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CAS. Nº 2677-2012 LIMA.

SUMILLA:

Cuando el resarcimiento del daño no pudiera ser probado en su monto, el juez deberá fijarlo
con valoración equitativa, ésta no entraña una decisión arbitraria e inmotivada, pues ello
repugna nuestro ordenamiento constitucional, por lo que debe ser necesariamente justificada.
Lima, doce de noviembre de dos mil trece.-

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: con los


acompañados, vista la causa número dos mil seiscientos setenta y siete guión dos mil doce, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la votación con arreglo a ley; emite la
siguiente sentencia:

I. MATERIA DEL RECURSO:

En el presente proceso de indemnización el demandante Humberto Terrelonge Palomino ha


interpuesto recurso de casación, mediante escrito de fojas trescientos cincuenta y seis, contra
la sentencia de vista obrante de fojas trescientos veinticuatro a trescientos veintisiete, dictada
por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha dos de mayo de dos
mil doce, que confirma la sentencia apelada, en el extremo que ordena que la Universidad
Nacional Federico Villarreal cumpla con pagar al demandante por concepto de daño moral la
suma de S/. 10,000.00 (diez mil con 00/100 Nuevos Soles), más los intereses legales generados
desde la fecha en que se produjo el daño; la revocaron en el extremo que ordenó que la
demandada cumpla con pagar a favor del demandante por concepto de lucro cesante la suma
de S/. 40,080.00 (cuarenta mil ochenta con 00/100 Nuevos Soles); reformándola declararon
infundada la demanda en ese extremo.

II. ANTECEDENTES:

1. DEMANDA:

Por escrito de fojas cincuenta, Humberto Terrelonge Palomino interpone demanda de


indemnización contra la Universidad Nacional Federico Villarreal, solicitando el pago
ascendente a la suma de S/. 190,000.00 (ciento noventa mil con 00/100 Nuevos Soles), por
concepto de daños y perjuicios, por responsabilidad contractual irrogados a consecuencia del
cese sufrido el día dieciséis de marzo de mil novecientos noventa y tres y dejado sin efecto en
el mes de mayo de dos mil uno; alegando como sustento de su pretensión que es trabajador
del régimen laboral público normado por el Decreto .Legislativo 276, de la Universidad
Nacional Federico Villarreal. Indica que ingresó a laborar en dicha entidad el ocho de abril de
mil novecientos noventa, mediante Resolución número 0644-90-UNFV de fecha veinticinco de
julio de mil novecientos noventa, uniéndole con la parte demandada una relación contractual
al existir un contrato de trabajo, cuyas obligaciones y derechos para ambas partes se
encuentra contenido en el Decreto Legislativo 276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa y
de Remuneraciones del Sector Público, obligaciones que se encuentran contenidas en el
artículo 24 del mencionado Decreto Legislativo, siendo especialmente relevantes las referidas
a la progresión en la carrera, a la estabilidad laboral y a la seguridad social comprendidos en
los incisos a), b) y ñ) de la indicada norma. Refiere que gozando de estabilidad laboral por su
condición de servidor administrativo nombrado fue injusta e inconstitucionalmente cesado
por la demandada, en aplicación abusiva y arbitraria de sus atribuciones y facultades como
empleadora. Señala que la universidad demandada, a partir de la vigencia del Decreto Ley
25798 de fecha veintiocho de octubre de mil novecientos noventa y dos, fue comprendida en
un proceso de reorganización a cargo de una Comisión Reorganizadora, la misma que cesó y
sustituyó en sus atribuciones y funciones a los órganos natos de gobierno establecidos por la
Ley Universitaria. Sostiene que durante dicha organización se implementaron tanto unos mal
llamados incentivos al retiro voluntario como unas supuestas evaluaciones del personal, las
mismas que preveían el cese por excedencia de los servidores sometidos a tales exámenes,
siendo que su cese se adoptó a través de un aparente procedimiento disciplinario el que se
efectuó con absoluta violación de sus derechos constitucionales. Es por ello que en aplicación
de la Segunda Disposición Transitoria de la Ley 27366, substituida por la Ley 27437, el Comité
Transitorio de Gobierno de la demandada, establecido por la Ley 27366, revisó los ceses
ocurridos durante el lapso comprendido desde mil novecientos noventa y dos hasta el año dos
mil, y, como consecuencia de ello, mediante Resolución número 02500-01 del diez de mayo de
dos mil uno fue restituido. Asegura que el daño causado por el carácter arbitrario e
injustificado de su cese y por ende su obligación de resarcirlo fue reconocido por la propia
Universidad demandada al expedir la referida Resolución que dispuso su reincorporación, al
indicar que: “todos los procesos evaluativos llevados a cabo por la Comisión Reorganizadora
de la Universidad Nacional Federico Villarreal, fueron ejecutados, sin la correcta aplicación del
debido proceso, perjudicando a los servidores administrativos que se vieron separados
arbitrariamente de esta Casa Superior de Estudios”. También tal irregularidad se verifIca con la
expedición de la Resolución número 5809 de la referida Universidad, que rectificó las
anteriores Resoluciones números 5541 y 5807, mediante la que se dispone reconocer el
tiempo de permanencia en calidad de separados de la Universidad, como tiempo de servicios
reales y efectivos para efectos pensionarios y de promoción de categoría docente inmediata
superior, según sea el caso, constituyendo esta resolución un reconocimiento del daño
causado con los ceses producidos en el lapso 1992 – 2000, esto es, en el mismo periodo en
que ocurrió su cese y de la necesidad de su resarcimiento. Por ello solicita se le cancele por
daño patrimonial la suma de S/.70,000.00 (setenta mil con 00/100 Nuevos Soles) y por daño
extrapatrimonial la cantidad de S/. 120,000.00 (ciento veinte mil con 00/100 Nuevos Soles).

2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA Y RECONVENCIÓN:

Mediante escrito de fojas noventa, la demandada Universidad Nacional Federico Villareal


contesta la demanda, señalando que el cese del demandante se realizó mediante
procedimiento administrativo disciplinario, por haber incurrido en falta grave tipificada en el
literal k) del artículo 28 del Decreto Legislativo 276, procedimiento que nunca cuestionó
administrativa ni judicialmente. Señala que se cumplió con reincorporar al demandante al
servicio administrativo de la Universidad y que no hubo culpa por parte de las autoridades de
la Universidad, pues esta se efectuó en el marco del ejercicio regular de un derecho, siendo de
aplicación lo dispuesto por el artículo 1971 del Código Civil. La demandada expresa que el
pago de remuneraciones sólo procede por labor efectiva de trabajo, tal como lo establece la
Ley General del Sistema Nacional de Presupuesto Ley 28411 y que ante un reclamo similar el
Ministerio de Economía y Finanzas indicó que no procede el reconocimiento de tiempo de
servicios y pago de remuneraciones y beneficios económicos devengados ocasionados por la
reincorporación de personal docente y administrativo al amparo de las Leyes 27437, 37366.
Menciona que también la Asamblea General de Rectores señaló lo mismo en el Informe
número 303-2020-AL de fecha veintidós de marzo de dos mil dos. En cuanto al daño
patrimonial, la demandada sostiene que al momento de expedirse la Resolución C.R. número
635-93-UNFV, de fecha dieciséis de marzo de mil novecientos noventa y tres, se autoriza a la
Ofi cina Central de Administración para que abonen a los servidores administrativos
mencionados en el artículo primero las remuneraciones compensatorias por tiempo de
servicios previa liquidación. Finalmente, señala que no ha sido probada la relación de
causalidad entre el daño y el hecho que lo generó (nexo causal), ni el daño que alega haber
sufrido, ni que la Universidad le haya producido algún perjuicio.

3. PUNTOS CONTROVERTIDOS:

Se establecieron como puntos controvertidos: 3.1. Establecer si por el hecho del cese en su
puesto de trabajo que fue objeto el demandante por parte de la demandada, el dieciséis de
diciembre de mil novecientos noventa y tres, se le ha ocasionado daño patrimonial (lucro
cesante) y daño extrapatrimonial (daño moral y daño al proyecto de vida). 3.2. Establecer, de
corresponder, el monto indemnizatorio, en concordancia, con los montos propuestos en el
petitorio. 3.3. Determinar si la demandada actuó en el ejercicio regular de su derecho.

4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:

Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante sentencia de fojas doscientos sesenta


y cinco, su fecha treinta de setiembre de dos mil once, declaró fundada en parte la demanda,
en el extremo que se solicitó daño moral y ordenó que la Universidad Nacional Federico
Villarreal cumpla con pagar al demandante, por concepto de lucro cesante la suma de S/.
40,080.00 (cuarenta mil ochenta con 00/100 Nuevos Soles) y por daño moral la suma de S/.
10,000.00 (diez mil con 00/100 Nuevos Soles), más los intereses legales generados desde la
fecha en que se produjo el daño e infundada la demanda en cuanto al proyecto de vida. La
sentencia considera que en el caso de autos se trata de una responsabilidad contractual, por
lo que la antijuricidad está en función al incumplimiento de las obligaciones por una de las
partes, tal como está determinado en el artículo 1321 del Código Civil. La sentencia señala que
si bien se dispone cesar al demandante por medida disciplinaria, la resolución que lo
reincorpora afi rma que este fue arbitrariamente destituido sin aplicación del debido proceso,
reconociéndose la vulneración de derechos fundamentales del trabajador mucho más si la
demandada no ha acreditado de forma alguna que el actor haya cometido la falta grave que
aduce. En esa perspectiva, de conformidad con el artículo 1321 del Código Civil y la Ley de
Bases de la Carrera Administrativa era obligación de la administración no cesarlo sino por
causa prevista en la ley y al no haberlo hecho así su acción ha sido antijurídica y ha generado
daños al demandante que deben ser indemnizados. Asimismo, el fallo señala que para
establecer el monto de la reparación debe tenerse en cuenta el artículo 1332 del Código Civil,
dado que no habiendo acreditado el demandante que haya percibido los ingresos que señala
por los servidores de igual categoría, corresponde se fijen los mismos de modo prudencial,
teniendo en cuenta que el actor no estuvo impedido de obtener otros ingresos a parte de los
que pudo haber obtenido de seguir laborando para la emplazada, y considerando la
remuneración mínima de dicho entonces. En lo que corresponde a la pretensión del pago de
indemnización por concepto de daño moral y daño al proyecto de vida, debe desecharse ésta
última porque no se ha acreditado que las expectativas del demandante eran efectivamente
ascender en su carrera administrativa; mientras que en relación al daño moral tiene en cuenta
que resulta normal que a cualquier persona el despido lo afecte.

5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN:

Mediante escrito de fojas doscientos ochenta y cuatro la demandada Universidad Nacional


Federico Villarreal, interpone recurso de apelación contra la sentencia de primera instancia,
alegando que en el presente caso no se trata de un despido sino de una destitución que fue
consentida por el actor al no impugnarla. Alega que su representada autorizó a la Ofi cina
Central de Administración para que previa liquidación abone la compensación por tiempo de
servicios, por lo que no hay daño ni perjuicio ocasionado. Señala que las únicas entidades para
determinar si un proceso administrativo ha sido llevado a cabo violándose el debido proceso
son el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, no habiendo el Juez motivado cómo llega a fi
jar la cantidad de S/. 10,000.00 (diez mil con 00/100 Nuevos Soles) por daño moral ni tenido
en cuenta que el Tribunal Constitucional ha señalado que a un trabajador no se le puede pagar
por el hecho de no haber trabajado. Por último, expresa que la Ley 27437 dispuso la
reincorporación de los docentes trabajadores y alumnos separados y/o cesados durante los
procesos de evaluación ejecutados durante la gestión de las comisiones reorganizadoras,
previa estricta revisión de cada caso y a solicitud expresa, en ningún momento la ley ordena
que se les tenga que pagar alguna indemnización

6. SENTENCIA DE VISTA:

Elevados los autos a la Sala Superior en virtud del recurso de apelación interpuesto por la
entidad demandada, la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante
sentencia de vista de fojas trescientos veinticuatro, del dos de mayo de dos mil doce, confi
rma la sentencia apelada, en el extremo que ordena que la Universidad Nacional Federico
Villarreal cumpla con pagar al demandante por concepto de daño moral la suma de S/.
10,000.00 (diez mil con 00/100 Nuevos Soles), más los intereses legales generados desde la
fecha en que se produjo el daño; la revoca en el extremo que ordenó que la demandada
cumpla con pagar a favor del demandante por concepto de lucro cesante la suma de S/.
40,080.00 (cuarenta mil ochenta con 00/100 Nuevos Soles) y, reformándola, la declararon
infundada; considerando en este último extremo que en autos no obra documentación alguna
que permita tomar como referencia las remuneraciones y demás derechos dejados de percibir
por el demandante en la fecha en que no se encontraba laborando, por lo que no corresponde
otorgarle al demandante indemnización por este concepto. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta
Sala Suprema, mediante resolución de fecha ocho de mayo de dos mil trece, obrante de fojas
cincuenta y cuatro a sesenta y cinco del respectivo cuaderno formado, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por el demandante Humberto Terrelonge
Palomino, por: i) infracción normativa del artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal
Civil; ii) infracción normativa del artículo 1984 del Código Civil; y, iii) infracción normativa por
inaplicación del artículo 1332 del Código Civil.

IV. MATERIA CONTROVERTIDA:

El debate se centra en determinar si la Sala Superior se ha pronunciado sobre materia que no


fue apelada y si, en su caso, corresponde indemnizar al demandante por lucro cesante.
V. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA:

Primero:

Que, atendiendo a la materia en controversia, se advierte que la discusión gira en determinar


los límites del pronunciamiento judicial en los casos de apelación.

Segundo:

Que, sobre el tema, debe señalarse que mediante el recurso de apelación lo que se pretende
es que el órgano jurisdiccional superior examine, a solicitud de parte o de tercero legitimado,
la resolución que les produzca agravio, con el propósito de que sea anulada o revocada, total o
parcialmente, conforme lo dispone el artículo 364 del Código Procesal Civil.

Tercero:

Que, sin embargo, el examen que se efectúa al resolver el recurso de apelación tiene como
parámetros los conceptos y argumentos que se esgrimen contra la decisión impugnada,
excluyéndose del debate los aspectos no cuestionados, lo que fl uye de lo indicado en el
artículo 366 del referido cuerpo legal, en cuanto impone como obligación al recurrente señalar
los errores de hecho o de derecho incurridos en la resolución apelada, que son, precisamente,
los que van a ser evaluados por el órgano jurisdiccional de segunda instancia.

Cuarto:

Que, lo expuesto, permite inferir que en la apelación rigen los principios dispositivos y de
congruencia: esto es, son las partes las que delimitan la impugnación y es el juez quien debe
emitir sentencia dentro de dichos límites. En buena cuenta, lo que el impugnante estime lesivo
de sus derechos, constituye el ámbito exclusivo sobre el cual debe resolver el ad quem1
conforme a la clásica expresión: ‘tantum devolutum quantum appellatum’”.

Quinto:

Que, en esa línea de interpretación, se observa que en el presente caso el juzgado de primera
instancia otorgó al demandante por concepto de reparación por lucro cesante la suma de S/.
40,080.00 (cuarenta mil ochenta con 00/100 Nuevos Soles). Aludiendo a ello, en su recurso de
apelación, la universidad demandada expresó lo que sigue: “En el considerando Décimo
Tercero de la apelada el Juez, prácticamente está ordenando que se le pague por el hecho de
no haber trabajado, lo cual el Tribunal Constitucional, ya se ha pronunciado en reiteradas
sentencias que ello no puede ser ya que, el demandante no ha realizado un trabajo efectivo a
favor de mi representada”. Por consiguiente, el argumento de su apelación fue considerar que
se le estaba otorgando como lucro cesante al demandante dinero por actividad laboral no
efectuada.

Sexto:

1
Montero, J. y Flores Matíes, J. Los recursos en el proceso civil. Tirant lo Blanch. Valencia, 2002, p. 199.
2 Mosset de Espanés, Luis; Tinti, Guillermo y Calderón Maximiliano. Daño emergente y lucro cesante.
En: www.acaderc.org.ar/doctrina/articulos/dano...y-lucro-cesante/ at.../fi le C-1100928-15
Que, siendo tal el argumento de apelación, era ese el que debía ser estimado o desestimado, y
no incorporar nuevo pronunciamiento, pues entonces estaría generando indefensión a la
parte que no ha recurrido (y que no tiene por qué contestar lo que no ha sido impugnado),
afectando no sólo el principio de congruencia, sino además el proceso mismo.

Sétimo:

Que, no obstante, sobre los argumentos de la apelación con respecto al lucro cesante no hay
pronunciamiento, señalándose, por el contrario, en el décimo primer considerando, asunto
que no había sido cuestionado. Así, se indica: “Que en cuanto al lucro cesante solicitado por la
parte demandante cabe mencionar que en autos no obra documentación alguna que permita
tomar como referencia las remuneraciones y demás derechos dejados de percibir por el
demandante en la fecha en que no se encontraba laborando, por lo que no corresponde
otorgarle al demandante concepto alguno por lucro cesante”. Es decir, nada se dice sobre lo
expuesto en la apelación, rechazándose la indemnización por lucro cesante por falta de
pruebas, sin considerar que lo único que se encontraba en debate era determinar si la
reparación que se estaba dando por lucro cesante importaba pago por trabajo no realizado.
Octavo:

Que, a pesar de la infracción expuesta, es posible pronunciamiento defi nitivo de este Tribunal
Supremo, pues habiéndose realizado todas las actuaciones probatorias sólo queda pendiente
defi nir si se debe otorgar indemnización por lucro cesante.

Noveno:

Que, estando a lo señalado, se observa que la Sala Superior menciona que no obra referencia
a las remuneraciones y demás derechos dejados de percibir por el demandante, a pesar que a
fojas diecisiete existe una boleta de pago, que fue admitida como medio probatorio y que
informa el monto de su remuneración al momento del despido. Tal monto, sin duda, no es el
que debe computarse para efectos de la reparación, pues el hecho del despido no significó
que las horas que se encontraba libre -dada la inexistencia de vínculo laboral- no pudiera
utilizarlas para obtener determinadas ganancias; es decir, dejó de percibir las remuneraciones
que le entregaba mensualmente la universidad, y ese es un daño que debe ser reparado, pero
no con el sueldo que se dejó de percibir porque ello: (i) significaría otorgarle al demandante
pago por labor no efectuada; y, (ii) constituiría un enriquecimiento indebido, pues lo que
presumiblemente percibió en el tiempo libre en que estuvo vinculado laboralmente con la
impugnante, no lo hubiera obtenido de mantenerse la referida relación laboral.

Décimo:

Que, en ese sentido, este Tribunal Supremo concluye señalando: (i) que el despido arbitrario
efectuado en contra del demandante le ocasionó daño patrimonial, en la modalidad de lucro
cesante, dado que hubo una “falta de ingresos de determinados bienes o derechos al
patrimonio de la víctima”, quien se vio privado de beneficios que hubiera obtenido2 de haber
continuado laborando para la recurrente; (ii) que el pago del lucro cesante no puede
asimilarse a las remuneraciones no canceladas, pues ello constituiría enriquecimiento
indebido y pago por labor no efectuada; (iii) que siendo ello así es posible acudir a lo dispuesto
en el artículo 1332 del Código Civil (dispositivo que ha sido expresamente ignorado por la Sala
Superior), norma que expresamente refiere que si el resarcimiento del daño no pudiera ser
probado en su monto, el juez deberá fijarlo con valoración equitativa; (iv) que dicha valoración
equitativa no entraña una decisión arbitraria e inmotivada, pues ello repugna nuestro
ordenamiento constitucional, por lo que debe ser necesariamente justificada, utilizando para
ello algunos parámetros que le permitan arribar a una decisión que permita restablecer, en lo
posible, la situación a los límites anteriores al daño, confrontado ello con los hechos
sucedidos; y, (v) que ello, precisamente, ha ocurrido en la sentencia de primera instancia
cuando utiliza como término de cuantificación la remuneración mínima vital al momento del
despido, que representa una cantidad proporcional entre lo que se ganaba y lo que se dejó de
percibir.

Undécimo:

Que, por consiguiente, la Sala Superior debió tener en cuenta lo dispuesto en el artículo 1332
del Código Civil; ello en consonancia con lo prescrito en el artículo 1984 del Código Civil, que
indica que el lucro cesante es un daño indemnizable.

VI. DECISION:

Por estas consideraciones y conforme a lo establecido en el artículo 396 del Código Procesal
Civil: Declararon FUNDADO el recurso de casación de fojas trescientos cincuenta y seis,
interpuesto por Humberto Terrelonge Palomino; en consecuencia, NULA la sentencia de vista
de fecha dos mayo de dos mil doce, obrante a fojas trescientos veinticuatro; y actuando en
sede de instancia: CONFIRMARON la sentencia de primera instancia de fecha treinta de
setiembre de dos mil once, obrante a fojas doscientos sesenta y cinco, en el extremo del lucro
cesante, con lo demás que contiene; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Ofi cial El Peruano, conforme a Ley; en los seguidos por Humberto Terrelonge
Palomino con Universidad Federico Villarreal, sobre indemnización; y los devolvieron;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Calderón Puertas.-

SS. ALMENARA BRYSON, HUAMANÍ LLAMAS, ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,


CALDERÓN PUERTAS

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


CUARTA SALA CIVIL

EXPEDIENTE N°6158-2010
RESOLUCIÓN NÚMERO: 21
Lima, dos de mayo de dos mil doce.-

VISTOS: Interviniendo como Juez Superior ponente


el señor Jaeger Requejo; Con los cuadernos acompañados que se tienen a la vista; y
CONSIDERANDO: Primero.- Que es materia de grado la sentencia contenida en la
resolución número trece de fecha treinta de setiembre de dos mil once, obrante a fojas
doscientos sesenticinco en el extremo que declaró fundada en parte la pretensión, en
consecuencia ordenó que la Universidad Nacional Federico Villarreal cumpla con pagar
al demandante por concepto de lucro cesante la suma de Cuarenta Mil Ochenta Nuevos
Soles y por concepto de daño moral la suma de Diez Mil Nuevos Soles, más los intereses
legales generados desde la fecha en que se produjo el daño; Segundo.- Que la
Universidad Nacional Federico Villarreal sustenta su pretensión impugnatoria [fojas
doscientos ochenticuatro] señalando lo siguiente: 1.- que en el presente caso no se trata
de un despido sino de una destitución que fue consentida por el actor al no impugnarla;
2.- que su representada autorizó a la Oficina Central de Administración para que previa
liquidación abone la Compensación por Tiempo de Servicios, por lo que no hay daño ni
perjuicio ocasionado; 3.- que las únicas entidades para determinar si un proceso
administrativo ha sido llevado a cabo violándose el debido proceso es el Poder Judicial y
el Tribunal Constitucional; 4.- que el Juez no motiva cómo llega a fijar la cantidad de diez
mil nuevos soles fijado por daño moral; 5.- que el Tribunal Constitucional ha señalado
que a un trabajador no se le puede pagar por el hecho de no haber trabajado; 6.- que la
Ley N°27437, dispuso la reincorporación de los docentes trabajadores y alumnos
separados y/o cesado durante los procesos de evaluación ejecutados durante la gestión
de las comisiones reorganizadoras, previa estricta revisión de cada caso y a solicitud
expresa y en ningún momento la ley ordena que se les tenga que pagar alguna
indemnización; Tercero.- Que la presente demanda obrante a fojas cincuentisiete está
dirigida a que la demandada cumpla con pagar a favor del actor una indemnización por
responsabilidad contractual por los daños y perjuicios irrogados a consecuencia de su
cese injustificado ocurrido el día dieciséis de marzo de mil novecientos noventitrés y
dejado sin efecto el mes de mayo del año dos mil, ascendente a una suma total de
S/.190,000.00 Nuevos Soles: por el daño patrimonial la suma de S/.70,000.00 Nuevos
Soles (lucro cesante y daño emergente) y por el daño extra patrimonial la suma de
S/.120,000.00 Nuevos Soles (daño moral y daño al proyecto de vida) Cuarto.- Que
mediante Resolución C.R. N°635-93-UNFV de fecha dieciséis de marzo de mil
novecientos noventitrés [fojas cuarentidós] la demandada resolvió cesar al demandante
por medida disciplinaria como servidor administrativo del Régimen del Decreto Ley
N°19990; Quinto.- Que por otro lado, mediante Resolución C.T.G.-R. N°02500-2001-
UNFV de fecha diez de mayo de dos mil uno [fojas ocho] la demandada dispuso
reincorporar al servicio administrativo de la Universidad Nacional Federico Villarreal,
con sus respectivos derechos y categorías al demandante, argumentando lo siguiente:
“Que todos los procesos evaluativos y/o administrativos llevados a cabo por la Comisión
Reorganizadora de la Universidad Nacional Federico Villarreal, fueron ejecutados sin la correcta
aplicación del debido proceso, perjudicando a los servidores administrativos que fueron separados
arbitrariamente de esta Casa Superior de Estudios”; Sexto.- Que para que se configure un
supuesto de responsabilidad civil extracontractual [que es el caso que nos ocupa] es
necesaria la concurrencia de determinados requisitos los cuales son: i) la conducta
antijurídica del autor; ii) el daño causado a la víctima; iii) la relación de causalidad; y, iv)
los factores de atribución; Sétimo.- Que en el caso de autos, ha quedado demostrada la
conducta antijurídica realizada por la demandada, materializada en el despido de su
centro laboral por una medida disciplinaria, sin embargo, es la propia Universidad quien
años después reconoce la ilegalidad del procedimiento administrativo seguido en contra
del demandante (vulneración al debido proceso); Octavo.- Que por otro lado, se advierte
que la conducta antijurídica realizada por la Universidad demandada trajo como
consecuencia el daño sufrido al demandante al haber sido despedido de su centro de
labores, por medio de un proceso administrativo en el cual no se respetó su derecho al
debido proceso, por lo que la relación de causalidad queda también acreditada;
Noveno.- Que por daño causado se entiende como todo menoscabo a los intereses de los
individuos en su vida de relación social que el Derecho ha considerado merecedores de
la tutela legal; asimismo, puede decirse que es la lesión a todo derecho subjetivo, en el
sentido de interés jurídicamente protegido del individuo en su vida de relación, que en
cuanto protegido por el ordenamiento jurídico, se convierte justamente en derecho
subjetivo, esto es un derecho en el sentido formal y técnico de la expresión; Décimo.-
Que respecto del daño, existe unanimidad en la doctrina en que el mismo puede ser de
dos categorías: a) Daño Patrimonial: Daño Emergente.- Pérdida patrimonial
efectivamente sufrida; y, Lucro Cesante.- Ganancia frustrada o dejada de percibir; b) Daño
Extrapatrimonial: Daño Moral.- Es el daño no patrimonial inferido en derechos de la
personalidad o en valores que pertenecen más al campo de la afectividad que al de la
realidad económica y en cuanto a sus efectos es susceptible de producir una pérdida
pecuniaria y una afectación espiritual; Décimo Primero.- Que en cuanto al lucro cesante
solicitado por la parte demandante cabe mencionar que en autos no obra documentación
alguna que permita tomar como referencia las remuneraciones y demás derechos
dejados de percibir por el demandante en la fecha en que no se encontraba laborando,
por lo que no corresponde otorgarle al demandante concepto alguno por lucro cesante;
Décimo Segundo.- Que respecto al daño moral cabe señalar que es innegable que el
despido ilegal del demandante le ha generado malestar e intranquilidad personal y
familiar, generando preocupación en su bienestar y en el de su familia, lo cual no
necesariamente requiere ser probado, por lo que el monto a otorgarse por este concepto
debe ser cuantificado de conformidad con lo establecido en el artículo 1984° del Código
Civil que señala lo siguiente: “El daño moral es indemnizado considerando su magnitud y el
menoscabo producido a la víctima o a su familia”; Por estas consideraciones
CONFIRMARON la sentencia contenida en la resolución número trece de fecha treinta
de setiembre de dos mil once, obrante a fojas doscientos sesenticinco en el extremo que
ordenó que la Universidad Nacional Federico Villarreal cumpla con pagar al
demandante por concepto de daño moral la suma de Diez Mil Nuevos Soles, más los
intereses legales generados desde la fecha en que se produjo el daño; la REVOCARON
en el extremo que ordenó que la demandada cumpla con pagar a favor del demandante
por concepto de lucro cesante la suma de Cuarenta Mil Ochenta Nuevos Soles;
Reformándola declararon INFUNDADA la demanda en ese extremo; en los seguidos
por Humberto Terrelonge Palomino contra la Universidad Nacional Federico Villarreal
sobre proceso de amparo; y los devolvieron.-

SS.

CARBAJAL PORTOCARRERO JAEGER REQUEJO

ARIAS LAZARTE

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