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Abogacía
2019
1
Resumen:
2
Abstract:
3
Índice general
1. Área……………………………………………………………..4
2. Tema de investigación………………………………………….4
3. Introducción……………………………………….....................4
4. Problema de Investigación……………………………………...8
5. Descripción……………………………………………………...8
6. Justificación de la temática elegida…………………………… 9
7. Objetivos ……………………………………………………….10
7.1 Generales……………………………........................10
7.2 Específicos…………………………………….…….10
8. Preguntas de investigación……………………………….…….10
9. Hipótesis del trabajo…………………………............................11
10. Marco teórico…………………………………………….…….11
10.1 Regulación normativa……………...……….11
10.2 Conceptos básicos………………………..…14
11. Antecedentes…………………………………………..……….15
11.1 Doctrinarios…………………………….…..15
Teorías negativas………...……………………..15
Teoría retribucioncita...……………...…16
Teorías Positivas……………………...……..…..17
Teoría del olvido del hecho…………..…17
Teoría de la corrección…………………18
Teoría procesal………………………….18
El sistema del Código Penal……………………..20
Excepciones al curso de la prescripción………..20
11.2 Legislativos……….………………..…..........21
Antecedentes de reforma………………….....21
Antecedentes legislativos de la ley 25.990…..22
4
Proyectos de ley…………..…………………..26
11.3 Jurisprudenciales..……………………………29
12. Marco metodológico……………………………………...……..37
12.1 Tipo de estudio o de investigación…..………37
12.2 Metodología de la investigación………......... 37
12.3 Fuentes de información…………………….. 37
12.4 Técnicas de recolección de datos…….……..38
12.5 Instrumento de investigación………..…….....39
12.6 Corpus de análisis………………….…………39
12.7 Criterio maestral……………………………..39
12.8 Delimitación temporal y territorial…...……...39
13. Índice tentativo del TFG ………………………………….........40
14. Cronograma de avance……………………………..…….…….42
15. Bibliografía……………………………..……………….….......43
15.1 Legislación……………..……………….......43
15.2 Doctrina……..………………………………44
15.3 Jurisprudencia………………………………44
5
“Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía”.
(Séneca, 65 AC).
6
artículo 67 del Código Penal de la Nación, la ley 25.9901 fue la última
modificación que tubo dicho artículo en donde se procuró sustituir a la
arcaica denominación “secuela del juicio”, intentando de esta manera
suplir esta descripción ambigua de las consecuencias que provocan un
efecto interruptivo.
Fue polémica esta modificación en consonancia con el
reconocimiento que tiene la contumacia del imputado, como un acto
procesal de naturaleza interruptiva, teniendo como consecuencia la
elusión voluntaria del investigado.
Por ende, lo que se pretende exponer es que: para superar los
límites temporales del plazo razonable y la necesidad temporal de la
persecución en el proceso penal, es justificado dar inicio a la
interrupción de la prescripción de la acción cuando es una condición
externa a la actividad del estado la que genera la imposibilidad absoluta
de ejercer el poder punitivo estatal.
A lo largo de esta investigación lo que se pretende es resaltar los
motivos del porque resulta procedente que la rebeldía sea una causal que
no deje trascurrir al tiempo de la prescripción de la acción penal, basado
en un estudio relevante del derecho de fondo, a través de una
1
(BO 10/1/05) “Modificase los párrafos cuarto y quinto del artículo 67 del
Código Penal, los que quedarán redactados de la siguiente manera: “La
prescripción se interrumpe solamente por: a) la comisión de otro delito; b) El
primer llamado efectuado a una persona, en el marco de un proceso judicial,
con el objeto de recibirle declaración indagatoria por el delito investigado; c)
El requerimiento acusatorio de apertura o elevación a juicio, efectuado en la
forma que lo establezca la legislación procesal correspondiente; d) El auto de
citación a juicio o acto procesal equivalente; y e) El dictado de sentencia
condenatoria, aunque la misma no se encuentre firme. La prescripción corre,
se suspende o se interrumpe separadamente para cada delito y para cada uno
de sus partícipes, con la excepción prevista en el segundo párrafo de este
artículo”.
7
investigación descriptiva para concluir de manera reflexiva sobre la
necesidad de disponer con esta herramienta procesal sustantiva.
Para lograr esto último, centre el ángulo de análisis en un cotejo
de posturas, base del derecho penal, y teniendo como eje primordial las
garantías constitucionales, dando así apertura a un nuevo debate en
donde se planteó, con riqueza argumental los siguientes interrogantes:
8
El siguiente capítulo es específico en el planteo de objetivos, los
interrogantes, la pregunta central de investigación y la hipótesis tentativa
de trabajo, para luego aproximarnos a definiciones importantes, para
diferenciar las figuras con pleno conocimiento de cada concepto jurídico
de todo aquello que abordaremos en la investigación.
En el tercer capítulo analizaremos la regulación normativa
vigente del instituto de la rebeldía, los conceptos básicos de la materia
que se repetirán a lo largo del proyecto y se desarrollara el marco teórico
que nos sumerge en los fundamentos doctrinarios tanto negativos como
positivos con respecto a la rebeldía y la prescripción de la acción,
legislativos y jurisprudenciales, detallando al máximo tanto los
proyectos elaborados, como los casos influentes en los tribunales
argentinos. Todo ello teniendo como base principal a las garantías
constitucionales que se exponen cuando hablamos de paralizar el tiempo
de una acción penal, tales como el plazo razonable y el límite temporal
de la persecución penal, entre otras cuestiones fundamentales arraigadas
a nuestra carta magna.
En el cuarto capítulo se proyectara la estructura y las
herramientas científicas que servirán para dar cuerpo a la investigación
planteada. Con ello se pretende hablar de las consecuencias desde las
diferentes ópticas que se recolectaran a través de las entrevistas
realizadas a los órganos de la administración de justicia, todos partícipes
del circuito judicial, es decir, las posibilidades y limitaciones del
abogado defensor del rebelde, o en su caso las de un defensor público,
la óptica de un fiscal de instrucción, como así también la postura de un
juez al que le toca proseguir una investigación con la figura esencial del
proceso en ausencia, y todo lo regulado en el Código Procesal Penal de
la Nación con respecto al imputado.
9
En el capítulo quinto del trabajo expondremos el índice tentativo,
el cronograma de avance, el plan de trabajo que se pretende desarrollar
y todo aquello relacionado con las conclusiones a las que pudimos
arribar hasta el momento, más el anexo y la bibliografía
complementaria.
4. Problema de investigación:
¿Por qué la rebeldía se omitió como una causal de interrupción
de la prescripción de la acción al modificar el art. 67 del Código Penal,
aun cuando antes de dicha modificación, en la doctrina se entendía a la
contumacia como un tópico dentro de la “secuela de juicio”?
5. Descripción:
Resulta ventajoso para un ciudadano investigado por la justicia
penal evadir la citación a comparecer, a sabiendas de que el curso de la
prescripción de la acción penal continúa corriendo a su favor. En el siglo
XIX ya lo planteaba el Dr. Carrara:
"...cuando en un proceso está envuelto más de un reo, uno de los
cuales muy obediente, se presenta, y el otro se mantiene latitante. En
esta circunstancia se perjudica al reo obediente si se niega la defensa al
contumaz, y en virtud de una singularísima iniquidad, el reo obediente
viene a quedar en peor condición que el desobediente. El contumaz
cuantas veces se presente aprovechará de la defensa ya hecha por el reo
obediente, y gozará además de la libertad que le queda para preparar sus
defensas". (CARRARA, 1944, pág. 872)
Con esto lo que se pretende resaltar es la notable axiológica
desvalorización respecto de la conducta en la que incurre aquel que
posiblemente infringió la ley, pero se somete a merced del proceso penal
configurado en su contra, que por el contrario, el contumaz que no acata
los llamados de la justicia, evadiéndola para no afrontar el
10
procedimiento, aunque sea “tratado” como si desde un principio hubiese
comparecido a su defensa.
Por lo tanto estamos delante de una situación que no solo vulnera
el principio de igualdad ante la ley por un lado, y por el otro se obstruya
la realización de uno de los fines últimos del derecho represivo, esto es,
el logro de la equidad y la paz social.
6. Justificación y relevancia de la temática elegida:
La razón por la cual elegí el tema para su posterior análisis
imperioso fue la experiencia de un caso particular. Considero de gran
importancia someter esta figura a consideración nuevamente por el
Congreso de la Nación por tener relevancia nacional con el objeto de
poderle brindar una herramienta sustantiva más al Poder Judicial con la
intención de afianzar el sistema penal. Con esto vale aclarar que mi
intención no es promulgar el juicio penal en rebeldía, si no agregar a la
figura como una causal de interrupción del curso de la prescripción, por
considerarla una burla a la persecución penal, dado que importa la
elusión voluntaria del imputado al proceso, resultando beneficiado por
el trascurso del tiempo, avasallando los derechos de los demás
ciudadanos, pisoteando la integridad psicológica de la víctima/s directa
o indirectamente. Es por ello que considero necesaria la inclusión y
reconocimiento de la naturaleza interruptiva de aquellos actos
procesales dictados por consecuencia del bloqueo elusivo del contumaz.
Dichos actos, procedentes luego de un auto de declaratoria de rebeldía
son: el pedido de captura y en caso de encontrarse fuera del rango de la
jurisdicción nacional, el pedido de extradición, resultando demás
evidente la ferviente persecución penal con un claro y firme propósito
de avanzar con la investigación del hecho.
7. Objetivos:
7.1 Objetivo general:
11
Detallar, explicar y fundamentar porque debería incluirse a la
rebeldía del imputado como una causal más de interrupción de la
prescripción de la acción penal enumeradas en el artículo 67 del Código
Penal Argentino en base a los instrumentos de investigación utilizados,
mas toda otra información de complemento que recabe con la
investigación, citando jurisprudencia en donde se reclama dicha
situación.
7.2 Objetivos específicos:
- Diferenciar la suspensión de la interrupción.
- Distinguir la diferencia entre prescripción de la acción
penal, la prescripción de la pena, y de la causa.
- Desarrollar las modificaciones que tuvo el artículo 67 del
código penal desde el año 2004.
8. Preguntas de investigación:
- ¿A qué se referían los autores cuando hablaban de secuela
del juicio?
- ¿El derecho de defensa en juicio, es renunciable?
- Si se admite que es posible su renuncia: ¿Debe ser
expresa o puede evidenciarse por la ausencia del imputado, luego de la
apertura del debate?
- ¿Con que fundamentos los juristas están evitando incluir
el instituto de la rebeldía?
- ¿La rebeldía del imputado debería suspender o
interrumpir el curso de la prescripción?
- ¿Cuál es el plazo razonable que se considera en la
legislación para la prosecución e investigación penal en casos de
rebeldía?
12
- ¿Debería ser iguales los plazos de prescripción para los
rebeldes identificados claramente y aquellos en donde no se pudo
determinar su identidad?
- ¿Cuantas veces es notificada la persona que se lo requiere
en un proceso judicial antes de ser declarado rebelde?
9. Hipótesis de investigación:
(Tentativa) La actual regulación normativa del Código Procesal
Penal de la Nación ¿es arbitraria y parcial en relación al trato jurídico
del imputado que se sometió al procedimiento penal, de aquel declarado
en rebeldía?
13
cada delito y para cada uno de sus partícipes, con la excepción prevista
en el segundo párrafo de este artículo.”2
Antes de la reforma el artículo, en su anteúltimo párrafo decía
“la prescripción se interrumpe por la comisión de otro delito o por la
secuela del juicio”. Con la modificación se alteraron los dos últimos
párrafos, quedando intacta la primer parte del articulado. En una
entrevista con el Diario Judicial el presidente de la Comisión de Justicia
del Senado, Jorge Agúndez aclaro que las modificaciones se realizaron
para darle una interpretación “restrictivo y estable”.3
En el código procesal penal de la nación: Titulo II “Rebeldía del
imputado”, artículo 288:
“Artículo 288.- Rebeldía. “Será declarado rebelde el imputado
que sin grave y legítimo impedimento no compareciere a la citación
judicial, o se fugare del establecimiento o lugar en que se hallare
detenido, o se ausentare, sin licencia del tribunal, del lugar asignado para
su residencia.”4
2
ARTÍCULO 2° — Modifíquese el artículo 67 de la ley 11.179, CÓDIGO
PENAL DE LA NACION, Ley 27206 Modificación. Sancionada: Octubre 28
de 2015. Promulgada: Noviembre 09 de 2015.
3
DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO,
EN BUENOS AIRES, A LOS DIECISEIS DIAS DEL MES DE
DICIEMBRE DEL AÑO DOS MIL CUATRO. REGISTRADA BAJO EL Nº
25.990, EDUARDO O. CAMAÑO, MARCELO A. GUINLE, Eduardo D.
Rollano, Juan H. Estrada.
4
CODIGO PROCESAL PENAL DE LA NACION: Ley 27.06, art.288
14
La palabra prófugo, que tiene origen etimológico proveniente
del latín “profugus”, que puede traducirse como “el que huye la de la
justicia”; en donde la conjugación de las dos palabras que lo conforman
atenúan dicha definición, siendo “pro” equivalente de “hacia adelante”
y “fugus”, sinónimo de “huir”.
Rebelde: es un adjetivo que proviene del latín “rebellis” y que
significa faltar a la obediencia debida o no comparecer en el juicio al ser
llamado por una autoridad competente, y este lo declara en rebeldía; o
que opone resistencia.
Además de estos conceptos, es menester aclarar que la
prescripción constituye una figura del Derecho Penal que tiene por fin
extinguir por medio del trascurso del tiempo, la potestad represiva que
tiene el Estado. Se configura cuando existe una imposibilidad
sobrevenida de no poder someter al imputado a juicio, o bien, en el caso
de no poder hacer efectivo un castigo ya dispuesto, por estar prescripta
la pena impuesta anteriormente.
11. Antecedentes:
15
11.1 Doctrinarios:
5
Síntesis de los números argumentos vertidos por los autores citados.
16
Es dable aclarar que la naturaleza y el fin de la pena misma han
posibilitado que se confronten e inclusive se podría decir, se descarten
dichos argumentos, tanto en la doctrina, como en la legislación.
17
ha considerado oportuno dejar pasar el hecho y no reactivar ese mal
recuerdo, por intentar hacer justicia, que en este caso, justamente por el
trascurso del tiempo, seria tardía y por lo tanto no complacería de la
misma forma a los ciudadanos. El proyecto de 1917 se inclina por esta
conjetura, pues refleja que: “cuando el tiempo pasa, la sociedad olvida,
y el interés del olvido desaparece”6. En cuento a los fundamentos que ha
dado la Corte Suprema de Justicia de la Nación: “la prescripción penal
está basada en el principio del olvido presunto de la infracción”7 y “en
la falta de interés social de castigar un delito después de cierto tiempo”8
(Barros, 1960, pág. 28 y ss).
6
(Codigo Penal de la Nacion Argentina, pág. 179)
7
Fallos, t. 194-245, caso “Roigt”, 18/11/1942
8
Fallos, t. 201-63, caso “Zenón Gómez”, 23/02/1945
18
1906 los que sostuvieron estos fundamentos, para los cuales el solo
trascurso del tiempo no basta para operar la prescripción de la acción
“pues él no garantiza suficientemente a la sociedad del arrepentimiento
del culpable”, en consecuencia, “tanto la acción penal, como la pena, se
prescriben por la buena conducta del imputado durante el tiempo fijado
por la ley”9
9
Proyectos citados, pág. 122 y 358, respectivamente.
19
proceso judicial, por deteriorar notablemente la pureza de las pruebas
que esclarecen el caso y por sobre todo la inocencia del inculpado,
impidiendo que el proceso se desenvuelva como tal y se torne dificultosa
su transición.
Roxin, también con el mismo sentido considera que “un proceso
que se llevara a cabo con medios probatorios idóneos solo provocaría
una nueva intranquilidad social y no contribuiría en nada a la
estabilización de la paz jurídica” (Roxin, 1996, pág. 990).
Otros autores como Manzini10 y Obarrio11 opinan que debe
suponerse una renuncia de la sociedad al ejercicio de las acciones para
la represión de las infracciones cuando se ha dejado correr un lapso de
tiempo sin practicar las diligencias necesarias para la investigación del
delito y la acusación de los culpables.
El Sistema del Código Penal: los fundamentos que se
invocan para la prescripción de la acción, se sintetizan en: falta de interés
o falta de necesidad de represión, dificultades probatorias, el olvido del
delito, el sufrimiento del prófugo, la dureza de la imprescriptibilidad, la
presunción de enmienda, el trascurso del tiempo, la buena conducta del
sujeto, castigo a la inacción de la autoridad, falta de voluntad de
perseguir.12
Con Soler, se agrega una condición más como base del sistema
en orden a la prescripción: “el trascurso del tiempo y la buena conducta
observada por el sujeto” (Soler, 1997, pág. 541).
Para Vera Barrios, el Sistema del Código Penal combina además
de la teoría del olvido del hecho, el de la enmienda o corrección, y la
10
(Manizini)
11
(Obarrio, 1902, pág. 383 y ss.)
12
(Rúa, 1997, pág. 1069 y 1070)
20
considera como un castigo a la negligencia de la autoridad y hasta como
un resguardo a la buena fe de quien prescribe (Barrios, La prescripcion
penal en el Codigo Penal, 1960, pág. 38).
La doctrina desde su esfera busca las respuestas refutando
diferentes teorías, y llegando a la conclusión de que la prescripción es
una autolimitación que se autoimpone el estado a su facultad
sancionatoria, haciendo hincapié en un plazo razonable de tiempo de la
persecución penal.
Excepciones al curso de la prescripción:
La duración del término de la prescripción puede sufrir una
prolongación en el tiempo por causas legales que producen la suspensión
o su interrupción.
El efecto de la suspensión en la prescripción es el de impedir que
siga corriendo mientras la causal que provoco la suspensión subsista,
después de lo cual, retoma su curso para sumar tiempo nuevo al que ya
había trascurrido antes de la paralización. En cambio la interrupción es
el de borrar el tiempo trascurrido desde el hecho hasta el momento en el
que la interrupción se produce, y desde allí vuelve a iniciarse el plazo
completo entero como si fuera desde el principio (Soler, 1997).
Nuestro Código Penal es taxativo en orden a las causales que
suspenden o interrumpen la prescripción, como citamos anteriormente
en el apartado de la regulación normativa vigente. 13
Con respecto a ambos actos procesales, la opinión de los
legisladores es controvertida. Algunos consideran que la suspensión
debería ser eliminada, porque la existencia de obstáculos legales para
impedir el ejercicio de la acción, como son las cuestiones previas o
prejudiciales que deben ser resueltas en un juicio aparte, al no detener
13
Art. 67 del Código Penal de la Nación.
21
estas el curso del tiempo, éste continua inexorablemente su obra
destructora del recuerdo del delito y de las pruebas protectoras de la
inocencia del imputado, que es la esencia del fundamento de la
prescripción. A ello se responde, que resulta contradictorio que la ley
impida el ejercicio de la acción y que sea ella misma la que la hiera de
prescripción, por no haber sido ejercida a tiempo.
11.2 Legislativos:
Antecedentes de reforma:
22
manteniendo la redacción de Tejedor, pero en el siguiente art., el 108
establecía que: “todo acto directo del procedimiento contra la persona
del delincuente, dentro del término de la prescripción, la interrumpe”.
El Código Penal de 1886, mantuvo la redacción antes analizada.
En 1981 el proyecto de Piñero Rivarola y Matienzo, mantienen la
misma regulación agregando que: “todo acto para la represión del delito
o la ejecución de la pena, interrumpe la prescripción”. En 1895 el
proyecto Segovia, disponía: “ si antes de vencido el término de la
prescripción, comete el inculpado o reo otro delito de la misma especie
o que merezca igual o mayor pena, el tiempo trascurrido hasta entonces,
no aprovecha para prescripción de la acción penal o de la pena. Después
de la interrupción comienza una nueva prescripción;”
Posteriormente, en el año 1903, el código penal reformado
disponía que si el reo cometía otro delito, este dejaba sin efecto el
trascurso de la prescripción, (Art.92). Por su parte el art. 93 seguía el
linaje del art. 108 del proyecto de Villegas, Ugarriza y García de 1881.
En 1906, la formulación de un nuevo proyecto establecería que
la prescripción estaría en el titulo X del código penal, de la misma forma
que lo estableció el proyecto de 1917.
Ya en el Código Penal del año 1921, sancionado por la ley
11.179, la prescripción de la acción se encontraba regulada en los art.
62, 63 y 64, pero sin ninguna disposición referente de las causales ni de
interrupción ni de suspensión del curso de la prescripción. Estableciendo
en ese entonces el art. 67 que “la prescripción correrá o será
interrumpida separadamente para cada uno de los partícipes de un
delito”.
En 1937 el proyecto Coll-Gomez regulaba la prescripción en el
titulo X siendo estos autores innovadores en la redacción del articulado
disponiendo que además de lo ya mencionado por los demás proyectos,
23
esto era la comisión de otro delito, incluyeron la “secuela del juicio”
(art.109), procurando de esta forma rectificar una falta del anterior
código, toda vez que “no es posible admitir que pueda correr el termino
para la prescripción de la acción, estando esta en movimiento”
(Zaffaroni, 1985, pág. 605). Tal como surge de la exposición de
motivos: “el comentario es dogmático, porque sin ninguna explicación
se limita a calificar de “error gravísimo” a lo que es la tendencia del
mejor Derecho Penal y Procesal Penal de garantías, y al mismo tiempo,
es enigmática, porque no explica qué es para los autores la “secuela del
juicio”, a la cual éstos estaban obligados, pues se trata de una expresión
que ellos acuñan, dado que no aparece en ninguna ley ni proyecto
anterior, ni de la Argentina, ni de ningún otro país del mundo”
(ZAFFARONI, 1997, pág. 577).
En el siguiente proyecto del año 1941, se establecía que “el curso
de la prescripción se interrumpirá por la comisión de otro delito doloso,
con excepción de los políticos, o por otro delito culposo” (art.101). En
cuanto a los efectos de la prescripción disponía que “…la prescripción
interrumpida comenzara nuevamente desde la medianoche del acto
interrumpido” (art. 102).14 Es así que se mantuvo el lineamiento del
criterio originario del Código de 1921, ya que no se aceptó como
interruptores de la prescripción a los actos procesales.
La ley que introdujo esta causal de interrupción de la
prescripción: “secuela del juicio”, fue la Nº 13.569 sancionada el 21 de
14
Con respecto a ello en la exposición de motivos, la doctrina y la legislación
comparadas siguen dos lineamientos: una que limita exclusivamente a la
comisión de otro delito y la otra la extiende a actos del procedimiento. El
primero desampara a la sociedad cuando ésta no ha omitido diligencia para el
esclarecimiento del delito y el descubrimiento del actor. En la segunda se
desampara al individuo, aboliendo prácticamente la prescripción. (Zaffaroni,
1985)
24
septiembre de 1949, promovida el 13 de octubre del mismo año y
publicada el 24 de ese mismo mes en el B.O, previamente antecedida
por el proyecto de Call-Gomez de 1937. Esta tesitura se mantuvo hasta
la reforma del año 1994 de la ley 25.990 en donde se establecía que para
que se interponga la prescripción de la acción, debían intervenir un
nuevo delito, o la secuela del juicio.
Continuando con la línea temporal de las modificaciones de la
ley de prescripciones, el proyecto de 1951, teniendo como autor a De
Benedetti, establecía que la prescripción se interrumpía por la comisión
de un nuevo delito (art.126). Luego se le agrego “o por un acto de
cumplimiento de la condena” (art.103) del proyecto elaborado por
Levene, Maldonado y Laplaza en el año 1953.
Siete años más tarde, se creía que los sistemas que consideraban
que los actos procesales debían ser causales de interrupción, ponen de
manifiesto la inejecución o dejadez por llamarlo de vaga manera de la
actividad judicial, como sucede con aquellos que incluyen la figura de
la secuela del juicio dentro de las causales. (Zaffaroni, 1985).
Y finalizando, hubo una última modificación al art. 62, mediante
la ley 25.188 que estableció lo siguiente: “la prescripción corre, se
suspende o se interrumpe separadamente para cada uno de los partícipes
del delito, con la excepción prevista en el segundo párrafo de este
artículo”.
Entre las reformas al Código Penal Argentino, la del año 2004,
promulgada el siguiente año, en donde se modificó el art 67, a través de
la ley 25.990, párrafos cuarto y quinto del articulado, referidos a la
interrupción de la acción penal y a la “secuela del juicio”, en donde antes
de la modificación decía: “la prescripción se interrumpe por la comisión
de otro delito o por la secuela del juicio”, sin alterar la primer parte del
párrafo. Esto se aclaró, por tener esta parte del articulado una redacción
25
que dejaba margen para que los jueces puedan darle otra interpretación
a “la secuela del juicio”. Con la modificación se logró darle una función
“restrictiva y estable”. Luego de las renovaciones aprobadas en el
Senado, con 42 votos afirmativos, la prescripción se interrumpe
solamente por:
15
(Codigo Penal de la Nacion Argentina)
26
en otro juicio. Terminada la causa de la suspensión, la prescripción sigue
su curso”
Los fundamentos de la Dra. se basan en aquellas situaciones en
donde los órganos encargados de gestionar las actividades estatal
resultan ineficaces cuando el tiempo opera como causal de la caducidad
de la persecución penal. Es un límite que se autoimpuso el Estado en
esta circunstancia, para garantizar de esta forma un plazo razonable a su
potestad sancionatoria. Sin dudas, esta “sanción” explicada en los
argumentos de orden material (falta de necesidad de pena) y procesal
(dificultad probatoria y riesgo de error). Cabe aclarar, que la
prescripción es independiente de estos fundamentos. Es decir, se
extingue por pleno derecho la acción penal trascurrido determinado
tiempo, sin necesidad de probar que no existe necesidad de pena o que
se han desvirtuado las pruebas. Dichos fundamentos, tanto materiales
como procesales se presumen sin demostración alguna.
Binder lo explica: “estamos ante un límite temporal al ejercicio
del poder penal del Estado, cuya función consiste en garantizar que ese
poder no sea utilizado más allá de los límites de la necesidad social, y es
políticamente presumir que el tiempo lo ha restaurado, por su solo
trascurso, ese orden social, que otorgarle al Estado un poder penal
temporalmente ilimitado” (Binder, 1999, pág. 279).
Pero “debe quedar en claro que la restauración de ese orden por
el trascurso del tiempo es una simple presunción o ficción, que busca
“explicar” el modo según el cual se resuelve, en un Estado de Derecho,
la colisión entre las necesidades sociales de orden y seguridad, por una
parte, y la exigencia de respeto a una persona –con la limitación al poder
que ello implica-, por la otra, pero de ningún modo concede un
“fundamento” autónomo al límite temporal” (Binder, 1999, pág. 280)
27
Años más tarde la idea seguía rondando en la cabeza de algunos
legislativos, que la rebeldía debía incluirse y estos son los fundamentos
del proyecto de ley que planteo Pedro G. Guastavino en el año 2015 al
Senado y a la Cámara de Diputados de la Nación. Su propuesta de ley,
modificatoria del artículo 67 del CP proponía:
“ARTICULO 67.- La prescripción se suspende en los casos de
los delitos para cuyo juzgamiento sea necesaria la resolución de
cuestiones previas o prejudiciales, que deban
ser resueltas en otro juicio. Terminada la causa de la suspensión, la
prescripción sigue su curso. La prescripción también se suspende en los
casos de delitos cometidos en el ejercicio de la función pública, para
todos los que hubiesen participado, mientras cualquiera de ellos se
encuentre desempeñando un cargo público. Asimismo, se suspende
mientras el imputado se encuentre en contumacia y siempre que la
rebeldía haya sido formalmente declarada en el proceso, por la
incomparecencia a una citación, sin un grave y legítimo impedimento o
por
fuga del lugar donde se encontraba detenido. Cuando cese esa situación,
la prescripción continuará su curso.
El curso de la prescripción de la acción penal correspondiente a
los delitos previstos en los artículos 226 y 227 bis, se suspenderá hasta
el restablecimiento del orden constitucional.
La prescripción se interrumpe solamente por:
La comisión de otro delito; b) El primer llamado efectuado a una
persona, en el marco de un proceso judicial, con el objeto de recibirle
declaración indagatoria por el delito investigado; c) El requerimiento
acusatorio de apertura o elevación a juicio, efectuado en la forma que lo
establezca la legislación procesal correspondiente; d) El auto de citación
28
a juicio o acto procesal equivalente; y e) El dictado de sentencia
condenatoria, aunque la misma no se encuentre firme.
La prescripción corre, se suspende o se interrumpe
separadamente para cada delito y para cada uno de sus partícipes, con la
excepción prevista en el segundo párrafo
de este artículo”.
Dichas propuestas hasta la fecha no fueron decepcionadas por el
congreso, quedando establecido con la última reforma la nueva
redacción del párrafo cuarto a dos causales de interrupción: la comisión
de otro delito y los actos procesales que, por si trascendencia tiene
aptitud para interrumpir la prescripción de la acción penal, que la ley
enumera expresamente. Pero también al introducir un criterio taxativo o
de numerus clausus, se acota el alcance de los actos comprendidos en la
“secuela del juicio”, quedando excluida la rebeldía, generando
innumerables debates interpretativos y decisiones jurisprudenciales, a
los fines de la persecución de los delitos.
El quinto párrafo tiene una tendencia paralela con respecto al
cómputo de la prescripción en casos de pluralidad de delitos, que ahora
corre, se suspende y se interrumpe separadamente para cada delito, lo
que pone fin a la teoría de la acumulación. Se mantiene la excepción del
párrafo segundo incorporada por la ley 25.188, quedando el resto de la
norma sin modificaciones.
11.3 Jurisprudenciales:
En la jurisprudencia el tema se ha presentado, aunque
tangencialmente. A veces, para aceptar la prescripción de la acción de
un imputado prófugo: “la ausencia del procesado no impide que el
tribunal declare operada la prescripción, si ha sido solicitada por el
abogado defensor del prófugo”, porque “los fundamentos de la
29
prescripción, son suficiente motivo para aceptar la presentación del
abogado del prófugo interponiendo la prescripción”16.
A veces, para negarla: “el pedido de prescripción de un
condenado prófugo y rebelde no debió dársele curso por violar
principios que rigen el procedimiento penal y lo establecido por los arts.
1º, 10, 148 y 150 del Código Procesal en lo Criminal”17. Pero se ha
resuelto que no puede declararse a favor de autor desconocido18, ni
contra persona indeterminada19, en estos casos, se hace necesario el
previo pronunciamiento del imputado20, o su citación a prestar
declaración indagatoria, lo que ya importa constituirlo como parte
procesal, en carácter de procesado21.
En reiteradas oportunidades, los juristas solicitaron al Congreso
que se incluya esta causal como una de las formas de interrumpir la
prescripción de la acción basándose en que “... la doctrina y la
jurisprudencia siempre han considerado en forma unánime a la rebeldía
como causal interruptiva del curso de la prescripción de la acción penal”.
16
CCC, Fallos, t. II, pág. 268; La tesis de la Cámara importa una excepción a
la doctrina general de que el prófugo carece de derecho para formular
peticiones (Fallos, t. I-227; t. II-269; SCN, Fallos, t. 17-402). Sin embargo, el
TSJ de Córdoba, resolvió que “no obsta a la concesión del recurso de casación
da circunstancia de que la impugnación haya sido interpuesta por el abogado
a favor de los imputados, que han sido declarados en rebeldía”, pues según
este tribunal, “ la contumacia no es razón legal para la suspensión de recursos
interpuestos por quienes se encuentren subjetivamente legitimados para
impugnar resoluciones judiciales en nombre del imputado…”, TSJ Córdoba.,
Sala Penal, autos “Aksel, Marcos y otro” , AI nº 143, 21/04/99
17
SCN, fallos, t.183-273 (17/04/1939), caso “Feliz, Martin Espinel”. La corte
se expresó con motivos de juzgar una causa sobre prescripción de multas (ley
11.585, art 3º).
18
CCC., Fallos t. IV, pág. 649.
19
CCC., Fallos, t. VI, pág. 351 y353.
20
CCC., LL., t. 55-719.
21
CCC., JA., 1951 –III – 394, caso “Vigliotti”.
30
Tal es así que en el año 2012 la Sala I de la Excelentísima Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, en los
considerandos del incidente Nº 37.242 sobre el recurso de apelación
planteado en la causa Pozo, Alberto Luis, Nº24.512/2000, decidió
revocar la resolución de primera instancia que otorgaba el
sobreseimiento por la prescripción de la acción, fundando el resolutorio
en que “... el imputado se había colocado deliberadamente en situación
de contumacia por lo que la dilación de la causa no podía ser atribuida a
demoras del servicio de administración de justicia…”22
De todas formar y ante reiterados intentos de modificación con
argumentos basados en jurisprudencia de la CSJN, con lógica e
invocando la violación a un derecho consagrado en nuestra Carta
Magna, no se incorporó como una causal más dentro del mencionado
artículo. ¿Las razones? Se podría pensar que por motivos vinculados a
las políticas de los gobiernos de turno o existe una parte de la
administración de justicia que remarca el arduo trabajo, desorganización
y desborde de los juzgados, si no se pudieran archivar las causas
paralizadas, teniendo estas como impedimento la rebeldía del imputado.
Nuestro Código no hace referencia acera de las actuaciones que
se deben llevar a cabo cuando en un procedimiento penal el imputado es
declarado contumaz. Doctrina y jurisprudencia niegan al imputado “que
voluntariamente se sustrae a la acción de los jueces en la causa criminal
que se le sigue, violando las normas fundamentales del proceso y
constituyéndose en fugitivo de la justicia, el derecho para invocar las
garantías que él ha desconocido y el cumplimiento de preceptos cuya
22
(S-0995/12) PROYECTO DE LEY.
31
observancia elude, impidiendo por actos propios su puntual
satisfacción”23.
En algunas circunstancias se le ha negado al abogado defensor
del imputado contumaz el derecho para interponer el recurso de
apelación extraordinario24, o de casación25 o de revisión26, entre otros,
para lo que se consideró a criterio de D Albora, para los casos especiales
que a su crítica “más que una pretensión impugnativa autónoma que un
recurso” (Albora, pág. 595), o bien sea para deducir cualquier tipo de
impugnación, “porque entre el prófugo y su juez no puede haber dialogo
posible”27En concordancia, el abogado defensor del imputado prófugo,
no puede a nombre de este, porque “no corresponde la representación
del prófugo en el juicio por apoderado”28, razón por la cual deviene
improcedente conceder los recursos mencionados, llegando a la
conclusión de que “la fuga implica paralizar la queja”29.
Lo que si se ha admitido en casos como estos es la tramitación
del incidente de prescripción de la acción como vengo planteando, lo
cual resulta incongruente, procediéndose de oficio o a pedido de su
defensor, sin que ello lo habilite para interponerse como parte e
introducir un recurso sin someterse previamente a la jurisdicción del
tribunal30
23
Corte Suprema de Justicia, Fallos: 329:906, 310:2093, 306:866, 286:87
265:376, 259:365, 237:554.
24
Corte Suprema de Justicia, Fallo: 298-360.
25
CNCP Sala IV “Insaurralde E, E” Nº 12 23/12/1923.
26
CNCP Sala III, “Falestchi, J” Nº 52 21/10/1993; CNCP Sala II, “Labaggetti, A” Nº10
08/06/1993.
27
CCC, Fallo T. II; 2-431.
28
CCC fallo, Sala I-227.
29
STJ Córdoba (2004) “LLC” caso Nº 370.
30
CCC. Sala de feria “Prieto, A” Nº143 22/01/1993.
32
Diferentes son los casos que hablan de la rebeldía del imputado
y se cuestionan la valides de los derechos que estos en contumacia
pueden ejercer o más bien exigir. En julio del año 2013 la Cámara del
Crimen, Sala VII, integrada por los jueces Juan Esteban Cicciaro,
Mauro Divito – en disidencia - y Mariano Scotto, decidieron confirmar
la resolución por la cual se le denegó la asignación de un abogado
defensor al imputado en la causa “A. G., L. A. – Defensa – Homicidio”,
por haber sido declarado en rebeldía. Los fundamentos de los camaristas
se basaron en la Doctrina de la Corte Suprema de justicia de la Nación,
afirmando que “mientras subsista la rebeldía, no puede haber diálogo
procesal posible entre el prófugo y el Tribunal”, afirmó el fallo.
El causante se encontraba imputado por la presunta comisión del
delito de homicidio. Dentro de las medidas dispuestas por el juez
instructor, se ordenó la detención y el registro del domicilio del
encartado. Como no fue encontrado allí, se lo declaró rebelde y se dictó
la orden de captura, a fin de que sea traído ante el magistrado para prestar
declaración indagatoria.
Fue allí donde la Justicia estableció un límite a esta circunstancia: si el
imputado en un proceso penal fue declarado rebelde, no puede designar
a un letrado que lo defienda. La razón: el juez no puede hablar con un
prófugo.
La mayoría, integrada por los camaristas Cicciaro y Scotto, entendió que
“en tales condiciones, la designación de defensor no resulta procedente,
como tampoco la actuación del letrado en su nombre, frente a la
inveterada doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en
torno a la imposibilidad de diálogo entre el prófugo y el juez”.
Ello, “sin que el caso revele singularidades que conduzcan a formular
excepciones al respecto, particularmente frente a la rebeldía declarada”.
Para justificar esa decisión, recurrieron a citas doctrinarias de Francisco
33
D’albora, por las cuales se dijo que “mientras subsista la rebeldía, no
puede haber diálogo procesal posible entre el prófugo y el tribunal”,
como tampoco nombrar defensor, “pues para ello tiene que constituirse
como imputado (art. 104)”. “El defensor del prófugo o declarado en
rebeldía carece de derecho para dirigir peticiones que no podría realizar
el propio interesado sin constituirse en detención; por ejemplo, no puede
proponer diligencias (art. 199)”, refirieron los jueces a continuación. Sin
embargo, los magistrados dejaron una salvedad, “la posibilidad de
formularse, exclusivamente, peticiones en torno a los institutos de la
exención de prisión y prescripción de la acción penal”. (Judicial, 2013)
Existe otro polémico caso en la ciudad de Rosario. “Sucedió el
2 de marzo del año 1997, en donde Celeste Haiek, de 22 años y Daniela
Caruso, de 16 años, perdieron la vida al ser embestidas brutalmente por
Sebastián Pira, en ese entonces, un joven de 21 años al mando de un
Ford Galaxy, propiedad de su padre, en el cual circulaba a 130 km/h en
la intercepción de bulevar Oroño y Salta. Las embistió con tal fuerza que
María Celeste voló por los aires y cuando cayó, ya había fallecido. En
cambio, a Daniela la embestida del coche le fracturó una pierna y la
levantó hasta hacerla caer sobre el capó. Pira continuó su marcha casi
cien metros con la chica aferrada al limpiaparabrisas, mientras
zigzagueaba para desprenderse de ella. Cuando estaba llegando a la
esquina de calle Balcarce frenó bruscamente y así Daniela cayó sobre el
asfalto. Entonces, el conductor reinició la marcha y la arrolló,
provocándole la muerte. Pira se dio a la fuga y se presentó varios días
después junto a un abogado, en la comisaría 3ª, ubicada a tres cuadras
del lugar de los hechos. Cuando fue citado a declarar, no se presentó y
desde entonces estuvo prófugo hasta que el 28 de marzo de 2000 Interpol
lo apresó en el aeropuerto de Schipol, Ámsterdam (Holanda), cuando
planeaba abordar un avión con destino a Tel Aviv, Israel.
34
Como la detención se produjo en Holanda, Argentina pidió su
extradición. Mientras se realizaban los trámites, a Pira se le concedió el
arresto domiciliario, ya que tenía residencia en Rotterdam. Cuando se
emitió la autorización para trasladarlo al país, el conductor del Galaxy
que provocó dos muertes en 1997 fue citado por un fiscal holandés, pero
faltó. Nuevamente había desaparecido, evadiendo la justicia por 15 años
más.
En febrero del año 2014, el juez Gustavo Pérez de Urrechu dictó
la prescripción de la causa judicial, pero la fiscal Ana Rabín apeló el
fallo.
Ahora, la Sala III de la Cámara lo ratificó con las firmas de los
jueces Otto Crippa García, Guillermo Llaudet y Georgina Depetris. En
el fallo, Crippa García tuvo el primer voto y se refirió a las
responsabilidades del Estado en causas como ésta: "Tal idea de mejorar
la interpretación de las causales -de prescripción-, para tener mayor
seguridad, fue aprovechada para aprobar la nueva redacción del artículo
67 del Código Penal (Ley 24.990), dejando de lado la consideración de
la rebeldía como interruptivo de la prescripción al establecer cláusulas
taxativas que omitieron que la rebeldía y la contumacia impidieran la
prescripción; proyecto que ni siquiera tuvo discusión: se aprobó sobre
tablas en sesiones extraordinarias, y se promulgó en 2005; cuando,
además, no hay juzgamiento del imputado en ausencia por rebeldía".
En su voto, la jueza Depetris coincidió en que "es función del
Poder Legislativo introducir variables que den respuesta al reclamo, a
través de la incorporación al Código Penal de la rebeldía como causal
interruptiva de la prescripción". Y aclaró: "Mientras ello no ocurra,
corresponde la estricta aplicación de la ley vigente, cuya interpretación
no admite otra posibilidad".
35
En tanto, Crippa planteó: "No aparece ciertamente inmoral e
inadmisible que una persona se evada de todo sometimiento al proceso,
se fugue, salga del país mediante irregularidades e inconductas, siga
durante 17 años escapándose, fugándose e incumpliendo normas de
Holanda, falsificando pasaporte presuntamente, pese a la demanda de la
Justicia argentina, para que luego tenga el premio de no tener sanción
alguna”. “No es ello un premio justamente al que no cumple la ley, y
una injusta distinción del que, por ejemplo, se presenta y somete".
El juez hizo referencia a que el expediente judicial sumó 800
fojas en todos estos años, y destacó: "Las víctimas y familiares tienen el
derecho, reconocido por la Corte Nacional, de que el hecho que las
afectó no quede impune". Al mismo tiempo, planteó como "necesaria"
la "concientización del sector político, ya que es el único responsable de
un cambio". También habló de "ausencia de voluntad política para
proteger el derecho a la vida". Y agregó que "la aplicación (de las leyes)
es la tarea de los jueces". Más adelante, señaló que "la impunidad impide
la Justicia y conspira contra la paz social”.31
“En este caso particular, el artículo 67 del Código Penal, que
habla de las causales que interrumpen la prescripción, se omitió la
rebeldía. Acá el imputado se fugó en tres oportunidades, al momento del
hecho, durante la causa y en Holanda cuando ya estaba ordenada la
extradición, por lo que se entiende que la omisión de la rebeldía en el
artículo implica una inconstitucionalidad”32
En síntesis: existe un claro y contundente obstáculo legal
insalvable en orden al ejercicio de la acción penal, ante un imputado que
31
(Panzerini, 2014)
32
Cabe recordar que la Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de
Rosario consideró el 14 de agosto de 2014 prescripta la acción penal en la
causa.
36
se da a la fuga. Por eso creo que la paralización del proceso ya sea por
la suspensión o por la interrupción corregiría la incongruencia del propio
sistema constitucional. Por ellos considero que debe incluirse dentro de
las causales que interrumpen o suspenden la prescripción de la acción
penal, la rebeldía del imputado, pues ella representa, en la actualidad, un
premio a la habilidad, a la astucia y a la riqueza, circunstanciadas todas
que facilitan la fuga.
12 Marco metodológico:
12.1Tipo de Estudio o investigación:
Descriptiva: Se utiliza este modelo científico ya que
“busca especificar las propiedades, las características, y los perfiles
importantes de personas, grupos, comunidades o cualquier otro
fenómeno que se someta a un análisis. Describe situaciones, eventos o
hechos” (Cortes, 2004, pág. 20).
Implica obtener una visión general del tema a tratar, para poder
de esta forma describir y acercarnos al problema, buscando las causas
del porque no se incluyó dicha causal al taxativo art. 67, exponiendo los
rasgos características de la figura, las causales y consecuencias para dar
con una solución jurídica a los casos en donde es necesario una
regulación normativa que incluya la figura, teniendo como fundamento
lo expuesto en la investigación.
12.2Metodología:
Cualitativo: En esta investigación lo que se busca es
recolectar la mayor cantidad de información a través de las tres fuentes
principales: Primarias, secundarias y terciarias, además de realizar
entrevistas a órganos jurisdiccionales de la administración de justicia
para intentar responder a nuestras incógnitas planteadas con el propósito
37
de determinar si es procedente la inclusión de la figura de la rebeldía
como lo planteo en este proyecto.
38
En el presente trabajo se utilizaran como fuente de
recolección y análisis documental y de contenido, en base a las fuentes
desarrolladas, como así también se realizaran entrevistas de forma no
estructurada y focalizada en el tema de estudio para un exhaustivo
análisis y comparación de posiciones dentro de la administración
judicial.
Para ver desde distintos puntos de vista. Desde la
perspectiva de adentro de la administración de justicia, siendo estas la
interpretación de la figura y el tratamiento de un juez de instrucción de
1ra instancia, un fiscal y una defensora oficial, tanto como la de afuera
de esta, siendo pertinente la visión de un abogado particular . Con el
objetivo de entender la figura, su repercusión en las diferentes áreas, con
sus requisitos y consecuencias. En lo posible recabando información
estadística para tener un panorama del porcentaje de prófugos en la
provincia de misiones, en tercera circunscripción judicial.
12.5 Instrumento de investigación:
Entrevista - Guía de pautas: Pretendo entrevistar a:
Abogado penalista: Dr. Staude Gustavo Enrique, Mat. Nº933, a la
defensora oficial de instrucción, correccional y de menores: Sra. Ana
María Mayerhoelfer, Al Agente fiscal Dr. Edgar Francisco Doldán y a
la Dra. Nuria Allow, Jueza de instrucción a cargo del juzgado de
instrucción secretaria Nº 1, todos de la Cuidad de Eldorado, provincia
de Misiones, tercera circunscripción judicial.
12.6 Corpus de análisis:
Código Penal Argentino, art 67; Código procesal penal de
la nación, capitulo X, art 288 y sig. y Ley 25.990.
12.7 Criterio maestral:
no probabilístico, intencional y opinatico.
12.8 Delimitación temporal y territorial:
39
La delimitación temporal está dada por la última reforma
al artículo 67 del Código Penal de la Nación en el año 2005, hasta hoy,
ya que la problemática subsiste, al excluir a la rebeldía del imputado de
las causales de interrupción que contemplaba la secuela del juicio para
los legisladores y juristas
En cuanto a la delimitación territorial, se trabajara
exclusivamente en el ámbito Nacional, sin embargo las entrevistas son
desde una perspectiva provincial; con base en la tercera circunscripción
judicial del poder judicial de la provincia de Misiones.
Introducción general
40
III. Capitulo: garantías constitucionales del imputado
3.1 La defensa y la constitución
3.2 El imputado
3.3 Derechos del imputado
3.4 Ser juzgado regularmente en tiempo razonable
V. Capitulo: Aplicación
5.1 El sistema del Código Penal
5.2 Excepciones al curso de la prescripción
5.3 Legislativos
5.4 Antecedentes de reforma
5.5 Antecedentes legislativos de la ley 25.990
5.6 Jurisprudenciales
41
Conclusiones
Bibliografía
42
15. Bibliografía:
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15.1Legislación:
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15.2Doctrina:
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Penal de la Nación, Análisis doctrinal y jurisprudencial., Buenos aires,
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imputado, notificación, orden de captura, interpretación restrictiva. Id
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ESTUDIOS CRIMINAIS Nº 21 de febrero de 2006, perteneciente al
Posgrado en Ciencias Crimináis de la Pontificia Universidad Católica de
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Senado de la Nación, Secretaria Parlamentaria, Dirección General de
Publicaciones.
15.3 Jurisprudencia:
- CNCas. Pen., Sala IV, 24-4-2007, “Peterson, Damián
Carlos s/Recurso de casación”, c.6541, reg. 8561.4, magistrados:
Hornos, Capolupo de Durañona y Vedia, Berraz de Vidal,
BJCNCas.Pen. http://www.pjn.gov.ar
- Diario Judicial, (2013) Rebelde sin abogado. Nota:
32626. http://www.diariojudicial.com
- PANZERINI L, (2014) Una muy profunda herida del
tiempo. Nota: 9-45365 https://www.pagina12.com.ar
- TSJ Córdoba., Sala Penal, autos “Aksel, Marcos y otro” ,
AI nº 143, 21/04/99
- SCN, fallos, t.183-273 (17/04/1939), caso “Feliz, Martin
Espinel”. La corte se expresó con motivos de juzgar una causa sobre
prescripción de multas (ley 11.585, art 3º).
- Excelentísima Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Criminal y Correccional, (2012) la Sala I, incidente Nº 37.242 “recurso
de apelación”; causa Pozo, Alberto Luis, Nº24.512/2000,
- CCC., Fallos t. IV, pág. 649.
- CCC., Fallos, t. VI, pág. 351 y353.
- CCC., LL., t. 55-719.
- CCC., JA., 1951 –III – 394, caso “Vigliotti”.
- Corte Suprema de Justicia, Fallos: 329:906, 310:2093,
306:866, 286:87 265:376, 259:365, 237:554.
- Corte Suprema de Justicia, Fallo: 298-360.
- CNCP Sala IV “Insaurralde E, E” Nº 12 23/12/1923.
45
- CNCP Sala III, “Falestchi, J” Nº 52 21/10/1993; CNCP
Sala II, “Labaggetti, A” Nº10 08/06/1993.
- CCC, Fallo T. II; 2-431.
- CCC fallo, Sala I-227.
- STJ Córdoba (2004) “LLC” caso Nº 370.
46