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DERECHO EN

VENEZUELA
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YOU SHOULD BE ALLOWED TO USE IT.

12/19/2006

Delitos contra el Honor


El DR. GRISANTI AVELEDO, en su obra denomina a los delitos tipificados en este
capitulo del Código Penal Venezolano, como contra la PERSONA MORAL,
refiriéndose tanto a la Difamación como a la Injuria. En otros países, acota, estos
delitos son denominados “Delitos Contra el Honor”. En Venezuela, la Difamación
y la Injuria son DELITOS CONTRA LAS PERSONAS. No existe en nuestro Código
Penal vigente, un Titulo autónomo relativo a los “Delitos Contra el Honor. Pero
no por ello, sostenemos nosotros, deja de ser “el honor” el bien jurídico afectado
por la comisión de estos hechos punibles.
El DR. CUELLO CALON nos dice que: ”En la idea del honor debe distinguirse un
aspecto subjetivo y uno objetivo. Es el primero el sentimiento de la propia
dignidad moral nacido de la conciencia de nuestras virtudes, de nuestros méritos,
de nuestro valor moral. El aspecto objetivo está representado por la apreciación y
estimación que hacen los demás de nuestras cualidades morales y de nuestro
valor social. Aquél es el honor en sentido estricto, esta es la buena reputación. La
lesión de cualquiera de estos sentimientos integran un delito contra el honor”.
Pero es el caso que la protección penal no se limita a los mencionados aspectos
del honor, al de la dignidad personal y la buena se extiende en general a
sancionar toda falsa imputación de hechos delictuosos y aun la verdadera de
hechos inmorales, así como todo género de expresiones o hechos ofensivos para
la integridad moral humana, con lo cual el precepto penal protege la integridad
moral de todos, de los que poseen el sentimiento de la dignidad personal y
disfrutan una buena reputación como de los indignos y deshonrados. Todo hallan
en la Ley igual protección penal.
Estos delitos son en nuestro Código Penal Venezolano la Calumnia y la Injuria.
Pero es el caso que la Difamación es acción y efecto de difamar, descrédito,
deshonra. Es un delito contra las personas. El perpetrador de este hecho punible
posee el Animus Difamando y ofende a la reputación ajena mediante
comunicación con otras personas y en ausencia del agraviado. El sujeto activo del
delito puede ser cualquiera, debe ser una persona imputable ya que el incapaz
sólo puede ser un instrumento de que se valga un imputable para cometer el
delito, para que se configure el hecho punible, es menester que el agente se haya
comunicado con varias personas, reunidas o separadas.
También es necesario que el agente impute al sujeto pasivo un hecho
determinado, es decir, exacto y concreto (no genérico ya que en ese caso se
trataría de injuria). No se requiere que el hecho imputado revista carácter de
punible aunque puede tener tal condición. Finalmente, el hecho determinado al
que venimos haciendo referencia, debe ser suficiente para exponer al sujeto
pasivo al desprecio o al odio público o que el hecho sea ofensivo a su honor o
reputación.

Los delitos contra el honor, por las especiales características del bien jurídico
protegido, constituyen indudablemente un grupo de delitos separados y distintos
del que forman los delitos contra las personas, aunque el CP le considere parte
integrante de este último. La expresiones como "honra" y "honor", tienen
diversos y complejos significados lo cual hace preciso una identificación de los
mismos.

Para Garrido, "el honor es el concepto que tiene una persona de sí mismo y aquel
que los terceros se han formado acerca de ella en lo relativo a su conducta y
relaciones ético-sociales".

Por su parte Maggiore señala que, "es la estimación debida al hombre por sus
méritos morales".

Se ha dicho que el honor puede ser de dos clases: - subjetivo, que es el concepto
que tiene una persona de sí mismo. - objetivo, que es aquella opinión que tienen
los terceros respecto de una persona, según su comportamiento, conducta y
descendencia.

Carrara, por otro lado, distingue, además de las clases ya señaladas, las ventajas
materiales derivadas de la reputación:
- subjetivo o propiamente tal, es el concepto integral que tiene cada individuo de su valor,
el concepto que tiene una persona de sí mismo como ser humano y social ( lo que uno se cree ).
Concepto personal y propio, de elaboración íntima. Este tipo de honor también se denomina
dignidad u honor interno.
- objetivo, ya dicho, lo que los terceros piensan de una persona, es un opinión ajena, pero
vinculado con la personalidad del individuo; todo ser humano tiene este honor que se llama
reputación.
- ventajas materiales derivadas de la reputación, de toda reputación se derivan ventajas
materiales, el prestigio de una persona se traduce en ventajas materiales para ella. Pero en
materia de atentado contra el honor se ataca tanto el honor objetivo como el subjetivo.

Difamación es igual a dis-famación; es decir es el proceso mediante el cual se logra


desacreditar gravemente la buena fama de una persona. La difamación propiamente dicha es
ese hablar mal de alguien para desposeerle de su buena fama. Las acciones derivadas de la
envidia son: la crítica injusta, el desacato, la calumnia, la injuria y la difamación.

El Animus en los Delitos contra el Honor y la Reputación


Tiene importancia especialmente en materia de injurias, elaborando la doctrina la llamada
teoría del animus. El animus se refiere a la intensión de las personas de lesionar la reputación
de otro, que en el fondo constituyen atentados contra el honor.

No tiene la virtud de causar injurias: por ejemplo;


- animus narrandi, se dicen o relatan hechos relacionados con una persona.
- animus defendendi, éste excluye el dolo y el injuriandi, hay una defensa legítima de su
honor, por lo tanto no hay injuria.
- animus retorquendi, la persona ataca a su vez al que la ofendió, responde cuando ha sido
ofendida.
- animus consulendi, aquel que se emite cuando una persona es consultada o se dan
informes acerca de un tercero.
- animus corrigendi, se puede corregir a una persona con expresiones que lesionen su
honor, pero están desprovistas de dolo.
- animus jocandi, se hace una broma de ciertos hechos relativos a una persona provocando
hilaridad.

Y la difamación no se justifica aunque lo que se diga de él sea exacto, ya que si no es sabido


por aquellos a los que se dirige el discurso difamador, se mantiene su buena fama. Pues
mientras no se tenga noticia de lo malo de alguien, su fama se mantiene. No se difama al
"famoso", sino a quien tiene "buena fama".

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