Sie sind auf Seite 1von 23

Revista de estudios culturales y regionales

Devenir 24. Mayo-agosto, 2013. Año VI. Cuarta época


Revista de estudios culturales y regionales

Juan Carlos Cabrera Fuentes


Director Cuarta época. Año VI, número 24
Devenir, revista arbitrada cuatrimestral,
Consejo editorial indexada a LATINDEX, editada por el
Marco Vinicio Herrera Castañeda Cuerpo Académico Educación y Desarrollo
Presidente Humano, Facultad de Humanidades,
Universidad Autónoma de Chiapas, calle
Dulce María Cabrera Hernández, Rosario Canarios s/n. Fracc. Buenos Aires, Delegación
Guadalupe Chávez, Moguel, Alicia de Alba Terán. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Ceballos, Elsa María Díaz Ordaz Castillejos, Teléfono: 52 (961) 6151101.
Nancy Leticia Hernández Reyes, Fernando
Lara Piña, José Luis Madrigal Frías, Magda
Concepción Morales Barrera, Bertha Orozco devenir2007@gmail.com
Fuentes, Michael Peters, Juan Manuel Piña
Osorio, Leticia Pons Bonals, Claudia Pontón
Ramos, Jesús Abidán Ramos Salas, Raúl ISSN: 1780-4980
Trejo Villalobos, Reyna Bellany Ibarra López,
Rigoberto Martínez. © Copyright 2008 CA-EDH

Leticia Pons Bonals Edición a cargo de


Coordinadora de la comisión de arbitraje Juan Pablo Zebadúa Carbonell

Volumen correspondiente al cuatrimestre


mayo-agosto de 2013
Diseño editorial
Marco Vinicio Herrera El contenido es responsabilidad
de los autores y puede ser
utilizado citando la fuente

Costo del ejemplar: $100.00

Se terminó de imprimir en Abril de 2013


Tiraje de 1000 ejemplares
Impreso en
Centro Comercializador de Impresos
del Sur S.A. de C.V.
Índice
Iván Amancio Gómez Ramírez
El consumo musical juvenil
en la actualidad: más preguntas que respuestas .............. .13

Héctor Rolando Chaparro Hurtado


Claudia Maritza Guzmán Ariza
Armando Acuña Pineda
Jóvenes y consumo cultural: la reinvención
de la identidad en la sociedad red....................................... .27

Ana Laura Castillo Hernández


Reconstrucción de masculinidades de jóvenes
en reclusión a partir del ejercicio del biopoder
en el CIEA “Villa Crisol”........................................................ .55

Luis Adrián Miranda Pérez


El joven recluso. El dilema entre la modernidad
y la posmodernidad.............................................................. .67

José Guadalupe Rivera González


Ciudadanías y culturas políticas entre las juventudes
mexicanas............................................................................... .77

Karla Jeanette Chacón Reynosa


Leticia Pons Bonals
Fantasmas y arquetipos en la construcción
de identidades de mujeres tsotsiles y tseltales
en la universidad................................................................... .95

Juan Pablo Zebadúa Carbonell


Jóvenes indígenas y construcción identitaria. Procesos
de transculturación en estudiantes de la Universidad
Veracruzana Intercultural, en el estado de Veracruz....... .115

Dra. Shantal Meseguer Galván


Perspectiva intercultural de los imaginarios instituidos
e instituyentes de los universitarios rurales..................... .141

Rully Brheler Mendoza Flores


Culturas rurales juveniles: reconstrucción de
identidades de jóvenes estudiantes-migrantes
de la colonia Miguel Hidalgo, Jiquipilas, Chiapas............ .161
Índice
Tania Cruz Salazar
Selváticos cowboys: la condición juvenil de Tzeltales
en California......................................................................... .177

Daniela Gómez Chávez


Música, Homosexualidad y masculinidad.
El soundtrack de la búsqueda de identidad
en el movimiento Gay......................................................... .197

Homero Ávila Landa


Una Xalapa rockera y contracultural. Visiones
de comuna............................................................................ .209

Jhonatthan Maldonado Ramírez


El baile del reggaetón como práctica corporal
que da materialidad a sujetos generizados...................... .231

Juris Tipa
Los gustos musicales y los procesos identitarios
entre los jóvenes universitarios de la Universidad
Intercultural de Chiapas...................................................... .251

Condiciones y normas para publicación.......................... .273


Jhonatthan Maldonado Ramírez

231
El baile del reggaetón como práctica
corporal que da materialidad a sujetos generizados
Resumen: El baile del reggaetón, también conocido como perreo,
es una práctica corporal que tiene como objetivo prístino la nor-
malización de los sujetos dentro del campo normativo de la he-
teronormatividad y la cultura de género. La coreografía del baile
representa una teatralización de la performatividad del género y
la sexualidad como estructuras del poder que dan materialidad a
sujetos configurados socialmente como hombres y mujeres que
dentro de las posiciones que escenifica el perrear, significan la di-
ferencia sexual como sistema simbólico de las relaciones de poder;
así las mujeres actuan como el receptáculo de los movimientos de
los hombres, vagina/nalgas en complementariedad con el pene, re-
iterando el imperativo heterosexual correlacionado con el género
binario. De esta manera, el presente artículo pretende reflexionar
el baile del reggaetón como práctica corporal que da materialidad a
sujetos delimitados en disciplinas corporales, genéricas y sexuales
restrictivas.
Palabras clave: Baile del reggaetón, prácticas corporales, biopo-
der y género.

Recibido el 27 de febrero de 2013


Aprobado el 20 de Abril de 2013

Devenir 24. Mayo-agosto, 2013. Año VI. Cuarta época.


The dancing reggaeton as body practice that gives
materiality gendered selves
232

The dancing reggaeton, also known as perreo, is a bodily practice


whose aim pristine standardization of subjects within the regula-
tory domain of heteronormativity and gender culture. The dance
choreography is a dramatization of the performativity of gender
and sexuality as power structures that give materiality subjects so-
cially constructed as men and women in positions that stages the
perrear denote sexual difference as a symbolic system of relations
of power, and women acting as receptacle of the movements of
men, vaginal / buttocks in complementarity with the penis, reiter-
ating the heterosexual imperative correlated with the gender bi-
nary. Thus, this article aims to reflect dancing reggaeton as body
practice that gives materiality defined subjects in body, gender and
sexual restrictive disciplines.

Devenir 24. Mayo-agosto, 2013. Año VI. Cuarta época.


Afirmar que el sujeto es producido dentro de una matriz –y como
una matriz- generizada de relaciones no significa suprimir al sujeto,
sino sólo interesarse por las condiciones de su formación y su ope-
ración.
Judith Butler,
Cuerpos que importan.
Sobre los límites materiales y discursivos del “sexo”.

233
Para comenzar...
El presente artículo es un fragmento de mí segundo capítulo de la
tesis, “El perreo: disciplina y materialidad en los cuerpos”21, para la
licenciatura en Antropología Social, así advierto: es la presentación
fragmentada de un trabajo mucho más amplio a mostrar y discutir,
sin embargo, el fragmento que elegí, a mi parecer, es el que queda
como anillo al dedo para las presentes discusiones.
La investigación sobre el baile del reggaetón (conocido tam-
bién como perreo) la inicié en el año 2010 en el seminario de An-
tropología Urbana con línea de investigación en sexualidad, cuerpo
y género a cargo del Dr. Mauricio List Reyes, y la “concluí” en el
primer semestre del presente año; mis sujetos de estudio fueron
jóvenes de 13 a 24 años de edad que asistían a las `Tardeadas de
Perreo Intenso´ que se llevan a cabo en K´zis, localizado en la Zona
Dorada de la ciudad de Puebla.

El baile del reggaetón como práctica corporal


Hay algo que siempre está ahí, algo en el cual se representan y
materializan discursos y prácticas culturales que disciplinan y regu-
lan a los sujetos en determinadas experiencias a partir de lo que se
o les permiten hacer en su cuerpo.
Mi reflexión no niega la existencia y la realidad de las dimen-
siones materiales o naturales del cuerpo, sino que son replantea-
das, de tal suerte que quede establecida la distinción entre estas
dimensiones y el proceso por el cual el cuerpo termina portando
significados culturales, como Judith Butler menciona
lo que constituye el carácter fijo del cuerpo, sus contornos, sus mo-
vimientos, será plenamente material, pero la materialidad deberá re-
concebirse como el efecto del poder, como el efecto más productivo
del poder (2002, pág. 18).

1 
La tesis de licenciatura lleva por nombre “El baile del reggaetón: violencia de género y
transgresión entre las y los jóvenes de la ciudad de Puebla”.

Maldonado R. El baile del reggaetón como práctica corporal... pp. 231-250


En el reggaetón, el cuerpo es la vía de disciplinas normativas
a través de las cuales se presentan las relaciones subjetivas e inter-
subjetivas de los sujetos.
Plantear el perreo como una práctica corporal nos lleva a des-
colocar la visión principal de la dicotomía mente-cuerpo que sepa-
ra el sujeto del objeto, al respecto Muñiz menciona que:
para “descolocar” la dicotomía cuerpo-mente debemos apartarnos
de la visión del cuerpo humano como objeto de estudio, como obje-
234

to observable y explicable que existe independientemente del sujeto.


La ciencia moderna ha reificado el cuerpo humano, lo ha colocado
ahí: en su pura carnalidad, en su inmovilidad, en su permanencia, en
su carácter de cosa conocible por la mente y la razón de un sujeto...
¿sin cuerpo? (2010, pág. 4)

Es así como la autora desplaza el estudio del cuerpo hacía las


prácticas corporales, con la intención de analizar los usos intencio-
nales, individuales y colectivos del cuerpo; prácticas y disciplinas
corporales que se superponen a imágenes que ofrecen variaciones
físicas como el peso, el color de piel, cabello, ojos, los órganos se-
xuales, etc.; su estudio comprende:
I. Imágenes y representaciones
II. Sensaciones y vivencias
III. Procesos de construcción y deconstrucción de subjetivi-
dades e identidades de los sujetos
De esta manera, se dará cuenta del cuerpo humano como una
complejidad producto de los procesos de materialización que cons-
tituyen los diversos discursos y prácticas socioculturales; pero para
entender las prácticas corporales, es importante la noción de dispo-
sitivo corporal elaborada por Foucault y cómo este adquiere sentido
para el proceso de materialización propuesto por Butler.
Foucault entiende el cuerpo como el lugar primario donde
proceden las modernas formas de poder, un poder sutil, evasivo y
productivo que tiene como objetivo la administración de la vida, el
pensador francés menciona que:
ese poder sobre la vida se desarrolló desde el siglo XVII en dos for-
mas principales; no son antitéticas; más bien constituyen dos polos
de desarrollo enlazados por todo un haz intermedio de relaciones.
Uno de los polos, al parecer el primero en formarse, fue centrado
en el cuerpo como máquina: su educación, el aumento de sus ap-
titudes, el arrancamiento de sus fuerzas, el crecimiento paralelo de

Devenir 24. Mayo-agosto, 2013. Año VI. Cuarta época.


su utilidad y su docilidad, su integración en sistemas de control efi-
caces y económicos, todo ello quedó asegurado por procedimientos
de poder característicos de las disciplinas: anatomopolítica del cuerpo
humano. El segundo, formado algo más tarde, hacía mediados del si-
glo XVIII, fue centrado en el cuerpo-especie, en el cuerpo transitado
por la mecánica de lo viviente y que sirve de soporte a los procesos
biológicos: la proliferación, los nacimientos y la mortalidad, el nivel
de salud, la duración de la vida y la longevidad, con todas las condi-

235
ciones que pueden hacerlos variar; todos esos problemas los toma
a su cargo una serie de intervenciones y controles reguladores: una
biopolítica de la población (Foucault, 2007, pág. 168).

Esta gran tecnología de doble calibre caracteriza un poder


cuya función ya no es la de dar fin a la vida, sino de invadir cada
rincón de la misma a través de mecanismos polisémicos y deslo-
calizados del poder; es así como se administran los cuerpos y se
regulan las vidas a partir de diversas disciplinas; el baile del reggae-
tón plantea una reiteración de normatividades en los movimien-
tos, los gestos, los comportamientos y las distancias de los sujetos,
además de marcar patrones y conductas totalitarias que pretenden
el control de las poblaciones, por ejemplo, la reproducción ideal
del cuerpo joven y bello y la representación binaria y opresiva de
lo masculino y lo femenino con el fin de esencializar a los sujetos
hombres y mujeres.
De esta manera es como el cuerpo es objeto de los procesos
de disciplina y normalización que se dan a través de una serie de
prácticas y discursos que constituyen los dispositivos que crean
cuerpos moldeables y dóciles, para el pensamiento foucaultiano:
... las prácticas son entendidas como sistemas de acción en la medi-
da en que están habitados por el pensamiento, implican una racio-
nalidad o regularidad que organiza el hacer de los sujetos, tienen un
carácter sistemático (saberes, poder, ética), son de índole general y
recurrente, por ello constituyen una experiencia o un pensamiento.
Por su parte, los discursos son conjuntos de enunciados que provie-
nen de un mismo sistema de formación (discurso clínico, discurso
económico, discurso científico). La función de los discursos es for-
mar la subjetividad, liga al sujeto con “la verdad”. El discurso objetiva
al sujeto. Discursos y prácticas constituyen las tecnologías que son
consideradas como metodología para el análisis del poder, en este
caso, del poder que se ejerce sobre los sujetos al disciplinar los cuer-
pos (Muñiz, 2010, pág. 20).

Es así que a través del biopoder y la biopolítica, el poder se ma-

Maldonado R. El baile del reggaetón como práctica corporal... pp. 231-250


terializa en los sujetos y transita transversalmente en los cuerpos,
es por ello que el cuerpo es un sitio de investiduras de relaciones
de poder, una materialidad que como Judith Butler lo menciona:
designa cierto efecto del poder o, más exactamente, es el poder en
sus efectos formativos o constitutivos. En la medida en que el poder
opere con éxito constituyendo el terreno de su objeto, un campo de
inteligibilidad, como una ontología que se da por descontada, sus
efectos materiales se consideran datos materiales o primarios (2002,
236

pág. 64).

Es por esta razón que se considere el cuerpo como un hecho


natural, un dato ya dado (dentro de un discurso esencialista), en
donde existen mujeres y hombres que tienen “comportamientos”
masculinos y femeninos diferenciados y que además, estos estén
remarcados a través de tecnologías del género como los videos del
reggaetón, que ponen en play las representaciones disciplinarias
y reguladoras del género, esencializando la inteligibilidad de los
movimientos corporales que son enmarcados bajo el ideal hete-
rosexual de la pareja dual y complementaria, a través de la articu-
lación de las posiciones que en el perreo se actuan y las partes del
cuerpo que se pueden llegar a poner en contacto32; en el trabajo de
campo le pedí a Pau que me compartiera cómo es que ella perrea-
ba, a lo que contestó:
Uy, todo quieres saber, ni modo que no sepas... Pues perrear es cuan-
do un chavo está atrás de ti, ¿sí entiendes como, no? Él se pone de-
trás de ti y tú te mueves al ritmo de la música, pero él también se
mueve. Seguir el ritmo es el chiste, uno mueve las caderas al ritmo
de lo que escucha... y luego te bajas, hay algunas que si llegan hasta
el piso, yo no llego tanto (Pau, 16 años).

Como lo muestra Pau en su descripción y el dibujo (uno de


tantos, ver pagina siguiente) que realicé cuando iba a K´zis, el pe-
rreo alude a actos performativos que reiteran la heterosexualidad
obligatoria y el género normativo, ya que la performatividad del
perreo:
... no es un `acto´ singular... es la reiteración de una norma o un
conjunto de normas y, en la medida en que adquiera la condición de
acto en el presente, oculta o disimula las convenciones de las que es
una repetición. (Butler, 2002, pág. 34)

2 
El roce de las nalgas en el baile es enmarcado bajo la lógica de la cultura de género.

Devenir 24. Mayo-agosto, 2013. Año VI. Cuarta época.


237
Título del dibujo: posición principal en el perreo
Autor: Jhonatthan Maldonado Ramírez

De esta manera, los actos en el baile dan paso a una materiali-


zación de normas que devienen en un disciplinamiento del cuerpo,
disciplinamiento que es ritualizado cotidianamente a través de di-
versos discursos como el médico, el religioso, el jurídico o el de los
medios de comunicación que reproducen una lógica de esenciali-
zación de los sujetos, es por ello que en vez de concebir al cuerpo
como una construcción retorno a la noción de materialidad para
entenderle:
no como sitio o superficie, sino como un proceso de materializa-
ción que se estabiliza a través del tiempo para producir el efecto de
frontera, de permanencia y de superficie que llamamos materia... el
hecho de que la materia siempre este materializada debe entenderse
en relación con los efectos productivos, y en realidad materializa-

Maldonado R. El baile del reggaetón como práctica corporal... pp. 231-250


dores, del poder regulador en el sentido foucaultiano (Butler, 2002,
pág. 28).

Un ejemplo de materialización en el baile del reggaetón es la


vestimenta o la sexualización del cuerpo femenino, como lo men-
ciono en el primer capítulo de la tesis con el apartado “La creación
de imágenes...”, los videos de la música reggaetón muestran una
puesta en escena de las representaciones genéricas, raciales, estéti-
cas y sexuales que afectan la construcción subjetiva e intersubjetiva
238

de los sujetos, ya que estos tienden a interpelar3 las normatividades


imperantes que naturalizan los actos binarios del género, la violen-
cia, la sexualización del cuerpo femenino o la vigorización sexual
masculina, es así que estas interpelaciones se materializan en los
cuerpos; en torno a la vestimenta se tiende a hacer distinciones en-
tre los hombres y las mujeres:
Una reggaetonera se viste con tenis de botita, su short, una blusa
sencilla escotada, sus trencitas o un pants aguado, sus tenis de boti-
ta y una blusa sencilla. Los accesorios son brillosos. A mí me gusta
eso, que brillen, que brillen...Un reggaetonero se puede vestir con
un pantalón y playera aguadas, o más fresón, más pegado. Ellos se
ponen gorras o se trenzan el pelo. A veces también traen collares
brillosos y aretes. Ah! y lentes. (Maru, 16 años)

La manera por la cual los y las jóvenes materializan los discur-


sos y las representaciones que la música del reggaetón les exhibe,
son maneras por las que se regulan y disciplinan los comporta-
mientos y la moda generizada, ya que los personajes que actuan
en los videos no difieren de la descripción que Maru me compar-
tió, pues las playeras XXL no faltan en los “hombres” y los short
y escotes en las “mujeres”, tanto en la representación del video
como en la realidad interpretada en el contexto del baile; es así que
menciona Muñiz retomando a Butler que “los cuerpos sólo surgen,
sólo perduran, sólo viven dentro de las limitaciones productivas
de ciertos esquemas reguladores, en alto grado generizados” (2010,
pág. 14) en donde el poder regulador y normativo también forma
al sujeto.
De esta manera, la materialización del cuerpo, en el baile del
reggaetón, es proceso y producto de los efectos discursivos, de las

3 
Teresa de Lauretis retoma la noción de interpelación de Louis Althusser y menciona que
es “el proceso por el cual una representación social es aceptada y absorbida por individuo
como su (de ella o él) propia interpretación y así volverse, para ese individuo, real, aunque en
realidad es imaginaría.” (1989, pág. 19)

Devenir 24. Mayo-agosto, 2013. Año VI. Cuarta época.


prácticas corporales y la performatividad que se entretejen dentro
de una red de relaciones sociales que tienen que ver con la sexua-
lidad, el género, la clase, la raza, la edad, la nacionalidad y la disca-
pacidad, relaciones por las cuales los sujetos adquieren un sentido
diferenciado de su propia corporalidad:
Yo no me considero como las chavas que pasan en los videos, yo

239
estoy chaparrita y soy morenita, las chicas de los videos las veo altas
y son más o menos blancas, estoy llenita y esas chicas no tienen
longitas, digo, aquí en confianza están buenas y yo no (risas). (Maru,
16 años)

Es así como retomo la noción que construye Muñiz acerca de


las prácticas corporales para decir que son:
sistemas dinámicos y complejos de agentes, de acciones, de represen-
taciones del mundo y de creencias que tienen esos agentes, quienes
actúan coordinadamente e interactúan con los objetos y con otros
agentes que constituyen el mundo; si consideramos que forman parte
del medio en que se producen, es decir, que son históricas, estaremos
de acuerdo en que los procesos cambiantes que las caracterizan y di-
ferencian, no son independientes de las transformación del medio y/o
del contexto en el que se desarrollan. (2010, pág. 23)

De esta manera, el baile del reggaetón constituye una práctica


corporal a través de la cual se viven y se expresan las siguientes
perspectivas.4
1. La del disciplinamiento del cuerpo- Se controlan y se discipli-
nan los cuerpos con la finalidad de “normalizar” y “naturalizar” la
existencia de los sujetos, esto lo podemos observar en las represen-
taciones de lo masculino y lo femenino en los videos, además de
que no solo esencializan las relaciones de género sino que también
factores como la violencia, la objetualización del cuerpo femenino,
la heterosexualidad y la clase vienen a determinar ciertas expe-
riencias en los sujetos:
Me encanta ver los concursos de reggaetón porque las chavas se en-
cueran, en ocasiones, luego hasta enseñan las bubis (risas)... a mí me
gusta ver y sentir culos por eso me encanta bailar el perreo (Abimael,
18 años).

Así es como los sujetos van encarnando discursos sexuales y


genéricos normativos y coercitivos, debido a ello, se va definiendo

4 
Las perspectivas las retomo de la doctora Elsa Muñiz (2010).

Maldonado R. El baile del reggaetón como práctica corporal... pp. 231-250


lo anormal, lo prohibido y lo abyecto a través de los procesos de ex-
clusión y discriminación de los diferentes en el contexto del baile,
aquellos quienes no están dentro de la esfera normativa:
Tengo amigos que a veces son bien putos, ya que no se atreven a
sacar a bailar a las chicas, incluso un día un compa tuvo la oportuni-
dad de mamasearse a una chava que era bien zorra y no se atrevió,
le saco el muy maricón. (Abimael, 18 años)

Este argumento implica un eje de doble filo a partir de lo cual


240

se disciplina, norma y se señalan los comportamientos que se con-


sideran “desviados” en los sujetos.
2. La de los patrones estéticos- La moda como medio impues-
to a través de la cual se pretende alcanzar ideales de perfección
corporal, analizando las formas de exclusión y discriminación por
clase, etnia, edad, nacionalidad y orientación sexual:
A mí me gusta bailar con chavas guapetonas, que tengan cuerpo de
botella (risas) las que están flacuchas y muy morenas no me llaman
la atención, a mí me gustaría perrear con una chica acá tipo de la de
`es hora´ de farruko. (Jimmy, 17 años).5

Así que vemos como se remarcan los modelos de belleza oc-


cidental que refuerzan la dicotomía normal-anormal además que
existen expresiones de violencia simbólica y real en los videos y el
baile del reggaetón a través del con quién sí o con quién no se baila.
3. La de la sexualidad y el género- Las complejidades del poder
se encuentran deslocalizadas y localizadas, se presentan de mane-
ra unitaria e interactiva a la vez, sin duda debido al carácter poli-
valente del sujeto las formas de poder, son complejas también. En
el reggaetón parto de la hegemonía heterosexual para dibujar el
marco en donde operan las relaciones de poder que disciplinan
y constituyen a los sujetos a través de la fuerza de la exclusión y
la abyección de los cuerpos que materializan los imperativos sociales del
género normativo y la heterosexualidad obligatoria, es por esta razón que
en el baile del reggaetón se puede analizar cómo los sujetos representan y
auto-representan relaciones desiguales y punitivas:
Sí tiene novio para qué baila reggaetón, se supone que le debería ser
fiel y no comportarse como una verdadera guÃàila. (Lucy, 20 años)

Así es como a través de la hegemonía heterosexual se permi-


ten ciertas relaciones, comportamientos, gestos, posiciones, movi-
5 
En este link pueden encontrar el video de “Es hora” de farruko y así se darán cuenta de qué
tipo de chava habla Jimmy, Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=rtQ8f6n0i5c

Devenir 24. Mayo-agosto, 2013. Año VI. Cuarta época.


mientos y usos del cuerpo, a partir del orden opresivo del mun-
do en binarismos y complementariedades que tienen como fin la
esencialización y la coherencia de los sujetos hombres y mujeres
remarcando un tipo de sexualidad y géneros posibles.
4. Cuerpo como medio de acción- En el baile del reggaetón el
cuerpo aparece como vía de las disciplinas corporales, pero tam-
bién como medio de reapropiación por parte de los sujetos:

241
En el reggaetón puedo experimentar con mi cuerpo y sentir cosas
que en otros tipos de baile no siento, además de que es un baile en
el que puedo jugar con mi pareja a través de besos, caricias y arru-
macos, tal vez en mi casa y en la suya no se pueda pero en la pista sí
(risas). (Antonio, 21 años)
En mi casa me regañan si salgo con shortcitos, mi papá se enoja,
pero me guardo mi short en mi mochila y me lo pongo cuando llego
a K ÃÅzis así le hacemos mis amigas y yo, nos ponemos de acuerdo
guardamos nuestra ropa en las mochilas y ya la señora del lugar sabe
que entramos nos ponemos nuestra ropa y luego se las dejamos en
paquetería, nos gusta que nos vean, antes me daba pena pero ahora
no, me gusta usar faldas y shorts para salir a bailar reggaetón, pero
me tengo que hacer todo un pancho para vestirme así (risas), además
la música me permite hacerlo, si uno ve los videos así se ven las chi-
cas así que no nos vemos mal. (Mariana, 16 años)

En estos dos argumentos se puede ver cómo es que los sujetos


a pesar de las normas sociales que les impiden expresar sus emo-
ciones o sentimientos y los gustos por la forma de vestir, crean es-
trategias por las cuales hacen lo que “ellos y ellas quieren”. Antonio
encuentra en el reggaetón una oportunidad para “jugar con su pa-
reja” y Mariana para vestirse como le gusta, cosa que en otros luga-
res se les complica, así que a pesar de que el reggaetón reproduzca
una sexualidad y un género normativo, los sujetos encuentran en
el tiempo y el espacio del baile una capacidad de acción para deci-
dir y crear estrategias que, si no rompen con el orden imperante sí
ponen en entre dicho su poder totalizante.
Como menciona Muñiz, a pesar de la clasificación, las pers-
pectivas son complejas y polisémicas; además de que se podrían
realizar mucho más, aunque estas tendrían que ver con los objeti-
vos de la reflexión.
De esta manera, el perreo como práctica corporal que engloba
las cuatro perspectivas que analicé, tiene como orden apremiante la
normalización de los sujetos por su “carácter eminentemente disci-
plinario y regulador” (Muñiz, 2010, pág. 26).
También, en el reggaetón a través de sus letras y la estética que

Maldonado R. El baile del reggaetón como práctica corporal... pp. 231-250


lo acompañan, va configurando un ideal del cuerpo que va diferen-
ciando a mujeres y hombres. Dicha producción del cuerpo importa
si cumple con los estándares exigidos, importa en tanto que repre-
senta genitales, senos y glúteos. Lo que importa del cuerpo es lo que
facilita el consumo visual.
Así, el imaginario del cuerpo que es resaltado no solo en el
reggaetón sino en los medios de comunicación y en las distintas
esferas sociales donde se le da un valor muy alto a la apariencia,
242

el género encarnado en el cuerpo distingue las partes que van a


configurar, por el alto significado cultural, el ser hombre y el ser
mujer. El pene es una parte del cuerpo que está catalogado como
indicador de hombría y conduce a centrar la sexualidad masculina
en esa zona. De esta manera, el reggaetón a través de su baile y su
producción audiovisual se conforma como un sistema de represen-
taciones sociales para dar materialidad al cuerpo generizado, que a
su vez, disciplina y regula a los sujetos dentro de límites bien fijos
en el ejercicio de la sexualidad.

Sobre la materialidad del cuerpo en el perreo


Kathy Davis (2007) mencionó que la búsqueda de cuerpos perfec-
tos-normales, el culto a la belleza y las prácticas corporales tendien-
tes a lograr el objetivo marcado por los modelos de mujer y hombre
no son una característica especial de la modernidad tardía, sino que
lo novedoso radica en su coexistencia con los discursos del recono-
cimiento a la diversidad y el de la libertad de los sujetos para actuar
sobre sí mismos y sobre sus vidas.
Es así como se presentan prácticas corporales paradójicas
como la cirugía estética, la pornografía y el trabajo sexual, por de-
cir algunas, que necesitan de “equilibrismos críticos” en los cuales
se localicen reflexiones que vayan más allá de moralidades “cien-
tíficas” que inserten a sujetos y prácticas sociales dentro de la di-
cotomía del bien y del mal; se necesitan, a mi parecer, reflexiones
que den cuenta de la complejidad de los sujetos y sus prácticas
sin el mandato del “¬°Ya no lo hagan!” o el “Háganlo de esta ma-
nera”; los sujetos sostienen prácticas que podrían estar reiterando
un orden social hegemónico de género y sexualidad, sin embargo,
es de suma importancia rescatar sus experiencias y vivencias para
llevarlas a cabo, con el fin de no recaer en una victimización o en
una agency de facto.
El perreo como práctica corporal (Muñiz, 2010) tiene como or-
den apremiante la normalización de los sujetos; por un lado, el baile

Devenir 24. Mayo-agosto, 2013. Año VI. Cuarta época.


del reggaetón tiene un carácter eminentemente disciplinario y regu-
lador que inserta a los sujetos dentro de las imperantes normas de
sexualidad y de género, y por otro, se presenta como una práctica
transgresora que pone en contradicción las “normas” que la acatan.6
En K´zis hay algo que siempre llama mi atención; si el perreo
suena los cuerpos se mueven, y las y los jóvenes empiezan a bailar,
aunque la forma en la que lo hacen se distingue de gran manera.

243
Los movimientos en el baile materializan discursos que divi-
den el estar y el hacer de los sujetos; a través del género normativo
binario se reproducen los roles activo y pasivo de lo masculino y lo
femenino que impone “sutilmente” la norma heterosexual.
De esta manera, podemos ver grupos o parejas de chicas que
bailan entre sí; sin ningún problema (la mayoría) se dan la espalda,
se agachan, pegan pechos e incluso simulan y se dan nalgadas,
sin embargo la interacción entre los varones se da de manera dis-
tinta, ya que no bailan el perreo al menos que sea con una chica y
mientras consiguen pareja de baile solo mueven el pie y cantan las
canciones, al mismo tiempo que observan y comentan acerca de
los traseros de las chicas que bailan o pasan frente a ellos.
Estas normas diferenciadas de interacción entre sujetos del
mismo sexo se da a través de las disciplinas y regulaciones que
impone la heterosexualidad obligatoria y la cultura de género; así
que la materialidad del cuerpo se constituye a partir de estos dos
imperativos sociales.
a) Las nalgas en el perreo: género y sexualidad
Las nalgas o el booty7 indican un espacio en el cuerpo en donde
se localizan los discursos y las prácticas hegemónicas de género y
sexualidad.
Es frecuente que cuando uno transita por la ciudad de Puebla
las miradas de los hombres y las mujeres apunten mayormente ha-
cía ese lugar8, y no es raro que pase eso, debido al gran bombardeo
visual que nos topa día con día en los programas de televisión, en los
puestos de periódicos, en el cine, en las páginas porno, en las tiendas
de pantalones de mezclilla y en las portadas de los discos y videos

6 
Para los objetivos del presente congreso me enfocaré a discutir el carácter disciplinario y
regulador del baile del reggaetón.
7 
Esta palabra se utiliza en el contexto del reggaetón para referirse a las nalgas o el culo,
especialmente de las mujeres.
8 
Aunque mayormente es la de los hombres, esto responde a la constitución de la subjeti-
vidad masculina enmarcada bajo las lógicas corporales de la heterosexualidad, lugar que se
cuida y lugar que se posee.

Maldonado R. El baile del reggaetón como práctica corporal... pp. 231-250


del reggaetón, incluso en facebook hay una página que se denomina
“nalgas CLUB”9y en esta página que tiene 6, 983 “me gusta” se exhi-
ben fotografías de chicas que muestran el culo en diferentes contex-
tos: encima del volante de la motocicleta, en el sillón, en el interior
de un auto y en la cama, aunque hay una foto de un chico que esta
de espaldas e inclinado, usa una tanga y escribió “Quiero hombre
mayor que me penetre por primera vez agrégame o msj. por inbox”
y el comentario de una chica que publicó “Ola t gustaría plublicar
244

unas fts mías pasa m un correo y t las envio si”, así vemos que quien
administra la página no solo sube fotos sino que también las y los
usuarios son participes del contenido de la página.
En el buscador de google1110 la palabra “nalgas” tiene 11,900,
000 resultados y las primeras tres páginas dicen lo siguiente:
1. Nalgas las mejores nalgas
2. Pero que ricas nalgas
3. Nalgas en Cancún segunda parte
En imágenes de google la palabra arroja 310, 000 resultados y
todas las imágenes son
de mujeres. Cuando
puse “nalgas y reggae-
tón” el buscador arrojó
516, 000 resultados y
las primeras tres pági-
nas dicen:
1. Como sudan las nal-
gas
2. Mujeres bailando re-
ggaetón
3. Las mejores nalgas
perreando
Y la mayor parte
de imágenes que sa-
len en el buscador de
google cuando escri-
bes “reggaetón” son de Imagen que encontré en google “imágenes” cuando
mujeres y traseros que busque la palabra reggaetón.
dicen esa palabra.

9 
Nalgas CLUB disponible en: http://www.facebook.com/NoMeJodasEnserio o desde facebook
busca “nalgas CLUB”.
10 
La revisión de las páginas de facebook y del buscador de google las realicé entre los meses
de septiembre y octubre de 2012, las cifras y los resultados pueden variar hoy en día.

Devenir 24. Mayo-agosto, 2013. Año VI. Cuarta época.


Hay un video que se llama “El mellao”11del cantante de reg-
gaetón Julio Voltio que refleja el papel de las nalgas en la vida co-
tidiana, aunque este papel está representado bajo la lógica hetero-
sexual. Al empezar el video se deja claro a qué se refiere la palabra
“mellao”, según el video se refiere a dos cosas distintas, por un lado
significa “boca sin dientes” y por otro “pantalón muy apretao”, así
es como a partir de un malentendido el cantante empieza a narrar

245
la historia: él se encuentra mirando el cadencioso caminar de una
chica, aunque después le llama la atención un personaje que se
encontraba en la calle comiendo, a lo que él grita “Cómo mastica
ese mellao”, refiriéndose a cómo es que come esa chimuelo, ahí es
donde radica el malentendido y deviene la connotación sexual, ya
que la chica voltea y lo toma como una ofensa, a lo que supongo
ella interpreto “cómo es que coges con ese culo” y le responde a
Julio con una cachetada.
Además es interesante que Julio está interpretando un perso-
naje que viste con un casco y un chaleco amarillo que indica que
está trabajando en una construcción y reforzando el estereotipo de
los “albañiles” como los principales “acosadores sexuales”. Después
el video pasa de la zona de construcción, a la barbería dónde se en-
cuentran siete varones13 mirándole el trasero a la chica que está
barriendo, y después a la lavandería donde una chica le enseña a
Julio su tanga, además mientras todas estas imágenes se entretejen
y crean una imaginaria realidad, Julio canta “bien pegao mami bien
pegao”, “saca lo que tienes guardao”, “reggaetón pa que mueva el
bom bom”, de esta manera se arma toda una coreografía que cen-
tra en las nalgas, el booty, el bom bom o el tumbao el discurso y la
práctica musical que deviene en la disciplina de la mirada.
Pero a todo esto ¿qué papel juegan las nalgas en el perreo? Las
nalgas representan un especio visual objetivado del cuerpo, espa-
cio en donde se materializan prácticas y discursos que las socieda-
des contemporáneas fabrican para generar:
... modelos corporales fabricados, construidos a base de muchos pro-
ductos, desde ropa diseñada cuidadosamente para resaltar redonde-
ces donde no las hay, hasta la cirugía plástica, utilizada para corregir
determinados rasgos que se consideran indeseables, sin olvidar las
horas de gimnasio, los anabólicos, las prótesis y los silicones que
permiten moldear los cuerpos. (List, s/f)
11 
El mellao de Julio Voltio, disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=nEljeTy7YkU&
feature=related 13 Especialmente el barbero (Rene de Calle trece) es quien no quita los ojos
de encima a las nalgas de la chica, incluso Julio lo despierta cantando “que no se duerma el
aprovechao”

Maldonado R. El baile del reggaetón como práctica corporal... pp. 231-250


De esta manera, es que a partir de estos productos, el cuerpo
se fragmenta, tomando más importancia algunas partes del cuerpo
que otras, y estas partes están marcadas bajo la lógica reguladora
del sexo que disciplina a los sujetos a través del género a partir
de un conjunto de actos clasiales, raciales y estéticos sostenidos y
constituidos. En el reggaetón, la vestimenta de las mujeres radica
en mostrar las piernas, las tetas y las nalgas, mientras que la de los
hombres apunta a enseñar las cuadraturas de la espalda, el abdo-
246

men y los brazos, por ello la estilización del cuerpo constituye el


género (Butler, 1998) y el género, a su vez, representa una tecnolo-
gía política en el cuerpo (de Lauretis, 1989).
En el perreo, la materialidad del cuerpo se constituye en las
relaciones heterosexuales, sitio primario, donde la diferencia de
género es re-producida. Es de este modo que hay partes del cuer-
po permitidas en las relaciones entre los sujetos del mismo sexo;
como ya lo apunte antes, en K´zis es común ver a las mujeres bailar
reggaetón, pero los hombres lo hacen de distinta manera, Abimael
me contó que:
Mientras busco pareja de baile, estoy bailando con mis compas en la
mesa o en el lugar donde estemos, así vemos quien pasa, vemos que
tal están y si están chidas pa´ bailar (Abimael, 18 años).

Cuando Abimael me dijo que “bailaba con sus compas” mien-


tras buscaba pareja de baile, le pregunté cómo bailaba con sus ami-
gos, a lo que él me contestó “Pues nos tomamos de los hombros y
brincamos en rueda”, yo después le pregunté ¿bailas igual con la
pareja que esperas?:
No que va, yo con la chica que espero quiero perrear intensamente,
ya sabes ¿no? Darnos nuestros arrumacos, voltearla y ver qué pasa,
chance y con el paso de las canciones hasta nos besamos, y eso pus
no lo hago con mis compas, imagínate yo dándole la espalda al Lalo
(risas) no manches, eso solo las mujeres, me vería bien puto bailando
reggaetón con mis compas (Abimael, 18 años).

El argumento de Abimael muestra que dar la espalda en el


perreo representa dar las nalgas y eso significa ser “puto”12, List al
respecto comenta que:
12 
En los conciertos, los cantantes de reggaetón tienen acompañantes que bailan mientras
ellos cantan, sus acompañantes suelen ser hombres y mujeres que bailan en pareja (hombre-
mujer), pero cuando se acercan a los cantantes para perrear solo lo hacen las bailarinas,
nunca he visto en conciertos por tv o en vivo que se acerque un chico a perrear, a darles
la espalda o a llegar hasta abajo con ellos, sin embargo, con las cantantes se acercan tanto
hombres como mujeres.

Devenir 24. Mayo-agosto, 2013. Año VI. Cuarta época.


Las nalgas son una parte importante del cuerpo y en la masculinidad
marcan su papel dentro de la construcción de identidades sexuales...
Dentro de los imaginarios genéricos, las nalgas corresponden a una
parte de la anatomía asociada a la recepción pasiva de contactos,
así como una vía de acceso en la penetración, ergo, dentro de la
sexualidad es considerado femenino recibir y disfrutar el placer ahí
generado. (List, s/f)

247
De esta manera “solo las mujeres dan la espalda”, debido a
la naturalización del cuerpo y el uso de los orificios que el pensa-
miento heterosexual propone; dar la espalda o las nalgas por parte
de un hombre a otro hombre presupondría una “feminización” en
donde el fantasma de la homosexualidad rondaría; la homosexua-
lidad sigue siendo interpretada con el estereotipo tradicional del
sujeto femenino que le gusta que le den por atrás; sin embargo,
hay muchas prácticas sexodiversas que implican la penetración,
por ejemplo de dedos, dildos, penes, puños o el llamado “beso
negro”13que implican a cualquier tipo de parejas.
Aunque ¿por qué existe más preocupación por parte de los
hombres a dar la espalda a otros hombres, y no de las mujeres a
otras mujeres, en el baile del reggaetón? Esto se debe al ordenamien-
to sexual y a la cultura de género que las sociedades contemporá-
neas conforman; es así como se piensa que las formas para acceder
al placer son aquellas que pasan por la sexualidad folocéntrica en
donde los géneros binarios encarnados en los cuerpos sexuados se
complementan, de esta manera se constituye el campo inteligible
del uso del cuerpo en el reggaetón, en ese campo, las nalgas o dar
la espalda marcarán la materialidad del cuerpo, en donde quienes
no actúen bien su distinción de género serán castigados a través
de actos homofóbicos y misóginos, por eso se escuchan palabras
como “zorra”, “puto” o “maricón” que conllevan el fin punitivo. Así
que, la materialidad del cuerpo en el perreo significará:
El cuerpo hetero producto de una división del trabajo de la carne
según la cual cada órgano se define por su función. Una sexualidad
cualquiera implica siempre una territorialización precisa de la boca,
la vagina, el ano. Es así como el pensamiento heterocentrado ase-
gura su vínculo estructural entre la producción de la identidad de
género y la producción de ciertos órganos como órganos sexuales y
reproductores. (Preciado, 2005, pág. 128)

Debido a ello, pongo el acento en que es importante discernir


13 
Estimulación anal por medio de los labios y la lengua.

Maldonado R. El baile del reggaetón como práctica corporal... pp. 231-250


las condiciones de opresión que resultan de la reproducción ana-
lizada, en el contexto del perreo, de las identidades de género que
sostienen las categorías esencialistas, distintas y binarias de hom-
bres y mujeres que aparecen como la configuración natural de los
cuerpos en sexos que existen en una relación binaria y mutua que
establece el imperativo heterosexual.
Contrarrestar la hegemonía sexual y genérica en el perreo, im-
plica cuestionar las restricciones del uso de los placeres y el cuer-
248

po; en la frase “en el perreo, sÓlo las mujeres dan la espalda” o las
nalgas, se deja claro que:
Las restricciones establecidas por los imaginarios de la hete-
rosexualidad son las que limitan las posibilidades de disfrute del
cuerpo. Por tanto, en la medida en que los sujetos se sientan me-
nos amenazados por el fantasma de la homosexualidad, otorgarán
menos importancia a esos límites culturales y podrán permitirse
explorar las posibilidades de disfrute del placer a través de todo el
cuerpo y todos sus sentidos. (List, s/f)
Es así como en los actos corporales del perreo quedan estable-
cidas las normas sociales que llevan a la constitución de los suje-
tos en un espacio corporal culturalmente restringido, aunque los
mismos actos y su contradictoria constelación son los que ponen
de manifiesto la corporalidad transgresora, ya que desde puntos
ajenos al contexto del baile: las y los jóvenes que perrean rompen
con la “buena moral” de la incoherente norma heterosexual.

Referencias de las fuentes citadas


BUTLER, J. (2002): Cuerpos que importan: sobre los límites materia-
les y discursivos del “sexo”. Buenos Aíres: Paidós.
BUTLER, J. (1998): “Actos performativos y constitución del género:
un ensayo sobre fenomenología y teoría feminista”, en Debate
Feminista, año 9, vol. 18, octubre de 1998, pág. 296-314.
DE LAURETIS, T. (1989): “La Tecnología del Género”, en Technologies
of Gender, Essays on Theory, Film and Fiction. London: Mac-
millan Press, pág. 1-30.
FOUCAULT, M. (2007): Historia de la sexualidad. La voluntad del sa-
ber, vol. I. México: Siglo XXI.
FOUCAULT, M. (s/F): Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión. (Ver-
sión pdf) Fuente: Biblioteca_IRC. Edición: Proyecto Espartaco.
LIST REYES, M. (s/f): La percepción del cuerpo masculino, en En-

Devenir 24. Mayo-agosto, 2013. Año VI. Cuarta época.


kidu. Disponible en: http://www.enkidumagazine.com/
art/2004/020304/E_022_020304.htm (23 de agosto de 2012:
3.45pm)
MUÑIZ, E. (2010): Las prácticas corporales. De la instrumentalidad a
la complejidad. Universidad Autónoma Metropolitana- Azca-
potzalco. México: Anthropos.

249
PRECIADO, B. (2005): “Devenir bollo-lobo o cómo hacerse un cuerpo
queer a partir de El pensamiento heterosexual”, en D. CÓRDO-
BA; J. SÁEZ; P. VIDARTE (Editores); Teoría queer. Políticas bolle-
ras, maricas, trans y mestizas. Madrid: EGALES.
Direcciones de Internet
Nalgas CLUB disponible en: http://www.facebook.com/NoMeJoda-
sEnserio o desde facebook busca “nalgas CLUB” (Consulta: 12/
septiembre/2012 y 22,25/octubre/2012)
El mellao de Julio Voltio, disponible en:
http://www.youtube.com/watch?v=nEljeTy7YkU&feature
=related (Consulta 22/octubre/2012).

Maldonado R. El baile del reggaetón como práctica corporal... pp. 231-250

Das könnte Ihnen auch gefallen