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Concepto de autonomía:
Si se entiende que su esencia es la separación del arte de la sociedad aceptamos
l’art pour l’art y se impide la explicación de la separación como desarrollo
histórico/social.
Si se piensa que la independencia del arte se da solo en la imaginación del artista,
no se dice nada del status quo de la obra y se niega la relatividad histórica de los
fenómenos de autonomía.
La categoría de autonomía describe algo real - la desaparición del arte como ámbito de
la actividad humana, vinculada a la praxis vital - y al igual que el público es una categoría
burguesa que devela y oculta un desarrollo histórico.
Siglo XVIII: nuevo concepto del arte autónomo a partir de una burguesía con poder
político y económico. Además, la estética sistemática como disciplina filosófica habilita
el concepto de “arte” que afecta las actividades sociales y se enfrenta a ellas en
abstracto, permitiendo la configuración de un ámbito del arte liberado a cualquier
finalidad.
Surge el concepto moderno de arte que agrupa poesía, música, teatro, pintura, y
arquitectura. Las artes son un todo liberado de sus conexiones con la vida, “reino de la
creatividad sin objeto” enfrentado a la vida social y el porvenir (Kuhn).
Para Kant, lo estético es un ámbito ajeno al principio del máximo beneficio, independiente
del ámbito de los sentidos y la ética, y de lo teórico. Es el juicio lo que media entre el
conocimiento teórico (naturaleza) y el práctico (libertad). Lo estético está entre la razón
y los sentidos, y el juicio del gusto es libre y desinteresado - entonces, el arte no tiene
función.
Schiller sostiene que por su autonomía, su desvinculación a fines inmediatos, el arte
puede elevar a la humanidad. Debe facilitar la formación de la totalidad de las
disposiciones humanas que, por la división del trabajo, los hombres no pueden
desarrollar en el ámbito de su actividad.
“Arte” es ciencia y técnica, y también ámbito surgido de la praxis vital (“arte superior”),
por su renuncia a intervenir inmediatamente en la realidad, es apropiado para restaurar
la totalidad humana. Por estar desvinculado de la vida práctica, el arte tiene función
social.
Lo nuevo
Adorno postula lo nuevo como categoría del arte moderno; renovación de temas, motivos
y procedimientos. Se apoya en la hostilidad burguesa contra la tradición. Los ejemplos
que da (con los que Bürger no concide) son:
Poetas cortesanos - variación en los límites del género
Tragicomedia - el shock como efecto establecido estructuralmente por el género
Formalismo ruso - renovación de procedimientos que se van agotando
Para Adorno, lo nuevo en lo moderno es la ruptura de una tradición en forma radical,
negando los principios de una tradición artística, no de un artista en particular. La
categoría de lo nuevo es la duplicación en el arte del fenómeno de la sociedad de
consumo (aunque en esta lo nuevo no es sustancial sino superficial y aparente). Donde
el arte se somete a la presión de la novedad, es moda.
Lo nuevo no puede aplicarse a LV porque no rompen solo con los sistemas de
reproducción sino que quieren superar la institución arte, y transformaron la sucesión
histórica de los procedimientos en una “simultaneidad de lo radicalmente diverso”.
El azar
Kohler plantea el hecho de abandonarse al material como característica de LV. En el
azar objetivo del surrealismo está la esperanza que puso LV en el azar, y también la
ideologización del uso de esta categoría, ligada a esa esperanza.
El patrón básico del azar objetivo es que dos sucesos muestren una o más coincidencias.
Se basa en la selección de elementos semánticos concordantes en sucesos
independientes entre sí. Los surrealistas tratan de descubrir momentos de
imprevisibilidad en la vida cotidiana, interesándose por fenómenos que no tienen cabida
en el mundo de la racionalidad de los fines porque son un enriquecimiento de las
posibilidades de la experiencia del “hombre urbano”, y mediante el azar intentan repetir
lo extraordinario.
El aspecto ideológico del azar radica en la inclinación a ver en el azar un sentido
objetivo, en las constelaciones de sucesos (el azar objetivo), y los surrealistas esperan
encontrar el sentido en la realidad aunque no se deje determinar. Este gesto es una
abolición del individuo burgués: quien protesta contra la sociedad solo puede entregarse
a una experiencia cuyo valor es la independencia de los fines. El sentido del azar es
inaprehensible porque si no sería asumido por la racionalidad de los fines, perdiendo su
valor de protesta.
En la obra de arte, el azar aparece en la producción inmediata en el material y su
desarrollo espontáneo con resultados arbitrarios, y en la producción mediada de los
cálculos del medio con resultados imprevisibles.
La alegoría en Benjamin
1. Lo alegórico arranca un elemento a la totalidad del contexto vital y lo despoja de su
función. La alegoría es un fragmento. En el tratamiento del material, es la separación
de las partes de su contexto (producción de lo estético).
2. Lo alegórico crea sentido al reunir los fragmentos aislados de la realidad, pero es un
sentido dado que no resulta del contexto original. En la constitución de la obra, es la
fijación del sentido (producción de lo estético).
3. La función de lo alegórico como expresión de melancolía, porque el objeto deja de
irradiar significado y le corresponde el sentido que le asigne el artista alegórique.
4. La alegoría, con el fragmento como esencia, representa la historia como cadencia.
En 3 y 4, la interpretación de los procesos de producción es la melancolía y en la
recepción una visión pesimista de la historia. La melancolía es una fijación en lo singular,
destinada al fracaso porque no responde a ningún concepto general de la formación de
la realidad.
El montaje
Supone la fragmentación de la realidad y describe la fase de la constitución de la obra.
Por ejemplo, el collage cubista, que al incorporar fragmentos de la realidad (diario) a la
pintura destruye la unidad de la obra como producto absoluto de la subjetividad del artista
y violentando un sistema de representación basado en reproducir la realidad.
Para Adorno el montaje en las obras inorgánicas (alegóricas) evita la apariencia de
reconciliación entre hombre y naturaleza - la negación de la síntesis es el principio de
creación.
En la obra inorgánica no rige una suposición de armonía entre las partes y el todo, lo
decisivo no son los sucesos en su singularidad sino el principio de construcción en la
base de la serie de acontecimientos.
La obra de vanguardia no produce una impresión general que permita interpretación de
sentido, y esta negación produce un shock en el receptor. La expectativa es que esto
lleve a un cuestionamiento de la praxis. Pero, el problema del shock es que es
inespecífico y difícil de mantener a la larga - termina institucionalizandose y siendo
consumible. Queda entonces solo lo enigmático del producto, que el receptor intenta
entender, y en vez de captar sentido mediante las relaciones entre el todo y las partes lo
busca en los principios constitutivo de la obra. Este es un nuevo tipo de recepción nacido
de LV.