga para ello expedito e integro el camino hacia él. Este descenso se produce

en dos fases, según la teoría de Hutson:

1. Fase transabdominal: los testículos se deslizan por la cavidad abdominal hasta

situarse junto al orificio inguinal interno hacia la 15.ª semana, permaneciendo en esta
situación diez semanas más. Esta primera fase está regulada por la hormona similar a la

insulina tipo 3 (INSL-3) secretada por las células de Leydig fetales desde la semana

nueve y que actúa a nivel de su receptor RXFP2 e induce el desarrollo del

gubernaculum testis. Los andrógenos parecen tener un papel menorimpidiendo la

regresión del ligamento suspensorio craneal. Los genes Hoxa 10 y Hoxa 11 también

están implicados en esta fase del descenso. Los ratones knockout para estos genes

presentan criptorquidia en distinto grado, y se han encontrado mutaciones y diferentes

polimorfismos de ambos en pacientes afectos de criptorquidia.

2. Fase inguino-escrotal: a partir de la 28 semana de gestación el testículo que se

encuentra situado a la entrada del canal inguinal, es guiado por el ligamento

gubernáculo hasta el escroto. Esta fase se completa al final de la semana 35 y es

altamente andrógeno dependiente, y en parte también de otros factores anatómicos. La

hormona luteinizante, a través de su acción en la célula de Leydig, favorece la síntesis

de testosterona y de INSL-3. Las mutaciones en el gen del receptor de andrógenos

originan diversas alteraciones del desarrollo de los genitales masculinos internos y

externos, por lo que mutaciones de dicho gen no son causa frecuente de criptorquidia

aislada. Sin embargo tanto en el síndrome de insensibilidad parcial a los andrógenos,

como en determinados polimorfismos de este gen si se ha encontrado una asociación

con criptorquidia.

El déficit de hormona antimulleriana (HAM) produciría alteraciones en la primera fase

de la migración. Otras anomalías hormonales: déficit de hGC, de LH y FSH fetal,

alteraciones en la biosíntesis de testosterona o en su acción a través de sus receptores o

acción postreceptor, mutaciones del gen INSL-3 o su receptor, etc., producirían

alteraciones tanto en la primera como en la segunda fase.


Causas genéticas de la criptorquidia

Aparte de las mutaciones del gen INSL-3, la criptorquidia puede estar relacionada con

alteraciones cromosómicas diversas (síndrome de Klinefelter) o alteración estructurales

del cromosoma Y. Los individuos portadores de un cromosoma Y más largo tienen

mayor riesgo de tener criptorquidia y de transmitirla a su descendencia. Se halló

también una asociación significativa entre causa genética y criptorquidia persistente

bilateral. También se han descrito numerosos síndromes malformativos: anhiridia-

Tumor de Wilms, Noonan, Prader-Willi, Beckwith-Wiederman, etc., algunos con base

genética y otros sin ella, en los que la criptorquidia constituye un rasgo clínico más.

Factores ambientales

La incidencia mayor observada en la actualidad de criptorquidismo se piensa se debería

al mayor contacto con sustancias químicas con propiedades estrogénicas que son

capaces de interferir en la síntesis o en la acción de andrógenos, son los llamados

disruptores endocrinos e incluyen pesticidas, filatos y bisfenoles.

Factores maternos

El consumo de analgésicos maternos de manera prolongada durante el 1°y 2° trimestre

de la gestación aumenta el riesgo de criptorquidia.

Clasificación

Se considera que hasta el 40% de los testículos criptorquídicos al nacimiento bajan

espontáneamente, reascienden y pueden requerir tratamiento quirúrgico. Hay que

realizar el seguimiento de estos pacientes hasta los 5-10 años.


• Testículos no descendidos congénitos: se encuentran fuera de la bolsa escrotal

desde el nacimiento, y pueden ser palpables a lo largo del trayecto normal de

descenso, pero no se pueden desplazar hacia el escroto o si podemos, vuelve a

reascender de inmediato.

• Testículo ausente (anorquia): cuando no es posible encontrar la gónada tras las

pruebas complementarias y la cirugía.

• Testículo ectópico: se encuentra fuera del trayecto normal del descenso.

• Testículos no descendidos adquiridos: han descendido en el primer año de

vida y posteriormente reascienden. Se debe, en la mayoría de los casos, a la falta

de crecimiento del cordón espermático, que permanece corto en relación con el

crecimiento del niño y retrae el testículo.

• Testículo retráctil: permanece en el conducto inguinal y, de manera espontánea

o con maniobras manuales, desciende con facilidad al escroto. En la mayoría de

los casos, se debe a un reflejo cremastérico exagerado. Cuando llega la pubertad,

el testículo permanece en su situación normal. No es subsidiario de tratamiento y

solo requieren seguimiento por tener mayor riesgo de ascenso.

Complicaciones

El objetivo del tratamiento de los testículos no descendidos es la colocación del

testículo en su posición escrotal normal, con el objetivo de disminuir el riesgo de

secuelas y complicaciones futuras, como:

a) Infertilidad: Los testículos criptórquidos por su ubicación aumentan 1 a 2 grados

su temperatura. Esta temperatura más elevada produce cambios histológicos

precoces que repercuten sobre su secreción externa.

b) Torsión: El 23% de las torsiones se producen en los testículos criptórquidos.


c) Hernias. La existencia de una hernia en un niño con una criptorquidia, obliga a

la intervención quirúrgica lo antes posible por las complicaciones que la hernia

puede provocar. El cirujano tratará de descender y fijar el testículo en el mismo

acto operatorio. Si no es posible lo hará posteriormente.

d) Traumatismo contra el plano óseo del pubis.

e) Cáncer testicular: El porcentaje es de 9,8% de los testículos criptórquidos, entre

20 y 40 veces más frecuentes que en la población general.

f) Factores psicológicos: Se ha descrito una serie de cambios psicológicos,

alteraciones de la personalidad, miedo a la esterilidad, alteraciones en la imagen

corporal

Tratamiento

Tradicionalmente se han aplicado tratamientos médicos hormonales con

gonadotropinas. Sin embargo, el hecho de que los resultados obtenidos con estas

recomendaciones no hayan podido considerarse exitosos de una forma global, supone

que no esté justificado la administración de tratamiento hormonal de forma

generalizada. Los porcentajes máximos de descenso testicular obtenidos se describen

entre el 10%-20%, con riesgo además de reascenso posterior en un 20% de estos. En la

actualidad el tratamiento indicado en la criptorquidia es el descenso quirúrgico del

testículo u orquidopexia; ya que además de descender el testículo al escroto, permite la

exploración del parénquima testicular y la confirmación de la existencia o no de un

proceso vaginal persistente. La eliminación de tejido testicular atrófico, malformado y

no viable, así como el cierre mediante ligadura de este proceso vaginal, evitan los

riesgos futuros de degeneración maligna y de aparición de hernia inguinal,

respectivamente. Las tasas de éxito quirurgico van más del 74%(en los testículos

abdominales) al 92% (para aquellos localizados por debajo del anillo inguinal externo)
cuando la intervención es efectuada por un cirujano pediátrico experto y, así evitar

complicaciones como atrofia testicular secundaria a la sección de vasos sanguíneos y/o

de los vasos eferentes, traumatismos del cordón espermático por tracción excesiva, u

otros.

¿Deben corregirse quirúrgicamente esta patología? Y ¿Cuándo debe corregirse

quirúrgicamente esta patología?

Los aspectos fundamentales a tener en cuenta en el tratamiento quirúrgico del

maldescenso testicular son: la edad indicada para la intervención quirúrgica, la

distinción entre testes palpables y no palpables en cuanto a la elección de las técnicas

quirúrgicas a realizar, y el seguimiento de los testes retráctiles (“en ascensor”) hasta

descartar definitivamente un ascenso testicular que requiera tratamiento quirúrgico.

Nunca debe llevarse a cabo antes de los 6 meses de edad, ya que es un periodo en el que

se puede producir el descenso testicular al escroto de forma espontánea. Aunque no

existe un consenso definitivo en cuanto a la edad exacta de tratamiento, siempre se

recomienda antes de los 2 años de edad, justificado por la posibilidad de poder ofrecer

la oportunidad de que se produzca este denominado rescate (“catch up”) de una

fertilidad deteriorada descrita en pacientes con criptorquidia en estas edades.

 Para testículos palpables: La técnica estándar para el tratamiento del teste

palpable es la funiculolisis y orquidopexia, por vía inguinal, que consiste en

sección del gubernáculum y disección del músculo cremáster y de los elementos

del cordón. Mediante este procedimiento, el éxito de posicionamiento testicular

en el escroto es del 96%(7). Habitualmente, se considera un proceso de cirugía

mayor ambulatoria (CMA), excepto en los pacientes menores de un año, en los


que por consideraciones anestésicas, se recomienda el ingreso hospitalario

durante las 24 horas posteriores a la intervención quirúrgica.

 Para testículos no palpables: se puede optar por un abordaje inicial por vía

inguinal, o bien por una exploración abdominal por laparoscopia, que nos

permitirá tanto confirmar la localización del testículo intraabdominal, como su

tratamiento y procedimiento diagnóstico-terapéutico. Siempre se iniciara como

primera opción con exploración de ambos testículos bajo anestesia, ya que hasta

en un 20% de testes no palpables, estos se palpan en la región inguinal, hecho

que descarta la realización de un abordaje laparoscópico, estando indicada la

orquidopexia por vía inguinal.

 Testículos retráctiles: deben seguirse mediante exploración anual o bianual

hasta descartar de forma definitiva la situación de maldescenso testicular. La

media del tiempo de seguimiento es de 2-3 años, y la tasa de “ascenso tardío”

ocurre en 1/3 de los casos aproximadamente, estando indicada la cirugía dentro

de los 6 meses desde el momento del diagnóstico. En el resto de los pacientes,

los testes descienden espontáneamente o quedan como retráctiles, por lo que en

la mayoría de los casos no está indicado el tratamiento quirúrgico.

Sin intervención quirúrgica de esta patología el niño puede tener adecuada

Fertilidad.

La criptorquidia se ha considerado desde siempre una causa de infertilidad o

subfertilidad. Se ha demostrado que los pacientes con criptorquidia bilateral tienen peor

pronóstico en este sentido. Por lo que parece que, en casos unilaterales, el testículo sano

contralateral puede suplir la deficiencia del teste ascendido. Alteraciones de la fertilidad

se han descrito en un 33% de los casos unilaterales y en un 66% de los bilaterales. Para

ambos casos durante los primeros seis meses de edad, los testes criptorquídicos tienen
células germinales que desaparecen a los 15 meses. El número de espermatogonias y

gonocitos hallados en la sección del túbulo seminífero se correlacionan positivamente

con la cantidad de espermatozoides en el varón adulto, por lo que el retraso en el

tratamiento aumenta el riesgo de afectación de la fertilidad. En casos de criptorquidia

bilateral si la cirugía se realiza a partir de los cuatro años, el porcentaje de

seminogramas normales es del 26%, mientras que en los intervenidos entre los 10 meses

y cuatro años este porcentaje aumenta al 76%. En los casos unilaterales, estos

porcentajes son del 71 y 75% respectivamente, aunque si no se interviene, disminuye al

49%.

Cuidados de Enfermería al niño en el pre y post operatorio

Trastorno de la imagen corporal: confusión de la madre R/C recién nacido con genitales

poco definidos.

Acciones de enfermería

 Explicar a la madre sobre el sexo de su bebe

 Explicar sobre la criptorquidia

 Persuadir a la familia a que acuda a consulta con psicólogo.

 Explicar a la madre que después de la intervención quirúrgica el bebe va a tener

su sexo definido

Alteración de lactancia Materna exclusiva: ingesta de formula de inicio R/C estádio

Hospitalario. Acciones de enfermería

 Informar a la madre laimportancia de una lactancia materna exclusiva

 Explicar los beneficios de la lactancia materna para la madre y el neonato.

 Proporcionar o comunicar sobre la existencia de un sacaleches


 Cuidados de enfermeria en un recién nacido con pseudohermafroditismo.

 Educar a la madre respecto a la extracción y almacenamiento dela leche materna

 Proporcionar una ubicación cómoda y privada para la lactancia materna durante

la

 Visita
IV.- FIMOSIS

La fimosis consiste en una estrechez del prepucio (piel que cubre la punta del pene) que

impide retraer dicha piel hacia abajo y descubrir el glande por completo.

La presencia de fimosis favorece la aparición de las siguientes complicaciones:

– Balanitis (infecciones de la piel de la punta del pene)

– Falta de higiene

– Parafimosis

– Infecciones de orina

– Fisuras y sangrados al mantener relaciones sexuales

– Cáncer del pene en edad adulta

Por estas complicaciones muchos médicos aconsejan la realización de una circuncisión

sistemática en todos varones recién nacidos.

Tipos:

 Fimosis adquirida: es aquella que presenta un hombre que no padecía este

problema con anterioridad.


 Fimosis congénita: se recomienda no restarle importancia y tratar de darle una

solución cuanto antes, ya que puede llegar a producirse poco a poco un

estrangulamiento del glande, que puede requerir finalmente una operación

urgente.

Parafimosis:

La parafimosis se produce cuando el prepucio está retraído por detrás del glande (o

corona) del pene y no puede retomar su posición inicial. Esta situación puede ser grave,

ya que se produce la compresión del pene, lo que impide el drenaje de sangre.

Clasificación:

Este tipo de fimosis se puede clasificar a su vez en varios grados según sea el grado de

estrechez del prepucio. Estos grados son:

 Fimosis de grado 1: puntiforme, no permite que se vea nada del glande, ya que

la piel del prepucio no se puede retraer nada y se encuentra totalmente cerrado.

 Fimosis de grado 2: puntiforme, tan solo se ve el meato urinario, ya que la piel

del prepucio se puede retraer mínima.

 Fimosis de grado 3: la piel del prepucio se puede retraer hasta la mitad del

glande.
 Fimosis de grado 4: también se puede retraer el prepucio hasta la mitad del

glande

 Fimosis de grado 5: el prepucio puede retraerse completamente, causando dolor

y se puede ver un anillo fimótico.

Cuadro clínico:

 Dificultad para retraer el prepucio, esta limitación causa dolores y molestias.

 Sensación de tención, el hecho de presentar un frenillo demasiado corto implica

que la tensión en el glande resulte muy molesta.

 Inflamación del prepucio al orinar.

 Cambios en el chorro urinario a causa de la presión que sufre el glande debido a

la fimosis.

 Inflamación o infección del glande y del prepucio debido debido a una deficiente

higiene de la zona a consecuencias de la dificultad de retraer el prepucio.

Diagnóstico:

 El diagnóstico de la fimosis es eminentemente clínico, siendo los exámenes

de laboratorio de gran ayuda para identificar causas y enfermedades

concomitantes
En el niño

 Muchas veces el diagnóstico de la fimosis lo realiza la madre durante el aseo

de su pequeño, y no es infrecuente que ocasione preocupación.

 Algunos niños pueden tener escozor o picazón en ´´sus partes´´ debido al

acúmulo de orina en el capuchon fimótico. otros se presentan con

infecciones urinarias inexplicada o con infecciones en la piel de la zona

genital.

 Es infrecuente la fiebre y su presencia amerita consulta de emergencia.

 Ante la sospecha de fimosis, lo mejor es acudir al especialista en Urología,

quien luego de una exhaustiva evaluación, la cual debe comprender el

examen abdominal y genital, dará el diagnóstico definitivo.

Tratamiento:

El tratamiento clásico es la cirugía. Puede ser la circuncisión (eliminación total o parcial

del prepucio) o la prepucioplastia. En ambos casos se suele requerir el ingreso

hospitalario del niño y anestesia general.

A veces, su pediatra puede asesorarle sobre una opción más conservadora que puede ser

útil. Se trata de utilizar una crema de corticoide sobre la porción estrecha distal del
prepucio durante varias semanas. Suele acompañarse de retracciones progresivas de la

piel alrededor del extremo del pene. El objetivo de este tratamiento es reducir la tensión

de esa piel.

Este tratamiento permite resolver la mayoría de los casos de fimosis debidos a estrechez

prepucial. Puede ser una primera opción de tratamiento antes de realizar una cirugía de

corrección de fimosis en estos niños. Es efectivo, seguro e indoloro.

Tratamiento con corticoide tópico.

Se extiende una fina capa de crema sobre la porción distal y estrecha de la piel del

prepucio y la parte del glande que vaya quedando al descubierto. Una o dos veces al día

(según el corticoide utilizado).

De forma progresiva y tras su aplicación, los padres harán suaves retracciones

prepuciales. No deben ser dolorosas, ni intentar descubrir completamente el glande en

un principio. Hay que ir intentándolo poco a poco a medida que vayan teniendo menos

resistencia. Tras la retracción se debe colocar la piel en su posición natural. Así

evitamos una posible parafimosis (atrapamiento del glande por el anillo prepucial).

El tratamiento debe durar el tiempo necesario para que el prepucio se retraiga en su

totalidad y con facilidad y se consiga durante unos días. Normalmente dura entre 4-8

semanas. Si tras este tiempo el tratamiento no diera resultado, se consideraría fallido. Se

debería abandonar por el momento, puesto que se podría repetir más adelante. A veces,
su pediatra puede recomendarle repetir uno o dos ciclos más para intentar resolver la

fimosis.

Es importante que el niño y la familia sigan después (una vez finalizado el tratamiento)

con las retracciones del prepucio y una adecuada higiene.

Cuidados de enfermería:

 Control de funciones vitales

 Bañar al paciente antes de la cirugía menor para mantener la zona limpia.

 Hablarle a la madre para que mantenga a su hijo calmado, si el niño estuviera en

edad escolar podríamos brindarle apoyo emocional de forma directa con

palabras sencillas.

 Mantener via periférica permeable si fuese necesario.

 Administración de analgésicos para el dolor.

 Vigilar signos de edemas.

 Verificar estado de la herida operatoria para verificar una posible hemorragia.

 Controlar la diuresis.
V.- Genitales Ambiguos

Es un defecto congénito en donde los genitales externos de un niño no parecen ser

masculinos o femeninos con claridad, los genitales pueden estar desarrollados de

manera incompleta o el bebé puede tener características de ambos sexos. Los órganos

sexuales externos pueden no coincidir con los órganos sexuales internos o el sexo

genético.

Diagnóstico

El diagnóstico de genitales ambiguos se suele dar al momento del nacimiento o poco

después. El equipo médico te recomienda estas pruebas:

Análisis de sangre para medir los niveles hormonales

Análisis de sangre para analizar los cromosomas y determinar el sexo genético (XX o

XY) o pruebas para detectar trastornos de un solo gen

Ecografías de la pelvis y el abdomen para verificar si hay testículos que no

descendieron, útero o vagina

Estudios radiológicos con un tinte de contraste para que ayuden a clarificar la anatomía

Causas

Los genitales ambiguos suelen presentarse principalmente cuando las anomalías

hormonales que suceden durante el embarazo interrumpen o alteran el desarrollo de los

órganos sexuales del feto.

Una interrupción en los pasos que determinan el sexo puede ocasionar una

incompatibilidad entre el aspecto de los genitales externos y los órganos sexuales

internos o el sexo genético (XX o XY).


La falta o la deficiencia de hormonas masculinas en un feto genéticamente masculino

puede producir genitales ambiguos, mientras que la exposición a hormonas masculinas

durante el desarrollo produce genitales ambiguos en un feto genéticamente femenino.

Las mutaciones en ciertos genes pueden influir en el desarrollo sexual del feto y

producir genitales ambiguos.

Las anomalías cromosómicas, como la falta de un cromosoma sexual o la existencia de

uno adicional, también pueden ocasionar genitales ambiguos.

En algunos casos, no es posible determinar la causa de los genitales ambiguos.

Hiperplasia suprarrenal congénita: Ciertas formas de esta enfermedad genética hacen

que las glándulas suprarrenales produzcan hormonas masculinas (andrógenos) en

exceso.

Exposición prenatal a hormonas masculinas: Ciertos medicamentos que contienen

hormonas masculinas o que estimulan la producción de hormonas masculinas en una

mujer embarazada pueden provocar que los genitales femeninos en desarrollo adquieran

más características masculinas. Un bebé en desarrollo también puede estar expuesto a

una cantidad excesiva de hormonas masculinas si la madre padece una enfermedad o un

trastorno que produce un desequilibrio hormonal.

Síntomas

Es probable que el equipo médico sea el primero en reconocer los genitales ambiguos

poco después del nacimiento del bebé. En algunas ocasiones, se puede sospechar de la

existencia de genitales ambiguos antes del nacimiento (de forma prenatal). Sus

características pueden diferir en cuanto a gravedad, según el momento del desarrollo

genital en el que ocurrió el problema y la causa del trastorno.


Aquellos bebés que son genéticamente de sexo femenino (con dos cromosomas X)

pueden presentar lo siguiente:

 Un clítoris agrandado que puede parecer un pene.

 Labios vaginales cerrados o con pliegues que parecen un escroto.

 Bultos que parecen testículos en los labios vaginales fusionados.

Aquellos bebés que son genéticamente de sexo masculino (con un cromosoma X y uno

Y) pueden presentar lo siguiente:

 Una enfermedad en la cual el tubo estrecho que lleva la orina y el semen (uretra)

no llega hasta la punta del pene (hipospadia).

 Un pene anormalmente pequeño con la apertura uretral cerca del escroto.

 La ausencia de uno o ambos testículos en lo que aparenta ser el escroto.

 Testículos sin descender y un escroto vacío que tiene el aspecto de labios

vaginales con o sin micro pene.

Factores de riesgo

Los antecedentes familiares pueden tener un papel en el desarrollo de los genitales

ambiguos, ya que muchos trastornos del desarrollo sexual causados por anomalías

genéticas pueden ser heredados. Los factores de riesgo posibles para el desarrollo de

genitales ambiguos incluyen antecedentes familiares de lo siguiente:

 Muertes inexplicables en la primera infancia

 Infertilidad, falta de períodos menstruales o vello facial excesivo en mujeres

 Anomalías genitales

 Desarrollo físico anormal durante la pubertad


 Hiperplasia suprarrenal congénita, grupo de trastornos genéticos heredados que

afecta a las glándulas suprarrenales

Si hay antecedentes familiares de estos factores de riesgo, considera tener un

asesoramiento médico antes de intentar concebir.

Complicaciones

Las complicaciones de los genitales ambiguos comprenden:

 Esterilidad. El hecho de que una persona con genitales ambiguos pueda tener

hijos o no depende del diagnóstico específico.

 Mayor riesgo de padecer determinados tipos de cáncer. Algunos trastornos

del desarrollo sexual están asociados con un mayor riesgo de padecer

determinados tipos de cáncer.

Tratamiento

Una vez que tú y el médico hayan elegido el género del bebé, se puede optar por

comenzar el tratamiento para los genitales ambiguos. El objetivo del tratamiento es

alcanzar el bienestar psicológico y social, como también permitir la función sexual y la

fertilidad en el mayor grado posible. El momento para comenzar el tratamiento

dependerá de la situación específica del niño.

Los genitales ambiguos son una afección poco frecuente y compleja que suele requerir

la intervención de un equipo de expertos. El equipo puede incluir a pediatras,

neonatólogos, urólogos pediátricos, cirujanos generales pediátricos, endocrinólogos,

genetistas, y psicólogos o trabajadores sociales.


Los niños con genitales ambiguos requieren una atención médica continua y controles

para evitar complicaciones, como exámenes para detección de cáncer, al llegar a la edad

adulta.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Si le diagnostican genitales ambiguos a su bebé, es posible que te preocupes acerca del

futuro de tu hijo. Los profesionales de la salud mental pueden ayudarte a afrontar este

desafío difícil e inesperado porque tienen experiencia en ayudar a personas en esta

situación.

Además de la orientación continua para tu familia y para tu hijo, un grupo de apoyo

puede ser beneficioso.

Tu hijo se puede ver beneficiado por la orientación continua brindada por profesionales

de la salud y la participación en grupos de apoyo en la adultez.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2014/xviii10/01/n10-718-
728_Maite_Munoz.pdf?fbclid=IwAR1YLWa4D-aKHxKxihha5sW-
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http://www.montpellier.com.ar/Uploads/Separatas/205.pdf?fbclid=IwAR2nAmgVTCTY4DoG3o
eAS-TJlnsvN8appfWGKKmjZvNXaH_pAE_j_mvsJIo

https://www.researchgate.net/publication/319151689_Criptorquidia?fbclid=IwAR34r4GSkTm
CXOvlKDSLMS7M8519p8-skwWdeOESbuT19Hw92knSc3PQW7s

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