LA PEDAGOGÍA SOCIAL COMO DISCIPLINA ACADÉMICA QUE IMPLICA

TRANSFORMACIÓN

A través de la historia de la humanidad, la pedagogía ha estado presente en la

evolución y revolución de la sociedad.

Basta con imaginarse a los prehistóricos hombres frotando piedras para hacer

fuego y de esta manera práctica contribuir a cambios y mejoras en la calidad

de vida de los seres humanos; pensar en Sócrates y la mayéutica como

método de incorporar a la sociedad hacia la construcción del conocimiento,

siendo éste la mejor manera de descubrir las fortalezas del ser pues al ampliar

su visión contribuye a transformaciones.

Jesucristo, el hombre que partió la historia en un antes y después, concertaba

con los llamados doctores de la ley una perspectiva de un Reino sin ser él un

rey elegido por hombres. Este Cristo se sentaba con gente sencilla y generaba

cambios, descubriendo las fortalezas individuales e incluso trasformando la

cotidianidad para impactar la sociedad.

Todos sin pensarlo contribuimos a la pedagogía en nuestro medio, ya que al

interactuar socialmente dejamos un legado que cual andamiaje genera un

aprendizaje que crece de manera incipiente en cada individuo que por azar se

cruza en nuestra vida.

El corte científico de esta disciplina intenta precisamente profesionalizar a

todos los educadores que interactúan en distintos espacios para que desde
la necesidad planteada trabajen y se involucren en ella usando el

conocimiento real, tangible e intangible para llegando de manera colectiva a

la reflexión, acción y así contribuyan, dinamicen y empoderen a los

individuos que quieran hacer parte de la reconstrucción, y renacer de una

sociedad.

La pedagogía social nos acerca a la vocación de servicio que integra desde

un campo multidisciplinar las profesiones con sensibilidad hacia el ser

humano, es por esto que es relevante llevar una consciencia llena de

motivaciones y uno de ellas es precisamente la manera cómo puede existir

una coherencia entre el medio ambiente, el emprendimiento, y la mejora en la

calidad de vida de los sectores vulnerables y no vulnerables hacia la libertad

del ser que le sugiera cambios que repercutan de manera positiva en una

sociedad incluyente.

De gran preocupación es para las distintas comunidades la manera como la

juventud en especial los adolescentes carecen de un norte que sincronice su

destino a la consecución de metas, este destino es permeado por drogas,

información tergiversada que ocupa el tiempo y la conciencia hasta penetrar

los tejidos sociales y de cierta manera arrasa estructuras básicas que puedan

beneficiar a una sociedad cada vez más excluyente, solitaria y llena de

antivalores.