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En este proceso de escucha y del devenir propio del día a día político de nuestro
país, surge una pregunta ¿Cómo ve hoy al país? Y las respuestas pasan por que
Colombia se fue al caño, Este país no tiene ni pies ni cabeza, ¿Quién carajos nos
mandó a votar por Duque? O lo más extremo estoy furioso o indignado, lo cierto
es que los colombianos debemos es estar preocupados, la mezquindad
polarizante de los últimos días no nos debe apartar de este último sentimiento,
porque así entonces el futuro es aciago.
Pero el tema pasa por lo permeables que son todos los estamentos del país a la
corrupción y el desorden, ministerios, la fiscalía, el Congreso, los empresarios, la
prensa y claro esta nosotros los ciudadanos que nos enseñamos a este paisaje de
las mieles del dinero fácil.
Y ¿Por qué es nuestra culpa? Porque les hemos permitido a nuestros dirigentes
que nos dirijan hacia el dinero fácil, hacia el atajo, haciendo de esto una cultura
nacional, bueno, pero no podemos como la lechera quedarnos llorando por la
leche derramada, es hora de tomar las riendas del país, es hora de decirle a los
dirigentes basta de su perorata, los colombianos de bien somos más, los que
creemos que esto puede cambiar somos más, pero surge la pregunta y ¿Cómo se
hace eso?.
Pues debemos trabajar entre todos, empezando por elegir un buen alcalde o
alcaldesa, no sigamos votando por los que se roban los recursos de los
ciudadanos, por aquellos que no piensan en beneficio de sus conciudadanos por
eso debemos votar bien, elegir bien, la reforma de nuestra sociedad empezara
cuando votemos bien, y eso lo haremos ahora que vienes las elecciones
regionales.
Debemos poner buen ojo al elegir, porque estas elecciones venideras son las más
importantes, están por encima de las de Congreso y presidencia, y esto se debe a
que cuando elegimos concejales, diputados, alcaldes y gobernadores se crea la
base del gran gobierno, aunque el imaginario es que todo se hace desde la
cúspide central hacia los territorios, la realidad es que en política es al contrario es
desde la base hacia la cúspide.
Para ello debemos evitar que el país se siga desarrollando en torno a dos o tres
salvadores, ellos de una u otra forma ya están permeados por la corrupción,
tenemos nuevos líderes y debemos impulsar nuevas ciudadanías, libres de la
atadura de este flagelo, del desorden y la injusticia, en sus manos u mis manos
esta el futuro de Colombia, solo falta decidirnos.