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Evaporadores

Introducción.
El agua es una sustancia que en condiciones moderadas de presión y temperatura se presenta en los tres
estados de agregación. Su importancia para la vida no es necesario remarcarla, pero también es
fundamental en la inmensa mayoría de los procesos químicos y de ingeniería. No solo es el disolvente
universal sino que también es usada en circuitos de refrigeración, ciclos de potencia, y en multitud de
aparatos y operaciones en los que absorbe o cede energía, con o sin cambios de fase.
Por tanto, el conocimiento de sus propiedades termodinámicas y de transporte es fundamental en esta
rama de la ingeniería química y, aunque este estudio no es propio de una asignatura de "Operaciones
Básicas", es imprescindible para poder encarar con un mínimo de garantías el tema de la evaporación
que se pretende desarrollar.
La medida experimental y el cálculo analítico de las propiedades de los cuerpos son tareas costosas; por
ello, solo se poseen datos relativamente completos de los cuerpos que tienen aplicación industrial, y
entre ellos, como se ha citado, el agua, sobretodo a partir del desarrollo de las máquinas y generadores
de vapor.
¿Qué es la Evaporación?.

En Ingeniería Química, la evaporación es una operación en la que se separa, mediante ebullición, un


disolvente volátil de uno o varios solutos no volátiles, con los que se encuentra mezclado formando una
disolución o suspensión. En la inmensa mayoría de las evaporaciones el disolvente es el agua.

La resolución práctica de un problema de evaporación, (elección del tipo de evaporador), está


profundamente afectada por el carácter del líquido que se concentra, lo que hace que esta operación sea
distinta de la simple transmisión de calor.

Propiedades de las disoluciones en el proceso de evaporación.

Concentración de la disolución: Aunque el líquido que entra en un evaporador puede ser


suficientemente diluido y poseer las propiedades del agua, a medida que aumenta la concentración, la
densidad y viscosidad de la disolución aumentan, disminuyendo, por tanto, el coeficiente global de
transmisión del calor. Si la ebullición es continuada, se puede alcanzar el estado de saturación, en cuyo
caso habrá que retirar los cristales formados. Así mismo, es frecuente que con el aumento de
concentración aumente también la temperatura de ebullición de la disolución, dificultando el proceso,
incluso impidiéndolo, si no se prevee, ya que podría resultar mayor la temperatura de ebullición que la
del propio vapor de calefacción.
Formación de espumas: Algunas sustancias, principalmente las orgánicas, forman una capa de
espuma estable durante la ebullición. Esta capa de espuma es indeseable porque el vapor formado
puede arrastrarla y, por tanto, perderse una cantidad importante de líquido. Las espumas se forman
cuando hay una capa de líquido con distinta tensión superficial que el resto de la masa, ocasionada a
veces por la presencia de pequeñísimas partículas sólidas o incluso coloidales, habiéndose dedicado un
esfuerzo considerable al estudio de las técnicas antiespumantes.

A veces se utilizan métodos químicos, adicionando pequeñas cantidades de reactivos, (aceites


sulfonados), para disminuir o reducir la formación de espumas. Si se quiere evitar la adición de
sustancias extrañas, se pueden eliminar las espumas modificando el diseño del evaporador, con una
superficie caliente que rompa la espuma, (muchas se destruyen a alta temperatura), o haciendo pasar el
vapor formado a través de unas placas deflectoras, contra las que choca, evitando así el arrastre.
*Sensibilidad a la temperatura: Muchos productos químicos, principalmente alimenticios y
farmacéuticos, se estropean cuando se calientan a temperaturas no muy elevadas durante espacios de
tiempo relativamente cortos, en cuyo caso, habría que recurrir a técnicas especiales para evitarlo.

*Formación de incrustaciones: Hay sustancias que se denominan de solubilidad invertida, en las que
la solubilidad disminuye con la temperatura, y tienden a depositarse sobre las superficies de calefacción.
Otra causa es la descomposición térmica por el calor. En estos casos se produce una disminución del
coeficiente global de transmisión del calor en el evaporador, y el proceso, se ve, en parte, impedido,
siendo necesario parar el evaporador y limpiar los tubos, (con agua, ácidos, álcalis, rascado mecánico,
etc.), cosa que a veces es difícil y costosa.

Formas de evaporación.

El modo más sencillo en que puede llevarse a cabo la evaporación es empelando una sola etapa, o
evaporación de "efecto simple". Este modo de operación se emplea cuando la cantidad de disolución a
tratar es relativamente pequeña y/o el coste del vapor es barato comparado con la inversión necesaria
para un evaporador más complejo.
Cuando la capacidad requerida es grande, es necesario mejorar el aprovechamiento energético para
reducir los costes operativos, lo que conduce al empleo de evaporadores de "múltiple efecto" que
presentan una mejor "economía" del vapor. En los evaporadores de múltiple efecto, el vapor generado
en un efecto se aprovecha en otro como medio de calefacción. En la figura 10.5 se presentan estos
distintos modos de operación. Está claro que para que el sistema funcione hay que rebajar la presión de
modo que T3 < T2 <T1, porque P3 <P2 < P1.

Tipos de Evaporadores y el uso de cada uno de ellos.

Los evaporadores pueden clasificarse según los métodos de aplicación del calor:
A) Equipos calentados a fuego directo, (calor solar).

B) Equipos calentados mediante camisas o dobles paredes, (Pequeña velocidad de transmisión del calor,
pueden operar a vacío, útiles para la evaporación de líquidos a pequeña escala).

C) Equipos calentados mediante vapor, con tubos como superficies calefactoras.De ellos, los más
importantes son los evaporadores tubulares.

Una nueva clasificación de éstos últimos es: Evaporadores de un solo paso y de circulación: En la
operación de un sólo paso, la alimentación pasa una sola vez a través de los tubos, desprende el vapor y
sale como líquido concentrado. Son especialmente útiles para el tratamiento de materiales sensibles al
calor pues operando a vacío elevado se puede mantener el líquido a baja temperatura durante poco
tiempo de contacto. También se adaptan muy bien a la operación de múltiple efecto.
Los evaporadores de circulación operan con una carga de líquido dentro del aparato. La alimentación
que entra se mezcla con el líquido contenido en el evaporador, y la mezcla pasa posteriormente a través
de los tubos, de forma que, en cada paso, se produce una parte de la evaporación total. Estos tipos de
evaporadores no son aptos para concentrar líquidos sensibles al calor, pues aunque se trabaje a vacío, el
líquido se pone en contacto con la superficie caliente varias veces. Se adaptan muy bien a la
evaporación en simple efecto, pudiendo ser la circulación natural, (debido a diferencias de densidad),
o forzada, (cuando se impulsa el líquido con una bomba).
Finalmente, los evaporadores tubulares pueden ser, (Figura 10.6):
A) De tubos horizontales: Son relativamente baratos; requieren poca altura disponible, fácil
instalación, proporcionan una buena transmisión de calor, pequeña circulación de líquido, no
adecuados para líquidos viscosos, y adecuados para líquidos que no cristalicen.
B) De tubos verticales: Los hay de tubos cortos y de tubos largos, los cuales pueden tener circulación
forzada, utilizados para líquidos viscosos, porque se mejora el coeficiente U. Sin embargo, no son
apropiados para disoluciones diluidas, pues los costes adicionales no compensan los beneficios
obtenidos. Con muy diversos modelos, todos constan de un cambiador tubular con el líquido que se
concentra en los tubos y el vapor por fuera, un espacio de vapor para separar el vapor formado del
líquido, y una rama de retorno cuando son de circulación, (Flujo ascendente). Para productos muy
sensibles al calor, (zumos de frutas, plasma sanguíneo, vitaminas, etc.) se utilizan otras variantes
con flujo descendente a través de los tubos. En ellos, el vapor formado es arrastrado por el líquido y
sale por el fondo de la unidad. (También hay evaporadores de tubos con evaporación súbita).

Otros tipos de evaporadores menos empleados son:

Evaporador de película agitada: En los evaporadores de tubos largos, especialmente los de


circulación forzada, el grado de turbulencia del líquido es alto y la velocidad de transmisión del calor es
grande. Otro modo de aumentar la turbulencia es agitando la película de líquido. Este tipo es un
evaporador de película descendente, modificado, con un solo tubo encamisado provisto de un agitador
interno. Es muy eficaz para productos muy viscosos sensibles al calor, (gelatina, latex de caucho,
antibióticos, zumos, etc.). Por contra, sus desventajas son el elevado coste, el mantenimiento elevado
de las partes internas móviles, y su pequeña capacidad.
Evaporador de placas: Consta de una serie de placas provistas de juntas montadas en un marco. El
evaporador funciona con un solo paso, constando cada unidad de una película ascendente, otra
descendente, y dos secciones de vapor. El líquido concentrado y el vapor pasan a un separador tipo
ciclón, donde se separan ambos, pasando el vapor a un condensador o al siguiente efecto. También se
han desarrollado diversos modelos según las características del líquido.
Evaporador de serpentín: Carcasa cilíndrica por cuyo interior pasa el vapor en serpentines.
Es importante, pues, realizar un estudio detallado del proceso, para saber qué evaporador elegir.

Referencias.

1) ocwus.us.es/
2) Operaciones unitarias en Ingeniería Química.Cuarta edición.Warren L.McCabe.North Carolina
State University. Julian C. Smith. Cornell University.
3) Principios de Operaciones Unitarias 2da Edición Alan S. Foust.

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