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LABORATORIO DE FISIOLOGÍA HUMANA

Práctica 6: Metabolismo de la glucosa

Integrantes
 Burga Flores Marlie
 Bustamante Díaz Mario

Docente
 Dr. Wilson Becerra

Horario
 11:00- 12:30

Ciclo
 Tercer año- I semestre

Fecha de entrega

 06/05/18
Contenido

I. Introducción .......................................................................................................................... 3

II. Objetivos ............................................................................................................................... 4

III. Marco teórico .................................................................................................................... 5

IV. Parte experimental.......................................................................................................... 14

Grupo A: Test de tolerancia a la glucosa modificado .............................................................. 14

Grupo B: Test de ejercicio modificado .................................................................................... 18

V. Conclusiones........................................................................................................................ 22

VI. Anexos ............................................................................................................................. 23

VII. Bibliografía ...................................................................................................................... 30

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I. Introducción

La glucosa es un azúcar vital en el metabolismo. El control de su transporte


depende de hormonas, como la insulina, adrenalina o glucagón, y su
almacenamiento se realiza de forma compacta, en forma de glucógeno. Así, el
glucógeno puede hidrolizarse en glucosas, y esta se puede oxidar a piruvato. El
azúcar se almacena de varias formas, y estas se asimilan en la dieta. Sin
embargo existe una enfermedad en la cual se presentan niveles altos de azúcar
en la sangre, llamada diabetes que puede ser causada por muy poca producción
de insulina, resistencia a ésta o ambas. Para comprender la diabetes, es
importante entender primero el proceso normal por medio del cual el alimento se
descompone y es empleado por el cuerpo para obtener energía. Varias cosas
suceden cuando se digiere el alimento: Un azúcar llamado glucosa, que es
fuente de energía para el cuerpo, entra en el torrente sanguíneo. Un órgano
llamado páncreas produce la insulina, cuyo papel es transportar la glucosa del
torrente sanguíneo hasta los músculos, la grasa y las células hepáticas, donde
puede utilizarse como energía. Las personas con diabetes presentan
hiperglucemia, debido a que su cuerpo no puede movilizar el azúcar hasta los
adipocitos, hepatocitos y células musculares para almacenarse como energía.
Esto se debe a que el páncreas no produce suficiente insulina, sus células no
responden de manera normal a la insulina o todas las razones anteriores

A continuación en este informe se presenta los resultados y discusiones de los


dos grupos de alumnos seleccionados para la medición de glucosa en ayunas,
tanto para el test de tolerancia a la glucosa modificado y el test de ejercicio
modificado.

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II. Objetivos

 Analizar en qué influye el índice de masa corporal de los alumnos en el


test de tolerancia oral a la glucosa y explicar su importancia.
 Identificar a los alumnos que presentan niveles alterados de glicemia
después de realizarles el test de tolerancia oral a la glucosa y determinar
el diagnóstico de cada uno de ellos.

 Determinar e interpretar los valores obtenidos de la prueba del test de


ejercicio modificado de los alumnos participantes del experimento.

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III. Marco teórico

Metabolismo de la glucosa

Insulina. Efectos metabólicos


La insulina es un polipéptido de 51 aminoácidos. Las células beta de los islotes
de Langerhans contienen gránulos rellenos de insulina que se funden con la
membrana celular y expulsan su contenido a la sangre. La insulina se vierte en
la sangre de la vena porta, de modo que la sangre que llega al hígado por esta
vía, la transporta en concentración elevada. Es, por tanto, en el hígado donde
ejerce su principal influencia sobre el metabolismo de los hidratos de carbono
aunque también en el músculo y el tejido adiposo. La insulina se une a receptores
glucoproteicos de la superficie celular de las células diana, dando lugar a la
inserción de transportadores de glucosa preformados con lo que aumenta la
captación de glucosa por las células diana.
Gran parte de la insulina circulante está unida a una β-globulina pero la vida
media de la insulina en el plasma es muy breve, unos 5 minutos, porque
enseguida es captada por los tejidos, en especial el hígado, los riñones, el
músculo y el tejido adiposo. Una cantidad insignificante de la insulina circulante
se elimina por la orina.
Efectos sobre proteínas. La insulina causa transporte activo de aminoácidos al
interior de las células así como incremento de la síntesis de proteínas y
disminución del catabolismo proteico, favoreciendo el almacenamiento de
proteínas en las células. La insulina y la hormona del crecimiento actúan de
modo sinérgico para promover el crecimiento.
Efectos sobre los lípidos. La insulina aumenta la lipogénesis con conversión
de glucosa o de otros nutrientes en ácidos grasos y aumento de los depósitos de
triglicéridos en el tejido adiposo. Asimismo disminuye la lipolisis.
Efectos sobre los hidratos de carbono. La insulina se secreta en respuesta a
un nivel elevado de glicemia y produce un efecto hipoglicemiante (disminuye los
niveles de glucosa en plasma) lo que se debe a que facilita la entrada de glucosa
en las células que poseen receptores para la insulina. Además acelera la
conversión de glucosa en glucógeno (glucogénesis) con aumento de los
depósitos de glucógeno en las células y disminuye la glucógenolisis y la
gluconeogénesis (1)
Insulina biosíntesis, acciones y mecanismos
La insulina es una hormona polipeptídica que es secretada por las células β de
los islotes pancreáticos. Se sintetiza como una sola cadena polipeptídica en el
retículo endoplásmico rugoso: la preproinsulina. Esta proteína se encierra en
microvesículas en las cisternas del retículo endoplásmico, donde sufre algunas
modificaciones en su estructura, con el plegamiento de la cadena y la formación

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de puentes disulfuro. Se forma así la molécula de proinsulina que se transporta
al aparato de Golgi, donde se empaqueta en gránulos de secreción.
Durante la maduración de estos gránulos, la proinsulina es atacada por enzimas
proteolíticas que liberan la molécula de insulina y el péptido C. Estos gránulos
que contienen cantidades equimolares de insulina y péptido C, además de una
pequeña proporción de proinsulina sin modificar, son expulsados por un
complejo sistema de microtúbulos y microfilamentos hacia la periferia de las
células β. Cuando se fusiona la membrana del gránulo con la membrana celular
se disuelven ambas en el punto de contacto y se produce la exocitosis del
contenido del gránulo.
Las células β de los islotes pancreáticos funcionan como un sensor energético
en general y de la glucemia en particular, lo que les permite integrar
simultáneamente señales de nutrientes y moduladores.
La llegada del alimento al tubo digestivo y su posterior absorción se acompaña
de numerosas señales que son: aumento de los niveles de glucosa y de otros
metabolitos en plasma, secreción de algunas hormonas gastrointestinales,
activación de nervios parasimpáticos, etc. Todas estas señales controlan la
secreción de insulina.
Resumen de las acciones de la insulina:
En el hígado
 Incrementa la actividad y estimula la síntesis de la glucocinasa,
favoreciendo la utilización de la glucosa.
 Aumenta la vía de las pentosas que aporta NADPH al estimular a la
Glucosa-6-fosfato deshidrogenasa.
 Aumenta la glucólisis por estimulación de la glucocinasa,
fosfofructocinasa I y de la piruvatocinasa.
 Favorece la síntesis de glucógeno, estimulando la actividad de la
glucógeno sintetasa (GS).
 Reduce la gluconeogénesis, al disminuir principalmente la síntesis de la
fosfo-enol-piruvato-carboxi-cinasa (PEPCK).
 Estimula la síntesis de proteínas.
 Aumenta la síntesis de lípidos.
 Inhibe la formación de cuerpos cetónicos.
En el tejido muscular
 Estimula la entrada de glucosa (por translocación de los GLUT 4 hacia la
membrana).
 Aumenta la glucólisis por estimulación de la fosfofructocinasa I y de la
piruvatocinasa.
 Estimula la síntesis de glucógeno al estimular la actividad de la GS.
 Favorece la entrada de aminoácidos a la célula y su incorporación a las
proteínas, estimula la síntesis e inhibe el catabolismo de proteínas.
 Estimula la captación y utilización de los cuerpos cetónicos.
 La insulina estimula la bomba Na+ /K+ , lo que favorece la entrada de K+
a las células.

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En el tejido adiposo
 Estimula la captación (GLUT 4) y utilización de glucosa por el adipocito.
 Aumenta la vía de las pentosas que aporta NADPH al estimular a la
glucosa-6-fosfato deshidrogenasa.
 Favorece la captación de ácidos grasos al estimular a la enzima
lipoproteínalipasa 1, que degrada los triglicéridos contenidos en las
lipoproteínas.
 Estimula la síntesis de triglicéridos (al promover la glucólisis y la vía de
las pentosas) e inhibe los procesos de lipólisis, por lo que se favorece la
acumulación de éstos en los adipocitos.
Glucagón. Efectos metabólicos
El glucagón es un polipéptido de 29 aminoácidos sintetizado y liberado por las
células alfa de los islotes de Langerhans del páncreas y, al contrario que la
insulina, eleva el nivel de glucosa en sangre. Es decir, es una hormona
hiperglucemiante. Igual que la insulina, su período de vida media en el plasma
es de unos 6 minutos. Su principal tejido diana es el hígado.
Efectos sobre las proteínas. El glucagón aumenta la captación hepática de
algunos aminoácidos y la gluconeogénesis o síntesis de nueva glucosa a partir
de los aminoácidos, lo que contribuye a aumentar los niveles de glucosa en
plasma.
Efectos sobre las grasas. Aumenta la lipolisis, movilizando los ácidos grasos y
el glicerol a partir del tejido adiposo lo que aporta sustratos metabólicos y permite
que se ahorre glucosa para poder ser utilizada por el cerebro. El glicerol puede
actuar como un precursor de la glucosa en la gluconeogénesis hepática.
Efectos sobre los hidratos de carbono. El glucagón aumenta la glucógenolisis
hepática e inhibe la síntesis de glucógeno con lo que más cantidad de glucosa
pasa al plasma
Glucagón. Secreción. Regulación
El principal estímulo para la liberación de glucagón son los niveles bajos de
glucosa en plasma o hipoglicemia. La disminución de la glicemia estimula la
secreción de glucagón y el aumento de la glicemia la inhibe. De modo que la
insulina y el glucagón actúan en sentido contrario. Sin embargo, en la mayor
parte de los estados normales, el mecanismo de retroalimentación de la insulina
es mucho más importante que el del glucagón. De hecho, la insulina inhibe
directamente la secreción de glucagón. Pero cuando disminuye la ingestión de
glucosa por ayuno o se utiliza en exceso durante el ejercicio o en situaciones de
estrés, entonces disminuye la glicemia lo suficiente como para estimular la
secreción de glucagón (2)
La secreción de glucagón también es estimulada por algunos aminoácidos (en
especial, la arginina y la alanina) y por los estímulos simpático y parasimpático.
La somatostaina inhibe la liberación de glucagón.

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Glicemia. Regulación e importancia de una regulación exacta
La función principal del páncreas endocrino es regular la glicemia o los niveles
de glucosa en plasma. En una persona normal la glicemia está controlada dentro
de límites muy estrechos entre 70 y 140 mg/ 100 ml de sangre (4-8 mmol por
litro). Las hormonas pancreáticas contribuyen a la regulación de la glucosa que
tiene lugar minuto a minuto.
La insulina es la única hormona capaz de disminuir los niveles de glucosa en
plasma y el glucagón es la hormona hiperglucemiante más importante. Los
sistemas de regulación de la glicemia actúan rápidamente después de una
comida y devuelven su valor a cifras normales, por lo general a las 2 horas
después de la última absorción de carbohidratos.
El hígado funciona como un importante sistema amortiguador de la glicemia. Al
elevarse la glicemia y, consiguientemente la insulina, después de una comida,
hasta 2/3 partes de la glucosa absorbida en el tubo digestivo se almacena en el
hígado en forma de glucógeno. En las horas siguientes, cuando disminuye la
glicemia y la secreción de insulina, el hígado libera nuevamente la glucosa a la
circulación. Es decir, que el hígado retira la glucosa de la sangre cuando está
presente en exceso después de una comida y la devuelve a la sangre cuando es
necesaria entre comidas. Es importante que el páncreas no secrete demasiada
insulina durante el período interdigestivo porque entonces la glucosa sería
captada por otros tejidos dejando al sistema nervioso central sin su aporte
nutritivo. Otros tejidos como los riñones, el músculo esquelético y la piel
almacenan cantidades más pequeñas de glucosa en forma de glucógeno. Todas
las células que almacenan glucógeno son capaces de utilizarlo para su propio
metabolismo pero las células del hígado y del riñón pueden, además, liberar
glucosa a la circulación para que esté disponible para otras células. Los riñones
constituyen una fuente de glucosa plasmática solo en caso de ayuno, de modo
que en la mayor parte de situaciones el hígado constituye la principal fuente de
glucosa y desempeña un papel decisivo en el suministro de glucosa al sistema
nervioso central. Cuando los depósitos de glucógeno son suficientes, cualquier
exceso de glucosa en plasma se convierte en ácidos grasos y se almacena en
el tejido adiposo en forma de triglicéridos.
Otras hormonas también contribuyen a mantener estable el nivel de glucosa en
plasma como el cortisol, la hormona del crecimiento, las hormonas tiroideas y las
catecolaminas (ver efectos sobre el metabolismo de cada una de ellas) pero la
acción de estas hormonas es más a largo plazo, no tan rápida como la de las
hormonas pancreáticas.
Actúan cuando hay alguna situación de estrés en que es fundamental mantener
estable la glicemia.
Es vital para el organismo conservar constante el nivel de glicemia. Se puede
preguntar la causa de esta importancia, sobre todo cuando la mayor parte de los
tejidos puede utilizar grasas y proteínas para obtener energía en ausencia de
glucosa. La respuesta es que la glucosa es el único nutriente que puede ser
utilizado por ciertos tejidos como el sistema nervioso central, la retina y el epitelio
germinal en cantidades suficientes para proporcionarles la energía que
necesitan. El sistema nervioso central requiere unos 110 gramos de glucosa
cada día, de modo que más de la mitad de toda la glucosa formada por

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gluconeogénesis durante el período interdigestivo se emplea para sus
necesidades metabólicas. El sistema nervioso central es diferente a los otros
tejidos en que puede captar glucosa sin intervención de la insulina aunque
algunas zonas del cerebro, como el hipotálamo son sensibles a la insulina y es
posible que esta hormona intervenga en el control del apetito.

Test de tolerancia oral a la glucosa

Es un test cuyo objetivo es medir la respuesta del cuerpo frente a una sobrecarga
de glucosa. Sirve para diagnosticar diabetes y cuadros metabólicos relacionados
como la resistencia a la insulina. La prueba consiste en la toma inicial de una
muestra de sangre (en ayunas de 10 a 12 horas). Luego se ingieren 75 gramos
de glucosa disueltos en agua y se vuelve a medir la glucosa luego de 1 o 2 horas
sin realizar movimiento.
Cuando una persona ingiere 1g de glucosa por kg de peso corporal en ayunas,
la glucemia se eleva desde aproximadamente 90 mg/100 ml hasta 120 a 140 mg/
100 ml y luego retorna a la normalidad en unas 2 hr. Pero en una persona
diabética suele encontrarse por encima de 110 mg/ 100 ml y muchas veces por
encima de 140 mg/ 100 ml y la tolerancia a la glucosa suele resultar anormal,
tardando en regresar a sus valores normales en unas 4- 6 horas.

Tabla 1 : Criterios diagnósticos de los trastornos del metabolismo de los carbohidratos

Glicemia basal Glicemia 2 hr post carga Diagnóstico


<110 mg/dL < 140 mg/dL NORMAL
110-126 mg/ dL 140-199 mg/dL INTOLERANCIA A LA
GLUCOSA

>126 mg/ dL >200 mg/dL DIABETES MELLITUS

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Imagen 1: Curva de tolerancia a la glucosa en una persona
sana y en una persona con diabetes.

La Curva de Tolerancia a la Glucosa, es una prueba muy importante, ya que nos


indica cómo reacciona la insulina a la ingesta de glucosa para determinar el
grado de sensibilidad que tienen nuestras células a las señales de la insulina y,
cómo ésta, metaboliza la glucosa para que sea utilizada como combustible y no
se mantenga en niveles elevados en el torrente sanguíneo. La curva de
Tolerancia a la Glucosa nos indicará si tenemos una tolerancia normal o anormal
a la glucosa y además, podrá diagnosticar si la persona tiene Diabetes (2).
El National Diabetes Data Group y la OMS han propuesto criterios diagnósticos
para la DM basados en las siguientes premisas: 1) el espectro de la glucosa
plasmática en ayunas (GPA) y la reacción a una sobrecarga oral a la glucosa
(test de tolerancia oral a la glucosa) varían entre los individuos normales, y 2) la
DM se define como nivel de glucemia al que ocurren las complicaciones
específicas de la diabetes más que como desviaciones a partir de una media
basada en la población.

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En relación al valor de la glucosa plasmática en ayunas obtenemos tres
categorías: 1) GPA ≤ 99 mg/dL es la cifra normal; 2) GPA entre 100 a 125 mg/dL,
se define como prediabetes, es decir, glucemia alterada en ayunas (GAA) y 3)
GPA ≥ 126 mg/dL justifica el diagnóstico de diabetes mellitus. Con base en los
datos del test de tolerancia oral a la glucosa se define intolerancia a la glucosa
como los niveles de glucemia entre 140 y 199 mg/dL y se define la diabetes como
la cifra de glucemia ≥ 200 mg/dL 2 h después de la ingestión de 75 g de glucosa
anhidra, como estímulo o carga. Algunas personas tienen la combinación de
GAA e ITG (3)

Los siguientes son los valores que la Asociación Americana de Diabetes estima
como niveles máximos durante las pruebas de glucosa (ya sea el Test
O’Sullivan) o la curva de glucosa (TTOG):

Tabla 2: Valores durante las pruebas de glucosa según la Asociación Americana de


Diabetes

Se debe tener en cuenta que la obesidad conlleva a un alto riesgo por el


agotamiento de la célula beta, la cual se ve imposibilitada de dar respuesta a
tanta sobrecarga, y desarrolla, primeramente, la resistencia a la insulina;
también hay estudios que demuestran que los altos niveles de glucosa
circulantes son los factores de riesgo fundamentales, que junto con la
obesidad y el hábito de fumar, impulsan el deterioro de la tolerancia a la
glucosa, independientemente del estado de la secreción de insulina y de la
sensibilidad a esta (4)

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Cambios metabólicos durante el ejercicio

Los carbohidratos aportan aproximadamente 40% de los requerimientos totales


de energía del cuerpo durante el reposo, los músculos utilizan cerca de 15 a
20%. Cuando el ejercicio es muy intenso, como cuando una persona camina de
65 a 85% de su capacidad, los carbohidratos se convierten en la fuente preferida
de energía. A niveles de ejercicio máximo o supramáximo se utilizan casi
exclusivamente carbohidratos. La glucosa sanguínea tiene un suministro muy
corto, por lo tanto, conforme se va usando durante el ejercicio, debe ir
formándose nuevamente a partir de los depósitos de glucógeno del hígado. La
adrenalina se secreta en la glándula suprarrenal durante el ejercicio, en particular
en ejercicio intenso y estimula al hígado a liberar glucosa, asimismo acelera el
uso de glucógeno en el músculo.
Con la actividad física bajan las reservas de glucosa sanguínea. El organismo
trata de compensar esta caída o disminución de los niveles liberando glucosa a
partir del hígado o a través de una mayor captación intestinal, o incrementando
la gluconeogénesis. Cuando se realizan series de ejercicios que duran varias
horas, la glucosa hepática satisface las necesidades que el músculo requiere y
mantiene los niveles plasmáticos iguales o ligeramente superiores a los de
reposo. Cuando el consumo muscular de la glucosa se incrementa, el ritmo de
liberación de glucosa también aumenta. El glucagón y el cortisol son otras dos
hormonas que estimulan la gluconeogénesis, proporcionando más combustible
como fuente de energía (5).
El efecto neto de todas estas acciones es el incremento del glucógeno hepático.
El glucógeno puede aumentar hasta un total aproximado del 5 al 6% de la masa
hepática, lo que equivale a casi 100 g de glucógeno almacenado en todo el
hígado (2).

Ejercio y hormonas implicadas


Las hormonas que desempeñan el papel principal durante el esfuerzo físico son
las catecolaminas. Estas contribuyen en la realización del ejercicio produciendo
varios efectos en diversos órganos:
Incremento de liberación de glucosa hepática por intensidad de ejercicio por
aumento de catecolaminas (epinefrina y norepinefrina).
 Incrementa la tasa de glucogenólisis hepática y muscular, por lo cual
disminuyen las reservas en ambos tejidos.
 Incremento de ácido láctico muscular y sanguíneo.
 En ejercicios de larga duración es posible que no se mantenga la glucemia
por vaciamiento hepático, por lo que es importante que se ingiera glucosa
para mantener niveles óptimos.
 Las hormonas que aumentan la glucemia presentan un incremento menor
en personas entrenadas que en sedentarias o no entrenadas.

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 Durante el ejercicio los niveles de insulina disminuyen más en personas
que no realizan actividad física a diferencia de las activas, debido a que
las personas que realizan actividad física tienen mayor capacidad para
regular la glucemia.

Las hormonas contrarreguladoras aceleran la glucogenólisis hepática y el


hígado se convierte en un órgano secretor de glucosa. Durante los
primeros minutos de ejercicio, se incrementa notablemente el consumo
de glucosa por el músculo. Al tratarse de un ejercicio aeróbico, de
moderada intensidad, la glucosa se degrada fundamentalmente por la vía
aeróbica. Este consumo de glucosa puede mantenerse a lo largo de varias
horas de ejercicio. En ausencia de ingestión de glúcidos, y dado que el
depósito de glucógeno hepático y muscular es limitado, el aporte de
glucosa desde el hígado es proporcionado por la gluconeogénesis; la
glucosa se fabrica fundamentalmente a partir del glicerol que llega al
hígado desde el tejido adiposo(6)

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IV. Parte experimental

Grupo A: Test de tolerancia a la glucosa modificado

 Materiales
-Glucómetro capilar
-Lancetas
-Cintas reactivas
-Glucosa anhidra 75 gramos ( 3 paquetes)
-Agua y limones

 Procedimiento
Los alumnos seleccionados previamente de acuerdo a su IMC (dos
eutróficos, dos con sobrepeso y dos obesos), tendrán un ayuno de por lo
menos 2 horas previas a la práctica. Se les dividirá en 2 grupos (de tres
alumnos en el grupo A)

1. Seles tomará la glicemia capilar con el glucómetro, luego se les dará a


beber la glucosa anhidra diluida en 300 cc de agua con jugo de limón.
Quedarán en reposo.

2. A los 60 y90 minutos después se les medirá la glicemia capilar.

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 Resultados

Tabla 3: Valores de glucosa de los alumnos del laboratorio de fisiología del horario de 9:30
y 11:00, post ingesta de glucosa.

Alumn IMC Glucosa 30’ post 60’ 90’post 120’ Dx


os basal(m ingesta post ingesta post
g/dl) inge ingest
sta a
Carlos 35.7 93 152 167 135 150 Intolerancia
a la glucosa
Marco 37.5 96 141 127 127 125 Normal
Fressia 22.6 87 147 139 131 141 Intolerancia
a la glucosa
Rosa 31.1 85 152 141 134 129 Normal
Adriana 18.5 84 156 119 108 108 Normal

Gráfico 1: Curva del Test de tolerancia oral a la glucosa de los alumnos del laboratorio
de fisiología del horario de 9:30-11:00 y de 11:00-12:30.

Curva de glicemia
180

160

140

120

100

80

60

40

20

0
Glucosa basal 30' 60' 90' 120'

Carlos Marco Fressia Rosa Adriana

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 Discusión
De los 5 alumnos mostrados en la tabla 3, los niveles de glucosa fueron
variables, siendo el menor valor 84 mg/ dL de la alumna Adriana, 85 mg/dL de
Rosa, 87 mg/dL de Fressia, 93 mg/dL de Carlos y el mayor valor de 96 mg/dL
del alumno Marco, pero todos estos valores están dentro del rango normal de
glucemia basal en ayunas( los valores normales según Guyton están entre 80
y 90 mg/ 100 ml y el límite superior se considera 110 mg/ 100 ml) ; tener en
cuenta que durante el estado de ayuno prolongado, la gluconeogenia hepática
suministra la glucosa necesaria para el mantenimiento de los valores de ayuno
y esta función es dada por el glucagón (2)

Luego se les hizo a todos ellos, el test de la tolerancia oral a la glucosa( TTGO)
y se les midió los valores de glicemia después de los 30’ post ingesta, dando
valores de 141 para el alumno Marco, 147 para Fressia, 152 para Rosa y
Carlos, y 156 para Adriana; a los 60’ post ingesta, estos valores aumentan a
167 en el alumno Carlos, pero disminuyen en el resto de alumnos. A los 90’ y
120’ post ingesta los valores en todos los alumnos van disminuyendo
progresivamente. Estos valores los comparamos con los valores dados por
la Asociación Americana de Diabetes( ver tabla 2)

Además, según el National Diabetes Data Group y la OMS, en relación al


valor de la glucosa plasmática en ayunas obtenemos tres categorías: 1) GPA
≤ 99 mg/dL es la cifra normal; 2) GPA entre 100 a 125 mg/dL, se define como
prediabetes, es decir, glucemia alterada en ayunas (GAA) y 3) GPA ≥ 126
mg/dL justifica el diagnóstico de diabetes mellitus. Con base en los datos del
test de tolerancia oral a la glucosa se define intolerancia a la glucosa como
los niveles de glucemia entre 140 y 199 mg/dL y se define la diabetes como
la cifra de glucemia ≥ 200 mg/dL 2 h después de la ingestión de 75 g de
glucosa anhidra, como estímulo o carga (3).

Se debe tener en cuenta el IMC de los alumnos debido a que la obesidad


conlleva a un alto riesgo por el agotamiento de la célula beta, la cual se ve
imposibilitada de dar respuesta a tanta sobrecarga, y desarrolla,
primeramente, la resistencia a la insulina, esto se explica porque algunos

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estudios indican que el número de receptores de insulina es menor en la
persona obesa que en las delgadas, sobre todo en el musculo esquelético, el
hígado y el tejido adiposo; también hay estudios que demuestran que los altos
niveles de glucosa circulantes son los factores de riesgo fundamentales, que
junto con la obesidad y el hábito de fumar, impulsan el deterioro de la
tolerancia a la glucosa, independientemente del estado de la secreción de
insulina y de la sensibilidad a esta (4). Por este motivo el alumno Carlos ( con
un IMC elevado y con diagnóstico de obesidad grado II) presenta intolerancia
a la glucosa pero también la alumna Fressia presenta intolerancia a la glucosa
a pesar de tener un IMC ideal . Por otro lado, los alumnos (Rosa y Marco) a
pesar de tener un IMC elevado y estar diagnosticados con obesidad grado I y
II respectivamente, no mostraron intolerancia a la glucosa.
De acuerdo a estas referencias, decimos que de los 5 alumnos seleccionados,
2 de ellos( Fressia y Carlos) presentan intolerancia a la glucosa y los otros 3
tienen un diagnóstico normal.
Analizando las curvas de la tolerancia oral a la glucosa podemos observar que
en la imagen 1 en comparación con el grafico 1, se demuestra que
normalmente la curva asciende en los primeros 60’ pero luego a las 2 hr va
cayendo hasta que se regularize a los valores normales ( < 140 mg/ dL), pues
así “nos indica cómo reacciona la insulina a la ingesta de glucosa para
determinar el grado de sensibilidad que tienen nuestras células a las señales
de la insulina y, cómo ésta, metaboliza la glucosa para que sea utilizada como
combustible y no se mantenga en niveles elevados en el torrente sanguíneo.
La curva de Tolerancia a la Glucosa nos indicará si tenemos una tolerancia
normal o anormal a la glucosa y además, podrá diagnosticar si la persona
tiene Diabetes”. Entonces podemos ver claramente que para los alumnos
Fressia y Carlos no sucede esto, por lo que se dice que presentan intolerancia
oral a la glucosa.

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Grupo B: Test de ejercicio modificado

 Materiales

-Glucómetro capilar
-Lancetas estériles
-Cintas reactivas
-Algodón
-Alcohol isopropilico
-Glucosa anhidrada 75gr (3 paquetes)
-Agua
-Limones

 Procedimiento

1. Los(as) voluntarios(as) seleccionados(as) deberán cumplir un ayuno


riguroso por lo menos de 8 a 12 horas la noche anterior a la realización
de la práctica.

2. A cada voluntario(a) se le realizará una prueba de glicemia basal en


ayunas, la cual se realizará pinchando la yema de un dedo con una
lanceta estéril. La muestra será medida en un glucómetro digital. Anotar
la hora de la toma de la muestra y el valor de glicemia obtenido.

3. Luego serán sometidos a ejercicio aeróbico continuo durante 30


minutos.

4. Se medirá la glicemia cada 15 minutos hasta finalizar el ejercicio.

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 Resultados

Tabla 4:: Valores de glicemia basal y de glucemia después del ejercicio de los alumnos
del laboratorio de fisiología del horario de 9:30-11:00 y de 11:00-12:30
POST EJERCICIO

ALUMNOS IMC BASAL 15 MIN 30 MIN

MARLIE 20.3 99 gr/dl 140 gr/dl 158 gr/dl

ALEJANDRO 29.6 93 gr/dl 95 gr/dl 99 gr/dl

MIGUEL 29.4 85 gr/dl 107 gr/dl 102 gr/dl

CRISTIAN 24.6 79 gr/dl 107 gr/dl 103 gr/dl

Gráfico 2: Curva del Test de ejercicio modificado de los alumnos del laboratorio de
fisiología del horario de 9:30-11:00 y de 11:00-12:30.

Curva de glicemia
Marlie Alejandro Miguel Cristian

180

160

140

120

100

80

60

40

20

0
BASAL 15 MIN 30 MIN

19
 Discusión

Como podemos darnos cuenta en la tabla 4, los resultados obtenidos de


glicemia adicionando el ejercicio de los cuatro alumnos aumentan
progresivamente a excepción de miguel y Cristian que hay una pequeña
variación al minuto 30, disminuyen ligeramente en comparación a sus dos
últimos valores. Esta disminución puede deberse a condiciones de la prueba
o a la duración e intensidad del ejercicio. Con respecto a su IMC, dos alumnos
presentan sobrepeso, podríamos decir que presentan mayor acumulación de
grasa (tejido adiposo) en comparación a sus compañeros (Marlie y Cristian),
que les servirá como mayor fuente de energía dado que el depósito de
glucógeno hepático y muscular es limitado, entonces la glucosa se fabricara
fundamentalmente a partir del glicerol que llega al hígado desde el tejido
adiposo.
La glicemia aumentada durante el ejercicio es debido a la falta de insulina, ya
que los alumnos fueron sometidos previamente al ayuno, generando así la
disminución de dicha hormona. Por lo tanto, las células musculares
necesitaran más energía, que consiguen “quemando” glucosa, pero al no
haber suficiente insulina, la glucosa no puede entrar en las células, y por lo
tanto el cuerpo actúa como si no hubiera suficiente azúcar en la sangre y
estimula al hígado para que saque más azúcar de su reserva. Esto hace que
los niveles de glucosa en sangre aumenten más. Durante el ejercicio los
niveles de insulina disminuyen más en personas que no realizan actividad
física a diferencia de las activas, debido a que las personas que realizan
actividad física tienen mayor capacidad para regular la glucemia (5).
La hiperglucemia asociada al ejercicio físico se debe también a la liberación
de catecolaminas que aumentan la glucemia. El efecto de estas hormonas es
corto ya que suelen durar de 1 hora a 1 hora y media. Por ello no se debe
corregir la hiperglucemia inmediata pos ejercicio (5).

20
Cuando el ejercicio es muy intenso, como cuando una persona camina de 65
a 85% de su capacidad, los carbohidratos se convierten en la fuente preferida
de energía. A niveles de ejercicio máximo o supramáximo se utilizan casi
exclusivamente carbohidratos. La glucosa sanguínea tiene un suministro muy
corto, por lo tanto, conforme se va usando durante el ejercicio, debe ir
formándose nuevamente a partir de los depósitos de glucógeno del hígado. El
depósito de glucógeno en el hígado es 100 gr (2). La adrenalina se secreta en
la glándula suprarrenal durante el ejercicio, en particular en ejercicio intenso y
estimula al hígado a liberar glucosa, asimismo acelera el uso de glucógeno en
el músculo (6).

Existen estudios realizados donde los datos indicaron que los deportistas
presentaron mayores niveles de glucosa que los sedentarios contra lo que
pudiera esperarse, lo anterior se atribuye a una mayor capacidad de
movilización de glucógeno hepático y muscular, lo que favorece un mejor
desempeño en las actividades físico deportivas. Otros autores han reportado
similares hallazgos (7).

21
V. Conclusiones

 El test de tolerancia a la glucosa es una prueba importante debido a


que nos muestra cómo reacciona la insulina ante una subida de
glucosa, es decir nos ayuda a determinar el grado de sensibilidad de
nuestras células a la insulina y saber cómo utiliza esta glucosa en las
funciones metabólicas de nuestro organismo. Pero hay un factor que
influye en la función de la insulina, y es el IMC, es decir a un nivel
elevado de IMC (obesidad), los alumnos presentan una menor
secreción de insulina y por lo tanto la glucemia se mantendría
elevada.

 El test de tolerancia oral a la glucosa nos sirvió para identificar a dos


alumnos que presentan intolerancia a la glucosa por presentar valores
de glicemia post ingesta de glucosa por encima de lo normal y a tres
alumnos que presentan valores normales de glicemia post ingesta de
glucosa, lo que indica un diagnóstico normal.

 Podemos observar que los cuatro alumnos previamente en ayuno


fueron sometidos al test de ejercicio modificado, generándonos
valores progresivamente aumentados a excepción de Cristian y
Miguel que disminuyeron ligeramente en el minuto 30 debido a la
intensidad y tiempo del ejercicio. La condición importante es el ayuno,
debido a esto va haber una disminución de la insulina, generando así
una mayor capacidad de movilización de glucógeno hepático y
muscular

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VI. Anexos

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24
25
26
27
28
29
VII. Bibliografía

1. Fortich Á. Fisiología de la secreción de insulina y glucagón. [Online].; 2015 [cited 2018


mayo 05. Available from: http://www.endocrino.org.co/wp-
content/uploads/2015/10/Fisiologia_de_la_Secrecion_de_Insulina_AJ_Fortich.pdf.

2. Guyton AC&HJE. Tratado de Fisiología médica. 13th ed. España: Elsevier ; 2016.

3. EsSalud. “Diagnóstico de intolerancia a la glucosa en pacientes mayores de 50 años,


en el servicio de laboratorio del hospital suárez angamos ii - EsSalud lima 2010”. ;
2010.

4. Gonzáles R, Perich P, Arranz C. Trastornos metabólicos asociados con la evolución


hacia la diabetes mellitus tipo 2 en una población en riesgo. Revista Cubana de
Endocrinología. 2010; 21(2).

5. Diabetes F para la. Ejercicio y diabetes [Internet]. [citado 6 de mayo de 2018].


Disponible en http://www.fundaciondiabetes.org/infantil/183/ejercicio-y-diabetes-
ninos

6. Williams MH. Nutrición para la salud, condición física y deporte. México: McGraw
Hill; 2007. pp. 127-128

7. Cisneros AER, González JJM, Moreno PEO, Gutiérrez AC. Respuesta de la glucosa
sanguínea en el ejercicio físico máximo.

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