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INTRODUCCIÓN

En el Perú, de un total de 405 mujeres víctimas de homicidio entre los años 2009y
2011 (enero-setiembre), el 34.8% lo fue a manos de sus parejas o ex parejas. Una
gran diferencia respecto al 1.6% de hombres víctimas de homicidio a manos de su
pareja o ex pareja mujer. Este año se han registrado en el Perú 73 casos de
feminicidio y 6 tentativas de feminicidio entre enero y noviembre;

Sin embargo, estos casos, en su mayoría fueron tipificados como homicidios


agravados, parricidios, hasta homicidio simple. En América Latina, como México,
Guatemala, Costa Rica, Chile, Colombia entre otros países, han incorporado el
feminicidio como delito en sus legislaciones; en el caso Perú recientemente se a
través de la dación de la Ley 29819 se ha incorporado en nuestro Código Penal el
feminicidio como delito, cuya figura delictiva texto analizaremos a detalle más
adelante.

Uno de los grandes retos del siglo XXI es la erradicación de la violencia de género.
Desde ese marco de referencia, la meta supone el reconocimiento y la utilización
de un paradigma de análisis: feminicidio-femicidio. El término apareció en la
segunda mitad del siglo pasado y su validación actual certifica que aquellos
conceptos políticos que se construyeron por la alianza entre los movimientos
sociales y la academia, sientan las bases para un cambio social sin precedentes.
Pero, ¿de qué hablamos cuando nombramos la palabra feminicidio? Hablamos de
un fenómeno visibilizado durante milenios, de un hecho normalizado desde los
inicios de la sociedad humana global. El asesinato de las mujeres por el hecho de
ser mujeres cometido por hombres -la definición más básica y que debería aparecer
en los diccionarios- es tan difícil de comprender y de asimilarse socialmente que
nos vemos en la necesidad fáctica de situarlo en el centro mismo de la barbarie.
Una barbarie que no distingue entre países del norte o países del sur, ni clases
sociales, ni origen étnico. Una barbarie, cuyo impacto planetario se manifiesta con
sus particularidades en cada sociedad y que aún hoy, en ciertos contextos, intenta
ser silenciada y desmantelada por el discurso dominante: patriarcal, androcéntrico
y misógino.
CAPITULO I
MARCO TEORICO CONCEPTUAL
1.1. CONCEPTOS DEL FEMINICIDIO.
La expresión femicidio y feminicidio, proviene de la voz inglesa femicide , expresión
desarrollada inicialmente en áreas de estudios de género y la sociología a principios
de la década de los 90.
La expresión femicide fue usada por primera vez, por Diana Russell en el Tribunal
Internacional sobre Crímenes Contra las Mujeres, celebrado en Bruselas en 1976;
femicide, surge como expresión para evidenciar a la mayoría de los asesinatos de
mujeres por parte de sus maridos, novios, padres, conocidos y también los
cometidos por desconocidos por ser un sustrato común la “misoginia” , crimines que
constituyen el extremo de la violencia hacia las mujeres.

1.2. FEMICIDIO Y FEMINICIDIO.


Es preciso establecer de forma conceptual la diferencia entre Femicidio y
Feminicidio, consistiendo la expresión
FEMICIDIO, como la “muerte violenta de mujeres, por el hecho de ser tales” o
asesinato de mujeres por razones asociadas a género, dicha expresión de muerte
violenta enfatiza la violencia como determinante de la muerte.
Respecto a la expresión
FEMINICIDIO debemos señalar, que surge a partir de la insuficiencia que tendría
la voz femicidio, para dar cuenta de dos elementos: La Misoginia (odio a las
mujeres) presente en estos crímenes y la responsabilidad estatal al favorecer la
impunidad de estos, expresión a nuestro criterio más amplio, en tanto, incluye otras
conductas delictivas que no necesariamente conducen a la muerte de la mujer sino
a un daño grave en la integridad física, síquica o sexual.

1.3. ANTECEDENTES DEL FEMINICIDIO EN EL PERÚ


Los primeros dos países en contemplar el delito de femicidio fueron Suecia en1998
y España en 2004. También incorporaron en su legislación Costa Rica, México,
Guatemala, Colombia, Chile y otros. Mientras que otros han elaborados proyectos
en ese sentido. En el Perú hasta antes de promulgación de la Ley 29819 – Ley que
modifica el artículo 107 del Código Penal, incorpora el feminicidio, se ha creado el
Portal de Feminicidio, a cargo del Ministerio Publico, máximo avance en el tema,
que sin duda permite establecer la data de las muertes violentas de mujeres en
nuestro país.

1.4. EL FEMINICIDIO EN AMÉRICA LATINA


En la mayoría de las legislaciones, el feminicidio ha sido reconocido e incorporado
en leyes especiales (que no integran el Código Penal). Rica, lo efectúa con la dación
de la Ley para la Penalización de la Violencia contra las Mujeres, ley que penaliza
y sanciona diversas formas de violencia contra las mujeres, como practicas de
discriminación por razón de género específicamente en una relación de matrimonio,
en unión de hecho declarado o no; habiéndose establecido en su artículo 21 de la
referida ley
“Se le impondrá pena de prisión de veinte a treinta y cinco años a quien dé muerte
a una mujer con la que mantenga una relación de matrimonio, en unión de hecho
declarada o no”
.En esta misma orientación, Guatemala al emitir la Ley Contra el Feminicidio y otras
Formas de Violencia Contra la Mujer, (ley especial) en su artículo 6 estableció
“comete el delito de femicidio quien, en el marco de las relaciones desiguales de
poder entre hombres y mujeres, diere muerte a una mujer, por su condición de
mujer, valiéndose de cualquiera de las siguientes circunstancias:
a) Haber pretendido infructuosamente establecer o restablecer una relación de
pareja o de intimidad con la víctima.
b) Mantener en la época en que se perpetre el hecho, o haber mantenido con la
víctima, relaciones familiares, conyugales, de convivencia, de intimidad o noviazgo,
amistad, compañerismo o relación laboral.
c) Como resultado de la reiterada manifestación de violencia en contra de la
víctima.
d) Como resultado de ritos grupales usando o no armas de cualquier tipo.
e) En menosprecio del cuerpo de la víctima para satisfacción de instintos sexuales,
o cometiendo actos de mutilación genital o cualquier otro tipo de mutilación.
f) Por misoginia.
g) Cuando el hecho se cometa en presencia de hijas o hijos de la víctima.
h) Concurriendo cualquiera de las circunstancias de calificación contempladas en
el Art. 132 del Código Penal.”
Por otro lado, Chile incorpora el feminicidio al Código Penal, a través de la
Ley20480, publicado el 18 de diciembre del 2010, Ley que modifica el Código Penal
y la Ley Nº 20.066 sobre Violencia Intrafamiliar, estableciendo el "femicidio",
aumentando las penas aplicables a este delito y reforma las normas sobre
parricidio, incorporando al artículo 390 del Código Penal, el siguiente texto:
"Si la víctima del delito descrito en el inciso precedente es o ha sido la cónyuge o
la conviviente de su autor, el delito tendrá el nombre de femicidio."
México también incorporo en su Código Penal el feminicidio. En el caso Peruano,
el pasado 27 de diciembre del 2011, se ha publicado en el Diario Oficial el Peruano
la Ley N°29819 – Ley que modifica el artículo 107 del Código Penal, incorporando
el feminicidio, texto legal que quedó como sigue:
“El que a sabiendas, mata a su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o a
quien es o ha sido su cónyuge, su conviviente, o con quien esté sosteniendo una
relación análoga, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince
años. La pena privativa de libertad será no menor de veinticinco años cuando
concurra cualquiera de las circunstancias agravantes previstas en los numerales
1,2,3 y 4 del artículo 108.
Si la víctima del delito descrito es o ha sido la cónyuge o la conviviente del autor, o
estuvo ligada a él por una relación análoga el delito tendrá el nombre de
feminicidio”.
Al respecto debemos indicar, que las legislaciones de Chile entre otras, reconocen
al feminicidio como aquellos casos de violencia en ciertas relaciones de pareja
como es el matrimonio, la convivencia y otras donde prevalece la relación
sentimental en concreto, habiendo únicamente nuestros legisladores copia
textualmente la legislación Chilena, legislaciones que excluyen las muertes
violentas por misoginia (muertes motivadas por odio, desprecio, placer o
sentimiento de propiedad sobre las mujeres), así como algunas relaciones privadas
y públicas o responsabilidad estatal al favorecer la impunidad de estos, además del
daño grave en la integridad física, síquica o sexual, de gran importancia en casos
de violencia hacia la mujer, en tanto, conforme a los conceptos amplios de
feminicidio deberían ser incluidos en este rubro la tortura, esclavitud sexual
(particularmente por prostitución), abuso sexual infantil incestuoso o extra-familiar,
mutilación genital, operaciones ginecológicas innecesarias (histerectomías
gratuitas), esterilización forzada, maternidad forzada,(por la criminalización de la
anticoncepción y del aborto), siempre que esta forma de actos estén orientados a
causar la muerte o tengan como resultado la muerte de la mujer, entonces ellas se
denominaran en feminicidio. Cabe precisar que el caso peruano, en el texto
sustituiros del artículo 107 del Código Penal, en su primer párrafo no identifica
ningún supuesto de feminicidio, en razón, de que, en dicho texto, no se ha
establecido género alguno, pudiendo aplicarse la misma, para la mujer o el varón
en iguales condiciones, manteniendo en todo caso, el texto íntegro del delito de
parricidio, que en realidad no ha sufrido modificatoria alguna, a excepción de las
agravantes previsto en el segundo párrafo.

CAPITULO II
LA VIOLENCIA FAMILIAR
En estos últimos años se ha venido dando una serie de programas y leyes en
defensa de los derechos del niño y la mujer. Sin embargo, ¿eso nos asegura el
bienestar?, ¿acaso estos programas y leyes bastarán para cesar los maltratos
físicos y psicológicos que se producen día a día contra ellos?
Es necesaria una protección legal, pero es urgente que nuestra sociedad adquiera
nuevos y mejores hábitos de crianza y convivencia. Aún en la posibilidad de parecer
alarmista, es menester una reeducación en cuanto al trato familiar, el que
lamentablemente para muchos está caracterizado por la violencia, el rechazo y la
indiferencia.
Para lograr el cambio de esta situación se requiere, en un inicio, el replanteamiento
de los papeles del padre y la madre frente a los hijos, con el fin de que éstos últimos
en el futuro respondan a las expectativas de sus progenitores.
Debemos ir, entonces, en búsqueda de las causas que son la semilla de un
ambiente familiar hostil y que, consecuentemente, producen una educación errónea
en nuestros niños.
El reconocimiento de los distintos géneros de violencia ejercida contra las mujeres
ha facilitado que éstas identifiquen las situaciones de abuso y conozcan sus
derechos.
Es decir, la mujer maltratada es aquélla mayor de edad que se ve sometida
repetidamente a abusos por parte de un varón con el que mantiene o ha mantenido
una relación íntima, bien sea de hecho o de derecho. Estas agresiones van desde
amenazas e insultos verbales hasta golpes y actos homicidas.
2.1. VIOLENCIA DOMÉSTICA.
La violencia psicológica y física con el cónyuge, el maltrato infantil y el abuso de los
niños. La violencia doméstica es un mal social que deriva en gran parte de los mitos
que rodean a los roles femenino y masculino aprendidos desde la infancia.
El hombre es el fuerte, el que domina, el jefe de familia, el que no llora ni muestra
sus emociones.
La mujer es atenta, obediente, sacrificada, da todo por los demás, sigue a su marido
"hasta que la muerte los separe".
La Violencia Doméstica es la práctica de una serie de tácticas coercitivas que los
abusadores usan para obtener y mantener control y poder sobre su pareja.
Según las indicaciones del Estatuto de la Florida 741.28, violencia doméstica se
refiere a cualquier ataque, ataque agravado, agresión agravada, agresión sexual,
acechar y seguir, asechamiento agravado, secuestro y encarcelamiento falso, o
cualquier ofensa criminal que resulte en daño físico o muerte de una persona de la
familia o de una persona que resida con la familia, por otra persona que también
reside o residía en la misma casa particular. Esto incluye hechos como:
Abuso físico -- Empujar, dar bofetadas, patear, dar puñetazos, tratar de
estrangular, y pegar.
Abuso verbal y emocional -- Amenazas, intimidación verbal, acechar el paso,
actuar sin controlarse la rabia.
Abuso sexual -- Cualquier contacto del cuerpo, tocarlo o forzando, sin que se
desee, o estar envuelto en acto sexual sin que, él o ella, lo deseen.

La Ley contra la Violencia Doméstica N° 7586 del 10 de abril de 1986, publicada en


la Gaceta N° 83 del 2 de mayo de 1996, violencia doméstica es una acción u
omisión, directa o indirecta, ejercida contra un pariente por consanguinidad,
afinidad o adopción, hasta el tercer grado inclusive, por vínculo jurídico o de hecho
o por una relación de guarda, tutela o curatela y que produzca como consecuencia
el menoscabo de su integridad física, sexual, psicológica o patrimonial. El vínculo
por afinidad subsistirá aun cuando haya finalizado la relación que lo originó.

Podemos afirmar que la violencia es toda acción u omisión que altera la convivencia
pacífica de las personas, que se manifiesta de diferentes formas y grados, con
repercusión en la salud pública, sociedad, vida política y cultural de una comunidad.
2.2 VIOLENCIA COTIDIANA.
Es la que venimos sufriendo diariamente y se caracteriza básicamente por el no
respeto de las reglas, no respeto de una cola, maltrato en el transporte público, la
larga espera para ser atendido en los hospitales, cuando nos mostramos
indiferentes al sufrimiento humano, los problemas de seguridad ciudadana y
accidentes. Todos aportamos y vamos siendo parte de una lucha cuyo escenario
se convierte en una selva urbana. Existen, de acuerdo con J. Alemany , además de
un mecanismo económico (ya visto) , otros de carácter biológico psicológico y
cultural que caracterizan la violencia cotidiana en el marco del sistema neoliberal
actual
A) El llamado mecanismo biológico , consiste en la deshumanización , que
cataloga al "otro" como un "no ser humano". El objetivo es que "El otro", como
persona integral deje de ser importante para mí como ya lo es para el sistema
económico . Y es que ,parodiando a Primo Levy "un ser deshumanizado y un
sistema inhumano difunden y extienden su inhumanidad en todas direcciones y
especialmente hacia abajo" (cfr. Primo Levy: los hundidos y los salvados). De esta
manera se construye un individuo des-actualizado, des-relacionado. Des-
referenciado
B) Un mecanismo psicológico referido a la incapacidad para para procesar
adecuadamente la capacidad de amar y valer , bien por exceso, bien por defecto.
Tanto en un caso como en otro caso se genera violencia. Los referentes de persona
triunfadora que presenta el modelo actual , favorecen un individualismo
hobbesiano, y una competitividad feroz que acaba destruyendo redes afectivas,
generando frustración y ansiedad permanentes y convirtiendo a los vecinos en
desconocidos, y a compañeros de trabajo en contrincantes.
C) Un mecanismo cultural que da coherencia a lo anterior a través de la
universalización de unos nuevos modelos y pautas pseudoculturales basadas en la
inmediatez de lo inmediato y en la superficialidad de las relaciones, que enlaza
además con los afectos y desafectos de carácter psicológico y que convierte a la
persona en un puro cóctel de sensaciones. Todo ello con el fin de que el individuo
construya sus creencias y opciones vitales desde la identificación de felicidad con
un consumo de bienes y estímulos, de manera que cuando esta realidad no se
consigue la persona se frustra y su agresividad se transforma en violencia
2.3. TIPOS DE MALTRATO.
La violencia existe, esto es una verdad innegable, el ser humano tiene dentro de sí
el impulso que lo lleva a desear el poder y el control de su medio ambiente social y
natural. Cuando ambas tendencias se conjugan el hombre y la mujer actúan
imponiendo la ley del más fuerte. Esto nos ha llevado al exterminio de animales,
plantas, medio ambientes y civilizaciones humanas completas.
Sin embargo, cuando es capaz de sublimar estos impulsos, los logros son
espectaculares, la violencia se torna en un impulso creador capaz de inventarlo
todo, y el deseo de poder y control en una capacidad de inventiva que nos llevara
a las estrellas.
Dentro del nucleo familiar, base de la sociedad, se dan estos mismos fenómenos
en torno a las relaciones interpersonales, tanto entre los diferentes estratos de
edades como entre los sexuales, dependientes de la familia de origen, etc. Una de
las tareas fundamentales de la familia es la educación y crianza de los hijos. La
forma en la que se ha dado esta educación y en la que se aplica la disciplina ha
variado enormemente a lo largo de la historia humana, no es dificil imaginar al
hombre prehistorico golpeando o mordiendo a su hijo, tal y como lo hace el lobo
con su cría cuando le enseña una lección.

2.3.1 Maltrato Físico.


Se ejerce mediante la fuerza física en forma de golpes, empujones, patadas y
lesiones provocadas con diversos objetos o armas. Puede ser cotidiana o cíclica,
en la que se combinan momentos de violencia física con periodos de tranquilidad.
En ocasiones suele terminar en suicidio u homicidio. El maltrato físico se detecta
por la presencia de magulladuras, heridas, quemaduras, moratones, fracturas,
dislocaciones, cortes, pinchazos, lesiones internas, asfixia o ahogamientos.
1. Lesiones físicas graves: fracturas de huesos, hemorragias, lesiones internas,
quemaduras, envenenamiento, hematomas subdurales, etc.
2. Lesiones físicas menores o sin lesiones: No requieren atención médica y no
ponen en peligro la salud física del menor.

2.3.2. Maltrato Emocional.


Los factores que influyen en el abuso psicológico son muy variados: emocionales,
económicos, sociales, etc. La mujer se ve dominada por el varón, quien la humilla
en la intimidad y públicamente, limita su libertad de movimiento y la disposición de
los bienes comunes. Resulta complicado detectar este tipo de abuso, aunque se
evidencia a largo plazo en las secuelas psicológicas. En este caso la violencia se
ejerce mediante insultos, vejaciones, crueldad mental, gritos, desprecio,
intolerancia, humillación en público, castigos o amenazas de abandono. Conduce
sistemáticamente a la depresión y, en ocasiones, al suicidio.
La gravedad de estos abusos varía en virtud del grado de violencia ejercida sobre
la mujer y normalmente se combinan varios tipos de abuso, ya que dentro del
maltrato físico siempre hay un maltrato psicológico. Según indica la psicóloga
Alejandra Favieres, del Servicio de Atención a la Mujer en Crisis, de los Servicios
Sociales de la Mancomunidad de los Pinares, en Madrid, el maltrato psicológico es
mucho peor que el maltrato físico.

2.3.3. Maltrato por Negligencia.


Este maltrato supone la no atención de las necesidades básicas del niño, como
podría ser: alimentación, higiene, seguridad física, aprendizaje del lenguaje y
desarrollo de la locomoción, entre otros.
Se priva al niño de los cuidados básicos, aún teniendo los medios económicos; se
posterga o descuida la atención de la salud, educación, alimentación, protección,
etc. Es privar a los niños o niñas de los elementos básicos necesarios para
garantizar su desarrollo armónico e integral: es decir, de alimentación, educación,
salud, cuidado, afecto, entre otros.

2.4. MALTRATADORES.
Socialmente no hay un prototipo de maltratador; puede ser de clase alta o baja, con
estudios o sin ellos, joven o viejo. «Es un perfil plano», dice Bonino, que trata a
unos 50 de estos hombres al año. Su conducta no tiene por qué estar ligada al
consumo de alcohol o drogas -en el 80% del caso no lo está y tampoco a
desviaciones psíquicas.

En contra de lo que pueda parecer, la mayor parte de los agresores no son


enfermos mentales. Según Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología Clínica
de la Universidad del País Vasco y pionero en España en la aplicación de terapias
a hombres maltratadores, «el 20% de ellos sí presenta un trastorno mental –
alcoholismo, esquizofrenia paranoide, trastorno delirante…-. Pero el 80% son
‘normales’; no existe un trastorno grave, aunque sí presentan alteraciones de la
personalidad y cognitivas, como un machismo extremo o la justificación del uso de
la violencia para resolver problemas».

«Lo único que tienen en común es que son hombres y que tienen muy interiorizada
la idea de que la mujer está a su disponibilidad», afirma Bonino. Según asimilen
más o menos esta idea se convertirán en un tipo diferente de agresor: asesinos,
violentos físicos o psicológicos, controladores… En ocasiones los hombres con
mayor status social y cultural recurren a formas más sutiles de violencia, como la
psicológica, mientras que los que tienen un nivel cultural menor optan directamente
por los golpes.

2.4.1. ¿Quiénes son maltratadores?


Son todas aquellas personas que cometen actos violentos hacia su pareja o hijos;
también puede ser hacia otros en general.

2.4.2 ¿Por qué maltratan?


Porque no saben querer, no saben comprender, no saben respetar.

2.4.3 ¿Qué características tienen los maltratadores?


 Tienen baja autoestima.
 No controlan sus impulsos.
 Fueron víctimas de maltrato en su niñez.
 No saben expresar afecto.

2.4.4 ¿Qué características tienen los maltratados?


 Tienen baja autoestima.
 Sumisos.
 Conformistas.
 Fueron víctimas de maltrato.
 No expresan su afecto.
2.4.5 ¿Qué se debe hacer para no llegar al maltrato?
Aprender a:
- Comprenderse.
- Comunicarse con calidez y afecto.
- Respetarse.
- Dominar sus impulsos (ira, cólera).

2.5. VIOLENCIA SEXUAL, UN ASUNTO DE DERECHOS HUMANOS.


La violencia constituye un elemento cotidiano en la vida de miles de niños y niñas
en el Perú, siendo la violación y el abuso sexual que se cometen contra este
vulnerable sector de la población, una de sus manifestaciones más dramáticas y
extremas. La violación y el abuso sexual afectan una pluralidad de derechos
humanos fundamentales tales como la libertad sexual, la integridad corporal y
mental, la salud integral, la vida en su dimensión más amplia, comprometiendo el
futuro de las víctimas.
Los derechos vulnerados con las agresiones sexuales han sido
constitucionalizados a nivel mundial, como muestra de su trascendencia. No
obstante que tales agresiones involucran un problema de derechos humanos,
coexisten al respecto diversas percepciones sociales, muchas de las cuales lo
asumen como de segundo orden, silenciándolo, desconsiderándolo políticamente
y tolerándolo; de modo que la mayoría de violaciones se mantienen en la
impunidad.
Asimismo, los distintos sectores sociales en el Perú, al abordar el problema de los
derechos humanos, no conceptualizan las agresiones sexuales como un problema
que afecte profundamente tales derechos sino, más bien, como un asunto de
naturaleza puramente sexual. Se diferencian así de la comunidad internacional,
para lo cual la violencia contra la mujer es tema de la agenda pública y constituye
un problema global que afecta los derechos humanos, y es un obstáculo para el
desarrollo.
Son múltiples los factores que contribuyen a producir y perpetuar la violencia,
siendo fundamental, a nuestro juicio, la socialización, que forma individuos con
roles diferenciados y asimétricos, y coloca a la vez en posiciones de subordinación
a las mujeres y de dominación a los varones, adjudicándoles valores distintos.
2.5.1 Dimensiones de la violencia sexual contra niños y niñas.
Las características de las agresiones sexuales perpetradas contra los niños hacen
prácticamente imposible aproximarnos siquiera a su verdadera magnitud. De otro
lado, no existen investigaciones científicas oficiales que permitan un diagnóstico
veraz; tampoco existen registros rigurosos, elaborados con criterios homogéneos
que proporcionen información cuantitativa adecuada.
Asimismo, los mitos y prejuicios sociales, los obstáculos que se presentan en la
administración de justicia contra quienes deciden denunciar la legislación
inapropiada que no recoge las distintas modalidades de agresión sexual, sin otros
tantos factores que impiden acercarnos a una dimensión más realista de este
fenómeno social.
Los casos registrados, que corresponden sólo a algunos denunciados, significarían
apenas la punta del iceberg, sobretodo en cuanto se refiere a violaciones, incestos
y todo tipo de agresiones sexuales contra niñas y niños, ya que por investigaciones
no oficiales sabemos que la mayoría de violaciones no se pone en conocimiento de
las autoridades, formando parte en gran medida de la criminalidad oculta.

2.5.2 Consecuencias de la violación y el abuso sexual.


En cuanto a las consecuencias, estudios realizados a nivel internacional concluyen
que las agresiones sexuales perpetradas contra un niño impactan gravemente su
mundo interno, destructivos en la vida de la niña o niño. Dichos estudios sostienen
que estas agresiones producen en la víctima serios trastornos sexuales,
depresiones profundas, problemas interpersonales y traumas que pueden ser
permanentes e irreversibles, incluso en algunos casos pueden ocasionar la muerte
por traumatismo o suicidio, efectos que requieren intervención profesional
inmediata.
En la práctica clínica con jóvenes y adultos (as) que han sido abusados
sexualmente durante su niñez, se han encontrado:
1) Dosis internas de emociones, como desesperanza, minusvalía, vergüenza,
culpa e ira, acompañadas de inhabilidad casi total para manejarlas. La víctima
siente terror al identificarla y en algunos casos invierte dosis inmensas de energía
en reprimirlas. En el caso de ira, si ésta se expresa, los varones tienden a dirigirla
hacia fuera, siendo agresivos con otras personas, mientras que las mujeres tienden
a dirigirla hacia ellas mismas, envolviéndose frecuentemente en comportamientos
autodestructivos, mutilándose con cortaduras, quemaduras o golpes y realizando
intentos de suicidio.
2) Una gran dificultad para confiar. La misma entorpece grandemente el proceso
de terapia.
3) Poca habilidad para establecer relaciones con pares.
4) Desbalance en las relaciones que se establece, en las que tiende a ocupar una
posición inferior. Es común que la mujer abusada sexualmente en su niñez se
convierta en esposa maltratada.
5) Temor a convertirse en agresor o agresora.
6) Problemas en su sexualidad.
7) Neurosis crónica de origen traumático.

2.6. LA VIOLENCIA FAMILIAR EN EL PERU


"Según la ley sobre la política del Estado Peruano, constituyen manifestaciones de
violencia familiar los actos de maltrato físico y psicológico, entre cónyuges,
convivientes o personas que hayan procreado hijos en común, aunque no convivan
y, de padres o tutores a menores bajo su responsabilidad".
La violencia familiar, como agresión física y psicológica lleva implícita una
elaboración dentro de una estructura de poder que se refleja en las relaciones
interpersonales de los miembros; es una práctica consciente, orientada, elaborada,
aprendida y legitimada por quienes se sienten con más poder que otras, con mas
derechos que otros de intimidar y controlar. En suma, es un patrón aprendido de
generación en generación.
Toda violencia familiar constituye violación a los Derechos humanos y libertades
individuales y colectivos y por consiguiente un obstáculo para el desarrollo de sus
integrantes y del grupo familiar.

2.7. LAS DEMUNAS


Las Defensorias Municipales del Niño y Adolescente, se crean en setiembre de
1993 y en concordancia con la ley de municipalidades que faculta la instalación de
DEMUNAs.
Las DEMUNAs son servicios que formando parte de un Sistema Nacional de
Protección a la infancia, desde los gobiernos locales promueven y protegen los
derechos de los niños y adolescentes. El artículo 30 de la ley de protección frente
a la violencia familiar, establece que: Las DEMUNAs debidamente autorizadas
podrán, en ejercicio de sus atribuciones, realizar audiencias de conciliación
destinadas a resolver conflictos originados por la Violencia Familiar.

2.7.1. Debilitamiento en el hábito de autoformación.


Nivel insuficiente de enseñanza impartida en las aulas por el escaso diálogo entre
docente - estudiante y ausencia de relaciones horizontales.
El valor que le otorga la sociedad a partir de la responsabilidad asumida por el
profesional.
Espacios de intervención desfavorables, en condiciones que no permiten
desarrollar eficientemente las prácticas pre - profesionales.
Falta de interés por mejorar la educación en Trabajo Social (como docentes o
estudiantes), sea este por cuestiones económicas o por ausencia de una
autoestima profesional.
Deficiente diálogo entre lo que se imparte en las unidades académicas y las
experiencias de intervención profesional.

2.8. EXPERIENCIAS DE TRABAJO INTERSECTORIAL EN EL PERU


En el Perú, las experiencias de coordinación y acciones multisectoriales para
enfrentar la violencia familiar son de larga historia y se remontan a la creación de
la Primera Comisaría de Mujeres del Perú en agosto de 1988. En efecto, el
esquema de funcionamiento de dicha dependencia incluía una abogada del
Ministerio de Justicia y dos abogadas de organizaciones no gubernamentales. Las
otras profesionales (psicólogas y asistentas sociales) pertenecían a la policía. Este
formato se cumple actualmente en las Comisarías de la Mujer existentes.
En este ámbito, se ve un reciente interés estatal por mejorarlos y crear espacios
especializados. Efectivamente, desde marzo de 1999 viene impulsándose desde el
Ministerio de la Mujer una experiencia de Módulos Integrales de atención a los
casos de violencia familiar denominados "Centros Emergencia Mujer".
Estos espacios han sido implementados contándose con el apoyo de diversos
sectores: el Ministerio de la Mujer, el Ministerio Público, el Ministerio de Justicia, el
Ministerio del Interior (del cual dependen las Comisarías) y el Ministerio de Salud.
Estos Centros de Emergencia Mujer CEM funcionan centralizando diversos
servicios frente a la violencia familiar en un sólo espacio físico, de tal modo que se
faciliten los trámites que deben seguir las mujeres, reduciéndose el tiempo en las
gestiones y los costos. Actualmente existen 33 centros de Emergencia Mujer a nivel
nacional.
La Ley sobre Violencia Familiar establece que las Políticas y Acciones del Estado
serán coordinadas por el Ministerio de Promoción. Esta ha nombrado un ente
Coordinador Nacional, que en este caso es el Ministerio de Promoción de la Mujer
y el Desarrollo Humano.

2.8.1. Erradiquemos la violencia contra la mujer


La conmemoración del Día Internacional de la Mujer nos permite reflexionar sobre
el avance de la mujer y sus conquistas obtenidas para el acceso y ejercicio de sus
derechos, así como las disparidades que persisten en el mundo.
Muchas mujeres y niñas están impedidas de ejercer libremente sus derechos, y son
objeto de injusticias, violencia, abusos y tratos desiguales en relación con los
varones.
América Latina y el Caribe enfrentan también desafíos. Las mujeres se encuentran
sobre todo en los segmentos más precarios del mercado laboral; el 14% de las
trabajadoras se dedica al trabajo doméstico remunerado.
Las mujeres trabajan, en promedio, más horas al día en comparación con los
varones por la recarga laboral de trabajo remunerado y no remunerado.
La violencia contra la mujer tiene repercusiones físicas y psicológicas para ellas y
afecta también a sus hijas e hijos; genera ausentismo en sus centros de labores y
menor ingreso familiar.

CAPITULO III
LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL PERU
En los diarios de circulación local y nacional podemos observar noticias
relacionadas al aumento de la violencia en nuestra sociedad, reportándose también
casos de crímenes a mujeres. Su incremento y características, así como la
permanencia de altos índices de violencia contra la mujer llevaron a Amnistía
Internacional– Sección Peruana y al CMP Flora Tristán, a plantearse la necesidad
de abordar el problema conociéndolo en su real magnitud, mediante la elaboración
de una base de datos que nos permita una primera aproximación empírica a la
situación.
La investigación se ha llevado a cabo desde febrero del año 2003 y se ha mantenido
constante hasta el momento. Las fuentes de investigación han sido dos diarios
importantes a nivel nacional y local: “La República” y “Ajá”. Estas fuentes fueron
elegidas teniendo en cuenta criterios tales como la cobertura, la forma de abordar
la noticia y su grado de detalle.
En lo referido al primer punto, ambos medios de comunicación tienen una
importante cobertura de ámbito nacional y local, respectivamente, llegando a
distintos sectores de población. Asimismo, el tratamiento noticioso es diferente, lo
que nos permite corroborar los datos mediante la comparación de la información en
uno y otro caso. Finalmente, se combinan en estos dos diarios datos específicos y
extensos; así, “La República” tiene la característica de darle un seguimiento
detallado a la noticia, mientras que “Aja” aborda el hecho de manera
sensacionalista, exaltando los detalles de las mismas y con un lenguaje que
discrimina a la mujer y que representa a un sector de la prensa amarillista en
nuestra sociedad.
Un primer avance de esta labor revela que durante el periodo comprendido entre
febrero de 2003 y septiembre de 2005 se han registrado 265 mujeres víctimas de
feminicidio en nuestro país. Esta cifra podría ser mayor, si pensamos en los casos
que la prensa puede desconocer o que no son denunciados ante las autoridades,
sobre todo en las provincias y pueblos del interior del Perú.
En nuestra legislación penal existen una serie de tipos penales en los cuales se
contempla y caracteriza los atentados contra la vida de las personas; en este
sentido, los casos de feminicidios podrían inscribirse en los siguientes tipos:
HOMICIDIO SIMPLE (Art. 106 del Código Penal- CP).- Se configura este delito
cuando alguien mata a otra persona, tiene por tanto que existir dolo o intención por
parte del agresor de causar la muerte de la víctima. Tiene una pena privativa de
libertad no menor de seis ni mayor de 20 años.
PARRICIDIO (Art. 107º del CP).- Se configura cuando el agresor sabe que está
matando a su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o su cónyuge o
concubino. Se sanciona con pena privativa de libertad no menor de quince años.
HOMICIDIO CALIFICADO-ASESINATO (Art. 108 del CP).- Es aquel homicidio que
se da dentro de cualquiera de las siguientes circunstancias:
1. Por ferocidad, por lucro o por placer.
2. Para facilitar u ocultar otro delito.
3. Con gran crueldad o alevosía, lo que implica actuar sobre seguro para producir
un daño.
4. Por fuego, explosión, veneno o por cualquier otro medio capaz de poner en
peligro la vida o salud de otras personas.
Todas tienen una pena privativa de libertad no menor de 15 años.
HOMICIDIO POR EMOCIÓN VIOLENTA (Art. 109 del CP).- En este caso, el que
mata lo hace por que se encuentra bajo el imperio de una emoción violenta que las
circunstancias hacen excusable. Tiene una pena privativa de libertad, no menor de
tres ni mayor de cinco años. Existe una agravante que se da cuando concurre el
parricidio, teniendo entonces pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor
de 10 años.
HOMICIDIO CULPOSO (Art. 111 del CP).- Es aquel homicidio en el cual no existe
intención de matar; sin embargo, por culpa o negligencia se ocasiona la muerte de
una persona. Tiene una pena privativa de libertad no mayor de dos años o con
prestación de servicio comunitario. Existe una agravante cuando son varias las
víctimas del mismo hecho o cuando el delito es resultado de la inobservancia de
reglas técnicas de profesión, de ocupación o industria; en este caso, la pena
privativa de libertad será no menor de dos años ni mayor de seis años e
inhabilitación para el ejercicio de la profesión.

3.1. Analizando el feminicidio


El feminicidio se constituye como un crimen de características específicas. No tiene
actores ni coyunturas determinadas estrictamente; es decir, que no existe un perfil
único de víctima. Todas las mujeres, sin importar edad ni nivel socioeconómico,
están expuestas a esta violencia; la cual se inscribe en un contexto cultural de
discriminación y violencia contra la mujer.
Sin embargo, los datos señalan un mayor riesgo en mujeres en edad reproductiva.
El 58% de víctimas se encontraba entre los 17 y 34 años de edad. En tanto que el
17% tiene entre 35 y 52 años, mientras que un 10% está entre los 53 y 70 años de
edad.
3.2. Relación del agresor con la víctima
Es importante resaltar, que estas cifras pueden incrementarse debido a que
muchos casos no llegan a conocerse por la opinión pública ni llegan a las
autoridades. Las brechas sociales de nuestro país han determinado que en
bastantes lugares –especialmente en el ámbito rural– no haya cobertura de los
medios de comunicación ni acceso a servicios de justicia; por lo que numerosos
casos podrían no estar siendo denunciados y, por tanto, nunca ser esclarecidos.
En promedio, sólo en el 12% de casos el agresor era una persona desconocida al
entorno de la víctima.

3.3. Características de la agresión


En este punto se refieren el ámbito en el que ocurrió la agresión, la forma de
inhabilitar a la víctima y el medio utilizado para cometer el crimen.
En promedio, el 52% de mujeres víctimas sufrieron la agresión en sus propias casas
y un 23% en el domicilio de su agresor. Ello nos muestra que los asesinatos fueron
cometidos en espacios que comúnmente son significados como espacios físicos y
sociales que garantizan la seguridad de las personas y especialmente de las
mujeres. Sin embargo, es en estos ámbitos donde la mujer no sólo se encuentra
insegura; sino que, por el contrario, para un 52% de ellas es en este espacio donde
se desencadena una grave situación de violencia.
Son los contextos de discriminación y violencia los que definen estos espacios
como de alto riesgo para las mujeres. En efecto, entre 2003 y 2005, el 53%, 49% y
54% de los crímenes, correlativamente, fueron realizados en el lugar donde la
víctima residía.
Por otra parte, el 25% de los crímenes en promedio fue perpetrado en hoteles u
hostales; lo cual sugiere la preexistencia de situaciones de índole sexual –
consensuadas o forzadas– entre la víctima y el agresor.
Los agresores en muchos casos planifican los asesinatos en complicidad con
terceros, lo cual los lleva a elegir qué mecanismo utilizarán para alcanzar su
objetivo. Según testimonios de algunos agresores, ellos usaron un arma que les
otorgue seguridad para acabar con la vida de sus víctimas. El poseer un arma les
da un valor agregado de poder.
En ese sentido, se ha identificado que en los tres años más del 48% de los
agresores utilizan cualquier arma blanca para perpetrar su crimen. También se
evidencia la utilización de otras armas, como el martillo, sin descartar el uso de
prendas de la propia víctima; como es el caso de chalinas, bufandas, etc. Estos
últimos son usados en su mayoría por personas que poseen mayor fuerza física
que sus víctimas y por aquellos que no necesariamente planificaron el asesinato.
En el caso peruano, podemos observar que en los tres años el 21% de mujeres
murió por el uso de armas de fuego. Sobre la relación que existe entre las armas y
las mujeres, Amnistía Internacional, Oxfam International y la Red Internacional de
Acción sobre Armas Pequeñas, en su informe “El efecto de las armas en la vida de
las mujeres” señalan que sea cual fuere el contexto o la causa inmediata de la
violencia, la presencia de armas de fuego tiene, invariablemente, el mismo efecto;
es decir, cuanto mayor sea el número de armas, mayor es el peligro para las
mujeres.

3.4. Móviles supuestos para la agresión


No existe una razón justificada para acabar con la vida de una persona; sin
embargo, los agresores justifican la muerte de la víctima. Sus argumentos ponen
en escena contextos donde se intenta subordinar a la mujer o doblegar su voluntad
y autonomía hasta el punto de quitarle la vida; como veremos a continuación.
En promedio el 41% de los agresores manifiesta que cometieron estos actos por
una actitud de celos incontrolada; mientras que más del 18% del total de atacantes
afirmó que cometió el crimen por una supuesta infidelidad de la víctima. Este fue el
motivo por el cual debían salvar públicamente su “honor mancillado”, agrediéndola.
A todo ello se suma el valor agregado de la venganza o resentimiento por parte del
agresor, previamente denunciado por la víctima en materia de violencia familiar,
acoso sexual o por haber ganado un proceso judicial en contra del mismo.

3.5. El Feminicidio responde a una situación de violencia y discriminación


El concepto feminicidio se ha construido para nombrar correctamente la
especificidad de un crimen. Es parte de un contexto de discriminación contra la
mujer porque –como afirma la CEDAW– ocurre cuando el agresor intenta
menoscabar los derechos y las libertades de la mujer, atacándola en el momento
en que pierde la sensación de dominio sobre ella.
El previo contexto de discriminación es una forma de violencia, tal como se
establece en la Recomendación N° 19 del Comité de la CEDAW, ya que inhibe la
capacidad de las mujeres para gozar de sus derechos y libertades en igualdad de
condiciones que el hombre.
Asimismo, la Convención de Belem do Pará divide la violencia contra la mujer en
tres planos: la violencia que se da dentro del ámbito familiar, la que tiene lugar en
la comunidad y la que es realizada o tolerada por el Estado.
De igual manera, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sostiene que:
“Para identificar un trato discriminatorio, es necesario comprobar una diferencia en
el trato entre personas que se encuentran en situaciones suficientemente análogas
o comparables”.
Por lo tanto, estamos ante un caso de violación permanente a los derechos
humanos de un grupo poblacional y social: las mujeres. Los alcances de los
feminicidios se inscriben a nivel colectivo y generan un ambiente de inseguridad
social, lo cual es reforzado por la desprotección estatal, limitando el desarrollo de
las capacidades y ejercicio de las libertades y derechos de la mujer.
Este atentado muestra el real contexto de violencia y discriminación hacia la mujer;
convirtiéndose en uno de los principales problemas sociales que tenemos que
enfrentar, pues es evidente que las construcciones sociales de nuestra sociedad
toleran la violencia basada en la discriminación de género.
CONCLUSIONES

1. Si bien, el presente artículo no pretende presentar un examen exhaustivo y


acabado del feminicidio, pero a través de la somera revisión de las
modificaciones efectuadas al artículo 107 del Código Penal se puede
observar, que es una inadecuada configuración penal, en tanto que los tipos
penales incluidos caen en indeterminados e imprecisiones, que de seguro
acarreará muchos problemas en su interpretación y muchas conductas
homicidas contra la mujer caerán no serán considerados como feminicidio.
2. Para enriquecer el tema, se debe incorporar en el feminicidio los crímenes
cometidos dentro de la llamada esfera privada como pública, tal como se
observa de la definición de violencia contra la mujer contenida en la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer(Convención de Belém do Pará), el mismo que en su artículo
1°señala que “debe entenderse por Violencia contra la mujer cualquier
acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, Daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público
como en el privado” siempre en cuando que estas conductas estén
orientadas a causar la muerte de la mujer. Finalmente, a más de penalizar e
incorporar el feminicidio en el Código Penal, se debe pretender lograr la Ley
Contra la Violencia de Género
(ley especial), la misma que resultará favorable para una posible contextualización
de los tipos penales que se creen dentro de la violencia contra las mujeres, el cual
también, permitirá abordar la multiplicidad de formas de violencia contra las mujeres
como son físicas, psicológicas, sexuales, sociales e incluso patrimoniales, donde
se podrá incluir normas de carácter procesal que serian inconcebibles en el Código
Penal

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