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Elizabeth Mosquera Canchingre

Escuela de Sociología – 1ro C

Características e importancia de la sociología

1. La Sociología es empírica; es decir, está basada en la observación y en el


razonamiento, con unas conclusiones que pretenden contrastarse con la realidad.
Káning decía que la Sociología o era empírica o no era Sociología: «... no estamos, por
tanto, ante meras teorías de la sociedad, que pueden colaborar con la teoría
sociológica destruyendo empedernidos prejuicios teóricos, criticándolos desde una
concepción global de la sociedad y desde componentes reales de la actualidad, pero a
pesar de ello no son teoría sociológica». En el esquema general manejado por Wallace
del proceso de investigación científica se hace referencia a lo empírico como a lo
centrado en la observación, lo que permite el contraste de las hipótesis y poder
realizar generalizaciones empíricas.
2. Afirmamos también que la Sociología es teórica; es decir, que trata de sintetizar sus
complejas observaciones en proposiciones abstractas y lógicamente relacionadas,
dando lugar a sistemas deductivos y propuestas generales explicativas. En el mismo
esquema de Wallace las teorías están relacionadas con la formación de conceptos y la
ordenación de proposiciones, por una parte, y con la deducción lógica que da lugar a
las hipótesis científicas, por otra.
3. En tercer lugar decimos de la Sociología que es acumulativa; esto es, que las teorías
sociológicas se construyen unas sobre otras, siendo la misión de las nuevas teorías
corregir, extender y afinar a las antiguas. El científico no elabora ex novo, sino sobre
un cuerpo de conocimientos anteriores, por lo que se hace muy importante conocer
en cada momento el «estado de la cuestión» para poder dar nuevos pasos en la
dirección correcta. En efecto, «lo que hizo sus elucubraciones más eficaces a largo
plazo que los esfuerzos de los sacerdotes y mistagogos mucho más numerosos, fue el
hecho de que los productos del pensamiento racional son acumulativos, mientras que
la fantasmagorías, acrobacias, modas y visiones no solo no sirven para nada, sino que
además se anulan entre sí y meramente hacen oscilar las mentes de un lado para
otro» (Andreski)
4. Se puede afirmar también que la Sociología es no-ética; es decir, que los sociólogos no
se meten en si las acciones particulares que estudia son buenas o malas, sólo tratan de
explicarlas. La neutralidad ética de la que hablaba Weber como una característica
importante de cualquier intento de hacer ciencia social, hace referencia al esfuerzo
por parte del científico de no mezclar, en la medida de lo posible, sus indagaciones y
sus sistemas de valoración. Sabemos de las dificultades del intento, porque los valores
de la persona están presentes en cualquiera de sus actividades, pero debe intentarse
cierto distanciamiento, como veremos en el próximo capítulo.
5. La Sociología es crítica; a saber, intenta indagar la naturaleza de la sociedad humana,
sin someterse a las ideologías dominantes, con independencia del sistema de intereses
creados que puede comprometer su objetividad. Se puede indicar que estamos ante
una característica más privativa de la Sociología que las otras cuatro anteriores,
comunes a todas las ramas del conocimiento. Debe intentar descubrir lo que las
sociedades se ocultan a sí mismas. Ésta es la tarea de nuestra disciplina, a la que como
ciencia corresponde prioritariamente traspasar apariencias ideológicas, ir más allá de
la realidad aparentemente Sociología como ciencia 2 natural. Por todo ello, añadir el
adjetivo de «crítica» a la Sociología debería de ser una redundancia.
Elizabeth Mosquera Canchingre
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6. Finalmente, debemos decir de la Sociología que es un modo de conciencia, pues


pretende no sólo explicar, sino también comprender. Este modo de conciencia está
implícito en los motivos de búsqueda del sociólogo, que podemos concretar en:
desenmascaramiento, enfrentamiento con la respetabilidad, relativización y espíritu
cosmopolita. De estos puntos el primero es similar al aspecto crítico al considerar que
«la esencia de la sociología: por debajo de las obras visibles del mundo humano se
encuentra una estructura de intereses y poderes oculta e invisible que el sociólogo
está encargado de descubrir. Lo manifiesto no agota el objeto de estudio, ya que hace
falta dar cuenta, asimismo de lo latente. O, dicho en términos de la mayor sencillez: el
mundo no es lo que aparenta» (Berger). Repasando todos los motivos y
considerándolos en su conjunto, podríamos concluir que «la realidad social pasa a
tener muchos estratos de significado y el descubrimiento de cada nuevo estrato
cambia la percepción del conjunto» (Berger).

Importancia

La sociología es el estudio de la interacción social, las relaciones sociales y las acciones sociales
Sociología puede explicar, interpretar diferentes tipos de acciones llevadas a cabo por los
distintos miembros de la sociedad (por ejemplo, las acciones emocionales, acciones racionales
/ irracionales, acciones tradicionales, religiosas. acciones, acciones sociales y económicos, las
acciones políticas y de comportamiento). estudios de Sociología estos aspectos de las
diferentes acciones, establece ciertos patrones, conjeturas o conclusiones. En las interacciones
sociales, las relaciones de las acciones, muchas cuestiones, problemas, desarrollos, los
conflictos surgen y pueden ser explica / interpretado por la sociología. sociología aplicada
puede ayudar en diferentes campos de la administración y la gobernanza.

Conciencia de las diferencias culturales


En primer lugar, la sociología nos permite ver el mundo social desde muchos puntos de vista.
Con frecuencia, si comprendemos realmente cómo viven otros, también adquirimos un mejor
conocimiento de sus problemas. Las políticas prácticas que no se basan en una conciencia
fundamentada de las formas de vida de las personas a las que afectan tienen pocas
posibilidades de éxito. En este sentido, un asistente social blanco que trabaje en una
comunidad de mayoría negra no logrará ganarse la confianza de los miembros de ésta sin
desarrollar una sensibilidad hacia las diferentes experiencias sociales que a menudo separan a
los blancos de los negros.

Evaluación de los efectos de las políticas


En segundo lugar, la investigación sociológica ofrece una ayuda práctica en la evaluación de los
resultados de las políticas. Sobre el terreno, un programa de reforma puede, simplemente, no
lograr lo que pretendían los que lo concibieron, o acarrear desagradables consecuencias no
deseadas. Por ejemplo, en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial se
construyeron, con dinero público, grandes bloques de viviendas en los centros urbanos de
muchos países. Estaban pensados para proporcionar viviendas de gran calidad a grupos de
ingresos bajos de las áreas suburbiales y disponían de servicios comerciales y comunitarios
muy próximos. Sin embargo, la investigación puso de manifiesto que muchos de los que se
habían trasladado desde sus viviendas anteriores a estas grandes torres se sentían aislados y
desgraciados. Los altos edificios y los centros comerciales de zonas pobres solían acabar en
estado ruinoso y se convertían en lugares propicios para atracos y otros delitos violentos.
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El autoconocimiento
En tercer lugar, quizá lo más importante sea que la sociología puede señalarnos el camino del
autoconocimiento, es decir, de una mayor comprensión de uno mismo. Cuanto más sepamos
acerca de por qué actuamos como lo hacemos y sobre el funcionamiento general de nuestra
sociedad, más posible será que podamos influir en nuestro propio futuro. No hay que pensar
que la sociología sólo sirve para ayudar a quienes formulan las políticas -es decir, a los grupos
poderosos- a tomar decisiones fundamentadas. No siempre puede suponerse que quienes
están en el poder piensen en los intereses de los menos poderosos o privilegiados al implantar
sus políticas. Grupos informados por sí mismos pueden responder de forma eficaz a las
políticas gubernamentales o plantear sus propias iniciativas. Asociaciones de autoayuda como
Alcohólicos Anónimos y movimientos sociales como los ecologistas son ejemplos de grupos
sociales que han intentado, con un éxito considerable, producir directamente reformas
prácticas.

En los comienzos de la formulación del proyecto de una ciencia de lo social, se tendió a


adoptar como modelo de lo que es el conocimiento científico, el desarrollado con éxito en las
Ciencias Naturales. A mediados del siglo XIX, cuando Comte le dio nombre a la Sociología,
reinaba un clima de gran optimismo respecto a las posibilidades que el conocimiento científico
podía acarrear para el bienestar de la humanidad. Del mismo modo que el progreso de las
Ciencias Naturales había plasmado en un rápido desarrollo de la técnica y de la producción, se
pensaba que un conocimiento científico de las leyes de la sociedad humana podía ser la llave
para resolver los problemas sociales. Por esto, los primeros sociólogos se pusieron como
objetivo el descubrimiento de unas leyes generales de alcance universal análogas a las
formuladas en Ciencias Naturales, que regirían el orden social.

Cuando la Sociología empírica comenzó a practicarse sistemáticamente, quedaron en


evidencia algunas dificultades en el proyecto original. Por lo pronto, se vio que no se podían
formular leyes de alcance universal, como las que conocemos en Física, ya que las diferencias
entre las sociedades, culturas y épocas, hace que las generalizaciones que se formulan sean
más bien triviales y poco informativas, como por ejemplo: “Todas las sociedades tienen un
sistema de parentesco”. Es así como, al no contar con leyes generales que explicaran
fenómenos importantes de las sociedades, se hacía difícil, o prácticamente imposible, hacer
predicciones de largo alcance sobre lo social. Por estas razones, algunos llegaron a afirmar la
imposibilidad misma de un estudio científico de lo social.

Sin embargo, el trabajo riguroso de muchos sociólogos demostró que las reales dificultades
para la generalización y la predicción no eran un obstáculo para la constitución de una
disciplina científica.

Objeto y campo de la Sociología

El objeto de estudio de la sociología es la sociedad humana, individual y colectivamente,


mediante la aplicación del método científico a sus estructuras, formas de organización y
conductas. La sociología aborda al hombre como un ser social y busca cubrir todas las aristas
que parten de ahí. Formalmente se conoce como la ciencia que trata las condiciones de
existencia de las sociedades humanas. La sociología es un campo de estudio dinámico, debido
a que debe adaptar sus reflexiones en función de los cambios sociales que ocurren a lo largo
de la historia, buscando abarcar sus factores y fenómenos determinantes.
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No cabe duda que el análisis sociológico ha tenido múltiples aplicaciones, sobre todo porque
constituye una fuente de información precisa, lo que supone un desarrollo que crece y se
diversifica, pero aún nos encontramos con posturas que consideran la actividad sociológica
como falta de consolidación, sobre todo porque no concreta su anhelada objetividad; además
de que no consideran que esté imbuida de rigurosidad y claridad.

Desde los tiempos de Comte, a la sociología se le pretendió convertir en la ciencia que tendría
en sus manos el perfeccionamiento y la construcción de una sociedad que viviese en armonía,
pero esa pretensión chocó con una realidad que en muchas ocasiones mostraba poca
disposición a lograr ese objetivo preciado.

Mucho se ha transformado la inclinación del sociólogo, sin perder la esencia de tratar de


remediar los problemas que atañen a las sociedades; lo complejo y diversificado de las
sociedades han permitido una especie de ampliación de lo considerado como investigación y
su aplicación.

De acuerdo con el sociólogo Ely Chinoy, como resultado de este desarrollo, hay sociólogos que
están enseñando en escuelas de medicina, de comercio, de derecho y de trabajo social, así
como en colegios de artes liberales y escuelas de graduados; y a menudo están empleados
como investigadores en hospitales, ofi cinas, fábricas, agencias del gobierno y establecimientos
militares. En campos que alguna vez la gente consideró como exclusivos del hombre más bien
práctico que intelectual.

Hasta este punto encontramos dos maneras de concebir el quehacer sociológico: una que
pretende anteponer la objetividad en la investigación y, otra, que considera importante el
aspecto práctico y útil de esta disciplina. Ello nos lleva a considerar la posibilidad de
desprender una variedad de ramas de la sociología de acuerdo con la problemática que
pretendamos estudiar.

Paralelamente, en las universidades se ha construido una serie de ramas generales que


tratarían de explicar la totalidad de la sociedad; por ejemplo, tenemos la sociología política,
urbana, rural, de la educación y de la cultura. Éstas constituyen la base de las investigaciones
hechas desde los centros universitarios; incluso se han construido algunas más específicas
como movimientos sociales, género, desarrollo regional, nuevos actores sociales, entre otras.

En Europa y Estados Unidos se le proporciona mayor peso a la actividad práctica que pudiese
desarrollar el sociólogo, mientras en otros países, como el nuestro, se orienta a la cuestión
teórica y a la investigación que tenga como fi n principal abocarse a problemas sociales para
resolverlos. Es posible ordenar las ramas de la sociología de acuerdo con el fi n que se persiga;
ya sea una visión acorde a la perspectiva que se hace desde los cubículos universitarios, para la
resolución de los grandes problemas sociales; o una visión para enfrentar problemas
específicos y concretos que se nos presenten en la realidad.
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Es posible trabajar la sociología desde la perspectiva teórica y desde la práctica, no se


excluyen, pero lo que sí consideramos fundamental es que nuestra disciplina no debe
puntualizar cómo debe construirse una sociedad, pues estamos en posibilidades de asumir una
postura basada en juicios de valor. Por ejemplo, Luis Recasens hace una acotación al respecto
y señala lo siguiente: “…cabe observar que la biología, que es una ciencia teórica encaminada
al conocimiento de los hechos de la vida orgánica, estudia tan sólo las leyes de esos hechos, y
no formula ninguna regla de tratamiento; pero, asimismo es verdad que el higienista y el
médico precisan ineludiblemente un acopio de saber biológico, para mejorar y curar los
organismos humanos”.

Relación de la Sociología con otras ciencias


Disciplinas auxiliares Como ya vimos en párrafos anteriores, Augusto Comte es el principal
promotor y animador de la sociología bajo principios que, pese a la multiplicidad de críticas y
negaciones durante el siglo xx por parte del extremismo teórico de izquierda, la funda bajo la
influencia del pensamiento de la Ilustración, en el sentido de entender al conocimiento
humano como una totalidad, así como a su objeto de estudio. Con este espíritu, Comte
propone una disciplina que tenga como objetivo la reflexión y, sobre todo, corregir las
discrepancias y conflictos, muy propios del siglo xix europeo, de la existencia colectiva del
hombre. Esto significa que pretende abarcar todos los fenómenos sobre el desarrollo histórico
de la humanidad con un objetivo específico: evitar mediante el análisis la confrontación, que
esto último se traduzca en rebeliones, revoluciones, guerras entre países, lucha por los
mercados del mundo y el surgimiento del monopolio como una forma de dominación de los
países industrializados hacia los económicamente atrasados.

Para la comprensión de la realidad y la búsqueda de una explicación sustentada en su carácter


científico, lo que realiza Comte es una clasificación de las ciencias, no una división. Para ello,
parte de la idea de tomar en consideración el carácter de los fenómenos, de lo simple y
general a lo complejo y particular, clasificándolos en dos clases: los de “cuerpos brutos” y los
de ”cuerpos organizados”, con ello se refiere a los seres inorgánicos y orgánicos.

De acuerdo con los criterios mencionados clasifica a las ciencias de la siguiente manera:
astronomía, física, química, fisiología y física social. En cierta forma, Comte plantea una
dependencia y una secuencia en esta clasificación, por lo que no considera una parcialización
del conocimiento que incluya a más de una disciplina.

Quizás la propuesta de Comte no se sustenta en que las ciencias sociales imiten la idea de
conocimiento y de los procedimientos para generarlo de las ciencias naturales. Considera a
todos los seres vivos, de acuerdo con dos tipos de fenómenos, los referidos al orden individual
y los de la especie, incluidos también los seres humanos: la física orgánica o fisiología y la física
social. Por ello cuando propone la construcción de una física para lo social no está pensando
en la ciencia que traduce las leyes en ecuaciones matemáticas, sino en rescatar su origen
etimológico, donde physikos se refiere a la naturaleza, “a las propiedades de los cuerpos y las
leyes que tienden a modificar su estado o su movimiento sin cambiar su naturaleza”.

La razón de ser de todo el conocimiento humano, sin distinciones de ninguna clase, es la


realidad que vivimos y, sobre todo, que percibimos; pero sobre todo no concordamos con las
propuestas de la teoría positivista hacia el siglo xix, de hacer del conocimiento de lo social
similar a lo realizado en el terreno de las ciencias naturales, propuesta que se enfrentó, en
especial en Alemania, al desafío de diferenciar lo que correspondía al terreno cultural o social
de lo natural. Es decir, como afirma el filósofo alemán Wilhelm Dilthey: “en las ciencias de la
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naturaleza podemos, desde el exterior y mediante el enlace de conceptos abstractos, obtener


conclusiones sin afectar la estructura del objeto de estudio”, pero en las ciencias del espíritu,
como las llama Dilthey, la conexión entre el fenómeno y la conceptualización es estrecha
porque el estudioso también vive y comprende la realidad; en consecuencia, no es posible
escapar a la interpretación y opinión de lo que se vive.

El mismo filósofo opina que el rápido desarrollo de las ciencias naturales hacia los siglos xvi y
xvii se debió, fundamentalmente, a las nuevas ideas que surgieron en el terreno político y
económico. Se desplazó la verdad de Dios por la verdad científica y racional, de este modo el
desarrollo de las ciencias naturales tuvo un éxito asombroso, lo cual no dejó de influir en las
ciencias del espíritu. En estas últimas al parecer no existía un orden o metodología que
permitiese concretar soluciones a los problemas sociales, como lo realizaban en
descubrimientos e inventos que revolucionaron la vida material del hombre, ya que para este
filósofo y para buena parte de la filosofía idealista alemana decimonónica, fue sustancial
introducir la idea de sentir, que se refiere a “detectar aquellas condiciones de la conexión
estructural de la captación objetiva, del sentir y del querer que son determinantes para la
formas lógicas”.

Ante este planteamiento, el mismo Dilthey se pregunta lo siguiente:”¿Se puede aplicar el


concepto de estructura a la vida afectiva?”, para ello es necesario que las “vivencias afectivas”
sean unidades estructurales y “sobre esta base se demostrará luego que las relaciones
estructurales del sentimiento componen un campo que se puede delimitar lo mismo frente a
la captación que al querer”. Más adelante agrega: “Oír, ver, palpar, tienen esta posibilidad de
comparación y el juicio acerca de un objeto visto es comparable con la percepción, pero si
coloco el sentimiento junto a estos modos de conocer ya no encuentro comparabilidad
alguna”. Por ello, para el idealismo alemán, en confrontación con el positivismo, toma en
cuenta al momento de la reflexión de lo social, la oposición entre el sentir y la captación
objetiva, entre lo que nos agrada y desagrada; esto último hace referencia, según Dilthey, a la
toma de posición del sujeto.

En términos generales, las ciencias de la naturaleza tienen como objeto de estudio a seres u
objetos cuya relación con el hombre no es de convivencia, comunicación u organización, sino
que es algo externo a su vida en sociedad, únicamente se relacionan cuando los utiliza para su
bienestar material. Las ciencias sociales son aquellas que se encargan de estudiar los
fenómenos provocados por el hombre al vivir en sociedad o su obra, incluyendo al mismo
estudioso de lo social o científico de lo social como comúnmente se le denomina.

En consecuencia, cuando se realiza un análisis de lo social no estudiamos algo ajeno a nuestra


vida cotidiana o vivencias diarias. Además, el hombre tampoco deja de ser un ser vivo,
biológico, ni deja de formar parte y depender de un medio físico del que es producto y al cual
no puede negar o aislarse.

Ante este panorama, la relación de la sociología con otras formas de pensamiento no es de


dependencia, sino de integración ya que todas las disciplinas intentan acercarse a la realidad
desde sus propios alcances y limitaciones en una relación de interdependencia.

La sociología, al igual que las llamadas ciencias sociales, estudian al hombre en sociedad, pero
desde diversos puntos de interés de la realidad social. Por ejemplo, la economía trata de los
aspectos materiales de producción y distribución de la riqueza, además de caracterizar los
diversos momentos de la evolución de la humanidad, pero las manifestaciones y repercusiones
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sociales tienen su apoyo en la interpretación de éstos desde un punto de vista sociológico. Por
otra parte, la historia se encarga de los procesos sociales en el pasado y se auxilia de la
sociología para la explicación de los sistemas económicos, políticos y culturales; con este
apoyo el historiador tendrá que encontrar su expresión concreta.

Podríamos seguir enumerando las diversas maneras de correspondencia entre la sociología y


otras disciplinas sociales, ya que todas se relacionan porque tienen un objeto de estudio
común, pero con inclinaciones distintas de acuerdo con los intereses específicos de cada una.

Por otro lado, la relación de la sociología con las ciencias naturales y exactas está en función de
los determinantes sociales del desarrollo tecnológico y científico. Por ejemplo, pensemos en la
Revolución Industrial, en dónde y en qué momento surgió; es comprensible que no fuese el
resultado de una sucesión de descubrimientos científicos espontáneos, sino resultado de la
expansión del capitalismo que se tradujo en una serie de necesidades en cuanto a la demanda
de mercancías, lo cual permitió, entre otras cosas, el desarrollo de la maquinaria, la creación
del ferrocarril, la multiplicación de fábricas y la construcción de caminos.

Por ejemplo, al considerar su relación con la biología, cuando se descubre la vacuna contra la
rabia, se podría pensar en las reacciones que provocó y, sobre todo, los efectos sociales en su
época y en el futuro. Así, podríamos citar otros ejemplos como las expectativas de una vida
más larga en comparación con el pasado como consecuencia de los descubrimientos en la
medicina; el conocimiento del cuerpo humano y, por tanto, de los métodos para un mejor
control natal a fi n de evitar los problemas sociales de la explosión demográfica, así como el
control y erradicación de enfermedades que permiten una vida más estable de las sociedades.
Aunque para nuestro tiempo, la prolongación de las expectativas de vida ha significado, sobre
todo para los países pobres y subdesarrollados, la proliferación de la pobreza no solamente
como un fenómeno privativo de alguna clase social, sino de grupos de edades.

La relación de la sociología con otras ciencias ha tenido diversas interpretaciones, desde las
que la juzgan como poco confiable y la colocan al final de todas las ciencias, hasta las que la
consideran, junto con otras disciplinas sociales, como determinante del acontecer humano en
todos sus aspectos, desde los estrictamente sociales hasta los de carácter técnico y científico,
así como administrativo.

En resumen, la sociología y las demás disciplinas o ciencias están en relación porque su objeto
de estudio, de una u otra manera, es la realidad; las ciencias naturales la estudian bajo su
aspecto físico, mientras que las disciplinas sociales lo hacen en sus manifestaciones dentro de
las sociedades, en sus comportamientos, actitudes, creencias, vida económica, organización y
formas de gobierno.
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Bibliografía
Gímenez de la Prada, Á. (s.f.). Psicología y Mente. Obtenido de Los nuevos tipos de sociología:
https://psicologiaymente.net/social/tipos-de-sociologia

Pérez Cruz, L. (2014). Sociología. México D.F.: Grupo Editorial Patria.

Russi Prieto, D. (30 de marzo de 2011). Ed. Social y Cívica - Sociología - Derecho. Obtenido de
LA SOCIOLOGÍA COMO CIENCIA / MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN (Quinto año
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Ssociologos, blog de sociología y actualidad. (24 de Septiembre de 2013). Obtenido de ¿QUÉ ES


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https://ssociologos.com/2013/09/24/que-es-la-sociologia-y-por-que-es-importante/

Tovar, P. (s.f.). lifeder.com. Obtenido de https://www.lifeder.com/objeto-estudio-sociologia/

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