Sie sind auf Seite 1von 28

LA ÉTICA CIVIL

www.mercaba.org/dictm/tmeticacivil.htm.

La ética civil señala una instancia normativa social, indica el grado de maduración de la ética de
una sociedad, el nivel alcanzado por la misma, apuntando hacia una idea donde abarca a los
hombres de una época determinada, la ética civil marca el nivel ético de una sociedad y a su
sensibilidad moral impulsada a la humanidad en determinado momento de su historia.
La ética civil no presenta ninguna unidad sino la pluralidad de sus cosmovisiones compartiendo
únicamente valores orientaciones morales que se deducen de la diversidad de los modelos de
la vida buena según Aristóteles. Advirtiéndose que la ética civil se sitúa en algo más que la
felicidad o la vida buena seria entonces sus aspiraciones personales de vida compartidas por
otras personas en la religión, cultura, tradición y en común la vida misma
La ética civil según como la concebimos es más que relativismo o localismo. Acepta contra los
postmoderno es una ética del ciudadano, es la ética de la conciencia del hombre rodeado de
problemas comunes, siendo la ética cívica la antropología social del ser humano, hecha norma
en un momento histórico social esta se alimenta de las grandes tradiciones morales, de las
corrientes del pensamiento, éticas de la humanidad involucrándose de una manera importante
la religión siendo una de sus grandes corrientes que la alimentan sin ambigüedades ni conflictos.

Funciones de la Ética Civil


Su función va dirigida al contenido moral de la sociedad, tiene funciones globales como son:
• Desacreditar éticamente a grupos y proyectos que no respetan el común de la ética general.
• Mantener la protesta y a la vez la utopía de lo que la sociedad en la que mandan más la razón
y no las preguntas sobre los fines.
• Apoyar y orientar la moralidad pública siendo una exigencia de la misma vida por lo humano y
lugar de apelación para todos, sin esta ética estaríamos regresando a lo primitivo o siendo
dominados por el más fuerte, la instancia moral pública no puede ser un monopolio porque
desvirtuaría la sana convivencia democrática y ética.
• Insistencia en la ética profesional y cívica.
• La educación moral civil siendo una de las necesidades primerias de la sociedad debiendo ser
programada desde la escuela y para la ética civil debe ser proyectada como un tipo de
educación que su punto de partida y meta a la vez sea la moral civil basándose en la conciencia
ética de la humanidad proyectando hacia la desolación universal de los derechos humanos.
• El rearme moral de la sociedad refiriéndose a la renovación ética del individuo como la
moralización de las estructuras morales
LA ÉTICA DEL ABOGADO
INTRODUCCIÓN

¿Subiré con trabajo al palacio, que habita la justicia, o


marcharé por el torcido sendero del fraude, para asegurar
la felicidad de mi vida? Platón

Quise iniciar el presente trabajo de investigación con la


frase anterior, porque plasma verdaderamente situaciones a
las que nos podemos encontrar en el sendero de nuestra
profesión, y es ahí donde debemos atender al llamado de
nuestros valores, de la responsabilidad moral y ética y en
ningún momento dejarnos titubear por intereses mezquinos
que nos hagan perder el rumbo de la rectitud, de la dignidad
profesional, tal como lo menciona Platón: “subir con trabajo al
palacio que habita la justicia”.
El tema de la ética del abogado, es de suma importancia
y necesidad, ya que es, precisamente, el profesional del
derecho en quien la sociedad busca una actuación recta,
indisoluble, de atender al llamado de su conciencia que le dicte
e induzca a una realidad equitativa.
Con esta recopilación nos darnos cuenta que hablar de
ética en nuestro tiempo equivale a hablar de justicia, bien
común, seguridad y fines del derecho, que desde antaño se
han buscado, trayéndonos esos principios inherentes a la
actividad del abogado, a la reflexión, a la práctica y a la
conciencia,
CAPÍTULO I
DIVERSOS CONCEPTOS DE ÉTICA Y ÉTICA JURÍDICA

1.1 Significado gramatical de la ética


La palabra ética tiene su origen en el vocablo griego ethos,
que significa costumbre. Se le estima en una situación de
sinonimia con la palabra moral que, a su vez, deriva de la voz
latina more, que por su parte, corresponde a ethos.[1]
Por tanto, la ética se refiere a las normas que constituyen
determinado sistema de conducta moral, tal y como lo señala
la Enciclopedia Jurídica Omeba.[2]
1.2 Diversos conceptos de ética
La ética o filosofía moral es “la ciencia filosófica que trata de
la rectitud (bondad o malicia de los actos humanos”.[3]
Por su parte, la maestra Martha Silvia Moreno Luce,
menciona que, “la ética es una disciplina que forma parte de la
filosofía y tiene como una de sus tareas la reflexión sobre la
particularidad del ser humano de autolimitarse, a pesar de la
libertad absoluta de decisión para actuar de acuerdo a lo que
nuestra propia conciencia nos indica, dando origen a la
moral”.[4]
Un concepto más, “la ética es el conjunto sistemático de
conocimientos racionales y objetivos acerca del
comportamiento humano moral.[5] Por ello, la ética es la
ciencia de la moral.[6]

1.3 Conceptos de ética jurídica


La ética aplicada al ejercicio del derecho se
denomina deontología jurídica. La palabra deontología es de
origen griego y significa “tratado o estudio del deber”. El
neologismo se debe, a Jeremías Bentham: su libro Deontology
of the Science of Morality se publicó en Londres en 1834, dos
años después de su muerte.[7]
Un concepto más de ética jurídica es el que nos proporciona
Villoro Toranzo, donde nos inicia en la deontología jurídica,
como la ética profesional de los juristas, para evitar abusos
elevar el nivel moral y mantenerlo alto.[8]

CAPITULO II
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA ETICA

2.1 La ética en la Antigua Grecia

En el origen, la ética aparece subordinada a la política, ya


que el hombre de la Antigua Grecia, sentía la polis como algo
incorporado a su naturaleza. El sentido de comunidad era
importante y la ética estaba orientada al ¿cómo vivir?, puesto
que en ese entonces ser ético consistía en realizar la justicia
en comunidad. [9]
Platón en su obra La República, considerada como un
completo tratado de Ética, se señalan cuatro virtudes, como
son: la sabiduría, fortaleza de ánimo, templanza y la justicia.
Menciona, asimismo, la parte más sublime del alma, la parte
racional, es la que posee como una virtud propia la
sabiduría. [10]
Ética a Nicómato, de Aristóteles, habla sobre la ética
eudemónica, de buscar la felicidad, el bien común, la razón y
la justicia. En dicha obra, Aristóteles plantea que la ética no es
una ciencia, sino una reflexión, donde la felicidad consiste en
una actividad constante. Asimismo, menciona el filósofo, que
la ética procede de la costumbre, que las virtudes son un
conjunto de buenos hábitos.
Los filósofos estoicos y epicúreos, aparecieron en el
mundo en la decadencia del mundo grecoromano, después de
Aristóteles, la filosofía tomó rumbos nuevos. A ello ocurrieron
las circunstancias políticas del tiempo. Las grandiosas
concepciones de Platón y Aristóteles quedaron en el olvido
aunque siguieron influyendo en algunos pensadores.[11]
2.2 La ética en la Edad Moderna
Ya en la era moderna, filósofos como Inmanuel Kant,
parte del hecho de la moralidad, en donde dice que es un
hecho indiscutible que el hombre tiene conciencia de sus actos
y de su deber. Pero el problema de la ética es cómo proponer
una norma universal de los actos pues la ética debe ser
ciencia. Kant critica las éticas anteriores porque se basan en la
metafísica o en las tendencias naturales del hombre. La ética
de Kant supera al hedonismo, pragmatismo e inmoralismo;
exalta la dignidad de la persona humana; coincide con la ética
cristiana en la espiritualidad y universalismo.[12]
2.3 La ética en la Edad Contemporánea
En esta época ha habido aportes importantes de
importantes autores que han contribuido al tema de la ética,
tales como los vitalistas y existencialistas; las aportaciones de
Max Scheler, Alaínn Badiou, Maclntyre, entre otros.
Los vitalistas y existencialistas, desarrollan el sentido de
la opción y la responsabilidad.
Max Scheler, su obra, mayormente conocida como la
“ética de los valores”, concibe a tarea moral como una
transformación radical de la persona, de llegar a ser mejor, algo
mucho más profundo y general que obrar mejor, y por supuesto
que cumplir ciertos mandatos.[13]
Para Alain Badiou, la ideología “ética” es, en nuestras
sociedades, el principal (pero transitorio) adversario de todos
aquellos que se esfuerzan por hacer justicia a un pensamiento,
cualquiera que este sea.
En cambio, Maclntyre, menciona la importancia del bien
moral definido en relación a una comunidad de personas
involucradas en una práctica que llama bienes internos de
excelencia, en lugar de centrarse en fenómenos
independientes de una práctica, como la obligación de un
agente moral (ética deontológica) o en las consecuencias de
un acto moral particular (utilitarismo).

CAPÍTULO III
LA ÉTICA DEL ABOGADO

3.1 Conceptualización de abogado


Podemos decir que el abogado es un profesional que
brinda asesoría y representación a sus clientes en cuestiones
jurídicas, más, existe varias conceptualizaciones que nos dan
diversos autores, y serán algunas las que mencionaremos.
El abogado es “un profesional del derecho que ejerce la
abogacía. Para el ejercicio de esta profesión es requisito sine
qua non, tener e título de la licenciatura en derecho y obtener
la cédula correspondiente de la Dirección General de
Profesiones. Del abogado se ha dicho –encareciendo la
importancia de su misión- que es ‘el primer juez de todas las
causas’. Según Couture(Vocabulario jurídico): profesional
universitario, con título hábil, a quien compete el consejo o
asesoramiento en materia jurídica, la conciliación de las partes
interesadas opuestas y el patrocinio de las causas que
considere justas.[14]
En el libro “El jurista y el simulador del derecho”, su autor,
alude que: “el abogado debe ser un jurisprudente, esto es, un
sapiente del Derecho. Sería absurdo que no lo fuese, es decir,
que padeciese “ignorantia juris”. Sin los conocimientos
jurídicos no podría ejercer digna y acertadamente su profesión.
Ahora bien, el abogado es una especie de jurisprudente que se
vale de su sabiduría para patrocinar, dirigir o asesorar a las
partes contendientes en un litigio, ante un órgano jurisdiccional
del Estado que desea resolverlo.[15]
Con los conceptos anteriores, podemos afinar que para
ejercer la abogacía en México, es necesario realizar estudios
durante varios años, en una universidad o escuela de derecho,
legalmente reconocida y obtener y el título y cédula
correspondiente, en licenciado en Derecho, previamente
registrado en la Secretaría de Educación Pública.
3.2 Noción de la ética del abogado
La ética del abogado, se refiere a las diversas reglas de
conducta que rigen al profesional del derecho, con las cuales
puede hacer el bien y evitar el mal.
Dice Ángel Ossorio, que en la abogacía actúa el alma
sola, porque cuando se hace es obra de la conciencia y nada
más que de ella. [16], esto refriéndose a la rectitud de la
conciencia, a la que conocemos y nos conoce. Aquella cuya
voz no siempre se sigue. El dilema ante la opción o la opción
por no tener dilema. Pero, por sobre todo ello, la ética, como
ciencia del bien y del mal, o de los actos humanos o de la
filosofía moral. [17]
Si bien la ética se traduce en un comportamiento del ser
humano que se caracteriza por ser unilateral, inherente a la
conciencia del sujeto y solo imperativo para él, resulta de vital
importancia para la sana convivencia dentro de una
colectividad, y particularmente en la profesión del abogado.
3.3 Importancia de la ética del abogado
La importancia de la ética en el mundo jurídico es algo
urgente e imprescindible. Es cierto que el derecho no lo es
todo, pero, si lo jurídico estuviera impregnado de valores
éticos, se daría un paso decisivo hacia un mundo más humano
y más justo.
Todo abogado debe saber lo importante que es tener ética
y moral en su quehacer diario; ya que hoy en día, casi se ha
perdido, debido a las acciones inmorales que se han creado
dentro de la abogacía, ya que el abogado tiene el deber de
cumplir con los reglamentos que los diversos códigos de ética
indican.
3.4 Valores de la abogacía
El abogado no es, por lo tanto, una pieza aislada e
independiente del aparato institucional de la aplicación del
Derecho por el Estado, sino que se integra en él. Pero esto no
quiere decir que el abogado sea un mero servidor del Estado.
Más bien, Estado (o más exactamente, los funcionarios del
Estado y todavía más concretamente los jueces y abogados
son servidores del Derecho. Por eso, el artículo primero del
Código de Ética Profesional de la Barra Mexicana –Código de
Abogados-comienza: “El abogado ha de tener presente que es
un servidor del Derecho y un coadyuvante de la justicia...” [18]
Así los valores que siempre deben perseguir el
pretendiente a ejercer la ciencia del derecho son la justicia, la
seguridad jurídica y el bien común.
Justicia. Disposición de la voluntad del hombre dirigida al
reconocimiento de lo que a cada cual es debido o le
corresponde según el criterio inspirador del sistema de normas
establecido para asegurar la pacífica convivencia dentro de un
grupo social más o menos amplio. Aristóteles nos habla de una
justicia distributiva, que exige que en el reparto de los bienes y
honores públicos cada cual sea tratado según sus
merecimientos, y de una justicia correctiva, que puede ser
conmutativa (referida a las relaciones contractuales) o judicial
(referida a la aplicación judicial del derecho). El sentimiento de
justicia es común a todos los hombres. Tradicionalmente, la
justicia ha sido considerada como el valor jurídico por
excelencia.[19]
Seguridad jurídica. Una de las finalidades del Estado es
proporcionar seguridad jurídica a los ciudadanos, esto es, la
certeza y convicción de que sus derechos no serán violados ni
física ni jurídicamente, la cual otorga por medio de la fe pública
que confiere al Registro Civil, al Registro Público de la
Propiedad, al Ministerio Público, al Secretario Judicial y,
fundamentalmente a los notarios, instituciones todas ellas que
se encuentran a cargo de los abogados. [20]
La seguridad jurídica, por tanto, es uno de los valores
más preciados que el Estado debe de garantizar, mediante la
actividad jurisdiccional, con la cual busca facilitar a la sociedad,
unos medios eficaces para conseguirla. Además, esta
seguridad jurídica, se refiere a que toda persona debe contar
con la seguridad de que en todo momento sus derechos y
posesiones serán respetados en todo momento.
Así dice la Suprema Corte de Justicia de la Nación, acerca
de la seguridad jurídica: “es la certeza que debe tener el
gobernado de que su persona, sus posesiones o sus derechos
serán respetados por la autoridad, pero si ésta debe producir
una afectación en ellos, deberá ajustarse a los procedimientos
previamente establecidos en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y las leyes secundarias.[21]
Bien común. Se relaciona con las personas por la ley de
la superación y por la ley de la distribución. De ahí resulta,
evidentemente, una ordenación de las personas entre sí y con
todo, que hace posible la comunidad. Por constituirse en
función de él la unidad de orden, el bien común resulta ser un
principio de organización social, que no puede establecerse sin
la determinación de lo que cada uno corresponde dar y recibir,
y en este sentido el bien común es un principio jurídico. [22]

CAPITULO IV
LOS DEBERES DEL ABOGADO

4.1 La importancia de los deberes del abogado


Aquí basta decir que se pretende señalar lo importante
que son las normas que, en concreto, deben regular la
conducta del abogado, para que no se le denosté con apodos
por demás conocidos que afectan su renombre.
El profesional del derecho requiere observar un
comportamiento ejemplar en el ejercicio de sus deberes, frente
a los sujetos a los que habrá de prestarles sus servicios
intelectuales.
Aquí mencionaremos, solamente, algunos deberes del
abogado, dado que el tema es muy amplio y requeriríamos una
investigación específica del contenido.

4.2 El Secreto Profesional del Abogado


Un secreto, es la cosa que se tiene reservada y
oculta.[23] Referente a secreto profesional, es el deber que
tienen los miembros de ciertas profesionales, entre ellos los
abogados, de no descubrir los hechos que han sido conocidos
por él, durante el ejercicio de su profesión. Esto hace que, el
abogado tenga que actuar muchas veces en el papel de
confesor o en el papel de sacerdote, pues escucha
activamente a las partes y a los clientes y trata de
“aconsejarlos” con ideas adecuadas.
El secreto profesional, nace pues de una relación en la
que existe una persona que confía un hecho o confía también
un documento y un confidente que recibe la noticia, con la
obligación de guardarla y no comunicarla a ninguna persona
ajena a la situación. Por lo que, de este modo el secreto es a
toda luces el total resultado de la confianza existente. La
abogacía se caracteriza entonces por ser un oficio o una
profesión en el que la confianza es sin lugar a objeciones la
principal base.[24]
El Código de Ética profesional de la Barra Mexicana,
Colegio de Abogados, referente al Secreto profesional, explica
o siguiente: [25]
Art. 10º Secreto Profesional. Guardar el secreto
profesional constituye un deber y un derecho del abogado. Es
hacia los clientes un deber que perdura en lo absoluto aún
después de que les haya dejado de presta sus servicios; y es
un derecho ante los jueces y demás autoridades. Llamado a
declarar como testigo, debe el letrado concurrir a la citación y,
con toda independencia de criterio, negarse a contestar las
preguntas que lo lleven a violar el secreto profesional o lo
exponga a ello.

Art. 11º. Alcance de la obligación de guardar el secreto


profesional. La obligación de guardar el secreto profesional
abarca las confidencias hechas por terceros al abogado en
razón de su ministerio y las que sean consecuencias de
pláticas para realizar una transacción que fracasó. El secreto
cubre también las confidencias de los colegas. El abogado no
debe intervenir sin consentimiento del cliente que le confió un
secreto, en algún asunto con motivo del cual pudiera verse en
el caso de revelar o de aprovechar tal secreto.
Art. 12º. Extinción de la obligación de guardar el secreto.
El abogado que sea objeto de un ataque grave e injustificado
de su cliente, estará dispensado de la obligación de guardar el
secreto profesional y podrá revelar lo indispensable para su
defensa. Cuando un cliente comunicare a su abogado la
intención de cometer un delito, tal confidencia no quedará
amparada por el secreto profesional y el abogado deberá hacer
las revelaciones necesarias para prevenir un acto delictuoso o
proteger a personas en peligro.
La ley para el Ejercicio de las profesiones y actividades
técnicas en el Estado de Nayarit, en su artículo 27, menciona
que “Todo profesionista o técnico estará obligado a guardar
estrictamente el secreto de los asuntos que se le confíen por
sus clientes, salvo los informes que obligadamente
establezcan las leyes respectivas”
En cuanto a lo que dice el Código Penal del Estado de
Nayarit, este expresa en el artículo 208, que: “Se aplicará
prisión de un mes a un año y multa de uno a cinco días de
salario, al que sin justa causa, con perjuicio d alguien y sin
consentimiento del que pueda resultar perjudicado, revele
algún secreto o comunicación reservada que conoce o ha
recibido con motivo de su empleo, cargo o de la confianza en
él depositada o por alguna otra causa.
4.3 Honorarios adecuados
Cuando nos referimos a los honorarios adecuados,
estamos señalando que éstos pueden cobrarse conforme a
varios aspectos, los cuales podrían ser: el trabajo
efectivamente desarrollado por el abogado, el prestigio del
abogado, la complejidad del asunto, el monto o la cuantía de
la pretensión, la capacidad económica del cliente, y la voluntad
contractual de las partes.
El Código de Ética profesional, cita algunos factores,
como la cuantía e importancia del asunto; la novedad o
dificultad del contenido jurídico que se ha debatido; la
capacidad económica de cliente, la experiencia, reptación y
especialidad del abogado; la costumbre del lugar; si los
servicios que presta dicho profesional son aislados o
constantes; el tiempo empleado en el patrocinio; el grado de
participación en el estudio, planteamiento y desarrollo del
asunto, así como el éxito alcanzado y su trascendencia; si
únicamente patrocinó al cliente o si también lo sirvió como
mandatario; y la posibilidad de intervenir en otros casos o de
desavenirse con otros cliente o con terceros.
En todo caso, en México, existen leyes arancelarias en
diferentes Entidades federales, con el objeto de regular el pago
de los honorarios de los licenciados en derecho, que cuenten
con una cédula profesional para ejercer dicha profesión, en
aquellos casos en que no se haya pactado el monto que
corresponda en el contrato de prestaciones de servicios
profesionales.
4.4 La lealtad del abogado
Dice Eduardo J. Couture, en los 10 mandamientos del
abogado: “Se leal. Leal para con tu cliente, al que no debes
abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal
para con el adversario, aún cuando él sea desleal contigo. Leal
para con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo
que tú dices; y que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez,
debe confiar en el que tú le invocas”.
En este deber, lo expresado por Eduardo J. Couture, en
uno de sus diez mandamientos, escribe de la lealtad del
cliente; sobre este tópico, reflexionamos que la lealtad hacia el
cliente debe hacerse presente en todos los instantes. Refiere,
asimismo, lealtad hacia el adversario aun cuando nos demos
cuenta de astucias del contrario y sus deslealtades. La lealtad
al juez, Ossorio en su libro “El alma de la toga”, considera que
el juez respecto a los hechos está indefenso frente al abogado,
como los ignora, forzosamente debe creer de buena fe en lo
que el abogado e dice, más, en cuanto al derecho, ahí actúan
en igualdad.
Quien contrata a un abogado, está en el entendido que lo
representará desde el principio y que no abandonará o lo
traicionará; la lealtad está basada en los valores de justicia,
verdad y honradez, y en caso de que este tipo de conductas
impropias del abogado se den, las sanciones se especifican
en:
El artículo 229, del Código Penal del Estado de Nayarit,
expresa: “se impondrá prisión de seis meses a tres años y
multa de diez a treinta días de salario y suspensión en el
ejercicio profesional de un mes a dos años, a los abogados,
patronos o litigantes, cuando éstos últimos no sean
ostensiblemente patrocinados por abogados, si cometen
algunos de los delitos siguientes:
I. Alegar, a sabiendas, hechos falsos o leyes inexistentes o
derogadas;
II. Pedir términos para probar lo que notoriamente no puede
probarse o no ha de aprovechar a su parte; o promover
artículos o incidentes con el fin de crear dilaciones o trámites
innecesarios para el normal desarrollo del juicio, o recursos
claramente improcedentes, o de cualquier otra manera,
procurar dilaciones notoriamente indebidas.
Para proceder a la iniciación de la averiguación penal será
necesaria la previa calificación de los hechos a que se refiere
esta fracción, realizada por el Juez o Tribunal que conozca del
negocio; y
III. Presentar por sí mismo o aconsejar a su patrocinado, a que
presente testigos o documentos falsos.
En el caso de ésta fracción, las sanciones expresadas se
impondrán sin perjuicio de las que correspondan por la
participación del infractor en la comisión del delito de falsedad
en declaraciones ante la Autoridad; falsificación de
documentos o uso de los mismos.

4. 5 Otros deberes del abogado

 El abogado deberá de estudiará el asunto y en caso de no


tener la pericia para llevarlo a cabo no deberá de aceptarlo.
 La preparación constante en la abogacía es fundamental para
la profesión para llegar al éxito.
 Deberá siempre actuar con la verdad, requisito sine qua
non para todo profesionista.
 La profesión del abogado exige probidad.
 La confianza depositada por el cliente en su abogado debe ser
correspondida con la lealtad, con una fidelidad a toda prueba.
 Evitará el abogado descuidos en las diligencias para el avance
del procedimiento a su cargo. Cuidar cada asunto como si
fuera el propio
 Busca los medios alternativos para que al que representa
tenga los menores riesgos y desgastes tanto emocional como
económico, sin utilizar medios ilícitos o antiéticos
 No invocar o aconsejar a sus clientes hechos falsos, o
presentación de documentos apócrifos o testigos falsos, que
pongan en peligro la libertad de su cliente.
 El abogado tiene el deber de seleccionar los asuntos que más
le convenga, rechazando los que no sean de su interés, algo
que no es contrario a la ética profesional.
 Un deber que emerge de la ética del abogado, es el de
proporcionar, en la medida de las posibilidades el servicio
profesional gratuito.
 La investidura del abogado le exige conciliar su vida
profesional con un decoro en su vida privada. Evitar cualquier
aspecto negativo que ponga en tela de juico su reputación.
 Abstenerse de valerse de recursos que distorsionen o dilaten
la verdad en los litigios.
 Evitar la práctica del soborno o cohecho, corrompiendo a
alguien con dádivas para conseguir de él algún beneficio.
 Deberá servir al derecho y coadyuvar con la justicia.
 Entre los abogados deberá existir respeto recíproco y
fraternidad

CAPITULO V
LOS POSTULADOS Y COLEGIOS DE ABOGADOS

5.1 Importancia de los Postulados y Códigos de Ética de


los abogados
Los postulados de los abogados tienen un valor su
profesión, puesto que, están relacionados con el deber de
éstos, de su seguir en la rectitud.
De otro lado, como es bien sabido, los códigos de ética
del abogado enumeran la forma de conducirse; son principios,
responsabilidades que se imponen al profesional.
A continuación nos referiremos a algunos de los tantos
códigos de ética y postulados d los abogados, mismos que
colocamos como anexos, al final de estos capítulos.

5.1.1 Decálogo del abogado de Ángel Ossorio y


Gallardo
Ángel Ossorio y Gallardo, fue un jurista español, que en
el año de 1919, cuando tenía 46 años, escribió un libro clásico
de la deontología jurídica, llamado el Alma de la Toga.
Al final del éste libro el autor escribió diez profundos
pronunciamientos, dirigidos a los jóvenes estudiante del
derecho, que invocan la conciencia; es una obra de vida.
5.1.2 Mandamientos de Eduardo J. Couture
El abogado Couture, plasma sus mandamientos con una
belleza ética; recorriendo uno a uno de ellos, nos damos
cuenta de la importancia trascendental, que un hombre de
derecho hizo sus postulados de una forma majestuosa para
que los profesionales del derecho tengamos presente que
contamos con conceptos breves que, de seguirlos, nos llevan
por el camino del conocimiento y de la debida actuación.
Los diez mandamientos de Eduardo J. Couture, tienen en
cada frase una parte que nos sirve como cimiento para seguir
creciendo. Uno de los diez mandamientos que más nos gusta
es el décimo: “Ama a tu profesión. Trata de considerar la
abogacía de tal manera que el día en que tu hijo te pida consejo
sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que
se haga abogado”.
El calor humano, la excelsitud de pensamiento que brota
de los mandamientos del abogado formulados por Eduardo J.
Couture, vuelven a actualizarse en el décimo mandamiento
trascrito. Amar a la profesión de abogado es haber tenido la
fortuna de haberse sacado el premio mayor en el reparto de
vocaciones.... Los golpes de una vida profesional dura y
exigente, como es la del abogado, habrán formado a un
humano ejemplar.[26]

5.1.3 Postulado del abogado de Carlos Arellano


García
El doctor en Derecho Carlos Arellano García, fallecido en el
2011, nos deja, derivado de muchos años de trabajo, de
estudio y de reflexión, sus postulados del abogado.
Arellano García señala que el objetivo principal y lo que lo
inspiró a redactar una guía para el ejercicio profesional de la
abogacía, ya que esta profesión se ha incurrido en el abandono
de la enseñanza de lo pragmático jurídico y que detectó que
existía la necesidad de que difundieran las lecciones que la
vida real imparte al profesional, además de que, como él lo
menciona, era su deseo el “coadyuvar a la atención de ese
requerimiento”.
Los postulados del Abogado, mismos que se contienen en
su obra Manuel del Abogado, vieron la luz por primera vez en
1979. Luego fueron publicados siete años después en la
Revista de la Facultad de Derecho de la UNAM,
específicamente en el número 18, para que la comunidad
jurídica tuviese acceso a ellos.[27]
5.1.4 Código de Ética Profesional de la Barra Mexicana,
Colegio de Abogados
La Barra Mexicana, Colegio de Abogados, señala los
siguientes sobre la aprobación de su Código de Ética:[28]
“Desde la fundación de la Asociación, por escritura de 29 de
diciembre de 1922, ha sido propósito esencial de sus miembros
que la profesión de la abogacía se ejerza en el interés superior
del derecho y de justicia.
Que en dicho instrumento los barristas empeñaron
solemnemente su honor en la observancia de ciertos principios
de moralidad, entre ellos los dos fundamentales de que el
concepto del honor y de la dignidad profesionales, así como el
sincero deseo de cooperar a la buena administración de justicia
de la abogacía”
El código de ética “procura el decoro y la dignidad de la
abogacía y que su ejercicio se ajuste estrictamente a las
normas de la moral y el derecho e imponen a los asociados el
deber de cumplir con las normas de ética profesional que
establezca la Asamblea General, a propuesta de la junta de
honor”

5.2 Importancia de la Colegiación de abogados


La colegiación, para la Real Academia Española, es el
acto de colegiar o colegiarse; así que, colegiar, es inscribir a
alguien a un colegio, dicho de los individuos de una misma
profesión o clase: Reunirse en un colegio.
De lo anterior, entendemos, que colegiación, es el acto de
reunirse los individuos que ejercen una misma profesión, arte
u oficio; generalmente es voluntaria excepto para algunas
profesiones, como los médicos, donde la colegiación es
forzosa, para poder desempeñar sus actividades propias de su
profesión.
La importancia de la colegiación de abogados, permitiría
vigilar la disciplina y el actuar del abogado, amén de defender
sus intereses colectivos y contar con la representación de un
colegio frente al Estado y grupos de poder.
5.3 La colegiación de abogados en México
En México, todavía no contamos con la colegiación
obligatoria para los abogados, algo que se ha venido
planteando a través de los años sin llegar a concretarse este
objetivo.
Para muchos conocedores del derecho, la colegiación de
abogados en México no es obligatoria, ya que de lo contrario
se violarían las garantías de libre asociación y de trabajo
establecidas en la Constitución, específicamente en su artículo
9: “No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse
pacíficamente con cualquier objeto lícito...” y el artículo 5:
“ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la
profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo
lícitos...”,
Aparte de que “la ley reglamentaria del artículo 5º
constitucional no ve a las asociaciones como un órgano de
control y vigilancia, ya que prevalece la libertad de profesión.
La ley en comento le delega a las entidades federativas la
regulación de las asociaciones profesionales; siendo pocas
entidades las que lo ha hecho. [29]
Nayarit es una de las entidades que tiene una ley que
regula las asociaciones profesionales: “Ley para el ejercicio de
las profesiones y actividades técnicas en el Estado de Nayarit”,
en donde su capítulo VII, art. 33 reseña: “Todos los
profesionales y Técnicos de una misma rama podrán construir
en el Estado, una o varias asociaciones....”

5.4 La colegiación de abogados en otros países


En más de una ocasión escuchamos que en Estados
Unidos, los abogados deberán de estar certificados para poder
laborar, y ciertamente, los abogados deben ser admitidos para
ejercer en un Estado en particular. Como requisito de la
admisión, deberán hacer un examen del Colegio de Abogados
administrado por la junta estatal de examinadores de dicho
colegio.
Los exámenes del colegio se realizan dos veces al año, a
finales de febrero y de julio. Normalmente este examen está
compuesto por el Musltistate Bar Examination (MBE). [30]
En otros países, particularmente, en Francia, España,
Italia, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos y Canadá, tienen
la obligación de colegiarse para ejercer su profesión, Existen,
sin embargo, algunas diferencias. En el caso de Francia,
España e Italia, al finalizar los estudios de derecho, el
estudiante debe obtener un certificado que acredite su aptitud
profesional (Francia), realizar una pasantía de dos años en
algún despacho de abogados o en la oficina de gobierno (Italia)
y, posteriormente incorporarse a un colegio para ejercer la
profesión (Francia y España). Asimismo, en Alemania el
examen de acreditación, realizado por un colegio de abogados
acreditado, se realiza en dos partes: la teoría y a práctica,
conocida como del derecho de la realidad. En el caso de
Inglaterra, Estados Unidos y Canadá, al ser países
pertenecientes al common law, la colegiación se realiza por
Estados, por lo que no se acredita el ejercicio de la abogacía a
nivel federal. [31]

CONCLUSIONES
Hemos terminado un interesante e importante tema como
lo es la Ética del Abogado, sobre todo en esta época en que el
panorama para la abogacía es sombría, donde se olvidan en
muchas ocasiones, las normas de ética profesional.
Haber comentado los principios de los postulados de
algunos juristas como Ángel Ossorio, Eduardo j. Couture y
Arellano García, así como y el Código de Ética de la Barra
Mexicana de Abogados, nos dejo conocer los principios
rectores de la función del abogado y reconocer la importancia
de la ética en el desempeño profesional.
Se han tratado los conceptos teóricos que forman la base
en que se construye la ética del abogado y reconocemos con
estos que la ética es un aspecto trascendental en la
legitimización de la labor de la abogacía ante la sociedad.
Analizamos la colegiación en México y su importancia de
esta para la abogacía, terminando con esto con aquellos malos
abogados que mucho daño han hecho al gremio, ya que, en
ocasiones, por unos cuantos perdemos todos.
Los datos sobre la colegiación de otros países permiten
ver la enorme distancia que nos falta por recorrer para
mantener un verdadero control sobre el ejercicio de la
profesión, evitando las malas prácticas y promover el estudio
de la cultura jurídica.
ANEXOS

"El decálogo del abogado" de Ángel Ossorio y Gallardo

“I. No pases por encima de un estado de tu conciencia”.


“II. No afectes una convicción que no tengas”.
“III. No te rindas ante la popularidad ni adules a la tiranía”.
“IV. Piensa siempre que tú eres para el cliente y no el cliente
para ti”.
“V. No procures nunca en los tribunales ser más que los
magistrados, pero no consientas ser menos”.
“VI. Ten fe en la razón, que es lo que, en general, prevalece”.
“VII. Pon la moral por encima de las leyes”.
“VIII. Aprecia como el mejor de los textos el sentido común”.
“IX. Procura la paz como el mayor de los triunfos”.
“X. Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y
sin otras armas que las de tu saber”

Mandamientos de Eduardo J. Couture

I. Estudia. El Derecho se transforma constantemente. Si no


sigues sus pasos serás cada día un poco menos Abogado.
II. Piensa. El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce
pensando.
III. Trabaja. La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio
de la Justicia.
IV. Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que
encuentres en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la
Justicia.
V. Sé leal. Leal como tu cliente al que no puedes abandonar
hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal para con el
adversario, aun cuando él sea desleal contigo. Leal para con
el Juez que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú le
dices y que, en cuanto al Derecho, alguna que otra vez debe
confiar en el que tú le invocas.
VI. Tolera. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que
quieres que sea tolerada la tuya.
VII. Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se
hacen sin su colaboración.
VIII. Ten fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento
para la convivencia humana; en la Justicia, como destino
normal del Derecho; en la Paz, como substitutivo bondadoso
de la Justicia; y sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la cual no
hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.
IX. Olvida. La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada
batalla fueras llenando tu alma de rencor llegaría un día en que
la vida sería imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan
pronto tu victoria como tu derrota.
X. Ama tu profesión. Trata de considerar la Abogacía de tal
manera que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino,
consideres un honor para ti proponerle que sea Abogado.
"Los postulados del abogado" de Carlos Arellano García

“A las máximas establecidas se les denominó Postulados


porque un postulado es una proposición cuya verdad se admite
sin pruebas y que es necesaria para servir de base en
ulteriores razonamientos. Al enunciarse cada proposición, a
continuación se establecen los razonamientos inmediatos:
“I. Actualiza permanentemente tus conocimientos. El Derecho
es dinámico, no debes empezar a desconocerlo. Quien se
empolva, muere lentamente como profesionista. Realiza los
esfuerzos necesarios para enterarte de los nuevos
ordenamientos, de las reformas, de las adiciones, de la nueva
jurisprudencia y participa en la tarea exegética.
“II. Capacítate a través de los estudios de posgrado. La vida es
corta para alcanzar el pensamiento pleno, pero debes expandir
tus conocimientos a través de estudios de especialización, de
maestría y de doctorado. Si no te es posible, por lo menos
ilústrate en las obras jurídicas.
“III. Proscribe la pereza. Haz fructífera tu vida profesional
cotidiana. Programa tus tareas con tiempo suficiente. En
particular, recuerda que eres esclavo de los términos que para
ti vencen un día antes. Que la lentitud de los asuntos no te sea
imputable.
“IV. Cumple irrefragablemente tus deberes. Si adquiriste algún
compromiso, aún si es cuesta arriba, harás honra a él. No
requieres de presiones, basta el dictado de tu conciencia. Eres
libre para no adquirir obligaciones, pero adquiridas, como
abogado que eres, no puedes soslayar su acatamiento
puntual.
“V. Rechaza las tentaciones. No estás en venta. Tu capacidad
y tu preparación pertenecen al bien. Ninguna moneda puede
adquirir desviación alguna de tu rectilíneo camino. Puedes vivir
modestamente y gozar de la retribución proporcionada y
honesta. No sucumbirás a la corrupción. Tu rectitud no
claudicará ni un ápice.
“VI. La austeridad es tu línea. No estudiaste para hombre
enriquecido. No acumularás riquezas materiales, la
abundancia espiritual será tu meta. No exagerarás el cobro de
tus honorarios.
“VII. Asume tu responsabilidad. Se te han confiado elevados
valores humanos y deberás rendir cuentas a tus patrocinados.
No darás ocasión al descuido. Esmérate en la eficacia de tus
esfuerzos. Medita profundamente el planteamiento de los
asuntos antes de someterlos al juzgador.
“VIII. Proporciona permanente servicio social. Al lado de tus
servicios remunerados guarda un lugar de honor para el
servicio social. Devuelve al pueblo y a tu país algo del privilegio
que recibiste como profesionista. Ayuda a los desvalidos.
“IX. Serás respetuoso al ejercer tu profesión. Te abstendrás del
lenguaje denostante en tus escritos y en tus intervenciones
verbales ante las autoridades, ante la parte contraria y ante tu
cliente. No utilizarás fórmulas tortuosas o dilatorias.
Repudiarás intransigentemente el cohecho y no violarás el
secreto profesional.
“X. Dignifica tu profesión. Deberás apegarte permanentemente
a los más exigentes principios jurídicos y éticos que rigen la
abogacía: Que jamás te sea imputable el sufrimiento de
persona alguna. Que nadie te reproche atentar contra los
derechos del hombre”

Das könnte Ihnen auch gefallen