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03-04-2019

SUBJETIVIDAD

De manera tradicional, la subjetividad es vista como la propiedad de las percepciones, argumentos


y lenguaje basados en el punto de vista del sujeto, y por tanto influidos por los intereses y deseos
particulares del mismo, sin dejar de pensar que las cosas se pueden apreciar desde diferentes tipos
de vista; su contrapunto es la objetividad, que los basa en un punto de vista intersubjetivo, no
prejuiciado, verificable por diferentes sujetos (Greco, 2003).

De acuerdo a la filosofía, la subjetividad está vinculada a una interpretación que se realiza sobre la
experiencia, por lo que sólo es accesible a la persona que atravesó la vivencia en cuestión; de esta
forma, el sujeto desarrolla sus propias opiniones, de acuerdo a su percepción particular y
determinadas por lo vivido. Algunos autores han definido el concepto como la capacidad de pensar,
negociar, interactuar y dar cierta intencionalidad a una acción. Dichas capacidades van de lo
individual a lo colectivo, y se llevan a cabo a través de una organización del trabajo de manera
informal y única, porque todos los seres humanos tenemos nuestra propia forma de expresar dichos
pensamientos y realizar las acciones respectivas (Giner, Lamo, y Torres, 2013).

No obstante, hay una importante incompatibilidad que esconden estas definiciones para con
nuestro interés de investigación, pues al limitarse a la mirada de una serie de intereses,
percepciones, experiencias y deseos particulares; se termina por favorecer a la parte de la discusión
que habla sobre la objetividad como el camino científico y racional; es decir que se estaría
desprestigiando a la perspectiva de la subjetividad como fuente de producción del conocimiento
científico.

Es por esto que, aquella visión simplista y tradicional de la subjetividad, debe ser contrastada con
acepciones que destaquen la importancia del proceso de subjetivación de un individuo dentro de
una sociedad, pues esto permitirá comprender la constitución del sujeto en el sentido de incorporar
a su idea de “ser” social: valores, principios y referentes de realidad, que guían cada una de sus
acciones (comportamiento, relaciones y procesos sociales), que a su vez establecen los criterios a
partir de los cuales se da la interacción de unos con otros, y que implícitamente conlleva una serie
de reglas y valores.

Por ejemplo, para Capote (1999), el concepto de subjetividad abarca al sujeto de manera integral,
cuya constitución pende de un elemento interno anclado a un contexto de interinfluencias de
elementos sociales que determina la acción del sujeto; esto es que las acciones comportamentales
externas del sujeto están siempre acompañadas de sus referentes ideológicos internos y de estados
psicológicos que se actualizan y condicionan su comportamiento; dichos referentes estarán siempre
en condición de modificarse al interactuar con los elementos constitutivos de la realidad social: las
propias personas que forman parte de la misma, las comunidades, las instituciones, los sistemas de
comunicación existentes, las motivaciones de cada uno de sus individuos, los controles que están
establecidos socialmente, las normas y los roles, etc.

A su vez, el proceso de subjetivación supone un permanente componente cognitivo y de reflexión


por parte del sujeto; quién constantemente percibe los flujos culturales, los cuales transforma,
reformula y excede en relación al esquema cognitivo y moral original que fue recibido; y que tendrá
como respuesta la apropiación de lo aprendido y un singular accionar social; así por ejemplo el
proceso de la conversación es parte de un proceso cognitivo y reflexivo de revisar lo vivido, de
construir significado o de representar la experiencia junto al otro, y de actuar frente a una
determinada situación (Weiss, 2014).

En síntesis, la subjetividad va más allá de decodificar la realidad a partir de un mundo interno


personal; la subjetividad nos enseña a “ser” y a hacer dentro de la sociedad, con un cierto sentido y
significado en función de una serie de representaciones que tenemos sobre el mundo, las cuales
están conformadas por una serie de valores, principios y referentes de la realidad social, que
permean y guían las acciones del sujeto en sociedad.

Subjetividad en Foucault

Nuevamante, partiendo de los pilares fundamentales de la modernidad que se erigen sobre la


creencia de omnicomprensión totalitaria del mundo, en los que la idea de superación de lo viejo
está relacionada al progreso y a la concepción del hombre como dominador de la naturaleza por
medio de la exaltación de la ciencia positiva, que visualizará a la historia como una herramienta
progresiva del progreso acumulativo de la humanidad, y piensa en términos de unidad con fines
clasificatorios que implican la descalificación del sujeto; surgirá el pensamiento de Michel Foucault
durante la segunda mitad del siglo XX; un hecho que desafiará el punto de vista objetivo
característico de las ciencias naturales.

Ya sea que se trate de la historia de la locura, del nacimiento de la clínica, de la arqueología


del saber, vigilar y castigar, o de las palabras y las cosas; la preocupación general de Foucault ha
sido la problemática del sujeto; sin embargo, para lograr comprender el desarrollo de dicha
problemática en la obra de Foucault, debemos tener presente que ante todo, se trata de un
abordaje histórico de la cuestión de la subjetividad que claramente se opone a la tradición
cartesiana, Foucault sostiene que: el sujeto no es una sustancia; es una forma, y esta forma
no es sobre todo ni siempre idéntica a sí misma (Castro, 2005).

Comenzaremos por asaltar la idea positivista del saber positivo como algo ideal o universal, esto
resulta ser una idea improbable tomando en cuenta que en todas las épocas de la historia de la
humanidad, las condiciones del discurso científico han cambiado, y están impregnadas de prejuicios,
intereses e ideología que han provocado la construcción de un pedestal en el que la ciencia positiva
es prácticamente incapaz de ser cuestionada. Al respecto, Foucault (1970), menciona:

La ciencia no se trata de un procedimiento o un estadio arcaico en el movimiento que va del conocer


inmediato a la apodicticidad; se trata de unos elementos que deben haber sido formados por una
práctica discursiva para que eventualmente un discurso científico se constituya, especificado no solo
por su forma y su rigor, si no también por los objetos con los que está en relación, los tipos de
enunciación que pone en juego, los conceptos que manipula y las estrategias que utiliza (…) ese
conjunto de elementos formados de manera regular por una práctica discursiva para la constitución
de una ciencia puede ser llamado saber, es decir aquello de lo que se puede hablar en una práctica
discursiva que es indispensable para la constitución de una ciencia; por ejemplo el caso del saber de
la psiquiatría del siglo XIX, no se considera como la suma de aquello que se ha creído verdadero; en
cambio se toma en cuenta el saber construdio por el conjunto de conductas, singularidades y
desviaciones de las que se habla en dicha disciplina.
Lo anterior nos incita a pensar que la verdad puede constituirse de manera interna y externa; pero
más importante, obliga a cuestionarnos de la siguiente manera: ¿Qué es la verdad? y ¿Cómo se
genera la verdad?

Para intentar contestar esta interrogante debemos tomar en cuenta lo que Foucault denomina
historia del sujeto o, modos de subjetivación; que, son precisamente las prácticas de constitución
del sujeto a partir de los actos de “pensamiento” con los que se instaura, según diferentes
relaciones posibles, a un sujeto y a un objeto; y además el mismo sujeto puede aparecer como
objeto de una determinada relación de conocimiento y de poder; con esto, una historia del
pensamiento sería el análisis de las condiciones en las que se han formado y modificado las
relaciones entre el sujeto y el objeto para hacer posible una forma de saber; dichas condiciones
no son para Foucault ni formales ni empíricas; deben establecer, por ejemplo, a qué debe
someterse el sujeto, qué estatuto debe tener, qué posición debe ocupar para poder ser
sujeto legítimo de conocimiento, bajo qué condiciones algo puede convertirse en objeto de
conocimiento, cómo es problematizado, a qué delimitaciones está sometido; y en última
instancia mencionar las condiciones que establecen los juegos de verdad o reglas según las cuales
un sujeto puede decir que se inscribe en el campo de lo verdadero y de lo falso (Castro, 2005).

Además, es posible distinguir tres modos de subjetivación/objetivación de los seres humanos.

1) Modos de investigación que pretenden acceder al estatuto de ciencias; por ejemplo,


objetivación del sujeto hablante en la gramática general o en la lingüística, objetivación del
sujeto productivo en la economía política. Se trata de los modos de subjetivación/objetivación
analizados por Foucault especialmente en Les Mots et les choses.

2) Modos de objetivación del sujeto que se llevan a cabo en lo que Foucault denomina prácticas
que dividen (pratiques divisantes): el sujeto es dividido en sí mismo o dividido respecto de los otros.
Por ejemplo, la separación entre el sujeto loco o enfermo y el sujeto sano, el criminal y el individuo
bueno. Aquí hay que ubicar Histoire de la folie, La naissance de la clinique y Surveiller et punir.

3) La manera en que el ser humano se transforma en sujeto. Por ejemplo, la manera en


que el sujeto se reconoce como sujeto de una sexualidad (Castro, 2005).

Referencias bibliográficas

Capote, A. (1999). La subjetividad y su estudio. Análisis teótico y direcciones metodológicas. La


Habana: Artículo inédito.

Castro, E. (2005). El vocabulario de Michel Foucault. Un recorrido alfabético por sus temas,
conceptos y autores. Quilmes: Universidad Nacional de Quilmes.

Foucault, M. (1970). La arqueología del saber. Buenos Aires: Siglo XXI, editores Argentina s.a.

Giner, S., Lamo, E., & Torres, C. (2013). Diccionario de Sociología (2nd ed.). Madrid: Alianza.

Greco, O. (2003). Diccionario de sociología (2nd ed.). Buenos Aires: Valletta Ediciones.
Weiss, E. (2014). Subjetivación y formación de la persona. In Congreso Internacional del a AFIRSE
“Epistemologías y metodologías de la investigación en la educación (p. 15). México. Retrieved
from
http://departamentos.cinvestav.mx/Portals/die/SiteDocs/Investigadores/EWeiss/Jovenes/E
WJovenes2014-SubjetivacionYformacionDeLaPersona.pdf?ver=2014-05-26-151953-540

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