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Integrantes
Burga Flores Marlie
Bustamante Díaz Mario
Docente
Dr. Wilson Becerra
Horario
11:00- 12:30
Ciclo
Tercer año- I semestre
Fecha de entrega
06/05/18
Contenido
I. Introducción .......................................................................................................................... 3
V. Conclusiones........................................................................................................................ 22
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I. Introducción
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II. Objetivos
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III. Marco teórico
Metabolismo de la glucosa
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de puentes disulfuro. Se forma así la molécula de proinsulina que se transporta
al aparato de Golgi, donde se empaqueta en gránulos de secreción.
Durante la maduración de estos gránulos, la proinsulina es atacada por enzimas
proteolíticas que liberan la molécula de insulina y el péptido C. Estos gránulos
que contienen cantidades equimolares de insulina y péptido C, además de una
pequeña proporción de proinsulina sin modificar, son expulsados por un
complejo sistema de microtúbulos y microfilamentos hacia la periferia de las
células β. Cuando se fusiona la membrana del gránulo con la membrana celular
se disuelven ambas en el punto de contacto y se produce la exocitosis del
contenido del gránulo.
Las células β de los islotes pancreáticos funcionan como un sensor energético
en general y de la glucemia en particular, lo que les permite integrar
simultáneamente señales de nutrientes y moduladores.
La llegada del alimento al tubo digestivo y su posterior absorción se acompaña
de numerosas señales que son: aumento de los niveles de glucosa y de otros
metabolitos en plasma, secreción de algunas hormonas gastrointestinales,
activación de nervios parasimpáticos, etc. Todas estas señales controlan la
secreción de insulina.
Resumen de las acciones de la insulina:
En el hígado
Incrementa la actividad y estimula la síntesis de la glucocinasa,
favoreciendo la utilización de la glucosa.
Aumenta la vía de las pentosas que aporta NADPH al estimular a la
Glucosa-6-fosfato deshidrogenasa.
Aumenta la glucólisis por estimulación de la glucocinasa,
fosfofructocinasa I y de la piruvatocinasa.
Favorece la síntesis de glucógeno, estimulando la actividad de la
glucógeno sintetasa (GS).
Reduce la gluconeogénesis, al disminuir principalmente la síntesis de la
fosfo-enol-piruvato-carboxi-cinasa (PEPCK).
Estimula la síntesis de proteínas.
Aumenta la síntesis de lípidos.
Inhibe la formación de cuerpos cetónicos.
En el tejido muscular
Estimula la entrada de glucosa (por translocación de los GLUT 4 hacia la
membrana).
Aumenta la glucólisis por estimulación de la fosfofructocinasa I y de la
piruvatocinasa.
Estimula la síntesis de glucógeno al estimular la actividad de la GS.
Favorece la entrada de aminoácidos a la célula y su incorporación a las
proteínas, estimula la síntesis e inhibe el catabolismo de proteínas.
Estimula la captación y utilización de los cuerpos cetónicos.
La insulina estimula la bomba Na+ /K+ , lo que favorece la entrada de K+
a las células.
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En el tejido adiposo
Estimula la captación (GLUT 4) y utilización de glucosa por el adipocito.
Aumenta la vía de las pentosas que aporta NADPH al estimular a la
glucosa-6-fosfato deshidrogenasa.
Favorece la captación de ácidos grasos al estimular a la enzima
lipoproteínalipasa 1, que degrada los triglicéridos contenidos en las
lipoproteínas.
Estimula la síntesis de triglicéridos (al promover la glucólisis y la vía de
las pentosas) e inhibe los procesos de lipólisis, por lo que se favorece la
acumulación de éstos en los adipocitos.
Glucagón. Efectos metabólicos
El glucagón es un polipéptido de 29 aminoácidos sintetizado y liberado por las
células alfa de los islotes de Langerhans del páncreas y, al contrario que la
insulina, eleva el nivel de glucosa en sangre. Es decir, es una hormona
hiperglucemiante. Igual que la insulina, su período de vida media en el plasma
es de unos 6 minutos. Su principal tejido diana es el hígado.
Efectos sobre las proteínas. El glucagón aumenta la captación hepática de
algunos aminoácidos y la gluconeogénesis o síntesis de nueva glucosa a partir
de los aminoácidos, lo que contribuye a aumentar los niveles de glucosa en
plasma.
Efectos sobre las grasas. Aumenta la lipolisis, movilizando los ácidos grasos y
el glicerol a partir del tejido adiposo lo que aporta sustratos metabólicos y permite
que se ahorre glucosa para poder ser utilizada por el cerebro. El glicerol puede
actuar como un precursor de la glucosa en la gluconeogénesis hepática.
Efectos sobre los hidratos de carbono. El glucagón aumenta la glucógenolisis
hepática e inhibe la síntesis de glucógeno con lo que más cantidad de glucosa
pasa al plasma
Glucagón. Secreción. Regulación
El principal estímulo para la liberación de glucagón son los niveles bajos de
glucosa en plasma o hipoglicemia. La disminución de la glicemia estimula la
secreción de glucagón y el aumento de la glicemia la inhibe. De modo que la
insulina y el glucagón actúan en sentido contrario. Sin embargo, en la mayor
parte de los estados normales, el mecanismo de retroalimentación de la insulina
es mucho más importante que el del glucagón. De hecho, la insulina inhibe
directamente la secreción de glucagón. Pero cuando disminuye la ingestión de
glucosa por ayuno o se utiliza en exceso durante el ejercicio o en situaciones de
estrés, entonces disminuye la glicemia lo suficiente como para estimular la
secreción de glucagón (2)
La secreción de glucagón también es estimulada por algunos aminoácidos (en
especial, la arginina y la alanina) y por los estímulos simpático y parasimpático.
La somatostaina inhibe la liberación de glucagón.
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Glicemia. Regulación e importancia de una regulación exacta
La función principal del páncreas endocrino es regular la glicemia o los niveles
de glucosa en plasma. En una persona normal la glicemia está controlada dentro
de límites muy estrechos entre 70 y 140 mg/ 100 ml de sangre (4-8 mmol por
litro). Las hormonas pancreáticas contribuyen a la regulación de la glucosa que
tiene lugar minuto a minuto.
La insulina es la única hormona capaz de disminuir los niveles de glucosa en
plasma y el glucagón es la hormona hiperglucemiante más importante. Los
sistemas de regulación de la glicemia actúan rápidamente después de una
comida y devuelven su valor a cifras normales, por lo general a las 2 horas
después de la última absorción de carbohidratos.
El hígado funciona como un importante sistema amortiguador de la glicemia. Al
elevarse la glicemia y, consiguientemente la insulina, después de una comida,
hasta 2/3 partes de la glucosa absorbida en el tubo digestivo se almacena en el
hígado en forma de glucógeno. En las horas siguientes, cuando disminuye la
glicemia y la secreción de insulina, el hígado libera nuevamente la glucosa a la
circulación. Es decir, que el hígado retira la glucosa de la sangre cuando está
presente en exceso después de una comida y la devuelve a la sangre cuando es
necesaria entre comidas. Es importante que el páncreas no secrete demasiada
insulina durante el período interdigestivo porque entonces la glucosa sería
captada por otros tejidos dejando al sistema nervioso central sin su aporte
nutritivo. Otros tejidos como los riñones, el músculo esquelético y la piel
almacenan cantidades más pequeñas de glucosa en forma de glucógeno. Todas
las células que almacenan glucógeno son capaces de utilizarlo para su propio
metabolismo pero las células del hígado y del riñón pueden, además, liberar
glucosa a la circulación para que esté disponible para otras células. Los riñones
constituyen una fuente de glucosa plasmática solo en caso de ayuno, de modo
que en la mayor parte de situaciones el hígado constituye la principal fuente de
glucosa y desempeña un papel decisivo en el suministro de glucosa al sistema
nervioso central. Cuando los depósitos de glucógeno son suficientes, cualquier
exceso de glucosa en plasma se convierte en ácidos grasos y se almacena en
el tejido adiposo en forma de triglicéridos.
Otras hormonas también contribuyen a mantener estable el nivel de glucosa en
plasma como el cortisol, la hormona del crecimiento, las hormonas tiroideas y las
catecolaminas (ver efectos sobre el metabolismo de cada una de ellas) pero la
acción de estas hormonas es más a largo plazo, no tan rápida como la de las
hormonas pancreáticas.
Actúan cuando hay alguna situación de estrés en que es fundamental mantener
estable la glicemia.
Es vital para el organismo conservar constante el nivel de glicemia. Se puede
preguntar la causa de esta importancia, sobre todo cuando la mayor parte de los
tejidos puede utilizar grasas y proteínas para obtener energía en ausencia de
glucosa. La respuesta es que la glucosa es el único nutriente que puede ser
utilizado por ciertos tejidos como el sistema nervioso central, la retina y el epitelio
germinal en cantidades suficientes para proporcionarles la energía que
necesitan. El sistema nervioso central requiere unos 110 gramos de glucosa
cada día, de modo que más de la mitad de toda la glucosa formada por
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gluconeogénesis durante el período interdigestivo se emplea para sus
necesidades metabólicas. El sistema nervioso central es diferente a los otros
tejidos en que puede captar glucosa sin intervención de la insulina aunque
algunas zonas del cerebro, como el hipotálamo son sensibles a la insulina y es
posible que esta hormona intervenga en el control del apetito.
Es un test cuyo objetivo es medir la respuesta del cuerpo frente a una sobrecarga
de glucosa. Sirve para diagnosticar diabetes y cuadros metabólicos relacionados
como la resistencia a la insulina. La prueba consiste en la toma inicial de una
muestra de sangre (en ayunas de 10 a 12 horas). Luego se ingieren 75 gramos
de glucosa disueltos en agua y se vuelve a medir la glucosa luego de 1 o 2 horas
sin realizar movimiento.
Cuando una persona ingiere 1g de glucosa por kg de peso corporal en ayunas,
la glucemia se eleva desde aproximadamente 90 mg/100 ml hasta 120 a 140 mg/
100 ml y luego retorna a la normalidad en unas 2 hr. Pero en una persona
diabética suele encontrarse por encima de 110 mg/ 100 ml y muchas veces por
encima de 140 mg/ 100 ml y la tolerancia a la glucosa suele resultar anormal,
tardando en regresar a sus valores normales en unas 4- 6 horas.
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Imagen 1: Curva de tolerancia a la glucosa en una persona
sana y en una persona con diabetes.
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En relación al valor de la glucosa plasmática en ayunas obtenemos tres
categorías: 1) GPA ≤ 99 mg/dL es la cifra normal; 2) GPA entre 100 a 125 mg/dL,
se define como prediabetes, es decir, glucemia alterada en ayunas (GAA) y 3)
GPA ≥ 126 mg/dL justifica el diagnóstico de diabetes mellitus. Con base en los
datos del test de tolerancia oral a la glucosa se define intolerancia a la glucosa
como los niveles de glucemia entre 140 y 199 mg/dL y se define la diabetes como
la cifra de glucemia ≥ 200 mg/dL 2 h después de la ingestión de 75 g de glucosa
anhidra, como estímulo o carga. Algunas personas tienen la combinación de
GAA e ITG (3)
Los siguientes son los valores que la Asociación Americana de Diabetes estima
como niveles máximos durante las pruebas de glucosa (ya sea el Test
O’Sullivan) o la curva de glucosa (TTOG):
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Cambios metabólicos durante el ejercicio
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Durante el ejercicio los niveles de insulina disminuyen más en personas
que no realizan actividad física a diferencia de las activas, debido a que
las personas que realizan actividad física tienen mayor capacidad para
regular la glucemia.
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IV. Parte experimental
Materiales
-Glucómetro capilar
-Lancetas
-Cintas reactivas
-Glucosa anhidra 75 gramos ( 3 paquetes)
-Agua y limones
Procedimiento
Los alumnos seleccionados previamente de acuerdo a su IMC (dos
eutróficos, dos con sobrepeso y dos obesos), tendrán un ayuno de por lo
menos 2 horas previas a la práctica. Se les dividirá en 2 grupos (de tres
alumnos en el grupo A)
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Resultados
Tabla 3: Valores de glucosa de los alumnos del laboratorio de fisiología del horario de 9:30
y 11:00, post ingesta de glucosa.
Gráfico 1: Curva del Test de tolerancia oral a la glucosa de los alumnos del laboratorio
de fisiología del horario de 9:30-11:00 y de 11:00-12:30.
Curva de glicemia
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
Glucosa basal 30' 60' 90' 120'
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Discusión
De los 5 alumnos mostrados en la tabla 3, los niveles de glucosa fueron
variables, siendo el menor valor 84 mg/ dL de la alumna Adriana, 85 mg/dL de
Rosa, 87 mg/dL de Fressia, 93 mg/dL de Carlos y el mayor valor de 96 mg/dL
del alumno Marco, pero todos estos valores están dentro del rango normal de
glucemia basal en ayunas( los valores normales según Guyton están entre 80
y 90 mg/ 100 ml y el límite superior se considera 110 mg/ 100 ml) ; tener en
cuenta que durante el estado de ayuno prolongado, la gluconeogenia hepática
suministra la glucosa necesaria para el mantenimiento de los valores de ayuno
y esta función es dada por el glucagón (2)
Luego se les hizo a todos ellos, el test de la tolerancia oral a la glucosa( TTGO)
y se les midió los valores de glicemia después de los 30’ post ingesta, dando
valores de 141 para el alumno Marco, 147 para Fressia, 152 para Rosa y
Carlos, y 156 para Adriana; a los 60’ post ingesta, estos valores aumentan a
167 en el alumno Carlos, pero disminuyen en el resto de alumnos. A los 90’ y
120’ post ingesta los valores en todos los alumnos van disminuyendo
progresivamente. Estos valores los comparamos con los valores dados por
la Asociación Americana de Diabetes( ver tabla 2)
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estudios indican que el número de receptores de insulina es menor en la
persona obesa que en las delgadas, sobre todo en el musculo esquelético, el
hígado y el tejido adiposo; también hay estudios que demuestran que los altos
niveles de glucosa circulantes son los factores de riesgo fundamentales, que
junto con la obesidad y el hábito de fumar, impulsan el deterioro de la
tolerancia a la glucosa, independientemente del estado de la secreción de
insulina y de la sensibilidad a esta (4). Por este motivo el alumno Carlos ( con
un IMC elevado y con diagnóstico de obesidad grado II) presenta intolerancia
a la glucosa pero también la alumna Fressia presenta intolerancia a la glucosa
a pesar de tener un IMC ideal . Por otro lado, los alumnos (Rosa y Marco) a
pesar de tener un IMC elevado y estar diagnosticados con obesidad grado I y
II respectivamente, no mostraron intolerancia a la glucosa.
De acuerdo a estas referencias, decimos que de los 5 alumnos seleccionados,
2 de ellos( Fressia y Carlos) presentan intolerancia a la glucosa y los otros 3
tienen un diagnóstico normal.
Analizando las curvas de la tolerancia oral a la glucosa podemos observar que
en la imagen 1 en comparación con el grafico 1, se demuestra que
normalmente la curva asciende en los primeros 60’ pero luego a las 2 hr va
cayendo hasta que se regularize a los valores normales ( < 140 mg/ dL), pues
así “nos indica cómo reacciona la insulina a la ingesta de glucosa para
determinar el grado de sensibilidad que tienen nuestras células a las señales
de la insulina y, cómo ésta, metaboliza la glucosa para que sea utilizada como
combustible y no se mantenga en niveles elevados en el torrente sanguíneo.
La curva de Tolerancia a la Glucosa nos indicará si tenemos una tolerancia
normal o anormal a la glucosa y además, podrá diagnosticar si la persona
tiene Diabetes”. Entonces podemos ver claramente que para los alumnos
Fressia y Carlos no sucede esto, por lo que se dice que presentan intolerancia
oral a la glucosa.
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Grupo B: Test de ejercicio modificado
Materiales
-Glucómetro capilar
-Lancetas estériles
-Cintas reactivas
-Algodón
-Alcohol isopropilico
-Glucosa anhidrada 75gr (3 paquetes)
-Agua
-Limones
Procedimiento
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Resultados
Tabla 4:: Valores de glicemia basal y de glucemia después del ejercicio de los alumnos
del laboratorio de fisiología del horario de 9:30-11:00 y de 11:00-12:30
POST EJERCICIO
Gráfico 2: Curva del Test de ejercicio modificado de los alumnos del laboratorio de
fisiología del horario de 9:30-11:00 y de 11:00-12:30.
Curva de glicemia
Marlie Alejandro Miguel Cristian
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
BASAL 15 MIN 30 MIN
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Discusión
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Cuando el ejercicio es muy intenso, como cuando una persona camina de 65
a 85% de su capacidad, los carbohidratos se convierten en la fuente preferida
de energía. A niveles de ejercicio máximo o supramáximo se utilizan casi
exclusivamente carbohidratos. La glucosa sanguínea tiene un suministro muy
corto, por lo tanto, conforme se va usando durante el ejercicio, debe ir
formándose nuevamente a partir de los depósitos de glucógeno del hígado. El
depósito de glucógeno en el hígado es 100 gr (2). La adrenalina se secreta en
la glándula suprarrenal durante el ejercicio, en particular en ejercicio intenso y
estimula al hígado a liberar glucosa, asimismo acelera el uso de glucógeno en
el músculo (6).
Existen estudios realizados donde los datos indicaron que los deportistas
presentaron mayores niveles de glucosa que los sedentarios contra lo que
pudiera esperarse, lo anterior se atribuye a una mayor capacidad de
movilización de glucógeno hepático y muscular, lo que favorece un mejor
desempeño en las actividades físico deportivas. Otros autores han reportado
similares hallazgos (7).
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V. Conclusiones
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VI. Anexos
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VII. Bibliografía
2. Guyton AC&HJE. Tratado de Fisiología médica. 13th ed. España: Elsevier ; 2016.
6. Williams MH. Nutrición para la salud, condición física y deporte. México: McGraw
Hill; 2007. pp. 127-128
7. Cisneros AER, González JJM, Moreno PEO, Gutiérrez AC. Respuesta de la glucosa
sanguínea en el ejercicio físico máximo.
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