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Registro: 189916
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XIII, Abril de 2001
Materia(s): Común
Tesis: P./J. 39/2001
Página: 93
La sola circunstancia de que el afectado conozca de la existencia del juicio en el que funge como
parte y comparezca al mismo, a pesar de no haber sido legalmente emplazado, desvirtúa su
carácter de persona extraña al procedimiento, por lo que si promueve el juicio de amparo
indirecto, ostentándose con tal carácter, el Juez de Distrito debe sobreseerlo con fundamento en
el artículo 74, fracción III, de la Ley de Amparo, fundamentalmente porque el promovente ya no es
persona extraña al juicio por haber comparecido al procedimiento ordinario, quedando en
posibilidad de defenderse dentro del contencioso y, en su oportunidad, si es el caso, acudir al
amparo directo, fundamentándose la improcedencia en los artículos 73, fracción XVIII y 114,
fracción V, aplicada en sentido contrario, de la propia ley; sin que lo anterior implique que el
promovente del amparo indirecto, por el hecho de ostentarse como tercero extraño, quede al
margen del término previsto en el artículo 21 de la Ley de Amparo, esto es, al plazo de quince días
contados a partir del día siguiente al en que tenga conocimiento del juicio, bajo el argumento de
que la falta o ilegalidad del emplazamiento sea una violación de gran magnitud, pues si bien la
improcedencia por extemporaneidad o consentimiento tácito basado en los artículos 21 y 73,
fracción XII, del propio ordenamiento, puede llegar a configurarse, tal circunstancia no se surte
necesariamente porque puede suceder que el afectado por la falta de emplazamiento promueva
el juicio de garantías antes de que transcurra el plazo referido y en tal supuesto no cabría
sobreseer por inoportunidad de la demanda, ya que seguiría en pie la otra causal.
Contradicción de tesis 12/2000-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero en
Materia Civil del Sexto Circuito, Primero en Materias Civil y de Trabajo del Segundo Circuito y
Segundo en Materia Civil del Séptimo Circuito. 27 de febrero de 2001. Unanimidad de diez votos.
Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Maura Angélica
Sanabria Martínez.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintinueve de marzo en curso, aprobó, con
el número 39/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve
de marzo de dos mil uno.
Registro Núm. 7114; Novena Época; Pleno; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
OCTAVO.-Este Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estima que en la especie
debe prevalecer con el carácter de jurisprudencia, el criterio definido al final de este considerando
por los motivos que a continuación se exponen.
En primer término, debe precisarse que el emplazamiento es el acto procesal mediante el cual el
juzgador da a conocer a una persona la admisión de una demanda enderezada en su contra y le
concede un plazo para que pueda contestarla, de tal manera que sólo puede ser referido a la
contraparte del actor, es decir, al demandado.
Por otra parte, es menester determinar qué debe entenderse por persona extraña a juicio, en virtud
de que como se ha indicado, en la especie debe dilucidarse si cuando la parte quejosa invoca el
juicio de amparo ostentándose como persona extraña, pero de las constancias de autos aparece
que compareció al mismo y ya transcurrió el plazo legal para ejercitar la acción constitucional,
debe sobreseerse o entrar al estudio de los conceptos de violación.
La fracción V del artículo 114 de la Ley de Amparo establece que procede el amparo indirecto
"Contra actos ejecutados dentro o fuera de juicio, que afecten a personas extrañas ...".
Tanto la doctrina como la jurisprudencia utilizan indistintamente la expresión de persona extraña y
de tercero extraño al referirse a la procedencia del amparo indirecto previsto en la fracción V del
artículo 114 ya citado; sin embargo, acorde con las interpretaciones sustentadas por este Alto
Tribunal, el concepto de persona extraña al juicio es más amplio que el de tercero extraño, porque
en aquél se incluye también al propio demandado cuando no es emplazado, o cuando los vicios en
el emplazamiento le impiden conocer los datos necesarios para defenderse.
Para los efectos del juicio de amparo, en los términos del artículo 114, fracción V, de la ley de la
materia, persona extraña es, en principio, aquella que no ha figurado en el juicio o en el
procedimiento como parte en sentido material, pero que sufre un perjuicio dentro del mismo o en
la ejecución de las resoluciones sin haber tenido la oportunidad de ser oída en su defensa por
desconocer las actuaciones relativas, quedando incluido en este concepto, asimismo, como ya se
dijo, la parte que no fue emplazada o que fue emplazada incorrectamente.
Sobre el particular, resulta aplicable la tesis de jurisprudencia cuyos datos de identificación, rubro y
texto se reproduce a continuación:
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: VII, enero de 1998
"Tesis: P./J. 7/98
"Página: 56
"PERSONA EXTRAÑA A JUICIO, CONCEPTO DE.-Para los efectos del juicio de amparo, en los
términos del artículo 114, fracción V, de la ley de la materia, persona extraña es, en principio,
aquella que no ha figurado en el juicio o en el procedimiento como parte en sentido material, pero
que sufre un perjuicio dentro del mismo o en la ejecución de las resoluciones, sin haber tenido la
oportunidad de ser oída en su defensa por desconocer las actuaciones relativas, quedando incluida
en este concepto, asimismo, la parte que no fue emplazada o que fue emplazada
incorrectamente."
Importa destacar por otro lado, que la afectación que puede resentir una persona extraña a juicio,
no proviene en todos los casos del mismo acto dentro de la secuela que va desde la demanda hasta
el cumplimiento de la sentencia, sino que ello dependerá de la titularidad del derecho que reclame
(y pruebe), sea en relación con el bien debatido en el juicio, sea con los bienes de que la sentencia
disponga o, en fin, con aquellos que se afecten en la ejecución.
Lo anterior es así porque cuando dos personas siguen un juicio sin llamar a la que es titular de los
derechos que en el procedimiento habrán de controvertirse, es evidente que conforme al derecho
positivo se le causa un perjuicio a sus intereses jurídicamente protegidos, tanto desde el punto de
vista legal como desde el punto de vista constitucional, porque las disposiciones ordinarias le dan
acciones para intervenir en el juicio, y desde el punto de vista constitucional en razón de que si los
artículos 14 y 16 de la Carta Magna otorgan a todo gobernado las garantías de audiencia y
legalidad, no puede válidamente discutirse en juicio sobre un bien o derecho del que es titular una
persona a quien no se llamó para que se defendiera.
Consecuentemente, ya sea que se tome en cuenta la ley ordinaria, o la norma constitucional, en el
derecho positivo mexicano se demuestra la afectación a la persona extraña, puesto que resiente un
perjuicio por la transgresión a derechos legítimamente tutelados como lo ha reconocido este Pleno
en la tesis visible en la compilación de 1988, Primera Parte, página 868, que dice:
"INTERÉS JURÍDICO PARA LA PROCEDENCIA DEL AMPARO.-De acuerdo con el sistema consignado
en la ley reglamentaria del juicio de garantías, el ejercicio de la acción constitucional está
reservado únicamente a quienes resienten un perjuicio con motivo de un acto de autoridad o por la
ley. Ahora bien, la noción de perjuicio para los efectos del amparo supone la existencia de un
derecho legítimamente tutelado que, cuando es transgredido por la actuación de una autoridad o
por la ley, faculta a su titular para acudir ante el órgano jurisdiccional correspondiente
demandando que esa transgresión cese. Tal derecho protegido por el ordenamiento legal objetivo
es lo que constituye el interés jurídico que la ley de la materia toma en cuenta para la procedencia
del juicio de amparo. Sin embargo, es oportuno destacar que no todos los intereses que puedan
concurrir en una persona merecen el calificativo de jurídicos, pues para que tal acontezca es
menester que el derecho objetivo se haga cargo de ellos a través de una o varias de sus normas."
En tales condiciones, cuando dentro del juicio se controvierten los derechos sobre un bien respecto
del cual un extraño tiene interés, ya el solo procedimiento le causa perjuicio a su esfera jurídica
ordinaria, puesto que las leyes le otorgan las acciones adecuadas para comparecer e intervenir en
el juicio, además de que también se le afectan directamente sus garantías constitucionales, en
virtud de que sin oírlo se sustancia un procedimiento contencioso, del cual puede derivar una
resolución que lesione su interés.
Ahora bien, para efectos de dilucidar la divergencia de criterios a que este toca se refiere, es
preciso hacer notar que el examen que se realiza se circunscribe a los siguientes supuestos:
En las hipótesis analizadas por los Tribunales Colegiados existe un juicio en el que:
a) No se emplazó al afectado;
b) Aún no se dicta sentencia de primera instancia;
c) El afectado comparece a juicio;
d) Con posterioridad a la comparecencia, se promueve juicio de amparo indirecto ostentándose
como persona extraña al juicio, esto es, en términos del artículo 114, fracción V, de la Ley
Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 Constitucionales.
De ello deriva que los promoventes del juicio de amparo se ostentaron como personas extrañas al
juicio, aduciendo no haber sido emplazadas o bien haber sido llamadas en forma de tal manera
ilegal que no tuvieron conocimiento del procedimiento incoado en su contra; sin embargo, se
advierte que todas ellas comparecieron al procedimiento común antes de haberse dictado
sentencia definitiva.
Ahora bien, la anterior circunstancia, esto es, el hecho de que los promoventes del amparo hayan
comparecido al juicio haciéndose sabedores de los actos reclamados y del proceso seguido en su
contra, es razón suficiente para desvirtuar su carácter de persona extraña al juicio en términos del
artículo 114, fracción V, de la Ley de Amparo, toda vez que como quedó puntualizado con
antelación, con ese carácter, en el supuesto mencionado, quedan comprendidos únicamente
quienes no fueron emplazados o, aun siéndolo, no tuvieron oportunidad de hacerse sabedores del
procedimiento.
Tomando en cuenta lo anterior y constriñendo la materia de análisis a la hipótesis que se plantea
en la presente contradicción, esto es, a aquella en la que quien es parte en el juicio comparece a él
no obstante no haber sido emplazado o habiendo sido llamado en forma irregular, se hace sabedor
del proceso antes de dictarse sentencia, procede dilucidar en qué momento y en qué términos
puede intentar el amparo en contra de ese acto que ha irrogado perjuicio a su esfera jurídica.
Para ello, se parte de lo dispuesto en el artículo 107, fracción III, inciso c), de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, que establece:
"Artículo 107. Todas las controversias de que habla el artículo 103 se sujetarán a los
procedimientos y formas del orden jurídico que determine la ley, de acuerdo a las bases siguientes:
... III. Cuando se reclamen actos de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, el amparo
sólo procederá en los casos siguientes: ... c) Contra actos que afecten a personas extrañas al
juicio."
Como deriva del precepto constitucional, dicha norma fundamental no impone la carga, previa a la
promoción del juicio de garantías, tratándose de personas extrañas al juicio, de agotar recursos
ordinarios, como sí lo hace con las partes que intervienen en el juicio en el que se produzcan los
actos reclamados, en el numeral y fracción mencionados, incisos a) y b), que respectivamente
dicen:
"a) Contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, respecto de las
cuales no proceda ningún recurso ordinario por el que puedan ser modificados o reformados, ya
sea que la violación se cometa en ellos o que, cometida durante el procedimiento, afecte a las
defensas del quejoso, trascendiendo al resultado del fallo; siempre que en materia civil haya sido
impugnada la violación en el curso del procedimiento mediante el recurso ordinario establecido por
la ley e invocada como agravio en la segunda instancia, si se cometió en la primera. Estos
requisitos no serán exigibles en el amparo contra sentencias dictadas en controversias sobre
acciones del estado civil o que afecten al orden y a la estabilidad de la familia; b) Contra actos en
juicio cuya ejecución sea de imposible reparación, fuera de juicio o después de concluido, una vez
agotados los recursos que en su caso procedan."
La excepción al principio de definitividad que rige en el juicio de amparo tratándose de personas
extrañas, tiene por objeto no dejarlas en estado de indefensión, pues los recursos ordinarios sólo
pueden interponerse por las partes del contencioso, a excepción de la tercería.
En tales condiciones, el artículo 114, fracción V, de la Ley de Amparo, que dispone que el amparo se
pedirá ante el Juez de Distrito, entre otros supuestos, contra actos ejecutados dentro o fuera del
juicio, que afecten a personas extrañas a él, cuando la ley no establezca a favor del afectado algún
recurso ordinario o medio de defensa que pueda tener por efecto modificarlos o revocarlos,
siempre que no se trate del juicio de tercería, debe ser interpretado en forma armónica con la
disposición constitucional, de tal manera que si ésta no impone limitación al principio de
definitividad, lo dispuesto en el precepto del ordenamiento reglamentario debe ser entendido
como una opción adicional.
En efecto, la persona extraña a juicio tiene opción de comparecer antes de que se dicte resolución
definitiva e interponer los recursos o medios ordinarios de defensa pertinentes si ello conviene a
sus intereses y resulta, a su parecer, mejor medio para obtener lo que a sus derechos convenga.
Apoya la anterior consideración, la tesis cuyo tenor se reproduce a continuación:
"Octava Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: VI, Primera Parte
"Tesis: 3a./J. 44/90
"Página: 188
"AMPARO. PROCEDE EL JUICIO PROMOVIDO POR UNA PERSONA EXTRAÑA AL JUICIO NATURAL,
SIN NECESIDAD DE AGOTAR RECURSOS ORDINARIOS.-Los terceros extraños afectados por
determinaciones judiciales dictadas en procedimientos a que son ajenos, no están obligados a
agotar recursos ordinarios o medios legales de defensa antes de ocurrir al amparo, en virtud de
que el artículo 107, fracción III, inciso c), de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, no sujeta al tercero extraño al principio de definitividad que rige en el juicio de
garantías, lo que sí hace con las partes del juicio en que se producen los actos reclamados, como lo
disponen los incisos a) y b) de la fracción y precepto constitucional citado. El artículo 114, fracción
V, de la Ley de Amparo, no debe interpretarse como una limitación para el tercero extraño, sino
como una posibilidad adicional de que, ante una determinación judicial dictada en un
procedimiento en que es tercero, pueda interponer los recursos ordinarios o medios legales de
defensa, si ello conviene a sus intereses y resulta, a su juicio, mejor medio para obtener respeto a
sus derechos, caso en el cual dispondrá de la acción constitucional contra la resolución que se dicte
en el recurso ordinario o medio de defensa intentado, y ello sin perjuicio de su derecho de acudir
directamente al juicio de garantías, interpretación que es congruente con el espíritu y texto del
artículo 107 constitucional."
Ahora bien, si el agraviado opta por agotar los recursos o medios de defensa ordinarios, debe
esperar, en caso de perder, el dictado de la resolución definitiva en el procedimiento y en contra de
ésta y de las violaciones procesales promover el amparo en la vía directa, en términos de lo
dispuesto en el artículo 158 de la Ley de Amparo que dispone:
"Artículo 158. El juicio de amparo directo es competencia del Tribunal Colegiado de Circuito que
corresponda, en los términos establecidos por las fracciones V y VI del artículo 107 constitucional, y
procede contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, dictados por
tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, respecto de los cuales no proceda ningún
recurso ordinario por el que puedan ser modificados o revocados, ya sea que la violación se cometa
en ellos o que, cometida durante el procedimiento, afecte a las defensas del quejoso,
trascendiendo al resultado del fallo, y por violaciones de garantías cometidas en las propias
sentencias, laudos o resoluciones indicados.
"Para los efectos de este artículo, sólo será procedente el juicio de amparo directo contra
sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, dictados por tribunales
civiles, administrativos o del trabajo, cuando sean contrarios a la letra de la ley aplicable al caso, a
su interpretación jurídica o a los principios generales de derecho a falta de ley aplicable, cuando
comprendan acciones, excepciones o cosas que no hayan sido objeto del juicio, o cuando no las
comprendan todas, por omisión o negación expresa. ..."
Sin embargo, si el gobernado que se hizo sabedor del juicio compareciendo a él, opta por intentar
la vía indirecta en la que tendrá la oportunidad de ofrecer pruebas en relación con el
emplazamiento defectuoso o de su omisión, el Juez de Distrito debe sobreseer, fundamentalmente
porque ya no es persona extraña al juicio, en virtud de que puede defenderse dentro del
procedimiento ordinario y, en su oportunidad, si es el caso, acudir al amparo directo, fundándose la
improcedencia en los artículos 73, fracción XVIII y 114, fracción V, interpretada a contrario sensu,
de la Ley de Amparo.
En efecto, si el promovente se hizo sabedor del procedimiento incoado en su contra, es evidente
que por ese solo hecho perdió el carácter de persona extraña al procedimiento, pues tal
apersonamiento le ha permitido el conocimiento de las prestaciones que se le reclaman;
circunstancia que le permite hacer valer, a través de los medios impugnativos ordinarios, la
defensa a sus intereses dentro del propio proceso y, en caso de no obtener resolución interlocutoria
favorable, esperar a hacer el planteamiento de las violaciones procesales al momento de combatir
la sentencia definitiva.
Lo anterior no implica que el promovente del amparo indirecto quede al margen del término
previsto en el artículo 21 de la Ley de Amparo, esto es, al plazo de quince días contados a partir del
día siguiente al en que tenga conocimiento del juicio, en virtud de que como quedó precisado
previamente, en sentido estricto, la comparecencia al procedimiento trae la consecuencia jurídica
de que el promovente no pueda reputarse como persona extraña al procedimiento en términos del
multicitado artículo 114, fracción V, de la Ley de Amparo.
El artículo 21 de la ley de la materia, dispone:
"Artículo 21. El término para la interposición de la demanda de amparo será de quince días. Dicho
término se contará desde el día siguiente al en que haya surtido efectos, conforme a la ley del acto,
la notificación al quejoso de la resolución o acuerdo que reclame; al en que haya tenido
conocimiento de ellos o de su ejecución, o al en que se hubiese ostentado sabedor de los mismos."
Del contenido del numeral invocado se sigue que de haber optado por el amparo, obviamente
indirecto, el promovente debe sujetarse al término de quince días contados a partir del día
siguiente al en que haya tenido conocimiento del juicio.
No obstante, si bien la improcedencia por extemporaneidad o consentimiento tácito basada en los
artículos 21 y 73, fracción XII, del propio ordenamiento, puede eventualmente surtirse, como lo
resolvió el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito, también puede acontecer
que no sea así, cuando el afectado por el no emplazamiento comparezca al juicio natural, pero
antes de que transcurra el plazo del referido artículo 21,intente asimismo el amparo indirecto. En
tal supuesto no cabría sobreseer por extemporaneidad, sin embargo, seguiría en pie la otra causal.
En las condiciones apuntadas, a juicio de este Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, si de las constancias que obran en el expediente existe prueba de que el quejoso
compareció al juicio, el amparo es improcedente, fundamentalmente porque no es persona
extraña al juicio y, por tanto, no se da la hipótesis que establece el artículo 114, fracción V, de la
Ley de Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 Constitucionales.
No es obstáculo para arribar a la conclusión anotada, lo argumentado por el Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, en el sentido de que la falta de emplazamiento es
una violación de gran magnitud, toda vez que tal circunstancia no puede ser materia de
pronunciamiento por parte del Juez Federal, en razón de que previo al análisis de dicha cuestión
debe determinarse la procedencia del juicio, pues se insiste, en la hipótesis que se analiza no se
está en presencia de una persona extraña al juicio que haya quedado sin defensa con motivo de la
falta de emplazamiento o de su ilegalidad, sino que, como se ha indicado en forma reiterada, se
trata de sujetos que comparecieron al juicio natural y que habiendo tenido oportunidad de agotar
los recursos o medios ordinarios de defensa, decidieron, indebidamente, intentar la vía indirecta.
En mérito de lo expuesto, este Tribunal Pleno estima que debe prevalecer la siguiente tesis con el
carácter de jurisprudencia:
PERSONA EXTRAÑA A JUICIO. CARECE DE TAL CARÁCTER QUIEN COMPARECIÓ AL PROCEDIMIENTO
NATURAL, POR LO QUE DEBE SOBRESEERSE EN EL JUICIO AL ACTUALIZARSE LA CAUSAL DE
IMPROCEDENCIA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 73, FRACCIÓN XVIII, DE LA LEY DE AMPARO, EN
RELACIÓN CON EL DIVERSO 114, FRACCIÓN V, APLICADA EN SENTIDO CONTRARIO, DEL PROPIO
ORDENAMIENTO, AUN CUANDO HAYA SIDO PROMOVIDO DENTRO DEL TÉRMINO ESTABLECIDO EN
EL ARTÍCULO 21 DE LA PROPIA LEY.-La sola circunstancia de que el afectado conozca de la
existencia del juicio en el que funge como parte y comparezca al mismo, a pesar de no haber sido
legalmente emplazado, desvirtúa su carácter de persona extraña al procedimiento, por lo que si
promueve el juicio de amparo indirecto, ostentándose con tal carácter, el Juez de Distrito debe
sobreseerlo con fundamento en el artículo 74, fracción III, de la Ley de Amparo, fundamentalmente
porque el promovente ya no es persona extraña al juicio por haber comparecido al procedimiento
ordinario, quedando en posibilidad de defenderse dentro del contencioso y, en su oportunidad, si es
el caso, acudir al amparo directo, fundamentándose la improcedencia en los artículos 73, fracción
XVIII y 114, fracción V, aplicada en sentido contrario, de la propia ley; sin que lo anterior implique
que el promovente del amparo indirecto, por el hecho de ostentarse como tercero extraño, quede
al margen del término previsto en el artículo 21 de la Ley de Amparo, esto es, al plazo de quince
días contados a partir del día siguiente al en que tenga conocimiento del juicio, bajo el argumento
de que la falta o ilegalidad del emplazamiento sea una violación de gran magnitud, pues si bien la
improcedencia por extemporaneidad o consentimiento tácito basado en los artículos 21 y 73,
fracción XII, del propio ordenamiento, puede llegar a configurarse, tal circunstancia no se surte
necesariamente porque puede suceder que el afectado por la falta de emplazamiento promueva el
juicio de garantías antes de que transcurra el plazo referido y en tal supuesto no cabría sobreseer
por inoportunidad de la demanda, ya que seguiría en pie la otra causal.
En mérito de lo expuesto, se resuelve:
PRIMERO.-No existe contradicción entre los criterios sustentados por el Primer Tribunal Colegiado
en Materia Civil del Sexto Circuito y Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo
Circuito en relación con el emitido por el Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo
del Segundo Circuito, al fallar los juicios de amparo directo en revisión especificados en el
resultando primero de esta resolución.
SEGUNDO.-Existe contradicción entre los criterios sustentados por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Sexto Circuito y el que sostiene el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Séptimo Circuito, al fallar los juicios de amparo directo en revisión especificados en el resultando
primero de esta ejecutoria.
TERCERO.-Debe prevalecer con carácter de jurisprudencia el criterio sustentado por este Tribunal
Pleno en el último considerando de esta resolución.
Notifíquese; remítase la tesis jurisprudencial a las Salas y a los Tribunales Colegiados de Circuito,
así como al Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, para su publicación. En su
oportunidad, archívese este expediente.
Así lo resolvió el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de
diez votos de los señores Ministros Aguirre Anguiano, Azuela Güitrón, Díaz Romero, Aguinaco
Alemán, Gudiño Pelayo, Ortiz Mayagoitia, Román Palacios, Sánchez Cordero, Silva Meza y
presidente Góngora Pimentel. El señor Ministro Castro y Castro, no asistió por estar cumpliendo
con una comisión de carácter oficial. Fue ponente el señor Ministro Juan Díaz Romero.
Nota: La tesis de rubro: "CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA QUE SE GENERE SE REQUIERE QUE UNA
TESIS AFIRME LO QUE LA OTRA NIEGUE O VICEVERSA.", citada en esta ejecutoria, constituyó la
jurisprudencia a./J. 38/93 y aparece publicada con el número 123 en el Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación 1917-2000, Tomo VI, Materia Común, página 100.
Registro Núm. 19165; Novena Época; Tribunales Colegiados de Circuito; Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta