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EL LIMITE DE NO ENTENDER SI LA JUSTICIA ES PARA TODOS

Con solo pensar en que es Derecho, nos imaginamos o idealizamos a aquel medio que todos tenemos tanto para
poder exigir algo y como el límite para pedir o hacer algo, si bien cada persona puede tener un concepto muy
distinto de lo que es, en lo único e lo que todos coincidimos es que es para todos, es decir que su alcance no tiene
límites ni por condiciones económicas, culturales, raciales, o de género. Pero más allá de solo idealizarlo debemos
pensar si en la práctica es así, y es lo que hemos a continuación.

Nuestro país al ser rico en etnias y culturas, tiene la característica de albergar a más de 100 lenguas nativas, de las
cuales 3 son reconocidas como oficiales, pero a pesar de considerarse al aimara quechua y español como lenguas
oficiales, se observa una desigualdad tanto en el uso, como en el alcance que cada una tiene, ya que el único
idioma que es empleado para realizar cualquier actividad sin ninguna dificultad es el español. Esta postura se
puede observar en el acceso a la educación, la salud o la justicia, limitando a aquellos que no hayan sido criados o
educados hablando castellano.

Si bien el derecho tiene como fin el garantizar la paz social y proteger a la persona marcándole límites, debe ser
entendida como una figura que debe abarcar a toda la población, pero lamentablemente esto no se observa
cuando un quechua hablante se apersona a un órgano jurisdiccional en búsqueda de amparo. Y en este punto
deberíamos preguntarnos si con este límite en verdad ¿existe un debido proceso?, la respuesta es clara, NO, al
hablar de debido proceso también nos referimos al libre acceso a la justicia sin ningún límite para la persona que lo
vaya a necesitar. Por ello cuando en las universidades se forman profesionales no solo deben ser educados en
leyes y mecanismos, sino que deben ser educados como profesionales con ética que busquen no solo el
interpretar normas, sino que estas las apliquen igualitariamente equitativamente a los demás. El quechua así
como el aimara no solo deben ser consideradas como lenguas de segundo uso, o como un atractivo cultural, son
parte de nuestro origen y son parte de nuestra cultura actual, y su uso debe ser común.

Al mismo tiempo se debe crear un sistema igualitario en el que la educación, el acceso a la salud y el acceso a la
justicia sean brindados con igualdad a cualquier persona sin diferenciar su religión lengua o género, hablar de
igualdad también sse refiere a que todos tengamos las mismas posibilidades de satisfacer nuestras necesidades
básicas sin perjuicio o dificultad, y esto solo lo conseguiremos educando tanto en los colegios como en
universidades e institutos, a hablar y respetar las lenguas propias de nuestro país.

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