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TESIS DE PULACAYO

INTRODUCCION .- A fines de 1946, en el centro minero de Pulacayo, durante el


congreso extraordinario de la FSTMB, saló a luz uno de los documentos que
mayor trascendencia política tendría en la historia de nuestro país: La Tesis de
Pulacayo. Esta era la primera vez que los trabajadores pasaban de
planteamientos por mejoras laborales o sociales a propuestas
políticas. Amparados en los planteamientos de este documento, propuesta por
la Federación Sindical Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB). Las
propuestas más importantes de la Tesis eran las siguientes: salario mínimo vital
con escala móvil, contratos colectivos, independencia sindical, control obrero en
las minas, armas para los trabajadores, entre otros puntos. Las circunstancias
trágicas que atravesaba el país rodeaban de tenso dramatismo los
acontecimientos. El 21 de julio de aquel año un cruento golpe de estado terminó
con el gobierno nacionalista de Gualberto Villarroel, sostenido por la logia militar
nacionalista Razón de Patria (RADEPA) y el Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR). El presidente y varios de sus colaboradores fueron
asesinados y sus cuerpos sin vida colgados en los faroles de la Plaza Murillo.
Fue el inicio del sexenio, uno de los períodos más álgidos de las luchas sociales
en Bolivia, en los prolegómenos de la Revolución de 1952. El levantamiento
contra Villarroel, organizado por la rosca oligárquica, contó con la activa
participación del Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR, formado por los
comunistas stalinistas). El Partido Obrero Revolucionario (POR, trotskista).

ANTECEDENTES.- En diciembre de 1942 se había producido la Masacre de


Catavi, punto culminante de una huelga de varios meses en las minas de Patiño:
una marcha de mineros encabezada por sus mujeres (palliris) fue masacrada por
el ejército. El trágico desenlace implicó un retroceso del PIR por su actitud
conciliadora (el estaño era un metal estratégico para los aliados en la segunda
guerra mundial), y un avance importante para el MNR, a partir de una vigorosa
denuncia e interpelación parlamentaria impulsada por Víctor Paz Estenssoro.
Dos años después, en 1944, los mineros concretaron la fundación de la
Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), alcanzando
la unidad nacional de los sindicatos de base, en cuya conducción apareció el
histórico dirigente Juan Lechín. En los años siguientes los mineros vivieron un
incesante proceso de radicalización política, en el cual influyó la activa militancia
del POR en el movimiento sindical de los trabajadores del subsuelo. En el tercer
congreso de la FSTMB, realizado en Catavi, en marzo de 1946, se aprobó una
audaz pliego reivindicativo que ha sido considerado un “antecedente inmediato”
de las Tesis aprobadas en noviembre del mismo año en Pulacayo que, como ya
dijimos, se constituyeron en la plataforma política y teórica de los mineros de
Bolivia en las siguientes cuatro décadas.

CONTENIDO DE LA TESIS DE PULACAYO .- La Tesis de Pulacayo es un


documento organizado en once acápites, agrupados temáticamente en una
estructura tripartita. Los primeros seis acápites contienen los principios
estratégicos fundamentales del movimiento minero, el séptimo define una
plataforma de reivindicaciones transitorias mientras que, del octavo al undécimo,
se desgranas reflexiones tácticas sobre la situación política.

La primera parte es una declaración de principios, donde se discute,


centralmente, que tipo de revolución necesita Bolivia. Las Tesis proclaman que
los trabajadores del subsuelo no ignoran ni pretenden pasar por alto la “etapa
demo-burguesa”, lo que resaltan es que una revolución democrática burguesa
sólo podía triunfar convirtiéndose en una fase de la revolución proletaria. Bolivia
era un país capitalista atrasado integrado a la economía mundial. Aunque el
capitalismo era la forma económica predominante, subsistían el latifundio y otras
formas económicas precapitalistas. La característica fundamental del país era la
ausencia de una burguesía nacional capaz de liquidar la gran propiedad
terrateniente y disolver las relaciones sociales precapitalistas, concretar la
unificación nacional y liberar la nación de la opresión imperialista. Por lo tanto, la
satisfacción de las tareas democráticas y antiimperialistas postergadas no podía
ser concretada por sectores progresistas de la burguesía o por gobiernos de
unidad nacional. Requería la concreción de un proceso de transformación social
dirigido por los trabajadores que avanzarían sobre el régimen de la propiedad
privada. Esta dinámica definía el carácter permanente de la revolución obrera en
Bolivia, burguesa por sus contenidos y proletaria por la clase social que la
dirigirá. Las Tesis se pronuncian por la independencia del movimiento obrero del
Estado y los partidos políticos, condenan toda participación obrera en el gobierno
y toda forma de colaboración de clases, y proclaman como principios rectores de
la Federación Minera la lucha de clases y los métodos de acción directa. Alerta
sobre los “ministros obreros”, advirtiendo que su inclusión en los gobiernos
burgueses no cambiaba el carácter de éstos.

La segunda parte delimita una plataforma de consignas inmediatas muy


radicalizadas: salario básico vital y escala móvil de salarios, semana de 40 horas
y escala móvil de horas de trabajo, ocupación de las minas ante los intentos de
boicot patronal, contratos colectivos de trabajo, independencia sindical, control
obrero de la producción y el trabajo en las minas, apertura de los libros contables,
armamento de los trabajadores (piquetes de autodefensa contra la represión y
las masacres), bolsa pro-huelga, supresión del trabajo a “contrato”.

En la tercera parte las Tesis se definen por la acción directa de masas como
medio para conquistar el poder. Proponen aprovechar la inminente convocatoria
electoral para llevar un bloque obrero al Parlamento, cuyo accionar debía estar
subordinado a las necesidades de la acción de masas. Se pronuncian contra
“todo intento colaboracionista en las filas obreras”, rechazan los “frentes
populares” y la “unidad nacional” y reclaman la formación de una Central Obrera
Nacional, anhelo que recién se concretará tras el triunfo de la insurrección de
abril de 1952, con la fundación de la Central Obrera Boliviana (COB).

A lo largo de los años, la Tesis de Pulacayo ha sido criticada desde diversos


ángulos. En particular, fue censurada por nacionalistas y stalinistas, pero
también suscitó agudas discusiones desde la izquierda. Se ha objetado que en
sus formulaciones no termina de romper con la concepción etapista de la
revolución, que lleva implícita una cierta dosis de espontaneísmo (la creencia
que basta la lucha para resolver los problemas) que constituye una traba para la
formación de una subjetividad revolucionaria, que proclama la alianza obrero-
campesina pero no adopta como propias las reivindicaciones fundamentales del
campesinado indígena-originario, que no plantea la construcción de una
dirección revolucionaria y los organismos de poder dual.
Discusiones válidas, sin duda, pero quizás habría que preguntarse si un
documento, que después de todo es el programa de una federación sindical,
debe contener la respuesta a todos (o casi todos) los problemas para la
construcción de una subjetividad revolucionaria. Sin embargo, el proletariado
boliviano, cada vez que decidió retomar el camino del clasismo, extraviado en
las más diversas experiencias recorridas en las últimas seis décadas de la
intensa historia boliviana, vuelve una y otra vez a Pulacayo. La reivindicación de
la revolución obrera, las consignas transicionales y la referencia al socialismo
han convertido a la Tesis de Pulacayo en una verdadera reserva estratégica para
la praxis revolucionaria del movimiento obrero boliviano. Se puede afirmar con
certeza que, mientras exista la explotación del hombre por el hombre, sus
principios estratégicos fundamentales seguirán vigentes

REIVINDICACIONES TRANSITORIAS:

1. Salario básico vital y escala móvil de salarios


2. Semana de 40 horas de trabajo y escala móvil de horas de trabajo
3. Ocupación de minas
4. Contrato colectivo de trabajo
5. Independencia sindical
6. Control obrero en las minas
7. Armamento de los trabajadores
8. Bolsa pro huelga
9. Supresión de la pulpería barata
10. Supresión del trabajo a contrato
BIBLIOGRAFIA: Guillermo Lara (Documento político)

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