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1.

- Manejo agroecológico:

Para entender el tema hay que dejar claro qué es un agroecosistema.

 Agroecosistema: es la unidad ecológica principal. Contiene


componentes abióticos y bióticos que son interdependientes e
interactivos, y por intermedio de los cuales se procesan los nutrientes y
el flujo de energía. 2. La función de los agroecosistemas se relaciona
con el flujo de energía y con el ciclaje de los materiales a través de los
componentes estructurales del ecosistema el cual se modifica mediante
el manejo del nivel de insumos. El flujo de energía se refiere a la fijación
inicial de la misma en el agroecosistema por fotosíntesis, su
transferencia a través del sistema a lo largo de una cadena trófica y su
dispersión final por respiración. El ciclaje biológico se refiere a la
circulación continua de elementos desde una forma inorgánica (geo) a
una orgánica (bio) y viceversa.

En que se orienta: GAE (Ganadería Agro Ecológica) son las tres letras iniciales de
cada una de las tres palabras que nombran esta forma de trabajar los campos en uso
ganadero. Tal y como lo expresan las tres palabras, consiste en hacer producción animal
(ganadería) y agricultura referente a cultivo y manejo de pasturas (agro) de manera 100%
natural y en armonía con el ecosistema, la naturaleza y el ambiente (ecológica).

En la actualidad en el sector pecuario usamos la denominación GAE para diferenciar esta


forma de hacer agricultura y ganadería de todas las demás, sin embargo, GAE bien puede
definirse como la forma más antigua de hacer agricultura y ganadería puesto que consiste
en producir pastos sin depender de maquinaria agrícola para labrar el suelo ni de insumos
(fertilizantes, herbicidas, plaguicidas y demás químicos y venenos usados en la agricultura de
tipo convencional y tradicional, surgida con la revolución verde ocurrida a mediados del siglo
pasado). (Blog: Editando el genoma en especies ganaderas)

Lo que significa entonces producir carne o leche de bovinos u ovino/caprinos y sus crías, a
base de pastos (gramíneas) principalmente, en lo posible nativas, y aprovechando también
otros forrajes verdes como leguminosas o el follaje de arbustivos o árboles comestibles por
el ganado, maximizando así el aprovechamiento de los recursos naturales renovables,
pero sin deforestar ni degradar la vegetación y los suelos usados para este propósito, más
bien, protegiéndoles y restituyéndoles, puesto que la GAE supone la recuperación de
terrenos antes explotados con pecuarias o cultivos agrícolas extensivamente, deforestados y
degradados, reforestando y pluralizando la fauna y flora de los ecosistemas de los campos
rurales destinados a las actividades económicas agro ganaderas.
Los únicos insumos usados en GAE son los desparasitantes (solo aquellos que no tengan
efectos dañinos contra la fauna microbiana del suelo), las vacunas preventivas, y la sal
mineral.

¿Qué es PASTOREO RACIONAL VOISIN?

PRV son las tres letras iniciales de cada una de las tres palabras que nombran esta forma
de trabajar los campos destinados a practicar la GAE. PRV es una técnica de origen
francés, fundada por el Dr. André Marcel Voisin (fallecido en Cuba en el año 1964), pero
poco difundida y valorada en Europa, que fue retomada por el agrónomo y profesor
universitario Luiz Carlos Pinheiro Machado en Brasil en la década de los 60’s, practicada
con rotundo éxito en su propio campo ganadero hasta finales de la primera década del
siglo presente (es decir, por poco más de 4 décadas), e instruida a los estudiantes de
agroecosistemas de las universidades donde este profesor, y su hijo homónimo y también
docente universitario, han dictado sus cátedras de producción agro ganadera ecológica.
(Blog: Árboles aumentan el valor de conservación de fincas ganaderas)

En los países de habla hispana, la GAE y el PRV son promovidos e instruidos


directamente por el equipo de profesionales de Cultura Empresarial Ganadera (CEG) y del
Instituto André Voisin Internacional (IAVIC), con sedes en Panamá, Ecuador y Colombia.
¿Qué se necesita para practicar GAE y PRV?

Lo primero es convicción, lo segundo es decisión, lo tercero es fe, lo cuarto es disposición,


y lo quinto es paciencia. Se debe ser consciente de que la GAE y el PRV son prácticas
100% naturales, por lo que es un PROCESO que toma su tiempo (se trabaja con los
tiempos de la naturaleza y no con los afanes del hombre) ya que la naturaleza no trabaja al
mismo ritmo que el nuestro.

Sin embargo, paradójicamente, es la manera de obtener resultados más rápidos, ya que


tan pronto se da inicio a estas prácticas de GAE y PRV se obtienen resultados favorables,
como lo comenta el Sr Dutra, ganadero uruguayo, de quien hicimos mención y citamos sus
palabras en la antesala de este mismo escrito.

Revolución verde: La biotecnología es la forma necesaria de aumentar la producción de


alimentos sin afectar a otros terrenos, evitando riesgos de erosión, inundaciones catastróficas o
disminuyendo la biodiversidad.
Revolución verde es la denominación usada para describir el importante incremento de la
productividad agrícola y por tanto de alimentos entre 1960 y 1980 en Estados Unidos que después
se extendió por otros países.
La revolución verde consistió en la siembra de variedades mejoradas de maíz, trigo y otros
granos, cultivando una sola especie en un terreno durante todo el año, siembra de variedades
mejoradas de maíz, trigo y otros granos aplicando grandes cantidades de agua, fertilizantes y
plaguicidas. Con estas variedades y procedimientos, se percibe que la producción es mayor a la
obtenida con las técnicas y variedades tradicionales de cultivo. No obstante, ambas técnicas
pueden ser igualmente eficientes con un buen manejo, y esta revolución trajo consigo el deterioro de
la vida en el suelo de los campos de cultivo.
Fue iniciada por el ingeniero agrónomo estadounidense Norman Borlaug con ayuda de
organizaciones agrícolas internacionales, quien durante años se dedicó a realizar cruces selectivos de
plantas de maíz, arroz y trigo en países en vías de desarrollo, hasta obtener las más productivas. La
motivación de Borlaug fue la baja producción agrícola con los métodos tradicionales en contraste
con las perspectivas optimistas de la revolución verde con respecto a la erradicación del hambre y
la desnutrición en los países subdesarrollados. La revolución afectó, en distintos momentos, a
todos los países y puede decirse que ha cambiado casi totalmente el proceso de producción y
venta de los productos agrícolas.
El término “Revolución Verde” fue utilizado por primera vez en 1968 por el ex director de USAID,
William Gaud, quien destacó la difusión de las nuevas tecnologías y dijo:

Estos y otros desarrollos en el campo de la agricultura contienen los ingredientes


de una nueva revolución. No es una violenta revolución roja como la de los
soviéticos, ni es una revolución blanca como la del Sha de Irán. Yo la llamó
la revolución verde.
2.- Relación planta-suelo-animal:

Procurar tener siempre una buena combinación entre forrajes, tierras y semovientes garantizará
unos óptimos resultados en las explotaciones cárnicas y lácteas.
La relación entre los suelos de las explotaciones bovinas, las clases de forrajes que se
siembran en ellas y los semovientes que posee cada ganadero ha tenido un especial
reconocimiento en los últimos años como estrategia para mejorar la productividad y la
sostenibilidad del sector bovino.

Decisiones como tipo de labranza, calidad de la semilla, plan de fertilización,


sistema de riego, manejo fitosanitario, control de malezas y la programación
del pastoreo son algunos factores de gran importancia para incrementar el
rendimiento y el valor nutritivo del forraje como elementos básicos para mejorar la
productividad ganadera. (Lea: Oxigenar el suelo mejora la calidad del pasto que se da
al ganado)

De acuerdo con Jorge Cuervo, superintendente de Monómeros Venezuela para el Eje


Cafetero, los productores bovinos conocen “muy bien” el manejo de sus animales, pero no
han comenzado a ver el pasto como un cultivo.

“Los ganaderos ven los forrajes como algo que hay que mantener verde para alimentar a los
semovientes y luego aportan concentrados o sales buscando suplir alguna necesidad y eso está
mal. Por eso, es elemental diferenciar la variedad de suelos y pastos”, apuntó Cuervo.
(Lea: Conozca los 2 métodos para descontaminar suelos)

De igual forma, el experto señaló la importancia que tiene la relación de estos 3 aspectos,
pues de allí dependerá el rendimiento en la producción cárnica y láctea en el predio, por lo
que aconsejó que el ganadero se asesore de un veterinario y un ingeniero agrónomo.

“Un veterinario conoce los comportamientos de los animales y su nutrición, mientras que los
ingenieros agrónomos identifican los tipos de suelo y de allí seleccionan el pasto ideal para que
la extracción de nutrientes sea optima y la res reciba lo que necesita en una dieta balanceada”,
precisó el vocero de Monómeros Venezuela. (Lea: Diversificar forrajes, clave para mejorar
la nutrición bovina)
Por su parte, Lorena Cuervo Puerta, profesional en Gestión de Proyectos Estratégicos del
Fondo Nacional del Ganado, FNG, evidenció que a la fecha son varios los productores que
no realizan estas prácticas en sus explotaciones.

“Conocer el estado de los pastos, realizar análisis de suelos y tomar medidas a futuro son
aspectos importantes para un predio ganadero y muchos productores no lo hacen. Por tal
motivo, conocer qué tiene en la finca e identificar su estado ayuda a realizar una proyección
para tener una dieta positiva”, aseguró Cuervo Puerta. (Lea: Estimulación de pastos puede
salvar la ganadería en climas extremos)

De igual forma, ambos señalaron que es necesaria la realización de charlas con los
ganaderos para que cambien la percepción que tienen de los forrajes, pues como en
varias ocasiones este medio lo ha dicho, el productor debe ser también cultivador.
Es uno de los ciclos biológicos más complejos y uno de los medios más ineficientes de aprovechar los
elementos de la producción (luz, anhídrido carbónico, agua y elementos minerales) para utilidad del
hombre.
El suelo provee los elementos necesarios para el crecimiento de las plantas: el agua y todos los
elementos minerales. En un gran número de casos, si el nivel de estos elementos (nitrógeno, fósforo) o su
disponibilidad no son suficientes, el crecimiento de las plantas disminuye. Por otro lado, hay suelos en los
cuales el contenido excesivo de ciertos elementos los vuelve tóxicos para las plantas.
Una función adicional del suelo es la de sostén de los vegetales.
Las plantas emplean energía solar, el anhídrido del aire, el agua y los minerales para formar sus tejidos.
En las leguminosas, los nódulos de la raíz fijan el nitrógeno del aire del suelo y lo convierten en
aprovechable por las plantas.
La planta actúa a su vez como fuente de recursos para el suelo, abasteciéndolo de materia orgánica y
minerales (descomposición de parte aérea y raíces).
Los tejidos vegetales proveen al animal los elementos nutritivos para mantener su vida y los procesos
productivos.
El animal actúa perjudicialmente sobre la pradera por lo menos de las siguientes formas:
a) Por pisoteo el animal compacta el suelo, disminuyendo la aireación e infiltración de agua. El pisoteo
provoca lesiones a las plantas. Además del daño a la planta en sí, dichas lesiones significan una
disminución del forraje cosechable.
b) Por alteración del balance natural entre especies por selectividad.
c) Por alteración en el crecimiento de las plantas por deyecciones
Pero por otra parte, el animal actúa como elemento mejorador de la fertilidad (rotaciones).
Analicemos en detalle algunos de los aspectos citados:

PISOTEO:
Ocasiona daños a la planta y al suelo. Las especies vegetales tienen distinta resistencia al pisoteo.
Aquellas que tengan estolones, rizomas y cuyo hábito de crecimiento sean más bien rastreras, son en
general las más resistentes.
El daño por pisoteo se traduce en lesiones mecánicas, como magullamiento de tallos, coronas,
destrucción de hojas, heridas en raíces superficiales, estolones y ápices de crecimiento.
Por lo común, estos perjuicios se agudizan en condiciones de alta humedad y heladas. El agua libre del
vegetal, con temperaturas inferiores a 0° C se encuentra helada y si la planta es pisoteada en esas
condiciones, esos cristales de hielo actúan rompiendo las paredes celulares.
Una práctica aconsejable en esas condiciones es el encierre nocturno de la hacienda, llevándola a
pastorear recién cuando la helada se ha "levantado".
Sobre el suelo, el pisoteo produce alteraciones en la densidad aparente, tamaño de poros y capilaridad. El
principal síntoma de daño en la superficie del suelo es la baja infiltración de agua por aumento de la
densidad.
En un trabajo se midió la tasa de infiltración y la producción de alfalfa en un suelo que fue laboreado con
cincel y compactado artificialmente en distintos grados:
Cuadro 1.- Relación entre grado de compactación del suelo, infiltración de agua
y rendimiento del mismo (Rechel et al, 1991).

Grado de compactación Infiltración Rendimiento

Suelo normal 2,18 cm/h 100,00 % a

Compactación baja 0,58 cm/h 87,27 % b

Compactación alta 0,40 cm/h 75,15 % c

Compactación muy alta 0,40 cm/h 67,87 % c

En los daños por compactación influye el tipo de animales, su peso, la carga, la distancia caminada, el
manejo de la pastura, cobertura del suelo, etc.

COBERTURA

La experiencia indica que con cargas moderadas sólo se producen daños en momentos críticos. No
obstante, las zonas mas frecuentadas por la hacienda (cercanía a aguadas, calles, son las más
afectadas).

DEYECCIONES
Las heces frecuentemente destruyen la vegetación por obstrucción y sombra. La orina puede provocar
mortandad de plantas en períodos de sequía debido a la concentración de sales.
Se producen cambios en la composición botánica porque los excrementos estimulan el crecimiento de
gramíneas más que de leguminosas.
El forraje cercano a las heces puede permanecer mucho tiempo sin ser pastoreado, más que todo por el
olor (hasta 12 días según Voisin; otros autores hablan de meses). El área rechazada es función inversa a
la presión de pastoreo.
En los siguientes cuadros observamos la magnitud del retorno en heces y la influencia que tiene sobre la
producción de pasto.

Cuadro.2.- Magnitud del retorno en heces e influencia en producción de pasto.

Producción heces Frecuencia deyecciones Área cubierta Área rechazo

28 Kg/cab/día 10-12 0,4-0,7 m²/d/cab 3-6 veces

Pastura de rye grass y trébol blanco

Rendimiento Composición botánica


Retorno
Kg/MS/ha Gramíneas Leguminosas

Ninguno 12.240 50 % 48 %

Orina 14.070 65 % 34 %

Heces 14.490 57 % 42 %

Heces + orina 16.420 72 % 26 %

Las deyecciones devuelven al suelo:


Nitrógeno:
La mayor parte es excretado por la orina (70 %), principalmente en forma de urea, que se convierte en
amonio y nitratos, formas disponibles para los microorganismos del suelo. El nitrógeno excretado por
heces está en formas orgánicas, no disponible en forma inmediata. Debe ser mineralizado por los
microorganismos del suelo.
Fósforo:
Es excretado principalmente por las heces y se reincorpora al suelo en forma inorgánica. Pero su aporte
no es significativo.
Calcio y magnesio:
Se encuentra principalmente en el estiércol.
Potasio y azufre:
Son aportados por la orina.
Con respecto a las pérdidas durante el reciclaje de estos elementos, las mayores ocurren en la fracción
del nitrógeno por volatilización y lixiviación (lavado en el perfil del suelo).

SELECTIVIDAD
Al pastorear, el vacuno pone en juego su capacidad discriminativa, probablemente sobre la base
primordial de la suculencia, muy relacionada con la digestibilidad.
En general, la hoja es más atractiva que el tallo y la hoja en crecimiento activo más apetitosa que las
hojas viejas.
Hay una gran relación entre el valor nutritivo y selectividad; el vacuno posee un instinto alimentario por el
cual selecciona los alimentos que satisfagan lo mejor posible sus necesidades fisiológicas.
Los resultados experimentales demuestran que el forraje ingerido contiene más proteína, grasa y
digestibilidad y menos fibra que el que tenía el forraje antes del pastoreo (por corte). Estos cambios se
atribuyen a la selección de hojas por los animales. Por ejemplo, la alfalfa, debido a sus tallos duros, es
pastoreada mas selectivamente que el trébol blanco.
Además de la composición química del forraje, inciden en la selectividad la forma de presentación del
alimento, el tacto, el aroma, el gusto o la combinación de ellos.
Voisin agrega otro factor de selectividad: la búsqueda de placer en la rumia. En un pasto muy joven, el
vacuno tiene tendencia a buscar las plantas mas maduras. En un pasto más maduro, tiende a consumir
las plantas más jóvenes. Esto último parecería lógico, pero no lo primero. Voisin explica este hecho
porque el bovino que cosechó una planta demasiado joven, pobre en celulosa, se ve privado del placer de
una rumia prolongada. Por otra parte, tuvo dolores abdominales ocasionados por diarreas. Podemos
pensar que el animal, si puede elegir, vacilará en cosechar plantas similares a las que le han provocado
esos trastornos.
Otro aspecto en el que insiste el citado autor es que el bovino prefiere comida variada. En un ensayo con
cinco variantes, que duró varias semanas, se midió el nivel de aceptación, que fue en el siguiente orden:
¨ Trébol blanco + pasto ovillo
¨ Pasto ovillo
¨ Trébol blanco + festuca
¨ Trébol blanco + poa
¨ Festuca
Pero animales que pastorearon durante varias semanas pasto ovillo + trébol blanco, al ser llevados a esas
parcelas, la que menos comieron fue la de pasto ovillo + trébol.
En mezclas forrajeras, los bovinos comerán menos las especies de menor palatabilidad. Una o varias de
ellas se convierten en especies dominantes en detrimento de la mas comida. En estos casos, las altas
cargas son aconsejables para disminuir al máximo la selectividad.

3.- Metodologia agroecológica para resolver problemas como parasitos:


Los defensores de la Revolución Verde sostienen que los países de América Latina
deberían optar por un modelo industrial basado en variedades mejoradas ( en especial
transgenicos) y en el creciente uso de fertilizantes y pesticidas a fin de proporcionar
una provisión adicional de alimentos a sus crecientes poblaciones y economías. El
problema es que la biotecnología no reduce el uso de agroquímicos ni aumenta los
rendimientos.
Tampoco beneficia a los consumidores ni a los agricultores pobres. Dado este
escenario, un creciente número de agricultores, ONGs y otros propulsores de la
agricultura sostenible propone que en lugar de este enfoque intensivo en capital e
insumos, los países de la región deberían propiciar un modelo agroecológico que de
énfasis a la biodiversidad, el reciclaje de los nutrientes, la sinergia entre cultivos,
animales, suelos y
otros componentes biológicos, así como a la regeneración y conservación de los
recursos.
Una idea implícita en las investigaciones agroecológicas es que, entendiendo estas
relaciones y procesos ecológicos, los agroecosistemas pueden ser manejados para
mejorar la producción de forma más sustentable, con menores impactos
negativos ambientales y sociales y un menor uso de insumos externos. El diseño de
tales sistemas está basado en la aplicación de los siguientes principios ecológicos.

· Aumentar el reciclado de biomasa y optimizar la disponibilidad y el flujo


balanceado de nutrientes.
· Asegurar condiciones del suelo favorables para el crecimiento de las plantas,
particularmente a través del manejo de la materia orgánica y aumentando la actividad
biótica del suelo.
· Minimizar las pérdidas debidas a flujos de radiación solar, aire y agua mediante el
manejo del microclima, cosecha de agua y el manejo de suelo a través del aumento en
la cobertura.
· Diversificar específica y genéticamente el agroecosistema en el tiempo y el
espacio.
· Aumentar las interacciones biológicas y los sinergismos entre los componentes de la
biodiversidad promoviendo procesos y servicios ecológicos claves.

Estos principios pueden ser aplicados a través de varias técnicas y estrategias. Cada
una de ellas tiene diferente efectos sobre la productividad, estabilidad y resiliencia
dentro del sistema de finca, dependiendo de las oportunidades locales, la disponibilidad
de recursos y, en muchos casos, del mercado. El objetivo final del diseño
agroecológico es integrar los componentes de manera tal de aumentar la eficiencia
biológica general, y mantener la capacidad productiva y autosuficiente del
agroecosistema (Tabla 1). El objetivo es diseñar una trama de agroecosistemas dentro
de una unidad de paisaje, miméticos con la estructura y función de los ecosistemas
naturales.

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