Sie sind auf Seite 1von 29

“YA NO SON MUJERES… SON POTENCIALES DENUNCIAS”

REPRESENTACIÓN DE LA LEY CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER EN HOMBRES


VIOLENTOS

La violencia de género es una de las problemáticas actuales de mayor relevancia y con mayor
número de casos que la evidencian, en algunos casos esta problemática resulta trágica. Por
tales motivos diferentes grupos sociales se ocupan de promover la no violencia a través de
diferentes modalidades y de la formación de grupos que reclaman justicia ante situaciones de
esta índole.

Se trata a partir de diferentes estudios evaluar la eficacia o no del tratamiento de la violencia


desde el ámbito judicial tanto civil como penal.

Las personas más vulnerables son las mujeres y los niños que sufren como consecuencia.

Esta problemática social implica un trabajo articulado desde diferentes sectores del poder y de
diferentes disciplinas. Entra en juego el poder judicial a partir de leyes.

Es esencial la intervención del psicólogo Jurídico Forense tanto en la formación de leyes (a


partir de sus aportes) como para realizar las pericias psicológicas necesarias tanto a la víctima
como al victimario.

Cuando hablamos de violencia de género nos referimos precisamente a la violencia que se


ejerce contra la mujer ya sea de carácter físico, psicológico, o ambos.

En relación a las medidas de seguridad que se toman a partir de una denuncia por violencia de
género se ponen en juego las concepciones del hombre respecto a una mujer que se toma el
atrevimiento de denunciar. Esto tiene que ver con las representaciones sociales puestas en
juego respecto a lo que significa la mujer. El hombre suele interpretar la ley como un acto de
injusticia. La justicia para estos es una justicia que apaña. El considera que la mujer exagera,
que ella cree tener poder y que por eso hace lo que hace. Por lo tanto la mujer es considerada
su objeto, su mujer que no puede accionar contra él. Creen estar exentos del peso de la ley. El
hombre ejerce violencia sobre la misma como un castigo a un accionar de esta, no reconoce la
violencia como tal, siempre es justificada. “Las representaciones sociales o individuales hacen
que el mundo sea lo que pensamos que es o que deba ser” (Moscovici, 1961). Las
representaciones sociales acerca de la mujer, de su valor y de su significado son muchas veces
individuales, o son adquiridas a partir de la sociedad misma.

Esta compleja problemática tiene objetivos, en relación al derecho es buscar tiempo y una
pausa a la violencia, determinar si hubo o no delito, generar medidas de prevención de nuevos
delitos. La psicología por su parte busca entender los mecanismos psíquicos que conducen a
un sujeto a determinados hechos y los significados subjetivos que vehiculizan sus
comportamientos.
EL CAMBIO ES POSIBLE
MEJOR EFICACIA EN LAS INVESTIGACIONES DE ABUSO SEXUAL EN TUCUMAN
Dr. Tony Butler
Introducción

En investigaciones llevadas a cabo principalmente por psicólogos se han identificado


procedimientos y protocolos que permiten a los niños/as victimas hacer un relato detallado de
sus experiencias de abuso sexual. Estos procesos de entrevista permiten obtener otras pruebas
de corroboración y también brindan a la justicia pruebas claras e inequívocas contra el
presunto delincuente.

Se pueden dar como ejemplos mejoras logradas en los últimos 25 años. No solo mejorías en la
calidad de las pruebas que respaldan las acusaciones sino que, también, se ha reducido el
trauma experimentado por las victimas durante la investigación y el juicio.

Los desafíos

En muchos aspectos, el delito de abuso sexual infantil tiene muchas características únicas en
comparación con otros delitos. Por ejemplo:

En la mayoría de los casos la victima conoce al abusador, que es a menudo miembro familiar.

El niño/a no quiere hablar de su experiencia, porque el abusador lo ha amenazado o ha


utilizado otras técnicas para evitar que denuncie el abuso.

No hay otros testigos del delito porque el abusador elige el momento y el lugar para el abuso
cuando no hay otras personas presentes.

Si el niño/a denuncia el abuso, el abusador usara su estatus como adulto para acusarle de que
esta mintiendo.

Cuando los casos llegan a juicio penal, a menudo no hay pruebas suficientes para condenar al
delincuente.

La entrevista debería hacerse tan pronto como sea posible después la denuncia del crimen
para reducir la posibilidad de que lo que el niño/a recuerda se pierda o se contamine en sus
conversaciones con otras personas.

Punto de referencia en las buenas prácticas internacionales

Se debe tener cuidado en todas las etapas. El proceso que deberían seguir las personas que
reciben las denuncias de abuso sexual infantil debería cumplir con protocolos acordados. Estos
protocolos deberían constituir la base de la capacitación.

El niño/a no debe estar presente cuando el oficial de policía toma la denuncia.

Una vez remitida la denuncia al fiscal o juez es importante reducir el retraso desde la denuncia
hasta la entrevista de prueba testimonial. Será necesario considerar si se requiere o no de
examen médico.

La entrevista de prueba testimonial debería ser objeto de un proceso de planificación realizado


en conjunto por fiscal, juez y los psicólogos.

La entrevista debería grabarse y la grabación debería usarse como prueba en el juicio penal.
La experiencia en Argentina y otros países

Los problemas descriptos a continuación reducen la posibilidad de obtener pruebas durante la


investigación y, además, revictimizan al niño/a durante la investigación

Duplicación del trabajo cuando distintos profesionales realizan las mismas tareas

Falta de capacitación de profesionales

Muchos casos donde jueces, fiscales y psicólogos no trabajan como equipo integrado

La entrevista de prueba testimonial no se planifica lo cual limita la posibilidad de obtener


información detallada

La mayoría de las salas de entrevistas tienen problemas de diseño importante en cuanto a la


calidad de grabación, uso de grandes espejos, pasillos de espera abiertos al publico

La capacitación – la entrevista de prueba testimonial

La razón de muchos de estos problemas es que no se comprende realmente que es necesario


reconocer las características únicas que tienen las entrevistas de prueba testimonial con
niño/as. Fiscales, jueces y psicólogos tienen muchas presunciones con respecto a este
procedimiento. Una de los grandes problemas de la capacitación de psicólogos en las
entrevistas es demostrar la diferencia entre el tipo de entrevista terapéutica y la entrevista de
prueba testimonial.

Definición de entrevista de prueba testimonial

La entrevista de prueba testimonial a un niño/a víctima o testigo es el proceso de obtener la


mejor información posible sobre un presunto delito y también otras informaciones que
pueden ser relevantes para la investigación.

Planificación de la entrevista

El proceso de la entrevista puede dividirse en dos etapas:

 la primera es el proceso de planificación de la entrevista.


 la segunda es la entrevista concreta del niño.

Proceso de la entrevista en cuatro fases

El proceso de la entrevista en cuatro fases es un enfoque integrado para crear un ambiente


que facilite al niño/a a la máxima recordación de sus experiencias de una manera estructurada,
brindando una prueba clara e inequívoca para respaldar el procesamiento del delito.

La primera fase es la de relacionamiento o rapport, es el proceso para construir la confianza


del niño/a en el entrevistador, crear los cimientos de la relación entre ellos, siendo el niño el
participante mas importante porque tiene la información que es requerida por el
entrevistador. En esta etapa se van a pautar las Reglas Basicas.

Toda la entrevista de prueba testimonial se basa en una sola pregunta “cuéntame qué
sucedió”, invita al niño a comenzar a contar libremente lo sucedido. El entrevistado debe
resistir la tentación de interrumpir al niño en su relato. Debe esperar a que este termine y
recién allí hacer un resumen de lo contado por el niño asi este tenga lugar a reflexionar sobre
lo que dijo.
Luego la entrevista llega a la fase del cuestionamiento, pero lo esencial es que se siga haciendo
lo mas posible en la forma de una invitación a que el niño responda con narrativa libre. En
algún momento resultara apropiado hacer preguntas mas directas, pero dentro de lo posible el
entrevistado debe continuar usando las invitaciones para obtener respuestas mas de narrativa
libre.

El uso de resúmenes para volver a reproducirle lo que dijo es una parte importante del proceso
en todas las etapas.

La fase final de la entrevista es el cierre. Cuando el entrevistador cree que se han cubierto
todos los temas y tópicos del plan de la entrevista agradecerá al niño/a por haberle ayudado,
luego dirá que va a resumir lo que se dijo e invitara al niño a corregirle o agregar mas
información que no haya dicho y que quiera contar.

Conclusión

Gracias a la intervención del doctor en las provincias de Tucumán, Formosa y Jujuy se lograron
grandes cambios tendientes al progreso en el procedimiento de los casos de abuso sexual a
menores. Como ser capacitaciones a profesionales, cursos informativos, adquisición de
elementos de trabajo, reformación de salas de entrevista; lo cual fue posible gracias a la
colaboración de los profesionales pertinentes.

FUNDAMENTOS DE LA INVESTIGACIÓN NEUROPSICOLÓGICA EN EL ÁMBITO


JURÍDICO Y FORENSE
Psic. Alejandro Javier Zamar
En primera medida, podemos mencionar que lo que refiere la práctica de la evaluación
psicológica a lo largo de la historia fue modificándose y avanzando de manera considerable
con respecto a sus teorías y postulados. Uno de los grandes aportes que nos parece
interesante mencionar es el saber el de la Neuropsicología, la cual brinda un paradigma
biológico y científico con respecto al comportamiento humano. Por lo tanto, debemos tener en
cuenta que un magistrado puede solicitar una evaluación de este tipo a un profesional experto
en el tema para brindar explicaciones científicas con respecto al tema a tratar.

Es por ello que es necesario estar en constante actualización y al tanto de estos avances para
que la práctica profesional del psicólogo en el ámbito jurídico y forense responda a un perfil
adecuando con respecto a su labor.

A continuación se desarrollara tres puntos importantes a tener en cuenta para una adecuada
comprensión de la misma, a saber: en un primer momento, se realizara un marco histórico
contextual del psicodiagnóstico, luego se referirá el informe propiamente dicho como una
herramienta pericial y por último el perfil del experto en esta práctica.

El psicodiagnóstico. Historia de una practica

La historia de la evaluación y el psicodiagnóstico en la argentina fue ganando prestigio dentro


de los profesionales de que se encontraban en la salud mental, teniendo en cuenta esto no
debemos dejar de lado que durante la década de los 60 existió una grande lucha para que los
psicólogos dejen de ser considerados como auxiliares de los médicos psiquiatras. También
debemos mencionar que en la década de los 80 la Resolución sobre Incumbencias del Título
de Psicólogo por parte del Ministerio de Educación expresaba que se prohibía para el psicólogo
el ejercicio de psicoterapia, psicoanálisis y administración de psicotrópicos, y en consecuencia
de esto se generó una lucha interna en el ámbito de la psicología en ese entonces.

Las técnicas proyectivas surgen en 1950 a partir de los aportes de Murray, Rapaport, Frank y
Bellak en torno a las cuales emergieron las discusiones y desacuerdos con aquellos que
compartían el neopositivismo y cuestionamientos realizados por el psicoanálisis de la época.
Luego en 1988 la Lic. Renata Frank Verthely, la Lic. Graciela Celener y la Lic. Teresa Veccia
desarrollaron en las Jornadas Nacionales en Tucumán que las técnicas proyectivas se hallaban
atravesadas por distintas concepciones teóricas como también por dificultades en cuanto al rol
del profesional, las jerarquizaciones y desjerarquizaciones.

A partir de los 90, la concepción de la evaluación psicológica se ubicó dentro de un punto de


vista mucho más amplio, en donde tanto la técnicas proyectivas como psicométricas
comenzaron a ser herramientas auxiliares en la toma de decisiones dentro de distintos
ámbitos de la práctica profesional psicológica, por lo que se las comenzó a utilizar dentro del
área laboral, comunitaria, jurídica, clínico, educacional.

Sin embargo, se debe mencionar que académicamente las técnicas proyectivas y psicométricas
se encontraban divididas como por ejemplo en la curricula de la UBA, aunque tras arduas
discusiones y la necesidad por parte de los profesionales de una curricula combinada, como
fue el caso de la Universidad de Santiago del Estero DASS aunque luego se modificó, dio lugar
al consenso en la Universidad Nacional de Tucumán en 2015 en razón del primer curso de
Especialización de Evaluación y Psicodiagnóstico.

De esta manera se incrementaba la demanda por profesionales que estuvieran capacitados en


el uso científico y ético que conllevan el diagnóstico psicológico. Por lo que la investigación
ofrecía el punto de unión entre la clínica y las técnicas de evaluación.

Finalmente, es necesario mencionar que la neuropsicología, se define como: “aquella disciplina


científica que estudia la relación entre las estructuras y funcionamiento del sistema nervioso
central y los procesos cognitivos-comportamentales” (Burin D, Drake M, Harris P, 2013, p27).
La misma surge luego de la Segunda Guerra Mundial que tiene por objetivo evaluar tanto las
funciones cognitivas como las comportamentales que se encuentran en relación al Sistema
Nervioso.

El informe neuropsicológico como herramienta pericial

Primeramente mencionaremos que, las variables intervinientes en el informe profesional de


un proceso de psicodiagnóstico dependen del ámbito donde se desarrolla. Las variables
generales que no deben excluirse son:

 Ser un documento científico


 Servir como documento de comunicación
 Ser útil

Así, los magistrados emiten su pedido de forma clara y puntual sobre lo que desean saber, lo
que llamamos “puntos periciales”. Este escrito tiene ante la ley la categoría de prueba dentro
del proceso jurídico. El artículo 253 del Código de procedimiento dice que “el juez podrá
ordenar pericias siempre que para conocer algún hecho o circunstancia pertinente a la causa,
seas necesarios conocimientos especiales de alguna ciencia, arte o técnica.”
En el ámbito jurídico el informe tiene carácter de esclarecimiento por lo que, como auxiliares
de la justicia, comunica a profesionales de las aéreas legales las incumbencias de nuestra
profesión que ellos requieran ya sea una evaluación rigurosa en relación al hecho cometido,
investigar las características de personalidad, interconsultas con equipos interdisciplinarios,
brindar datos que luego pueden ser correlacionados por los funcionarios con otras pruebas.

La evaluación neuropsicológica es una herramienta sumamente práctica que consta de corta


duración, la misma permite dar evidencia de alteraciones funcionales que todavía no han
mostrado su correlato orgánico. También puede realizar una valoración de las áreas cognitivas
y comportamentales en riesgo y aquellas que ya se encuentran en déficit o deterioro. Además,
determina en caso de patológicas diagnosticadas anteriormente, la evolución de la misma y la
evaluación actual definiendo si los síntomas son progresivos o no y si puede ser tratada.

Las técnicas que se utilicen van a depender de la sintomatología que se evalúa o la demanda
que surja. Existen test específicos de memoria, atención, funciones ejecutivas, etc. que
muestran su correlato con el Sistema Nervioso.

Detectar la sintomatología brinda evidencias del correlato de la estructura anatómica y


funcional que permite desarrollar diagnósticos confiables. La posibilidad de realizar este tipo
de evaluación permite una nueva forma de explicar los comportamientos psicopatológicos
para el esclarecimiento de una investigación penal, desde una mirada psicobiológica.

En todas las áreas deben primar los derechos del evaluado, tanto de su consentimiento, la
confidencialidad y la no invasión de su intimidad, que se encuentra en el consentimiento
informado y bajo las leyes que ampara la práctica pericial.

Perfil del experto

“El instrumento de trabajo del entrevistador es él mismo su propia personalidad” afirma José
Bleger. Esta frase ilustra claramente la característica del evaluador que es un ser humano
evaluando y estudiando nada más ni nada menos que a otro ser humano. Ante esta condición
fundamental de la evaluación, se encuentra en la obligación de actuar disociado, por un lado
se identifica con el paciente y por otro parte se mantiene al margen de la identificación.

Es un proceso que es a la vez activo y pasivo, se dice que el proceso es activo en tanto que el
entrevistador realiza distintas actividades a la vez como escuchar, observar y realizar síntesis, a
la vez que formula hipótesis en su mente y reflexiona descartando o confirmando las mismas.
Y en cuanto a la parte pasiva del proceso en medida que tolera las ansiedades y tiende a tomar
una actividad receptiva, deja desenvolverse y expandir el discurso.

Cabe aclarar que para el ejercicio de esta práctica se requiere de una habilitación especial que
es otorgada y garantizada por los organismos del estado que regulan la profesión, así es
fundamental que el profesional haya transitado por la etapa académica y que cuente con los
conocimientos necesarios tanto del ámbito clínico como de las problemáticas pertinentes. Esto
permitirá que la elección de las técnicas se haga de manera adecuada a lo que se evalúa, a
partir del criterio técnico se determina cuales se utilizaran, acompañado de las obligaciones
éticas. Por lo que en el proceso diagnóstico, así como su experiencia personalidad y estilo
cognitivo.

Veccia refiere a 5 puntos clave en la formación del experto:

 Psicoterapia personal.
 Conocimiento y formación teórico-práctica actualizada y constante.
 Training especializado.
 Practica en investigación con los distintos modelos de instrumentos.
 Supervisión de los casos.

Para lo cual la Asociación Argentina de Estudio e Investigación en Psicodiagnóstico (ADEIP)


plantea que “Se debe acreditar una sólida formación teórico-práctica sobre métodos de
exploración y evaluación psicológica proyectivos y/o cognitivos, que garantice la validez
científica de sus conclusiones psicodiagnósticas”. Por lo que se establece como criterio general
para el profesional: Conocer los marcos de regulación procesal dentro del ámbito jurídico, sus
posibilidades de intervención así como también los límites de la misma.

MEDIDAS EXTRAORDINARIAS DEPÓSITO/ PROTECCIÓN DE PERSONA, MENORES EN


RIESGO- Lic. Alvaro Jimenez Augier

Presentación de dos casos

Nos pareció oportuno comenzar por brindar un resumen de dos casos expuestos en el artículo.

El primero de ellos, da cuenta de la situación de niños en riesgo dentro de su ámbito familiar,


principalmente por ser víctimas de malos tratos o abandono por parte de sus progenitores o
familiares directos a cargo.

Al momento de ser recibida la denuncia, el juzgado de Familia interviniente ordena el depósito


del o de los niños en un instituto dependiente de la DINAF, según su edad y sexo.

Se oficia al Oficial de Justicia o Juez de Paz, según el lugar de residencia del niño u hospital que
se encuentre, junto a un Trabajador Social del Gabinete Psicosocial y a la Policía de la zona
para el inmediato cumplimiento de lo ordenado.

Esto implica claramente que el Trabajador Social designado, actúa sin conocimiento previo de
la situación que ha generado la orden, y sin ser consultado respecto a las formas en las en las
que se podría intervenir para la mejor resolución de esa medida. Sin embargo es el principal
responsable encargado de conseguir un vehículo para el traslado de los niños, y coordinar
tanto al oficial de Justicia como al oficial de Policía, tarea que debería ser realizada por el
Defensor de Menores interviniente. La actuación del Trabajador Social resulta central, por el
hecho de que es el encargado de interactuar con las partes, explicando los alcances de la
medida y los posibles pasos a seguir, aún más importante en situaciones donde se presenta
violencia y/o agresividad y es necesario salvaguardar la integridad del o los niños.

Además hay que aclarar que recientemente se ha incorporado dentro de los mandamientos el
ingreso de un Psicólogo, con el objetivo de que su accionar permita que al ejecutar la medida
ordenada por el Juez, ésta resulte “lo menos traumática posible”. También debe propiciar
contención al niño.

Respecto a esto el autor plantea que se pasa de un proceder extraordinario a uno ordinario, en
tanto que las autoridades no apelan a la intervención previa de un equipo de profesionales,
quienes posteriormente sí suelen intervenir con informes sociales y psicodiagnósticos.

El segundo caso presentado hace referencia a mujeres víctimas de violencia por parte de su
pareja, que deciden, para poner un fin a este vínculo conflictivo, retirarse de la vivienda
familiar en la que se encuentran sus hijos menores y realizar la denuncia en la Oficina de
Violencia Doméstica. La misma, deriva como caso urgente al Juzgado de Familia
correspondiente con el objetivo de que los niños queden bajo la custodia de su progenitora.

En estos casos, si no se toman las medidas necesarias o si la resolución judicial demora en


concretarse puede constituir un riesgo mayor para la persona involucrada, debido a que se
presenta la posibilidad de que el agresor busque a la víctima y de manera violenta le exija
regresar a la vivienda conyugal o, por otro lado, que al lograr la mujer recuperar a sus hijos y
trasladarse junto a estos a una nueva vivienda o de algún familiar, sin contar con la protección
policial, se repitan los actos violentos.

En este tipo de medidas extraordinarias se suelen presentar agresión verbal entre las partes, el
involucramiento de más familiares o vecinos que toman partido por alguna de las partes y la
utilización de los hijos, los cuales son tomados como objetos por sus progenitores.

Perversión y operadores judiciales

Lic. Emiliano Gato, psicólogo perteneciente al poder judicial de Tucumán.

El concepto de perversión, es una idea relativamente nueva en la historia, que apareció


asociado a la psicopatología de la sexualidad en el año 1886. Se define como “toda
manifestación del instinto sexual que no responde al objetivo de la naturaleza, es decir a la
perpetuidad de la especie”.

Freud señala que el fin sexual normal tiene un rasgo o carácter perverso siempre asociado, en
función de las pulsiones parciales asociadas a las zonas erógenas, previas a la organización
genital.

El único fin de la pulsión es la satisfacción, y en tanto la sexualidad humana busca satisfacción


por fuera de las funciones genitales, es esencialmente perversa. Por lo tanto, resulta
fundamental poder diferenciar el rasgo perverso dentro de una estructura neurótica y la
perversión clínica propiamente dicha.

Hay una serie de condiciones que se repetirán en las distintas posiciones perversas: que el
objeto sea representado por un fetiche y la imposición de la voluntad de goce. La especificidad
de esta categoría clínica es la de hacerse instrumento del goce del otro. La forma en la que el
perverso busca hacerse instrumento será el tipo de perversión.

Estamos en una época en la cual el régimen del padre de encuentra en decadencia, la de los
significantes amo y los ideales, con la exaltación del plus del goce como ideal. Estamos en la
época de los derechos del hombre, donde los avances en este asunto son fundamento de los
sistemas democráticos. La misma propone una vertiente superyoica que podría tener
consecuencias, tanto en la clínica como en lo social.

Hay un cierto empuje a decirlo todo. En la actualidad parece no haber necesidad de represión
social del decir, y el discurso del año devenido discurso capitalista vehiculiza, propone, exige
decirlo todo. Incluso en lugar de la represión esta la permisividad, y desde el psicoanálisis se
observa la dificultad que supone la prohibición de prohibir.
Vemos entonces como cada época se caracteriza por determinar condiciones de subjetividad y
de padecimientos. En la actualidad se instaura una nueva relación entre el sujeto y el goce, que
no solo aparece oculto, sino que se lo exhibe de todas las maneras posibles.

Hablamos de un sujeto desbrujulado, que entre otras cosas, ha dejado de sentir vergüenza. La
vergüenza es considerada como un afecto fundamental de la experiencia humana, y al igual
que la angustia, constituye un índice de la relación del sujeto con el Campo del Otro. La
vergüenza sirve como una especie de barrera al goce, civilizando al sujeto.

Esto conlleva consecuencias en la clínica. En este sentido, los autores Miller y Laurent, en su
seminario “El otro que no existe y sus comités de ética”, señalan la distancia que existe entre la
época freudiana, debido a que el ideal social de la misma se presentaba del lado de la neurosis
(obsesiva), mientras que en la actualidad está del lado de la perversión.

Resulta relevante tener esto en cuenta ya que éste Ideal juega un papel primordial en muchas
instituciones dele entramado social. Puntualmente, en el Poder Judicial, nos encontramos con
aquellos que se ubican en una posición de autoridad, y muchas veces creen ser La Ley: Jueces,
Fiscales, Defensores, Peritos etc…

Todos ellos exhiben de forma llamativa una total falta de vergüenza al dirigirse al otro, y peor
aún, existe una cierta oscura satisfacción reflejada en muchas ocasiones en una sonrisa, que
no es otra cosa que goce. Posiblemente se trate de un rasgo perverso en una estructura
neurótica, puesto que genera angustia y vergüenza en los demás. Preguntas del tipo “¿Te
gustaba que no hacías nada?”, o “¿Por qué no hacías nada?”, dejando entrever cierta
intencionalidad adjudicada a la víctima.

Desde el Psicoanálisis, en articulación con lo Forense, podemos arribar a dos puntos clave: el
primero, señalar la actualidad del concepto y la especificidad de la posición y la estructura
perversa que se sigue sosteniendo desde el nuestra disciplina, logrando desmitificar la idea de
este concepto solo asociado a lo monstruoso, patológico o anormal; en segundo lugar, poder
explicitar cuales son las consecuencias subjetivas de la época que se presentan en la clínica
frente a la ausencia de vergüenza, que conlleva a una proliferación de sujetos desbrujulados o
a-sintomáticos .

“Entramado vincular y violencia de género” Lic. Silvia Bignone


El trabajo del cual nos referiremos a continuación fue escrito por Lic. Silvia Bignone, una
psicóloga integrante de la oficina de violencia domestica de la C.S.J.N y de la comisión directiva
de A.P.F.R.A.

Es una investigación aceptada y publicada por la asociación de psicólogos forenses de la


República Argentina.

Su propósito fue lograr un análisis de la articulación entre el concepto de entramado vincular y


el de violencia de género, a través de la constitución subjetiva y la vincularidad dentro de un
macrocontexto social, histórico y cultural.

Esta autora define a la violencia familiar como “multicausal” y hace referencia al abordaje de
dicha problemática a través de diferentes teorías:
 Sociología: hace hincapié en las cuestiones de poder, dejando de lado el erotismo y la
vincularidad. Bourdieu (1998) se refiere a la historia humana moldeada por la
dominación social masculina.
 Psicoanálisis: sobre las cuestiones del poder y genero basado en el entramado
inconsciente y a su define a la violencia como un desconocimiento del otro como
sujeto y reducción a puro objeto de descarga.
 Psicoanálisis Vincular: hace hincapié en la influencia cultural, la transmisión de mitos,
creencias y tradiciones.

El patriarcado como una escalera de jerarquía “natural” donde se representa al hombre como
alguien prestigioso superior y la mujer minimizada como objeto. Dicho mandato se sostiene
para, mantener esa desigualdad jerárquica en la cual se utiliza la violencia como una forma de
aceptación de lugar de la mujer como subordinada.

Aunque la figura de la mujer en la actualidad a alcanzado el reconocimiento de sus derechos,


se posiciona en un vínculo de reciprocidad y paridad con un proyecto propio y no sumisa, el
deseo de salir del lugar de desventaja y desequilibrio, emerger como una mujer dominante y
sobrevalorada, lograr una democracia vincular; como por ejemplo: “ya no ocupa un lugar de
subordinación ante las decisiones de su pareja o esposo”, todavía persisten cierta estructura
patriarcal manifestada como “machismo” en el cual el extremo máximo de la idea del poder
del hombre sobre la mujer se refleja en la gran cantidad de femicidios, tal violencia ejercida
por los hombres sobre las mujeres es según Kate Millet (autora de política sexual) como la
mano de obra barata de la clase dominante como recordatorio a la figura femenina sobre su
lugar de sometimiento en la sociedad y como contraposición a este “renacimiento de la figura
femenina”, el hombre se manifiesta como “mía o de nadie más” desde un punto de posesión y
celos, que en ocasiones desencadena en un tragedia.

Esta libertad y autonomía de la mujer provoca en el hombre un sentimiento de pérdida del


poder, valores personales y baja autoestima, como un ataque a la virilidad del mismo en la cual
se encuentra en amenaza su identidad, desatando violencia en su pareja como modo de
expresión.

Desde el psicoanálisis la violencia va emerger como:

 Aspiración a recuperar el límite de un vínculo fusional, que ante la llegada de un hijo


el hombre reclama su atención, frente a un sentimiento de exclusión y como modo de
recuperar el lugar perdido.
 Transmisión transgeneracional de la violencia como repetición de violencias
producidas por antepasados, donde viene portado de historias de violencia social,
familiar, y se repiten las mismas historias.

En relación al concepto de vinculo se va diferenciar del de relación, esta es lineal e


unidireccional en cambio en vinculo tiene un ligazón inconsciente, una motivación
inconsciente, entra en juego lo imposible de determinar.

Berenstein, toma el concepto de transubjetividad para referirse a los procesos ideológicos que
son filtrados auto producidos por la estructura familiar en la que el Yo a su vez produce sus
propios ideales.
Se concluye que las situaciones de violencias se dan en un contexto de vínculos dependientes
afectivos, dominación, subordinación que viene marcados por un contexto socio histórico y
cultural del aún vigente patriarcado.

ESE OSCURO SUJETO DE DESEO. (Irene Fridman)


Para poder comprender la violencia de género a partir del orden cultural, es necesario
desentrañar las construcciones socio-históricas que han formado las subjetividades sexuales ya
que a partir de estas construcciones se han diferenciado modos diversos de masculinidad y
feminidad social.

Este proceso de subjetivación se inicia desde los vínculos primarios y estas figuras significativas
son influenciadas por las condiciones de poder y además de definir un tipo de identidad,
define formas de ser y parecer.

La dominación masculina no deja de ser una violencia simbólica que se impone sin
cuestionamiento. Si bien se han producidos cambios en la relación de los hombres sobre la
mujer, esta condición sigue resistiendo porque sigue siendo funcional para el sistema que la
sustenta.

Esta violencia de género no puede ser abordada a partir de un solo aspecto porque es una
problemática que demanda de trabajo, donde se manejas diferentes hipótesis y por lo tanto se
establecen diversos tipos de dispositivos. Esto implica un abordaje complejo ya que observa
distintas situaciones y no una en particular.

A partir de esto se debe trabajar los efectos de la violencia en el psiquismo tratando de


acercarse a las condiciones de construcción identitaria dentro de la cultura que incitan a la
generación de vínculos donde impera la violencia de género.

Se empieza a ver que esta violencia de género parte de una violencia simbólica, incluso cuando
se la coloca a la mujer como objeto de deseo. Esto hace el patriarcado, ha delimitado la
posición femenina en este lugar de objeto de deseo y esto habilita un vínculo con el varón
violento. Por lo tanto hay una subordinación femenina que permite la violencia tanto física
como también simbólica, en donde se ha naturalizado la dominación masculina. Y esto
también puede observarse en el contexto artístico como son las letras de las canciones
populares.

El proceso de devenir de la mujer en la cultura perfila la perdida de la función deseante. Esto


hace referencia a que la mujer nada tiene que desear, solo la maternidad que es abalada por la
cultura. Esto sanciona negativamente los deseos femeninos, porque el que marca el orden
cultural es el hombre. Se la ubica a la mujer como objeto deseante y no como sujeto en donde
importaba mas producir un placer en el otro que el deseo propio de la mujer. Se enfatiza la
erotización del deseo del otro. La constelación narcisística femenina que propone la cultura
promueve la posición de objeto de deseo de otro. Se puede decir que “somos vaciadas de
nuestros deseos para poder ser”.

Históricamente se la coloca a la mujer en un lugar de inferioridad lo cual ha generado


subjetividades dependientes de aquellos sujetos de los cuales la cultura le otorga el lugar de
deseo (el hombre). En donde estos son portadores del poder y del deseo y en el que
consideran a la mujer como inhábil. Esto se relaciona a las mujeres que son víctimas de
violencia. En este vínculo la forma de formalizar la pareja se establece como un objeto
deseante presente que genera la vivencia de “estar viva”. Son hombres que se muestran
sumamente deseantes de ellas tomando el control de la relación tanto de la economía, de los
hijos incluso hasta de sus deseos. Al mismo modo que en la práctica asexual también se
juegan aspectos románticos y también violentos, donde lo que es descripto como una relación
apasionante termina siendo una estrategia del varón violento sobre la mujer en el que la
empatía sirve para dominar.

Las mujeres que tienen este tipo de relación se les hace difícil su separación ya que expresan
que con varones “normales” no logran sentirse de la misma manera. Cuando la mujer logra
separarse la lleva a la depresión ya que se encuentra en un lugar de anestesia y faltante de
deseo. Se produce una angustia por la pérdida del objeto.

La norma patriarcal de ser objeto de deseo llevada a su máximo exponente reproduce sujetos
desvitalizados en lo que lo único que los constituye es el deseo del otro, perder ese pilar
psíquico es peligroso para la construcción del psiquismo.

Se debe realizar un trabajo que consista en contemplar un cambio subjetivo en mujeres que
sean víctimas de violencia que les permita salir de estos vínculos peligrosos. Esto se realiza en
conjunto con otras disciplinas, en donde las instituciones funcionan como soporte y apoyo
para estas mujeres para que estas adquieran una nueva posición subjetiva.

“EL ROL DEL PSICÓLOGO FORENSE EN EL FUERO DE FAMILIA”

Julieta monasterio y Mónica Wainstein, licenciadas en psicología de la provincia de Catamarca


hacen referencia al rol del psicólogo forense en el fuero de familia.

En sus trabajos dan cuenta de la labor permanente que implica la construcción y el


posicionamiento del rol dentro de este fuero en particular, partiendo de la importancia de
reflexionar sobre las prácticas y el rol.

Tradicionalmente se retrasaba el curso del proceso y se evitaba la resolución de la causa


porque se hacía uso de la evaluación psicológica en niños/as, adolescentes y adultos,
funcionando como un elemento más de conflicto. Con la reforma del Código Civil Argentino se
introducen principios, cuyo conocimiento es necesario e importante para el desempeño de
nuestra función como psicólogos forenses.

Los principios que se incorporaron con este nuevo cambio están relacionados con: las normas
del procedimiento que se aplican para facilitar el acceso a la justicia, la necesidad de que en las
causas sean designados jueces especializados que cuenten con apoyo multidisciplinario, y que
el proceso tenga en cuenta el interés superior de los niños/as y adolescentes involucrados.

A partir de esto la función del psicólogo forense tendrá que ver con el acompañamiento y la
mediación entre los miembros de la familia, apareciendo nuevos términos como el de
“autonomía progresiva” o “progenitor afín”.

Finalmente, teniendo en cuenta todos los aspectos anteriores es necesario, para poder
desempeñar de manera adecuada y eficaz nuestro rol pensar qué somos (peritos, técnicos,
evaluadores), cuál es la posición en la que nos ubicamos cuando nos encontramos frente a la
familia, los aspectos que se deben contemplar y resaltar en las evaluaciones, etc., poniendo en
cuestión los presupuestos, aprendizajes y prácticas por la necesidad de redefinir el rol y
producir un cambio en el escenario litigioso y conflictivo del fuero familiar.

EL JUZGADOR Y EL PERITO FRENTE A LA IMPUTABILIDAD


En este texto del doctor juan Horacio Del Popolo, se dirige la mirada ya no hacia al imputados,
sino al juzgador y al perito que se expide en un caso concreto, sabemos que estos no serán
puramente neutros ya que desde su mirada condicionan el fenómeno.

Tratará de identificar aspectos psicológicos que se presentan muy a menudo y que dificultan la
comprensión a la hora de definir si se está frente a un sujeto imputable o no.

El hecho de valorar hasta qué punto comprendió la criminalidad del acto o de dirigir sus
acciones es complejo, para ello el perito debe asomarse al interior de otro ser humano para así
responder una demanda. En muchos casos no basta con clasificarlo en una patología al sujeto
en cuestión, describir sus síntomas y signos de acuerdo a los comportamientos que observa,
sino que debemos ir mas allá teniendo en cuenta la posibilidad de discriminar o comprender
situaciones complejas donde entran en juego los mecanismos de defensa, tipos de vínculos, el
grado de internalización de normas culturales, fortaleza yoica, entre otros y la capacidad del
individuo para dirigir sus acciones teniendo en cuenta el acceso a la motricidad, grado de
tolerancia a la frustración, tensión, vacíos, etc.

Los elementos del mundo interno se articulan en contextos, que es donde ocurren los hechos.

Negociaciones o simplificaciones del mundo psicológico en el ámbito del derecho:

En muchos casos el juez simplifica al extremo la realidad psicológica del sujeto al que se juzga,
lo que causa distorsiones y/o dificulta la aplicación de la solución más justa al caso concreto.

A) Intento de dirimir (averiguar) si el sujeto comprendió la criminalidad del acto o dirigió sus
acciones a base de rotulaciones psicopatológicas: generalmente se busca otorgar el atributo
de inimputabilidad al sujeto acusado. El hecho de que existan rasgos comunes en individuos
que entrarían en una clasificación psicopatológica por cumplir con los mismos parámetros, no
los hace iguales, pero es un error común.

B)Conclusión basada en observaciones externas y superficiales de la conducta humana: el


hecho de observar acciones bien coordinadas hacen suponer que comprenden el acto , así
como estar orientado en el tiempo y espacio o dar una explicación de su conducta que parece
coherente.

C) Negación de realidades que no aparecen como fácilmente constatables: en ocasiones es


más sencillo decir si se está en presencia de un sujeto inimputable por la observación de
conductas como por ejemplo alcohólicos agudos, alteraciones de consciencia, psicóticos. Pero
es más difícil aclarar la situación en un psicópata o cuadro border ya que se requiere un
análisis más detallado del mundo interno.

D) Existencia de prejuicios voluntaristas: en muchos precedentes jurisprudenciales se espera


con el pre concepto de que adoptar una conducta. Hay una cuestión de decisión voluntaria y
racional en donde no juega lo inconsciente o afectivo.
E) Búsqueda de signos orgánicos para definir la inimputabilidad: al hacer esto, se olvida que
hay alteraciones deteriorantes y profundas que puede sufrir el psiquismo sin necesidad de una
correlación orgánica.

F) Disociaciones extremas: tales como conceptualizaciones absolutas, como por ejemplo locos
o sanos.

G) Utilización de parámetros de control intelectual para definir la imputabilidad: existen


principios tales como “no hay acto, si no está legislada la acción (nullen crimen, nulla poema
sine praevia legepoenaile) y “prohibición de la extensión por analogía” que cumplen la función
de limitar el poder represivo.

Se intenta erradicar la subjetividad por temor a que se convierta en agresividad, hay un deseo
imposible de construir un sistema racional.

Quizás la misión de la psicología forense sea ampliar esta problemática y desde lo pericial
hacer patente en la psicogenesis y semiología delictiva las situaciones que nacen a partir de la
comprensión de la psiquis.

JUSTICIA RESTAURATIVA CON NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES


Lic. Mirian Elizabeth Bottino y Lic. Miriam Inés Martínez
Introducción

Lo que las psicólogas, peritos del Cuerpo Profesional Forense de la provincia de San Luis, nos
traen a cuestión es lo que denominan la justicia restaurativa; plantean la situación de una
problemática actual en el ámbito jurídico. La psicología y el derecho, ambas disciplinas son
ciencias humanas y sociales que comparten el objeto de intervención que es la conducta de la
persona.

La clínica forense nos orienta a señalar que los infractores, sobre todo los recurrentes, son
quienes carecen de su entorno familiar directo.

La vida cotidiana, los medios masivos, nos llevan a centralizar el foco en la “inseguridad” con
una pérdida de solidaridad y tolerancia con reclamos vengativos, de penas cada vez más duras.

Por el contrario la Justicia Restaurativa, toma de punto de partida en el reconocimiento de la


infracción por parte de su autor y la disposición del damnificado para resolver ese conflicto por
otra vía distinta, la traducen retributiva o punitiva. Se trata de enseñar a valores y habilidades
nuevas, a través de un método que motive al llamado “delincuente” a comprender las causas y
efectos de su comportamiento y asumir su responsabilidad de una manera significativa y sobre
todo involucrando a la comunidad en la solución de conflicto pues comprenden que es un
problema social.

Los programas de justicia restaurativa se basan en varias premisas subyacentes:

 Que la respuesta al delito debe reparar en lo posible al daño sufrido por la victima
 Que los delincuentes lleguen a entender que su comportamiento no es aceptable y
que tiene consecuencias reales.
 Que los delincuentes pueden y deben aceptar la responsabilidad por sus acciones
 Que las victimas deben tener la oportunidad de expresar sus necesidades y participar
en la decisión de como reparar el daño
 Que la comunidad tiene la responsabilidad de contribuir en el proceso

Planteo del problema

Cuando nos encontramos con jóvenes menores de edad que cometen delitos hay que tener en
cuenta la trama psicológica, y si existe una posibilidad de restauración.

Hay que tener presente que por culpabilidad se entiende mucho más que un sentimiento, y el
valor que le damos a la palabra del otro. Las diferencias entre los individuos esta puesta en la
organización frente a la pulsión de vida y de muerte, en esto somos todos universales.

Podemos pensar que de como la estructura este dada serán sus conductas y actos.

Desarrollo del tema

La culpa es una categoría psicoanalítica en la que se anudan y confrontan la subjetividad y la


ley, no podemos pensar en un sujeto, sin la culpabilidad y es la ley la que delimita el contorno
de lo prohibido.

Es esta ley lo que nos posibilita el lazo social que tiene como contrapartida la tentación detrás
poner los límites de lo prohibid, oscuro culpa, oscuro goce. Por la culpa, sujeto y civilización se
anudan.

Con la culpa nos referimos a un saber sobre la ley que nos permite conocer consciente e
inconscientemente su relación con lo permitido y lo prohibido, un padecimiento estructural
del ser humano.

El profesor Castorina, junto a otros investigadores analizó un estudio, articulando aportes de la


psicología genética y psicología social, estudiando el desarrollo de la noción de justicia de
niños de 6 a 12 años de edad. Los resultados muestran cuatro modos de comprender la justicia
y que esta varía de acuerdo a la edad y el capital cultural de los hogares de los sujetos.

Utilizaron los conceptos de Piaget en donde postula el paso de un desarrollo moral consiste en
el pasaje de la heteronomía a la autonomía, sin embargo a pesar de la evolución las nociones
de heteronomía de la justicia no se vuelven menos frecuentes sino que incrementan una idea
inseparable de la sanción.

Discusión

Cada vez que niños y adolescentes llegan a tribunales son provenientes de familias
desintegradas o desorganización genealógica (ausencia representacional, por franco
abandono) y graves fallas en las funciones parentales.

Se escucha decir que los mueve la necesidad para subsistir, que en realidad esa necesidad en
realidad es aprovisionamiento narcisistico, encuentra en los niños y jóvenes un gran público el
espejismo de la felicidad obtenida ya no en el amor de objeto primario; sino en la posición del
objeto, un imperio de consumo.

En el ámbito jurídico podemos observar la continua caída de la función paterna en el medio


sociocultural y en el contexto de la modernidad débil, y sin consumo social. Esto debilita los
vínculos solidarios, desdibujando la identidad de las clases sociales, por lo que se nos presenta
un devenir errático, sin reglas fijas y el ámbito jurídico se enfrenta a un hombre frustrado con
escasa o nula tolerancia hacia los demás.

El psicoanálisis lacaniano nos compara a este capitalismo en el que nos encontramos inmersos,
el cual ocupa un lugar del amo, dueño de la verdad y que lo domina todo, que deviene en
nuevas patologías de las compulsiones, adicciones, presentados como posibilidades para
compensar la angustia que genera el no ser parte de eso que se nos dice o pide el mundo
global.

No existe la posibilidad de discriminar entre lo propio y de los demás, lo que pertenece y lo


que te pertenece, lo que está bien y lo que está mal, pues todo esto no está inscripto en
pautas reales, sino en el arbitrario de los adultos, donde lo bueno, lo malo, lo útil e inútil,
dependen del humor, de lo momentáneo de los adultos.

Se ve padres que por un lado, animan a sus hijos a actuar impulsivamente y luego los castigan
y reprimen para descargar su propia hostilidad, esa imposibilidad de autocontrol del desarrollo
manual de la autonomía debilita aún más el yo.

La ausencia de la figura paterna, a una figura paterna frágil, imposibilita una imagen
estructurada para la sociedad que lo está esperando con normas y expectativas por cumplirse.
Es notable además como la fantasía es vivida como peligrosa, vengativa con culpa, un súper yo
deficitario y si aparece, lo hace con características sádicas; todo esto mencionado deriva en
una patología delincuencial.

Conclusión

Las autoras consideran que el psicoanálisis es un aporte útil para la disciplina psicológica, ya
que su abordaje está sustentado en la singularidad del sujeto. En cambio rechazan la idea de la
estandarización y el desarrollo de los vínculos emocionales de los niños, niñas y adolescentes.

Otro aspecto importante para resaltar es la necesidad de implementación de los programas de


justicia restaurativa, como modo de ampliar el repertorio de la justicia ante casos de delitos
juveniles.

EL INFORME PSICOLÓGICO DEL ART. 250 BIS C.P.P. REVISIÓN DE NUESTRA


PRACTICA

El informe se debe confeccionar por psicólogos con posterioridad a recibir la declaración de un


N.N.A. (niño, niña o adolescente). En el C.P.P. (código procesal penal), se establece que las
declaraciones se reciban a través de un profesional psicólogo y explicita, en términos
imperativos, el requerimiento de contar posteriormente con un informe emitido por el mismo.

El C.P.P. DE LA Nación y los de la mayoría de las provincias ordena que este debe ser un
“informe detallado” con las “conclusiones” a las que arribe el profesional actuante.

El Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Jujuy, mediante Acordada N° 142/2009,


estableció como “…practica judicial conveniente, la Recepción de Declaraciones de niños/as y
adolescentes víctimas de delitos sexuales y/o testigos de violencia familiar en Cámara
Gesell...”. Al producirse la reforma del C.P.P. provincial, estas recomendaciones adquirieron
carácter de obligatoriedad procesal.
En este contexto de dejan planteadas las diferencias existentes entre la recepción de
declaración testimonial y la realización de una evaluación psicológica, pericia o
psicodiagnostico, tanto a nivel de objetivos y técnicas como el encuadre y el informe de cada
una de ellas.

La primera de estas diferencias está dada por el objetivo: en la declaración es obtener el


testimonio de un N.N.A., acerca de la comisión de un hecho delictivo especifico que está
siendo investigado por la Justicia, lo que la pericia propone es abordar la personalidad del
sujeto evaluado, y con ello dar respuesta a los puntos requeridos por el órgano jurisdiccional.

Otra diferencia está dada por los participantes en uno u otro procedimiento: la pericia se
concreta en un marco en el que prima la intimidad y requiere, del establecimiento de un
encuadre especifico del que solo participan el o los evaluados y el o los evaluadores (psicólogo
forense, o perito de control).

La tercera diferencia tiene que ver con las técnicas empleadas: la pericia es un proceso de
evaluación que consta de varias entrevistas en las que el profesional a cargo determina que
técnicas de evaluación psicológicas utilizara de acuerdo a su marco teórico. En la recepción de
declaración, la técnica a emplear es la “Entrevista investigativa forense” o “Entrevista en
etapas”.

Una cuarta diferencia tiene que ver con la confección del informe resultante de nuestra
intervención.

Durante las primeras capacitaciones realizadas iniciaron contacto con otros colegas de amplia
trayectoria en el ámbito forense a nivel nacional, que venía recibiendo declaraciones
especiales con esta modalidad e informando sobre ello. Tomamos esta práctica como guía,
comenzaron a realizar informes posteriores a la declaración en los que volcábamos inferencias
acerca de: la credibilidad o verosimilitud del relato del N.N.A., la existencia o no de fabulación,
ausencia de influencia de terceras personas, etc.

En este proceso confluyeron al menos dos factores para que el accionar y sus informes fueran,
cuanto menos arriesgados:

A) La constante demanda, por parte de quienes dirigen la investigación puestas en el


psicólogo.

B) La propia necesidad de dar respuesta a lo que se esperaba de los psicólogos, en tanto


resguardo narcisista y fantasía unipotente.

Se descubrió también durante la participación en audiencias orales, que el valor del testimonio
del niño era reemplazado en muchos casos, por lo escrito por el psicólogo respecto del mismo.

A partir de allí se dejó de informar acerca de la verosimilitud obtenida en ese acto procesal.

La intervención de un psicólogo forense en el ámbito penal puede identificarse en tres


momentos puntuales con sus diferencias y particularidades, estas intervenciones a las que se
alude son:

 La avaluación psicológica del N.N.A. previa a la declaración.


 La recepción de la declaración propiamente dicha (cámara gesell o espacio
acondicionada tal efecto)
 La evaluación pericial psicológica.
En cada una de estas instancias el profesional debe emitir un informe con características
particulares como las intervenciones con las que da cuenta.

Acerca de la entrevista preliminar y que informar

En el primer encuentro se tiene como finalidad determinar si el N.N.A. podrá participar del
acto procesal para el que es convocada su presencia en cede judicial: la declaración.

En esta etapa los psicólogos forenses evalúan si el niño cumple con las tres condiciones para
prestar testimonio: cognitiva, emocional y volitiva.

Uno de los objetivos iniciales será el establecimiento de un vínculo de rapport y confianza


entre el entrevistado y el profesional.

La finalidad especifica de la evaluación psicológica en relación con su intervención:

• El aspecto cognitivo, indagando acerca de la existencia o no de las habilidades suficientes


para relatar lo ocurrido y responder las preguntas abiertas.

• en cuanto al estado emocional, lo más importante será determinar si cuenta con recursos
intrapsiquicos suficientes para tolerar y controlar las emociones y afectos que podría
desencadenar la reviviscencia de los hechos a través del relato.

•por ultimo su voluntad para participar a través de este acto del proceso de justicia.

En conclusión el informe detallado al que aluden los C.P.P., consiste en informa acerca de
todos estos observables presentes en la declaración, dejando para la etapa pericial la
interpretación de los mismos.

INTERVENCIÓN JUDICIAL EN NIÑOS/AS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL Y OTROS


DELITOS
DECLARACIÓN TESTIMONIAL EN CÁMARA GESELL

La problemática del abuso sexual en niños/as, adolescentes y el proceso de judicialización


requiere de la atención de operadores o auxiliares de la justicia, debido a que estamos ante la
presunción de un hecho delictivo en el cual la víctima es un niño/a o adolescente.

Puede ser comunicado por el niño/a algún familiar en quien deposita seguridad sin poner en
duda su credibilidad.

Es importante contar con un Protocolo de Actuación, será donde se reduce el riesgo de la re-
victimización; se ordena la investigación y se protege la prueba que requiere obtener.

También, cuenta con “La guía de buenas prácticas” el cual debe ser un instrumento facilitador
al momento del abordaje de niños/as de abuso sexual y otros delitos.

En cuanto a la develación del hecho de abuso sexual, intervienen diversos actores como por
ejemplo:

 Familiar: por la detección o comunicación


 Policial: a través de la denuncia
 Hospitalaria: acudiendo a un examen médico ante algún indicador

Sea cual fuere el modo de tomar conocimiento de la situación de abuso que sufre el niño,
requieren de un ordenamiento procesal para la obtención de pruebas validas que lleven al
esclarecimiento del hecho denunciado.

Es importante la contención y el resguardo dado que la persona elegida será el verdadero


apoyo para acompañar a la víctima en el proceso.

La entrevista de declaración testimonial: debe ser contemplada en los protocolos generales


de actuación para niños/as víctimas y testigos de abuso sexual

Cámara Gesell – recinto de video-grabación: Se debe considerar el estado integral del niño/a
dado que puedo condicionar la calidad del testimonio. Debemos:

I. Informarse quien acompaña al niño/a


II. Valorar el estado psico-emocional actual
III. Contemplar el estado general y de salud física del niño/a
IV. Determinar la viabilidad de acceder a la entrevista

Estos puntos son importantes dado a que favorece la protección integral del niño ante su
estado de vulnerabilidad.

Durante la entrevista: el niño debe:

Ser informado del motivo de su presencia

Si se encuentra en condiciones psíquicas para ofrecer su testimonio

Valorar su voluntad, la del tutor o responsable de acceder a dicha entrevista. Se requiere del
abordaje interdisciplinario (paidóloga, trabajadora social, etc.)

La victima debe ser contenida

Al momento de llevar a cabo la declaración del niño o adolescente, el relato de la experiencia


sufrida debe quedar registrada en video ante el juez, fiscal, asesora de menores y defensores.

La actuación del psicólogo/a en la entrevista de declaración, debe contar con cualidades


individuales, aptitudes y habilidad para abordar esta tarea de investigación.

Etapas de la declaración testimonial:

1) Construcción del Rapport:

 Principales elementos
 Temas neutros
 Completar información
 Límites a la información
 Reglas básicas de la entrevista

2 )Inicio y apoyo del relato libre:

 Relato libre
 Ayudas al relato

3) Preguntas:

 Tipos de preguntas
 Preguntas abiertas y focalizadas
 Preguntas especificas
 Preguntas de opción múltiple
 Dirigida o sesgadas
 Vocabulario
 Selección de temas, etc.

4) Cierre:

 Recopilar los datos personales de la victima


 Conocer el origen de la denuncia radicada
 Obtener información del contenido de la declaración del denunciante
 Informarse si el examen médico forense, se detecta algún tipo de lesión compatible
con abuso sexual o lesiones por maltrato.

Todos estos datos nos permiten establecer los lineamientos para realizar una planificación de
la entrevista; fijar un encuadre y obtener un relato espontaneo.

Técnica psicológica de aplicación para niños/as y adolescentes para la declaración


testimonial en cámara Gesell

Podemos encontrar tres tipos de técnicas:

1) “LO.DA.N” (localización de daño en el niño) permite abreviar el tiempo requerido para la


obtención del testimonio de momentos vivenciados con mayor fiabilidad claridad y precisión
respecto a los datos aportados y aquellos vinculados a la participación del o los autores del
delito contra la integridad de la víctima.

Actúa como disparador de recuerdos vinculados a experiencias negativas

El materia técnico-didáctico: utilizan siete laminas con imágenes que representan a figuras
humanas de ambos sexos correspondientes a diversas etapas del desarrollo humano: Primera
infancia- Niñez- Adolescencia-Adultez. Y una imagen en blanco sobre la cual se ubican
imágenes vinculas al hecho sufrido (objetos, lugares, otros)

2) “T.C.G” (testimonial en Cámara Gesell) debe proteger al niño/a o adolescente al momento


del testimonio

3) RE.DES.HECHO (Re-construcción de la escena del hecho): permite ubicar el espacio físico


donde habrían acontecido los hechos.

“FIGURA DE LA ADOPCIÓN EN JUJUY DESDE 1948 A 2015: MEDIDAS


EXTRAORDINARIAS”
Lic. Alicia Alejandra Yapura - Lic. Cristina Eugenia Del Val Jorge

Presentación
El presente trabajo pretende hacer un recorrido histórico jurídico longitudinal basado en el
estudio de fuentes escritas, observación de documentación, estudios de casos biográficos,
recopilación de las Leyes sancionadas, entrevistas con funcionarios y magistrados que
desarrollaron se labor dentro de la temática y finalmente la experiencia concreta de nuestra
tarea dentro del Equipo interdisciplinario del Tribunal de Familia, tratando de inferir y delinear
la modalidad de intervención de cada periodo, demarcado por la promulgación de la primera
Ley en la materia (13252/48), y cada nueva ley, que fue surgiendo en un contexto histórico
jurídico determinado, en el abordaje de la Adopción, en la Provincia de Jujuy, hasta llegar a la
última integrada al nuevo Código Civil (Titulo VI art. 594 al 637), cuya vigencia rige a partir de
Agosto del presente año.

La adopción se define como un instituto o figura jurídica que surge como respuesta del estado
y de la sociedad para dar respuesta a la niñez en estado de desprotección, abandono y de
vulneración de derechos a fin de brindar una familia, estableciendo lazos jurídicos que
reemplazan los biológicos.

La psicología, por adopción entiende siguiendo a Eva Giberti, “es la construcción de un lazo de
filiación mediante su registro en el cuerpo jurídico, pero que también debe esperar la filiación
que resulta del reconocimiento afectivo de quienes se instituyen como padres adoptantes de
una criatura. Se trataría de una novela, que no reproduce una realidad, sino que crea, con
numerosas variables y diversos elementos.”

En la primera época, frente a la infancia en situación de abandono, existían numerosas


prácticas sociales para brindar alguna respuesta, tales como la institucionalización en Asilos,
Casa Cunas, Sociedades de beneficencia, Hogares, Internados, etc., como el acogimiento en
familias que siempre posicionaban al menor una desigualdad de condiciones frente al hijo
biológico, de dichos grupos familiares.

Dichas organizaciones socio-comunitaria le permitió al Estado desentenderse de la protección


de la infancia en estas condiciones, lo que implicaba una merma de costos y de
responsabilidad, en esta situación.

En el año 1920 y frente al aumento de la criminalidad juvenil, en busca del origen de dichas
conductas desadaptativas, comienzan a surgir como factores de relevancia y fuerte incidencia
de una infancia en marcada desventaja social, existiendo una concepción equiparable de “niño
abandonado” igual a “niño potencialmente delincuente”, configurando un estatuto ideológico
propio de la época. Surge allí la incorporación de niños a familias destinadas tanto a cumplir
tareas domesticas como varios delitos en perjuicio del niño. Por otro lado, la adopción
históricamente jamás estuvo relacionada con situaciones positivas, por el contrario, siempre
fueron asociadas a guerras, conflictos y a las desgracias: como la campaña del desierto, y
posteriormente al terremoto de San Juan (15/01/1944), cuya violencia destructiva dejó miles
de niños sin padres.

Siendo estas situaciones, fuertes impulsos en la necesitad del Estado de ocuparse, adoptando
una postura activa y responsable en los intentos por dar respuestas acorde a las circunstancias.
Por esto, se ve obligado a replantearse su postura, e involucrarse con la infancia en situación
de abandono, para evitar las consecuencias.

Es en esa época que se impulsa la promulgación la primera Ley de Adopción en Argentina N°


13252/48, el diputado Eduardo Beretta, manifiesta “…El Proyecto que presento, demás está
decirlo, no tiene la pretensión de salvar a la infancia desamparada, pero sí, responde a la
necesidad de darle al niño el valor social que el niño tiene, y contribuir a solucionar aunque sea
en parte el problema que plantea esa enorme falange de menores sin hogar, diseminados en
todos los ámbitos de la república, falange de inocentes que constituyen un campo propicio
para el desarrollo en las bajas pasiones, la inclinación al delito y la germinación de la
naturaleza del niño, y que éste no puede nutrir su naturaleza afectiva en esos
establecimientos, donde se los educa en la frialdad de grandes pabellones.” Sic.

Por lo que se incorpora, entre otros puntos destacados:

1. La Adopción simple, donde no se rompen los vínculos de sangre con la familia de origen.

2. Pretendió terminar con las inscripciones fraudulentas y el prohijamiento o familias de


crianza.

3. No obstante limitaba la posibilidad de adopción, a un varón o niña, salvo en los casos de


adopciones simultaneas.

4. Los adoptantes debían tener más de 40 años, o en caso de estar casados más de cinco años
de relación conyugal sin descendencia, ni tener hijos biológicos previos.

5. Establece la obligación de más de 18 años de diferencia entre adoptante y adoptado, salvo


cuando se adoptaran el hijo del cónyuge.

6. Se debía demostrar una Guarda de al menos dos años respecto del niño para solicitar su
adopción.

7. Debiendo demostrar los adoptantes ser buenos padres de familia, moralmente solventes y
materialmente suficientes.

Desde 1948 hasta 1960, se tramitaban en los Juzgados de Primera Instancia en la Civil y
Comercial en contra de la/los progenitores o de los Agentes Fiscales y Defensores de Menores,
cuando los primeros eran desconocidos o se encontraban ausentes.

Llama la atención la ausencia en el proceso de las motivaciones de la entrega del niño en


adopción por partes de la/los padres biológicos, o la falta de redes de contención familiar y
social, quienes aparecen simbólicamente en su “incapacidad” de cuidar y criar; lo mismo
sucedía con la historia vital previa del niño y su familia, negada e invisibilizada. En los casos en
que el niño contaba con cierta edad (10 años generalmente) también era citado a una
Audiencia en la que daba cuenta “de la felicidad y el orgullo” del niño desamparado de ser hijo
de estos padres adoptantes.

Esta ley vigente durante 23 años fue sustituida en 1971 por la Ley 19134 que otorga mayor
flexibilidad y amplitud a la figura, al incorporar la adopción Plena, para acceder al a posibilidad
de romper con los vínculos de la familia de origen. Fue sancionada y promulgada por el
Presidente de Facto Alejandro Agustín Lanusse, también decretó la Ley Nacional N° 19216,
cuyo objetivo era otorgar el beneficio de la amnistía a los trámites de Adopción de inscriptos
fraudulentamente, manifestando que se podía acceder a la misma, siempre y cuando en la
ejecución de los hechos, no se hubiere obrado con fines de lucro o con propósito de causar
perjuicio.

En la nueva Ley 19134/71 se destaca:

1. Se puede optar dos modalidades de Adopción: Plena o Simple.


2. Permite la adopción aún cuando los adoptantes hubieran tenido hijos biológicos.

3. Acelera los procesos y elimina algunos impedimentos y restricciones hacia el adoptante y el


adoptado.

4. Disminuye el número de a los del matrimonio (con certificado de esterilidad), como la edad
mínima del adoptante ahora a partir de los treinta y cinco años.

5. Permite también la adopción sucesiva de más de un niño, de uno u otro sexo.

6. Reduce el plazo de la guarda a un niño.

7. Establece que los padres del adoptando pueden ser parte del expediente.

8. El trámite es reservado y el resultado es irrevocable.

9. Destaca en el Capitulo N° V los efectos de la adopción conferida en el extranjero.

Según el Dr. Atilio Alvarez Defensor de Menores en un artículo, relacionada a esta ley, afirma
que tendría una concesión entre adultos instrumentados, convirtiendo al niño, sujeto
prevalente por excelencia de la institución adoptiva, en un objeto de las voluntades
interesadas en él.

Con la incorporación, por ejemplo en el Poder Judicial de Jujuy de la A.S. Iberia Acosta Cerra,
los informes profesionales no hacían referencia alguna a las situaciones de la o los padres
adoptivos. Las actas e informes dan cuenta del tiempo cronológico en que éste niño queda
bajo la guarda de los solicitantes de su adopción, ello para cumplir con el requisito exigido por
la ley “de al menos un año”, pero nada dicen de la historia vital previa, la motivación de los
progenitores para delegar la guarda del hijo sobre terceras personas, tampoco aparece el
posible sostén familiar de éstos.

El eje del proceso de adopción continuaba puesto sobre el o los pretensos adoptantes,
desplazando el protagonismo de los niños o sus padres biológicos hacia éstos.

Los posibles cuestionamientos respecto a varias intervenciones se trataron de causas


sometidas al arbitrio de la Justicia, cuando se tienen constancia por relatos de la época de
innumerables situaciones en las que los niños era inscriptos como propios. Por lo que es
necesario explicar que estos fenómenos deben ser entendidos en el marco de una época e
idiosincrasia muy particular.

En los casos conocidos como secuestro de embarazadas y su retención en centros de


detención ilegales, partos clandestinos y niños entregados en adopción ilícitamente con
sustracción de identidad configura lo que se dio en llamar proceso de reorganización nacional,
es decir, la última dictadura militar(Argentina, 1976-1983). Ramón Camps (jefe de la Policía de
la provincia de Bs. As.) afirma en un diario español “Pueblo” en 1984: “… personalmente yo no
elimine a ningún chico, lo que si hice fue dar algunos a organizaciones benéficas para que les
encontraran nuevos padres. Los subversivos educan a sus hijos en la subversión. Por ello, esto
debía detenerse…”

Luego de la recuperación de la democracia, con la iniciativa y tarea, de importantes


organizaciones de derechos humanos, entre ellas las “Madres y Abuelas de plaza de Mayo”,
momento de restituciones de identidad, recuperación de niños apropiados y posterior
restitución a sus familias biológicas.

Todos los sucesos descriptos constituyeron el marcos para promulgar la Ley que regía hasta el
primer semestre de 2015, N° 24779 sancionada en Febrero de 1997, y posteriormente en 1994
se reforma la Constitución Nacional. Las reformas de ésta ley son:

1. La división del proceso en dos etapas: guarda judicial y juicio de adopción propiamente
dicho.

2. la eliminación de la guarda ante escribano público, suprimiendo así el carácter extrajudicial


de la misma.

3. La importancia de citar al/los progenitores a prestar su consentimiento, frente al Juez.

4. En caso de abandono material y/o moral, que el mismo resulte evidente y por lo menos de
un año.

5. Asimismo establece, que el Juez conozca personalmente al niño.

6. Que tanto el Ministerio de menores como los equipos técnicos deben intervenir en el
proceso y ser partes del mismo, emitiendo opinión fundada.

7. El expediente será reservado y secreto, debiendo tener un trato especial por parte de los
funcionarios intervinientes.

8. Los padres adoptivos deben manifestar expresamente en el acta que brindaran al menor el
conocimiento de su realidad biológica.

Esta ley pretendió perfeccionar los mecanismos de control de la adopción y agilizar su trámite,
como así también preservar la identidad de los niños filiados por esta vía.

Sobre los orígenes del niño deja claramente explicitado la obligatoriedad de informar, que
alcanza a los padres adoptivos y el derecho del niño y conocer su realidad biológica.

Como punto a destacar es el rol que cumplió y cumple el psicólogo a lo largo de estos años
dentro de la institución legal de la adopción: por un lado mediante el Registro de Adopción en
nuestra Provincia realizan los legajos de los pretensos adoptantes, por otro lado el Equipo
Interdisciplinario del Tribunal de Familia se ocupa de evaluar y preparar a los niños, asesorar a
los jueces respecto al proceso, como así también participan del seguimiento y control de la
guarda, de la contención y participación del seguimiento y control de la guarda, de la
contención y orientación de niños y adoptantes, entre otras funciones específicas.

Ultima modificación de Ley de Adopción

Las dificultades y nuevos desafíos se presentaron y tornaron necesaria una revisión y


actualización de algunas normas referentes a la figura de la adopción, se ha aprobado dentro
de la reforma al Código Civil en el Titulo VI art. 594 al 637, las modificaciones a la Ley de
Adopción:

1. La incorporación de la definición de la adopción, como la “figura tendiente a que todo niño


que no puede vivir en su familia, pueda hacerlo en otra de manera permanente y estable
viendo satisfecho de este modo, un derecho humano, como es el derecho de todo niño a tener
y vivir en una familia”.
2. Terminar con las llamadas “Guardas Puestas”, aquellas en las que las/los niños serían
entregados por las madres de origen mediante acuerdos, en oportunidades preexistentes al
mismo nacimiento, a pretensos padres. Hace hincapié en platear la Adopción Plena como una
excepción, postura ideológica que valida la lucha por preservar el derecho de toda persona
menor de edad a mantener el vinculo con su familia originaria.

3. Pretende evitar la cosificación del niño y la transformación del Juez en un mero


homologador de situaciones que vulneran la obligación de agotar todas las posibilidades de
mantener los vínculos del niño con su familia biológica y la identidad del menor.

4. La adopción plena responde a una postura centrada en el niño y su derecho a mantener el


vínculo con su familia de origen o ampliada, como su identidad subjetiva, social y cultura.

6. Establece la necesaria participación de los padres biológicos en el proceso de adopción


fijando claramente un periodo de tiempo (60 días prorrogables por determinación del Juez)
para ratificar o desistir la decisión de entregar al hijo para su incorporación al sistema de la
adopción, luego de lo cual se declarará la adoptabilidad del menor.

7. Prevé preservación del vínculo fraterno y el mantenimiento de vínculos otras personas de la


familia ampliada.

8. Agrega la posibilidad de que los niños, a partir de los 10 años, brindar su consentimiento, es
decir que el Juez estaría obligado a tener contacto directo con él para escuchar su opinión.
Cuando el niño cuenta con 13 años tiene la potestad de buscar asistencia letrada, para
participar en su propio proceso de adopción, siendo la opinión del niño definitiva para la
concreción o no del proceso.

9. Mantiene la adopción unipersonal como la conjunta, pero ahora con total independencia de
la orientación sexual, por la aplicación del principio de igualdad y no discriminación (ley N°
26618). Contempla también la adopción conjunta de las parejas no casadas, y disminuye la
edad de los pretensos adoptantes, a 25 años.

10. Flexibilización entre la adopción plena o simple, a la que se adiciona luna tercera
posibilidad que sería la de integración, en constancia con la flexibilidad actual del concepto de
familia. Permitir que el propio adoptado participe de la construcción de su identidad, con la
elección de sus apellidos.

Conclusiones

Luego de un largo recorrido y con numerosas experiencias, podemos a modo de reflexión y de


abrir un debate para intercambios que siempre enriquece, concluir que:

La mirada sobre la infancia en situación de abandono desde 1948 se ha modificado


positivamente, ya que pasamos de pensarla como “potencialmente peligrosa e incluso
delincuentes” a construir hoy el centro de determinación de su propio destino.

Estos avances permiten asumir la adopción desde una postura ética, con interrogantes que no
solo se circunscriben a los actores principales del proceso (niños, familias de origen y
adoptantes) como a los operadores que participan en ella.

Para terminar, reflexionamos sobre nuestro rol de psicólogas y las modificaciones a lo largo de
este recorrido histórico, partiendo de un periodo en el que nuestra participación era nula e
inexistente, pasando por etapas en las cuales la intervención en ocasiones positivas y otras
fallidas pero potencialmente de aprendizaje, la tarea se fue delineando acorde a la mirada que
sobre niños, padres biológicos y adoptivos fuimos construyendo en el marcos de distintas leyes
pero sobre todo en la experiencia de cada caso y mediante el intercambio técnico y el trabajo
en quipo con Jueces, Defensores, Secretarios, Asistentes Sociales y colegas dentro del ámbito
de la Justicia y fuera del mismo con Hogares, Profesionales y otras Instituciones.

Sin embargo, resulta imposible describir la movilización de afectos, angustias, stress, alegrías,
preocupaciones, ansiedad, temas, felicidad, etc. que generan las mismas en todos los actores,
pero de las que si podemos dar cuenta son las de las personas quienes participamos desde el
área de la psicología por la responsabilidad de acompañar un proceso que define un destino.

Con este trabajo se pretende transmitir que se trata de una experiencia personal y vivencial
que nos llena de interrogantes éticos y profesionales que nos impulsa permanentemente a
asumir nuevos desafíos.

La Ética y la Psicología Jurídica – Forense


En el texto trabajado encontramos una reflexión acerca de la importancia de la ética, algo que
atraviesa todas las prácticas de los seres humanos y que está íntimamente relacionado a las
normas delo que está permitido y lo que está prohibido. Plantea además la necesidad de
repensar las normas éticas desde cada disciplina y según el momento histórico y social
presente. El tema de la ética profesional aparece como un artificio necesario, un valor que
necesariamente todo profesional psicólogo debe tener porque más allá de estar inserto en el
ámbito jurídico (en este caso) somos participes de una sociedad y es nuestra responsabilidad
responder a ella como seres humanos. Está relacionada con el concepto de moral ya que
incluye en sí a ésta, así como a las normas y principios que rigen la conducta del hombre
distinguiéndolo de las pasiones, emociones y sufrimientos pasajeros, es el elemento universal
que se opone al concepto de pathos. Con relación a lo mencionado se puede hablar del
concepto estudiado por Freud de la represión de las pulsiones a partir de las cuales se produce
la evolución psíquica del sujeto y de la sociedad, es decir la prohibición del incesto y del
parricidio. La instancia moral es constitutiva del ser humano.

La justicia social se basa en el sentimiento del deber y de la conciencia social moral, es decir la
privación de cosas que deben ser compartidas por todos, una especie de exigencia de igualdad
comunitaria. Cuando la ley no regula las conductas humanas dando lugar a la impunidad, y se
produce el desfallecimiento de dicha conciencia.

La ética define y orienta aspectos profundos de nuestra constitución subjetiva y la de los otros,
la ética profesional es una decisión de cada sujeto, de acuerdo a su atravesamiento por la ley.
El rol del psicólogo forense (perito) se basa en una mirada reflexiva sobre las subjetividades de
las personas con el fin de “humanizar” la implementación de la ley, realiza actividades
previstas por el marco jurídico en las instituciones judiciales. Debe poseer un bagaje de
conocimientos jurídicos para ser capaz de realizar intervenciones psicológico-jurídicas. Los
principios de la ética general en el ejercicio de la psicología son:

 El respeto a la persona y a la protección de los derechos humanos. Se debe evitar


atentar contra la integridad psíquica de las personas o su re victimización.
 La responsabilidad profesional en su accionar. Responder desde un ros asumido y no
asignado formalmente.
 La independencia y autonomía profesional. Capacidad de decisión sobre el contenido
técnico cualquiera sea su posición jerárquica.
 La lealtad interprofesional. Mantener una relación de respeto y confianza entre los
distintos profesionales, intervinientes sin defender lo indefendible.
 La confidencialidad (deberes y derechos del secreto profesional). La independencia
organizativa desaparece debido a que el ejercicio profesional está regido desde la
justicia. Pero debe persistir la independencia como cualidad de decisión científico
técnica respecto del abordaje de cada caso particular. Se asimila el principio de
imparcialidad al de objetividad.

Variables del perito en el proceso pericial:

1. El grado de efectividad de la disociación instrumental que nos permitirá integrar los


elementos objetivos y subjetivos. Ser conscientes del riesgo de involucrarnos en casos
que conmuevan nuestro fuero interno, en tal caso consultar a otro profesional con
mayor experiencia y estar en un propio proceso terapéutico protegen de tales riesgos.
2. La necesidad de comprender que ante nosotros se encuentra un ser humano que no
nos ha podido elegir libremente, ante lo cual corresponde que le expliquemos sobre
nuestra función, el derecho de negarse al proceso pericial, y de lo contrario contar con
su aprobación voluntaria.
3. La necesidad de vencer la omnipotencia, reconocer y delimitar los alcances
científicamente validos de nuestra intervención. El perito debe tener en claro cuál es
su función ara no excederse de la misma, esto sufre conflictos cuando se le exige por
parte del juez una definición de peligrosidad, emoción violenta o inimputabilidad.
Otro principio en juego es el de la confidencialidad o secreto profesional, que se
diferencia del secreto profesional del psicólogo clínico ya que el forense estaría
relevado de preservar dicho derecho si el esclarecimiento de una causa requiere
develar una verdad subjetiva siempre bajo las ordenes de un juez.
Por último el perito tiene la obligación de excusarse de la participación en un peritaje
en caso de que el peritado haya sido su paciente en el ámbito público o privado. En el
proceso pericial interviene la transferencia que a diferencia de la clínica, adquiere
características peligrosas ya que el perito es identificado frecuentemente por el
peritado como “el juzgador”. Se debe cuidar la asepsia de la intervención para evitar
caer en mala praxis la cual es juzgada hasta con diez años de prisión y la consecuente
suspensión de su matrícula profesional.

Finalmente un tema relevante es el de la reincidencia en el delito, ésta es vista muchas veces,


como una posibilidad que encuentra el sujeto de acudir a un lugar y tener un espacio en el cual
sea escuchado, y es allí donde se pone en juego el lugar ético del psicólogo forense, se debe
evitar dar falsas expectativas como así también ser capaces de establecer un dictamen que no
sea contrario a la realidad, es decir ser capaces de proveer la reiteración de los actos.
Finalmente el perito psicólogo inserto en la justicia cumple una importante función, es el
eslabón de una cadena que puede contribuir en diversos sentidos y de muchas formas a
restituir al sujeto e insertarlo nuevamente en la cadena social, dando curso a su deseo y
habilitarlo para vivir de manera más satisfactoria para su persona, para ello el perito debe ser
consciente de sus propios riesgos y limitaciones en su saber hacer profesional.
IMPLEMENTACION DE LA LEY DE SALUD MENTAL Nº26.657. SUS DESAFIOS.
La autora, Licenciada María Silvia Medina, nos dice que la segregación efectiva de las personas
en las instituciones psiquiátricas argentinas contribuyó a incrementar su discapacidad. Esto es
porque al quedar sometidas al régimen custodial de dichas instituciones perdieron las
habilidades para sobrevivir en la comunidad, lo que impide su rehabilitación.

Con la promulgación de la nueva Ley Nacional de Salud Mental Nº26.657, se establece la


necesidad de cambio del antiguo modelo asilar, por otro que implica un proceso de
desinstitucionalización de los pacientes y la recuperación de sus vínculos con la comunidad.

Cumplir con el nuevo marco legal, implica producir cambios en un sistema de atención en
salud mental que lleva más de un siglo de funcionamiento, y en dichos cambios no estarán
ausentes las resistencias y dificultades.

¿Cómo se implementa en la práctica la letra de la ley?

En el artículo 7º, se reconoce a las personas con padecimiento mental, entre otros, el derecho
a recibir atención sanitaria y social integral y humanizada, con el objeto de asegurar la
recuperación y preservación de su salud.

En el nuevo marco legal, la salud mental es reconocida como un proceso determinado por
componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos. Es decir, ante
la complejidad del campo de la salud mental, propone abordajes complejos: interdisciplinarios
e intersectoriales.

Contar con un marco legal que respalde el ejercicio de nuestra profesión como psicólogos
constituye un privilegio; pero no basta con la letra de la ley, es necesario que nos
posicionemos en ese lugar, desde un compromiso profesional ético.

EDGAR MORIN, sostiene que es necesario una forma nueva de organización de los
conocimientos, mas compatible con una perspectiva compleja; una actitud transdisciplinaria
que implica la aspiración a un conocimiento que sea capaz de dialogar con la diversidad de los
saberes humanos.

EMILIANO GALENDE, sostiene que el profesional de la salud mental de hoy está obligado a
pensar conjuntamente los problemas de sufrimiento mental de las personas y las dinámicas de
integración-exclusión social, propias de las transformaciones socioculturales de la
posmodernidad.

VALENTIN BARENBLIT, destaca que desde la complejidad de esta óptica, en un marco de


producción interdisciplinario, se podrá definir y comprender con amplitud el objeto de la salud
mental y evitar los riesgos de reduccionismo simplista.

Otro tema para poner en consideración, en función de la implementación de la ley, es el uso


de los manuales internacionales de clasificación de enfermedades psiquiátricas.

CECILIA AUGSBURGER, destaca que en dichos manuales, la dimensión subjetiva del


sufrimiento psíquico se encuentra ausente.

Otro tema es la atención de niños en el ámbito de salud mental. El problema psíquico del niño,
constituye un mensaje cifrado al Otro, un pedido de auxilio; se corre el riesgo de desoír esto, y
dejar de considerar el contexto familiar, social, escolar del niño, además de desresponsabilizar
a los adultos que deben responder al respecto. La medicalización de la infancia es un tema que
urge debatir desde los puntos de vista epistemológico y ético.

A modo de conclusión, la autora plantea que producir cambios sobre un sistema de larga data,
implica un proceso que para su profundización y sostenimiento requiere por parte de los
profesionales de la salud mental y de todos los actores y sectores implicados, la asunción de un
compromiso que se manifiesta en la creación de espacios de comunicación, estudio,
investigación y debates intersectoriales.

Das könnte Ihnen auch gefallen