PRECARIEDAD URBANA EN NICARAGUA Experiencias y casos relevantes Msc. Mónica Baltodano♣ ♣ Precariedad y recurso suelo
Cuando en Nicaragua y particularmente
en Managua hablamos de Urbanismo, no podemos obviar el hecho de que dicha problemática ha sido uno de los cauces para la especulación y acumulación de riquezas por parte de los sectores oligárquicos del país, es decir una de las vías de transferencia de riquezas. Pobreza y modelo económico Si indagamos en nuestra historia, encontraremos que al igual que otros países del continente la pobreza y la precariedad urbana, están intrínsecamente ligados al mismo fenómeno: El modelo económico basado en la exclusión de las mayorías, la transferencia y apropiación de la riqueza en pocas manos, gobiernos cuya preocupación principal ha sido el uso del poder en beneficio de los intereses económicos de esa minoría, y una economía frágil subordinada a los altibajos del mercado externo y a los enclaves, clusters decimos ahora, creados La precariedad, condición predominante en nuestras ciudades, es un vivo reflejo no sólo de la de la desigual distribución de la riqueza, sino de la lógica de segregación imperantes en el ámbito espacial. “Urbanización en Nicaragua
A pesar de ser un país agrícola,
históricamente rural, cuya economía ha descansado en la producción agropecuaria, en el espacio de unos pocos años,, Nicaragua ahora se ha “urbanizado”. Datos de “urbanización” en Nicaragua: En 1970 el censo nacional arrojó una población urbana de 47%. En 1975 se incremento al 50,4%, en 1980 se elevo al 53.5%, en 1990 la cifra se aumento al 62% y finalmente en 1994 alcanzamos un 63% de población Urbana Los datos de pobreza:
En 1997, el PIB de Nicaragua era de
2000 millones de dólares, con una población de 4,5 millones de habitantes: eso equivale a 450 dólares per cápita, el más bajo de Latinoamérica, después de Haití. Según datos del PNUD en el año 98, el 50% de la población sobrevive con menos de un dólar diario. Pobreza hoy = pobreza urbana Sin embargo, al igual que en el resto de América Latina, las migraciones hacia las zonas urbanas, en donde tampoco hay soluciones, han generado “ciudades de pobres”, en donde la gente se hacina en tugurios buscando su inserción aunque sea entre “los informales” que constituyen ya la mayoría de la economía formal en nuestros países. Pobreza e inequidad: concentración en pocas manos Según el último informe del Desarrollo Humano del PNUD, en Nicaragua el 20 % de población más pobre apenas consume el 4.2% de la riqueza generada, mientras el 20% más rico, consume el 55%. Falta de respuestas al crecimiento de población urbana. El traslado masivo de población a zonas urbanas, se produjo en oleadas y de manera desordenada, presionando así fuertemente la demanda de servicios, de manera especial suelo y viviendas. La carencia condujo a la población a buscar su propia, aunque precaria respuesta: a través de la toma de tierras y el surgimiento de Asentamientos Humanos Espontáneos. Datos de déficit cuantitativo de viviendas En Nicaragua habitan unas 850.000 familias. El déficit de viviendas alcanzó la cifra de 50.000 (medio millón) en el año 2003, según los más recientes datos, brindados por el Instituto de la Vivienda Urbana y Rural. Es decir tan sólo 350 mil familias cuentan con un techo Ello equivale al 41% de las familias. El resto 58% de las familias no tienen un techo digno. Sobreviven en casas de latas o cartón, sin las mínimas condiciones humanas, o “arrimados” a algún familiar. Incremento anual del déficit es de 20.000 viviendas El déficit cualitativo es dos o tres veces mayor que el déficit cuantitativo. La magnitud cualitativa se expresa en que del total de viviendas censadas, sólo 15.5% toma agua de conexiones de INAA, y hay 67% de vivienda sin conexión ni alcantarillado, y un 17% sin letrina. En la encuesta de Medición de Nivel de Vida (EMNV) realizado en 1993, se señala que 46% de las viviendas son de piso de tierra 19% no tienen cuartos para dormir, y 72% cocinan con leña mientras 29% no tienen servicio de energía eléctrica Ausencia de políticas de hábitat popular Lo común es la ausencia de políticas de suelo urbano y de vivienda, como parte integrante de las políticas sociales, es decir no hay respuesta a las demandas de un hábitat popular. En efecto, la Administración del Estado se ha caracterizado por el abandono de sus responsabilidades sociales, con el argumento de la eficiencia y el traslado gradual de sus responsabilidades a la “iniciativa privada” Existen dos lógicas sobre este problema. A) Lógica social Existe un bien llamado suelo, y otro llamado la vivienda. El acceso a esos bienes adquiere para nosotros la categoría de un derecho básico de los ciudadanos, y que por tanto es responsabilidad del estado y la sociedad su solución La lógica del suelo urbano y la vivienda como mercancía Para otros, ambos tienen el carácter de una mercancía más, y por lo tanto su adquisición debe quedar sujeta a las leyes de la oferta y la demanda en el mercado. El Estado a lo sumo se limitará a regularla. Los gobiernos han asumido la segunda lógica El reflejo del abandono del Estado se ha expresado no sólo en el presupuesto de la Republica, que en los últimos años no dispone un solo centavo para esta tarea. En Nicaragua han sido sucesivamente desmanteladas las instituciones que se especializan en este problema y ni siquiera se ha contado con políticas paliativas, como “soluciones habitacionales”, viviendas populares, o urbanizaciones progresivas. Evolución en Nicaragua de los asentamientos espontáneos La dictadura somocista utilizó la represión y la fuerza para controlar los asentamientos espontáneos. Al amparo de las mismas florecieron los repartos populares de allegados al régimen que expoliaban a los más pobres La Revolución del 79 y las demandas habitacionales Declaró todos los implementó, de hecho, repartos populares de una política de utilidad pública y luego reasentamientos que los adjudicó a sus permitió la reubicación de ocupantes a través de barrios marginales a una Ley de Titulación de tierras urbanas de alto lotes en Repartos valor, no solo catastral Intervenidos. Así mismo sino también de dictó una Ley de mercado. Expropiación de Tierras Urbanas baldías El otro fenómeno fue la explosión de los asentamientos humanos espontáneos, como resultado de las expectativas sociales que generó la Revolución. Frente a la imposibilidad de dar respuestas a las demandas, se generalizó la permisibilidad frente a las tomas. La RPS no protegió jurídicamente las transformaciones Eso obligó a dictar las Leyes 85,86 y 88 y luego se han dado sucesivas negociaciones que han dado lugar a distintas leyes: la Ley 209, Ley de Estabilidad de la Propiedad, en el año 95. Esta Ley fue reglamentada en el año 96. En el año 97 se abrió otro proceso de negociaciones, que dio lugar a la Ley 278, Ley sobre Propiedad Reformada, Urbana y Agraria. (Diciembre 97) Su reglamento fue emitido en Febrero de 1998. Los asentamientos espontáneos no fueron regulados en estas leyes. En la Ley 278 se dictó una disposición transitoria que dice “Mientras no se emitan las disposiciones legales que regulen los asentamientos humanos espontáneos que se encuentren consolidados hasta diciembre del 95, los ocupantes mantendrán la posesión en los juicios que contra ellos se promuevan, sin ser privados de la posesión Sin embargo quedan sujetos a las disposiciones de las autoridades en materia de urbanismo”. Hay miles viviendo precariamente en estos asentamientos: Para el año 2000, se calculaban unas 300.000 familias viviendo en asentamientos humanos espontáneos. Podría decirse que el déficit urbano de viviendas se ubica en estos asentamientos, como reflejo de la pobreza de sus habitantes. La no “regularización” y precariedad La inseguridad de la La realidad es que los propiedad ha sido Asentamientos utilizada como pretexto espontáneos están para justificar la metidos en el mercado, deficiente prestación de con características de servicios, alegándose “mercado sumergido”, que mientras no estén irregular. Alrededor de la ordenados y escasez de soluciones se regularizados, a sus ha construído también un pobladores no se les propio mercado de puede considerar carácter especulativo, sujetos de crédito. La Ley de Asentamientos Humanos Espontáneos (LEY ·309) Dictada en Junio de 1999. como una ley de interés público y social, tiene la novedad que no sólo aborda el tema de la regularización de los asentamientos, sino que coloca en primer orden la obligación por parte de la municipalidad a realizar un PLAN URBANÍSTICO ESPECIAL, que contiene el trazado de calles, y la determinación del equipamiento social indispensable en los mismos. La ley tiene algunas novedades garantiza la legalización a favor de la pareja,
priorizar de manera particular a la mujer en la obtención
del título de propiedad, protege a los niños al establecer que ellos serán usufructuarios hasta la mayoría de edad,
establece la prohibición de vender hasta 5 años después
de obtenido el título,
y permite que los pobladores organizados de manera
expedita en asociaciones de pobladores sean parte directa en las decisiones y protagonistas de todas las gestiones que tienen que ver con el ordenamiento y la titulación de sus asentamientos. Ley de Asentamientos y Municipios La Ley de Asentamientos (Ley 309), define claramente la responsabilidad de las Municipalidades de su aplicación, El gran problema es que no se definen las fuentes de financiamiento para que los gobiernos locales puedan cumplir con esta tarea. Desafíos de los gobiernos locales: Articular una propuesta en la que se establezca claramente las responsabilidades del estado, de los gobiernos locales, de la banca, de las organizaciones de la sociedad civil, y de los propios ciudadanos, una propuesta que debería subsanar el de una “política social del hábitat” y en la que se incluyan las iniciativas que correspondan, particularmente del financiamiento para su implementación. El desafío del enfoque social
El otro y tal vez mas importante reto
estriba en que esa propuesta debe asumir un enfoque social, un enfoque inclusivo e integral. No seguir profundizando los desequilibrios. Tomando “al toro por los cuernos”: No puede emprenderse esta tarea sin subsidios para las familias pobres, y sin afectar la propiedad de las minorías. No puede haber soluciones sin participación popular Los Municipios, apoyados por la población afectada, deberían de ser capaces de propiciar la movilización de las voluntades hacia planes integrales de solución El desafío superar la lógica prevaleciente La lógica prevaleciente hasta hoy propicia la “segregación urbana”. Las urbanizadoras construyen viviendas y las amurallan, para “separar” a los pobres, para “proteger” a los que tienen mejores condiciones económicas de los marginados. No se puede seguir concentrando inversiones públicas nacionales y con frecuencia las de nivel municipal, se a favor de los privilegiados que ven incrementarse de esa manera la plusvalía de sus propiedades. Se necesita un inversiones en los asentamientos y barrios pobres. El desafío de los gobiernos municipales, es asumir la función de ordenamiento local y de planificación urbana, acompañándola de la participación ciudadana. Esta no es una tarea “técnica”. Se requiere de la incorporación de los propios afectados. El desafío de los gobiernos locales: Asumir estas funciones, pero acompañándolas también de un enfoque humanista del que han carecido las administraciones centrales hasta hoy, para poner la ciencia y la planeación, al servicio de un verdadero desarrollo humano e incluyente Muchas gracias!