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Ante los retos que enfrenta la persona, la familia y la comunidad en México, el Sistema Nacional
para el Desarrollo Integral de la Familia se propuso una tarea de gran trascendencia: coordinar el
Diagnóstico de la Familia Mexicana, con el objetivo de situar a la institución familiar como eje, motor
y fundamento de la dinámica nacional; así como de fomentar la profundidad en su conocimiento, lo
que nos permite analizar y postular alternativas y criterios viables de asistencia.
Con el Diagnóstico de la Familia Mexicana podemos dar cuenta del compromiso del Estado, en
especial del DIF, con la comunidad y con las familias; al brindar esta herramienta útil en todos los
procesos que deseemos iniciar para la conformación de una perspectiva familiar y comunitaria que
repercuta en la mejora de nuestra nación.
Sin duda, esta valiosa herramienta fortalecerá el análisis, diseño e instrumentación de políticas
públicas con perspectiva familiar y comunitaria, en beneficio de las familias de nuestro país, generando
así el capital social que México está reclamando urgentemente.
Valoremos la riqueza, esperanza e identidad que la familia da a nuestra patria. No sólo porque
es en ella donde se nos brinda el sustento, compañía y la educación, sino por la interiorización
de valores, normas de convivencia, cultura, costumbres y tradiciones que nos consolidan como
mexicanos.
Este Diagnóstico de la Familia Mexicana, nos da la certeza de que el mayor baluarte y recurso
natural que posee, consolida y fundamenta a nuestra patria, es la Familia.
Atentamente
Sra. Ana Teresa Aranda Orozco
Directora General
PREDIAGNÓSTICO SOBRE
LA DINÁMICA FAMILIAR I
CONTENIDO
PRIMERA PARTE
PRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN
1.1 Estudios de la familia en general hechos con un interés básicamente preceptivo, educativo e
ideológico.
1.2 Estudios sociográficos de carácter fundamentalmente descriptivo e informativo en sus
realidades plurales y en sus procesos de cambio.
1.3 Enfoques de búsqueda explicativa basados en corrientes teóricas, paradigmas y tesis
interpretativas.
a) La búsqueda de una explicación que parte de la realidad macrosocial y de los sistemas es-
tructurales de la sociedad global, nacional y zonal.
b) Las familias vistas en su dimensión microsocial com resultado de la interacción de sus miem-
bros y de las relaciones interfamiliares y comunitarias.
c) Análisis referente al desarrollo de los ciclos familiares y de la sucesión intergeneracional.
d) La corriente fenomenológica en su estudio de la vida cotidiana y en su énfasis sobre el aná-
lisis de lo esencial y lo circunstancial mediante tipologías.
e) El enfoque constructivista y su aplicación en la cultura de la posmodernidad.
1.4 Enfoques para un análisis propositivo hecho de manera realista en su aplicación a la acción
interventora y de política familiar.
a) Los estudios sobre el planteamiento de una política familiar implícita o explícita, directa
o indirecta.
b) Paradigmas de las intervenciones familiares
c) Experiencias que vinculan la realidad familiar con programas y acciones específicas y
profesionales de servicio e intervención sobre la familia
RECAPITULACIÓN Y CONCLUSIONES
ANEXOS
(Disco aparte)
Presentación*
*
Elaborado por Luis Leñero Otero. Profesor Titular de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Presidente del Instituto
Mexicano de estudios Sociales A. C.. Investigador Nacional III en el sistema Ncional de Investigadores.
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
también de repercusión- perdemos gran parte tivamente no podrá realizar su trabajo sin un
del sentido que tiene la existencia de hombres cuerpo teórico y una información abundante
y mujeres concretos. Más aún, para orientar la proveniente de la investigación empírica.
política social, la asistencia y la previsión social,
así como para intervenir en la rehabilitación de Nuestro estudio presente no podrá abar-
discapacitados, afectados por los desórdenes car todas las operaciones necesarias para el
mentales y conductuales, y de estigmatizados diagnóstico que se busca. Por eso hablamos
sociales, es imprescindible contar con la par- solamente de un prediagnóstico que presenta
ticipación de las familias involucradas directa e la información que justifica hipótesis consisten-
indirectamente. No se pueden establecer pro- tes de una realidad familiar, preliminares a un
gramas de salud pública y de prevención social, diagnóstico actualizado proyectado para el ini-
en sus diferentes dimensiones, sin un constante cio del siglo; pero a la vez, buscamos un acerca-
diagnóstico particular y colectivo de las redes miento a la comprensión de los fenómenos más
familiares implicadas. La familia resulta, así, una relevantes de la vida familiar, derivados de los
referencia fundamental en toda las planeacio- diversos estudios revisados en este estudio.
nes y promociones de urbanización y de asen-
tamientos humanos; de movilidad social, de
modernización y de organización de la socie-
dad civil. Está involucrada en la democratiza-
ción y en el desarrollo sociocultural pues de la
experiencia familiar se toman -para bien y para
mal- gran parte de las predisposiciones actitu-
dinales. El fenómeno familiar siempre está pre-
sente y su análisis resulta imprescindible para el
tratamiento de todos ellos.
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Presentación
Objetivos específicos
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Presentación
d) Caracterización de nuestra
investigación documental
De ahí parte nuestro estudio presente. Elabo-
ramos, en primer lugar, una extensa bibliogra-
fía con cerca de un millar de títulos, relativa
a unos 800 autores diversos, clasificados por
enfoque y tema específico para su consulta.
Identificamos y analizamos brevemente vein-
te enfoques de orientación teórica utilizada en
los estudios y en las acciones sociofamiliares.
Hemos clasificado los análisis referidos a siete
grandes campos de la dinámica familiar, con 35
subcampos y unas doscientas variables especí-
ficas de temática tratada. Después, elaboramos
200 fichas de contenido sintético de obras de
autores selectos, escogidas en especial por su
relevancia y oportunidad.
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Presentación
1
Véase anexo 2.2
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Introducción
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*
La referencia a la familia extensa, propiamente dicha se usa para caracterizar a aquellos sistemas familiares cuyo ideal social es que convivan
en el mismo grupo doméstico miembros adultos de diversas generaciones [y al menos dos o más parejas maritales]. También se aplica a
las familias poligámicas..., e incluso para referirse a los hogares nucleares ampliados , por el hecho de acoger a un padre o a una madre
viudo-a de alguno o de ambos esposos. [También es el caso de la familia troncal] como segmento de linaje [patri o matrilineal] ... en la
detipo virolocal [o de mayorazgo].
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Introducción
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e)“ En lugar de pensar en la palabra “familia” FAMILIA: “ Grupo primario formado por
como una categoría que tiene que definirse padre(s) e hijo(s), y eventualmente otros pa-
antes de poder llenarla de datos, ¿por qué rientes, unidos entre sí por lazos múltiples y
no concentrarse mejor en asuntos y pro- variados que se apoyan y ayudan de manera
blemas de investigación que de cualquier recíproca y que cumplen diversas funciones en
manera resultarían de mayor interés”. beneficio mutuo y de la sociedad”.
GINER, Salvador. Sociología. Ed. Península, a) Padres biológico o adoptivos, dentro o fue-
Barcelona, 1999: ra de la casa; padres únicos (familias mono-
parentales), o en pareja [o en grupo, en las
FAMILIA Y SISTEMAS SOCIALES CON- comunas].
SANGUÍNEOS: “Además de ser el grupo
primario más descollante, es el agente socia- b) Otros parientes no sólo padres e hijos. (fami-
lizador más considerable, por lo menos en un lias extensas, semiextensas y compuestas).
gran número de sociedades. Es un sistema
social universal que varía en su estructura, c) Lazos múltiples: matrimoniales, de adop-
pero se encuentra en todo el mundo. Sin em- ción, uniones consensuales de hecho, lazos
bargo, las enormes variedades que encontra- biológicos (consanguinidad), afectivos y edu-
mos en la familia crean dificultades singulares cativos , culturales y valorales.
de definición.
d) Beneficios tales como, el desarrollo perso-
a) “No es satisfactorio definir la familia como nal y social [o su contrario], de cooperación
institución que regula el acceso sexual legíti- económica, manutención, de reproducción
mo del hombre a la mujer, pues en muchas biológica y social, de seguridad, de identidad
sociedades tal acceso no queda confinado a psicológica y social.
la familia”.
e) “Actualmente las familias asumen las mis-
b) “Más insatisfactorio aún es decir que la fami- mas responsabilidades que las de antes en
lia es una unidad social de reproducción: hay relación a sus miembros, pero en general
sociedades donde el padre biológico no es el por períodos más largos, a causa de la ma-
padre putativo o social, del cual el hijo here- yor duración de la estancia de los hijos en
da status, nombre y situación económica”. la escuela Y del aumento generalizado de la
esperanza de vida.”
c) “La familia es un grupo social en el que el
acceso sexual está permitido entre ciertos f) “También las familias reconstituidas, mono-
miembros adultos, en el que la reproducción parentales o de otros tipos no tradicionales,
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Introducción
han llegado a ser numerosas, comparadas ción de los cónyuges, entre ellas, la exogámica o
con las familias nucleares formadas por una la endogámica; con distintas modalidades, pro-
pareja, donde los dos miembros no se casa hibiciones e innovaciones; 3º Cómputo de los
más de una vez en toda la vida.” descendientes: sistema patrilineal, matrilineal o
bilateral; 4º Forma del círculo familiar: patrilocal,
R.M. Mac IVER y Charles PAGE. Sociología. Ed. matrilocal, régimen de consanguinidad y de pa-
Tecnos, Buenos Aires, 1958. rentesco específico; 5º Con una cronología di-
námica variante: a) Etapa formativa prenupcial;
FAMILIA: “Es, con mucho, el más importante b) Etapa nupcial; etapa de madurez; etapa de
grupo primario de la sociedad. Pero, en mayor disgregación y de sucesión” [pero con posibles
medida que ninguna otra organización, existe cortes, rupturas y reconstituciones].
sólo como proceso, [tanto como] en la histo-
ria humana, como el sufrido durante la vida de LAING, R.D. El cuestionamiento de la familia.
cada caso particular.” Ed. Paidós Mexicana, México, 1971.
a) “La familia es un grupo definido por una rela- FAMILIA Y “FAMILIA INTERNALIZA-
ción sexual lo suficientemente precisa y du- DA”: “Hablamos de familias como si todos no-
radera como para proveer a la procreación y sotros supiéramos qué son. Damos el nombre
crianza de los hijos. En ella pueden incluirse de tales a grupos de personas que viven juntas
las relaciones colaterales o subsidiarias, pero durante determinados períodos y se hallan vin-
básicamente está constituida por la vida en culadas entre sí por el matrimonio o el paren-
común de los cónyuges, quienes forman con tesco de sangre.”
su descendencia una unidad característica.
Esta unidad posee unos determinados ca- a) “Cuanto más estudiamos la dinámica de la
racteres comunes, de los que los cinco si- familia, más difícil nos resulta distinguir en
guientes son particularmente importantes: qué se asemeja y en qué se diferencia de la
dinámica de otros grupos que no reciben
• Una relación conyugal; el nombre de familias, incluso si dejamos
• Una forma de matrimonio u otro régimen de lado las diferencias que presentan las
institucional, con relación al cual se esta- familias entre sí. Otro tanto ocurre con la
blece y mantiene la relación conyugal; estructura: conjunto de pautas más estables
• Un sistema de nomenclatura, que implica y duraderas que las demás; también en este
también una forma de cómputo de los caso las comparaciones y generalizaciones
descendientes; deben ser en extremo cautelosas.”
• Una dotación económica, compartida por
los miembros del grupo, pero con espe- b) “La dinámica y las estructuras observables
cial afección a las necesidades económi- en los grupos a los que nuestra sociedad da
cas asociadas a la crianza y educación de el nombre de familias, pueden muy bien no
los hijos y, en general; manifestarse en los grupos que recibieron esa
• Una habitación común, hogar o ajuar, que, denominación en otras épocas y lugares.”
sin embargo, pueden no ser exclusivos
del grupo familiar.” c) “La Familia sobre la que aquí tratamos es
la familia de origen transformada por me-
La familia se realiza según formas extraordi- dio de la internalización*, la división y otras
nariamente diferentes: 1º Formas de relación operaciones, en la “familia” (internalizada),
conyugal duradera o breve; monogámica o poli- proyectada a su vez sobre la familia (objeti-
gámica; o en grupo; 2º Formas diversas de selec- vizada) y otros objetivos.”
*
“Internalizar significa trasponer lo “externo” a lo “interno”. Implica la transferencia de cierto número de relaciones que constituyen un
conjunto (con diversas operaciones entre los elementos del conjunto, cuyos productos permanecen dentro del conjunto) de una modalidad
de la experiencia a otras: o sea, de la percepción a la imaginación, la memoria, los sueños”.
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
a) “La familia, como grupo, de individuos interde- b) “Familias extensas limitadas o modificadas,
pendientes e interactuantes para no sólo hacer que tienden a ser más compactas y redu-
posible la procreación y la crianza de la prole, cidas y comprenden a una unidad nuclear
a fin de asegurar la perpetuación de la especie, compartida por otros miembros familiares,
sino también como hecho social, no solamen- e incluso por otra unidad nuclear que com-
te biológico, en donde aparecen los vínculos: parten el mismo hogar o que mantienen
cotidiana relación y comunicación a través
• Conyugal entre los esposos y el consan- de hogares contiguos, cercanos o de relati-
guíneo o adoptivo entre padres e hijos; va distancia entre sí. Incluso, compartiendo
• La residencia común como realidad, o al una economía conjunta pero dejando cier-
menos como referencia; ta intimidad a unos y otros de sus núcleos
• El desempeño de roles familiares, componentes”.
• La posesión de una cultura derivada de la
general del grupo social más amplio” c) “Familias nucleares, conformadas por una
pareja de progenitores, pero no necesa-
Naciones Unidas riamente casados formalmente, y su prole
Diversos documentos inmediata. Funciona y reside, por lo gene-
ral, independientemente de otras unidades
Se afirma, genéricamente, que está compro- familiares, pero ello no significa que no suela
bado, que la familia constituye un fenómeno mantener relaciones con los demás familia-
universal presente en todas las culturas huma- res que viven en hogares diferentes”.
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Introducción
d) “Familias uniparentales, cada vez más difun- factor económico, que se compensa con la
didas. Encabezadas por un solo progenitor, que en él gana la noción felicidad. La gen-
e integrada por él y sus hijos (uno o más). te no se casa ya solamente para establecer
Pueden provenir de parejas separadas o de una familia, engendrar hijos y trasmitirles un
una madre soltera, [eventualmente de un patronímico y un patrimonio, sino también
padre-varón]. Puede considerarse, sin em- para ser personalmente feliz. La carga insti-
bargo como una familia en transición ”. tucional, sin embargo, persiste en el hecho
de que la desaparición del amor no justifica
e) “Familia comunal. Con muchas familias em- la ruptura del vínculo, pues en este mode-
parentadas que comparten un mismo espa- lo matrimonial pesan tanto el afecto como
cio de misma residencia, o contigua, y fre- el deber. Su disolución siempre se concibe
cuentemente de tierra comunal”. como un atentado contra la institución que
merece una sanción jurídica, pues siempre
f) “Familia poligínica (o más rara vez poliándri- hay un culpable cuando menos” .
ca), vinculada a culturas específicas, a situa-
ciones de desigualdad de sexos (debido a c) “El tercero es el matrimonio fusión. Es el que
migraciones de varones, principalmente)”. ya prevalece en el mundo occidental, y se
fundamenta en la solidaridad afectiva. En él
g) “Otros tipos de familias, mixtas o circunstan- la característica principal es el amor, y la di-
ciales en el proceso de su ciclo vital. Tales mensión institucional aparece relegada a un
como las familias reconstruidas, compuestas plano secundario. En la mayoría de las oca-
o de transición, por ejemplo en procesos siones se limita a una serie de ceremonias y
migratorios graduales”. ritos externos, que sirven de mero recor-
datorio de lo que un día fue el matrimonio
ROUSSEL, Louis. “Marriages et divorces. Con- institucional y de poco más. La familia que
tribution à un analyse systematique des modè- forman es la nuclear y los cónyuges la cons-
les matrimoniaux”, Population, 1980. Nov-Dic: tituyen por sentirse fuertemente atraídos el
1025-1040; citado por Del Campo, Salustiano, uno hacia el otro. Falta ya el elemento reli-
Familias: Sociología y Política, Ed. Compluten- gioso, que ha sucumbido ante la tendencia
se, Madrid, 1995, pp. 40-41. secularizadora y la sociedad, que se esfuma
al pasar al primer plano la voluntad de los
Cuatro tipos de familias de acuerdo a sus individuos implicados. El divorcio aparece
modelos matrimoniales como un simple corolario del teorema de
que el matrimonio sólo dura mientras hay
a) “El primero es el tradicional e institucional. amor y ni es objeto de sanción, aunque en
Tiene como finalidad asegurar la supervi- los trámites siga interviniendo el juez, ni aca-
vencia de los individuos a través del apoyo rrea estigma alguno”.
de las generaciones, primero de los padres a
los hijos y más tarde de los hijos a los padres, d) “El cuarto, es el matrimonio asociación o de
siendo fruto importantísimo suyo la trasmi- compañía. El casamiento ya no es ni siquiera
sión del patrimonio, tanto material como una formalidad indispensable, porque se defi-
simbólico, y la garantía del orden social. En ne por la pura y simple cohabitación, es decir,
el seno de esta familia, los criterios funda- por el contenido de la relación. Sin embargo,
mentales para la división del trabajo son el tiene generalmente una duración considera-
sexo y la edad, la autoridad última corres- ble y pasa a los ojos de todos por una unión
ponde invariablemente al patriarca y la rela- estable y consolidada, en la cual la situación
ción conyugal se concibe como indisoluble y de hecho y la de derecho no se distinguen,
sólo se extingue por la muerte”. hasta tal punto que el concepto de legitimidad
desaparece de su vocabulario. Ni para el tipo
b) “El segundo es el matrimonio de alianza de relación entre la pareja, ni para sus hijos,
que resulta una flexibilización del institucio- no considerados como ilegítimos. La ruptura
nal, en el cual disminuye la importancia del de la convivencia no es algo insólito, y como
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
la relación afectiva no es intensa, sus efectos d) “Es importante tener presente, asimismo,
tampoco son demasiado importantes. Rous- que la forma de vida familiar, especialmente
sel le llama matrimonio de razón”. en los países industrializados, pero también,
aunque en menor proporción, en América
e) “Pero en las uniones consensuales de larga Latina y el Caribe, está lejos de ser la única.
duración, diez o más años, la ruptura pro- Las personas que viven solas, en lo que suele
voca también en las partes efectos psico- denominarse “hogar unipersonal”, son una
lógicos, económicos y de toda naturaleza, realidad que debe reconocerse. También
semejantes a los que el divorcio produce en es observable, la pareja que no vive bajo
el matrimonio fusión”. un mismo techo, no por razones materiales
sino porque sus miembros han optado por
CEPAL- ROSSETTI, Josefina (1993) la autonomía. [A su vez], hay un movimiento
que pide considerar como familia, a parejas
a) “El término “familia” tiene múltiples sentidos. de homosexuales, con todos los derechos
Están por un lado las definiciones técnicas, legales que el término implica”.
normalizadas para lograr una medición exacta
de los fenómenos. Existen por otra parte, las e) “Los miembros de una familia comparten
definiciones de “sentido común”, que corres- un techo o hábitat, consumen juntos, y
ponden a una norma de carácter cultural. Exis- eventualmente son también una unidad de
te también la definición de familia que suele producción de recursos. [Pero] es posible
utilizar el Estado, en sus políticas y programas compartir un techo, producir y consumir en
sociales. En la definición del “sentido común”, común y sin embargo no constituir una fami-
cabe distinguir dos dimensiones: una, como lia. De ahí que lo más propio de la familia sea
constatación de la realidad (dimensión fácti- el tipo de vínculo que une a sus miembros,
ca), y la otra, con una dimensión ideal, aquello que básicamente adviene por la relación de
que se anhela, el modelo de familia. Ambas pareja o por la procreación [o adopción]”.
puede, naturalmente no coincidir”.
f) “La familia es por excelencia el ámbito de las
b) “[Pero] se hace aconsejable que en un país relaciones íntimas y del amor [o desamor].
exista conciencia acerca de los distintos ti- Cumple un papel fundamental en la sociali-
pos de familia que existen. [Por ejemplo]: zación de los individuos y en la transmisión
Familias nucleares simples (una pareja con de valores...[aunque] la familia actual expe-
o sin hijos); familias nucleares extendidas (se rimenta una “crisis de amor”...En la familia
agregan parientes o no parientes); familias confluyen el mundo privado y el mundo pú-
monoparentales (un hombre o mujer, con blico (Jelín, 1983)”.
uno o más hijos); familias monoparentales
extendidas (con parientes o no parentes); Nota aclaratoria: aquí se está haciendo refe-
familias polinucleares simples (dos o más rencia a la familia como unidad doméstica (ho-
familias nucleares simples); familias polinu- gar, familia censal), pero esto ya significa una
cleares extendidas (dos o más familias nu- específica unidad más restringida de lo que es
cleares extendidas) (Charbit, 1987)”. la familia como unidad de vínculos y relaciones
más allá del espacio de cohabitacional.
c) “Una familia se gesta en torno a una pareja y
sus hijos. En un primer sentido es “el grupo
social formado por los miembros del hogar
emparentados entre sí por sangre, adopción
o matrimonio, incluyéndose las uniones con-
sensuales cuando son estables” (Lira, 1976).
En otro sentido, y dependiendo de quienes
constituyan la familia, se distinguen tipos de
familia cuyas relaciones internas y externas
pueden ser significativamente diferentes”.
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Introducción
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
más son una fuente valiosa para su análisis de Terapia Familiar); las numerosas organiza-
y su aplicación a medidas de intervención ciones civiles que trabajan en la promoción fa-
oportuna. Alguno de los temas abordados miliar, como tal, así como un conjunto cada vez
como el de la violencia intrafamiliar, el de más numeroso de investigadores y estudiosos
la nupcialidad, el de los estudios con enfo- en el país y en el extranjero que se reúnen en
que de género, el de la sexualidad, la salud encuentros nacionales de investigadores so-
reproductiva, el de la tercera edad y el de bre la familia (como los que impulsó en años
los ciclos vitales de la vida familiar, han teni- próximos el Centro Universitario de Estudios
do recientemente una mayor trascendencia para la Familia de la Universidad Autónoma de
para las políticas familiares implicados en la Tlaxcala); o como el desarrollado desde hace
dinámica familiar y en su mejor orientación. muchas décadas, al nivel mundial, por el Co-
Sin embargo, éstos requieren todavía de mité de Investigación Familiar de la Asociación
una visión sobre la pluralidad de conjunto, Internacional de Sociología y por el movimien-
en el contexto nacional, para no extrapolar to generado en torno a la Organización de las
situaciones locales específicas o de ciertos Naciones Unidas, mediante su Centro de De-
estratos socioeconómicos de las familias, sarrollo Social y Asuntos Humanitarios y la Se-
con la que se produce en otros ámbitos del cretaría del Año Internacional de la Familia de
escenario nacional. 1994, cumplida ya su primera década.
28
Introducción
2
Véase el anexo 2.2
29
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
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PRIMERA PARTE
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
CAPÍTULO 1
Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados
en el estudio e investigación de la Dinámica Familiar
y sus principales aplicaciones a México
Para una revisión de las corrientes teóricas cialistas en la investigación social de la familia
que se han venido utilizando en la investiga- dentro del grupo internacional del CFR y de
ción social de la familia, aplicables a México, varias universidades europeas, particularmen-
tenemos que aludir a las clasificaciones ya clá- te, la Universidad de Lovaina7, la Universidad
sicas, utilizadas en el Comité de Investigación de Bruselas8, de la Sorbona y la Escuela de Al-
Familiar (CFR), de la Asociación Internacional tos Estudios de París.9
de Sociología (ISA). Estas clasificaciones, ela-
boradas por notables especialistas en el estu- Por ello, puede decirse que muchas de estas
dio de la Familia, a partir de la que formuló el corrientes teóricas de nivel internacional, fue-
Dr. Reuben Hill, primero desde la Universidad ron ventiladas en México y discutidas en varios
de Minnesota, y después en el mismo seno del seminarios y congresos, así como aplicadas en
Comité de Investigación Familiar. Entre ellos investigaciones de diverso tipo, compartidas
podemos mencionar, además de Hill3, Chris- con varios investigadores sociólogos y centros
tensen4, Mogey5, Michel6 entre otros, quienes de investigación de países latinoamericanos.10
han elaborado clasificaciones de las corrientes El Instituto Mexicano de Estudios Sociales, A.C.
teóricas que se han manejado por muchos in- fue el pivote de esta acción investigativa y de in-
vestigadores sociales de la familia. tercambios, internacionales después promovida
a muchos investigadores de nuestro país.
Lo mismo podría decirse de las clasificacio-
nes en antropología y en psicología. Lo cier- Esto nos llevó a reelaborar una clasificación
to es que la clasificación de Hill, después de de los múltiples enfoques teóricos encontrados
haberla desarrollado con mayor profundidad, en el estudio y la investigación familiar, que pre-
nos llegó a México, de manera directa cuando sentamos ahora de manera sintética. He aquí
éste era ya Presidente de la Asociación Inter- una relación de estas perspectivas:
nacional de Sociología, pues tuvimos la suer-
te de que él personalmente viniera a nuestro 1) Enfoques sobre la familia en general hechos
país para asesorar la primera investigación na- con un interés básicamente preceptivo,
cional sobre la familia en México, por los años educativo e ideológico. El problema epis-
de 1965 a 1967. Y además, pudimos participar temológico y práctico para un diagnóstico,
e intercambiar con los más importantes espe- derivado de dichos marcos.
3
Hill, Reuben (1958, 1970).
4
Christensen, Harold (1964).
5
Mogey, John (1971).
6
Michel, Andrée (1970).
7
De Bie, Pièrre, Claude Henryon, Edmon Lambrechts (1968), Karel Dobbelaere, Claire Leplae y Jacques Piel (1968), Jacques Leclercq (1961),
L. Janssens (1963), Constantina Safilos-Rothschild (1972) y Hubert Gérard (1970), François Houtart, Wilfried Dumon (1980) y Andrés
Mendoza (1976).
8
Morsa, Jean, Annie Dorsinfang (1968) (quienes fueran mis asesores de doctorado).
9
Michel, Andrée (1970), Chombart de Lauwe (1968) y Alain Girard (1974).
10
Gustavo Pérez, Francisco Escobar, Oscar Maldonado, Renato Poblete, Afonso Gregory y Alberto Gruson.Véase referencias en Leñero, Luis
(1970). También C.A. de Medina (1974), Olda Acuña y Carlos Denton (1979), Alfredo Jaramillo (1972), Virginia Gutiérrez de Pineda (1962
y 1976), Rolando Collado (1969) y muchos más.
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
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Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
En este conjunto de trabajos se busca, en cam- También podemos identificar entre estos
bio, procurar información de hechos y realida- estudios de primer grado, toda una amplia y
des, de estadísticas y tendencias, de realidades y sofisticada gama de análisis familiar de los da-
problemas, sin cuyo conocimiento es imposible tos censales y de las estadísticas vitales o de los
entender, explicar y proyectar la acción al res- estudios de estrategias y trayectorias de vida
pecto de la vida familiar. El estudio sociográfico, y procesos familiares. Por ello, son muchos
en su carácter más bien descriptivo presenta la los demógrafos y los sociólogos, haciendo de-
situación y los perfiles de las familias, marca di- mografía, que se han incorporado al estudio
ferencias, grados, e incluso diversidades entre sociológico de la familia mexicana, más allá,
sus unidades. A veces, da cuenta de manifes- incluso, de una simple descripción del dato
taciones sociales contextuales de las familias y demográfico. Resalta en ellos el estudio de la
de fenómenos aledaños o implicados en la vida fecundidad y la familia, la formación familiar y
familiar, aún cuando no sean propiamente fe- la nupcialidad, la jefatura familiar, el trabajo y la
nómenos familiares propiamente dichos. Mu- migración familiar. Como ejemplo ilustrativo al
chas otras, se presentan estadísticas y se hacen nivel mundial podemos referirnos a los trabajos
descripciones de casos y hechos referidos a los encauzados por la ONU sobre familia y fecun-
individuos, más que a las familias en sí, pero en didad (1984) y al nivel nacional podemos men-
la medida en que esta información queda in- cionar, entre muchos otros, a Acosta (1998,
volucrada con la vida familiar de las personas, 1998b), Brambila (1985), Echarri (1995), B.
pueden ser altamente significativa para el cono- García (1982, 1994, 1998), Jiménez (1983), Ló-
cimiento de la realidad familiar conjunta. pez (1996), Oliveira (1982, 1994, 1998), Ojeda
(1988,1989), Lerner (1982), Quilodrán (1974,
En este sentido, hemos avanzado mucho 1991), Tuirán (1993a, 1993b), Welti (1984),
en el mejor conocimiento de lo familiar pues a Wong y Levine (1992).
partir de las estadísticas de población y de los
estudios demográficos, incluidas las encues- Al lado de estos estudios sociodemográficos
tas nacionales o locales sobre los fenómenos se encuentran otro conjunto de estudios relati-
sociodemográficos se ha obtenido una valiosa vos a la familia vista como unidad socioeconómi-
información sobre las familias mexicanas. Pode- ca. Hill (1958) hablaba de toda una corriente de
mos mencionar, por ejemplo, las tabulaciones estudios (sociológicos) sobre la economía do-
censales sobre hogares mexicanos hecha por méstica y citaba a autores como Kyrk, Nickell,
INEGI (1993); pero además, se dispone de re- Reid. Las escuelas de trabajo social han tenido
sultados depurados de encuestas nacionales de a su vez, un campo de especialización sobre la
Ingresos y Gastos de Hogares (INEGI, 1992, economía doméstica, tanto como descripción y
1996), y de encuestas nacionales de fecundidad clasificación del nivel económico y de autosufi-
realizadas por diversas entidades: Encuesta de ciencia de las familias para su trámite en institu-
Fecundidad Rural de 1969, Encuesta Mexicana ciones de asistencia y en programas de servicios
de Fecundidad, en 1977, Encuesta Nacional de públicos, de becas, etc. Pero independiente-
Prevalencia de Métodos Anticonceptivos, en mente de esta dimensión descriptivo-práctica,
1979, Encuesta Nacional de Prevalencia de Mé- están los estudios de demógrafos y economistas,
todos Anticonceptivos con Módulo de Fecundi- que buscan conocer niveles de ingreso familiar y
dad y Mortalidad, en 1980, Encuesta Rural de sus condiciones materiales de existencia de las
Planificación Familiar en 1981, Encuesta Nacio- familias (incluyendo consumo y perfiles de gas-
nal Demográfica de 1983, Encuesta Nacional de to familiar o condiciones de vivienda, así como
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Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
1.3 Enfoques de búsqueda que las líneas teóricas que existen en la mira de
los investigadores son las que van en el sentido
explicativa basados en de las grandes corrientes sociológicas en voga.
corrientes teóricas, paradigmas Podríamos agruparlas en tres grandes formas
y tesis interpretativas del proceso explicativo y dentro de cada una
caben diversas corrientes teóricas:
A partir de marcos teóricos previamente es-
tudiados y seguidos y con el propósito de de-
sarrollar paradigmas explicativos más allá de la
información empírica obtenida tratamos aquí de
identificar los trabajos de investigación socioló-
gica que desembocan en tesis de alto o mediano
alcance explicativo. Provienen fundamentalmen-
te de corrientes y escuelas diversas propuestas
al nivel internacional y que han podido alcanzar
un reconocimiento de la comunidad científica,
o bien que son sujetas a nuevas revisiones de la
validez y propiedad de sus supuestos y de sus
conclusiones. Una labor creativa de explicación
teórico-científica requiere no sólo de una madu-
rez investigativa, sino también de la oportunidad
de difusión de sus tesis, propuestas, ampliadas,
reconfirmadas y seguidas por una serie de inves-
tigadores a lo largo del país y del mundo entero.
En este sentido, la originalidad teórico-investi-
gativa resulta un tanto extraordinaria y puede
decirse que todavía no se encuentra fácilmente
en nuestro medio. Lo que sucede es más bien
un ejercicio de aplicación teórica no sólo en los
marcos conceptuales aprendidos y reproduci-
dos de manera un tanto imitativa, sino también
una capacidad para encontrar, en esos mismos
marcos paradigmáticos, matices, reservas, inte-
rrogantes y posiblemente propuestas derivantes
de la teoría o tesis original.
38
Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
identificada en la sociocultura global dominante, ello el subsistema familiar -un tanto autónomo
en el hilo de su civilización y de sus grandes sis- de la familia nuclear en la sociedad moderna
temas sociales en supuesta armonía o en situa- urbanizada y masiva, coexiste al lado de otros
ción crítica y conflictiva: preindustrial, industrial sistemas con los que se integra. La labor del ana-
o postindustrial (en sus diversas modalidades). Se lista sociólogo es diagnosticar la funcionalidad o
podrían asimilar a estos autores muchos antro- disfuncionalidad de esta realidad sistémica para
pólogos que hacen análisis familiar bajo ópticas apuntar las causas de su inoperancia o desajus-
de explicación diversa: evolucionistas y difusio- te ocurrido en un espacio y tiempo definido, un
nistas diacrónicos, o funcionalistas y analistas-sin- tanto independientemente de sus antecedentes
crónicos, así como estructuralistas-conceptualis- históricos ahora ya superados en la nueva socie-
tas -tipo Radcliffe-Brown (1974) y Levy-Strauss dad en su conjunto. De ahí el interés histórico
(1983); pero también hay otros dignos de men- por parte de los sociólogos del estructural fun-
cionar como los historiadores de las instituciones cionalismo. Dentro de esta corriente estructu-
y de las mentalidades. De estos últimos, entre ral-funcionalista pueden consultarse, a partir de
muchos otros, que parcialmente volveremos nuestra referencia bibliográfica autores neoclási-
a citar, podemos mencionar a: Ariès (1985) y a cos tales como: Parsons (1955, 1967, 1971), Da-
Flandrin (1979), como excelentes ejemplos que vis (1968), Homans (1951), Goode (1965, 1966,
han descrito con lucidez y con un enfoque socio- 1973, 1980). En América Latina podemos iden-
lógico y antropológico social a la familia y a la vida tificar algunos estudios e investigaciones familia-
privada e íntima, en la historia francesa y euro- res hechas en los años sesenta y principios de los
pea, descubriendo, más allá de los modelos alu- setenta con este enfoque estructural-funciona-
didos -como concepciones estereotípicas-, for- lista, de manera parcial o subyacente: Germani
mas reales de vida familiar, desviadas del patrón (1968), Corredor (1962), Gutiérrez de Pineda
establecido en la moral oficial y en la regulación (1962, 1976), Gans, Pastore y Wilkening (1970);
canónica-religiosa de cada época. En México, un Leñero (1965), el Instituto Mexicano de Estudios
grupo de historiadores siguen esta misma ruta. Sociales-IMES: Leñero (1968), la Federación In-
Podemos mencionar a las historiadoras de la fa- ternacional de Institutos de Investigación Social
milia, Gonzalo (1993, 1994, 1998), Rabell (1994) y Socioreligiosa-FERESAL: Leñero et al (1970);
y Lavrin (1991), entre muchos otros. Mendoza (1976), Wills Franco (1976).
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Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
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Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
Pero además de la perspectiva propia del en- En esta óptica hermenéutica podemos en-
foque de interacción social, podemos asociar, contrar múltiples estudios sobre la familia que
de alguna manera, con la óptica del estudio que explícita o implícitamente toman estas dimen-
parte de la acción de los propios protagonistas siones fenomenológicas, y buscan de una u otra
de la vida familiar, a la corriente fenomeno- manera explicar la manifestación familiar me-
lógica que plantea el estudio de la vida co- diante estas diferenciaciones, desvelando, en
tidiana y que enfatiza la necesidad de un primera instancia, los estereotipos surgidos en
análisis en profundidad la tipología cua- la lógica del sentido común. Entre los diversos
litativa de diferenciación de las unidades autores que adoptan un análisis de estos este-
familiares. reotipos atribuidos a los mexicanos (el carác-
ter del mexicano y de la mexicana relaciona-
La investigación de sociología fenomenoló- dos con los mitos colectivos internalizados en
gica busca fundamentalmente explicar herme- la cultura nacional y de sus familias) están los
néuticamente los fenómenos sociales a partir ya antes mencionados en la corriente psicoa-
de la percepción espontánea e intuitiva, para nalítica-social: Ramos (1951), Aramoni (1965),
de ahí, distinguir la manifestación social de re- González Pineda (1970), Ramírez (1977), y
ferencia en su variedad tipológica (diferencia está el sociólogo Béjar (1968) que hace una crí-
en el tiempo, espacio y categoría, más allá de tica significativa de los anteriores; también está,
los estereotipos del sentido común), y con ello, más recientemente, Sandoval (1985) y, basada
captar la circunstancialidad del fenómeno fren- en investigación empírica sociológica, aplicada
te a su esencialidad o su naturaleza intrínseca a la mujer mexicana, Elu (1969, 1973). Detrás
permanente (reducción sociológica equiva- de ella vienen muchas otras investigadoras que
lente a la epojé del método fenomenológico, adoptan en México la perspectiva de género
propiamente dicho). Es así que la familia, vista para desvelar la implicación de ser mujer sin
fenomenológicamente es percibida, primero quedar presas de las costumbres tradicionales
en la lógica del sentido común de la vida co- en la vida familiar; pero también de ser hom-
tidiana (Schutz, 1975: 38-70) en la que queda bre, en su implicación sociofamiliar dentro del
implicada una visión subjetiva de los estereoti- México actual; esto último, lo analiza Leñero
pos de vida familiar provenientes de la cultura (1992), un grupo de psicoterapeutas en torno
popular y de los mitos sociales (machismo, ma- al Instituto de Investigaciones en Psicología Clí-
rianismo, maternidad, paternidad y filiación sa- nica y Social (1987), así como otro grupo más
cralidos, etc.). Después, aparece en la investi- de investigadores sociales recientemente coor-
gación familiar, toda una elaboración tipológica dinados por Lerner (1998), para mencionar a
de las modalidades de caracterización familiar algunos de los pioneros en este estudio que va
de acuerdo a diversas categorías fenoménicas más allá del mito machista.
(según ubicación social, según composición y
desarrollo de la unidad familiar, según perfil En cambio, hay otros estudiosos que traba-
conductual de sus miembros, según tipos idea- jan ya a partir de una tipologización diversifi-
les o estrategias de vida y sentido vital, etc.). cante de las unidades familiares, distinguién-
Finalmente, el análisis lleva a concluir sobre la dolas de su caracterización puramente institu-
naturaleza intrínseca del fenómeno familiar, a cional colectiva (en torno a un modelo único),
pesar de las diferencias accidentales, para su para de ahí llegar a relatividades antes que a
identificación más profunda, en un momento y generalizaciones ideológicas e integristas. Refe-
sociedad dada, y para entender las tendencias rirse a las tipologías familiares puede asimilarse,
más consistentes de su existencia. Podemos re- en cambio, de alguna forma, a este propósito
ferirnos al respecto a los teóricos neoclásicos: fenomenológico, aunque el investigador no lo
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Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
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Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México
bibliografía sociológica e multidisciplinaria (im- 210), Wong y Levine (1992) entre muchos
prescindible para el análisis sociológico) puede otros. También cabe mencionar la temática so-
apuntarse al respecto. Baste citar a manera de bre el estudio del conflicto familiar y la enajena-
ejemplo: ACPEINAC-Varios Autores (1982), ción familística: además de la línea psicoanalíti-
Alemany, Rodríguez y Hernández (1997), Bue- ca estudiada en su generalización colectiva, en
no (1996), Bruce et. al. (1998), Castellanos ella encontramos trabajando a diversos autores
(1997), De la Garza, et. al. (1987), DIF Nacional provenientes de diversas corrientes teóricas:
y UNICEF (1994, 1997), Gibbons (1984), Gon- desde la del materialismo dialéctico, hasta el
zález, Azaola, Duarte y Lemus (1993), Leñero estudio de las disfuncionalidades familiares, el
(1992, 1994: 181-212, López Echeverri (1990), conflicto conyugal o divorcio, el paterno-filial,
Núñez Miranda (1995), Pollock (1990), Schatz- la desintegración familiar, el cuestionamiento
man (1988), UNICEF (1964, 1997), Villarreal y de la familia, o la llamada “muerte de la familia”.
Sánchez (1993), Bueno (1996). Ya habíamos mencionado a Cooper (1985) y a
Laing (1988); pero también podemos referir-
Menos estudios existen en cuanto al tema nos, tratando el conflicto familiar, la separación
de familia y juventud, sobre todo del problema matrimonial y el divorcio, a Goode (1980), a
entre padres e hijos, aunque abundan los análi- Corsi (1994), a Lomas et al (1983), y en Méxi-
sis psicológicos sobre los adolescentes y sus re- co, a Ribeiro (1976 y 1991), a González Montes
laciones críticas con los adultos y con su familia. (1998), a Ojeda y R. González (1990: 423-428),
En este campo de juventud y familia citamos a Villasmil (1998) y a otros.
en especial a: Levi y Schmitt et al (1996), Go-
odman (1975, Erickson (1979), Leñero (1990,
1992: 199-215, 1994a: 199-212, 1994b: 128-
132), Centros de Integración Juvenil (1982,
1985, 1990), Bueno et. al. (1996). En relación
a las personas de la tercera edad y la familia,
también vamos encontrando cada vez más es-
tudios sociológicos, pero aún predominan los
de carácter biológico, los psicológicos y los
demográficos. Estos últimos utilizan frecuen-
temente un enfoque sociodemográfico asimila-
do al propiamente sociológico. Citemos entre
ellos a Camdessus (1995), Duocastella (1976),
Montes de Oca et al (1996: 45-55).
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
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Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
b) Paradigmas de las
intervenciones familiares
Junto a estos planteamientos de los organismos
internacionales sobre las políticas familiares,
podemos encontrar a diversos autores acadé-
micos que han venido teorizando y realizan-
do investigaciones evaluativas sobre los
programas y las políticas familiares. Entre
ellos, podemos mencionar a Calderan Beltrao
(1963), Laing (1979), Aldous y a Dumon (1980),
Bueno et al (1996). En México han tratado el
tema: M.L. Fuentes, L.Leñero, Ma. Paz López,
S. Morales, V. Salles, R. Tuirán, P. Moreno, E.
González T., J. Boltvinik, T. Incháustegui en un
evento ad hoc, organizado por DIF, UNICEF,
COLMEX (1996); también en varios ensayos,
Leñero (1983a: 263-312, 1994: p. 261-270,
2005, p. 257-301), entre muchos otros autores
incluidos en la bibliografía.
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Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México
51
SEGUNDA PARTE
Prediagnóstico hipotético sobre los perfiles de
conformación de las unidades familiares en México
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
CAPÍTULO 2
Identificación tipológica de las Familias
según su ubicación en el Contexto Social
11
Una profusa lista de estudios y autores que plantean las tipologías familiares aparece en nuestro estudio documental disponible en la
Bibliotecas IMES y Leñero. Podemos referirnos a los siguientes aparecidos en nuestra bibliografía clasificada: Bañuelos y Gómez (1997)/
Bardis (1964)/ Barrientos y Méndez (1997)/ Béjin (1987)/ Bel Bravo (2000)/ Boudet (1955)/ Burgess (1968)/ Cabré y Domingo (1994)/ Cacho,
L. (2001)/ Castillo y Vela (2000)/ CEPAL (1993)/ Chant (1988)/ Chombart (1968)/ CONAPO (1983)/ CONAPO (2000b)/ Di Marco (1998)/
Espinosa (1994b)/ Esteinou (1999)/ Estrella (1993)/ Farber (1966)/ Favre (1973)/ Feijóo (1993)/ Filgueira (1993)/ Galindo (1986)/ García,
M. y Mauro (1993)/ García, B. (1991)/ García, B. con Oliveira y Muñoz (1982)/ García, B. y Pacheco (2001)/ Godoy y Covarrubias (1981)/
Goldani (1993)/ Gómez de León y Rabell (2001a)/ González A., Hdez. y Rosales (1996)/ González, R. (1986)/ Goode (1966)/ Guadarrama
(1998)/ Gutiérrez (1975 y 76)/ Harris (1983)/ INEGI (1992, 1994, 1998, 2002)/ INEGI (1993)/ INEGI (1999a)/ INEGI (2000b)/ Izazola y López
(1984)/ Jelin (1984)/ Jiménez O. (1977)/ Johnson (1967b)/ Johnson (1967c)/ Kephart (1972)/ Lemaire (1986)/ Leñero (1968)/ Leñero (1977)/
Leñero (1983b)/ Leñero (1985)/ Leñero (1986b)/ Leñero (1989b)/ Leñero y Fernández (1990a)/ Leñero (1990b)/ Leñero (1991)/ Leñero
(1992b)/ Leñero (1992c)/ Leñero (1994b)/ Leñero (1994c)/ Leñero (1994d)/ Leñero (1996a)/ León (1986)/ Levine (1992)/ Lévi-Strauss (1988)/
Linton(1959a)/ Linton(1959b)/ Lira(1978)/ Lloyd (1998a )/ Lomnitz (1975)/ Lomnitz y Pérez (1986)/ Lomnitz y Pérez (1987)/ Lomnitz (1990 )/
López B. (1994)/ López B. (1998)/ López B. (2000)/ López B. con Salles y Tuirán (2001)/ López H., Loría y Pérez (1996), López, Salles y Tuirán
(2001)/ Martínez González (1997)/ Morsa (1968b)/ Ojeda y López (1994c)/ Oliveira de (1988)/ Oliveira de (1994)/ Oliveira de (1998)/ Parsons
(1958)/ Parsons (1980b)/ Partida (2000)/ Piña (1997)/ Pío XI (1930)/ Rosseti (1993)/ Salles y Tuirán (1994)/ Sara-Laffosse y Ponce (1993)/ Solso-
na, y Treviño (1994)/ Torrado (1983)/ Torres S. (1996)/ Torres V., Garrido y Reyes (2000)/ Trost (1977)/ Tuirán (1992)/ Tuirán (1993a)/ Tuirán
(1993c)/ Tuirán (1995)/ Turner (1980a)/ Turoswski (1977)/ Valenzuela (1994)/ Wong y Levine (1992)/ Yamane (1977)/ Zelditch (1955). Pero
habría muchos más pues es una forma obligada del estudio familiar.
55
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
12
Véase: para la región del Noroeste mexicano, los siguientes autores referidos en el anexo de bibliografía clasificada: CONAPO (1993), Estrella
Valenzuela (1993), INEGI (1999), IMES (1968, 1974, 1977, 1997), Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y
Secretaría Salud : Enc.Nac.Violencia Muj (2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU: Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Ojeda (1994b,
1994c), Palma y Suárez (1994), Reygadas (1994). Para los estudios en la Región Norte Central: Acosta y Solis (1998), CONAPO (1993), INEGI
(1999), IMES (1968, 1974, 1988, 1992), Inst.Mex. de la Juventud: Enc. Nac. de la Juventud (2000),. Salud Pública y Secretaría Salud : Enc.Nac.
Violencia Muj (2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, López y Ribeiro (1994), Palma y Suárez
(1994),Ribeiro (1989, 1994b, 2002b), y Ribeiro y Cepeda (1994ª). Para la Región del Nordeste: CONAPO (1993), INEGI (1999), IMES (1968),
Grupo Educación Popular Mujeres (1994),Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud : Enc.
Nac.Violencia contra las Mujeres (2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU: Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Palma y Suárez
(1994).Para el Centro Occidental: CONAPO (1993), García Valencia (1998), González de la Rocha (1986), INEGI (1999),IMES (1968, 1972,
1982, 1984, 1988, 1992), Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud: Enc.Nac.Violencia Muj
(2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Palma y Suárez (1994),CC Arizpe (1973), CONAPO
(1993), Elu (1993), Leñero y Fernández (1983a), INEGI (1999), IMES (1968, 1970, 1973, 1974, 1977, 1978, 1982, 1991, 1992, 1993, 1996,
2000), Grupo Educación Popular Mujeres (1994), Inst.Mex. de la Juventud: Enc. Nac. de la Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría
Salud : Enc.Nac.Violencia Muj (2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU: Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Leñero (1992,1994ª,
1998), Palma y Suárez (1994), Piña (1997), Robichaud (1998), Rodríguez G. (2000), Welti y Paz (1996). Para del Centro del país:: CONAPO
(1993), Elu (1993), Leñero y Fernández (1983a), INEGI (1999), IMES (1968, 1970, 1973, 1974, 1977, 1978, 1982, 1991, 1992, 1993, 1996,
2000), Grupo Educación Popular Mujeres (1994), Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud
: Enc.Nac.Violencia Muj (2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU: Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Leñero (1992,1994ª, 1998),
Palma y Suárez (1994), Piña (1997), Robichaud (1998), Rodríguez G. (2000), Welti y Paz (1996). Para el Area Metropolitana de la ciudad de
México: García, De Oliveira y Muñoz (1982), Gómez Robleda y D’Aloja (1961), INEGI (1999), IMES (1968, 1970, 1974, 1977, 1988, 1993, 1994,
2002), Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud : Enc.Nac.Violencia Muj (2003), INEGI, IN-
MUJERES y UNIFEM-ONU:Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Leñero (1994b, 1994c, 1994d), Lewis (1959, 1964), Lomnitz, L. (1975),
Salazar (1996), Villavicencio (1996). Para el Centro oriente: CONAPO (1993), INEGI (1999), IMES (1968), Grupo Educación Popular Mujeres
(1994),Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud : Enc.Nac.Violencia Muj (2003), INEGI,
INMUJERES y UNIFEM-ONU Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Palma y Suárez (1994). Para el: CONAPO (1993), Fernández y Jiménez
(1997), INEGI (1999), IMES (1968, 1974,1974, 1992, 1992, 1994, 1996, 1997, 2000, 1999), Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac. Juventud (2000),
Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud : Esur l nc.Nac.Violencia Muj (2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU:Enc. Nac. Dinámica Relac.
Hogares 2003, Palma y Suárez (1994). y para la Región del Sureste: Brown (1996), CONAPO (1993), Favre (1972), INEGI (1999), IMES (1968,
1974, 1983, 1988, 1992), Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud : Enc.Nac.Violencia Muj
(2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Palma y Suárez (1994), Pozas (1968), Vargas (1994).
56
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social
los matrimonios y uniones extramaritales con- bargo, antes las comarcas eran mucho más ho-
traídas de manera un tanto indiscriminada. mogéneas; en las relaciones familiares se man-
tenían mayormente las vinculaciones cotidianas
Y esto se refleja necesariamente -sobre entre parientes. Al término del siglo, la movili-
todo- en el sentido de la vida familiar, en pau- dad espacial y la transportación (vehicular) se ha
tas internas y externas matizadas en forma des- incrementado notablemente y con ello se han
igual, provenientes de la dinámica de sus socie- visto modificadas las relaciones familiares. En el
dades civiles, frente a la de sus Estados y sus campo, las separaciones por la salida de padres
sistemas legales. O se manifiesta en variantes o hijos migrantes, se ha acentuado grandemente.
de su normatividad religiosa, frente a costum- Se calcula, a fin de siglo, que más de la tercera
bres no erradicadas del todo, o relativamente parte de los padres de familia de las grandes ciu-
persistentes en la práctica. dades han sido inmigrantes. Pero incluso, aún sin
migración interregional o internacional, los hijos
Con la información que tenemos podemos forman sus familias de procreación en otras áreas
decir hipotéticamente, con una consistente cons- vecinales diferentes a las que habitan sus padres,
tatación obtenida de las múltiples investigaciones hermanos o parientes cercanos, con los que cada
hechas en las últimas décadas, que la dinámica vez se identifican menos. En las ciudades los es-
de las familias en las diferentes regiones se ven pacios de zonas nuevas separan a los hijos casa-
dualizadas en sentidos aparentemente distintos: dos de sus padres, abuelos y hermanos. Cuando
por un lado, se quiere preservar las raíces cultu- tratan de construir poco a poco, sus viviendas
rales heredadas y sus derechos para seguir sus con un a pretensión “moderna”, de mampos-
modelos tradicionales en sus propios estilos de tería y tabicón y una conformación propia para
subsistencia y modos de vida familiar; pero por una familia nuclear, están condicionando el tipo
otro lado, se buscan los cambios de una moder- de familia que buscan tener, pero el mayor pro-
nización venida del exterior a la que quieren ac- blema al que se enfrenta la mayoría de las nuevas
ceder principalmente las nuevas generaciones. familias es la carencia de recursos económicos y
la dificultad para encontrar un terreno disponible
Con ello, en cada lugar las familias tratan de con el mínimo de servicios urbanos.
asegurar la propia identidad familiar y comunita-
ria, pero al mismo tiempo, trastocan el “equili- No obstante, en los estudios existentes al
brio” anterior (de desigualdad social) tras la bús- respecto, faltan análisis relativos a estas nuevas
queda de oportunidades de trabajo y la presión situaciones de reubicación familiar en los espa-
generada por la concentración citadina de la ri- cios posibles o en los muchos ocupados en asen-
queza económica basada en un sistema produc- tamientos irregulares o peligrosos. Se tienen ya,
tivo y en un mercado cada vez más globalizado, sin embargo, múltiples estudios sociofamiliales y
así como por la influencia de los medios masivos de sublocalidades en algunas ciudades, y varios
que se trasmiten desde los mismos polos urba- sobre reasentamientos de familias migrantes
nos de las distintas regiones, desde la capital del (más desde la referencia del lugar de llegada y
país o desde el exterior. menos sobre el lugar de salida) en los que se
analizan las nuevas condiciones que tienen que
De todas maneras, al interior de cada región recrear a partir de su nueva socialización.13
se pueden identificar perfiles socioculturales y
sociohistóricos, a pesar de la misma tendencia De todas maneras, es importante partir de
migratoria, y de las variaciones experimentadas una visión de conjunto de la diversidad regional
por las distintas generaciones familiares. Sin em- dentro del panorama nacional. En él aparecen,
13
Véanse estudios sobre historias de vida en conjuntos de casos familiares, en donde se relatan vicisitudes derivadas del nuevo lugar de
llegada y su nuevo vecindaje: Oscar Lewis: Antropología de la Pobreza, Cinco Familias (1961-2003); múltiples estudios de investigadores
coordinados por Néstor García Canclini (Cultura y Comunicación en la Ciudad de México, 1998); de Bustamante (1997): Cruzar la línea;
de Norma Ojeda y Silvia López (1994): “Familias transfronterizas…”; de Mercedes González de la Rocha (1986) y de muchos especialistas
que han venido estudiando a las familias migrantes: Verduzco (1982), Báez-Jorge (1982), Brambila (1985), Escalante (2004b), Estrella (1993),
Gómez de León y Rabell (2001a), Hackman (1994b)/ Herrera y Sánchez (1996), Módena y Mendoza (2001), Ojeda (1994b ), Rangel (1992),
Salazar (1999), Valenzuela (1994), entre muchos otros.
57
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
según los censos nacionales de 1990 y 2000, la distribución habida desde 1930. Y eso necesa-
un total de 16.2 y de más de 24 millones de riamente significa que hay familias con culturas
unidades familiares respectivamente (tomado mezcladas, y que se presentan sincretismos de
con el criterio de unidad de hogar familiar). costumbres difíciles de identificar y entender en
Para 2005, el CONAPO ha calculado unos 28.4 su pauta normativa y que afectan tanto a las fa-
millones de hogares. La distribución porcentual milias de las zonas de salida como a las familias
de estas unidades familiares es la siguiente: de los lugares de llegada de grandes contingen-
tes de población llegados en procesos sucesivos
b) Datos de investigaciones al respecto a los lugares que parecen ofrecerles mejores
de la tipología familiar según ubicación condiciones de trabajo y de habitación.
geoespacial.
Efectivamente, la dinámica de las familias del
• Distribución porcentual de las unidades norte del país, originalmente menos mestiza-
domésticas familiares en las grandes regiones das, dieron lugar a diferencias sensibles com-
del país ( Vease Cuadro Nº 2-1). paradas con las familias del centro; pero sobre
todo, en su contraste con las familias del sur y
En estos datos generales por regiones nótese sureste, especialmente con las de las regiones
un aumento porcentual relativo, hacia el Norte de predominio indígena.14 Principalmente con
producto de la migración, con una disminución las de toda la zona tropical costera, con las de la
pequeña en el Centro y en el Sur, si se observa tierra caliente, con las de la sierra chiapaneca, o
Centro-Golfo 10 10 9.6 9
14
Véanse los estudios sobre familia indígena, tales como los de: Arizpe –nahuas-- (1973), Favre--mayas (1972), Sandoval Forero–otomíes-(1994);
y Revista Nueva Antropología Núm 18, múltiples autores tratando el tema del parentesco y la organización familiar indígena: Sahagún, De Tapia,
Terán, Ramírez, Pimentel, León, Flores, Redfield, Beals, Eggan, Carrasco, Guiteras, Jáuregui, Solomieu, Báez, Esponda , publicados en 1982.
58
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social
con las de la península yucateca, todas ellas con La zona norte, colindante en su frontera con
la variedad y predominancia de su composición los Estados Unidos presenta, necesariamente,
étnica indígena hasta nuestros días. una condición especial en la cual las familias ahí
ubicadas quedan afectadas de muchas formas
Lo anterior marca ya, desde el punto de vis- con la influencia y posibilidad de contacto con
ta sociocultural, al nivel nacional, un peso más el vecino país.15
grande (65% del total) para las formas familiares
propias de la cultura, más mestizada, del centro Por eso, la diferenciación de los tipos de fa-
del país. De hecho, el modelo parainstitucional milia según su ubicación sociogeográfica tiene
de la organización familiar nacional, difundido que ser matizada por otros factores de varia-
como tal, es precisamente el que responde más ción.16
a una forma ambivalente, propio del Centro, de
acuerdo con una cultura mestiza aún en proceso c) Tipología diferenciadora entre familias
de conformación, pero ahora con mayor com- rurales, rururbanas y urbanas
plejidad y pluralidad de raíces.
Es así como la ubicación en una localidad ru-
Las familias norteñas, en cambio, tienen his- ral o urbana, marca quizá una caracterización
tóricamente, en mayor medida, un ingrediente más precisa de la diferencia de vida familiar.
más criollo (en el que la franqueza y la actitud Sobre todo cuando la distancia del desarrollo
abierta se hace más evidente, según algunos au- socioeconómico y cultural abre una brecha
tores), y en donde el mestizaje fue menos fre- marcada entre lo rural (símbolo equívoco del
cuente; en cambio, en las del sur, la presencia de subdesarrollo), de lo urbano-intermedio, y de
las familias indígenas y ladinas es notablemente lo metropolitano (símbolo de la modernización
superior. La pluralidad de usos y costumbres y el progreso). ( Vease Cuadro Nº 2-2 ).
familiares es altamnificativo según los grupos
étnicos. Esto haría pensar en una evidente dife- El cambio ha sido drástico: De dos terce-
renciación en grandes términos, dentro de una ras partes de las familias rurales en 1969, se ha
misma zona, aún sin migraciones actuales, como pasado a sólo a un tercio de ellas. De sólo 8%
sucede en mayor medida en todas las regiones de familias en gran metrópoli, se pasa al 34%.
del norte. Eso nos lleva necesariamente a la hi- Esto tiene un efecto definitivo en la forma de
pótesis de diferenciación familiar, regional y lo- vida familiar, en la concepción de la misma, en
cal derivada de los desarrollos económicos en los valores culturales, en las relaciones socia-
un específico lugar, frente a los del resto de su les, en la vida económica y en el trabajo de sus
comarca. Por ejemplo, se puede esperar un im- miembros. Y este cambio se ha producido en
pacto notable en las familias campesinas de una sólo unos treinta y tres años: apenas entre una
localidad, antes sólo rural, a partir del estable- generación a otra.
cimiento de fábricas “modernas”. La diferencia
familiar puede ser entonces muy grande, con las Los anteriores datos nos llevan al menos
pautas conservadas por las familias campesinas a una triple diferenciación del horizonte co-
de los alrededores, antes iguales para todas. tidiano de la vida familiar para principios del
nuevo siglo, pues los ritmos de vida cambian
Con la industrialización de un poblado las diametralmente de un contexto al otro. Esto
nuevas generaciones abandonan la agricultura alude al hecho de que más de la tercera parte
campesina y buscan ocupación ahí donde se de las familias mexicanas viven ya en un con-
ofrecen oportunidades de trabajo, sobre todo texto masivo tal como el de la zona metropo-
de tipo salarial, independiente de la ocupación litana de la Ciudad de México, o como el de
de los padres. las tres principales ciudades de provincia que
15
Véase entre muchos estudios desarrollados principalmente por el Colegio de la Frontera Norte, la investigación de Ojeda (1994b y c).
16
Véase en el anexo 4.1 un cuadro elaborado por CONAPO sobre los números absolutos de los hogares mexicanos, registrados por las
entidades federativas de la República Mexicana.
59
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
Porcentajes de Familias
(Unid. Domésticas)
1960 1970 2003
le siguen. Se puede hipotetizar que presentan las grandes concentraciones, sobre todo, a través
rasgos significativos diferenciados de las fami- de un mercado controlado y de una acumulación
lias de otras localidades. urbana de los excedentes rurales locales; pero
también mediante el bombardeo de palabras e
Por el otro extremo, otra tercera parte - imágenes provenientes de los grandes medios ma-
aunque cada vez más en proporción descen- sivos de comunicación netamente metropolitanos
dente- son familias netamente rurales que es- o de las políticas elaboradas desde las ciudades de
tán viviendo todavía en poblados menores de mayor dimensión económica y demográfica.
5,000 habitantes. El tercio restante de familias
vive en las ciudades identificadas como “ciuda- Esto produce, supuestamente, una distorsión
des medias” del país. del sentido de la vida local, en más de 150,000
localidades menores de 2,500 habitantes, en
Esto, de por sí, nos da una triple dimensión más de 1,400 poblados típicos rurales, y en más
hipotética, en el horizonte cotidiano de la vida fa- de 1,200 ciudades pequeñas y medias del país.
miliar. Los ritmos de vida cambian diametralmen-
te de un contexto al otro. El medio metropolita- En todas las localidades de dimensiones me-
no impone condiciones y modelos de conducta nores a las de las grandes urbes, las relaciones
desde sus propias enajenaciones y ansiedades familiares habían obedecido, hasta hace poco,
“deshumanizantes” hasta sus mismas perspecti- a dinámicas de control social derivadas de las
vas modernizadoras y de desarrollo personal. relaciones primarias cara-cara. La personalidad
del individuo debía responder a una dinámica
Los otros dos contextos de localidades meno- de lealtad interna y familiar, de adscripción ex-
res quedan, de alguna manera, dependientes de travolitiva, predominante.
60
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social
La tesis de Mogey17 que afirma que ante am- de vinculaciones interfamiliares pero, debido
bientes comunitarios, más o menos cerrados y a los medios de comunicación y a los modelos
aislados del exterior, las relaciones familiares se importados por las migraciones, las familias
abren al interior de la propia localidad de pue- rurales y las de ciudades pequeñas reciben
blo o barrio. En la comunidad cerrada o aislada extralógicamente la influencia del modelo
de otros centros de población, todas las fami- metropolitano. Habría que comprobar si esta
lias se conocen y necesariamente tienen que influencia tiene este supuesto efecto señalado
actuar a la vista de los demás. por algunos analistas.19
17
Véase Mogey (1967, 1970).
18
Tesis neoclásica de Parsons (1996, 1980a y 1980b), puesta en cuestión por diversos autores, pero que puede considerarse en varios aspec-
tos como constatable por múltiples estudios de la dinámica familiar en las grandes ciudades, en cuanto a su grado mayor de “atomización”
y de relativa autonomía. La misma unidad familiar así constituida por la dinámica interpersonal exclusivista de la pareja conyugal encuentra
a su interior tendencias dispares de individualidad entre sus componentes, lo cual provoca frecuentes conflictos de interés. Cuando éstos
lazos se rompen la familia nuclear conyugal entra en crisis pues difícilmente admite la intromisión externa de otros autores para regular su
situación “cerrada”. Véase las investigaciones de Nivón y de Nieto (1998), pp 205-277, o los de Safa sobre vecinos y vecindarios (1998).
19
Véase Piña Nava (1997), Viñas (1997), (1968), Guadarrama (1997), Amara (1985).
61
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
20
Pueden consultarse a los diversos autores que han venido estudiando a la pobreza familiar y a las diversas formas de medirla. Resaltan entre
ellos Boltvinik (1994, 1996ª, 1996b, 2001, 2005), pero enumeramos a quienes aportan datos provenientes de diversas fuentes e investiga-
ciones de primera mano: Alvarez (1986)/ AMEP (1994)/ Bañuelos y Gómez (1997)/ Borsotti (1978)/ Cacho, L. (2001)/Casado (1971)/ CEPAL
(1994) CONAPO (1993)/ Cortés y Rubalcava R. (1992)/ Cortés (1993)/ Cortés (2000)/ Demos (1992-2003)/ Díaz de Romo (1990)/ García,
B. (1991)/ García, B. (1998)/ García, M. y Mauro (1993)/ Godoy y Covarrubias (1981)/ Gómez de León y Rabell (2001a)/ Gómez R. (1959)/
Gómez R. y D’Aloja (1961)/ Gonzalbo (1993)/ González de la R. (1986)/ GIMTRAP (1997)/ INEGI (1992, 1994, 1998, 2002)/ INEGI (1993)/
INEGI (1999a)/ INEGI (1999b)/ INEGI (2000b)/ Jiménez V. (1994)/ Leñero (1994, 1995b)/ Levine (1992)/ Lomnitz y Pérez (1987)/ López, C. y
Castillo (1994 )/ Lustig y Rendón (1978)// Naciones Unidas. Depto. de Asuntos Económicos y Sociales (1978)/ Nivón y Mantecón (1994)/ Ojeda
(1993)/ Ojeda y López (1994c)/ Oliveira de (1998)/ Palma, J. L.( 2001)/ Patiño y Velázquez (1994)/ Ribeiro (1994b)/ Rubalcava (2001)/ Salas
(1998)/ Torres S. (1996)/ Tuirán (1993b)/ Welti y Paz (1996)/ Zapata (1996).
21
Pueden consultarse al respecto de los niños de la calle a varios estudios que plantean diversas hipótesis sobre la dinámica familiar de éstos
como generadora de situaciones de riesgo. Véanse las investigaciones de: las publicaciones de UNICEF sobre el Estado Mundial de la in-
fancia (1992, 1997, 2001, y sigs.), los del DIF (Estadística de la Infancia, 1998, diversas memorias de eventos, los estudios de Ovidio López,
de Marie Pierre Sánchez, 1996, de Maher coord. et al, 1988, de Pollock (1990), de Núñez Miranda (1995), de Leñero (1998c, 2000 y 2004
en Dulanto, 2000 y 2004a).
62
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social
2.1. Fam. con pobreza relativa de ingreso limitado 2.01 a 3 SM 4,059 19.8
3.2. Fam. de clase media con nivel básico bienestar 6.01 a 8 SM 1,496 7.3
urbanización y servicios, o en las llamadas “ciu- una sociedad que menosprecia sus búsquedas
dades perdidas” o barrios degradados dentro y sus recelos contra todos. Tienen dificultades
de la gran urbe. En la clasificación oficial actual prácticamente insuperables, heredadas de las
se las identifica como unidades familiares con generaciones anteriores para no poder salir
pobreza alimentaria porque en realidad lu- de su condición. La vida familiar queda sujeta
chan por obtener el pan cotidiano para ellos y profundamente afectada por dicha condición.
y sus hijos. Pero en realidad tienen carencias La paternidad, la conyugabilidad y la filiación no
en todos los aspectos. Están sujetas a “estra- significan lo mismo que para las demás familias
tegias” exiguas para no morir, o para sortear también pobres o no pobres, pues dependen
la incapacidad. Su lógica vital está totalmente de lo que les permite y exige la subsistencia
fuera de la supuesta lógica racional del siste- básica cotidiana. Eso las condiciona totalmente
ma social. Para resolver su situación de pre- en un sentido o en otro. Las vinculaciones con
cariedades en todo necesitan encontrar día sus parientes cercanos resultan necesarias para
a día posibles acciones para subsistir frente a su subsistencia, pero frecuentemente están
63
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
totalmente deterioradas, lo cual se añade a su familias mexicanas. Está constituido por uni-
carencia vital o a la salud mermada y mutilada dades familiares de jefes o jefas de familia
de uno o de varios miembros de la familia. Ca- que no cuentan con un trabajo fijo, y por lo
recen de la autosuficiencia básica para modificar tanto, también carecen de atención médica
su condición precaria, tanto porque padecer de y de seguridad social. Hay jubilados o viu-
una deficiencia venida desde su infancia, como dos-as que reciben una pensión exigua, pero
porque no han tenido la oportunidad de superar son más los que no reciben ninguna presta-
la condición indigente, heredada de sus padres, ción social. Los ingresos que logran obtener
de adquirir nuevos conocimientos en la escuela, irregularmente resultan siempre insuficien-
de desarrollar habilidades para desempeñar tra- tes. Hay familias campesinas con pequeña
bajos con un cierto nivel de calificación; y tam- propiedad o parcela ejidal cuyas tierras ya
poco han podido recibir apoyos para su propia resultan improductivas y difíciles de traba-
dignificación y autoestima. Sus mismas familias jar. Hay familias de artesanos, sobretodo en
de procreación están constituidas por parejas o las poblaciones rurales o en pequeñas ciu-
parientes en situaciones críticas, por enfermos o dades, que realizan su trabajo manual para
discapacitados que no han podido recibir aten- venderlo a comerciantes que les pagan cual-
ción debida, o son indigentes que se mantienen quier ingreso insuficiente. Hay familias cuyas
precariamente de limosnas callejeras. Muchos madres trabajan en los servicios domésticos,
otros han perdido su propia comunidad, sus tra- lavando ropa o realizando tareas múltiples.
bajos o se encuentran abandonadas por sus pa- Hay familias con jefatura femenina que han
rejas o hijos. En su deterioro vital y mala alimen- sido abandonadas por el padre o que su pa-
tación, son víctimas de enfermedades crónicas reja no llegó a tener vida marital con ella y
o del alcoholismo pero carecen de la atención vive precariamente realizando servicios oca-
médica más imprescindible y sólo una fracción sionales.24 Las hay que sus jefes varones su-
de ellos cuentan eventualmente con apoyos asis- fren la desocupación forzada.
tenciales, pero que no los dignifican ni resuelven
su condición básica. Sus historias de vida resultan Si agregamos los dos subniveles precarios
dramas y tragedias mudas o formas de vida que tenemos aproximadamente una tercera par-
denotan o resignación relativa, o desesperanza te de la población total mexicana que vive en
para modificar su condición.22 familias cuyo perspectiva de vida común es la
inseguridad y angustia cotidiana por sobrevivir.
Varias unidades domésticas de este conjunto En esa situación, podemos entender que la pa-
tipificado de familias en extrema pobreza. están ternidad, el matrimonio y la maritalidad, la vida
constituidas por personas que viven en zonas sexual y reproductiva, la filiación, la fraternidad,
tanto rurales como urbanas. Los estudios de la parentalidad y el valor de los hijos, quedan
caso al respecto resultan ilustrativos de ese mun- todos ellos condicionados a su lucha cotidiana
do dramático lleno de problemática y angustia para sobrellevar la carencia alimenticia, la sa-
humana vivida a veces con un espíritu ejemplar, lud precaria, la incapacidad para alcanzar una
pero muchas otras, como una sucesión de males autosuficiencia mínima. Muchas veces está pre-
potenciados entre sí que destruyen a las familias sente la incapacidad física. de padres o hijos, sin
y a las personas.23 atención asistencial. Desconocer lo que todo
esto significa para ese tercio o más de familias
• Un segundo subtipo de familias, dentro del mexicanas, o pretender juzgarlo con los crite-
nivel de pobreza de subsistencia básica está rios de las familias no pobres, es no entender
formado por un conjunto de familias mayor el sentido de la vida familiar predomiante de
que el anterior, con un 21% del total de las nuestro país, pues aún en las siguientes capas
22
Véanse historias de vida realizadas por Gabriel Ramírez, en Leñero (1995).
23
Véanse los relatos de estudios de vida realizados por Elu y Leñero (1992) y Leñero y Ramírez (1995).
24
Véanse entre los múltiples estudios sobre la jefatura femenina de la familia a los de: Acosta (1989, 1998), Alatorre y Atkin (1998), García y
Oliveira (1983), De Barbieri (1978), Quilodrán (2001).
64
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social
25
Véanse al respecto, una serie abundante de estudios sobre la pobreza y la condición de vida cotidiana precaria de las familias. Mencionamos
como ejemplo a los siguientes análisis: Acosta (1995), Acosta y Solis (1998b), Alatorre y Atkin (1998), Barros y Mendoça (1998), Casado
(1971), Cortés (1994), Cortés y Rubalcava (1992), Díaz de Romo (1990), Di Marco (1998), Elu y Leñero (1992), Elu (1993), Enríquez
(1998), Fuentes (1998), Escobar (1986), García B. (1991, 98), Godoy y Covarrubias (1981), González de la R (1986), Leñero (1995b),
Lomnitz, L. (1975), Escobar Latapí (1986), Levine (1992), Lewis (1959, 1964), Muñiz y Rubalcava (1996), Nivón y Mantecón (1994), Ojeda
(1993), Oliveira (1999), Patiño y Velázquez (1994), PISPAL: Sáenz y Di Paula; Borsotti, Argüello, Torrado et al (1981), Riquer y Pantoja
(1998), Salazar (1996), Torres (1996), Tuirán (1992), Wong y Levine (1992), Zapata y Mercado (1996). Cada estudio aporta matices im-
portantes en el estudio de la familia pobre.
65
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
b) El segundo tipo de familias, está referi- ejidales, su búsqueda de mejor ubicación les lleva
do a un conjunto familias en pobreza rela- a vender esas propiedades o usufructos, (si no
tiva o de clase proletaria dependiente. Son es que sus terrenos hayan sido expropiados por
familias del sector popular que comparten con- el gobierno), al ser invadidos por la conurbación
diciones limitadas de pobreza relativa con aspi- o por una urbanización creciente que revalora
raciones de movilidad económica para tratar de comercialmente sus bienes inmuebles de uso,
convertirse en familias de modesta clase media. convirtiéndolos en valores de cambio.28 Enton-
ces, las familias se desplazan a otras zonas más
Puede calcularse un 22.5% en esta situación periféricas de la urbe, a otras ciudades, o se van
restringida de bienestar económico y de cierta al vecino país, para ganar un ingreso en dólares a
seguridad alcanzada mediante un trabajo de- pesar de las inseguridades que tienen que sufrir
pendiente como obrero-a o empleado-a, tanto como emigrantes indocumentados.
en la producción industrial como en los servi-
cios, en el sector público o en el privado.26 El modelo de familia nuclear-conyugal, más
generalizado en las clases medias, opera desven-
Pero su situación ha sido afectada por el perío- tajosamente, en estas familias proletarias con
do de crisis económica del país, a partir de 1982, pobreza relativa, desarticulando, en su realidad
principalmente por la pérdida adquisitiva de los cotidiana, las redes de parentesco, que fuera
salarios, y los costos de la vida. Aunque el jefe o uno de sus recursos de subsistencia,29 e incluso
jefa de familia cuente con un empleo fijo de bajo introduciendo la ruptura intergeneracional entre
o medio nivel, y los familiares dependientes de padres e hijos, al momento en que éstos últimos
él o ella sean derechohabientes de la seguridad alcanzan la juventud, se unan maritalmente, o
médicosocial, sus ingresos no resultan frecuente- incluso desde que llegan a una adolescencia in-
mente suficientes para el mantenimiento de dependiente, con todo lo que ello implica para
una familia que quiere asimilarse a las clases me- la nuevas formas de vida familiar. Sin embargo,
dias con mejores condiciones de vida. Por ello, en las estrategias de supervivencia de los hijos al
encontramos entre éstas dos o más miembros de formar sus propias familias nucleares, sus padres
sus familias que trabajan, aunque no siempre ten- siguen siendo un recurso valioso a quien recurrir
gan totalmente asegurada su posición debido a la cuando se tienen problemas tanto económicos
competencia laboral o a la quiebra de pequeñas y como morales y personales.30
medianas empresas en las que laboran.
Los padres mayores (abuelos) de estas familias,
Las familias de este nivel de pobreza relativa aunque teóricamente cuenten con pensiones de
suelen tener problemas de vivienda propia o ren- jubilación, tienen problemas de mantenimiento y
tada y dificultades para acceder a créditos con el atención de su salud quebrantada, porque los in-
propósito de construirlas poco a poco, o adqui- gresos resultan decrecientes dado el costo de la
rirlas al lograr ser beneficiarios de una vivienda vida y debido a la separación de sus hijos formado-
“de interés social”. Por ello han sido identificadas res de sus propias familias de procreación .31
como familias con pobreza patrimonial.27 Mu-
chas veces, aunque hayan heredado de sus pa- Las “familias de pobreza relativa o de clase
dres alguna propiedad en una zona suburbana o proletaria dependiente” consumen lo que ganan
barrio, tierras de pequeña propiedad o parcelas con el salario o con los ingresos más o menos
26
Ejemplos de estudios sobre estas familias obreras y proletarias en México: Escobar (1986), García, De Oliveira y Muñoz (1982), Leñero
(1992), Barrientos y Méndez (1997).
27
Véase al respecto la clasificación hecha en el presente gobierno de la pobreza: alimenticia, de capacidades y de patriminio.Comité Técnico
para la medición de la pobreza. Sría. de Desarrollo Social, México. Referencia en Damián (Boltvinik y Damián, coords., 2004, pp.154-163.
28
Véanse los estudios de Larissa Lomnitz (1975), Turner (1975), Cornelius (1980), Garza (1988), Messmacher (1987) .
29
Véase capítulo 3 “La organización social, la familia y el parentesco” en Messmacher (1987), pp. 81-92.
30
Son muchas las investigaciones que confirman este apoyo intergeneracional dado por los padres de estas familias a los hijos cuando éstos
se casan o se separan. Véase como ejemplos de estos análisis a: Lomnitz, Larissa (1975), Bell (1980), Bruce, Lira y Lopes (1998), Buvinic,
Valenzuela, Molina Y González (1998), García (1998), González de la Rocha (1986), Hernández (2001a), Leñero (1988, 1995b, 1998c,
2004b), Lewis (1959, 1964), Lomnitz (1975), Muñiz y Rubalcava (1996), Rubalcava (2001), Torres (1996).
31
Véase Ham (1993), Montes de Oca (1996), Leñero (1998b), pp.45.
66
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social
regulares o eventuales aportados por el jefe o ante los padres, y refuerza la identidad juvenil
jefa de la familia. De hecho, casi la mitad de las más allá de su identidad familiar. También la
familias ya tienen dos o más personas que traba- escuela media y superior desplaza la ubicación
jan y aportan un ingreso al hogar, pero en este del grupo de amigos y más aún de los parientes
sector ocurre menos en el caso de las mujeres, (primos, tíos, abuelos). Pero difícilmente desa-
si éstas no son abandonadas por el marido. En rrolla la cohesión interfamiliar comunitaria den-
cambio los hijos suelen trabajar formal o infor- tro de la ciudad.33 Los hijos llegan a tener más
malmente más que los de clase media y por lo conocimientos propios de la vida moderna que
tanto su acceso a la escuela suele ser menor que sus padres, pues su escolaridad es ahora notoria-
aquellos. De cualquier manera al trabajar lo ha- mente mayor que la de sus progenitores. Están
cen bajo la autoridad de otros, mayormente no más familiarizados con las modas y novedades
familiares.32 Son dependientes y se sienten así: de la tecnología y modos de vida moderna. Todo
un tanto privados de “su libertad”, a cambio de ello nos permite suponer que en esa situación se
un salario fijo. Sujetos a horarios, o en el caso del genera una dinámica, por lo demás muy ambiva-
campo, a ciclos agrícolas, cada vez menos regu- lente, en su vida familiar.
lares. Organizan rutinariamente su vida familiar,
tratando de responder a las pautas tradicionales Pero la realidad cotidiana de las familias que
de la vida convencional “común”, pero en gran se conciben a sí mismas como clase popular
parte disfuncionales a las demandas generadas y trabajadora, parece contrastar con las pers-
por las nuevas circunstancias que afectan el rit- pectivas consumistas aprendidas en la televi-
mo y organización de sus hogares. sión, en el cine, en las tocadas de rock y en la
profusidad de modelos exógenos, más bien de
Los hijos de las familias populares trabaja- “honda” “clasemediera.34 Esto se ha acentua-
doras ya no suelen trabajar bajo la dirección y do con los efectos mercantiles de un tratado
control de sus padres desde pequeños; menos de libre comercio entre México, Canadá y los
después. Se independizan económica y cultural- Estados Unidos que ha logrado abrir el apeti-
mente de ellos, desde adolescentes. La escuela to consumidor de todos y ofrece mercancías
les conduce a ello en su sentido formador de importadas de todo tipo, derrotando a los pro-
la individualidad. También favorece esta eman- ductos nacionales y a los gustos vernáculos de
cipación el mismo ambiente del suburbio o de la cultura popular.
la colonia proletaria, las bandas existentes e in-
cluso la conformación anónima de los conjuntos Sin embargo, a pesar del modelo de fami-
habitacionales “de interés social”, en las grandes lia nuclear al que puede aspirar la familia tra-
y medianas ciudades. Muchos de los padres de bajadora difícilmente puede ser, sin más, una
familia se sacrifican en el presente para que familia puramente nuclear, porque el costo per
sus hijos estudien carreras técnicas o inclu- cápita de un hogar, incluso con un núcleo más
so universitarias y con ello puedan realizarse reducido de personas es demasiado elevado.
como familias de clase media. Esto reafirma Comenzando por el costo de una vivienda ad
grandemente la independencia de las nuevas hoc. Los jóvenes proletarios, recién casados,
generaciones juveniles al dar lugar a procesos tienen serias dificultades para vivir en forma
de desarrollo personal con fuerte tendencia a autónoma. Supuestamente, el recurso a sus
la individuación. Estos contrastan con la tradi- parientes se hace indispensable aunque no sea
cional cohesión familiar basada en la sumisión muy deseable para ellos.
32
Véase investigaciones sobre jóvenes: Leñero y Ramírez (1990, pp. 101-103, Enc.NclJuv 2000: Miranda (2002, pp.148-158), Inv.IMES Jóv.
DF Reporte Proy. 290, p.62.
33
Véanse al respecto de las amistades juveniles y los factores de su identidad los datos provenientes de la Encuesta Nacional de Juventud
realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud (2002). Véase también la investigación “Jovenes de Hoy” en Leñero y Fernández
(1990) p.70.
34
Las constataciones obtenidas en las encuestas familiares cuando se les pide que se definan así mismas como pertenecientes a una clase
social específica son muchas . Una mayoría de familias que viven en zonas proletarias o de muy modesta urbanización, se identifican, en las
ciudades, como familias de “clase media”. Véanse los datos de encuestas IMES, proyectos 29, 170, 172, 225, 239, 244, 249, 250, 262 , 290
(1967, 1981, 1990, 1992, 1993, 1994, 1996, 2002) y el análisis al respecto de Leñero (1968, 1982a, 1983b, 1990a, 1994b, 1994c).
67
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
35
Véanse los estudios publicados por Asociación Mexicana de Población, AMEP sobre la crisis económica de fin de siglo en las familias mexicanas
(1994 y 1998), o los publicados por el DIF nacional (1996ª, 1996b, 1998). Véase el análisis de Tuirán (1993) al respecto de la crisis.
36
Véanse al respecto la caracterización familiar hecha en las investigaciones de Brígida Garcia, Orlandina de Oliveira y Humberto Muñoz
(1982, 1983, 1994).
37
Véase en: Bruce y Leonard (1998), CONAPO (1999), Elu (1969, 1971, 1975, 1993), Elu y Santos (2000), Engle (1998a), Hernández D.
(2001b), Juárez y Quilodrán (1989), Langer y Tolbert (1996), Leñero (1968, 1978, 1982b, 1987, 1992f, 1994), Lerner (1998), Maldonado
(1969), Núñez (1998), Palma y Suárez (1994), Quilodrán (1991, 2001), Ribeiro (1989, 1994b), Welti y Paz (1996).
38
Véase Amuchástegui (1998, 2001), Correa (2001), Lerner (1998), Rivas (1998), Stern (2001a), Szasz y Lerner (1998a).
39
Véase: Ojeda (1991, 1993), Salazar (1996), Del Campo (1991), Eguiluz (1997). Gómez Fonseca (2004), Martínez González (1997).
40
Véase lo sucedido en Japón, con los abuelos en el hogar estudiado por Yamane (1977), y en México, por Palma, José Luis (2001).
68
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social
c) Tipo de familias: de “clase media” pro- se como paradigma de la vida familiar actual, e
pios de una pequeña o mediana burguesía. Se incluso imponerse como modelo para todas las
trata solamente de más de la quinta parte de demás familias, sin distinguir su adecuación o
las familias mexicanas cuyo mantenimiento no a las condiciones y necesidades de ellas.41
socioeconómico se obtiene mediante traba-
jos con cierto nivel de calificación, tanto en Y de aquí podemos afirmar que la compo-
el sector primario, secundario o terciario -- sición de la familia nuclear conyugal (que trata-
de comercio y servicios--, como en el medio remos en el siguiente apartado de la tipología
rural o urbano, aunque éste último sea el más familiar según la composición de su unidad do-
característico. méstica), considerada como universal y defini-
toria de la familia, es la que adoptan, con mayor
El nivel de vida logrado por estas familias adecuación, las familias de la clase media típica.
puede considerarse como básicamente asegu-
rado, de tal manera que se presenta un virtual Dentro de esta caracterización familiar, pro-
rompimiento de las relaciones comunitarias y pia del nivel socioeconómico de vida “pequeño
parentales. Esto supone una virtual autosuficien- burgués-modernizada”, más propio de la vida
cia de cada unidad familiar, pero en la práctica urbana, podemos señalar algunos elementos
ésta muestra una sensible debilidad como grupo claves: resalta en él, la búsqueda de una au-
independiente por la falta de recursos humanos tonomía doméstica, comparada con la familia
y económicos, al momento en que la autonomía tradicional extensa o semiextensa. Esto implica
familiar produce aislamiento y tiene que enfren- un hogar establecido en una vivienda particular
tarse sola a los obstáculos, en la búsqueda del relativamente más reducida pues su miembros
bienestar familiar. (padres e hijos solteros) constituyen un núcleo
más pequeño. Cuando no es posible habi-
Cuando los empleos, las profesiones y ofi- tar una casa independiente, la familia de clase
cios sufren cambios notables debido a los mer- media ocupa departamentos en un edificio de
cados de trabajo, a la tecnología, a una com- viviendas pero que garantice la independencia
petencia mayor, o a una crisis de la economía familiar respecto a las otras unidades domésti-
colectiva, se presentan en la familia de clase cas. Esto lleva a una separación vecinal propia
media fuertes desequilibrios en su estabilidad de las clases medias, que no suelen constituir
social y anímica, al no saber cómo ajustarse a comunidades vecinales con fuertes redes de
un nivel de consumo y de restricciones aba- relación interfamiliar.
jo de la posición y del status social anterior.
Entonces las familias de clase media pueden Las familias de clase media dan importancia
entrar en una crisis que afecte gravemente sus a la formación escolar de niños y jóvenes, sa-
relaciones internas, por el impacto catastrófi- crificando la confluencia grupal, a cambio de un
co de perder su estabilidad y status. desarrollo personal de cada uno, en su indivi-
dualidad y en su identidad vocacional, emotiva
De cualquier manera, estas familias son más y volitiva. Se da gran importancia a este desa-
sensibles a los factores psicológicos, afectivos, rrollo para habilitar a las nuevas generaciones a
propios de la cultura “burguesa” y consumista. un mundo liberalizado de competencias y me-
Esta misma cultura “moderna” internalizada ritocracias, pero a veces se genera un paterna-
por las familias de clase media modela una serie lismo protector que resulta contraproducente.
de prácticas de la vida cotidiana y de sus usos, De todas maneras, el autoritarismo familístico
apariencias y símbolos, que suelen generalizar- suele ser más atemperado que en las familias
41
Véanse las hipótesis y caracterizaciones desarrolladas por diversos autores al analizar a las familias de las clases medias, inclusive en su va-
riedad de subniveles: En México: Revista Nueva Antropología Nº 55 sobre el Tema de las Familias de Clase Media (1999): R. Esteinou, M.
Blanco, Ludy y Kim Sánchez; Loaeza (1988); Gómez Robleda y A. D’Aloja (1961); Careaga (1974); Nieto (1998) pp.235-277; Ballent (1998)
pp.65-131; Ongay (1980); en Italia: Cerase y Calvosa (1980); en España: Del Campo (1989); y muchos otros que al desarrollar el análisis
de la vida cotidiana, la intimidad, toman el modelo derivado de la cultura de clase media para aplicarlo a la vida familiar contemporánea más
equiparado a las clases medias de los países “avanzados”.
69
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
de los sectores populares. Así mismo, el ideal nuevas familias de clase media, con otro molde
de cultura familiar “clasemediero”, supone ser diferente del que formaron sus padres dos o
menos machista, esperando que la mujer no más décadas antes.
sólo sea una persona dependiente del varón.
Sin embargo, los estudios sobre la realidad de Las familias nuevas de la clase media ahora
las familias de clases medias en México, coinci- planifican su familia en su gran mayoría casi to-
den en apuntar que existe en este mismo tipo tal, con los métodos anticonceptivos moder-
de familias una inercia cultural tradicional difícil nos rechazados por la Iglesia católica. Desde
de superar, aunque se trate de familias con es- jóvenes practican mayoritariamente las rela-
tabilidad socioeconómica vivida durante varias ciones premaritales, suelen tener, ya ambos
generaciones. Es evidencia confirmada por los sexos relaciones extramaritales al menos en
diversos estudios enfocados con una perspecti- una proporción mayor.
va de género que esta idealización de la demo-
cratización familiar y de la equidad de género, Igualmente ha aumentado considerablemen-
aún están lejos de ser una realidad.42 Los mismos te la unión consensual y relativamente la ho-
datos de las últimas encuestas sobre la violencia mosexualidad, que no se sanciona tanto como
intrafamiliar así lo confirman. Más aún, las fami- sucedía hace dos décadas o más. Sus creencias
lias “clasemedieras” han sido caracterizadas por se han secularizado grandemente, y han ido
diversos autores de manera estereotípica y pe- aprendiendo a desarrollar la previsión social, el
yorativa, con rasgos marcados por mitos y otras autoaprecio o la neurosis, propia del stress de
“desviaciones”, según el ángulo ideológico desde la vida actual.
el que han analizado sus prácticas: su prurito de
aparecer (frecuentemente de manera artificio- Las mujeres de clase media suelen traba-
sa y aparente) como familias “bien” y mantener jar mayoritariamente antes de casarse y una
su prestigio de familias “decentes”, “educadas”, tercera parte de ellas, ya siendo casadas. Una
“tolerantes”, “bien vestidas”, “bien parecidas” multitud de estudios y encuestas vienen a con-
aunque, de hecho, muy frecuentemente no lo firmar lo anterior sobre todo si se separan los
sean y sólo lo aparenten.43 tipos de familias y de sus miembros jóvenes
según su pertenencia a la clase medio y elita-
Pero esa misma cultura de clase media gene- ria de las demás. Pero la ruptura generalizada,
ra un aprecio por mantener su posición social producto de un modelo de familia formal de
y sus patrimonios familiares básicos. Los hijos tipo nuclear conyugal, generado y experimen-
esperan la herencia de los padres, pero como tado sobre todo en el sector de clase media,
la esperanza de vida ha aumentado considera- y que está en un proceso crítico de transfor-
blemente al final del siglo XX, éstos conservan mación buscando otras bases de legitimación
sus recursos y ahorros para supervivir en las y de desarrollo acorde a los nuevos ingredien-
mejores condiciones, una vez que el espíritu tes sociales, culturales y políticos llevados a la
de sacrificio inculcado tradicionalmente, de las práctica de la vida cotidiana.44
madres y los padres va quedando atrás. Incluso,
cada vez más la aparente solidez del matrimo- Es así como podemos pensar que las fami-
nio religioso antes encomiado, va dando lugar a lias de los sectores identificados como “clase
fines de siglo a las separaciones y divorcios con- media” viven actualmente, más que las de los
yugales aún en parejas “muy católicas”, sobre otros sectores, un proceso crítico de desinte-
todo cuando los hijos se marchan a formar las gración grupal cuya manifestación primordial
42
Nos referiremos más adelante a los estudios sobre esta inequidad de género.
43
Véanse las tesis autocríticas de los mitos y fantasías de la clase media mexicana, en Careaga (1974), y las tesis de Loaeza al respecto (1988).
44
Véanse una serie de estudios que enfocan el análisis de la dinámica familiar, más que a partir de una postura puramente moralista y funda-
mentalista basada en los principios en que se apoyaba el modelo tradicional de la familia, en el conocimiento y comprensión de la realidad
cambiante de la familia actual y de su paradigma ideal, para captar el sentido de la transformación iniciada principalmente por las clases
medias. Entre algunos de los autores que han trabajado en ello mencionamos a: en España: Del Campo (1991, 1995); en Alemania: König
(1981) y Beck-Gernsheim (2003); en Estados Unidos (entre una multitud): Rogers (1980); en Inglaterra: Laing (1988), Lomas, Winnicicot,
Rapoport et al (1983); al nivel internacional: Hinojal y Goode (1973); en México: Leñero (2000a).
70
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social
71
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
d) Tipo de familias “acomodadas”. Final- familias “ricas”, han podido alargar su etapa ju-
mente aparece el tipo de familias de la “alta venil, sin incorporarse a la vida de trabajo mucho
burguesía”. Calculamos en este conjunto de más que las otras familias menos acomodadas,
cerca de un millón y medio –al terminar el si- proletarias y pobres, retardando más su matri-
glo XX-- sólo un poco más de la décima parte monio que los otros jóvenes. Supuestamente
del total de las familias. Podríamos hablar de van a la escuela y universidades durante más
un 3% a un 5%, en su nivel elitario más alto, años que los hijos de otros niveles económicos,
y de alrededor a un 6% en su grupo más am- pero sobre todo se divierten y se pasean dentro
plio. Es decir, entre un 13 y un 15% del total y fuera del país más que todos los demás jóvenes
de las familias mexicanas. En suma, aproxima- de familias menos acomodadas. Tienen facilida-
damente un millón y trescientas mil hogares des para concurrir a fiestas, parrandas y juegos
familiares acomodados, que viven más bien no populares, en más alto porcentaje que los jó-
en las grandes ciudades o en las ciudades me- venes de otros estratos; practican mayormente
dias, pero con propiedades en diversas zonas las relaciones sexuales premaritales, sin mayores
y localidades, incluso ranchos y residencias compromisos, con chicas o chicos de otros nive-
rústicas rurales. Pero no suelen integrarse a la les socioeconómicos; disponen de automóviles
vida comunitaria, de sus colonias residenciales y aparatos de todo tipo, incluyendo avionetas,
porque su seguridad les ha llevado a construir y muchos de ellos tienen excesos de dispendios
barreras de separación de todas las familias y lujos, alcohol e incluso drogas, que los puede
que no tienen su mismo nivel; en cambio, con- hacer adictos, sobre todo cuando se sienten ale-
curren a clubes “exclusivos” y forman círculos jados de sus padres, y pueden disponer de su
sociales cerrados y excluyentes. libertad sin mayores controles morales, socia-
les y familiares. Los estudios terapéuticos dan
Estas familias han adoptado muchos de los frecuentemente cuenta de estos antecedentes
rasgos del modelo de familia propio de las cla- en población adulta que ha pertenecido a estos
ses medias, pero para un sector de estas fami- tipos de familia, con problemas de integración
lias “ricas” su adopción ha sido formalmente real, aunque en apariencia lo disimulen. Se con-
asumida, pues sus mismos intereses socioeco- vierten primeramente en júniores, y después, en
nómicos y políticos han mantenido, en el fon- herederos de los patrimonios familiares, de sus
do, muchos de los principios de vinculación vínculos y reconocimientos. La mayoría apro-
consanguínea y derivados de las concertacio- vecha su posición familiar y de relación social,
nes matrimoniales de conveniencia, provenien- para desarrollar su relevancia personal y la de
te de sus antepasados, en los que se ha basado sus propias familias, con todo y la práctica de un
su status “superior” actual. En cambio otro nepotismo que se reproduce en la trayectoria de
sector de ellos (los llamados “nuevos ricos” la familia de sus padres y antepasados.
conservan ciertos rasgos psico-culturales de su
origen de clase, aunque busquen adoptar poses En la mayor parte de los casos, a las fami-
de familias “pseudoaristocráticas” que resultan lias altamente “acomodadas” les interesa man-
muchas veces de mal gusto o de falsa aparien- tener su elevado nivel de vida y la organización
cia caricaturesca. Muchas de ellas han logrado de sus unidades nucleares mantienen vincula-
hacer fortunas en negocios no muy claros, o ciones y dependencias con la parentela que les
por circunstancias de oportunidad aprovecha- conviene, y con la red de amistades y círculo
da; otros han ascendido mediante la política, la social proveniente de sus familias de origen. El
dirigencia social, el prestigio profesional, el ma- patrimonio familiar es una cuestión clave para
nejo caciquil, el papel relevante en corporacio- ellas: la propiedad de los bienes inmuebles, y la
nes, sociedades, el liderazgo en organizaciones tenencia de capitales financieros, de acciones
gremiales o sindicales, o bien en los círculos de y propiedades en los negocios compartidos y
poder, de partido y de gobierno, tanto en el heredados y competidos entre hermanos de
ámbito nacional como en el internacional. sangre y de afinidad derivada de las uniones
matrimoniales. Por eso frecuentemente la
En general, las historias de vida elaboradas en cuestión patrimonial no deja de ser problemá-
varios estudios constatan que los hijos de estas tica y fuente de conflictos intrafamiliares.
72
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social
45
El análisis, poco frecuente de las familias acomodadas, hecho por Larissa A. Lomnitz y Marisol Pérez Lizaur de las familias elitarias es muy signifi-
cativo para caracterizarlas mediante los estudios profundos de casos. Consúltese a Cuéllar (1996b), Lomnitz y Pérez L (1986 y 1987), Lomnitz
(1990) . Véanse los datos comparados, de encuestas sociológicas, entre familias de clase acomodada con los de otras familias, en reportes de
investigaciónes del IMES, Centro de Documentación: Proy. Nº 29 (1967), 170 (1981); 172 (1981); 239 (1993); 244 (1992); 250 (1994).
73
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
46
Véase el análisis de esta perspectiva propia de la visión de los no pobres contrastada con la de los rico en el estudio de Leñero (1995), y .
74
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
CAPÍTULO 3
Tipología de la composición del grupo familiar en los
hogares según su tamaño, sexo y edades de sus miembros,
y según su formalización institucional y su ciclo vital
3.1 Tipología de las familias hogareña. El tamaño medio de los hogares con-
tinuó un descenso registrado a partir de los años
según el tamaño del grupo setenta: de 5.3 miembros por hogar en 1970
doméstico pasó a 4.9 en 1990 y a 4.3 en el 2000. En la
actualidad, cuatro de cada diez hogares tienen
La referencia a esta cuestión ha sido analizada y entre tres y cuatro integrantes; en promedio,
medida demográficamente a partir de la iden- los hogares tienen 2.9 personas en edades pro-
tificación residencial de los hogares familiares ductivas (de 12 a 64 años), 1.2 menores de 12
como unidades domésticas (personas que vi- años y 0.21 mayores de 65 años. La presencia
ven bajo el mismo techo). de personas de 56 años y más, constituye 4.9 del
tamaño promedio del hogar”.
Pero desde la concepción de la familia
como grupo constituido por personas que tie- Los datos de las encuestas dan un tamaño
nen entre sí lazos de consanguinidad y lazos medio un poco mayor: en la Encuesta Nacional
de unión marital, independientemente que de Ingresos y Gastos de los Hogares ENIGH
vivan en una misma residencia, o no, la me- 96, se registran 4.5 miembros por hogar, 48 di-
dición numérica de dicho grupo se hace más fícilmente de menor tamaño en los años subsi-
difícil, por lo que generalmente los estudiosos guientes tomando en cuenta el aumento de las
no tratan la cuestión desde un tamaño numé- familias “extendidas” o de las que tienen hijos
rico, sino sólo desde una consideración de jóvenes, pues aparece un promedio mayor de
participación de parientes. tres personas mayores de 12 años. Igualmente
en la Encuesta IMES-DIF de 1994 en el Distrito
a) En relación a la conformación de los ho- Federal, aparece una media aún mayor (dada la
gares en cuando al tamaño de su unidad concentración de los familiares por el costo de
doméstica, podemos hablar de una tipología vida de cada hogar, comenzando por la vivien-
simple: Hogares “pequeños” constituidos por da): de 5.6 miembros por hogar.
menos de cuatro personas, hogares medios
entre cuatro y menos de seis, y hogares gran- Ciertamente el tamaño de los hogares se
des, con seis o más. ha visto reducido por la contracción de la fe-
cundidad. Actualmente, el número de hijos es
María de la Paz López B., especialista en el significativamente menor: de más de seis hijos
estudio demográfico de los hogares, basada en por mujer, en 1960 se ha pasado a 3.4 en 1990
datos censales, escribe el siguiente texto que y hasta 2.7 según estimaciones basadas en la
transcribimos textualmente:47 Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica,
ENADID de 1996. Pero la diferencia del tama-
“Las estadísticas censales, vistas en el tiempo, ño familiar varía según la capa social a la que
ponen de manifiesto algunas de las variaciones pertenecen las familias. En el nivel de margi-
relativas en la estructura, tamaño y composición nalidad encontramos el mayor tamaño familiar
47
López B., María de la Paz en Demos, carta demográfica sobre México (2000), pp. 33.
48
Paz Gómez (2000), pp. 12.
75
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
(hasta 6.1 en el DF, en 1994), baja en el nivel cia viven en el mismo hogar, pero mantienen
proletario pero más aún en las familias de clase vinculaciones en mayor o en menor grado. El
media y acomodada.49 grupo familiar verdadero no es puramente
adscriptivo por la referencia consanguínea y
De cualquier manera, para un propósito matrimonial. Depende de cuál es su real in-
analítico subsiguiente, convendrá plantearse la terconexión grupal y su grado de involucra-
hipótesis relativa a sí el tamaño más reducido ción cotidiana, periódica, eventual o nula, y en
del hogar familiar está asociado a un mayor qué momentos o problemáticas interviene;
bienestar de la familia. ¿La familia pequeña, quiénes lo hacen y hasta qué punto el núcleo
vive mejor? como rezaba el dicho de la pro- doméstico de referencia se muestra depen-
paganda hecho a los inicios de los programas diente, independiente, aceptante o no de di-
de planificación familiar. En qué sentido sí y cha intervención. De hecho, en el modelo de
en qué sentido no. ¿La nuclearización y reduc- familia nuclear conyugal, se espera que la au-
ción de una unidad familiar pequeña autónoma tonomía del núcleo doméstico esté garantiza-
facilita su economía, su mejor convivencia, la da, pero los múltiples estudios al respecto de
educación de los hijos en menor número, el la parentela nos confirman que el núcleo con-
trabajo extradoméstico de las mismas muje- yugal siempre está sujeto a la interrelación pa-
res, la atención a la salud y al cuidado de sus rental y fraternal. Para bien y para mal. Como
miembros, sobre todo en caso de la crianza de generador de apoyo y/o de conflictos. En ma-
los pequeños, de la enfermedad y discapaci- yor o en menor medida. En una circunstancia
dad de unos y otros? La hipótesis puede plan- especial, o en muchas y constantes.
tearse en términos positivos o negativos, de
acuerdo a otras circunstancias que intervienen La ingerencia de la parentela en las unidades
tales como el aislamiento, o no, de la familia familiares en México, no deja de ser importan-
respecto a sus parientes, vecinos, amigos, o te, a pesar del modelo de familia nuclear-con-
del apoyo institucional mediante sus progra- yugal. Esta referencia no sólo aparece en paí-
mas públicos y privados de servicio y asisten- ses del llamado tercer mundo como México.
cia. Queda pues, al respecto, una interrogante Ocurre en todos los países en donde se han
para su análisis y diagnóstico. realizado investigaciones que han ido más allá
de la concepción reductiva que identifica a la
b) El tamaño del grupo de parentesco familia como una unidad nuclear formada por
que constituye a la familia como unidad padres e hijos solteros que viven en un hogar
operante. Es así que la parentela puede ser físico determinado. El equívoco derivado de la
reconocida formalmente, pero verla como un concepción liberal y de la teoría desarrollada
actor social externo a la familia puramente por múltiples sociólogos de los países nórdi-
nuclear-conyugal. La realidad es otra. La fa- cos50 es desmentido por muchos otros estu-
milia necesariamente tiene que identificarse a diosos realizados desde una multitud de países
partir del desarrollo de tres generaciones y de que reconocen la importancia del grupo fami-
dos líneas de descendencia, cuando menos. Y liar que opera más allá del mismo hogar y más
por supuesto no necesariamente todos los allá de una supuesta conformación cerrada de
involucrados en el grupo familiar de referen- la familia nuclear51.
49
Véase reporte de investigación IMES sobre la Familia en Cd. de México, Nº 250, 1994.
50
Nos referimos en especial a dos sociólogos –entre muchos seguidores-- de la corriente estructural funcionalista que han planteado la tesis de
que es la familia nuclear-conyugal identificada en su unidad de residencia con sentido de autonomía, la que responde funcionalmente a una so-
ciedad industrial y moderna: Parsons (1966, 1980a) y Goode (1965), éste último después de realizar una investigación alrededor del mundo.
51
Podemos remitir a diversos estudios al respecto. Mencionamos primeramente, al nivel internacional, el libro colectivo denominado Be-
yon the nuclear Family Model (Leñero, ed. 1977) de la Asociación Internacional de Sociología, en donde importantes investigadores de la
familia hacen la crítica y evidencias con sus estudios de la existencia operante de la familia como grupo de parentesco amplia, más allá del
mito de la familia vista sólo como unidad nuclear en referencia al hogar: en Polonia (Turowski), en Filipinas (Liu), en la India (Khatri), en
Japón (Yamane); también otros autores han trabajado en ello. Sociólogos: Michel (1974), Bell (1980), Litwak y Szelenyi), Adams (1980),
Turner (1980), Bell (1980); una mayoría de los antropólogos: desde Morgan, Radcliffe-Brown, Murdok, Fortes y Levy-Strauss (1985), Fox
(1972); en México, López, Salles y Tuirán hablan de esas dos concepciones: familia, unidad social, basada en el parentesco y hogar, unidad
residencial, (2001, pp.638-640).
76
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital
En México, las familias tanto pobres como comunicación y apoyo real. En extensión y en
ricas siguen teniendo una referencia real con la intensidad. Y esto resulta clave para las inter-
parentela. Más de la mitad de sus miembros re- venciones sociales en casos críticos en los que
conocen que viven o están en contacto diario o se tiene que calibrar cuáles son los recursos
semanal con padres, hermanos, hijos. La paren- de una familia completa, y no sólo los de sus
tela sigue desempeñando, en diversos niveles, padres y hermanos de un miembro afectado.
funciones claves de vida familiar relacionadas con Pero faltan estudios al respecto necesarios en
toda la dinámica familiar, e involucra no sólo a el diseño de estrategias de intervención social.
los padres e hijos sino también a los hermanos,
cuñados, abuelos, tíos, primos, sobrinos, nietos: Por otra parte, hay estudios de genealogías,
Desde la identidad propia vinculada a ellos, has- más allá de los análisis demográficos, que iden-
ta la presencia real y simbólica en las uniones tifican las líneas de descendencia y de uniones
maritales de hijos y hermanos, primos y demás maritales vinculadas a ellas, en múltiples gene-
pariente; desde los nacimientos de los nuevos raciones. Los estudios de antropología genealó-
descendientes que involucran a unos y a otros, gica han podido esbozar el estudio de los linajes
hasta los apoyos económicos entre ellos, princi- e incluso de los perfiles en las conformaciones
palmente en las familias pobres: desde el trabajo étnicas a través de las generaciones. Diversos
cooperante, hasta los ingresos compartidos entre historiadores han desarrollado estudios genea-
sus miembros; desde la mesa compartida, hasta lógicos de familias de la nobleza y de las dinas-
las enfermedades y las discapacidades de miem- tías notables de reyes o aristócratas.52
bros de las familias; desde las muertes y penas
dolorosas, hasta las alegrías y los festejos; desde Pero para el estudio de las familias actua-
los duelos y momentos críticos y de dudas, hasta les vistas en su conjunto, se podrán establecer
los consejos y confidencias; desde los cuidados indicadores de vinculación y apoyo dado y reci-
a los niños hasta las atenciones a los de mayor bido por los miembros de la parentela más cer-
edad; desde las aventuras hasta las previsiones. cana, de hecho, más que el registro de relación
puramente de carácter biológico o formal con el
Pero los lazos de parentesco son más difíciles jefe de familia, como aparecen en el censo. Me-
de identificar en su operatividad como unidad dirlos según puntos de referencia: Análisis de la
familiar, y en su implicación positiva o negati- economía cotidiana: mesa compartida, patrimo-
va. Una encuesta nacional de Dinámica Fami- nio compartido, apoyos en situaciones difíciles,
liar tendría que diseñar indicadores explícitos tanto económicas como morales; cuidado de
al respecto para poder hacer las correlaciones los niños, cuidado en las enfermedades y disca-
adecuadas. En primer lugar habría que incluir pacidades, etc. Por ejemplo, sin la fuerza de la
el estudio de los lazos propiamente consan- relación de parentesco no se podría entender la
guíneos y los maritales de la pareja central de dinámica de la migración (parientes que se ade-
referencia, pero además, todos los vínculos del lantan, llaman, ofrecen apoyo para que emigren
parentesco que se dan en el hilo de las gene- hermanos, sobrinos, primos, a quienes reciben
raciones diversas. Además de la relación entre en su casa). Tampoco se podría comprender el
padres con sus hijos casados y con su familia de fenómeno de las remesas enviadas por migran-
procreación: yernos y nueras; también consi- tes en el país vecino, a sus parientes cercanos
derar a las interrelaciones con los suegros, con en su lugar de origen : padres, hermanos, tíos,
los hermanos y con los cuñados, sus hijos, los abuelos, hijos y nietos. Remesas que tienen,
esposos de sus hijos y los parientes de ellos. ahora, un papel primordial en la economía na-
En el estudio del grupo familiar habría que te- cional pues constituyen el segundo rubro de la
ner diversos indicadores de su grado de inter- entrada de divisas a México.
52
Véanse los estudios genealógicos de la historiadora Ladd sobre la nobleza mexicana. Véase, entre otros, un estudio reciente sobre una fa-
milia mexicana en nueve generaciones: Agraz, Leñero E. Miranda, y Leñero L.(coord.). Otros más son los múltiples estudios de caso sobre
historias familiares y de recostrucción biográfica, los cuales han servido para conocer procesos de involucración y cambio intergeneracional.
Véase Pozas (1984) y Lewuis (1964), y entre muchos otros, los de: Elu (1993), Elu y Leñero (1992), Di Marco (1998).
77
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
53
En la imposibilidad de hacer una referencia a la interminable lista de estudios sobre la perspectiva de género en la dinámica fami-
liar, a la que aludiremos en apartados siguientes, mencionamos aquí al conjunto de trabajos sobre familias y relaciones de género
coordinado por Schmukler (1998), particularmente el análisis de De Oliveira, sobre la situación mexicana, que aparece en el mismo
libro, pp. 23-52.
78
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital
54
Algunos acercamientos a este análisis de composición del hogar según el sexo de sus componentes y su correlación con conductas diversas,
los podemos encontrar en: el programa de Investigación Cooperativa intercentros, desarrollado por CICRED internacional en torno a la
llamada Demografía de la Familia: CICRED-París (1984); también en la reunión Nacional sobre Fecundidad y Familia, reunión organizada
por el CONAPO en México, diez años desués de la Conferencia Mundial de Población; ahí se trato la cuestión en la ponencia de Leñero
sobre “La Familia como Unidad Sociodemográfica y como sujeto de las Políticas de Población (1984), pp.155-190; otros acercamientos de
la cuestión han sido hos estudios de María de la Paz López sobre la composición de los hogares mexicanos (1994, 1996, 1998, 2000, 2001),
los de Vania Salles (1994, 1998, 2001) y los de Rodolfo Tuirán, tambien sobre la composición demográfica de los hogares mexicanos: (1992,
1993a, 1993c); sobre la composición sociodemográfica de los hogares mexicanos. Pero ; igualmente hay acercamiento al tema en algunos
estudios sobre la pareja marital, incluido el matrimonio común , la unión homosexual y las comunas. Véanse: Ariès, Béjin, Foucault et al,
en Sexualidades Occidentales (1987); y en Hinojal y Goode: “Comuna y matrimonio en grupo” (1973), pp.120-132; el estudio histórico
sobre la niñez realizado por Ariès (1962) es muy ilustrativo de las variantes habidas en esta cuestión del trato de los padres con los hijos.
Otras obras colectivas que tratan sobre las implicaciones de la composición familiar y el trato diversos que pueden recibir los niños y los
adolescentes en ella son: los estudios compiladopor Dulanto (2000) en la sección Familia y adolescentes, los integrados en la obra de Maher
(1988) sobre El abuso contra los niños, y otros más al respecto.
79
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
3.3 Tipos de familias según la y medio entre las parejas conyugales entrevis-
tadas en todo el país; en cambio, en 1994, en la
edad de sus componentes y Encuesta de Familia en el D.F. la diferencia fue
distancias generacionales de 1.9 años.55 En el Censo Nacional de 1990,
la diferencia de edad de los esposos fue regis-
Un segundo aspecto diversificante de la pola- trada precisamente de dos años entre marido
ridad interrelacional es la generacional, princi- y mujer. Esto quiere decir que al acortarse esta
palmente en lo que se refiere al contraste entre diferencia entre el hombre y la mujer, se regis-
las edades de adultos con la generación joven e tra una tendencia a la igualación de las capaci-
infantil. Pero también entre la diferencia exis- dades y experiencias de las mujeres frente a los
tente entre hermanos y entre los miembros de hombres. Esto se refuerza ciertamente cuando
la pareja central. la mujer alcanza un nivel de escolaridad igual o
mayor que el hombre con quien se une marital-
La familia establece en forma un tanto es- mente. Evidentemente esto tiene que producir
pontánea y natural una jerarquización entre las un cambio en los efectos sobre la equidad del
personas según su edad, pero ésta puede variar poder familiar, pero también en un aumento de
según el tipo de familia. Las relaciones que se posible inseguridad mayor del varón frente a su
establecen entre adultos y niños, entre adultos compañera, alimento del mismo machismo tra-
o entre niños de edades diferentes, tienen en dicional en México. Queda como interrogante
la familia tradicional y en la familia moderna hipotética por analizar en relación a la diferen-
modalidades diversas. En la concepción tradi- cia en las edades de las parejas.
cional, la edad significa en general, un mayor
status. La modernidad, en cambio, relativiza Las otras diferencias de edades dentro del
más el hecho etario, dándole mayor importan- núcleo familiar se refiere a la distancia entre
cia a las capacidades reales de los individuos, padres e hijos. Hemos podido calcular una
independientemente de su edad y de su expe- distancia media entre el padre y el hijo mayor
riencia llana. Las formas de llevar a cabo dichas entre 24 y 27 años, mientras que entre la ma-
prefiguraciones representan patrones de con- dre y el hijo mayor, alrededor de unos 22 a 25
ducta que se reflejan después en las relaciones años. Pero lógicamente la distancia aumenta
sociales externas. Entre estas modalidades es- cuando se trata del hijo menor. La diferencia
tán las propias de los modelos autoritarios, pa- media de edad encontrada entre padre e hijo
ternalistas, igualitarios o individualistas a las que en la ciudad de México en 1993 fue de 28 años:
aludiremos en el apartado correspondiente a la 30 entre el padre e hijos y 27 entre madre e
dinámica familiar relativa a la autoridad. hijos. Pero puede ser un poco mayor si se in-
cluye en la muestra a padres de mayor edad
Pero hay varios hechos de medición demo- de 65 años, que tuvieron un mayor número
gráfica, analizados por los estudiosos a los que de hijos que los padres de la siguiente genera-
vamos a referirnos en cuanto a una tipología ción. En todos los casos significa una diferen-
de los grupos familiares al interior de los ho- cia generacional de más de un cuarto de siglo.
gares: a’) La diferencia de edad entre los pa- Incluso tomando en cuenta la reducción de
dres entre sí; b’) La diferencia entre la edad la fecundidad, porque se calcula un pequeño
de padres e hijos; y c’) La diferencia en la edad aumento del intervalo pregenésico inicial. En
del hijo mayor y del menor. ese lapso intergeneracional los cambios que
ocurren en la sociedad son notables y sepa-
Las diferencias de edad entre los esposos o ran cada vez más al horizonte cultural y social,
parejas maritales se ha visto modificada. Pode- económico y político de una y otra generación
mos apuntar que en 1967 la Encuesta Nacional biológica. El retraso de la edad a la primera
de la Familia IMES dió una diferencia de 4 años unión haría todavía más marcada esta diferen-
55
Puede consultarse en banco de datos del IMES, Proy.250, 1994.
80
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital
cia. Por ello, la hipótesis de un encauzamien- En toda esta perspectiva de edades pode-
to de las nuevas generaciones, en apoyo a la mos derivar, para el estudio de la dinámica
secuencia entre padres e hijos sería contar familiar, la existencia de una tipología plural
con intermediarios intergeneracionales, como de familias: las que tienen entre sí mayor, me-
podían ser, en muchos casos el hermano ma- nor o igual edad entre esposos-padres; las que
yor frente a sus hermanos menores, después tienen mayor, menor o mínima distancia de
de una procreación abundante de los padres. edades entre padres e hijos (y de actitud com-
Pero ahora esta diferencia de edad entre el prensiva: padres con espíritu joven y abierto
hermano mayor y el menor tiene a disminuir al mundo nuevo de los hijos, y padres con es-
notablemente con la reducción de la fecun- píritu más cerca de lo senil, que ni entiende ni
didad materna. Otros personajes cercanos se asombra con las aventuras y logros de sus
situados entre las dos generaciones han podi- hijos); las que tienen mayor, media o mínima
do ser, por ejemplo tíos y primos cercanos a distancia etaria entre los hijos-hermanos (pero
los niños y jóvenes, con edad intermedia, que sobretodo que dé lugar a una vinculación ma-
pueden comprender a los unos y a los otros, yor o menor, a una cercanía de intercambio
pero también estos actores sociales son cada mayor o menor, de apoyo, de comprensión
vez más reducidos, tanto en número como en y solidaridad, o de rivalidad fraternal). Y esto
cercanía e influencia. El otro personaje clave tiene una implicación de perspectiva interdis-
en este papel mediador es el maestro, pero ciplinaria, pues la edad no sólo es una cuestión
requiere de un carisma que rara vez lo está te- de años, sino de espacio psíquico que permite
niendo en la actualidad, y por otra parte, tener o dificulta la interacción familiar.56
una cercanía con los padres y la familia de los
muchachos. Y constatamos en los estudios de
campo que este sucede rara vez, sobre todo
al nivel de la adolescencia de los hijos. Hay por
lo tanto aquí, nuevamente, una interrogante
sin una clara perspectiva de mediación per-
sonal, que la televisión o el grupo de amigos,
ciertamente no tiene por lo general.
56
Para un seguimiento a esta perspectiva en la elaboración tipológica de las familias, vale la pena asomarse a las historias de vida y a los estudios
de caso donde aparecen las diversas dimensiones de los personajes claves de apoyo, y el significado de sus presencias etarias, mediadoras
en las relaciones paterno filiales, en un sentido positivo o negativo.
81
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
3.4 Tipos de familias según el Los datos aportados por una encuesta es-
pecífica, representativa del conjunto de fami-
ciclo vital del núcleo central lias existentes al momento de recabación de
constituyente la información nos han dado en 1993, en la
ciudad de México las siguientes dimensiones
Cuando hablamos de una tipología de diferen- proporcionales:57
ciación familiar referida a un momento dado
en el que se observa el conjunto de familias, • Familias de etapa reconstruida en sus di-
tenemos que hacer necesariamente otra im- versas fases: Hay dificultad para saberlo en
portante distinción, según se trate de familias encuestas (pues la historia familiar anterior
de incipiente formación o en etapa avanzada de queda borrada y en todo caso, mezclada en
desarrollo. La vida familiar varía de acuerdo al dos series de ciclo familiar combinadas en-
ciclo del desarrollo vital humano. Sus proble- tre sí, pero pueden estudiarse en análisis de
mas se van prestando de manera diversa según casos en profundidad).
la “edad familiar”; también las expectativas de
sus miembros frente a la vida familiar; así como Todo ello obedece a los ciclos vitales pro-
las funciones sociales que ella realiza. pios de la familia, en los cuales, siguiendo la
IMES 67 IMES 93
57
Véase Centro Docum IMES, Inv.Nac.Fam.Mexico, Proy Nº 29 (1967) Ref. Leñero (1968), y la Inv. Fam y niños D.F., Proy.1993. Ref. Leñero
(1994b)
82
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital
58
Véase autores que tratan a los ciclos vitales y familiares: Estrada (1982), Erikson (1998), Lidz (1983) entre otros.
59
Referimos a los siguientes autores de estudios al respecto del análisis de los ciclos de vida familiar: Estrada (1982)/, Girard (1974), Ham
(1993), Hill & Foote, Aldous, Carlson y MacDonald (1970a), Hill (1970c), Leñero (1978), Ojeda (1989), Goode (1970), Almicar y Torres
(1996), Barros, Fox y Mendoca (1998), Becker (1981), Burchinal (1967), Buvinic, Valenzuela, Molina y González (1998), Engle, y Smidt
(1998b), Gómez de León (2001b), Burchinal (1967), Gómez de León (2001b), ACPEINAC (1982), Chávez (1987), Dulanto (1990a), Bu-
vinic, Valenzuela, Molina y González (1998), Stern (2001a), Camdessus (1995), Leñero (1993), Leñero (1998b), Montes de Oca (1998),
Montes de Oca (1996), Montes de Oca (2001), Palma, J. L.( 2001), Camarena (1991), Elu y Leñero (1992).
83
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
cia en el mismo hogar con una de las familias estables y exitosos, requieren de atenciones
consanguíneas (como familia extensa o exten- especiales para que se conjuguen a favor de
dida). En estos casos, el proceso de gestación la unidad conyugal. En ello entra en juego de
de la nueva subunidad nuclear también tiene, manera primordial, el carácter de las personas
de todas maneras, referencia a la existencia de y su acoplamiento psíquico y amoroso,61 pues
su propia unión marital, aunque adopte al inte- aunque los factores sociales externos que no
rior del hogar en donde habitan una dinámica sean favorables, la pareja pueda superar obstá-
condicionada a la del grupo familiar extenso o culos y diferencias sociales. Luchar contra ellos
extendido del que forman parte. puede a veces unir más a la pareja. Muchas his-
torias de vida estudiadas así lo atestiguan.62
Refiriéndonos a la formación de la pare-
ja conyugal o marital es importante estudiar El matrimonio institucional en México ha
cómo se produce el fenómeno de selección de sido monogámico e indisoluble; sin embargo,
pareja marital. Esta depende de varios factores siempre ha existido desde la época colonial a
claves, tanto sociológicos como psicológicos, y nuestros días el concubinato como práctica co-
aun cuando la decisión de dos personas para mún. La diferencia entre la norma y la conducta
unirse en matrimonio (o su equivalencia insti- real de las personas es altamente sintomática
tucional) aparezca como algo exclusivamente pues los hogares constituidos por las llamadas
individual, siempre podemos encontrar facto- “casas chicas” y la existencia de los hijos antes
res sociales que los condicionan grandemente, calificados de “naturales” o “ilegítimos” podrían
a veces, de manera significativa. Entre esos fac- considerarse como una práctica polígama bas-
tores están: a) La residencia en una determi- tante frecuente desde la época colonial63. En
nada comunidad con cierto grado de cohesión las últimas décadas el mismo matrimonio lega-
o de heterogeneidad; b) La pertenencia a una lizado, después de un divorcio, se ha conside-
determinada capa social; c) La involucración en rado por muchos como una poligamia sucesiva.
un determinado círculo social, igual o diverso De cualquier manera, la crisis creciente de la
de su familia de origen, y; d) Otros elementos duración de las parejas casadas, no significa que
circunstanciales mediadores, difíciles de identi- el matrimonio vaya a desaparecer, en los años
ficar de manera genérica. que se avizoran al inicio del nuevo siglo. Así lo
confirman los especialistas.
El matrimonio o unión entre personas de
la misma o similar condición social es el más En la familia tradicional, especialmente de
frecuente en nuestro ambiente. Es lo que se tipo consanguíneo, la formación matrimonial fue
llama homogamia60. Se refiere al mismo o simi- normalmente inducida, sancionada y apoyada
lar origen, (país, región o localidad), a la lengua por la familia de origen. De alguna manera, la
común, a la posición social similar, a la misma permanencia institucional de la pareja tradicional
o similar cultura o nivel educativo, a la religión no se hacía depender tanto del factor amoroso
compartida, a las creencias, costumbres, del ni del erótico de la misma, sino del control so-
mismo tipo, etc. Todas estas similitudes jue- cial derivado de una cercanía entre las familias
gan un papel importante en la identificación y de origen de ambos cónyuges, desde la forma-
selección de la pareja y en el posible éxito de ción matrimonial realizada con la ingerencia de
la cohesión marital posterior. Los matrimo- los padres e incluso de todo el grupo familiar,
nios “mixtos”, sin embargo, aumentan consi- así como de su círculo social envolvente en una
derablemente en una sociedad plural y abier- comunidad de gente conocida. Este control
ta. Estos, sin embargo, para que lleguen a ser social “velaba” por la permanencia formal del
60
Analizan la homogamia estudios de Aries (1987ª), Blood, R & M (1980), Girard (1984), Kerckoff (1980), Leñero (1983b),pp.200-213, Ojeda
(1989), Quilodrán (1996), Russell (1973), Rodman (1970),
61
Véanse estudios de Ariès (1987ª), Burchinal (1967), Béjin (1987), Blood R. (1967), Campuzano (1990), Centeno, Barrientos y Juárez
(1998), Lepp (1960), Ortega y Gasset (1984), Rogers (1980), Thibault (1972), Trimbos (1968).
62
Véase en Leñero y Zubillaga (1982ª).
63
Véanse los estudios históricos al respecto de la distancia entre las normas y las conductas: Gonzalbo (1998) Sem.Hia de las mentalidades (1982).
84
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital
matrimonio, aunque siempre pudo ser violado. en vistas a la unión marital, como expresiones de
Ajustarse a dicha continuidad de la pareja matri- la vida humana en sus perspectivas duales de gé-
monial venía siendo un compromiso necesario nero, como de una sexualidad sumamente activa
ante todos, no sólo ante el cónyuge. Cuando era y cada vez más liberada de los tabúes de antaño.
evidente el rompimiento de los lazos matrimo-
niales, la sanción social se dejaba sentir. De cualquier manera, podemos afirmar que
hay en nuestros días una gran confusión al res-
En cambio, en el sistema conyugal nuclear pecto del noviazgo. Muchas veces las relacio-
moderno, el factor básico de cohesión conyugal nes entre “novios” o entre amigos íntimos se
se considera más bien que es el amor de los con- establecen no tanto en función de un futuro
trayentes. Para ello se ha dado lugar a una fase matrimonio, sino de una forma de enamora-
previa de noviazgo en la que la pareja se inicia miento que solo ve un presente de eventual
con un real o supuesto enamoramiento afec- satisfacción afectiva e intimidad. Se convierten
tivo y erótico, como expresión personal, más entonces, frecuentemente, en prácticas de en-
que por conveniencia social. Se considera que sayo-error eventualmente repetidas con efec-
el enamoramiento –basado ahora en el mito ro- tos a veces muy frustrantes.
mántico64— a su vez, dará paso a un amor que
durará toda la vida matrimonial, “hasta que la Algunos autores han analizado la naturaleza
muerte los separe”.65 Este supuesto amor como superficial e ineficaz del noviazgo actual frente
garantía de la solidez de la familia tiene un efecto al matrimonio futuro, sobre todo derivado de la
de debilitamiento del control social, aunque se ligereza de muchas parejas jóvenes que contraen
declare suficientemente fuerte para constituirse matrimonio sobre una base ilusoria y esporádi-
en el pilar central en que descansa la conforma- ca de enamoramiento o impulso sexual. Y han
ción de la vida familiar. Porque si este amor se constatado la práctica cada vez más frecuente
pierde, la unidad del grupo familiar peligra o se del que pudiera llamarse “matrimonio a prueba”,
convierte en un espacio de desavenencias y de sobre la base del uso de anticonceptivos y con la
apariencias que pretenden ocultar el desequili- posibilidad de disolución o ratificación de la pare-
brio crítico de las relaciones familiares, fuente de ja después de un período de convivencia pruden-
desequilibrios psíquicos analizados por los tera- cial, sin la involucración de una descendencia.68
peutas familiares.66
Frente a esta constatación de hechos cada
Además, la forma en que los noviazgos se lle- vez más generalizados.69 y ante las tesis de
van a cabo ha sufrido una gran transformación en una sexología que exalta el derecho al placer
las últimas cinco décadas. Relativamente pocos sexual, incluso fuera del matrimonio, muchos
estudios sociológicos de carácter empírico se moralistas, y puritanos califican la liberalización
han realizado sobre el noviazgo,67 pero existe de estas relaciones sexuales prematrimoniales,
una muy amplia literatura –novela, cuentos rea- como conductas inadecuadas y reprobables,
listas, obras dramatúrgicas, cinematográficas y ante la cual plantean la necesidad de reforzar
telenovelas, ensayos psicológicos, especulacio- la orientación ética de responsabilidad de los
nes de diverso tipo— que reflejan con una gran jóvenes, dentro de un sistema de noviazgo
clarividencia lo que puede considerarse como “blanco”, dándole más elementos formativos,
formas de encuentro y selección de parejas tanto de preparación y educación. Argumentan que
64
Véase el estudio de Rougemont (1986).
65
Véase entre otros autores a Alberoni (1992), Lemaire (1995), Trimbos (1968).
66
Entre muchos estudios al respecto, referimos en especial a: Gómez (1990, 2004), Medina Centeno (1996), Satir (1971), Stierlin (1988),
Tarragona (1990), Velasco (1994).
67
Véase a Almicar y Torres (1996), Barros, Fox y Mendoca (1998), Becker (1981), Burchinal (1967), Buvinic, Valenzuela, Molina y González
(1998), Engle y Smidt (1998b), Leñero (1983), pp.193-227; Mendoza y Palma: Tesis de Sociología (2004).
68
Véase la descripción y análisis desde diversas perspectivas de esta práctica de “matrimonio a prueba” sobre todo entre estudiantes univer-
sitarios, pero también en otros sectores: Béjin (1987), Hinojal y Goode (1973), Russell (1973), Trimbos (1968), Thibault (1972).
69
Constatamos que más de 60% de jóvenes solteros dicen haber tenido relaciones sexuales: Encuesta Jóvenes de Cd. México, IMES Proy.
Nº290 (2002).
85
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
la única manera de evitar el fracaso matrimo- dres genera una actitud entusiasta, a menos que
nial se consigue afirmando la necesaria indiso- el hijo sea totalmente rechazado o el embarazo
lubilidad conyugal, como principio (aunque el se haya producido en circunstancias altamen-
divorcio sea de alguna manera aceptado como te desfavorables, haya habido prematurez y se
mal menor); y se enfatiza la necesidad de ga- haya ocasionado por violación, por relaciones
rantizar la seguridad económica y psicológica sexuales inesperadas y premaritales o haya una
de los hijos, pues éstos requieren que sus pa- situación de alto riesgo en la salud de la ma-
dres se mantengan unidos.70 dre o de su hijo-a. Pero el mismo sentimiento
de sentirse creadores de una nueva familia en
El tema anterior es en verdad un tópico su- ciernes puede resultar positivo. En los estudios
mamente importante, que da lugar a polémicas se registran todo tipo de casos tanto agraciados
doctrinarias con múltiples variantes y alternati- como problemáticos con respuestas positivas
vas. Lo que sí parece resultar conveniente, es y estimulantes a pesar de las dificultades. Pero
que los jóvenes puedan reflexionar esta cues- también casos dramáticos en ambas situacio-
tión con información adecuada y suficiente y no nes: la dificultad y frustración para montar un
solo con las exhortaciones moralizantes. Esto hogar independiente que no siempre es posi-
daría seguramente una mayor capacidad para ble por condiciones económicas, la ruptura en
asumir su responsabilidad como futuros funda- las relaciones con las familias de origen si esto
dores de una familia propia. ocurre por desacuerdos o por embarazo pre-
matrimonial, las confrontaciones de la nueva
b) Período familiar de recién casados o pareja, al no adaptarse recíprocamente debido
unidos maritalmente: Una vez constituido el a estilos o concepciones de vida diferentes, la
matrimonio o la unión marital, incluida la unión pérdida del impulso sexual una vez consumado
consensual (o unión libre, como es referida en en los primeros meses, y otros desacuerdos o
los registros oficiales71) viene un período inicial problemas de convivencia.
de vida conjunta en la cual dos personas de la
pareja aportan “sus mundos” para encontrar Pero en cualquier caso, este período es cla-
confluencia entre ellos. Esto quiere decir que ve para el futuro, según lo afirman la mayoría
el matrimonio no consiste solamente en el en- de los entrevistados (sobre todo en estudios
cuentro individual de dos personas, al margen cualitativos de caso), aunque no se pueda con-
de la sociedad, sino que en ellos se representa siderar definitivo, pues en muchos significa una
la fusión de dos realidades sociales y culturales situación cambiante que hay que saber asumir
que tienen que amoldarse. Una quinta parte de en sus viscicitudes y acomodos sucesivos.72 Si
los hogares familiares o parafamiliares mexica- se logran superar los problemas, los desajustes
nos está en esta situación (actualmente, alrede- y las primeras desilusiones provocadas por la
dor de unos seis millones de hogares tienen una desidealización del cónyuge, la capacidad de
pareja que se inicia en la vida conyugal y en la organización y adecuación matrimonial, pue-
paternidad-maternidad). den constituir la base de la vida familiar subsi-
guiente, satisfactoria en diversos grados.
No faltan alicientes e incentivos en este pri-
mer trabajo: el impulso sexual es uno de ellos; De todas maneras, una mayoría de las pare-
la aspiración emancipante frente a los padres, jas recién constituidas dicen sentirse satisfechas
es otro (sí es que han salido de sus hogares de y son optimistas, incluso a pesar de que todavía
origen). La satisfacción de iniciarse como pa- la mayor parte de los varones se muestren al-
70
Fundación para el Apoyo de la Comunidad, A.C. (s/f), CONAPO: Manual de la Familia (1982b, c, d, e), CEM (1991, 1994), Juan Pablo II
(1981), Leclercq (1961).
71
Véase el estudio de la unión consensual en Ojeda (1988).
72
Véase varios casos en Elu y Leñero (1992).
73
Véase estudios sobre el ciclo familiar, en la perspectiva de género: Ojeda (1989), Burchinal (1967), Bernard (1964), Hill (1970a).
86
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital
74
Leñero (1994b), p.173.
87
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
de hijos es grande o sus espaciamientos han diada con profundidad por todos los programas
sido de varios años entre ellos, y en su conjun- de atención a los niños de la calle, menores in-
to la atención primaria a todos abarca un lapso fractores, derechos de los niños, sexualidad y
extenso, de nueve años o más. Pero también reproducción de los adolescentes.75
pueden presentarse a menudo, problemas en
las relaciones conyugales tanto por rutinizarse y Cuando sucede una muerte prematura de
desadecuarse a los cambios de edad de los hijos uno o de ambos padres, la familia resiente pro-
y a la espontaneidad del vínculo afectivo y cir- fundamente la desgracia. El ciclonatural queda
cunstancial, como por desequilibrarse ante las prácticamente roto y tiene que rehacerse una
fluctuaciones adoptadas en el clima familiar. Es nueva dinámica a veces con la ayuda de otras
entonces frecuente que la familia nuclear-con- familias parientes, cosa que no resulta positi-
yugal, entre en una crisis de identificación amo- vo en muchas ocasiones. Lo propio sucede
rosa de la pareja en referencia a los problemas con la separación y el divorcio de los padres,
suscitados por los mismos hijos y ante los cuales sobre todo si hay un nuevo matrimonio. Para
surgen criterios contrastantes de cómo deben todos estos casos se requiere una orientación
ser resueltos. Y entonces, a la crisis propia de muy especial que en general la sociedad no
la edad adolescente se suma la crisis de los pa- da suficientemente, ni en forma preventiva,
dres de esos adolescentes. El resultado puede ni tampoco una vez sucedido el rompimiento
ser múltiple: en los hijos, la sensación de que o la muerte prematura. Más frecuentemente
sus padres no los entienden y se pelean por su se presentan enfermedades de los mismos pa-
causa, o que deseen salir del hogar prematura- dres, y normalmente problemas económicos
mente; y en estos padres, por sentirse desfasa- derivados del crecimiento de las necesidades
dos en su autoridad moral y descontrolados por y exigencias familiares. El trabajo de los hijos
no saber cómo educar a sus hijos adolescentes mayores puede aliviar eventualmente esta pre-
o postadolescentes. Es frecuente encontrar en sión, pero esto más bien es eventual hasta el
estas familias de etapa educativa avanzada que matrimonio de éstos. El éxito profesional de
aparezcan entre los padres (sobre todo de él), los padres, y a veces la aportación del trabajo
aventuras amorosas e infidelidades (si es que de la madre, son más determinantes. Su pérdi-
antes no habían aparecido), o la incidencia agu- da de trabajo, también en sentido inverso. Y la
dizada de un alcoholismo que antes pudo no crisis económica de las últimas guerras es cons-
haberse mostrado en forma aguda. tatada por varios estudios familiares.76
También se presenta, sobre todo en las fami- Esta etapa familiar culmina con un proce-
lias de los sectores pobres y en las clases medias so más o menos largo -según el número de
más bien modestas, la situación del trabajo de hijos- de casamiento de éstos, procedido por
los menores. Los mismos padres favorecen en toda una etapa de noviazgos y de problemas de
muchos casos, que sus hijos niños o adolescen- orientación vocacional de los hijos.
tes trabajen para ayudar a solventar el gasto fa-
miliar. Cuando esto sucede (sin trabajar bajo la La mayor dificultad a este respecto es la ca-
jefatura del mismo padre o madre), se agudiza pacidad para saber aplicar los valores y normas
casi siempre cierta emancipación moral del mu- de los padres a nuevas situaciones y circunstan-
chacho o muchacha pues siente que se puede cias que la generación de sus hijos demanda.77
valer económicamente (aunque sea de manera
simbólica) de sus padres, y que ellos dependen Podemos decir que, en general, pocos pa-
de alguna manera de esos hijos. Y de ahí se ge- dres están aún preparados para evolucionar y
nera toda una problemática que debe ser estu- poder atender todos los reclamos familiares en
75
Consúltense los estudios al respecto de los menores. Referimos a algunos de ellos: Leñero (1998c),pp.49-66; Stern y García (2001ª); IMES-
DIF Proy. Nº 265 (1997).
76
Véase el tema de familia y crisis económica: Asoc.Mex.Población-Varios autores (1994, 1998), Leñero (1996a).
77
Volveremos al análisis de esta cuestión de relaciones padres-hijos, en el Vol. II de este Prediagnóstico.
88
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital
esta etapa; pero a su vez, podemos afirmar que Al llegar a la última fase, con la experiencia
quienes logran hacerlo tienen ya básicamente cercana de la muerte de seres queridos, las
asegurada su satisfacción fundamental como personas adquieren una perspectiva panorá-
responsables de su vida familiar. La experiencia mica de su vida familiar. En nuestro ambiente,
familiar se convierte así en fuente de satisfac- desgraciadamente, parece predominar, en este
ción íntima y profunda. nivel, una actitud más bien de desilusión y de
cierta insatisfacción por lo que fue y no pudo
d) Etapa familiar final. El período último de la ser la vida familiar que cada quien constituyó.
vida familiar puede tener múltiples formas, más Y para ello sería preciso toda una orientación
o menos graduales, o más o menos variantes adecuada para un desarrollo de las personas de
según las circunstancias. Registramos en las en- la tercera y cuarta edad, pues la proyección de-
cuestas familiares alrededor de una quinta parte mográfica en el siglo XXI apunta hacia un creci-
del total de las familias, pero este porcentaje es miento del número de personas mayores.
mayor si en la muestra de jefes de familia se in-
cluye a población mayor de sesenta años, o si se El ciclo de la vida, renovado en las siguien-
hace un estudio de la tercera edad.78 tes generaciones, continúa, pero la aspiración
humana nos tendría que llevar a que el ser hu-
En esta etapa, la familia aparece ya disgregada, mano, llegado a la etapa final, tuviera un sen-
después de la separación de los hijos; sin embar- tido optimista y una satisfacción profunda de
go, puede suceder lo contrario, en el caso de las su vida íntima.
familias extendidas y extensas: los hijos casados
(al menos uno) con su prole, se establecen defi- Los ciclos vitales dan lugar a una tipología
nitivamente en la casa paterna o materna (en el familiar sumamente importante para el conoci-
caso frecuente de hogares uniparentales). Esto miento de lo que son las familias en sus diver-
replantea el ciclo familiar para seguir el ritmo de sas etapas. Estas son producto no solo de una
la familia nuclear de la hija o hijo casado. condición biológica de crecimiento etario, sino
de toda una “arquitectura humana” que hay que
También suele suceder que la familia sufra aprender a construir de acuerdo a las condicio-
las consecuencias de la muerte de uno de los nes y circunstancias de los diversos casos. La vi-
cónyuges -padre o madre- y al llegar a esta sión familiar, en su proceso de desenvolvimien-
fase, el viudo -si no es que se volvió a casar en to, nos ayuda grandemente a comprender este
etapa anterior- reajusta su vida adaptándose a sentido de la vida y esta variedad de unidades fa-
la familia de uno de sus hijos. miliares en su momento en que están viviendo.
78
Véase encuesta Nacional sobre la sociodemografía del Envejecimiento (CONAPO, 1994); y Leñero (1998), p.42-48 y Montes de Oca
(1998), p 49-56.
89
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
3.5 Tipología de las familias a) En las que la principal pareja marital está
constituida formalmente por un matrimonio
según la formalización contraído de acuerdo a las dos leyes: la civil
institucional de la pareja y la religiosa.
principal79 b) En las que uno de los miembros de la prin-
Otro aspecto fundamental de la tipología de la cipal pareja ha muerto, y el otro aparece
organización familiar, es la variante derivada de como viudo.
la formalidad de la unión marital involucrada en
el estado civil de los padres de familia. Se pue- 2) Familias que responden a una normatividad
de elaborar una tipología de tres modalidades formal colectiva, intermedia; es decir, que se
de familias en este aspecto: atienen a una ley reconocida pero sin com-
pletar la normatividad total de la vida social
1) Familias apegadas mayormente con la nor- convencional tradicional:
matividad colectiva:
Cuadro No. 2-5 Tipología de las familias a partir de los datos de estado civil de las madres
de familia
F.Normatividad F.Normatividad
Situación de Estado Civil Formal mayor % intermedia F.”Informales Totales
Divorciados 3% 4%**
Separados 4% 5%**
Madre-soltera 6% 5%
Total % entre los tres tipos 62% 49% 19% 24% 20% 28% 100%
* Fuente: Censo 1990 sobre el relativo de mujeres que han tenido uno o más hijos. Incluye a mujeres de más de 64 años, por lo cual el dato de la viudez es
considerablemente más elevado.
** Fuente: Datos de la encuesta (Inv. IMES s/Familia C.Mex. D.F. Leñero (1994), pp.118) que ha sido estimado del porcentual censal (restando el % de la
población viuda mayor de 64 años) para desagregar la categoría integrada de: Separado, divorciado y viudo, en la encuesta de 93.
79
Para este apartado, reajustamos el texto correspondiente del estudio sobre Las familias en la Ciudad de México (Leñero, 1994b).
90
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital
a) En las que la principal pareja marital de la fa- mientras que las familias informales aumentan
milia, ha sido contraída bajo la ley civil pero a más de la cuarta parte frente a la quinta par-
no bajo la religiosa común a la mayoría de la te en los datos censales, así como el aumento
población mexicana (89 % del total). de las familias semiformales es mayor también
(una cuarta parte del total).
b) En las que la principal pareja marital de la
familia ha sido contraída bajo la ley religiosa, De cualquier manera, la informalidad parece
pero no bajo la civil común. mayor en el sector de familias marginales (40%
de las parejas de dicho nivel viven en unión li-
c) En las que los padres de familia se han divor- bre, además de los que viven separados y de
ciado formalmente, de acuerdo a las leyes ci- las madres solteras), y llega casi a la mitad de
viles (pero no de las religiosas tradicionales). todas sus familias.
3) Las familias que no siguen una normatividad También es sensible esta mayor tendencia
formal, sino que se atienen a su propia diná- hacia las relaciones maritales informales entre
mica espontánea voluntaria: las parejas jóvenes: la tercera parte de ellas vi-
ven en unión marital80 y además, otra cuarta
a) En las que los padres de familia viven en parte de ellas, están casadas solamente por lo
una unión consensual (unión libre según el civil. Esto hace que mientras los padres de fa-
registro civil). milia de edades mayores a los 35 años más de
la mitad de ellos dicen estar casados por las dos
b) En las que los padres se encuentran virtual- leyes, entre los más jóvenes, sólo un 29% tie-
mente separados sin residencia común. nen la misma categoría según su declaración.
c) En los que el padre que vive con sus hijos se Esto parece mostrar claramente una ten-
considera soltero (familias uniparentales). dencia cada vez más practicada, hacia la infor-
malidad de la organización familiar.
Los datos de la encuesta en el DF en 1993
reafirman un reconocimiento mayor a las mo-
dalidades informales (que los datos provenien-
tes de los censos, en los que las respuestas de
la gente suelen ocultar las realidades familiares
que no se apegan a las normas convencionales:
por ejemplo, la unión libre, el divorcio, la sepa-
ración misma, o la paternidad de los solteros).
80
Ojeda (1988), según los datos de la Encuesta Nacional de Fecundidad y Salud, reportó para 1987 un 25%.de uniones consensuales.
91
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
CAPÍTULO 4
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros
4.1 Los elementos aparece el hijo-a. A todos los une algo que está
en las personas. Se dice la misma sangre, pero
fundamentales intervinientes significa en realidad, los mismos genes comparti-
en la conformación de la dos, quiérase o no. Cada uno los utilizará (o será
unidad familiar en cuanto al y víctima de ellos) de una manera u otra, pero los
genes de la consanguinidad ahí están. Y en un
las clasificaciones cuantificadas sentido real, son la materia prima imborrable
en las estadísticas y encuestas81 que da una consistencia a la familia. Se podrán
rechazar y renegar de ellos, pero ellos estarán
Podemos resaltar como elementos esenciales de ahí, durante toda la vida y podrán también ser
la conformación de un grupo familiar convivien- el principio de una identidad que no desapare-
te en una unidad doméstica, a los siguientes: ce con las personas físicas que nacen y mueren
pero que se reproducen y conviven con sus an-
El primero está generado por los lazos de tepasados inmediatos y con sus proles.82
consanguinidad. Éstos forman una unidad grupal
adscriptiva, fuera de la voluntad de los mismos El segundo elemento esencial de la vida fa-
miembros del grupo familiar. Nadie escoge a sus miliar tiene que ver con la afinidad amorosa
padres, ni siquiera a los hijos, menos aún a los o fortuita de la unión marital, del matrimonio
parientes diversos, abuelos de ambas líneas, tíos contraído supuestamente de manera voluntaria
carnales, primos hermanos y primos más leja- y libre, aunque frecuentemente en realidad sea
nos, sobrinos, nietos. Los hermanos conviven en concertado por compromisos, por presiones
el hogar porque son precisamente hermanos, no o por conveniencias frente a los abuelos, pa-
por otra cosa, al menos como punto de partida. dres, parientes, otros actores sociales, o sim-
El componente consanguíneo viene de los an- plemente por el “qué dirán”. Significa, además
tepasados desconocidos directamente, pero en de la unión de los cónyuges, la generación de la
la vida normal de las personas, abarca al menos reproducción familiar, pero también la vincula-
tres y hasta cuatro generaciones que conviven ción de los miembros de una red consanguínea
en una época histórica (son coetáneos), vivi- con la otra o con otras personas (incluyendo
da en perspectivas distintas desde el momento autoridades políticas socios económicos, fami-
en que cada una aparece en un lapso temporal lia de la joven con quien se han tenido relacio-
sucesivo. Pero en el grupo familiar extenso se nes sexuales premaritales).
conectan entre sí con roles y dialécticas de re-
ciprocidad de perspectivas. Se es hijo-a, porque En otras épocas significaba la alianza concer-
existen unos padres, se es padre-madre, cuando tada por dos familias entre sí, y de ahí se ha de-
81
Para este capítulo, actualizamos un texto publicado en nuestro estudio preliminar de enfoque a la realidad nacional, de la investigación
sobre las Familias de la Ciudad de México, 1994, porque contiene elementos explicativos y justificativos de la clasificación respecto a la
composición familiar, y que matiza las utilizadas.
82
En la historia de la familia moderna puede verse claramente cómo este factor de consanguinidad en el parentesco intergeneracional con-
stituye el eje y fundamento de la vida familiar tradicional. Véase a Flandrin (1979) para el estudio de nuestra raíz en Europa, y a Golzalbo,
para el análisis de la familia colonial de la Nueva España, de la que heredamos su tradición.
93
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
rivado la involucración de los padres en la boda por la conformación de otras formas de vincu-
o unión marital de sus hijos. Y aunque ahora lación marital pluralizada (en la poligamia o en
se ha enfatizado dicha unión en su dimensión otras modalidades no legitimadas institucional-
afectiva y voluntaria personal por parte de mente), pero existentes de hecho, como una
los contrayentes, independientemente de sus analogía de familias sui géneris.
familias de origen, no deja de crear un paren-
tesco “político” entre cada contrayente con los De todas maneras, estos tres elementos
parientes consanguíneos del otro; incluso se esenciales a la generalidad de las unidades fa-
hace extensivo a sus mismos familiares con los miliares se combina, en la realidad, de mane-
familiares del otro-a. Hoy el matrimonio y la ra distinta y específica, según sus miembros y
misma unión libre aparecen contrastados con circunstancias. Y esto es lo que da lugar a una
la importancia que ha tenido la consanguinidad tipología básica que en términos generales es
en la fundamentación de las familias. Ahora se reconocida como común en sus diversas mo-
considera que la familia está supuestamente ba- dalidades. En la práctica, estos tipos de con-
sada en la pareja unida por el amor conyugal o formación de la unidad familiar doméstica son
su equivalente. De ahí que la falta de este amor mutables en el tiempo y en el espacio. Ni todos
se considere como quiebra del fundamento ellos obedecen a un modelo rígido, ni cada uno
mismo de la familia nuclear-conyugal. Pasa a mantiene la misma configuración durante todo
un segundo plano la vinculación consanguínea, el ciclo vital de cada familia.
principalmente de padres con hijos.83
De ahí que podemos hablar de una tipolo-
El tercer elemento de la vida familiar es el gía de la composición de la familia en su unidad
espacio territorial que se plasma en el hogar doméstica, primeramente con cuatro (o cinco)
ubicado en una habitación común en la que vive modalidades típicas, con variantes subtípicas más
cotidianamente cada unidad doméstica, durante matizadas. Y en segunda instancia, podemos plan-
lapsos más o menos permanentes. Pero como tear las otras modalidades de hogares sui géne-
queda dicho, esta unidad espacial no necesaria- ris, que sólo analógicamente podríamos llamar
mente barca a todo el grupo familiar, sino sólo familias propiamente dichas. Planteamos la tesis
a uno de sus núcleos específicos de familiares de que en cada uno de los tipos de composición
que forman una unidad doméstica. Éste grupo familiar aparecen diferentes significaciones y dis-
habitacional puede integrar a padres, hijos y en tintas pautas para encauzar las relaciones familia-
su caso, a otros parientes cercanos e incluso a res. A veces, diametralmente contrastantes entre
no pariente, formando una unidad local convi- sí. Por eso, pasar de una forma de composición
viente bajo un techo, una cocina, y dormitorios a otra puede implicar toda una reformulación de
compartidos. Y es ésta unidad la que demográ- los roles familiares, lo cual implica también una
ficamente y microsocialmente, en sus relaciones reconsideración de las mismas funciones familia-
internas y en su vinculación institucional. res, a partir de las nuevas circunstancias que les
ha tocada vivir. La tipología alude hipotéticamen-
No obstante, esta caracterización de los tres te, además, a una multiplicidad de involucraciones
componentes generales, puede ser relativa y de la familia con la organización social externa a
analógica, pues en las familias de adopción la ella, y con la estructura del sistema productivo
consanguinidad está representada por el víncu- y cultural y tiene una utilidad práctica en el de-
lo adoptivo, y la afinidad de la unión matrimo- sarrollo de acciones de apoyo y de asistencia a
nial sólo puede ser simbólica y no existir como ellas. El análisis diversificado de la dinámica e im-
tal, sino en su analogía tanto de una unión con- plicaciones de cada tipo, necesariamente forma
sensual como eventual o virtual. Igualmente, parte de un diagnóstico básico de la vida familiar
puede quedar “suplida”, por una pareja en el actual hecho ya por diversos estudiosos para ser
caso de las parejas homosexuales, o incluso tomados en cuenta por una política social y fami-
83
Véanse al nivel mundial diversos estudios sobre la crisis de la pareja matrimonial como base y fundamento de la familia actual: Rogers (1980),
Del Campo (1991), Lemaire (1986), Konig (1981), Michel (1974), entre otros.
94
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros
liar. Sin embargo, las clasificaciones referidas a las psicólogos y sociodemógrafos. Pero queremos
características de cada uno de los tipos familiares aclarar algunas de las precisiones necesarias al
no siempre son conceptualizadas de la misma respecto, pues entre otras, se manejan con fre-
manera. Tratamos aquí de delinear una que ha cuencia los términos de “familia extensa” o de
sido utilizada por nosotros a partir de los diversos “familia nuclear” en sentidos no muy precisos,
criterios esbozados por diversos estudiosos: des- pues se integra en ellos más de lo que son en su
de antropólogos e historiadores sociales, pione- delimitación de componentes; por otro lado, se
ros en estas caracterizaciones, hasta sociólogos, omiten o se incluyen equívocamente como fami-
Cuadro No. 2-6 Variedad de la tipología de composición familiar según diversas fuentes e
investigaciones en México (en porcentajes)
A B AB C D E F
Fuente-Investigación(*) Lugar Año Fam. Fam. Fam. Fam. Fam. Fam. Tot. Hog.
Extens. N-Extd. Extsa Nucl Semi Comp. Hog. Uni-
(3gen) N+part) yExtd P+H.s) Nucl-C Fam. Pers.
2parj (Uniparent) %
León, Gto. 1991 14.8 16.8 31.6 68.4 ---- ---- 100 ----
12.IMES Familias León
Oaxaca, Oax 1992 16.1 11.9 28 71.9 ---- ---- 100 ----
13.IMES Familias Oaxaca
95
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
Cuadro No. 2-6 Variedad de la tipología de composición familiar según diversas fuentes e
investigaciones en México (en porcentajes)
A B AB C D E F
Fuente-Investigación(*) Lugar Año Fam. Fam. Fam. Fam. Fam. Fam. Tot. Hog.
Extens. N-Extd. Extsa Nucl Semi Comp. Hog. Uni-
(3gen) N+part) yExtd P+H.s) Nucl-C Fam. Pers.
2parj (Uniparent) %
15.CONAPO-Enc. Nal. Plan. Nacional 1995 ----> ----> 2 6. 1 55. 8 16. 5 1. 6 100. 0 ----
Fam.
16.INEGI-Enc. Nac. Ingr-Gast. Nacional 1996 ----> ----> 30. 3 68. 8 ----- 0. 9 100. 0 ----
Hog ENIGH
17.CONAPO-Enc. Nac. Din. Nacional 1997 ----> ----> 27.5 64 8. 5 ---- 100. 0 ----
Dem. ENADID
Fuentes:
1. Encuesta IMES sobre la Familia en México, en 14 localidades urbanas y rurales. 5000 entrevistados hombres y mujeres. 1968.
2. IX Censo Nacional de Población y Vivienda.
3. Encuesta sobre los trabajadores en la ciudad de México: García B., Muñoz, H. y Oliveira, O. Hogares y trabajadores. Ed. COLMEX-UNAM
México 1982.
4. Estudio Antropológico en Barrio Cerrada del Cóndor, de Cd. México.- Lomnitz, Larissa. Cómo sobreviven los marginados. FCE México 1971.
5. Encuesta Mexicana de Fecundidad. EMF. SPP, 1979. Analizado por Tuirán en DEMOS 1993. Ed. UNAM.
6. X Censo Nacional de Población y Vivienda., 1980, INEGI, México, 1986.
7. Encuesta Rural de Planificación Familiar. ERPF, IMSS, México, 1981.
8. Encuesta Nacional Demográfica. CONAPO México 1982.
9. Encuesta en Ciudades Medias del Centro de México. IMES, México, 1982.
10. Investigación sobre las familias rurales de la Chontalpa, Tab. Méx. 1983.
11. Encuesta Nacional sobre Fecundidad y Salud. ENFES, SSA-DGPF. México 1987.
12. Investigación Piloto sobre las Familias en León Gto. IMES-AMEP. México, 1992.
13 .Investigación sobre las Familias en Oaxaca, Oax. IMES-MEXFAM. México 1992.
14. Investigación sobre las Familia en la Cd. de México, .IMES-DIF, México 1993.
15. Encuesta Nacional sobre Planificación Familiar. ENPF, CONAPO, México, 1995.
16. Encuesta Nacional sobre Ingresos y Gastos de los Hogares. ENIGH, INEGI, México 1996.
17. Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica, ENADID, CONAPO, México, 1997.
**Nota sobre la connotación de los tipos de familia según la composición del grupo familiar en el hogar (columnas del cuadro):
A. Familias Extensas, propiamente dichas: Tres generaciones consanguíneas, (abuelos, padres, hijos, suegros, yernos y nueras, cuñados, tíos
y otros parientes, y dos o más parejas maritales en el hogar).
B. Familias extendidas: Familia nuclear de padres e hijos solteros, además de uno o varios parientes.
AB: Familias extensas y extendidas en su conjunto.
C. Familias nucleares-conyugales: pareja de padres en unión marital con hijos solteros. No se incluye familia monoparental, ni otros familiares
o personas viviendo en el hogar (sin contar con los empleados domésticos).
D. Familias seminucleares: incluyen dos y hasta tres subtipos: a) Familias monoparentales (uno de los padres con sus hijos solteros); b) Pareja
marital sin hijos; c) Hijos sin padres. La referencia de seminuclearidad viene porque en los tres casos el grupo familiar reconoce a una pareja
marital generadora pero no presente en el hogar como tal.
E. Familias compuestas: son familias con un componente importante de personas no parientes.
F. Se presenta el caso del hogar unipersonal, pero no entra como familia, sino sólo como unidad doméstica, por eso su porcentaje no está com-
prendido en el total de hogares familiares.
96
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros
lias lo que sólo son hogares sin un componente tivas según lugar: ciudades, poblados rurales,
familiar definido o con un sentido mixtificado. Estados de la República, país entero, tipo de
muestra y tiempo en que se realizó la recaba-
Presentamos a continuación, de manera sin- ción de los datos y su procesamiento, tomando
tética, primero, un cuadro en el que conjunta- en cuenta o no, ciertas precisiones conceptua-
mos los datos de la tipología de la composición les y de interés analítico.
familiar obtenidos en varios estudios y fuentes
(ajustados en su connotación); y después, enu- No es nuestro propósito por ahora realizar
meramos una caracterización de las implicacio- un análisis semántico, metodológico y epistemo-
nes sociofamiliares, referidas a las cuatro mo- lógico de cada investigación o fuente de datos.
dalidades más significativas. Vamos solamente a señalar algunas afirmaciones
hipotéticas sobre las principales caracterizacio-
Las diferencias de los datos aparecidos en nes fenomenológicas de los diversos tipos de
los diversos cálculos porcentuales, se deben a composición familiar, aludiendo en general a
diversas razones: los rangos fluctuantes más frecuentes de pro-
porcionalidad en el contexto general. Emitimos
1) Las referidas al universo que ha servido para nuestra estimación final y nuestra consideración
el diseño de las muestras de las encuestas sobre las implicaciones posibles, de manera hi-
incluidas, que excluye o incluye ciertas cate- potética, a la par que los otros estudios prelimi-
gorías familiares o de población de determi- nares realizados para servir al diagnóstico que se
nada edad, estado civil o de otra condición, busca hacer posteriormente.84
o incluso al lugar o ámbito en el que se apli-
có la encuesta;
84
Véanse los diversos estudios realizados y publicados por el DIF Nacional coordinados por el Comité de Operación constituido para el efecto.
97
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
4.2 El tipo de familia extensa, jefe o por los representantes familiares; pero
este interés puede ser selectivo y quienes no
propiamente dicha, integrada colaboran con él tienden a ser disgregados
en una unidad de residencia del grupo doméstico extenso. El papel de to-
dos y cada uno de los miembros obedece a su
Se caracteriza, de manera general, por ser un compromiso con los residentes de su sangre y
grupo familiar residente en un solo hogar -en apellido (patri o matrilineal). No hay nada que
muchas ocasiones con subunidades habitacio- está por encima de ello, salvo Dios o la Patria
nales aledañas- -para los diversos núcleos que (en la inteligencia de que de ambos proviene
lo integran-, con tal de que mantengan una precisamente la adscripción consanguínea del
economía compartida, así como servicios co- ancestro próximo y común de unos y otros). A
munes de cocina, abasto, baño y otros. Se le partir de este principio de hegemonía consan-
puede identificar como un grupo familiar don- guínea, se derivan todas las normas familiares,
de la consanguinidad opera de manera primor- incluyendo la división del trabajo entre todos,
dial. Pero está claro que de no ser así, resulta la dependencia femenina (generalmente reco-
altamente conflictiva, lo cual sucede frecuen- nocida formal y realmente dentro de la familia
temente y es parte de su dificultad actual para patriarcal o paternal); aún cuando frecuente-
operar en una sociedad de signo individualista. mente sea la mujer la que llegue a disponer del
orden doméstico, al interior del hogar, o que
La familia extensa está compuesta por lo llegue a sustituir al varón-jefe, en sus carencias,
menos por personas de tres generaciones ausencias y abandonos. También de ahí se sigue
biológicas: padres, hijos solteros y/o casados, una pauta para cuidar del “honor” de la familia,
hermanos, cuñados, yernos, suegros, nietos entendido éste de acuerdo a la época y ámbi-
(primos hermanos entre sí), e incluso, por al- to social en el que se vive. Ahora resulta cada
gún otro pariente o participante incorporado a vez más relativizado, pero de alguna manera se
la unidad familiar. Comprende, por lo tanto, al conserva su referencia.
menos, dos parejas maritales.
La familia extensa se desintegra cuando en-
Puede adoptar la modalidad patriarcal, en tran en conflicto los hermanos entre sí, pero
la cual el padre-abuelo representa la máxima sobre todo, cuando se quiebran las relaciones
autoridad, a veces única y autocrática; o bien, paterno-filiales; no tanto cuando las parejas con-
responder a variantes significativas: matriarcal yugales se “alejan” entre sí, o cuando uno de
o “maternalista”, de mayorazgo (jefatura del ellos muere. En la supervivencia y en las crisis
hermano mayor), u otra.85 familiares el grupo cuenta con una diversidad
de recursos humanos: hay, dentro de ella, va-
Lo que importa resaltar en el caso de la fa- rias figuras masculinas y femeninas, paternales y
milia extensa, propiamente dicha, es que está maternales, fraternales y de parentesco diverso,
basada en el principio del respeto y la lealtad que participan, dan apoyo y constituyen mode-
al lazo consanguíneo y a las relaciones de un los plurales de formación y de socialización in-
parentesco delimitado. El matrimonio que- terna e integrada para los más jóvenes.
da condicionado a él, no tanto al revés. En
su modalidad “clásica, los matrimonios de sus En el modelo típico de familia extensa todos
miembros suelen ser concertados como alian- deben compartir la misma suerte común, en
zas familiares; es decir, como una estrategia lo bueno y en lo malo. La economía del grupo
del propio interés familiar expresado por el permite mantener, en beneficio de todos, el pa-
85
Véase la referencia al parentesco y a las familias extensas en los estudios históricos, tanto al nivel de la civilización occidental (autores
colaboradores de la Historia de la Familia coordinada por Burguière , Klapisch-Zuber Segallen y Zonabend –pp.17-64, con prólogo de
Levy-Strass, pp.11-15); como al del origen prehispánico y colonial de las familias de México, analizadas por Gonzalbo (1998, pp.117-126);
o también, para una visión actual de familias marginadas, véase la caracterización de familias extensas –de solar y de techo- en Lomnitz,
Larissa (1975, pp.112-127. para una visión actual de familias marginadas, véase la caracterización de familias extensas –de solar y de techo-
en Lomnitz, Larissa (1975, pp.112-127).
98
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros
trimonio familiar. No es dable a los miembros, aledaños, viviendas vinculadas y conectadas en-
en su individualidad, aislarse y oponerse al con- tre sí, en sus solares, patios o jardines.
senso del grupo, ni considerar que su triunfo
personal sea sólo propio. Pertenece a todos, Con ello, conserva ciertas funciones básicas
sea producto del trabajo o de estudios, de re- y cotidianas de la vida doméstica común, y los
lación social o de prestigio. Cualquier decisión vínculos estrechos interparentales.
trascendente para alguien del grupo debe ser
concebida y tomada por toda la familia como Tomando en cuenta a los estudios más es-
unidad, o por el jefe o jefa, como su represen- pecíficos que se interesan por distinguir los di-
tante. Incluso la emigración, el matrimonio de versos tipos de familias -diferente de la forma
hijos y nietos, el cambio de trabajo, la atención de familia nuclear “extendida”-, podemos cal-
a la salud, la compra o venta de un bien im- cular entre el 6% y 10% el total de las unida-
portante, y la experiencia sexual de cada uno des domésticas familiares de este tipo de fami-
de ellos, involucra comunitariamente a todos, lia extensa, propiamente dicha. Aunque cuando
para bien o para mal. Y por esto, se desarrolla hemos tenido especial interés por identificar a
una ética y un control sociofamiliar aplicable a esta modalidad familiar hemos registrado un
todos. Se incluyen las alegrías y las penas com- porcentaje hasta más del 15%. El mismo por-
partidas, así como el honor familiar, patrimo- centaje más “elevado” del esperado, como el
nio moral de la familia en conjunto. Idealmente encontrado en la Ciudad de México en 1993 se
debe ser cuidado por todos, aunque estas nor- lo atribuimos, a la presión que está ejerciendo
mas puedan no ser cumplidas frecuentemente, el costo de la vivienda sobre la familia, sobre
como ha ocurrido desde la época colonial.86 todo en el caso de los jóvenes de los secto-
res populares que, al iniciar tempranamente su
La comunidad familiar es el sujeto verdade- vida marital y no contar con los recursos para
ro de las acciones individuales, más que los in- independizarse se quedan viviendo, durante un
dividuos. No reconocer lo anterior, y faltar a la lapso inicial de su nueva vida marital y procrea-
lealtad con el grupo, puede significar la afrenta tiva, en la casa de alguno de sus padres87.Otros
mayor hecha a la familia, e incluso, ocasionar la reportes de más recientes estudios88 aluden a
posible expulsión de un miembro de su seno, la crisis de los últimos años y a la carencia de
con una carga moral de sanción, sumamente viviendas accesibles para la mayoría, las cuales
pesada. Tarde o temprano tendrá que presen- han hecho aumentar significativamente este
tarse la reconciliación si no se quiere llevar di- tipo de familias. También los antropólogos y los
cho agravio al más allá. que estudian casos familiares en profundidad,
suelen ser mucho más precisos para detectar la
La familia extensa, en su forma más carac- existencia y dinámica de los mismos.89
terística, dentro de un hogar único, ha ido
desapareciendo en su permanencia durante Pero generalmente en las encuestas de fe-
varios ciclos del desarrollo familiar y más aún, cundidad, de planeación familiar, de ingresos y
del paso intergeneracional, pero se mantienen gastos de los hogares, así como en los censos
aún las modalidades un tanto relativizadas y de población y vivienda, interesados en otras
temporales, en el sentido del modelo original. cuestiones de la economía doméstica o de la
Muchas veces su presencia evidente se diluye vivienda, no distinguen entre los hogares ex-
cuando pluraliza, en el hogar, sus espacios do- tensos y los nucleares-extendidos, tratados a
mésticos para dar lugar a las áreas habitables continuación.
por un subgrupo nuclear; o construye espacios
86
Gonzalbo (1998, pp.77-96).
87
Véase en Las familias en la ciudad de México (Leñero, 1994, pp.114.
88
Véase a Tuirán (1993b), pp.333-335.
89
Referimos particularmente a Arizpe (1973), a Favre (1973), a Lomnitz, Larissa (1975, 1986), y a Sandoval (1994), pp.19-21, etc.
99
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
En el primer subtipo se trata de una familia Todo ello da lugar a la elaboración colectiva
consanguínea extensa limitada o modificada90 de un parapeto ideal que encubre su verdade-
que se disminuye al quedar una sola pareja ma- ra pretensión, llamado “familia unida”, que en
rital, al morirse o abandonar uno de los miem- realidad oculta la verdadera aspiración a una
bros de dichas parejas, pero se mantienen las disgregación familiar, de acuerdo a los diversos
tres generaciones de abuelos-padres-hijos. In- núcleos conyugales o seminucleares, mante-
cluso dos o más de los hijos pueden estar uni- nidos en el hogar de origen. Puede plantear-
dos maritalmente, tener hijos y seguir viviendo se como hipótesis sujeta a una confirmación y
en la casa de los padres. Se conserva el perfil y análisis para un diagnóstico actualizado de las
las normas consanguíneas de convivencia, aún familias del siglo XXI.
cuando de hecho el jefe formal de la familia
carezca de una autoridad suficiente que esta- Por otra parte, se presenta el subtipo de
blezca claramente la unidad de todo el grupo. familia nuclear extendida. Se trata de una uni-
Es entonces frecuente que devengan desajus- dad que se ha constituido como familia nuclear
tes y pugnas de autoridad, pleitos y envidias pero que por circunstancias determinadas
entre cuñados y hermanos; incluso, es común acepta que uno o más parientes diversos con-
que se presenten tensiones porque el aporte vivan con la familia nuclear que los acoge. Pue-
económico de unos sea menor que el de otros, de tratarse de la madre o padre viudo (suegro
o porque uno de ellos no colabora o no trabaja o suegra del cónyuge), para que no se quede a
en el negocio o en las tierras comunes. vivir solo o sola porque ha muerto su pareja o
porque se encuentra enfermo o discapacitado.
Tampoco es raro el problema del incesto o Puede ser el caso de un hermano o hermana
el de sus acercamientos, sobre todo cuando no no casado o casada. Puede ser otro pariente
es evidente una jefatura familiar con autoridad o parientes que por alguna causa como la mi-
moral que garantice la unidad de la familia o gración, la situación de desocupación, de crisis
cuando ésta ya resulta, a su parecer, excesiva. económica o de siniestro y emergencia, recu-
A veces todos tienen que soportar los proble- rre a sus parientes cercanos para que lo acojan
mas provenientes de las fricciones entre los durante un lapso más o menos impreciso o
convivientes, porque la situación económica permanente. La incorporación de esos familia-
obliga a unos y a otros a refugiarse en la con- res en una familia nuclear con propia autono-
sanguinidad protectora al menos por un perío- mía, obliga a formular normas de convivencia
do más o menos largo. Es el caso de muchas que antes no estaban previstas. Los mismos hi-
90
La connotación y caracterización de la familia extensa-limitada o modificada ha sido usado por la ONU en el Centro de Desarrollo Social
y de Asuntos Humanitarios (1986), pp. 10.
100
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros
jos de la pareja central o incluso de una madre modalidad familiar disminuya, siempre y cuan-
soltera, tienen que aprender a cohabitar con do la crisis económica no lo lleve a aumentar.
su pariente, y aún a veces cederle el cuarto Lo planteamos como hipótesis para el diagnós-
o espacio del que antes disponían. Todo ello tico familiar de principios del siglo XXI del fe-
se ofrece y se recibe respondiendo al mismo nómeno familiar en México.
principio de la solidaridad, lealtad y afecto de-
rivado de los lazos de consanguinidad. De cualquier manera, si conjuntamos los tres
tipos de modalidad de composición familiar en
De la nueva situación creada surgirán se- los hogares: extenso, semiextenso y nuclear
guramente tensiones que habrá que resolver extendido, según la información de las inves-
con buen tino, tolerancia y prudencia, pues, tigaciones y encuestas nacionales mayoritarias,
de hecho, modifican la dinámica íntima de una podemos ver que menos de una tercera parte
familia nuclear, y sus pautas de autoridad, usos (entre el 25 y el 33%) del total de las familias
y costumbres. Si no se tiene esta capacidad de adoptan en un momento específico del ciclo
adaptación y flexibilidad sucede frecuentemen- de su desarrollo el de estas modalidades. De
te que las familias extendidas sufren conflictos acuerdo al análisis de casos con esta composi-
y producen desequilibrios y conflictos que ción extensa o extendida podemos plantear la
atentan contra su estabilidad y sus procesos de hipótesis de que esta modalidad conjunta trae
formación y socialización. Los dichos populares aparejadas tensiones y problemas debido a la
en tono jocoso o de burla aluden a la suegra - falta de una pauta clara de su dinámica obliga-
que no deja vivir- y a los parientes que “cuando da, pero a la vez, parece significar una estrate-
no estorban, huelen mal”, son sintomáticos de gia de solidaridad y de ayuda mutua imprescin-
esta doble norma que una familia entre nuclear dible. Y por ser una proporción considerable
y extensa tiene que vivir. amerita una atención especial en el diagnóstico
de las familias mexicanas para su posible apoyo
En una estimación aproximada proveniente y orientación en las políticas y acciones de pro-
de estudios más bien de tipo cualitativo pode- moción, sobre todo en los sectores populares.
mos calcular -hipotéticamente- que un 17%
del total de las familias mexicanas están adop- Pero también consideramos, conforme a los
tando, en un momento dado, esta modalidad datos aquí disponibles, que las fluctuaciones al
intermedia de vida familiar en sus hogares. La respecto de ambos tipos de familia (extensos
fluctuación según lugares, puede ser, de acuer- y extendidos) son bastante considerables: van
do a nuestro cuadro de referencia, entre un 12 desde un 19% y 20% registrado en los cen-
y un 30%. Curiosamente registramos -sin con- sos nacionales de 1970 y 1980 (seguramente
fundirlo con la familia propiamente establecida por cuestión de metodología de captación del
como “extensa” de tres generaciones y de dos dato), hasta un 61% para el caso de una po-
o más parejas maritales- en las ciudades medias blación marginada específica en lo que podía
del centro del país en el año de 1982: More- considerarse entonces una barriada con po-
lia, Querétaro y San Luis Potosí (en ese orden blación mayoritaria de origen rural tradicional
descendente), el mayor porcentaje de la familia (Cerrada del Cóndor) en la ciudad de México.
seminuclear o extendida: el 30%. Posiblemen- También es elevado el dato recabado al nivel
te en otras ciudades medias mexicanas de tra- nacional en 1967 (46%), pero se trata de una
dición cultural tradicional suceda lo mismo si generación anterior a la actual de padres, que
se utiliza una metodología que permita captar ahora ya son mayores de 65 años y vivieron
la naturaleza misma de la composición del gru- en un México diferente al actual. El otro dato
po doméstico, y su historia de generación del elevado es el de familias de trabajadores en la
mismo. Pero al considerar el tiempo en que se ciudad de México en 1970 (34.7%) que tam-
realizaron esas encuestas y estudios de caso, bién se puede considerar como familia de po-
podemos pensar que esa situación ha ido cam- blación específica en el nivel proletario. Los
biando con los procesos de crecimientos de las otros once cálculos fluctúan entre el 25% y
urbes y de su modernización y su desarrollo el 33%, y tienen su mediana en el 28%. Pero
más individualizante, y que en la actualidad esta eso sólo es una apreciación hipotética pues en
101
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
102
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros
91
Remitimos nuevamente a la crítica sobre los mitos de la familia nuclear-conyugal tratados como prototipos del fenómeno familiar moderno
según Parsons y los funcionalistas. Véase a Liu y a Turowski, en Leñero (1977), pp. 35-62 y 17-34. También en Rosseti (1993), pp.18-20; y
a la ONU-Centro de Departamento de Asuntos Económicos y Sociales Internacionales-Viena, Nueva York (1986), pp. 11-18.
103
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
pareja, independientemente que ésta no fun- valor del compromiso con los parientes inclui-
cione en la vida sucesiva de la pareja. Pero la dos padres y hermanos -para favorecer la reali-
fundamentación de la familia reside en dicha zación individual y de pareja-, y al control social
pareja, constituida legal, religiosa o puramente de las interrelaciones humanas de tipo prima-
consensual. De esta unión conyugal, depen- rio e interfamiliar-comunitario y parental. Esto
de toda la dinámica familiar, más que del lazo sucede al desplazar la producción económica
consanguíneo que une a padres con hijos y con fuera del ámbito familiar y de las alianzas entre
los hermanos de la familia de origen. Este lazo familias, así como al rechazar la dependencia
consanguíneo se va a ver distanciado tempra- del hijo frente a un padre que, hasta hace poco,
namente, al término de la adolescencia de los manejaba “familiarmente” un taller, un rancho,
hijos, o antes, como se desligó el de los con- una parcela agrícola, un ganado, o un negocio
trayentes del de sus padres, al requerir formar comercial o industrial y los hijos y esposa se in-
su propia familia de procreación de manera in- volucraba en dicho trabajo colectivo.
dependiente. Pero la unión amorosa de los es-
posos o parejas maritales originada de manera Pero según el modelo ideal, la familia nu-
romántica o pseudoromántico (enamoramien- clear, basada en la concepción del amor igua-
to), erótica, por conveniencia circunstancial, o litario, da lugar, de una u otra manera, a una
incluso sublimada espiritual o sacramente, en- semidemocratización de la autoridad hogare-
cuentra frecuentemente una serie de escollos ña y permite que la comparta la mujer, pero
generalmente no previstos ni sabidos superar cuando ésta adquiere la conciencia de su in-
adecuadamente durante las distintas etapas de dependencia individual que le ofrece una pers-
su experiencia sexual, progenitora, de crianza pectiva más liberal de desarrollo personal, la
y educación de la prole, o del arribo a una ter- pareja marital entra en crisis pues en el fondo
cera y cuarta edad avanzada. Y como el control se conservan los presupuestos de la autoridad
social externo y familiar no tiene ya la misma patriarcalista de otras épocas. Y por ello, el
fuerza que antaño, en la que se mantenía la matrimonio moderno, aparentemente funda-
unión aunque el afecto hubiese desaparecido, do en el amor recíproco de la pareja, entra en
el resultado frecuente es una pérdida del sen- contradicción dentro del modelo de familia
tido de la misma familia que se ha construido nuclear-conyugal, que requiere de una pareja
en base a la unión marital, como una aparente femenina un tanto incondicional.93
acción de carácter puramente individual de la
pareja. Esta, con el descenso de la mortalidad Suponemos que este riesgo de crisis de una
y con el aumento del promedio de esperanza familia nuclear-conyugal basada en el amor
de vida, fácilmente puede llegar a los cincuen- personal de la pareja y en una sexualidad libe-
ta años de convivencia matrimonial. En el ideal ralizada, va elevándose cada vez más, al mismo
del modelo, la familia nuclear-conyugal debe tiempo que la mujer se emancipa de la suje-
continuar hasta el final de la vida de la pareja, ción cerrada. y nuestro estudio en la ciudad de
independientemente de los hijos.92 México puede corroborarlo al comparar los
datos de 1993 con los de la generación ante-
Comparada con los otros tipos de compo- rior entrevistada hace veinticinco años. Prime-
sición familiar, la nuclearización de la familia en ramente se había tratado de recluir a la mujer
torno a la pareja conyugal resta fuerza al vínculo al ámbito cerrado del hogar, para después, por
adscriptivo involuntario de la consanguinidad, al necesidad o por búsqueda del desarrollo per-
92
Aquí, en la dinámica de la pareja en que se funda la familia nuclear-conyugal contamos con una abundante bibliografía de estudios publicados
al respecto, tanto para analizar la crisis de la pareja matrimonial fincada en la concepción canónico-religiosa, como civil-liberal, como para
ofrecer vías de un manejo más adecuado de la vida amorosa al interior de la familia , incluyendo la conducta sexual premarital y marital o
extramarital. En cuanto a los estudios de la realidad crítica del matrimonio monogámico podemos remitir a los estudios de algunos autores
entre muchos otros:
Revisando la problemática de matrimonios jóvenes en EEUU: Rogers (1972), Revisando la experiencia de parejas de tres generaciones en la
Cd. de México: Módena y Mendoza las (2001), pp.53-102; analizando la dinámica de parejas casadas en EEUU rurales y ubanas: Blood &
Wolfe (1965); análisis del matrimonio indisoluble en la génesis de su problemática actual y del amor conyugal: Ariès (1987a y b), pp. 177-
188 y 189-214
93
Véase la tesis de investigación histórica de Ariès citado en la nota anterior (1987a).
104
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros
sonal, el mismo modelo “permite” que la mujer instituciones que ayuden a la familia a cum-
trabaje fuera de la casa y contribuya así al man- plir sus anteriores funciones y que éstas sean
tenimiento del hogar. controladas por establecimientos ajenos a la
familia. Pero al operar así, el grupo familiar
Pero al cambiarse las bases del rol femenino pudiera ir perdiendo su sentido integrador y
provenientes de la familia consanguínea, la afir- su pretendida autosuficiencia nuclear. Vere-
mación hipotética de que se produce toda una mos si ello sucede en las familias citadinas de
transformación del ritmo y tono de la vida do- México entrado el nuevo siglo.
méstica en la misma familia nuclear, parece ser
evidente. Supuestamente el reconocimiento de Es por eso que aparece y aumenta la impor-
la individualidad de los miembros de la familia, tancia psicosocial de una serie de grupos, me-
principalmente de la mujer, lleva implicado un dios y unidades sociales que tienden a suplir lo
cambio en la dedicación completa de ella al ho- que una familia de dimensiones pequeñas y res-
gar y al mantenimiento de la vida familiar. Esto tringidas no puede proporcionar: la escuela, los
ahora parece ocurrir mucho más que antes y grupos informales de amigos, las pandillas y las
todavía suele generar un sentimiento de culpa- bandas juveniles, los clubes y asociaciones for-
bilidad de muchas mujeres que sienten des- males, los grupos de paseo, los centros de diver-
atender a su hogar y a sus hijos, por su trabajo sión, de arte y cultura, las colonias vacacionales,
u otros menesteres fuera del ámbito del hogar. las guarderías infantiles y seniles, los grupos pro-
Sobre todo, cuando han quedado excluidas, en fesionales y para-profesionales, los sindicales, las
la composición de la unidad nuclear la presen- comunidades terapéuticas, las colonias de reha-
cia de otras mujeres adultas, e incluso, de las bilitación y de acompañamiento para la tercera
personas mayores (abuelas o tías) que podrían edad, los eventos de encuentro de experiencias,
intervenir en cuidados y servicios domésticos. la práctica amorosa informal, los grupos femeni-
Pero además, los estudios de caso en nuestro les de todo tipo, y muchos otros agrupamientos.
país muestran cómo los mismos maridos que Pero ¿qué tanto son extensibles a los sectores
han aceptado el nuevo cambio de sus mujeres, mayoritarios de las familias pobres con familias
resienten una nueva inseguridad ante ellas. Y nucleares muy limitadas?
muchos adoptan actitudes agresivas y de vio-
lencia familiar, sobre todo frente a la mujer in- Todos ellos, de hecho, tienden a compen-
cluso cuando se encuentra embarazada.94 sar la dedicación que requiere el montaje y
vitalización de una familia nuclear que no llega
La situación parece presentarse como más a tener más de cuatro o cinco personas y sólo
problemática en el caso de las familias de los dos adultos.
sectores proletarios y subproletarios, que no
pueden pagar a terceros por los servicios do- Muchos hogares de las grandes ciudades se
mésticos; pero también si se trata de familias quedan como los lugares en donde se hacen
de clase media modesta o hasta un poco más una o dos comidas y a los que se acude para
acomodadas, que ven cada vez más difícil con- dormir, con lo cual mantiene la importante
seguir servidumbre doméstica. función de ser el ámbito de la intimidad más
característico de la vida actual. Pero el proble-
Pero la crisis de la familia nuclear-conyugal ma reside en que esta intimidad no parece ser
es más evidente por el mantenimiento de un siempre lo estable que pudiera esperarse, pues
grupo familiar que pide a sus miembros, redu- sufre las fluctuaciones críticas, propias de los
cidos en número, una dedicación extraordina- diversos ciclos de la vida de las personas que
ria para atender a miles de necesidades de la componen dicho hogar. Y como en todas las
vida cotidiana, y con ello, asegurar el orden etapas aparecen coyunturas emotivas críticas,
físico y moral del hogar autónomo y autosu- la familia resulta ser el principal teatro de su
ficiente. Esto hace que tengan que aparecer representación dramática o melodramática.
94
Véase a Elu y Santos (2000).
105
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
95
Véase Ojeda (1982).
106
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros
96
Véase Ojeda (1982).
97
Véase en López B. (2000), p.34.
98
Véase en Bejin (1987) pp.215-228, Trimbos (1968), Rogers (1973), pp15-20, en el análisis del matrimonio de ensayo o extramatrimonial
y sus implicaciones prácticas sociales y morales.
99
En una encuesta representativa de los jóvenes en la Cd. de México, alrededor de la mitad de jóvenes entre 15 y 25 años afirman que sí se
justifican las relaciones sexuales entre homosecuales. Véanse datos del Reporte IMES Nº 290, sobre los Jóvenes en Cd. México , 2002.
107
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
100
Véase a Acosta, Di Marco y Barros, Fox y Mendoça, en Schmukler, coord. (1998), pp.155-297.
108
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros
109
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
101
Véanse diversos estudios que a partir de investigaciones y experiencias analizan la cuestión de las personas de mayor edad que viven solas
o en “hogares colectivos”: Leñero (1998b), pp.42-48; Montes de Oca (1998), pp.49-56; Solís (2001), pp.835-869.
110
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros
111
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
CAPÍTULO 5
Caracterización de las Unidades Familiares
según diversas condiciones y categorías sociales
y socioculturales de sus miembros
“La familia como una unidad biopsicosocial b) La referencia a la salud en las familias, prin-
tiene mucho que ver en el logro de la salud cipalmente de la mujer, de la mortalidad
personal de cada uno de sus componentes y la materna y de las personas de mayor edad:
del grupo como tal. Cuando hablamos de sa- Sabemos que la mortalidad en México103 ha
lud nos referimos a la biológica, la psíquica y la venido en descenso durante el siglo XX. La
social, que tan estrecha relación guardan en- tasa de mortalidad (decesos por cada mil
tre sí; es decir, hoy día nos obligamos al con- habitantes) ha pasado de 21.4 a 12.8 en-
cepto de salud “integral”. La integralidad de tre 1943 y 1960; de 12.8 a 6.0 entre 1960
la salud, conforme a la Organización Mundial a 1983, y de 6.0 a 4.5 entre 1983 y 1997.
de la Salud OMS, es un concepto que abarca Esto ha implicado directamente una amplia-
calidad, armonía y “normalidad” en lo social, ción de la esperanza de vida al nacer que se
lo biológico lo psicológico y lo espiritual. Es ha visto incrementada en el lapso de cada
aplicable a los individuos, las familias y las so- lustro: desde los 50.2 años de los hombres y
ciedades... En cualquier grupo familiar, aún en 53.3 de las mujeres en 1950-55, hasta 70.2
aquellos que son conocidos como funcionales, años de los hombres y 75.1 de las mujeres
se pueden encontrar tanto factores de riesgo en 1990-95. Actualmente se calcula que las
como protectores [de la salud]”. niñas que están naciendo en el primer lustro
del siglo XXI ya llegan a tener una esperanza
Por ello, el tema de la salud como variable de vida alrededor de los 78 años. Esto signi-
que interviene para caracterizar a unas fami- fica, en primer lugar que las parejas alargan
lias de otras, puede ser vista desde diversos su posible vida marital, y que los años de viu-
indicadores que enunciamos de manera selec- dez, a pesar de que ha disminuido en térmi-
tiva y esquemática: nos generales, mucho, se mantiene diferen-
102
Dulanto (2004), pp.218-219.
103
Véanse datos y análisis de Gómez de León (2001), pp.82-98.
113
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
cialmente pues habrá siempre más mujeres más parientes. Y esta actitud cultural está toda-
viudas que hombres, por la mayor edad a vía presente en un elevado porcentaje de fami-
que pueden morir ellas, y que los hombres lias mexicanas, siendo ciertamente un equívoco
que se quedan viudos a edad madura y hasta mayúsculo, pues la muerte o enfermedad de
mayor, se vuelven a casar nuevamente mu- estas madres, no sólo las perjudica a ellas, sino a
cho más que las mujeres, o se incorporan todos los familiares, particularmente a los hijos.
mayormente a una de las familias nucleares
de sus hijos o hermanos. De ahí el mayor Presentamos la referencia que hacen Figue-
porcentaje de hogares unipersonales de mu- roa P., Szasz y Yanes al artículo de Langer, A.
jeres que de hombres. y Rafael Lozano, denominado “Condición de la
mujer y salud”105 en el libro La condición de la
Salud de la mujer y mortalidad mujer en el espacio de la salud:
materna
“El artículo de Langer y Lozano parte de
Pero la mujer-madre sufre todavía la posible considerar la salud como “un proceso dinámico
eventualidad de una muerte vinculada al emba- que resulta de la compleja e intrincada relación
razo, gestación y parto o puerperio. Se calcula entre una base biológica y factores socioeconó-
para el año 2000 una tasa de mortalidad mater- micos, culturales, psicológicos y conductuales
na (número defunciones de las madres por cada que influyen sobre ella y la modifican”. Dentro
10,000 nacidos vivos) de 6.2 muertes maternas, de esta red multicausal, el peso de los factores
el 70% de ellas ocurridas en áreas marginales, no se distribuye uniformemente en todos los
principalmente rurales (2.3 veces más que en individuos ni a lo largo de su proceso vital.
las marginales urbanas). A su vez, estas muertes
maternas, ocurren mayormente en municipios “Los autores proponen un marco concep-
indígenas, y en éstos en mayor medida en mu- tual que permite ubicar los factores biológicos,
jeres menores de 20 años y en las de más de sociales y conductuales que influyen sobre la
34 años. La mortalidad materna, sin embargo, salud de la mujer, identificando tres niveles en
es viable de evitarse en casi todos los casos me- la determinación del proceso salud-enferme-
diante una atención médica y hospitalaria opor- dad: los determinantes biológicos y sociales del
tuna. Sus efectos no sólo son la defunción de la proceso salud-enfermedad; los próximos, que
madre, sino el impacto que tiene para el núcleo son aquellas circunstancias que influyen direc-
familiar, principalmente para los hijos e hijas que tamente sobre la salud; y los efectos de ambos
quedan huérfanas y muchas veces desampara- tipos de determinantes sobre la salud en térmi-
das por el mismo padre que se vuelve a casar o nos de resultados. La hipótesis que subyace a
que los abandona. Las historias de vida familiar este estudio es que existen profundas desigual-
ocurridas después que murieron las mujeres en dades entre hombres y mujeres en cualquiera
uno de sus procesos de gestación, parto o puer- de estos niveles, así como entre las mujeres de
perio, son altamente ilustrativas estudiadas por diferentes grupos sociales.
algunos investigadores.104
“Dentro del primer nivel, referente a los
Asimismo, la condición de salud de la mujer determinantes subyacentes, se analizan los
madre, vista en una concepción masculina, ha factores biológicos a partir de dos indicadores
sido generalmente percibida como un insumo básicos: los diferenciales en mortalidad durante
necesario de la vida familiar. La consideración la infancia y la esperanza de vida.
tradicional de que gracias al “sacrificio” de la
vida, salud y vocación personal las madres, la Estos factores biológicos se ven matizados por
familia puede salir adelante, en beneficio de su factores socioculturales que tienen origen en el
marido, de sus hijos e incluso de todos los de- valor diferente asignado a hombres y mujeres en
104
Véase Elu (1993), Langer (1998), pp. 68-73.
105
Véase Langer en Figueroa (comp.), (1998), pp.15-19.
114
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros
una sociedad, y el trato discriminado por género. aspectos de la salud potencialmente sensibles a
Adicionalmente, para este nivel se toma en cuen- las diferencias por sexo, trabajar en el desarrollo
ta la desigualdad social entre individuos de distin- y validación de indicadores, y probarlos en dife-
to estrato socioeconómico, que en el terreno de rentes poblaciones para conocer los alcances y
la salud se expresa de manera relevante en los limitaciones de eventuales conclusiones”.
indicadores de mortalidad infantil y materna. El
segundo nivel, correspondiente a los determinan- Pero además, la morbilidad de las mujeres ma-
tes próximos, se resume de modo esquemático dres mexicanas, es sensible a una serie de enfer-
en el estado de nutrición, la utilización de servi- medades que podrían superarse si la estructura
cios, los patrones reproductivos y algunos hábitos familiar y la concepción sobre el valor de la mujer
relevantes para la salud. Los autores desarrollan al interior de la familia y la pareja, se modifica-
estas temáticas enfatizando principalmente los di- sen. Apuntamos solamente algunos indicadores
ferenciales por sexo y la estratificación socioeco- al respecto. La alimentación adecuada podría
nómica de la población. En el nivel de los resul- evitar manifestaciones tempranas de la anemia, la
tados, el análisis toma como eje el ciclo vital de diabetes mellitus, la artritis y la osteoporosis mal
la mujer, distinguiendo tres etapas: la infancia, la atendidas sobre todo en la etapa posmenopáusi-
edad reproductiva y los años posreproductivos. ca, y cuando la mujer realiza labores físicas pesa-
En este último estadio se utilizan fundamental- das durante y después del embarazo y parto.
mente información sobre mortalidad para estu-
diar los efectos de los factores subyacentes y de- No son menos importantes los problemas de
terminantes próximos sobre la salud de la mujer. carácter depresivo o tensional, asociados al papel
obligado por la vida familiar. La condición psico-
“Como parte de las conclusiones finales, los lógica, emocional y anímica, está directamente
autores plantean que la información disponible conectada con los síntomas somáticos y con la sa-
no permitió documentar diferencias por sexo en tisfacción y sentimientos de bienestar. En varios
el estado nutricional, ni en la mortalidad infan- estudios se analizan diversos indicadores de esta
til y la utilización de servicios de salud pediátri- condición aparentemente subjetiva pero produ-
cos, mientras que en la edad adulta se observan cida por la manera en que se le obliga a la mujer a
francas distinciones en algunos padecimientos cumplir su vocación familiar. Lo cual no se aplica
relacionados con estilos de vida (exposición a en la misma medida al hombre. Se analiza, por
violencia y condiciones de trabajo) y hábitos re- ejemplo, la satisfacción de las mujeres respecto
levantes para la salud. En el terreno de la salud a su vida marital y sexual y se llega al dato de que
reproductiva se verifican profundas inequidades alrededor de dos terceras partes de ellas, no di-
entre mujeres de diferentes grupos sociales y la cen tener una vida de satisfacción y felicidad. Una
escasa información sobre salud en la edad pos- tercera parte dice perder fácilmente su salud; casi
reproductiva sólo permite vislumbrar algunas la mitad se siente esclavizada por las labores do-
diferencias por sexo en morbilidad. Por último, mésticas. Alrededor de la mitad se sienten que su
las diferencias en la salud de grupos de distinto vida sexual marital no ha sido satisfactoria. Casi el
nivel socioeconómico son marcadas, como se 80% siente que la mayor satisfacción de su vida
observa en el caso de mortalidad materna o en familiar, no reside en el afecto y la comprensión
el acceso a los servicios de atención a la salud de su pareja, sino más bien en sus hijos y en en-
reproductiva. Tratándose de un fenómeno que contrar cierta seguridad y respeto social, lo cual
ha sido ampliamente documentado, los autores la obliga a dedicarse a las responsabilidades ho-
plantean la urgencia de implantar medidas que gareñas como la “madre abnegada”, pero con la
reduzcan la inequidad y garanticen el derecho frustración afectiva relacionada con su pareja. Y
a la protección a la salud para todas las mujeres eso tiene consecuencias para su calidad de vida y
mexicanas. En lo que respecta a la investigación, la reproducción de un sacrificio de sí misma por
consideran que es necesario concentrarse en sus familiares y no por ella.106
106
Referencia a los datos comparados de varias investigaciones del IMES especializadas en el estudio de la dinámica familiar propiamente
dicha, en varias ciudades y poblaciones rurales mexicanas. Véanse los reportes de los proyectos: Núms. 29 (Nacional, 1967); 142 (Cuer-
navaca, 1977); 172 (Querétaro, Morelia, San. Luis Potosí, 1981); 239 (León, Gto. 1991); 244 (Oaxaca, 1992); 250 (México,DF, 1993).
115
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
107
Remitimos al estudio de Mario Bronfman y Héctor Dantés sobre “La condición de la mujer y la salud infantil”, en Figueroa, comp. (1998),
pp.98-125.
108
Véase Leñero (1994), pp.183.
116
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros
ciudades. Se puede decir que al menos tres cionantes de la salud familiar, pues parece que
veces más se tienen riesgos de vivir menos en no existen estudios suficientes al respecto, en
el campo que en la ciudad. También que la que pueda basarse un diagnóstico adecuado
atención médica pública y privada discrimina que evalúe los factores intervinientes.
a las familias con problemas de salud según
la capa social a que pertenecen y que la dis- Salud y autoconcepto de los hijos jóvenes
ponibilidad de atención primaria, y más aún
secundaria y hospitalaria, tiene aún un rezago Los hijos jóvenes menores de 25 años tienen,
que deja totalmente descubierta a más de la por su parte, condiciones de salud que requie-
tercera parte de las familias. ren una especial atención. Varios estudios so-
bre la salud de los adolescentes, acusan la exis-
Si los niños no se mueren ya en el grado en tencia de una falta de atención especializada
que sucedía en décadas anteriores, ahora re- por parte del personal médico. Los niños han
claman de una atención mayor en el cuidado obligado a una especialidad médica e institucio-
de su salud, comenzando por los niveles de ali- nal con los pediatras y los hospitales o seccio-
mentación que, como veíamos anteriormente, nes de medicina propia para los infantes. Las
sufren gran parte de los menores en las fami- personas mayores han tenido también su me-
lias de los sectores populares. Este es uno de dicina especializada, mediante la geriatría y la
los puntos clave de la demanda sentida por las gerontología. Pero los jóvenes, con todo y ser
familias y en la que hay una responsabilidad pú- alrededor de una tercera parte de la población,
blica incuestionable, que la organización guber- no reciben una atención especial. Los mismos
namental no puede dejar de atender y mejorar padres, no les preocupa tanto la salud física de
-en un país donde la población menor de 15 sus hijos adolescentes y mayores, a menos que
años constituye casi las dos quintas partes de la presenten una anomalía específica notable.
población total-, y en donde la inercia burocrá-
tica, y la saturación de los servicios de atención Pero en las encuestas hechas a jóvenes, és-
médica y hospitalaria en el sistema de seguri- tos reconocen tener una falta de salud física,
dad pública, de la que se quejan los padres de en más de la cuarta parte de ellos. Igualmente,
familia resulta muchas veces como un obstácu- muchos (más del 12% en las ciudades) acusan
lo difícil de superar. explícitamente de problemas de salud mental y
de carácter psíquico.109 También tienen pro-
En este sentido, una tipología familiar deri- blemas de mala alimentación que trascienden
vada de esta desigualdad de las condiciones de a su salud actual o futura (anemia por falta de
salud, tiene que mostrar la clasificación de las hierro, obesidad, bulimia, anorexia), proble-
familias también por sus condiciones sanitarias mas ginecológicos, enfermedades de trasmi-
diferenciales: desde las familias que cuentan sión sexual incluyendo el VIH-SIDA, síndromes
con las mejores condiciones de salud, tanto de dolor, cefaleas, dolor psicógeno, síncope y
padres como hijos y parientes integrados; has- vértigo, trastornos del sueño, enfermedades
ta las familias que tienen las condiciones más infecciosas, problemas dermatológicos, epi-
agravadas en cuestión de salud, pasando por un lepsia, talla baja, discapacidades, trastornos
sector intermedio de familias que aunque no se oftalmológicos, traumatismos, problemas de
encuentran en situación crítica, tienen caren- adicciones, (alcoholismo, drogadicción), etc.
cias y corren riesgos de salud, tanto de los pa- Pero su atención tiene una especial forma de
dres como en hijos y otros. Un diagnóstico de tratamiento tomando en cuenta que se trata de
las familias, tendrá que incluir esta diversidad un adolescente o joven mayor que se encuen-
que tiene implicaciones en la vida y dinámica tra en una etapa de su vida altamente sensi-
familiar, escogiendo indicadores de medición ble y trascendente y que su situación familiar y
para presentar en una escala las diversas condi- afectiva está vinculada con cualquier malestar
109
Véase investigaciones empíricas sobre jóvenes: Leñero (1990), pp.61, 112-115 y Proy. IMES Nº 225. Véase una multiplicidad de estudios
sobre la salud y enfermedad de los adolescentes, en Dulanto, ed. (2000).
117
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
corporal o psíquico. Por ello, el servicio mé- tal. Mencionamos algunas referencias que ma-
dico que se tiene que prestar es sui géneris y tizan en muchos aspectos la problemática y la
requiere tener presenta su contexto familiar y forma en que se aborda en la vida cotidiana de
social, quizá más que en otros casos, y que su las familias, y en la proyección de programas de
inestabilidad anímica está implicada de manera orientación al respecto.110
aguda. Pide una actitud respetuosa de su vo-
luntad al mismo tiempo que una comprensión Transcribimos lo que Figueroa, Careaga y
muy especial, casi siempre cercana a la de una Mejía plantean respecto a la Salud Reproducti-
psicoterapia. Más aún cuando se trata de un va: “Según la Organización Mundial de la Salud,
problema adictivo. De hecho, podemos cal- la salud reproductiva se define como una con-
cular que los porcentajes de jóvenes adictos al dición en la que el proceso reproductivo se al-
alcohol, al tabaco y a las drogas van creciendo canza en un estado de bienestar físico completo,
notablemente, (del 17% hasta el 25% o más en mental y social y no solamente como la ausencia
la adicción al alcohol en la Cd. de México) y su- de enfermedad o desórdenes en el proceso re-
puestamente –porque generalmente se oculta productivo. Esto implica que las personas ten-
de verdad— hasta un 8.2% en el uso frecuente gan la habilidad de reproducirse, de regular su
de drogas (o 14% en el caso de fumar marihua- fertilidad y de practicar y disfrutar las relaciones
na) para el caso de la Cd. de México equivalen- sexuales. También considera que las mujeres
te al detectado al nivel nacional para cualquier tengan embarazos y partos seguros, que la regu-
tipo de ellas. El tabaquismo puede exceder en lación de la fertilidad pueda lograrse sin peligro
la población joven a más del 27%. La adicción para la salud y que las personas tengan seguri-
no puede ser tratada sólo de manera técnica y dad al ejercer su sexualidad. Esta definición se
farmacológica pues están involucradas muchos ha enriquecido con referencias más específicas
factores, y los padres tienen cada vez menos a la salud sexual y a los derechos reproductivos;
una autoridad moral para figurar como los to- además recientemente se incorporó como par-
madores de decisiones autocráticas frente al te de un consenso internacional alcanzado en la
tratamiento de sus hijos. Más aún, las investiga- Conferencia Internacional de Población y Desa-
ciones muestran que existe una confusión muy rrollo, celebrada en El Cairo, en 1994.
grande de los padres frente a los problemas de
sus hijos adolescentes y mayores que ellos, an- “Por otro lado... las políticas públicas que
tes de emanciparse del hogar de origen. establecen mecanismos de regulación de la
fecundidad frecuentemente han sido mal uti-
d) La referencia a la salud reproductiva Cons- lizadas, pues orientan sus acciones al control
tituye todo un capítulo especial en el campo de de la natalidad para el cumplimiento de metas
la salud, implicado en la educación, en la mo- demográficas. Esto ha provocado una desvia-
ral y en lo religioso de la vida familiar. Existe ción de los objetivos reales de los servicios de
una muy abundante investigación al respecto salud reproductiva, restringiéndolos a la aplica-
que incluye la cuestión sexual y la salud repro- ción de métodos de control de la fecundidad y
ductiva, independientemente de la dinámica descuidando aspectos fundamentales, como la
reproductiva propiamente dicha en su impli- responsabilidad por el propio cuerpo, la sexua-
cación como interacción de la pareja marital lidad, la lactancia, la menopausia, las enferme-
y como fecundidad vista demográficamente. dades de transmisión sexual, entre otros. Ade-
Pero ciertamente es difícil separar todas sus más, al tener como objetivo el logro de metas
implicaciones. Aquí sólo vamos a puntualizar demográficas, se le da poca importancia a la
las dimensiones que nos permitirían distinguir decisión del usuario o de la usuaria respecto a
a las familias por su salud reproductiva como su reproducción”.111
110
Pueden consultarse para un detalle analítico entre muchos otros a: Careaga, Figueroa y Mejía, comps.(1998); Comité Promotor por una
Maternidad sin Riesgos. Foro con diversos autores : Calidad de atención en salud sexual y reproductiva (1997); Elu y Santos, eds.(2005)
Nájera et al, y Bronfman yGómez, en Figueroa, comp. (1998), pp.275-305 y pp.89-125.
111
Figueroa, Careaga y Mejía (1998), pp. 9-10.
118
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros
Y se descuidan las implicaciones del uso de los más de del 75% de las parejas, como ya ocurre
anticonceptivos en la familia misma, añadimos. prácticamente en la actualidad”.
De cualquier manera dice Daniel Hernán- “De modo muy significativo destaca la nece-
dez112 en una revisión histórica referida a la sidad de continuar ampliando la oferta de mé-
práctica anticonceptiva, es un hecho irreversible todos anticonceptivos; se considera para ello la
que ha tenido un efecto familiar mayúsculo. ampliación de la mezcla de métodos, de manera
que haya una oferta adecuada y que satisfaga las
Dice así, al escribir sus conclusiones: “El necesidades de los diversos grupos de población.
uso de métodos anticonceptivos es una prác- Esto es importante frente a la proporción cada
tica cada vez más generalizada en México que vez mayor que representarán las mujeres de
ha tenido un importante efecto sobre los cam- menor paridad en el total... Puede subrayarse la
bios en la fecundidad ... Se puede emplear un conciencia de hacer hincapié otra vez en los ser-
modelo para estimar los nacimientos evitados vicios de planificación familiar, de modo que sean
debido al uso de anticonceptivos mediante el primordialmente proactivos en sus estrategias
llamado método de prevalecía (Bongaarts)”. de información y difusión. Esto plantea lograr
una orientación en la educación, comunicación,
Se observa cómo a finales de la déca- promoción y entrega de servicios hacia las etapas
da pasada el uso de anticonceptivos evitaba tempranas del ciclo reproductivo de las mujeres
anualmente poco más de 1.3 millones de naci- y las parejas, así como promover los métodos re-
mientos, cifra que asciende en 1995 a casi 2.3 versibles e informar acerca de ellos”.
millones. Es claro el importante efecto sobre
la fecundidad [y sobre la estructura de la com- “La posibilidad de que la procreación sea pla-
posición familiar]. Sin embargo, en la exten- neada –en el mejor sentido de buscar el más alto
sión del uso de métodos anticonceptivos en provecho y la más alta realización afectiva de las
el futuro próximo, se hace frente a circuns- personas, con estricto respeto de sus ideales re-
tancias de orden cuantitativo y cualitativo que productivos— es el aspecto más beneficioso del
deben ser resueltas. uso de métodos anticonceptivos”.
“El mero sostenimiento de los niveles de Es así que podemos plantear toda una tipo-
uso de métodos actuales, frente a una pobla- logía familiar de acuerdo a la práctica anticon-
ción de mujeres en edad fértil en crecimiento, ceptiva y a sus efectos en el tamaño de la prole.
plantea la satisfacción de una gran demanda de Por una lado, están las parejas-parafamiliares,
anticonceptivos en términos absolutos”. Así, que inician su vida conyugal usando anticoncep-
mediante la utilización del modelo TARGET tivos para retardar la gestación del primer hijo,
(basado en el modelo Bongaarts de variables con un espacio pregenésico de uno o más años
intermedias de la fecundidad), se prevé que, de su vida marital inicial. Después tenemos a las
en el año 2000, 70.2% de las mujeres casadas parejas que ya con un hijo, retardan la venida
o unidas usará algún método de planificación de un segundo y un tercero; en tercer lugar,
familiar, lo que en números absolutos repre- tenemos a las parejas con uno o dos hijos que
sentará 12.6 millones de usuarias, en compara- deciden no procrear otro o retardan para tener
ción con los 10 millones de la actualidad. uno y hasta dos más, quizá no más; y en cuarto
lugar tenemos las parejas que sin usar métodos
“En especial, puede pronosticarse que el anticonceptivos, no quieren tener hijos por
uso de métodos podrá incrementarse en las causas diversas. Estos posibles tipos de parejas-
zonas rurales, de manera que a finales del siglo familia, y otros más de acuerdo a la vida fami-
alcance al 57% de las parejas de este medio. En liar subsiguiente (por ejemplo, la de divorcio o
las ciudades, por su parte, se calcula que la an- separación y nueva unión marital, en la que se
ticoncepción continuará siendo empleada por replantea si se quiere renovar la reproducción o
112
Hernández: “Anticoncepción en México”, en Gómez de León y C. Rabell (2001b) , pp.302-304.
119
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
120
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros
Cuadro No 2-7 Diversidad familiar de acuerdo a los niveles escolares de los padres de
familia y a otros indicadores socioculturales (en %)
121
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
Resalta el hecho (aportado como percepción sólo disminuyen cuatro veces. El cambio de un
de los informantes) de que la escolaridad de la tipo de familia con cultura puramente tradicio-
anterior generación de sus padres (jefes de la nal a uno modificado por una instrucción formal
familia de origen de los entrevistados) es nota- escolar, se ha ido acelerando en lapsos cortos
blemente más baja que la de los actuales padres de veinte, diez y cinco años, y aún dentro de la
de familia y mucho más que la de sus nietos -hi- misma generación de hermanos y de padres de
jos de los mismos entrevistados-: mientras que familia actuales.
más de la mitad de la anterior generación no al-
canzaba una escolaridad de primaria completa y Estamos por lo tanto frente a una tipología
un tercio ni siquiera habían cursado la primaria, cambiante de familias con niveles educativos
según los entrevistados, ellos afirman estar en la que se modifican rápidamente. Y esto ha tenido
situación de primaria incompleta sólo la quinta necesariamente una influencia decisiva -como
parte de ellos, y apenas un 5%, no haber cursa- se apuntaba en el marco hipotético preliminar
do ningún año de escuela. a esta investigación- en las relaciones pater-
no-filiales que analizaremos en capítulo subsi-
Esta diferencia generacional es sensiblemen- guiente: hijos con un nivel mucho más elevado
te mayor en las mujeres que entre los hombres, de instrucción formal que sus padres, obligan
no sólo de dichos niveles bajos de escolaridad, a cambiar las normas autoritarias y verticales
sino también de los más altos: mientras que el de la familia tradicional, hacia una forma de in-
índice de crecimiento escolar superior y de terrelación en la que los hijos retroalimentan
enseñanza media de la mujer aumenta, según a los padres con la información y perspectivas
la información de los entrevistados (cuatro ve- aprendidas y afectadas por la escuela.
ces de una generación a otra), en el caso de los
varones el incremento es de 2.6 veces. Dentro de la clasificación educativa de las
familias según el grado escolar podemos elabo-
La distancia generacional escolar, por su- rar una matriz que integra los datos de la esco-
puesto, varía con las edades. La carencia de laridad de los padres de los entrevistados y la
toda escolaridad disminuye 15 veces al nivel de de ellos, como cabezas de sus propias familias,
las familias ahora más jóvenes, mientras que las para de ahí sintetizar la tipología resultante y
que tienen sus jefes de hogar más de 45 años, sintética siguiente:
Cuadro Nº 2-8 Tipología de las familias según la escolaridad de los padres de familia en dos generaciones
-Escolaridad elemental 22 22 22
-Escolaridad media 16 41 28.5
-Alta escolaridad 6 0 11
Total porcentual 100 100 100
Fuente: Investigación IMES sobre Familias en Cd. México, D.F. 1994
122
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros
123
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
5.3 Caracterización de las y vincula a sus hijos con la iglesia a la que se siente
pertenecer. Esto sucede mayormente según la
familias según su adscripción edad de los padres: a mayor edad, mayor prác-
religiosa y su religiosidad tica religiosa, hasta subir esta asistencia semanal
al templo, a la mitad de los mayores de 44 años,
En el cuadro siguiente aparecen los datos for- según su propia declaración. Este dato puede no
males de la religión confesada en la encuesta ser preciso y haber una asistencia real menor,
por los padres de familia. La adscripción nomi- pero refleja la disposición teórica e ideal recono-
nal católica sigue siendo altamente mayoritaria cida por los entrevistados. Ya lo hemos estudiado
(en el 90% de los casos). Las otras identifica- con más detalle en un estudio reciente (40), aquí
ciones religiosas, principalmente cristianas-no se matiza en el extremo, con un bajo 8% de per-
católicas, no llegan, en la ciudad, al 6% de los sonas que se consideran “muy religiosas”, frente
casos familiares entrevistados. El perfil general al 16% de nula religiosidad confesada.
es, por lo tanto, el mismo de años, décadas y
hasta del siglo anterior. Sin embargo, la prác- Sin embargo, la mayoría de las familias (2/3
tica religiosa no es la misma y da lugar a una de ellas), están conducidas por padres que tie-
diversificación de posturas, y por lo tanto, de nen, de hecho, una religiosidad convencional,
identificaciones al interior de la familia. puramente nominal, o definitivamente alejada y
hasta antirreligiosa: la mitad de todos afirman ser
Según la declaración de los propios padres de poco o nada religiosos. El cuadro 21 presenta los
familia, la asistencia regular-semanal (o aún más datos respectivos.
frecuente) al templo, está representada por un
tercio de las familias que al parecer tienen alguno
de sus padres (la madre en su mayoría) que lleva
Religión de pertenencia
- Católica 90 88 92 91 89 89 93
- Cristiana no católica 3 2 4 4 4 5 3
- Otra religión 3 4 3 2 5 3 1
- Ninguna 4 3 3 3 2 3 3
Total% 100 100 100 100 100 100 100
Valores de pertenencia
- Los que conservan formas vida Trad. 23 -- 23 18 18 21 35
- Los que modifican parcialmen. 22 -- 22 22 28 17 20
- Los que producen cambios significativ. 38 -- 38 42 35 46 29
- Los que producen cambios radicales 18 -- 18 18 20 17 16
Fuente: Investigación IMES sobre Familias en Cd. México, D.F. Leñero (1994), pp.132
124
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros
Nos encontramos, por lo tanto, a partir de estos En otro estudio sobre la religiosidad de los
datos de la ciudad de México, con una tipología familiar miembros de las familias (padres e hijos jóvenes), se
de acuerdo con el nivel religioso, siguiente: obtuvieron estos resultados:
d) Personas totalmente
alejados de la Iglesia, ni
d) Familias con padres 16% católicos nominales o 30%
de nula religiosidad anticlericales
Fuente: Perfil de la Religiosidad en la Arq. de México: Leñero, Fuente: Perfil de la Religiosidad en la Arq. de México: Leñero,
1994b, pp.108. 1994b, pp.108.
Con esta diversificación un poco más preci- derivada del imperativo religioso, sino más bien
sa del nivel religioso de los padres y miembros a su reconocimiento (41). No cumplir las nor-
de las familias, podemos entender mejor cier- mas derivadas de una moral religiosa puede ser
tas dinámicas de orientación y normatividad visto por parte de los sacerdotes y seguidores
formal establecidas en el hogar; o mejor aún, cercanos, como un indicador de baja religiosi-
las contradicciones aparecidas en esta orienta- dad, pero para la mayoría de la gente, dentro
ción testimoniada o no por los padres ante los de un “ethos católico”, significa más bien su
hijos, o de la pareja marital entre sí, que aunque condición de “pecadores”. Pero con ello, el
formalmente se identifique como “católica”, no reconocimiento del imperativo religioso, más
atiende a las normas establecidas por la jerar- allá de su incumplimiento.
quía clerical.113
El estudio de los valores sacrales implicados
En el fondo de la conducta familiar, hay en la familia, a partir de una determinada fe,
siempre una referencia a un “ethos” religioso pero sobre todo, de una determinada definición
expreso o tácito que tiene que ver no tanto fundamentalista hecha por los jerarcas y moralis-
con el cumplimiento preciso acorde a la norma tas religiosos, puede ser visto como una realidad
113
Véase al respecto el estudio altamente significativo sobre la respuesta de los católicos frente a la encíclica Humanae vitae en México: Brito
(1971), y en varios países latinoamericanos: Leñero, ed. (1970).
125
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
126
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros
5.4 Familias según el grado Los otros aspectos reportados en los datos
del cuadro 19 son: el de las horas en que el jefe
de influencia de los medios permanece fuera del hogar (una media de 10.5
masivos horas) y la posibilidad de que la familia y sus
miembros asistan a fiestas, vayan a paseos y a
No contamos con datos más detallados sobre espectáculos recreativos, o realicen otra activi-
la posible influencia de los distintos medios de dad cultural o deportiva, fuera del hogar.
comunicación en la vida familiar. El tema ame-
rita un estudio especializado al respecto. El hecho es de que así como podemos decir
que la familia está cada vez más aislada de las re-
Los datos sencillos que disponemos aquí son des de organización comunitaria, en su sentido
los relativos al porcentaje de familias que dispo- organizacional (cosa que analizaremos más en
nen en su hogar de uno o dos aparatos televisi- detalle después), tenemos que decir que, para-
vos, en la inteligencia de que la totalidad de ellos dójicamente, los miembros de la familia, meno-
cuentan con radio, más aún si no tienen TV. res y adultos, reciben cada vez más influencias
en un contacto informe y masivo con los diver-
De hecho, la presencia televisiva es total: sos medios y agentes externos de la ciudad.
prácticamente en todas las familias. El dato del
98% con televisión es definitivo, presente en Este contacto fuera del hogar es cada vez
todos los hogares de jóvenes, pero también más lejano al control del jefe de familia, debido
en casi todos los demás. La diferencia aparece a que éste suele estar ausente durante todo el
con los que disponen de dos o más aparatos, lo día (o noche), con motivo de su trabajo, pero
cual podría pensarse que produce subambien- también por las oportunidades de vinculación
tes de influencia televisiva opcional, por ejem- con todo tipo de personas y agencias. Esto su-
plo, entre padres e hijos, o entre hombres y cede casi siempre de manera no articulada con
mujeres, expuestos por separado a programas el ritmo de vida del hogar mismo. Los datos así
diferentes. El 41% de las unidades domésticas lo sugieren, pues aún las familias más pobres
ya tienen esta situación antes privativa de las reconocen, en casi una tercera parte del total,
clases medias y acomodadas, ahora extensible que no sacrifican el costo implicado en activida-
a las demás capas sociales. des externas, recreativas y otras.
Igualmente la posibilidad de contar con re- Las demás familias, a pesar de que resienten
productor y grabador de videos, aparecida en la limitación de recursos para ello, de alguna
los últimos años, ha generado una nueva fuente manera la integran a su vida cotidiana a veces
de influencia a través del alquiler y compra de sacrificando otras necesidades más básicas. Los
películas de todos los niveles de clasificación jóvenes son más sensibles a ello, y por lo mis-
que dan lugar a que los niños y adolescentes mo, quedan más tocados por estas influencias
puedan ver todo tipo de productos: más de la externas no articuladas del todo con su familia.
mitad de los hogares están ya en esta posibili-
dad, un tanto más los de nivel económico supe- Estamos pues ante una dinámica acentua-
rior y medio que los de estrato popular y mar- da de pluralidad de influencias sociocultura-
ginal, pero eso no excluye ya a casi una tercera les que caracterizan en general a las familias,
parte de las familias de zonas marginadas, ni a la más aún a las nuevas. Ante esta relativamente
mitad de las de colonias proletarias. nueva tendencia, es preciso responder no de
manera conservadora supuestamente tratán-
Habrá que profundizar en esta situación que dose de cerrarse a esta situación, sino en for-
modifica la supuesta unicidad de influencias al ma más bien renovante de una cultura familiar
interior del hogar, dentro de una familia que ya que sepa manejar esta realidad propia de una
no tiene el mismo sistema de fuerte autoridad ciudad megalopolitana, no asimilable del todo a
y de control en la orientación de los menores las ciudades pequeñas y medias del país, menos
que supuestamente antaño tenía. al medio rural.
127
TERCERA PARTE
Problemática y acciones de apoyo a las familias
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
CAPÍTULO 6
Problemática sentida derivada de la
conformación familiar en su dinámica
114
Véase también a Schteingart y otros autores: Boltvinik, Duhau, Castillejas, González, Martínez Mogrovejo, Ortega, Rivera, Serrano y
Torres, en Steingart (coord. , 1997) entre otros autores citados anteriormente.
131
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
115
Remitimos a algunos de dichos estudios de promoción social y sociofamiliar: Ripol-Millet (2001), Casado (1971), Elu (1982), González de
la Rocha (1986), Leñero (1986a, pp.132-143, 1995 pp.241-258), Lomnitz (1975), Tuirán (1993b).
132
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica
+ Promedio: 9%
- Otras: 4%
116
Parsons (1980, pp. 50-63) sustentó la tesis de que en la sociedad industrial moderna la familia nuclear conyugal tendía a desvincularse de
las redes de parentesco antes predominantes y se volvía más independiente. Ante sus críticos antifuncionalistas, Parsons hace un análisis en
el que explica y acota esta tesis sin negar la vinculación y dependencia de la familia del sistema macrosocial (Parsons, 1980, pp.114-116).
117
Goffman (1979).
118
Desde un visión histórica y de conjunto, la privaticidad ha sido estudiada teórica y empíricamente por autores diversos tales como: Ariès
y Duby, y una serie de colaboradores en su estudio histórico de la vida privada (1987 a 19898); por Gonzalbo y colaboradores en su obra
sobre Historia de la Vida Cotidiana en México (2004,2005); por Béjar, H., (1990), Deleuze (epílogo, en Donzelot, 1998, pp.233-241) en
Francia; por Mogey en Inglaterra (Family and Neighbouhood, 1956) y posteriormente en México, puede verse a Leñero y Zubillaga: Repre-
sentaciones de la vida cotidiana, 1982, pp.156-184).
133
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
Este aislamiento familiar, signo del interés de Si bien el modelo de la familia nuclear-con-
lo privado frente al desinterés por la participa- yugal concuerda más con el espíritu “pequeño
ción y compromiso público o social, se consti- burgués” de las actuales clases medias en las
tuye en un problema de estructuración familiar ciudades metropolitanas mexicanas, es genera-
cuando el grupo doméstico sufre desequilibrios dor de crisis familiar más bien de tipo psico-
y presenta necesidades insatisfechas por sus lógico estudiada y tratada principalmente por
miembros; sobre todo cuando en el hogar sólo los psicoterapeutas; pero para los sectores
existen dos adultos (hogar nuclear-conyugal) o de las capas populares la relativa atomización
uno sólo (familia uniparental); más aún, cuando y autosuficiencia familiar produce, en cambio,
se trata de una unidad doméstica unipersonal. una pérdida de la vinculación con la parentela y
La ausencia de otros adultos (dentro y fuera del con sus comunidades vecinales. Y esto tiene un
hogar, pero con capacidad y voluntad de cola- efecto perjudicial para la subsistencia familiar
borar con la familia necesitada de intervención cotidiana, basada en buena parte, en el apoyo
exógena) produce, en muchas ocasiones, una y la autoayuda entre los miembros de una co-
imposibilidad de superar múltiples necesidades munidad sublocal. Perder o estar alejados física
frecuentes como pueden ser: el cuidado de los y moralmente de los parientes cercanos –prin-
hijos, la atención del hogar y muchas gestiones cipalmente de los padres y de los hermanos, y
domésticas imprescindibles, así como el cuida- frecuentemente de alguno de los tíos—signifi-
do de enfermos y otras contingencias frecuen- ca no contar con el apoyo necesario de éstos,
tes en los hogares, incluyendo problemas de sobre todo al momento de sufrir situaciones
discapacidad, presencia de conducta alcohólica críticas de carácter económico, de salud y de
o drogadicción, pérdida de la libertad personal mortalidad, así como de falta de trabajo.
por criminalidad, pérdida de capacidad econó-
mica. El mismo hermetismo privatizador de la
familia, supuestamente autosuficiente, genera
una actitud de desinterés por los demás que
repercute en la ruptura o inexistencia de lazos
de solidaridad con vecinos, e incluso amigos o
compañeros. Y si a ello se le agrega la ruptura
con la parentela, aún persistente en un impor-
tante sector de familias –sobre todo en el cam-
po—la problemática de “aislamiento” familiar,
se hace más patente. La intimidad del hogar se
convierte a la familia nuclear o seminuclear en
una unidad cerrada en su propio interés ego-
céntrico, no sólo de grupo sino también perso-
nal dentro del hogar. Y ello es fuente de posible
crisis de diverso tipo que la familia nuclear o se-
minuclear experimentan de manera grave por
su misma naturaleza atomizada que las inhabili-
ta para una socialización en la que la solidaridad
interfamiliar pudiera resolver muchos proble-
mas cotidianos de la vida familiar actual.
134
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica
119
Véanse estudios al respecto que constatan esta situación de un neomachismo persistente: en la vida familiar, según Leñero (1992); en la sexuali-
dad y reproducción masculina tratada especialmente por múltiples autores en Lerner, ed. (1998) , y por Gutman en la ciudad de México (2000).
135
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
% % % %
49.6
Mujer casada tiene que soportar “deber sexual” 54.4 55 54.6
25.9
Hombre casado no se satisface sex. con esposa 29.7 32.5 34.3
57.6
Mujer casada “esclava de deberes domésticos” 60.4 68.1 48
18.3
Hombre casado ha perdido su libertad v30.4 56.8 34.2
50.2
Mujer casada no desarrolla capacidades personales 64.2 64.9 45
42
Hombre casado pierde oportunidades desarrollo personal 41.9 53.8 33.4
32.5
Mujer dice no comprender a su esposo 41.7 41.6 46.6
73.5
Platican acaloradamente a veces o frecuentemente 80.7 77.7 75.1
32.5
Entrevistada no ha comprendido a su pareja 41.7 41.6 46.6
120
Datos provenientes de la Encuesta IMES sobre los Jóvenes de la ciudad de México en el año 2000, Cfr. Proy Nº 290.
136
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica
La anterior información significa que los formación de la unidad familiar, ante la alarma
jóvenes consideran mayoritariamente (sobre de sectores conservadores en todo el mundo. Y
todo los de menor edad) que las relaciones esto puede servir para una prevención necesaria
sexuales no deben ser consideradas como un en la formación de las parejas conyugales tenien-
tabú, y que ahora se reconocen como una de do presente las nuevas concepciones de género
las libertades individuales. Que éstas, según y la necesidad de una formación adecuada para
una mayoría de ellos, se justifican antes del el matrimonio. Mientras esto no suceda, la pro-
matrimonio, (pero no después) y que el uso blemática se presentará con una creciente pro-
de anticonceptivos por los jóvenes solteros es porción de parejas que no alcancen una armonía
una necesidad concomitante a esa libertad de básica y una equidad de género, necesaria para
acuerdo a la opinión de casi todos los jóvenes. el nuevo equilibrio de una conformación marital
Que es parte fundamental de su responsabili- y familiar más simétrica y reconocedora de los
dad. Incluso consideran, en más de la mitad de derechos de las personas.
los casos, que conviene que existan relaciones
maritales antes de un matrimonio formal. Es La violencia intrafamiliar (generalmente del
decir, que justifican el llamado “prematrimonio varón hacia la mujer y sus hijos) tiene una inci-
de prueba” o “matrimonio extraconyugal”121. dencia alarmante en más de una tercera parte
También resalta su concepción de la vida ma- de las mujeres según la encuesta nacional de
trimonial como un estado de carácter soluble la violencia contra las mujeres en general122, y
que puede ser reconstruida con otra pareja. más específicamente en muchos otros estudios
Es considerado así por tres cuartas partes de locales que reportan violencia contra la esposa
ellos, que justifica el divorcio cuando un matri- o compañera marital desde un 21% hasta un
monio hombre-mujer acaba por no funcionar 46 y 57%; por ejemplo, en áreas metropolita-
adecuadamente. Y esto, las mujeres lo afirman nas como las de México, Guadalajara y Monte-
en mayor proporción que los varones. rrey123. La violencia intrafamiliar es quizás una
de las manifestaciones más lamentadas por las
Todos estos son datos referidos a supuestos mismas protagonistas cuando el hombre no de-
hechos, corroborados en otras investigaciones: sarrolla su propia seguridad y autoridad moral,
pueden constituir una hipótesis consistente de la a partir de un cambio de su identidad masculina
tendencia que apunta hacia la búsqueda de he- en la que podrá encontrar satisfacciones profun-
cho de un nuevo tipo de confluencia en la con- das de realización, sobre todo en las dimensio-
121
Véase el análisis de Béjin (1987) aplicado a los jóvenes europeos de la generación de fin de siglo.
122
Véanse datos de la Encuesta Nacional de la Violencia contra las Mujeres ENVIM 2003, pp.67-69.
123
Elu y Santos (2000) registran estos datos de violencia intrafamiliar proveniente de varios estudios, pero afirman que sin duda la realidad rebasa
la declaración en estudios formales y tiene múltiples consecuencias agravantes para la salud física y mental en la vida familiar. pp.14-15.
137
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
nes afectivas como compañero marital y como la rebeldía de niños y adolescentes, la confu-
padre de sus hijos. Todo ello, acorde a su propio sión sobre la manera de educarlos y encauzar-
género, dentro de la vida familiar por él asumida los cuando la diferencia educativa-escolar entre
en su rol de novio, marido, padre y hermano. padres e hijos es todavía muy grande y frente
a tantas influencias venidas del mundo exterior
b) La crisis de las relaciones intergeneraciona- a la familia, principalmente de los medios masi-
les y la educación de los hijos: Pero a su vez, vos y de las vinculaciones con compañeros que
la problemática de la conjunción familiar tiene tienden a seguir conductas indeseables para los
una manifestación crítica entre los miembros padres. La problemática se presenta no sólo
familiares pertenecientes a las distintas gene- como una disfuncionalidad de los castigos tra-
raciones conformantes del grupo familiar. Pro- dicionales utilizados (incluyendo el castigo con
blemas sentidos, por un lado, por los padres golpes o la reclusión en el hogar), sino en las
frente a sus hijos niños y adolescentes, princi- formas de trasmitir los valores deseados, más
palmente, pero también por los padrastros y allá de las exhortaciones y consejos, y más real
por los tíos frente a los menores. cuando proviene del ejemplo, la comprensión
afectiva y el acompañamiento a sus mismas tri-
Esta problemática tiene muchas posibles bulaciones y aventuras.
manifestaciones que se han venido agudizando
en las últimas décadas del siglo pasado y se pro- Algunos datos derivados de encuestas son los
yectan más agudas en el nuevo siglo. Van desde siguientes.124
124
Leñero: Familias que cambian (1994), pp. 38-46.
138
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica
Cuadro Nº 3-5 Problemática sentida sobre la vinculación entre padres e hijos (cont.)
c) Problemáticas derivadas del cambio en las in- veces en hogares unipersonales. Pero cuando
terrelaciones familiares en referencia a la tercera las personas mayores sufren incapacidades y
y cuarta edad. llegan a la cuarta edad (ser bisabuelos, o su
equivalente) necesitando atención y cuidado
Cuando el modelo de familia nuclear-con- de otras personas, la situación suele volverse
yugal se adopta en la mayoría de las unidades problemática.
familiares, las personas de la tercera edad
(ahora más numerosas que antes por el au- Pero si la familia nuclear de uno de sus hijos
mento de la esperanza de vida) quedan sepa- adopta al abuelo dentro de su hogar (familia
radas de sus hijos casados. Cuando no sucede nuclear extendida), a pesar de las dificultades
así y se incorporan a la familia nuclear de al- e inconveniencias para dicha familia, la persona
gunos de estos hijos, los abuelos se vuelven mayor encuentra un ambiente de apoyo que
personas que en un sentido se sienten “arri- normalmente es preferido a la soledad e inse-
madas” a la vida familiar de la siguiente gene- guridad de su vida terminal. Muy rara vez los
ración y de sus hijos debido a que dicho mo- adultos de edad avanzada prefieren vivir en una
delo familiar los excluye por definición. Por institución para ancianos, que vivir en el am-
ello, muchos de estos “abuelos” prefieran vi- biente familiar. Los datos de diversas investiga-
vir en hogares separados de sus hijos, muchas ciones lo corroboran:
139
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
Cuadro Nº 3-6 Opinión de las personas mayores sobre vivir en el hogar de alguno de sus hijos125
Cuando el adulto se llega a integrar de ma- los sesenta años. Podemos hablar de una tercera
nera positiva en el hogar de sus hijos, presta edad, vinculada al inicio del hecho de ser abuelo,
múltiples servicios (más allá del propio benefi- pero en la que las personas están todavía en capa-
cio de la persona mayor) incluyendo el cuidado cidad de trabajar y de desarrollar una vida activa y
de sus nietos, y el desempeño de un papel afec- social. Dependerá de la salud y de las capacidades
tivo importante, y hasta regulador del ambien- de cada uno, y éstas pueden encontrar apoyos
te familiar. De ahí la necesidad de revalorizar a para su desenvolvimiento. Más adelante, después
las personas de edad avanzada como altamen- de cierta edad y de un sensible deterioro físico
te valiosas para la vida familiar y comunitaria, y mental (variante según casos, y posiblemente
como lo apuntaba la concepción tradicional. como referencia convencional, más allá de los
Pero cuando el ideal de autonomía del mode- setenta y cinco años) tendrá que hablarse de una
lo nuclear-conyugal se impone, puede resultar cuarta edad en la que las personas requieran una
sumamente crítica su presencia, tanto para él atención y apoyo más directo. Ahí la vida familiar
como para el hogar en donde pudiera vivir. Es puede resultar altamente significativa, pero si ésta
por ello, que no se puede hablar ya de una si- falta, tendrá que preverse diversas fórmulas de
tuación como deber generalizado aplicable de acción asistencial pero superando las formas tra-
la misma manera a todos los casos, pues cada dicionales del asilo formal, desconocedor de un
uno de ellos tendrá que ser tratado de acuerdo cuidado equivalente al de un verdadero hogar no
a sus propios condicionantes. uniformado ni rígido.
De hecho, los estudios al respecto llevan a Algunos datos al respecto señalan una
que no se generalice la misma condición de vejez realidad pluralizada en cuanto a funciones y
como algo homogéneo a la que se llega pasados capacidades:
125
Montes de Oca (2001).
140
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica
126
Véanse los estudios sobre el ethos cultural que buscan entender el sentido trascendente de una cultura de la modernidad que requiere el
nuevo siglo: Chihu, coordy varios autores: Ferraro, Leñero, Mir y Nebbia (1991 y 1993).
127
Véase el estudio sobre la religiosidad en la ciudad de México en el que se analiza la vinculación entre la problemática de la familia y la
conducta y creencias religiosas: Leñero (1994c).
128
Véase Elías: El proceso de civilización (1989).
141
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
129
Véase entre muchos casos los presentados en los estudios de Elu y Leñero (1992) o en los de Lloyd y Duffy, en Bruce, Lloyd y Leonard,
coord. 1998.
130
Véase en especial la tesis de Beck-Gernsheim, Elisabet (2003) en su estudio sobre La reinversión de la familia.
131
Véase el análisis de la introducción de los valores en la vida familiar, en Christensen (1964c), Hinojal. y Goode (1973).
142
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica
132
Véase análisis de violencia familiar en: Corsi (1994).
133
Véase De Bie, Dobbelaere, Leplae y Piel (1968), Trimbos (1968), De Izaurieta (1990), Eguiluz (1997, 1998, 2000), Hill (1949), Macías
(2004a), Suárez y Andrade (1996b), Trujano (2001).
134
Véase Eguiluz (1997), Gómez Fonseca (2004), Guevara (1996), Ribeiro y Cepeda (1991), König (1981), López Estrada y Ribeiro (1994),
Ojeda (1994a), Ruiz Becerril (1999), Sánchez Esquivel (1999), Solis (1996).
135
Véase Brachet (1998), Bruce, Lloyd, Leonard (1998), De Keuzer (1998), Dulanto (1990a), Khon (1980), Lloyd y Duffy (1998b), Wolff
(1979).
136
Véase Laing: “La familia y la estructura individual” (1983), Lomas (1986b).
137
Véase Camdessus (1995), Ham (1993), Montes de Oca (2001), Leñero (1998b), Solis (2001).
143
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
138
Leñero (1994), p. 118.
144
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica
- Separados: 5%
- Madres solteras: 5%
- Divorciados legalmente 4%
El análisis de la cuestión nos lleva a afirmar parte de la población menor de 15 años que
(no solamente a partir de los datos anteriores, trabaja, también casi siempre de manera infor-
sino a la vista de muchas otras manifestaciones mal y en ocupaciones disfrazadas.
tratadas en diversas investigaciones) que la fa-
milia actual está siguiendo, en buena parte, un Y en este mismo sentido, hay signos de in-
tránsito de lo formal a lo informal. Esta tenden- formalización de las relaciones y de las confor-
cia coincide con la descubierta en la actividad maciones familiares, en muchos aspectos: en la
económica de nuestros países emergentes: la pérdida de la autoridad rígida del jefe, así como
llamada actividad informal y subterránea, que en la pérdida formal de la jefatura por parte del
representa, en una época de crisis, a un sector varón; en la participación de varios miembros
creciente del actual sistema económico. En los en el sistema de toma de decisiones (que podría
últimos años se ha calculado desde el 33% y el apuntar hacia un proceso de democratización fa-
40% hasta el 60% de la población económica- miliar, y en el ingreso económico percibido por
mente activa dedicada a actividades dentro de dos o más miembros del hogar,139 según Salles
la economía informal. y Tuirán (1996); en el cambio y descontrol de
las relaciones paterno-filiales; y sobretodo, en la
Se descubre que preferentemente la mujer liberación de una sexualidad, antes normada por
que trabaja se incorpora a la economía infor- tabúes y sanciones radicales, y hoy replanteada a
mal con una ocupación disfrazada (estimacio- partir de una revalorización del cuerpo y del ero-
nes que bien pueden llegar hasta el 60% del tismo como algo positivo.140 Con ello, se rompe
total de ellas, o más). Se registra ya una tercera la rigidez de la norma tradicional prohibitiva.
139
Salles y Tuirán (1996b).
140
Véanse los diversos autores de la publicación titulada Sexualidades en México, de Szasz y Lerner ,coords. (1998a).
145
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
También puede evidenciarse este informa- sociales respecto a los distintos miembros
lismo familístico en muchas de las manifestacio- de las familias. Estas vinculaciones suelen
nes registradas en nuestro estudio documental establecerse de manera individual, más que
y descritas en las páginas anteriores: la asigna- aparecer como relación propiamente familiar
ción de nuevos roles familiares, ahora cada vez o conyugal. Lo anterior las hace mayormen-
más intercambiables entre sus miembros; en la te informales o cambiables a voluntad. Es así
ruptura temprana de la dependencia, antes in- como cada persona tiende a mantener, cada
cuestionable, de los hijos, aún menores de edad vez más, sus propias vinculaciones sin involu-
frente a sus padres; y sobre todo, de los ado- crar necesariamente a los otros familiares.
lescentes ante los adultos en general; en la des-
acralización de la vida familiar, misma que hace • Finalmente, cabe mencionar la informalización
perder fuerza a las pautas morales tradicionales derivada de los problemas de inseguridad,
y a las éticas relacionadas con lo familiar; en la impunidad y corrupción, así como la pérdida
flexibilidad de la residencia familiar por parte de de confianza respecto a las autoridades insti-
sus distintos miembros en los procesos de mi- tucionales públicas e incluso religiosas, en su
gración interlocal, interregional e internacional implicación sobre la vida familiar.
(migrantes indocumentados); en la factibilidad
de la separación y del divorcio de los matrimo- b) Proceso de ruptura del integrismo unitario
nios mal avenidos; en el posible recurso a una de la estructura familiar, debido a la disocia-
nueva unión marital después de una anterior ción de las funciones familiares: Parecería que
fracasada, y en lo que ahora llamamos recons- la conjunción de todos los elementos confor-
trucción subsecuente de la familia; en la sustitu- mantes de la familia, correlacionados en forma
ción de las relaciones entre los parientes, por las unitaria entre sí, ya no funcionan de manera
de tipo amigable e incluso vecinal, de carácter compacta y convergente en las familias actua-
volitivo y selectivo; pero también en las formas les, sino que éstas presentan alternativas diver-
de relación institucional entre las familias y las sas de conjunción relativa y cambiante.
organizaciones no gubernamentales.
En el tradicional modelo integrista, propio
Esta tendencia informal de la vida familiar se de una doctrina familística católica y funda-
vincula, a su vez, con: mentalista, la unidad familiar ha sido conce-
bida como una pieza perfectamente armada
• La formación de una sociedad civil constitui- mediante todas sus funciones integradas unas
da, en buena parte, por grupos y organiza- a las otras. De esta manera, se esperaba ideal-
ciones un tanto informales, voluntarias. mente que siempre se reprodujera un conjun-
to unitario de elementos y funciones, que se
• La ambivalente dependencia corporativa de mantuviesen así mismos a través del encade-
las familias controladas por líderes, a cam- namiento de todas las manifestaciones familia-
bio de “cierta” protección y canalización res, trabadas entre sí.
de las demandas familiares. Esta relación
funciona de manera ambivalente y opera Por ello, la paternidad y la maternidad apa-
siempre mediante conductas fluctuantes recían, dentro del paradigma tradicional, con un
un tanto informales. sentido correlativo entre ambas (formalmente
establecido y virtualmente esperado como pro-
• Lo mismo sucede con la relación paternalis- yecto de construcción familiar). Igualmente, el
ta, también ambivalente, entre los repre- matrimonio monogámico e indisoluble (según el
sentantes de las iglesias, los patrones en las código familiar legítimo) venía significando que
industrias medias y pequeñas, y las diversas las relaciones sexuales debían de estar funda-
autoridades civiles, con las familias de sus mentalmente en función directa -y obligada- del
subalternos o “protegidos”. objetivo reproductor de la familia; éste, a su vez,
implicaba automáticamente el proceso conjunto
• Aparece también la informalización de las de crianza y formación básica de los hijos, que
relaciones entre las diversas organizaciones debía ser practicado de manera unitaria –y su-
146
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica
141
Véase a Turowski (1977), a Lomas, Laing et al (1986a), entre otros.
147
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
to, llegan a disociar el concepto de matrimo- lución? ¿Cuál es el nuevo modelo alternativo
nio monogámico e indisoluble, de la unidad de más generalizable para nuestra población, en
vivienda, del patrimonio familiar unitario y, so- sustitución al nuclear-conyugal actualmente en
bre todo, de la procreación única en común, crisis en el mundo más desarrollado?.
para dar lugar a la diferenciación entre la pa-
ternidad biológica y la paternidad adoptiva142. Necesariamente tenemos que tomar en
cuenta la inercia histórica a través de la cual apa-
• La misma escolarización de los hijos da lu- recen las principales pautas de comportamiento
gar a una diferenciación de la socialización familiar que se han mantenido durante siglos.
común, de ellos entre sí y de ellos con sus No se puede echar por la borda todo lo que ha
propios padres, pues introduce una pers- sido la cultura tradicional de nuestro país, por el
pectiva de desarrollo individual que suele hecho de ser simplemente “venida del pasado”.
separar, junto con las demás redes de re- Incluso, muchas de esas pautas obedecen a fun-
lación personal, los intereses de los miem- damentaciones un tanto esenciales del fenóme-
bros del grupo familiar. no familiar en sí, difícilmente eliminables en todo
tiempo y espacio. Tal es caso del vínculo imbo-
• A su vez, el proceso de la democratización de rrable entre padres e hijos (biológico y social), e
todas las organizaciones de la sociedad civil incluso, el sentido extraindividual de naturaleza
y política, llegan a las familias rompiendo el profundamente social, de la alianza matrimonial,
autocratismo masculino, patriarcal o paterna- más allá de una interpretación puramente sen-
lista, y con ello se genera una nueva dinámi- timental. Pero a cambio de ello se espera una
ca de disociación de la dependencia familiar, fundamentación de la familia basada en el es-
convirtiéndola en interdependencia plural.143 píritu amoroso que se construye íntimamente,
con cierto desdén de los demás. Sin embargo,
Y así podríamos ir anotando, en esta revisión el lazo afectivo requiere también de un compro-
de las manifestaciones de disociación y de libe- miso que debe de construirse y renovarse, con
ralización de las conductas del grupo familiar, autenticidad, en la dinámica de la cotidianidad y
muchos otros factores implicados en el proceso en la variación de los ciclos vitales.
de transformación y de construcción de una na-
ciente sociedad civil, plural y autogestiva en sus No obstante, es preciso reconocer que las
múltiples instancias. Todos ellos están obligando nuevas condiciones de la vida moderna, en un
a la familia a replantear buena parte de sus bases mundo cada vez más despersonalizado y masi-
de funcionamiento, para de ahí reconstruir su ficado, obligan a adoptar estrategias persona-
propia imagen institucional, abierta. Con todo y les, todavía no bien conocidas que pueden re-
sus riesgos. Con todo y sus necesarios fracasos e sultar altamente riesgosas para la continuidad
intentos no logrados. Porque así es la evolución: de las nuevas familias de formación, un tanto
marcha buscando su propia curva oscilante. atomizadas en la individualidad de sus núcleos.
Esto significa búsqueda de modalidades y de
c) Tendencia hacia una construcción familiar variantes un tanto personalizadas para cada
hecha por las propias familias (más allá de los pareja marital, fundadora de familia. Es por
modelos institucionalizados prefijados y la bús- ello que la familia del nuevo siglo-milenio, no
queda de posibles neomodalidades de organi- puede mantenerse estática, ni obedecer a una
zación y composición interna y externa. fórmula prefabricada cuyo troquel asegurase,
para siempre, una sola y misma figura. La fa-
En la panorámica que hemos presentado milia tiene que ser, en cambio, un producto
aquí, la interrogante resulta obligada: ¿Hacia inacabado de la hechura artesanal humana,
dónde van las familias mexicanas en su evo- para hacerla viable y trascendente en cada si-
142
Véase ensayo de Dumon, Documento técnico elaborado para el Año Internacional de la Familia, (ONU, 1994) y a Del Campo (1991).
143
Véase Leñero (2000), pp. 315-344; Salles y Tuirán (1996b), pp.47-55.
148
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica
tuación en la que tiene que encarnarse la re- Por lo pronto, podemos apuntar una forma
producción de las nuevas generaciones como familiar derivada del modelo de familia nuclear
renovación permanente de la sociedad civil. conyugal, pero en la que se reconozca el valor
adscriptivo de la relación consanguínea, no sólo
El ensayo y la innovación, sin embargo, re- para recurrir a un reducto de resguardo, protec-
sultan altamente inestables en una situación de ción y defensa frente al mundo impersonalizado,
crisis y de cambios globales. Ante este ries- sino más bien como búsqueda de recuperación
go las presentes y próximas generaciones de del sentido del propio desarrollo grupal y del re-
nuevas familias tienen que adoptar una doble conocimiento al ciclo pujante de la vida manifes-
dimensión previsora: por un lado, no descono- tado en el proceso intergeneracional. Las nuevas
cer el sentido intrínseco de la familia, siempre alternativas de conformación familiar están re-
imprescindible en la vida humana y en la con- conociendo la necesidad de vincular, al menos,
formación de la misma sociedad civil en pro- los aportes de las tres generaciones presentes.
ceso de construcción autogestiva. Pero por Estas se retroalimentan entre sí, con el sentido
otra parte, es necesario adoptar una actitud vital propio de cada edad, en sus problemas en-
de memoria colectiva respecto a las modali- frentados, en sus logros, y en sus búsquedas.
dades que van adquiriendo, de hecho, ciertas
conformaciones que responden a las nuevas Esto no parece significar que tengamos
condiciones y necesidades; sobre todo en el que volver a resaltar el valor del modelo de
caso de las familias pobres: de hecho, la ma- la familia extensa, que nunca pudo ser adop-
yoría. Aún cuando las variantes aparecidas no tado por todas las familias, ni mucho menos
sean todavía admitidas por una formalidad mo- que nos quedemos en el de la familia nuclear-
ral e institucional en el contexto del régimen conyugal encerrada sobre sí misma. Posible-
normativo anterior, la realidad genera una re- mente, a lo que nos estamos acercando, es
novada búsqueda en la que se intenta rehacer a un concepto de “interfamilia” en el que se
el sentido esencial de lo familiar, en su nueva reproducen relaciones entre grupos domés-
circunstancialidad plural. Y de ahí, la sabiduría ticos de todos los tipos imaginables, pero so-
popular deberá retener y desechar pautas en- bre la base de un reconocimiento al derecho
sayadas eficaces o ineficaces desde el punto de de privaticidad socializado mediante redes de
vista de la felicidad y la convivencia humana. tipo paracomunitario-vecinal, paracomuni-
tario-amigable, paracomunitario-parentelar,
No se trata, por lo tanto, de reelaborar o incluso una modalidad interindividual con
otro modelo rígido de conformación homo- arreglos tentativos de convivencia, tempora-
génea para una nueva forma de asumir la vida les o permanentes, durante los diversos ciclos
familiar. Resultaría una tarea, por demás, poco vitales de las personas.
confiable. La propia dinámica de la realidad
está en vías de reinventar, en la praxis conti- Incluso aparecen cada día nuevas formas mix-
nua del cambio entre las generaciones, nuevas tas en la que las familias forman parte viva y res-
alternativas para las nuevas familias del futuro ponsable de la organización misma de una par-
inmediato. Debemos estar atentos a esos sig- cela social local (e intralocal) de la sociedad civil
nos y a esas experiencias que nos permitirán autogestiva. Esto lleva necesariamente a tipos
renovaciones significativas. No estigmatice- plurales de fórmulas de convivialidad familiar,
mos ni condenemos aquellas búsquedas que con vinculaciones intrapersonales cruzadas y
nos pueden parecer, desde una óptica conser- con arreglos paracomunitarios de diversa clase.
vadora, heterodoxas y hasta inmorales. En lu-
gar de ello, tenemos que abocarnos a la inves- Podríamos pensar que en la nueva dimensión
tigación de esa realidad cambiante y crítica, en posmoderna del siglo XXI aparecerán poco a
proceso de transformación no convencional. poco familias que no quedan como grupúsculos
Y en ello, la investigación de las ciencias socia- atomizados frente a un agregado poblacional
les tienen un papel significativo como instru- informe urbano, metropolitano y megalopoli-
mento de indagación, registro y divulgación tano, manipulado por los grandes poderes ins-
de este nuevo ser y vivir. titucionales (empresariales, estatales o de otra
149
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
150
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
CAPÍTULO 7
Tesis Hipotéticas sobre Políticas e Intervenciones
en vistas a la promoción de las Familias
144
Retomamos aquí el contenido básico del estudio denominado “Hacia una política familiar” (Leñero, 2002).
145
Véase entre otros a: Dumon y Aldous (1980), Fuentes (1996a), Incháustegui (1996), Leñero (1994b), M.Paz López (1996), Ribeiro
(2000).
146
La Oficina de las Naciones Unidas del Centro de Desarrollo Social y Asuntos Humanitarios (1987) identifica el problema de los Gobiernos, y
de sus agencias cuando determinan las políticas familiares sin tomar en cuenta a las organizaciones no gubernamentales, más vinculadas directa-
mente con los intereses de las familias y sus comunidades. Esto ha favorecido una estrategia de participación de estos organismos en los mismos
órganos que elaboran las políticas públicas sobre la cuestión familiar y llevan a cabo programas al respecto. pp 27-29.
151
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
con su anuencia resulta importante. ¿Cómo mismo de su función social, para convertirlo en
lograrlo si no existe una adecuada represen- el mantenimiento de su propia estructura y de
tación de los diversos conjuntos de familias las plazas de trabajo que implica la existencia del
afectadas en sus distintos niveles?. He ahí una organismo, más que el beneficio de las familias,
cuestión no suficientemente planteada cuan- para el que fue creado.
do se elaboran las políticas y los programas,
y después cuando los programas en marcha Por eso los programas sociales necesaria-
requieren ser evaluados para conocer sus mente deben estar basados, por un lado, en
efectos reales sobre las familias, y no sólo las diagnósticos --en este caso de la realidad fami-
buenas intenciones no siempre logradas. liar, en sus variantes tipológicas--, practicados
por múltiples analistas sobre la problemática que
En la evaluación deben intervenir tanto las enfrenta la crisis familiar a la que hay que enfo-
familias protagonistas involucradas, como los car y priorizar para proveerla, atenderla y resol-
agentes interventores en la acción preventiva o verla147. Pero siempre estos diagnósticos tienen
en la intervención correctiva. Entre estos agen- que partir de una directa pulsación de la realidad
tes están comprendidos, de manera especial, empírica de las familias, en sus diversos ámbitos
las diversas agencias públicas y privadas, y todo y momentos, y no ser planteados de manera
el personal profesional: incluido el médico y el teórica supuestamente conocedora de lo que
paramédico, el psicólogo y el psicoterapeuta, está sucediendo sin un acercamiento directo a
el educador y el trabajador social, el abogado, las familias en proceso de cambio continuo.
el sacerdote y el moralista, y otros que vienen
trabajando especializadamente en el campo de
lo familiar. Los organismos que intervienen ge-
neralmente son los que se consideran dentro
del “sector social”, pero también es importante
considerar la intervención de las entidades aca-
démicas y de investigación que trabajan en el
área de la vida familiar, la salud física y mental,
el género, la niñez, la adolescencia, la tercera
edad, la vivienda, las relaciones comunitarias,
los derechos humanos y otros más (como el
del trabajo, la religión, la conducta sexual) vin-
culados con la realidad familiar.
147
Véanse como estudios de diagnóstico elaborado por expertos, en vistas a una política familiar: el de Naciones Unidas con motivo del Año
Internacional de la Familia (1995), el de la CEPAL en América Latina (1993) y el interinstitucional realizado por el DIF Nacional, UNICEF, CE-
MEFI y el IMES, para México (Leñero, 1994).
152
Tesis Hipotéticas sobre Políticas e Intervenciones
en vistas a la Promoción de las Familias
7.2 Cambios socioculturales Por ello, las políticas y los programas fami-
liares requieren comprender la sensibilidad de
e involucración de diversas las nuevas generaciones juveniles que buscan
entidades y actores en las nuevos caminos. Estas mutaciones sociocultu-
políticas familiares por rales requieren una nueva perspectiva valoral
que permita entenderlas y asumirlas de manera
construir inteligente y positiva. Para ello, es preciso que
las mismas políticas públicas den cabida, en su
La mutación cultural implica una ruptura de formulación y concurso, a todos los agentes
los horizontes tradicionales, pero sobre todo, profesionales y científicos que estudian la cues-
una propuesta acorde a las necesidades ge- tión, más allá de posturas ideológicas y funda-
neradas en la misma modernidad. Muchos de mentalistas fincadas en concepciones rígidas.
los mitos ancestrales de la vida familiar están
siendo destruidos148, pero no resulta claro el La política pública familiar debe implicar en
sentido de las nuevas valoraciones y pautas su cuerpo toda una amplia visión, abierta a las
que hay que impulsar. Frecuentemente lo corrientes más actualizadas en la búsqueda de
que sucede es que se adoptan nuevas prácti- nuevas salidas, pero sin desconocer las que for-
cas pero no están suficientemente legitimadas man parte de nuestro patrimonio sociocultural
con las nuevas escalas de valores. Entonces y religioso149, para desde ahí buscar el sentido
lo que se presenta es una ambivalencia alta- de las nuevas inquietudes.
mente contradictoria e incongruente que los
agentes de un programa público (y los de las Por eso, la política familiar tiene que re-
organizaciones filantrópicas de tipo paterna- conocer la participación de diversos actores
lista) pocas veces saben impulsar y convencer y organismos interesados por el desarrollo de la
a la gente desde una perspectiva de desarro- vida familiar, en la que queda incluido un contin-
llo cultural. Ésta debe dar un sentido trascen- gente de instituciones no gubernamentales que
dente a las conductas familiares propuestas. están involucradas en la conducción y orienta-
Sin esta fundamentación las acciones se que- ción ante la problemática familiar. Hay que to-
dan a un nivel de actividades puramente for- mar en cuenta, además, a las unidades educati-
males o puramente rituales, como sucede en vas (escuelas, libros de texto, programas escola-
gran medida con las prácticas sacramentales y res, acciones de educación informal, medios de
ceremoniales religiosos. Más aún si se trata de comunicación)150; así como a las organizaciones
familias jóvenes que se enfrentan a problemas de servicios a la salud familiar, -comprendida la
derivados de la ruptura de una inercia cultural atención terapéutica y de salud mental151, así
para ensayar conductas no aprendidas en su como las de carácter asistencial y filantrópi-
familia de origen, incluso de carácter posmo- cas152; pero también las de regulación jurídico-
dernista, cuando todavía no se superan mu- familiar153. Todas participan en el conjunto de
chas actitudes tradicionales. la acción sociofamiliar. En todas ellas se requiere
148
Véase a Tuirán (1995), pp. 30-31.
149
Por su parte, la Iglesia católica ha sido una de las organizaciones más interesada en la vida familiar, desde su propia perspectiva pastoral, tanto
al nivel mundial como al nacional y local. Pueden mencionarse entre muchos de sus documentos a la exhortación apostólica “Familiaris Con-
sortio” de Juan Pablo II, y al Directorio Nacional de Pastoral Familiar elaborado como manual por parte de la Comisión Episcopal para la Familia,
de la Conferencia del Episcopado Mexicano-CEM (1991). En un país como México, no puede hacerse una política familiar sin tomar en cuenta
las opciones pastorales que realiza la Iglesia en este campo, independientemente que se esté de acuerdo o no con sus orientaciones.
150
En el campo educativo hacemos referencia a múltiples estudios de tipo pedagógico e investigativo en las ciencias de la educación. relacionados
con la vida familiar Véase a Fermoso (1994) en: “La socialización: familia y escuela, agentes socializadores”, pp. 188-206; y “Profesionalización,
animación sociocultural y educación de adultos”, pp.338-384.
151
En referencia a la salud mental y vida familiar, véase a De la Fuente, Medina-Mora y Caraveo (1997) pp.148-158; respecto a la psicoterapia
familiar, mencionamos a Ackerman (1988), a Satir (1984), Chagoya (2004), E. Gómez Fonseca (1990), Espejel (1994), Eustace, coord. et al
(2001), Laing (1988), Lomas et al (1985a), Macías (2001, 2004b), entre muchos otros. En México, la Revista de la Asociación Mexicana de
Terapia Familiar: Psicoterapia y Familia (1988-2004) es un buen espacio de reflexión y análisis de los terapeutas de la familia.
152
Véase la obra La asistencia social en México de Fuentes (1998): escrita desde la experiencia de dirección del DIF que en su misión institucional
integra las dimensiones de la política familiar junto con las políticas asistenciales en México, pp.458-463 y 807-816.
153
Para un detallado análisis crítico del derecho familiar en México, consúltese la obra de Chávez Asencio (1985, 1987, 1990a, 1990b, 1994), así
como diversos estudiosos del mismo vinculados al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM (1986): Galindo Garfias, González, R.,
López Monroy , R.M. Alvarez , Brena y otros; Pujol (1996), Soto y López (2000), Magayón y Leñero en Valdés (2005) .
153
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
154
Tesis Hipotéticas sobre Políticas e Intervenciones
en vistas a la Promoción de las Familias
154
Véase la tesis propuesta por Salles y Tuirán (1996), pp. 47-55, que concluye diciendo: “Las políticas públicas...deben contribuir a crear las
condiciones propicias para que las familias puedan potenciar y articular sus recursos materiales, humanos y culturales”
155
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
156
Tesis Hipotéticas sobre Políticas e Intervenciones
en vistas a la Promoción de las Familias
7.4 Importancia de la
investigación aplicada a los
procesos de construcción
y reconstrucción familiar
para abrir la perspectiva
comprensiva sobre una
realidad compleja en vistas
a la política familiar y a su
acción interventora
Por lo dicho anteriormente, para construir la
política familiar se necesitan diagnósticos espe-
cíficos que no sólo describan hechos manifies-
tos y aparentes de la realidad familiar (sociogra-
fía, demografía, etnografía, psicografía...), sino
análisis descriptivos y comprensivos; aplicados
a problemáticas específicas y a propuestas de
acciones promocionales a partir de potenciali-
dades hasta ahora latentes. Se trata, igualmen-
te, de ir más allá del mismo interés ideológico
o proselitista para convertirse en instrumento
de reconstrucción autogestiva.
157
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
158
Tesis Hipotéticas sobre Políticas e Intervenciones
en vistas a la Promoción de las Familias
155
Retomamos aquí la perspectiva desarrollada en una investigación con motivo del año internacional de la familia (Leñero, 1994b), pp.264-269.
159
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
diseñados desde los directivos de los organis- nacer en forma descentralizada y pueden, en
mos específicos, obligados a elaborar planes y determinado momento, encontrar el apoyo e
proyectos. Para hacer participar a la población intercambio con otros grupos familiares em-
se enuncian acciones promotoras, conscienti- peñados en actividades autogestivas y de au-
zadoras, motivadoras e impulsoras. Incluso se toayuda, similares a los suyos.
crean cuerpos de voluntarios pretendida-men-
te entrenados y apoyados para que represen- Posibles estrategias de promoción participa-
ten y apoyen a las mismas familias promovidas. tiva de las familias en los programas sociales
160
Tesis Hipotéticas sobre Políticas e Intervenciones
en vistas a la Promoción de las Familias
sociedad democrática debería ser representa- y a sus autoridades públicas, para prestar los
tivo. Sin embargo, por razones de desigualdad necesarios servicios básicos a esos niveles,
social y de dinámica sociopolítica, la organiza- así como a sus mecanismos cívico-adminis-
ción pública no puede dejar de dar lugar a un trativos y financieros.
mecanismo de detentación del poder social,
por un sector más o menos restringido, que • Apoyo educativo como proceso encauzador
ha llegado al gobierno de la sociedad a quie- de una renovación constante de valores,
nes se le adiciona un contingente numeroso conocimientos, capacidades y habilidades
de empleados y técnicos que actúan desde sus de la gente para vivir mejor en sus ámbitos
puestos de servicio público, pero casi siempre familiares e interfamiliares. La educación
en una línea vertical de mando, desde arriba familiar y parafamiliar, la sexual, de la salud
hacia abajo pero como una política social nece- y de la salud reproductiva, la de planifica-
sariamente está referida a los mismos procesos dora de la familia, la orientada a la atención
vitales de las redes y grupos conformadores de de discapacitados y socialmente afectados.
la sociedad, en sus diversos sectores y ambien- Pero la superación de una educación pura-
tes locales, la relación entre Estado y “Sociedad mente individualizadora e individualista (al
Civil” adquiere una especial significación. margen de los intereses familiares y comu-
nitarios), forma parte de un paquete esen-
El sentido de la conducta de las familias, ante cial de políticas sociales, más que centrar
sus propios problemas, y a partir de sus pro- la problemática social en la solución a base
pios intereses, comienza por el ámbito de la de profesionales que lucran con su saber
unidad nuclear doméstica. Pero las familias en acumulado o de enfocarla solamente a sus
sí, en su pluralidad tipológica y situacional, no deficiencias y obstáculos.
pueden movilizarse socialmente sino mediante
instancias mayores que las comprendan y las • Finalmente, el apoyo a la participación auto-
conecten entre sí. De ahí la necesidad de que gestiva, mediante una estrategia de promo-
la participación se proyecte en forma más am- ción social, propiamente dicha, que no esté
pliada: interfamiliar y comunitaria dentro de los basada en la manipulación ni en el control
pueblos, barrios y vecindarios con agrupamien- central, sino que sea una:
tos primarios de primer y segundo nivel; o se
desplaza al ámbito del trabajo, de las escuelas y • Promoción para que las familias participen pri-
de otras agrupaciones enfocadas a actividades meramente en los planes de su realidad inme-
y fines específicos. diata: familiar interna e interfamiliar y comuni-
taria vecinal, de barrio y de zona o sector.
El impulso promotor interfamiliar
• Promoción de una forma multiplicadora en la
De ahí la necesidad de una política social “con” prestación de servicios. En lugar de montar
y “de” las mismas familias. Esta puede plantear- el servicio especializado que atiende a los
se en cuatro posibles dimensiones de impulsión casos individuales, establecer un mecanis-
familiar (para que no se las deje solas y aisladas mo de capacitación básica a los agentes de
entre sí ante problemas específicos): una misma comunidad local y a sus “inter-
familias”, que sean apoyados, asesorados
• Apoyo infraestructural a los procesos de so- y asistidos por los profesionales y especia-
brevivencia y movilidad ascendente en cuan- listas adecuados. El Estado puede apoyar
to a las condiciones de vida familiar (mate- a quienes se organicen por sí mismos en:
riales y cualitativamente mejores), lo cual puestos de salud, guarderías, centros de
implica cuidar e invertir en la infraestructura educación continua de adultos, servicios de
física y bioecológica --incluyendo las con- limpia y cuidado ambiental, de recreación
diciones sanitarias, los servicios de agua, colectiva, de autoconstrucción de viviendas
drenaje, luz, pavimentación, terrenos de por autoayuda, de cooperación y crédito
asentamientos, vivienda y medio ambiente. económico, de atención a sus discapacita-
Una política de impulso a la capacidad local dos e impedidos, de atención preventiva
161
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
162
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
RECAPITULACIÓN Y CONCLUSIONES
Recapitulación de las Tendencias Relevantes
y Conclusiones Hipotéticas de un Prediagnóstico
163
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
Esto se aplica en los siguientes aspectos: religiosas y las normas jurídicas, así como
entre las creencias de fe y los conocimien-
a) El matrimonio concertado representaba la tos de las ciencias profanas.
alianza de dos líneas familiares (la del marido
y la de su mujer); ahora las llamadas “familias g) En fin, antes estaba mucho más integrada la
políticas” quedan cada vez más separadas. función económica de la familia como unidad
de producción en la que todos los miembros
b) El mismo matrimonio se concebía como indi- de la familia trabajaban juntos; ahora cada vez
soluble y monogámico; ahora aumentan más esto sucede mucho menos; antes, la familia
y están mayormente legitimados la separa- operaba como una unidad consanguínea o nu-
ción y el divorcio, lo cual da lugar, de hecho, a clear económica bajo la jefatura del hombre-
la posible segunda o tercera unión marital. padre-abuelo; ahora la jefatura es compartida
de manera equiparable por hombre, mujer e
c) La paternidad biológica se identificaba básica- incluso, hijos que trabajan por su cuenta. An-
mente con la paternidad socialmente asumi- tes, la familia solía tener una unidad de man-
da; ahora se reafirma la posible separación, do, ahora, se ha pluralizado la responsabilidad
públicamente aceptada, y se enfatiza la im- mediante una democratización de las decisio-
portancia y conveniencia de una paternidad nes de unos y otros, como miembros de la
adoptiva socialmente reconocida. unidad familiar.
f) En el mismo sentido, antes había una inte- 4ª Tendencia hacia la atomización familiar:
gración de las normas religiosas y las civiles, (privatización y aislamiento de cada familia). El
con las jurídicas y las morales o éticas, apli- fenómeno familiar integra una dimensión pú-
cadas a la vida familiar de manera unitaria; blica con una privada e íntima156. La pública se
ahora la secularización de la vida moderna conforma de acuerdo al modelo institucional y
da lugar a una distinción entre las pautas se presenta públicamente en concordancia con
156
Véase tesis de Parsons (1959, 1980a, 1980b ), pero también de HIRSCHMAN, Albert O. (1986) de Béjar, H. (1990), y de Lacroix (1967).
164
Recapitulación de las Tendencias Relevantes y Conclusiones
Hipotéticas de un Prediagnóstico
su normatividad cumplida o incumplida. Pero nes, que deben modificar los términos de su
tiene esencialmente también una dimensión interrelación paterno-filial, pero también de
privada e íntima que le da a su unidad estruc- adultos y menores. La proyección actual de la
tural una particularidad como grupo primario crisis en la relación marital, todavía parece que
en donde lo cotidiano y lo íntimo predomi- continuará hasta la mitad del siglo XXI e inclu-
na como expresión de su propia naturaleza. so podrá agravarse más aún. La familia en su
Ante una sociedad del anonimato, abierta de conformación actual resulta cada vez más vul-
relaciones impersonales, pero con caracterís- nerable e inhábil para superar la dificultad. Pero
ticas de agregado social, la familia desarrolla dependerá de cómo podamos reorientar los
su propia conformación cerrada en sí misma. términos de una nueva concepción de la pater-
Paradójicamente esto la hace más dependien- nidad y de la filialidad, e incluso de la nueva re-
te de los factores externos pues resulta más lación fraternal entre hermanos y hermanas. La
vulnerable a los embates de la problemática y reducción del número de hijos menor de tres
conflictiva anímica pero también de la externa, modificará las convivencias y creará nuevas for-
macrosocial ante la cual no puede presentar mas de competencia y de solidaridad fraternal.
una defensa y resistencia dada la debilidad de La escuela y los medios masivos, incluyendo las
recursos propios. De ahí que su hermetismo perspectivas de los mundos virtuales, tienen un
se convierte en vulnerabilidad. papel importante por desarrollar desde el mis-
mo seno de las familias, más que como escapes
5ª Tendencia hacia el cambio derivado de de ella. Pero la perspectiva no parece muy clara
la perspectiva de género, mediante la cual la todavía, en el derrotero por seguir dentro de
mujer se desarrolla notablemente y expande su los diversos medios sociales en nuestro país.
acción dentro y fuera del hogar esperando una
correspondencia masculina. Pero ésta tarda en 7ª Tendencia a enfatizar el factor amo-
llegar en una situación de inercia cultural no de- roso, como base de la conformación fa-
seable por los varones, al menos en su fuero in- miliar (principalmente dentro del modelo de
terno y subconsciente. De ahí que la expectativa familia nuclear-conyugal, pero también fuera
de equidad de género se convierta frecuente- de él). Está vinculado a la búsqueda de felici-
mente, todavía, durante una o dos generacio- dad humana, un tanto independientemente de
nes más (y quizá, otras adicionales en amplios las condiciones materiales de bienestar y de la
contingentes familiares), en rupturas y fracasos posesión de bienes. Y su realización siempre
conyugales y maritales. De ahí también la doble estará relacionada con la vida familiar. Tanto
carga de trabajo de la mujer y de su dificultad como fundamento de ella, como producto de
para hacer valer su capacidad y empeño, tradu- su realización exitosa desde la vida infantil,
cido todavía en la desigualdad de trabajos igua- hasta la vida juvenil, adulta y de edad avanza-
les, ingresos menores. Traducida también en da. Las familias actuales se encuentran afec-
desgastes anímicos, desilusiones, depresiones, tadas por esta concepción amorosa. Opera
maternidades de solteras, violencia masculina; como mito que se cumple o que se escapa;
traducida igualmente en pérdida de autoridad como búsqueda de una seguridad e identidad
moral y afectiva de los varones, con la consi- personal, como realización de un desarrollo
guiente infelicidad íntima. Y todavía a la espera satisfactorio, de solidaridades y lealtades, de
de un trecho largo de búsquedas y ensayos, has- autenticidades y generosidades, pero también
ta que se instale una nueva concepción de la vida como fuente de dolores, decepciones, pasio-
familiar conquistada a pulso, en la cotidianidad, nes, odios, confusiones, chantajes morales,
mediante un proceso de desarrollo humano conflictos e infelicidades. Y las personas tie-
aprendido intergeneracionalmente. nen que aprender a desarrollar y a manejar
sus emociones y sus afecciones, como moto-
6ª Tendencia hacia el cambio operado en res de sus acciones y convivencias. ¿Podremos
la ruptura (relativa) de las generaciones. reaprender la forma de amar para vivirlo des-
Implica un nuevo aprendizaje tanto de la po- de la cotidianidad de la vida familiar, en esta
blación adulta de padres, como en las nuevas nueva etapa que nos toca vivir? ¿Socialmente
generaciones de niños, adolescentes y jóve- sabremos cómo encauzarla y alimentarla.?
165
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
166
Recapitulación de las Tendencias Relevantes y Conclusiones
Hipotéticas de un Prediagnóstico
inconscientes. La migración se hace frecuente los estilos de vida, horarios, costumbres. Y sus
con mayor facilidad. La búsqueda de ocupación cambios significan cambios en la dinámica fami-
en una sociedad globalizada se hace en donde liar que tienen que aprenderlos y adoptarlos. Al
las variables intervinientes no están al alcance modificarlos, los padres se hacen vulnerables y
de las personas y las familias, sobre todo de los hijos se adelantan en las innovaciones.
una mayoría de población joven, así como de
las personas mayores de edad avanzada. Otras dificultades derivadas del contexto so-
cial global en la vida moderna en su impacto so-
12ª Tendencia: Entrada de los medios bre la organización de las familias del siglo XXI:
masivos al hogar, frente a la educación de
relación primaria. Las familias introducen en 1) La masificación de las relaciones sociales.
el seno de los hogares la televisión, y gradual-
mente la computadora y la internet, y con ello, 2) El burocratismo, el formalismo, y el anoni-
se incorporan a la globalización, recibiendo las mato de las urbes.
influencias extralógicas de otros ámbitos antes
lejanos y desconocidos. Y con ello, una nueva 3) La inseguridad social, la violencia y la viola-
cultura que se sobrepone a la cultura y subcul- ción a los derechos humanos.
tura de pertenencia, y a la educación hogareña
de relaciones primarias. Padres e hijos, diferen- 4) El abandono, el trabajo y la explotación de
cian sus fuentes de influencia. La comunicación menores, signo de familia vulnerada
se manipula por quienes manejan los medios de
masas, emisores interesados en el lucro. La pér- 5) Las adicciones de estupefacientes en juven-
dida de vida comunitaria local, por el encerra- tud, la conducta anémica juvenil y la brecha
miento de los hogares, quedan paradójicamente generacional.
abiertos a la comunicación venida del exterior,
generadora de un mundo virtual incorporado a 6) La violencia colectiva, desde un mundo de
la dinámica familiar. Realidad que desconoce los desigualdades, competencias, intoleran-
antecedentes familiares. Pérdida de raíces y de cias competencias y conflictos entre unos y
identidades, a la vista de pluralidades sin límites. otros, y las familias envueltas de ellos.
Distancias cada vez mayores en las cercanías
del vecindario, la parentela, el barrio, la ciudad, 7) Y muchas otras que quedan por analizar en
y la cercanía en las relaciones con actores leja- un prediagnóstico apenas bosquejado aquí.
nos en ubicados en un espacio físico lejano, pero
aproximados en las pantallas. Mundo familiar de
imágenes más que de ideas y pensamientos. Dis-
torsión de la realidad familiar con modelos exó-
ticos, extraños, ahora convertidos en familiares.
167
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
168
Recapitulación de las Tendencias Relevantes y Conclusiones
Hipotéticas de un Prediagnóstico
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
1990 Varios autores. “Nuestras Familias”, colección de estudios, Ed. Grupo Difusión y
Comunicación García Garibay y Asociados, (Vargas, Jorge, editor), México. [0.0.2.20/
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Tabulados; II. Principales Resultados).
247
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
Encuesta Nacional sobre Violencia contra las Mujeres 2003. ENVIM 2003.
Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, INEGI, Instituto Nacional de las Mujeres
INMUJERES, y el Fondo de Naciones Unidas para el Desarrollo de la Mujer UNIFEM
Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los hogares 2003. ENDIREH (57 230
viviendas en muestra)
248
Bibliografía de los estudios sobre las Familias
IMES-Proy.26
1965 Estudio Documental sobre la familia en México: Seminario de Especialistas. Dos estudios
publicados:
- Elu, Ma. del Carmen. “Consideraciones en torno a una sociología familiar en Desarrollo”
en Cuadernos de Desarrollo Social, Año 1, No 1, Ed. IMES, 1965, pp. 5-8.
-Leñero O., Luis. “La integración Familiar en los países en vías de Desarrollo”, en
cuadernos de Desarrollo: Estudios sobre Estructuración Social, año 1, No 3, Ed. IMES,
1965. pp. 5-41. Posteriormente fue publicado en el libro: “La Desintegración Familiar”.
(Mora V., L y C. Aguilar, comps.). Varios Autores. Ed. Obra Nacional de la Buena
Prensa, México, 1967.
IMES-Proy.26
IMES-Proy.29
- Leñero O., Luis. “Investigación de la Familia en México”, Ed. IMES, México, 1968.
IMES-Proy.30
1969 Situación y actitudes de la mujer mexicana. En especial de su vida familiar. (Elu, Dir.).
Publicación de libro:
- Elu, Ma. del Carmen. ”Hacia dónde va la mujer mexicana?” Ed. IMES, México, 1969.
249
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
IMES-Proy. 31
IMES-Proy.32
1969 Iglesia y Cambio Demográfico en América Latina: Brasil, Colombia, Chile, México y
Venezuela (A. Gregory-CERIS, R. Poblete-CISOC, G. Pérez-ICODES, A. Gruson-
CISOR, L. Leñero-IMES-coord.). Se publicó libro:
IMES-Proy. 34
IMES-Proy.39
-Elu, Ma. del Carmen (coord.) et al. “Mujeres que hablan”, Ed. INN-IMES, México, 1971.
IMES-Proy.40
-Mogey, John. “Sociology of Marriage and Family Behavior”, Ed. Mouton, The Hague
and Paris, 1971.
IMES-Proy.44
1971 Actitudes ante la Encíclica: Humanae Vitae. Encuesta a muestra de seguimiento parejas
estudiadas en originalmente en 1967 (Brito, Enrique y O. Maldonado). Se publicó
libro:
- Brito, Enrique. “Quién escucha al Papa?” Sondeo sobre las actitudes tomadas ante la
encíclica “Humanae Vitae”, Ed. IMES, México, 1971.
IMES-Proy.48
250
Bibliografía de los estudios sobre las Familias
IMES-Proy.49
IMES-Proy.50
IMES-Proy.57
IMES-Proy.58
1972 Trabajo de mujeres que planifican su familia. (G. Zetina, Inv.). Elaboración de tesis
Profesional . Sociología, Universidad Iberoamericana, México, 1972.
IMES-Proy.65
IMES-Proy.70
- Elu, Ma. Carmen (coord.). “Acercamientos en torno a Familia y Población”. Ed. UIA-
IMES., México, 1971.
IMES-Proy.71
IMES-Proy.85
251
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
IMES-Proy.89
IMES-Proy.96
1974 Estudio socioeconómico familiar en la zona de Boca Chica, Áreas Suburbanas, Rep.
Dominicana. Reporte (P. Pindas, dir. y M. González, Inv.), R. Dominicana-México, 1974.
7IMES-Proy.97y107
- Elu, Ma. Carmen. “El Trabajo de la Mujer en México”. Ed. IMES, México, 1975.
IMES-Proy.102
IMES-Proy.105
IMES-Proy.106
IMES-Proy.112
252
Bibliografía de los estudios sobre las Familias
IMES--Proy.113
- Elu, Ma. del Carmen (ed.). “La mujer en América Latina”. Tomo I y “Perspectivas
Femeninas en América” Latina, Tomo II. Ed. Sep Setentas, México, 1974.
IMES-Proy.115
- Leñero O. Luis (ed.). “Beyond the Nuclear Family Model: Cross-cultural Perspectives”.
Ed. Sage Publications Inc. & ISA, London, 1977.
IMES-Proy.119
IMES-Proy.142
IMES-Proy.144
1976 Manual didáctico sobre la familia desde el punto de vista sociológico. Estudio teórico-
didáctico. (Leñero, Luis, Inv.) para colección de la Asociación Nacional de Universidades
e Institutos de Enseñanza Superior, ANUIES. Se publicó:
- Leñero, Luis. “La Familia”. Ed. ANUIES-Edicol, México, 1976. (20,000 ejemplares).
IMES-Proy.151
253
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
IMES-Proy.152
IMES-Proy.154
1979 Edad al Matrimonio y fecundidad. Análisis de segundo grado sobre datos de investigaciones
anteriores. Reporte de investigación IMES presentado a la UNESCO (Leñero, Luis, dir.
y Ribeiro, M.). México-París, 1979.
IMES-Proy.162
1986 Realidades familiares y la crisis del modelo nuclear en los países latinoamericanos. Análisis
de segundo grado. Reporte IMES presentado a Pro Mundi Vitae, Bruselas, Bélgica y en
el I Congreso Interdisciplinario sobre la Familia Mexicana, 1986 (Leñero, L. Inv.). Fue
publicado después como artículo:
- Leñero O., Luis. “Realidades familiares y la crisis del modelo nuclear en los países
Latinoamericanos” en Anuario Jurídico XIII, 1986 del Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1986 (conteniendo
los estudios presentados en el Congreso mencionado).
IMES-Proy.165
IMES-Proy.170
1981 La vida cotidiana en México. Últimos veinte años. Análisis reconstructivo de segundo
grado sobre veinte investigaciones relativas a la vida familiar y otras dimensiones sociales
y comunitarias, en los últimos veinte años. Reporte de Investigación IMES, presentado al
Banco Nacional de México, México, 1981. Se publicó después como libro:
IMES-Proy.172 y 179
1981-83 Cambio Social en Ciudades Medias de la Provincia Central Mexicana y las formas de
vida cotidiana y familiar. Investigación documental y empírica con encuesta de 1,200
entrevistas en Querétaro, Qro., Morelia, Mich. y San Luis Potosí, S.L.P. Reporte
presentado al Banco Nacional de México. Centro de Estudios Sociales y en El Colegio
de Michoacán, 1981. Se publicó libro con la síntesis de la investigación:
- Leñero O., Luis y Ma. Estela Fernández R. “Formas de vida en ciudades medias del
Centro de México”, Ed. IMES, México, 1983.
254
Bibliografía de los estudios sobre las Familias
IMES-Proy.177
IMES-Proy.178 y 211
1983, 88 Familia como unidad mediadora entre el sistema rural productivo y la conducta
demográfica. Con estudio documental, situacional y de encuesta a familias campesinas
de la Chontalpa, Tab. (Investigación trigeneracional) Reporte IMES, presentado
al IDRC. No. 178. México, 1983. (Leñero, L., dir., Ma. Estela Fernández, Miguel
Hernández Madrid, Salvador Guillén, Marisa Verduzco, Laura Castro y Patricia
Corona). Se publicó después en diversos artículos dispersos, entre ellos, en las
Memorias de la Reunión Nacional organizada por el Instituto de Investigaciones
Económicas de la UNAM: Familia y Crisis Económica, 1988.
IMES-Proy.180 y 210
IMES-Proy.188
1984 Estudios sobre políticas sociales y la familia como unidad participativa. Estudio de
segundo grado y de carácter teórico-propositivo. Reporte y Ponencias diversas
presentadas en la Reunión Nacional sobre Fecundidad y Familia organizada por el
CONAPO, como estudios preparatorios de la Conferencia Internacional de Población
ONU, México 1984, así como en reunión internacional de la UNESCO y del Centro
de Desarrollo Social y Estudios Humanitarios ONU. Publicada por CONAPO:
- Leñero, Luis.”La familia como unidad sociodemográfica y como sujeto de las políticas
de población” en Reunión Nacional sobre Fecundidad y Familia, CONAPO, 1984.
IMES-Proy.192 y 207
- Leñero, Luis, “La Asistencia Social Renovada”, Ed. IJAS, Guadalajara, Jal., 1984, 1986.
255
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
- Leñero, Luis. “Valores familiares y Dramaturgia Social” en libro: “Cómo somos los
mexicanos” (Hernández, Albero y Luis Narro (coord.).Ed. CREA y CEE., México,1987.
pp.251-299. Posteriormente revisado, ampliado y editado como libro:
IMES-Proy.206
1986 Ensayos compilados sobre Familia y Crisis Familiar. Revisión y compilación de seis
estudios de segundo grado, entre ellos: “Población, Familia y Desarrollo”, “Familia e
ideología”, “Problemas en la formación de parejas”, “Familia, crisis y salud mental”.
Material presentado al Seminario IMES (Leñero, L.,Inv.), México, 1986.
IMES-Proy.215
IMES-Proy.225
1990 Perfil de los jóvenes varones y su previsión de vida familiar y futura. Investigación con
encuesta en las ciudades de México, Morelia y Monterrey. Reporte de investigación
IMES 1989 presentada a la Fundación MEXFAM. Posteriormente de publicó libro:
- Leñero, Luis y Ma. Estela Fernández. “Jóvenes de hoy”, Ed. Pax-México y MEXFAM,
México, 1990.
IMES-Proy.228
- Diversos Autores (Vargas Garibay y G. Zetina, ed.). “Nuestras Familias”: El Papel del
exalumno ante los valores de la Familia, Educación y Sociedad. Ed. Grupo Difusión y
Comunicación García Garibay y As.,México, 1990.
IMES-Proy.230
1991 Mortalidad materna, fecundidad y costo social. Inv. de estudios de casos familiares y
observación semiparticipante antropológica, de evaluación de impacto de la mortalidad
materna en la vida familiar y social en Tlaxcala y Cd. México. Reporte presentado a la
Organización Mundial de la Salud-OMS. (Elu, Ma. del Carmen, Inv.), México, 1991.
IMES-Proy.231
1992 Ensayos sobre Organización de la Sociedad Civil, Familia y Juventud. Análisis de segundo
para diagnóstico de posibles intervenciones sociales. Reporte presentado al Centro Juvenil
de Promoción Integral, CEJUV. (Leñero, Luis, Inv.), México, 1991. Publicado como libro:
256
Bibliografía de los estudios sobre las Familias
- Leñero, Luis. “Sociedad Civil, Familia y Juventud”. Ed. CEJUV-IMES, México, 1992.
IMES-Proy.236
IMES-Proy.238
IMES-Proy.239
1993 Cambios en la Organización Familiar en León, Gto. al inicio década de los noventa.
Estudio piloto para una serie de aplicaciones en ciudades del país. Encuesta a 300
padres de familia (Hombres y Mujeres). Reporte de Investigación presentado a la
Asociación Mexicana de Población (Leñero O., Luis, dir. Ma. Estela Fernández,
coord., Patricia Corona, Arturo Hidalgo-UIA-Bajío), Monterrey, 1993. Banco de
datos. Posteriormente se publicó artículo:
IMES-Proy. 242
257
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
- Luis Leñero, Ma. Carmen Elu y Julia Martínez de Dean. “La salud reproductiva de la
mujer en Jalisco”, México. Ed. Pro-México e IMES, México, 1993.
- y Ma. del Carmen Elu. “La salud reproductiva de la mujer en Chiapas”, México, Ed.
Servicios Integrales de Educación y Salud e IMES, México, 1993.
IMES-Proy.243
IMES-Proy.244
1992 Las nuevas Familias en Oaxaca. El cambio de la organización familias y sus implicaciones
(1992). Investigación de primer grado con encuesta y estudios de historias de vida
(Leñero, L. dir., Laura Loeza, Ma. Estela Fernández). Reporte presentado en Fundación
MEXFAM. Banco de datos.
IMES-Proy.245
1992 Iniciativa por una maternidad sin riesgos en México (1992-94). Organización
Conferencia Nacional con asistencia instituciones públicas y de la sociedad civil
(ONG femeninas), y fundaciones altruistas. Promoción y establecimiento de Comité
Promotor Maternidad sin Riesgos. Elaboración conjunta: «Declaración de México
por una Maternidad sin Riesgos (Elu, M. C., coord. y Sria.Ejec.CPMSR). México.
IMES-Proy.247
IMES-Proy.249
258
Bibliografía de los estudios sobre las Familias
IMES-Proy.250
1994 Familia y niños en el D.F. (1994). Investigación documental y de primer grado, con
encuesta a 1000 padres de familia (hombres y mujeres), y estudios de caso para
análisis cualitativo. Reporte patrocinado y presentado al DIF Nacional, Fondo de
Naciones Unidas para la Infancia UNICEF, Centro Mexicano para la Filantropía
e IMES (Leñero, Luis, dir., Ma. Estela Fernández, Laura Loeza). México, D.F.
Posteriormente se publicó libro y un folleto de divulgación:
- Leñero, Luis, Ma. Estela Fernández, Laura Loeza y Ma. Teresa Guzmán. “Las familias
en la ciudad de México: Investigación social sobre la variedad de las familias, sus cambios
y perspectivas”. Ed. DIF Nacional, UNICEF, CEMEFI e IMES, México, 1994 (Año
Internacional de la Familia).
- Leñero, Luis. “Familias que cambian”. Ed. DIF, UNICEF, CEMEFI, IMES., México, 1994.
IMES-Proy.251
IMES-Proy. 254
IMES-Proy.255
1994-96 Desarrollo de Programa Nacional del Comité Promotor por una Maternidad sin
Riesgos en México Incorporación de más de 50 organizaciones en siete Entidades
Federativas. Organización de conferencias, eventos y talleres. Publicación de estudios
y manuales, carpetas informativas, libros, videos, programas de TV, etc. (Elu, Ma. del
Carmen, coord., Elsa Santos, Rosa Ma. Castañeda, Patricia Corona, Angélica Jiménez,
Ángeles Beltrán). México.
IMES-Proy.256
1994 Los pobres de México Estudio documental, de revisión teórica y de campo: con entrevistas
profundas a casos de familias pobres. Reporte presentado al IMDOSOC (Leñero, Luis,
Inv., Gabriel Ramírez y Ma. Estela Fernández). México, DF. Se publicó libro:
259
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
1995 Serie de Estudios sobre las personas de la tercera edad y su vida familiar.(1995-96).
Elaboración de ensayos y de tesis profesionales y de maestría en la UAMI-Sociología
y en la UIA-Desarrollo Humano (Leñero, Luis, director y asesor; Guadalupe Zetina,
Mayra Álvarez, Hernández Santos, Rocío, Hernández Trejo, Lluvia Araceli y Porcayo
García, Martha Sofía), México, DF.
IMES-Proy.259
IMES-Proy.262
1996 El trabajo de la mujer en la Cd. Querétaro, Qro. y sus implicaciones en las relaciones
familiares: la Perspectiva Masculina Investigación de Primer Grado, con encuesta
y estudios de caso. Reporte presentado a la Asociación Mexicana de Población y
Fundación MacArthur (Leñero, Luis, dir., Ma. Estela Fernández, Lourdes Romero y Ma.
Teresa Guzmán). México. Se publicó artículo:
IMES-Proy.265
1996-97 Diagnóstico sobre la Situación Familiar y Comunitaria de los Menores atendidos por el
DIF en el Programa: «Aprender a ser», en la ciudad de Oaxaca. Investigación documental
y de primer grado, con encuesta a 100 menores y a sus madres o sustitutas, así como
estudios de caso familiar. Reporte presentado al DIF-Oaxaca.(Fernández, Ma. Estela,
dir., Felipe Reyes y Ma. Teresa Guzmán). Oaxaca, Oax.
IMES-Proy.268
IMES-Proy.270
1998 Niños de la calle y en la calle: dimensión actual de la problemática y de las estrategias para
abordarla. Estudio evaluativo y propositivo. Reporte presentado a la Academia Mexicana
260
Bibliografía de los estudios sobre las Familias
IMES-Proy.271
IMES-Proy.272
1997 II Conferencia Nacional sobre una Maternidad sin Riesgos en México. Organización
de la Conferencia con la participación de 250 miembros de ONG y Org. Gub. de
México, Agencias Internacionales y Organizaciones Latinoamericanas. Reajuste de la
Declaración de México sobre una Maternidad sin Riesgos y edición de un libro con las
ponencias presentadas. (Elu, Ma. del Carmen, Elsa Santos, Patricia Corona y
Angélica Jiménez), México, 1997.
IMES-Proy.274
IMES-Proy.279
IMES-Proy.285
IMES-Proy.290
261
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1
263
Luis Ricardo Lozano / Media Works, S.A. de C.V.
Concepto Creativo y Diseño de Escultura
Manuel Fierro
Escultura Original