Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
SUMILLA:
Cuando el resarcimiento del daño no pudiera ser probado en su monto, el juez deberá fijarlo
con valoración equitativa, ésta no entraña una decisión arbitraria e inmotivada, pues ello
repugna nuestro ordenamiento constitucional, por lo que debe ser necesariamente justificada.
Lima, doce de noviembre de dos mil trece.-
II. ANTECEDENTES:
1. DEMANDA:
3. PUNTOS CONTROVERTIDOS:
Se establecieron como puntos controvertidos: 3.1. Establecer si por el hecho del cese en su
puesto de trabajo que fue objeto el demandante por parte de la demandada, el dieciséis de
diciembre de mil novecientos noventa y tres, se le ha ocasionado daño patrimonial (lucro
cesante) y daño extrapatrimonial (daño moral y daño al proyecto de vida). 3.2. Establecer, de
corresponder, el monto indemnizatorio, en concordancia, con los montos propuestos en el
petitorio. 3.3. Determinar si la demandada actuó en el ejercicio regular de su derecho.
5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN:
6. SENTENCIA DE VISTA:
Elevados los autos a la Sala Superior en virtud del recurso de apelación interpuesto por la
entidad demandada, la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante
sentencia de vista de fojas trescientos veinticuatro, del dos de mayo de dos mil doce, confi
rma la sentencia apelada, en el extremo que ordena que la Universidad Nacional Federico
Villarreal cumpla con pagar al demandante por concepto de daño moral la suma de S/.
10,000.00 (diez mil con 00/100 Nuevos Soles), más los intereses legales generados desde la
fecha en que se produjo el daño; la revoca en el extremo que ordenó que la demandada
cumpla con pagar a favor del demandante por concepto de lucro cesante la suma de S/.
40,080.00 (cuarenta mil ochenta con 00/100 Nuevos Soles) y, reformándola, la declararon
infundada; considerando en este último extremo que en autos no obra documentación alguna
que permita tomar como referencia las remuneraciones y demás derechos dejados de percibir
por el demandante en la fecha en que no se encontraba laborando, por lo que no corresponde
otorgarle al demandante indemnización por este concepto. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta
Sala Suprema, mediante resolución de fecha ocho de mayo de dos mil trece, obrante de fojas
cincuenta y cuatro a sesenta y cinco del respectivo cuaderno formado, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por el demandante Humberto Terrelonge
Palomino, por: i) infracción normativa del artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal
Civil; ii) infracción normativa del artículo 1984 del Código Civil; y, iii) infracción normativa por
inaplicación del artículo 1332 del Código Civil.
Primero:
Segundo:
Que, sobre el tema, debe señalarse que mediante el recurso de apelación lo que se pretende
es que el órgano jurisdiccional superior examine, a solicitud de parte o de tercero legitimado,
la resolución que les produzca agravio, con el propósito de que sea anulada o revocada, total o
parcialmente, conforme lo dispone el artículo 364 del Código Procesal Civil.
Tercero:
Que, sin embargo, el examen que se efectúa al resolver el recurso de apelación tiene como
parámetros los conceptos y argumentos que se esgrimen contra la decisión impugnada,
excluyéndose del debate los aspectos no cuestionados, lo que fl uye de lo indicado en el
artículo 366 del referido cuerpo legal, en cuanto impone como obligación al recurrente señalar
los errores de hecho o de derecho incurridos en la resolución apelada, que son, precisamente,
los que van a ser evaluados por el órgano jurisdiccional de segunda instancia.
Cuarto:
Que, lo expuesto, permite inferir que en la apelación rigen los principios dispositivos y de
congruencia: esto es, son las partes las que delimitan la impugnación y es el juez quien debe
emitir sentencia dentro de dichos límites. En buena cuenta, lo que el impugnante estime lesivo
de sus derechos, constituye el ámbito exclusivo sobre el cual debe resolver el ad quem1
conforme a la clásica expresión: ‘tantum devolutum quantum appellatum’”.
Quinto:
Que, en esa línea de interpretación, se observa que en el presente caso el juzgado de primera
instancia otorgó al demandante por concepto de reparación por lucro cesante la suma de S/.
40,080.00 (cuarenta mil ochenta con 00/100 Nuevos Soles). Aludiendo a ello, en su recurso de
apelación, la universidad demandada expresó lo que sigue: “En el considerando Décimo
Tercero de la apelada el Juez, prácticamente está ordenando que se le pague por el hecho de
no haber trabajado, lo cual el Tribunal Constitucional, ya se ha pronunciado en reiteradas
sentencias que ello no puede ser ya que, el demandante no ha realizado un trabajo efectivo a
favor de mi representada”. Por consiguiente, el argumento de su apelación fue considerar que
se le estaba otorgando como lucro cesante al demandante dinero por actividad laboral no
efectuada.
Sexto:
1
Montero, J. y Flores Matíes, J. Los recursos en el proceso civil. Tirant lo Blanch. Valencia, 2002, p. 199.
2 Mosset de Espanés, Luis; Tinti, Guillermo y Calderón Maximiliano. Daño emergente y lucro cesante.
En: www.acaderc.org.ar/doctrina/articulos/dano...y-lucro-cesante/ at.../fi le C-1100928-15
Que, siendo tal el argumento de apelación, era ese el que debía ser estimado o desestimado, y
no incorporar nuevo pronunciamiento, pues entonces estaría generando indefensión a la
parte que no ha recurrido (y que no tiene por qué contestar lo que no ha sido impugnado),
afectando no sólo el principio de congruencia, sino además el proceso mismo.
Sétimo:
Que, no obstante, sobre los argumentos de la apelación con respecto al lucro cesante no hay
pronunciamiento, señalándose, por el contrario, en el décimo primer considerando, asunto
que no había sido cuestionado. Así, se indica: “Que en cuanto al lucro cesante solicitado por la
parte demandante cabe mencionar que en autos no obra documentación alguna que permita
tomar como referencia las remuneraciones y demás derechos dejados de percibir por el
demandante en la fecha en que no se encontraba laborando, por lo que no corresponde
otorgarle al demandante concepto alguno por lucro cesante”. Es decir, nada se dice sobre lo
expuesto en la apelación, rechazándose la indemnización por lucro cesante por falta de
pruebas, sin considerar que lo único que se encontraba en debate era determinar si la
reparación que se estaba dando por lucro cesante importaba pago por trabajo no realizado.
Octavo:
Que, a pesar de la infracción expuesta, es posible pronunciamiento defi nitivo de este Tribunal
Supremo, pues habiéndose realizado todas las actuaciones probatorias sólo queda pendiente
defi nir si se debe otorgar indemnización por lucro cesante.
Noveno:
Que, estando a lo señalado, se observa que la Sala Superior menciona que no obra referencia
a las remuneraciones y demás derechos dejados de percibir por el demandante, a pesar que a
fojas diecisiete existe una boleta de pago, que fue admitida como medio probatorio y que
informa el monto de su remuneración al momento del despido. Tal monto, sin duda, no es el
que debe computarse para efectos de la reparación, pues el hecho del despido no significó
que las horas que se encontraba libre -dada la inexistencia de vínculo laboral- no pudiera
utilizarlas para obtener determinadas ganancias; es decir, dejó de percibir las remuneraciones
que le entregaba mensualmente la universidad, y ese es un daño que debe ser reparado, pero
no con el sueldo que se dejó de percibir porque ello: (i) significaría otorgarle al demandante
pago por labor no efectuada; y, (ii) constituiría un enriquecimiento indebido, pues lo que
presumiblemente percibió en el tiempo libre en que estuvo vinculado laboralmente con la
impugnante, no lo hubiera obtenido de mantenerse la referida relación laboral.
Décimo:
Que, en ese sentido, este Tribunal Supremo concluye señalando: (i) que el despido arbitrario
efectuado en contra del demandante le ocasionó daño patrimonial, en la modalidad de lucro
cesante, dado que hubo una “falta de ingresos de determinados bienes o derechos al
patrimonio de la víctima”, quien se vio privado de beneficios que hubiera obtenido2 de haber
continuado laborando para la recurrente; (ii) que el pago del lucro cesante no puede
asimilarse a las remuneraciones no canceladas, pues ello constituiría enriquecimiento
indebido y pago por labor no efectuada; (iii) que siendo ello así es posible acudir a lo dispuesto
en el artículo 1332 del Código Civil (dispositivo que ha sido expresamente ignorado por la Sala
Superior), norma que expresamente refiere que si el resarcimiento del daño no pudiera ser
probado en su monto, el juez deberá fijarlo con valoración equitativa; (iv) que dicha valoración
equitativa no entraña una decisión arbitraria e inmotivada, pues ello repugna nuestro
ordenamiento constitucional, por lo que debe ser necesariamente justificada, utilizando para
ello algunos parámetros que le permitan arribar a una decisión que permita restablecer, en lo
posible, la situación a los límites anteriores al daño, confrontado ello con los hechos
sucedidos; y, (v) que ello, precisamente, ha ocurrido en la sentencia de primera instancia
cuando utiliza como término de cuantificación la remuneración mínima vital al momento del
despido, que representa una cantidad proporcional entre lo que se ganaba y lo que se dejó de
percibir.
Undécimo:
Que, por consiguiente, la Sala Superior debió tener en cuenta lo dispuesto en el artículo 1332
del Código Civil; ello en consonancia con lo prescrito en el artículo 1984 del Código Civil, que
indica que el lucro cesante es un daño indemnizable.
VI. DECISION:
Por estas consideraciones y conforme a lo establecido en el artículo 396 del Código Procesal
Civil: Declararon FUNDADO el recurso de casación de fojas trescientos cincuenta y seis,
interpuesto por Humberto Terrelonge Palomino; en consecuencia, NULA la sentencia de vista
de fecha dos mayo de dos mil doce, obrante a fojas trescientos veinticuatro; y actuando en
sede de instancia: CONFIRMARON la sentencia de primera instancia de fecha treinta de
setiembre de dos mil once, obrante a fojas doscientos sesenta y cinco, en el extremo del lucro
cesante, con lo demás que contiene; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Ofi cial El Peruano, conforme a Ley; en los seguidos por Humberto Terrelonge
Palomino con Universidad Federico Villarreal, sobre indemnización; y los devolvieron;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Calderón Puertas.-
EXPEDIENTE N°6158-2010
RESOLUCIÓN NÚMERO: 21
Lima, dos de mayo de dos mil doce.-
SS.
ARIAS LAZARTE