Sie sind auf Seite 1von 13

La mediación de los medios de comunicación

Manuel Martín Serrano

Manuel Martín Serrano es Catedrático de Teoría de la Comunicación en la Facultad


de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.
Especialista en cuestiones de epistemología de la comunicación y autor de varias
obras de análisis de los medios y de los procesos de comunicación.

La teoría de la mediación social ofrece un nuevo objeto para las ciencias sociales:
el estudio de la producción, transmisión y utilización de la cultura, a partir del análisis
de los modelos culturales y de sus funciones. Estos estudios son especialmente
necesarios cuando la cultura se utiliza como un procedimiento de dominación. Así
ocurre en los fenómenos de transculturización, como se observa cuando una
sociedad destruye las señas de identidad de otra; y también sucede en los procesos
de control social, cada vez que se propone una visión preestablecida del mundo y
de lo que sucede en el mundo, para influir sobre la conciencia de las personas.

La conveniencia de abrir un nuevo campo en las ciencias sociales dedicado al


estudio de la mediación la formulé hacia 1970, cuando investigaba en Francia el
modo en el que la televisión estaba transformando la visión del mundo (investigación
publicada con el título de «L'Ordre du monde à travers la TV», 1974a).

Posteriormente he tratado de ofrecer la teoría y las metodologías adecuadas para


el estudio de la mediación en varias publicaciones (confróntese particularmente La
Mediación Social, 1977; «Nuevos métodos para la investigación de la estructura y
la dinámica de la enculturización», 1974b; «Un modelo metodológico para investigar
los efectos socioculturales de los media», 1981 a).

En este texto no concurren ni la ocasión ni el espacio adecuados para reproducir


una teoría que es conocida y está suficientemente desarrollada en anteriores libros.
Me ha parecido más pertinente aplicar el análisis de la mediación al estudio concreto
de los medios de comunicación de masas; instituciones mediadoras muy
importantes, aunque no sean las únicas que existen en las sociedades actuales.
Las líneas que siguen sistematizan las modalidades de mediación que son propias
de los medios de comunicación. También se describen técnicas que permiten
investigar las características mediadoras de los productos comunicativos
elaborados por los medios. En este texto se anticipan reflexiones que proceden de
un libro dedicado al estudio de la producción social de comunicación, en cuya
preparación he trabajado durante estos últimos años y con el cual doy por ultimada
la parte de mi obra que se refiere al estudio de la mediación.

I,Mediaciones con las que los Medios de Comunicación de Masas intervienen en la


representación del cambio social

La participación de los Medios de Comunicación de Masas (MCM) en la elaboración


de una representación de lo que sucede en el mundo se inicia cuando la institución
mediadora, u otros agentes sociales (Agencia de noticias, Consejo de redacción,
Censores, etc.), seleccionan determinados aconteceres para hacerlos públicos.

La tarea específicamente comunicativa comienza cuando los Emisores (con la


aceptación de la institución mediadora) eligen, en el marco de ese acontecer
público, determinados objetos de referencia. Los Emisores ofrecen a sus audiencias
un producto comunicativo que incluye un repertorio de datos de referencia a
propósito de esos objetos. Los datos se relacionan conceptualmente entre sí de una
manera determinada; desde este punto de vista, los productos comunicativos
suelen denominarse «relatos». Además, los datos se expresan de una u otra forma
en algún soporte material (por ejemplo, el papel periódico o la pantalla del televisor).
Desde este punto de vista, son objetos. Estas tareas comunicativas de los MCM son
operaciones de mediación. En este texto se describen tales mediaciones.

1. Las clases de mediaciones propias de los Medios de Comunicación de Masas


1.1. Formas en las que el hacer de los MCM depende del cambio del entorno.
Los temas de referencia de los medios de comunicación de masas, en cuanto
se ocupan de dar cuenta del acontecer, se originan en las transformaciones del
entorno social. Por esta razón el cambio social1 compromete el modo de hacer
de los medios, al margen de que cada uno de ellos se comprometa tomando
partido a favor o en contra de determinadas transformaciones socio-políticas.
El hacer de los medios depende del cambio social en dos sentidos:

a) Funcionalmente. La presión de lo que ocurre reclama de los MCM la cesión de


un espacio o de un tiempo informativo, para dar cuenta del devenir socio-político.
Funcionalmente, los medios se ocupan (entre otras cosas) de identificar el cambio
del entorno.

b) Institucionalmente. La transformación del entorno social establece relaciones


nuevas entre Sistema Social y Sistema de Comunicación. Este cambio también
desplaza a cada medio de su posición social, como a cualquier otro sujeto del
cambio histórico. Institucionalmente, la supervivencia de cada medio se identifica
con el rumbo que marcan los cambios sociales.

La tarea de los medios consiste en establecer (con acierto o con error) los marcos
de referencia adecuados para que los agentes sociales, incluidos ellos mismos, se
sitúen en el cambio. Esta labor supone para los medios el desempeño de una doble
mediación:

- la propuesta de un marco de referencia innovador o conservador para evaluar lo


que acontece, en sus dimensiones éticas, sociales, políticas, institucionales;

- la adopción de un marco de referencia tradicional o renovador para asumir su


propia función mediadora, en sus dimensiones comunicativas y tecnológicas.

1.2. Conceptos de «mediación cognitiva» y de «mediación estructural». Conviene,


por tanto, distinguir entre dos tensiones que afectan la comunicación social
mediada:

a) Por una parte, la tensión que se establece entre la producción ininterrumpida de


nuevos aconteceres -cuya existencia y cuyos efectos deben de ser publicitados por
los medios- y la reproducción continuada de las normas, valoraciones,
justificaciones, que cada grupo se esfuerza en preservar o en implantar, a pesar de
que a veces esos supuestos axiológicos pueden ser cuestionados, o incluso
contradichos, por la aparición de aquellos aconteceres. Esta tensión se muestra,
por ejemplo, cuando hay noticia de que un detenido ha muerto a consecuencia de
la tortura en un país cuya norma jurídica suprema -la Constitución- reconoce
explícitamente el sometimiento de los aparatos del Estado a los Derechos
Humanos.

b) Por otra parte, la tensión que se establece entre la imprevisibilidad que es


connatural con la naturaleza del acontecer y la previsión que es esencial para
programar la forma de informar que diferencia a cada medio. Este esfuerzo para
adaptar la manera de comunicar del propio medio a la dinámica del cambio social
es una mediación de segundo grado o, si se quiere, una «re-mediación»,
interpretando el término como un diario reajuste de la estructura expresiva del
medio para hacer frente a la erosión que el cambio social produce en los modelos
mediadores.

Las mediaciones requeridas para manejar ambas tensiones son interdependientes,


pero diferenciables:

a) El conflicto entre el cambio del acontecer y la reproducción de las normas


sociales reclama una mediación cognitiva. La mediación cognitiva está orientada a
lograr que aquello que cambia tenga un lugar en la concepción del mundo de las
audiencias, aunque para proporcionarle ese lugar sea preciso intentar la
transformación de esa concepción del mundo. En el ejemplo que se adujo, un medio
interesado en preservar incólume el primado de la norma que exige respeto a los
Derechos Humanos explicará su transgresión (la concurrencia de una muerte por
tortura) como un acontecer aberrante o inadmisible; en todo caso procurará
salvaguardar la legitimidad de la norma y no la del suceso. En cambio, puede
aprovecharse de este hecho para erosionar el respeto hacia los Derechos
Humanos. Presentará la muerte del detenido como un accidente y dará por
sentado, explícita o implícitamente, la inevitabilidad e incluso la necesidad de que
en la práctica policial se recurra a la tortura.

b) El conflicto entre la apertura del medium al acontecer imprevisto, y su


cerramiento en una forma comunicativa, pide una mediación estructural. La
mediación estructural está destinada a conseguir que aquello que irrumpe sirva
para realimentar las modalidades comunicativas de cada medio productor. Es una
tarea agónica, en la que el medio se ve obligado a recurrir, para perpetuar su forma
expresiva, a aquello mismo que cada día vulnera los marcos formales de la
comunicación, es decir, el acontecerimprevisible.

2. Operaciones que llevan a cabo la mediación cognitiva y estructural

La mediación cognitiva de los medios de comunicación opera sobre los relatos,


ofreciendo a las audiencias modelos de representación del mundo. La mediación
estructural de los medios opera sobre los soportes, ofreciendo a las audiencias
modelos de producción de comunicación. Ambas actividades de los media son
variantes del esfuerzo que realizan estas instituciones sociales mediadoras para
proporcionar una identidad que sirva de referencia al grupo, preservando su
cohesión de los efectos disgregadores que tiene el cambio social2 Pero la
mediación cognitiva, cuando elabora una representación del mundo, se enfrenta
con el conflicto entre acontecer // creer; en tanto que la mediación estructural,
cuando elabora un producto comunicativo, se enfrenta con el conflicto entre
acontecer // prever. Por eso, en los medios de comunicación la medición cognitiva
produce mitos y la mediación estructural, rituales

La mediación cognitiva, como toda tarea mítica, ofrece seguridad por el recurso a la
reiteración de datos de referencia familiares en el relato de lo que ocurre; vía por la
cual la comunicación es labor de confortación de las audiencias. La mediación
estructural, como toda labor ritual, ofrece seguridad por el recurso a la repetición de
las formas estables del relato, vía por la cual la comunicación es labor de
institucionalización de los mediadores.

Me limitaré a señalar las operaciones informacionales que distinguen a ambas


mediaciones:

- La mitificación que producen los medios de comunicación de masas, mediando


cognitivamente el relato del acontecer cuando ofrecen un modelo de representación
del mundo, técnicamente se lleva a cabo operando con la dimensión novedad //
banalidad de los datos de referencia.3

- La ritualización, que caracteriza a la confección de productos comunicativos


cuando los modelos de producción de comunicación regulan la mediación
estructural, técnicamente se realiza manejando la dimensión relevancia //
irrelevancia en la presentación de los datos de referencia.4

Se comprende que ambas dimensiones mediadas derivan de otra más general que
subyace en la comunicación: el juego entre redundancia // información que se
descubre al analizar toda estrategia comunicativa, cuando se investigan los datos
de referencia que se utilizan y las formas expresivas que organizan estos datos en
los productos comunicativos.5

3..Mediaciones existentes entre el acontecer y su conocimiento por vía


comunicativa

Las mediaciones que realizan los medios de comunicación de masas se integran


en el proceso de comunicación, dentro de un sistema más amplio que incluye la
actividad de otros agentes: todos aquellos que intervienen desde que el acontecer
es objeto de referencia de la comunicación hasta que resulta conocido por las
audiencias. Para ilustrar tales intervenciones y mediaciones me referiré a la
comunicación que informa a propósito de Un motín en una prisión.

a) Media la comunicación cada uno de los Actores «Egos» de la comunicación, es


decir, los comunicantes que tienen personalmente a su cargo la iniciativa de la
información. En el ejemplo, el periodista, el director general de seguridad, el
preso, que informan a propósito del mismo motín, generalmente ofrecen
visiones distintas de los hechos, utilizando datos de referencia diferentes o bien
relacionando los mismos datos de diversa forma.

Tema de referencia de la Comunicación de Masas: el cambio del entorno social


b) Controla la comunicación cada uno de los interventores que pueden determinar
la producción comunicativa de «Ego»; por ejemplo, el organismo que obliga al
director de un periódico a que inserte un texto a propósito del suceso; el redactor
jefe que quita parte del artículo escrito por el periodista. 6

c) Media cognitivamente el medio:

• En primer lugar, por las características expresivas de los datos de referencia que
difunde, las cuales son distintas según sea la naturaleza tecnológica del medio. Por
ejemplo, el relato del motín puede consistir en las imágenes rodadas y la locución
de la televisión, o bien en las fotografías y el texto escrito de los periódicos. Las
imágenes permiten la inclusión de datos y de conexiones entre los datos, que el
texto no puede recoger (y viceversa).7

• En el caso, poco frecuente, de que los MCM incluyesen en el producto


comunicativo que ofrecen a las audiencias datos de referencia idénticos, todavía
existirá una nueva mediación cognitiva, debida a la diferente manera en la que estos
datos se ponen en relación unos con otros. Por ejemplo, no produce el mismo tipo
de representación un producto comunicativo cuyo titular fuese «los presos se
rebelan contra los malos tratos» y cuyo texto dijese: «Intervención de la fuerza
pública para reprimir el motín», que otro producto en el que se invirtiese la posición
del titular y texto.
d) Media estructuralmente el medio. Unos incluyen la información a propósito del
motín en páginas de sucesos y otros en información general o política, etcétera.8

Como consecuencia de estas mediaciones, al Receptor se le va a ofrecer y se le va


a privar de unos u otros datos de referencia entre el indefinido repertorio de posibles
aspectos del motín de referencia que podrían alimentar la información. Dicha
selección determinará la objetividad, pertinencia y completitud que posee la
información.9

e) Aún en el supuesto harto improbable de que todos los Receptores recibiesen la


misma información por los mismos medios, la representación que cada uno de ellos
elaboraría de lo que acontece en su entorno sería distinta. La representación del
entorno es una actividad cognitiva en la cual se generan modelos individuales de
representación. Para elaborar cada modelo, los sujetos incorporan a los gastos de
referencia proporcionados por los MCM, datos que provienen de otros orígenes. En
la representación subjetiva del acontecer también participan los datos (verdaderos,
falsos, supuestos) que cada persona posee a propósito de ese referente, y entre
todos ellos, precisamente aquellos que convienen a sus necesidades, expectativas,
intereses y motivos más o menos conscientes. En algunos casos, el Receptor
también opera con los datos obtenidos de otras fuentes alternativas a los MCM, por
ejemplo, el relato facilitado por un testigo.

Resumiendo: del análisis de las mediaciones que se interponen entre lo que


acontece (o no acontece) y la re presentación que el receptor elabora resulta el
esquema de la página anterior.

II.. Métodos para analizar la contribución de los medios de masas para la


producción del acontecer público y la elaboración de representaciones del entorno

1.. La mediación cognitiva y estructural en los MCM 8

Recapitulemos los análisis teóricos precedentes a partir de los cuales es posible


diseñar unas metodologías para investigar la mediación. Se ha indicado que los
MCM afectan a los procesos cognitivos de las audiencias, ofreciéndoles en sus
relatos modelos de representación de lo que acontece. Dicha actividad mediadora
cumple una importante función social: sirve para restaurar a nivel de las
representaciones un ajuste entre los sucesos y las creencias, consonancia
permanentemente deteriorada, tanto por el cambio de la realidad circundante como
por la transformación de los valores. He denominado a esta función una «tarea
mitificadora», porque el relato de los MCM opera con la dimensión histórica
«acontecer», para relacionarla con la dimensión axiológica «creer», lo mismo que
hacen todos los mitos. Evidentemente, los medios no están solos en el desempeño
de esta función social: antes de que ellos existiesen, otros relatos transmitidos
oralmente iban proporcionando los mitos necesarios para elaborar una visión del
mundo que mantuviese el consenso social. En la actualidad, los medios de
comunicación de masas comparten el trabajo de generar representaciones
colectivas con otras instituciones mediadoras, las más importantes, aquellas que se
ocupan de la enculturización, como la familia y la escuela. No obstante, los MCM
van asumiendo progresivamente un papel predominante como fuente de
representaciones colectivas a propósito del entorno social.

Además de la mediación cognitiva, en los MCM se lleva a cabo una mediación


estructural: actividad basada en el uso expresivo del medio y que por tanto está en
parte determinada por sus características tecnológicas. Un medio impreso, como la
prensa, puede operar con el espacio del periódico reproduciendo textos y a veces
imágenes estáticas; un medio ¡cónico y dinámico como la televisión puede emitir en
el espacio de la pantalla imágenes fijas o en movimiento, textos y, a través de los
altavoces, cualquier reproducción sonora. El medio prensa está obligado a ser
diacrónico respecto al momento en el que sucedió el acontecer que narra; en tanto
que el medio televisión puede, en algunos casos, difundir imagen y sonido
sincrónicos con el aconteceer.10

El uso de las capacidades tecnológicas del medio es una práctica profesional


determinada por las intervenciones sociales que llevan a cabo las instituciones
comuni cativas que controlan el medio. Cualquiera que sea la presión de las
instituciones interventoras sobre el ejercicio profesional, éste se enfrenta con la
labor de destinar un espacio y/o un tiempo determinados, en las páginas del
periódico o en la programación de la pantalla, a aconteceres que suceden de forma
imprevista cada día. Como la confección de un diario y la preparación de una
emisión son tareas complejas que requieren anticipación, deben de ajustarse a
patrones preestablecidos de distribución de espacios y tiempos. En consecuencia,
todos los medios se enfrentan con la tarea de encajar la novedad en el diseño
material y conceptual que les caracteriza. Por eso los profesionales, consciente o
inconscientemente, median al propio medio de comunicación; utilizan el espacio y
el tiempo comunicativos para lograr un ajuste entre dos dimensiones: por una parte
la dimensión histórica del «acontecer» -que cuanto más imprevisto más presiona
para que se dé noticia de su emergencia- y por otra la dimensión práctica del
«prever» -que cuanto más complejo sea el instrumento de comunicación, más
presiona para que se atenga a un programa invariante para la confección del medio-
. Ahora bien, toda práctica profesional que trata de incorporar lo que cambia a un
modo preestablecido de hacer, es una labor ritual; por esa razón he denominado
«tarea de ritualización» a la mediación estructural que consiste en dar noticia de lo
que acontece, respetando los modelos de producción de comunicación propios de
cada medio.

El objeto sobre el que se lleva a cabo tanto la tarea de mitificación como la de


ritualización es el producto comunicativo. Desde el punto de vista de las
representaciones que maneja, el producto comunicativo consiste en un repertorio
de datos de referencia relativos al acontecer a propósito del que se comunica.11
Desde el punto de vista material, los productos comunicativos son un conjunto de
expresiones, tales como palabras o imágenes, que ocupan una determinada
superficie en una determinada localización del periódico, o que disponen de un
tiempo determinado en unos determinados períodos de emisión televisual.

El análisis de los datos de referencia que aporta un producto comunicativo se realiza


por la técnica denominada de «análisis de contenido», que creo se podría llamar
mejor «métodos de análisis de las representaciones del relato». El estudio de la
materialidad del producto comunicativo se lleva a cabo mediante las técnicas
llamadas de «análisis formal», que sin duda estarían mejor descritas como
«métodos de análisis material» de las expresiones comunicativas y de los productos
comunicativos.

2. Diseño del análisis de la mitificación (mediación cognitiva)

El análisis de contenido o, si se acepta, de las representaciones del relato permite


identificar la forma en la que el medio realiza su labor de mitificación cuando
relaciona en el relato el acontecer con las normas. Existen numerosas posibilidades
de transformar la anterior definición en un diseño de análisis. La imaginación del
investigador puede inventar diferentes modelos, si tiene cuidado de que se adecuen
a sus planteamientos teóricos y de que permitan disponer de técnicas de
investigación correctas. En este trabajo se ha elaborado el diseño de la página
siguiente.

Los datos de referencia incluidos en el producto comunicativo mencionan o


determinan sujetos concernidos de una u otra forma por el acontecer, que asumen
la función de personales del relato. Cada personaje desempeña uno o varios roles,
o papeles, en su relación con los otros y en su relación con el entorno. El personaje,
en el desempeño de cada rol, puede y suele estar descrito con determinados
atributos físicos, sociales, morales, etcétera. Los personajes persiguen un
repertorio más o menos amplio de objetivos de todo tipo: personales, grupales,
materiales, inmateriales, etc. Con el fin de alcanzar esos objetivos, tienen que
establecer relaciones con los otros personajes, que se expresan como
interacciones y que se traducen en actos de cualquier clase, para realizar los cuales
recurre a determinados instrumentos. El comportamiento del personaje, en
conexión con los ajenos comportamientos igualmente descritos en el relato, puede
concluir con el logro o con el fracaso de sus objetivos. Esa conducta puede estar
sancionada con aprobaciones o desaprobaciones explícitas en el relato, que
indican la existencia de normas para pautar la forma en la que el personaje
desempeña el rol. Finalmente, el relato puede indicar cuál es el Actor o Actores de
la comunicación que han elaborado el relato (Emisores) y para quién o quiénes ha
sido producido (Receptores). Cada uno de los términos subrayados corresponde a
un área de análisis de las representaciones del relato.
3. Diseño del análisis de la ritualización (mediación estructural)

El análisis formal o, si se prefiere, el análisis material y formal de las expresiones


y de los productos comunicativos permite investigar la manera en la que el medio
rea liza su trabajo de ritualización, dando noticia del acontecer en los marcos
prescritos por el diseño del periódico o la programación televisual. En base a esta
definición se ha elaborado el diseño de la página siguiente.

Como se ha indicado, las expresiones son diferenciables según la naturaleza del


medio. En la prensa pueden consistir en textos escritos o imágenes fijas. En la
televisión las expresiones pueden manifestarse en imágenes sincrónicas respecto
al acontecer, o diacrónicas; estáticas o dinámicas; dibujadas o en imagen real,
acompañadas o no de otras expresiones abstractas introducibles por un texto
hablado y escrito. En la prensa se mide el espacio destinado a cada producto
comunicativo, en la televisión el tiempo. En la prensa se comprueba la ubicación
del relato en la paginación del periódico; en la televisión, la posición horaria,
discriminada en función de la composición de las audiencias. En la prensa se
controla el género bajo el cual aparece etiquetado el relato (por ejemplo, editorial,
sucesos, vida cultural); un control equivalente se efectúa en la televisión.
Nuevamente los términos subrayados se corresponden con posibles áreas de
análisis.

4.. Diseño de análisis de la participación del medio en la selección del acontecer


público

Los productos comunicativos con los que se trabaja en este estudio hacen todos
referencia al acontecer público. Se recordará que el acontecer público del que dan
noticia los medios de comunicación en parte viene impuesto por los sucesos que
emergen (a los que los profesionales denominan «la actualidad») y en parte por la
selección de aconteceres que lleva a cabo cada medio. Para estudiar cómo
interviene el medio en la producción del acontecer público se ha elaborado el diseño
de la página siguiente.
Cada medio se ocupa de unos u otros referentes, dedicándoles mayor o menor
atención, eligiendo unas u otras fuentes de información. Acota los aconteceres en
un marco temporal, que puede estar abierto a los antecedentes y las consecuencias
de los sucesos, o ceñirse a una referencia en el presente. Sitúa lo que acontece en
un marco espacial, cuando delimita los espacios (físicos, geopolíticos,
sociopolíticos) donde suceden las cosas que se narran. Implica en el acontecer a
un número más o menos numeroso de Agentes de cuya participación como
comunicantes, personajes o controladores se da cuenta con mayor o menor detalle.
La existencia del objeto de referencia, y el propio relato del suceso, pueden ser
pautados como verídicos o falsos, existentes o inexistentes. Estas comprobaciones
son necesarias para evaluar la realidad binaria que los medios de comunicación
ofrecen a las audiencias por medio de sus relatos, en sustitución de la experiencia
personal con los hechos.

Se comprende que en el trabajo de los MCM existe una gran interdependencia entre
la producción del acontecer público y las tareas de mitificación y de ritualización;
relaciones que serán más fáciles de apreciar en la medida en la que haya logrado
mostrar sus respectivas características. Como sucede siempre, la práctica ritual se
corresponde con la representación mítica, y ambas determinan la observación de
la realidad, al tiempo que son activadas por lo que en la realidad acontece.

Das könnte Ihnen auch gefallen