Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
LA RELACION MENTOR-DISCIPULO
Existen cinco características que contribuyen a que la relación entre mentor y mentorado sea
eficiente y satisfactoria:
1. Relación personal: Notamos la importancia de esta relación personal entre Moisés y Josué,
Pablo y Timoteo, por mencionar dos ejemplos prominentes. Sin embargo, en las iglesias con todas
sus fluctuaciones no siempre existen esta clase de relaciones, basadas en años de conocerse o
haber sido miembros de la misma iglesia. Muchas veces, mentor y alumno entran en relaciones
convenidas para lograr ciertos propósitos. Esto no es nada extraño, más bien en muchos casos lo
normal. Será de gran ayuda para ambas partes, establecer relaciones personales basadas en el
respeto mutuo, la confianza y el propósito común de librar el potencial que Dios ha conferido al
mentoreado.
2. Atracción:El alumno debía sentir cierta inclinación hacia el mentor, y viceversa. El mentor tendrá
mayor influencia si el alumno se siente atraído por sus buenas perspectivas, experiencia, valores,
entrega, sabiduría perceptible, buenos puntos de vista, carácter, conocimientos e influencia. Esto
implica una relación de confianza y respeto.
3. Correspondencia:El alumno debe mostrar la disposición y la voluntad de aprender algo del
mentor. Esta actitud es crucial para el “mentoreado”. Un espíritu dispuesto, correspondiente y
abierto de parte del alumno, y la atención, el cuidado y cierta finura de parte del mentor, aceleran
el proceso y acrecientan la capacitación. La correspondencia mutua facilita a ambos lograr las
metas de la mentoría: la potenciación del alumno en sus facultades
Mentoría y poder:
Hay un “trío”, es decir tres tipos de ejercer poder, que caracterizan a un mentor:
1. Poder personal, carisma, relaciones interpersonales.
2. Poder posicional, basado en el puesto que ocupa en la red relacional de una organización.
o comunidad
3. Poder espiritual, basado en la relación personal que el mentor tiene con su Dios. Para un
mentor cristiano, este tipo de poder es crucial, por no decir indispensable. Los puntos 1 y 2
forman parte del trío en mención y son de mucha ayuda, pero si falta el elemento 3, temo
que los dos anteriores no serán suficientes para llevar al mentor a una gestión de éxito.
El poder espiritual del mentor depende de su vida con el Señor Jesucristo, su obediencia a la
Palabra de Dios, su vida devocional. El mentor no tiene que temer el involucrarse en este proceso
de ejercer su ministerio en el poder de Dios, pues Dios pone su poder y su sabiduría a nuestro
alcance.
El mentor no tiene por qué temer este proceso, porque poder espiritual es un potencial
expansible, y no materia prima limitada. Algunas maneras de potenciar al “mentoreado” pueden ser
las siguientes:
Asígnele trabajos importantes, y haga que las unidades de aprendizaje guarden relevancia
con el ministerio
Procure extender paulatinamente las responsabilidades asignadas.
Celebre los logros del mentoreado, no los del mentor.
Provea los recursos necesarios, tales como el conocimiento contextual, recursos físicos e
informativos, soporte intelectual y relacional etc.
Establezca una red de relaciones provechosas con otras personas y tal vez con la
organización (el entorno eclesial), en la cual el mentoreado servirá más adelante.
De ayuda siempre es el establecimiento de una “auto-supervisión” para el alumno.
Crea estructuras y sistemas que les serán de ayuda al mentoreado.
Desarrolle metas y ante todo el carácter de la persona que le ha sido encomendada
4. Exigen más de los necesario: En 1 Reyes 19:16 nos revela que Dios le dijo a
Elías que ungiera a Eliseo. Sin embargo cuando Eliseo pidió la unción, Elías le
pidió condiciones que Dios no le había dicho que pidiera. ¡Este es el clásico error
de muchos mentores! Exigen más a otros de lo que le exigieron a ellos mismos.
No debemos de exigirle más de lo que Dios les exige ni hacerle el camino más
duro de lo necesario a nuestros discípulos aunque a nosotros se nos haya hecho
difícil lograr lo que somos hoy. Aquél que de veras tiene un corazón de mentor lo
demuestra al buscar que su pupilo alcance su meta sin tener que pasar por todas
las dificultades que él tuvo que pasar.
1. Escucha Activa
Escuchar en forma activa constituye destreza más elemental que usted empleará en toda su relación.
La escucha activa no solamente establece una relación personal, sino que también crea un ambiente
positivo y de aceptación que permite una comunicación abierta. Al escuchar activamente, usted podrá
determinar los intereses y las necesidades de su protegido. Entre otros, se mencionan los siguientes
ejemplos:
• Demuestre interés en lo que su protegido esté diciendo y ofrezca sus reflexionessobre los aspectos
importantes que le haya comentado para demostrarle que ha entendido.
• Utilice el lenguaje corporal (por ejemplo, haciendo contacto visual) para probar que usted está
poniendo atención a lo que él o ella está diciendo; y
• Si se está comunicando con su protegido por teléfono, reduzca o elimine el ruido de fondo y limite
las interrupciones. Su protegido sentirá que cuenta con toda su atención. Al utilizar el correo
electrónico, responda en un lapso de 24 horas de ser posible, y asegúrese de que su mensaje
transmita una respuesta al llamado original de su protegido.
2. Construcción Gradual de la Confianza
Como modelo a seguir, usted deberá tener sus propias metas profesionales y personales y
compartirlas, cuando resulte apropiado, con su protegido. También es probable que él o ella le
formulen preguntas sobre la manera en la que usted define y alcanza sus propias metas. Además,
usted puede ayudar a su protegido a identificar y alcanzar sus propias metas profesionales y
personales. También podrá cultivar la capacidad de su protegido para aprender y alcanzar sus propias
metas haciendo lo siguiente:
• Describa las experiencias, errores y éxitos que usted u otros hayan encontrado en el camino hacia el
logro de sus metas;
• Hable con su protegido(a) sobre las personas y los eventos que le han servido a usted como fuente
de inspiración y motivación; y
• Preséntelo(a) con aquellos colegas suyos que puedan representar contactos adicionales útiles o
modelos de inspiración. Reflexionar sobre su práctica de mentoring, destacar el uso de las destrezas
clave de mentoring haciendo notar el avance logrado en la relación y solicitar la opinión de su
protegido son, todas ellas, maneras excelentes de evaluar si usted está empleando o no estas
destrezas.
Etapas de las Relaciones Formales de Mentoring
Al igual que ocurre en la mayoría de las relaciones, las de mentoring avanzan por etapas. Es probable
que su relación formal de mentoring refleje cuatro etapas de desarrollo y que cada etapa constituya
una parte implícita de la siguiente:
I. Construcción de la Relación
II. Intercambio de Información y Definición de Metas
III. Trabajo Encaminado a la Consecución de Metas / Profundización del Compromiso
IV. Terminación de la Relación Formal de Mentoría y Planificación para el Futuro
Durante la Etapa III, que generalmente es la más larga, usted ayudará a su protegido a trabajar en el
logro de sus metas mediante conversaciones, compartiendo materiales escritos, poniendo en práctica
diversas actividades de aprendizaje y de desarrollo, y presentando a su protegido con otros colegas.
Ésta es una fase valiosa que se caracteriza por la apertura y la confianza, por conversaciones
significativas y por la aplicación de nuevas percepciones y enfoques. En esta etapa, su protegido(a)
necesita de su aliento continuo. Tal vez también se sienta usted lo suficientemente cómodo como
para desafiar a su protegido a pensar en nuevas formas de abordar un problema de manera diferente.
Éste es un buen momento en la jornada dementoring para reflexionar sobre el avance que se ha
logrado hacia la consecución de las metas y sobre la relación en sí. Considere hacer comentarios
sobre lo siguiente: