DENISSE DE ESESARTE SILVA GRUPO F

FORMACIÓN HUMANA Y SOCIAL 29/08/2016

COMENTARIO AL CAPÍTULO IV, “IATROQUÍMICA” DE LA OBRA QUÍMICOS

Y QUÍMICA

Este capítulo a mi parecer, fue uno de los más interesantes que he leído hasta ahora. En ésta
etapa, los alquimistas se centran en buscar la panacea, o sea la cura de todos los males
existentes y en el intento, en ocasiones sin darse cuenta, hicieron aportaciones muy
importantes que sirvieron para el estudio futuro de la química.

Considero que en esa época, de alguna forma todo giraba en torno al fundador de la
iatroquímica, Paracelso. Debo admitir, que había muchísimas cosas que desconocía acerca
de éste personaje, que a pesar de su actitud, fue un médico grandioso y muy crítico; como
todas las personas exitosas, tuvo una gran cantidad de enemigos, pero eso no evitó que hiciera
un gran papel como iatroquímico. Utilizaba demasiado el opio como analgésico y aunque
muchos de sus análisis fueron incorrectos, llegó a la causa de muchas enfermedades. Es
increíble descubrir un poco más acerca de éste personaje, que usualmente destaca por la
piedra filosofal. Paracelso fue un modelo a seguir, porque aunque algunos no estuviesen del
todo de acuerdo con él, lo utilizaron como motivación.

Noté que la destilación y la fermentación destacaron, algunos como Andreas Libavius, difería
con Paracelso al destilar, porque el si creía que los residuos eran de utilidad. Aquí también
se comenzó a usar el famoso término de “flogisto”.

En ese siglo, la química no sólo se centró en la medicina, también los gases tuvieron un auge,
descubriéndose algunas leyes que hoy en día son fundamentales en la fisicoquímica como la
de Boyle, es asombroso como uno de los experimentos que consideraba de lo más simples,
haya sido la causa de grandes investigaciones acerca de los gases y la combustión. Pude notar
la evolución de la alquimia a la química, cuando Boyle publicó su libro “El químico
escéptico”, y como a pesar de eso, había personas que seguían en busca de la transmutación
de los metales y no abandonaban del todo la alquimia. Muchas cosas lograron asombrarme,
nunca pensé que Newton fuese un orgulloso alquimista, ni que el fósforo se hubiese
descubierto al destilar orina. Éste capítulo me deja en claro que la química es maravillosa,
me pone a pensar si las cosas que consideramos ciertas actualmente lo son, ¿cuántas cosas
nos faltan por descubrir?, es notable que el auge de la química estuvo por esos siglos, a pesar
de la censura; tal vez toda la libertad que tenemos actualmente ha inhibido nuestra capacidad
de asombro, ¿puede que sea bueno que las cosas se prohíban para despertar nuestra
curiosidad?