Italia envía 500 militares al sur del país para controlar a la Camorra a la legalidad".
lidad". La salida de La Russa irritó al ministro del Interior, que
25.09.2008 Clarín.com Ultimo Momento 05:46
Es en la zona de Castelvolturno, donde hace una semana fueron
masacrados seis inmigrantes africanos. Un ministro llegó a
hablar de "guerra civil".
Por: Julio Algañaraz. Roma, corresponsal
El gobierno italiano decidió enviar 500 soldados, entre ellos
paracaidistas, a la zona de Castelvolturno, cerca de Nápoles, donde la
Camorra masacró hace una semana a seis inmigrantes africanos. Como
muestra de la tensión creciente, el ministro del Interior, Roberto Maroni, dijo
ayer en el Parlamento que la mafia napolitana ha lanzado "una guerra civil"
con "un acto de terrorismo". En medio de ese panorama, el Vaticano criticó
la política de derechos humanos del gobierno conservador de Silvio
Berlusconi con los inmigrantes.
En Castelvolturno y las zonas aledañas de la provincia de Caserta
están operando hace varios días 400 policías y carabineros a fin de
contrarrestar el desafío de la criminalidad organizada para afirmar su
hegemonía en el territorio. En el resto de Italia, el gobierno de Berlusconi
desplegó a otros tres mil militares para reforzar la defensa del orden público.
El jueves 18 un "comando de fuego" del "clan de los Casaleses", la
'familia' de camorristas más numerosa y feroz, disparó 150 balazos contra
siete africanos de Ghana y Togo, inmigrantes regulares y clandestinos. En la
zona hay más de veinte mil africanos que hacen los trabajos más humildes y
tienen una convivencia cada vez más difícil con los italianos.
Hay grupos de africanos que están en el tráfico de drogas, pero
hasta ahora los investigadores policiales y los magistrados creen que
los siete agredidos con una lluvia de balas eran solo trabajadores
textiles.
En la masacre hubo un solo africano que sobrevivió malherido y se
transformó en el supertestigo de la masacre. Las autoridades lo escondieron
y gracias a su testimonio identificaron al menos a una parte de los ocho
camorristas del "grupo de fuego", que también mataron con las mismas
armas a un comerciante italiano de un pueblo vecino después de la balacera
en Castelvolturno.
La grave denuncia del ministro del Interior acerca de la "guerra civil"
y el "acto de terrorismo" de la Camorra, desató una abierta polémica entre
Roberto Maroni, que es dirigente de la Liga Norte, y el ministro de la
Defensa, Ignazio La Russa, uno de los "capos" de Alianza Nacional, los ex
neofascistas ahora aliados estrechos de Silvio Berlusconi.
La Russa dijo que no creía en la existencia de una "guerra civil" al
Estado sino de "una guerra entre bandas, de una agresión de la criminalidad
protestó ante el premier Berlusconi.
Gracias al herido que sobrevivió a la masacre, la policía identificó y
arrestó a Alfonso Cesarano, uno de los miembros del "comando de fuego",
quien se encontraba bajo arresto domiciliario.
En una nueva polémica, esta vez con los jueces, el ministro del
Interior denunció que en la zona de Castelvolturo hay 118 camorristas bajo
régimen domiciliario. "Invito al Parlamento a reducir con una iniciativa el
arresto domiciliario de los acusados de mafia".
Los inmigrantes de la zona, sobre todo los africanos, protestan por
su condición, con una explotación social y un racismo creciente por parte de
muchos italianos de Castelvolturno y alrededores.
Ayer, el Vaticano reclamó por el "juego a la baja·" por parte del
gobierno italiano y otros gobiernos europeos que agravan la situación de los
inmigrantes. Monseñor Agostino Marchetto, secretario del Pontificio Consejo
de los Migrantes, dijo a la radio Vaticana que hay "una tendencia en toda
Europa a reducir los empeños de protección de las personas perseguidas y
los inmigrantes en general, cuyos derechos humanos no son respetados". Y
agregó que "el Consejo de Ministros italianos toma decisiones en esta
misma tendencia a disminuir los derechos de asilo a los refugiados, a la
reunión de las familias y a los derechos de los inmigrantes".
Un naufragio deja 250 muertos flotando en el Mediterráneo
07/04/11
Por JULIO ALGAÑARAZ
ROMA. CORRESPONSAL
Serían más de 250 los prófugos de la guerra en Libia ahogados en el
Mediterráneo cerca de Malta tras el naufragio de la “carreta de mar” en la
que viajaban rumbo a la isla italiana de Lampedusa, distante 40 millas
marítimas, en la madrugada de ayer.
Barcos italianos salvaron a 51 personas. Uno de los
sobrevivientes dijo que en la barcaza de solo 13 metros de largo se
hacinaban 370 africanos de Eritrea, Somalía, Etiopía, Chad y Nigeria, que
elevaría el total de ahogados a más de 300.
La embarcación dio una vuelta de campaña en medio de una
feroz tormenta.
Los pilotos de varios helicópteros italianos con base en Lampedusa
que sobrevolaron la zona informaron que habían visto “decenas de
cadáveres” flotando en el Mediterráneo, incluso mujeres y niños .
“Esperábamos que alguno alzara el brazo demostrando estar vivo, pero no
había señal de supervivientes”, dijo uno de los pilotos.
 Los 51 sobrevivientes salvados por las naves italianas de la Guardia
Costera, la Guardia de Finanzas (policía fiscal) y el pesquero “Cartagine” de
Mazzara del Valle, que faenaba en el canal de Sicilia, fueron llevados a
Lampedusa.
“Eran las cuatro de la mañana y para encontrar sobrevivientes nos
guiábamos por sus gritos desesperados”, dijo uno de los oficiales de la
Guardia Costera.
Los sobrevivientes confirmaron que los náufragos eran todos
trabajadores negros africanos y sus familiares que habían pagado un
promedio de 400 dólares cada uno a traficantes somalíes para salir de
una Libia en plena guerra civil. Los “coyotes” somalíes contrataban los viajes
de la esperanza a Lampedusa, puerta de Europa cercana menos de cien
millas marítimas de las costas tunecinas.
“Vi a mi hijo y a mi mujer desaparecer de la superficie”, dijo llorando
uno de los sobrevivientes. “La condiciones meteorológicas habían
empeorado y pedimos auxilio por un teléfono satelital”.
Las autoridades navales de Malta captaron el pedido de socorro y
avisaron a los italianos de Lampedusa. “Los italianos llegaron y una de las
grandes lanchas se acercó muy despacio a nosotros”, contó otro
sobreviviente. “Pero nuestro barco estaba embarcando agua por el mar muy
encrespado”.
Al menos 50 mujeres viajaban en la nave del naufragio y también un número
impreciso de chicos. En Lampedusa, una de las cuatro mujeres rescatada
está embarazada de ocho meses.
Denuncian que hay obreros en condiciones inhumanas
Río Negro Sábado 23 de Agosto de 2008
SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).-
El delegado a cargo de la UOCRA Zona Sur, Guillermo Olarán,
denunció que "están invadiendo los obradores regionales con planteles de
trabajadores paraguayos, que son traídos por empresas constructoras sin
pagarles aportes previsionales, fondo de desempleo, horas extras,
presentismo y otras conquistas".
Al mismo tiempo, exhibió actas de constatación de las condiciones
en los obradores, en las que se deja constancia de hacinamiento, falta de
higiene y condiciones mínimas para la vida digna, ya que en ellos conviven
a diario los trabajadores.
Olarán asumió el cargo en enero pasado, luego de que el gremio en
la provincia fuera intervenido tras una seria disputa interna en la ciudad de
Neuquén, en 2007. Desde entonces, "hemos potenciado los controles en los
obradores, y nos hemos encontrado con situaciones irregulares, como
trabajo en negro, trabajo con menores indocumentados, incumplimiento de
legislación vigente y convenios". Conviene recordar que la UOCRA Zona
Sur tiene asiento en San Martín de los Andes, pero abarca también a Junín
de los Andes y Villa la Angostura. En ese mismo contexto, Olarán advirtió
que "las condiciones de vida de los extranjeros en las obras son
inhumanas".
El dirigente señaló que "somos respetuosos de la Constitución
Nacional, y nada tenemos que decir si un trabajador extranjero se
desempeña conforme a la ley, pero no vamos a permitir la explotación de
nadie, sea argentino o no".
Olarán enfatizó que "vamos a ser rigurosos con los controles, porque
es fácil para un empleador decir que un trabajador nativo trabaja menos que
el extranjero, pero acto seguido los toman sin respetar absolutamente nada
de las obligaciones sociales y las condiciones laborales".
El delegado de UOCRA graficó que "un obrero de la construcción en
Paraguay cobra el equivalente a 15 pesos argentinos por diez horas de
trabajo, cuando en nuestro país debería cobrar 90 pesos por ocho horas de
trabajo". Entonces, a partir de esta diferencia, "se cometen tremendos
abusos". En el caso de la región, muchos de los extranjeros vienen a los
obradores contratados en Buenos Aires por empresas constructoras, en
tanto que otros son directamente conchabados en la zona. Olarán llamó a la
reflexión de los empresarios "para evitar abusos", y exhortó a las
autoridades de Migraciones a potenciar los controles. Sostuvo que a partir
de setiembre próximo, la UOCRA solicitará a las empresas la
documentación mensual de los pagos, aportes y listados completos de
personal.