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UNIVERSIDAD CATÓLICA LUMEN GENTIUM

ESCUELA DE TEOLOGIA
METODOLÓGIA TEOLÓGICA Prof. Dr. Esteban Miranda
Presenta: García Tapia Israel
MAESTRÍA EN TEOLOGÍA, 1° Semestre.
Tlalpan, Ciudad de México., 22 de Noviembre de 2017
______________________________________________________________________

LA POSIBILIDAD DE LA ESPIRITUALIDAD DE
LA VIDA CONSAGRADA ESPECÍFICA EN
NUESTROS TIEMPOS

INTRODUCCIÓN
La vida consagrada es un estilo de vida que han abrazado muchos hombres y mujeres a lo
largo de la historia, no solo de la Iglesia, también de la humanidad. Reflexionar sobre su
desarrollo e influencia es una tarea interesante pero no fácil, hay que partir de la experiencia,
hay que alimentarse de la sabia que brota de las Sagradas Escrituras y del Magisterio,
nutriéndose también con las reflexiones de brillantes eruditos especialistas en la materia.
Afirmar la posibilidad de una espiritualidad en la Vida Consagrada es aún una tarea mayor,
porque es necesario partir de los antecedentes históricos y su evolución a lo largo de los
siglos, a cada paso se va descubriendo el profundo anhelo de muchos hombres y mujeres por
alcanzar las cumbres más altas de la santidad, algunos las encontraron en el martirio de
sangre, otros más en la soledad del desierto, y otros tantos en la vivencia real de una regla en
la vida cenobítica.
Hoy en día se presenta el gran reto de vivir originalmente el llamado que Dios hace a cada
uno, algunos es un llamado temprano, para otros es al atardecer o en el anochecer de sus
vidas, lo importante es la calidad y determinación de la respuesta que implica un renovado
espíritu de entrega y filiación.
El mundo de hoy es el distractor que más relaja a los llamados de allí la necesidad de
replantear la posibilidad de espiritualidad de la vida consagrada en nuestros días, a ello
dedicare las siguientes páginas que están pensadas para suscitar la reflexión en actitud de
escucha orante y generosa.

1
I. NOCION GENERAL DE LA HISTORIA Y ESPIRITUALIDAD DE LA VIDA
CONSAGRADA ESPECÍFICA
I.I. Origen de la Vida Consagrada.
Hablar de la Vida Consagrada Especifica, es hablar de una de las grandes columnas del
desarrollo espiritual del cristianismo. La Vida Consagrada Especifica tiene sus orígenes en la
Santísima Trinidad, donde está es deseo expreso del Padre, es impulsada por el fuego del Espíritu
Santo y solo tiene sentido desde Cristo, desde su vida, desde sus obras, desde su Evangelio, que
hace brotar en el seno de la Iglesia una nueva forma de vivir la radicalidad de este mensaje que
haya su centro en el mismo Verbo Encarnado.
La vida Consagrada especifica no encuentra su origen en este mundo, no es una invención de los
hombres, su origen es divino ya que es un don que la Iglesia recibió del Señor (LG 34). Brota por
un impulso del Espíritu Santo que animando a los hombres y las mujeres de todos los tiempos a
seguir más de cerca al Cordero, los motiva a imitar sus virtudes especialmente el vivir en castidad,
sin nada propio y obedeciendo al Padre hasta las últimas consecuencias.
Es importante decir que el hecho de que la forma de vida consagrada especifica no pertenece a
la jerarquía de la Iglesia, no hace de esta un estado intermedio entre los ministros ordenados y
los laicos, ella pertenece a la estructura carismática y pneumatológica de la Iglesia, es por tanto
un carisma divino que tiene implicaciones trinitarias porque es un deseo del Padre, motivado por
el Espíritu siguiendo las huellas de Cristo.
La forma de vida Consagrada Especifica es una opción libre y generosa que cada persona realiza,
son llamados a este estado de vida todos los bautizados que atraídos por la moción del Espíritu
se asocian a alguna comunidad ya sea de vida apostólica o contemplativa para hacer vida el
carisma que el propio Espíritu ha inspirado a algún fundador, para el servicio de la Iglesia
mediante el apostolado de la oración y servicio a los más necesitados.
La vida consagrada Específica es también una continuación de la consagración
bautismal. Todo cristiano, por la unción recibida en el bautismo, queda
insertado en Cristo (Rom 6,3-4) y consagrado a Dios Trino, a quien pertenece
total y definitivamente; y no porque él lo quiera sino porque Dios lo ha
querido. "Por el bautismo Jesús comparte su vida con cada cristiano; cada uno
es santificado en el Hijo; cada uno es llamado a la santidad; cada uno es
enviado a compartir la misión de Cristo. Este don bautismal es la consagración
fundamental cristiana y viene a ser raíz de todas las demás. Jesús vivió su
consagración precisamente como Hijo de Dios: dependiendo del Padre,
amándole sobre todas las cosas y entregado por entero a su voluntad. 1
Partiendo de la premisa anterior podemos afirmar que, la Vida Consagrada especifica es la
continuación y plenificación de la consagración bautismal, donde cada consagrado es llamado a

1
JUAN J. BARTOLOMÉ, FUNDAMENTO TEOLÓGICO DE LA VIDA CONSAGRADA, Un cuestión previa a la nueva
evangelización ¿Vida consagrada?, 2 (2011) 1 Vidimus Dominum – El Portal para la Vida Religiosa
www.vidimusdominum.org 2-3

2
seguir más de cerca al Divino Maestro, manifestando este seguimiento en la proyección
apostólica y contemplativa del propio carisma.

I.2. Rasgos históricos de la Vida Consagrada a lo largo de la Historia.

La Vida Consagrada encuentra sus orígenes pneumatológicos en la Santísima Trinidad,


de donde obtiene toda su fuerza para ser verdadero fermento entre los hombres. Sus orígenes
históricos se remontan a la vida terrena del mismo Cristo y al deseo siempre ardiente de muchos
hombres y mujeres, (comenzando con los Apóstoles) de identificarse más plenamente con la vida
y obra del Salvador, en donde encontraron y siguen encontrando la fuente misma de la verdadera
vida, y la meta suprema que es la santidad, podemos decir que la comunidad apostólica es la
primera comunidad de vida consagrada específica, ¿por qué? por una razón muy simple, los doce
fueron llamados directamente por el maestro, descubrieron que su llamado era auténtico, llamado
al cual respondieron, al principio con dudas e incertidumbre, más tarde (a partir de Pentecostés)
con valor y constancia.

En las primeras comunidades cristianas formadas por los Apóstoles se suscitaron diversas formas
de vida, tales como la Virginidad y viudez consagrada, la primera ya existía en el Antiguo
Testamento y es ratificada por los Apóstoles de los cuales se considera a San Juan, tipo del
perfecto discípulo del Señor, vivió en virginidad; Pablo, convertido a Cristo, vive célibe para
dedicarse por entero a la causa del Evangelio y se convierte en teorizador y propagador de la
doctrina sobre la virginidad consagrada (1 Cor 7,1.7-8.25-38); en la comunidad de Cesárea, el
diácono Felipe "tenía... cuatro hijas vírgenes, que profetizaban" (He 21,9) 6.

El decreto Perfectae Caritatis afirma:

«Ya desde los comienzos de la Iglesia hubo hombres y mujeres que, por la
práctica de los consejos evangélicos, se propusieron seguir a Cristo con más
libertad e imitarlo más de cerca y, cada uno a su manera, llevaron una vida
consagrada a Dios» (PC 1,2).
Surge también en este tiempo la confirmación del Ministerio Ordenado para el servicio de la
Palabra y de la Eucaristía, es Dios quien suscita los ministerios en la comunidad y para la
comunidad, Por eso desde el Nuevo Testamento los ministerios no se conciben sin la comunidad.

Con el paso de los años y las constantes persecuciones se encuentra sentido en el martirio como
forma de alcanzar la santidad, el mártir es testigo que da testimonio de su fidelidad a Cristo, pues

3
la prueba del mayor amor es dar la vida por aquel a quien se ama (Jn 15,13). Los primeros santos
de la Iglesia son los mártires, como lo demuestran las actas oficiales de martirio (Actas de
Justiniano, de Cipriano etc.) relaciones de testigos oculares como ocurre con el caso de Esteban
(He 6, 8- 8,3), leyendas piadosas sobre Cecilia, Inés y Águeda. Para Ignacio de Antioquia el
morir mártir significaba ser trigo que masacraran los dientes de las fieras para ser luego
presentado como un limpio pan a Cristo.

Más tarde cuando las persecuciones que dictaban los emperadores romanos cesaron, y el
cristianismo fue aceptado y después confirmado como religión oficial del imperio, ya el martirio
no era la opción para la búsqueda de la perfección cristiana, así que hombres y mujeres abrazaron
la vida eremítica en los desiertos, de ello deja constancia San Atanasio quien escribe la Vida de
Antonio que va más allá de ser una simple biografía de un santo eremita, es la descripción
simbólica del monacato, que se manifestaría de diversas formas a lo largo de muchos siglos, de
este peculiar estilo de vida, surgirán diversas reglas de vida a partir de la reunión de hombres y
mujeres en torno a un padre espiritual como Antonio, Pacomio, Basilio y en el occidente el gran
padre de Europa Benito de Nursia.

A partir del siglo IV surgirán en todo el mundo conocido diversas formas de vida consagrada
monacal, tales como los Benedictinos que custodiarían por muchos siglos el saber de la
humanidad, estos se reformarían en el siglo XI buscando regresar a su primitivo espíritu, es así
como nace la orden del Cister, más arde en el siglo XII verán la luz primera las Ordenes
Mendicantes (Franciscanos, Dominicos, Mercedarios etc.) que dejaron la comodidad del claustro
para dedicarse a predicar el evangelio a los más pobres, a contrarrestar las herejías y a consolar
a los encarcelados. En el mismo siglo aparecerán las llamadas órdenes militares dedicadas al
acompañamiento de los ejércitos en Tierra Santa. En el mismo siglo, la vida consagrada femenina
que si bien en el monacato había encontrado un lugar junto a los grandes padres y madres del
desierto, ahora se trasforma junto a Domingo y Francisco que fundan monasterios de mujeres
dedicadas a la oración, la penitencia y la mortificación alcanzando para sus hermanos de habito
las gracias necesarias para la misión. Estas observaran la más estricta observancia de la Clausura,
primero asumida libremente y luego impuesta por mandato del Papa Bonifacio VIII.

Para el siglo XVI, las condiciones fueron dándose propicias para que la mujer también participara
de la vida apostólica reservada hasta entonces a los varones, es así como Santa Ángela Mérici
funda en Italia la Compañía de Santa Úrsula. El profetismo de Santa Ángela Mérici que tuvo

4
como meta, aunque ella no se lo propusiera explícitamente, conquistar la calle para el apostolado
femenino. Era necesario salir de los muros de los monasterios y de los conventos para ganar en
medio de las calles las nuevas batallas apostólicas que exigían los tiempos.2

En este siglo también nace la Compañía de Jesús y la gran reforma Teresiana que no solo
abarcaría conventos de monjas si no también alcanzaría a sus hermanos frailes, dicha reforma
como las Cistercienses buscaban regresar al vigor original de la primitiva regla, fue
decididamente un parteaguas en la forma de vivir los consejos evangélicos muy al estilo de la
mística española.

En este mismo siglo surgen en Roma, las primeras sociedades de Vida Apostólica, y con ellas,
los oratorios, primera manifestación de este estilo de vida. En el siglo siguiente aparecen nuevas
formas surgidas a partir de la necesidad de la Iglesia por atender a los pobres y a los enfermos,
así las Hijas de la Caridad de San Vicente y Santa Luisa se incorporan de manera definitiva al
apostolado. En estas décadas verán la luz primera las primeras congregaciones de religiosos
clérigos dedicadas a la misión extranjera como los Pasionistas, los Redentoristas y Montfortianos,
surgirán también las sociedades de vida religiosa laical como los Maristas y Lasallistas dedicados
enteramente a la educación de la niñez y juventud.

Finalmente en los albores del siglo XX, con el desarrollo del Concilio Vaticano II, se aceptan y
promueven nuevas formas de vida consagrada atendiendo a su vitalidad, originalidad y carisma
el cual siempre debe ser discernido por la autoridad eclesiástica.

II. RADIOGRAFÍA ACTUAL DE LA VIDA CONSAGRADA ESPECÍFICA

2.1. Aspectos negativos de la vida consagrada

Cuando hablamos de los aspectos negativos que engloba hoy la vivencia de una espiritualidad de
la vida consagrada especifica en el mundo actual surge la primera pregunta y más crucial ¿Cuál
es la influencia de la post-modernidad en el ser y actuar de los consagrados? Ciertamente no se
puede estar alejado de las realidades que vive la sociedad en nuestros días, los avances
tecnológicos, el quehacer cotidiano y la falta de motivación va permeando un enfriamiento cada
vez mayor en el ser y el actuar de los consagrados hoy en día.

2
J. ÁLVAREZ GÓMEZ, .,. Historia de la Vida Religiosa.. Madrid, Publicaciones Claretianas. 1990

5
La post-modernidad, ciertamente juega un papel decisivo en el ser y quehacer de los consagrados,
en la actualidad, la gran mayoría tanto contemplativos como apostólicos descuidan lo primero y
más importante que es asumir el papel de María y elegir la mejor parte (Lc 10:38-42), estar a los
pies del Maestro, entrar en dialogo constante con Él, hablarle de corazón a corazón.

Ciertamente, hoy es una tarea difícil dedicar largas horas al encuentro con el amado, vivir
plenamente los sacramentos, vivir la fraternidad, asumir el compromiso que se ha profesado, orar
con el corazón para que el quehacer cotidiano no enfríe los corazones y absorba las conciencias.

El trabajo excesivo ahoga en el sinsentido el ser de los consagrados, hoy muchos solo son
máquinas de trabajo, donde lo más importante es no dejar que las actividades se frenen, antes
bien es necesario sacar adelante los proyectos aún a costa de la propia integridad.

Como hombres y mujeres no estamos ajenos a las realidades del mundo posmoderno, hoy es más
importante el quehacer diario, el P. Severino María Alonso CMF. Dice al respecto:

Se mide y se valora la vida religiosa en términos de acción y de eficacia. Por


lo que hace y por lo que en ella se hace. Y no por lo que es en sí misma,
independientemente de las actividades que pueda llevar a cabo. Se la juzga
como valor funcional. Ahora bien, la vida religiosa no es una actividad
específica, sino una consagración. No se constituye ni se define primariamente
por un hacer, si no por un ser.3
Otra grave tentación que ahoga el ser de los religiosos es la pérdida del sentido, el quehacer
ahoga los latidos de un corazón que ardía en celo por la casa del Padre, hoy solo hay vacío y
costumbre, en donde el pesimismo y la negatividad apagan toda posibilidad de alegría.

Al respecto el Papa Francisco dice a los religiosos:

Que entre nosotros no se vean caras tristes, personas descontentas e


insatisfechas, porque «un seguimiento triste es un triste seguimiento».
También nosotros, al igual que todos los otros hombres y mujeres, sentimos
las dificultades, las noches del espíritu, la decepción, la enfermedad, la pérdida
de fuerzas debido a la vejez. Precisamente en esto deberíamos encontrar la
«perfecta alegría», aprender a reconocer el rostro de Cristo, que se hizo en todo
semejante a nosotros, y sentir por tanto la alegría de sabernos semejantes a él,
que no ha rehusado someterse a la cruz por amor nuestro.4

3
SEVERINO MA. ALONSO, CMF., La vida consagrada. Síntesis teológica, 8.a. ed., 1985. Pág. 19

4
FRANCISCO. Carta Apostólica del Santo Padre FRANCISCO a todos los Consagrados con ocasión del año
de la vida consagrada II (2014)

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La invitación del Santo Padre es muy clara «encontrar la perfecta alegría» ¿Cómo? Haciendo de
las realidades materiales y tangibles, realidades espirituales llenas de sentido, la tristeza solo es
fruto del vacío y del tedio, reencontrar el sentido de la propia consagración es volver a las
fuentes, en donde no cabe la tristeza, no entra el desaliento, no tiene espacio la depresión, la
angustia y la desesperanza.

2.2.-Aspectos positivos de la Vida Consagrada en la actualidad.

Hay una serie de aspectos que nos hablan de un despertar al verdadero sentido de la vida
consagrada, ciertamente, muchos consagrados han perdido el sentido de su llamado y se han
refugiado en el excesivo quehacer dejándose invadir por las ideas del mundo actual donde el
hombre tiene más valor por lo que hace y los frutos económicos y profesionales que brinda a la
sociedad, se ha olvidado incluso de los valores éticos y morales, pervirtiendo su corazón y
buscando refugio en las arcas del hedonismo que poco a poco lo desvían de su centro y meta que
es la santidad a partir de la vivencia de los consejos evangélicos.

Pero no todo está perdido, El Espíritu Santo sigue suscitando en los corazones de muchos el
ardiente deseo de la plena consagración e identificación carismática con el Salvador, aún en
medio de las múltiples vicisitudes que presenta el mundo actual, siguen buscando nuevas formas
de interioridad que al mismo tiempo expresan exterioridad, es decir, transmitiendo lo que en el
dialogo amoroso con Dios se recibe, a esto llamamos Fraternidad.

existe hoy en algunos sectores de las comunidades de vida consagrada, tanto contemplativa como
apostólica un sincero deseo de purificar la vida religiosa de toda adherencia extraña, centrarla en
Cristo y en el ideal de santidad que lejos de privarla de toda acción apostólica en el mundo
encaminada al crecimiento y fortalecimiento del cuerpo místico le dé a esta un sentido más real
de apostolado, alejándolo de las vetas del activismo, y de la auto-referencialidad, esta idea parte
de la locución de tantos sumos pontífices que a lo largo de la historia han exhortado a todos los
consagrados a regresar a sus orígenes, a redescubrir las fuentes originales de su ser y de su actuar,
les llaman a redescubrir el verdadero centro de su vocación cristiana y consagrada, invitan a
hacer un verdadero memorial de la primera inspiración del Espíritu a los fundadores y
fundadoras de todos los tiempos. Importante para ello es la vivencia de una autentica vida de
fraternidad, real, visible y efectiva, es decir una vida autentica de familia que es la expresión
sacramental de la comunión de vida trinitaria y particularmente intensa de la Iglesia.

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Es de cabal importancia redescubrir el verdadero sentido de los consejos evangélicos de Pobreza,
Castidad y Obediencia, mismos que el mundo y sus trivialidades invita constantemente a
abandonar o entender de formas distantes y erróneas, parte de lo positivo del aquí y del ahora es
vivir con intensidad la radicalidad de cada uno de ellos, que son vías seguras de cristificación,
ya que el Maestro, Modelo e inspiración es el mismo Cristo.

Cuando tocamos el voto de la pobreza un consejo hoy por hoy mal entendido por muchos,
despreciado por otros y criticado en la actualidad, que si bien para algunos es el recto
aprovechamiento de las cosas, para otros un mal necesario, para los verdaderos consagrados es
una realidad que va más allá de aspectos materiales, «POBREZA» implica desprenderte de ti
mismo y de tus apegos para descubrirte pertenencia de Alguien que es más alto que tú, más
grande que tú y en quien se encuentra el verdadero sentido de la existencia.

Cuando tocamos la obediencia hacemos un hincapié profundo en el hecho de sentirnos


pertenencia de Dios, de sabernos sus creaturas y por el Bautismo: sus hijos y por la profesión de
los consejos evangélicos: sus consagrados, cuando profesamos este voto nos desprendemos de
nuestra voluntad, pues nuestro alimento es hacer la voluntad del Padre (Jn 4:34) y esta se
entiende en la voz de los superiores que son el rostro visible de Cristo en cada comunidad.

La castidad va más allá de privarnos de tratos carnales con nuestros semejantes, va más allá de
buscar la conservación de nuestra especie, implica el recto obrar en todo sentido, debemos vigilar
como dice el Apóstol Pedro «Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo,
anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar.» (1 Pe 5:8), esta es una invitación
a permanecer vigilantes y atentos de nuestros sentidos, porque de nuestra vida henos hecho una
libre donación, hemos decidido permanecer eunucos de manera voluntaria por el reino de los
cielos, y creemos que Dios nos dará la gracia para ser fieles, lo importante es poner toda nuestra
vida en sus manos.

Por otro lado, hoy es tal vez difícil poder confrontar la idea de la radicalidad, pero esto si es
posible, gracias a la formación humana, cristiana, espiritual e intelectual que ya forma parte de
la Ratio Formacionis de muchas comunidades, que hoy por hoy han descubierto que es necesario
trabajar en la formación de manera integral, dando prioridad a la formación humana, al
autoconocimiento de cada persona, redescubrir que como personas, somos seres limitados y
concupiscibles, que se esconde en nuestro interior un sinfín de heridas que tenemos que sanar y
para ello la sola gracia de Dios no basta si no se pone la parte que a cada uno corresponde,

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importante también es descubrirnos necesitados de la misericordia de Dios que se suele
manifestar de formas inenarrables, pero siempre verdaderas y ciertas, debemos tener presente
que el verdadero termómetro de una auténtica vida espiritual es la vida fraterna y el testimonio
diario, para ello es de suma importancia la preparación intelectual, no basta la suave lectura
espiritual, es necesario curtir la mente y el espíritu en las sanas doctrinas, las artes y los oficios,
de ello daremos cuenta en nuestra acción pastoral que nace de un profundo encuentro con Dios
a partir de nuestra realidad humana.

2.2. El futuro de la Vida Religiosa a partir del renovado seguimiento de Cristo.

La gran invitación a todos los consagrados y consagradas de nuestros tiempos es vivir la


radicalidad de la vocación a la cual fueron llamados, la vida religiosa como la conocemos hoy,
sufre cambios drásticos por la influencia del aquí y del ahora, la post-modernidad hace estragos
amargos en los consagrados y consagradas.

Surge la gran incógnita, ¿Será posible la subsistencia de la vida consagrada en un mundo cada
vez más hostil a la fe? ¿Habrá futuro para las órdenes y congregaciones religiosas? En un mundo
que parece cada día se pierde más y se aleja de toda norma de fe, hoy es posible afirmar también
que la religión ya no es atractiva para la gente, porque los consagrados han perdido el timón de
su barca y navegan en altamar, sin dirección.

Es un gran reto el afrontar la idea de un futuro cierto para la vida consagrada sin el compromiso
de los que están y de los que están por venir, es necesaria una relectura hermenéutica del pasado
para redescubrir el sentido de un presente cada vez más frio y un futuro que no ofrece grandes
expectativas.

Es posible entonces afirmar que la vida consagrada si tiene futuro. La vida consagrada no
depende solo de la respuesta débil de sus miembros, depende también de la voluntad divina y
ella es su principal motor, porque la vida consagrada no ha sido una invención humana, es
voluntad del Eterno Padre, brota del mismo Costado de Cristo y es animada y sostenida por la
fuerza del Espíritu Santo. A los consagrados toca hacer un alto en el caminar cotidiano, detenerse
en la presencia de Dios y reflexionar, cuestionarse sobre el caminar personal y comunitario, hoy
más que nunca urge un verdadero y renovado testimonio de filiación y entrega al Creador, y
seguir al Maestro. Sabiamente nos ilumina la reflexión el Papa Francisco:

El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz


cada día y venga conmigo". Este es el estilo cristiano porque Jesús ha

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recorrido antes este camino. Nosotros no podemos pensar la vida
cristiana fuera de este camino. Siempre está este camino que Él ha hecho
antes: el camino de la humildad, el camino también de la humillación, de
negarse a uno mismo y después resurgir de nuevo. El estilo cristiano, sin
cruz no es cristiano, y si la cruz es una cruz sin Jesús, no es cristiana. El
estilo cristiano toma la cruz con Jesús y va adelante. No sin cruz, no sin
Jesús.5

Finalmente podemos decir que el futuro de la vida consagrada específica, está en el vivir la
espiritualidad que Cristo nos transmitió, y no es una espiritualidad sin Él, El esta siempre
presente, la opción a vivir radicalmente este seguimiento implica tomar la cruz de cada día y
seguir al Pastor donde quiera que Él vaya, escuchar atentamente su voz, con renovado espíritu,
Él nos mira todos los días con ojos de compasión, «Miserando atque eligendo» mirando en
nuestro interior nos elige, elige a cada consagrado y le llama por su nombre, Jesús nos mira con
ojos claros y luz penetrante que cala en lo más profundo de nuestro ser. El gran reto para el
futuro real de la vida consagrada es el saber escuchar al que habla en el silencio y seguirle con
firmeza, con determinación, sin vacilaciones aun cuando en ello dejemos la vida que no
encuentra reposo en esta tierra, su descanso está en el seno de su creador.

Conclusiones

Si la vida consagrada es el resultado de la respuesta total y generosa de hombres y mujeres


decididos a darlo todo, ¿Por qué muchos consagrados de nuestra actualidad viven como
consagrados sin serlo?, ¿Por qué es tan fácil romper la dimensión de los consejos evangélicos y
no vivir lo que se profeso? En el escudriñar de la historia se leen verdaderos testimonios de
entrega, de radical vivencia de una espiritualidad profundamente cristiana enraizada en lo más
profundo de los valores evangélicos, será que hoy hemos perdido el encanto de las narraciones
bíblicas y ya la Palabra no nos seduce, ya no nos arroja a la soledad del desierto para hablarnos
nuevamente al corazón.

Será tal vez que nuestro corazón está ahora ocupado, nuestros oídos se han cerrado a la voz del
creador que sigue hablando, sigue llamando, sigue esperando…

En estas páginas se replanteo la posibilidad de una espiritualidad, más la única espiritualidad que
ilumina el recorrido de la vida consagrada es la espiritualidad de la cruz y de la resurrección, que
se halla contenida en las páginas del Evangelio y en la vida de tantos ascetas y místicos que si
se atrevieron a dejarlo todo y seguir al cordero, no hay espiritualidad sin Cristo, no hay vida
consagrada si no es en la cruz y esta con Jesús en ella.

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Bibliografía

JESÚS, Á. G. Historia de la vida religiosa. Publicaciones Claretianas. Madrid 1990.


JUAN J. BARTOLOMÉ. Fundamento teológico de la vida consagrada. Unione Internazionale
Superiore Generali, Roma 2011.
SEVERINO MA. ALONSO, CMF., La vida consagrada. Síntesis teológica, 8.a. Ed. Publicaciones
Claretianas, Madrid, 1985.

FRANCISCO. Carta Apostólica del Santo Padre Francisco a todos los Consagrados con ocasión
del año de la vida consagrada (2014)

FRANCISCO, Homilía, Santa Marta. (Roma) 6 de marzo de 2014

JOXE MARI ARREGI GURIDI (coord.). , Una historia de Amor. Seguir a Jesús en la Vida
Consagrada Hoy, 4ª reimpresión., Navarra 2016.

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