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Prólogo

Ante los retos que enfrenta la persona, la familia y la comunidad en México, el Sistema Nacional
para el Desarrollo Integral de la Familia se propuso una tarea de gran trascendencia: coordinar el
Diagnóstico de la Familia Mexicana, con el objetivo de situar a la institución familiar como eje, motor
y fundamento de la dinámica nacional; así como de fomentar la profundidad en su conocimiento, lo
que nos permite analizar y postular alternativas y criterios viables de asistencia.

Con el Diagnóstico de la Familia Mexicana podemos dar cuenta del compromiso del Estado, en
especial del DIF, con la comunidad y con las familias; al brindar esta herramienta útil en todos los
procesos que deseemos iniciar para la conformación de una perspectiva familiar y comunitaria que
repercuta en la mejora de nuestra nación.

El Diagnóstico no representa únicamente el intercambio académico y de investigación


multidisciplinaria, es principalmente un testimonio inédito de cooperación, diálogo y participación
abierta para reconocer las fortalezas y debilidades de las familias, para lograr su desarrollo integral.
Este es el camino seguro y transitable hacia la democracia y el bien común.

Sin duda, esta valiosa herramienta fortalecerá el análisis, diseño e instrumentación de políticas
públicas con perspectiva familiar y comunitaria, en beneficio de las familias de nuestro país, generando
así el capital social que México está reclamando urgentemente.

Valoremos la riqueza, esperanza e identidad que la familia da a nuestra patria. No sólo porque
es en ella donde se nos brinda el sustento, compañía y la educación, sino por la interiorización
de valores, normas de convivencia, cultura, costumbres y tradiciones que nos consolidan como
mexicanos.

Este Diagnóstico de la Familia Mexicana, nos da la certeza de que el mayor baluarte y recurso
natural que posee, consolida y fundamenta a nuestra patria, es la Familia.

Atentamente
Sra. Ana Teresa Aranda Orozco
Directora General
PREDIAGNÓSTICO SOBRE
LA DINÁMICA FAMILIAR I
CONTENIDO

PERFILES DE UNA TIPOLOGIA FAMILIAR BÁSICA


Para un prediagnóstico de la conformación plural de las familias mexicanas

PRIMERA PARTE
PRESENTACIÓN

a) Importancia del estudio de la Familia.


b) Objetivos del Estudio de la Familia.
c) El trabajo de Revisión de investigaciones sobre la conformación de las unidades familiares y la
dinámica de sus interrelaciones intragrupales y sus alcances.
d) Caracterización de nuestra investigación documental.
e) El contenido del volumen primero que aquí se presenta.
f) Reconocimiento y agradecimientos.

INTRODUCCIÓN

a) Punto de partida: el marco conceptual de lo que se entiende por “familia”.


b) Ficha 1 de conceptualización sobre familia y lo familiar.
c) Estudios antecedentes a un diagnóstico actualizado sobre la dinámica de las familias
mexicanas.
d) Utilidad de un estudio documental de prediagnóstico para fundamentar las investigaciones
empíricas subsiguientes.

CAPÍTULO 1. REVISIÓN DE LOS MARCOS Y CORRIENTES TEÓRICAS UTILIZADOS


EN EL ESTUDIO E INVESTIGACIÓN DE LA DINÁMICA FAMILIAR Y SUS PRINCIPALES
APLICACIONES EN MÉXICO

1.1 Estudios de la familia en general hechos con un interés básicamente preceptivo, educativo e
ideológico.
1.2 Estudios sociográficos de carácter fundamentalmente descriptivo e informativo en sus
realidades plurales y en sus procesos de cambio.
1.3 Enfoques de búsqueda explicativa basados en corrientes teóricas, paradigmas y tesis
interpretativas.
a) La búsqueda de una explicación que parte de la realidad macrosocial y de los sistemas es-
tructurales de la sociedad global, nacional y zonal.
b) Las familias vistas en su dimensión microsocial com resultado de la interacción de sus miem-
bros y de las relaciones interfamiliares y comunitarias.
c) Análisis referente al desarrollo de los ciclos familiares y de la sucesión intergeneracional.
d) La corriente fenomenológica en su estudio de la vida cotidiana y en su énfasis sobre el aná-
lisis de lo esencial y lo circunstancial mediante tipologías.
e) El enfoque constructivista y su aplicación en la cultura de la posmodernidad.
1.4 Enfoques para un análisis propositivo hecho de manera realista en su aplicación a la acción
interventora y de política familiar.
a) Los estudios sobre el planteamiento de una política familiar implícita o explícita, directa
o indirecta.
b) Paradigmas de las intervenciones familiares
c) Experiencias que vinculan la realidad familiar con programas y acciones específicas y
profesionales de servicio e intervención sobre la familia

SEGUNDA PARTE: PREDIAGNÓSTICO HIPOTÉTICO SOBRE LOS


PERFILES DE CONFORMACIÓN DE LA UNIDAD FAMILIAR
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN TIPOLÓGICA DE LAS FAMILIAS SEGÚN SU
UBICACIÓN EN EL CONTEXTO SOCIAL

2.1 El estudio tipológico de las familias como necesidad descriptiva y analítica.


2.2 Tipos de familias según el lugar geosociocultural en que se encuentran.
2.3 Tipos de familia según sus niveles socioeconómicos de vida.
a) Familias pobres en extremo y con importantes limitaciones.
b) Familias con pobreza relativa: proletarias y dependientes.
c) Familias de “clase media”, pequeño burguesas.
d) Familias de nivel “acomodado” y elitario.

CAPÍTULO 3. TIPOLOGÍA DE LA COMPOSICIÓN DEL GRUPO FAMILIAR EN LOS


HOGARES SEGÚN SU TAMAÑO, SEXO Y EDADES DE SUS MIEMBROS, Y SEGÚN SU
FORMALIZACIÓN INSTITUCIONAL Y SU CICLO VITAL

3.1 Tipología de las familias según el tamaño del grupo doméstico.


3.2 Tipología según el sexo y concepción de género predominante.
3.3 Tipos de familias según las edades y distancias generacionales.
3.4 Tipología familiar según el ciclo vital del núcleo central constituyente.
3.5 Tipología familiar según la formalización institucional de la pareja principal.

CAPÍTULO 4. TIPOLOGÍA DE LA COMPOSICIÓN DE LOS HOGARES SEGÚN LOS


VÍNCULOS DE PARENTESCO, MARITALIDAD Y OTROS

4.1 Los elementos fundamentales intervinientes en la conformación de la unidad familiar doméstica


y su clasificación cuantificada en estadísticas y encuestas.
4.2 El tipo de familia extensa, propiamente dicha, integrada en un hogar.
4.3 El tipo de familia semiextensa o nuclear extendida.
4.4 El tipo de familia propiamente nuclear-conyugal.
4.5 Los tipos de familia seminucleares: monoparentales, de padres sin hijos, e hijos sin padres.
4.6 El tipo de familia “compuesta”.
4.7 Los hogares no familiares: unipersonales y otros.

CAPÍTULO 5. CARACTERIZACIÓN DE LAS UNIDADES FAMILIARES SEGÚN DIVERSAS


CONDICIONES Y CATEGORÍAS SOCIOCULTURALES DE SUS MIEMBROS

5.1 Caracterización de las familias según la condición de salud de sus miembros.


5.2 Caracterización de las familias según niveles de escolaridad de sus miembros.
5.3 Caracterización de las familias según la adscripción religiosa y su religiosidad.
5.4 Caracterización de las familias según su exposición a los medios masivos de comunicación.
TERCERA PARTE: PROBLEMÁTICA Y ACCIONES DE APOYO
A LAS FAMILIAS
CAPÍTULO 6. PROBLEMÁTICA SENTIDA DERIVADA DE LA CONFORMACIÓN
FAMILIAR Y SU DINÁMICA

6.1 Problemática en cuanto a las condiciones contextuales socioespaciales y sociosocioeconómicas.


6.2 Problemática en cuanto a las vinculaciones sociales y a la conformación de los hogares.
6.3 Diversas problemática sentidas en cuanto a la composición de las unidades domésticas.
6.4 Problemática en cuanto a la crisis de valores culturales relativos a vida familiar.
6.5 Problemática en cuanto a la cohesión familiar y a su dinámica de desintegración grupal en el
curso de las diversas etapas y las distintas generaciones.
6.6 Manera de síntesis tentativa: tres tendencias del cambio estructural familiar.

CAPÍTULO 7. TESIS HIPOTÉTICAS SOBRE POLÍTICAS E INTERVENCIONES EN


VISTAS A LA PROMOCIÓN DE LAS FAMILIAS

7.1 Concepciones sobre lo que son las políticas familiares.


7.2 El cambio sociocultural involucrado en las políticas familiares.
7.3 Implicaciones de la teoría de la constructividad en las políticas e intervenciones familiares.
7.4 Importancia de la investigación aplicada a los procesos de construcción y reconstrucción familiar.
7.5 La visión constructivista aplicada a las acciones interventoras de carácter promocional, edu-
cativo, psicoterapéutico y organizacional.
7.6 Modalidades de los programas según la forma en que operan frente a familias.

RECAPITULACIÓN Y CONCLUSIONES

1. Tendencias más relevantes para el siglo XXI .


2. Necesidades de estudio en profundidad sobre la realidad familiar para su diagnóstico adecuado.

BIBLIOGRAFÍA DE LOS ESTUDIOS SOBRE LAS FAMILIAS

Bibliografía extensa de autores.

ANEXOS
(Disco aparte)

Anexo 1. Elementos de un diseño clasificatorio

1.1 Modelo rector de conjuntos temáticos.


1.2 Catálogo clasificado sobre enfoques teóricos y variables temáticas.

Anexo 2. Bibliografía sobre los estudias de las familias

2.1 Bibliografía extensa clasificada por referencia temática.


2.2 Relación de investigaciones empíricas.
A. Encuestas Nacionales y otras investigaciones registradas.
B. Reportes de investigación sobre dinámica familiar del Instituto Mexicano de Estudios
Sociales, A.C. Centro documental de Reportes.

Anexo 3. Fichas de contenido en obras de autores relevantes

3.1 Fichas sobre conceptualización de familia, matrimonio y otras manifestaciones familiares.


3.2 Fichas de contenido sintético relativo a obras de autores relevantes.
Anexo 4. Datos comparados de dinámica familiar provenientes de encuestas realizadas
en las últimas cuatro décadas del siglo XX en México

4.1 Cuadro del total de hogares por entidad federativa.


4.2 Datos relativos a variables comparadas provenientes de diversos estudios.
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

Presentación*

a) Importancia del estudio Con el estudio de la familia, como unidad mi-


crosocial, se comprende, a su vez, el sentido de
de la Familia los afanes humanos, del trabajo cotidiano y de
su explotación o liberación. La familia está im-
Las ciencias sociales tienen un papel relevante en plicada, fundamentalmente, en los cambios, en
la sociedad contemporánea en proceso de diver- las perspectivas de género, reguladoras de las
sificación y de cambios acelerados nunca antes relaciones y de los papeles que se les asignan a
conocidos. El ser humano requiere comprender los hombres y a las mujeres. El análisis de la fa-
el mundo transformante que le tocó vivir. Se tra- milia resulta imprescindible como marco de re-
ta de todo un macrocosmos que ya no se puede ferencia fundamental, para comprender el sen-
entender sólo a partir de creencias e ideologías tido de la reproducción de la población y de las
simplificadas y estáticas; menos tomando como relaciones intergeneracionales, pero también de
referencia unilateral la concepción cultural here- los movimientos migracionales y de la condición
dada de las generaciones anteriores. sanitaria. No se puede tratar la regulación de la
fecundidad, la sexualidad asumida, ni al aborto
La concepción del macrocosmos, aplicada mismo, como fenómenos sociales, sin estudiar
a la realidad social, implica una constante re- la significación que adquieren de acuerdo a las
conceptualización del mundo a escala mundial, transformaciones experimentadas en las diver-
continental y nacional. Su comprensión, sin em- sas conformaciones familiares. Toda conducta
bargo, no puede hacerse solamente mediante demográfica está implicada esencialmente en la
una racionalidad abstracta que concibe estruc- dinámica de las mismas familias a través de sus
turas y sistemas del mundo moderno más allá modalidades organizacionales.
de las realidades inmediatas que afectan la vida
cotidiana de los seres humanos. Tampoco puede entenderse la crisis valoral,
los cambios morales y las referencias éticas y
Por ello, para entender la significación de los religiosas ocurridas, y en general, las mutacio-
grandes sistemas globalizadores, es absolutamen- nes culturales ocurridas en nuestro mundo ac-
te indispensable el conocimiento que proporcio- tual, sin tomar en cuenta, de manera directa,
na la ciencia empírica al investigar, en concreto, los cambios sufridos por la familia en sus proce-
las transformaciones vitales ocurridas en esa vida sos de transformación intergeneracional.
cotidiana, comenzando por la familiar. Ahí es
donde se va a reflejar toda la vida colectiva en Resulta imposible hacer un análisis profundo
forma condensada, a escala humana. Al nivel fa- de la vida infantil y de sus derechos humanos, de
miliar se comprende lo que significan -para bien y la juventud y de sus manifestaciones críticas, de la
para mal- todas las políticas sociales, económicas tercera y cuarta edad, en toda su problemática,
y culturales llevadas a cabo en un país, continente sin referirlos a la estructura y dinámica familiar.
y en el mundo entero. Ahí es donde adquiere sig- Si no entendemos el papel que juegan las familias
nificado humano, la realidad social global. en todo esto -como unidad de mediación, pero

*
Elaborado por Luis Leñero Otero. Profesor Titular de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Presidente del Instituto
Mexicano de estudios Sociales A. C.. Investigador Nacional III en el sistema Ncional de Investigadores.

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Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

también de repercusión- perdemos gran parte tivamente no podrá realizar su trabajo sin un
del sentido que tiene la existencia de hombres cuerpo teórico y una información abundante
y mujeres concretos. Más aún, para orientar la proveniente de la investigación empírica.
política social, la asistencia y la previsión social,
así como para intervenir en la rehabilitación de Nuestro estudio presente no podrá abar-
discapacitados, afectados por los desórdenes car todas las operaciones necesarias para el
mentales y conductuales, y de estigmatizados diagnóstico que se busca. Por eso hablamos
sociales, es imprescindible contar con la par- solamente de un prediagnóstico que presenta
ticipación de las familias involucradas directa e la información que justifica hipótesis consisten-
indirectamente. No se pueden establecer pro- tes de una realidad familiar, preliminares a un
gramas de salud pública y de prevención social, diagnóstico actualizado proyectado para el ini-
en sus diferentes dimensiones, sin un constante cio del siglo; pero a la vez, buscamos un acerca-
diagnóstico particular y colectivo de las redes miento a la comprensión de los fenómenos más
familiares implicadas. La familia resulta, así, una relevantes de la vida familiar, derivados de los
referencia fundamental en toda las planeacio- diversos estudios revisados en este estudio.
nes y promociones de urbanización y de asen-
tamientos humanos; de movilidad social, de
modernización y de organización de la socie-
dad civil. Está involucrada en la democratiza-
ción y en el desarrollo sociocultural pues de la
experiencia familiar se toman -para bien y para
mal- gran parte de las predisposiciones actitu-
dinales. El fenómeno familiar siempre está pre-
sente y su análisis resulta imprescindible para el
tratamiento de todos ellos.

Con el estudio de las familias, en su conjunto


y en su variedad, la experiencia de la vida pri-
vada se convierte en comprensión de la exis-
tencia colectiva, a escala humana: de un pasa-
do heredado en el presente y de un presente
transformado por los hijos y los nietos en la
serie sucesiva de generaciones coexistentes en
el tiempo y en el espacio.

Sin embargo, el sentido que tiene la in-


vestigación social sobre la familia, responde
a diversos intereses, tanto de conocimiento
como de aplicación de ese conocimiento. Al
investigador de la familia se le pide que su tra-
bajo tenga un fruto evidente. Este producto
investigativo debe, de alguna manera, estar
vinculado a la vida misma, a su problemática y
a su transformación. El científico propiamente
dicho no podrá ser un agente activo en la mis-
ma medida que lo es el profesional ejecutor de
acciones o del consultor comprometido en la
casuística diversa, pero tendrá que desarrollar
su investigación tomando en cuenta todas las
intervenciones hechas por unos y otros, pues
forman parte de la misma realidad que inves-
tiga. A su vez, el profesional que interviene ac-

12
Presentación

b) Objetivos del estudio sus condicionantes y mediaciones sociales


más significativas, concurrentes según las
documental monográfico variedades tipológicas de las familias.

El propósito de este estudio que aquí se pre-


senta de manera extractada ha sido la elabo-
ración de una investigación documental ex-
ploratoria de prediagnóstico-hipotético que
consista en una revisión de avances de cono-
cimiento, tanto conceptuales como empíri-
cos, a partir de investigaciones realizadas en
México y en otros países, pero que han gene-
rado aplicaciones investigativas en el nuestro.
Todos ellos referidos a lo que se entiende
por tipología de conformación de las familias
y dinámica de sus relaciones intrafamiliares
referidas principalmente a su manifestación
social y sociocultural. Es decir, conocer su
situación plural y sus posibles tendencias en
cuanto a sus cambios y necesidades senti-
das. Se espera que este estudio documental,
unido a las otras áreas de investigación del
Diagnóstico: Compilación, Marco Jurídico y
Políticas Públicas sirva para fundamentar el
diseño y el análisis de la Encuesta Nacional
sobre Dinámica Familiar y finalmente, contri-
buya al planteamiento del Diagnóstico de la
Familia Mexicana.

Objetivos específicos

Se trata, en particular, de:

1) Presentar una revisión sobre los principales


marcos teóricos aplicados a la estructura y
dinámica familiar, y sobre los marcos concep-
tuales más específicos, derivados de ellos.

2) Presentar monográficamente algunos de


los resultados relevantes derivados de in-
vestigaciones empíricas sobre las variables
detectadas en cuanto a la conformación ti-
pificada de los diversos grupos familiares y
de su microdinámica interna, en México.

3) Se pretende presentar como hipótesis direc-


trices una serie de tesis básicas encontradas
en diversos estudios y análisis de investiga-
dores especializados en el estudio de la fa-
milia en México, elaboradas como búsqueda
de implicaciones sociofamiliares (tratadas
como variables dependientes en relación a

13
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

c) El trabajo de revisión años. Hemos podido constatar las dificultades y


equívocos de un trabajo científico al respecto;
de investigaciones sobre la hemos compartido con otros investigadores
conformación de las unidades este propósito de conocimiento aún en cier-
familiares y la dinámica de sus nes. Pero también hemos sido testigos de los
avances en este campo. Ahora reconocemos y
interrelaciones intragrupales consultamos a todo un contingente de estudio-
y sus alcances sos que trabajan en esta labor enfocada sobre
la familia: corazón de la vida colectiva y genera-
Este estudio ha podido revisar muchas de las dora de las nuevas generaciones.
investigaciones teóricas y empíricas que se han
desarrollado en México desde los años sesenta.
Pretende apuntar, más que analizar en detalle,
algunos de los hallazgos más confirmados que,
en esta tarea investigativa, han hecho cientos
de investigadores preocupados por entender
la profunda transformación de la dinámica fa-
miliar ocurrida en nuestro país y en el mundo
entero. Todo ello, para una mejor información
y comprensión de su encarnación real, humana
y colectiva al inicio de este siglo.

Desgraciadamente, en el escaso tiempo que


se ha dispuesto, ha resultado imposible abarcar
la pluralidad y riqueza de los análisis de tantos
especialistas, provenientes de todas las disci-
plinas y de todas las orientaciones ideológicas.
El estudio, proyectado como prediagnóstico,
es sólo introductorio, pero puede servir para
plantear un sinnúmero de propuestas hipotéti-
cas de comprensión, útiles en la elaboración de
un primer diagnóstico nacional que se construya
con una base realista de información. Podrá ser-
vir de insumo a la formulación de una política
que tome en cuenta las realidades familiares, y
oriente el sentido de las acciones e intervencio-
nes sociales en mayor beneficio y promoción
autogestiva de las familias concretas. Se trata de
impulsar el desarrollo de esas familias mexicanas
a partir, por un lado, del aprendizaje de su pro-
pia experiencia vital, y por el otro, del análisis de
los especialistas, atentos a descifrar lo que está
ocurriendo en la vida familiar, para que, final-
mente su clamor llegue a los responsables de la
conducción gubernamental, en los tres poderes:
legislativo, ejecutivo y judicial, y en los tres nive-
les de jurisdicción: municipal, estatal y federal.

Hemos vivido esta búsqueda investigativa


del fenómeno familiar y colaborado con el Sis-
tema Nacional para el Desarrollo Integral de la
Familia, desde su nacimiento hace veintiocho

14
Presentación

d) Caracterización de nuestra
investigación documental
De ahí parte nuestro estudio presente. Elabo-
ramos, en primer lugar, una extensa bibliogra-
fía con cerca de un millar de títulos, relativa
a unos 800 autores diversos, clasificados por
enfoque y tema específico para su consulta.
Identificamos y analizamos brevemente vein-
te enfoques de orientación teórica utilizada en
los estudios y en las acciones sociofamiliares.
Hemos clasificado los análisis referidos a siete
grandes campos de la dinámica familiar, con 35
subcampos y unas doscientas variables especí-
ficas de temática tratada. Después, elaboramos
200 fichas de contenido sintético de obras de
autores selectos, escogidas en especial por su
relevancia y oportunidad.

Posteriormente, nos asomamos y compara-


mos datos e informaciones de unos 88 repor-
tes de investigación sobre la dinámica familiar,
provenientes de encuestas y estudios cualita-
tivos. Pero además, en este primer esfuerzo de
rescate de información proveniente de investi-
gaciones empíricas, elaboramos 4,500 fichas de
datos por variable, derivadas en particular de 53
investigaciones realizadas en distintos tiempos,
en diferentes lugares de la República, y en algu-
nos países, principalmente latinoamericanos.

Quisimos avanzar más en este prediag-


nóstico realizando un trabajo de análisis de la
información obtenida gracias al apoyo del Sis-
tema Nacional para el Desarrollo Integral de la
Familia. No obstante, dada la amplitud de las
miras, la tarea requiere aún ser completada en
una subsiguiente publicación y en varios análisis
subsiguientes más en detalle.

15
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

e) El contenido del volumen edad y estado civil, como en su modalidad


adoptada según los lazos de consanguini-
primero que aquí se presenta dad y afinidad marital, dentro de los ho-
gares. De hecho, en las unidades grupales
Hemos querido presentar primeramente un familísticas se incluyen casi siempre tres
material derivado de nuestra revisión de es- o más generaciones de parientes y varias
tudios en torno a la conformación de las uni- parejas maritales, pero en los hogares nu-
dades familiares en su pluralidad. En primera cleares quedan solamente dos generacio-
instancia, relativo a los enfoques disciplinares nes (y eventualmente una sola en las pare-
y teóricos utilizados por los especialistas en el jas sin hijos). A su vez, si en el grupo fami-
análisis de la vida familiar; y en segunda instan- liar pluridoméstico casi siempre aparecen
cia, referido a los estudios empíricos sobre la dos y muchas más parejas maritales, en
realidad de la composición familiar, la formula- vinculación estrecha, en los hogares pue-
ción de tipologías al respecto y el esbozo de las den quedar reducidos a uno solo (en el ho-
implicaciones analíticas cuando se puede visua- gar nuclear-conyugal) o sin ninguna pareja
lizar la diferenciación de las unidades familiares hombre-mujer completa. (en los hogares
aparecidas, de hecho, en la realidad plural de uniparentales). Y esta diferenciación tiene
un país como México. sin duda consecuencias importantes en la
dinámica familiar y en su problemática y
En un segundo volumen de esta monogra- desarrollo. De sus miembros, en su con-
fía de prediagnóstico preparamos, en cambio, junto y de sus individualidades conectadas
una revisión de las tendencias aparecidas en la entre sí proviene una dinámica diferencial
dinámica microfamiliar estudiada por los espe- de las relaciones intrafamiliares, de acuer-
cialistas y analistas en este campo específico de do a la conformación doméstico-familiar
las interrelaciones humanas al interior de las de las distintas unidades.
unidades familiares.
Por ello, es importante, para un diagnóstico
En cuanto al volumen presente de prediag- de la vida familiar en un país con tanta desigual-
nóstico, después de una introducción, lo hemos dad, resaltar lo que casi todos los investigado-
planteado en tres partes y varios materiales ad- res familiares ratifican en su estudio de lo fami-
herentes para una labor de consulta: liar: no podemos hablar genéricamente de “la
familia”, en singular, sólo como una unidad ins-
1) La primera parte, muestra una Revisión titucional establecida mediante un modelo ex-
sobre los marcos y corrientes teóricas clusivo. En el estudio empírico de la realidad de
aplicados a la dinámica familiar, llegados a las familias siempre tenemos que referirnos a la
México en la segunda mitad del siglo XX o pluralidad de las unidades grupales, cambiantes
formuladas aquí. en el tiempo y en el espacio. Cambiantes en el
hilo de las generaciones y cambiante durante
2) La segunda parte, referida a Las tipologías de los ciclos vitales en los que se integran, se re-
la conformación de las unidades familiares, producen y se desintegran las parejas maritales,
comprende varios capítulos: a la vez que se descomponen las vinculaciones
de padres con hijos y con otros parientes in-
a) Capitulo 2, alude a la diferenciación tipo- volucrados. La generalización sobre la realidad
lógica según la ubicación de las unidades familiar pluralizada tiene que relativizarse a
familiares, en el espacio sociogeográfico, partir de tipologías de sus unidades grupales,
y en la estratificación desigual de las ca- para identificar perfiles similares entre sí, y di-
pas sociales. ferencias importantes frente a otros.

b) Capitulo 3 y Capitulo 4, de ésta segunda c) En el Capitulo 5, de la segunda parte de


parte, están referidos a la cuestión clave este primer volumen se refieren a la ca-
de la composición del grupo familiar tanto racterización también diferencial de las
en su tamaño y componentes según sexo, familias según la diversa conjunción de

16
Presentación

las categorías socioculturales y conduc- su mejor referencia en todo el estudio mo-


tuales de los miembros que conforman nográfico y de revisión de tesis hipotéticas
la unidad familiar: educación, religión, para el diagnóstico posterior.
ideología, concepción de género, traba-
jo y ocupación, así como etapa del ciclo 5) Ya en los anexos aparecen diversos materia-
vital, y tipo de autoridad y participación les: en el primero, un modelo rector de los
decisoria ejercida dentro de cada grupo conjuntos temáticos directrices de nuestra in-
familiar. Y de acuerdo a la conjunción dagatoria, así como un catálogo de enfoques
entre unos y otros se ensayan sus es- teóricos utilizados en el estudio de los inves-
trategias vitales y se adoptan prácticas tigadores y ensayistas. En el segundo anexo:
distintas, respetando el sentido de su una primera relación de las investigaciones
experiencia particular. Cuando estudia- realizadas por el Instituto Mexicano de Estu-
mos la realidad familiar, analizada en la dios Sociales, A.C. como institución pionera
información recabada por unos y otros, realizadora de un mayor número de investi-
constatamos que las familias viven inten- gaciones de primer grado sobre diversas te-
sa y cotidianamente una conformación máticas de la dinámica familiar, desde 1965
propia, pero siempre en transformación hasta la fecha. A esta relación de investiga-
durante las distintas etapas. La esencia ciones, cuyos reportes y datos se encuentran
intergeneracional y reproductiva de sus en el centro de documentación del Instituto1,
unidades las llevan a vivir una revolución añadimos una relación básica de las grandes
interna frente a sus patrones culturales y encuestas nacionales que, aún cuando su pro-
a sus valores convencionales. Pero tam- pósito demográfico no coincida con el interés
bién ahí encuentran, o pueden encon- por analizar la estructura de las unidades fami-
trar, dentro de ellas, los vínculos más liares extradomésticas y su dinámica familiar,
estrechos y fuertes de su propia rein- como tal, contienen importantes datos sobre
corporación y reconstrucción. estos campos de nuestro estudio. También
aparece la relación de una serie de investi-
3) Finalmente, en la tercera parte de este tra- gaciones específicas realizadas en las últimas
bajo de prediagnóstico, nos hemos asomado décadas del siglo XX, presentadas en eventos
a múltiples estudios realizados en torno a lo y publicadas en memorias de sus reuniones o
que puede llamarse, Capitulo 6, por un lado, en libros colectivos en los que han contribuido
la problemática sentida por los miembros diversos autores. La relación de investigacio-
de las familias y después, sobre las políticas nes y la bibliografía completa y clasificada por
sociales de implicación familiar, referidas tema también aparece en el disco apéndice
principalmente a esa problemática y Capi- que acompaña a esta publicación.
tulo 7, a las prácticas de intervención y de
promoción familiar e interfamiliar. Si todo Finalmente, en el anexo tres y cuatro se pre-
ello llega a ser visto desde la perspectiva sentan, por un lado, fichas de contenido que re-
de la dinámica de las propias familias estu- sumen conceptos de la familia, obras y artículos
diadas, tenemos necesariamente una nueva de estudios elaborados por autores relevantes;
visión de lo que tienen que ser las directivas y por el otro, se muestran datos básicos com-
y estrategias de la política social para la pro- parados, derivados de diversas investigaciones
moción familiar e interfamiliar, no para su sobre la configuración de las familias.
imposición desde arriba, ni desde la propia
visión del especialista y profesional.

4) Acompaña al estudio una amplia bibliografía


de autores, clasificada temáticamente para

1
Véase anexo 2.2

17
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

f) Reconocimientos y Agradezco al Instituto Mexicano de Estudios


Sociales, A.C. y a todos sus miembros, las faci-
agradecimientos lidades para disponer de su biblioteca especia-
lizada y de su banco de datos de investigaciones
Es importante hacer aquí un reconocimiento familiares. Han sido las principales fuentes de la
cumplido al empeño e interés de la Sra. Ana revisión documental realizada. Me siento en
Teresa Aranda Orozco, Directora General del especial muy reconocido por el aporte valioso
Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de en este estudio hecho por las investigadoras
la Familia, por su visión y voluntad política para del IMES Ángeles Beltrán, Guadalupe Zetina,
llevar a cabo esta misión de un Diagnóstico de Hilda Rebeca Silva e Hilda Esther Méndez, por
la Familia Mexicana, y en particular, del estudio su trabajo en la elaboración de fichas de conte-
que aquí se presenta. También quiero agrade- nido de autores y obras, elaboración del archi-
cer al Ing. Felipe Valdez de Anda, Subdirector vo de datos y cuadros comparativos, y por su
General de Atención a Población Vulnerable del labor de compilación del catálogo bibliográfico
Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de y otros apoyos.
la Familia, su gentileza y su apoyo para llevar a
cabo este proyecto de investigación monográ- Agradecimientos particulares debo a mi
fica de carácter documental, sin él este estudio asistente en la presidencia del IMES, María Te-
no se hubiese realizado; y además agradezco a la resa Guzmán Figueroa, por su diligencia eficaz,
Lic. Patricia Anaya Calderón, Secretaria Técnica abierta disposición y apoyo moral, logístico,
de la Subdirección de Atención a Población Vul- documental y electrónico.
nerable, del Sistema Nacional para el Desarrollo
Integral de la Familia como Coordinadora del Pero también, de manera personal, me
Comité de Elaboración del Diagnóstico, por sus siento grandemente agradecido con mi querida
atenciones a nuestro equipo de investigación. y entusiasta Mari Carmen, compañera de vida
y de estudios, que tanto me ha enseñado en
Quiero hacer también público mi profundo cuanto a perspectiva de género y experiencia
agradecimiento al Dr. Rubén Hill, quien fuera amorosa, familiar durante los muchos años
Presidente de la Asociación Internacional de venturosos de nuestra vida en común, más allá
Sociología, eminente especialista de la fami- de mis balbuceos en el estudio sociológico de
lia al nivel mundial, maestro y asesor nuestro la dinámica familiar mexicana.
en la primera investigación nacional sobre
las familias mexicanas en 1966-69. Dejó en Y finalmente mi reconocimiento más profun-
nosotros una vocación por el estudio familiar do a las familias mexicanas de todas las latitudes
que ha llegado hasta este trabajo. Mi recono- y de todos los ámbitos sociales, porque me han
cimiento a todos los colegas del Comité de permitido estudiarlas a partir de la comunica-
Investigación Familiar de la Asociación In- ción de sus propias experiencias e inquietudes
ternacional de Sociología, de quienes hemos y de los análisis de tantos especialistas colegas
aprendido e intercambiado tantos avances reportados en este trabajo. De ellos y a ellas va
investigativos; a los colegas especialistas en la dirigido este bosquejo de prediagnóstico hipo-
dinámica familiar en México, particularmente tético de su trayectoria hacia el nuevo siglo.
al Instituto de la Familia, pionero de la terapia
familiar en México, en especial a los Doctores
Raymundo Macías, fundador y encaminador
de varias generaciones de psicoterapeutas, al
Dr. Francisco Avilés, a la Dra. Emma Espejel
y al Dr. Enrique Dulanto, reconocido pediatra
mexicano y amigo de muchos años; así como,
a tantos más miembros del Consejo Directivo
del IMES de quienes hemos aprendido mucho
y contamos con su amistad afable su colabora-
ción desinteresada y fructuosa.

18
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

Introducción

a) Punto de partida: el marco


conceptual de lo que se
entiende por “familia”
Aparentemente todos creemos saber lo que es
la familia, porque la hemos vivido desde nues-
tra infancia y la hemos formado o proyectado
en nuestra juventud madura, en nuestra adul-
tez y edad mayor. Pero por ello mismo, nues-
tra experiencia personal es equívoca si quere-
mos extrapolarla al conjunto de familias. Pre-
sentamos aquí una serie de fichas relativas a las
conceptualizaciones hechas por reconocidos
especialistas de las ciencias sociales, autores de
estudiosos sobre la familia

19
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

b) Ficha 1 de conceptualización tes, que comparten la misma vivienda y es-


tán sujetos a una misma autoridad.
sobre familia y lo familiar
f) Extensa propiamente dicha, cuando la fa-
Giner, Lamo de Espinosa y Torres. Diccionario milia conjunta vive dispersa aunque suelen
de Sociología. Alianza Editorial, Madrid, 1998: residir próximos y realizar actividades eco-
nómicas comunes*.
FAMILIA: “Designa a un grupo social consti-
tuido por personas vinculadas por la sangre, el Giner, Lamo de Espinosa y Torres. Diccionario
matrimonio o la adopción, caracterizado por de Sociología. Alianza Editorial, Madrid, 1998:HI-
una residencia común, cooperación económica LLMANN, Karl - Heinz. Diccionario Enciclopédi-
reproducción y cuidado de la descendencia”. co de Sociología. Ed. Herder, Barcelona 2001:

“Murdock, enumeró cuatro funciones desem- FAMILIA: “ La más importante y difundida


peñadas por la familia, aislables unas de otras forma de grupo social; la vida en común de por
pero que en ninguna otra institución se hallan in- lo menos dos generaciones en un grupo (pri-
tegradas: sexualidad, procreación, socialización mario) caracteriza a la familia como un mundo
y cooperación económica. Pero las modalidades vital social de tipo especial. La familia estructura
de esas funciones cambian sustancialmente en el de un modo fundamental, la vida y la biografía
tiempo, entre sociedades, clases sociales o en el de los hombres [y mujeres]; forma parte de su
transcurso del ciclo de vida de la familia.” biografía de status. La estructura, el tamaño, la
composición y las funciones de la familia, se de-
Hay distintos tipos de familia: terminan por su posición en la estructura global
de la sociedad, aunque a su vez las formas es-
a) Según sus reglas de residencia: patrilocal, pecíficas de vida familiar actúan en el entorno
cuando la pareja casada establece su resi- social y, por lo mismo, de un modo especial en
dencia con los padres del marido; matrilocal el desarrollo social (cambio sociocultural).”
o neolocal.
a) “La familia lleva a cabo, desde distintas consi-
b) Según el número de esposos: monogamia, deraciones, las funciones de actividad repro-
cuando la unión es de un solo marido y una ductora, mantenimiento de la producción y
sola esposa; poligamia, en sus modalidades del abastecimiento de acuerdo con la división
de poliginia y poliandria, cuando un cónyuge del trabajo, adjudicación de status, clasifica-
se une con dos o más del otro sexo. ción social, así como socialización y control
social. Las reglas para contraer matrimonio,
c) Según las relaciones de poder: Patriarcal, los sistemas de parentesco, así como, las
cuando el marido es el dominante; matriar- reglamentaciones jurídicas, económicas, re-
cal si lo es la esposa; e igualitaria. ligiosas y culturales determinan la manera de
elegir pareja y así se estructuran las formas
d) Según la modalidad de composición grupal familiares consentidas.”
en el hogar: Las nucleares, compuestas de
esposa e hijos no unidos maritalmente. GALLINO, Luciano. Diccionario de Sociología.
Ed. Siglo Veintiuno editores. México, 1995.
e) La familia conjunta, constituida por dos o
más parientes por línea directa y del mismo FAMILIA: Es una unidad fundamental de la orga-
sexo, junto con sus cónyuges y descendien- nización social compuesta, como mínimo, por:

*
La referencia a la familia extensa, propiamente dicha se usa para caracterizar a aquellos sistemas familiares cuyo ideal social es que convivan
en el mismo grupo doméstico miembros adultos de diversas generaciones [y al menos dos o más parejas maritales]. También se aplica a
las familias poligámicas..., e incluso para referirse a los hogares nucleares ampliados , por el hecho de acoger a un padre o a una madre
viudo-a de alguno o de ambos esposos. [También es el caso de la familia troncal] como segmento de linaje [patri o matrilineal] ... en la
detipo virolocal [o de mayorazgo].

20
Introducción

a) Dos individuos de sexo opuesto que convi- económica o de ascendencia / descendencia


ven en forma estable en una misma vivien- biológica, o bien únicamente a las colectivi-
da como consecuencia de algún tipo de dades de convivientes entre los cuales estos
matrimonio, mantienen relaciones sexua- tres tipos de relaciones.
les y afectivas, cooperan regularmente en •Si se debe entender por familia también cuan-
la reproducción material de su existencia, do falta el requisito de aprobación pública, o
repartiéndose el trabajo dentro y fuera de bien la legitimación social.
la unidad; y cuya convivencia, las relaciones •Si se puede incluir como familia a la madre
sexuales y afectivas, la cooperación econó- con un hijo o una hija, puesto que son ellos
mica, son aprobadas y reconocidas como los únicos unidos por un vínculo de ascen-
legítimas –a cambio de la conformidad a dencia / descendencia biológica verificable
ciertas normas sociales, en primer lugar las con certeza, antes que a la pareja hetero-
que regulan el matrimonio—por la sociedad sexual [u homosexual].
de la que forman parte.
BARFIELD, Thomas. Diccionario de Antro-
b) Dos individuos de sexo indiferentemente pología. Ed. Siglo Veintiuno editores, México,
igual o distinto, unidos por una relación de 2000.
ascendencia / descendencia biológica di-
recta (sustituida a veces por relaciones de FAMILIA: “Es un grupo social caracterizado
adopción), que conviven en forma estable por la residencia en común, la cooperación
y cooperan en el plano económico –si bien económica y la reproducción. Incluye a adul-
en algunos casos esa cooperación puede tos de ambos sexos, al menos dos de los cua-
reducirse, al menos por algún período, a la les mantienen una relación sexual socialmente
manutención del o los descendientes por el aprobada y uno o más niños propios o adopti-
ascendiente—cuyas relaciones de ascenden- vos, de los adultos que cohabitan sexualmente”
cia / descendencia biológica, de convivencia (Murdock, 1949).
y de cooperación económica son igualmen-
te aprobadas y reconocidas como legítimas a) “En contraste, hoy hay poco consenso entre
por la sociedad, siempre a cambio de la con- los antropólogos respecto al significado de
formidad a determinadas normas. la palabra familia y menos en lo relativo a
cómo generalizar acerca de la vida familiar
c) “La familia reviste en casi todas las sociedades en todo el mundo ( Collier et al, 1992)”.
el carácter de una institución, y representa
en general el núcleo de mayor condensación b) “La familia nuclear es el tipo que nuestra
de los sistemas de parentesco.” propia sociedad reconoce con exclusión de
todos los otros. Sin embargo, entre la ma-
Alternativas de conceptualización más yoría de los pueblos de la tierra las familias
precisa de la familia nucleares se combinan, como los átomos en
una molécula, en agregados más grandes”.
•Si la familia debe incluir, además de la existen-
cia de relaciones sexuales, la posibilidad de c) “Pero la afirmación de que la familia nuclear
procreación o incluso la existencia efectiva es un elemento constructivo de la sociedad
de progenie. comparable al átomo [o a una célula madre]
•Si debe incluir solamente a los que conviven es puesta en duda en la actualidad por la di-
en forma estable en una misma vivienda, o versidad de familias que hay en el mundo,
también a los parientes consanguíneos y afi- incluso en Estados Unidos y Europa”.
nes que no conviven, pero con los que se
mantienen relaciones regulares, afectivas y d) “Pero las definiciones formales de familia ig-
económicas. noran la actual popularidad de los matrimo-
•Si se debe considerar como familia cualquier nios sin hijos, la existencia de familias creadas
colectividad de convivencia entre los cuales con base en la adopción o la inseminación
existen relaciones sexuales o de cooperación alternativa, la frecuencia creciente en las so-

21
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

ciedades occidentales de padres solteros y ocurre legítimamente, en el que los adultos


de casas encabezadas por una sola persona, son responsables frente a la sociedad del
y la presencia cada vez mayor de uniones cuidado y educación de los hijos y es, ade-
homosexuales de un mismo sexo, hombres más, una unidad económica, por lo menos de
o mujeres, que muchas veces incluyen niños consumo. (atribuidas cuatro funciones según
y que pueden estar marcadas por relaciones Murdock: sexo, procreación, socialización y
sexuales entre dos o más adultos que pueden cooperación económica). Pero estas funcio-
residir o no en la misma unidad doméstica.... nes, por separado, son también satisfechas
¿se incluyen las familias que reciben niños en por otras instituciones sociales. La única ins-
tutela temporal a cambio de un pago?¿y qué titución que las conjunta es la familia, en una
pasa con los hijastros? ¿Qué ocurre con el fórmula única de convivencia”.
incesto? ¿Y con las unidades domésticas en
las que hay sirvientes, esclavos o concubinas? RIBEIRO, Manuel. Familia y Política Social. Ed.
¿Hay algún espacio en la familia nuclear para Grupo Editorial Lumen. Hvmanitas, Buenos Ai-
los muertos, es decir, los antepasados”. res, 2000:

e)“ En lugar de pensar en la palabra “familia” FAMILIA: “ Grupo primario formado por
como una categoría que tiene que definirse padre(s) e hijo(s), y eventualmente otros pa-
antes de poder llenarla de datos, ¿por qué rientes, unidos entre sí por lazos múltiples y
no concentrarse mejor en asuntos y pro- variados que se apoyan y ayudan de manera
blemas de investigación que de cualquier recíproca y que cumplen diversas funciones en
manera resultarían de mayor interés”. beneficio mutuo y de la sociedad”.

GINER, Salvador. Sociología. Ed. Península, a) Padres biológico o adoptivos, dentro o fue-
Barcelona, 1999: ra de la casa; padres únicos (familias mono-
parentales), o en pareja [o en grupo, en las
FAMILIA Y SISTEMAS SOCIALES CON- comunas].
SANGUÍNEOS: “Además de ser el grupo
primario más descollante, es el agente socia- b) Otros parientes no sólo padres e hijos. (fami-
lizador más considerable, por lo menos en un lias extensas, semiextensas y compuestas).
gran número de sociedades. Es un sistema
social universal que varía en su estructura, c) Lazos múltiples: matrimoniales, de adop-
pero se encuentra en todo el mundo. Sin em- ción, uniones consensuales de hecho, lazos
bargo, las enormes variedades que encontra- biológicos (consanguinidad), afectivos y edu-
mos en la familia crean dificultades singulares cativos , culturales y valorales.
de definición.
d) Beneficios tales como, el desarrollo perso-
a) “No es satisfactorio definir la familia como nal y social [o su contrario], de cooperación
institución que regula el acceso sexual legíti- económica, manutención, de reproducción
mo del hombre a la mujer, pues en muchas biológica y social, de seguridad, de identidad
sociedades tal acceso no queda confinado a psicológica y social.
la familia”.
e) “Actualmente las familias asumen las mis-
b) “Más insatisfactorio aún es decir que la fami- mas responsabilidades que las de antes en
lia es una unidad social de reproducción: hay relación a sus miembros, pero en general
sociedades donde el padre biológico no es el por períodos más largos, a causa de la ma-
padre putativo o social, del cual el hijo here- yor duración de la estancia de los hijos en
da status, nombre y situación económica”. la escuela Y del aumento generalizado de la
esperanza de vida.”
c) “La familia es un grupo social en el que el
acceso sexual está permitido entre ciertos f) “También las familias reconstituidas, mono-
miembros adultos, en el que la reproducción parentales o de otros tipos no tradicionales,

22
Introducción

han llegado a ser numerosas, comparadas ción de los cónyuges, entre ellas, la exogámica o
con las familias nucleares formadas por una la endogámica; con distintas modalidades, pro-
pareja, donde los dos miembros no se casa hibiciones e innovaciones; 3º Cómputo de los
más de una vez en toda la vida.” descendientes: sistema patrilineal, matrilineal o
bilateral; 4º Forma del círculo familiar: patrilocal,
R.M. Mac IVER y Charles PAGE. Sociología. Ed. matrilocal, régimen de consanguinidad y de pa-
Tecnos, Buenos Aires, 1958. rentesco específico; 5º Con una cronología di-
námica variante: a) Etapa formativa prenupcial;
FAMILIA: “Es, con mucho, el más importante b) Etapa nupcial; etapa de madurez; etapa de
grupo primario de la sociedad. Pero, en mayor disgregación y de sucesión” [pero con posibles
medida que ninguna otra organización, existe cortes, rupturas y reconstituciones].
sólo como proceso, [tanto como] en la histo-
ria humana, como el sufrido durante la vida de LAING, R.D. El cuestionamiento de la familia.
cada caso particular.” Ed. Paidós Mexicana, México, 1971.

a) “La familia es un grupo definido por una rela- FAMILIA Y “FAMILIA INTERNALIZA-
ción sexual lo suficientemente precisa y du- DA”: “Hablamos de familias como si todos no-
radera como para proveer a la procreación y sotros supiéramos qué son. Damos el nombre
crianza de los hijos. En ella pueden incluirse de tales a grupos de personas que viven juntas
las relaciones colaterales o subsidiarias, pero durante determinados períodos y se hallan vin-
básicamente está constituida por la vida en culadas entre sí por el matrimonio o el paren-
común de los cónyuges, quienes forman con tesco de sangre.”
su descendencia una unidad característica.
Esta unidad posee unos determinados ca- a) “Cuanto más estudiamos la dinámica de la
racteres comunes, de los que los cinco si- familia, más difícil nos resulta distinguir en
guientes son particularmente importantes: qué se asemeja y en qué se diferencia de la
dinámica de otros grupos que no reciben
• Una relación conyugal; el nombre de familias, incluso si dejamos
• Una forma de matrimonio u otro régimen de lado las diferencias que presentan las
institucional, con relación al cual se esta- familias entre sí. Otro tanto ocurre con la
blece y mantiene la relación conyugal; estructura: conjunto de pautas más estables
• Un sistema de nomenclatura, que implica y duraderas que las demás; también en este
también una forma de cómputo de los caso las comparaciones y generalizaciones
descendientes; deben ser en extremo cautelosas.”
• Una dotación económica, compartida por
los miembros del grupo, pero con espe- b) “La dinámica y las estructuras observables
cial afección a las necesidades económi- en los grupos a los que nuestra sociedad da
cas asociadas a la crianza y educación de el nombre de familias, pueden muy bien no
los hijos y, en general; manifestarse en los grupos que recibieron esa
• Una habitación común, hogar o ajuar, que, denominación en otras épocas y lugares.”
sin embargo, pueden no ser exclusivos
del grupo familiar.” c) “La Familia sobre la que aquí tratamos es
la familia de origen transformada por me-
La familia se realiza según formas extraordi- dio de la internalización*, la división y otras
nariamente diferentes: 1º Formas de relación operaciones, en la “familia” (internalizada),
conyugal duradera o breve; monogámica o poli- proyectada a su vez sobre la familia (objeti-
gámica; o en grupo; 2º Formas diversas de selec- vizada) y otros objetivos.”

*
“Internalizar significa trasponer lo “externo” a lo “interno”. Implica la transferencia de cierto número de relaciones que constituyen un
conjunto (con diversas operaciones entre los elementos del conjunto, cuyos productos permanecen dentro del conjunto) de una modalidad
de la experiencia a otras: o sea, de la percepción a la imaginación, la memoria, los sueños”.

23
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

d) “La familia, en cuanto internalizada, es un nas, al que es necesario reconocer y apoyar


sistema témporo - espacial. Lo que se inter- en las políticas públicas.
naliza como “próximo” o “alejado”, o como
“unido” o “separado”, no son sólo relacio- Por otra parte, se ratifica que no puede ha-
nes espaciales: una sucesión en el tiempo ber una definición precisa de la familia aplicable
está siempre presente.” a todas las sociedades y a todas las formas de
construcción familiar que han existido, exis-
e) “La ‘familia’ (internalizada) no es un objeto ten y va a existir en todo el mundo. Por eso
social simple, compartido por sus miem- se insiste en que hay que reconocer y estudiar
bros. No es, para cada uno de éstos, un los diversos tipos de familias según variaciones
conjunto objetivo de relaciones. Existe en del contexto social, de las culturas, situaciones
cada uno de los elementos que la forman, económicas y de condiciones materiales y eco-
y sólo allí.” lógicas, de estados de desarrollo global y parti-
cular de las mismas unidades familiares.
BURGESS, Ernest W. y Harvey Locke. The
Family. From Institution to Companionship. Se mencionan en especial, entre muchas
American Book Co., New York, 1953. pp. 3-8. modalidades, los siguientes tipos de familias
Citado y traducido por Del Campo, Salustiano, (ONU, El Papel de la Familia en el Proceso de
Familias: Sociología y Política, Ed. Compluten- Desarrollo, N. York, 1986; y Guía indicativa
se, Madrid, 1995, pp.17. para la acción sobre cuestiones relativas a la
familia, Viena, 1995).
FAMILIA: Es “el grupo de personas unidas por
los lazos del matrimonio [o su equivalente], de a) “ Familia extensa amplia, que abarcan por lo
la sangre o de la adopción, que constituyen un común a dos o más unidades nucleares y a di-
hogar [o varios vinculados entre sí] y que se co- versos parientes; y a tres o más generaciones
munican e interaccionan en sus papeles sociales biológicas, que viven juntas en la misma casa,
de marido y mujer, madre y padre, hijo e hija, en las mismas tierras, o muy próximos unos
hermano y hermana [u otra relación próxima de otros. Con capacidad para satisfacer mu-
de parentesco y afinidad]. y que crean y man- chas de las necesidades sociales y económicas
tienes una cultura común”. de sus miembros de manera conjunta”.

a) “La familia, como grupo, de individuos interde- b) “Familias extensas limitadas o modificadas,
pendientes e interactuantes para no sólo hacer que tienden a ser más compactas y redu-
posible la procreación y la crianza de la prole, cidas y comprenden a una unidad nuclear
a fin de asegurar la perpetuación de la especie, compartida por otros miembros familiares,
sino también como hecho social, no solamen- e incluso por otra unidad nuclear que com-
te biológico, en donde aparecen los vínculos: parten el mismo hogar o que mantienen
cotidiana relación y comunicación a través
• Conyugal entre los esposos y el consan- de hogares contiguos, cercanos o de relati-
guíneo o adoptivo entre padres e hijos; va distancia entre sí. Incluso, compartiendo
• La residencia común como realidad, o al una economía conjunta pero dejando cier-
menos como referencia; ta intimidad a unos y otros de sus núcleos
• El desempeño de roles familiares, componentes”.
• La posesión de una cultura derivada de la
general del grupo social más amplio” c) “Familias nucleares, conformadas por una
pareja de progenitores, pero no necesa-
Naciones Unidas riamente casados formalmente, y su prole
Diversos documentos inmediata. Funciona y reside, por lo gene-
ral, independientemente de otras unidades
Se afirma, genéricamente, que está compro- familiares, pero ello no significa que no suela
bado, que la familia constituye un fenómeno mantener relaciones con los demás familia-
universal presente en todas las culturas huma- res que viven en hogares diferentes”.

24
Introducción

d) “Familias uniparentales, cada vez más difun- factor económico, que se compensa con la
didas. Encabezadas por un solo progenitor, que en él gana la noción felicidad. La gen-
e integrada por él y sus hijos (uno o más). te no se casa ya solamente para establecer
Pueden provenir de parejas separadas o de una familia, engendrar hijos y trasmitirles un
una madre soltera, [eventualmente de un patronímico y un patrimonio, sino también
padre-varón]. Puede considerarse, sin em- para ser personalmente feliz. La carga insti-
bargo como una familia en transición ”. tucional, sin embargo, persiste en el hecho
de que la desaparición del amor no justifica
e) “Familia comunal. Con muchas familias em- la ruptura del vínculo, pues en este mode-
parentadas que comparten un mismo espa- lo matrimonial pesan tanto el afecto como
cio de misma residencia, o contigua, y fre- el deber. Su disolución siempre se concibe
cuentemente de tierra comunal”. como un atentado contra la institución que
merece una sanción jurídica, pues siempre
f) “Familia poligínica (o más rara vez poliándri- hay un culpable cuando menos” .
ca), vinculada a culturas específicas, a situa-
ciones de desigualdad de sexos (debido a c) “El tercero es el matrimonio fusión. Es el que
migraciones de varones, principalmente)”. ya prevalece en el mundo occidental, y se
fundamenta en la solidaridad afectiva. En él
g) “Otros tipos de familias, mixtas o circunstan- la característica principal es el amor, y la di-
ciales en el proceso de su ciclo vital. Tales mensión institucional aparece relegada a un
como las familias reconstruidas, compuestas plano secundario. En la mayoría de las oca-
o de transición, por ejemplo en procesos siones se limita a una serie de ceremonias y
migratorios graduales”. ritos externos, que sirven de mero recor-
datorio de lo que un día fue el matrimonio
ROUSSEL, Louis. “Marriages et divorces. Con- institucional y de poco más. La familia que
tribution à un analyse systematique des modè- forman es la nuclear y los cónyuges la cons-
les matrimoniaux”, Population, 1980. Nov-Dic: tituyen por sentirse fuertemente atraídos el
1025-1040; citado por Del Campo, Salustiano, uno hacia el otro. Falta ya el elemento reli-
Familias: Sociología y Política, Ed. Compluten- gioso, que ha sucumbido ante la tendencia
se, Madrid, 1995, pp. 40-41. secularizadora y la sociedad, que se esfuma
al pasar al primer plano la voluntad de los
Cuatro tipos de familias de acuerdo a sus individuos implicados. El divorcio aparece
modelos matrimoniales como un simple corolario del teorema de
que el matrimonio sólo dura mientras hay
a) “El primero es el tradicional e institucional. amor y ni es objeto de sanción, aunque en
Tiene como finalidad asegurar la supervi- los trámites siga interviniendo el juez, ni aca-
vencia de los individuos a través del apoyo rrea estigma alguno”.
de las generaciones, primero de los padres a
los hijos y más tarde de los hijos a los padres, d) “El cuarto, es el matrimonio asociación o de
siendo fruto importantísimo suyo la trasmi- compañía. El casamiento ya no es ni siquiera
sión del patrimonio, tanto material como una formalidad indispensable, porque se defi-
simbólico, y la garantía del orden social. En ne por la pura y simple cohabitación, es decir,
el seno de esta familia, los criterios funda- por el contenido de la relación. Sin embargo,
mentales para la división del trabajo son el tiene generalmente una duración considera-
sexo y la edad, la autoridad última corres- ble y pasa a los ojos de todos por una unión
ponde invariablemente al patriarca y la rela- estable y consolidada, en la cual la situación
ción conyugal se concibe como indisoluble y de hecho y la de derecho no se distinguen,
sólo se extingue por la muerte”. hasta tal punto que el concepto de legitimidad
desaparece de su vocabulario. Ni para el tipo
b) “El segundo es el matrimonio de alianza de relación entre la pareja, ni para sus hijos,
que resulta una flexibilización del institucio- no considerados como ilegítimos. La ruptura
nal, en el cual disminuye la importancia del de la convivencia no es algo insólito, y como

25
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

la relación afectiva no es intensa, sus efectos d) “Es importante tener presente, asimismo,
tampoco son demasiado importantes. Rous- que la forma de vida familiar, especialmente
sel le llama matrimonio de razón”. en los países industrializados, pero también,
aunque en menor proporción, en América
e) “Pero en las uniones consensuales de larga Latina y el Caribe, está lejos de ser la única.
duración, diez o más años, la ruptura pro- Las personas que viven solas, en lo que suele
voca también en las partes efectos psico- denominarse “hogar unipersonal”, son una
lógicos, económicos y de toda naturaleza, realidad que debe reconocerse. También
semejantes a los que el divorcio produce en es observable, la pareja que no vive bajo
el matrimonio fusión”. un mismo techo, no por razones materiales
sino porque sus miembros han optado por
CEPAL- ROSSETTI, Josefina (1993) la autonomía. [A su vez], hay un movimiento
que pide considerar como familia, a parejas
a) “El término “familia” tiene múltiples sentidos. de homosexuales, con todos los derechos
Están por un lado las definiciones técnicas, legales que el término implica”.
normalizadas para lograr una medición exacta
de los fenómenos. Existen por otra parte, las e) “Los miembros de una familia comparten
definiciones de “sentido común”, que corres- un techo o hábitat, consumen juntos, y
ponden a una norma de carácter cultural. Exis- eventualmente son también una unidad de
te también la definición de familia que suele producción de recursos. [Pero] es posible
utilizar el Estado, en sus políticas y programas compartir un techo, producir y consumir en
sociales. En la definición del “sentido común”, común y sin embargo no constituir una fami-
cabe distinguir dos dimensiones: una, como lia. De ahí que lo más propio de la familia sea
constatación de la realidad (dimensión fácti- el tipo de vínculo que une a sus miembros,
ca), y la otra, con una dimensión ideal, aquello que básicamente adviene por la relación de
que se anhela, el modelo de familia. Ambas pareja o por la procreación [o adopción]”.
puede, naturalmente no coincidir”.
f) “La familia es por excelencia el ámbito de las
b) “[Pero] se hace aconsejable que en un país relaciones íntimas y del amor [o desamor].
exista conciencia acerca de los distintos ti- Cumple un papel fundamental en la sociali-
pos de familia que existen. [Por ejemplo]: zación de los individuos y en la transmisión
Familias nucleares simples (una pareja con de valores...[aunque] la familia actual expe-
o sin hijos); familias nucleares extendidas (se rimenta una “crisis de amor”...En la familia
agregan parientes o no parientes); familias confluyen el mundo privado y el mundo pú-
monoparentales (un hombre o mujer, con blico (Jelín, 1983)”.
uno o más hijos); familias monoparentales
extendidas (con parientes o no parentes); Nota aclaratoria: aquí se está haciendo refe-
familias polinucleares simples (dos o más rencia a la familia como unidad doméstica (ho-
familias nucleares simples); familias polinu- gar, familia censal), pero esto ya significa una
cleares extendidas (dos o más familias nu- específica unidad más restringida de lo que es
cleares extendidas) (Charbit, 1987)”. la familia como unidad de vínculos y relaciones
más allá del espacio de cohabitacional.
c) “Una familia se gesta en torno a una pareja y
sus hijos. En un primer sentido es “el grupo
social formado por los miembros del hogar
emparentados entre sí por sangre, adopción
o matrimonio, incluyéndose las uniones con-
sensuales cuando son estables” (Lira, 1976).
En otro sentido, y dependiendo de quienes
constituyan la familia, se distinguen tipos de
familia cuyas relaciones internas y externas
pueden ser significativamente diferentes”.

26
Introducción

c) Estudios antecedentes a un mente no cuentan con una información ge-


neralizable a los conjuntos de familias propios
diagnóstico actualizado sobre de la población abierta, al nivel nacional.
la dinámica de las familias
mexicanas • Diversos estudios de caso vistos como tales,
en perspectiva cualitativa e incluso ilustrados
Como vamos a verlo en esta monografía de en la obra literaria de narración novelística,
prediagnóstico, existen en verdad un sinnúmero de cuento, dramatúrgica, o disertaciones de
de estudios realizados en referencia al conoci- ensayo sobre la vida familiar. Pero sin que
miento sobre manifestaciones de la vida familiar, por ello se tenga un análisis de base científica,
pero que en su mayoría han sido obtenidos en el ponderado, sobre la realidad familiar en su
contexto de otros propósitos investigativos y no conjunto dentro de todo el país.
tanto como interés en la dinámica familiar en sí
misma, vista en el conjunto de las diversas fami- • En particular, existe un abundante conjunto,
lias y en la perspectiva de los cambios ocurridos muy valioso, de estudios socio-demográfi-
en sus distintos sentidos. Contamos con: cos elaborados a partir de información es-
tadística, producto de múltiples encuestas
• Informaciones de datos cuantitativos prove- demográficas (principalmente las referidas a
nientes de estadísticas vitales o de encuestas la fecundidad y conducta reproductiva, a la
demográficas, económicas, de salud, y otros, salud, la morbilidad y mortalidad, a la vio-
referidos generalmente a la población, vista lencia intrafamiliar, así como a la migración).
como agregado de individuos. Los resultados directos de estas encuestas,
son principalmente presentados, en prime-
• Estudios sobre hogares vistos como unida- ra instancia, como datos brutos en cuadros
des descritas en sus perfiles demográficos tabulados; pero son abundantes los estudios
pero no siempre con un análisis referido a analíticos de segundo grado, tanto descrip-
la misma dinámica de las interacciones fa- tivos, como explicativos, e incluso algunos
miliares, como tales. presciptivos, para posibles acciones de po-
lítica demográfica-familiar.
• Estudios sociológicos de carácter más teó-
rico y académico, o directamente doctri- • Estudios de interés económico: sobre los ni-
narios y normativos, sobre la familia vista veles de vida, consumo, ingresos y gastos en
como institución, pero no tanto como va- los hogares, de ocupación y capacitación, de
riedad de grupos primarios de interrela- niveles de alimentación, de condiciones de
ción, dinamizados en sus relaciones intra e la vivienda y otros, que tienen que ver con la
interfamiliares concretas. vida familiar y con las unidades domésticas,
pero que no tratan directamente la cuestión
• Estudios antropológicos de la vida y las pau- misma de las formas de interrelación en la
tas familiares adoptadas en determinados dinámica familiar, propiamente dicha (o que
horizontes y raíces étnicas, referidas a usos, no puede hacerse, desde ellos, la conexión
costumbres y valores culturales, sobre todo con la dinámica microfamiliar ocurrida en las
de pueblos indígenas, pero difíciles de gene- unidades domésticas.
ralizar para toda la gama de familias identifi-
cadas como indígenas. • Muchos importantes estudios de análisis más
profundo sobre la información derivada de
• Estudios de enfoque psicológico y psicotera- las estadísticas y las encuestas, han sido tra-
péutico en referencia a las conflictivas de la tados más bien con propósito académico, y
interacción familiar, planteadas de manera sólo algunas, con un sentido de investigación
privativa, aplicada a casos clínicos, o con una aplicada interesada por la transformación
visión de generalización teórica proveniente de la realidad familiar. Estos estudios no
de diversas escuelas y corrientes de sicología siempre pueden vincularse a un análisis de
y psicoterapia familiar, pero que frecuente- la dinámica familiar en sí, aunque cada vez

27
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

más son una fuente valiosa para su análisis de Terapia Familiar); las numerosas organiza-
y su aplicación a medidas de intervención ciones civiles que trabajan en la promoción fa-
oportuna. Alguno de los temas abordados miliar, como tal, así como un conjunto cada vez
como el de la violencia intrafamiliar, el de más numeroso de investigadores y estudiosos
la nupcialidad, el de los estudios con enfo- en el país y en el extranjero que se reúnen en
que de género, el de la sexualidad, la salud encuentros nacionales de investigadores so-
reproductiva, el de la tercera edad y el de bre la familia (como los que impulsó en años
los ciclos vitales de la vida familiar, han teni- próximos el Centro Universitario de Estudios
do recientemente una mayor trascendencia para la Familia de la Universidad Autónoma de
para las políticas familiares implicados en la Tlaxcala); o como el desarrollado desde hace
dinámica familiar y en su mejor orientación. muchas décadas, al nivel mundial, por el Co-
Sin embargo, éstos requieren todavía de mité de Investigación Familiar de la Asociación
una visión sobre la pluralidad de conjunto, Internacional de Sociología y por el movimien-
en el contexto nacional, para no extrapolar to generado en torno a la Organización de las
situaciones locales específicas o de ciertos Naciones Unidas, mediante su Centro de De-
estratos socioeconómicos de las familias, sarrollo Social y Asuntos Humanitarios y la Se-
con la que se produce en otros ámbitos del cretaría del Año Internacional de la Familia de
escenario nacional. 1994, cumplida ya su primera década.

Apuntamos, finalmente, la existencia de una Todo este movimiento mundial y nacional


creciente toma de conciencia, aparecida entre de organismos no dudarían en reconocer la im-
estudiosos y especialistas de la intervención portancia de un estudio científico nacional, ac-
familiar, así como en una multiplicidad de or- tualizado permanentemente mediante diversos
ganizaciones civiles especializadas en la promo- estudios entre los cuales, una encuesta nacional
ción de las familias. Responden a la necesidad como la que aquí se refiere, impulsada por el Sis-
urgente de un conocimiento más especializado tema Nacional para el Desarrollo Integral de la
y más fundamentado y científico, referente: a Familia, directamente orientada al conocimiento
la realidad tipológica de las conformaciones de la dinámica familiar mexicana, reencauzada
familiares, a los ciclos vitales y las implicacio- por políticas sociales congruentes con la promo-
nes variables de éstos, a la dinámica misma del ción familiar en sus diversas facetas.
fenómeno familiar interno y a sus conexiones
interfamiliares y comunitarias. Esto lleva a iden- Ejemplos de estudios sucesivos y concate-
tificar con precisión las mediaciones de múlti- nados en la temática de la dinámica familiar,
ple sentido causal macro, meso y microsocial. hechos principalmente con un enfoque socio-
Todas ellas contribuyen, para bien o para mal, lógico y de investigación aplicable a las acciones
en un sentido o en otro, a las mutaciones de de promoción e intervención familiar, son los
la dinámica familiar actual, y ésta requiere un realizados en México por el del Instituto Mexi-
diagnóstico de sus factores clave y el recono- cano de Estudios Sociales, A.C. –IMES–el cual,
cimiento de las conformaciones sociofamiliares en 1967-68 realizó la primera investigación
de diverso tipo, como búsqueda de nuevos ca- (encuesta sociológica) de dinámica familiar al
minos ante nuevos problemas. nivel nacional, y después, una serie abundante
de investigaciones locales y zonales sobre las
Entre estos esfuerzos, nos permitimos familias mexicanas. En cuanto a su contenido y
apuntar como un directo antecedente de estos propósito especializado en la dinámica familiar,
estudios y acciones profesionales, especializa- estas investigaciones son ciertamente antece-
dos en la misma dinámica familiar en México, dentes directos de la Encuesta Nacional sobre
por un lado, el de los terapeutas familiares con las Familias Mexicanas que ahora realiza el Sis-
una formación de alto nivel (agrupados colec- tema Nacional para el Desarrollo Integral de la
tivamente en torno a la Asociación Mexicana Familia. Derivado de dicho trabajo antecesor,

28
Introducción

está la publicación de más de una centena de


libros, artículos y folletos de divulgación o de
tipo didáctico, referidos específicamente a la
dinámica intrafamiliar (relaciones de género,
premaritales, conyugales y extramaritales, rela-
ciones paterno-filiales, relaciones de parentes-
co, estudios de tipologías familiares, de relación
familia-comunidad, religión, cultura, situación
de pobreza familiar, y enfoques aplicados a la
promoción familiar)2.

2
Véase el anexo 2.2

29
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

d) Utilidad de un estudio El presente trabajo, referido al término del si-


glo anterior, podrá servir de apoyo al estudio de
documental de prediagnóstico las familias mexicanas al inicio de la nueva centu-
para fundamentar las ria. Confiamos que sea un insumo útil para la for-
investigaciones empíricas mulación de un diagnóstico de la realidad familiar
actual, proyectado hacia el futuro próximo.
subsiguientes
El paso subsiguiente a este estudio monográ-
La realidad familiar mexicana –básica para la vida fico preliminar podrá estar referido al análisis de
humana y colectiva de la sociedad– está sufrien- los diversos factores de mediación que inciden
do transformaciones internas sumamente agu- en la explicación de los procesos de transfor-
das y difíciles de conocer con propiedad científi- mación de los diversos tipos de familias, antes
ca y de encauzar y apoyar adecuadamente. Está identificados en sus distintas pluralidades. Dicho
siendo afectada en el centro vital de su dinámica paso tendrá que desarrollarse posteriormente,
por nuevos condicionamientos externos y por después de haber realizado la encuesta nacional
nuevos factores y mediaciones múltiples. de dinámica familiar y hacer el procesamiento
de la información recabada para dar lugar a un
Por ello mismo, las familias mexicanas, en su análisis de las correlaciones significativas entre
pluralidad de manifestaciones y modalidades, las diversas variables recabadas.
han adquirido nuevas potencialidades pero
también se han visto vulneradas en muchas de Todo ello, podrá servir como base funda-
sus anteriores caracterizaciones, al experimen- mentada de la misión de un DIF, que finalmente
tar nuevos problemas. retoma, de su idea fundacional, la de ser la enti-
dad pública destinada a proyectar los lineamien-
Frente a esta realidad, pluralizada y renovada tos de las políticas sociales que afectan explíci-
en cada nueva generación, el conocimiento que ta e implícitamente a la familia. Y esto se hace
se tiene de su complejidad y de su dinámica in- no sólo cuando se plantea, de manera ideal la
terna es todavía muy rudimentario: importancia de lo familiar para la vida de la na-
ción, sino cuando se puede fundamentar el co-
• Predominan las referencias puramente pres- nocimiento preciso de sus necesidades y de sus
criptivas sin mucha base comprensiva sobre proyecciones. Un diagnóstico nacional periódico
lo que está pasando a los distintos tipos de sobre la dinámica familiar, es una pieza clave en
familias y sobre lo que deben hacer, según este propósito.
quien haga las exhortaciones.

• Se recurre mucho todavía a los estereotipos


que deforman y caricaturizan de manera
simplista la realidad plural de las familias en
sus unidades y en sus conjuntos.

• La misma acción política, jurídica y progra-


mática de acciones de intervención asisten-
cial, educativa, económica, moral y religio-
sa funcionan a partir de supuestos muchas
veces equívocos o puramente ideales, y por
lo tanto, faltos de un realismo que permi-
ta establecer una estrategia adecuada para
incidir en las causales de ciertas manifesta-
ciones que se consideran significativas en la
dinámica familiar pero que no siempre están
basadas en una apropiada evaluación.

30
PRIMERA PARTE
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

CAPÍTULO 1
Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados
en el estudio e investigación de la Dinámica Familiar
y sus principales aplicaciones a México

Para una revisión de las corrientes teóricas cialistas en la investigación social de la familia
que se han venido utilizando en la investiga- dentro del grupo internacional del CFR y de
ción social de la familia, aplicables a México, varias universidades europeas, particularmen-
tenemos que aludir a las clasificaciones ya clá- te, la Universidad de Lovaina7, la Universidad
sicas, utilizadas en el Comité de Investigación de Bruselas8, de la Sorbona y la Escuela de Al-
Familiar (CFR), de la Asociación Internacional tos Estudios de París.9
de Sociología (ISA). Estas clasificaciones, ela-
boradas por notables especialistas en el estu- Por ello, puede decirse que muchas de estas
dio de la Familia, a partir de la que formuló el corrientes teóricas de nivel internacional, fue-
Dr. Reuben Hill, primero desde la Universidad ron ventiladas en México y discutidas en varios
de Minnesota, y después en el mismo seno del seminarios y congresos, así como aplicadas en
Comité de Investigación Familiar. Entre ellos investigaciones de diverso tipo, compartidas
podemos mencionar, además de Hill3, Chris- con varios investigadores sociólogos y centros
tensen4, Mogey5, Michel6 entre otros, quienes de investigación de países latinoamericanos.10
han elaborado clasificaciones de las corrientes El Instituto Mexicano de Estudios Sociales, A.C.
teóricas que se han manejado por muchos in- fue el pivote de esta acción investigativa y de in-
vestigadores sociales de la familia. tercambios, internacionales después promovida
a muchos investigadores de nuestro país.
Lo mismo podría decirse de las clasificacio-
nes en antropología y en psicología. Lo cier- Esto nos llevó a reelaborar una clasificación
to es que la clasificación de Hill, después de de los múltiples enfoques teóricos encontrados
haberla desarrollado con mayor profundidad, en el estudio y la investigación familiar, que pre-
nos llegó a México, de manera directa cuando sentamos ahora de manera sintética. He aquí
éste era ya Presidente de la Asociación Inter- una relación de estas perspectivas:
nacional de Sociología, pues tuvimos la suer-
te de que él personalmente viniera a nuestro 1) Enfoques sobre la familia en general hechos
país para asesorar la primera investigación na- con un interés básicamente preceptivo,
cional sobre la familia en México, por los años educativo e ideológico. El problema epis-
de 1965 a 1967. Y además, pudimos participar temológico y práctico para un diagnóstico,
e intercambiar con los más importantes espe- derivado de dichos marcos.

3
Hill, Reuben (1958, 1970).
4
Christensen, Harold (1964).
5
Mogey, John (1971).
6
Michel, Andrée (1970).
7
De Bie, Pièrre, Claude Henryon, Edmon Lambrechts (1968), Karel Dobbelaere, Claire Leplae y Jacques Piel (1968), Jacques Leclercq (1961),
L. Janssens (1963), Constantina Safilos-Rothschild (1972) y Hubert Gérard (1970), François Houtart, Wilfried Dumon (1980) y Andrés
Mendoza (1976).
8
Morsa, Jean, Annie Dorsinfang (1968) (quienes fueran mis asesores de doctorado).
9
Michel, Andrée (1970), Chombart de Lauwe (1968) y Alain Girard (1974).
10
Gustavo Pérez, Francisco Escobar, Oscar Maldonado, Renato Poblete, Afonso Gregory y Alberto Gruson.Véase referencias en Leñero, Luis
(1970). También C.A. de Medina (1974), Olda Acuña y Carlos Denton (1979), Alfredo Jaramillo (1972), Virginia Gutiérrez de Pineda (1962
y 1976), Rolando Collado (1969) y muchos más.

33
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

2) Enfoques de carácter sociográfico sobre la psicoanalítico, o el de un desarrollo


familia y las manifestaciones familiares en personalista, en su variedad de enfoques.
sus realidades plurales y en sus procesos 4.3) Experiencias investigativas que vinculan
de cambio. El problema epistemológico y la realidad familiar con programas y
práctico para un diagnóstico derivado de acciones específicas y profesionales de
dichos marcos. servicio e intervención sobre la familia.
Perspectivas para diagnóstico y posibles
3) Enfoques de búsqueda explicativa basados evaluaciones de programas y acciones.
en corrientes teóricas, paradigmas y tesis
interpretativas. El problema epistemológico
implicado y el de sus aplicaciones prácticas
para un diagnóstico:

3.1) La búsqueda de una explicación que


parte de la realidad macrosocial y de los
sistemas estructurales de la sociedad glo-
bal, nacional y zonal, en la dinámica de
sus mediaciones mesociales.
3.2) La familia vista como unidad que se ex-
plica por sí misma como resultado de la
interacción de sus miembros y de las re-
laciones interfamiliares y comunitarias.
3.3) Análisis referente al desarrollo de los
ciclos familiares y de la sucesión interge-
neracional. Problemas epistemológicos
en la investigación y en el diagnóstico
operativo.
3.4) La corriente fenomenológica en su es-
tudio de la vida cotidiana enfatiza la ne-
cesidad de un análisis en profundidad de
tipología cualitativa y de diferenciación de
las unidades y de los fenómenos familia-
res. Problemas epistemológicos y de apli-
cación para el diagnóstico familiar.
3.5) El enfoque constructivista y su aplica-
ción en la cultura de la posmodernidad.
Problemas epistemológicos y de aplica-
ción para el diagnóstico.

4) Enfoques para un análisis propositivo hecho


de manera realista en su aplicación de acción
interventora y de política familiar.

4.1) Los estudios sobre el planteamiento de


una Política Familiar implícita o explícita;
directa o indirecta.
4.2) Paradigmas de las intervenciones
familiares: patologista, asistencialista,
preventivista, proteccionista, populista,
neoliberalista, sistémico, constructivista,
socio-promocionalista de la autogestión
familiar, juridicista, psicologista y

34
Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México

Presentamos a continuación esta revisión de de la familia” a cambio de una liberación de sus


los marcos y corrientes teóricas utilizados en el patrones monogámicos, autoritarios, represi-
estudio e investigación de la dinámica familiar y vos de la sexualidad y de la libertad humana;
sus principales aplicaciones en México: aparato ideológico de la burguesía y del Esta-
do Capitalista, y de sus múltiples equívocos en
1.1 Estudios de la familia hechos cuanto a la obligatoriedad “natural” del fenó-
meno familiar (Cooper, 1976; Laing, 1988; y en
con un interés básicamente México, trata el tema, Waldman, 1981). Aquí,
preceptivo e ideológico como en la anterior postura familística, se hace
un discurso ideológico apoyándolo en múltiples
estudios tanto psicosociales como sociológicos.
Se trata de formulaciones elaboradas a partir Se trata de asentar una tesis y un deber ser que
de una determinada concepción valoral e ideo- conduce casi siempre a una exhortación moral
lógica. De hecho, buena parte de estos estu- dirigida a la voluntad humana.
dios pueden quedar excluidos del enfoque so-
ciológico en lo que tiene de propósito científi- Contrastando con el estudio unipreceptivo
co, propiamente dicho, en tanto conocimiento apegado a una orientación ideológica, excluyen-
de las familias en su manifestación fenoménica te de las otras, aparece un interesante estudio
y como explicación de ella utilizando la misma crítico-comparativo de las propuestas ideoló-
realidad social; sin embargo, muchos de estos gicas entre diversos sistemas aparentemente
estudios están planteados con categorías so- opuestos. Por ejemplo, entre la postura católica
ciológicas propuestas de manera especulativa, y la marxista, en su referencia a los presupuestos
ideológica, filosófica y hasta teológicamente. familiares que manejan. Ferraro (1979) introdu-
ce este análisis en el que llega a considerar que
En este sentido, resaltan las concepciones ambas posturas ideológicas parten de premisas
fundamentalistas (explicaciones de la natura- en gran parte iguales y por lo tanto asimilables
leza de lo familiar, y de la familia como insti- entre sí, pero también superables en su rigidez.
tución básica de la sociedad) que a partir de De hecho, años antes Leclercq (1962), Trimbos
determinados presupuestos fundamentales, (1968) y muchos otros después de la encíclica
deducen la importancia de cierto modelo ideal Humanae Vitae (véase estudio latinoamericano
de organización familiar y, por lo tanto, de los de FERESAL, editado por Leñero, 1970) habían
comportamientos que obedecen a supuestas intentado, dentro del pensamiento religioso ca-
“leyes naturales” en las relaciones familiares. tólico una comprensión histórico-sociológica de
El manejo metafísico de lo que se considera la la familia más allá de posiciones cerradas y pura-
esencia de la familia, lleva generalmente a una mente dogmáticas.
concepción metahistórica, de tipo familística,
en un modelo concebido como único o casi
único. El mejor ejemplo de esta postura es la
adoptada por la jerarquía católica, a partir de la
reafirmación hecha por el Papa (Pablo VI, 1968;
Juan Pablo II, 1981) pero repetida y divulgada
a través de una serie de documentos estudios
sociales y declaraciones sociodoctrinales de di-
versos organismos católicos mexicanos, con un
importante ingrediente de estudio sociológico
(CEM-CEF, 1991).

Frente a esta postura, en su opuesto diame-


tral, está la corriente ideológica antifamilística,
en la que se hace la crítica a la institución fa-
miliar formal y a su conformación tradicional y
moderna, para proponer la invalidez o “muerte

35
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

1.2 Estudios sociográficos de Fecundidad y Salud, en 1987, Encuesta Nacional


de Dinámica Demográfica-ENADID en 1992; así
carácter fundamentalmente como las Encuestas de Ingresos y Gastos de los
descriptivo e informativo en Hogares (INEGI varios años), las de alimentación
sus realidades plurales y en (INN-varios años), de salud ENS 1988(SSA), de
Consumo-INCO 85-87, Encuesta del Envejeci-
sus procesos de cambio miento de la Población del CONAPO.

En este conjunto de trabajos se busca, en cam- También podemos identificar entre estos
bio, procurar información de hechos y realida- estudios de primer grado, toda una amplia y
des, de estadísticas y tendencias, de realidades y sofisticada gama de análisis familiar de los da-
problemas, sin cuyo conocimiento es imposible tos censales y de las estadísticas vitales o de los
entender, explicar y proyectar la acción al res- estudios de estrategias y trayectorias de vida
pecto de la vida familiar. El estudio sociográfico, y procesos familiares. Por ello, son muchos
en su carácter más bien descriptivo presenta la los demógrafos y los sociólogos, haciendo de-
situación y los perfiles de las familias, marca di- mografía, que se han incorporado al estudio
ferencias, grados, e incluso diversidades entre sociológico de la familia mexicana, más allá,
sus unidades. A veces, da cuenta de manifes- incluso, de una simple descripción del dato
taciones sociales contextuales de las familias y demográfico. Resalta en ellos el estudio de la
de fenómenos aledaños o implicados en la vida fecundidad y la familia, la formación familiar y
familiar, aún cuando no sean propiamente fe- la nupcialidad, la jefatura familiar, el trabajo y la
nómenos familiares propiamente dichos. Mu- migración familiar. Como ejemplo ilustrativo al
chas otras, se presentan estadísticas y se hacen nivel mundial podemos referirnos a los trabajos
descripciones de casos y hechos referidos a los encauzados por la ONU sobre familia y fecun-
individuos, más que a las familias en sí, pero en didad (1984) y al nivel nacional podemos men-
la medida en que esta información queda in- cionar, entre muchos otros, a Acosta (1998,
volucrada con la vida familiar de las personas, 1998b), Brambila (1985), Echarri (1995), B.
pueden ser altamente significativa para el cono- García (1982, 1994, 1998), Jiménez (1983), Ló-
cimiento de la realidad familiar conjunta. pez (1996), Oliveira (1982, 1994, 1998), Ojeda
(1988,1989), Lerner (1982), Quilodrán (1974,
En este sentido, hemos avanzado mucho 1991), Tuirán (1993a, 1993b), Welti (1984),
en el mejor conocimiento de lo familiar pues a Wong y Levine (1992).
partir de las estadísticas de población y de los
estudios demográficos, incluidas las encues- Al lado de estos estudios sociodemográficos
tas nacionales o locales sobre los fenómenos se encuentran otro conjunto de estudios relati-
sociodemográficos se ha obtenido una valiosa vos a la familia vista como unidad socioeconómi-
información sobre las familias mexicanas. Pode- ca. Hill (1958) hablaba de toda una corriente de
mos mencionar, por ejemplo, las tabulaciones estudios (sociológicos) sobre la economía do-
censales sobre hogares mexicanos hecha por méstica y citaba a autores como Kyrk, Nickell,
INEGI (1993); pero además, se dispone de re- Reid. Las escuelas de trabajo social han tenido
sultados depurados de encuestas nacionales de a su vez, un campo de especialización sobre la
Ingresos y Gastos de Hogares (INEGI, 1992, economía doméstica, tanto como descripción y
1996), y de encuestas nacionales de fecundidad clasificación del nivel económico y de autosufi-
realizadas por diversas entidades: Encuesta de ciencia de las familias para su trámite en institu-
Fecundidad Rural de 1969, Encuesta Mexicana ciones de asistencia y en programas de servicios
de Fecundidad, en 1977, Encuesta Nacional de públicos, de becas, etc. Pero independiente-
Prevalencia de Métodos Anticonceptivos, en mente de esta dimensión descriptivo-práctica,
1979, Encuesta Nacional de Prevalencia de Mé- están los estudios de demógrafos y economistas,
todos Anticonceptivos con Módulo de Fecundi- que buscan conocer niveles de ingreso familiar y
dad y Mortalidad, en 1980, Encuesta Rural de sus condiciones materiales de existencia de las
Planificación Familiar en 1981, Encuesta Nacio- familias (incluyendo consumo y perfiles de gas-
nal Demográfica de 1983, Encuesta Nacional de to familiar o condiciones de vivienda, así como

36
Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México

la cuestión de ocupación y mercado de trabajo Una abundante literatura al respecto viene a


asociado a la condición de vida familiar en su re- enriquecer la información y después las teorías
presentación estadística. Presveloux desde Bél- sobre el significado de la organización familiar
gica (1968) y Borsotti (1978) en América Lati- variante, las relaciones de parentesco y muchas
na, han sido buenos representantes-sociólogos, de las modalidades de los patrones de conduc-
promotores de este estudio socioeconómico de ta y las valoraciones habidas en la vida familiar.
la familia en América Latina; pero es abundante
la literatura descriptiva y analítica referida a esta Su aplicación a los medios indígenas se ex-
importante dimensión, que rebasa el marco pu- tiende también a los diversos contextos rura-
ramente descriptivo para convertirse en un aná- les y después a los medios urbanos. Podemos
lisis interpretativo e interdisciplinar. Baste citar mencionar, como ejemplo de los primeros, los
en México a algunos ejemplos: García, Muñoz y estudios de Favre (1973) entre pueblos mayas
de Oliveira (1982), Cortés y Rubalcava (1994), y los de Arizpe (1973) en medios nahuas, junto
González de la Rocha (1986), Acosta y Solís con muchos otros que analizan precisamente
(1998), entre muchos. de manera especial la conformación de las fa-
milias extensas y semiextensas frente a las mo-
Pero a su vez, muchos otros especialistas de dalidades adoptadas de familias nucleares patri
diversas disciplinas han aportado estudios valio- o matrifocales. Como ejemplo de los segundos
sos para el mismo enfoque sociológico, primero (estudios antropológicos en las ciudades) po-
de tipo descriptivo, pero después interpretati- demos mencionar al análisis hecho por Larissa
vo, explicativo y propositivo, sobre todo tratán- A. Lomnitz (1975), los de Elu (1992) o los de
dose del estudio de la planificación familiar y de González de la Rocha (1986) sobre las familias
la salud reproductiva. Mencionamos a algunos de marginados urbanos. En estos casos esta-
significativos, de carácter más bien descripti- mos ante estudios de antropología social de
vo, aunque muchos de ellos contienen análisis familias muy asimilados a la perspectiva socio-
interpretativos y explicativos utilizando diver- lógica, con un ingrediente descriptivo originado
sos marcos teóricos sociológicos aplicados a en el estudio de casos y en la observación se-
los datos empíricos: la psicóloga social Pick de miparticipante, pero con un importante análisis
Weiss (1979), los estudios de psicólogos, educa- interpretativo para la comprensión del signifi-
dores, sociólogos y médicos sobre la sexualidad cado sociocultural de las conductas familiares.
y la familia: CONAPO-Varios autores (1982) y Y como éstos podemos encontrar decenas de
AMEP-Varios autores (1998), los estudios so- trabajos tanto antropológicos como sociológi-
ciológicos de la familia y la planeación familiar: cos, casuísticos, en los que la información da
Leñero (1968, 1970, 1977:126-137, 1978, 1984, lugar a su explicación generalizante.
1987, 1992), los de la mujer y la salud reproduc-
tiva: Schmukler et al (1998), Elu (1969, 1992).
De hecho, el estudio teórico y metodológico de
Hill, Back y Stycos en Puerto Rico (1959), el de
Carleton (1970) y el de los asociados a Bourge-
ois-Pichat y el CICRED -Varios autores- (1984)
con su estudio de la Demografía de la Familia
tuvieron una alta significación para un estudio
cuantitativo de la familia incluyendo las diversas
variables demográficas y las dimensiones de sa-
lud, adoptadas por demógrafos y por especialis-
tas médicos de la salud reproductiva en su impli-
cación familiar propiamente dicha.

Mención aparte merecen las aportaciones


hechas por las investigaciones antropológicas
en torno a la familia, sobre todo en sus estudios
etnográficos referentes a los grupos indígenas.

37
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

1.3 Enfoques de búsqueda que las líneas teóricas que existen en la mira de
los investigadores son las que van en el sentido
explicativa basados en de las grandes corrientes sociológicas en voga.
corrientes teóricas, paradigmas Podríamos agruparlas en tres grandes formas
y tesis interpretativas del proceso explicativo y dentro de cada una
caben diversas corrientes teóricas:
A partir de marcos teóricos previamente es-
tudiados y seguidos y con el propósito de de-
sarrollar paradigmas explicativos más allá de la
información empírica obtenida tratamos aquí de
identificar los trabajos de investigación socioló-
gica que desembocan en tesis de alto o mediano
alcance explicativo. Provienen fundamentalmen-
te de corrientes y escuelas diversas propuestas
al nivel internacional y que han podido alcanzar
un reconocimiento de la comunidad científica,
o bien que son sujetas a nuevas revisiones de la
validez y propiedad de sus supuestos y de sus
conclusiones. Una labor creativa de explicación
teórico-científica requiere no sólo de una madu-
rez investigativa, sino también de la oportunidad
de difusión de sus tesis, propuestas, ampliadas,
reconfirmadas y seguidas por una serie de inves-
tigadores a lo largo del país y del mundo entero.
En este sentido, la originalidad teórico-investi-
gativa resulta un tanto extraordinaria y puede
decirse que todavía no se encuentra fácilmente
en nuestro medio. Lo que sucede es más bien
un ejercicio de aplicación teórica no sólo en los
marcos conceptuales aprendidos y reproduci-
dos de manera un tanto imitativa, sino también
una capacidad para encontrar, en esos mismos
marcos paradigmáticos, matices, reservas, inte-
rrogantes y posiblemente propuestas derivantes
de la teoría o tesis original.

En este ejercicio investigativo, encontramos


posibilidades de desarrollos interteóricos que
pueden tener alta significación pero que sólo
el tiempo podrá confirmar su capacidad de
generalización a diversos puntos y a diversos
campos de la aplicación temática y fenoménica.
La labor implica la investigación de las investi-
gaciones en curso, así como la disponibilidad de
información de segunda mano o, mejor aún, la
posibilidad de producir información de primer
grado, para con ella, poner a prueba hipótesis y
tesis antes visualizadas.

De esta manera, si hablamos de un traba-


jo de investigación teórico-explicativa sobre la
sociología de la familia tenemos que reconocer

38
Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México

a) La busqueda de una explicación del carácter del mexicano y su involucración fa-


que parte de la realidad milística: Ramos (1951), Ramírez (1977), Gon-
macrosocial y de los sistemas zález Pineda (1970), Aramoni (1979), Sandoval
estructurales de la sociedad (1985), Aramoni (1965).
global, nacional y zonal
Estas concepciones teóricas estructuralistas
La primera, al preguntarse por qué se pro- parece ser que tuvieron obsesionados a los soció-
duce determinado problema familiar genera- logos teóricos, desde el racionalismo sociológico
lizado en grandes sectores de familias, busca clásico y postclásico hasta muy avanzado el pre-
una explicación que parta de la realidad sente siglo (Viet, 1965: 21-105). Hasta la crítica
macrosocial. La causalidad de lo que ocurre posterior a él por parte de una nueva generación
en el ámbito familiar se considera que está con- de investigadores que lo acusan de antihumanis-
dicionada y es producida por las grandes mani- mo y racionalismo idealista. Pero mientras tanto,
festaciones sociales, tanto en la globalidad de la la familia fue visualizada y explicada por estos so-
sociedad actual mundial, continental y nacional, ciólogos como un sistema dependiente de una
como en la dinámica de sus grandes sistemas y lógica abstrayente y de una concepción macros-
procesos operantes al interior de un país, una cópica de la vida social en donde el individuo y la
zona o un tipo de localidad. Estamos, entonces, unidad familiar figuran sólo como portadores de
predominantemente ante posibles paradigmas un ingrediente social pero no como verdaderos
estructuralistas, evolucionistas y macrosistémi- sujetos de la acción colectiva. La microestructura
cos. Según ellos, la familia sufre necesariamen- familiar no deja de ser una construcción ideal-ra-
te los embates y los vaivenes de las tendencias cional de otra mayor en la que se encuentra la
ocurridas en la sociedad entera. Casi de manera explicación de su dinámica.
fatal. Por ello, la explicación de la problemática
y caracterización de la familia como institución, Los estudio de corte estructuralistas com-
y de las familias como unidades plurales, está prenden a subsistemas funcionales de la unidad.
precisamente en los grandes procesos y siste- La referencia estructural era la forma de expli-
mas de modernización, industrialización capita- car las realidades y las relaciones parentales,
lista, urbanización y organización macroscópica conyugales, sexuales, reproductivas e interge-
de la racionalidad; pero también deviene, en un neracionales, como fenómenos dependientes
cuasifatalismo, de las grandes catástrofes o de de la representación institucional, misma que
las ingentes proyecciones utópicas. Es el caso adquiere una caracterización al nivel de su uni-
de las principales corrientes de explicación ma- dad global civilizatoria. Y para una sociedad
crosociológica referidas al ámbito familiar. Es primitiva, una preindustrial, o una altamente
el caso del estructuralismo proveniente de la industrializada, aparece un prototipo de familia
dialéctica del materialismo histórico-marxis- correspondiente: o una clásica-comunal, o una
ta, o postmarxista: Engels (1957), Chayanov patriarcal extensa, o una nuclear conyugal. Y
(1966), Meillassoux (1977), Kharchev (1970), aunque en todas las épocas pudieron estar pre-
Lefebvre (1972), Heller (1977), Harris (1986: sentes fácticamente diversos tipos de organiza-
217-243) y en México, podemos mencionar a ción familiar, uno de ellos es adoptado, como
Flisflish (1977: 271-297) y a Martínez y Rendón prototipo hegemónico, propio de quienes tie-
(1982), entre varios autores, anteriores a los nen el control socioinstitucional, frente a sus
años noventa. También podríamos incluir, se- subalternos que “no llegan” al modelo ideal.
gún Lamo de Espinosa (Dicc.Sociología, 1998:
274) el estructuralismo freudiano y postfreu- Según el sociólogo de la familia R. Hill (1958),
diano, descubridor de las estructuras ocultas además de los autores clásicos, tales como Marx
en los integrantes familiares implicados entre y Engels, Durkheim (1888 y 1921) o Max Weber
sí: a Freud (1986), Fromm (1958), Foucault (1964: 289-314), han desarrollado de manera
(1984), Erikson (1988), o Lemaire (1986). En específica el estudio institucional de la familia au-
México baste aquí mencionar a modo de ejem- tores como Zimmerman (1945,47) o Sirjamaki
plo a los que utilizando un enfoque psicoanalíti- (1953). Ellos la trataron como una representa-
co lo han aplicado a la caracterización profunda ción colectiva, ideal, normativa e institucional

39
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

identificada en la sociocultura global dominante, ello el subsistema familiar -un tanto autónomo
en el hilo de su civilización y de sus grandes sis- de la familia nuclear en la sociedad moderna
temas sociales en supuesta armonía o en situa- urbanizada y masiva, coexiste al lado de otros
ción crítica y conflictiva: preindustrial, industrial sistemas con los que se integra. La labor del ana-
o postindustrial (en sus diversas modalidades). Se lista sociólogo es diagnosticar la funcionalidad o
podrían asimilar a estos autores muchos antro- disfuncionalidad de esta realidad sistémica para
pólogos que hacen análisis familiar bajo ópticas apuntar las causas de su inoperancia o desajus-
de explicación diversa: evolucionistas y difusio- te ocurrido en un espacio y tiempo definido, un
nistas diacrónicos, o funcionalistas y analistas-sin- tanto independientemente de sus antecedentes
crónicos, así como estructuralistas-conceptualis- históricos ahora ya superados en la nueva socie-
tas -tipo Radcliffe-Brown (1974) y Levy-Strauss dad en su conjunto. De ahí el interés histórico
(1983); pero también hay otros dignos de men- por parte de los sociólogos del estructural fun-
cionar como los historiadores de las instituciones cionalismo. Dentro de esta corriente estructu-
y de las mentalidades. De estos últimos, entre ral-funcionalista pueden consultarse, a partir de
muchos otros, que parcialmente volveremos nuestra referencia bibliográfica autores neoclási-
a citar, podemos mencionar a: Ariès (1985) y a cos tales como: Parsons (1955, 1967, 1971), Da-
Flandrin (1979), como excelentes ejemplos que vis (1968), Homans (1951), Goode (1965, 1966,
han descrito con lucidez y con un enfoque socio- 1973, 1980). En América Latina podemos iden-
lógico y antropológico social a la familia y a la vida tificar algunos estudios e investigaciones familia-
privada e íntima, en la historia francesa y euro- res hechas en los años sesenta y principios de los
pea, descubriendo, más allá de los modelos alu- setenta con este enfoque estructural-funciona-
didos -como concepciones estereotípicas-, for- lista, de manera parcial o subyacente: Germani
mas reales de vida familiar, desviadas del patrón (1968), Corredor (1962), Gutiérrez de Pineda
establecido en la moral oficial y en la regulación (1962, 1976), Gans, Pastore y Wilkening (1970);
canónica-religiosa de cada época. En México, un Leñero (1965), el Instituto Mexicano de Estudios
grupo de historiadores siguen esta misma ruta. Sociales-IMES: Leñero (1968), la Federación In-
Podemos mencionar a las historiadoras de la fa- ternacional de Institutos de Investigación Social
milia, Gonzalo (1993, 1994, 1998), Rabell (1994) y Socioreligiosa-FERESAL: Leñero et al (1970);
y Lavrin (1991), entre muchos otros. Mendoza (1976), Wills Franco (1976).

Además de los anteriores, comprendidos en En la explicación estructuralista podemos


este primer subgrupo de investigaciones de pro- mencionar de manera especial, al enfoque ana-
pósito teórico-explicativo, nos encontramos a lítico interdisciplinario de Becker (1981) quien,
un gran número de sociólogos de la familia que, partiendo de una perspectiva estructural ma-
en la segunda mitad de este siglo, han estudia- croeconómica, se la aplica a la organización
do a ésta, tanto teórica como empíricamente, familiar micro, precisamente para entender el
utilizando el paradigma estructural-funcionalista. comportamiento familiar (matrimonio, divor-
En dicho marco teórico, se concibe a la familia cio, división del trabajo en los hogares, rela-
como un subsistema clave dentro del equilibrio ciones desiguales paterno filiales y su movilidad
interfuncional del macrosistema societario glo- intergeneracional, etc.) utiliza las categorías
bal, y en especial, se ve a la familia nuclear con- propias del análisis económico: mercados ma-
yugal como la modalidad que responde a esta trimoniales, demandas de afección y necesida-
sociedad urbana e industrializada. Así, las mani- des frente a ofertas de servicios y de aporta-
festaciones familiares, obedecen a las funciones ciones, consumo y producción de satisfactores
sociales de salvaguardar la subsistencia de sus de orden material y moral, etc. El resultado es
miembros, regular las relaciones sexuales, so- una interesante propuesta analítica que apunta
cializar a sus componentes y generar en ellos precisamente a un trabajo de fusión realmente
los equilibrios emocionales personales. La falla interdisciplinaria, poco común.
o limitación de estas funciones debe ser com-
pensada con otras instituciones sociales; para Otras más frecuentes formas de plantear la
que, finalmente la sociedad mantenga el equili- causación social macro-micro, estructurándola
brio operativo de su funcionamiento global. Por mediante la creación de modelos de correla-

40
Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México

ción de fenómenos incidentes en el campo


familiar, es el recurso al análisis de las llama-
das variables intervinientes (mesosociales) que
aparecen como mediadoras entre los factores
externos a la familia y las conductas de sus
miembros, puestas inclusive en interacción de
doble sentido: realidad macrosocial--> facto-
res mesosociales----> conductas microsocia-
les--> factores mediadores mesosociales--->
realidad resultante macrosocial. Este análisis de
las mediaciones da pie a una metodología cuali-
tativa utilizada por sociólogos y sociodemógra-
fos en el recurso al procedimiento de encues-
tas altamente tecnificadas. Ejemplos de esta
propuesta lógico-metodológica para estudios
teórico-empíricos fueron los planteados para el
análisis de la fecundidad pero asimilables a todo
tipo de fenómenos de conducta familiar: Freed-
man, Davis y Blake (1967), de Hill, Stycos, Back
(1959), Carleton (1970), Leñero (1968), Welti
(1984, 1993), Welti y Paz (1996), García y De
Oliveira (1982, 1983, 1994), García y Pache-
co (2001), Tuirán (1992, 1993b, 1995), Welti
(1993), Mier y Terán y Partida (2001), Zava-
la de Cosío(2001), Quilodrán (1991), Gómez
de León (2001). Entre muchos otros que han
analizado las grandes encuestas nacionales de
fecundidad. De hecho, esta manera de realizar
la investigación familiar, hace un puede con la
siguiente orientación.

41
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

b) Las familias vistas en su En relación al estudio de la familia realizado


dimensión microsocial como con este enfoque de interacción simbólica, po-
resultado de la interacción de demos mencionar a: Burguess (1968) en Chica-
sus miembros y de las relaciones go; Hill (1949) en Minneápolis, y Hill con Stycos
interfamiliares y comunitarias y Black (1958) en Puerto Rico; Michel (1974)
en Francia; a De Bie, Dobbelaere, Leplae y Piel
El segundo gran grupo de explicación so- (1968) en Bélgica; y Rapoport en Inglaterra (Sus-
ciológica, propiamente dicho, sobre la sman, 1968: 53-65). En América Latina, son po-
realidad familiar, es el que parte de otro su- cas las investigaciones sociológicas sobre la fami-
puesto: la familia es una unidad que se explica lia realizadas con esta perspectiva. Hay un buen
por sí misma como resultado de la interacción número de ellas que sin ser explícitamente inves-
de sus miembros y de la conexión de ella, con tigaciones de la corriente de interacción simbó-
los demás actores individuales y grupales, me- lica, manejan elementos claves de la interacción
diante las redes interfamiliares, comunitarias interpersonal y grupal al interior y exterior de
y societarias. La explicación macroscópica es la familia. Podemos mencionar, en este sentido,
cuestionada entonces como una construcción en México, un conjunto de estudios interesados
racional y mental del analista a la que atribuye en el juego de interacciones familiares, y que
un sentido un tanto idealista y abstracto, pero utilizan una metodología de análisis grupal, de
que se aleja de la vida social tal y como esta es análisis de estudio de casos o incluso de encues-
construida realmente, no por los analistas, sino ta pero referida a las interacciones conyugales,
por sus propios protagonistas, en el ámbito de paterno filiales, de parentesco e interfamiliares:
su limitado horizonte humano. El actor social Leñero (1968: 127-148; 1987, 1994: 147-212)),
es el ejecutor y encauzador básico de su propia Pindas (1976), Leñero y Zubillaga (1982), Leñe-
vida, a partir de su mundo de interacción. En él ro y Fernández (1983), Rosenblueth (1984), ,
se socializa y desarrolla sus opciones concretas Elu y Leñero (1992), Ribeiro y Cepeda (1991),
vitales, internalizando significaciones y repre- Ribeiro (1994: 50-56), entre otros.
sentaciones colectivas pero asumiéndolas en su
ámbito interactivo a través de su biografía. Por
ello, la vida familiar tiene, en este sentido, una
relevancia enorme. Ahí se manifiesta la vida co-
tidiana de manera prioritaria; desde ahí se ge-
neran las valoraciones, impulsiones y conductas
que se proyectan en la vida social en general.

Esta perspectiva analítica ha tenido que reac-


cionar frente a la macrosociología defendiendo
la validez explicativa de un análisis micro y meso-
social. La familia aparece como un microcosmos
que tiene, en sí mismo, un sentido un tanto au-
tónomo, y que por lo tanto, legitima su análisis
en profundidad desde una llamada por Schwartz
y Jacobs (1996): “sociología del interior”. En ella
caben distintas corrientes: desde una sociología
maxweberiana del sentido y la comprensión de
la acción social (en este caso sociofamiliar), de
acuerdo a Weber (1964), como de una socio-
logía de la interacción simbólica, proveniente
de los autores neoclásicos: Mead (1972), Blu-
mer (1969), Znaniecki (1940), Burguess (1926)
y otros autores relevantes más actuales, tales
como Goffman (1971).

42
Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México

c) Análisis referente al desarrollo


de los ciclos familiares y de la
sucesión intergeneracional

Derivado de esta misma corriente interaccio-


nista, o vinculado con ella, se puede hablar del
análisis referente al desarrollo de los ciclos
familiares y de la sucesión intergeneracio-
nal. Su interés incluye tanto la interacción vista
en la dinámica de la vida familiar, por etapas y
trayectorias vitales, como en el paso de una a
otra generación y sus intercambios. Podemos
mencionar importantes autores al respecto: Hill
(1967, 1970), Koller (1974), Sussman (1968),
Davis (1968), Erikson (1988) y los diversos in-
vestigadores de psicología social que estudian
los ciclos vitales del desarrollo humano como
Lidz (1973), Lowe (1972); y en la investigación
familiar en México, Leñero (1982, 1983b), Es-
trada Inda (1982) entre otros.

43
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

d) La corriente fenomenológica Schütz-Luckmann (1975), Berger-Luckmann


en su estudio de la vida cotidiana (1979), Goffman (1971), Ariès-Duby (1987),
y en su énfasis sobre el análisis Lacroix (1967), Ortega y Gasset (1969), y de
de lo esencial y lo circunstancial alguna manera, respecto a la familia en México:
mediante tipologías Leñero (1982, 1983a, 1987).

Pero además de la perspectiva propia del en- En esta óptica hermenéutica podemos en-
foque de interacción social, podemos asociar, contrar múltiples estudios sobre la familia que
de alguna manera, con la óptica del estudio que explícita o implícitamente toman estas dimen-
parte de la acción de los propios protagonistas siones fenomenológicas, y buscan de una u otra
de la vida familiar, a la corriente fenomeno- manera explicar la manifestación familiar me-
lógica que plantea el estudio de la vida co- diante estas diferenciaciones, desvelando, en
tidiana y que enfatiza la necesidad de un primera instancia, los estereotipos surgidos en
análisis en profundidad la tipología cua- la lógica del sentido común. Entre los diversos
litativa de diferenciación de las unidades autores que adoptan un análisis de estos este-
familiares. reotipos atribuidos a los mexicanos (el carác-
ter del mexicano y de la mexicana relaciona-
La investigación de sociología fenomenoló- dos con los mitos colectivos internalizados en
gica busca fundamentalmente explicar herme- la cultura nacional y de sus familias) están los
néuticamente los fenómenos sociales a partir ya antes mencionados en la corriente psicoa-
de la percepción espontánea e intuitiva, para nalítica-social: Ramos (1951), Aramoni (1965),
de ahí, distinguir la manifestación social de re- González Pineda (1970), Ramírez (1977), y
ferencia en su variedad tipológica (diferencia está el sociólogo Béjar (1968) que hace una crí-
en el tiempo, espacio y categoría, más allá de tica significativa de los anteriores; también está,
los estereotipos del sentido común), y con ello, más recientemente, Sandoval (1985) y, basada
captar la circunstancialidad del fenómeno fren- en investigación empírica sociológica, aplicada
te a su esencialidad o su naturaleza intrínseca a la mujer mexicana, Elu (1969, 1973). Detrás
permanente (reducción sociológica equiva- de ella vienen muchas otras investigadoras que
lente a la epojé del método fenomenológico, adoptan en México la perspectiva de género
propiamente dicho). Es así que la familia, vista para desvelar la implicación de ser mujer sin
fenomenológicamente es percibida, primero quedar presas de las costumbres tradicionales
en la lógica del sentido común de la vida co- en la vida familiar; pero también de ser hom-
tidiana (Schutz, 1975: 38-70) en la que queda bre, en su implicación sociofamiliar dentro del
implicada una visión subjetiva de los estereoti- México actual; esto último, lo analiza Leñero
pos de vida familiar provenientes de la cultura (1992), un grupo de psicoterapeutas en torno
popular y de los mitos sociales (machismo, ma- al Instituto de Investigaciones en Psicología Clí-
rianismo, maternidad, paternidad y filiación sa- nica y Social (1987), así como otro grupo más
cralidos, etc.). Después, aparece en la investi- de investigadores sociales recientemente coor-
gación familiar, toda una elaboración tipológica dinados por Lerner (1998), para mencionar a
de las modalidades de caracterización familiar algunos de los pioneros en este estudio que va
de acuerdo a diversas categorías fenoménicas más allá del mito machista.
(según ubicación social, según composición y
desarrollo de la unidad familiar, según perfil En cambio, hay otros estudiosos que traba-
conductual de sus miembros, según tipos idea- jan ya a partir de una tipologización diversifi-
les o estrategias de vida y sentido vital, etc.). cante de las unidades familiares, distinguién-
Finalmente, el análisis lleva a concluir sobre la dolas de su caracterización puramente institu-
naturaleza intrínseca del fenómeno familiar, a cional colectiva (en torno a un modelo único),
pesar de las diferencias accidentales, para su para de ahí llegar a relatividades antes que a
identificación más profunda, en un momento y generalizaciones ideológicas e integristas. Refe-
sociedad dada, y para entender las tendencias rirse a las tipologías familiares puede asimilarse,
más consistentes de su existencia. Podemos re- en cambio, de alguna forma, a este propósito
ferirnos al respecto a los teóricos neoclásicos: fenomenológico, aunque el investigador no lo

44
Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México

haga de manera explícita para aplicar este mé-


todo en toda su secuencia lógica-explicativa.
Podemos encontrar una literatura abundante
de autores que se introducen en el estudio de
la familia mediante taxonomías -ya clásicas- de
familias. Particularmente se hace referencia a la
tipología que las clasifica según composición de
la unidad doméstica: familia extensa, semiex-
tensa, más que nuclear-conyugal (“ampliada”
o “compuesta”), familia nuclear-conyugal, y fa-
milia seminuclear no conyugal (monoparental,
unigeneracional, u otra con especial denomi-
nación según autores); también puede hacerse
referencia a tipos de familia según su focalidad
(patrifocal, matrifocal o mixta); según su perte-
nencia (de origen o de formación) o su ubica-
ción (veterolocal o neolocal); según la jefatura
familiar formal o según el perfil del poder real
ejercido; según el ciclo vital en que se encuen-
tran; etc. En este ejercicio de diversificación
tipológica podemos encontrar a sociólogos de
la familia en todo el mundo y orientados por
diversas corrientes teóricas, pero todos coin-
cidentes en la pluralidad de las formas familia-
res adoptadas. En el Comité de Investigación
de la Asociación Internacional de Sociología se
tuvo precisamente un programa que congregó
a más de cien ponencias que se presentaron en
el Congreso Internacional de la ISA en Toronto
74, en el que se planteó la revisión del modelo
de familia nuclear-conyugal como central para
el estudio de la sociología de la familia, resal-
tando la vigencia del análisis de las otras formas
tipológicas de la unidad familiar; en base a ese
evento, se publicó el libro colectivo denomi-
nado Más allá del modelo de familia nuclear:
Perspectivas transculturales, editado por Le-
ñero (1977). Este consenso internacional fue
sintomático en torno a la tesis de que sólo es
posible estudiar fenoménicamente a la familia a
través de la diversificación tipológica.

45
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

e) El enfoque constructivista y oculta en su manifestación aparente (el género


su aplicación en la cultura de la como construcción cultural más allá de la del
posmodernidad sexo como identificación biológica, aparen-
te evidencia en la que se confunden los roles
En cuanto al constructivismo, aplicado al familiares y sociales). Esto ha significado una
estudio de las realidades familiares y a las inter- reinterpretación asimilable a la lógica fenome-
venciones psicosociales como una derivación nológica de tipo hermenéutico, que realiza una
del enfoque hermenéutico y de la misma pers- multitud de estudiosos de la antropología, la
pectiva fenomenológica... sociología y la psicología social, la salud pública
y la sociodemográfica: primero sobre la mujer,
Igualmente, un grupo de expertos de la pero después también sobre la perspectiva de
ONU para la Conferencia Internacional de Po- género masculino. De estos autores podemos
blación 74 trataron también la necesaria tipolo- mencionar como ejemplo, a un selecto grupo
gía familiar para no caer en generalizaciones in- de teóricos del mundo entero a : Benería y
adecuadas: CEPAL (1975); y también el Centro Roldán (1987), Hunter (1991), Illich (1990), Ba-
de Desarrollo Social y Asuntos Humanitarios de dinter (1992), Schmukler (1998); y a otros más
Viena, del Departamento de Asuntos Económi- teórico-empíricos: Langer y Tolbert (1996),
cos y Sociales Internacionales de la ONU publi- Elu (1969-73, 1975, 1992), Oliveira y García
có su estudio sobre El Papel de la Familia en el (1994), y un contingente muy numeroso de
proceso de Desarrollo enfatizando la pluralidad investigadoras e investigadores en el PIEM del
de los tipos de familias en el mundo entero: COLMEX del cual resaltamos, en su referencia
Naciones Unidas (1986); más tarde, los exper- a lo familiar, a Soledad González y Julia Tuñón-
tos de Naciones Unidas para la preparación del comps. (1997); del PUEG-UNAM y de la Publi-
Año Mundial de la Familia (1984) publicaron cación semestral Debate Feminista (1990-98);
una serie de estudios en los que se volvía a re- además de muchos otros equipos y programas
calcar la tipología variante de la organización fa- de diversas instituciones y de distintos lugares-
miliar. A su vez, en América Latina, la CEPAL, del país que ahora se multiplican en casi todas
con la colaboración del CELADE, coordinó una las universidades que impulsan investigaciones.
serie de estudios sobre los Cambios en el per-
fil de las Familias: la experiencia regional (en También las investigaciones que buscan com-
general en Latinoamericana y en particular en prender y explicar la perspectiva generacional,
diez grandes países del continente). En casi to- tanto de los niños como los jóvenes, tanto los
dos los estudios se planteó la tipología familiar adultos maduros como las personas de la ter-
como referencia diversificada de la compren- cera edad, tanto una generación histórica como
sión de las familias, para después concluir, en la otra, sucesiva o antecedente, encuentra en la
generalización de los rasgos predominantes de familia una necesaria referencia. El estudio de
las familias diversificadas, en cada país: CEPAL la vida familiar es imprescindible para entender
(1993). En España, Chile, Colombia, Perú y la problemática de la infancia. Analizar o bus-
México (para sólo plantear cinco países signi- car acciones de encauzamiento de los menores
ficativos, sociólogos de la familia han planteado prescindiendo de su contexto familiar e interfa-
este referente tipológico fundamental, entre miliar es un despropósito. Pero también lo es el
muchos otros, desde los años setenta: Arizpe estudio de la familia sin referencia a los niños.
(1973), Del Campo (1991), García-Muñoz-de Las relaciones entre adultos (padres, parientes
Oliveira (1982), Gutiérrez de Pineda (1975), y otros) con los menores producen una deter-
Leñero (1968, 1977, 1978, 1983a, 1983b, minada problemática y encuentran las posibi-
1984, 1994, 1998), Lomnitz (1975), Zúñiga y lidades de su atención. Por ello, son múltiples
asociados (1986). los estudios sociológicos de la familia y los niños.
Desde el estudio histórico de la infancia como
Por otra parte, en los estudios de perspec- el realizado por Ariès (1962), hasta los diversos
tiva de género y sus implicaciones familiares, análisis de la situación sociofamiliar y de las situa-
aparece un enfoque de búsqueda interpretativa ciones críticas de los niños frente a sus padres
para el desvelamiento de una realidad esencial y ante los adultos en general. Una abundante

46
Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México

bibliografía sociológica e multidisciplinaria (im- 210), Wong y Levine (1992) entre muchos
prescindible para el análisis sociológico) puede otros. También cabe mencionar la temática so-
apuntarse al respecto. Baste citar a manera de bre el estudio del conflicto familiar y la enajena-
ejemplo: ACPEINAC-Varios Autores (1982), ción familística: además de la línea psicoanalíti-
Alemany, Rodríguez y Hernández (1997), Bue- ca estudiada en su generalización colectiva, en
no (1996), Bruce et. al. (1998), Castellanos ella encontramos trabajando a diversos autores
(1997), De la Garza, et. al. (1987), DIF Nacional provenientes de diversas corrientes teóricas:
y UNICEF (1994, 1997), Gibbons (1984), Gon- desde la del materialismo dialéctico, hasta el
zález, Azaola, Duarte y Lemus (1993), Leñero estudio de las disfuncionalidades familiares, el
(1992, 1994: 181-212, López Echeverri (1990), conflicto conyugal o divorcio, el paterno-filial,
Núñez Miranda (1995), Pollock (1990), Schatz- la desintegración familiar, el cuestionamiento
man (1988), UNICEF (1964, 1997), Villarreal y de la familia, o la llamada “muerte de la familia”.
Sánchez (1993), Bueno (1996). Ya habíamos mencionado a Cooper (1985) y a
Laing (1988); pero también podemos referir-
Menos estudios existen en cuanto al tema nos, tratando el conflicto familiar, la separación
de familia y juventud, sobre todo del problema matrimonial y el divorcio, a Goode (1980), a
entre padres e hijos, aunque abundan los análi- Corsi (1994), a Lomas et al (1983), y en Méxi-
sis psicológicos sobre los adolescentes y sus re- co, a Ribeiro (1976 y 1991), a González Montes
laciones críticas con los adultos y con su familia. (1998), a Ojeda y R. González (1990: 423-428),
En este campo de juventud y familia citamos a Villasmil (1998) y a otros.
en especial a: Levi y Schmitt et al (1996), Go-
odman (1975, Erickson (1979), Leñero (1990,
1992: 199-215, 1994a: 199-212, 1994b: 128-
132), Centros de Integración Juvenil (1982,
1985, 1990), Bueno et. al. (1996). En relación
a las personas de la tercera edad y la familia,
también vamos encontrando cada vez más es-
tudios sociológicos, pero aún predominan los
de carácter biológico, los psicológicos y los
demográficos. Estos últimos utilizan frecuen-
temente un enfoque sociodemográfico asimila-
do al propiamente sociológico. Citemos entre
ellos a Camdessus (1995), Duocastella (1976),
Montes de Oca et al (1996: 45-55).

Finalmente, en esta línea de análisis cualita-


tivo microfamiliar y de estudios de la cotidia-
nidad, podemos destacar, de manera especial
diversas temáticas tratadas en muchos estudios
de historia y trayectorias de vida: por un lado,
las estrategias de vida y de subsistencia sobre
todo de las familias pobres y marginadas: Bor-
sotti, Argüello, Torrado, Valdés y Acuña, y D.
Rodríguez, todos ellos, en torno al Programa
de Investigaciones Sociales sobre Población en
América Latina-PISPAL y publicado en la Re-
vista Demografía y Economía de El Colegio de
México Nº 46 (1981). Esta temática y paradig-
ma siguió siendo utilizado por muchos investi-
gadores de la familia en América Latina, tales
como González de la Rocha (1986), Aramburú
(1988), Escobar (1986), Leñero (1995: 204-

47
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

1.4 Enfoques para un análisis


propositivo hecho de manera
realista en su aplicación
a la acción interventora
y de política familiar
Terminamos con esta revisión indicativa de
la investigación sociofamiliar, con un cuarto y
supuestamente derivado de las dos anteriores
perspectivas (descriptiva y explicativa). Se tra-
ta aquí de plantear no una idealidad basada en
fundamentos puramente ideológicos, morales
o de creencia religiosa, sino más bien un cami-
no posible de solución a problemas y necesi-
dades familiares.

48
Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México

a) Los estudios sobre el


planteamiento de una política
familiar implícita o explícita,
directa o indirecta
En este conjunto disímbolo de estudios sobre la
realidad familiar transformable de una manera
u otra, podemos distinguir, en primer lugar, los
planteos de Política Familiar (en el contexto
de las políticas sociales, pero también en la impli-
cación de diversas políticas y programas sectoria-
les (política económica, política educativa, política
sociodemográfica, política de salud, política de la
seguridad y prevención social, política del medio
ambiente, de la construcción de infraestructura
en general, de la urbanística, etc.). En todas ellas,
y en especial en la política social, en general, está
presente la involucración familiar, de una u otra
forma. Las Naciones Unidas hablan de Familia y
Desarrollo, y en dicho contexto han venido plan-
teando estudios y directivas orientadas a instru-
mentar, en todos los países, políticas sociales y
políticas familiares, basadas en una concepción
abierta y universalista que ve a la familia como
una unidad clave en el desarrollo nacional e in-
ternacional. Son muchos los eventos, congresos
y documentos producidos en este sentido, ba-
sados todos ellos en investigaciones de los estu-
diosos de la familia (buena parte de ellos, soció-
logos), así como de estudios provenientes de las
mismas agencias públicas, profesionales y civiles
que han aportado su interés y experiencia al res-
pecto de los cambios que convienen ser induci-
dos. Véase las referencias bibliográficas incluidas
en este trabajo: Naciones Unidas (1978, 1986,
1984, 1995a, 1995b); CEPAL (1975: 207-223).

49
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

b) Paradigmas de las
intervenciones familiares
Junto a estos planteamientos de los organismos
internacionales sobre las políticas familiares,
podemos encontrar a diversos autores acadé-
micos que han venido teorizando y realizan-
do investigaciones evaluativas sobre los
programas y las políticas familiares. Entre
ellos, podemos mencionar a Calderan Beltrao
(1963), Laing (1979), Aldous y a Dumon (1980),
Bueno et al (1996). En México han tratado el
tema: M.L. Fuentes, L.Leñero, Ma. Paz López,
S. Morales, V. Salles, R. Tuirán, P. Moreno, E.
González T., J. Boltvinik, T. Incháustegui en un
evento ad hoc, organizado por DIF, UNICEF,
COLMEX (1996); también en varios ensayos,
Leñero (1983a: 263-312, 1994: p. 261-270,
2005, p. 257-301), entre muchos otros autores
incluidos en la bibliografía.

50
Revisión de los marcos y corrientes teóricas utilizados en el estudio e investigación
de la Dinámica Familiar y sus principales aplicaciones a México

c) Experiencias que vinculan y pastoral religiosa, el manual de la Comisión


la realidad familiar con Episcopal para la Familia, relativo a la Pastoral
programas y acciones específicas Familiar (1991; 5) otra literatura para-socioló-
y profesionales de servicio e gica lo constituyen los estudios de propuesta
intervención sobre la familia de intervención sociopsicológica, psicoanalítica
social, y de psicoterapia con visión social, de los
Por otra parte, de manera mucho más concreta cuales podemos mencionar a manera de ejem-
aparece una amplia literatura que vincula la rea- plo, cercanos al enfoque sociológico: Acker-
lidad familiar con programas y acciones pro- man (1988), Satir (1971, 1978),
fesionales de servicio e intervención sobre
la familia, de manera específica. Muchas veces
no son elaborados por sociólogos, pero no deja
de haber casi siempre una referencia social y
sociológica en cuanto que miran a las interven-
ciones derivadas de programas y acciones pro-
fesionales sobre la familia como acciones con
una visión más social que de caso particular. Es
así como se trata la implicación de la familia y su
debida involucración en la acción emprendida
o por emprender, a veces como una estrategia
de intervención necesaria, otras, como efec-
to de la misma intervención y de su necesaria
evaluación y seguimiento. Podemos enunciar
diversos estudios sociales a manera de ejem-
plificación de este interés interventivo: 1) en
la Asistencia Pública: Fuentes (1998: 807-815),
Leñero (1988: 617-648); 2) en la Salud Públi-
ca, Zubirán, Arroyo y Avila (comps.) (1990),
en particular; en lo relativo a la Salud Repro-
ductiva, la fecundidad y la planificación familiar
hay una abundante bibliografía sobre el tema.
Citamos como ejemplo a: Davis y Blake (1967:
155-197), ONU-International Conference on
Population-Expert Group on Fertility and Fa-
mily (1984: 365-467); Leñero (1984: 155-190,
1987), Pick de W.(1979); 3) en el derecho fa-
miliar, visto social y sociológicamente: Chávez
Asencio (1985, 1987), Pacheco (1985) y un
conjunto numeroso de especialistas vinculados
al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
UNAM; 4) en cuanto a los estudios orientados
a la educación sociofamiliar podemos mencio-
nar a: los manuales de la familia de CONAPO
(1982, s/f, 1989), los manuales técnicos sobre
educación sexual del mismo CONAPO (1982)
y de otros autores tales como Mantilla de Ar-
dila en Colombia (1987) o de la Asoc.Colomb.
para el Est. Cient. Población (1973), el manual
de educación familiar de la Fundación para el
Apoyo de la Comunidad (s/f), y un sinúmero de
autores en la cuestión de la educación sexual y
la salud reproductiva; o bien, en la educación

51
SEGUNDA PARTE
Prediagnóstico hipotético sobre los perfiles de
conformación de las unidades familiares en México
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

CAPÍTULO 2
Identificación tipológica de las Familias
según su ubicación en el Contexto Social

2.1 El estudio tipológico de que se refieren a su situación proveniente de


su ubicación en el contexto social y socioeco-
las familias como necesidad nómico, para pasar después a las tipologías de
descriptiva y analítica la composición familiar según la confluencia de
personas en la unidad conformada de acuerdo
El análisis actual de las familias realmente exis- a las categorías de las mismas, y del papel que
tentes necesariamente tiene que hacerse a par- desempeñas en la dinámica interna del grupo
tir de tipologías, pues la realidad obedece a una familiar; de su constitución como grupo for-
pluralidad cada vez más acentuada. Nuestro malizado o no, y de los cambios tipificados se-
prediagnóstico familiar, basado en los estudios gún la etapa familiar.
de los especialistas en el fenómeno familiar,
toma de un sinnúmero de autores e investiga- De hecho, la formulación de tipologías re-
ciones en nuestro país y en todo el mundo, la sulta ser el camino más indicado para tratar de
elaboración de tipologías, no sólo de la compo- entender la variedad de las formas familiares
sición familiar, sino también de los perfiles que y poder hacer generalizaciones relativizadas a
caracterizan y diversifican la modalidad adop- cada conjunto tipológico, y no pretender ha-
tada por unas familias frente a otras. Sólo así se cer generalizaciones simplistas y estereotípicas
pueden entender y tratar discriminadamente a para la totalidad de las familias, en un país con
las diversas familias existentes.11 tan marcada desigualdad social y sociocultural.

Aquí vamos a referirnos, de manera sinté-


tica, a algunas de las tipologías más comunes
utilizadas para diversificar los perfiles diferen-
ciales de las familias estudiadas. Aludiremos
en particular a las tipologías de la composición
de los más de 28 millones de hogares, en su
conformación propiamente familiar, comen-
zando por identificar algunos tipos de familia

11
Una profusa lista de estudios y autores que plantean las tipologías familiares aparece en nuestro estudio documental disponible en la
Bibliotecas IMES y Leñero. Podemos referirnos a los siguientes aparecidos en nuestra bibliografía clasificada: Bañuelos y Gómez (1997)/
Bardis (1964)/ Barrientos y Méndez (1997)/ Béjin (1987)/ Bel Bravo (2000)/ Boudet (1955)/ Burgess (1968)/ Cabré y Domingo (1994)/ Cacho,
L. (2001)/ Castillo y Vela (2000)/ CEPAL (1993)/ Chant (1988)/ Chombart (1968)/ CONAPO (1983)/ CONAPO (2000b)/ Di Marco (1998)/
Espinosa (1994b)/ Esteinou (1999)/ Estrella (1993)/ Farber (1966)/ Favre (1973)/ Feijóo (1993)/ Filgueira (1993)/ Galindo (1986)/ García,
M. y Mauro (1993)/ García, B. (1991)/ García, B. con Oliveira y Muñoz (1982)/ García, B. y Pacheco (2001)/ Godoy y Covarrubias (1981)/
Goldani (1993)/ Gómez de León y Rabell (2001a)/ González A., Hdez. y Rosales (1996)/ González, R. (1986)/ Goode (1966)/ Guadarrama
(1998)/ Gutiérrez (1975 y 76)/ Harris (1983)/ INEGI (1992, 1994, 1998, 2002)/ INEGI (1993)/ INEGI (1999a)/ INEGI (2000b)/ Izazola y López
(1984)/ Jelin (1984)/ Jiménez O. (1977)/ Johnson (1967b)/ Johnson (1967c)/ Kephart (1972)/ Lemaire (1986)/ Leñero (1968)/ Leñero (1977)/
Leñero (1983b)/ Leñero (1985)/ Leñero (1986b)/ Leñero (1989b)/ Leñero y Fernández (1990a)/ Leñero (1990b)/ Leñero (1991)/ Leñero
(1992b)/ Leñero (1992c)/ Leñero (1994b)/ Leñero (1994c)/ Leñero (1994d)/ Leñero (1996a)/ León (1986)/ Levine (1992)/ Lévi-Strauss (1988)/
Linton(1959a)/ Linton(1959b)/ Lira(1978)/ Lloyd (1998a )/ Lomnitz (1975)/ Lomnitz y Pérez (1986)/ Lomnitz y Pérez (1987)/ Lomnitz (1990 )/
López B. (1994)/ López B. (1998)/ López B. (2000)/ López B. con Salles y Tuirán (2001)/ López H., Loría y Pérez (1996), López, Salles y Tuirán
(2001)/ Martínez González (1997)/ Morsa (1968b)/ Ojeda y López (1994c)/ Oliveira de (1988)/ Oliveira de (1994)/ Oliveira de (1998)/ Parsons
(1958)/ Parsons (1980b)/ Partida (2000)/ Piña (1997)/ Pío XI (1930)/ Rosseti (1993)/ Salles y Tuirán (1994)/ Sara-Laffosse y Ponce (1993)/ Solso-
na, y Treviño (1994)/ Torrado (1983)/ Torres S. (1996)/ Torres V., Garrido y Reyes (2000)/ Trost (1977)/ Tuirán (1992)/ Tuirán (1993a)/ Tuirán
(1993c)/ Tuirán (1995)/ Turner (1980a)/ Turoswski (1977)/ Valenzuela (1994)/ Wong y Levine (1992)/ Yamane (1977)/ Zelditch (1955). Pero
habría muchos más pues es una forma obligada del estudio familiar.

55
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

2.2 Tipos de familias según el En cada región predominan culturas históricas


más o menos definidas, pero cada vez más mix-
lugar geosociocultural en que tificadas por los procesos de migración interna y
se encuentran externa, así como por la comunicación creciente-
mente más cosmopolita. En el estudio de la fami-
Lo anterior nos lleva primeramente al reconoci- lia esto implica un primer acercamiento diversifi-
miento de la diversidad de familias según su ubi- cante, digno de tomarse en cuenta para no tratar
cación en el espacio social tanto al nivel regional de universalizar modelos familiares propios de
del país como de sus ámbitos rurales y urbanos. unas regiones -más o menos dominantes- frente
al de otras -más o menos paralelas, o de ámbito
a) Tipología de las familias de acuerdo a la menor. Por ello, nuestro estudio de las familias de
región, zona y localidad en que viven: Po- la ciudad de México no se puede generalizar, en
demos, en primer lugar, hacer una tipología de esta hipótesis diversificadora, a todas las familias
las familias según la región, zona y la localidad mexicanas, ni mucho menos. Es de esperar dife-
en la que se encuentran. rencias significativas en muchos aspectos.

Referirse a la dinámica familiar de las familias De cualquier manera, el estudio histórico de


en las distintas regiones del país es reconocer la las diversas culturas o subculturas regionales y
variedad de las historias culturales existentes en zonales hace ver que, hasta principios de este
el país, más allá de una visión puramente simplista siglo, las comarcas aparecían como realidades
nacionalista y centralista. En la bibliografía sobre un tanto homogéneas en su caracterización
las familias mexicanas podemos constatar cómo cultural predominante, con todo y su aporte
los estudios realizados en los diversos lugares de multiétnico. Las historias regionales y locales
las diferentes zonas del país, registran realidades dan cuenta de estos perfiles socioculturales.
familiares con específicas características derivadas Sin embargo, esta caracterización homogenei-
de los lugares. Remitimos para su consulta deta- zante encubre a dada su conformación plural,
llada y para los estudios comparados, a un con- altamente mixtificada, en un abierto proceso
junto de autores e investigaciones con abundante de hibridación. Esta mezcla ha estado originada
información matizada en problemática variante.12 en la constitución de familias mixtas a través de

12
Véase: para la región del Noroeste mexicano, los siguientes autores referidos en el anexo de bibliografía clasificada: CONAPO (1993), Estrella
Valenzuela (1993), INEGI (1999), IMES (1968, 1974, 1977, 1997), Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y
Secretaría Salud : Enc.Nac.Violencia Muj (2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU: Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Ojeda (1994b,
1994c), Palma y Suárez (1994), Reygadas (1994). Para los estudios en la Región Norte Central: Acosta y Solis (1998), CONAPO (1993), INEGI
(1999), IMES (1968, 1974, 1988, 1992), Inst.Mex. de la Juventud: Enc. Nac. de la Juventud (2000),. Salud Pública y Secretaría Salud : Enc.Nac.
Violencia Muj (2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, López y Ribeiro (1994), Palma y Suárez
(1994),Ribeiro (1989, 1994b, 2002b), y Ribeiro y Cepeda (1994ª). Para la Región del Nordeste: CONAPO (1993), INEGI (1999), IMES (1968),
Grupo Educación Popular Mujeres (1994),Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud : Enc.
Nac.Violencia contra las Mujeres (2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU: Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Palma y Suárez
(1994).Para el Centro Occidental: CONAPO (1993), García Valencia (1998), González de la Rocha (1986), INEGI (1999),IMES (1968, 1972,
1982, 1984, 1988, 1992), Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud: Enc.Nac.Violencia Muj
(2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Palma y Suárez (1994),CC Arizpe (1973), CONAPO
(1993), Elu (1993), Leñero y Fernández (1983a), INEGI (1999), IMES (1968, 1970, 1973, 1974, 1977, 1978, 1982, 1991, 1992, 1993, 1996,
2000), Grupo Educación Popular Mujeres (1994), Inst.Mex. de la Juventud: Enc. Nac. de la Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría
Salud : Enc.Nac.Violencia Muj (2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU: Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Leñero (1992,1994ª,
1998), Palma y Suárez (1994), Piña (1997), Robichaud (1998), Rodríguez G. (2000), Welti y Paz (1996). Para del Centro del país:: CONAPO
(1993), Elu (1993), Leñero y Fernández (1983a), INEGI (1999), IMES (1968, 1970, 1973, 1974, 1977, 1978, 1982, 1991, 1992, 1993, 1996,
2000), Grupo Educación Popular Mujeres (1994), Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud
: Enc.Nac.Violencia Muj (2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU: Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Leñero (1992,1994ª, 1998),
Palma y Suárez (1994), Piña (1997), Robichaud (1998), Rodríguez G. (2000), Welti y Paz (1996). Para el Area Metropolitana de la ciudad de
México: García, De Oliveira y Muñoz (1982), Gómez Robleda y D’Aloja (1961), INEGI (1999), IMES (1968, 1970, 1974, 1977, 1988, 1993, 1994,
2002), Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud : Enc.Nac.Violencia Muj (2003), INEGI, IN-
MUJERES y UNIFEM-ONU:Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Leñero (1994b, 1994c, 1994d), Lewis (1959, 1964), Lomnitz, L. (1975),
Salazar (1996), Villavicencio (1996). Para el Centro oriente: CONAPO (1993), INEGI (1999), IMES (1968), Grupo Educación Popular Mujeres
(1994),Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud : Enc.Nac.Violencia Muj (2003), INEGI,
INMUJERES y UNIFEM-ONU Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Palma y Suárez (1994). Para el: CONAPO (1993), Fernández y Jiménez
(1997), INEGI (1999), IMES (1968, 1974,1974, 1992, 1992, 1994, 1996, 1997, 2000, 1999), Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac. Juventud (2000),
Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud : Esur l nc.Nac.Violencia Muj (2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU:Enc. Nac. Dinámica Relac.
Hogares 2003, Palma y Suárez (1994). y para la Región del Sureste: Brown (1996), CONAPO (1993), Favre (1972), INEGI (1999), IMES (1968,
1974, 1983, 1988, 1992), Inst.Mex. de la Juventud: Enc.Nac.Juventud (2000), Inst. Ncl. Salud Pública y Secretaría Salud : Enc.Nac.Violencia Muj
(2003), INEGI, INMUJERES y UNIFEM-ONU Enc. Nac. Dinámica Relac. Hogares 2003, Palma y Suárez (1994), Pozas (1968), Vargas (1994).

56
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social

los matrimonios y uniones extramaritales con- bargo, antes las comarcas eran mucho más ho-
traídas de manera un tanto indiscriminada. mogéneas; en las relaciones familiares se man-
tenían mayormente las vinculaciones cotidianas
Y esto se refleja necesariamente -sobre entre parientes. Al término del siglo, la movili-
todo- en el sentido de la vida familiar, en pau- dad espacial y la transportación (vehicular) se ha
tas internas y externas matizadas en forma des- incrementado notablemente y con ello se han
igual, provenientes de la dinámica de sus socie- visto modificadas las relaciones familiares. En el
dades civiles, frente a la de sus Estados y sus campo, las separaciones por la salida de padres
sistemas legales. O se manifiesta en variantes o hijos migrantes, se ha acentuado grandemente.
de su normatividad religiosa, frente a costum- Se calcula, a fin de siglo, que más de la tercera
bres no erradicadas del todo, o relativamente parte de los padres de familia de las grandes ciu-
persistentes en la práctica. dades han sido inmigrantes. Pero incluso, aún sin
migración interregional o internacional, los hijos
Con la información que tenemos podemos forman sus familias de procreación en otras áreas
decir hipotéticamente, con una consistente cons- vecinales diferentes a las que habitan sus padres,
tatación obtenida de las múltiples investigaciones hermanos o parientes cercanos, con los que cada
hechas en las últimas décadas, que la dinámica vez se identifican menos. En las ciudades los es-
de las familias en las diferentes regiones se ven pacios de zonas nuevas separan a los hijos casa-
dualizadas en sentidos aparentemente distintos: dos de sus padres, abuelos y hermanos. Cuando
por un lado, se quiere preservar las raíces cultu- tratan de construir poco a poco, sus viviendas
rales heredadas y sus derechos para seguir sus con un a pretensión “moderna”, de mampos-
modelos tradicionales en sus propios estilos de tería y tabicón y una conformación propia para
subsistencia y modos de vida familiar; pero por una familia nuclear, están condicionando el tipo
otro lado, se buscan los cambios de una moder- de familia que buscan tener, pero el mayor pro-
nización venida del exterior a la que quieren ac- blema al que se enfrenta la mayoría de las nuevas
ceder principalmente las nuevas generaciones. familias es la carencia de recursos económicos y
la dificultad para encontrar un terreno disponible
Con ello, en cada lugar las familias tratan de con el mínimo de servicios urbanos.
asegurar la propia identidad familiar y comunita-
ria, pero al mismo tiempo, trastocan el “equili- No obstante, en los estudios existentes al
brio” anterior (de desigualdad social) tras la bús- respecto, faltan análisis relativos a estas nuevas
queda de oportunidades de trabajo y la presión situaciones de reubicación familiar en los espa-
generada por la concentración citadina de la ri- cios posibles o en los muchos ocupados en asen-
queza económica basada en un sistema produc- tamientos irregulares o peligrosos. Se tienen ya,
tivo y en un mercado cada vez más globalizado, sin embargo, múltiples estudios sociofamiliales y
así como por la influencia de los medios masivos de sublocalidades en algunas ciudades, y varios
que se trasmiten desde los mismos polos urba- sobre reasentamientos de familias migrantes
nos de las distintas regiones, desde la capital del (más desde la referencia del lugar de llegada y
país o desde el exterior. menos sobre el lugar de salida) en los que se
analizan las nuevas condiciones que tienen que
De todas maneras, al interior de cada región recrear a partir de su nueva socialización.13
se pueden identificar perfiles socioculturales y
sociohistóricos, a pesar de la misma tendencia De todas maneras, es importante partir de
migratoria, y de las variaciones experimentadas una visión de conjunto de la diversidad regional
por las distintas generaciones familiares. Sin em- dentro del panorama nacional. En él aparecen,

13
Véanse estudios sobre historias de vida en conjuntos de casos familiares, en donde se relatan vicisitudes derivadas del nuevo lugar de
llegada y su nuevo vecindaje: Oscar Lewis: Antropología de la Pobreza, Cinco Familias (1961-2003); múltiples estudios de investigadores
coordinados por Néstor García Canclini (Cultura y Comunicación en la Ciudad de México, 1998); de Bustamante (1997): Cruzar la línea;
de Norma Ojeda y Silvia López (1994): “Familias transfronterizas…”; de Mercedes González de la Rocha (1986) y de muchos especialistas
que han venido estudiando a las familias migrantes: Verduzco (1982), Báez-Jorge (1982), Brambila (1985), Escalante (2004b), Estrella (1993),
Gómez de León y Rabell (2001a), Hackman (1994b)/ Herrera y Sánchez (1996), Módena y Mendoza (2001), Ojeda (1994b ), Rangel (1992),
Salazar (1999), Valenzuela (1994), entre muchos otros.

57
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

según los censos nacionales de 1990 y 2000, la distribución habida desde 1930. Y eso necesa-
un total de 16.2 y de más de 24 millones de riamente significa que hay familias con culturas
unidades familiares respectivamente (tomado mezcladas, y que se presentan sincretismos de
con el criterio de unidad de hogar familiar). costumbres difíciles de identificar y entender en
Para 2005, el CONAPO ha calculado unos 28.4 su pauta normativa y que afectan tanto a las fa-
millones de hogares. La distribución porcentual milias de las zonas de salida como a las familias
de estas unidades familiares es la siguiente: de los lugares de llegada de grandes contingen-
tes de población llegados en procesos sucesivos
b) Datos de investigaciones al respecto a los lugares que parecen ofrecerles mejores
de la tipología familiar según ubicación condiciones de trabajo y de habitación.
geoespacial.
Efectivamente, la dinámica de las familias del
• Distribución porcentual de las unidades norte del país, originalmente menos mestiza-
domésticas familiares en las grandes regiones das, dieron lugar a diferencias sensibles com-
del país ( Vease Cuadro Nº 2-1). paradas con las familias del centro; pero sobre
todo, en su contraste con las familias del sur y
En estos datos generales por regiones nótese sureste, especialmente con las de las regiones
un aumento porcentual relativo, hacia el Norte de predominio indígena.14 Principalmente con
producto de la migración, con una disminución las de toda la zona tropical costera, con las de la
pequeña en el Centro y en el Sur, si se observa tierra caliente, con las de la sierra chiapaneca, o

Cuadro Nº 2-1: Hogares por regiones en cuatro inicios de década en México

1930 1970 1990 2000

Familias en Zonas del Norte 17.0% 20.0% 22.1% 21.6%

Noroeste 5 6 7.6 7.9

Norte Altiplano Central 5 5 4.9 4.6

Noreste 7 9 9.6 9.1

Familias en Zonas Centrales 66.0% 67.0% 64.4% 64.4%

Centro Pacífico 10 9 8.8 9

Centro Norte Central 6 5 3.9 3.7

Centro Bajío 14 11 9.7 10.3

Centro-Centro 26 32 32.4 32.4

Centro-Golfo 10 10 9.6 9

Familias en Zonas Sur y Sureste 17.0% 13.0% 1350.0% 1400.0%

Sur-Pacífico-Istmo 14 11 10.5 10.7

Sureste Peninsular 3 2 3 3.3

14
Véanse los estudios sobre familia indígena, tales como los de: Arizpe –nahuas-- (1973), Favre--mayas (1972), Sandoval Forero–otomíes-(1994);
y Revista Nueva Antropología Núm 18, múltiples autores tratando el tema del parentesco y la organización familiar indígena: Sahagún, De Tapia,
Terán, Ramírez, Pimentel, León, Flores, Redfield, Beals, Eggan, Carrasco, Guiteras, Jáuregui, Solomieu, Báez, Esponda , publicados en 1982.

58
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social

con las de la península yucateca, todas ellas con La zona norte, colindante en su frontera con
la variedad y predominancia de su composición los Estados Unidos presenta, necesariamente,
étnica indígena hasta nuestros días. una condición especial en la cual las familias ahí
ubicadas quedan afectadas de muchas formas
Lo anterior marca ya, desde el punto de vis- con la influencia y posibilidad de contacto con
ta sociocultural, al nivel nacional, un peso más el vecino país.15
grande (65% del total) para las formas familiares
propias de la cultura, más mestizada, del centro Por eso, la diferenciación de los tipos de fa-
del país. De hecho, el modelo parainstitucional milia según su ubicación sociogeográfica tiene
de la organización familiar nacional, difundido que ser matizada por otros factores de varia-
como tal, es precisamente el que responde más ción.16
a una forma ambivalente, propio del Centro, de
acuerdo con una cultura mestiza aún en proceso c) Tipología diferenciadora entre familias
de conformación, pero ahora con mayor com- rurales, rururbanas y urbanas
plejidad y pluralidad de raíces.
Es así como la ubicación en una localidad ru-
Las familias norteñas, en cambio, tienen his- ral o urbana, marca quizá una caracterización
tóricamente, en mayor medida, un ingrediente más precisa de la diferencia de vida familiar.
más criollo (en el que la franqueza y la actitud Sobre todo cuando la distancia del desarrollo
abierta se hace más evidente, según algunos au- socioeconómico y cultural abre una brecha
tores), y en donde el mestizaje fue menos fre- marcada entre lo rural (símbolo equívoco del
cuente; en cambio, en las del sur, la presencia de subdesarrollo), de lo urbano-intermedio, y de
las familias indígenas y ladinas es notablemente lo metropolitano (símbolo de la modernización
superior. La pluralidad de usos y costumbres y el progreso). ( Vease Cuadro Nº 2-2 ).
familiares es altamnificativo según los grupos
étnicos. Esto haría pensar en una evidente dife- El cambio ha sido drástico: De dos terce-
renciación en grandes términos, dentro de una ras partes de las familias rurales en 1969, se ha
misma zona, aún sin migraciones actuales, como pasado a sólo a un tercio de ellas. De sólo 8%
sucede en mayor medida en todas las regiones de familias en gran metrópoli, se pasa al 34%.
del norte. Eso nos lleva necesariamente a la hi- Esto tiene un efecto definitivo en la forma de
pótesis de diferenciación familiar, regional y lo- vida familiar, en la concepción de la misma, en
cal derivada de los desarrollos económicos en los valores culturales, en las relaciones socia-
un específico lugar, frente a los del resto de su les, en la vida económica y en el trabajo de sus
comarca. Por ejemplo, se puede esperar un im- miembros. Y este cambio se ha producido en
pacto notable en las familias campesinas de una sólo unos treinta y tres años: apenas entre una
localidad, antes sólo rural, a partir del estable- generación a otra.
cimiento de fábricas “modernas”. La diferencia
familiar puede ser entonces muy grande, con las Los anteriores datos nos llevan al menos
pautas conservadas por las familias campesinas a una triple diferenciación del horizonte co-
de los alrededores, antes iguales para todas. tidiano de la vida familiar para principios del
nuevo siglo, pues los ritmos de vida cambian
Con la industrialización de un poblado las diametralmente de un contexto al otro. Esto
nuevas generaciones abandonan la agricultura alude al hecho de que más de la tercera parte
campesina y buscan ocupación ahí donde se de las familias mexicanas viven ya en un con-
ofrecen oportunidades de trabajo, sobre todo texto masivo tal como el de la zona metropo-
de tipo salarial, independiente de la ocupación litana de la Ciudad de México, o como el de
de los padres. las tres principales ciudades de provincia que

15
Véase entre muchos estudios desarrollados principalmente por el Colegio de la Frontera Norte, la investigación de Ojeda (1994b y c).
16
Véase en el anexo 4.1 un cuadro elaborado por CONAPO sobre los números absolutos de los hogares mexicanos, registrados por las
entidades federativas de la República Mexicana.

59
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

Cuadro Nº 2-2 Tipos de Familias según localidad rural o urbana

Porcentajes de Familias
(Unid. Domésticas)
1960 1970 2003

Familias Rurales 67.90% 61.80% 32.80%


-En poblados de menos de 2,500 Hab. 49.3 41.30% 22.60%
-En Poblados entre 2,500-14,999 Hab. 18.6 20.50% 10.20%

Familias Urbanas Intermedias 2410.00% 29.70% 33.50%


-Rururbanas: 15,000-49,000 Hab. 8.6 4.90% 6.2
-Familias en Cds. “Medias”: 50,000- 499,999 11.7 11.80% 16.6
-Ciudades entre ½ y 1 millón Hab. 3.8 3 10.7

Familias Urbanas Metropolitanas 810.00% 8.50% 33.60%


-Ciudades metropolitanas: entre 1 y 3 mill. Hab. 8.1
-En ciudad megalopolitana de más de 3 mill. Hab. 8.1 8.50% 25.5
Fuente: Elaborado a partir de la información de los Censos Nacionales de Población y Vivienda correspondientes. INEGI (1960, 70 2000) ajustando la conurbación
de las áreas metropolitanas, según J. Walter Rangel González.

le siguen. Se puede hipotetizar que presentan las grandes concentraciones, sobre todo, a través
rasgos significativos diferenciados de las fami- de un mercado controlado y de una acumulación
lias de otras localidades. urbana de los excedentes rurales locales; pero
también mediante el bombardeo de palabras e
Por el otro extremo, otra tercera parte - imágenes provenientes de los grandes medios ma-
aunque cada vez más en proporción descen- sivos de comunicación netamente metropolitanos
dente- son familias netamente rurales que es- o de las políticas elaboradas desde las ciudades de
tán viviendo todavía en poblados menores de mayor dimensión económica y demográfica.
5,000 habitantes. El tercio restante de familias
vive en las ciudades identificadas como “ciuda- Esto produce, supuestamente, una distorsión
des medias” del país. del sentido de la vida local, en más de 150,000
localidades menores de 2,500 habitantes, en
Esto, de por sí, nos da una triple dimensión más de 1,400 poblados típicos rurales, y en más
hipotética, en el horizonte cotidiano de la vida fa- de 1,200 ciudades pequeñas y medias del país.
miliar. Los ritmos de vida cambian diametralmen-
te de un contexto al otro. El medio metropolita- En todas las localidades de dimensiones me-
no impone condiciones y modelos de conducta nores a las de las grandes urbes, las relaciones
desde sus propias enajenaciones y ansiedades familiares habían obedecido, hasta hace poco,
“deshumanizantes” hasta sus mismas perspecti- a dinámicas de control social derivadas de las
vas modernizadoras y de desarrollo personal. relaciones primarias cara-cara. La personalidad
del individuo debía responder a una dinámica
Los otros dos contextos de localidades meno- de lealtad interna y familiar, de adscripción ex-
res quedan, de alguna manera, dependientes de travolitiva, predominante.

60
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social

La tesis de Mogey17 que afirma que ante am- de vinculaciones interfamiliares pero, debido
bientes comunitarios, más o menos cerrados y a los medios de comunicación y a los modelos
aislados del exterior, las relaciones familiares se importados por las migraciones, las familias
abren al interior de la propia localidad de pue- rurales y las de ciudades pequeñas reciben
blo o barrio. En la comunidad cerrada o aislada extralógicamente la influencia del modelo
de otros centros de población, todas las fami- metropolitano. Habría que comprobar si esta
lias se conocen y necesariamente tienen que influencia tiene este supuesto efecto señalado
actuar a la vista de los demás. por algunos analistas.19

En cambio, en la gran ciudad, en la que las


relaciones humanas están abiertas a todas las
corrientes y formas de conexiones anónimas,
puede decirse que las familias presentan más
bien una dinámica de conformación interna un
tanto cerrada y egocéntrica que caracteriza a
la familia nuclear conyugal atomizada y des-
vinculada incluso de sus misma parentela.18 La
misma formación de la pareja conyugal, fun-
dante de la familia, concebida, cada vez más,
como una unidad de dos intereses personales,
más o menos informalmente independientes
de otros familiares, frecuentemente queda
“cerrada” a la ingerencia de su parentela, an-
tes altamente participante.

Hipotéticamente hay, además, en la familia


de la gran ciudad, sujeta a las incitaciones de la
sociedad de consumo, propia de la gran ciudad
(escaparate de todo tipo de propagandas co-
merciales) el predominio, cada vez mayor, de
una actitud más materializada --supuestamente
un tanto enajenada-- en su aspiración a consu-
mir y a poseer más “cosas”, dentro del hogar:
objetos producidos y comercializados por em-
presas internacionales. La familia se convier-
te en la aliada más definitiva del consumismo
galopante como efecto de su mismo contexto
urbano y masivo.

Se puede hipotetizar que este modelo de


dinámica familiar urbana, se está extrapolan-
do a todo el resto del país y está provocando
distorsiones en las familias de localidades ru-
rales y urbanas menores, sujetas a otro tipo

17
Véase Mogey (1967, 1970).
18
Tesis neoclásica de Parsons (1996, 1980a y 1980b), puesta en cuestión por diversos autores, pero que puede considerarse en varios aspec-
tos como constatable por múltiples estudios de la dinámica familiar en las grandes ciudades, en cuanto a su grado mayor de “atomización”
y de relativa autonomía. La misma unidad familiar así constituida por la dinámica interpersonal exclusivista de la pareja conyugal encuentra
a su interior tendencias dispares de individualidad entre sus componentes, lo cual provoca frecuentes conflictos de interés. Cuando éstos
lazos se rompen la familia nuclear conyugal entra en crisis pues difícilmente admite la intromisión externa de otros autores para regular su
situación “cerrada”. Véase las investigaciones de Nivón y de Nieto (1998), pp 205-277, o los de Safa sobre vecinos y vecindarios (1998).
19
Véase Piña Nava (1997), Viñas (1997), (1968), Guadarrama (1997), Amara (1985).

61
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

2.3 Tipos de familias según podemos hablar de cuatro grandes sectores de


familias, según su posición socioeconómica.
sus niveles socioeconómicos
de vida El cuadro 2-3 elaborado con los datos de la
Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los
a) La desigualdad socioeconómica reflejada Hogares, de INEGI de México en la última dé-
en la variedad de familias cada del siglo XX, permite un acercamiento a
la tipología de las familias según sus niveles de
La realidad de México está originada en la des- vida material. Se refiere solamente al indicador
igualdad socioeconómica desde el inicio de su de ingreso familiar monetario, pero resulta al-
vida colonial, como Nueva España. Esta des- tamente significativo.
igualdad se vincula con la diferenciación cultural,
política, social, espacial y económica. Pero es En el primer tipo al nivel de familias pobres po-
producto sintomático reflejado en la vida de las demos apuntar dos subtipos en diferente estra-
familias mexicanas, contrastando las formas de to de pobreza familiar:
vida entre unas y otras. Se mantienen hasta el
presente inicio del siglo XXI pese a los progra- •Familias que viven en una condición de po-
mas gubernamentales de lucha contra la pobre- breza extrema: precaria, de subsistencia
za, pues en el fondo, se mantienen las mismas cotidiana.
condiciones estructurales que dan lugar a la des-
igualdad. Estas condicionantes se ven reflejadas El estrato más bajo de la posición social abar-
en la vida cotidiana de las familias. caba a fines del siglo XX a más de dos millones
de familias. Se trata de hogares familiares que po-
El perfil de esta desigualdad familiar puede dríamos identificar como “en la pobreza extrema
apreciarse aún con indicadores simples inde- o indigencia, en situación altamente precaria”.
pendientemente de los diversos métodos de Comprenden aproximadamente al 11% de las fa-
clasificación de las capas sociales.20 milias, entre las cuales, hogares campesinos des-
provistos de tierras productivas, excampesinos
El detalle de las líneas de demarcación entre que han llegado a las ciudades y que forman un
una y otra capa social no cambia, básicamente, sector marginado o que se acomodan como pue-
la diferenciación más significativa de la tipología den en suburbios o en asentamientos espontá-
familiar. Las variaciones ocurridas en las últimas neos sin reconocimiento legal. Y buscan sobrevi-
décadas del siglo XX marcan incluso una agudi- vir realizando actividades informales, mendigando
zación del nivel de la pobreza a partir de 1982 o realizando tareas esporádicas nada calificadas.
pero grosso modo reafirman la diferenciación Entre ellos se pueden encontrar muchos meno-
de las capas sociales. res que viven en la calle y que han abandonado
sus familias de origen ya en situación crítica.21
Simplificando la cuestión para nuestros pro-
pósitos enunciativos de la tipología familiar bá- Las familias paupérrimas suelen estar asenta-
sica y la comprensión hipotética de la misma, das en las amplias zonas suburbanas, con escasa

20
Pueden consultarse a los diversos autores que han venido estudiando a la pobreza familiar y a las diversas formas de medirla. Resaltan entre
ellos Boltvinik (1994, 1996ª, 1996b, 2001, 2005), pero enumeramos a quienes aportan datos provenientes de diversas fuentes e investiga-
ciones de primera mano: Alvarez (1986)/ AMEP (1994)/ Bañuelos y Gómez (1997)/ Borsotti (1978)/ Cacho, L. (2001)/Casado (1971)/ CEPAL
(1994) CONAPO (1993)/ Cortés y Rubalcava R. (1992)/ Cortés (1993)/ Cortés (2000)/ Demos (1992-2003)/ Díaz de Romo (1990)/ García,
B. (1991)/ García, B. (1998)/ García, M. y Mauro (1993)/ Godoy y Covarrubias (1981)/ Gómez de León y Rabell (2001a)/ Gómez R. (1959)/
Gómez R. y D’Aloja (1961)/ Gonzalbo (1993)/ González de la R. (1986)/ GIMTRAP (1997)/ INEGI (1992, 1994, 1998, 2002)/ INEGI (1993)/
INEGI (1999a)/ INEGI (1999b)/ INEGI (2000b)/ Jiménez V. (1994)/ Leñero (1994, 1995b)/ Levine (1992)/ Lomnitz y Pérez (1987)/ López, C. y
Castillo (1994 )/ Lustig y Rendón (1978)// Naciones Unidas. Depto. de Asuntos Económicos y Sociales (1978)/ Nivón y Mantecón (1994)/ Ojeda
(1993)/ Ojeda y López (1994c)/ Oliveira de (1998)/ Palma, J. L.( 2001)/ Patiño y Velázquez (1994)/ Ribeiro (1994b)/ Rubalcava (2001)/ Salas
(1998)/ Torres S. (1996)/ Tuirán (1993b)/ Welti y Paz (1996)/ Zapata (1996).
21
Pueden consultarse al respecto de los niños de la calle a varios estudios que plantean diversas hipótesis sobre la dinámica familiar de éstos
como generadora de situaciones de riesgo. Véanse las investigaciones de: las publicaciones de UNICEF sobre el Estado Mundial de la in-
fancia (1992, 1997, 2001, y sigs.), los del DIF (Estadística de la Infancia, 1998, diversas memorias de eventos, los estudios de Ovidio López,
de Marie Pierre Sánchez, 1996, de Maher coord. et al, 1988, de Pollock (1990), de Núñez Miranda (1995), de Leñero (1998c, 2000 y 2004
en Dulanto, 2000 y 2004a).

62
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social

Cuadro No.2-3 Tipificación de las familias mexicanas según el ingreso


económico familiar medido en múltiplos del salario mínimo (*)

Categorías según nivel socio-económico de vida Indicadores Millones de % Parc % Agrup


Salar. Minim Hogares

1) FAMILIAS EN LA POBREZA 31.4

1.1. Fam.en pobreza extrema e indigencia 0 a 1 SM 2,156 10.6

1.2. Fam.con pobreza de subsistencia básica 1.01 a 2 SM 4,257 20.8

2) FAMILIAS DE CLASE PROLETARIA DEPEND. 32.8

2.1. Fam. con pobreza relativa de ingreso limitado 2.01 a 3 SM 4,059 19.8

2.2. Fam. clase proletaria dependiente no calificada 3.01 a 4 SM 2,666 13

3) FAMILIAS DE CLASE MEDIA 22.5

3.1. Fam. de clase media modesta 4.01 a 6 SM 3,111 15.2

3.2. Fam. de clase media con nivel básico bienestar 6.01 a 8 SM 1,496 7.3

4) FAMILIAS ACOMODADAS 13.3

4.1. Fam. de clase acomodada 8.01 y más 2,722 13.3

TOTALES NACIONALES 20,467 100 100

(*) No incluyen ingresos en especie, productos de autoconsumo, intercambios y prestaciones no monetarias


Fuente: INEGI. Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 1996, México, p. 78

urbanización y servicios, o en las llamadas “ciu- una sociedad que menosprecia sus búsquedas
dades perdidas” o barrios degradados dentro y sus recelos contra todos. Tienen dificultades
de la gran urbe. En la clasificación oficial actual prácticamente insuperables, heredadas de las
se las identifica como unidades familiares con generaciones anteriores para no poder salir
pobreza alimentaria porque en realidad lu- de su condición. La vida familiar queda sujeta
chan por obtener el pan cotidiano para ellos y profundamente afectada por dicha condición.
y sus hijos. Pero en realidad tienen carencias La paternidad, la conyugabilidad y la filiación no
en todos los aspectos. Están sujetas a “estra- significan lo mismo que para las demás familias
tegias” exiguas para no morir, o para sortear también pobres o no pobres, pues dependen
la incapacidad. Su lógica vital está totalmente de lo que les permite y exige la subsistencia
fuera de la supuesta lógica racional del siste- básica cotidiana. Eso las condiciona totalmente
ma social. Para resolver su situación de pre- en un sentido o en otro. Las vinculaciones con
cariedades en todo necesitan encontrar día sus parientes cercanos resultan necesarias para
a día posibles acciones para subsistir frente a su subsistencia, pero frecuentemente están

63
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

totalmente deterioradas, lo cual se añade a su familias mexicanas. Está constituido por uni-
carencia vital o a la salud mermada y mutilada dades familiares de jefes o jefas de familia
de uno o de varios miembros de la familia. Ca- que no cuentan con un trabajo fijo, y por lo
recen de la autosuficiencia básica para modificar tanto, también carecen de atención médica
su condición precaria, tanto porque padecer de y de seguridad social. Hay jubilados o viu-
una deficiencia venida desde su infancia, como dos-as que reciben una pensión exigua, pero
porque no han tenido la oportunidad de superar son más los que no reciben ninguna presta-
la condición indigente, heredada de sus padres, ción social. Los ingresos que logran obtener
de adquirir nuevos conocimientos en la escuela, irregularmente resultan siempre insuficien-
de desarrollar habilidades para desempeñar tra- tes. Hay familias campesinas con pequeña
bajos con un cierto nivel de calificación; y tam- propiedad o parcela ejidal cuyas tierras ya
poco han podido recibir apoyos para su propia resultan improductivas y difíciles de traba-
dignificación y autoestima. Sus mismas familias jar. Hay familias de artesanos, sobretodo en
de procreación están constituidas por parejas o las poblaciones rurales o en pequeñas ciu-
parientes en situaciones críticas, por enfermos o dades, que realizan su trabajo manual para
discapacitados que no han podido recibir aten- venderlo a comerciantes que les pagan cual-
ción debida, o son indigentes que se mantienen quier ingreso insuficiente. Hay familias cuyas
precariamente de limosnas callejeras. Muchos madres trabajan en los servicios domésticos,
otros han perdido su propia comunidad, sus tra- lavando ropa o realizando tareas múltiples.
bajos o se encuentran abandonadas por sus pa- Hay familias con jefatura femenina que han
rejas o hijos. En su deterioro vital y mala alimen- sido abandonadas por el padre o que su pa-
tación, son víctimas de enfermedades crónicas reja no llegó a tener vida marital con ella y
o del alcoholismo pero carecen de la atención vive precariamente realizando servicios oca-
médica más imprescindible y sólo una fracción sionales.24 Las hay que sus jefes varones su-
de ellos cuentan eventualmente con apoyos asis- fren la desocupación forzada.
tenciales, pero que no los dignifican ni resuelven
su condición básica. Sus historias de vida resultan Si agregamos los dos subniveles precarios
dramas y tragedias mudas o formas de vida que tenemos aproximadamente una tercera par-
denotan o resignación relativa, o desesperanza te de la población total mexicana que vive en
para modificar su condición.22 familias cuyo perspectiva de vida común es la
inseguridad y angustia cotidiana por sobrevivir.
Varias unidades domésticas de este conjunto En esa situación, podemos entender que la pa-
tipificado de familias en extrema pobreza. están ternidad, el matrimonio y la maritalidad, la vida
constituidas por personas que viven en zonas sexual y reproductiva, la filiación, la fraternidad,
tanto rurales como urbanas. Los estudios de la parentalidad y el valor de los hijos, quedan
caso al respecto resultan ilustrativos de ese mun- todos ellos condicionados a su lucha cotidiana
do dramático lleno de problemática y angustia para sobrellevar la carencia alimenticia, la sa-
humana vivida a veces con un espíritu ejemplar, lud precaria, la incapacidad para alcanzar una
pero muchas otras, como una sucesión de males autosuficiencia mínima. Muchas veces está pre-
potenciados entre sí que destruyen a las familias sente la incapacidad física. de padres o hijos, sin
y a las personas.23 atención asistencial. Desconocer lo que todo
esto significa para ese tercio o más de familias
• Un segundo subtipo de familias, dentro del mexicanas, o pretender juzgarlo con los crite-
nivel de pobreza de subsistencia básica está rios de las familias no pobres, es no entender
formado por un conjunto de familias mayor el sentido de la vida familiar predomiante de
que el anterior, con un 21% del total de las nuestro país, pues aún en las siguientes capas

22
Véanse historias de vida realizadas por Gabriel Ramírez, en Leñero (1995).
23
Véanse los relatos de estudios de vida realizados por Elu y Leñero (1992) y Leñero y Ramírez (1995).
24
Véanse entre los múltiples estudios sobre la jefatura femenina de la familia a los de: Acosta (1989, 1998), Alatorre y Atkin (1998), García y
Oliveira (1983), De Barbieri (1978), Quilodrán (2001).

64
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social

sociales se vive esta difícil situación de sobrevi-


vencia cotidiana, desde el punto de vista de las
condiciones materiales de la existencia.

Es por ello mismo que los pobres aprenden


a desarrollar sus acciones y sus aspiraciones,
en dos sentidos aparentemente opuestos:
el real, crudo y desesperanzador, y el irreal,
simbólico e imaginario. La tesis derivada de los
estudios sobre la pobreza familiar es de que
en lugar de que esta unidad doméstica sea un
espacio de protección y seguridad, como se
afirma idealmente, se convierta en un lugar de
desesperanza y frustración, donde los valores
familiares están siendo contaminados por recelos
y sufrimientos cotidianos, cuando no por odios
y violencias derivados de la desigualdad entre
las familias no pobres frente a las muchas que
carecen de los recursos básicos. Sin embargo,
los estudios sobre las familias pobres, realizados
sobre todo mediante análisis más profundos de
casos familiares, nos presentan no pocas veces,
al lado de dramas y desgracias, a familias muy
pobres con valores humanos trascendentes.
Es frecuente encontrar un sentido religioso y
una expectativa de mejoramiento ahí donde el
ciclo vital reproduce intergeneracionalmente la
pobreza más cruda. Donde la esperanza de salir
de ella, no desparece, a pesar de una realidad
difícil de superar.25

25
Véanse al respecto, una serie abundante de estudios sobre la pobreza y la condición de vida cotidiana precaria de las familias. Mencionamos
como ejemplo a los siguientes análisis: Acosta (1995), Acosta y Solis (1998b), Alatorre y Atkin (1998), Barros y Mendoça (1998), Casado
(1971), Cortés (1994), Cortés y Rubalcava (1992), Díaz de Romo (1990), Di Marco (1998), Elu y Leñero (1992), Elu (1993), Enríquez
(1998), Fuentes (1998), Escobar (1986), García B. (1991, 98), Godoy y Covarrubias (1981), González de la R (1986), Leñero (1995b),
Lomnitz, L. (1975), Escobar Latapí (1986), Levine (1992), Lewis (1959, 1964), Muñiz y Rubalcava (1996), Nivón y Mantecón (1994), Ojeda
(1993), Oliveira (1999), Patiño y Velázquez (1994), PISPAL: Sáenz y Di Paula; Borsotti, Argüello, Torrado et al (1981), Riquer y Pantoja
(1998), Salazar (1996), Torres (1996), Tuirán (1992), Wong y Levine (1992), Zapata y Mercado (1996). Cada estudio aporta matices im-
portantes en el estudio de la familia pobre.

65
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

b) El segundo tipo de familias, está referi- ejidales, su búsqueda de mejor ubicación les lleva
do a un conjunto familias en pobreza rela- a vender esas propiedades o usufructos, (si no
tiva o de clase proletaria dependiente. Son es que sus terrenos hayan sido expropiados por
familias del sector popular que comparten con- el gobierno), al ser invadidos por la conurbación
diciones limitadas de pobreza relativa con aspi- o por una urbanización creciente que revalora
raciones de movilidad económica para tratar de comercialmente sus bienes inmuebles de uso,
convertirse en familias de modesta clase media. convirtiéndolos en valores de cambio.28 Enton-
ces, las familias se desplazan a otras zonas más
Puede calcularse un 22.5% en esta situación periféricas de la urbe, a otras ciudades, o se van
restringida de bienestar económico y de cierta al vecino país, para ganar un ingreso en dólares a
seguridad alcanzada mediante un trabajo de- pesar de las inseguridades que tienen que sufrir
pendiente como obrero-a o empleado-a, tanto como emigrantes indocumentados.
en la producción industrial como en los servi-
cios, en el sector público o en el privado.26 El modelo de familia nuclear-conyugal, más
generalizado en las clases medias, opera desven-
Pero su situación ha sido afectada por el perío- tajosamente, en estas familias proletarias con
do de crisis económica del país, a partir de 1982, pobreza relativa, desarticulando, en su realidad
principalmente por la pérdida adquisitiva de los cotidiana, las redes de parentesco, que fuera
salarios, y los costos de la vida. Aunque el jefe o uno de sus recursos de subsistencia,29 e incluso
jefa de familia cuente con un empleo fijo de bajo introduciendo la ruptura intergeneracional entre
o medio nivel, y los familiares dependientes de padres e hijos, al momento en que éstos últimos
él o ella sean derechohabientes de la seguridad alcanzan la juventud, se unan maritalmente, o
médicosocial, sus ingresos no resultan frecuente- incluso desde que llegan a una adolescencia in-
mente suficientes para el mantenimiento de dependiente, con todo lo que ello implica para
una familia que quiere asimilarse a las clases me- la nuevas formas de vida familiar. Sin embargo,
dias con mejores condiciones de vida. Por ello, en las estrategias de supervivencia de los hijos al
encontramos entre éstas dos o más miembros de formar sus propias familias nucleares, sus padres
sus familias que trabajan, aunque no siempre ten- siguen siendo un recurso valioso a quien recurrir
gan totalmente asegurada su posición debido a la cuando se tienen problemas tanto económicos
competencia laboral o a la quiebra de pequeñas y como morales y personales.30
medianas empresas en las que laboran.
Los padres mayores (abuelos) de estas familias,
Las familias de este nivel de pobreza relativa aunque teóricamente cuenten con pensiones de
suelen tener problemas de vivienda propia o ren- jubilación, tienen problemas de mantenimiento y
tada y dificultades para acceder a créditos con el atención de su salud quebrantada, porque los in-
propósito de construirlas poco a poco, o adqui- gresos resultan decrecientes dado el costo de la
rirlas al lograr ser beneficiarios de una vivienda vida y debido a la separación de sus hijos formado-
“de interés social”. Por ello han sido identificadas res de sus propias familias de procreación .31
como familias con pobreza patrimonial.27 Mu-
chas veces, aunque hayan heredado de sus pa- Las “familias de pobreza relativa o de clase
dres alguna propiedad en una zona suburbana o proletaria dependiente” consumen lo que ganan
barrio, tierras de pequeña propiedad o parcelas con el salario o con los ingresos más o menos

26
Ejemplos de estudios sobre estas familias obreras y proletarias en México: Escobar (1986), García, De Oliveira y Muñoz (1982), Leñero
(1992), Barrientos y Méndez (1997).
27
Véase al respecto la clasificación hecha en el presente gobierno de la pobreza: alimenticia, de capacidades y de patriminio.Comité Técnico
para la medición de la pobreza. Sría. de Desarrollo Social, México. Referencia en Damián (Boltvinik y Damián, coords., 2004, pp.154-163.
28
Véanse los estudios de Larissa Lomnitz (1975), Turner (1975), Cornelius (1980), Garza (1988), Messmacher (1987) .
29
Véase capítulo 3 “La organización social, la familia y el parentesco” en Messmacher (1987), pp. 81-92.
30
Son muchas las investigaciones que confirman este apoyo intergeneracional dado por los padres de estas familias a los hijos cuando éstos
se casan o se separan. Véase como ejemplos de estos análisis a: Lomnitz, Larissa (1975), Bell (1980), Bruce, Lira y Lopes (1998), Buvinic,
Valenzuela, Molina Y González (1998), García (1998), González de la Rocha (1986), Hernández (2001a), Leñero (1988, 1995b, 1998c,
2004b), Lewis (1959, 1964), Lomnitz (1975), Muñiz y Rubalcava (1996), Rubalcava (2001), Torres (1996).
31
Véase Ham (1993), Montes de Oca (1996), Leñero (1998b), pp.45.

66
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social

regulares o eventuales aportados por el jefe o ante los padres, y refuerza la identidad juvenil
jefa de la familia. De hecho, casi la mitad de las más allá de su identidad familiar. También la
familias ya tienen dos o más personas que traba- escuela media y superior desplaza la ubicación
jan y aportan un ingreso al hogar, pero en este del grupo de amigos y más aún de los parientes
sector ocurre menos en el caso de las mujeres, (primos, tíos, abuelos). Pero difícilmente desa-
si éstas no son abandonadas por el marido. En rrolla la cohesión interfamiliar comunitaria den-
cambio los hijos suelen trabajar formal o infor- tro de la ciudad.33 Los hijos llegan a tener más
malmente más que los de clase media y por lo conocimientos propios de la vida moderna que
tanto su acceso a la escuela suele ser menor que sus padres, pues su escolaridad es ahora notoria-
aquellos. De cualquier manera al trabajar lo ha- mente mayor que la de sus progenitores. Están
cen bajo la autoridad de otros, mayormente no más familiarizados con las modas y novedades
familiares.32 Son dependientes y se sienten así: de la tecnología y modos de vida moderna. Todo
un tanto privados de “su libertad”, a cambio de ello nos permite suponer que en esa situación se
un salario fijo. Sujetos a horarios, o en el caso del genera una dinámica, por lo demás muy ambiva-
campo, a ciclos agrícolas, cada vez menos regu- lente, en su vida familiar.
lares. Organizan rutinariamente su vida familiar,
tratando de responder a las pautas tradicionales Pero la realidad cotidiana de las familias que
de la vida convencional “común”, pero en gran se conciben a sí mismas como clase popular
parte disfuncionales a las demandas generadas y trabajadora, parece contrastar con las pers-
por las nuevas circunstancias que afectan el rit- pectivas consumistas aprendidas en la televi-
mo y organización de sus hogares. sión, en el cine, en las tocadas de rock y en la
profusidad de modelos exógenos, más bien de
Los hijos de las familias populares trabaja- “honda” “clasemediera.34 Esto se ha acentua-
doras ya no suelen trabajar bajo la dirección y do con los efectos mercantiles de un tratado
control de sus padres desde pequeños; menos de libre comercio entre México, Canadá y los
después. Se independizan económica y cultural- Estados Unidos que ha logrado abrir el apeti-
mente de ellos, desde adolescentes. La escuela to consumidor de todos y ofrece mercancías
les conduce a ello en su sentido formador de importadas de todo tipo, derrotando a los pro-
la individualidad. También favorece esta eman- ductos nacionales y a los gustos vernáculos de
cipación el mismo ambiente del suburbio o de la cultura popular.
la colonia proletaria, las bandas existentes e in-
cluso la conformación anónima de los conjuntos Sin embargo, a pesar del modelo de fami-
habitacionales “de interés social”, en las grandes lia nuclear al que puede aspirar la familia tra-
y medianas ciudades. Muchos de los padres de bajadora difícilmente puede ser, sin más, una
familia se sacrifican en el presente para que familia puramente nuclear, porque el costo per
sus hijos estudien carreras técnicas o inclu- cápita de un hogar, incluso con un núcleo más
so universitarias y con ello puedan realizarse reducido de personas es demasiado elevado.
como familias de clase media. Esto reafirma Comenzando por el costo de una vivienda ad
grandemente la independencia de las nuevas hoc. Los jóvenes proletarios, recién casados,
generaciones juveniles al dar lugar a procesos tienen serias dificultades para vivir en forma
de desarrollo personal con fuerte tendencia a autónoma. Supuestamente, el recurso a sus
la individuación. Estos contrastan con la tradi- parientes se hace indispensable aunque no sea
cional cohesión familiar basada en la sumisión muy deseable para ellos.

32
Véase investigaciones sobre jóvenes: Leñero y Ramírez (1990, pp. 101-103, Enc.NclJuv 2000: Miranda (2002, pp.148-158), Inv.IMES Jóv.
DF Reporte Proy. 290, p.62.
33
Véanse al respecto de las amistades juveniles y los factores de su identidad los datos provenientes de la Encuesta Nacional de Juventud
realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud (2002). Véase también la investigación “Jovenes de Hoy” en Leñero y Fernández
(1990) p.70.
34
Las constataciones obtenidas en las encuestas familiares cuando se les pide que se definan así mismas como pertenecientes a una clase
social específica son muchas . Una mayoría de familias que viven en zonas proletarias o de muy modesta urbanización, se identifican, en las
ciudades, como familias de “clase media”. Véanse los datos de encuestas IMES, proyectos 29, 170, 172, 225, 239, 244, 249, 250, 262 , 290
(1967, 1981, 1990, 1992, 1993, 1994, 1996, 2002) y el análisis al respecto de Leñero (1968, 1982a, 1983b, 1990a, 1994b, 1994c).

67
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

En los diversos estudios hechos sobre el im-


pacto de la crisis económica de los años ochenta
y noventa se plantea la suposición de que, de ma-
nera realista, la presión de esta crisis económica
sobrellevada por el país en buena parte a base de
sacrificar el poder adquisitivo de un salario cada
vez más limitado, aqueja a la familia proletaria,
de manera significativa.35 Sin embargo, no por
ella las familias dejan de aspirar a una movilidad
socioeconómica ascendente, más que afirmar su
“conciencia de clase proletaria”. Por ello mismo,
muchos miembros de estas familias tienden a
emigrar a las grandes ciudades o al extranjero.
Pero su dinámica interfamiliar ha ido cambiando
en las últimas décadas del siglo y con ello también
a su relaciones vecinales. Las familias se ven cada
vez más encerradas en sus departamentos –mul-
tifamiliares-- o en sus viviendas pequeñas.

Hay ciertamente, transformaciones signifi-


cativas en el modo de construir la vida fami-
liar proletaria. El trabajo de la mujer y su doble
tarea en el ámbito laboral y en la unidad do-
méstica producen, según muchos-as analistas,
cambios radicales: en las relaciones conyuga-
les;36 en el sentido de la maternidad y, más aún,
en la conducta reproductiva.37 También en la
liberación de las relaciones sexuales de unos y
de otros; 38 y en la separación real de las pare-
jas desunidas;39 así como en la presencia de los
abuelos en un hogar saturado.40

El análisis de toda esta temática tendrá que ha-


cerse no sólo aludiendo al contenido mismo de
cada cuestión, sino diferenciando el sentido de la
misma a partir de la propia tipología familiar se-
gún su posición en las capas sociales, pues la signi-
ficación de los fenómenos familiares es diversa si
se trata de familias con un horizonte de pobreza o
de mayor bienestar. Y esto no siempre es tratado
por los analistas de manera expresa, como si su
sentido fuera el mismo en unas o en otras.

35
Véanse los estudios publicados por Asociación Mexicana de Población, AMEP sobre la crisis económica de fin de siglo en las familias mexicanas
(1994 y 1998), o los publicados por el DIF nacional (1996ª, 1996b, 1998). Véase el análisis de Tuirán (1993) al respecto de la crisis.
36
Véanse al respecto la caracterización familiar hecha en las investigaciones de Brígida Garcia, Orlandina de Oliveira y Humberto Muñoz
(1982, 1983, 1994).
37
Véase en: Bruce y Leonard (1998), CONAPO (1999), Elu (1969, 1971, 1975, 1993), Elu y Santos (2000), Engle (1998a), Hernández D.
(2001b), Juárez y Quilodrán (1989), Langer y Tolbert (1996), Leñero (1968, 1978, 1982b, 1987, 1992f, 1994), Lerner (1998), Maldonado
(1969), Núñez (1998), Palma y Suárez (1994), Quilodrán (1991, 2001), Ribeiro (1989, 1994b), Welti y Paz (1996).
38
Véase Amuchástegui (1998, 2001), Correa (2001), Lerner (1998), Rivas (1998), Stern (2001a), Szasz y Lerner (1998a).
39
Véase: Ojeda (1991, 1993), Salazar (1996), Del Campo (1991), Eguiluz (1997). Gómez Fonseca (2004), Martínez González (1997).
40
Véase lo sucedido en Japón, con los abuelos en el hogar estudiado por Yamane (1977), y en México, por Palma, José Luis (2001).

68
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social

c) Tipo de familias: de “clase media” pro- se como paradigma de la vida familiar actual, e
pios de una pequeña o mediana burguesía. Se incluso imponerse como modelo para todas las
trata solamente de más de la quinta parte de demás familias, sin distinguir su adecuación o
las familias mexicanas cuyo mantenimiento no a las condiciones y necesidades de ellas.41
socioeconómico se obtiene mediante traba-
jos con cierto nivel de calificación, tanto en Y de aquí podemos afirmar que la compo-
el sector primario, secundario o terciario -- sición de la familia nuclear conyugal (que trata-
de comercio y servicios--, como en el medio remos en el siguiente apartado de la tipología
rural o urbano, aunque éste último sea el más familiar según la composición de su unidad do-
característico. méstica), considerada como universal y defini-
toria de la familia, es la que adoptan, con mayor
El nivel de vida logrado por estas familias adecuación, las familias de la clase media típica.
puede considerarse como básicamente asegu-
rado, de tal manera que se presenta un virtual Dentro de esta caracterización familiar, pro-
rompimiento de las relaciones comunitarias y pia del nivel socioeconómico de vida “pequeño
parentales. Esto supone una virtual autosuficien- burgués-modernizada”, más propio de la vida
cia de cada unidad familiar, pero en la práctica urbana, podemos señalar algunos elementos
ésta muestra una sensible debilidad como grupo claves: resalta en él, la búsqueda de una au-
independiente por la falta de recursos humanos tonomía doméstica, comparada con la familia
y económicos, al momento en que la autonomía tradicional extensa o semiextensa. Esto implica
familiar produce aislamiento y tiene que enfren- un hogar establecido en una vivienda particular
tarse sola a los obstáculos, en la búsqueda del relativamente más reducida pues su miembros
bienestar familiar. (padres e hijos solteros) constituyen un núcleo
más pequeño. Cuando no es posible habi-
Cuando los empleos, las profesiones y ofi- tar una casa independiente, la familia de clase
cios sufren cambios notables debido a los mer- media ocupa departamentos en un edificio de
cados de trabajo, a la tecnología, a una com- viviendas pero que garantice la independencia
petencia mayor, o a una crisis de la economía familiar respecto a las otras unidades domésti-
colectiva, se presentan en la familia de clase cas. Esto lleva a una separación vecinal propia
media fuertes desequilibrios en su estabilidad de las clases medias, que no suelen constituir
social y anímica, al no saber cómo ajustarse a comunidades vecinales con fuertes redes de
un nivel de consumo y de restricciones aba- relación interfamiliar.
jo de la posición y del status social anterior.
Entonces las familias de clase media pueden Las familias de clase media dan importancia
entrar en una crisis que afecte gravemente sus a la formación escolar de niños y jóvenes, sa-
relaciones internas, por el impacto catastrófi- crificando la confluencia grupal, a cambio de un
co de perder su estabilidad y status. desarrollo personal de cada uno, en su indivi-
dualidad y en su identidad vocacional, emotiva
De cualquier manera, estas familias son más y volitiva. Se da gran importancia a este desa-
sensibles a los factores psicológicos, afectivos, rrollo para habilitar a las nuevas generaciones a
propios de la cultura “burguesa” y consumista. un mundo liberalizado de competencias y me-
Esta misma cultura “moderna” internalizada ritocracias, pero a veces se genera un paterna-
por las familias de clase media modela una serie lismo protector que resulta contraproducente.
de prácticas de la vida cotidiana y de sus usos, De todas maneras, el autoritarismo familístico
apariencias y símbolos, que suelen generalizar- suele ser más atemperado que en las familias

41
Véanse las hipótesis y caracterizaciones desarrolladas por diversos autores al analizar a las familias de las clases medias, inclusive en su va-
riedad de subniveles: En México: Revista Nueva Antropología Nº 55 sobre el Tema de las Familias de Clase Media (1999): R. Esteinou, M.
Blanco, Ludy y Kim Sánchez; Loaeza (1988); Gómez Robleda y A. D’Aloja (1961); Careaga (1974); Nieto (1998) pp.235-277; Ballent (1998)
pp.65-131; Ongay (1980); en Italia: Cerase y Calvosa (1980); en España: Del Campo (1989); y muchos otros que al desarrollar el análisis
de la vida cotidiana, la intimidad, toman el modelo derivado de la cultura de clase media para aplicarlo a la vida familiar contemporánea más
equiparado a las clases medias de los países “avanzados”.

69
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

de los sectores populares. Así mismo, el ideal nuevas familias de clase media, con otro molde
de cultura familiar “clasemediero”, supone ser diferente del que formaron sus padres dos o
menos machista, esperando que la mujer no más décadas antes.
sólo sea una persona dependiente del varón.
Sin embargo, los estudios sobre la realidad de Las familias nuevas de la clase media ahora
las familias de clases medias en México, coinci- planifican su familia en su gran mayoría casi to-
den en apuntar que existe en este mismo tipo tal, con los métodos anticonceptivos moder-
de familias una inercia cultural tradicional difícil nos rechazados por la Iglesia católica. Desde
de superar, aunque se trate de familias con es- jóvenes practican mayoritariamente las rela-
tabilidad socioeconómica vivida durante varias ciones premaritales, suelen tener, ya ambos
generaciones. Es evidencia confirmada por los sexos relaciones extramaritales al menos en
diversos estudios enfocados con una perspecti- una proporción mayor.
va de género que esta idealización de la demo-
cratización familiar y de la equidad de género, Igualmente ha aumentado considerablemen-
aún están lejos de ser una realidad.42 Los mismos te la unión consensual y relativamente la ho-
datos de las últimas encuestas sobre la violencia mosexualidad, que no se sanciona tanto como
intrafamiliar así lo confirman. Más aún, las fami- sucedía hace dos décadas o más. Sus creencias
lias “clasemedieras” han sido caracterizadas por se han secularizado grandemente, y han ido
diversos autores de manera estereotípica y pe- aprendiendo a desarrollar la previsión social, el
yorativa, con rasgos marcados por mitos y otras autoaprecio o la neurosis, propia del stress de
“desviaciones”, según el ángulo ideológico desde la vida actual.
el que han analizado sus prácticas: su prurito de
aparecer (frecuentemente de manera artificio- Las mujeres de clase media suelen traba-
sa y aparente) como familias “bien” y mantener jar mayoritariamente antes de casarse y una
su prestigio de familias “decentes”, “educadas”, tercera parte de ellas, ya siendo casadas. Una
“tolerantes”, “bien vestidas”, “bien parecidas” multitud de estudios y encuestas vienen a con-
aunque, de hecho, muy frecuentemente no lo firmar lo anterior sobre todo si se separan los
sean y sólo lo aparenten.43 tipos de familias y de sus miembros jóvenes
según su pertenencia a la clase medio y elita-
Pero esa misma cultura de clase media gene- ria de las demás. Pero la ruptura generalizada,
ra un aprecio por mantener su posición social producto de un modelo de familia formal de
y sus patrimonios familiares básicos. Los hijos tipo nuclear conyugal, generado y experimen-
esperan la herencia de los padres, pero como tado sobre todo en el sector de clase media,
la esperanza de vida ha aumentado considera- y que está en un proceso crítico de transfor-
blemente al final del siglo XX, éstos conservan mación buscando otras bases de legitimación
sus recursos y ahorros para supervivir en las y de desarrollo acorde a los nuevos ingredien-
mejores condiciones, una vez que el espíritu tes sociales, culturales y políticos llevados a la
de sacrificio inculcado tradicionalmente, de las práctica de la vida cotidiana.44
madres y los padres va quedando atrás. Incluso,
cada vez más la aparente solidez del matrimo- Es así como podemos pensar que las fami-
nio religioso antes encomiado, va dando lugar a lias de los sectores identificados como “clase
fines de siglo a las separaciones y divorcios con- media” viven actualmente, más que las de los
yugales aún en parejas “muy católicas”, sobre otros sectores, un proceso crítico de desinte-
todo cuando los hijos se marchan a formar las gración grupal cuya manifestación primordial

42
Nos referiremos más adelante a los estudios sobre esta inequidad de género.
43
Véanse las tesis autocríticas de los mitos y fantasías de la clase media mexicana, en Careaga (1974), y las tesis de Loaeza al respecto (1988).
44
Véanse una serie de estudios que enfocan el análisis de la dinámica familiar, más que a partir de una postura puramente moralista y funda-
mentalista basada en los principios en que se apoyaba el modelo tradicional de la familia, en el conocimiento y comprensión de la realidad
cambiante de la familia actual y de su paradigma ideal, para captar el sentido de la transformación iniciada principalmente por las clases
medias. Entre algunos de los autores que han trabajado en ello mencionamos a: en España: Del Campo (1991, 1995); en Alemania: König
(1981) y Beck-Gernsheim (2003); en Estados Unidos (entre una multitud): Rogers (1980); en Inglaterra: Laing (1988), Lomas, Winnicicot,
Rapoport et al (1983); al nivel internacional: Hinojal y Goode (1973); en México: Leñero (2000a).

70
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social

parece ser de tipo psicológico-afectivo-volitivo.


Sin embargo, esta crisis obedece a condiciones
sociales y a factores estructurales que van más
allá -en su causalidad intrínseca- de las diver-
sas formas de manejar psíquica y volitivamente
el subconsciente y el consciente personal, los
conflictos entre la pareja marital, así como las
relaciones afectivas entre padres e hijos, o de
los hermanos entre sí.

71
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

d) Tipo de familias “acomodadas”. Final- familias “ricas”, han podido alargar su etapa ju-
mente aparece el tipo de familias de la “alta venil, sin incorporarse a la vida de trabajo mucho
burguesía”. Calculamos en este conjunto de más que las otras familias menos acomodadas,
cerca de un millón y medio –al terminar el si- proletarias y pobres, retardando más su matri-
glo XX-- sólo un poco más de la décima parte monio que los otros jóvenes. Supuestamente
del total de las familias. Podríamos hablar de van a la escuela y universidades durante más
un 3% a un 5%, en su nivel elitario más alto, años que los hijos de otros niveles económicos,
y de alrededor a un 6% en su grupo más am- pero sobre todo se divierten y se pasean dentro
plio. Es decir, entre un 13 y un 15% del total y fuera del país más que todos los demás jóvenes
de las familias mexicanas. En suma, aproxima- de familias menos acomodadas. Tienen facilida-
damente un millón y trescientas mil hogares des para concurrir a fiestas, parrandas y juegos
familiares acomodados, que viven más bien no populares, en más alto porcentaje que los jó-
en las grandes ciudades o en las ciudades me- venes de otros estratos; practican mayormente
dias, pero con propiedades en diversas zonas las relaciones sexuales premaritales, sin mayores
y localidades, incluso ranchos y residencias compromisos, con chicas o chicos de otros nive-
rústicas rurales. Pero no suelen integrarse a la les socioeconómicos; disponen de automóviles
vida comunitaria, de sus colonias residenciales y aparatos de todo tipo, incluyendo avionetas,
porque su seguridad les ha llevado a construir y muchos de ellos tienen excesos de dispendios
barreras de separación de todas las familias y lujos, alcohol e incluso drogas, que los puede
que no tienen su mismo nivel; en cambio, con- hacer adictos, sobre todo cuando se sienten ale-
curren a clubes “exclusivos” y forman círculos jados de sus padres, y pueden disponer de su
sociales cerrados y excluyentes. libertad sin mayores controles morales, socia-
les y familiares. Los estudios terapéuticos dan
Estas familias han adoptado muchos de los frecuentemente cuenta de estos antecedentes
rasgos del modelo de familia propio de las cla- en población adulta que ha pertenecido a estos
ses medias, pero para un sector de estas fami- tipos de familia, con problemas de integración
lias “ricas” su adopción ha sido formalmente real, aunque en apariencia lo disimulen. Se con-
asumida, pues sus mismos intereses socioeco- vierten primeramente en júniores, y después, en
nómicos y políticos han mantenido, en el fon- herederos de los patrimonios familiares, de sus
do, muchos de los principios de vinculación vínculos y reconocimientos. La mayoría apro-
consanguínea y derivados de las concertacio- vecha su posición familiar y de relación social,
nes matrimoniales de conveniencia, provenien- para desarrollar su relevancia personal y la de
te de sus antepasados, en los que se ha basado sus propias familias, con todo y la práctica de un
su status “superior” actual. En cambio otro nepotismo que se reproduce en la trayectoria de
sector de ellos (los llamados “nuevos ricos” la familia de sus padres y antepasados.
conservan ciertos rasgos psico-culturales de su
origen de clase, aunque busquen adoptar poses En la mayor parte de los casos, a las fami-
de familias “pseudoaristocráticas” que resultan lias altamente “acomodadas” les interesa man-
muchas veces de mal gusto o de falsa aparien- tener su elevado nivel de vida y la organización
cia caricaturesca. Muchas de ellas han logrado de sus unidades nucleares mantienen vincula-
hacer fortunas en negocios no muy claros, o ciones y dependencias con la parentela que les
por circunstancias de oportunidad aprovecha- conviene, y con la red de amistades y círculo
da; otros han ascendido mediante la política, la social proveniente de sus familias de origen. El
dirigencia social, el prestigio profesional, el ma- patrimonio familiar es una cuestión clave para
nejo caciquil, el papel relevante en corporacio- ellas: la propiedad de los bienes inmuebles, y la
nes, sociedades, el liderazgo en organizaciones tenencia de capitales financieros, de acciones
gremiales o sindicales, o bien en los círculos de y propiedades en los negocios compartidos y
poder, de partido y de gobierno, tanto en el heredados y competidos entre hermanos de
ámbito nacional como en el internacional. sangre y de afinidad derivada de las uniones
matrimoniales. Por eso frecuentemente la
En general, las historias de vida elaboradas en cuestión patrimonial no deja de ser problemá-
varios estudios constatan que los hijos de estas tica y fuente de conflictos intrafamiliares.

72
Identificación tipológica de las Familias según
su ubicación en el Contexto Social

La concertación o inducción del matrimonio De todas maneras, podemos hipotetizar a


de los hijos, realizado todavía por los padres con partir de los estudios sobre las familias de nivel
patrimonio suficiente para ejercer un patriarca- elitario que no deja de manifestarse a través de
lismo sui generis continúa en buena parte de fa- los lazos de consanguinidad, reconocidos entre
milias de nivel muy acomodado, más que en los parientes más o menos cercanos, el sentido en
otros tipos de familia de las otras capas sociales. el que vuelve aparecer “la familia grande” como
Sin embargo la antigua tradición de las alianzas eje de la secuencia intergeneracional de cuatro
con las familias adecuadas, ahora parece encon- generaciones sucesivas que se reproducen para
trar, casi siempre, escollos debidos a la libertad mantener los privilegios de su posición, contras-
asumida por los hijos de uno y otro sexo. Los tante con las otras familias no tan acomodadas. Y
criterios para el reparto de la herencia puede se- esto genera una doble tendencia: conservadora
guir dos caminos: uno, el del antiguo mayorazgo, en la búsqueda de mantener su posición elitaria
o de la concentración del legado en uno de los en una sociedad altamente desigual, y su recurso
hijos, para no perder la secuencia del patrimonio a una modernidad (pero no a una posmoderni-
familiar intergeneracional. Pero evidentemente, dad incierta) y a una liberalidad que les permita
genera problemas entre hermanos-as y cuña- a sus miembros concurrir a la competencia con
dos-as, a veces con rupturas totales. En ocasio- las ventajas de su posición privilegiada en un país
nes esta preferencialidad recae, siguiendo una con mayoría de familias pobres. La escuela priva-
costumbre ancestral, en el hijo o hija menor (“el da y de excelencia (dentro y fuera del país) figura
chocoyote”), que frecuentemente acompaña, como uno de sus recursos estratégicos, pero el
en el mismo hogar de ellos, a los padres hasta otro, además de su misma riqueza económica,
los últimos años de su vida. es su círculo de relaciones sociales en donde se
privilegian las alianzas de poder.45
La práctica de una moral y religiosidad, en
estas familias acomodadas, se ha visto modifi- Por lo todo lo anterior podemos decir que
cada con los procesos de secularización de la las familias elitarias representan a un mundo to-
vida familiar. En todo caso, suele desdoblarse talmente contrastante con el resto. Constata-
en conductas aparentes o simbólicas al inte- ciones repetidas en las investigaciones empíricas
rior o exterior de la familia y de su parentela, realizadas al propósito de distinguir tipos de fa-
y las acciones reales asumidas en su privacidad milia según niveles, nos llevan a afirmar hipotéti-
e intimidad personal, con signos altamente li- camente que estas familias ricas desconocen casi
berales. Las referencias simbólicas de lo reli- siempre el sentir y la verdadera situación e idio-
gioso son asumidos como signos de sacralidad sincrasia de las familias pobres y miserables, a las
familística, pero frecuentemente no son real- que explotan de una u otra manera. Es difícil que
mente asumidos, menos aún en las nuevas ge- haya en ellas una comprensión verdadera del di-
neraciones desde las últimas décadas del siglo verso sentido de la vida y su problemática, en las
XX. Por ello esta frontera entre lo reconocido otras familias no ricas. De ahí la tendencia, en
ante los demás y lo practicado en lo personal el mejor de los casos, de paternalizarlas, hacer
suele dar lugar, cada vez más, a una desregula- filantropía sin un sentido realmente comprome-
ción de las relaciones familiares elitarias, pro- tido con ellas, respetando su propia idiosincrasia.
pia de las “familias bien”, para dar lugar a un Las suelen juzgar y dictaminar desde la propia
hedonismo y a un materialismo como búsque- posición “elevada”, e incluso pretenden --inclui-
da de satisfacciones y de placeres, frecuente- dos los profesionales especialistas de alto nivel,
mente frustrados. Las mismas telenovelas han provenientes de estas familias--, señalarles cómo
plasmado melodramáticamente esta tensión: tendrían que resolver sus problemas, de acuerdo
“los ricos también lloran”... a un deber ser o a un conocimiento puramente

45
El análisis, poco frecuente de las familias acomodadas, hecho por Larissa A. Lomnitz y Marisol Pérez Lizaur de las familias elitarias es muy signifi-
cativo para caracterizarlas mediante los estudios profundos de casos. Consúltese a Cuéllar (1996b), Lomnitz y Pérez L (1986 y 1987), Lomnitz
(1990) . Véanse los datos comparados, de encuestas sociológicas, entre familias de clase acomodada con los de otras familias, en reportes de
investigaciónes del IMES, Centro de Documentación: Proy. Nº 29 (1967), 170 (1981); 172 (1981); 239 (1993); 244 (1992); 250 (1994).

73
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

racionalizado, visto desde su propia perspectiva


privilegiada y de poder, que ve a los demás como
sus subalternos.46 El mismo sistema institucional
público y civil, opera en forma diferenciado
para las familias ricas que para las pobres. To-
das las manifestaciones familiares adquieren un
diverso sentido en la obligatoriedad de las pau-
tas de conducta. Se consideran más licencias y
justificaciones de los incumplimientos entre las
familias de los ricos, se consideran más justifi-
cados ante Dios los que ya tienen privilegios en
esta vida que los que no cuentan con recursos
ni cuentan con muchas alternativas. Van a co-
mulgar más y a confesarse menos en la práctica
litúrgica los ricos que los pobres, aquellos se
consideran así mismos menos pecadores que
éstos últimos. Precisamente al contrario de lo
que declaran los escritos evangélicos.

Los fenómenos familiares adquieren un sen-


tido propio diferente en la vida familiar opulen-
ta: la paternidad y la maternidad, la parentela,
la conyugabilidad, la infidelidad matrimonial, la
filiación, la fraternidad, el abueleaje y la lealtad
a los suyos, la conciencia del linaje, el divorcio,
el aborto, la reproducción, el nacimiento, la en-
fermedad y la muerte.

Concluimos este apartado de tipología fami-


liar según su posición socioeconómica, reafir-
mando que la comprensión y análisis de la vida
familiar existente en México, implica, necesa-
riamente, en esta visión tipológica, un mayor
estudio comparado y un intercambio mayor de
las vivencias y experiencias vitales, en su sentido
más profundo. Y esto no puede lograrse sino en
un contexto de pluralidad democratizante y cul-
tural, en donde los modelos familiares no sean,
ni uniformes, ni pretextos para una imposición
social de unos pocos, frente a la mayoría. Pero
esto tiene que estar basado en un conocimiento
y comprensión mayor de los contrastes entre los
diversos tipos de unidades familiares, propósito
inicial de este prediagnóstico hipotético.

46
Véase el análisis de esta perspectiva propia de la visión de los no pobres contrastada con la de los rico en el estudio de Leñero (1995), y .

74
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

CAPÍTULO 3
Tipología de la composición del grupo familiar en los
hogares según su tamaño, sexo y edades de sus miembros,
y según su formalización institucional y su ciclo vital

3.1 Tipología de las familias hogareña. El tamaño medio de los hogares con-
tinuó un descenso registrado a partir de los años
según el tamaño del grupo setenta: de 5.3 miembros por hogar en 1970
doméstico pasó a 4.9 en 1990 y a 4.3 en el 2000. En la
actualidad, cuatro de cada diez hogares tienen
La referencia a esta cuestión ha sido analizada y entre tres y cuatro integrantes; en promedio,
medida demográficamente a partir de la iden- los hogares tienen 2.9 personas en edades pro-
tificación residencial de los hogares familiares ductivas (de 12 a 64 años), 1.2 menores de 12
como unidades domésticas (personas que vi- años y 0.21 mayores de 65 años. La presencia
ven bajo el mismo techo). de personas de 56 años y más, constituye 4.9 del
tamaño promedio del hogar”.
Pero desde la concepción de la familia
como grupo constituido por personas que tie- Los datos de las encuestas dan un tamaño
nen entre sí lazos de consanguinidad y lazos medio un poco mayor: en la Encuesta Nacional
de unión marital, independientemente que de Ingresos y Gastos de los Hogares ENIGH
vivan en una misma residencia, o no, la me- 96, se registran 4.5 miembros por hogar, 48 di-
dición numérica de dicho grupo se hace más fícilmente de menor tamaño en los años subsi-
difícil, por lo que generalmente los estudiosos guientes tomando en cuenta el aumento de las
no tratan la cuestión desde un tamaño numé- familias “extendidas” o de las que tienen hijos
rico, sino sólo desde una consideración de jóvenes, pues aparece un promedio mayor de
participación de parientes. tres personas mayores de 12 años. Igualmente
en la Encuesta IMES-DIF de 1994 en el Distrito
a) En relación a la conformación de los ho- Federal, aparece una media aún mayor (dada la
gares en cuando al tamaño de su unidad concentración de los familiares por el costo de
doméstica, podemos hablar de una tipología vida de cada hogar, comenzando por la vivien-
simple: Hogares “pequeños” constituidos por da): de 5.6 miembros por hogar.
menos de cuatro personas, hogares medios
entre cuatro y menos de seis, y hogares gran- Ciertamente el tamaño de los hogares se
des, con seis o más. ha visto reducido por la contracción de la fe-
cundidad. Actualmente, el número de hijos es
María de la Paz López B., especialista en el significativamente menor: de más de seis hijos
estudio demográfico de los hogares, basada en por mujer, en 1960 se ha pasado a 3.4 en 1990
datos censales, escribe el siguiente texto que y hasta 2.7 según estimaciones basadas en la
transcribimos textualmente:47 Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica,
ENADID de 1996. Pero la diferencia del tama-
“Las estadísticas censales, vistas en el tiempo, ño familiar varía según la capa social a la que
ponen de manifiesto algunas de las variaciones pertenecen las familias. En el nivel de margi-
relativas en la estructura, tamaño y composición nalidad encontramos el mayor tamaño familiar

47
López B., María de la Paz en Demos, carta demográfica sobre México (2000), pp. 33.
48
Paz Gómez (2000), pp. 12.

75
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

(hasta 6.1 en el DF, en 1994), baja en el nivel cia viven en el mismo hogar, pero mantienen
proletario pero más aún en las familias de clase vinculaciones en mayor o en menor grado. El
media y acomodada.49 grupo familiar verdadero no es puramente
adscriptivo por la referencia consanguínea y
De cualquier manera, para un propósito matrimonial. Depende de cuál es su real in-
analítico subsiguiente, convendrá plantearse la terconexión grupal y su grado de involucra-
hipótesis relativa a sí el tamaño más reducido ción cotidiana, periódica, eventual o nula, y en
del hogar familiar está asociado a un mayor qué momentos o problemáticas interviene;
bienestar de la familia. ¿La familia pequeña, quiénes lo hacen y hasta qué punto el núcleo
vive mejor? como rezaba el dicho de la pro- doméstico de referencia se muestra depen-
paganda hecho a los inicios de los programas diente, independiente, aceptante o no de di-
de planificación familiar. En qué sentido sí y cha intervención. De hecho, en el modelo de
en qué sentido no. ¿La nuclearización y reduc- familia nuclear conyugal, se espera que la au-
ción de una unidad familiar pequeña autónoma tonomía del núcleo doméstico esté garantiza-
facilita su economía, su mejor convivencia, la da, pero los múltiples estudios al respecto de
educación de los hijos en menor número, el la parentela nos confirman que el núcleo con-
trabajo extradoméstico de las mismas muje- yugal siempre está sujeto a la interrelación pa-
res, la atención a la salud y al cuidado de sus rental y fraternal. Para bien y para mal. Como
miembros, sobre todo en caso de la crianza de generador de apoyo y/o de conflictos. En ma-
los pequeños, de la enfermedad y discapaci- yor o en menor medida. En una circunstancia
dad de unos y otros? La hipótesis puede plan- especial, o en muchas y constantes.
tearse en términos positivos o negativos, de
acuerdo a otras circunstancias que intervienen La ingerencia de la parentela en las unidades
tales como el aislamiento, o no, de la familia familiares en México, no deja de ser importan-
respecto a sus parientes, vecinos, amigos, o te, a pesar del modelo de familia nuclear-con-
del apoyo institucional mediante sus progra- yugal. Esta referencia no sólo aparece en paí-
mas públicos y privados de servicio y asisten- ses del llamado tercer mundo como México.
cia. Queda pues, al respecto, una interrogante Ocurre en todos los países en donde se han
para su análisis y diagnóstico. realizado investigaciones que han ido más allá
de la concepción reductiva que identifica a la
b) El tamaño del grupo de parentesco familia como una unidad nuclear formada por
que constituye a la familia como unidad padres e hijos solteros que viven en un hogar
operante. Es así que la parentela puede ser físico determinado. El equívoco derivado de la
reconocida formalmente, pero verla como un concepción liberal y de la teoría desarrollada
actor social externo a la familia puramente por múltiples sociólogos de los países nórdi-
nuclear-conyugal. La realidad es otra. La fa- cos50 es desmentido por muchos otros estu-
milia necesariamente tiene que identificarse a diosos realizados desde una multitud de países
partir del desarrollo de tres generaciones y de que reconocen la importancia del grupo fami-
dos líneas de descendencia, cuando menos. Y liar que opera más allá del mismo hogar y más
por supuesto no necesariamente todos los allá de una supuesta conformación cerrada de
involucrados en el grupo familiar de referen- la familia nuclear51.

49
Véase reporte de investigación IMES sobre la Familia en Cd. de México, Nº 250, 1994.
50
Nos referimos en especial a dos sociólogos –entre muchos seguidores-- de la corriente estructural funcionalista que han planteado la tesis de
que es la familia nuclear-conyugal identificada en su unidad de residencia con sentido de autonomía, la que responde funcionalmente a una so-
ciedad industrial y moderna: Parsons (1966, 1980a) y Goode (1965), éste último después de realizar una investigación alrededor del mundo.
51
Podemos remitir a diversos estudios al respecto. Mencionamos primeramente, al nivel internacional, el libro colectivo denominado Be-
yon the nuclear Family Model (Leñero, ed. 1977) de la Asociación Internacional de Sociología, en donde importantes investigadores de la
familia hacen la crítica y evidencias con sus estudios de la existencia operante de la familia como grupo de parentesco amplia, más allá del
mito de la familia vista sólo como unidad nuclear en referencia al hogar: en Polonia (Turowski), en Filipinas (Liu), en la India (Khatri), en
Japón (Yamane); también otros autores han trabajado en ello. Sociólogos: Michel (1974), Bell (1980), Litwak y Szelenyi), Adams (1980),
Turner (1980), Bell (1980); una mayoría de los antropólogos: desde Morgan, Radcliffe-Brown, Murdok, Fortes y Levy-Strauss (1985), Fox
(1972); en México, López, Salles y Tuirán hablan de esas dos concepciones: familia, unidad social, basada en el parentesco y hogar, unidad
residencial, (2001, pp.638-640).

76
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital

En México, las familias tanto pobres como comunicación y apoyo real. En extensión y en
ricas siguen teniendo una referencia real con la intensidad. Y esto resulta clave para las inter-
parentela. Más de la mitad de sus miembros re- venciones sociales en casos críticos en los que
conocen que viven o están en contacto diario o se tiene que calibrar cuáles son los recursos
semanal con padres, hermanos, hijos. La paren- de una familia completa, y no sólo los de sus
tela sigue desempeñando, en diversos niveles, padres y hermanos de un miembro afectado.
funciones claves de vida familiar relacionadas con Pero faltan estudios al respecto necesarios en
toda la dinámica familiar, e involucra no sólo a el diseño de estrategias de intervención social.
los padres e hijos sino también a los hermanos,
cuñados, abuelos, tíos, primos, sobrinos, nietos: Por otra parte, hay estudios de genealogías,
Desde la identidad propia vinculada a ellos, has- más allá de los análisis demográficos, que iden-
ta la presencia real y simbólica en las uniones tifican las líneas de descendencia y de uniones
maritales de hijos y hermanos, primos y demás maritales vinculadas a ellas, en múltiples gene-
pariente; desde los nacimientos de los nuevos raciones. Los estudios de antropología genealó-
descendientes que involucran a unos y a otros, gica han podido esbozar el estudio de los linajes
hasta los apoyos económicos entre ellos, princi- e incluso de los perfiles en las conformaciones
palmente en las familias pobres: desde el trabajo étnicas a través de las generaciones. Diversos
cooperante, hasta los ingresos compartidos entre historiadores han desarrollado estudios genea-
sus miembros; desde la mesa compartida, hasta lógicos de familias de la nobleza y de las dinas-
las enfermedades y las discapacidades de miem- tías notables de reyes o aristócratas.52
bros de las familias; desde las muertes y penas
dolorosas, hasta las alegrías y los festejos; desde Pero para el estudio de las familias actua-
los duelos y momentos críticos y de dudas, hasta les vistas en su conjunto, se podrán establecer
los consejos y confidencias; desde los cuidados indicadores de vinculación y apoyo dado y reci-
a los niños hasta las atenciones a los de mayor bido por los miembros de la parentela más cer-
edad; desde las aventuras hasta las previsiones. cana, de hecho, más que el registro de relación
puramente de carácter biológico o formal con el
Pero los lazos de parentesco son más difíciles jefe de familia, como aparecen en el censo. Me-
de identificar en su operatividad como unidad dirlos según puntos de referencia: Análisis de la
familiar, y en su implicación positiva o negati- economía cotidiana: mesa compartida, patrimo-
va. Una encuesta nacional de Dinámica Fami- nio compartido, apoyos en situaciones difíciles,
liar tendría que diseñar indicadores explícitos tanto económicas como morales; cuidado de
al respecto para poder hacer las correlaciones los niños, cuidado en las enfermedades y disca-
adecuadas. En primer lugar habría que incluir pacidades, etc. Por ejemplo, sin la fuerza de la
el estudio de los lazos propiamente consan- relación de parentesco no se podría entender la
guíneos y los maritales de la pareja central de dinámica de la migración (parientes que se ade-
referencia, pero además, todos los vínculos del lantan, llaman, ofrecen apoyo para que emigren
parentesco que se dan en el hilo de las gene- hermanos, sobrinos, primos, a quienes reciben
raciones diversas. Además de la relación entre en su casa). Tampoco se podría comprender el
padres con sus hijos casados y con su familia de fenómeno de las remesas enviadas por migran-
procreación: yernos y nueras; también consi- tes en el país vecino, a sus parientes cercanos
derar a las interrelaciones con los suegros, con en su lugar de origen : padres, hermanos, tíos,
los hermanos y con los cuñados, sus hijos, los abuelos, hijos y nietos. Remesas que tienen,
esposos de sus hijos y los parientes de ellos. ahora, un papel primordial en la economía na-
En el estudio del grupo familiar habría que te- cional pues constituyen el segundo rubro de la
ner diversos indicadores de su grado de inter- entrada de divisas a México.

52
Véanse los estudios genealógicos de la historiadora Ladd sobre la nobleza mexicana. Véase, entre otros, un estudio reciente sobre una fa-
milia mexicana en nueve generaciones: Agraz, Leñero E. Miranda, y Leñero L.(coord.). Otros más son los múltiples estudios de caso sobre
historias familiares y de recostrucción biográfica, los cuales han servido para conocer procesos de involucración y cambio intergeneracional.
Véase Pozas (1984) y Lewuis (1964), y entre muchos otros, los de: Elu (1993), Elu y Leñero (1992), Di Marco (1998).

77
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

3.2 Tipología según el sexo Un diagnóstico familiar tendrá que identi-


predominante en las ficar el tipo de familia según la conformación
y práctica de una equidad o inequidad de gé-
unidades familiares nero partiendo de la pareja central (esposos,
compañeros, marido y mujer, u otra pareja
Podemos distinguir a las familias por el sexo análoga) en un hogar en donde predominen
de sus miembros. Puede haber familias don- o no las mujeres, pero que se conozcan las
de predominan los hombres o las mujeres. El modalidades de interrelación y autoridad.
tono y forma de las relaciones familiares son di- Tipo de familia según las actitudes y prácticas
ferentes, de acuerdo a que la familia tenga una “machistas” o “hembristas”, de discrimina-
composición específica de personas de diverso ción sexual o de igualitarismo espontáneo,
sexo, predominante de uno u otro. Es altamen- se aprenden fundamentalmente en el inte-
te significativo si todos los hijos llegan a tener rior de la familia, donde se encuentran in-
un mismo sexo o se conjugan ambos sexos de ternalizadas esas subculturas. Y al respecto
manera pareja o con cierta desigualdad. Si es- son actualmente muchos los estudios que se
tán presentes el padre y la madre o sólo uno realizan para hacer la identificación final del
de ambos, él o ella. El tono del ambiente fami- grupo familiar.
liar va a ser diferente, y la socialización de sus
miembros también. Pero la existencia misma De acuerdo a la información obtenida en los
de hombres y mujeres adquiere significación estudios al respecto parece ser que la tenden-
de acuerdo a la concepción de género inter- cia igualitaria es poco a poco más creciente,
nalizada en la familia. Lo que puede significar pero mientras el marido se asuma como jefe
para el grupo familiar (derivado ciertamente de autocrático de la familia por el hecho de ser
la cultura colectiva) ser hombre o ser mujer. hombre, frente a su propia pareja y sobre todo
Los papeles que se les atribuye a uno y otro en frente a sus hijas, y mientras los hermanos vean
la vida familiar y extrafamiliar. La manera como a sus hermanas y a su madre misma, como per-
están delineadas las pautas relativas a lo que sonas a su servicio, la igualdad femenina respec-
deben ser sus funciones y sus tareas. to a la masculina no podrá ser superada. Esto
repercutirá en el matrimonio, en la oficina y en
Puede decirse que en la familia aparecen los centros de trabajo, en la escuela y en todas
y se conjuntan dos subculturas, de acuerdo a las formas de relación humana y colectiva. Una
esa concepción internalizada. Es decir, puede multiplicidad de estudios dan información de la
predominar una manera distinta de valorar las situación actual y de su transformación en las
cosas; de funcionar las normas; de juzgar y ac- últimas décadas en nuestro país. Los comenta-
tuar. Pero todo ello depende mucho del peso remos más adelante en el tema correspondien-
cualitativo y de responsabilización de la auto- te de la dinámica familiar.53
ridad real dentro del hogar, no sólo de la jefa-
tura formal de la familia, sino la capacidad para Sin embargo, no encontramos un análi-
tomar decisiones cotidianas y fundamentales sis relativo a saber cómo operan las familias
dentro de la unidad doméstica. Y esto tendrá compuestas con mayoría femenina o mascu-
que analizarse como parte fundamental de la lina, dentro del hogar. Quizá contamos con
dinámica familiar para de ahí concluir el tipo de información proveniente de encuestas y de
la familia, conformado según la composición estudios de casos familiares. Pero faltaría
cualitativa del sexo y género de sus miembros, hacer un análisis específico de la correlación
comenzando por la pareja marital principal. entre la composición de los hogares según el

53
En la imposibilidad de hacer una referencia a la interminable lista de estudios sobre la perspectiva de género en la dinámica fami-
liar, a la que aludiremos en apartados siguientes, mencionamos aquí al conjunto de trabajos sobre familias y relaciones de género
coordinado por Schmukler (1998), particularmente el análisis de De Oliveira, sobre la situación mexicana, que aparece en el mismo
libro, pp. 23-52.

78
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital

sexo de sus integrantes, sus edades y su po-


sición dentro de la unidad familiar, vinculado
con las conductas en la dinámica familiar.54

54
Algunos acercamientos a este análisis de composición del hogar según el sexo de sus componentes y su correlación con conductas diversas,
los podemos encontrar en: el programa de Investigación Cooperativa intercentros, desarrollado por CICRED internacional en torno a la
llamada Demografía de la Familia: CICRED-París (1984); también en la reunión Nacional sobre Fecundidad y Familia, reunión organizada
por el CONAPO en México, diez años desués de la Conferencia Mundial de Población; ahí se trato la cuestión en la ponencia de Leñero
sobre “La Familia como Unidad Sociodemográfica y como sujeto de las Políticas de Población (1984), pp.155-190; otros acercamientos de
la cuestión han sido hos estudios de María de la Paz López sobre la composición de los hogares mexicanos (1994, 1996, 1998, 2000, 2001),
los de Vania Salles (1994, 1998, 2001) y los de Rodolfo Tuirán, tambien sobre la composición demográfica de los hogares mexicanos: (1992,
1993a, 1993c); sobre la composición sociodemográfica de los hogares mexicanos. Pero ; igualmente hay acercamiento al tema en algunos
estudios sobre la pareja marital, incluido el matrimonio común , la unión homosexual y las comunas. Véanse: Ariès, Béjin, Foucault et al,
en Sexualidades Occidentales (1987); y en Hinojal y Goode: “Comuna y matrimonio en grupo” (1973), pp.120-132; el estudio histórico
sobre la niñez realizado por Ariès (1962) es muy ilustrativo de las variantes habidas en esta cuestión del trato de los padres con los hijos.
Otras obras colectivas que tratan sobre las implicaciones de la composición familiar y el trato diversos que pueden recibir los niños y los
adolescentes en ella son: los estudios compiladopor Dulanto (2000) en la sección Familia y adolescentes, los integrados en la obra de Maher
(1988) sobre El abuso contra los niños, y otros más al respecto.

79
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

3.3 Tipos de familias según la y medio entre las parejas conyugales entrevis-
tadas en todo el país; en cambio, en 1994, en la
edad de sus componentes y Encuesta de Familia en el D.F. la diferencia fue
distancias generacionales de 1.9 años.55 En el Censo Nacional de 1990,
la diferencia de edad de los esposos fue regis-
Un segundo aspecto diversificante de la pola- trada precisamente de dos años entre marido
ridad interrelacional es la generacional, princi- y mujer. Esto quiere decir que al acortarse esta
palmente en lo que se refiere al contraste entre diferencia entre el hombre y la mujer, se regis-
las edades de adultos con la generación joven e tra una tendencia a la igualación de las capaci-
infantil. Pero también entre la diferencia exis- dades y experiencias de las mujeres frente a los
tente entre hermanos y entre los miembros de hombres. Esto se refuerza ciertamente cuando
la pareja central. la mujer alcanza un nivel de escolaridad igual o
mayor que el hombre con quien se une marital-
La familia establece en forma un tanto es- mente. Evidentemente esto tiene que producir
pontánea y natural una jerarquización entre las un cambio en los efectos sobre la equidad del
personas según su edad, pero ésta puede variar poder familiar, pero también en un aumento de
según el tipo de familia. Las relaciones que se posible inseguridad mayor del varón frente a su
establecen entre adultos y niños, entre adultos compañera, alimento del mismo machismo tra-
o entre niños de edades diferentes, tienen en dicional en México. Queda como interrogante
la familia tradicional y en la familia moderna hipotética por analizar en relación a la diferen-
modalidades diversas. En la concepción tradi- cia en las edades de las parejas.
cional, la edad significa en general, un mayor
status. La modernidad, en cambio, relativiza Las otras diferencias de edades dentro del
más el hecho etario, dándole mayor importan- núcleo familiar se refiere a la distancia entre
cia a las capacidades reales de los individuos, padres e hijos. Hemos podido calcular una
independientemente de su edad y de su expe- distancia media entre el padre y el hijo mayor
riencia llana. Las formas de llevar a cabo dichas entre 24 y 27 años, mientras que entre la ma-
prefiguraciones representan patrones de con- dre y el hijo mayor, alrededor de unos 22 a 25
ducta que se reflejan después en las relaciones años. Pero lógicamente la distancia aumenta
sociales externas. Entre estas modalidades es- cuando se trata del hijo menor. La diferencia
tán las propias de los modelos autoritarios, pa- media de edad encontrada entre padre e hijo
ternalistas, igualitarios o individualistas a las que en la ciudad de México en 1993 fue de 28 años:
aludiremos en el apartado correspondiente a la 30 entre el padre e hijos y 27 entre madre e
dinámica familiar relativa a la autoridad. hijos. Pero puede ser un poco mayor si se in-
cluye en la muestra a padres de mayor edad
Pero hay varios hechos de medición demo- de 65 años, que tuvieron un mayor número
gráfica, analizados por los estudiosos a los que de hijos que los padres de la siguiente genera-
vamos a referirnos en cuanto a una tipología ción. En todos los casos significa una diferen-
de los grupos familiares al interior de los ho- cia generacional de más de un cuarto de siglo.
gares: a’) La diferencia de edad entre los pa- Incluso tomando en cuenta la reducción de
dres entre sí; b’) La diferencia entre la edad la fecundidad, porque se calcula un pequeño
de padres e hijos; y c’) La diferencia en la edad aumento del intervalo pregenésico inicial. En
del hijo mayor y del menor. ese lapso intergeneracional los cambios que
ocurren en la sociedad son notables y sepa-
Las diferencias de edad entre los esposos o ran cada vez más al horizonte cultural y social,
parejas maritales se ha visto modificada. Pode- económico y político de una y otra generación
mos apuntar que en 1967 la Encuesta Nacional biológica. El retraso de la edad a la primera
de la Familia IMES dió una diferencia de 4 años unión haría todavía más marcada esta diferen-

55
Puede consultarse en banco de datos del IMES, Proy.250, 1994.

80
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital

cia. Por ello, la hipótesis de un encauzamien- En toda esta perspectiva de edades pode-
to de las nuevas generaciones, en apoyo a la mos derivar, para el estudio de la dinámica
secuencia entre padres e hijos sería contar familiar, la existencia de una tipología plural
con intermediarios intergeneracionales, como de familias: las que tienen entre sí mayor, me-
podían ser, en muchos casos el hermano ma- nor o igual edad entre esposos-padres; las que
yor frente a sus hermanos menores, después tienen mayor, menor o mínima distancia de
de una procreación abundante de los padres. edades entre padres e hijos (y de actitud com-
Pero ahora esta diferencia de edad entre el prensiva: padres con espíritu joven y abierto
hermano mayor y el menor tiene a disminuir al mundo nuevo de los hijos, y padres con es-
notablemente con la reducción de la fecun- píritu más cerca de lo senil, que ni entiende ni
didad materna. Otros personajes cercanos se asombra con las aventuras y logros de sus
situados entre las dos generaciones han podi- hijos); las que tienen mayor, media o mínima
do ser, por ejemplo tíos y primos cercanos a distancia etaria entre los hijos-hermanos (pero
los niños y jóvenes, con edad intermedia, que sobretodo que dé lugar a una vinculación ma-
pueden comprender a los unos y a los otros, yor o menor, a una cercanía de intercambio
pero también estos actores sociales son cada mayor o menor, de apoyo, de comprensión
vez más reducidos, tanto en número como en y solidaridad, o de rivalidad fraternal). Y esto
cercanía e influencia. El otro personaje clave tiene una implicación de perspectiva interdis-
en este papel mediador es el maestro, pero ciplinaria, pues la edad no sólo es una cuestión
requiere de un carisma que rara vez lo está te- de años, sino de espacio psíquico que permite
niendo en la actualidad, y por otra parte, tener o dificulta la interacción familiar.56
una cercanía con los padres y la familia de los
muchachos. Y constatamos en los estudios de
campo que este sucede rara vez, sobre todo
al nivel de la adolescencia de los hijos. Hay por
lo tanto aquí, nuevamente, una interrogante
sin una clara perspectiva de mediación per-
sonal, que la televisión o el grupo de amigos,
ciertamente no tiene por lo general.

Finalmente, la distancia de edades entre los


disminuidos hermanos proyectados para el
nuevo siglo, puede considerarse que ya es me-
nor porque el número de hermanos (uno o dos,
cuando más), aparecidos estratégicamente en
un lapso más corto de la etapa reproductiva de
los padres, salvo cuando los hijos de un segun-
do matrimonio o unión marital aparecen en las
llamadas familias reconstruidas. Pero esos “me-
dios hermanos” tienen ya un sentido diferente
de fraternidad, en muchas de esas familias. El
hecho es que hay un cambio en el fenómeno de
fratría vinculante entre los hermanos de ahora;
cuando no desaparece totalmente —en el caso
del hijo único—pierde gran parte del sentido,
para bien y para mal, que tenía cuando se trata-
ba de familias numerosas.

56
Para un seguimiento a esta perspectiva en la elaboración tipológica de las familias, vale la pena asomarse a las historias de vida y a los estudios
de caso donde aparecen las diversas dimensiones de los personajes claves de apoyo, y el significado de sus presencias etarias, mediadoras
en las relaciones paterno filiales, en un sentido positivo o negativo.

81
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

3.4 Tipos de familias según el Los datos aportados por una encuesta es-
pecífica, representativa del conjunto de fami-
ciclo vital del núcleo central lias existentes al momento de recabación de
constituyente la información nos han dado en 1993, en la
ciudad de México las siguientes dimensiones
Cuando hablamos de una tipología de diferen- proporcionales:57
ciación familiar referida a un momento dado
en el que se observa el conjunto de familias, • Familias de etapa reconstruida en sus di-
tenemos que hacer necesariamente otra im- versas fases: Hay dificultad para saberlo en
portante distinción, según se trate de familias encuestas (pues la historia familiar anterior
de incipiente formación o en etapa avanzada de queda borrada y en todo caso, mezclada en
desarrollo. La vida familiar varía de acuerdo al dos series de ciclo familiar combinadas en-
ciclo del desarrollo vital humano. Sus proble- tre sí, pero pueden estudiarse en análisis de
mas se van prestando de manera diversa según casos en profundidad).
la “edad familiar”; también las expectativas de
sus miembros frente a la vida familiar; así como Todo ello obedece a los ciclos vitales pro-
las funciones sociales que ella realiza. pios de la familia, en los cuales, siguiendo la

Cuadro 2-4 Familias según sus ciclos vitales

Encuesta Nac. Encuesta DF

IMES 67 IMES 93

a) Familias de inicial formación

0-4 años de unión marital 20% 19%

b) Familias de etapa educativa de hijos menores

5-14 años de unión marital 43% 38%

c) Familias de etapa avanzada con hijos

15-24 años de unión marital 21% 23%

d) Familias de etapa posterior a la salida de hijos

25 y más años de unión marital 16% 20%

57
Véase Centro Docum IMES, Inv.Nac.Fam.Mexico, Proy Nº 29 (1967) Ref. Leñero (1968), y la Inv. Fam y niños D.F., Proy.1993. Ref. Leñero
(1994b)

82
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital

cronología de la vida, se pueden distinguir • Etapa constitutiva de la familia


tres grandes experiencias familiares: la familia
de orientación original; la familia de constitu- a) Período preliminar: La familia no surge
ción propia; y la familia residual de disagrega- en forma puramente ocasional: experimenta
ción o de asimilación de las personas a otros una génesis que depende de múltiples facto-
núcleos familiares.58 res sociales y psicoculturales. En el modelo de
familia conyugal, el proceso está referido a la
Pero frecuentemente se presenta una varia- constitución del matrimonio de manera un tan-
ción de las formas en que se da el ciclo familiar: to voluntaria por parte de sus contrayentes. Sin
puede suceder, por ejemplo, que en determi- embargo, la intervención de los padres de ellos
nados períodos de la vida en familia, ésta se vea se lleva a cabo de diversas maneras de acuer-
extendida temporalmente debido a la agrega- do a las costumbres vigentes en los distintos
ción de elementos e inclusive de parejas con- ámbitos socioculturales, en un México plural y
yugales con hijos, y que después, la dinámica cambiante. Pero esta unión marital se constitu-
circunstancial lleve a una subsiguiente disgrega- ye como la base de la formación de una nueva
ción de dichos elementos, antes adicionados; o unidad nuclear que adopta diversas formas de
bien, que se produzca la disgregación familiar vinculación con las familias de origen de cada
en períodos diversos, ya sea por matrimonio uno. Puede seguirse una pauta de vinculación
de los hijos o por separación de las personas patrilineal o de una matrilineal. Dependerá de
aún en etapas anteriores. Tenemos ya muchí- la pauta social seguida en el lugar, pero cada
simos casos producidos por la emigración en vez, ésta se abre a una opción tomada en cada
los cuales se presenta la salida del hogar de los caso, según las ventajas que puede tener el
jóvenes, antes de casarse. acercamiento a una u otra rama familiar. Cuan-
do el hijo varón trabaja con el padre, en sus
Para simplificar el estudio de la dinámica tierras o en el mismo taller artesanal u oficio, es
cíclica del desarrollo familiar vamos a hacer muy posible que el acercamiento se haga con
referencia a cuatro grandes etapas subdi- dicha familia de origen. Pero cuando el hijo o
vididas, vistas a partir de una unidad pareja hija tienen un trabajo independiente, entonces
marital-conyugal central, que presentando su la lógica seguida responde a otras razones de
características psicosociales más comunes, conveniencia según cada caso. Entre estas ra-
de acuerdo a los estudios consultados sobre zones está la de la hija que al convertirse en
de dichas etapas.59 Hay que aceptar que es- madre, busca el apoyo de la suya –o el de sus
tos ciclos, aunque repetidos en la mayoría hermanas-- más que el de su suegra. Pero pue-
de casos, van variando en sus modalidades den presentarse muchas otras situaciones; por
de generación en generación y se diferencias ejemplo, las derivadas de la migración, o las de
grandemente según la capa social y el lugar de alguna oportunidad para construir o ubicar su
residencia rural o urbana. Más ahora que es- vivienda en la cercanía de quien ofrezca alguna
tamos en una situación de acelerados cambios facilidad mayor, sobre todo por conveniencias
sociales; estas mutaciones dan lugar a moda- económicas o por mayor simpatía. Los estu-
lidades diversas en cada uno de los ciclos, so- dios de casos dan cuenta de toda una variedad
bre todo de una generación a otra. Pero los de arreglos de vinculación que aparecen en
podemos caracterizar convencionalmente de un medio o en otro, sobretodo, cuando viven
la siguiente manera, de acuerdo a los estudios en una ciudad mayor. En todo caso, el acer-
correspondientes consultados: camiento puede convertirse en una conviven-

58
Véase autores que tratan a los ciclos vitales y familiares: Estrada (1982), Erikson (1998), Lidz (1983) entre otros.
59
Referimos a los siguientes autores de estudios al respecto del análisis de los ciclos de vida familiar: Estrada (1982)/, Girard (1974), Ham
(1993), Hill & Foote, Aldous, Carlson y MacDonald (1970a), Hill (1970c), Leñero (1978), Ojeda (1989), Goode (1970), Almicar y Torres
(1996), Barros, Fox y Mendoca (1998), Becker (1981), Burchinal (1967), Buvinic, Valenzuela, Molina y González (1998), Engle, y Smidt
(1998b), Gómez de León (2001b), Burchinal (1967), Gómez de León (2001b), ACPEINAC (1982), Chávez (1987), Dulanto (1990a), Bu-
vinic, Valenzuela, Molina y González (1998), Stern (2001a), Camdessus (1995), Leñero (1993), Leñero (1998b), Montes de Oca (1998),
Montes de Oca (1996), Montes de Oca (2001), Palma, J. L.( 2001), Camarena (1991), Elu y Leñero (1992).

83
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

cia en el mismo hogar con una de las familias estables y exitosos, requieren de atenciones
consanguíneas (como familia extensa o exten- especiales para que se conjuguen a favor de
dida). En estos casos, el proceso de gestación la unidad conyugal. En ello entra en juego de
de la nueva subunidad nuclear también tiene, manera primordial, el carácter de las personas
de todas maneras, referencia a la existencia de y su acoplamiento psíquico y amoroso,61 pues
su propia unión marital, aunque adopte al inte- aunque los factores sociales externos que no
rior del hogar en donde habitan una dinámica sean favorables, la pareja pueda superar obstá-
condicionada a la del grupo familiar extenso o culos y diferencias sociales. Luchar contra ellos
extendido del que forman parte. puede a veces unir más a la pareja. Muchas his-
torias de vida estudiadas así lo atestiguan.62
Refiriéndonos a la formación de la pare-
ja conyugal o marital es importante estudiar El matrimonio institucional en México ha
cómo se produce el fenómeno de selección de sido monogámico e indisoluble; sin embargo,
pareja marital. Esta depende de varios factores siempre ha existido desde la época colonial a
claves, tanto sociológicos como psicológicos, y nuestros días el concubinato como práctica co-
aun cuando la decisión de dos personas para mún. La diferencia entre la norma y la conducta
unirse en matrimonio (o su equivalencia insti- real de las personas es altamente sintomática
tucional) aparezca como algo exclusivamente pues los hogares constituidos por las llamadas
individual, siempre podemos encontrar facto- “casas chicas” y la existencia de los hijos antes
res sociales que los condicionan grandemente, calificados de “naturales” o “ilegítimos” podrían
a veces, de manera significativa. Entre esos fac- considerarse como una práctica polígama bas-
tores están: a) La residencia en una determi- tante frecuente desde la época colonial63. En
nada comunidad con cierto grado de cohesión las últimas décadas el mismo matrimonio lega-
o de heterogeneidad; b) La pertenencia a una lizado, después de un divorcio, se ha conside-
determinada capa social; c) La involucración en rado por muchos como una poligamia sucesiva.
un determinado círculo social, igual o diverso De cualquier manera, la crisis creciente de la
de su familia de origen, y; d) Otros elementos duración de las parejas casadas, no significa que
circunstanciales mediadores, difíciles de identi- el matrimonio vaya a desaparecer, en los años
ficar de manera genérica. que se avizoran al inicio del nuevo siglo. Así lo
confirman los especialistas.
El matrimonio o unión entre personas de
la misma o similar condición social es el más En la familia tradicional, especialmente de
frecuente en nuestro ambiente. Es lo que se tipo consanguíneo, la formación matrimonial fue
llama homogamia60. Se refiere al mismo o simi- normalmente inducida, sancionada y apoyada
lar origen, (país, región o localidad), a la lengua por la familia de origen. De alguna manera, la
común, a la posición social similar, a la misma permanencia institucional de la pareja tradicional
o similar cultura o nivel educativo, a la religión no se hacía depender tanto del factor amoroso
compartida, a las creencias, costumbres, del ni del erótico de la misma, sino del control so-
mismo tipo, etc. Todas estas similitudes jue- cial derivado de una cercanía entre las familias
gan un papel importante en la identificación y de origen de ambos cónyuges, desde la forma-
selección de la pareja y en el posible éxito de ción matrimonial realizada con la ingerencia de
la cohesión marital posterior. Los matrimo- los padres e incluso de todo el grupo familiar,
nios “mixtos”, sin embargo, aumentan consi- así como de su círculo social envolvente en una
derablemente en una sociedad plural y abier- comunidad de gente conocida. Este control
ta. Estos, sin embargo, para que lleguen a ser social “velaba” por la permanencia formal del

60
Analizan la homogamia estudios de Aries (1987ª), Blood, R & M (1980), Girard (1984), Kerckoff (1980), Leñero (1983b),pp.200-213, Ojeda
(1989), Quilodrán (1996), Russell (1973), Rodman (1970),
61
Véanse estudios de Ariès (1987ª), Burchinal (1967), Béjin (1987), Blood R. (1967), Campuzano (1990), Centeno, Barrientos y Juárez
(1998), Lepp (1960), Ortega y Gasset (1984), Rogers (1980), Thibault (1972), Trimbos (1968).
62
Véase en Leñero y Zubillaga (1982ª).
63
Véanse los estudios históricos al respecto de la distancia entre las normas y las conductas: Gonzalbo (1998) Sem.Hia de las mentalidades (1982).

84
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital

matrimonio, aunque siempre pudo ser violado. en vistas a la unión marital, como expresiones de
Ajustarse a dicha continuidad de la pareja matri- la vida humana en sus perspectivas duales de gé-
monial venía siendo un compromiso necesario nero, como de una sexualidad sumamente activa
ante todos, no sólo ante el cónyuge. Cuando era y cada vez más liberada de los tabúes de antaño.
evidente el rompimiento de los lazos matrimo-
niales, la sanción social se dejaba sentir. De cualquier manera, podemos afirmar que
hay en nuestros días una gran confusión al res-
En cambio, en el sistema conyugal nuclear pecto del noviazgo. Muchas veces las relacio-
moderno, el factor básico de cohesión conyugal nes entre “novios” o entre amigos íntimos se
se considera más bien que es el amor de los con- establecen no tanto en función de un futuro
trayentes. Para ello se ha dado lugar a una fase matrimonio, sino de una forma de enamora-
previa de noviazgo en la que la pareja se inicia miento que solo ve un presente de eventual
con un real o supuesto enamoramiento afec- satisfacción afectiva e intimidad. Se convierten
tivo y erótico, como expresión personal, más entonces, frecuentemente, en prácticas de en-
que por conveniencia social. Se considera que sayo-error eventualmente repetidas con efec-
el enamoramiento –basado ahora en el mito ro- tos a veces muy frustrantes.
mántico64— a su vez, dará paso a un amor que
durará toda la vida matrimonial, “hasta que la Algunos autores han analizado la naturaleza
muerte los separe”.65 Este supuesto amor como superficial e ineficaz del noviazgo actual frente
garantía de la solidez de la familia tiene un efecto al matrimonio futuro, sobre todo derivado de la
de debilitamiento del control social, aunque se ligereza de muchas parejas jóvenes que contraen
declare suficientemente fuerte para constituirse matrimonio sobre una base ilusoria y esporádi-
en el pilar central en que descansa la conforma- ca de enamoramiento o impulso sexual. Y han
ción de la vida familiar. Porque si este amor se constatado la práctica cada vez más frecuente
pierde, la unidad del grupo familiar peligra o se del que pudiera llamarse “matrimonio a prueba”,
convierte en un espacio de desavenencias y de sobre la base del uso de anticonceptivos y con la
apariencias que pretenden ocultar el desequili- posibilidad de disolución o ratificación de la pare-
brio crítico de las relaciones familiares, fuente de ja después de un período de convivencia pruden-
desequilibrios psíquicos analizados por los tera- cial, sin la involucración de una descendencia.68
peutas familiares.66
Frente a esta constatación de hechos cada
Además, la forma en que los noviazgos se lle- vez más generalizados.69 y ante las tesis de
van a cabo ha sufrido una gran transformación en una sexología que exalta el derecho al placer
las últimas cinco décadas. Relativamente pocos sexual, incluso fuera del matrimonio, muchos
estudios sociológicos de carácter empírico se moralistas, y puritanos califican la liberalización
han realizado sobre el noviazgo,67 pero existe de estas relaciones sexuales prematrimoniales,
una muy amplia literatura –novela, cuentos rea- como conductas inadecuadas y reprobables,
listas, obras dramatúrgicas, cinematográficas y ante la cual plantean la necesidad de reforzar
telenovelas, ensayos psicológicos, especulacio- la orientación ética de responsabilidad de los
nes de diverso tipo— que reflejan con una gran jóvenes, dentro de un sistema de noviazgo
clarividencia lo que puede considerarse como “blanco”, dándole más elementos formativos,
formas de encuentro y selección de parejas tanto de preparación y educación. Argumentan que

64
Véase el estudio de Rougemont (1986).
65
Véase entre otros autores a Alberoni (1992), Lemaire (1995), Trimbos (1968).
66
Entre muchos estudios al respecto, referimos en especial a: Gómez (1990, 2004), Medina Centeno (1996), Satir (1971), Stierlin (1988),
Tarragona (1990), Velasco (1994).
67
Véase a Almicar y Torres (1996), Barros, Fox y Mendoca (1998), Becker (1981), Burchinal (1967), Buvinic, Valenzuela, Molina y González
(1998), Engle y Smidt (1998b), Leñero (1983), pp.193-227; Mendoza y Palma: Tesis de Sociología (2004).
68
Véase la descripción y análisis desde diversas perspectivas de esta práctica de “matrimonio a prueba” sobre todo entre estudiantes univer-
sitarios, pero también en otros sectores: Béjin (1987), Hinojal y Goode (1973), Russell (1973), Trimbos (1968), Thibault (1972).
69
Constatamos que más de 60% de jóvenes solteros dicen haber tenido relaciones sexuales: Encuesta Jóvenes de Cd. México, IMES Proy.
Nº290 (2002).

85
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

la única manera de evitar el fracaso matrimo- dres genera una actitud entusiasta, a menos que
nial se consigue afirmando la necesaria indiso- el hijo sea totalmente rechazado o el embarazo
lubilidad conyugal, como principio (aunque el se haya producido en circunstancias altamen-
divorcio sea de alguna manera aceptado como te desfavorables, haya habido prematurez y se
mal menor); y se enfatiza la necesidad de ga- haya ocasionado por violación, por relaciones
rantizar la seguridad económica y psicológica sexuales inesperadas y premaritales o haya una
de los hijos, pues éstos requieren que sus pa- situación de alto riesgo en la salud de la ma-
dres se mantengan unidos.70 dre o de su hijo-a. Pero el mismo sentimiento
de sentirse creadores de una nueva familia en
El tema anterior es en verdad un tópico su- ciernes puede resultar positivo. En los estudios
mamente importante, que da lugar a polémicas se registran todo tipo de casos tanto agraciados
doctrinarias con múltiples variantes y alternati- como problemáticos con respuestas positivas
vas. Lo que sí parece resultar conveniente, es y estimulantes a pesar de las dificultades. Pero
que los jóvenes puedan reflexionar esta cues- también casos dramáticos en ambas situacio-
tión con información adecuada y suficiente y no nes: la dificultad y frustración para montar un
solo con las exhortaciones moralizantes. Esto hogar independiente que no siempre es posi-
daría seguramente una mayor capacidad para ble por condiciones económicas, la ruptura en
asumir su responsabilidad como futuros funda- las relaciones con las familias de origen si esto
dores de una familia propia. ocurre por desacuerdos o por embarazo pre-
matrimonial, las confrontaciones de la nueva
b) Período familiar de recién casados o pareja, al no adaptarse recíprocamente debido
unidos maritalmente: Una vez constituido el a estilos o concepciones de vida diferentes, la
matrimonio o la unión marital, incluida la unión pérdida del impulso sexual una vez consumado
consensual (o unión libre, como es referida en en los primeros meses, y otros desacuerdos o
los registros oficiales71) viene un período inicial problemas de convivencia.
de vida conjunta en la cual dos personas de la
pareja aportan “sus mundos” para encontrar Pero en cualquier caso, este período es cla-
confluencia entre ellos. Esto quiere decir que ve para el futuro, según lo afirman la mayoría
el matrimonio no consiste solamente en el en- de los entrevistados (sobre todo en estudios
cuentro individual de dos personas, al margen cualitativos de caso), aunque no se pueda con-
de la sociedad, sino que en ellos se representa siderar definitivo, pues en muchos significa una
la fusión de dos realidades sociales y culturales situación cambiante que hay que saber asumir
que tienen que amoldarse. Una quinta parte de en sus viscicitudes y acomodos sucesivos.72 Si
los hogares familiares o parafamiliares mexica- se logran superar los problemas, los desajustes
nos está en esta situación (actualmente, alrede- y las primeras desilusiones provocadas por la
dor de unos seis millones de hogares tienen una desidealización del cónyuge, la capacidad de
pareja que se inicia en la vida conyugal y en la organización y adecuación matrimonial, pue-
paternidad-maternidad). den constituir la base de la vida familiar subsi-
guiente, satisfactoria en diversos grados.
No faltan alicientes e incentivos en este pri-
mer trabajo: el impulso sexual es uno de ellos; De todas maneras, una mayoría de las pare-
la aspiración emancipante frente a los padres, jas recién constituidas dicen sentirse satisfechas
es otro (sí es que han salido de sus hogares de y son optimistas, incluso a pesar de que todavía
origen). La satisfacción de iniciarse como pa- la mayor parte de los varones se muestren al-

70
Fundación para el Apoyo de la Comunidad, A.C. (s/f), CONAPO: Manual de la Familia (1982b, c, d, e), CEM (1991, 1994), Juan Pablo II
(1981), Leclercq (1961).
71
Véase el estudio de la unión consensual en Ojeda (1988).
72
Véase varios casos en Elu y Leñero (1992).
73
Véase estudios sobre el ciclo familiar, en la perspectiva de género: Ojeda (1989), Burchinal (1967), Bernard (1964), Hill (1970a).

86
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital

tamente celosos y autoritarios, para imponerse sentido comprensivo, lo cual no se da en una


a su mujer que aún suele aceptar su autoridad, mayoría de casos. Se registra, por ejemplo, el
su relativa reclusión social, sobre todo entre la trato rudo y el recurso a los castigos de los ni-
población del sector popular.73 Este período ños, mediante los golpes o su ruptura afectiva
suele coincidir con el período del 1er. emba- en más de la mitad de los casos, lo cual significa
razo y del plan de procreación de la pareja. Si que esos padres no han estado preparados a
éste no es formulado entonces, se pierde un ejercitar su papel de educadores, que los pro-
momento clave para la vida familiar futura. blemas han rebasado su capacidad educativa, y
que el efecto negativo sobre la formación de la
c) Etapa procreativa y educativa con hijos personalidad de los hijos vaya a quedar impre-
niños so en la vida posterior de los niños.

1) Período inicial de procreación: Al nacer el En esta etapa, generalmente aparecen con-


primer hijo, se inicia una nueva etapa familiar. trastes entre los hijos, los cuales descontrolan
Alrededor del 40% de las familias están en esta a los padres, pues los métodos utilizados para
situación. Desde ese momento se puede hablar uno no son siempre los mejores para los demás
de una familia, propiamente dicha, sobre todo y viceversa. Surgen entonces las preferencias y
en el caso de que los hijos unidos maritalmente las correspondientes reacciones infantiles ante
ya se han separado de sus padres. las mismas. La participación conjunta del padre
y de la madre pueden evitar desajustes mayo-
Después de iniciada la vida reproductiva de la res o, al contrario, agravarlos si no hay una uni-
pareja se plantean varias cuestiones de salud re- dad básica educadora. Ya en esta fase la mujer
productiva y adopción de modalidades y estilos mexicana suele asegurar en casi la mitad de los
de vida diferentes a los anteriores: desde los re- casos (47% en la ciudad de México en 1993),74
lativos al posparto y puerperio, de los primeros que su máxima preocupación y satisfacción de
hijos, lactancia y cuidado de ellos mientras son su vida familiar son sus hijos, frente a cierta
bebés. Muchas veces implican que la mujer que desilusión (a veces total) frente a su esposo.
antes trabajaba, deje de hacerlo, o que el marido
tenga que participar en tareas domésticas. Tam- 2) Período familiar de educación avanza-
bién la toma de nuevas decisiones de conducta da con hijos adolescentes. Vienen después
sexual y uso regular o temporal, o no, de méto- cambios en una nueva fase cuando los hijos
dos reproductivos. Decidir sobre el número y mayores entran a su adolescencia y primera
espaciamiento de los hijos que se quieren tener. juventud. Es una etapa en la que se encuentra
entre una quinta y una cuarta parte de las fa-
El período se extiende a los años en que milias mexicanas, visualizadas en un momento
el primer o los primeros hijos se encuentran dado. Podrá haber hijos pequeños y nuevos
en edad escolar primaria y la completan. Es el nacimientos, pero por lo general la tónica fa-
período más característico como propio de la miliar la establecen los mayores. Cuando no
vida familiar del modelo nuclear-conyugal, con sucede así, y los padres se fijan principalmente
el porcentaje mayor de todas las familias, pues en los hijos menores, surgen más fácilmente,
abarca de trece a quince años de vida familiar y conflictos o desprendimientos psicológicos de
que, como lo apuntamos, incluye aproximada- los adolescentes ante la familia.
mente al 40% del total de las familias (aunque
con cierta tendencia a disminuir o a reducir su Para los padres es quizá la etapa más difí-
dedicación intensiva, debido al mismo trabajo cil, pues tienen que atender generalmente dos,
de las mujeres y a la reducción del número de tres, o más frentes de problemas: de sus hijos
hijos). Implica, de todas maneras, el ejercicio adolescentes; de sus hijos intermedios y de sus
educativo de los padres, cada vez más, con un más pequeños, sobretodo cuando el número

74
Leñero (1994b), p.173.

87
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

de hijos es grande o sus espaciamientos han diada con profundidad por todos los programas
sido de varios años entre ellos, y en su conjun- de atención a los niños de la calle, menores in-
to la atención primaria a todos abarca un lapso fractores, derechos de los niños, sexualidad y
extenso, de nueve años o más. Pero también reproducción de los adolescentes.75
pueden presentarse a menudo, problemas en
las relaciones conyugales tanto por rutinizarse y Cuando sucede una muerte prematura de
desadecuarse a los cambios de edad de los hijos uno o de ambos padres, la familia resiente pro-
y a la espontaneidad del vínculo afectivo y cir- fundamente la desgracia. El ciclonatural queda
cunstancial, como por desequilibrarse ante las prácticamente roto y tiene que rehacerse una
fluctuaciones adoptadas en el clima familiar. Es nueva dinámica a veces con la ayuda de otras
entonces frecuente que la familia nuclear-con- familias parientes, cosa que no resulta positi-
yugal, entre en una crisis de identificación amo- vo en muchas ocasiones. Lo propio sucede
rosa de la pareja en referencia a los problemas con la separación y el divorcio de los padres,
suscitados por los mismos hijos y ante los cuales sobre todo si hay un nuevo matrimonio. Para
surgen criterios contrastantes de cómo deben todos estos casos se requiere una orientación
ser resueltos. Y entonces, a la crisis propia de muy especial que en general la sociedad no
la edad adolescente se suma la crisis de los pa- da suficientemente, ni en forma preventiva,
dres de esos adolescentes. El resultado puede ni tampoco una vez sucedido el rompimiento
ser múltiple: en los hijos, la sensación de que o la muerte prematura. Más frecuentemente
sus padres no los entienden y se pelean por su se presentan enfermedades de los mismos pa-
causa, o que deseen salir del hogar prematura- dres, y normalmente problemas económicos
mente; y en estos padres, por sentirse desfasa- derivados del crecimiento de las necesidades
dos en su autoridad moral y descontrolados por y exigencias familiares. El trabajo de los hijos
no saber cómo educar a sus hijos adolescentes mayores puede aliviar eventualmente esta pre-
o postadolescentes. Es frecuente encontrar en sión, pero esto más bien es eventual hasta el
estas familias de etapa educativa avanzada que matrimonio de éstos. El éxito profesional de
aparezcan entre los padres (sobre todo de él), los padres, y a veces la aportación del trabajo
aventuras amorosas e infidelidades (si es que de la madre, son más determinantes. Su pérdi-
antes no habían aparecido), o la incidencia agu- da de trabajo, también en sentido inverso. Y la
dizada de un alcoholismo que antes pudo no crisis económica de las últimas guerras es cons-
haberse mostrado en forma aguda. tatada por varios estudios familiares.76

También se presenta, sobre todo en las fami- Esta etapa familiar culmina con un proce-
lias de los sectores pobres y en las clases medias so más o menos largo -según el número de
más bien modestas, la situación del trabajo de hijos- de casamiento de éstos, procedido por
los menores. Los mismos padres favorecen en toda una etapa de noviazgos y de problemas de
muchos casos, que sus hijos niños o adolescen- orientación vocacional de los hijos.
tes trabajen para ayudar a solventar el gasto fa-
miliar. Cuando esto sucede (sin trabajar bajo la La mayor dificultad a este respecto es la ca-
jefatura del mismo padre o madre), se agudiza pacidad para saber aplicar los valores y normas
casi siempre cierta emancipación moral del mu- de los padres a nuevas situaciones y circunstan-
chacho o muchacha pues siente que se puede cias que la generación de sus hijos demanda.77
valer económicamente (aunque sea de manera
simbólica) de sus padres, y que ellos dependen Podemos decir que, en general, pocos pa-
de alguna manera de esos hijos. Y de ahí se ge- dres están aún preparados para evolucionar y
nera toda una problemática que debe ser estu- poder atender todos los reclamos familiares en

75
Consúltense los estudios al respecto de los menores. Referimos a algunos de ellos: Leñero (1998c),pp.49-66; Stern y García (2001ª); IMES-
DIF Proy. Nº 265 (1997).
76
Véase el tema de familia y crisis económica: Asoc.Mex.Población-Varios autores (1994, 1998), Leñero (1996a).
77
Volveremos al análisis de esta cuestión de relaciones padres-hijos, en el Vol. II de este Prediagnóstico.

88
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital

esta etapa; pero a su vez, podemos afirmar que Al llegar a la última fase, con la experiencia
quienes logran hacerlo tienen ya básicamente cercana de la muerte de seres queridos, las
asegurada su satisfacción fundamental como personas adquieren una perspectiva panorá-
responsables de su vida familiar. La experiencia mica de su vida familiar. En nuestro ambiente,
familiar se convierte así en fuente de satisfac- desgraciadamente, parece predominar, en este
ción íntima y profunda. nivel, una actitud más bien de desilusión y de
cierta insatisfacción por lo que fue y no pudo
d) Etapa familiar final. El período último de la ser la vida familiar que cada quien constituyó.
vida familiar puede tener múltiples formas, más Y para ello sería preciso toda una orientación
o menos graduales, o más o menos variantes adecuada para un desarrollo de las personas de
según las circunstancias. Registramos en las en- la tercera y cuarta edad, pues la proyección de-
cuestas familiares alrededor de una quinta parte mográfica en el siglo XXI apunta hacia un creci-
del total de las familias, pero este porcentaje es miento del número de personas mayores.
mayor si en la muestra de jefes de familia se in-
cluye a población mayor de sesenta años, o si se El ciclo de la vida, renovado en las siguien-
hace un estudio de la tercera edad.78 tes generaciones, continúa, pero la aspiración
humana nos tendría que llevar a que el ser hu-
En esta etapa, la familia aparece ya disgregada, mano, llegado a la etapa final, tuviera un sen-
después de la separación de los hijos; sin embar- tido optimista y una satisfacción profunda de
go, puede suceder lo contrario, en el caso de las su vida íntima.
familias extendidas y extensas: los hijos casados
(al menos uno) con su prole, se establecen defi- Los ciclos vitales dan lugar a una tipología
nitivamente en la casa paterna o materna (en el familiar sumamente importante para el conoci-
caso frecuente de hogares uniparentales). Esto miento de lo que son las familias en sus diver-
replantea el ciclo familiar para seguir el ritmo de sas etapas. Estas son producto no solo de una
la familia nuclear de la hija o hijo casado. condición biológica de crecimiento etario, sino
de toda una “arquitectura humana” que hay que
También suele suceder que la familia sufra aprender a construir de acuerdo a las condicio-
las consecuencias de la muerte de uno de los nes y circunstancias de los diversos casos. La vi-
cónyuges -padre o madre- y al llegar a esta sión familiar, en su proceso de desenvolvimien-
fase, el viudo -si no es que se volvió a casar en to, nos ayuda grandemente a comprender este
etapa anterior- reajusta su vida adaptándose a sentido de la vida y esta variedad de unidades fa-
la familia de uno de sus hijos. miliares en su momento en que están viviendo.

Puede darse el caso cada vez más frecuente -


por el retardo de la edad de muerte- que los pa-
dres lleguen, después del casamiento de todos
los hijos- a veces salvo el de alguno- a vivir una
etapa de nueva conyugabilidad en la que uno sig-
nifica para el otro, apoyo, compañía y cuidado.
O puede suceder que uno de los dos, viudo, viva
en compañía de algún hijo soltero. Pero también
sucede cada vez con mayor frecuencia, que uno
de ellos se quede viviendo solo en su hogar a los
cuales nos referiremos en el siguiente capítulo.
De cualquier manera, el cuidado de los ancianos
ha sido una función que asumen primordialmen-
te las familias de los hijos.

78
Véase encuesta Nacional sobre la sociodemografía del Envejecimiento (CONAPO, 1994); y Leñero (1998), p.42-48 y Montes de Oca
(1998), p 49-56.

89
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

3.5 Tipología de las familias a) En las que la principal pareja marital está
constituida formalmente por un matrimonio
según la formalización contraído de acuerdo a las dos leyes: la civil
institucional de la pareja y la religiosa.
principal79 b) En las que uno de los miembros de la prin-
Otro aspecto fundamental de la tipología de la cipal pareja ha muerto, y el otro aparece
organización familiar, es la variante derivada de como viudo.
la formalidad de la unión marital involucrada en
el estado civil de los padres de familia. Se pue- 2) Familias que responden a una normatividad
de elaborar una tipología de tres modalidades formal colectiva, intermedia; es decir, que se
de familias en este aspecto: atienen a una ley reconocida pero sin com-
pletar la normatividad total de la vida social
1) Familias apegadas mayormente con la nor- convencional tradicional:
matividad colectiva:

Cuadro No. 2-5 Tipología de las familias a partir de los datos de estado civil de las madres
de familia

F.Normatividad F.Normatividad
Situación de Estado Civil Formal mayor % intermedia F.”Informales Totales

Cens90* Enc.93 Cens90 Enc.93 Cens90 Enc..93

Casados ambas leyes 50% 44%

Viudez de Madr.Fam. 12% 5%**

Casados sólo civil 15% 18%

Casados sólo igles. 1% 2%

Divorciados 3% 4%**

Unión libre 10% 18%

Separados 4% 5%**

Madre-soltera 6% 5%

Total % entre los tres tipos 62% 49% 19% 24% 20% 28% 100%

* Fuente: Censo 1990 sobre el relativo de mujeres que han tenido uno o más hijos. Incluye a mujeres de más de 64 años, por lo cual el dato de la viudez es
considerablemente más elevado.

** Fuente: Datos de la encuesta (Inv. IMES s/Familia C.Mex. D.F. Leñero (1994), pp.118) que ha sido estimado del porcentual censal (restando el % de la
población viuda mayor de 64 años) para desagregar la categoría integrada de: Separado, divorciado y viudo, en la encuesta de 93.

79
Para este apartado, reajustamos el texto correspondiente del estudio sobre Las familias en la Ciudad de México (Leñero, 1994b).

90
Tipología de la composición del grupo familiar en los hogares según su tamaño, sexo
y edades de sus miembros, y según su formalización institucional y su ciclo vital

a) En las que la principal pareja marital de la fa- mientras que las familias informales aumentan
milia, ha sido contraída bajo la ley civil pero a más de la cuarta parte frente a la quinta par-
no bajo la religiosa común a la mayoría de la te en los datos censales, así como el aumento
población mexicana (89 % del total). de las familias semiformales es mayor también
(una cuarta parte del total).
b) En las que la principal pareja marital de la
familia ha sido contraída bajo la ley religiosa, De cualquier manera, la informalidad parece
pero no bajo la civil común. mayor en el sector de familias marginales (40%
de las parejas de dicho nivel viven en unión li-
c) En las que los padres de familia se han divor- bre, además de los que viven separados y de
ciado formalmente, de acuerdo a las leyes ci- las madres solteras), y llega casi a la mitad de
viles (pero no de las religiosas tradicionales). todas sus familias.

3) Las familias que no siguen una normatividad También es sensible esta mayor tendencia
formal, sino que se atienen a su propia diná- hacia las relaciones maritales informales entre
mica espontánea voluntaria: las parejas jóvenes: la tercera parte de ellas vi-
ven en unión marital80 y además, otra cuarta
a) En las que los padres de familia viven en parte de ellas, están casadas solamente por lo
una unión consensual (unión libre según el civil. Esto hace que mientras los padres de fa-
registro civil). milia de edades mayores a los 35 años más de
la mitad de ellos dicen estar casados por las dos
b) En las que los padres se encuentran virtual- leyes, entre los más jóvenes, sólo un 29% tie-
mente separados sin residencia común. nen la misma categoría según su declaración.

c) En los que el padre que vive con sus hijos se Esto parece mostrar claramente una ten-
considera soltero (familias uniparentales). dencia cada vez más practicada, hacia la infor-
malidad de la organización familiar.
Los datos de la encuesta en el DF en 1993
reafirman un reconocimiento mayor a las mo-
dalidades informales (que los datos provenien-
tes de los censos, en los que las respuestas de
la gente suelen ocultar las realidades familiares
que no se apegan a las normas convencionales:
por ejemplo, la unión libre, el divorcio, la sepa-
ración misma, o la paternidad de los solteros).

En un sentido sintético, los datos nos per-


miten resumir el siguiente cuadro en el que se
comparan los tipos mencionados en la fuente
censal de 1990 y en nuestra investigación de
campo 1994 entre las madres:

Como puede observarse, la proporción de


las familias que aparecen en la encuesta como
familias con formalidad mayor, disminuye al
compararse con los datos censales (la mitad
del total en la encuesta contra un poco menos
de las dos terceras partes en el dato censal),

80
Ojeda (1988), según los datos de la Encuesta Nacional de Fecundidad y Salud, reportó para 1987 un 25%.de uniones consensuales.

91
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

CAPÍTULO 4
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros

4.1 Los elementos aparece el hijo-a. A todos los une algo que está
en las personas. Se dice la misma sangre, pero
fundamentales intervinientes significa en realidad, los mismos genes comparti-
en la conformación de la dos, quiérase o no. Cada uno los utilizará (o será
unidad familiar en cuanto al y víctima de ellos) de una manera u otra, pero los
genes de la consanguinidad ahí están. Y en un
las clasificaciones cuantificadas sentido real, son la materia prima imborrable
en las estadísticas y encuestas81 que da una consistencia a la familia. Se podrán
rechazar y renegar de ellos, pero ellos estarán
Podemos resaltar como elementos esenciales de ahí, durante toda la vida y podrán también ser
la conformación de un grupo familiar convivien- el principio de una identidad que no desapare-
te en una unidad doméstica, a los siguientes: ce con las personas físicas que nacen y mueren
pero que se reproducen y conviven con sus an-
El primero está generado por los lazos de tepasados inmediatos y con sus proles.82
consanguinidad. Éstos forman una unidad grupal
adscriptiva, fuera de la voluntad de los mismos El segundo elemento esencial de la vida fa-
miembros del grupo familiar. Nadie escoge a sus miliar tiene que ver con la afinidad amorosa
padres, ni siquiera a los hijos, menos aún a los o fortuita de la unión marital, del matrimonio
parientes diversos, abuelos de ambas líneas, tíos contraído supuestamente de manera voluntaria
carnales, primos hermanos y primos más leja- y libre, aunque frecuentemente en realidad sea
nos, sobrinos, nietos. Los hermanos conviven en concertado por compromisos, por presiones
el hogar porque son precisamente hermanos, no o por conveniencias frente a los abuelos, pa-
por otra cosa, al menos como punto de partida. dres, parientes, otros actores sociales, o sim-
El componente consanguíneo viene de los an- plemente por el “qué dirán”. Significa, además
tepasados desconocidos directamente, pero en de la unión de los cónyuges, la generación de la
la vida normal de las personas, abarca al menos reproducción familiar, pero también la vincula-
tres y hasta cuatro generaciones que conviven ción de los miembros de una red consanguínea
en una época histórica (son coetáneos), vivi- con la otra o con otras personas (incluyendo
da en perspectivas distintas desde el momento autoridades políticas socios económicos, fami-
en que cada una aparece en un lapso temporal lia de la joven con quien se han tenido relacio-
sucesivo. Pero en el grupo familiar extenso se nes sexuales premaritales).
conectan entre sí con roles y dialécticas de re-
ciprocidad de perspectivas. Se es hijo-a, porque En otras épocas significaba la alianza concer-
existen unos padres, se es padre-madre, cuando tada por dos familias entre sí, y de ahí se ha de-

81
Para este capítulo, actualizamos un texto publicado en nuestro estudio preliminar de enfoque a la realidad nacional, de la investigación
sobre las Familias de la Ciudad de México, 1994, porque contiene elementos explicativos y justificativos de la clasificación respecto a la
composición familiar, y que matiza las utilizadas.
82
En la historia de la familia moderna puede verse claramente cómo este factor de consanguinidad en el parentesco intergeneracional con-
stituye el eje y fundamento de la vida familiar tradicional. Véase a Flandrin (1979) para el estudio de nuestra raíz en Europa, y a Golzalbo,
para el análisis de la familia colonial de la Nueva España, de la que heredamos su tradición.

93
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

rivado la involucración de los padres en la boda por la conformación de otras formas de vincu-
o unión marital de sus hijos. Y aunque ahora lación marital pluralizada (en la poligamia o en
se ha enfatizado dicha unión en su dimensión otras modalidades no legitimadas institucional-
afectiva y voluntaria personal por parte de mente), pero existentes de hecho, como una
los contrayentes, independientemente de sus analogía de familias sui géneris.
familias de origen, no deja de crear un paren-
tesco “político” entre cada contrayente con los De todas maneras, estos tres elementos
parientes consanguíneos del otro; incluso se esenciales a la generalidad de las unidades fa-
hace extensivo a sus mismos familiares con los miliares se combina, en la realidad, de mane-
familiares del otro-a. Hoy el matrimonio y la ra distinta y específica, según sus miembros y
misma unión libre aparecen contrastados con circunstancias. Y esto es lo que da lugar a una
la importancia que ha tenido la consanguinidad tipología básica que en términos generales es
en la fundamentación de las familias. Ahora se reconocida como común en sus diversas mo-
considera que la familia está supuestamente ba- dalidades. En la práctica, estos tipos de con-
sada en la pareja unida por el amor conyugal o formación de la unidad familiar doméstica son
su equivalente. De ahí que la falta de este amor mutables en el tiempo y en el espacio. Ni todos
se considere como quiebra del fundamento ellos obedecen a un modelo rígido, ni cada uno
mismo de la familia nuclear-conyugal. Pasa a mantiene la misma configuración durante todo
un segundo plano la vinculación consanguínea, el ciclo vital de cada familia.
principalmente de padres con hijos.83
De ahí que podemos hablar de una tipolo-
El tercer elemento de la vida familiar es el gía de la composición de la familia en su unidad
espacio territorial que se plasma en el hogar doméstica, primeramente con cuatro (o cinco)
ubicado en una habitación común en la que vive modalidades típicas, con variantes subtípicas más
cotidianamente cada unidad doméstica, durante matizadas. Y en segunda instancia, podemos plan-
lapsos más o menos permanentes. Pero como tear las otras modalidades de hogares sui géne-
queda dicho, esta unidad espacial no necesaria- ris, que sólo analógicamente podríamos llamar
mente barca a todo el grupo familiar, sino sólo familias propiamente dichas. Planteamos la tesis
a uno de sus núcleos específicos de familiares de que en cada uno de los tipos de composición
que forman una unidad doméstica. Éste grupo familiar aparecen diferentes significaciones y dis-
habitacional puede integrar a padres, hijos y en tintas pautas para encauzar las relaciones familia-
su caso, a otros parientes cercanos e incluso a res. A veces, diametralmente contrastantes entre
no pariente, formando una unidad local convi- sí. Por eso, pasar de una forma de composición
viente bajo un techo, una cocina, y dormitorios a otra puede implicar toda una reformulación de
compartidos. Y es ésta unidad la que demográ- los roles familiares, lo cual implica también una
ficamente y microsocialmente, en sus relaciones reconsideración de las mismas funciones familia-
internas y en su vinculación institucional. res, a partir de las nuevas circunstancias que les
ha tocada vivir. La tipología alude hipotéticamen-
No obstante, esta caracterización de los tres te, además, a una multiplicidad de involucraciones
componentes generales, puede ser relativa y de la familia con la organización social externa a
analógica, pues en las familias de adopción la ella, y con la estructura del sistema productivo
consanguinidad está representada por el víncu- y cultural y tiene una utilidad práctica en el de-
lo adoptivo, y la afinidad de la unión matrimo- sarrollo de acciones de apoyo y de asistencia a
nial sólo puede ser simbólica y no existir como ellas. El análisis diversificado de la dinámica e im-
tal, sino en su analogía tanto de una unión con- plicaciones de cada tipo, necesariamente forma
sensual como eventual o virtual. Igualmente, parte de un diagnóstico básico de la vida familiar
puede quedar “suplida”, por una pareja en el actual hecho ya por diversos estudiosos para ser
caso de las parejas homosexuales, o incluso tomados en cuenta por una política social y fami-

83
Véanse al nivel mundial diversos estudios sobre la crisis de la pareja matrimonial como base y fundamento de la familia actual: Rogers (1980),
Del Campo (1991), Lemaire (1986), Konig (1981), Michel (1974), entre otros.

94
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros

liar. Sin embargo, las clasificaciones referidas a las psicólogos y sociodemógrafos. Pero queremos
características de cada uno de los tipos familiares aclarar algunas de las precisiones necesarias al
no siempre son conceptualizadas de la misma respecto, pues entre otras, se manejan con fre-
manera. Tratamos aquí de delinear una que ha cuencia los términos de “familia extensa” o de
sido utilizada por nosotros a partir de los diversos “familia nuclear” en sentidos no muy precisos,
criterios esbozados por diversos estudiosos: des- pues se integra en ellos más de lo que son en su
de antropólogos e historiadores sociales, pione- delimitación de componentes; por otro lado, se
ros en estas caracterizaciones, hasta sociólogos, omiten o se incluyen equívocamente como fami-

Cuadro No. 2-6 Variedad de la tipología de composición familiar según diversas fuentes e
investigaciones en México (en porcentajes)

A B AB C D E F
Fuente-Investigación(*) Lugar Año Fam. Fam. Fam. Fam. Fam. Fam. Tot. Hog.
Extens. N-Extd. Extsa Nucl Semi Comp. Hog. Uni-
(3gen) N+part) yExtd P+H.s) Nucl-C Fam. Pers.
2parj (Uniparent) %

Nacional 1967 ---> ---> 46 54 ---- ---- 100 ----


1.IMES-Inv. Fam. Méx.

Nacional 1970 ---> ---> 19 81 ---- ---- 100 ----


2.Censo Nac.1970

1970 ---> ---> 34.7 50.5 14.8 ---- 100 5.3


3.Encuesta Trabajadores Méx. DF

4.Est. Antrop. .Marg. Urban Méx. 1971 25 36 61 38 ---- ---- 100 0


DF
Nacional 1976 ---> ---> 25 58 17 ---- 100 4.2
5.Enc. Méx. Fecund. EMF-SPP

Nacional 1980 6 14 20 70 10 ---- 100 ----


6.Censo Nacional 1980

Nac. Rur. 1981 ---> ---> 25 64 11 ---- 100 ----


7.IMSS-Enc. Rural

Nacional 1982 ---> ---> 27.5 58.3 13 1.2 100 3.5


8.CONAPO Enc. Nal Dem. END

Qro. Mor. SLP 1982 8 30 38 54 8 ---- 100 ----


9.IMES-Ciudades Medias

Chont. Tab 1983 15 18 33 63 4 ---- 100 ----


10.IMES-Rural Chontalpa

Nacional 1987 ---> ---> 26.3 58 13.9 1.8 100 4.2


11.SSA Enc. Ncl. Fec. Salud

León, Gto. 1991 14.8 16.8 31.6 68.4 ---- ---- 100 ----
12.IMES Familias León

Oaxaca, Oax 1992 16.1 11.9 28 71.9 ---- ---- 100 ----
13.IMES Familias Oaxaca

Méx., DF 1993 15.7 17.3 33 57.7 9.3 ---- 100 ----


14.IMES-DIF Familias DF

95
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

Cuadro No. 2-6 Variedad de la tipología de composición familiar según diversas fuentes e
investigaciones en México (en porcentajes)

A B AB C D E F
Fuente-Investigación(*) Lugar Año Fam. Fam. Fam. Fam. Fam. Fam. Tot. Hog.
Extens. N-Extd. Extsa Nucl Semi Comp. Hog. Uni-
(3gen) N+part) yExtd P+H.s) Nucl-C Fam. Pers.
2parj (Uniparent) %

15.CONAPO-Enc. Nal. Plan. Nacional 1995 ----> ----> 2 6. 1 55. 8 16. 5 1. 6 100. 0 ----
Fam.
16.INEGI-Enc. Nac. Ingr-Gast. Nacional 1996 ----> ----> 30. 3 68. 8 ----- 0. 9 100. 0 ----
Hog ENIGH
17.CONAPO-Enc. Nac. Din. Nacional 1997 ----> ----> 27.5 64 8. 5 ---- 100. 0 ----
Dem. ENADID

Fuentes:
1. Encuesta IMES sobre la Familia en México, en 14 localidades urbanas y rurales. 5000 entrevistados hombres y mujeres. 1968.
2. IX Censo Nacional de Población y Vivienda.
3. Encuesta sobre los trabajadores en la ciudad de México: García B., Muñoz, H. y Oliveira, O. Hogares y trabajadores. Ed. COLMEX-UNAM
México 1982.
4. Estudio Antropológico en Barrio Cerrada del Cóndor, de Cd. México.- Lomnitz, Larissa. Cómo sobreviven los marginados. FCE México 1971.
5. Encuesta Mexicana de Fecundidad. EMF. SPP, 1979. Analizado por Tuirán en DEMOS 1993. Ed. UNAM.
6. X Censo Nacional de Población y Vivienda., 1980, INEGI, México, 1986.
7. Encuesta Rural de Planificación Familiar. ERPF, IMSS, México, 1981.
8. Encuesta Nacional Demográfica. CONAPO México 1982.
9. Encuesta en Ciudades Medias del Centro de México. IMES, México, 1982.
10. Investigación sobre las familias rurales de la Chontalpa, Tab. Méx. 1983.
11. Encuesta Nacional sobre Fecundidad y Salud. ENFES, SSA-DGPF. México 1987.
12. Investigación Piloto sobre las Familias en León Gto. IMES-AMEP. México, 1992.
13 .Investigación sobre las Familias en Oaxaca, Oax. IMES-MEXFAM. México 1992.
14. Investigación sobre las Familia en la Cd. de México, .IMES-DIF, México 1993.
15. Encuesta Nacional sobre Planificación Familiar. ENPF, CONAPO, México, 1995.
16. Encuesta Nacional sobre Ingresos y Gastos de los Hogares. ENIGH, INEGI, México 1996.
17. Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica, ENADID, CONAPO, México, 1997.

**Nota sobre la connotación de los tipos de familia según la composición del grupo familiar en el hogar (columnas del cuadro):
A. Familias Extensas, propiamente dichas: Tres generaciones consanguíneas, (abuelos, padres, hijos, suegros, yernos y nueras, cuñados, tíos
y otros parientes, y dos o más parejas maritales en el hogar).
B. Familias extendidas: Familia nuclear de padres e hijos solteros, además de uno o varios parientes.
AB: Familias extensas y extendidas en su conjunto.
C. Familias nucleares-conyugales: pareja de padres en unión marital con hijos solteros. No se incluye familia monoparental, ni otros familiares
o personas viviendo en el hogar (sin contar con los empleados domésticos).
D. Familias seminucleares: incluyen dos y hasta tres subtipos: a) Familias monoparentales (uno de los padres con sus hijos solteros); b) Pareja
marital sin hijos; c) Hijos sin padres. La referencia de seminuclearidad viene porque en los tres casos el grupo familiar reconoce a una pareja
marital generadora pero no presente en el hogar como tal.
E. Familias compuestas: son familias con un componente importante de personas no parientes.
F. Se presenta el caso del hogar unipersonal, pero no entra como familia, sino sólo como unidad doméstica, por eso su porcentaje no está com-
prendido en el total de hogares familiares.

96
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros

lias lo que sólo son hogares sin un componente tivas según lugar: ciudades, poblados rurales,
familiar definido o con un sentido mixtificado. Estados de la República, país entero, tipo de
muestra y tiempo en que se realizó la recaba-
Presentamos a continuación, de manera sin- ción de los datos y su procesamiento, tomando
tética, primero, un cuadro en el que conjunta- en cuenta o no, ciertas precisiones conceptua-
mos los datos de la tipología de la composición les y de interés analítico.
familiar obtenidos en varios estudios y fuentes
(ajustados en su connotación); y después, enu- No es nuestro propósito por ahora realizar
meramos una caracterización de las implicacio- un análisis semántico, metodológico y epistemo-
nes sociofamiliares, referidas a las cuatro mo- lógico de cada investigación o fuente de datos.
dalidades más significativas. Vamos solamente a señalar algunas afirmaciones
hipotéticas sobre las principales caracterizacio-
Las diferencias de los datos aparecidos en nes fenomenológicas de los diversos tipos de
los diversos cálculos porcentuales, se deben a composición familiar, aludiendo en general a
diversas razones: los rangos fluctuantes más frecuentes de pro-
porcionalidad en el contexto general. Emitimos
1) Las referidas al universo que ha servido para nuestra estimación final y nuestra consideración
el diseño de las muestras de las encuestas sobre las implicaciones posibles, de manera hi-
incluidas, que excluye o incluye ciertas cate- potética, a la par que los otros estudios prelimi-
gorías familiares o de población de determi- nares realizados para servir al diagnóstico que se
nada edad, estado civil o de otra condición, busca hacer posteriormente.84
o incluso al lugar o ámbito en el que se apli-
có la encuesta;

2) La conceptualización diversa que identifica a


uno u otro tipo de familias;

3) Al tiempo en que se llevó a cabo la


investigación;

4) Al método utilizado para recabar la


información y la manera en que se diseñaron
los instrumentos de registro;

5) Al procesamiento y ajuste de los datos obte-


nidos y después trabajados para agregarlos
o desagregarlos en los conjuntos correspon-
dientes; de acuerdo a precisión requerida
de los datos.

Efectivamente en muchos de los casos se


trata de encuestas hechas sólo a población en
edad reproductiva, únicamente de mujeres y
con requisitos específicos de condición marital.
Pero también aparecen variaciones significa-

84
Véanse los diversos estudios realizados y publicados por el DIF Nacional coordinados por el Comité de Operación constituido para el efecto.

97
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

4.2 El tipo de familia extensa, jefe o por los representantes familiares; pero
este interés puede ser selectivo y quienes no
propiamente dicha, integrada colaboran con él tienden a ser disgregados
en una unidad de residencia del grupo doméstico extenso. El papel de to-
dos y cada uno de los miembros obedece a su
Se caracteriza, de manera general, por ser un compromiso con los residentes de su sangre y
grupo familiar residente en un solo hogar -en apellido (patri o matrilineal). No hay nada que
muchas ocasiones con subunidades habitacio- está por encima de ello, salvo Dios o la Patria
nales aledañas- -para los diversos núcleos que (en la inteligencia de que de ambos proviene
lo integran-, con tal de que mantengan una precisamente la adscripción consanguínea del
economía compartida, así como servicios co- ancestro próximo y común de unos y otros). A
munes de cocina, abasto, baño y otros. Se le partir de este principio de hegemonía consan-
puede identificar como un grupo familiar don- guínea, se derivan todas las normas familiares,
de la consanguinidad opera de manera primor- incluyendo la división del trabajo entre todos,
dial. Pero está claro que de no ser así, resulta la dependencia femenina (generalmente reco-
altamente conflictiva, lo cual sucede frecuen- nocida formal y realmente dentro de la familia
temente y es parte de su dificultad actual para patriarcal o paternal); aún cuando frecuente-
operar en una sociedad de signo individualista. mente sea la mujer la que llegue a disponer del
orden doméstico, al interior del hogar, o que
La familia extensa está compuesta por lo llegue a sustituir al varón-jefe, en sus carencias,
menos por personas de tres generaciones ausencias y abandonos. También de ahí se sigue
biológicas: padres, hijos solteros y/o casados, una pauta para cuidar del “honor” de la familia,
hermanos, cuñados, yernos, suegros, nietos entendido éste de acuerdo a la época y ámbi-
(primos hermanos entre sí), e incluso, por al- to social en el que se vive. Ahora resulta cada
gún otro pariente o participante incorporado a vez más relativizado, pero de alguna manera se
la unidad familiar. Comprende, por lo tanto, al conserva su referencia.
menos, dos parejas maritales.
La familia extensa se desintegra cuando en-
Puede adoptar la modalidad patriarcal, en tran en conflicto los hermanos entre sí, pero
la cual el padre-abuelo representa la máxima sobre todo, cuando se quiebran las relaciones
autoridad, a veces única y autocrática; o bien, paterno-filiales; no tanto cuando las parejas con-
responder a variantes significativas: matriarcal yugales se “alejan” entre sí, o cuando uno de
o “maternalista”, de mayorazgo (jefatura del ellos muere. En la supervivencia y en las crisis
hermano mayor), u otra.85 familiares el grupo cuenta con una diversidad
de recursos humanos: hay, dentro de ella, va-
Lo que importa resaltar en el caso de la fa- rias figuras masculinas y femeninas, paternales y
milia extensa, propiamente dicha, es que está maternales, fraternales y de parentesco diverso,
basada en el principio del respeto y la lealtad que participan, dan apoyo y constituyen mode-
al lazo consanguíneo y a las relaciones de un los plurales de formación y de socialización in-
parentesco delimitado. El matrimonio que- terna e integrada para los más jóvenes.
da condicionado a él, no tanto al revés. En
su modalidad “clásica, los matrimonios de sus En el modelo típico de familia extensa todos
miembros suelen ser concertados como alian- deben compartir la misma suerte común, en
zas familiares; es decir, como una estrategia lo bueno y en lo malo. La economía del grupo
del propio interés familiar expresado por el permite mantener, en beneficio de todos, el pa-

85
Véase la referencia al parentesco y a las familias extensas en los estudios históricos, tanto al nivel de la civilización occidental (autores
colaboradores de la Historia de la Familia coordinada por Burguière , Klapisch-Zuber Segallen y Zonabend –pp.17-64, con prólogo de
Levy-Strass, pp.11-15); como al del origen prehispánico y colonial de las familias de México, analizadas por Gonzalbo (1998, pp.117-126);
o también, para una visión actual de familias marginadas, véase la caracterización de familias extensas –de solar y de techo- en Lomnitz,
Larissa (1975, pp.112-127. para una visión actual de familias marginadas, véase la caracterización de familias extensas –de solar y de techo-
en Lomnitz, Larissa (1975, pp.112-127).

98
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros

trimonio familiar. No es dable a los miembros, aledaños, viviendas vinculadas y conectadas en-
en su individualidad, aislarse y oponerse al con- tre sí, en sus solares, patios o jardines.
senso del grupo, ni considerar que su triunfo
personal sea sólo propio. Pertenece a todos, Con ello, conserva ciertas funciones básicas
sea producto del trabajo o de estudios, de re- y cotidianas de la vida doméstica común, y los
lación social o de prestigio. Cualquier decisión vínculos estrechos interparentales.
trascendente para alguien del grupo debe ser
concebida y tomada por toda la familia como Tomando en cuenta a los estudios más es-
unidad, o por el jefe o jefa, como su represen- pecíficos que se interesan por distinguir los di-
tante. Incluso la emigración, el matrimonio de versos tipos de familias -diferente de la forma
hijos y nietos, el cambio de trabajo, la atención de familia nuclear “extendida”-, podemos cal-
a la salud, la compra o venta de un bien im- cular entre el 6% y 10% el total de las unida-
portante, y la experiencia sexual de cada uno des domésticas familiares de este tipo de fami-
de ellos, involucra comunitariamente a todos, lia extensa, propiamente dicha. Aunque cuando
para bien o para mal. Y por esto, se desarrolla hemos tenido especial interés por identificar a
una ética y un control sociofamiliar aplicable a esta modalidad familiar hemos registrado un
todos. Se incluyen las alegrías y las penas com- porcentaje hasta más del 15%. El mismo por-
partidas, así como el honor familiar, patrimo- centaje más “elevado” del esperado, como el
nio moral de la familia en conjunto. Idealmente encontrado en la Ciudad de México en 1993 se
debe ser cuidado por todos, aunque estas nor- lo atribuimos, a la presión que está ejerciendo
mas puedan no ser cumplidas frecuentemente, el costo de la vivienda sobre la familia, sobre
como ha ocurrido desde la época colonial.86 todo en el caso de los jóvenes de los secto-
res populares que, al iniciar tempranamente su
La comunidad familiar es el sujeto verdade- vida marital y no contar con los recursos para
ro de las acciones individuales, más que los in- independizarse se quedan viviendo, durante un
dividuos. No reconocer lo anterior, y faltar a la lapso inicial de su nueva vida marital y procrea-
lealtad con el grupo, puede significar la afrenta tiva, en la casa de alguno de sus padres87.Otros
mayor hecha a la familia, e incluso, ocasionar la reportes de más recientes estudios88 aluden a
posible expulsión de un miembro de su seno, la crisis de los últimos años y a la carencia de
con una carga moral de sanción, sumamente viviendas accesibles para la mayoría, las cuales
pesada. Tarde o temprano tendrá que presen- han hecho aumentar significativamente este
tarse la reconciliación si no se quiere llevar di- tipo de familias. También los antropólogos y los
cho agravio al más allá. que estudian casos familiares en profundidad,
suelen ser mucho más precisos para detectar la
La familia extensa, en su forma más carac- existencia y dinámica de los mismos.89
terística, dentro de un hogar único, ha ido
desapareciendo en su permanencia durante Pero generalmente en las encuestas de fe-
varios ciclos del desarrollo familiar y más aún, cundidad, de planeación familiar, de ingresos y
del paso intergeneracional, pero se mantienen gastos de los hogares, así como en los censos
aún las modalidades un tanto relativizadas y de población y vivienda, interesados en otras
temporales, en el sentido del modelo original. cuestiones de la economía doméstica o de la
Muchas veces su presencia evidente se diluye vivienda, no distinguen entre los hogares ex-
cuando pluraliza, en el hogar, sus espacios do- tensos y los nucleares-extendidos, tratados a
mésticos para dar lugar a las áreas habitables continuación.
por un subgrupo nuclear; o construye espacios

86
Gonzalbo (1998, pp.77-96).
87
Véase en Las familias en la ciudad de México (Leñero, 1994, pp.114.
88
Véase a Tuirán (1993b), pp.333-335.
89
Referimos particularmente a Arizpe (1973), a Favre (1973), a Lomnitz, Larissa (1975, 1986), y a Sandoval (1994), pp.19-21, etc.

99
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

4.3 El tipo de familia familias de los sectores populares cuya lucha


por la subsistencia cotidiana resulta prioritaria
semiextensa o nuclear- frente a toda idealidad familiar de autonomía
extendida e independencia. Pero también podría tratarse
de no querer perder participación en el patri-
Es una modalidad que se encuentra entre los dos monio del hogar, ocurrido menos frecuente-
modelos polarizados de familia extensa y de fa- mente en los sectores acomodados, o de clase
milia nuclear-conyugal. Puede tener , de hecho, media y mantienen la convivencia con un pa-
una caracterización intermedia, más cercana a la dre o madre anciano-a o enfermo-a, y con los
familia extensa (y entonces podría llamarse fami- diversos hermanos, casados o no. Esto llega a
lia semiextensa), o una más próxima a la familia suceder aunque peligre incluso la relación con-
nuclear (y entonces ser identificada como familia yugal, diluida en un ambiente compartido un
“más que nuclear” o extendida). tanto informal.

En el primer subtipo se trata de una familia Todo ello da lugar a la elaboración colectiva
consanguínea extensa limitada o modificada90 de un parapeto ideal que encubre su verdade-
que se disminuye al quedar una sola pareja ma- ra pretensión, llamado “familia unida”, que en
rital, al morirse o abandonar uno de los miem- realidad oculta la verdadera aspiración a una
bros de dichas parejas, pero se mantienen las disgregación familiar, de acuerdo a los diversos
tres generaciones de abuelos-padres-hijos. In- núcleos conyugales o seminucleares, mante-
cluso dos o más de los hijos pueden estar uni- nidos en el hogar de origen. Puede plantear-
dos maritalmente, tener hijos y seguir viviendo se como hipótesis sujeta a una confirmación y
en la casa de los padres. Se conserva el perfil y análisis para un diagnóstico actualizado de las
las normas consanguíneas de convivencia, aún familias del siglo XXI.
cuando de hecho el jefe formal de la familia
carezca de una autoridad suficiente que esta- Por otra parte, se presenta el subtipo de
blezca claramente la unidad de todo el grupo. familia nuclear extendida. Se trata de una uni-
Es entonces frecuente que devengan desajus- dad que se ha constituido como familia nuclear
tes y pugnas de autoridad, pleitos y envidias pero que por circunstancias determinadas
entre cuñados y hermanos; incluso, es común acepta que uno o más parientes diversos con-
que se presenten tensiones porque el aporte vivan con la familia nuclear que los acoge. Pue-
económico de unos sea menor que el de otros, de tratarse de la madre o padre viudo (suegro
o porque uno de ellos no colabora o no trabaja o suegra del cónyuge), para que no se quede a
en el negocio o en las tierras comunes. vivir solo o sola porque ha muerto su pareja o
porque se encuentra enfermo o discapacitado.
Tampoco es raro el problema del incesto o Puede ser el caso de un hermano o hermana
el de sus acercamientos, sobre todo cuando no no casado o casada. Puede ser otro pariente
es evidente una jefatura familiar con autoridad o parientes que por alguna causa como la mi-
moral que garantice la unidad de la familia o gración, la situación de desocupación, de crisis
cuando ésta ya resulta, a su parecer, excesiva. económica o de siniestro y emergencia, recu-
A veces todos tienen que soportar los proble- rre a sus parientes cercanos para que lo acojan
mas provenientes de las fricciones entre los durante un lapso más o menos impreciso o
convivientes, porque la situación económica permanente. La incorporación de esos familia-
obliga a unos y a otros a refugiarse en la con- res en una familia nuclear con propia autono-
sanguinidad protectora al menos por un perío- mía, obliga a formular normas de convivencia
do más o menos largo. Es el caso de muchas que antes no estaban previstas. Los mismos hi-

90
La connotación y caracterización de la familia extensa-limitada o modificada ha sido usado por la ONU en el Centro de Desarrollo Social
y de Asuntos Humanitarios (1986), pp. 10.

100
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros

jos de la pareja central o incluso de una madre modalidad familiar disminuya, siempre y cuan-
soltera, tienen que aprender a cohabitar con do la crisis económica no lo lleve a aumentar.
su pariente, y aún a veces cederle el cuarto Lo planteamos como hipótesis para el diagnós-
o espacio del que antes disponían. Todo ello tico familiar de principios del siglo XXI del fe-
se ofrece y se recibe respondiendo al mismo nómeno familiar en México.
principio de la solidaridad, lealtad y afecto de-
rivado de los lazos de consanguinidad. De cualquier manera, si conjuntamos los tres
tipos de modalidad de composición familiar en
De la nueva situación creada surgirán se- los hogares: extenso, semiextenso y nuclear
guramente tensiones que habrá que resolver extendido, según la información de las inves-
con buen tino, tolerancia y prudencia, pues, tigaciones y encuestas nacionales mayoritarias,
de hecho, modifican la dinámica íntima de una podemos ver que menos de una tercera parte
familia nuclear, y sus pautas de autoridad, usos (entre el 25 y el 33%) del total de las familias
y costumbres. Si no se tiene esta capacidad de adoptan en un momento específico del ciclo
adaptación y flexibilidad sucede frecuentemen- de su desarrollo el de estas modalidades. De
te que las familias extendidas sufren conflictos acuerdo al análisis de casos con esta composi-
y producen desequilibrios y conflictos que ción extensa o extendida podemos plantear la
atentan contra su estabilidad y sus procesos de hipótesis de que esta modalidad conjunta trae
formación y socialización. Los dichos populares aparejadas tensiones y problemas debido a la
en tono jocoso o de burla aluden a la suegra - falta de una pauta clara de su dinámica obliga-
que no deja vivir- y a los parientes que “cuando da, pero a la vez, parece significar una estrate-
no estorban, huelen mal”, son sintomáticos de gia de solidaridad y de ayuda mutua imprescin-
esta doble norma que una familia entre nuclear dible. Y por ser una proporción considerable
y extensa tiene que vivir. amerita una atención especial en el diagnóstico
de las familias mexicanas para su posible apoyo
En una estimación aproximada proveniente y orientación en las políticas y acciones de pro-
de estudios más bien de tipo cualitativo pode- moción, sobre todo en los sectores populares.
mos calcular -hipotéticamente- que un 17%
del total de las familias mexicanas están adop- Pero también consideramos, conforme a los
tando, en un momento dado, esta modalidad datos aquí disponibles, que las fluctuaciones al
intermedia de vida familiar en sus hogares. La respecto de ambos tipos de familia (extensos
fluctuación según lugares, puede ser, de acuer- y extendidos) son bastante considerables: van
do a nuestro cuadro de referencia, entre un 12 desde un 19% y 20% registrado en los cen-
y un 30%. Curiosamente registramos -sin con- sos nacionales de 1970 y 1980 (seguramente
fundirlo con la familia propiamente establecida por cuestión de metodología de captación del
como “extensa” de tres generaciones y de dos dato), hasta un 61% para el caso de una po-
o más parejas maritales- en las ciudades medias blación marginada específica en lo que podía
del centro del país en el año de 1982: More- considerarse entonces una barriada con po-
lia, Querétaro y San Luis Potosí (en ese orden blación mayoritaria de origen rural tradicional
descendente), el mayor porcentaje de la familia (Cerrada del Cóndor) en la ciudad de México.
seminuclear o extendida: el 30%. Posiblemen- También es elevado el dato recabado al nivel
te en otras ciudades medias mexicanas de tra- nacional en 1967 (46%), pero se trata de una
dición cultural tradicional suceda lo mismo si generación anterior a la actual de padres, que
se utiliza una metodología que permita captar ahora ya son mayores de 65 años y vivieron
la naturaleza misma de la composición del gru- en un México diferente al actual. El otro dato
po doméstico, y su historia de generación del elevado es el de familias de trabajadores en la
mismo. Pero al considerar el tiempo en que se ciudad de México en 1970 (34.7%) que tam-
realizaron esas encuestas y estudios de caso, bién se puede considerar como familia de po-
podemos pensar que esa situación ha ido cam- blación específica en el nivel proletario. Los
biando con los procesos de crecimientos de las otros once cálculos fluctúan entre el 25% y
urbes y de su modernización y su desarrollo el 33%, y tienen su mediana en el 28%. Pero
más individualizante, y que en la actualidad esta eso sólo es una apreciación hipotética pues en

101
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

los criterios de categorización se suelen incluir


formas de diferenciación en la composición
permanente o eventual no bien especificadas
y se ha englobado en alguna de ellas a familias
que bien se podrían considerar compuestas
o seminucleares (uniparentales, identificadas
como extendidas o viceversa).

De cualquier manera, confirmamos en los


estudios cualitativos de historias de vida, que
casi todas las familias adoptan la modalidad
“extendida” durante algún período de su ciclo
vital. Generalmente aparece durante la prime-
ra etapa de constitución de las nuevas parejas
conyugales -antes de tener la capacidad eco-
nómica para montar su propio hogar-vivienda-,
y al final de la etapa familiar, cuando los hijos
se han separado, cuando deviene la viudez de
uno de los padres -acogido en la casa de alguno
de sus hijos casados-; cuando aparece algún pa-
riente proveniente de otra localidad, o cuando
el pariente, en su proceso de vida, se ha queda-
do solo (por ejemplo, el caso de la tía soltera, la
hermana viuda o la madre soltera) que se aco-
ge a una familia nuclear o compuesta.

102
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros

4.4 El tipo de familia según los especialistas en vida familiar- como


formas “desviadas”, no logradas, frustradas,
propiamente no acabadas, no plenas de la naturaleza intrín-
nuclear-conyugal seca de la vida familiar (dicen otros)91. Como
si solamente así se realizara la plenitud de la
En el centro de la tipología de composición fami- vida familiar: con su pequeña intimidad forma-
liar tenemos al modelo de familia nuclear-conyu- da por personas de una generación y media
gal. Resulta ser el prototipo de la hechura familiar (porque se espera que los hijos no van a per-
del siglo XX, pero no quiere decir que antes no manecer sino hasta su juventud inicial -cuando
existiera o fuera predominante en tiempos y lu- más, al menos que no se casen-, y porque se
gares. Consiste en una unidad doméstica familiar considera natural que los viejos vivan solos, o
(excluida la que no tiene ese carácter) formada con algún hermano soltero, separado o viu-
exclusivamente por el padre y la madre, como do de su pareja, viviendo por su cuenta). De
pareja conyugal y los hijos solteros, excluidos hecho, esta concepción del modelo de familia
otros familiares, y no contando en ellos al per- nuclear ha excluido a la primera generación, la
sonal empleado de servicio doméstico (aunque de los abuelos y por ello, cada vez más están
esta sería una submodalidad dentro del tipo nu- creciendo los hogares unipersonales.
clear-conyugal). Queda excluido también en su
sentido estricto, la pareja sin hijos, pues todavía Según el procesamiento de los datos censa-
no tiene el carácter de familia como tal (lo in- les, un 70% y hasta un 80% de las unidades
cluimos, en cambio, como una forma parafami- familiares adoptan la forma de familia nuclear;
liar o seminuclear-conyugal). Sin embargo, este porque incluyen en él a las familias uniparenta-
último subtipo es comúnmente incluido como les, a las parejas sin hijos, y los enumeradores
un hogar nuclear en las clasificaciones oficiales llegan a identificar a conjuntos plurinucleares
del censo y de la mayoría de demógrafos (pues como familias nucleares separadas, aunque vi-
ellos están refiriéndose a la unidad doméstica, van en vecindad o en casas rurales contiguas
no tanto a la unidad familiar, como tal. Pero aquí y compartan funciones unitarias. Pero los es-
resaltamos el interés por distinguir a unos y a tudios más especializados sobre la familia re-
otros, desde la perspectiva del estudio de la fa- conocen porcentajes menores que llegan hasta
milia como grupo específico y no sólo como re- un poco más de la mitad del total de unidades
sidente de una vivienda. Tampoco confundimos domésticas (entre el 52 y el 58 % aparecido en
la familia nuclear-conyugal con la familia unipa- los últimos estudios del IMES en la ciudad de
rental (un padre o una madre con sus hijos) por- México y aún menor en la ENPF del CONAPO
que el componente conyugal no está presente y en 1995). Veremos que tanto concuerda éste
tiene en sí una dinámica sui géneris distinta de la último con la Encuesta de Dinámica Familiar
conyugal propiamente dicha. Volveremos sobre del Sistema Nacional para el Desarrollo Inte-
esta caracterización y de sus implicaciones en el gral de la Familia en 2005.
siguiente apartado sobre la tipología de la com-
posición familiar. En el modelo típico de la familia nuclear se
busca que ésta realice plenamente su autono-
El que haya un modelo prototípico y pre- mía ante las demás unidades domésticas; se
dominante de familia como grupo nuclear- plantea, sobre todo en las grandes ciudades, un
conyugal constituido sólo por padres e hijos cierto hermetismo de cada familia frente a los
solteros significa que se considera como “la” vecinos y los extraños. Su focalización y funda-
modalidad “normal” (en sentido normativo y mentación está fincada sobre el matrimonio o
estadístico) que debe existir. Las otras mo- su equivalente de unión consensual, en la que
dalidades llegan a calificarse -equívocamente se enfatiza la base amorosa que debe unir a la

91
Remitimos nuevamente a la crítica sobre los mitos de la familia nuclear-conyugal tratados como prototipos del fenómeno familiar moderno
según Parsons y los funcionalistas. Véase a Liu y a Turowski, en Leñero (1977), pp. 35-62 y 17-34. También en Rosseti (1993), pp.18-20; y
a la ONU-Centro de Departamento de Asuntos Económicos y Sociales Internacionales-Viena, Nueva York (1986), pp. 11-18.

103
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

pareja, independientemente que ésta no fun- valor del compromiso con los parientes inclui-
cione en la vida sucesiva de la pareja. Pero la dos padres y hermanos -para favorecer la reali-
fundamentación de la familia reside en dicha zación individual y de pareja-, y al control social
pareja, constituida legal, religiosa o puramente de las interrelaciones humanas de tipo prima-
consensual. De esta unión conyugal, depen- rio e interfamiliar-comunitario y parental. Esto
de toda la dinámica familiar, más que del lazo sucede al desplazar la producción económica
consanguíneo que une a padres con hijos y con fuera del ámbito familiar y de las alianzas entre
los hermanos de la familia de origen. Este lazo familias, así como al rechazar la dependencia
consanguíneo se va a ver distanciado tempra- del hijo frente a un padre que, hasta hace poco,
namente, al término de la adolescencia de los manejaba “familiarmente” un taller, un rancho,
hijos, o antes, como se desligó el de los con- una parcela agrícola, un ganado, o un negocio
trayentes del de sus padres, al requerir formar comercial o industrial y los hijos y esposa se in-
su propia familia de procreación de manera in- volucraba en dicho trabajo colectivo.
dependiente. Pero la unión amorosa de los es-
posos o parejas maritales originada de manera Pero según el modelo ideal, la familia nu-
romántica o pseudoromántico (enamoramien- clear, basada en la concepción del amor igua-
to), erótica, por conveniencia circunstancial, o litario, da lugar, de una u otra manera, a una
incluso sublimada espiritual o sacramente, en- semidemocratización de la autoridad hogare-
cuentra frecuentemente una serie de escollos ña y permite que la comparta la mujer, pero
generalmente no previstos ni sabidos superar cuando ésta adquiere la conciencia de su in-
adecuadamente durante las distintas etapas de dependencia individual que le ofrece una pers-
su experiencia sexual, progenitora, de crianza pectiva más liberal de desarrollo personal, la
y educación de la prole, o del arribo a una ter- pareja marital entra en crisis pues en el fondo
cera y cuarta edad avanzada. Y como el control se conservan los presupuestos de la autoridad
social externo y familiar no tiene ya la misma patriarcalista de otras épocas. Y por ello, el
fuerza que antaño, en la que se mantenía la matrimonio moderno, aparentemente funda-
unión aunque el afecto hubiese desaparecido, do en el amor recíproco de la pareja, entra en
el resultado frecuente es una pérdida del sen- contradicción dentro del modelo de familia
tido de la misma familia que se ha construido nuclear-conyugal, que requiere de una pareja
en base a la unión marital, como una aparente femenina un tanto incondicional.93
acción de carácter puramente individual de la
pareja. Esta, con el descenso de la mortalidad Suponemos que este riesgo de crisis de una
y con el aumento del promedio de esperanza familia nuclear-conyugal basada en el amor
de vida, fácilmente puede llegar a los cincuen- personal de la pareja y en una sexualidad libe-
ta años de convivencia matrimonial. En el ideal ralizada, va elevándose cada vez más, al mismo
del modelo, la familia nuclear-conyugal debe tiempo que la mujer se emancipa de la suje-
continuar hasta el final de la vida de la pareja, ción cerrada. y nuestro estudio en la ciudad de
independientemente de los hijos.92 México puede corroborarlo al comparar los
datos de 1993 con los de la generación ante-
Comparada con los otros tipos de compo- rior entrevistada hace veinticinco años. Prime-
sición familiar, la nuclearización de la familia en ramente se había tratado de recluir a la mujer
torno a la pareja conyugal resta fuerza al vínculo al ámbito cerrado del hogar, para después, por
adscriptivo involuntario de la consanguinidad, al necesidad o por búsqueda del desarrollo per-

92
Aquí, en la dinámica de la pareja en que se funda la familia nuclear-conyugal contamos con una abundante bibliografía de estudios publicados
al respecto, tanto para analizar la crisis de la pareja matrimonial fincada en la concepción canónico-religiosa, como civil-liberal, como para
ofrecer vías de un manejo más adecuado de la vida amorosa al interior de la familia , incluyendo la conducta sexual premarital y marital o
extramarital. En cuanto a los estudios de la realidad crítica del matrimonio monogámico podemos remitir a los estudios de algunos autores
entre muchos otros:
Revisando la problemática de matrimonios jóvenes en EEUU: Rogers (1972), Revisando la experiencia de parejas de tres generaciones en la
Cd. de México: Módena y Mendoza las (2001), pp.53-102; analizando la dinámica de parejas casadas en EEUU rurales y ubanas: Blood &
Wolfe (1965); análisis del matrimonio indisoluble en la génesis de su problemática actual y del amor conyugal: Ariès (1987a y b), pp. 177-
188 y 189-214
93
Véase la tesis de investigación histórica de Ariès citado en la nota anterior (1987a).

104
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros

sonal, el mismo modelo “permite” que la mujer instituciones que ayuden a la familia a cum-
trabaje fuera de la casa y contribuya así al man- plir sus anteriores funciones y que éstas sean
tenimiento del hogar. controladas por establecimientos ajenos a la
familia. Pero al operar así, el grupo familiar
Pero al cambiarse las bases del rol femenino pudiera ir perdiendo su sentido integrador y
provenientes de la familia consanguínea, la afir- su pretendida autosuficiencia nuclear. Vere-
mación hipotética de que se produce toda una mos si ello sucede en las familias citadinas de
transformación del ritmo y tono de la vida do- México entrado el nuevo siglo.
méstica en la misma familia nuclear, parece ser
evidente. Supuestamente el reconocimiento de Es por eso que aparece y aumenta la impor-
la individualidad de los miembros de la familia, tancia psicosocial de una serie de grupos, me-
principalmente de la mujer, lleva implicado un dios y unidades sociales que tienden a suplir lo
cambio en la dedicación completa de ella al ho- que una familia de dimensiones pequeñas y res-
gar y al mantenimiento de la vida familiar. Esto tringidas no puede proporcionar: la escuela, los
ahora parece ocurrir mucho más que antes y grupos informales de amigos, las pandillas y las
todavía suele generar un sentimiento de culpa- bandas juveniles, los clubes y asociaciones for-
bilidad de muchas mujeres que sienten des- males, los grupos de paseo, los centros de diver-
atender a su hogar y a sus hijos, por su trabajo sión, de arte y cultura, las colonias vacacionales,
u otros menesteres fuera del ámbito del hogar. las guarderías infantiles y seniles, los grupos pro-
Sobre todo, cuando han quedado excluidas, en fesionales y para-profesionales, los sindicales, las
la composición de la unidad nuclear la presen- comunidades terapéuticas, las colonias de reha-
cia de otras mujeres adultas, e incluso, de las bilitación y de acompañamiento para la tercera
personas mayores (abuelas o tías) que podrían edad, los eventos de encuentro de experiencias,
intervenir en cuidados y servicios domésticos. la práctica amorosa informal, los grupos femeni-
Pero además, los estudios de caso en nuestro les de todo tipo, y muchos otros agrupamientos.
país muestran cómo los mismos maridos que Pero ¿qué tanto son extensibles a los sectores
han aceptado el nuevo cambio de sus mujeres, mayoritarios de las familias pobres con familias
resienten una nueva inseguridad ante ellas. Y nucleares muy limitadas?
muchos adoptan actitudes agresivas y de vio-
lencia familiar, sobre todo frente a la mujer in- Todos ellos, de hecho, tienden a compen-
cluso cuando se encuentra embarazada.94 sar la dedicación que requiere el montaje y
vitalización de una familia nuclear que no llega
La situación parece presentarse como más a tener más de cuatro o cinco personas y sólo
problemática en el caso de las familias de los dos adultos.
sectores proletarios y subproletarios, que no
pueden pagar a terceros por los servicios do- Muchos hogares de las grandes ciudades se
mésticos; pero también si se trata de familias quedan como los lugares en donde se hacen
de clase media modesta o hasta un poco más una o dos comidas y a los que se acude para
acomodadas, que ven cada vez más difícil con- dormir, con lo cual mantiene la importante
seguir servidumbre doméstica. función de ser el ámbito de la intimidad más
característico de la vida actual. Pero el proble-
Pero la crisis de la familia nuclear-conyugal ma reside en que esta intimidad no parece ser
es más evidente por el mantenimiento de un siempre lo estable que pudiera esperarse, pues
grupo familiar que pide a sus miembros, redu- sufre las fluctuaciones críticas, propias de los
cidos en número, una dedicación extraordina- diversos ciclos de la vida de las personas que
ria para atender a miles de necesidades de la componen dicho hogar. Y como en todas las
vida cotidiana, y con ello, asegurar el orden etapas aparecen coyunturas emotivas críticas,
físico y moral del hogar autónomo y autosu- la familia resulta ser el principal teatro de su
ficiente. Esto hace que tengan que aparecer representación dramática o melodramática.

94
Véase a Elu y Santos (2000).

105
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

Dentro del tipo de familia nuclear-conyugal,


se incluye la fórmula de unión marital consensual,
extramatrimonial. Ésta ha estado siempre pre-
sente en buena parte de las familias mexicanas,
desde siempre, asimilada al mismo modelo de
familia conyugal e incluso dentro de la misma fa-
milia consanguínea extensa o semiextensa. Datos
provenientes de las estadísticas censales oficiales
reportan sólo un 14.4% de parejas maritales en
unión consensual; sin embargo, encuestas más
especializadas de fecundidad como la Encuesta
Nacional Demográfica, registran un porcentaje
mayor: un 25% de parejas maritales en unión
consensual95; pero seguramente la realidad en-
cubierta es todavía mucho mayor al 25% del cál-
culo anterior, y supuestamente su número va en
aumento. Habrá que ratificar esta hipótesis en el
estudio de diagnóstico familiar para la primera
década del siglo XXI.

La unión consensual sin matrimonio for-


mal aparece como una opción que se identi-
fica también con la familia seminuclear. Incluso
tradicionalmente se ha recurrido a ella como
una forma legitimada de formación de hogares,
cuando no se cuenta con recursos para costear
una boda costosa, por modesta que ésta sea,
o cuando la pareja no se siente segura de su
permanencia futura.

La tesis hipotética que hay que analizar en


un diagnóstico familiar actualizado es que la
familia nuclear-conyugal vive actualmente una
crisis que no puede identificarse como una falla
de los individuos que no han sabido ni podido
alcanzar el supuesto ideal de la familia del amor,
sino una cuestión de organización compleja de
nuestra misma sociedad civil desarticulada des-
de su átomo social familiar, en sus diversos ca-
pas y ámbitos sociales.

95
Véase Ojeda (1982).

106
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros

4.5 Los tipos de bido a, separación, divorcio, abandono, viudez


o por migración laboral del marido96: en 1990
familias seminucleares: se registraron censalmente, 17.3% de hogares
Monoparentales, Padres con jefatura femenina y en el año 2000, fueron
sin hijos, Hijos sin padres 20.6%97. Pero en cualquiera de los casos, hay
siempre una referencia simbólica a la pareja
Son las familias en las cuales la conformación nu- marital no lograda o fracasada.
clear-conyugal no se logra completar por alguna
razón: sea porque uno de los miembros de la pa- Actualmente, esta conformación de familia
reja de padres, no existe, (por muerte, o abando- “para-nuclear”, independiente, aparece como
no, por separación o por no haberse consolidado modalidad de ensayo (sustituto del tradicional
la conformación de la pareja), o bien porque la noviazgo, previo al matrimonio, y ya sin el com-
pareja marital no tenga hijos: por ser todavía ini- promiso de los antiguos esponsales), mediante
cial, por razones voluntarias temporales o per- el cual, las parejas se constituyen sin la necesaria
manentes o porque el hijo tenido haya muerto. existencia de un matrimonio formal; o incluso,
Sabemos, de hecho, que hay en muchos casos un con el propósito expreso de no tener hijos. El
frecuente encubrimiento de la situación, califica- ensayo puede ser gradual antes de un compro-
da peyorativamente como familia “incompleta”, miso matrimonial (supuestamente definitivo)
y que muchas de estas unidades domésticas apa- dado a conocer formal y públicamente98. En es-
recen oficialmente como nucleares “completas”, tos casos, es cada vez más común que las parejas
aunque no lo sean en realidad: el jefe-padre de en unión libre vivan sin tener hijos, al menos du-
familia, registrado como miembro y cabeza de la rante una etapa inicial del ensayo marital. En caso
unidad, frecuentemente no tiene presencia ver- de engendrar, los hijos podrán legitimarse a pos-
dadera en el hogar. Su referencia es puramente teriori (práctica frecuente en la época colonial)
simbólica. Se trata, en muchos casos, de la “casa o quedarán sin este reconocimiento pues actual-
chica”: el padre-marido está casado con otra mente ya no cargan con el estigma que antes les
mujer y tiene otra familia. marcaba como hijos ilegítimos. Veremos si esto
se corrobora en nuestro estudio presente, como
Los mismos datos censales acusan ya de por sí una práctica creciente.
una diferencia entre el número de casados según
sexo: en el año 2000 se registraron censalmente Dentro de la familia seminuclear aparecen
más de 1,779,000 mujeres casadas, unidas mari- también fórmulas de constitución de hogares
talmente, separadas y divorciadas, como un ex- basados en una pareja del mismo sexo, princi-
cedente frente a los hombres, lo cual refrenda palmente mujeres (inclusive hermanas parientes
la práctica frecuente de bimaritalidad masculina: o amigas), o en varias de ellas (no tanto de les-
varones con dos o más mujeres, o simplemente bianas, que no parecen llegar a constituir una ci-
que niegan su compromiso marital (“yo no soy fra estadística significativa), sino de personas que
casado, la casada es mi mujer”). conviven y se apoyan mutuamente tanto econó-
micamente como para la atención de los hijos de
Cabe aquí introducir la interrogante de si el una o más de ellas. La polémica de las llamadas
tipo de familia seminuclear está conformado ne- uniones de convivencia o de los dichos matrimo-
cesariamente a partir del modelo nuclear con- nios de homosexuales, todavía están por verse
yugal. Pero evidentemente no siempre sucede llegan a constituir una unión legalmente recono-
así: el caso de la madre soltera (con maternidad cida en la legislación civil. Lo interesante sería
extramarital) frente a los hogares comandados medir el grado de aceptación o tolerancia de és-
por mujeres, con ausencia de un marido, de- tos en la opinión de la población abierta.99

96
Véase Ojeda (1982).
97
Véase en López B. (2000), p.34.
98
Véase en Bejin (1987) pp.215-228, Trimbos (1968), Rogers (1973), pp15-20, en el análisis del matrimonio de ensayo o extramatrimonial
y sus implicaciones prácticas sociales y morales.
99
En una encuesta representativa de los jóvenes en la Cd. de México, alrededor de la mitad de jóvenes entre 15 y 25 años afirman que sí se
justifican las relaciones sexuales entre homosecuales. Véanse datos del Reporte IMES Nº 290, sobre los Jóvenes en Cd. México , 2002.

107
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

En cualquiera de los casos, la familia semi- De ahí la propuesta hipotética de recons-


nuclear que según los estudios de referencia trucción de una nueva forma de establecer la
aquí presentados constituye entre el 9.3% y el red familiar multidoméstica, sin caer en la fami-
17.0% del total de los hogares familiares, plan- lia extensa de antaño, pero tampoco en la ato-
tea todavía una seria problemática, sobretodo mización extrema de la domesticidad privada e
la uniparental. La cuestión principal es su aisla- íntima. Esto mismo da lugar, por otra parte, a la
miento y la limitación de sus recursos humanos satisfacción de las necesidades sexuales y afec-
y económicos. Esto conlleva -además de la so- tivas, de manera diferente a la que establecen
ledad psíquica del adulto que se responsabiliza los modelos de familia basados sobre el matri-
de la crianza y educación de los niños, cuando monio tradicional, formalmente contraído y en
no tiene una pareja fija-, y tiene que asumir una una nueva perspectiva de género.
concentración de tareas y funciones bajo su
propia responsabilidad, pues la madre (en raras
ocasiones el padre) tiene que vivir la presión
de una doble jornada de trabajo: una fuera del
hogar, para ganar el ingreso económico nece-
sario, y otra, dentro, para atender las necesida-
des domésticas y la atención de los hijos.100

Finalmente podría considerarse hasta cier-


to punto, que los hogares unipersonales pue-
den hacer referencia simbólica a una familia
nuclear que dejó de funcionar como tal, debi-
do sobre todo a la muerte de la pareja y a la
salida de los hijos. Incluso puede conservarse
la vivienda de antaño, habitada ahora por un
viudo o viuda sin hijos cohabitantes. Y en la
que la reminiscencia de la familia anterior está
presente moralmente. Sin embargo, el hecho
mismo que se presenta ya no es en sí un hogar
familiar. La persona que vive sola, se encuen-
tra separada de su familia de origen. Por ello,
la incluimos en una categoría diferente al de
los hogares familiares, propiamente dichos, y
su porcentaje aparece aparte.

Es por eso que la vinculación de estas uni-


dades familiares seminucleares, con otras de su
mismo tipo, pero sobre todo, con las de sus fa-
miliares cercanos, resulta totalmente necesaria.

100
Véase a Acosta, Di Marco y Barros, Fox y Mendoça, en Schmukler, coord. (1998), pp.155-297.

108
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros

4.6 Tipo de familias


“compuestas”

Estas familias están constituidas, según la espe-


cificación formalmente hecha por los demógra-
fos, en los hogares constituidos por cualquiera
de los tipos anteriores de familia en los que con-
viven otras personas no familiares. Sin embargo
la categorización de estas familias no es muy
clara al momento de recabar la información de
primera mano, pues suele excluirse de ellas a
personas integradas al grupo familiar en la uni-
dad doméstica sin una permanencia definitiva,
así como a la servidumbre que habita en la mis-
ma vivienda de manera permanente. Tampoco
se registran, muchas veces, a otras personas
que han sido acogidas en el hogar, en circuns-
tancias especiales (visitantes, migrantes, traba-
jadores que llegan a residir en la misma vivien-
da pero que no se les considera como parte de
la misma, aunque estén ahí. Y si son familiares,
quedan incluidos en las clasificaciones anterio-
res. Por ello, aunque existan probablemen-
te muchas familias que pudieran identificarse
como familias “compuestas”, el porcentaje que
aparece en los registros de algunas encuestas
es ínfimo: del 0.9 al 1.8. Por ello, lo considera-
mos poco confiable y difícil de analizar debido a
su imprecisión conceptual y operativa.

109
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

4.7 Hogares no familiares: hogares unipersonales, sobre todo de personas


de mayor edad. Los datos que referimos van del
unipersonales y otros 3.5 al 5.3 %. Pero muchas veces, la persona nie-
ga vivir sola, por temor a ser asaltada y por ello
Pueden quedar incluidos en estos hogares: los presumimos que la realidad del número de estos
unipersonales y los colectivos no familiares. hogares se da en mayor medida.
Nos referiremos aquí solamente a los uniper-
sonales por su posible referencia a un origen Hay aquí una consideración derivada de esta
o derivación de familia nuclear-conyugal o de información. La situación de personas que viven
otro tipo, en donde sólo aparece en el hogar solas, puede ser en algunos casos especiales,
uno de sus anteriores miembros. muy buena y confortable, cuando puede recibir
ayuda de servidumbre y de parientes que viven
Como ya hemos comentado, los hogares cercanos o contiguos al hogar del que vive solo.
unipersonales están constituidos por un solo ha- Sin embargo, hipotéticamente una mayoría de
bitante en el hogar, pero estrictamente no pue- estas familias, se encuentran en una situación
den ser considerados como hogares familiares, de riesgo de abandono, de pobreza muchas
aunque generalmente haya una historia familiar veces y falta de una atención médica. Muchas
antecedente de referencia y de permanencia en de estas personas no cuentan con pensiones o
el sentir simbólico de las personas, que pueden éstas son insuficientes casi siempre. La inexis-
seguir viviendo con esa presencia moral. tencia de redes estrechas de tipo comunitario y
vecinal agudiza esta situación crítica. En el cam-
Se puede tratar de un viudo o viuda que se po, puede ser extremadamente riesgosa.
ha quedado solo, por voluntad propia o porque
sus parejas se han muerto o marchado, o por- Por ello, es necesario establecer programas
que sus hijos o familiares cercanos se han sepa- sociales, adecuados a este tipo de personas.
rado físicamente del hogar de origen, al casarse Difíciles de vincular en muchas ocasiones, re-
o unirse maritalmente. Otras razones pueden quieren de un sistema-red que desarrolle una
estar presentes, incluyendo la salida migracio- multiplicidad de vinculaciones con otras fami-
nal en busca de trabajo, o las enfermedades lias y reciban atenciones de instituciones y pro-
que obligan a las personas a ser atendidas en gramas sociales ad hoc. Y por el otro lado, se
instituciones especiales de cuidado y atención plantea la necesidad de que los familiares más
médica. Pero en el centro de toda esa dinámi- próximos puedan mantener una involucración,
ca conducente a la existencia de hogares uni- propia de los lazos estrechos del afecto y de
personales, está el modelo de familia nuclear reconocimiento a la historia familiar. Pero en
conyugal que excluye expresa o tácitamente a un caso u otro, atendiendo a las diversas cir-
los abuelos, a los tíos o tías, u otros parientes cunstancias de cada caso (sobre todo tomando
que no han formado familia nuclear propia, o en cuenta su situación de deterioro funcional o
que siendo ya jóvenes o adultos maduros han no), siempre será necesario el respeto y reco-
quedado sin su familia nuclear constituida, por nocimiento a su propia voluntad y a la opción
separación, divorcio u otra circunstancia. personal que tome y asuma el protagonista
central de ese hogar. Porque la fórmula tradi-
Pero sobre todo, esta modalidad de hogar no cional de los asilos para personas mayores, casi
familiar, se produce como efecto de un sentido nunca son la mejor solución a su soledad, a me-
de autonomía y aislamiento propio de la con- nos que se establezcan con otras modalidades
cepción familiar nuclearizada, cerrada a las con- ahora ya aparecidas en algunas instituciones
vivencias estrechas y limitante de las vinculacio- más abiertas y mejor adaptadas a las diversas
nes consanguíneas. Valores y disvalores sostie- personas que pueden quedar incluidas en sus
nen esta perspectiva que da lugar a un número programas de acuerdo a una subtipología de
considerable, e hipotéticamente creciente, de caracterizaciones diversas.101

101
Véanse diversos estudios que a partir de investigaciones y experiencias analizan la cuestión de las personas de mayor edad que viven solas
o en “hogares colectivos”: Leñero (1998b), pp.42-48; Montes de Oca (1998), pp.49-56; Solís (2001), pp.835-869.

110
Tipología de la composición de los hogares según
los vínculos de parentesco y maritalidad u otros

Y con esto concluimos la presentación de


la tipología de la composición familiar en los
hogares mexicanos. Consideramos como pis-
ta fundamental para el estudio conducente al
diagnóstico de las familias vistas como sujetos
activos de la vida colectiva nacional, desde la
cotidianidad de su vida familiar y de sus estra-
tegias de convivencia íntima y social. Plantean
toda una necesaria diversificación de las ge-
neralizaciones simplistas que se pueden hacer
para impulsar las políticas sociales y familiares.
Implican una multiplicación de sus diversas si-
tuaciones tomando en cuenta la composición
de sus hogares, pues cada tipo de ellos, supues-
tamente adquiere una significación diversa. Y
un diagnóstico nacional tiene que elaborarse
comprendiendo y respetando esas conforma-
ciones contrastadas de la vida familiar.

111
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

CAPÍTULO 5
Caracterización de las Unidades Familiares
según diversas condiciones y categorías sociales
y socioculturales de sus miembros

5.1 Caracterización de las a) La referencia a los datos sobre la morbimor-


talidad de la población y sus implicaciones
familias según la condición de familiares, en referencia a los adultos, prin-
salud de sus miembros: Algunos cipalmente a la mortalidad materna y a las
elementos de información para personas de mayor edad; b) La referencia a
la salud, morbilidad y mortalidad de los hijos
tomar en cuenta en el análisis vista desde la vida familiar; c) La referencia
de las implicaciones familiares a la salud reproductiva y sexual de padres e
de la salud hijos; d) La referencia a la salud mental y psí-
quica de sus miembros. Pero lo que más nos
interesa aquí es ver cómo esa condición de
Como introducción al tema, transcribimos unas salud es vista y proyectada desde la familia,
consideraciones básicas sobre la implicación más que desde la perspectiva médica o de
“Familia y Salud” planteadas por Dulanto.102 una establecida por normas morales rígidas.

“La familia como una unidad biopsicosocial b) La referencia a la salud en las familias, prin-
tiene mucho que ver en el logro de la salud cipalmente de la mujer, de la mortalidad
personal de cada uno de sus componentes y la materna y de las personas de mayor edad:
del grupo como tal. Cuando hablamos de sa- Sabemos que la mortalidad en México103 ha
lud nos referimos a la biológica, la psíquica y la venido en descenso durante el siglo XX. La
social, que tan estrecha relación guardan en- tasa de mortalidad (decesos por cada mil
tre sí; es decir, hoy día nos obligamos al con- habitantes) ha pasado de 21.4 a 12.8 en-
cepto de salud “integral”. La integralidad de tre 1943 y 1960; de 12.8 a 6.0 entre 1960
la salud, conforme a la Organización Mundial a 1983, y de 6.0 a 4.5 entre 1983 y 1997.
de la Salud OMS, es un concepto que abarca Esto ha implicado directamente una amplia-
calidad, armonía y “normalidad” en lo social, ción de la esperanza de vida al nacer que se
lo biológico lo psicológico y lo espiritual. Es ha visto incrementada en el lapso de cada
aplicable a los individuos, las familias y las so- lustro: desde los 50.2 años de los hombres y
ciedades... En cualquier grupo familiar, aún en 53.3 de las mujeres en 1950-55, hasta 70.2
aquellos que son conocidos como funcionales, años de los hombres y 75.1 de las mujeres
se pueden encontrar tanto factores de riesgo en 1990-95. Actualmente se calcula que las
como protectores [de la salud]”. niñas que están naciendo en el primer lustro
del siglo XXI ya llegan a tener una esperanza
Por ello, el tema de la salud como variable de vida alrededor de los 78 años. Esto signi-
que interviene para caracterizar a unas fami- fica, en primer lugar que las parejas alargan
lias de otras, puede ser vista desde diversos su posible vida marital, y que los años de viu-
indicadores que enunciamos de manera selec- dez, a pesar de que ha disminuido en térmi-
tiva y esquemática: nos generales, mucho, se mantiene diferen-

102
Dulanto (2004), pp.218-219.
103
Véanse datos y análisis de Gómez de León (2001), pp.82-98.

113
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

cialmente pues habrá siempre más mujeres más parientes. Y esta actitud cultural está toda-
viudas que hombres, por la mayor edad a vía presente en un elevado porcentaje de fami-
que pueden morir ellas, y que los hombres lias mexicanas, siendo ciertamente un equívoco
que se quedan viudos a edad madura y hasta mayúsculo, pues la muerte o enfermedad de
mayor, se vuelven a casar nuevamente mu- estas madres, no sólo las perjudica a ellas, sino a
cho más que las mujeres, o se incorporan todos los familiares, particularmente a los hijos.
mayormente a una de las familias nucleares
de sus hijos o hermanos. De ahí el mayor Presentamos la referencia que hacen Figue-
porcentaje de hogares unipersonales de mu- roa P., Szasz y Yanes al artículo de Langer, A.
jeres que de hombres. y Rafael Lozano, denominado “Condición de la
mujer y salud”105 en el libro La condición de la
Salud de la mujer y mortalidad mujer en el espacio de la salud:
materna
“El artículo de Langer y Lozano parte de
Pero la mujer-madre sufre todavía la posible considerar la salud como “un proceso dinámico
eventualidad de una muerte vinculada al emba- que resulta de la compleja e intrincada relación
razo, gestación y parto o puerperio. Se calcula entre una base biológica y factores socioeconó-
para el año 2000 una tasa de mortalidad mater- micos, culturales, psicológicos y conductuales
na (número defunciones de las madres por cada que influyen sobre ella y la modifican”. Dentro
10,000 nacidos vivos) de 6.2 muertes maternas, de esta red multicausal, el peso de los factores
el 70% de ellas ocurridas en áreas marginales, no se distribuye uniformemente en todos los
principalmente rurales (2.3 veces más que en individuos ni a lo largo de su proceso vital.
las marginales urbanas). A su vez, estas muertes
maternas, ocurren mayormente en municipios “Los autores proponen un marco concep-
indígenas, y en éstos en mayor medida en mu- tual que permite ubicar los factores biológicos,
jeres menores de 20 años y en las de más de sociales y conductuales que influyen sobre la
34 años. La mortalidad materna, sin embargo, salud de la mujer, identificando tres niveles en
es viable de evitarse en casi todos los casos me- la determinación del proceso salud-enferme-
diante una atención médica y hospitalaria opor- dad: los determinantes biológicos y sociales del
tuna. Sus efectos no sólo son la defunción de la proceso salud-enfermedad; los próximos, que
madre, sino el impacto que tiene para el núcleo son aquellas circunstancias que influyen direc-
familiar, principalmente para los hijos e hijas que tamente sobre la salud; y los efectos de ambos
quedan huérfanas y muchas veces desampara- tipos de determinantes sobre la salud en térmi-
das por el mismo padre que se vuelve a casar o nos de resultados. La hipótesis que subyace a
que los abandona. Las historias de vida familiar este estudio es que existen profundas desigual-
ocurridas después que murieron las mujeres en dades entre hombres y mujeres en cualquiera
uno de sus procesos de gestación, parto o puer- de estos niveles, así como entre las mujeres de
perio, son altamente ilustrativas estudiadas por diferentes grupos sociales.
algunos investigadores.104
“Dentro del primer nivel, referente a los
Asimismo, la condición de salud de la mujer determinantes subyacentes, se analizan los
madre, vista en una concepción masculina, ha factores biológicos a partir de dos indicadores
sido generalmente percibida como un insumo básicos: los diferenciales en mortalidad durante
necesario de la vida familiar. La consideración la infancia y la esperanza de vida.
tradicional de que gracias al “sacrificio” de la
vida, salud y vocación personal las madres, la Estos factores biológicos se ven matizados por
familia puede salir adelante, en beneficio de su factores socioculturales que tienen origen en el
marido, de sus hijos e incluso de todos los de- valor diferente asignado a hombres y mujeres en

104
Véase Elu (1993), Langer (1998), pp. 68-73.
105
Véase Langer en Figueroa (comp.), (1998), pp.15-19.

114
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros

una sociedad, y el trato discriminado por género. aspectos de la salud potencialmente sensibles a
Adicionalmente, para este nivel se toma en cuen- las diferencias por sexo, trabajar en el desarrollo
ta la desigualdad social entre individuos de distin- y validación de indicadores, y probarlos en dife-
to estrato socioeconómico, que en el terreno de rentes poblaciones para conocer los alcances y
la salud se expresa de manera relevante en los limitaciones de eventuales conclusiones”.
indicadores de mortalidad infantil y materna. El
segundo nivel, correspondiente a los determinan- Pero además, la morbilidad de las mujeres ma-
tes próximos, se resume de modo esquemático dres mexicanas, es sensible a una serie de enfer-
en el estado de nutrición, la utilización de servi- medades que podrían superarse si la estructura
cios, los patrones reproductivos y algunos hábitos familiar y la concepción sobre el valor de la mujer
relevantes para la salud. Los autores desarrollan al interior de la familia y la pareja, se modifica-
estas temáticas enfatizando principalmente los di- sen. Apuntamos solamente algunos indicadores
ferenciales por sexo y la estratificación socioeco- al respecto. La alimentación adecuada podría
nómica de la población. En el nivel de los resul- evitar manifestaciones tempranas de la anemia, la
tados, el análisis toma como eje el ciclo vital de diabetes mellitus, la artritis y la osteoporosis mal
la mujer, distinguiendo tres etapas: la infancia, la atendidas sobre todo en la etapa posmenopáusi-
edad reproductiva y los años posreproductivos. ca, y cuando la mujer realiza labores físicas pesa-
En este último estadio se utilizan fundamental- das durante y después del embarazo y parto.
mente información sobre mortalidad para estu-
diar los efectos de los factores subyacentes y de- No son menos importantes los problemas de
terminantes próximos sobre la salud de la mujer. carácter depresivo o tensional, asociados al papel
obligado por la vida familiar. La condición psico-
“Como parte de las conclusiones finales, los lógica, emocional y anímica, está directamente
autores plantean que la información disponible conectada con los síntomas somáticos y con la sa-
no permitió documentar diferencias por sexo en tisfacción y sentimientos de bienestar. En varios
el estado nutricional, ni en la mortalidad infan- estudios se analizan diversos indicadores de esta
til y la utilización de servicios de salud pediátri- condición aparentemente subjetiva pero produ-
cos, mientras que en la edad adulta se observan cida por la manera en que se le obliga a la mujer a
francas distinciones en algunos padecimientos cumplir su vocación familiar. Lo cual no se aplica
relacionados con estilos de vida (exposición a en la misma medida al hombre. Se analiza, por
violencia y condiciones de trabajo) y hábitos re- ejemplo, la satisfacción de las mujeres respecto
levantes para la salud. En el terreno de la salud a su vida marital y sexual y se llega al dato de que
reproductiva se verifican profundas inequidades alrededor de dos terceras partes de ellas, no di-
entre mujeres de diferentes grupos sociales y la cen tener una vida de satisfacción y felicidad. Una
escasa información sobre salud en la edad pos- tercera parte dice perder fácilmente su salud; casi
reproductiva sólo permite vislumbrar algunas la mitad se siente esclavizada por las labores do-
diferencias por sexo en morbilidad. Por último, mésticas. Alrededor de la mitad se sienten que su
las diferencias en la salud de grupos de distinto vida sexual marital no ha sido satisfactoria. Casi el
nivel socioeconómico son marcadas, como se 80% siente que la mayor satisfacción de su vida
observa en el caso de mortalidad materna o en familiar, no reside en el afecto y la comprensión
el acceso a los servicios de atención a la salud de su pareja, sino más bien en sus hijos y en en-
reproductiva. Tratándose de un fenómeno que contrar cierta seguridad y respeto social, lo cual
ha sido ampliamente documentado, los autores la obliga a dedicarse a las responsabilidades ho-
plantean la urgencia de implantar medidas que gareñas como la “madre abnegada”, pero con la
reduzcan la inequidad y garanticen el derecho frustración afectiva relacionada con su pareja. Y
a la protección a la salud para todas las mujeres eso tiene consecuencias para su calidad de vida y
mexicanas. En lo que respecta a la investigación, la reproducción de un sacrificio de sí misma por
consideran que es necesario concentrarse en sus familiares y no por ella.106

106
Referencia a los datos comparados de varias investigaciones del IMES especializadas en el estudio de la dinámica familiar propiamente
dicha, en varias ciudades y poblaciones rurales mexicanas. Véanse los reportes de los proyectos: Núms. 29 (Nacional, 1967); 142 (Cuer-
navaca, 1977); 172 (Querétaro, Morelia, San. Luis Potosí, 1981); 239 (León, Gto. 1991); 244 (Oaxaca, 1992); 250 (México,DF, 1993).

115
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

Y de ahí se derivan una serie de medidas e Desde la perspectiva e información de los


intervenciones necesarias para modificar las propios padres de familia, podemos detectar
pautas culturales que así lo establecen y lo han algunas de estas condiciones de la salud de
reproducido. sus hijos, de acuerdo a la investigación sobre
la familia realizada por el IMES en la ciudad de
c) La referencia a la salud de los hijos meno- México en 1993:108 11% de las familias repor-
res: Presencia y situación de los niños en sus tan algún hijo muerto, menor de un año (pero
hogares. En los hogares el promedio de hijos 17% de las familias pobres, marginales); 4%
nacidos vivos es de 3.3, pero su número varía han experimentado la muerte de un hijo me-
según la edad y etapa familiar: desde 1.6, en el nor de 12 años; 6% de las familias, dicen tener
caso de padres menores de 25 años, hasta 5.5 un hijo con cierta discapacidad, y 21% con en-
en el de padres mayores de 45. fermedad grave de las vías respiratorias, como
18% con enfermedades del aparato digestivo,
El cuidado de la salud de los niños dentro de particularmente con síntomas de deshidrata-
los hogares es una de las funciones más impor- ción por diarreas; 10% con hijos que padecen
tantes de la vida familiar. Ciertamente, ahora alergias, hepatitis, y 7% que han sufrido acci-
mueren ya menos niños en edades tempranas. dentes graves. El 42% tratan siempre, en pri-
Las tasas de mortalidad infantil (de menores de mera instancia (a veces única), de resolver los
un año) han descendido notablemente, pasan- problemas de salud de sus hijos con remedios
do de 178 defunciones por cada 1,000 niños caseros, 66% llevan a sus hijos a la seguridad
nacidos vivos en 1930, hasta 28, en 1997. Sin social (IMSS, ISSSTE), y un 50% a las clínicas
embargo, frente a una más baja mortalidad in- de la Secretaría de Salud u otro sistema públi-
fantil, aparece el problema de la salud de esos co; pero el 78% prefieren o preferirían, si su
niños que han nacido y crecido y no se han economía se los permitiese, recurrir al médi-
muerto, pero que presentan diversas posibles co privado. Sólo 8% de las madres recurren
enfermedades y disfunciones fisiológicas. Su a las guarderías infantiles para el cuidado de
presencia pide ahora una atención y cuidado sus hijos pequeños cuando trabajan fuera del
de su salud que no siempre se logra. hogar. En cambio, contribuyen cotidianamente
al cuidado de los niños: el padre, sólo en el 21
De todas maneras, las condiciones sociofa- % de los casos; los abuelos, en más de la ter-
miliares cambiantes de las madres y padres ac- cera parte; los propios hijos de mayor edad (a
tuales son factores que intervienen, más allá de veces con poca diferencia) en el 12% de las fa-
la buena voluntad de ellos, principalmente de la milias, así como las empleadas-os domésticos,
madre, al vivir en circunstancias diversas. Estas también en el 12% del total. La colaboración
repercuten en la salud de sus hijos; por ejemplo: de los vecinos, en la ciudad de México resulta
el inicio temprano de su maternidad, la distancia ínfima (el 1% de las familias); y suelen dejarlos
en los intervalos intergenésicos, su estado civil, eventualmente solos en el 4% de los casos. La
la desnutrición de ella, su adicción al tabaco o al situación en otras ciudades de menor tamaño,
alcohol, su nivel de escolaridad, la marginación y en los poblados rurales, es diferente y a ve-
social y la pobreza, ya mencionada, el tamaño de ces drásticamente. Sobre todo en relación a las
la localidad que habita y su acceso a los servicios muertes y enfermedades graves, los índices de
de salud, su participación en el trabajo fuera del prevalencia parecen aumentar considerable-
hogar, la presencia y participación en las tareas mente en éstas últimas.
domésticas por parte de su marido y la concep-
ción machista del mismo, su vinculación con su Se ha calculado que algunas tasas de mor-
familia de origen y otras más que un análisis en bimortalidad de las familias pueden ser hasta
profundidad puede calibrar.107 cinco y más veces mayor que en las grandes

107
Remitimos al estudio de Mario Bronfman y Héctor Dantés sobre “La condición de la mujer y la salud infantil”, en Figueroa, comp. (1998),
pp.98-125.
108
Véase Leñero (1994), pp.183.

116
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros

ciudades. Se puede decir que al menos tres cionantes de la salud familiar, pues parece que
veces más se tienen riesgos de vivir menos en no existen estudios suficientes al respecto, en
el campo que en la ciudad. También que la que pueda basarse un diagnóstico adecuado
atención médica pública y privada discrimina que evalúe los factores intervinientes.
a las familias con problemas de salud según
la capa social a que pertenecen y que la dis- Salud y autoconcepto de los hijos jóvenes
ponibilidad de atención primaria, y más aún
secundaria y hospitalaria, tiene aún un rezago Los hijos jóvenes menores de 25 años tienen,
que deja totalmente descubierta a más de la por su parte, condiciones de salud que requie-
tercera parte de las familias. ren una especial atención. Varios estudios so-
bre la salud de los adolescentes, acusan la exis-
Si los niños no se mueren ya en el grado en tencia de una falta de atención especializada
que sucedía en décadas anteriores, ahora re- por parte del personal médico. Los niños han
claman de una atención mayor en el cuidado obligado a una especialidad médica e institucio-
de su salud, comenzando por los niveles de ali- nal con los pediatras y los hospitales o seccio-
mentación que, como veíamos anteriormente, nes de medicina propia para los infantes. Las
sufren gran parte de los menores en las fami- personas mayores han tenido también su me-
lias de los sectores populares. Este es uno de dicina especializada, mediante la geriatría y la
los puntos clave de la demanda sentida por las gerontología. Pero los jóvenes, con todo y ser
familias y en la que hay una responsabilidad pú- alrededor de una tercera parte de la población,
blica incuestionable, que la organización guber- no reciben una atención especial. Los mismos
namental no puede dejar de atender y mejorar padres, no les preocupa tanto la salud física de
-en un país donde la población menor de 15 sus hijos adolescentes y mayores, a menos que
años constituye casi las dos quintas partes de la presenten una anomalía específica notable.
población total-, y en donde la inercia burocrá-
tica, y la saturación de los servicios de atención Pero en las encuestas hechas a jóvenes, és-
médica y hospitalaria en el sistema de seguri- tos reconocen tener una falta de salud física,
dad pública, de la que se quejan los padres de en más de la cuarta parte de ellos. Igualmente,
familia resulta muchas veces como un obstácu- muchos (más del 12% en las ciudades) acusan
lo difícil de superar. explícitamente de problemas de salud mental y
de carácter psíquico.109 También tienen pro-
En este sentido, una tipología familiar deri- blemas de mala alimentación que trascienden
vada de esta desigualdad de las condiciones de a su salud actual o futura (anemia por falta de
salud, tiene que mostrar la clasificación de las hierro, obesidad, bulimia, anorexia), proble-
familias también por sus condiciones sanitarias mas ginecológicos, enfermedades de trasmi-
diferenciales: desde las familias que cuentan sión sexual incluyendo el VIH-SIDA, síndromes
con las mejores condiciones de salud, tanto de dolor, cefaleas, dolor psicógeno, síncope y
padres como hijos y parientes integrados; has- vértigo, trastornos del sueño, enfermedades
ta las familias que tienen las condiciones más infecciosas, problemas dermatológicos, epi-
agravadas en cuestión de salud, pasando por un lepsia, talla baja, discapacidades, trastornos
sector intermedio de familias que aunque no se oftalmológicos, traumatismos, problemas de
encuentran en situación crítica, tienen caren- adicciones, (alcoholismo, drogadicción), etc.
cias y corren riesgos de salud, tanto de los pa- Pero su atención tiene una especial forma de
dres como en hijos y otros. Un diagnóstico de tratamiento tomando en cuenta que se trata de
las familias, tendrá que incluir esta diversidad un adolescente o joven mayor que se encuen-
que tiene implicaciones en la vida y dinámica tra en una etapa de su vida altamente sensi-
familiar, escogiendo indicadores de medición ble y trascendente y que su situación familiar y
para presentar en una escala las diversas condi- afectiva está vinculada con cualquier malestar

109
Véase investigaciones empíricas sobre jóvenes: Leñero (1990), pp.61, 112-115 y Proy. IMES Nº 225. Véase una multiplicidad de estudios
sobre la salud y enfermedad de los adolescentes, en Dulanto, ed. (2000).

117
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

corporal o psíquico. Por ello, el servicio mé- tal. Mencionamos algunas referencias que ma-
dico que se tiene que prestar es sui géneris y tizan en muchos aspectos la problemática y la
requiere tener presenta su contexto familiar y forma en que se aborda en la vida cotidiana de
social, quizá más que en otros casos, y que su las familias, y en la proyección de programas de
inestabilidad anímica está implicada de manera orientación al respecto.110
aguda. Pide una actitud respetuosa de su vo-
luntad al mismo tiempo que una comprensión Transcribimos lo que Figueroa, Careaga y
muy especial, casi siempre cercana a la de una Mejía plantean respecto a la Salud Reproducti-
psicoterapia. Más aún cuando se trata de un va: “Según la Organización Mundial de la Salud,
problema adictivo. De hecho, podemos cal- la salud reproductiva se define como una con-
cular que los porcentajes de jóvenes adictos al dición en la que el proceso reproductivo se al-
alcohol, al tabaco y a las drogas van creciendo canza en un estado de bienestar físico completo,
notablemente, (del 17% hasta el 25% o más en mental y social y no solamente como la ausencia
la adicción al alcohol en la Cd. de México) y su- de enfermedad o desórdenes en el proceso re-
puestamente –porque generalmente se oculta productivo. Esto implica que las personas ten-
de verdad— hasta un 8.2% en el uso frecuente gan la habilidad de reproducirse, de regular su
de drogas (o 14% en el caso de fumar marihua- fertilidad y de practicar y disfrutar las relaciones
na) para el caso de la Cd. de México equivalen- sexuales. También considera que las mujeres
te al detectado al nivel nacional para cualquier tengan embarazos y partos seguros, que la regu-
tipo de ellas. El tabaquismo puede exceder en lación de la fertilidad pueda lograrse sin peligro
la población joven a más del 27%. La adicción para la salud y que las personas tengan seguri-
no puede ser tratada sólo de manera técnica y dad al ejercer su sexualidad. Esta definición se
farmacológica pues están involucradas muchos ha enriquecido con referencias más específicas
factores, y los padres tienen cada vez menos a la salud sexual y a los derechos reproductivos;
una autoridad moral para figurar como los to- además recientemente se incorporó como par-
madores de decisiones autocráticas frente al te de un consenso internacional alcanzado en la
tratamiento de sus hijos. Más aún, las investiga- Conferencia Internacional de Población y Desa-
ciones muestran que existe una confusión muy rrollo, celebrada en El Cairo, en 1994.
grande de los padres frente a los problemas de
sus hijos adolescentes y mayores que ellos, an- “Por otro lado... las políticas públicas que
tes de emanciparse del hogar de origen. establecen mecanismos de regulación de la
fecundidad frecuentemente han sido mal uti-
d) La referencia a la salud reproductiva Cons- lizadas, pues orientan sus acciones al control
tituye todo un capítulo especial en el campo de de la natalidad para el cumplimiento de metas
la salud, implicado en la educación, en la mo- demográficas. Esto ha provocado una desvia-
ral y en lo religioso de la vida familiar. Existe ción de los objetivos reales de los servicios de
una muy abundante investigación al respecto salud reproductiva, restringiéndolos a la aplica-
que incluye la cuestión sexual y la salud repro- ción de métodos de control de la fecundidad y
ductiva, independientemente de la dinámica descuidando aspectos fundamentales, como la
reproductiva propiamente dicha en su impli- responsabilidad por el propio cuerpo, la sexua-
cación como interacción de la pareja marital lidad, la lactancia, la menopausia, las enferme-
y como fecundidad vista demográficamente. dades de transmisión sexual, entre otros. Ade-
Pero ciertamente es difícil separar todas sus más, al tener como objetivo el logro de metas
implicaciones. Aquí sólo vamos a puntualizar demográficas, se le da poca importancia a la
las dimensiones que nos permitirían distinguir decisión del usuario o de la usuaria respecto a
a las familias por su salud reproductiva como su reproducción”.111

110
Pueden consultarse para un detalle analítico entre muchos otros a: Careaga, Figueroa y Mejía, comps.(1998); Comité Promotor por una
Maternidad sin Riesgos. Foro con diversos autores : Calidad de atención en salud sexual y reproductiva (1997); Elu y Santos, eds.(2005)
Nájera et al, y Bronfman yGómez, en Figueroa, comp. (1998), pp.275-305 y pp.89-125.
111
Figueroa, Careaga y Mejía (1998), pp. 9-10.

118
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros

Y se descuidan las implicaciones del uso de los más de del 75% de las parejas, como ya ocurre
anticonceptivos en la familia misma, añadimos. prácticamente en la actualidad”.

De cualquier manera dice Daniel Hernán- “De modo muy significativo destaca la nece-
dez112 en una revisión histórica referida a la sidad de continuar ampliando la oferta de mé-
práctica anticonceptiva, es un hecho irreversible todos anticonceptivos; se considera para ello la
que ha tenido un efecto familiar mayúsculo. ampliación de la mezcla de métodos, de manera
que haya una oferta adecuada y que satisfaga las
Dice así, al escribir sus conclusiones: “El necesidades de los diversos grupos de población.
uso de métodos anticonceptivos es una prác- Esto es importante frente a la proporción cada
tica cada vez más generalizada en México que vez mayor que representarán las mujeres de
ha tenido un importante efecto sobre los cam- menor paridad en el total... Puede subrayarse la
bios en la fecundidad ... Se puede emplear un conciencia de hacer hincapié otra vez en los ser-
modelo para estimar los nacimientos evitados vicios de planificación familiar, de modo que sean
debido al uso de anticonceptivos mediante el primordialmente proactivos en sus estrategias
llamado método de prevalecía (Bongaarts)”. de información y difusión. Esto plantea lograr
una orientación en la educación, comunicación,
Se observa cómo a finales de la déca- promoción y entrega de servicios hacia las etapas
da pasada el uso de anticonceptivos evitaba tempranas del ciclo reproductivo de las mujeres
anualmente poco más de 1.3 millones de naci- y las parejas, así como promover los métodos re-
mientos, cifra que asciende en 1995 a casi 2.3 versibles e informar acerca de ellos”.
millones. Es claro el importante efecto sobre
la fecundidad [y sobre la estructura de la com- “La posibilidad de que la procreación sea pla-
posición familiar]. Sin embargo, en la exten- neada –en el mejor sentido de buscar el más alto
sión del uso de métodos anticonceptivos en provecho y la más alta realización afectiva de las
el futuro próximo, se hace frente a circuns- personas, con estricto respeto de sus ideales re-
tancias de orden cuantitativo y cualitativo que productivos— es el aspecto más beneficioso del
deben ser resueltas. uso de métodos anticonceptivos”.

“El mero sostenimiento de los niveles de Es así que podemos plantear toda una tipo-
uso de métodos actuales, frente a una pobla- logía familiar de acuerdo a la práctica anticon-
ción de mujeres en edad fértil en crecimiento, ceptiva y a sus efectos en el tamaño de la prole.
plantea la satisfacción de una gran demanda de Por una lado, están las parejas-parafamiliares,
anticonceptivos en términos absolutos”. Así, que inician su vida conyugal usando anticoncep-
mediante la utilización del modelo TARGET tivos para retardar la gestación del primer hijo,
(basado en el modelo Bongaarts de variables con un espacio pregenésico de uno o más años
intermedias de la fecundidad), se prevé que, de su vida marital inicial. Después tenemos a las
en el año 2000, 70.2% de las mujeres casadas parejas que ya con un hijo, retardan la venida
o unidas usará algún método de planificación de un segundo y un tercero; en tercer lugar,
familiar, lo que en números absolutos repre- tenemos a las parejas con uno o dos hijos que
sentará 12.6 millones de usuarias, en compara- deciden no procrear otro o retardan para tener
ción con los 10 millones de la actualidad. uno y hasta dos más, quizá no más; y en cuarto
lugar tenemos las parejas que sin usar métodos
“En especial, puede pronosticarse que el anticonceptivos, no quieren tener hijos por
uso de métodos podrá incrementarse en las causas diversas. Estos posibles tipos de parejas-
zonas rurales, de manera que a finales del siglo familia, y otros más de acuerdo a la vida fami-
alcance al 57% de las parejas de este medio. En liar subsiguiente (por ejemplo, la de divorcio o
las ciudades, por su parte, se calcula que la an- separación y nueva unión marital, en la que se
ticoncepción continuará siendo empleada por replantea si se quiere renovar la reproducción o

112
Hernández: “Anticoncepción en México”, en Gómez de León y C. Rabell (2001b) , pp.302-304.

119
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

no). Y en cada uno de los tipos de familia según


su reproducción, aparecerán dinámicas familia-
res y conyugales diversas, que habría que cono-
cer en sus implicaciones posibles y poder hacer
generalizaciones relativas a cada tipo.

Por otra parte, involucrado con la conducta


anticonceptiva, está la sexualidad y su práctica.

e) Según su adscripción al sistema de salud y


seguridad social, al sistema de asistencia social.
La información recibida de los padres de fami-
lia nos apunta que un 66% de las familias (en
el D.F.) reciben teóricamente atención por el
sistema de seguridad social existente (IMSS e
ISSSTE principalmente, junto con los servicios
clínicos y hospitalarios que presta la Secretaría
de Salud, el DIF o el propio Departamento del
D.F., para la población no derecho-habiente de
la seguridad social. Sin embargo, es muy signifi-
cativo que los padres nos digan que han atendi-
do en general a sus hijos con remedios caseros
(42%), principalmente los de mayor edad y los
de los sectores pobres, y que son los médicos
particulares los que llegan a atender mejor a
sus hijos, en el 78%. Pero esto último tiene un
altísimo costo que una mayoría de familias no
puede cubrir, o si lo hace, utiliza considerable-
mente los pocos recursos de que dispone.

Si los niños no se mueren ya en el grado en


que sucedía en décadas anteriores, ahora recla-
man de una atención mayor en el cuidado de su
salud, comenzando por los niveles de alimenta-
ción que, como veíamos anteriormente, sufren
gran parte de los menores en las familias de los
sectores populares. Este es uno de los puntos
clave de la demanda sentida por las familias y en
la que hay una responsabilidad pública incues-
tionable, que la organización gubernamental no
puede dejar de atender y mejorar -en un país
donde la población menor de 15 años consti-
tuye casi las dos quintas partes de la población
total-, y en donde la inercia burocrática, de la
que se quejan los padres de familia -como va-
mos a ver más adelante- resulta muchas veces
un obstáculo difícil de superar.

120
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros

5.2 Caracterización de las tos indicadores sintomáticos que permiten di-


ferenciar a diversos tipos de familias según tres
familias según los niveles de clases de rasgos socioculturales:
escolaridad de sus miembros
a) El nivel de escolarización de los padres (con
Perfiles socioculturales de los padres de fa- los subtipos de escolaridad nula, elemental,
milia. La dimensión cultural de la vida familiar media o superior), tanto propia como de sus
cubre prácticamente casi todas las manifesta- mismos padres (en cuanto que esta escola-
ciones propias de su dinámica y organización, ridad marca la de su familia de origen y a su
pues son los valores culturales, los conocimien- propia educación).
tos, las costumbres, las concepciones de la vida,
las normas morales y sociales, las actitudes de b) La mayor o menor exposición a los medios
resistencia o de búsqueda de cambios en las masivos de comunicación, TV en especial
prácticas y en las conductas, que dan la pauta y (alta media y baja).
modelan las manifestaciones familiares.
En el cuadro presentamos los datos concentra-
En la imposibilidad de cubrir la amplitud de dos de las dimensiones socioculturales anteriores,
esta dimensión vamos aquí a analizar unos cuan- para de ahí realizar su análisis correspondiente.

Cuadro No 2-7 Diversidad familiar de acuerdo a los niveles escolares de los padres de
familia y a otros indicadores socioculturales (en %)

sexo Edades Padres de Familia


Categorías de diferenciación % Mas Fem 15-24 25-34 35-44 45-64
Nivel escolar alcanzado (entrev.)
-No estudió escuela 5 3 6 1 2 3 12
-Primaria incompleta 16 15 17 2 8 17 32
-Primaria completa 22 21 23 13 22 25 25
-Secundaria o equiv. 31 27 34 56 35 26 17
-Preparatoria o equiv. 10 10 10 12 14 10 3
-Superior profesional 16 24 10 7 12 19 11
Total% 100 100 100 100 100 100 100
Nivel escolar de madre o padre del
entrevistado (según sexo de c/u)
-No estudió escuela 33 29 37 15 27 34 49
-Primaria incompleta 23 20 26 24 19 26 23
-Primaria completa 23 27 20 28 28 21 16
-Secundaria o equiv. 13 12 13 22 15 11 6
-Preparatoria o equiv. 3 3 3 5 3 3 4
Total% 100 100 100 100 100 100 100

En casa hay T.V. 98 98 97 99 98 97 97


En casa hay 2 o + T.V. 41 44 38 36 40 42 43
En casa videocasetera 53 56 51 52 54 53 53
Fuente: Investigación IMES sobre Familias en Cd. México, D.F. 1994

121
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

Resalta el hecho (aportado como percepción sólo disminuyen cuatro veces. El cambio de un
de los informantes) de que la escolaridad de la tipo de familia con cultura puramente tradicio-
anterior generación de sus padres (jefes de la nal a uno modificado por una instrucción formal
familia de origen de los entrevistados) es nota- escolar, se ha ido acelerando en lapsos cortos
blemente más baja que la de los actuales padres de veinte, diez y cinco años, y aún dentro de la
de familia y mucho más que la de sus nietos -hi- misma generación de hermanos y de padres de
jos de los mismos entrevistados-: mientras que familia actuales.
más de la mitad de la anterior generación no al-
canzaba una escolaridad de primaria completa y Estamos por lo tanto frente a una tipología
un tercio ni siquiera habían cursado la primaria, cambiante de familias con niveles educativos
según los entrevistados, ellos afirman estar en la que se modifican rápidamente. Y esto ha tenido
situación de primaria incompleta sólo la quinta necesariamente una influencia decisiva -como
parte de ellos, y apenas un 5%, no haber cursa- se apuntaba en el marco hipotético preliminar
do ningún año de escuela. a esta investigación- en las relaciones pater-
no-filiales que analizaremos en capítulo subsi-
Esta diferencia generacional es sensiblemen- guiente: hijos con un nivel mucho más elevado
te mayor en las mujeres que entre los hombres, de instrucción formal que sus padres, obligan
no sólo de dichos niveles bajos de escolaridad, a cambiar las normas autoritarias y verticales
sino también de los más altos: mientras que el de la familia tradicional, hacia una forma de in-
índice de crecimiento escolar superior y de terrelación en la que los hijos retroalimentan
enseñanza media de la mujer aumenta, según a los padres con la información y perspectivas
la información de los entrevistados (cuatro ve- aprendidas y afectadas por la escuela.
ces de una generación a otra), en el caso de los
varones el incremento es de 2.6 veces. Dentro de la clasificación educativa de las
familias según el grado escolar podemos elabo-
La distancia generacional escolar, por su- rar una matriz que integra los datos de la esco-
puesto, varía con las edades. La carencia de laridad de los padres de los entrevistados y la
toda escolaridad disminuye 15 veces al nivel de de ellos, como cabezas de sus propias familias,
las familias ahora más jóvenes, mientras que las para de ahí sintetizar la tipología resultante y
que tienen sus jefes de hogar más de 45 años, sintética siguiente:

Cuadro Nº 2-8 Tipología de las familias según la escolaridad de los padres de familia en dos generaciones

Tipología familiar Generación Anterior Generación Actual Resultado


escolaridad de los padres Padres familia. 1967 Padres familia 1994 Medio

-Nula y baja escolaridad 56 21 38.5

-Escolaridad elemental 22 22 22
-Escolaridad media 16 41 28.5
-Alta escolaridad 6 0 11
Total porcentual 100 100 100
Fuente: Investigación IMES sobre Familias en Cd. México, D.F. 1994

122
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros

Obsérvese cómo mientras en la generación


anterior predominó la nula y baja escolaridad
proveniente de los padres de familia, en la ac-
tual la predominante ya es una escolaridad de
nivel medio.

De cualquier manera, si ponderamos ambas


escolaridades, pues el ambiente familiar está
afectado por el nivel de la familia de origen de
los propios padres, tenemos que todavía están
presentes los criterios de una educación de
muy bajo nivel escolar, producto medio entre
ambos padres de familia. Frente a dicho ante-
cedente, de cultura no escolarizada de padres
y abuelos, está la actual generación de niños y
jóvenes que, con una más elevada escolaridad
que sus progenitores, significan -al menos teó-
ricamente- una nueva visión dentro de la fami-
lia, a menudo contraria a la educación tradicio-
nal del ambiente familiar de origen.

De cualquier manera, la presencia de un ni-


vel de enseñanza media, por muy deprimido en
calidad que sea, significa un factor de ambiva-
lencia cultural en el sistema normativo de la fa-
milia. Ambivalencia producida por el encuentro
de una cultura tradicional no moderna, con una
educación premoderna aún, propia del nivel de
enseñanza media, todavía limitado en su pro-
yección innovativa y de cambio, pero ya afecta-
da por la nueva legitimación paracientífica.

123
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

5.3 Caracterización de las y vincula a sus hijos con la iglesia a la que se siente
pertenecer. Esto sucede mayormente según la
familias según su adscripción edad de los padres: a mayor edad, mayor prác-
religiosa y su religiosidad tica religiosa, hasta subir esta asistencia semanal
al templo, a la mitad de los mayores de 44 años,
En el cuadro siguiente aparecen los datos for- según su propia declaración. Este dato puede no
males de la religión confesada en la encuesta ser preciso y haber una asistencia real menor,
por los padres de familia. La adscripción nomi- pero refleja la disposición teórica e ideal recono-
nal católica sigue siendo altamente mayoritaria cida por los entrevistados. Ya lo hemos estudiado
(en el 90% de los casos). Las otras identifica- con más detalle en un estudio reciente (40), aquí
ciones religiosas, principalmente cristianas-no se matiza en el extremo, con un bajo 8% de per-
católicas, no llegan, en la ciudad, al 6% de los sonas que se consideran “muy religiosas”, frente
casos familiares entrevistados. El perfil general al 16% de nula religiosidad confesada.
es, por lo tanto, el mismo de años, décadas y
hasta del siglo anterior. Sin embargo, la prác- Sin embargo, la mayoría de las familias (2/3
tica religiosa no es la misma y da lugar a una de ellas), están conducidas por padres que tie-
diversificación de posturas, y por lo tanto, de nen, de hecho, una religiosidad convencional,
identificaciones al interior de la familia. puramente nominal, o definitivamente alejada y
hasta antirreligiosa: la mitad de todos afirman ser
Según la declaración de los propios padres de poco o nada religiosos. El cuadro 21 presenta los
familia, la asistencia regular-semanal (o aún más datos respectivos.
frecuente) al templo, está representada por un
tercio de las familias que al parecer tienen alguno
de sus padres (la madre en su mayoría) que lleva

Cuadro Nº 2-9 Diversidad Familiar de acuerdo a la religiosidad declarada de padres de


familia y a otros indicadores socioculturales (en %)
Tot. Sexo Edades Padres de Familia
Categorías de diferenciación % M F
Padres Madres 15-24 25-34 35-44 45-64

Religión de pertenencia
- Católica 90 88 92 91 89 89 93
- Cristiana no católica 3 2 4 4 4 5 3
- Otra religión 3 4 3 2 5 3 1
- Ninguna 4 3 3 3 2 3 3
Total% 100 100 100 100 100 100 100

Frecuencia de Asistencia al templo


- Semanal o más 32 26 37 19 21 34 49
- Nunca o casi nunca 16 22 10 16 20 14 11
Autocalificación religiosa
- Muy religiosa 8 -- 8 6 7 4 15
- Poco o nada religiosa 50 -- 50 61 50 47 47

Valores de pertenencia
- Los que conservan formas vida Trad. 23 -- 23 18 18 21 35
- Los que modifican parcialmen. 22 -- 22 22 28 17 20
- Los que producen cambios significativ. 38 -- 38 42 35 46 29
- Los que producen cambios radicales 18 -- 18 18 20 17 16
Fuente: Investigación IMES sobre Familias en Cd. México, D.F. Leñero (1994), pp.132

124
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros

Nos encontramos, por lo tanto, a partir de estos En otro estudio sobre la religiosidad de los
datos de la ciudad de México, con una tipología familiar miembros de las familias (padres e hijos jóvenes), se
de acuerdo con el nivel religioso, siguiente: obtuvieron estos resultados:

a) Personas con una


a) Familias con muy religiosidad alta y 8%
alta religiosidad de sus 8% militante
padres

b) Personas con una


b) Familias con alta religiosidad relativa y 25%
religiosidad formal de 24% formal
padres

c) Personas con una


religiosidad alejada de
c) Familias con padres la Iglesia (con muy baja 37%
de religiosidad nominal 52% práctica y creencias
media y baja más bien fetichistas

d) Personas totalmente
alejados de la Iglesia, ni
d) Familias con padres 16% católicos nominales o 30%
de nula religiosidad anticlericales

Fuente: Perfil de la Religiosidad en la Arq. de México: Leñero, Fuente: Perfil de la Religiosidad en la Arq. de México: Leñero,
1994b, pp.108. 1994b, pp.108.

Con esta diversificación un poco más preci- derivada del imperativo religioso, sino más bien
sa del nivel religioso de los padres y miembros a su reconocimiento (41). No cumplir las nor-
de las familias, podemos entender mejor cier- mas derivadas de una moral religiosa puede ser
tas dinámicas de orientación y normatividad visto por parte de los sacerdotes y seguidores
formal establecidas en el hogar; o mejor aún, cercanos, como un indicador de baja religiosi-
las contradicciones aparecidas en esta orienta- dad, pero para la mayoría de la gente, dentro
ción testimoniada o no por los padres ante los de un “ethos católico”, significa más bien su
hijos, o de la pareja marital entre sí, que aunque condición de “pecadores”. Pero con ello, el
formalmente se identifique como “católica”, no reconocimiento del imperativo religioso, más
atiende a las normas establecidas por la jerar- allá de su incumplimiento.
quía clerical.113
El estudio de los valores sacrales implicados
En el fondo de la conducta familiar, hay en la familia, a partir de una determinada fe,
siempre una referencia a un “ethos” religioso pero sobre todo, de una determinada definición
expreso o tácito que tiene que ver no tanto fundamentalista hecha por los jerarcas y moralis-
con el cumplimiento preciso acorde a la norma tas religiosos, puede ser visto como una realidad

113
Véase al respecto el estudio altamente significativo sobre la respuesta de los católicos frente a la encíclica Humanae vitae en México: Brito
(1971), y en varios países latinoamericanos: Leñero, ed. (1970).

125
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

que aparece en la vida social como un hecho.


Atañe a casi todas las manifestaciones de la vida
familiar: desde el nacimiento de las personas, su
educación básica, la conducta sexual premarital
y matrimonial, y la conducta reproductiva; hasta
las modalidades de la organización de la vida fa-
miliar, el ejemplo y los deberes de los esposos,
padres e hijos, entre sí, el legado de los padres,
la ancianidad, la enfermedad y la muerte de los
miembros de la familia.

De todas estas normas, declaraciones, cum-


plimientos e incumplimientos, rechazos e indi-
ferencias, pueden derivarse diversos efectos
dentro de la vida social y, más aún, al interior
de la vida familiar. Esto sucede en una sociedad
cada vez más secularizada pero con una pobla-
ción que mantiene, al menos como referencia
cultural, su adscripción a un sistema religioso
heredado de varios siglos, aunque mezclado en
el proceso de aculturización vivido por el país.

En la imposibilidad de hacer un análisis mi-


nucioso de las implicaciones de esta involucra-
ción religiosa para la vida familiar de la ciudad
de México, la dejamos aquí apuntada para un
importante estudio, aún pendiente, desde
una perspectiva de las disciplinas sociales que
analizan las manifestaciones éticas y religiosas
familiares, desde su manifestación concreta
espacio-temporal, independientemente de su
especulación axiológica o teológica.

126
Caracterización de las Unidades Familiares según diversas condiciones y categorías
sociales y socioculturales de sus miembros

5.4 Familias según el grado Los otros aspectos reportados en los datos
del cuadro 19 son: el de las horas en que el jefe
de influencia de los medios permanece fuera del hogar (una media de 10.5
masivos horas) y la posibilidad de que la familia y sus
miembros asistan a fiestas, vayan a paseos y a
No contamos con datos más detallados sobre espectáculos recreativos, o realicen otra activi-
la posible influencia de los distintos medios de dad cultural o deportiva, fuera del hogar.
comunicación en la vida familiar. El tema ame-
rita un estudio especializado al respecto. El hecho es de que así como podemos decir
que la familia está cada vez más aislada de las re-
Los datos sencillos que disponemos aquí son des de organización comunitaria, en su sentido
los relativos al porcentaje de familias que dispo- organizacional (cosa que analizaremos más en
nen en su hogar de uno o dos aparatos televisi- detalle después), tenemos que decir que, para-
vos, en la inteligencia de que la totalidad de ellos dójicamente, los miembros de la familia, meno-
cuentan con radio, más aún si no tienen TV. res y adultos, reciben cada vez más influencias
en un contacto informe y masivo con los diver-
De hecho, la presencia televisiva es total: sos medios y agentes externos de la ciudad.
prácticamente en todas las familias. El dato del
98% con televisión es definitivo, presente en Este contacto fuera del hogar es cada vez
todos los hogares de jóvenes, pero también más lejano al control del jefe de familia, debido
en casi todos los demás. La diferencia aparece a que éste suele estar ausente durante todo el
con los que disponen de dos o más aparatos, lo día (o noche), con motivo de su trabajo, pero
cual podría pensarse que produce subambien- también por las oportunidades de vinculación
tes de influencia televisiva opcional, por ejem- con todo tipo de personas y agencias. Esto su-
plo, entre padres e hijos, o entre hombres y cede casi siempre de manera no articulada con
mujeres, expuestos por separado a programas el ritmo de vida del hogar mismo. Los datos así
diferentes. El 41% de las unidades domésticas lo sugieren, pues aún las familias más pobres
ya tienen esta situación antes privativa de las reconocen, en casi una tercera parte del total,
clases medias y acomodadas, ahora extensible que no sacrifican el costo implicado en activida-
a las demás capas sociales. des externas, recreativas y otras.

Igualmente la posibilidad de contar con re- Las demás familias, a pesar de que resienten
productor y grabador de videos, aparecida en la limitación de recursos para ello, de alguna
los últimos años, ha generado una nueva fuente manera la integran a su vida cotidiana a veces
de influencia a través del alquiler y compra de sacrificando otras necesidades más básicas. Los
películas de todos los niveles de clasificación jóvenes son más sensibles a ello, y por lo mis-
que dan lugar a que los niños y adolescentes mo, quedan más tocados por estas influencias
puedan ver todo tipo de productos: más de la externas no articuladas del todo con su familia.
mitad de los hogares están ya en esta posibili-
dad, un tanto más los de nivel económico supe- Estamos pues ante una dinámica acentua-
rior y medio que los de estrato popular y mar- da de pluralidad de influencias sociocultura-
ginal, pero eso no excluye ya a casi una tercera les que caracterizan en general a las familias,
parte de las familias de zonas marginadas, ni a la más aún a las nuevas. Ante esta relativamente
mitad de las de colonias proletarias. nueva tendencia, es preciso responder no de
manera conservadora supuestamente tratán-
Habrá que profundizar en esta situación que dose de cerrarse a esta situación, sino en for-
modifica la supuesta unicidad de influencias al ma más bien renovante de una cultura familiar
interior del hogar, dentro de una familia que ya que sepa manejar esta realidad propia de una
no tiene el mismo sistema de fuerte autoridad ciudad megalopolitana, no asimilable del todo a
y de control en la orientación de los menores las ciudades pequeñas y medias del país, menos
que supuestamente antaño tenía. al medio rural.

127
TERCERA PARTE
Problemática y acciones de apoyo a las familias
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

CAPÍTULO 6
Problemática sentida derivada de la
conformación familiar en su dinámica

6.1 Problemática en en la Ciudad de México, lo muestran en forma


reiterada. He aquí, de manera simple, los datos
cuanto a las condiciones porcentuales de dichas encuestas:
contextuales socioespaciales
y socioeconómicas Igualmente la problemática se presenta en
la disposición de vivienda y su mantenimiento,
así como en la disposición de servicios públicos
La problemática más resaltada por la mayoría locales: agua, luz, drenaje, transportación, urba-
de las familias es, en primer lugar, la condición nización y problemas de deterioro ambiental. La
de pobreza y carencias económicas. Diferentes condición de precariedad genera un medio so-
indicadores de pobreza lo ratifican. Y si la com- cial que no alcanza a proporcionar los ambientes
paramos entre las diversas generaciones de vecinales en donde la participación comunitaria
una misma línea familiar, la generación de los e interfamiliar se desarrolle dignamente.114 El
abuelos la sufren más aún. Los siguientes datos mismo sistema de tequio, que resulta una for-
de tres investigaciones del IMES, una en el me- ma básica de autoayuda colectiva en el medio
dio rural de Tabasco (La Chontalpa), otra en rural, no se presenta ya en el suburbano de las
tres ciudades medias del Centro del país (Que- ciudades mayores, en el de sus barriadas o zo-
rétaro, Morelia y San Luis Potosí, y otra más nas marginadas, debido a la desconfianza entre

Cuadro Nº 3-1 Condición socioeconómica desventajosa de las unidades familiares en


tres generaciones sucesivas

M.Rural Cds.Medias81 Quer. Enc. Din.Fam IMES


Chontalpa.83 Morelia, Sn.Luis León Oax. DF
Hijo Padre Abuelo Hijo Padre Abuelo 1991 1992 1993
Carencia alimentación en hogar 13 31 24 17 22 36 16 18 44

Ingresos menores de 2 s.m.


41 47 58 6 9 25

No alcanza el gasto en casa


29 43 58 51 69 83

No alcanza gastos para salud


52 64 73

No alcanza para educación


16 12 36

No alcanzó para ropa

114
Véase también a Schteingart y otros autores: Boltvinik, Duhau, Castillejas, González, Martínez Mogrovejo, Ortega, Rivera, Serrano y
Torres, en Steingart (coord. , 1997) entre otros autores citados anteriormente.

131
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

los pobladores venidos de diversos lugares, y a


la marginación y falta de solidaridad básica que
acompaña muchas veces a la misma pobreza.

Estos problemas económicos de la familia,


sin embargo, han sido enfocados por diversos
estudios sociales en torno a la cuestión de las
estrategias de sobrevivencia, del desarrollo
social, comunitario y la promoción social115,
implicando siempre a la vida familiar, a sus me-
diaciones sociales y a las redes de interacción
interfamiliar, derivando su perspectiva a las es-
trategias de promoción social y de autoayuda
vecinal para la autogestión, mejoramiento y su-
peración de familias y comunidades, temas que
trataremos en especial en un siguiente capítulo
sobre políticas y acciones sociales.

115
Remitimos a algunos de dichos estudios de promoción social y sociofamiliar: Ripol-Millet (2001), Casado (1971), Elu (1982), González de
la Rocha (1986), Leñero (1986a, pp.132-143, 1995 pp.241-258), Lomnitz (1975), Tuirán (1993b).

132
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica

6.2 Problemática en cuanto públicos o ante la inseguridad de las relaciones


en público con desconocidos.117De ahí que la
a las vinculaciones sociales familia nuclear-conyugal signifique, cada vez
y a la conformación de los más, un pequeño mundo doméstico, un tan-
hogares to aislado de las vinculaciones con la misma
parentela, con los organizaciones sociales de
Lo anterior nos lleva a la problemática de una todo tipo y con las grandes instituciones su-
estructuración social desarticulada desde el puestamente rectoras de la vida colectiva. La
nivel mismo de las familias. La modernidad, privaticidad conforma un espacio “indepen-
con todos sus procesos de industrialización, diente”, en el que se estructura un hogar su-
urbanización masiva, institucionalización bu- puestamente autónomo.118 Este “aislamiento
rocratizante e individualización, presenta una social” puede ser medido por algunos de los
fuerte tendencia a enfatizar un creciente her- siguientes indicadores captados en encuestas
metismo familiar116 de vida privada frente a sociofamiliares, específicas, declaradas por el
una sociedad de agregados sociales y poderes jefe de familia o por su cónyuge:

Cuadro Nº 3-2 Red de relaciones de las familias y sus miembros

A. Relaciones con los parientes cercanos, disminuidas

aunque persistentes: 43% de recurso a ellos en caso de necesidad

B. Relaciones vecinales muy exiguas: 9% visitas e intercambios con vecinos.

C. Interés “declarado” por vecinos: 24% dicen convencionalmente que sí (solamente)

D. Participación en organizaciones sociales (muy baja):

+ Promedio: 9%

- Con Org. Deportivas: 12%

- Con Org. Religiosas: 8%

- Con Asoc.Padr. Fam. en escuela: 8%

- Con Org. Políticas: 3%

- Otras: 4%

Fuente: Encuesta IMES sobre Familia en el D.F. 1993

116
Parsons (1980, pp. 50-63) sustentó la tesis de que en la sociedad industrial moderna la familia nuclear conyugal tendía a desvincularse de
las redes de parentesco antes predominantes y se volvía más independiente. Ante sus críticos antifuncionalistas, Parsons hace un análisis en
el que explica y acota esta tesis sin negar la vinculación y dependencia de la familia del sistema macrosocial (Parsons, 1980, pp.114-116).
117
Goffman (1979).
118
Desde un visión histórica y de conjunto, la privaticidad ha sido estudiada teórica y empíricamente por autores diversos tales como: Ariès
y Duby, y una serie de colaboradores en su estudio histórico de la vida privada (1987 a 19898); por Gonzalbo y colaboradores en su obra
sobre Historia de la Vida Cotidiana en México (2004,2005); por Béjar, H., (1990), Deleuze (epílogo, en Donzelot, 1998, pp.233-241) en
Francia; por Mogey en Inglaterra (Family and Neighbouhood, 1956) y posteriormente en México, puede verse a Leñero y Zubillaga: Repre-
sentaciones de la vida cotidiana, 1982, pp.156-184).

133
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

Este aislamiento familiar, signo del interés de Si bien el modelo de la familia nuclear-con-
lo privado frente al desinterés por la participa- yugal concuerda más con el espíritu “pequeño
ción y compromiso público o social, se consti- burgués” de las actuales clases medias en las
tuye en un problema de estructuración familiar ciudades metropolitanas mexicanas, es genera-
cuando el grupo doméstico sufre desequilibrios dor de crisis familiar más bien de tipo psico-
y presenta necesidades insatisfechas por sus lógico estudiada y tratada principalmente por
miembros; sobre todo cuando en el hogar sólo los psicoterapeutas; pero para los sectores
existen dos adultos (hogar nuclear-conyugal) o de las capas populares la relativa atomización
uno sólo (familia uniparental); más aún, cuando y autosuficiencia familiar produce, en cambio,
se trata de una unidad doméstica unipersonal. una pérdida de la vinculación con la parentela y
La ausencia de otros adultos (dentro y fuera del con sus comunidades vecinales. Y esto tiene un
hogar, pero con capacidad y voluntad de cola- efecto perjudicial para la subsistencia familiar
borar con la familia necesitada de intervención cotidiana, basada en buena parte, en el apoyo
exógena) produce, en muchas ocasiones, una y la autoayuda entre los miembros de una co-
imposibilidad de superar múltiples necesidades munidad sublocal. Perder o estar alejados física
frecuentes como pueden ser: el cuidado de los y moralmente de los parientes cercanos –prin-
hijos, la atención del hogar y muchas gestiones cipalmente de los padres y de los hermanos, y
domésticas imprescindibles, así como el cuida- frecuentemente de alguno de los tíos—signifi-
do de enfermos y otras contingencias frecuen- ca no contar con el apoyo necesario de éstos,
tes en los hogares, incluyendo problemas de sobre todo al momento de sufrir situaciones
discapacidad, presencia de conducta alcohólica críticas de carácter económico, de salud y de
o drogadicción, pérdida de la libertad personal mortalidad, así como de falta de trabajo.
por criminalidad, pérdida de capacidad econó-
mica. El mismo hermetismo privatizador de la
familia, supuestamente autosuficiente, genera
una actitud de desinterés por los demás que
repercute en la ruptura o inexistencia de lazos
de solidaridad con vecinos, e incluso amigos o
compañeros. Y si a ello se le agrega la ruptura
con la parentela, aún persistente en un impor-
tante sector de familias –sobre todo en el cam-
po—la problemática de “aislamiento” familiar,
se hace más patente. La intimidad del hogar se
convierte a la familia nuclear o seminuclear en
una unidad cerrada en su propio interés ego-
céntrico, no sólo de grupo sino también perso-
nal dentro del hogar. Y ello es fuente de posible
crisis de diverso tipo que la familia nuclear o se-
minuclear experimentan de manera grave por
su misma naturaleza atomizada que las inhabili-
ta para una socialización en la que la solidaridad
interfamiliar pudiera resolver muchos proble-
mas cotidianos de la vida familiar actual.

134
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica

6.3 Diversas problemáticas familia y la mujer una madre abnegada y depen-


diente como lo estipulaba el modelo tradicional.
sentidas, en cuanto a la En cambio, ahora dependerá cada vez más de
composición de las unidades las circunstancias y caracteres de ambos y, en el
domésticas: la crisis fondo, de una nueva concepción de autoridad
igualmente compartida, así como de una cons-
producidas por los cambios trucción abierta a la iniciativa de cada familia.
de vinculación entre sus
miembros básicos según sus Pero esta nueva concepción tampoco se
produce automáticamente por el sólo hecho de
sexos y edades declararse la igualdad en un nuevo artículo de la
Constitución, ni en un nuevo código ético, civil
a) La problemática de integración de las parejas o religioso teóricamente reconocido, ni cuando
maritales actuales: Cuando los términos de la la nueva generación de varones dice de palabra
integración familiar de los miembros de las fa- que ya no es machista. Efectivamente, aún cuan-
milias dejan de responder a ciertas pautas antes do frente a sus parejas lo afirmen explícitamente
existentes, debido a la modificación de la con- así, la inercia sociocultural de tantos siglos va a
cepción sobre lo que significa ser hombre y mu- estar todavía operando y produciendo efectos
jer dentro y fuera de la familia, la conformación críticos, porque el machismo mexicano está ali-
de la unidad familiar va necesariamente a sufrir mentado por la misma inseguridad del varón.
una crisis referida a la forma de lograr su integra- Será entonces, de acuerdo a una tesis hipotética
ción como grupo cohesionado. En el fondo va a constatada por varios autores, un “neomachis-
significar un cambio en la legitimación del poder mo” menos frontal pero más sofisticado y ambi-
familiar y de las obligaciones y derechos de sus valente el que siga apareciendo como problema
componentes, tanto en la formalidad institucio- sentido por hombres y mujeres.119
nal de la familia, como en la informalidad de las
relaciones primarias y afectivas. Tanto el machismo como la sumisión de la
mujer a su pareja constituida difícilmente van
Es así que el logro de la reivindicación feme- a dar lugar al cambio buscado como un nue-
nina frente a la autoridad ejercida por el hom- vo ideal de pareja igualitaria, durante al menos
bre como jefe de familia, sólo por el hecho de otras tres generaciones más (hipótesis a ser
ser hombre, viene produciendo una crisis de las constatada en las próximas décadas). Se trata
relaciones marido y mujer, en la misma medi- de una problemática que seguramente va a se-
da en que el proceso de una nueva concepción guir operando aunque algunos sectores en las
de equidad de género se ha ido desarrollando ciudades y en las clases medias, avancen más
y extendiéndose entre las parejas unidas por rápido hacia su superación (y hacia nuevas pro-
lazos de noviazgo, matrimonio o maritalidad blemáticas derivadas de ese mismo cambio).
consensual. Esto seguirá sucediendo mientras Sus manifestaciones críticas podrán ser diferen-
el varón realmente no asuma una nueva actitud tes: una ruptura frontal cada vez más temprana
y desarrolle su propia perspectiva de género en después de la formación de la pareja marital, o
una nueva condición. una relación marital ambivalente llena de insa-
tisfacciones de ambas partes, de desacuerdos,
Considerar que la jefatura de las familias de- tensiones o violencias, como ya se venía detec-
berá estar basada sobre una igualdad equitativa tando en las últimas décadas del siglo pasado.
de atribuciones, en cuanto a las tomas de deci- Algunos datos derivados de las declaraciones
sión familiar, implica un cambio altamente signi- provenientes de encuestas aplicadas tanto a
ficativo en la vida doméstica y familiar. El hom- hombres como a mujeres, resultan evidentes.
bre deja de ser automáticamente el jefe de la Véanse los siguientes:

119
Véanse estudios al respecto que constatan esta situación de un neomachismo persistente: en la vida familiar, según Leñero (1992); en la sexuali-
dad y reproducción masculina tratada especialmente por múltiples autores en Lerner, ed. (1998) , y por Gutman en la ciudad de México (2000).

135
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

Cuadro Nº 3-3 Problemas de integración de la pareja marital

Encuestas sobre Familia del IMES Nacional


Opiniones y Actitudes de los entrevistados Encuestas .Locales s/ Fam.

IMES 67 León 91 Oax.92 DF 94

% % % %

49.6
Mujer casada tiene que soportar “deber sexual” 54.4 55 54.6

25.9
Hombre casado no se satisface sex. con esposa 29.7 32.5 34.3

57.6
Mujer casada “esclava de deberes domésticos” 60.4 68.1 48

18.3
Hombre casado ha perdido su libertad v30.4 56.8 34.2

50.2
Mujer casada no desarrolla capacidades personales 64.2 64.9 45

42
Hombre casado pierde oportunidades desarrollo personal 41.9 53.8 33.4

32.5
Mujer dice no comprender a su esposo 41.7 41.6 46.6

73.5
Platican acaloradamente a veces o frecuentemente 80.7 77.7 75.1

Casados han pensado en posible separación 20.4 17.5 17.2

32.5
Entrevistada no ha comprendido a su pareja 41.7 41.6 46.6

El esposo de la entrevistada es autoritario 75.5 65.9 41

El esposo de la entrevistada es celoso 63.6 71.7 56

Su matrimonio no es bien avenido 36.4 33.4 43.6

Es así como, la insatisfacción marital, en unirse maritalmente o ya iniciados en la vida


los diferentes lugares del país, y en sus diver- matrimonial y reproductiva. Véanse algunos
sos grados, da lugar a nuevas expectativas de datos altamente significativos120:
formación familiar en los jóvenes próximos a

120
Datos provenientes de la Encuesta IMES sobre los Jóvenes de la ciudad de México en el año 2000, Cfr. Proy Nº 290.

136
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica

Cuadro Nº 3-4 Actitudes y Opiniones de Jóvenes de la Ciudad de México, en año 2000

15-24años 25-29 años Hombre Mujer


Debe haber libertad sexual. 82 77 87 78
Se justifica Relaciones Sexuales antes del matrimonio. 78 79 83 73
Jóvenes solteros deben usar Método Anticonceptivo. 93 94 95 90
Casados sí pueden tener relaciones sexuales
fuera de matrimonio. 16 15 25 7
Conviene vida marital antes de casamiento. 54 66 58 51
Se justifica: divorcio. 74 75 72 76
Es opción personal casarse después de los 30 años. 39 50 45 34

La anterior información significa que los formación de la unidad familiar, ante la alarma
jóvenes consideran mayoritariamente (sobre de sectores conservadores en todo el mundo. Y
todo los de menor edad) que las relaciones esto puede servir para una prevención necesaria
sexuales no deben ser consideradas como un en la formación de las parejas conyugales tenien-
tabú, y que ahora se reconocen como una de do presente las nuevas concepciones de género
las libertades individuales. Que éstas, según y la necesidad de una formación adecuada para
una mayoría de ellos, se justifican antes del el matrimonio. Mientras esto no suceda, la pro-
matrimonio, (pero no después) y que el uso blemática se presentará con una creciente pro-
de anticonceptivos por los jóvenes solteros es porción de parejas que no alcancen una armonía
una necesidad concomitante a esa libertad de básica y una equidad de género, necesaria para
acuerdo a la opinión de casi todos los jóvenes. el nuevo equilibrio de una conformación marital
Que es parte fundamental de su responsabili- y familiar más simétrica y reconocedora de los
dad. Incluso consideran, en más de la mitad de derechos de las personas.
los casos, que conviene que existan relaciones
maritales antes de un matrimonio formal. Es La violencia intrafamiliar (generalmente del
decir, que justifican el llamado “prematrimonio varón hacia la mujer y sus hijos) tiene una inci-
de prueba” o “matrimonio extraconyugal”121. dencia alarmante en más de una tercera parte
También resalta su concepción de la vida ma- de las mujeres según la encuesta nacional de
trimonial como un estado de carácter soluble la violencia contra las mujeres en general122, y
que puede ser reconstruida con otra pareja. más específicamente en muchos otros estudios
Es considerado así por tres cuartas partes de locales que reportan violencia contra la esposa
ellos, que justifica el divorcio cuando un matri- o compañera marital desde un 21% hasta un
monio hombre-mujer acaba por no funcionar 46 y 57%; por ejemplo, en áreas metropolita-
adecuadamente. Y esto, las mujeres lo afirman nas como las de México, Guadalajara y Monte-
en mayor proporción que los varones. rrey123. La violencia intrafamiliar es quizás una
de las manifestaciones más lamentadas por las
Todos estos son datos referidos a supuestos mismas protagonistas cuando el hombre no de-
hechos, corroborados en otras investigaciones: sarrolla su propia seguridad y autoridad moral,
pueden constituir una hipótesis consistente de la a partir de un cambio de su identidad masculina
tendencia que apunta hacia la búsqueda de he- en la que podrá encontrar satisfacciones profun-
cho de un nuevo tipo de confluencia en la con- das de realización, sobre todo en las dimensio-

121
Véase el análisis de Béjin (1987) aplicado a los jóvenes europeos de la generación de fin de siglo.
122
Véanse datos de la Encuesta Nacional de la Violencia contra las Mujeres ENVIM 2003, pp.67-69.
123
Elu y Santos (2000) registran estos datos de violencia intrafamiliar proveniente de varios estudios, pero afirman que sin duda la realidad rebasa
la declaración en estudios formales y tiene múltiples consecuencias agravantes para la salud física y mental en la vida familiar. pp.14-15.

137
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

nes afectivas como compañero marital y como la rebeldía de niños y adolescentes, la confu-
padre de sus hijos. Todo ello, acorde a su propio sión sobre la manera de educarlos y encauzar-
género, dentro de la vida familiar por él asumida los cuando la diferencia educativa-escolar entre
en su rol de novio, marido, padre y hermano. padres e hijos es todavía muy grande y frente
a tantas influencias venidas del mundo exterior
b) La crisis de las relaciones intergeneraciona- a la familia, principalmente de los medios masi-
les y la educación de los hijos: Pero a su vez, vos y de las vinculaciones con compañeros que
la problemática de la conjunción familiar tiene tienden a seguir conductas indeseables para los
una manifestación crítica entre los miembros padres. La problemática se presenta no sólo
familiares pertenecientes a las distintas gene- como una disfuncionalidad de los castigos tra-
raciones conformantes del grupo familiar. Pro- dicionales utilizados (incluyendo el castigo con
blemas sentidos, por un lado, por los padres golpes o la reclusión en el hogar), sino en las
frente a sus hijos niños y adolescentes, princi- formas de trasmitir los valores deseados, más
palmente, pero también por los padrastros y allá de las exhortaciones y consejos, y más real
por los tíos frente a los menores. cuando proviene del ejemplo, la comprensión
afectiva y el acompañamiento a sus mismas tri-
Esta problemática tiene muchas posibles bulaciones y aventuras.
manifestaciones que se han venido agudizando
en las últimas décadas del siglo pasado y se pro- Algunos datos derivados de encuestas son los
yectan más agudas en el nuevo siglo. Van desde siguientes.124

Cuadro Nº 3-5 Problemática sentida sobre la vinculación entre padres e hijos

Cd. México 1994 Cd. México


Padres Jóvenes 15-24
Conflictiva con hijos niños

-Hijos menores de 6 años, se quedan solos cuando madre

Madre de 35 a 44 años trabaja . 26%

-Hay algún niño rebelde en el hogar: 67%

-Padres no saber cómo educarlos en cuanto a:

Prohibiciones y castigos, estímulos. 47%

-Padres ocultan su aprehensión ante conductas de hijos 60%

-Padres no recurren a instituciones y asesores

Ante problemas de los hijos. 89%

- Uso de golpes para “corrección” de hijos: 61%

- Conflictos de los hijos con el padre (jóvenes varones) 47%

124
Leñero: Familias que cambian (1994), pp. 38-46.

138
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica

Cuadro Nº 3-5 Problemática sentida sobre la vinculación entre padres e hijos (cont.)

Problemas con adolescentes, en mayor medida

-Adolescentes problemas serios con padre. 37.30%


-Niños y adolescentes corregidos con golpes. 23.00%
Padres Jóvenes
-Niños y adolescentes corregidos con amenazas. 44.20%

-Autocalificación de jóvenes haber sido niños-adolescentes rebeldes. 57.10%


-Razón de adolescentes que han salido del hogar paterno por
problemas con la familia. 19.00%
-Jóvenes no aceptan autoridad paterna. 52.40%

-Adicciones juveniles: cigarro, alcohol en la familia. 18.00% 30.00%


-Ha probado droga por estar en onda con amigos. 42.00%
-Padres no viven juntos. 29.00%
-Jóvenes no confían: mayores, maestros, sacerdotes, otros. 60-78%

- No apoyo institucional. 11% sólo lo reciben


Embarazo precoz de adolescentes:
-El 16% del total de embarazos son de adolescentes (Welti, 2000). H M
-Nº de novios (IMES, Inv. Jóvenes en Cd. México, 2000). -7.9 -4.9
-Edad primer embarazo (mujer) (Leñero, 1994). 20.70%

c) Problemáticas derivadas del cambio en las in- veces en hogares unipersonales. Pero cuando
terrelaciones familiares en referencia a la tercera las personas mayores sufren incapacidades y
y cuarta edad. llegan a la cuarta edad (ser bisabuelos, o su
equivalente) necesitando atención y cuidado
Cuando el modelo de familia nuclear-con- de otras personas, la situación suele volverse
yugal se adopta en la mayoría de las unidades problemática.
familiares, las personas de la tercera edad
(ahora más numerosas que antes por el au- Pero si la familia nuclear de uno de sus hijos
mento de la esperanza de vida) quedan sepa- adopta al abuelo dentro de su hogar (familia
radas de sus hijos casados. Cuando no sucede nuclear extendida), a pesar de las dificultades
así y se incorporan a la familia nuclear de al- e inconveniencias para dicha familia, la persona
gunos de estos hijos, los abuelos se vuelven mayor encuentra un ambiente de apoyo que
personas que en un sentido se sienten “arri- normalmente es preferido a la soledad e inse-
madas” a la vida familiar de la siguiente gene- guridad de su vida terminal. Muy rara vez los
ración y de sus hijos debido a que dicho mo- adultos de edad avanzada prefieren vivir en una
delo familiar los excluye por definición. Por institución para ancianos, que vivir en el am-
ello, muchos de estos “abuelos” prefieran vi- biente familiar. Los datos de diversas investiga-
vir en hogares separados de sus hijos, muchas ciones lo corroboran:

139
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

Cuadro Nº 3-6 Opinión de las personas mayores sobre vivir en el hogar de alguno de sus hijos125

Viviendo en hogar nuclear propio sí tiene apoyo 49.7%

Viviendo en hogar ampliado sí tiene apoyo 69.5%

Viviendo en hogar unipersonal sí tiene apoyo 0.0%

Cuando el adulto se llega a integrar de ma- los sesenta años. Podemos hablar de una tercera
nera positiva en el hogar de sus hijos, presta edad, vinculada al inicio del hecho de ser abuelo,
múltiples servicios (más allá del propio benefi- pero en la que las personas están todavía en capa-
cio de la persona mayor) incluyendo el cuidado cidad de trabajar y de desarrollar una vida activa y
de sus nietos, y el desempeño de un papel afec- social. Dependerá de la salud y de las capacidades
tivo importante, y hasta regulador del ambien- de cada uno, y éstas pueden encontrar apoyos
te familiar. De ahí la necesidad de revalorizar a para su desenvolvimiento. Más adelante, después
las personas de edad avanzada como altamen- de cierta edad y de un sensible deterioro físico
te valiosas para la vida familiar y comunitaria, y mental (variante según casos, y posiblemente
como lo apuntaba la concepción tradicional. como referencia convencional, más allá de los
Pero cuando el ideal de autonomía del mode- setenta y cinco años) tendrá que hablarse de una
lo nuclear-conyugal se impone, puede resultar cuarta edad en la que las personas requieran una
sumamente crítica su presencia, tanto para él atención y apoyo más directo. Ahí la vida familiar
como para el hogar en donde pudiera vivir. Es puede resultar altamente significativa, pero si ésta
por ello, que no se puede hablar ya de una si- falta, tendrá que preverse diversas fórmulas de
tuación como deber generalizado aplicable de acción asistencial pero superando las formas tra-
la misma manera a todos los casos, pues cada dicionales del asilo formal, desconocedor de un
uno de ellos tendrá que ser tratado de acuerdo cuidado equivalente al de un verdadero hogar no
a sus propios condicionantes. uniformado ni rígido.

De hecho, los estudios al respecto llevan a Algunos datos al respecto señalan una
que no se generalice la misma condición de vejez realidad pluralizada en cuanto a funciones y
como algo homogéneo a la que se llega pasados capacidades:

Cuadro Nº 3-7 Datos relativos a personas mayores de edad

Hombres Mujeres Años Años Años

60-69 70-79 80 y más

Alargamiento esperanza de vida: 67.6 73.6

Mayores varones activos económicamente 63.90% 46.40% 22.80%

Mujeres mayores activas económicamente 14.60% 9.40% 5.80%

125
Montes de Oca (2001).

140
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica

6.4 Problemática en cuanto a eclesiales frente a sus dependientes, ciudada-


nos, empleados o fieles o movimientos ideo-
la crisis de valores culturales lógicos). Esta intolerancia contrasta con una
en la vida familiar tendencia hacia la democratización no sólo
electoral y política sino social y cultural, que
Es un lugar común hablar de que vivimos una aún no ha sido aprendida, empezando por el
época de crisis y ruptura de valores. Sin embar- autoritarismo familiar que hace inviable una
go, más adecuado es considerar que se trata cultura democrática. Éste se ve reflejado en la
de un problema de desadecuación y contraste problemática de la violencia, la falta de respeto
entre los valores tradicionales y los modernos por los derechos humanos y las formas de dis-
que no acaban de reformularse y adoptarse en criminación social, no aprendidas todavía des-
una nueva perspectiva ante las nuevas condi- de el hogar. 3) Los problemas valorales tienen,
ciones socioculturales de la época que nos tocó a su vez, una manifestación ética y religiosa. La
vivir. Y de ahí la incomprensión y alejamiento misma desacralización de la vida familiar, el ale-
entre las generaciones coexistentes. jamiento religioso de la población y la falta de
renovación y “aggiornamento” de las iglesias,
Podemos identificar en las conductas y ac- repercute en una pérdida de conciencia moral,
titudes de las familias, una situación de crisis basada anteriormente en la creencia religiosa.
derivada de no saber bien cuáles son las pautas Y esto mismo, ocurrido desde el seno familiar,
de conducta que se deben seguir conforme a repercute en las conductas de padres e hijos,
las escalas de valores y valoraciones que dan abuelos y nietos, esposos y parientes.127
orientación a las conductas de unos y otros
dentro y fuera de la familia. Predomina cier- A lo anterior debemos agregar las influen-
tamente una actitud ambivalente en la que los cias recibidas por los medios de comunica-
comportamientos no responden a los valores ción generadores de una cultura de masas
declarados conforme a la enseñanza tradicional, que se difunde principalmente a través de la
pero tampoco resultan coherentes a una nueva televisión (con cobertura a la gran mayoría de
concepción valoral, acorde a las nuevas necesi- familias), pero también a través de otras vías
dades de la vida, requeridas de una orientación como el cine, los videos, las difusiones radio-
ética más allá del ethos tradicional.126 fónicas, la internet y la misma propaganda so-
breexpuesta en el medio urbano, pero tam-
Los problemas sentidos por padres de fami- bién llegada extralógicamente al medio rural.
lia, por un lado, y jóvenes hijos, por el otro, Así, tenemos una nueva fuente de información
estudiados en diversas investigaciones, pueden y educación (o deseducación) que impacta,
referirse a los siguientes hechos y manifesta- dosifica y problematiza la visión valoral de
ciones: 1) una problemática derivada de las una sociedad cada vez más pluralizada en sus
diferencias del nivel de escolaridad de padres concepciones y en sus prácticas, y de éstas, a
e hijos, al menos en los sectores mayoritarios sus familias, aún sin una clara reconstrucción
de la población, propios de los estratos popu- hacia la necesaria cultura civilizatoria en un
lares; 2) los problemas de intolerancia, princi- nuevo proceso de transformación como el
palmente de quienes detentan el poder en las estudiado por Elías en la historia precedente
familias (principalmente los varones frente a las a la modernidad del siglo XX.128
mujeres y a sus hijos), o de las autoridades en
las diversas instituciones (principalmente en el
gobierno, en las empresas y en las entidades

126
Véanse los estudios sobre el ethos cultural que buscan entender el sentido trascendente de una cultura de la modernidad que requiere el
nuevo siglo: Chihu, coordy varios autores: Ferraro, Leñero, Mir y Nebbia (1991 y 1993).
127
Véase el estudio sobre la religiosidad en la ciudad de México en el que se analiza la vinculación entre la problemática de la familia y la
conducta y creencias religiosas: Leñero (1994c).
128
Véase Elías: El proceso de civilización (1989).

141
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

6.5 Problemática en cuanto po, y de ensayos fallidos que buscan formas


diferentes de asumir la vida familiar, vuelven a
a la cohesión familiar y a su repetir la conducta no deseada pero asimilada
dinámica de desintegración de la generación anterior129. Pero esto parece
grupal en el curso de las no producirse sino hasta que se origine de ex-
periencias de jóvenes mayores que producen
diversas etapas y las distintas una memoria colectiva asumida de manera res-
generaciones ponsable por los jóvenes de menor edad que
aprenden de sus hermanos u otros mayores
Derivada de la conformación de las unidades cercanos a ellos, conductas que acaban por
familiares en sus diversas etapas vitales y al consolidarse con éxito relativo o más logrado.
paso de una generación a otra, se presentan,
de manera específica, nuevos problemas en Lo anterior está ya sucediendo con el cam-
las relaciones de género y en las intergene- bio de los comportamientos de las jóvenes que
racionales, que vienen a afectar la dinámica han venido aprendiendo de las pioneras femi-
familiar cambiante. Hemos tratado ya de la nistas, primero, y después, de otras mujeres
problemática del machismo, neomachismo, orientadas por la perspectiva de género que
maternalismo y paternalismo, autoritarismo modifica sus relaciones con sus parejas mari-
y rebeldía intergeneracional que van presen- tales con una más clara idea de sus derechos
tándose de manera cambiante en los diversos humanos para una equidad marital y una más
ciclos de la vida familiar. abierta tolerancia y comprensión de sus hijos.
Éstos son vistos como personas que aprenden
La educación informal de adultos no ha podi- desde niños a responsabilizarse por sí mismos,
do difundirse suficientemente para reencauzar y no como seguidores pasivos de las disposi-
mayoritariamente una nueva forma de encarnar ciones de sus padres. Cuando estos jóvenes se
la vida familiar por parte de las familias jóvenes. conviertan en esposos y padres, lo harán con
Porque no es cuestión de que sólo los padres una nueva perspectiva puesta a prueba pero en
expresen verbalmente de manera exhortativa, marcha cada vez más consciente130. Estamos
consejos y deseos de una nueva forma de trato ya al inicio de este cambio, experimentado al
entre los géneros y entre los hijos, al convertir- menos por un sector de familias que va hacién-
se en esposos y padres de su propia progenie, dose numeroso. Pero es el paso gradual de los
menos aún cuando en la propia familia de origen ciclos familiares y de las generaciones interme-
se ha vivido la situación no querida para ellos en dias el que puede lograr este cambio, mediante
sus nuevas familias. Se trataría de que los jóve- el cual se aprende a enfrentar, con conciencia
nes hayan aprendido la nueva conducta desde más lúcida, los nuevos papeles familiares. Mien-
la experiencia familiar mediante el ejemplo in- tras tanto, la situación crítica de las relaciones
ternalizado y una educación para la vida familiar familiares seguirá presentando problemas y
reafirmada por diversas instancias sociales de la rupturas dolorosas, acrecentadas, mientras no
propia sociedad civil, más que de las autoridades se asuman las nuevas pautas de valores adecua-
formales. De no ser así, la conducta no aprendi- dos a las nuevas situaciones.131
da resulta sólo una buena intención.
La lista de problemas vividos en esta transi-
En muchas investigaciones y análisis de his- ción, y analizados por muchos autores (según
torias de vida se constata que las nuevas gene- lo constata la amplia relación bibliográfica que
raciones intentan nuevas formas de vida, diver- presentamos en este prediagnóstico), atribui-
sas a las de sus padres, pero después del tiem- dos a un contingente de unidades familiares

129
Véase entre muchos casos los presentados en los estudios de Elu y Leñero (1992) o en los de Lloyd y Duffy, en Bruce, Lloyd y Leonard,
coord. 1998.
130
Véase en especial la tesis de Beck-Gernsheim, Elisabet (2003) en su estudio sobre La reinversión de la familia.
131
Véase el análisis de la introducción de los valores en la vida familiar, en Christensen (1964c), Hinojal. y Goode (1973).

142
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica

que va de una quinta parte del total, hasta casi


una mitad de ellas, e incluso más, en algunos
sectores de la sociedad. Enunciamos algunos
de estos problemas detectados y analizados en
muchas investigaciones concretas:

• Malos tratos con violencia intrafamiliar pre-


sentados en familia de origen y reproducidos
en la familia de procreación de los jóvenes
que se unen maritalmente o se casan.132

• Rupturas y pérdida de relación afectiva y de


unión familiar.133

• Separaciones y divorcio de parejas.134

• Conflictos paterno-filiales y distanciamientos


generacionales.135

• Pugnas y conflictos entre hermanos desde


niños y jóvenes pero con alejamientos ma-
yores de adultos.136

• Alejamiento y desinterés por mantener una


vinculación estrecha entre los hijos casados
o salidos del hogar paterno o materno, con
sus padres ya en la tercera y cuarta edad,
que quedan sin seguridad, sin jubilaciones
dignas, sin apoyo y sin cariño verdadero de
sus hijos.137

Un detalle de esta problemática sumada a


otras concomitantes será analizada en el tomo
segundo de este prediagnóstico, al tratar en sí
a la dinámica de las interrelaciones familiares,
tanto de la pareja marital, como de las vincula-
ciones entre padres e hijos y entre hermanos,
así como, la de éstos con la parentela y con
otros actores sociales.

132
Véase análisis de violencia familiar en: Corsi (1994).
133
Véase De Bie, Dobbelaere, Leplae y Piel (1968), Trimbos (1968), De Izaurieta (1990), Eguiluz (1997, 1998, 2000), Hill (1949), Macías
(2004a), Suárez y Andrade (1996b), Trujano (2001).
134
Véase Eguiluz (1997), Gómez Fonseca (2004), Guevara (1996), Ribeiro y Cepeda (1991), König (1981), López Estrada y Ribeiro (1994),
Ojeda (1994a), Ruiz Becerril (1999), Sánchez Esquivel (1999), Solis (1996).
135
Véase Brachet (1998), Bruce, Lloyd, Leonard (1998), De Keuzer (1998), Dulanto (1990a), Khon (1980), Lloyd y Duffy (1998b), Wolff
(1979).
136
Véase Laing: “La familia y la estructura individual” (1983), Lomas (1986b).
137
Véase Camdessus (1995), Ham (1993), Montes de Oca (2001), Leñero (1998b), Solis (2001).

143
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

6.6 A manera de síntesis Estamos ante un proceso plural que cier-


tamente no es lineal, sino más bien irregular.
tentativa: tres tendencias del Presenta fluctuaciones, flujos y reflujos pen-
cambio estructural de las familias dulares, altamente diversificados. Pero en esta
búsqueda se van destruyendo mitos ancestra-
Efectivamente, como resultante de todo este les y se genera una nueva prototipia familiar
trabajo investigativo llevado a cabo por miles de de múltiples alternativas. Los apuntaremos de
estudiosos en este campo, podemos decir que manera indicativa e hipotética, como produc-
la familia contemporánea presenta una proble- to de la revisión hecha en este prediagnóstico,
mática de variantes y de transformaciones su- también correspondiente a diversos enfoques
mamente complejas. teóricos apuntados anteriormente en el capí-
tulo primero de este estudio.
Es así como después de que la sociología de
la familia ha analizado a las familias en las di- a) De la formalidad institucionalizada y rígida, a
versas condiciones contextuales, en la variedad la legitimidad de una organización familiar infor-
de sus tipos de composición y organización, en mal: Como hemos constatado anteriormente, la
sus procesos de transformación y en su pro- familia ha tenido siempre una doble dimensión:
blemática tanto interna y microsocial como en su conformación institucionalizada y su dinámi-
sus relaciones intergrupales e institucionales; ca un tanto espontánea, derivada de los lazos
después de que se han estudiado las conflicti- afectivos entre sus miembros, a partir de los vín-
vas más sintomáticas; después de que se han culos, amorosos o no, de la pareja marital. Una
descubierto sus manifestaciones cohesionan- y otra dimensión se manifiestan en forma con-
tes; después de que se han analizado sus fun- trastante y frecuentemente de manera opues-
ciones reales y operantes y se han reconocido ta. Mediante la primera, se fija y se pretende
sus disfunciones; después de que se han visto estabilizar la organización familiar; y a través de
sus cambios críticos y sus resistencias de trans- la segunda, se da lugar a una tendencia abierta,
formación, aparece una resultante difícil de sin- de tipo psicocualitativo. La familia como grupo
tetizar. Sin embargo, de todo ello emerge un primario tiene que ver con los sentimientos y el
panorama que permite, en su visión conjunta amor, con la voluntad de sus miembros, y con la
y plural, apuntar hipotéticamente a un sentido dinámica personificante e íntima entre ellos, más
tendencial en el que las nuevas familias, en el que con las normas rígidas de un contrato for-
mundo entero, se transforman pero se siguen mal. En cambio, la familia como institución está
reproduciendo generación tras generación. en función de las regulaciones establecidas so-
cialmente y con las responsabilidades contraídas
Vamos aquí ,a modo de esbozo hipotético públicamente, más que con la conducta volitiva
derivado de nuestro estudio documental, mar- y sentimental de sus componentes.
car ciertas tendencias significativas ocurridas en
este fin de siglo; en particular, en nuestro país. He aquí los datos obtenidos en la investiga-
Para tratar someramente estas líneas proyecti- ción IMES de las familias en el D.F. realizada en
vas enfatizaremos, en especial, tres altamente 1994138, referente, en primer lugar, a la forma en
significativas, analizadas por diversos autores y que se constituye la unión marital de las parejas,
desarrolladas en nuestras investigaciones com- su cohabitación y consecuentemente, el com-
partidas con muchos especialistas. Ellas mues- promiso formal implicado en la relación marital,
tran, en buena parte, la proyección de lo que las asumida de manera pública e institucional (ma-
unidades familiares del futuro próximo parecen trimonio) o semiprivada (unión libre):
apuntar en su conformación estructural.

138
Leñero (1994), p. 118.

144
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica

Cuadro Nº 3-8 Formalización e informalización de las relaciones maritales

Familias con status informal en su unión marital: 28%

- En unión libre: 18%

- Separados: 5%

- Madres solteras: 5%

Familias con status semiinformal (no tradicional): 24%

- Casados sólo por lo civ. 18%

- Casados sólo por la Igl. 2%

- Divorciados legalmente 4%

Total de familias en situación no totalm/tradic.: 52%

Familias con pareja casada por ambas leyes 48%

El análisis de la cuestión nos lleva a afirmar parte de la población menor de 15 años que
(no solamente a partir de los datos anteriores, trabaja, también casi siempre de manera infor-
sino a la vista de muchas otras manifestaciones mal y en ocupaciones disfrazadas.
tratadas en diversas investigaciones) que la fa-
milia actual está siguiendo, en buena parte, un Y en este mismo sentido, hay signos de in-
tránsito de lo formal a lo informal. Esta tenden- formalización de las relaciones y de las confor-
cia coincide con la descubierta en la actividad maciones familiares, en muchos aspectos: en la
económica de nuestros países emergentes: la pérdida de la autoridad rígida del jefe, así como
llamada actividad informal y subterránea, que en la pérdida formal de la jefatura por parte del
representa, en una época de crisis, a un sector varón; en la participación de varios miembros
creciente del actual sistema económico. En los en el sistema de toma de decisiones (que podría
últimos años se ha calculado desde el 33% y el apuntar hacia un proceso de democratización fa-
40% hasta el 60% de la población económica- miliar, y en el ingreso económico percibido por
mente activa dedicada a actividades dentro de dos o más miembros del hogar,139 según Salles
la economía informal. y Tuirán (1996); en el cambio y descontrol de
las relaciones paterno-filiales; y sobretodo, en la
Se descubre que preferentemente la mujer liberación de una sexualidad, antes normada por
que trabaja se incorpora a la economía infor- tabúes y sanciones radicales, y hoy replanteada a
mal con una ocupación disfrazada (estimacio- partir de una revalorización del cuerpo y del ero-
nes que bien pueden llegar hasta el 60% del tismo como algo positivo.140 Con ello, se rompe
total de ellas, o más). Se registra ya una tercera la rigidez de la norma tradicional prohibitiva.

139
Salles y Tuirán (1996b).
140
Véanse los diversos autores de la publicación titulada Sexualidades en México, de Szasz y Lerner ,coords. (1998a).

145
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

También puede evidenciarse este informa- sociales respecto a los distintos miembros
lismo familístico en muchas de las manifestacio- de las familias. Estas vinculaciones suelen
nes registradas en nuestro estudio documental establecerse de manera individual, más que
y descritas en las páginas anteriores: la asigna- aparecer como relación propiamente familiar
ción de nuevos roles familiares, ahora cada vez o conyugal. Lo anterior las hace mayormen-
más intercambiables entre sus miembros; en la te informales o cambiables a voluntad. Es así
ruptura temprana de la dependencia, antes in- como cada persona tiende a mantener, cada
cuestionable, de los hijos, aún menores de edad vez más, sus propias vinculaciones sin involu-
frente a sus padres; y sobre todo, de los ado- crar necesariamente a los otros familiares.
lescentes ante los adultos en general; en la des-
acralización de la vida familiar, misma que hace • Finalmente, cabe mencionar la informalización
perder fuerza a las pautas morales tradicionales derivada de los problemas de inseguridad,
y a las éticas relacionadas con lo familiar; en la impunidad y corrupción, así como la pérdida
flexibilidad de la residencia familiar por parte de de confianza respecto a las autoridades insti-
sus distintos miembros en los procesos de mi- tucionales públicas e incluso religiosas, en su
gración interlocal, interregional e internacional implicación sobre la vida familiar.
(migrantes indocumentados); en la factibilidad
de la separación y del divorcio de los matrimo- b) Proceso de ruptura del integrismo unitario
nios mal avenidos; en el posible recurso a una de la estructura familiar, debido a la disocia-
nueva unión marital después de una anterior ción de las funciones familiares: Parecería que
fracasada, y en lo que ahora llamamos recons- la conjunción de todos los elementos confor-
trucción subsecuente de la familia; en la sustitu- mantes de la familia, correlacionados en forma
ción de las relaciones entre los parientes, por las unitaria entre sí, ya no funcionan de manera
de tipo amigable e incluso vecinal, de carácter compacta y convergente en las familias actua-
volitivo y selectivo; pero también en las formas les, sino que éstas presentan alternativas diver-
de relación institucional entre las familias y las sas de conjunción relativa y cambiante.
organizaciones no gubernamentales.
En el tradicional modelo integrista, propio
Esta tendencia informal de la vida familiar se de una doctrina familística católica y funda-
vincula, a su vez, con: mentalista, la unidad familiar ha sido conce-
bida como una pieza perfectamente armada
• La formación de una sociedad civil constitui- mediante todas sus funciones integradas unas
da, en buena parte, por grupos y organiza- a las otras. De esta manera, se esperaba ideal-
ciones un tanto informales, voluntarias. mente que siempre se reprodujera un conjun-
to unitario de elementos y funciones, que se
• La ambivalente dependencia corporativa de mantuviesen así mismos a través del encade-
las familias controladas por líderes, a cam- namiento de todas las manifestaciones familia-
bio de “cierta” protección y canalización res, trabadas entre sí.
de las demandas familiares. Esta relación
funciona de manera ambivalente y opera Por ello, la paternidad y la maternidad apa-
siempre mediante conductas fluctuantes recían, dentro del paradigma tradicional, con un
un tanto informales. sentido correlativo entre ambas (formalmente
establecido y virtualmente esperado como pro-
• Lo mismo sucede con la relación paternalis- yecto de construcción familiar). Igualmente, el
ta, también ambivalente, entre los repre- matrimonio monogámico e indisoluble (según el
sentantes de las iglesias, los patrones en las código familiar legítimo) venía significando que
industrias medias y pequeñas, y las diversas las relaciones sexuales debían de estar funda-
autoridades civiles, con las familias de sus mentalmente en función directa -y obligada- del
subalternos o “protegidos”. objetivo reproductor de la familia; éste, a su vez,
implicaba automáticamente el proceso conjunto
• Aparece también la informalización de las de crianza y formación básica de los hijos, que
relaciones entre las diversas organizaciones debía ser practicado de manera unitaria –y su-

146
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica

puestamente homogéneo-, y estar fundamenta- que por un desarrollo de la conciencia personal,


do en una socialización comunitaria de la prole. y por una dinámica de la afectividad, que ahora
Esta socialización se encontraba condicionada fundamenta la conformación de la familia actual.
por las mismas redes de relación familiar, común
a todos los miembros del grupo familiar: los la- La dinámica de la familia, en el avance de
zos del jefe y de su cónyuge debían coincidir bá- nuestro siglo, ha permitido ir reconociendo no
sicamente, y de éstos se derivaban las relaciones sólo el incumplimiento frecuente de los impe-
sociales de todos los miembros. rativos integristas, sino además, el mismo pro-
ceso de legitimación de dicha informalización,
Según el ideal del modelo integrista, las ocurrido en las manifestaciones familiares. Esto
amistades particulares y exclusivas del jefe de plantea la interrogante de saber cómo pueden
familia o de otro de sus componentes, así como operar mejor las familias, en una variedad de si-
cualquier rompimiento con ellas, involucraba a tuaciones, sin suponer que sólo existe un único
todos los demás componentes de la familia. En modelo ideal que deba representarse pública-
la unidad integrista familiar la naturaleza de las mente aunque no sea verdadero en la práctica
relaciones debía ser de tipo sincrético (unas interna de la familia.
confundidas con las otras) porque el status
del jefe imponía automática y casi fatalmente De hecho, hay una clara tendencia hacia la
el nivel de todos los miembros de la familia en disociación de los elementos y funciones impli-
la sociedad. La familia se concebía como una cadas, que puede verse como un proceso de
unidad de vivienda, unidad de suerte común pluralización de las posibles combinaciones. Este
compartida, unidad de autoridad, unidad de proceso se presenta, ante la problemática ingen-
economía común, unidad de creencias religio- te de las familias actuales, con la conciencia de
sas e ideológicas y hasta unidad de un cierto que conviene romper esta rigidez familística.
tipo de actividad profesional similar, aunque no
fuese exactamente la misma. Se han analizado en diversos estudios algunos
de los rasgos de la crisis del modelo nuclear con-
Más aún, la esposa debía ser, en el ideal in- yugal,141 de la caducidad del modelo de familia
tegrado, al mismo tiempo, la madre de los hijos extensa, así como de las formas ambivalentes y
comunes, la compañera, la confidente y conse- difíciles del modelo de familia compuesta y semi-
jera, pero también la amante y la pareja sexual. nuclear (Leñero 1983, 1994). Todo ello se vincu-
Por obligación, aunque no surgiera del propio la con una serie de disociaciones de las funciones
parecer y voluntad. Cualquier alteración de familiares que vienen ya funcionando desde hace
estas pautas, aunque siempre fuera frecuente- muchas décadas atrás, pero que ahora se acen-
quedaba catalogada como un tanto “anormal” túan y dan lugar a una alarma ante lo que se con-
y proclive a una desviación moral. sidera la crisis actual de la familia, todavía conce-
bida en términos un tanto fundamentalistas.
Pero el hecho es que este ideal formalizado
a través de una institucionalización, tanto jurí- He aquí algunos de los factores que han ve-
dica como moral y religiosa, (sacralizada en sus nido produciendo las disociaciones aparecidas:
atributos ideales) ya no operase, ni funcional ni
automáticamente, aunque se mantuviese en apa- • Los anticonceptivos, universalmente legiti-
riencia las normas institucionales de la familia tra- mados, vienen a separar la relación sexual,
dicional y cuasimoderna, el proceso de seculari- de la procreación.
zación ha venido relativizando la unidimensiona-
lidad de una sola legitimidad, una sola paternidad • El recurso al divorcio regulado, también legiti-
(biológica y social al mismo tiempo), pretendida- mado en todo el mundo, incluso en los países
mente resguardada por una moral juricista, más más católicos, y la separación conyugal de fac-

141
Véase a Turowski (1977), a Lomas, Laing et al (1986a), entre otros.

147
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

to, llegan a disociar el concepto de matrimo- lución? ¿Cuál es el nuevo modelo alternativo
nio monogámico e indisoluble, de la unidad de más generalizable para nuestra población, en
vivienda, del patrimonio familiar unitario y, so- sustitución al nuclear-conyugal actualmente en
bre todo, de la procreación única en común, crisis en el mundo más desarrollado?.
para dar lugar a la diferenciación entre la pa-
ternidad biológica y la paternidad adoptiva142. Necesariamente tenemos que tomar en
cuenta la inercia histórica a través de la cual apa-
• La misma escolarización de los hijos da lu- recen las principales pautas de comportamiento
gar a una diferenciación de la socialización familiar que se han mantenido durante siglos.
común, de ellos entre sí y de ellos con sus No se puede echar por la borda todo lo que ha
propios padres, pues introduce una pers- sido la cultura tradicional de nuestro país, por el
pectiva de desarrollo individual que suele hecho de ser simplemente “venida del pasado”.
separar, junto con las demás redes de re- Incluso, muchas de esas pautas obedecen a fun-
lación personal, los intereses de los miem- damentaciones un tanto esenciales del fenóme-
bros del grupo familiar. no familiar en sí, difícilmente eliminables en todo
tiempo y espacio. Tal es caso del vínculo imbo-
• A su vez, el proceso de la democratización de rrable entre padres e hijos (biológico y social), e
todas las organizaciones de la sociedad civil incluso, el sentido extraindividual de naturaleza
y política, llegan a las familias rompiendo el profundamente social, de la alianza matrimonial,
autocratismo masculino, patriarcal o paterna- más allá de una interpretación puramente sen-
lista, y con ello se genera una nueva dinámi- timental. Pero a cambio de ello se espera una
ca de disociación de la dependencia familiar, fundamentación de la familia basada en el es-
convirtiéndola en interdependencia plural.143 píritu amoroso que se construye íntimamente,
con cierto desdén de los demás. Sin embargo,
Y así podríamos ir anotando, en esta revisión el lazo afectivo requiere también de un compro-
de las manifestaciones de disociación y de libe- miso que debe de construirse y renovarse, con
ralización de las conductas del grupo familiar, autenticidad, en la dinámica de la cotidianidad y
muchos otros factores implicados en el proceso en la variación de los ciclos vitales.
de transformación y de construcción de una na-
ciente sociedad civil, plural y autogestiva en sus No obstante, es preciso reconocer que las
múltiples instancias. Todos ellos están obligando nuevas condiciones de la vida moderna, en un
a la familia a replantear buena parte de sus bases mundo cada vez más despersonalizado y masi-
de funcionamiento, para de ahí reconstruir su ficado, obligan a adoptar estrategias persona-
propia imagen institucional, abierta. Con todo y les, todavía no bien conocidas que pueden re-
sus riesgos. Con todo y sus necesarios fracasos e sultar altamente riesgosas para la continuidad
intentos no logrados. Porque así es la evolución: de las nuevas familias de formación, un tanto
marcha buscando su propia curva oscilante. atomizadas en la individualidad de sus núcleos.
Esto significa búsqueda de modalidades y de
c) Tendencia hacia una construcción familiar variantes un tanto personalizadas para cada
hecha por las propias familias (más allá de los pareja marital, fundadora de familia. Es por
modelos institucionalizados prefijados y la bús- ello que la familia del nuevo siglo-milenio, no
queda de posibles neomodalidades de organi- puede mantenerse estática, ni obedecer a una
zación y composición interna y externa. fórmula prefabricada cuyo troquel asegurase,
para siempre, una sola y misma figura. La fa-
En la panorámica que hemos presentado milia tiene que ser, en cambio, un producto
aquí, la interrogante resulta obligada: ¿Hacia inacabado de la hechura artesanal humana,
dónde van las familias mexicanas en su evo- para hacerla viable y trascendente en cada si-

142
Véase ensayo de Dumon, Documento técnico elaborado para el Año Internacional de la Familia, (ONU, 1994) y a Del Campo (1991).
143
Véase Leñero (2000), pp. 315-344; Salles y Tuirán (1996b), pp.47-55.

148
Problemática sentida derivada de la conformación familiar en su dinámica

tuación en la que tiene que encarnarse la re- Por lo pronto, podemos apuntar una forma
producción de las nuevas generaciones como familiar derivada del modelo de familia nuclear
renovación permanente de la sociedad civil. conyugal, pero en la que se reconozca el valor
adscriptivo de la relación consanguínea, no sólo
El ensayo y la innovación, sin embargo, re- para recurrir a un reducto de resguardo, protec-
sultan altamente inestables en una situación de ción y defensa frente al mundo impersonalizado,
crisis y de cambios globales. Ante este ries- sino más bien como búsqueda de recuperación
go las presentes y próximas generaciones de del sentido del propio desarrollo grupal y del re-
nuevas familias tienen que adoptar una doble conocimiento al ciclo pujante de la vida manifes-
dimensión previsora: por un lado, no descono- tado en el proceso intergeneracional. Las nuevas
cer el sentido intrínseco de la familia, siempre alternativas de conformación familiar están re-
imprescindible en la vida humana y en la con- conociendo la necesidad de vincular, al menos,
formación de la misma sociedad civil en pro- los aportes de las tres generaciones presentes.
ceso de construcción autogestiva. Pero por Estas se retroalimentan entre sí, con el sentido
otra parte, es necesario adoptar una actitud vital propio de cada edad, en sus problemas en-
de memoria colectiva respecto a las modali- frentados, en sus logros, y en sus búsquedas.
dades que van adquiriendo, de hecho, ciertas
conformaciones que responden a las nuevas Esto no parece significar que tengamos
condiciones y necesidades; sobre todo en el que volver a resaltar el valor del modelo de
caso de las familias pobres: de hecho, la ma- la familia extensa, que nunca pudo ser adop-
yoría. Aún cuando las variantes aparecidas no tado por todas las familias, ni mucho menos
sean todavía admitidas por una formalidad mo- que nos quedemos en el de la familia nuclear-
ral e institucional en el contexto del régimen conyugal encerrada sobre sí misma. Posible-
normativo anterior, la realidad genera una re- mente, a lo que nos estamos acercando, es
novada búsqueda en la que se intenta rehacer a un concepto de “interfamilia” en el que se
el sentido esencial de lo familiar, en su nueva reproducen relaciones entre grupos domés-
circunstancialidad plural. Y de ahí, la sabiduría ticos de todos los tipos imaginables, pero so-
popular deberá retener y desechar pautas en- bre la base de un reconocimiento al derecho
sayadas eficaces o ineficaces desde el punto de de privaticidad socializado mediante redes de
vista de la felicidad y la convivencia humana. tipo paracomunitario-vecinal, paracomuni-
tario-amigable, paracomunitario-parentelar,
No se trata, por lo tanto, de reelaborar o incluso una modalidad interindividual con
otro modelo rígido de conformación homo- arreglos tentativos de convivencia, tempora-
génea para una nueva forma de asumir la vida les o permanentes, durante los diversos ciclos
familiar. Resultaría una tarea, por demás, poco vitales de las personas.
confiable. La propia dinámica de la realidad
está en vías de reinventar, en la praxis conti- Incluso aparecen cada día nuevas formas mix-
nua del cambio entre las generaciones, nuevas tas en la que las familias forman parte viva y res-
alternativas para las nuevas familias del futuro ponsable de la organización misma de una par-
inmediato. Debemos estar atentos a esos sig- cela social local (e intralocal) de la sociedad civil
nos y a esas experiencias que nos permitirán autogestiva. Esto lleva necesariamente a tipos
renovaciones significativas. No estigmatice- plurales de fórmulas de convivialidad familiar,
mos ni condenemos aquellas búsquedas que con vinculaciones intrapersonales cruzadas y
nos pueden parecer, desde una óptica conser- con arreglos paracomunitarios de diversa clase.
vadora, heterodoxas y hasta inmorales. En lu-
gar de ello, tenemos que abocarnos a la inves- Podríamos pensar que en la nueva dimensión
tigación de esa realidad cambiante y crítica, en posmoderna del siglo XXI aparecerán poco a
proceso de transformación no convencional. poco familias que no quedan como grupúsculos
Y en ello, la investigación de las ciencias socia- atomizados frente a un agregado poblacional
les tienen un papel significativo como instru- informe urbano, metropolitano y megalopoli-
mento de indagación, registro y divulgación tano, manipulado por los grandes poderes ins-
de este nuevo ser y vivir. titucionales (empresariales, estatales o de otra

149
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

índole), o por los rectores y beneficiarios de


la sociedad planetaria globalizada, sino que se
transforman en grupos domésticos basados
en el respeto a sus derechos humanos, para
vitalizarse, desde adentro (en la doble pers-
pectiva dual de género y de generaciones su-
cesivas), pero con el reconocimiento y apoyo
externo, a partir de los elementos esenciales
de lo familiar: sangre común, vínculo amoroso
real, unión marital libremente adoptada, pa-
ternidad desdoblada en lo biológico, y en lo
adoptivo-social, vivienda e intimidad propia
pero compartida en una comunidad abierta.
Todo ello, a diversas escalas y de manera va-
riable. Estas nuevas familias, en su génesis al
final de siglo, deberán cumplir la misión de
dimensionar la expresión afectiva del ser hu-
mano, dándole identidad y compromiso, pero
también libertad para ser, con los demás, par-
te vital y activa de la propia comunidad local.

La investigación de las familias tiene, en esta


perspectiva, un papel relevante: seguir de cer-
ca el proceso actual y reinterpretar, una y otra
vez, el sentido de la realidad y de su búsqueda
de ensayo y mejoramiento. Ser de este mundo
y estar en él para aportar a las siguientes gene-
raciones una contribución significativa: enten-
der el sentido que está siempre en el fondo de
toda aspiración humana.

150
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

CAPÍTULO 7
Tesis Hipotéticas sobre Políticas e Intervenciones
en vistas a la promoción de las Familias

7.1 Concepciones sobre lo que funciones y reproducción de las unidades fami-


liares, en sus diversas realidades tipológicas; y
son las políticas familiares las indirectamente afectables a las familias, pro-
pias de las distintas políticas globales, sectoria-
El panorama esbozado nos lleva al plantea- les y específicas, sin una finalidad expresa para
miento a una serie de hipótesis propuestas la vida familiar, pero que, de hecho, la involu-
por varios estudios que necesitamos reconsi- cran de una u otra manera.
derar seriamente como resultado de consta-
taciones repetidas.144 Estas directivas y acciones implican a una plu-
ralidad de actores, de ámbitos de aplicación, de
Primeramente se preguntan muchos de los orientaciones ideológicas, de enfoques estratégi-
autores revisados qué podemos entender por cos y de atención a diversas necesidades, situa-
una política familiar145. En términos generales ciones y demandas.
podemos decir que se trata de un conjunto de
disposiciones normativas y ejecutivas para el Consecuentemente, se tiene que tomar en
encauzamiento de acciones en relación a los cuenta las posibilidades reales de acción y la
problemas de las familias. En particular se pue- oportunidad de la misma; pero sobre todo, los
de hacer referencia a las medidas gubernamen- recursos materiales y humanos de las propias
tales dirigidas directa o indirectamente hacia el familias, y de las instituciones involucradas, sus
mejoramiento de las condiciones familiares. No carismas y capacidades de acción. A su vez, es
obstante, habría que tomar en cuenta como preciso identificar políticas y programas exis-
acciones de política familiar a las acciones co- tentes que están afectando, en un sentido o en
lectivas realizadas por la propia sociedad civil otro, a las condiciones y a las manifestaciones
a través de sus distintas organizaciones, pro- críticas de las familias. Por eso mismo, se hace
fesionales o del voluntariado, incluyendo a las preciso revisar las diversas políticas operantes,
mismas organizaciones interfamiliares, como antes de iniciar nuevos programas y acciones
parte de un interés colectivo de conjunto, para sin tomar en cuenta las afectaciones anteriores
realizar intervenciones sociofamiliares dirigidas y los factores concurrentes, pues habrá que
a la solución de problemas familiares. 146 ajustar muchas disposiciones de política que
resultan contraproducentes al mejoramiento
De cualquier manera, se pueden tratar de de las familias. Pero en una sociedad y en un
dos clases de políticas familiares: las directa- estado democrático todo el diseño de políticas
mente orientadas a la vida familiar en sí, diri- y programas tendría que hacerse del conoci-
gidas a la formación, composición, estructura, miento de las familias involucradas, y contar

144
Retomamos aquí el contenido básico del estudio denominado “Hacia una política familiar” (Leñero, 2002).
145
Véase entre otros a: Dumon y Aldous (1980), Fuentes (1996a), Incháustegui (1996), Leñero (1994b), M.Paz López (1996), Ribeiro
(2000).
146
La Oficina de las Naciones Unidas del Centro de Desarrollo Social y Asuntos Humanitarios (1987) identifica el problema de los Gobiernos, y
de sus agencias cuando determinan las políticas familiares sin tomar en cuenta a las organizaciones no gubernamentales, más vinculadas directa-
mente con los intereses de las familias y sus comunidades. Esto ha favorecido una estrategia de participación de estos organismos en los mismos
órganos que elaboran las políticas públicas sobre la cuestión familiar y llevan a cabo programas al respecto. pp 27-29.

151
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

con su anuencia resulta importante. ¿Cómo mismo de su función social, para convertirlo en
lograrlo si no existe una adecuada represen- el mantenimiento de su propia estructura y de
tación de los diversos conjuntos de familias las plazas de trabajo que implica la existencia del
afectadas en sus distintos niveles?. He ahí una organismo, más que el beneficio de las familias,
cuestión no suficientemente planteada cuan- para el que fue creado.
do se elaboran las políticas y los programas,
y después cuando los programas en marcha Por eso los programas sociales necesaria-
requieren ser evaluados para conocer sus mente deben estar basados, por un lado, en
efectos reales sobre las familias, y no sólo las diagnósticos --en este caso de la realidad fami-
buenas intenciones no siempre logradas. liar, en sus variantes tipológicas--, practicados
por múltiples analistas sobre la problemática que
En la evaluación deben intervenir tanto las enfrenta la crisis familiar a la que hay que enfo-
familias protagonistas involucradas, como los car y priorizar para proveerla, atenderla y resol-
agentes interventores en la acción preventiva o verla147. Pero siempre estos diagnósticos tienen
en la intervención correctiva. Entre estos agen- que partir de una directa pulsación de la realidad
tes están comprendidos, de manera especial, empírica de las familias, en sus diversos ámbitos
las diversas agencias públicas y privadas, y todo y momentos, y no ser planteados de manera
el personal profesional: incluido el médico y el teórica supuestamente conocedora de lo que
paramédico, el psicólogo y el psicoterapeuta, está sucediendo sin un acercamiento directo a
el educador y el trabajador social, el abogado, las familias en proceso de cambio continuo.
el sacerdote y el moralista, y otros que vienen
trabajando especializadamente en el campo de
lo familiar. Los organismos que intervienen ge-
neralmente son los que se consideran dentro
del “sector social”, pero también es importante
considerar la intervención de las entidades aca-
démicas y de investigación que trabajan en el
área de la vida familiar, la salud física y mental,
el género, la niñez, la adolescencia, la tercera
edad, la vivienda, las relaciones comunitarias,
los derechos humanos y otros más (como el
del trabajo, la religión, la conducta sexual) vin-
culados con la realidad familiar.

Los programas públicos implican siempre una


infraestructura institucional, un sistema norma-
tivo y un personal altamente jerarquizado, ad-
ministrativo y técnico, que permita establecer
extensivamente la operación (centralizado o
descentralizado) en todo el país, pero debe con-
tar con un programa interno de capacitación y
educación continua para su personal especializa-
do en la prestación de servicios, intervenciones
y promoción familiar y comunitario. No obstan-
te, muchas veces el aparato burocrático monta-
do para dar servicio a las familias, se convierte
en una pesada maquinaria que desvía el sentido

147
Véanse como estudios de diagnóstico elaborado por expertos, en vistas a una política familiar: el de Naciones Unidas con motivo del Año
Internacional de la Familia (1995), el de la CEPAL en América Latina (1993) y el interinstitucional realizado por el DIF Nacional, UNICEF, CE-
MEFI y el IMES, para México (Leñero, 1994).

152
Tesis Hipotéticas sobre Políticas e Intervenciones
en vistas a la Promoción de las Familias

7.2 Cambios socioculturales Por ello, las políticas y los programas fami-
liares requieren comprender la sensibilidad de
e involucración de diversas las nuevas generaciones juveniles que buscan
entidades y actores en las nuevos caminos. Estas mutaciones sociocultu-
políticas familiares por rales requieren una nueva perspectiva valoral
que permita entenderlas y asumirlas de manera
construir inteligente y positiva. Para ello, es preciso que
las mismas políticas públicas den cabida, en su
La mutación cultural implica una ruptura de formulación y concurso, a todos los agentes
los horizontes tradicionales, pero sobre todo, profesionales y científicos que estudian la cues-
una propuesta acorde a las necesidades ge- tión, más allá de posturas ideológicas y funda-
neradas en la misma modernidad. Muchos de mentalistas fincadas en concepciones rígidas.
los mitos ancestrales de la vida familiar están
siendo destruidos148, pero no resulta claro el La política pública familiar debe implicar en
sentido de las nuevas valoraciones y pautas su cuerpo toda una amplia visión, abierta a las
que hay que impulsar. Frecuentemente lo corrientes más actualizadas en la búsqueda de
que sucede es que se adoptan nuevas prácti- nuevas salidas, pero sin desconocer las que for-
cas pero no están suficientemente legitimadas man parte de nuestro patrimonio sociocultural
con las nuevas escalas de valores. Entonces y religioso149, para desde ahí buscar el sentido
lo que se presenta es una ambivalencia alta- de las nuevas inquietudes.
mente contradictoria e incongruente que los
agentes de un programa público (y los de las Por eso, la política familiar tiene que re-
organizaciones filantrópicas de tipo paterna- conocer la participación de diversos actores
lista) pocas veces saben impulsar y convencer y organismos interesados por el desarrollo de la
a la gente desde una perspectiva de desarro- vida familiar, en la que queda incluido un contin-
llo cultural. Ésta debe dar un sentido trascen- gente de instituciones no gubernamentales que
dente a las conductas familiares propuestas. están involucradas en la conducción y orienta-
Sin esta fundamentación las acciones se que- ción ante la problemática familiar. Hay que to-
dan a un nivel de actividades puramente for- mar en cuenta, además, a las unidades educati-
males o puramente rituales, como sucede en vas (escuelas, libros de texto, programas escola-
gran medida con las prácticas sacramentales y res, acciones de educación informal, medios de
ceremoniales religiosos. Más aún si se trata de comunicación)150; así como a las organizaciones
familias jóvenes que se enfrentan a problemas de servicios a la salud familiar, -comprendida la
derivados de la ruptura de una inercia cultural atención terapéutica y de salud mental151, así
para ensayar conductas no aprendidas en su como las de carácter asistencial y filantrópi-
familia de origen, incluso de carácter posmo- cas152; pero también las de regulación jurídico-
dernista, cuando todavía no se superan mu- familiar153. Todas participan en el conjunto de
chas actitudes tradicionales. la acción sociofamiliar. En todas ellas se requiere

148
Véase a Tuirán (1995), pp. 30-31.
149
Por su parte, la Iglesia católica ha sido una de las organizaciones más interesada en la vida familiar, desde su propia perspectiva pastoral, tanto
al nivel mundial como al nacional y local. Pueden mencionarse entre muchos de sus documentos a la exhortación apostólica “Familiaris Con-
sortio” de Juan Pablo II, y al Directorio Nacional de Pastoral Familiar elaborado como manual por parte de la Comisión Episcopal para la Familia,
de la Conferencia del Episcopado Mexicano-CEM (1991). En un país como México, no puede hacerse una política familiar sin tomar en cuenta
las opciones pastorales que realiza la Iglesia en este campo, independientemente que se esté de acuerdo o no con sus orientaciones.
150
En el campo educativo hacemos referencia a múltiples estudios de tipo pedagógico e investigativo en las ciencias de la educación. relacionados
con la vida familiar Véase a Fermoso (1994) en: “La socialización: familia y escuela, agentes socializadores”, pp. 188-206; y “Profesionalización,
animación sociocultural y educación de adultos”, pp.338-384.
151
En referencia a la salud mental y vida familiar, véase a De la Fuente, Medina-Mora y Caraveo (1997) pp.148-158; respecto a la psicoterapia
familiar, mencionamos a Ackerman (1988), a Satir (1984), Chagoya (2004), E. Gómez Fonseca (1990), Espejel (1994), Eustace, coord. et al
(2001), Laing (1988), Lomas et al (1985a), Macías (2001, 2004b), entre muchos otros. En México, la Revista de la Asociación Mexicana de
Terapia Familiar: Psicoterapia y Familia (1988-2004) es un buen espacio de reflexión y análisis de los terapeutas de la familia.
152
Véase la obra La asistencia social en México de Fuentes (1998): escrita desde la experiencia de dirección del DIF que en su misión institucional
integra las dimensiones de la política familiar junto con las políticas asistenciales en México, pp.458-463 y 807-816.
153
Para un detallado análisis crítico del derecho familiar en México, consúltese la obra de Chávez Asencio (1985, 1987, 1990a, 1990b, 1994), así
como diversos estudiosos del mismo vinculados al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM (1986): Galindo Garfias, González, R.,
López Monroy , R.M. Alvarez , Brena y otros; Pujol (1996), Soto y López (2000), Magayón y Leñero en Valdés (2005) .

153
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

una permanente formación de profesionales, pa-


raprofesionales y del voluntariado diverso.

Sin embargo, conviene recalcar que en el con-


junto de estas actividades institucionales, deben
estar presentes programas sustantivos desarro-
llados por organizaciones de familias asociadas
que trabajan en su propio interés y beneficio.

154
Tesis Hipotéticas sobre Políticas e Intervenciones
en vistas a la Promoción de las Familias

7.3 Implicaciones de la teoría de • Pero a su vez, la construcción de la políti-


ca familiar tiene que decodificar las políticas
la constructividad en las políticas sectoriales, para revisar críticamente la im-
e intervenciones familiares plicación implícita de dichas políticas sobre
la construcción de las familias y de sus redes
Así como se ha planteado la tesis de la cons- informales y formales, interfamiliares y co-
trucción de las nuevas familias, así también te- munitarias. Debe ir más allá de la unidimen-
nemos que hablar de la reconstrucción de una sionalidad de las políticas públicas sectoria-
política familiar, para que pueda corresponder les154. Más allá de las prioridades macros-
a dicho proceso. cópicas de una política nacional, pensada
con indicadores abstraídos de las medidas
• Tiene que ser, de alguna manera, explícita, estadísticas de tendencia central. Se trata
consciente de que se debe armar de forma de desvelar cuáles son los impactos de las
diferente. Más allá de una formalidad rígida, políticas sectoriales aparentemente desvin-
burocrática, venida de arriba o de una racio- culadas del interés familiar en sí, pero que
nalidad especulativa e idealística. no por ello dejan de tener consecuencias
en el desarrollo de la vida familiar, desde su
• Tiene que partir, antes que nada, del sentir conformación hasta su reproducción y deri-
de las propias familias que se construyen en vación hacia las nuevas unidades familiares
sus ciclos vitales. Por lo tanto, que responda de distinta composición.
a los grandes períodos de realización fami-
liar. A partir de ellas mismas, no de las direc- • De esta detección se debe pasar a la recons-
tivas macroscópicas. trucción de la política familiar, como ajuste
derivado de las reacciones que las familias
• Tienen que descubrirse de manera induc- generan frente a las medidas tomadas, de he-
tiva, más que deductiva; con sentido te- cho, por las políticas llevadas a cabo. La re-
leológico, más que de manera silogística y formulación de las políticas familiares implican
predeterminada; es decir, entendiendo el replanteamientos de programas asistenciales
sentido y significación de la vida familiar, concebidos solamente como prestación de
como parte vital de la vida humana y co- servicios, recibidos pasivamente por las fami-
lectiva que va renovándose en cada época. lias como paliativos intrascendentes. Ir más
No se trata de una intelección racionalista allá del interés por cuidar la imagen de los di-
y tecnocrática que establece el deber ser rectivos políticos, sociales y académicos, para
de una política diagnosticada desde afuera, replantearse como políticas reconstruidas a
sino de una basada en la comprensión de partir del interés de las familias en medio de
los recursos utilizables, no en los pensados su problemática compartida.
idealmente, proveniente desde el interior
de las familias de carne y hueso (en su di- • La política familiar debe, por lo tanto, incluir
námica familiar), para alcanzar las propias como parte esencial de su propio sentido
realizaciones imaginadas por los actores constructivo, lo que podemos llamar “pro-
sociales a partir de su propia realidad en moción familiar e interfamiliar”.Esta no debe
su aquí y ahora. de entenderse como una forma de indicar
o conducir a las familias a ciertas formas de
• Tiene, por lo tanto, que ser una política que acción o de utilización de servicios. Se tra-
se construye en colaboración con las mis- ta más bien de despertar el propio sentido
mas familias, y con la presencia de las orga- creativo y compartido de construcción fami-
nizaciones interfamiliares y para-familiares liar desde las mismas unidades familiares e
de la sociedad civil. interfamiliares, dentro de su propia autoges-

154
Véase la tesis propuesta por Salles y Tuirán (1996), pp. 47-55, que concluye diciendo: “Las políticas públicas...deben contribuir a crear las
condiciones propicias para que las familias puedan potenciar y articular sus recursos materiales, humanos y culturales”

155
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

tión. La promoción descubre capacidades,


despierta motivaciones de acción colectiva,
apoya iniciativas, pero no establece formas
de trabajo prefijadas.

Promover no es conducir, ni siquiera pro-


teger paternalistamente; tampoco es impartir
educación desde el que sabe frente al que su-
puestamente no sabe nada. Por lo contrario, es
aprender de la experiencia de la gente, las es-
trategias de una acción colectiva, pero desde el
propio interés familiar e interfamiliar. Por ello,
la formulación de una política familiar debe fa-
vorecer la gestación de un movimiento social
interfamilístico y plural, de amplio espectro,
que se mueva con dinámicas propias.

Finalmente, construir una política familiar,


en el seno de los organismos públicos, impli-
ca gestar una coordinación en materia familiar
que se haga presente en las políticas y pro-
gramas sectoriales que buscan obtener fines
específicos, incluso de bienestar social de la
población, pero frecuentemente (por no decir
siempre), no toman en cuenta la participación
activa de las familias mismas, ni menos aún,
su sensibilidad y su reacción interna. Políticas
que vayan más allá de lo que ahora se identifica
como “opinión pública”. Por no contar con las
familias en cualquier acción programática, se
producen generalmente disfuncionalidades en
las políticas sociales o socioeconómicas, pues
“la población” no puede ser concebida como
el agregado numérico de los individuos, sino la
resultante “orgánica” (y cambiante) de los su-
jetos grupales, comenzando siempre por sus
familias, interconectadas entre sí.

156
Tesis Hipotéticas sobre Políticas e Intervenciones
en vistas a la Promoción de las Familias

7.4 Importancia de la
investigación aplicada a los
procesos de construcción
y reconstrucción familiar
para abrir la perspectiva
comprensiva sobre una
realidad compleja en vistas
a la política familiar y a su
acción interventora
Por lo dicho anteriormente, para construir la
política familiar se necesitan diagnósticos espe-
cíficos que no sólo describan hechos manifies-
tos y aparentes de la realidad familiar (sociogra-
fía, demografía, etnografía, psicografía...), sino
análisis descriptivos y comprensivos; aplicados
a problemáticas específicas y a propuestas de
acciones promocionales a partir de potenciali-
dades hasta ahora latentes. Se trata, igualmen-
te, de ir más allá del mismo interés ideológico
o proselitista para convertirse en instrumento
de reconstrucción autogestiva.

Se necesita investigar para comprender y


entender el sentido de los hechos y de las ac-
titudes familiares que responden a la lógica de
los mismos protagonistas. Se necesita recono-
cer la variedad pluralizada de las situaciones y
de los procesos de construcción familiar. No
presuponer que existe ya, desde siempre, un
modelo “natural” único y rígido de familia. Se
necesita distinguir los distintos tipos y circuns-
tancias familiares, para no simplificar y volver
a caer en estereotipos simplistas. Se necesita,
por lo tanto, una investigación como parte viva
de una acción aplicada, abierta a la participa-
ción de los propios interesados para que sean
ellos mismos los que reciban los resultados de
su propio estudio participativo.

157
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

7.5 La visión constructivista interfamiliarmente, de una nueva orientación


educativa descubierta en la práctica atenta,
aplicada a las acciones más que en los libros, difícilmente leídos, aun-
interventoras de carácter que ricamente profusos en exaltaciones retóri-
promocional, educativa, cas sobre la idealidad de la familia.
psicoterapéutica y Tenemos que aprender a comprender, no a
organizacional en el seno de la dictaminar desde nuestro saber. Que no ejer-
sociedad civil zamos un oficio y profesión clientelarmente,
para lucrar con la profesión, o para conservar
La visión constructivista debe llegar a la acción la plaza de trabajo burocrático, sino para saber
de los agentes profesionales que trabajan en sensibilizarnos al sentido, afectividad y voluntad
las intervenciones sociofamiliares en el campo de las personas, en su vida familiar cambiante.
mismo de la realidad, como lo apuntamos ante-
riormente: Trabajadores sociales, educadores, Planteamos dos interrogantes claves de en-
personal médico y paramédico, terapeutas fami- foque constructivo sobre la acción aplicada a
liares, promotores sociales y socioculturales, ar- los programas:
tistas y otros profesionales: arquitectos, urbanis-
tas e ingenieros que trabajan en la construcción • ¿Cómo montar programas de promoción fa-
de viviendas y espacios vecinales interfamiliares, miliar que no inviertan el sentido construc-
comunicadores sociales, periodistas, abogados tivo de las propias familias?
especializados en el derecho familiar, etc.
• ¿Cómo adecuarse a ellas, y no tratar que ellas
La perspectiva constructivista les pide a to- se adecuen a los programas?
dos ellos que su acción no sea a partir de sus
paradigmas elaborados y prefabricados, sino
que aprendan a construir su diagnóstico opera-
tivo en el proceso de acompañamiento de las
familias. Que su capacidad de asombro supere
a su capacidad de conocimiento aprendido de
antemano. Que su metodología de intervención
no esté basada en un saber técnico aprendido
desde fuera de la realidad, sino que sepa descu-
brir las virtudes de la gente y de sus estrategias
vitales, delante de todos sus problemas. Descu-
brir de qué son capaces, más que resaltar qué
tanto están mutilados, confundidos, atribulados.
Descubrir en ellos su potencialidad para estimu-
larlos a que encuentren, entre sí mismos, con
otras familias, su camino y su andadura.

La intervención así concebida, deja de ser


una nueva imposición docta, paternal o de po-
der, para convertirse en fuente de aprendizaje
recíproco. Mientras más difícil es la situación,
debe haber más descubrimiento constructivo
y vital. Dejemos que ellos sean los que definan
mejor su vida y milagros. Aceptemos su pro-
puesta y ayudemos para que las familias cami-
nen por propia cuenta. He ahí el éxito de una
terapia familiar, de una rehabilitación en familia,
de una búsqueda de subsistencia compartida

158
Tesis Hipotéticas sobre Políticas e Intervenciones
en vistas a la Promoción de las Familias

7.6 Modalidades de los solver su problema ante la conducta difícil de


sus hijos niños, adolescentes o jóvenes, inclu-
programas según la forma yendo el del alcoholismo y la drogadicción en-
en que trabajan frente a las tre otros problemas... -por no mencionar sino
familias155 algunas de las cuestiones familiares sujetas a los
blancos de estos programas.
A partir del planteamiento de una determinada
política, cualquiera que ella sea, se puede ha- Parecería que el sistema burocrático tuviera
blar de tres tipos de instrumentación progra- que envolver toda la acción de cada familia, de
mática de las políticas familiares: manera que cada una debiese recurrir, en su
individualidad, a las autoridades y a los profe-
a) Programas “para” las familias sionales correspondientes. Los programas de
b) Programas “con” las familias planificación familiar, los de salud, de vivienda y
c) Programas “de” las familias. urbanización, los de asistencia social y de reha-
bilitación, no son ajenos a esta problemática.
El montaje de programas “para” las familias
-generalmente planeados tecnocrática y buro- De hecho, son programas y políticas que
cráticamente son llevados a cabo por organis- no hacen participativas a las familias, y por lo
mos conducidos y aplicados por un personal tanto, no pretenden favorecer una acción au-
empleado perteneciente a las diversas institu- togestiva. Han sido diseñados, en el mejor de
ciones oficiales -pero también pueden ser de los casos, con un sentido tecnocrático por ex-
las organizaciones no gubernamentales-, que pertos, desde sus oficinas, a la vista de datos
prestan servicios a familias; éstas más bien vis- estadísticos que dan cuenta de agregados de
tas como receptoras de dichos servicios. población más que de unidades familiares en
concreto. Responden a la lógica del planeador,
Efectivamente, estos programas producen del político y del burócrata, más que a la de las
-casi siempre al contrario de lo buscado-, una familias, objeto de dichos programas.
contracción de las familias mismas. Este replie-
gue resulta sintomático de la misma problemá- Pero el planeador y sus ejecutivos proyectan
tica familiar: refleja el pasivismo, la dependen- -quiéralo o no- el interés de clase, posición y
cia, y la atomización de las mismas unidades do- profesión a la que pertenecen, y de la cual vi-
mésticas. La demanda de servicios es, en buena ven. Cuando menos, en ellos se ve proyectada
parte, de naturaleza puramente asistencialista, su búsqueda de logro personal y prestigio en
al considerar que las familias están impedidas su carrera profesional y política. El funcionario
de actuar por sí mismas. y el empleado burócrata, el suyo.

Paradójicamente a la ayuda recibida en for- En cambio, el interés de las familias, en su di-


ma altruista o asistencial, las familias sienten versidad de situaciones, queda relegado, debi-
que se les ha expropiado su capacidad inheren- do a su supuesto desinterés, a “a su incultura”
te para resolver sus propios problemas. Casi e ignorancia, o a su “tradicionalismo conserva-
se podría decir que tienen que pedir permiso y dor”, considerado como opuesto al progreso
ayuda para todo: para comprar y ocupar un te- de los países en su perspectiva macrosocial.
rreno y construir su casa; para disponer de luz,
agua y drenaje; para educar a sus hijos a través Por otra parte, los programas que plantean
de la escuela y fuera de ella; para obtener tra- realizarse “con” las familias, contemplan, en
bajo; para divertirse; para rezar; para atender a cambio, la involucración de las unidades familia-
la salud de los hijos y hasta para no tenerlos, o res mismas, objeto de las políticas y los progra-
amamantarlos cuando ya han nacido; para re- mas, aunque generalmente también suelan ser

155
Retomamos aquí la perspectiva desarrollada en una investigación con motivo del año internacional de la familia (Leñero, 1994b), pp.264-269.

159
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

diseñados desde los directivos de los organis- nacer en forma descentralizada y pueden, en
mos específicos, obligados a elaborar planes y determinado momento, encontrar el apoyo e
proyectos. Para hacer participar a la población intercambio con otros grupos familiares em-
se enuncian acciones promotoras, conscienti- peñados en actividades autogestivas y de au-
zadoras, motivadoras e impulsoras. Incluso se toayuda, similares a los suyos.
crean cuerpos de voluntarios pretendida-men-
te entrenados y apoyados para que represen- Posibles estrategias de promoción participa-
ten y apoyen a las mismas familias promovidas. tiva de las familias en los programas sociales

Desgraciadamente, los programas “con” las De lo anteriormente dicho, puede afirmarse


familias, pocas veces se mantienen mucho tiem- que promover la participación familiar “seguido-
po con una participación verdadera, al menos ra” o autogestiva, no es fácil. Generalmente se
en amplios sectores de la población involucra- suele caer en el romanticismo o en el utopismo
da. Casi siempre las familias siguen consideran- de la participación autogestiva y democratiza-
do que los programas son del gobierno, o de dora, cuando no en la demagogia ideológica.
las instituciones que los ofrecen. Cuando más, La verdad es que los antecedentes de nuestra
muchos se llegan a familiarizar y encariñar con inercia histórica son muy fuertes: el autoritaris-
ciertos promotores y agentes del programa que mo y la actitud pasiva y sumisa; el paternalismo
trabajan en el campo, más que con la organiza- religioso y político, pero también profesional;
ción institucional ubicadas dentro de estableci- la desconfianza proveniente de engaños repeti-
mientos construidos para albergarlos. Cuando dos, el recurso a procedimientos extralegales y
estos promotores se retiran de los programas, de los sobornos, ante burocratismos e irregula-
éstos suelen sufrir crisis de continuidad afectada, ridades comunes; el sentido fatalista y providen-
o hasta abandono virtual por parte de las fami- cialista de la gente frente a los problemas; los
lias consideradas como seguidoras “y leales”. mecanismos de autoculpabilización. Todo ello
obliga a estrategias de rencuentro social cuida-
Finalmente, los programas familiares “de” doso y gradual, para ir generando confianza en la
las familias mismas pueden encontrar apoyos cooperación mutua. Pero la generosidad y bue-
considerables y definitivos en los organismos na voluntad, apoyada en algunas pistas meto-
promotores y educadores o financiadores de dológicas de trabajo común, pueden hacer que
obras y actividades. Pero independientemente se superen los obstáculos y después generar las
de que fuesen promovidos, sugeridos o moti- experiencias que otros pueden replicar.
vados por los llamados promotores venidos de
fuera, su montaje depende de la propia iniciati- De hecho, hay una inevitable dualidad dialé-
va, empuje y entusiasmo de la propia población, ctica entre la llamada “sociedad civil” y el Esta-
al considerar que esos programas son “suyos”. do. La primera refleja la vida de la población en
Sus directivos y sus agentes son esencialmente su organización social directa (organización no
ellos mismos, en el ámbito y capacidad de sus gubernamental), dentro de sus propios ámbi-
propias comunidades y personas involucradas. tos de vida cotidiana y de las redes “naturales”
de relaciones interpersonales. La cuestión es
Hay ciertamente un problema de origen la generación de unidades grupales y el funcio-
de estos programas, teniendo en cuenta que namiento de sus articulaciones básicas, más allá
la dinámica comunitaria y vecinal es sumamen- de una concepción social que ve a la sociedad
te pobre, sobre todo en la vida de los agre- civil sólo como un agregado poblacional desar-
gados poblacionales de las grandes ciudades. ticulado. O como un conjunto de asociaciones
Para que surjan es preciso que haya quien los civiles o de asistencia social, sin propósito lu-
promueva desde fuera, o mejor aun, desde la crativo, casi siempre generadas por personas
propia comunidad. En el primer caso, siempre de las clases medias.
existe la posibilidad de que el programa quede
comprendido en el tipo anterior de progra- El Estado, en cambio, es la organización for-
mas “con las familias”. Pero en cualquiera de mal de la sociedad en su conjunto, que cuenta
los casos, estos programas autogestivos suelen con todo un aparato administrativo que en una

160
Tesis Hipotéticas sobre Políticas e Intervenciones
en vistas a la Promoción de las Familias

sociedad democrática debería ser representa- y a sus autoridades públicas, para prestar los
tivo. Sin embargo, por razones de desigualdad necesarios servicios básicos a esos niveles,
social y de dinámica sociopolítica, la organiza- así como a sus mecanismos cívico-adminis-
ción pública no puede dejar de dar lugar a un trativos y financieros.
mecanismo de detentación del poder social,
por un sector más o menos restringido, que • Apoyo educativo como proceso encauzador
ha llegado al gobierno de la sociedad a quie- de una renovación constante de valores,
nes se le adiciona un contingente numeroso conocimientos, capacidades y habilidades
de empleados y técnicos que actúan desde sus de la gente para vivir mejor en sus ámbitos
puestos de servicio público, pero casi siempre familiares e interfamiliares. La educación
en una línea vertical de mando, desde arriba familiar y parafamiliar, la sexual, de la salud
hacia abajo pero como una política social nece- y de la salud reproductiva, la de planifica-
sariamente está referida a los mismos procesos dora de la familia, la orientada a la atención
vitales de las redes y grupos conformadores de de discapacitados y socialmente afectados.
la sociedad, en sus diversos sectores y ambien- Pero la superación de una educación pura-
tes locales, la relación entre Estado y “Sociedad mente individualizadora e individualista (al
Civil” adquiere una especial significación. margen de los intereses familiares y comu-
nitarios), forma parte de un paquete esen-
El sentido de la conducta de las familias, ante cial de políticas sociales, más que centrar
sus propios problemas, y a partir de sus pro- la problemática social en la solución a base
pios intereses, comienza por el ámbito de la de profesionales que lucran con su saber
unidad nuclear doméstica. Pero las familias en acumulado o de enfocarla solamente a sus
sí, en su pluralidad tipológica y situacional, no deficiencias y obstáculos.
pueden movilizarse socialmente sino mediante
instancias mayores que las comprendan y las • Finalmente, el apoyo a la participación auto-
conecten entre sí. De ahí la necesidad de que gestiva, mediante una estrategia de promo-
la participación se proyecte en forma más am- ción social, propiamente dicha, que no esté
pliada: interfamiliar y comunitaria dentro de los basada en la manipulación ni en el control
pueblos, barrios y vecindarios con agrupamien- central, sino que sea una:
tos primarios de primer y segundo nivel; o se
desplaza al ámbito del trabajo, de las escuelas y • Promoción para que las familias participen pri-
de otras agrupaciones enfocadas a actividades meramente en los planes de su realidad inme-
y fines específicos. diata: familiar interna e interfamiliar y comuni-
taria vecinal, de barrio y de zona o sector.
El impulso promotor interfamiliar
• Promoción de una forma multiplicadora en la
De ahí la necesidad de una política social “con” prestación de servicios. En lugar de montar
y “de” las mismas familias. Esta puede plantear- el servicio especializado que atiende a los
se en cuatro posibles dimensiones de impulsión casos individuales, establecer un mecanis-
familiar (para que no se las deje solas y aisladas mo de capacitación básica a los agentes de
entre sí ante problemas específicos): una misma comunidad local y a sus “inter-
familias”, que sean apoyados, asesorados
• Apoyo infraestructural a los procesos de so- y asistidos por los profesionales y especia-
brevivencia y movilidad ascendente en cuan- listas adecuados. El Estado puede apoyar
to a las condiciones de vida familiar (mate- a quienes se organicen por sí mismos en:
riales y cualitativamente mejores), lo cual puestos de salud, guarderías, centros de
implica cuidar e invertir en la infraestructura educación continua de adultos, servicios de
física y bioecológica --incluyendo las con- limpia y cuidado ambiental, de recreación
diciones sanitarias, los servicios de agua, colectiva, de autoconstrucción de viviendas
drenaje, luz, pavimentación, terrenos de por autoayuda, de cooperación y crédito
asentamientos, vivienda y medio ambiente. económico, de atención a sus discapacita-
Una política de impulso a la capacidad local dos e impedidos, de atención preventiva

161
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

y rehabilitadora o de apoyo moral para


problemas de alcoholismo, drogadicción,
sida, enfermedades crónicas y terminales,
y otras disfuncionalidades graves; de segu-
ridad social en general; de consultoría de
problemas familiares, de violencia familiar,
de inseguridad social, de abandono, etc.

• Lo anterior lleva necesariamente a una


promoción de grupos interfamiliares de
autoayuda, en relación a problemas espe-
cíficos, y en función del desarrollo de sus
propias capacidades más o menos latentes;
el mejoramiento de sus relaciones internas,
propiamente dichas, principalmente en el
caso de las nuevas familias; el apoyo mutuo
de las mujeres en su desarrollo social, eco-
nómico y familiar conjunto; la promoción de
grupos juveniles que encaucen comunitaria-
mente las energías y las aficiones de los jóve-
nes; la promoción de espacios de encuentro
y apoyo de las personas de la tercera edad
colaborantes en tareas en la comunidad; la
atención promotora del desarrollo de los ni-
ños, y muchas otras de acuerdo a las necesi-
dades sentidas de la gente y sus familias.

Pero aquí también se necesita una acción


investigativa sobre la misma acción promoto-
ra de la autogestión familiar y de los apoyos
requeridos para hacer posible su vinculación
interfamiliar de ayuda mutua, más allá del en-
cerramiento de las unidades domésticas sobre
sí mismas. Y con ello un análisis de las diversas
políticas en su incidencia sobre las familias y de
las investigaciones sobre las políticas y las in-
tervenciones sociofamiliares, con diagnósticos
evaluativos de los programas y de las acciones
de servicios y apoyos para esa autogestión fa-
miliar e interfamiliar.

162
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

RECAPITULACIÓN Y CONCLUSIONES
Recapitulación de las Tendencias Relevantes
y Conclusiones Hipotéticas de un Prediagnóstico

1. Las tendencias que pulsado por la publicidad y la mercadotecnia,


proveniente, de manera ilimitada, de los pro-
consideramos más relevantes ductores de bienes y servicios en serie, (in-
de los cambios para el siglo dustrialización y terciarización de la actividad
XXI relativos a la conformación económica). Las familias mayoritarias popula-
res aspiran a convertirse en familias de “clases
familiar y a su dinámica medias” (incluso tienden a identificarse como
intergeneracional tales, aunque no lo sean). Se pretende que
“la familia” de una economía de mercado, se
convierta en una unidad de consumo masivo
De las manifestaciones descritas en nuestra (principal aliada y objetivo de los mercados
revisión de estudios resaltamos de manera es- globalizados). Y es así como se reproduce en
pecial a las siguientes, antes apuntadas: nuestro país la civilización nórdica del modelo
anglo sajón y de la ética protestante basada en
1ª Tendencia: Se mantiene la desigualdad so- la búsqueda de éxito económico mediante el
cioeconómica de las familias, aunque aumenten trabajo, como signo de predestinación eterna.
las expectativas de bienestar familiar, no siem- El ideal de bienestar se convierte en “confort”
pre correspondientes a la realidad ocurrida. El y resulta concomitante a una transición epi-
siglo XXI parece perfilarse conservando la mar- demiológica que da lugar a desequilibrios psí-
cada desigualdad socioeconómica con la que quicos, cardiovasculares, degenerativos, de-
nació la nación mexicana a partir de la colonia presivos y a las adicciones de estupefacientes
novohispana. Los contrastes entre las formas que se extienden principalmente a la pobla-
de vida familiar seguirán siendo altamente mar- ción joven insatisfecha. Y el mismo bienestar
cados aún cuando las expectativas de asegurar logrado en la vida familiar de las capas medias
el bienestar que prometen las políticas sociales y más acomodadas se transforma en malestar
de una sociedad que parece ir cada vez mayor psíquico o en alienación y desorientación con-
hacia una democracia social. ductual. La familia burguesa nuclear-conyugal
sufre crisis de tensiones internas; las familias
En esta perspectiva de aspiración a un pobres, marginadas de dicho bienestar, pade-
bienestar sociofamiliar, la reproducción de la cen grandemente su condición precaria.
descendencia, se reduce numéricamente de
manera patente, vinculada también con la bús- 2ª En cuanto a las formas adoptadas de es-
queda de realización individual. El uso de an- tructuración familiar podemos prediagnosticar
ticonceptivos se generaliza a la mayoría de las una tendencia, ya casi irreversible, hacia
personas en edad fértil. Las políticas sociales la ruptura del integrismo familístico. Esto
se orientan hacia un ideal universal de bienes- significa que en la respuesta organizacional de
tar físico y de satisfacción de las necesidades las familias existe una creciente disociación
básicas; de aspiración a una movilidad ascen- de las funciones familiares entre sí. Lo que an-
dente no alcanzada por muchos. El bienestar teriormente se consideraba intrínsecamente
familiar busca la seguridad, la subsistencia ase- fusionado estructuralmente en las unidades
gurada y el confort. Y esto está asociado a una familiares, ahora se tiende marcadamente a
tendencia marcada hacia el consumismo, im- desvincular.

163
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

Esto se aplica en los siguientes aspectos: religiosas y las normas jurídicas, así como
entre las creencias de fe y los conocimien-
a) El matrimonio concertado representaba la tos de las ciencias profanas.
alianza de dos líneas familiares (la del marido
y la de su mujer); ahora las llamadas “familias g) En fin, antes estaba mucho más integrada la
políticas” quedan cada vez más separadas. función económica de la familia como unidad
de producción en la que todos los miembros
b) El mismo matrimonio se concebía como indi- de la familia trabajaban juntos; ahora cada vez
soluble y monogámico; ahora aumentan más esto sucede mucho menos; antes, la familia
y están mayormente legitimados la separa- operaba como una unidad consanguínea o nu-
ción y el divorcio, lo cual da lugar, de hecho, a clear económica bajo la jefatura del hombre-
la posible segunda o tercera unión marital. padre-abuelo; ahora la jefatura es compartida
de manera equiparable por hombre, mujer e
c) La paternidad biológica se identificaba básica- incluso, hijos que trabajan por su cuenta. An-
mente con la paternidad socialmente asumi- tes, la familia solía tener una unidad de man-
da; ahora se reafirma la posible separación, do, ahora, se ha pluralizado la responsabilidad
públicamente aceptada, y se enfatiza la im- mediante una democratización de las decisio-
portancia y conveniencia de una paternidad nes de unos y otros, como miembros de la
adoptiva socialmente reconocida. unidad familiar.

d) Igualmente, la práctica sexual se considera- Y estas tendencias de disociación de ele-


ba intrínsecamente asociada a la procrea- mentos y funciones, dan lugar a una dinámica
ción, por lo que aquélla siempre tenía que familiar pluralizada, susceptible de recreación
quedar abierta a la posibilidad de un emba- inventiva en cada caso familiar. Estamos ante
razo; ahora existe, de hecho, una disocia- la originalidad una artesanía familiar pluralizada
ción entre la relación sexual y la procrea- (con todo lo que eso puede significar de positi-
ción, mediante la anticoncepción practica- vo o problemático).
da por la mayoría de hombres y mujeres
en edad reproductiva y legitimada por la 3ª Tendencia hacia la informalización de la
sociedad civil y por el Estado. vida familiar: ante la estructura familiar formal-
mente institucionalizada, se da reconocimiento
e) A su vez, la estructura familiar unitaria daba a la red de interrelaciones afectivas, volitivas y
lugar a un proceso de educación y socializa- personalmente asumidas, como variantes distin-
ción de los hijos de manera compacta y en tivas de diferentes unidades familiares.
relación con un mismo círculo social com-
partido integradamente entre todos; ahora Ciertamente la dualidad estructural de la fa-
la individuación, la escuela, el trabajo y la milia: como institución y como grupo primario
pluralidad de influencias sociales sobre cada sigue existiendo, pero ahora estamos experi-
persona desvincula las carreras vitales, las mentando un énfasis cada vez mayor en las
creencias, los conocimientos y los trabajos vinculaciones afectivas y en la individuación de
seguida por unos y otros. sus miembros.

f) En el mismo sentido, antes había una inte- 4ª Tendencia hacia la atomización familiar:
gración de las normas religiosas y las civiles, (privatización y aislamiento de cada familia). El
con las jurídicas y las morales o éticas, apli- fenómeno familiar integra una dimensión pú-
cadas a la vida familiar de manera unitaria; blica con una privada e íntima156. La pública se
ahora la secularización de la vida moderna conforma de acuerdo al modelo institucional y
da lugar a una distinción entre las pautas se presenta públicamente en concordancia con

156
Véase tesis de Parsons (1959, 1980a, 1980b ), pero también de HIRSCHMAN, Albert O. (1986) de Béjar, H. (1990), y de Lacroix (1967).

164
Recapitulación de las Tendencias Relevantes y Conclusiones
Hipotéticas de un Prediagnóstico

su normatividad cumplida o incumplida. Pero nes, que deben modificar los términos de su
tiene esencialmente también una dimensión interrelación paterno-filial, pero también de
privada e íntima que le da a su unidad estruc- adultos y menores. La proyección actual de la
tural una particularidad como grupo primario crisis en la relación marital, todavía parece que
en donde lo cotidiano y lo íntimo predomi- continuará hasta la mitad del siglo XXI e inclu-
na como expresión de su propia naturaleza. so podrá agravarse más aún. La familia en su
Ante una sociedad del anonimato, abierta de conformación actual resulta cada vez más vul-
relaciones impersonales, pero con caracterís- nerable e inhábil para superar la dificultad. Pero
ticas de agregado social, la familia desarrolla dependerá de cómo podamos reorientar los
su propia conformación cerrada en sí misma. términos de una nueva concepción de la pater-
Paradójicamente esto la hace más dependien- nidad y de la filialidad, e incluso de la nueva re-
te de los factores externos pues resulta más lación fraternal entre hermanos y hermanas. La
vulnerable a los embates de la problemática y reducción del número de hijos menor de tres
conflictiva anímica pero también de la externa, modificará las convivencias y creará nuevas for-
macrosocial ante la cual no puede presentar mas de competencia y de solidaridad fraternal.
una defensa y resistencia dada la debilidad de La escuela y los medios masivos, incluyendo las
recursos propios. De ahí que su hermetismo perspectivas de los mundos virtuales, tienen un
se convierte en vulnerabilidad. papel importante por desarrollar desde el mis-
mo seno de las familias, más que como escapes
5ª Tendencia hacia el cambio derivado de de ella. Pero la perspectiva no parece muy clara
la perspectiva de género, mediante la cual la todavía, en el derrotero por seguir dentro de
mujer se desarrolla notablemente y expande su los diversos medios sociales en nuestro país.
acción dentro y fuera del hogar esperando una
correspondencia masculina. Pero ésta tarda en 7ª Tendencia a enfatizar el factor amo-
llegar en una situación de inercia cultural no de- roso, como base de la conformación fa-
seable por los varones, al menos en su fuero in- miliar (principalmente dentro del modelo de
terno y subconsciente. De ahí que la expectativa familia nuclear-conyugal, pero también fuera
de equidad de género se convierta frecuente- de él). Está vinculado a la búsqueda de felici-
mente, todavía, durante una o dos generacio- dad humana, un tanto independientemente de
nes más (y quizá, otras adicionales en amplios las condiciones materiales de bienestar y de la
contingentes familiares), en rupturas y fracasos posesión de bienes. Y su realización siempre
conyugales y maritales. De ahí también la doble estará relacionada con la vida familiar. Tanto
carga de trabajo de la mujer y de su dificultad como fundamento de ella, como producto de
para hacer valer su capacidad y empeño, tradu- su realización exitosa desde la vida infantil,
cido todavía en la desigualdad de trabajos igua- hasta la vida juvenil, adulta y de edad avanza-
les, ingresos menores. Traducida también en da. Las familias actuales se encuentran afec-
desgastes anímicos, desilusiones, depresiones, tadas por esta concepción amorosa. Opera
maternidades de solteras, violencia masculina; como mito que se cumple o que se escapa;
traducida igualmente en pérdida de autoridad como búsqueda de una seguridad e identidad
moral y afectiva de los varones, con la consi- personal, como realización de un desarrollo
guiente infelicidad íntima. Y todavía a la espera satisfactorio, de solidaridades y lealtades, de
de un trecho largo de búsquedas y ensayos, has- autenticidades y generosidades, pero también
ta que se instale una nueva concepción de la vida como fuente de dolores, decepciones, pasio-
familiar conquistada a pulso, en la cotidianidad, nes, odios, confusiones, chantajes morales,
mediante un proceso de desarrollo humano conflictos e infelicidades. Y las personas tie-
aprendido intergeneracionalmente. nen que aprender a desarrollar y a manejar
sus emociones y sus afecciones, como moto-
6ª Tendencia hacia el cambio operado en res de sus acciones y convivencias. ¿Podremos
la ruptura (relativa) de las generaciones. reaprender la forma de amar para vivirlo des-
Implica un nuevo aprendizaje tanto de la po- de la cotidianidad de la vida familiar, en esta
blación adulta de padres, como en las nuevas nueva etapa que nos toca vivir? ¿Socialmente
generaciones de niños, adolescentes y jóve- sabremos cómo encauzarla y alimentarla.?

165
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

8ª Tendencia a subrayar el desarrollo per- cimiento y rituales de iniciación en los ciclos


sonificante, autoestima y autorrealización de la vida; festejos, santos y cumpleaños, en-
individual. La individualización como proceso fermedades, cuidados y aspiraciones, éxitos y
de realización personal se contrapone, en gran fracasos, penas y alegrías familiares, muertes.
medida, a la unidad grupal de la familia. Antes Todo ello se ha secularizado y es visto como
se consideraba que los individuos estaban en realidad puramente humana, susceptible de
función de la familia; ahora se enfatiza más que ser explicada racionalmente. Al mismo tiempo
la familia esté en función de los individuos. Esto aparece, con la secularización, una pérdida de
lleva a evitar el sacrificio de las personas por la la normatividad familística; de las reglas mo-
unidad y desarrollo familiar en sí. En este siglo rales y las costumbres tradicionales basadas en
se va priorizando el desarrollo de las personas, la creencia religiosa; en los tabúes, en las pro-
incluso a costa de la integridad de la familia. La hibiciones y los sentimientos de culpa y mérito
búsqueda de satisfacción y felicidad personal un familiar; otro sentido es dado a la obediencia y
tanto egocéntrica es concomitante a una toma desobediencia, a las rebeldías y sacrificios por
de conciencia personal, e incluso de responsa- los familiares; aparece otra fundamentación
bilización del propio comportamiento y desti- de los principios éticos y de los fundamentos
no individual (“hacer y rehacer su propia vida”). intrínsecos de la vida familiar, de la paterni-
Pero algunos de sus efectos en la familia son: dad, maternidad, filialidad, fraternidad, de la
la más frecuente desintegración de las parejas relación con los ancestros, y con los descen-
maritales, la autoestima, la realización personal dientes; otra concepción del amor y desamor
independiente de los familiares, el desplaza- (no venidos de arriba) y con ello, una desesti-
miento de la maternidad femenina abnegada e mación del crédito a los sacerdotes y religio-
inmolada por la familia y los hijos, para lograr sos como consejeros, jueces e intermediarios
una equidad de género y de generaciones; la con la divinidad y lo sagrado. La modernidad
soledad de muchos y muchas; la emancipación pretende sustituir el vacío sacral con valores
de la dependencia de la mujer e hijos del padre, racionales, científicos y de responsabilización
y la intimidad y secreto personal, sobre el com- personal, con los principios de equidad y alte-
partir con los familiares, etc. ridad frente al otro, con la correspondencia a
la amistad y el amor humano, pero no siempre
9ª Tendencia a mantener un “continuo” lo logra. Y de ahí una crisis de valores desplaza-
de creciente escolaridad, que diversifica a dos y no repuestos adecuadamente. La familia
las generaciones entre sí (al menos en el pe- tiene que cambiar en esta tendencia hacia una
ríodo actual. Se espera que este continuo tien- nueva sacralidad laica de los valores humanos
da a igualarse en las próximas generaciones). y espirituales. Las referencias religiosas se si-
Pero de cualquier manera, la educación de los guen conservando ceremonialmente pero en
hijos, adquirida en buena parte a través de la buena parte se hacen cada vez más personales
escuela (individualizadamente) y de los medios y más convencionales, pero quedan más bien
de comunicación de masas, incluyendo la inter- simbólicas y eventuales más que reales y ope-
net, favorece la separación de las subculturas rantes en la vida cotidiana.
generacionales entre padres e hijos, por su di-
versa exposición a las fuentes diversificadas de 11ª Tendencia: Hacia una práctica con-
información, conocimientos, tecnologías, valo- ductual de “ensayo-error” más que una
res y símbolos de referencia. derivada de la experiencia y consejo de las
personas adultas (abuelos, padres y otros).
10ª Tendencia: Secularización y desacra- La búsqueda de pareja como la de profesión
lización de la vida familiar. La familia pierde depende más de las circunstancias azarosas, de
sus fundamentos y sus consagraciones sacra- los sentimientos, de las pasiones eróticas, de las
les para hacerse laica. En la cultura tradicio- apariencias físicas, o del cálculo convenenciero
nal, todos los importantes eventos familiares y no tanto de las experiencias y preferencias de
han tenido referencias trascendentes de tipo padres y otros adultos. La tendencia enfatiza la
religioso: sexualidad, matrimonio, concepcio- escogencia personal pero responde más bien
nes, embarazos, nacimientos, etapas de cre- a impulsos un tanto intuitivos muchas veces

166
Recapitulación de las Tendencias Relevantes y Conclusiones
Hipotéticas de un Prediagnóstico

inconscientes. La migración se hace frecuente los estilos de vida, horarios, costumbres. Y sus
con mayor facilidad. La búsqueda de ocupación cambios significan cambios en la dinámica fami-
en una sociedad globalizada se hace en donde liar que tienen que aprenderlos y adoptarlos. Al
las variables intervinientes no están al alcance modificarlos, los padres se hacen vulnerables y
de las personas y las familias, sobre todo de los hijos se adelantan en las innovaciones.
una mayoría de población joven, así como de
las personas mayores de edad avanzada. Otras dificultades derivadas del contexto so-
cial global en la vida moderna en su impacto so-
12ª Tendencia: Entrada de los medios bre la organización de las familias del siglo XXI:
masivos al hogar, frente a la educación de
relación primaria. Las familias introducen en 1) La masificación de las relaciones sociales.
el seno de los hogares la televisión, y gradual-
mente la computadora y la internet, y con ello, 2) El burocratismo, el formalismo, y el anoni-
se incorporan a la globalización, recibiendo las mato de las urbes.
influencias extralógicas de otros ámbitos antes
lejanos y desconocidos. Y con ello, una nueva 3) La inseguridad social, la violencia y la viola-
cultura que se sobrepone a la cultura y subcul- ción a los derechos humanos.
tura de pertenencia, y a la educación hogareña
de relaciones primarias. Padres e hijos, diferen- 4) El abandono, el trabajo y la explotación de
cian sus fuentes de influencia. La comunicación menores, signo de familia vulnerada
se manipula por quienes manejan los medios de
masas, emisores interesados en el lucro. La pér- 5) Las adicciones de estupefacientes en juven-
dida de vida comunitaria local, por el encerra- tud, la conducta anémica juvenil y la brecha
miento de los hogares, quedan paradójicamente generacional.
abiertos a la comunicación venida del exterior,
generadora de un mundo virtual incorporado a 6) La violencia colectiva, desde un mundo de
la dinámica familiar. Realidad que desconoce los desigualdades, competencias, intoleran-
antecedentes familiares. Pérdida de raíces y de cias competencias y conflictos entre unos y
identidades, a la vista de pluralidades sin límites. otros, y las familias envueltas de ellos.
Distancias cada vez mayores en las cercanías
del vecindario, la parentela, el barrio, la ciudad, 7) Y muchas otras que quedan por analizar en
y la cercanía en las relaciones con actores leja- un prediagnóstico apenas bosquejado aquí.
nos en ubicados en un espacio físico lejano, pero
aproximados en las pantallas. Mundo familiar de
imágenes más que de ideas y pensamientos. Dis-
torsión de la realidad familiar con modelos exó-
ticos, extraños, ahora convertidos en familiares.

13ª Tendencia: Estilos de vida familiar mo-


dificables: modas cambiantes. La familia
recrea sus estilos de vida y sus usos y costum-
bres de vida cotidiana. La migración personal o
familiar trastoca el ritmo de vida de las familias y
obliga a adopciones de formas de vida muy dife-
rentes. Modifica los horarios familiares y genera
contrastes en el uso del tiempo diario y de las
jornadas de sus distintos miembros. La necesi-
dad de transportación diaria o periódica durante
varias horas cada día y semana, absorbe el tiem-
po antes libre del cual se beneficiaba el encuen-
tro y la convivencia familiar. La ciudad contrasta
grandemente con el medio rural en cuanto a

167
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

2. Necesidad de estudiar en j) Identificación de las situaciones de riesgo y


problemática interna y conocimiento de sus
profundidad la realidad familiar posibles recursos humanos y espirituales para
para su diagnóstico adecuado superar situaciones difíciles y dolorosas.

a) Mediante el estudio multidisciplinario e inter- k) Conocimiento de su movilidad espacial y de


disciplinario de las familias en su pluralidad. las implicaciones de ésta para la familia de
origen y para la socialización en el nuevo lu-
b) Realizando investigaciones aplicadas y actua- gar de residencia.
lizadas, sobre la problemática familiar, para
lograr identificar cuáles son los recursos fa- l) Conocimiento de las redes de relación social
miliares y para la proyectar políticas y pro- e interfamiliar y comunitaria y de su proble-
gramas de promoción y desarrollo familiar. mática social y vincular.

c) Revisión de los enfoques teóricos puestos a m) Conocimiento de las condiciones materia-


prueba. les de existencia familiar, las fuentes de tra-
bajo de sus miembros, sus niveles de vida,
d) Superación de los estereotipos y prototipos sus procesos productivos y de consumo
simplistas frente a la realidad familiar plural familiar, así como de sus estrategias de so-
y cambiante. brevivencia y mejoramiento social, familiar
e interfamiliar.
e) Elaboración de tipologías familiares para dis-
tinguir la casuística diversa de las familias y n) Conocimiento de las conductas demográficas
dar trato diferencial para favorecer la equi- de sus miembros, principalmente su deriva-
dad y el adecuado tratamiento de las familias ción de las relaciones entre los sexos y eda-
a partir de su propia situación (generaliza- des, en su perspectiva de género y de gene-
ciones parciales). raciones, dentro de una posible equidad entre
ellos y en sus procesos de reproducción fami-
f) Reconocimiento de la contextualización de liar. Analizar la problemática a la que se en-
las familias e identificación del origen de su frentan las nuevas relaciones de género para
caracterización y de sus causales deriva- descubrir los caminos seguidos para superar
das de su entorno: lugar, nivel de vida so- dichas dificultades, así como la que aparece en
cioeconómica, subcultura de pertenencia, las nuevas perspectivas de planeación y repro-
adscripción social. ducción familiar de una a otra generación.

g) Reconocimiento de la diferenciación familiar o) Estudiar la condición sanitaria, de salud, en-


de acuerdo a su composición interna tanto fermedad y muerte en referencia a la vida fa-
de los hogares como de las unidades grupa- miliar que la resguarda o que la experimenta
les y de parentesco, realmente operantes como unidad grupal. Analizar la salud mental
como familias. y psíquica de los miembros familiares en in-
volucración recíproca, las adicciones perju-
h) Conocimiento actualizado de la dinámica de diciales, las incapacidades de ellos así como
las interrelaciones familiares, propiamente las enfermedades terminales que afectan a
dichas, de acuerdo a sus ciclos vitales y a los todo el grupo familiar. Reconocer sus pro-
modelos de vinculación. pios modos de superación de la problemáti-
ca de salud y desarrollo físico y mental.
i) En especial conocer las variantes en cuanto a
los procesos de relación de las parejas mari- p) Estudiar la dimensión cultural implicada en
tales, las existentes entre padres e hijos, así el desarrollo familiar: la escolaridad de sus
como entre hermanos y parientes cercanos. miembros, la vida religiosa, las creencias e
Conocimiento de su problemática y de las ideologías vitales que sustentan los valores de
posibles modalidades de superación de ésta. la vida aprendida en el mismo seno familiar;

168
Recapitulación de las Tendencias Relevantes y Conclusiones
Hipotéticas de un Prediagnóstico

los modelos y las normas morales, tradicio-


nales y modernas, las influencias recibidas
a través de los medios de comunicación, la
problemática de la confrontación de estos
valores al interior de las familias, los procesos
de secularización y de rechazo a la normativi-
dad, los usos y costumbres de las familias.

q) Analizar el tipo de vinculación de las familias


con las instituciones sociales, civiles y cívico-
políticas; con los programas públicos y civiles;
las formas de participación o de rechazo; las
implicaciones legales, de normatividad jurídi-
ca y de derechos humanos involucrados en la
vida familiar asumida. Identificar los proble-
mas legales de las familias y los apoyos recibi-
dos o por recibir de las políticas programas e
intervenciones sociofamiliares .

Y con todo ello, poder disponer de un inven-


tario de la situación familiar que permita un diag-
nóstico de las familias mexicanas en sus procesos
de reproducción y desarrollo. Este diagnóstico,
dada la complejidad y pluralidad de la realidad
familiar, es el requisito básico para la formula-
ción de políticas que den lugar a un nuevo desa-
rrollo de las familias de nuestro país.

Por lo pronto, este trabajo es sólo un avan-


ce para dicho diagnóstico útil para plantear las
hipótesis del análisis de una investigación actua-
lizada, aprovechando el conocimiento produci-
do por muchos investigadores que han venido
haciendo estudios de la realidad familiar en
México, desde hace varias décadas atrás. Espe-
ramos que este aporte sirva para este propósi-
to del Diagnóstico emprendido por el Sistema
Nacional para el Desarrollo Integral de la Fa-
milia, DIF y que significa un meritorio esfuerzo
colectivo como precedente valioso aportado
por el presente gobierno de la República.

169
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

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-GIRARD, Alain.“Aspects Statistiques du Problème Familial”, pp. 55-72. [0.0.2.5/
0.3.1.3/ 1.A/ 3.A/ 3.B].
- SCHELSKY, Helmut. “La Famille en Allemagne”, pp. 73-90. [0.3.2.6/ 1.A].
- WILLWOGHBY, G. “La Famille Anglaise”, pp. 91-115. [0.3.2.6/ 1.A].
- PELLIZZI, Camillo. “Structures Familiales en Italie”, pp. 117-128. [0.3.2.6/ 1.A].
- MAPÉTIOL, Roland. “Sociologie de la Famille Rurale de Type Traditionnel en France”,
pp. 129-140. [0.0.2.17/ 0.3.2.6/ 1.A/ 6.C].
- BOUDET, Robert. “La Famille Bourgeoise”, pp. 141-155. [0.0.2.17/ 2.C/ 4.A].
- DOUBLET, Jacques. “Parents et Enfants Dans la Famille Ouvrière”, pp. 157-173.
[0.0.2.17/ 2.A/ 2.B].
- BRAMS, Lucien. “Synthèse et conclusion”, 175-191. [0.0.2.17/ 0.0.2.20/4].

Avec la participation des suivantes personnalitées aux discussions:

ARIES, P., BERGMANN, BOULARD, F., CECCALDI, P.H., CHOMBART DE LAUWE,


DARIC, J., DAVY, G., DE BIE, P., DOUCY, A., DUMAZEDIER, J., FRIEDMANN, G., GASC,
GURVITH, G., HENRY, L., ISAMBERT, F., KETTER, LE BRAS, G., LEFEBVRE, H., LEVY-BRUHL,
H., MYRDAL, A., PAGES, R., SCHARF, B., SORRE, M., TOURAINE, A., YVER, J.

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Bibliografía de los estudios sobre las Familias

BIBLIOGRAFÍA DE LOS ESTUDIOS


SOBRE LAS FAMILIAS
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sobre Familia y Población

Realizados por diversas instituciones y Centros de Investigación en México


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-con información importante de vida familiar-

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INEGI. Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, ENADID (1992). México. (I. Metodología y
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248
Bibliografía de los estudios sobre las Familias

BIBLIOGRAFÍA DE LOS ESTUDIOS


SOBRE LAS FAMILIAS
Reportes de Proyectos de Investigación
sobre Familia y Población

INSTITUTO MEXICANO DE ESTUDIOS SOCIALES, A.C.


Centro Documental y Banco de Datos, del IMES
[Pueden ser consultados en Calle Nueve Nº 88, San Pedro de los Pinos, México D.F.]
Investigaciones realizadas de 1965 a 2005:

IMES-Proy.26

1965 Estudio Documental sobre la familia en México: Seminario de Especialistas. Dos estudios
publicados:

- Elu, Ma. del Carmen. “Consideraciones en torno a una sociología familiar en Desarrollo”
en Cuadernos de Desarrollo Social, Año 1, No 1, Ed. IMES, 1965, pp. 5-8.

-Leñero O., Luis. “La integración Familiar en los países en vías de Desarrollo”, en
cuadernos de Desarrollo: Estudios sobre Estructuración Social, año 1, No 3, Ed. IMES,
1965. pp. 5-41. Posteriormente fue publicado en el libro: “La Desintegración Familiar”.
(Mora V., L y C. Aguilar, comps.). Varios Autores. Ed. Obra Nacional de la Buena
Prensa, México, 1967.

IMES-Proy.26

1966 Panorama Teórico y Estadístico de la Familia en México (Peralta, E., P. Pindas, A.


D’Aloja, L. Leñero, M. C. Elu). Investigación Documental de Fundamentación Marco
teórico para el Diseño de Investigación Nacional sobre la Familia, México, 1967.

IMES-Proy.29

1967 Investigación Sociológica de la Familia en México. (Leñero, L.,dir., M. C. Elu, A. D’Aloja,


P. Pindas, R. Olivera, L. Ortiz, Asesores: R. Hill, J, Samora, R. Ham. Inv. en 13 localidades
de la Rep. Mexicana, rurales y urbanas. Encuesta con muestra 5000 padres de familia.
Reporte y datos del Banco de Datos y diversas publicaciones. Libro central publicado:

- Leñero O., Luis. “Investigación de la Familia en México”, Ed. IMES, México, 1968.

IMES-Proy.30

1969 Situación y actitudes de la mujer mexicana. En especial de su vida familiar. (Elu, Dir.).
Publicación de libro:

- Elu, Ma. del Carmen. ”Hacia dónde va la mujer mexicana?” Ed. IMES, México, 1969.

249
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

IMES-Proy. 31

1969 El Factor religioso y la Planeación Familiar. Publicación de libro:

- Maldonado Pérez, Oscar. “Los católicos y la planeación familiar”, Ed. IMES,


México, 1969.

IMES-Proy.32

1969 Iglesia y Cambio Demográfico en América Latina: Brasil, Colombia, Chile, México y
Venezuela (A. Gregory-CERIS, R. Poblete-CISOC, G. Pérez-ICODES, A. Gruson-
CISOR, L. Leñero-IMES-coord.). Se publicó libro:

-Leñero, L (editor) y autores: G. Pérez, F. Escobar, O. Maldonado, L. Leñero. “Población,


Iglesia y Cultura: Sistemas en Conflicto” (en relación a la reproducción familiar), Ed.
IMES, México, 1969.

IMES-Proy. 34

Manifestaciones demográficas al nivel de la familia. Análisis particular, Tesis Prof. Sociología,


UNAM. México, 1969 (Ortiz, Lourdes), mismo título.

IMES-Proy.39

1970 Efectos Psicosociales de la planeación familiar en el Distrito Federal. Encuesta a Mujeres


en Programa del Instituto Nacional de la Nutrición. Se publicó libro:

-Elu, Ma. del Carmen (coord.) et al. “Mujeres que hablan”, Ed. INN-IMES, México, 1971.

IMES-Proy.40

1971 Inventario sobre las investigaciones empíricas de sociología de la Familia realizadas en


América Latina. Inv. Documental. (Romero, L., G. Zetina, L. Leñero-coord.). Publicación
de resultados en:

-Mogey, John. “Sociology of Marriage and Family Behavior”, Ed. Mouton, The Hague
and Paris, 1971.

IMES-Proy.44

1971 Actitudes ante la Encíclica: Humanae Vitae. Encuesta a muestra de seguimiento parejas
estudiadas en originalmente en 1967 (Brito, Enrique y O. Maldonado). Se publicó
libro:

- Brito, Enrique. “Quién escucha al Papa?” Sondeo sobre las actitudes tomadas ante la
encíclica “Humanae Vitae”, Ed. IMES, México, 1971.

IMES-Proy.48

1970 El noviazgo en México. Investigación encuesta a 126 parejas (H y M) próximas a contraer


matrimonio, en más de diez ciudades de la República Mexicana. Reporte Investigación
(Elu, Ma. delCarmen, dir.), México, 1970.

250
Bibliografía de los estudios sobre las Familias

IMES-Proy.49

1971 La pareja conyugal en México. Análisis de anteriores investigaciones de campo y teóricas.


Reporte (Elu, M. C. dir.), México, 1972.

IMES-Proy.50

1970 Evaluación de efectos de un programa de educación en las actitudes y opiniones de mujeres


casadas. Reporte (Elu, M. C., dir.). Instituto Nacional de la Nutrición, México, 1970.

IMES-Proy.57

1972 Ocupación e Ingreso, actitudes y comportamiento de mujeres casadas (L. Romero,


Inv.). Elaboración tesis de Sociología. Universidad Iberoamericana, México, 1972.

IMES-Proy.58

1972 Trabajo de mujeres que planifican su familia. (G. Zetina, Inv.). Elaboración de tesis
Profesional . Sociología, Universidad Iberoamericana, México, 1972.

IMES-Proy.65

1972 Toma de decisiones y soluciones de problemas en la familia. Invest. Empírica aplicando


la Teoría de juegos, en zona rural Zacapu, Mich. (Irwin Tallman, Univ. Minnesota, dir.
y P. Pindas, coord., G. Zetina, A. Roig, R. Marotz). Reporte IMES, México, 1972. El
estudio derivado de él se Publicó en Univ. Minnesota:

- Tallman y Marotz. “Decision Making Process in Family Problems”, University of


Minnesota, Minneapolis,1974.

IMES-Proy.70

1970-71 Revisión y compilación de catorce estudios sintéticos sobre Familia y Población en


México. (M.C.Elu, coord.; et al (diez autores). Seminario de reorientación Familiar, con
la participación de 23 especialistas de la familia y programas de población. Publicación
por la Univ. Iberoamericana:

- Elu, Ma. Carmen (coord.). “Acercamientos en torno a Familia y Población”. Ed. UIA-
IMES., México, 1971.

IMES-Proy.71

1970 Estudios comparativos sobre modernización y estructura familiar (11) a nivel


trasnacional (Leñero, L.).Congresos Internacionales de Sociología VI y VII, Comité
de Investigación Familiar. Evián, Francia, 1966 y Varna, Bulgaria, 1970. Reporte,
reproducido por IMES, 1970.

IMES-Proy.85

1974 Sociología de la Familia y los procesos de cambio en México. Estudio documental.


Reporte (Leñero, L., dir.), México, 1974.

251
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

IMES-Proy.89

1973 Detección real y potencial de la demanda de planificación familiar. Programa Nacional de


la SSA. Investigación-Encuesta a 3,400 mujeres en unión marital, en 18 zonas sanitarias
del país. incluyendo México, DF, Cd. Netzhualcoyotl, Querétaro y Huamantla, Tlaxc.
Reporte (Elu, M. C., dir.). Banco de datos. México, 1973.

IMES-Proy.96

1974 Estudio socioeconómico familiar en la zona de Boca Chica, Áreas Suburbanas, Rep.
Dominicana. Reporte (P. Pindas, dir. y M. González, Inv.), R. Dominicana-México, 1974.

7IMES-Proy.97y107

1974-75 Investigación sobre el trabajo de la mujer. Estudio documental y de segundo grado,


con los datosde anteriores investigaciones del IMES. Reporte (Elu, M. C. dir.). México,
1974-75. Después se publicó libro:

- Elu, Ma. Carmen. “El Trabajo de la Mujer en México”. Ed. IMES, México, 1975.

IMES-Proy.102

1977-79 Valores y Políticas de Población y sobre la familia, en México. Inv. Documental, de


encuesta, de análisis de contenido e institucional. Estudio nacional-internacional,
comparado con cuatro países de tres continentes: Egipto, Kenia, Filipinas, México.
Reporte IMES (Leñero, L., dir.; L. Calderón, C. Levi, P. Corona, L. Gómez, J. Silva,
Asesor externo: D. Warwick), México, 1977. Se publicó libro:

- Leñero, O. Luis. “Valores Ideológicos y las Políticas de Población en México”, Ed.


Edicol, México, 1979.

IMES-Proy.105

1974 Implicaciones socioculturales y familiares para la aceptación de regulación de la


reproducción familiar en zonas rurales indígenas, mestizas y criollas del Norte
y Centro del País. Estudio exploratorio en Oaxaca, Guanajuato, Durango y
Chihuahua. Reporte IMES (Elu, M. C. dir., Patricia Corona, Guadalupe Zetina).
Reporte de análisis transcultural.

IMES-Proy.106

1980 Familia y cambio demográfico. Investigación de segundo grado, como revisión y


teorización sobre anteriores investigaciones. Texto que sirvió de base para la Tesis
doctoral en la Universidad Libre de Bruselas, escrita en francés dos años después:

- Leñero, Luis. Etude Sociologique de la Famille dans un pays en voie de développement:


Le Mexique”. Reproducción limitada, Université Libre de Bruxèlles, Bruxèlles, 1980.

IMES-Proy.112

1977 Situación social de mujeres afectadas: prostitución y drogadicción. Investigación sobre


historias de vida, en Ciudad Juárez, Chih., Acapulco, Gro., México, D.F., y Mérida,

252
Bibliografía de los estudios sobre las Familias

Yuc. Reporte IMES al Centro Mexicano de Estudios sobre la Farmacodependencia


(Romero,Lourdes, dir. y Patricia Salcedo, Inv.). Se publicó libro:

- Romero, Lourdes. “Prostitución y Drogas”. Ed. Trillas, México, 1977.

IMES--Proy.113

1974 La mujer en América Latina. Coordinación, compilación y edición de libro sobre 25


artículos de Seminario Latinoamericano. Se publicó libro:

- Elu, Ma. del Carmen (ed.). “La mujer en América Latina”. Tomo I y “Perspectivas
Femeninas en América” Latina, Tomo II. Ed. Sep Setentas, México, 1974.

IMES-Proy.115

1974 Variantes del modelo de familia a nivel internacional. Coordinación, compilación


y selección de ponencias para la programación del VIII Congreso Internacional de
Sociología Toronto 1974: de la Asociación Internacional de Sociología-Comité de
Investigación Familiar, y la presentación y edición de Libro (Leñero, Luis, Presidente y
editor, y Pablo Pindas, Inv. Asistente). Publicación:

- Leñero O. Luis (ed.). “Beyond the Nuclear Family Model: Cross-cultural Perspectives”.
Ed. Sage Publications Inc. & ISA, London, 1977.

IMES-Proy.119

1978 Modernización y planificación familiar. Investigación teórica y de segundo grado, basada


en estudios anteriores que sirvió de texto base para desarrollo de Tesis de Maestría
en Antropología, Universidad Iberoamericana (Elu, Ma. del Carmen). Reproducción
limitada de ejemplares. México, 1978.

IMES-Proy.142

1977 Tipología familiar en México. Investigación documental y estudios de casos tipificados


de familias en Edo. de Morelos y en México, D.F. (Leñero, Luis, dir., e Investigadores:
Rodríguez, Gonzalo y Thomsen, Cecilia). Reporte de Investigación para UNESCO. Div.
de Población. México, 1977.

IMES-Proy.144

1976 Manual didáctico sobre la familia desde el punto de vista sociológico. Estudio teórico-
didáctico. (Leñero, Luis, Inv.) para colección de la Asociación Nacional de Universidades
e Institutos de Enseñanza Superior, ANUIES. Se publicó:

- Leñero, Luis. “La Familia”. Ed. ANUIES-Edicol, México, 1976. (20,000 ejemplares).

IMES-Proy.151

1978 Condiciones de vida sociofamiliar de los campesinos-mineros en San Luis Potosí.


Investigación situacional, encuesta y diagnóstico. Reporte IMES (Leñero, Luis, dir.,
Investigadores: G. Rodríguez, E. Espinosa, P. Corona). La Paz, S.L.P. 1978.

253
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

IMES-Proy.152

1979 La Familia como unidad socioeconómica y sus investigadores en América Latina.


Investigación exploratoria en México, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Perú, Brasil,
Argentina, Chile. Reporte de investigación para el International Development Research
Centre, IDRC, de Canadá, 1979.

IMES-Proy.154

1979 Edad al Matrimonio y fecundidad. Análisis de segundo grado sobre datos de investigaciones
anteriores. Reporte de investigación IMES presentado a la UNESCO (Leñero, Luis, dir.
y Ribeiro, M.). México-París, 1979.

IMES-Proy.162

1986 Realidades familiares y la crisis del modelo nuclear en los países latinoamericanos. Análisis
de segundo grado. Reporte IMES presentado a Pro Mundi Vitae, Bruselas, Bélgica y en
el I Congreso Interdisciplinario sobre la Familia Mexicana, 1986 (Leñero, L. Inv.). Fue
publicado después como artículo:

- Leñero O., Luis. “Realidades familiares y la crisis del modelo nuclear en los países
Latinoamericanos” en Anuario Jurídico XIII, 1986 del Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1986 (conteniendo
los estudios presentados en el Congreso mencionado).

IMES-Proy.165

1982 Modelos Familiares y conductas sociodemográficas en México. Análisis de segundo


grado basado en estudios anteriores, presentado en la Segunda Reunión Nacional sobre
Investigación Demográfica-CONACYT, México, 1980.(Leñero, L., Inv.). Se publicó
después en la revista Vivienda del INFONAVIT, Vol.7 Nº 1, México, 1982.

IMES-Proy.170

1981 La vida cotidiana en México. Últimos veinte años. Análisis reconstructivo de segundo
grado sobre veinte investigaciones relativas a la vida familiar y otras dimensiones sociales
y comunitarias, en los últimos veinte años. Reporte de Investigación IMES, presentado al
Banco Nacional de México, México, 1981. Se publicó después como libro:

- Leñero, L. y M. Zibillaga. “Representaciones de la Vida Cotidiana en México”, Ed.


IMES, México, 1982.

IMES-Proy.172 y 179

1981-83 Cambio Social en Ciudades Medias de la Provincia Central Mexicana y las formas de
vida cotidiana y familiar. Investigación documental y empírica con encuesta de 1,200
entrevistas en Querétaro, Qro., Morelia, Mich. y San Luis Potosí, S.L.P. Reporte
presentado al Banco Nacional de México. Centro de Estudios Sociales y en El Colegio
de Michoacán, 1981. Se publicó libro con la síntesis de la investigación:

- Leñero O., Luis y Ma. Estela Fernández R. “Formas de vida en ciudades medias del
Centro de México”, Ed. IMES, México, 1983.

254
Bibliografía de los estudios sobre las Familias

IMES-Proy.177

1983 El Fenómeno Familiar en México. Estudio de segundo grado sobre la base de


investigaciones anteriores (Leñero, Luis, Inv.). Publicado después con el mismo título,
Ed. IMES, México, 1983.

IMES-Proy.178 y 211

1983, 88 Familia como unidad mediadora entre el sistema rural productivo y la conducta
demográfica. Con estudio documental, situacional y de encuesta a familias campesinas
de la Chontalpa, Tab. (Investigación trigeneracional) Reporte IMES, presentado
al IDRC. No. 178. México, 1983. (Leñero, L., dir., Ma. Estela Fernández, Miguel
Hernández Madrid, Salvador Guillén, Marisa Verduzco, Laura Castro y Patricia
Corona). Se publicó después en diversos artículos dispersos, entre ellos, en las
Memorias de la Reunión Nacional organizada por el Instituto de Investigaciones
Económicas de la UNAM: Familia y Crisis Económica, 1988.

IMES-Proy.180 y 210

1983, 1986 Unión marital, fecundidad y anticoncepción de adolescentes campesinas en la


región tropical de la Chontalpa, Tab., México. Investigación de estudios de casos con
diagnóstico para programa social. Reporte presentado al Comité de Investigación
Aplicada en Población para América Latina-ICARPAL.

IMES-Proy.188

1984 Estudios sobre políticas sociales y la familia como unidad participativa. Estudio de
segundo grado y de carácter teórico-propositivo. Reporte y Ponencias diversas
presentadas en la Reunión Nacional sobre Fecundidad y Familia organizada por el
CONAPO, como estudios preparatorios de la Conferencia Internacional de Población
ONU, México 1984, así como en reunión internacional de la UNESCO y del Centro
de Desarrollo Social y Estudios Humanitarios ONU. Publicada por CONAPO:

- Leñero, Luis.”La familia como unidad sociodemográfica y como sujeto de las políticas
de población” en Reunión Nacional sobre Fecundidad y Familia, CONAPO, 1984.

IMES-Proy.192 y 207

El minusválido y sus familias en su capacidad participativa en Guadalajara, Jal.


Investigación teórica y situacional y de instituciones. Reporte presentado al Instituto
Jalisciense de Asistencia Social-IJAS (Leñero, L. y Guadalupe Aguilar, Inv. Después
fué publicado un libro:

- Leñero, Luis, “La Asistencia Social Renovada”, Ed. IJAS, Guadalajara, Jal., 1984, 1986.

IMES--- Proy. 201-208

1986-87 Cambios de valores familiares. Análisis de encuesta nacional (proveniente de una


internacional), sobre valores en México, realizada por la agencia Gallup y coordinada
por en Centro de Estudios Educativos. Análisis con el marco teórico de la Dramaturgia
Social. Publicada en dos ocasiones:

255
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

- Leñero, Luis. “Valores familiares y Dramaturgia Social” en libro: “Cómo somos los
mexicanos” (Hernández, Albero y Luis Narro (coord.).Ed. CREA y CEE., México,1987.
pp.251-299. Posteriormente revisado, ampliado y editado como libro:

- Leñero, Luis. “El Teatro de la Reproducción Familiar”. Ed. Pax-México y MEXFAM,


México, 1987.

IMES-Proy.206

1986 Ensayos compilados sobre Familia y Crisis Familiar. Revisión y compilación de seis
estudios de segundo grado, entre ellos: “Población, Familia y Desarrollo”, “Familia e
ideología”, “Problemas en la formación de parejas”, “Familia, crisis y salud mental”.
Material presentado al Seminario IMES (Leñero, L.,Inv.), México, 1986.

IMES-Proy.215

1988 Actitudes masculinas de jóvenes respecto a su plan de vida y formación familiar.


Investigación exploratoria con estudios de casos, en el área metropolitana de la
ciudad de México, Morelia y Monterrey. Reporte de investigación (Leñero, Luis, dir.,
Investigadores: Lourdes Romero, Luis Arturo Jiménez, David Urzúa y Gabriel Rico).

IMES-Proy.225

1990 Perfil de los jóvenes varones y su previsión de vida familiar y futura. Investigación con
encuesta en las ciudades de México, Morelia y Monterrey. Reporte de investigación
IMES 1989 presentada a la Fundación MEXFAM. Posteriormente de publicó libro:

- Leñero, Luis y Ma. Estela Fernández. “Jóvenes de hoy”, Ed. Pax-México y MEXFAM,
México, 1990.

IMES-Proy.228

1989 Nuevas Familias, nueva sociedad. Coordinación, planeación, compilación y edición de


Memoria de estudios presentados en el Congreso de Exalumnos de Universidades
jesuitas en México. (Leñero, Luis y Guadalupe Zetina, Inv.). Se publicó libro:

- Diversos Autores (Vargas Garibay y G. Zetina, ed.). “Nuestras Familias”: El Papel del
exalumno ante los valores de la Familia, Educación y Sociedad. Ed. Grupo Difusión y
Comunicación García Garibay y As.,México, 1990.

IMES-Proy.230

1991 Mortalidad materna, fecundidad y costo social. Inv. de estudios de casos familiares y
observación semiparticipante antropológica, de evaluación de impacto de la mortalidad
materna en la vida familiar y social en Tlaxcala y Cd. México. Reporte presentado a la
Organización Mundial de la Salud-OMS. (Elu, Ma. del Carmen, Inv.), México, 1991.

IMES-Proy.231

1992 Ensayos sobre Organización de la Sociedad Civil, Familia y Juventud. Análisis de segundo
para diagnóstico de posibles intervenciones sociales. Reporte presentado al Centro Juvenil
de Promoción Integral, CEJUV. (Leñero, Luis, Inv.), México, 1991. Publicado como libro:

256
Bibliografía de los estudios sobre las Familias

- Leñero, Luis. “Sociedad Civil, Familia y Juventud”. Ed. CEJUV-IMES, México, 1992.

IMES-Proy.236

1992 Investigación sobre la participación de los varones en la vida familiar. Investigación


teórico-empírica, con encuesta-sondeo a 250 casos masculinos, padres de familia.
Reporte de investigación con banco de datos (Leñero, L. dir., Romero, L. coord., Inv.:
Felipe Reyes y Mayra Álvarez). Se publicó después libro:

- Leñero, Luis. “Varones, neomachismo y planeación familiar”. Ed. MEXFAM,


México, 1992.

IMES-Proy.238

1990 El aborto inducido en su origen, proceso y atención postfactum. Estudio empírico,


documental, encuesta y estudio de casos y entrevistas a personal de salud, en Hospital
de la Mujer, México. Reporte de investigación presentando a la OMS (Elu, Ma. del
Carmen y Aurora Farfán). México, 1990-91.

IMES-Proy.239

1993 Cambios en la Organización Familiar en León, Gto. al inicio década de los noventa.
Estudio piloto para una serie de aplicaciones en ciudades del país. Encuesta a 300
padres de familia (Hombres y Mujeres). Reporte de Investigación presentado a la
Asociación Mexicana de Población (Leñero O., Luis, dir. Ma. Estela Fernández,
coord., Patricia Corona, Arturo Hidalgo-UIA-Bajío), Monterrey, 1993. Banco de
datos. Posteriormente se publicó artículo:

-Leñero O., Luis. “Investigación sobre el cambio de la organización familiar en la


nueva generación de los años noventa”. Estudio Piloto sobre la familia en León,
Guanajuato en el libro: “Familia y Crisis Económica”. Resultados de Investigaciones,
1993. Ed. Asociación Mexicana de Población y Fundación MacArthur. Monterrey,
NL, 1994 (pp. 1-13).

IMES-Proy. 242

1992 Superando la brecha entre investigación y acción: Producción y difusión de material


sobre mujer, género, salud y reproducción familiar (1991-93). Investigación de
segundo grado. Organización de cinco foros públicos y cinco talleres sobre la salud
reproductiva en cinco Estados: Nuevo León, Oaxaca, Tlaxcala, Jalisco y Chiapas.
Elaboración de seis folletos de estudios de divulgación y de un libro:

- Elu, M. C. “La salud reproductiva de la mujer en Tlaxcala”, México. Ed. IMES y


Universidad Autónoma de Tlaxcala, México, 1992:

- “Neo-machismo y maternalismo”. Ed. IMES y Pro-México, México, 1993.- y


Manuel Ribeiro. “La salud reproductiva de la mujer en Nuevo León”, México, Ed.
UANL e IMES, México,1992.

- y Marisa Manzano. “La salud reproductiva de la mujer en Oaxaca”, México. Ed. La


Casa de la Mujer Rosario Castellanos e IMES, México, 1992.

257
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

- Luis Leñero, Ma. Carmen Elu y Julia Martínez de Dean. “La salud reproductiva de la
mujer en Jalisco”, México. Ed. Pro-México e IMES, México, 1993.

- y Ma. del Carmen Elu. “La salud reproductiva de la mujer en Chiapas”, México, Ed.
Servicios Integrales de Educación y Salud e IMES, México, 1993.

IMES-Proy.243

1994 Naturaleza, Pluralidad y Prospectiva del Fenómeno Familiar. Elaboración de un


ensayo con tres variantes. (Leñero, Luis, Inv.).Presentación y publicación por parte
de Centro de Desarrollo Social y Asuntos Humanitarios-ONU, Viena, para el Año
Internacional de la Familia; para el Instituto de la Familia, y para la Conferencia del
Episcopado Mexicano-Comisión de Pastoral Familiar. Publicado como artículo de
material del Año Internacional de la Familia, con el mismo título; y como artículo de
libro y de revista:

- Leñero, Luis. «Situación de la Familia en México» en Familia, patrimonio sagrado de


la humanidad. Ed. C.E.M.- Obra de la Buena Prensa, México, 1994, pp. 134-168; y en
Revista La Cuestión Social, Año 2, Nº.1, Ed. IMDOSOC, México, 1994. pp. 25-47.

IMES-Proy.244

1992 Las nuevas Familias en Oaxaca. El cambio de la organización familias y sus implicaciones
(1992). Investigación de primer grado con encuesta y estudios de historias de vida
(Leñero, L. dir., Laura Loeza, Ma. Estela Fernández). Reporte presentado en Fundación
MEXFAM. Banco de datos.

IMES-Proy.245

1992 Iniciativa por una maternidad sin riesgos en México (1992-94). Organización
Conferencia Nacional con asistencia instituciones públicas y de la sociedad civil
(ONG femeninas), y fundaciones altruistas. Promoción y establecimiento de Comité
Promotor Maternidad sin Riesgos. Elaboración conjunta: «Declaración de México
por una Maternidad sin Riesgos (Elu, M. C., coord. y Sria.Ejec.CPMSR). México.

IMES-Proy.247

1992-93 Seminario de especialistas sobre la Crisis Familiar Organización seminario anual


IMES-IFAC. Elaboración de la relatoría de diez sesiones y reedición de reporte-
documento de estudio (Leñero, Luis y Raymundo Macías, coords. Participantes:
Francisco Avilés, Emma Espejel, Enriqueta Gómez, M. de Izaurieta, M. C. Elu y
Manuel Ribeiro). México, DF.

IMES-Proy.249

1993 Religiosidad en la ciudad de México Investigación de primer grado, con encuesta en


la zona de Aragón al noreste de la ciudad. Con una área especial de Religiosidad
y Familia. Reporte presentado III Vicaría Episcopal de la Arquidiócesis de México
(Leñero, Luis, dir.; Laura Loeza y Ma. Estela Fernández). México, DF.

258
Bibliografía de los estudios sobre las Familias

IMES-Proy.250

1994 Familia y niños en el D.F. (1994). Investigación documental y de primer grado, con
encuesta a 1000 padres de familia (hombres y mujeres), y estudios de caso para
análisis cualitativo. Reporte patrocinado y presentado al DIF Nacional, Fondo de
Naciones Unidas para la Infancia UNICEF, Centro Mexicano para la Filantropía
e IMES (Leñero, Luis, dir., Ma. Estela Fernández, Laura Loeza). México, D.F.
Posteriormente se publicó libro y un folleto de divulgación:

- Leñero, Luis, Ma. Estela Fernández, Laura Loeza y Ma. Teresa Guzmán. “Las familias
en la ciudad de México: Investigación social sobre la variedad de las familias, sus cambios
y perspectivas”. Ed. DIF Nacional, UNICEF, CEMEFI e IMES, México, 1994 (Año
Internacional de la Familia).

- Leñero, Luis. “Familias que cambian”. Ed. DIF, UNICEF, CEMEFI, IMES., México, 1994.

IMES-Proy.251

1994 Concepciones de problemática, política y programas de intervención familiar


Compilación de ensayos y edición de material para publicación (Leñero, Luis,
Gabriel Ramírez, Ángeles Beltrán, J. Ferraro, W. Dumon (Bélgica), Don (Australia), y
posteriormente, Servando Gutiérrez). México, DF. El material se ha utilizado para
diversas publicaciones derivadas.

IMES-Proy. 254

1994 Educación de los valores morales en la familia, la escuela básica y la comunidad


Estudio exploratorio y diseño para investigación de primer grado para ser realizada en
Guadalajara y Cd. México (Leñero, L., dir., Lourdes Romero, Guadalupe Zetina, Ma.
Estela Fernández y Ángeles Beltrán). Reporte presentado al Instituto de Fomento e
Investigación Educativa, A.C. México, DF. Se reprodujo el reporte:

- Leñero, Luis. “Educación de los valores Morales en la familia, la escuela básica y la


comunidad”. Colección de Reportes de Investigación, No 54. UAMI-Depto. de
Sociología, México, 1996.

IMES-Proy.255

1994-96 Desarrollo de Programa Nacional del Comité Promotor por una Maternidad sin
Riesgos en México Incorporación de más de 50 organizaciones en siete Entidades
Federativas. Organización de conferencias, eventos y talleres. Publicación de estudios
y manuales, carpetas informativas, libros, videos, programas de TV, etc. (Elu, Ma. del
Carmen, coord., Elsa Santos, Rosa Ma. Castañeda, Patricia Corona, Angélica Jiménez,
Ángeles Beltrán). México.

IMES-Proy.256

1994 Los pobres de México Estudio documental, de revisión teórica y de campo: con entrevistas
profundas a casos de familias pobres. Reporte presentado al IMDOSOC (Leñero, Luis,
Inv., Gabriel Ramírez y Ma. Estela Fernández). México, DF. Se publicó libro:

259
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

- Leñero, Luis y Gabriel Ramírez. “Los pobres en México: su promoción”. Ed.


IMDOSOC, México, 1995.

IMES-- Proy. 257

1995 Serie de Estudios sobre las personas de la tercera edad y su vida familiar.(1995-96).
Elaboración de ensayos y de tesis profesionales y de maestría en la UAMI-Sociología
y en la UIA-Desarrollo Humano (Leñero, Luis, director y asesor; Guadalupe Zetina,
Mayra Álvarez, Hernández Santos, Rocío, Hernández Trejo, Lluvia Araceli y Porcayo
García, Martha Sofía), México, DF.

IMES-Proy.259

1996 Investigación evaluativa sobre “puestos de salud”: modelo para la identificación de


riesgos de salud y referencia oportuna de mujeres embarazadas (1996). Investigación
de campo y seguimiento de casos. Reporte investigativo presentado a los organismos
internacionales Family Care International y O.D.A. (Elu, M. C., coord., Ma. Estela
Fernández, Ma. Teresa Guzmán, Rosa Ma. Castañeda).

IMES-Proy.262

1996 El trabajo de la mujer en la Cd. Querétaro, Qro. y sus implicaciones en las relaciones
familiares: la Perspectiva Masculina Investigación de Primer Grado, con encuesta
y estudios de caso. Reporte presentado a la Asociación Mexicana de Población y
Fundación MacArthur (Leñero, Luis, dir., Ma. Estela Fernández, Lourdes Romero y Ma.
Teresa Guzmán). México. Se publicó artículo:

- Leñero, Luis. “Trabajo de la mujer y vida familiar desde la perspectiva de género


masculino”. Investigación exploratoria en la ciudad media de Querétaro, Qro. en
“Mercados Locales de trabajo: Participación Femenina, Relaciones de Género y
Bienestar Familiar”. Monterrey, NL Ed. Asociación Mexicana de Población, A.C. y
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 1998.

IMES-Proy.265

1996-97 Diagnóstico sobre la Situación Familiar y Comunitaria de los Menores atendidos por el
DIF en el Programa: «Aprender a ser», en la ciudad de Oaxaca. Investigación documental
y de primer grado, con encuesta a 100 menores y a sus madres o sustitutas, así como
estudios de caso familiar. Reporte presentado al DIF-Oaxaca.(Fernández, Ma. Estela,
dir., Felipe Reyes y Ma. Teresa Guzmán). Oaxaca, Oax.

IMES-Proy.268

1997-00 Salud reproductiva de mujeres jornaleras migrantes de Oaxaca a Sinaloa. Proyecto


piloto para continuarloVV en estudios subsiguientes. Reporte presentado a la Academia
Mexicana de Derechos Humanos, y a la Unión Europea (Elu, Ma. del Carmen, Elsa
Santos y Rosa Ma. Castañeda). México.

IMES-Proy.270

1998 Niños de la calle y en la calle: dimensión actual de la problemática y de las estrategias para
abordarla. Estudio evaluativo y propositivo. Reporte presentado a la Academia Mexicana

260
Bibliografía de los estudios sobre las Familias

de Derechos Humanos y Unión Europea (Leñero, Luis, Inv.). Se publicó libro:

- Leñero, Luis. “Los niños de la calle y en la calle: Problemática y estrategias para


abordarla”. Ed. Academia Mexicana de Derechos Humanos, México, 1998.

IMES-Proy.271

1997-98 Estudio exploratorio para la elaboración de un inventario de las organizaciones, programas


y políticas referidas específicamente a la vida familiar en cuanto tal, en México. Reporte
Preliminar (Leñero, Luis y Ma. Estela Fernández). México, 1997.

IMES-Proy.272

1997 II Conferencia Nacional sobre una Maternidad sin Riesgos en México. Organización
de la Conferencia con la participación de 250 miembros de ONG y Org. Gub. de
México, Agencias Internacionales y Organizaciones Latinoamericanas. Reajuste de la
Declaración de México sobre una Maternidad sin Riesgos y edición de un libro con las
ponencias presentadas. (Elu, Ma. del Carmen, Elsa Santos, Patricia Corona y
Angélica Jiménez), México, 1997.

IMES-Proy.274

1997-00 Violencia Doméstica contra mujeres embarazadas. Elaboración y realización proyecto de


acción preventiva sobre detección y tratamiento de la violencia a mujeres embarazadas
mediante entrenamiento a prestadores de servicios en el sector Salud. Investigación de
causas y orígenes y concertación de campañas de prevención. Elaboración de guiones
para programas de radio. En colaboración con el Comité MSR. (Elu, Ma. de Carmen y
Elsa Santos). México, 1997-2000.

IMES-Proy.279

1999-00 Atención de mujeres jornaleras agrícolas migrantes del Estado de Oaxaca.


Elaboración de modelo de capacitación y promoción para el mejoramiento de la
salud reproductiva de mujeres migrantes. Talleres para promotores. Evaluación
y sistematización de la experiencia para modelo replicable. (Elsa Santos y Ma. de
Carmen Elu).México, 1999-2000.

IMES-Proy.285

2000-01 Factores socioculturales y familiares que se asocian al cáncer cérvico-uterino en zonas


de escasos recursos en el Estado de Veracruz. Investigación de primer grado a mujeres
y hombres en seis zonas rurales de Veracruz en situación de pobreza. Fernández, Ma.
Estela, Ma. del Carmen Elu, Ángeles Beltrán, Hilda Rebeca Silva, Ma. Teresa Guzmán.
Edo. Veracruz, 2000-2001.

IMES-Proy.290

2002 Los jóvenes de la ciudad de México: valores, problemática sentida y expectativas de


promoción. Encuesta de muestreo (1000 casos) y estudio de casos tipificados a jóvenes
del Distrito Federal. México, 2002.

261
Prediagnóstico sobre la Dinámica Familiar 1

DIRECTORIO SISTEMA NACIONAL DIF

Sra. Ana Teresa Aranda Orozco COORDINACIÓN GENERAL


Directora General DEL PROYECTO

Ing. Felipe Valdez de Anda Ing. Felipe Valdez de Anda


Subdirector General de Atención Subdirector General de Atención
a Población Vulnerable a Población Vulnerable
Sistema Nacional DIF
Dr. Carlos Pérez López
Subdirector General de Asistencia
e Integración Social INSTITUTO MEXICANO DE ESTUDIOS
SOCIALES
Dr. N. Salvador Escobedo Zoletto
Oficial Mayor Dr. Luis Leñero Otero
Ángeles Beltrán Farfán
C.P. Irene Hinojosa Moreno Guadalupe Zetina Lozano
Titular del Órgano Interno de Control Hilda Rebeca Silva Pérez
Ma. Teresa Guzmán Figueroa
Lic. Georgina Velázquez Ortega
Directora de Alimentación SUBDIRECCIÓN GENERAL DE
y Desarrollo Comunitario ATENCIÓN A POBLACIÓN
VULNERABLE
Mtra. María de los Dolores
Aguilar Marmolejo Lic. Patricia Anaya Calderón
Directora de Protección a la Infancia Secretaria Técnica del Diagnóstico
de la Familia Mexicana
Lic. Mario Julio Córdova Motte
Director de Rehabilitación Jorge Joaquín Serrano Hernández
y Asistencia Social María de Lourdes Velávzquez Díaz
Regina Garza Castillón Yunes
Lic. Sergio Alejandro Corona Villava
Dirección de Recursos Humanos

M.C. Jaime Salazar Silvia


Dirección de Recursos Materiales
y Servicios Generales

Lic. Carlos Ponce Martinez


Dirección de Programación,
Organización y Presupuesto

Mtro. Javier Cobos Fernández


Director de Profesionalización de
la Asistencia Social

Lic. Samuel Martínez Aceves


Dirección de Asistencia Jurídica

263
Luis Ricardo Lozano / Media Works, S.A. de C.V.
Concepto Creativo y Diseño de Escultura
Manuel Fierro
Escultura Original

Diseño e Impresión por


Litográfica Pirámide, S. A. de C. V.
Tels. 5704 6175 - 5704 3827 Fax. 57891730

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