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Técnicas de lectura rápida que te darán casi el Poder Mágico para leer más
Rápido e Inteligentemente en inglés o español
Imagina por un momento que la semana que viene tienes que presentar un trabajo
en tu Empresa ó en tu Escuela y que para hacerlo correctamente tienes que leer 3
libros. ¿No sería fantástico que además de darte tiempo para leerlos los
entendieras y así pudieras realizar un estupendo trabajo?
Leer deprisa utilizando técnicas de lectura rapida te permite leer más y memorizar
mayor cantidad de contenido en menos tiempo y con un mínimo de esfuerzo.
La primer cosa que debes preguntarte es: ¿Por qué estás leyendo el texto?
¿Estás leyendo por algún propósito en particular o simplemente por placer? ¿Qué
es lo que quieres saber después de haberlo leído?
Una vez que sepas esto, puedes examinar el texto para ver hacia que objetivo te
lleva. Si estás leyendo un libro, por ejemplo, una manera de hacerlo es leer la
introducción y los encabezados de cada capítulo. La introducción debe darte a
conocer a quién está dirigido el libro y qué pretende lograr. Los títulos de cada
capítulo te darán una idea general de la estructura del tema.
Hay varias técnicas de lectura rapida que se pueden utilizar cuando examinas
rápidamente.
Cómo Escanear:
Cuando estés escaneando, busca los organizadores que el autor usó, tales como
números, letras y pasos.
Mueve tus ojos rápidamente sobre las líneas, tratando de encontrar las
palabras claves relativas a la información que quieres encontrar.
Tan pronto encuentres alguna de las palabras clave que estás buscando,
detén el escaneado y comienza a leer normalmente
Para consultar la primera parte de “Técnicas de Lectura Rápida que usan los
grandes lectores” haz clic aquí.
Obviamente solo puedes hacer ésto si cuentas con el texto en papel. Si lo tienes
en formato electrónico, muchas veces conviene imprimirlo. Considera fotocopiar la
información de textos caros para asi poder leer y marcar sin remordimientos.
Revistas y periódicos
>>Noticias
Opinión
Presentación
Si estás leyendo una gran cantidad de material técnico con grado de dificultad,
será de gran utilidad recopilar un glosario (una lista alfabética, con significados de
las palabras o frases del texto) o fotocopiar un glosario existente. Mantenlo a tu
lado mientras lees; Seguramente también te será de utilidad anotar los conceptos
claves con tus propias palabras, y referirse a ellas cuando sea necesario.
Usualmente es mejor hacer notas mientras lees.
Cuando escaneas, checa como el autor organizo el texto, ya sea por números,
letras o pasos. Palabras de transición tales como: por ejemplo, por otro lado,
también, además, sin embargo, por consiguiente, primero, segundo, finalmente,
etc., pueden ser muy útiles cuando estás buscando detalles. También busca las
palabras que estan en “negritas” (boldeadas), impresas en letra cursiva o en un
tamaño y tipo de letra diferente o en color. Bien, ahora ya tienes todas las
herramientas para:
Utilizar las técnicas de lectura activa para seleccionar los puntos clave y
mantener tu mente enfocada en lo esencial
Estrategias de Lectura y
Comprensión Lectora
El Método “EPL-Triple R”
E = Examinar
Este es el primer paso en el que puedes ahorrar mucho tiempo. Comienza por
examinar rápidamente el texto antes de leerlo. Considera todo lo que destaca en
el texto: el índice, el temario, los títulos y sub-títulos, los encabezados en
“negritas”, las citas, las ilustraciones, los gráficos, las notas al margen y el
sumario. Ahora pregúntate: ¿de qué trata el texto? ¿cuáles son los temas
principales que se incluyen?
P = Preguntas
L = Leer
Ahora lee activamente el texto. Trata de encontrar las respuestas a tus preguntas,
pasando la mayor parte de tu tiempo en el material que creas importante. Este
proceso de Preguntas vs. Respuestas te ayuda a leer activamente, en vez de solo
ser un simple lector pasivo.
R1 = Repetir
Después de completar cada sección, aparta tu mirada del texto. Ahora trata de
repetir los puntos más importantes de tu lectura. Esta repetición te hará saber
claramente lo que has aprendido y lo que no. Vuelve a leer el texto las veces que
sean necesarias, hasta que logres repetir todos los puntos importantes de cada
sección.
Al mismo tiempo que estás repitiendo los puntos importantes del texto, también
puedes registrar o escribir toda la información que sientas que tienes que recordar.
Puedes registrar esta información en hojas de papel o en tarjetas de estudio para
poderlas utilizar posteriormente.
R3 = Revisar
Ahora revisa todo el material. Lee nuevamente los encabezados. Repite todas las
ideas y puntos importantes de cada sección del texto. Siempre has referencia a
tus notas escritas mientras revisas tu material: de esta forma es mucho más
sencillo que puedas recordar posteriormente los eventos, puntos básicos,
información importante, etc.
PEPL4R es una estrategia de lectura, que reafirma de una forma eficiente los
pasos básicos en el proceso de lectura. La P es para Propósito, la E es de
Examinar rápidamente, la P es de Preguntar, la L para Leer selectivamente y las
cuatro R’s son de Repetir, Registrar, Reflexionar y Revisar.
1.- Propósito
Antes de leer, pregúntate por qué estas leyendo ese texto en particular y qué es lo
que quieres obtener. Cuando hayas logrado tu propósito, en ese momento deja de
leer.
2.- Examinar
Examina rápidamente (“échale un ojo”) los aspectos más importantes del texto, –
el título, los encabezados, los párrafos principales y el sumario. Lo anterior te sirve
para obtener una visión general de la lectura y detectar qué ideas, problemas y
preguntas se abordan. Al hacer esto, el objetivo es encontrar la idea central, el
enfoque y la forma en la que el autor trata el tema del texto o sección que estás
revisando. Esta inspección debe llevarse a cabo en no más de unos pocos
minutos.
3.- Preguntar
TIP: En este paso, debes activar tus conocimientos previos acerca del tema para
facilitar y eficientar la compresión de la lectura. De esta manera también evitas
plantearte preguntas de las cuales ya conoces las respuestas.
En algunas ocasiones el texto “lista” las respuestas con la expresión “El primer
punto…, en segundo lugar…” y así sucesivamente. En otros casos tendrás que
leer cada párrafo cuidadosamente con el objeto de comprender el siguiente, y de
esta forma encontrar la idea principal “oculta” en el texto.
Sin que estés viendo el texto, repite las respuestas a tu(s) pregunta(s) utilizando
tus propias palabras tanto como sea posible. Si no lo puedes hacer
razonablemente bien, revisa nuevamente esa sección.
6.- Registrar
Escribe una breve reseña de tu(s) pregunta(s) y sus respuestas. Las respuestas
las debes de escribir en forma de frases cortas o “palabras clave”, no con
oraciones largas. Estas deben servirte para reforzar lo aprendido y como ayuda
para el paso de revisión en esta estrategia de lectura.
7.- Reflexionar
Normalmente en este punto ya podrás desarrollar el registro (paso 6), y tal vez
reorganizarlo ya sea en: frases formales, jerarquías, tablas, diagramas de flujo,
mapas mentales, o inclusive a través de simples “garabatos”.
Después, pasa por el mismo proceso, del paso 3 al 7, con la siguiente sección, y
así sucesivamente.
8.- Revisar
Examina tus notas “reducidas” del artículo o capítulo, viéndolas como un “todo”.
Esto te permite visualizar alguna clase de organización global que contiene toda tu
información a la vez. Después repite en voz alta utilizando las preguntas u otras
pistas como indicadores o estímulos para recordar.
Cuando lees libros de texto, manuales o cursos, existen varias etapas y niveles
para lograr tu objetivo. La pregunta a responder es: “¿Hasta este momento, he
comprendido lo suficiente para lograr mi objetivo? Si tu respuesta es afirmativa,
PARA DE LEER. Si no lo es, continúa leyendo.
Pasos a seguir:
Examinar rápida y selectivamente una lectura, son las técnicas más veloces y
eficientes de obtener lo que tú necesitas de los libros de texto, manuales o cursos.
Muchas personas piensan que hacen “trampa” al no leer todas y cada una de las
palabras en el libro, eso no es verdad. En realidad, te estás haciendo trampa a ti
mismo cuando pierdes el tiempo leyendo material no esencial para lograr tu
objetivo.
ESTE ARTÍCULO FORMA PARTE DEL BLOG ANTIGUO Y POR ESO NO SIGUE LA REGLA 3·6·9
Lo que tardes en leer y probar este artículo es lo que se tarda en leer un libro como este con un
método de lectura rápida.
Imagina poder tardar en leer los libros de la universidad, los expedientes del trabajo o los apuntes
de otro compañero tres o cinco veces más rápido que antes. Eso quiere decir poder leer en quince
minutos lo que antes tardabas una hora. Y solo necesitas 25 minutos de tu tiempo.
Con 14 años llegó a mi el método de lectura del recordman mundial Ramón Campayo. Ramón es
uno de los hombres con el coeficiente intelectual más alto del mundo y es capaz de leer 10-20
veces más rápido que la mayoría de personas (piénsalo fríamente, tarda una hora en leer lo que el
resto tarda diez o veinte horas). Lo mejor es que es un método sencillo que todos podemos usar
(yo soy un ejemplo de como terminarme en una tarde un libro en vez de semanas) y que podrás
ponerlo en práctica con veinte minutos de tu tiempo (más cinco minutos leyendo este artículo).
Lo que necesitarás es: un libro de texto (sin dibujos) de más de 200 páginas que se pueda
mantener abierto en una mesa, un bolígrafo, un cronómetro (el del móvil es perfecto) y 20
minutos sin interrupciones.
Conceptos básicos
No tienes que leer de una sola pasada. El truco se basa en hacer pequeños saltos dentro de cada
línea. Cada uno de esos saltos son como pequeñas fotografías que recogen el máximo contenido
en el mínimo tiempo posible. Estos saltos durarán entre un cuarto de segundo y medio segundo y
son la clave de la lectura rápida.
2- Debes eliminar el hábito de volver a leer lo que acabas de leer.
Gastar el tiempo en leer una y otra vez algo que ya se ha leído hace que pierdas un 30% de tu
tiempo de lectura. La principal razón es que pensamos en demasiadas cosas mientras leemos y eso
en parte se debe a leer demasiado despacio.
3- Debes entrenar a tus ojos para usar la visión periférica horizontal y para aumentar el número de
palabras que se ven por salto.
Sin entrenamiento la visión predominante es la visión central que reduce en un 50% el número de
palabras que pueden leerse en cada salto visual.
Lo primero que debes saber es cual es tu velocidad de lectura. Coge tu libro de práctica y cuenta
las palabras que hay en cinco líneas. Una vez tengas ese número divídelo entre cinco y tendrás la
media de palabras por línea.
Coge tu cronómetro y ajústalo en un minuto exacto. Empieza a leer hasta que suene tu
cronómetro. No leas más rápido que de costumbre e intenta comprender lo que lees. No hagas
trampas y no te entretengas mirando el cronómetro y pensando si sonará o sí se habrá roto. Al
acabar cuenta todas las líneas que has leído y multiplícalo por el número de palabras por línea que
has calculado antes. Rodea con un círculo ese número.
1- Técnica (2 minutos):
Practica usando tu bolígrafo para señalar y disparar. Subraya cada línea que leas centrándote en la
punta del bolígrafo. No te centres en entender lo que lees sino en aprender la técnica. Cada línea
deberá ser leída y subrayada en, como máximo, 1 segundo. Lee, pero bajo ninguna circunstancia
pases más de 1 segundo por línea.
2- Velocidad (3 minutos):
Repite la técnica subrayando cada línea durante medio segundo. Puede que no entiendas nada
pero entra dentro de nuestro plan. Subraya durante los 3 minutos que dura este ejercicio y no
pases más de medio segundo en cada línea sin dejar de leer. Concéntrate y no dejes volar tu
imaginación. Es algo muy común en esta parte del ejercicio acabar pensando en otras cosas.
Si te centras solo en lo que tienes frente a ti te perderás dos tercios de información. Si consigues
usar tu visión periférica podrás aumentar en un 300% tu velocidad.
1- Técnica (1 minuto):
Usa el bolígrafo para dar saltos en cada línea. Empieza colocando tu bolígrafo en la primera
palabra de la linea y después llévalo hasta la última palabra. Este proceso no debe durar más de 1
segundo y tu intención es intentar captar el máximo de palabras fijándote siempre en la punta del
bolígrafo.
No te preocupes por comprender e intenta aumentar la velocidad cada vez que pases de página.
Lee, pero bajo ninguna circunstancia bajes el ritmo de una linea por segundo.
2- Técnica (1 minuto):
Vuelve a repetir el ejercicio apuntando ahora a la segunda y penúltima palabra de cada línea.
3- Velocidad (3 minutos):
Repite el ejercicio apuntando ahora a la tercera y antepenúltima palabra de cada linea. Esta vez,
debes cambiar de linea cada medio segundo.
Puede que no entiendas nada, es algo normal. Puliendo la técnica acostumbrarás a tus reflejos a
poder fijarte y entender cada palabra que fotografíes. No bajes el ritmo de una linea cada medio
segundo durante los 3 minutos. Céntrate en el bolígrafo y mantén la velocidad. Son solo 3
minutos, no pienses que es un ejercicio eterno y tampoco pienses en lo que te vayas a poner el fin
de semana. Concéntrate.
Empieza una nueva página y lee durante un minuto como lo harías normalmente (sin bolígrafos ni
puntos de apoyo) lo más rápido que puedas manteniendo la comprensión. Multiplica el número de
líneas al acabar por el número de palabras por línea que calculaste antes y tendrás tu nuevo
número de palabras por minuto. Compáralo con el número rodeado anterior a ver si has mejorado
o no (te aseguro que sí).