Fenómenos de adsorción aplicado a procesos industriales: Tratamiento de aguas

residuales
Angie C. Guevara C, Fabián A. Cruz G, Lina M. Rojas O, Julián D. Ocampo G., Julian Rodriguez J.
Departamento de Química, Facultad de Ciencias - Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá

Resumen

La adsorción por carbón activado es un método ampliamente utilizado para remover contaminantes orgánicos e
inorgánicos en aguas residuales. Las características textuales y el comportamiento químico de la superficie de los
carbones activados desempeñan su función como adsorbentes industriales por excelencia. En el caso del
tratamiento de residuos contaminantes como metales pesados, se estudió la factibilidad de remover iones cobre de
soluciones acuosas diluidas mediante carbón activado obtenido por activación química con ácido fosfórico y
empleando como materia prima, residuos de bagazo de uva. Se evaluaron las propiedades químicas y
características de superficie del carbón activado resultante y su efectividad en la remoción de iones Cu (II); además,
se analizó diferentes características estructurales y su capacidad de adsorción de iones metálicos para diferentes
carbones obtenidos a partir de diferentes materias pimas reportadas en literatura.
Palabras clave: adsorción,

Introducción
La adsorción puede entenderse como un
enriquecimiento de especies químicas de una fase
fluida sobre la superficie de un sólido o un líquido.
En ello se presenta un fenómeno de transferencia
de masa entre dos fases, impulsada por la
existencia de una fuerza motriz que se genera en el
sólido por un desequilibrio en las fuerzas
intermoleculares de las moléculas en la superficie.
La interacción puede darse en una monocapa o
varias. Este fenómeno superficial reduce la energía
potencial del adsorbato lo que justifica que sea
espontáneo. Existen diferentes tipos de
interacciones adsorbato-adsorbente. En primer
lugar, resultado de las fuerzas intermoleculares de
carácter débil se habla de adsorción física. Por otra
parte, si existe una interacción química en sitios
específicos del adsorbente con las moléculas del
adsorbato ocurre la quimisorción [1].
Los procesos de adsorción hacen parte
fundamental de las operaciones trabajadas a escala
industrial. La eficiencia como técnica de
separación en sistemas líquido-sólido hace de este
fenómeno un foco de interés científico en el camino
de desarrollar nuevos materiales que permitan
mejorar las propiedades del material adsorbente
dependiendo las necesidades. En esta operación, el
material adsorbido es retenido sin demasiada
fuerza y puede ser liberado (desorbido) de modo
relativamente fácil ya sea por calor o al vacío. Por
causa de las fuerzas de dispersión-repulsión
(fuerzas de van der Waals) las moléculas no se
adsorben sobre un sitio específico. El proceso es
exotérmico y reversible, por lo que no requiere de
altas temperaturas y es posible la desorción (liberar
el adsorbato) favoreciendo el equilibrio. El uso de
materiales porosos en procesos catalíticos implica
procesos de quimisorción; debido a la formación de
enlaces se obtiene una elevada energía de
activación (10-100 Kcal.g-1mol-1) [2]. Por lo
general, es un proceso irreversible pues el calor de
adsorción es relativamente alto, similar al de una
reacción química.
Es un tipo de adsorción muy específica pues ocurre
sobre cierto tipo de sitios activos de la superficie
del adsorbente. Debido a que se trata de un
fenómeno superficial los materiales adsorbentes
por excelencia son sólidos porosos. Por lo general,
el tamaño va de cerca de 0.1 mm a 12 mm, lo que
permite que el material posea un área de contacto
por unidad de masa del gránulo, perla o cristal de
material adsorbente [3]. Así la capacidad
adsorbente dependen de la temperatura, la
naturaleza y las propiedades de textura del sólido:
el área específica, volumen de los poros y diámetro
promedio de los poros. Existen diferentes técnicas
para caracterizar las propiedades que definen la
capacidad de adsorción de un sólido particular y
existe un amplio campo de estudio de las
modificaciones de materiales existentes o síntesis
de nuevos materiales que permiten la selectividad
frente a un adsorbato en particular. La manera de
estudiar los datos de capacidad de adsorción es
empleando isotermas de adsorción. En la literatura
se han reportado varios modelos matemáticos para
representar las isotermas de adsorción. Entre los
más usados en sistemas líquido-sólido están
Langmuir, Freundlich y Prausnitz-Radke [4].
En la industria se pueden encontrar diferentes tipos
de adsorbentes dependiendo el objetivo, la
concentración y la naturaleza fisicoquímica del
sistema que se trata. Actualmente se conocen
variedad de materiales adsorbentes, disponibles
comercialmente, útiles al momento de diseñar un
sistema de adsorción. A gran escala se emplean
carbón activado, alúmina activa, zeolita, el gel de
sílice, la tierra de Fuller y otras arcillas. Todos se
caracterizan por grandes áreas superficiales de los
poros, que van desde 100 hasta más de 2000 m2g-1
[3].
Tratamiento de aguas residuales mediante
adsorción
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha
clasificado a los metales pesados como plomo,
cadmio, cromo y mercurio, como una de las
sustancias químicas más peligrosas debido a su
baja biodegradabilidad, su alta toxicidad a bajas
concentraciones y su capacidad de bioacumularse
en los organismos que los ingieren. Por lo tanto,
estas sustancias tóxicas, tienden a persistir
indefinidamente en el medio ambiente,
comprometiendo el bienestar y equilibrio de todo
el ecosistema. Esto representa un desafío para las
industrias y además para las entidades encargadas
de la salud pública. El cobre pertenece a este grupo
de sustancias tóxicas, pues es un metal pesado y
debido al daño que puede producir su ingesta, el
ministerio de ambiente y desarrollo sostenible lo ha
clasificado entre las 20 sustancias químicas más
peligrosas para la salud humana y asimismo, ha
establecido el límite máximo permisible de cobre
en agua potable de 1,0 mg/L [5].
Dentro de los principales sectores industriales que
son fuentes de contaminación de metales pesados
se encuentran: la minería, industria del cemento,
colorantes, curtiduría, galvanoplastia, pinturas
corrosivas, producción de energía, fabricación de
textiles, entre otras. Es por esto, que se recurre a
emplear métodos y tratamientos fisicoquímicos
que reviertan o disminuyan el efecto de
contaminación a partir de procesos como:
precipitación, intercambio iónico, ósmosis inversa
y adsorción. Sin embargo, este último, presenta
mayores ventajas que involucran menores costos,
fácil manejo operacional, mejor productividad en
la retención del metal y posibilidad de recuperar las
especies adsorbidas. Por la importancia de
recuperar estos metales mediante la adsorción
como método efectivo y económico para la
remoción de los mismos; se trabajará
particularmente en el caso de adsorción de Cu (II)
presente en efluentes industriales. El carbón
activado es el material por excelencia en este
proceso, sin embargo, su alto costo en de
producción ha acrecentado los estudios sobre la
obtención de este adsorbente con base en
materiales más económicos y renovables [6].
Evaluación del carbón activado obtenido del
bagazo de uva [6]
Para exponer y abordar la problemática
anteriormente mencionada, se toman como base los
estudios de la Universidad de Eskisehir Osmangazi
(2006), donde se analiza y discute un panorama
general de la utilidad, eficiencia y variables que
afectan el adsorbente obtenido a partir de bagazo
de uva. Para empezar, se realizó un análisis
morfológico con el objetivo de examinar la muestra
de bagazo de uva obtenido de las fábricas de vino
de Ankara ubicadas en Anatolia Central. La figura
1 muestran las SEM (microscopía electrónica de
barrido) realizadas a la materia prima y a dos
carbonos activados con H3PO4, así como sus
diferencias de superficie y porosidad. El bagazo,
contrario al carbón activado, presenta en su
estructura microfibras alargadas irregulares, con
ausencia de porosidad. El proceso de activación fue
capaz de crear una estructura de poro dentro del
carbono produciendo así, carbón activado a partir
de impregnación. Los diferentes carbonos
obtenidos se diferencian en el radio de
impregnación. El producto final obtenido tiene
cavidades y grietas en la superficie externa, fruto
de la evaporación del ácido fosfórico durante la
carbonización, dejando el espacio previamente
ocupado por el agente activador; lo que generó un
área de superficie más alta.
Figura 1. Fotografías SEM: a) bagazo de uva b) carbón activado
C51400
Mediante las isotermas de adsorción-desorción con
un gas inerte (N2) se describe un comportamiento
tipo I (figura 2), la mayor captación se produce a
presiones inferiores a 0.1. La forma de la curva se
ajusta al modelo de Langmuir e indica la presencia
de materiales altamente microporosos, con tamaño
de poro estrecho. Cuando un sólido contiene
microporos muy finos que tienen dimensiones de
poro de solo unos pocos diámetros moleculares, el
campo potencial de fuerzas de las paredes vecinas
de los poros se superpondrá, lo que provocará un
aumento de la energía de interacción entre la
superficie sólida y las moléculas de gas. Esto dará
como resultado un aumento en la adsorción,
especialmente a bajas presiones relativas [7].
Así mismo, se analizó que uno de los factores más
importantes del proceso fue el pH con el carbono
activado preparado C31400, ya que solo es válida

Figura 2. Isotermas de adsorción-desorción de carbón
activado con N2.
la adsorción de Cu (II) para valores entre 2 y 6,
debido a su equilibrio en solución acuosa. La
precipitaciones de cobre y disminución del poder
de adsorción se dieron por encima de 6 unidades de
pH. De la experimentación se deduce que el pH
óptimo para la adsorción de Cu (II) es 5.0. Se
analiza la cinética de la adsorción, donde los datos
experimentales se ajustan a la cinética de pseudo
segundo orden. Una cinética de segundo orden
sugiere que el proceso de adsorción del cobre
corresponde a una quimisorción. De acuerdo a los
parámetros termodinámicos encontrados, los
valores negativos de Energía de Gibbs (ΔG)
indicaron que el proceso es espontáneo y la entalpía
del proceso (ΔH) establece que el proceso es
endotérmico. El equilibrio de adsorción en los
carbones activados preparados se estudian
mediante isotermas de adsorción linealizadas. De
estos datos se puede obtener información acerca
del mecanismo de adsorción en la superficie, por lo
que es necesario emplear modelos para
interpretarlos. Los modelos usados en el artículo
incluyen Langmuir, Freundlich, Temkin y Dubin-
Radushkevich. De esto se obtiene el mejor ajuste
para el modelo de Langmuir (R2= 0,98-0,99). Este
modelo nos sugiere que la adsorción se da con la
formación de una monocapa. Al aumentar la
temperatura se mejora la capacidad de adsorción
Un aspecto fundamental del trabajo con
adsorbentes es evaluar su proceso de desorción.
Referencias
[1] Ruthven D.M. (2006) Fundamentals of Adsorption Equilibrium and Kinetics in Microporous Solids. In:
Karge H.G., Weitkamp J. (eds) Adsorption and Diffusion. Molecular Sieves, vol 7. Springer, Berlin,
Heidelberg.
[2] Moreno-Piraján, J. C.; Sólidos porosos: preparación, caracterización y aplicaciones. Importancia y
aplicaciones de la adsorción en fase líquida; Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias, Departamento
de Química, Ediciones Uniandes, 2007. Cap. 5
Con ello, se puede estudiar la capacidad de
regenerar el adsorbente para su reutilización. Tras
cuatro ciclos de adsorción-desorción la capacidad
de adsorción del cobre disminuyó de 99,42% a
88,19%.
Conclusiones
La importancia del estudio de los sistemas de
adsorción es fundamental en la industria donde se
presentan procesos de separación que no requieren
de reacción química. Para este efecto es necesario
caracterizar el sólido poroso que cumple el papel
adsorbente. Así, es posible identificar el
mecanismo de adsorción. Este fenómeno involucra
la afinidad del soluto por la superficie del
adsorbente. El material es un sólido poroso para
garantizar un área superficial extensa y mayor
superficie de contacto. La versatilidad de tamaño
de poro posibilita la capacidad de adsorber diversos
adsorbatos.
Los resultados de la experimentación indican que
una alternativa verde puede ser modificar el
proceso de producción del adsorbente a partir de
diferentes materiales como materia prima. El
carbón activado es uno de los mejores adsorbentes
por excelencia y tiene la ventaja de ser obtenido a
partir de materiales orgánicos.
El equilibrio de adsorción se ve influenciado por la
naturaleza del adsorbato. Es necesario tener en
cuenta los equilibrios competitivos que pueden
presentarse, en caso de metales el pH de trabajo es
fundamental para establecer la disponibilidad del
mismo para la adsorción.
El procedimiento de producción de carbón
activado, muestra una nueva oportunidad para
integrar procesos y hacerlos más eficientes y
amigables con el medio ambiente a partir de la
transformación de residuos. Al comparar las
propiedades del producto finales no se evidencia
gran diferencia en las propiedades, estructura, área
específica, volumen de poro y capacidad de
adsorción.
Los materiales adsorbentes representan una gran
[3] Procesos de transporte y operaciones unitarias. C.G. Geankoplis. 3ª Ed. CECSA.
México. 1998. Cap. 12.
[4] Do, D.D. Adsorption Analyses: Equilibria and Kinetics. Imperial College Press, Singapore. 1998. pp 13-
17.
[5] Resolución N° 0883. Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Colombia, 18 de mayo de 2018.
[6]Demiral, H., & Güngör, C. (2016). Adsorption of copper (II) from aqueous solutions on activated carbon
prepared from grape bagasse. Journal of Cleaner Production, 124, 103–113.
doi:10.1016/j.jclepro.2016.02.084
[7] Bansal, R.C., Goyal, M., 2005. Activated Carbon Adsorption. Taylor and Francis.

Bibliografía

Cooney, D.O. Adsorption Design for Wastewater Treatment. Lewis Publishers, Washington, D.C. USA.1998
Yang, R.T. Adsorbents: Fundamentals and Applications, John Wil & Sons, Inc., New Jersey, USA.2003
Adsorption Technology for Air and Water Pollution Control.