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La lengua española y sus origenes

La historia del idioma español comienza con el latín vulgar del Imperio romano,

concretamente con el de la zona

central del norte de Hispania. Tras la caída del Imperio romano en el siglo V, la

influencia del latín culto en la gente

común fue disminuyendo paulatinamente. El latín hablado de entonces fue el

fermento de las variedades romances hispánicas, origen de la lengua española. En

el siglo VIII, la invasión musulmana de la Península Ibérica hace que se formen

dos zonas bien diferenciadas. En Al-Ándalus, se hablarán los dialectos romances

englobados con el términomozárabe (esto es, influidos por el árabe), además de

las lenguas de la minoría extranjera-invasora alóctona (árabe ybereber).

Mientras, en la zona en que se forman los reinos cristianos desde pocos años

después del inicio de la dominación

musulmana, comenzará una evolución divergente, en la que surgen varias

modalidades romances: la catalana, la navarro-aragonesa, la castellana, la astur-

leonesa y la gallego-portuguesa.

A partir de finales del siglo XI es cuando comienza un proceso de asimilación o

nivelación lingüística, principalmente, entre los dialectos románicos centrales de

la península ibérica: astur-leonés, castellano y navarro-aragonés, pero también

del resto. Este proceso es el que dará como resultado la formación de una lengua

común española, el español.[45] Cada vez son más los filólogos que defienden

esta teoría (Ridruejo, Penny, Tuten, Fernández-Ordóñez). Sin embargo, otros

filólogos siguen defendiendo los postulados pidalianos del predominio del dialecto

castellano en la formación del español y su expansión por un proceso de

castellanización por el resto de territorios peninsulares.


El dialéctico románico castellano, uno de los precursores de la lengua española,

se originó en el condado medieval deCastilla (sur de Cantabria y norte de

Burgos), con influencia vasca y visigótica. Los textos más antiguos que contienen

rasgos y palabras de lo que será el castellano son los documentos escritos en

latín y conocidos como Cartularios de Valpuesta,[46] conservados en la iglesia de

Santa María de Valpuesta (Burgos),[47] un conjunto de textos que constituyen

copias de documentos, algunos escritos en fecha tan temprana como el siglo IX.

El director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua concluyó que «ese

latín "estaba tan alejado de la rectitud, presentaba un estado tan evolucionado o

corrompido" que, asegura, "se puede concluir que la lengua de los becerros de

Valpuesta es una lengua latina asaltada por una lengua viva, de la calle y que se

cuela en estos escritos"».[48] Las Glosas Emilianenses de finales del siglo X o

principios del XI, conservadas en el Monasterio de Yuso en San Millán de la

Cogolla (La Rioja), fueron consideradas porRamón Menéndez Pidal como el

testimonio más antiguo de lengua española. Sin embargo, posteriormente se

demostró que las formas escritas en esos documentos corresponden al romance

navarro-aragonés, no al romance castellano.[49]

Evolución de las lenguas del sur de Europa.Un momento decisivo en el

afianzamiento del idioma español se dio durante

el reinado de Alfonso X de Castilla y León, (1252-1284).[50] Si los cantares de

gesta estaban escritos en esa lengua vulgar-el español- y por eso mismo eran

populares, podría pensarse que las obras cultas y literarias producidas en la

Corte del citado rey deberían ser redactadas en latín, única lengua culta que

toda la Europa cristiana había admitido hasta esa época; por eso resultó una

verdadera revolución cultural el hecho de que Alfonso X el Sabio decidiese

dirigir un buen número de obras de elevada cultura redactadas en un idioma

hasta entonces desairado por las personas letradas por considerarlo demasiado
prosaico. Esto dio lugar al reconocimiento oficial del español, que podía alternar

desde entonces con el latín, un idioma respetado por todas las personas

ilustradas.[51]

El español se extendió por la península durante la Baja Edad Media debido a la

continua expansión de los reinos cristianos en este período,en la llamada

Reconquista. La incorporación a la Corona de Castilla de los reinos de León y

Galicia conFernando III de Castilla y la introducción de una dinastía castellana

en la Corona de Aragón con Fernando I de Aragón y más tarde, la unión final

peninsular con los Reyes Católicos acrecentaron la asimilación y nivelación

lingüística entre los dialectos de los diferentes reinos.

Antonio de Nebrija autor de la Gramática, la primera gramática de una lengua

europea moderna.En el siglo XV la lengua común española se había introducido en

gran parte de la Península Ibérica. En 1492 el sevillano Antonio de Nebrija

publicó en Salamanca su Grammatica, primer tratado de gramática de la lengua

española, y también primero de una lengua europea moderna.[52]

Se estima que a mediados del siglo XVI el 80% de los españoles hablaba

español.[53] En esa época ya había comenzado

el reajuste consonántico, que significó la reducción del sistema de fonémico al

pasar de seis consonantes sibilantes a

sólo una o dos según la variedad.

La colonización de América, iniciada en el siglo XVI expandió el idioma español

por la mayor parte del continente

americano. Tras conseguir la independencia los nuevos estados americanos

iniciaron procesos de unificación lingüística que terminaron de extender el


idioma español a través de todo ese continente, desde California hasta Tierra

del Fuego.

En España, desde la época de los borbones, se produjo una política centralista de

unificación lingüística y consiguiente minorización del resto de lenguas

vernáculas en favor de la lengua común española,[54] A lo largo del siglo XVII y

XVIII surgen infinidad de publicaciones periódicas y privadas en español. El

primero ve la luz en Madrid en 1661 de la mano de Julián Paredes ("Gazeta"),

siguiéndole numerosas publicaciones en Salamanca, León, Granada, Sevilla,

Zaragoza..etc. En los territorios bilingües también comienzan a aparecer

publicaciones periódicas en español. El primero fue en 1792, elDiario de

Barcelona, siendo también el primer periódico en español de Cataluña. Le

siguieron El Correo de Gerona (1795),Diario de Gerona (1807) y aún antes en

ciudades también bilingües como Palma de Mallorca (1778), Vigo o Bilbao.

EnAmérica a partir de 1770, el español pasó a ser la lengua normal en la

enseñanza, en detrimento de las

"lenguas generales" basadas en lenguas indígenas.

El idioma español siempre tuvo numerosas variantes que, si bien respetan el

tronco principal latino, tienen diferencias de pronunciación y vocabulario, como

sucede con cualquier otra lengua. A esto hay que agregar el contacto con los

idiomas de las poblaciones nativas, como el aimara, chibcha, guaraní, mapudungun,

maya, náhuatl, quechua, taíno y tagalo, entre otros, que hicieron también

contribuciones al léxico del idioma, no solo en sus zonas de influencia, sino en

algunos casos en el léxico global.

1. Lenguas

La capacidad de hablar es una de las facultades que nos diferencian de los demás animales.

Hay mamíferos y aves que se comunican mediante un "idioma" hecho con unos cuantos

sonidos, pero el lenguaje humano es mucho más rico y está altamente desarrollado. Una
lengua es una forma de organizar los sonidos para expresar ideas. El lenguaje humano se fue

desarrollando a lo largo de los siglos, y de ahí que se hablen tantos idiomas en la actualidad.

Los idiomas pueden agruparse en familias de origen común.

En el mundo hay unos cinco mil idiomas, subdivididos en muchisimos dialectos o formas

locales de los idiomas.

Lengua Española o Lengua Castellana

Lengua románica, derivada del latín, que pertenece a la subfamilia itálica dentro del conjunto

indoeuropeo; es el idioma de España y de las naciones hispanoamericanas, excepto Brasil,

Haití y la Guayana; cuenta con unos cuatrocientos millones de hablantes.

¿Castellano o español?

Esta lengua también se llama castellano, por ser el nombre de la comunidad lingüística que

habló esta modalidad románica en tiempos medievales: Castilla. Existe alguna polémica en

torno a la denominación del idioma; el término español es relativamente reciente y no es

admitido por los muchos hablantes bilingües del Estado Español, pues entienden que español

incluye los términos valenciano, gallego, catalán y vasco, idiomas a su vez de consideración

oficial dentro del territorio de sus comunidades autónomas respectivas; son esos hablantes

bilingües quienes proponen volver a la denominación más antigua que tuvo la lengua,

castellano entendido como ‘lengua de Castilla’.

En los países hispanoamericanos se ha conservado esta denominación y no plantean dificultad

especial a la hora de entender como sinónimos los términos castellano y español.

Renunciar al término español plantearía la dificultad de reconocer el carácter oficial de una

lengua que tan abierta ha sido para acoger en su seno influencias y tolerancias que han

contribuido a su condición. Por otro lado, tanto derecho tienen los españoles a nombrar

castellano a su lengua como los argentinos, venezolanos, mexicanos, o panameños de

calificarla como argentina, venezolana, mexicana o panameña.

2. Orígenes

La base del idioma Español es el latín vulgar, propagado en España desde fines del siglo III

a. C., que se impuso a las lenguas ibéricas y al vasco.


El latín, la lengua de Roma.

Los abundantes documentos que nos quedan del latín provienen de los textos literarios. Pero

si queremos conocer los verdaderos orígenes de nuestra lengua, tenemos imaginar como

hablaban los hombres y mujeres del Imperio. Efectivamente, las lenguas romances no

derivan del latín escrito en la literatura, sino del latín hablado en las calles y en las plazas. Y

las diferencias entre una y otra variedad lingüística son importantes. En el aspecto fónico, el

latín literario diferenciaba diez vocales (cinco largas y cinco breves) y esa longitud de la

vocal podía modificar el significado de una palabra. El latín oral reemplazó esa distinción por

el acento de intensidad, que persiste como rasgo distintivo de nuestra lengua. En el plano

morfológico, los sustantivos y los adjetivos se declinaban lo que significa que adoptaban una

terminación diferente según cual fuera la función que desempeñaban en la oración.

Esta característica del latín literario era reemplazada en el latín oral por un aumento en la

cantidad de preposiciones, tal como sucede en el castellano actual. En lo referente al

aspecto sintáctico, el latín literario empleaba con frecuencia el hipérbaton en tanto que el

latín oral ordenaba la oración con una regularidad casi constante y similar a la de nuestra

lengua. Una relación lógica por parte, si se tiene en cuenta que una lengua evoluciona y se

modifica con mayor dinamismo en su variante oral que en la escrita.

Otros elementos conformadores del lexico español

Otro elemento conformador del léxico en el español es el griego, puesto que en las costas

mediterráneas hubo una importante colonización griega desde el siglo VII a.C.; como, por

otro lado, esta lengua también influyó en el latín, voces helénicas han entrado en el español

en diferentes momentos históricos.

3. Los primeros invasores de la península

Antes de la llegada de los romanos, la península ibérica estaba poblada por diversas

comunidades.

A ambos lados de los Pirineos, se agrupaban diversos pueblos que poseían una lengua común,

la vascuence. En el sur los nativos establecían relaciones comerciales con los fenicios.
Hacia el siglo VII a. C. Los Celtas, provenientes del sur de Alemania, invadieron la península

y establecieron en Galicia y Portugal. Fusionados con loa iberos formaron el grupo de los

Celtíberos.

Si bien cada una de estas comunidades poseían su propia lengua, es posible suponer que se

influían entre si.

La invasión Germánica

En el año 409 se produjo en España la invasión de pueblos provenientes del norte(los

visigodos), entraron en la península por los Pirineos. No eran muy numerosos. Se instalaron

principalmente en la meseta castellana. En un principio no se unían con los pobladores

hispano - romanos, pero con el tiempose fueron romanizando tanto los hispano-romanos como

los visigodos, mantuvieron su lengua, aunque recibieron influencias que, en el caso del

castellano, se advierten principalmente en el léxico.

La influencia Vasca

Junto a estos elementos lingüísticos también hay que tener en cuenta al vasco, idioma cuyo

origen se desconoce, aunque hay varias teorías al respecto. Algunos de sus hábitos

articulatorios y ciertas particularidades gramaticales ejercieron poderosa influencia en la

conformación del castellano por dos motivos: el condado de Castilla se fundó en un territorio

de influencia vasca, entre Cantabria y el norte de León; junto a eso, las tierras que los

castellanos iban ganando a los árabes se repoblaban con vascos, que, lógicamente, llevaron

sus hábitos lingüísticos y, además, ocuparon puestos preeminentes en la corte castellana

hasta el siglo XIV. Del substrato vasco proceden dos fenómenos fonéticos que serán

característicos del castellano.

La otra herencia del vasco consiste en que ante la imposibilidad de pronunciar una f en

posición inicial, las palabras latinas que empezaban por ese fonema lo sustituyeron en épocas

tempranas por una aspiración, representada por una h en la escritura, que con el tiempo se

perdió.

La invasión de los árabes


En el año 711 se produjo la invasión árabe en España. Los musulmanes llevaron adelante la

conquista con una fuerza inusitada. Así consiguieron abarcar toda la península, desde el sur

hacia el norte.

La invasión árabe tenía un objetivo religioso. Por este motivo la lucha entre el mundo

hispano-románico y el árabe se transformó en una lucha entre dos civilizaciones: la cristiana

y la musulmana. La prolongada permanencia de los árabes en España y el contacto estrecho

entre ambos pueblos generaron una cultura nueva que abarcó no solo lo lingüístico, sino

también la literatura, la arquitectura, el arte y las costumbres.

En lo referente a la lengua los mozárabes hablaban un romance arcaico con gran cantidad de

arabismos. Algunos seguían profesando el cristianismo, pero solían escribir con caracteres

árabes. En cuanto a literatura produjeron una composición poética de metro y lenguaje

híbridos, el zéjel.

La convivencia entre ambas culturas permitía reconocer dos Españas: la España musulmana,

floreciente y lujosa, y la España cristiana, empobrecida y asolada por las guerras. Sin

embargo la España cristiana valorizaba la cultura.

4. La Historia del Castellano

En la formación del español cabe distinguir tres grandes periodos: el medieval, también

denominado del castellano antiguo, fechado entre los siglos X al XV; el español moderno, que

evolucionó desde el siglo XVI a finales del XVII, y el contemporáneo, desde la fundación de

la Real Academia Española hasta nuestros días.

El castellano medieval

El nombre de la lengua procede de la tierra de castillos que la configuró, Castilla, y antes del

siglo X no puede hablarse de ella. Por entonces existían cuatro grandes dominios lingüísticos

en la Península.

El Castellano fue tan innovador en la evolución del latín como lo fueron los habitantes de

Castilla en lo político.

En el sur, bajo dominio árabe, hablaban mozárabe las comunidades hispanas que vivían en

este territorio y conservaron su lengua heredada de épocas anteriores. La mantuvieron sin

grandes alteraciones, bien por afirmación cultural que marcara la diferencia con las
comunidades judía y árabe, bien por falta de contacto con las evoluciones que se estaban

desarrollando en los territorios cristianos. En esta lengua se escriben algunos de los

primeros poemas líricos romances: las jarchas, composiciones escritas en alfabeto árabe o

hebreo, pero que transcritas corresponden a una lengua arábigo-andaluza.

El primer paso para convertir el castellano en la lengua oficial del reino de Castilla y León lo

dio en el siglo XIII Alfonso X, que mandó componer en romance, y no en latín, las grandes

obras históricas, astronómicas y legales. El castellano medieval desarrolló una serie de

fonemas que hoy han desaparecido.

Desde el punto de vista gramatical ya habían desaparecido las declinaciones del latín y eran

las preposiciones las que señalaban la función de las palabras en la oración. Los adjetivos

posesivos iban precedidos de artículo.

El español del siglo XII ya era la lengua de los documentos notariales y de la Biblia que

mandó traducir Alfonso X.

El castellano moderno

La publicación de la primera gramática castellana de Elio Antonio de Nebrija en 1492, fecha

del descubrimiento de América y de la toma de Granada por los Reyes Católicos, establece la

fecha inicial de la segunda gran etapa de conformación y consolidación del idioma.

A esta época pertenecen el cambio de las consonantes que altera y consolida

definitivamente el sistema fonológico del español.

Desde el punto de vista del léxico adquirió una gran cantidad de neologismos, pues a estos

momentos correspondió la expansión de Castilla y, por lo tanto, el contacto con otras

culturas. Consiguió consolidarse como lengua dominante frente a otros dialectos

peninsulares al llevarse a cabo la unidad política de Castilla y Aragón y ser el castellano la

lengua de los documentos legales, de la política exterior y la que llegó a América de la mano

de la gran empresa realizada por la Corona de Castilla, ya fijada en la gramática normativa

de Nebrija.

En Francia, Italia e Inglaterra se editaban gramáticas y diccionarios para aprender español,

que fue la lengua diplomática hasta la primera mitad del siglo XVIII. En esta etapa de la

lengua se llegó al esplendor literario que representan los autores del siglo de oro. El léxico
incorpora palabras originarias de tantas lenguas como contactos políticos tenía el imperio.

Del italiano entran en el español desde el siglo XV al XVII los nombres de la métrica y

preceptiva literaria.

Los americanismos, que comienzan a entrar en el siglo XVI, ofrecen una lista referida a las

realidades que en Europa no se conocían y que son españolismos tomados por las lenguas

europeas que proceden del quechua y el guaraní. Los términos más antiguos, proceden de los

arawak.

El español contemporáneo

En el año 1713 se fundó la Real Academia Española. Su primera tarea fue la de fijar el idioma

y sancionar los cambios que de su idioma habían hecho los hablantes a lo largo de los siglos.

En esta época se había terminado el cambio fonético y morfológico y el sistema verbal de

tiempos simples y compuestos era el mismo que ha estado vigente hasta la primera mitad del

siglo XX.

Los pronombres átonos ya no se combinaban con las formas de participio y, gracias a la

variación morfológica, los elementos de la oración se pueden ordenar de formas muy

diversas con una gran variedad de los estilos literarios.

5. Los Dialectos

Hasta la irrupción de la radio y la televisión en la sociedad —en la segunda mitad de este

siglo—, era relativamente fácil diagnosticar por los hábitos fonéticos y la entonación la

pertenencia de un determinado hablante a su correspondiente área dialectal. Hoy, aunque

también se siguen dando estas diferencias, la imitación de la norma que esos medios han ido

creando entre los hablantes, hace que la pertenencia a diferentes comunidades lingüísticas

no sea tan clara ni tan rotunda.

Del mapa lingüístico medieval ibérico surgieron variedades lingüísticas que algunas se

convirtieron en lenguas y otras, con el paso del tiempo, se transformaron en dialectos de

alguna de ellas. Entre las variedades relacionadas con el español se encuentran: el leonés,

que se habló desde Asturias hasta las tierras de Cáceres y que, ya a finales del siglo XV,

había dejado su lugar de idioma en pugna con el castellano para ocupar el puesto de mera

variedad dialectal; el aragonés, con una situación análoga al leonés, que se habló en el reino
de Aragón y cuyas fronteras naturales son los Pirineos por el norte, la cordillera Ibérica por

el oeste y los límites de Cataluña y Valencia por el este. A partir del siglo XIV, como

consecuencia de la conquista de Andalucía por los castellanos, surgió el andaluz, que integró

algunos rasgos del mozárabe, como un auténtico dialecto del castellano. El extremeño, que

empezó siendo una variedad fronteriza del leonés y el castellano se ha consolidado como uno

de los pocos dialectos hoy todavía identificables por sus aspiraciones implosivas y su

peculiar léxico. El riojano, que se habló en La Rioja, y que tan decisivamente influyó en el

castellano escrito de los primeros tiempos, era una variedad dialectal del aragonés. Otro

dialecto de fronterizo aún vigente lo representa el murciano, en el que confluyeron el

castellano, el aragonés y el valenciano, variedad catalana. En las islas Canarias existe el

canario, cuya entonación, léxico y fonética influyeron en el español americano del istmo y

norte de Sudamérica.

En el siglo XVI el castellano sirvió de base para la creación de un sabir o lengua de

intercambio en el Mediterráneo. Un siglo después se configura otro sabir en el Caribe, que

luego se criolliza para dar paso al papiamento de Curaçao. Los jesuitas que entraron en

contacto con los indios guaraníes crearon otra lengua de intercambio conocida como lengua

general.

En cuanto al continente americano, no han faltado autores que calificaban de dialectos a

cada una de las variedades lingüísticas que se han consolidado en los respectivos países.

La dialectología del español en América debe hacerse por cada país antes de que la

homogeneidad que imponen la radio, el cine y la televisión borren las fronteras dialectales

que aún existen.

6. La Gramática Española

Desde el punto de vista de la clasificación de las lenguas, el español es una lengua flexiva,

aunque en menor medida de lo que fue el latín.

Morfología y sintaxis

El nombre ya había perdido las desinencias de caso en el latín tardío del siglo VI. En su lugar

el español, como las demás lenguas románicas mediterráneas, sustituyó por un procedimiento

sintáctico lo que fue en principio morfológico.


Una ordenación diferente y peculiar del sujeto está presente en las oraciones interrogativas

del español que se habla en toda la zona de influencia del Caribe. Mientras que en las demás

variedades del idioma el sujeto de una oración interrogativa va pospuesto al verbo de

acuerdo con el esquema: pronombre interrogativo-verbo-sujeto, como ¿qué quieres tú?, en

esa variedad el orden de la oración es: pronombre interrogativo-sujeto-verbo, como por

ejemplo ¿qué tú quieres? No se trata, como algunos estudios señalaron, de ningún anglicismo

sintáctico, sino de una evolución interna del idioma relacionada con otros hechos, como el

cambio en la determinación y la pérdida de algunas desinencias verbales, consecuencia de la

relajación de los fonemas finales y su consiguiente neutralización.

Los verbos redujeron a tres las cuatro conjugaciones del latín. Posee desinencias para las

personas, el número, el tiempo, el modo y la voz. En el caso de la segunda persona, el español

canario, andaluz occidental y americano, salvo algunas zonas colombianas, ha conservado las

formas del siglo XVII y ha desarrollado una conjugación para el singular basada en la

concordancia originaria con vos, segunda persona del plural; las formas correspondientes a

tú se consideraron vulgares y hasta humillantes, y por esa razón la persona de confianza

reconocida como digna de respeto fue tratada de vos; a su vez, las personas de menor

confianza reciben el mismo tratamiento que en la península; son usted y concuerdan con la

tercera persona. El cambio afecta por igual a la conjugación verbal y al paradigma de los

pronombres personales y se denomina voseo al cambio en el empleo de tú por vos, tanto en el

verbo como en los pronombres, así como en los posesivos que también necesitan la

concordancia de persona. Hoy se observa una tendencia a aceptar el paradigma peninsular

entre las clases urbanas y cultas, sobre todo las argentinas.

La voz verbal

En el caso de la voz, las cosas no son tan claras como aparecen en algunos manuales. La voz

activa emplea haber como verbo auxiliar para formar los tiempos compuestos.

En la voz pasiva todos los tiempos se forman con el auxiliar ser, también gramaticalizado, y

no existen más desinencias de pasiva que las que comporta el auxiliar.

El verbo carece de desinencia de aspecto, pero existe una serie de perífrasis con claro valor

aspectual de acción en desarrollo.


Otro hecho relacionado con el cambiante paradigma de la voz es la conjugación pronominal,

que empezó siendo una conjugación reflexiva y que hoy ha adquirido valor de voz media,

como nos tomamos unos cafés. En esos casos el pronombre átono recibe el nombre de

anáfora. Este fenómeno no aparece tan extendido en el español americano.

7. Otros rasgos del español

El español también se caracteriza por su constante empleo del pronombre se, y el uso vivo

del subjuntivo. Entre las características heredadas del latín debe destacarse la sintaxis y

los procedimientos sintácticos para matizar, calificar o convertir en nombres, y, por tanto,

sujetos, a oraciones completas.

El español en el mundo

El español es, por número de hablantes, la tercera lengua del mundo. Pese a ser una lengua

hablada en zonas tan distantes, existe una cierta uniformidad en el nivel culto del idioma que

permite a las gentes de uno u otro lado del Atlántico entenderse con relativa facilidad. Las

mayores diferencias son de carácter suprasegmental, es decir, la variada entonación, fruto

al parecer de los diversos substratos lingüísticos que existen en los países de habla

hispánica. La ortografía y la norma lingüística aseguran la uniformidad de la lengua; de ahí la

colaboración entre las diversas Academias de la Lengua para preservar la unidad, hecho al

que coadyuva la difusión de los productos literarios, científicos, pedagógicos,

cinematográficos, televisivos, ofimáticos, comunicadores e informáticos.

Desde España se ha elaborado el primer método unitario de enseñanza del idioma que

difunde por el mundo el Instituto Cervantes. El trabajocoordinado de las Academias ha

cristalizado en la "Elaboración de la norma culta de las grandes ciudades", que presta

especial atención a la fonología y el léxico. Es el segundo idioma hablado en Estados Unidos,

que cuenta con varias cadenas de radio y televisión con emisiones totalmente en español;

asimismo, y por razones estrictamente económicas, es la lengua que más se estudia como

idioma extranjero en los países no hispánicos de América y Europa. Lejanos ya los tiempos

en que fue considerada la lengua diplomática, cuando fue sustituida por el francés, hoy es

lengua oficial de la ONU y sus organismos, de la Unión Europea y otros organismos

internacionales. Ha sido incluido como idioma dentro de las grandes autopistas

internacionales de la información como Internet, lo que asegura la constante traducción de


las innovaciones informáticas, su difusión e intercomunicación. Donde aparece más incierto

el futuro del idioma es en el continente africano, abandonado por razones políticas a la

voluntad de sus hablantes; no hay que olvidar que todavía sirve de lengua diplomática junto al

francés para el pueblo saharaui. No obstante, todo parece augurar que en el próximo siglo

será una de las lenguas de mayor difusión, y quién sabe si en momentos de deseable

mestizaje no dé lugar a una lengua intermedia que asegure la comunicación con el continente

americano en su conjunto.

El Castellano en América

La colonización comenzó a fines del siglo XV, cuando ya el castellano había adquirido sus

caracteres esenciales. Pero los hablantes que llegaron a América provenían de diferentes

regiones españolas y pertenecían a diversas condiciones sociales y culturales. Esta variedad

es una de las primeras razones por las cuales se reconocen diferencias entre las variantes

habladas en América y las que se registran en España.

Cuando los conquistadores y los misioneros llegaron a nuestro continente, encontraron una

amplia variedad de comunidades, cada una de las cuales poseía su propia lengua.

El castellano se impuso sobre las lenguas nativas. Los indígenas aprendieron la lengua de los

conquistadores y de los misioneros. En la mayoría de los casos hablaron el castellano con

modificaciones atribuibles a sus propios hábitos lingüísticos. En otros casos conservaron su

lengua con la incorporación de algunos hispanismos.

Si bien el castellano predominó sobre las lenguas nativas americanas, éstas dejaron su

influencia.

8. El castellano actual

El castellano es la lengua romance de mayor difusión en el mundo actual. Se habla en casi

toda la península ibérica, en el sudoeste de U.S.A., en todo México, en toda América Central

y América del Sur (a excepción de Brasil y Guayanas) y es la lengua de un grupo minoritario

de hablantes de Filipinas.

Esta vasta difusión geográfica trae como consecuencia una gama importante de variantes

dialectales. Esto hace suponer que al cabo de los siglos e inevitablemente, el castellano

debería seguir el destino del latín: fraccionarse en distintas lenguas nacionales.


Aparentemente, la velocidad de los medios de comunicación y la amplia difusión de la lengua

escrita en la literatura y en los medios masivos, hacen que la gran mayoría de los

hispanohablantes maneje una variedad de lengua común, en la que todos se entienden a pesar

de las diferencias regionales. La escuela funciona como un organismo unificador que tiende a

que los hablantes se comuniquen con un número cada vez mayor de hablantes de otras

regiones. Entonces si bien somos conscientes que la lengua evoluciona inevitablemente,

también debemos creer en la necesidad de mantener una unidad lingüística que permita la

comunicación eficaz y fluida entre la mayoría de los hispanohablantes.

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