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Responsabilidad Extracontractual.

I. Introducción.
Dictado en el siglo pasado, nuestro código ha quedado totalmente al
margen del amplio vuelo alcanzado por la doctrina, empero no
hemos contado con una jurisprudencia tan audaz como la francesa
en donde se ha dejado de lado las normas legales para intentar
conseguir el objetivo primordial, la reparación íntegra y rápida del
daño sufrido. Así Abeliuk afirma que en esta materia nos debemos
apartar un tanto del tenor literal, para ahondar en un análisis crítico
de las disposiciones legales.
II. Sección Primera. De los hechos Ilícitos en general.
1. Denominaciones.
En una materia con tantas evoluciones ni la denominación ha
quedado incólume; así podemos mencionar las siguientes:
 Delitos y Cuasidelitos; similar a la denominación del Código
Penal, era la predominante en la época de dictación del código,
hoy la distinción no existe por lo cual esta denominación ha
perdido trascendencia.
 Responsabilidad civil extracontractual; representa la
necesidad jurídica que se encuentra una persona de satisfacer su
obligación, pero al hablar de responsabilidad civil se la utiliza en
un sentido más específico; la obligación que tiene una persona de
indemnizar perjuicios, y la denominación extracontractual, se le
asigna para diferenciarla de la que proviene del incumplimiento
de una obligación.
 Actos o hechos ilícitos; hecho en cuanto existe una conducta
del obligado por acción u omisión e ilícito ya que por ser una
conducta contraria a derecho lo obliga a la indemnización.

2. Fuente de obligaciones.
El Código otorga a los delitos y cuasidelitos la categoría de fuentes
de las obligaciones en los Arts. 1437, 2284 y 2314. El hecho ilícito es
fuente las obligaciones porque da origen a una que antes de él no
existía, indemnizar los perjuicios causados. La responsabilidad nace
al margen de la voluntad del acreedor o deudor, aunque se haya
actuado con dolo.
Esta obligación nace por la sola comisión del hecho ilícito y en
consecuencia porque la ley la establece, pero ella no lo hace
directamente , sino en cuanto concurran los presupuestos de la
resp. extracontractual que se detallarán en la sección segunda.

3. Desarrollo e importancia actual de la teoría del hecho ilícito.


 La noción misma de obligación puede haber nacido en las
sociedades antiguas para evitar la venganza privada por la composición
pecuniaria.
 En Roma la responsabilidad extracontractual no obtuvo su
pleno desarrollo, pues no maduró el concepto de que toda culpa dañosa
obliga a reparar el perjuicio causado. Existían los delitos civiles que eran
los contemplados en la ley. Luego surgieron figuras no contempladas en la
ley a las cuales los pretores les dieron la denominación de cuasi ex delitos,
lo cual los glosadores efectuaron la distinción de delitos y cuasidelitos, al
igual que lo sucedido con los contratos y cuasicontratos.
 Fueron los canonistas quienes sentaron el principio de que
todo daño debe ser indemnizado, incluso el cometido con culpa, lo que
abrió el camino al establecimiento de la responsabilidad extracontractual
en términos generales.
 Así se recogieron las normas del Código francés y del nuestro.
 A parir de finales del siglo XIX, la responsabilidad
extracontractual ha alcanzado un desarrollo importante debido a la
revolución industrial y desarrollo tecnológico, pues la vida en general se ha
hecho más riesgosa, accidentes de tránsito, en el trabajo. Así individuos y
empresas se ven expuestos a pagar fuertes indemnizaciones, esto muchas
veces los lleva a la contratación de seguros. De esto surge la necesidad de
actualización de las normas, la cual en nuestro código ha sido muy
desordenada.

4. Responsabilidad moral, penal y civil.


Para demarcar correctamente la noción de responsabilidad
civil es conveniente distinguir entre tres especies de
responsabilidad .
Resp. Moral; es una noción netamente subjetiva, dependiente
de los conceptos generales dominantes y de la conciencia y
religiosidad de cada sujeto. No implica necesariamente un perjuicio
ajeno, bastando la mera intención, y de producirlo, no da lugar a
reparación exigible coactivamente.
 Resp. Civil; se precisa una exteriorización, acto o abstención
que causa un perjuicio imputable a su autor. La obligación de reparación
es jurídica y como tal se exige coactivamente. La ética exige la plena
satisfacción del daño causado.
 Resp. Penal; es la propia de la comisión de delitos penales.
La resp. civil y la penal se han entrelazado siempre, perjudicando en
muchos sentidos el desarrollo de la primera, porque la segunda es
obviamente más restringida. Para mayor entendimiento desarrollaremos
un paralelo entre ambas responsabilidades.

Materia de Resp. Penal Resp. Civil


la
distinción

Noción de La Noción de delito Nace por


delito. penal es más acciones u
circunscrita, pues omisiones que se
es toda acción u encuadren
omisión voluntaria dentro de los
penada por el requisitos
legislador. Los señalados en
delitos son forma general
nominados por el legislador.
Los delitos son
innominados.

Fundament No es necesario el Se atiende al


o de la daño específico se perjuicio
sanción. sanciona al ocasionado a
responsable por la una o más
gravedad del acto . personas
determinadas, se
sanciona el
factor económico
y moral, pero
fundamentalmen
te el primero.

Compromiso Está comprometido Mira casi


del interés el interés general y exclusivamente
general. no solamente el la reparación del
particular de la perjuicio; se dice
víctima. casi, porque el
Art. 231 agrega
que la
indemnización es
sin perjuicio de
la pena que le
imponen las
leyes.

5. División de la Resp. civil en contractual y extracontratual.


Aparece el tema de la responsabilidad dividido en dos, la
contractual que es la obligación del deudor de indemnizar los
perjuicios al acreedor por el incumplimiento o retardo imputable de
la obligación y la responsabilidad extracontractual.
Los problemas a que da lugar la existencia de esta distinción
son múltiple y requieren un estudio pormenorizado, y sólo se verán
al final de esta materia. Por el momento señalaremos las dos
principales diferencias entre una y otra.
- En la resp. contractual existe un vínculo jurídico previo.
- En la resp. contractual la culpa se presume.

6. Fundamentos de la responsabilidad extracontractual.


Dos tendencias existen para fundamentar la responsabilidad
extracontractual, la clásica o subjetiva y una moderna u objetiva o sin
culpa.
A. Responsabilidad Subjetiva.
La Doctrina clásica señala como fundamento de la obligación que la ley
impone de reparar el daño, la culpabilidad del agente, esto es la actitud
reprochable del autor del delito o cuasidelito que puede recorrer cierta
graduación desde el dolo hasta la culpa levísima. Los requisitos
fundamentales son dos:
i) El daño,
ii) Que éste haya sido originado por la culpa o dolo de quien lo
haya provocado. Este punto es el más polémico y rebatido
porque muchas veces se dejó a la víctima sin indemnización,
esto por lo dificultoso de probar la culpa, pues nadie podía
discutir la necesidad de probarla en la responsabilidad
extracontractual en virtud del principio del onus probandi
(Art. 1698). Se le formularon varias críticas entre ellas, que la
exigencia de culpa la hacía confundir con la resp. moral o
penal y por motivos de justicia social, pues donde más
dramatismo había en daños no reparados era en los
accidentes del trabajo
Por estas razones la doctrina moderna elaboró una nueva teoría
sobre la responsabilidad extracontractual

B. Responsabilidad Objetiva.
También llamada responsabilidad del riesgo, pues no atiende a la
culpabilidad del agente, sino que meramente al resultado material que de
ella ha derivado, el daño.
La obligación de indemnizar se funda en la idea de que toda persona que
desarrolla una actividad crea un riesgo de daño a los demás, si ese riesgo
se concreta perjudicando a otro, resulta lógico que quien lo creó deba
indemnizar a la persona dañada.
Como podemos ver esta noción resulta excesivamente amplia por lo cual
los autores intentan limitar esta noción, distinguiendo, por ejemplo, entre
actos normales y anormales siendo estos últimos los que se deben
indemnizar. Otros hablan de riesgo-beneficio, o sea se indemniza cuando
la actividad riesgosa le reportó utilidad.
Cuando la doctrina objetiva es llevada a extremos recibe nuerosas
críticas, entre las que podemos mencionar:
i) Es peligrosa, pues si ampara a una víctima que ha sufrido
daño con la indemnización por otro lado fomenta la existencia
de nuevas víctimas porque si de todos modos se va a reparar
puede llevarse a la conciencia general que en el derecho da
igual actuar con negligencia que sin ella, pues igual se
indemniza,
ii) El subjetivismo informa todo el derecho civil, o sea no se
puede dejar de considerar a las personas si para todo el resto
de las materias son primordiales.
iii) En cuanto al referido problema de la víctima y el autor, no es
equitativo que la víctima sea siempre reparada, pues debe
mirarse a ambas partes y no sancionar a priori.
7. Otras tendencias doctrinarias y de derecho comparado.
A. El hecho ilícito como violación de una obligación.
Son los autores (Planiol y Ripert) que propugnan la unidad de la
responsabilidad en materia civil, los que sostienen esta teoría que consiste
en que en el hecho ilícito existe la infracción de una obligación
preexistente que es la que impone el sistema jurídico imperante de no
lesionar los derechos y bienes ajenos, esto es de no causar daño a otro. O
lo mismo el individuo debe observar un comportamiento jurídico precavido
que le permita no cometer injuria a los intereses del otro. Es una
obligación estrictamente legal.
Esta posición no ha tenido plena aceptación porque semejante obligación
no es en verdad una obligación, sino un deber general de conducta.

B. La teoría de lo injusto.
De procedencia penal también liga en cierto sentido ambas
responsabilidades. Dándoles un contenido objetivo como actos contrarios
al derecho objetivo.
Lo injusto o antijurídico se presentará cada vez que se quebrante una
norma jurídica y el sistema reaccionará de diversa maneras, así si es
mayor la sancionará criminalmente, sino lo es lo hará exclusivamente por
la vía civil.

C. Tendencias actuales en el Derecho Comparado.


A modo de síntesis diremos que las legislaciones actuales son
pragmáticas predominando la idea de defensa de la víctima y de procurarle
un resarcimiento eficaz y oportuno, pero no se acepta integralmente la
resp. objetiva, sino para ciertos casos y efectos, así podemos ver
situaciones en que se acepta la resp. objetiva y otras en que no.
a) Aceptación de la resp. Objetiva para ciertos efectos.
Los sistemas jurídicos han conocido casos de obligación de indemnizar en
que para nada se considera la actitud del sujeto, incluso en Chile podemos
mencionar los Arts. 847 del C.C. (derecho a la imposición de la
servidumbre de tránsito) y Art. 25 letra g) del Código de Minería (impone la
obligación de indemnizar los daños que se produjeren con la exploración).
Asimismo las presunciones de derecho de la responsabilidad de los Arts.
2341 y 2327 están muy cercanas a este tipo de responsabilidad.
b) Otros medios de ampliar y asegurar la obtención de indemnización.
Podemos mencionar los siguientes:
i) Traspaso a la seguridad social de los riesgos más comunes,
con la obligatoriedad del seguro de accidentes del trabajo, por
ejemplo.
ii) Presunciones de culpa; se verá más adelante.
iii) Desplazamiento de algunos casos hacia la resp.
contractual; como en esta la culpa se presume , la víctima se
encuentra en mejor situación para cobrar la indemnización.
Así la doctrina y Jurisprudencia francesa han traspasado
una serie de situaciones de una clase de resp. a la otra
mediante la elaboración de la teoría de la obligación de
seguridad que establecen en una serie de contratos (aspecto
que veremos al final de la materia).

8. Concepto de hecho ilícito.


Es hecho ilícito todo hecho culpable o doloso que causa daño a otro, e
impone al autor la obligación de reparar el daño causado. Lo podemos
clasificar en diversos puntos de vista.
 Según de su fuente:
Delito civil, el que deriva de la intención del agente.
Cuasidelito; el que deriva de su negligencia o imprudencia.
Resp. sin culpa, cundo deriva de la ley.
 De acuerdo a quien haya proferido el daño.
Resp. por hecho propio.
Resp. por hecho ajeno o de las cosas.

III. Sección Segunda.


REQUISITOS DE LA RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL.
Para que haya lugar a la responsabilidad extracontractual dos son los
requisitos fundamentales; la actuación ilícita, dolosa o culposa y el daño a
la víctima que ella ocasiona. A ellos se les agregan otros, de tal manera que
tenemos los siguientes:
1. Acción u omisión del agente,
2. La culpa o dolo de su parte (ambos se estudian conjuntamente)
3. La no concurrencia de una causal de exención de responsabilidad
4. La capacidad del autor del hecho ilícito;
5. El daño a la víctima;
6. La relación de causalidad entre la acción u omisión culpable o
dolosa y el daño producido.

Párrafo 1º.
La acción u omisión culpable o dolosa del agente.
1. El Dolo y el delito civil.
La clasificación tradicional entre delito y cuasidelitos civiles ha descansado
en la diferente actitud del agente; todos sus demás elementos son
comunes, pero en el delito hay dolo y en le cuasidelito culpa. Salvada esta
diferenciación, no hay mas puntos de separación entre ambos, de ahí que
algunos códigos modernos como el suizo, alemán, brasileño y peruano
hayan abandonado esta distinción.
El dolo está definido en el Art. 44 inc. final del título preliminar, puede ser
visto en tres aspectos diversos, como vicio del consentimiento, agravante
de la responsabilidad contractual o elemento de la responsabilidad
extracontractual, mas allá de ña teoría unitaria del dolo.
El dolo se aprecia in concreto, según las circunstancias del actor, ya que
incluye un elemento psicológico: la intención, el deseo de causar daño. De
ahí que el dolo concurrirá normalmente cuando al mimo tiempo se haya
cometido un delito penal; sino, bastará la prueba la prueba de la culpa que
es bastante menos difícil que la del dolo para que surja la responsabilidad
extracontractual. Es raro encontrar casos de un delito civil puro, pero
podemos citar: Una persona compró un auto que no resultó de buena
calidad y en vez de arreglar el asunto con el vendedor o demandarlo optó
por denostar públicamente la marca, siendo demandado por la casa
importadora y obligado a indemnizar perjuicios.

2. Culpa y cuasidelito civil.


El cuasidelito civil es mucho más frecuente que el dolo, hay más casos en
que exista independientemente del cuasidelito penal, así ocurrirá por
ejemplo en un choque, donde habrá un cuasidelito civil en donde el chofer
deberá indemnizar los perjuicios y además podrá verse expuesto a una
sanción por la ley de tránsito, pero no penal. Pero si a consecuencia del
choque fallece una persona habrá un cuasidelito penal.
Nuestro código no definió la culpa, pero en el Art. 44 se señala una triple
distinción entre culpa grave, leve y levísima. Ahora bien, respecto a la
culpa extracontractual analizaremos los siguientes aspectos:
1. Forma de apreciarla.
2. Graduación de la culpa;
3. Prueba de la culpa;
4. Responsabilidad sin culpa;
5. Traspaso a la seguridad social;
6. Los casos de culpa y;
7. Determinación de la culpa.

A. Forma de apreciarla.
Existen dos doctrinas, las de culpa objetiva o en abstracto y de culpa
subjetiva o en concreto.
La culpa en abstracto, se compara la actitud del agente a la que habría
tenido en el caso que ocasiona daño una persona prudente expuesta a la
misma situación.
La culpa in concreto o subjetiva, es aquella en que al igual que en el
dolo se procede a determinar la situación personal del sujeto al tiempo del
accidente.
En Chile es indudable que se adopta el primer criterio y el sujeto ideal
de comparación es el buen padre de familia según el Art. 47.
B. Graduación de la culpa.
El principio en la responsabilidad extracontractual es que se considera
culpa a cualquier tipo e culpa por leve que esta sea. Sin embargo es
aplicable en esta materia la regla que señala que la culpa grave se
equipara al dolo, lo que no tiene mayor relevancia, pues como dijimos no
hay diferencias entre el delito y el cuasidelito civil.
La conclusión es que queda a criterio del juez determinar si hubo culpa
o no e la actitud del agente.

C. Prueba de la culpa.
Por regla general la culpa extracontractual deberá probarla la víctima, a
diferencia de lo que ocurre en materia contractual por el Art. 1547; se
concluye lo anterior pues no existe norma semejante al art. 1547 en la
materia de responsabilidad extracontractual, por lo tanto se sigue la regla
general del onus probandi del Art. 1698., ya que la víctima al pedir
perjuicios afirma la existencia de una obligación para lo cual deberá
acreditar que concurren los requisitos legales para que tenga lugar la
responsabilidad extracontractual uno de los cuales es la culpa o dolo.
Este es uno de los puntos dificultosos para obtener la indemnización.
La prueba no tiene restricciones, como se trata de probar hechos,
puede recurrirse a testigos, presunciones, confesión, etc. Aquí
analizaremos dos puntos importantes:

a) Teoría de las obligaciones de medios y resultados.


La doctrina y jurisprudencia francesas han establecido una
distinción entre las obligaciones de medios y las de resultado; en las
primeras la obligación es concreta, el deudor debe obtener un resultado
determinado (Ej. El vendedor debe entregar la cosa); en otros casos en
cambio, el deudor se obliga a poner de su parte la diligencia necesaria, a
conducirse con prudencia para obtener el resultado deseado, pero no a
conseguir éste. (Ej: el médico, el abogado, etc.).
Como consecuencia el deudor ha incurrido en incumplimiento en las
de resultado cuando no se produce el resultado prometido, en cambio en
las de medios estará en incumplimiento si no presta los cuidados
prudentes y diligente para obtener el resultado buscado.
La importancia de esta clasificación estriba en la prueba, porque en
las de resultado el acreedor nada debe probar, en cambio en las de medios
deberá probar que el deudor no se comportó con la diligencia necesaria.
En relación a la responsabilidad extracontractual se ha establecido,
a la inversa, la existencia de obligaciones de resultado en relación a la
responsabilidad por el hecho de las cosas y por otra parte la importancia
de eta clasificación estriba en que la presunción de culpa no opera
únicamente en resp. contractual, sino que en una y otra clase de
responsabilidad hay que distinguir si la obligación es de resultado (donde
operará la presunción) o de medios (no hay presunción).
Sin embargo a juicio de Abeliuk en Chile esta distinción no resulta
aplicable en virtud de lo claro que es el Art. 1547.
b) Presunciones de culpa.
Si la prueba de la culpa es uno de los elementos que dificultan la
obtención de la reparación, el legislador ha tratado de paliarla
estableciendo presunciones de culpa. Algunas presunciones son:
- En la resp. por hecho ajeno.
- En materia de accidentes causados por vehículos. (ambas se
verán más adelante).
En relación a esta materia se ha discutido el alcance del Art. 2329
(ver Art.) en especial lo dispuesto en su inc. 2º ; para muchos hay una
mera reiteracióndel inc. 1 del Art 2314 que impone que el que cometido
un daño debe repararlo, pero Alessandri ha sostenido que se trata de un
caso de presunción de responsabilidad por hecho propio , “cuando el daño
proviene proviene de un hecho que , por su naturaleza o por las
circunstancias en que se realizó , es suceptible de atribuirse a culpa o
dolo. Exponpe las siguientes razones:
i) Por la ubicación del precepto, a continuación de las
presunciones de responsabilidad por el hecho ajeno y el de las
cosas.
ii) La redacción de la disposición, pues habla del daño que
“pueda” imputarse y no que sea imputable, esto es, basta que
sea racional y lógico para entender que hubo culpa.
iii) Los casos del precepto son por vía ejemplar y suponen por sí
solos la demostración de culpa.
Abeliuk discrepa de la posición de Alessandri, porque a su juicio no
hay nada en el precepto que permita sostener una presunción de culpa.
Por último hay algunas presunciones de derecho de la culpabilidad del
agente, como el Art. 2327, para el daño causado por el animal fiero y el Art
2321 referente a la responsabilidad de loa padres por los hechos ilícitos de
sus hijos menores si reconocidamente provienen de la mala educación o
hábitos viciosos que le han dejado adquirir.

D. Responsabilidad sin Culpa.


Se trata de aquellos casos n que no es necesaria la culpa, o sea
aquellos casos en que habría resp. objetiva. Digamos que ella no existe en
el Código Civil, sino que en legislaciones especiales y para ciertos y
contados casos. Los más notorios son los siguientes:
a) CPE; la letra i) del Nº7 del Art 19 sobre la responsabilidad del
Estado por error judicial.
b) Art 16 de la ley de Seguridad Interior del Estado; este
precepto permite en ciertos casos suspender publicaciones de
diarios, revistas, su inciso final señala que si el afectado fuere
absuelto tendrá derecho a ser indemnizado por el Estado.
c) Código Aeronaútico; hay resp. objetiva del explotador, la
persona que utiliza una nave, en caso de accidente aéreo.
d) Fumigaciones; la ley 15.703 establece resp. solidaria de quien
las ejecuta y quien la contrata para indemnizar daños por su
realización.
E. Traspaso de la responsabilidad extracontractual a la seguridad
social.
Como dijimos debido a la tecnología cada vez hay más y más peligrosos
accidentes en especial en el trabajo de tal manera que se dictado
legislación especial relativa a dos situaciones:
a) Los accidentes del trabajo; se establece la ley de seguro
obligatorio de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales
financiada con un mecanismo de copago, además se establecen
premios y sanciones a las personas para evitar que se descuiden
por el hecho de estar aseguradas.
b) Los accidentes de pasajeros de la locomoción colectiva(los
veremos dentro de los accidentes de tránsito).

F. Los casos de culpa.


La noción de culpa es relativa y depende de las condiciones de hecho,
es dificil determinar en una sola fórmula cuando la hay y cuando no. Sin
embargo podemos señalar algunos casos generales de culpa. (Algunos
casos especiales los veremos más adelante).
a) Infracción de ley, reglamento y mero descuido; si el ilícito
recibe tal denominación por ser contrario a derecho habrá culpa
cada vez que se viole la ley, el reglamento, etc., esto es se actúe
contra sus preceptos, pues el primer deber del individuo es
respetar el derecho objetivo. Los casos más frecuentes de
infracciones a disposiciones legales son en materia de tránsito.
Ello no significa que no exista culpa, sino que en caso de
infracción de la ley o el reglamento, basta la negligencia o
descuido del agente.
b) El abuso del derecho; por regla gral. cuando una persona actúa
ejerciendo un derecho que tiene, aunque ocasione un daño a otro
no tiene responsabilidad pero el mismo ejercicio puede acarrear
responsabilidad a su titular si lo hace en forma abusiva. Esta
teoría antes vista constituye una reacción frenteal excesivo
individualismo de la época de la codificación. Sus requisitos son:
i) Existencia de un derecho;
ii) El derecho debe ser de ejercicio relativo; o sea que
la ley no los haya excluido expresamente, por
cuanto la regla gral. es que los derechos son
relativos. Un ejemplo de un derecho absoluto es la
facultad del acreedor de elegir a su arbitrio entre
cumplimiento forzado o resolución (Art. 1489)
iii) Que el ejercicio sea abusivo; es dificil precisar
cuando el ejercicio es abusivo, así hay varias
corrientes de opinión.
- Hay abuso del derecho si éste se ejercita en
el sólo afán de causar perjuicios y sin utilidad
para su titular (se equivale al dolo).
- Debe atenderse al fin económico y social
para el cual fue otorgado el derecho.
- Otros proponen mirar que el ejercicio no
exceda los límites del objeto en vista del cual ese
derecho la ha sido conferido a su titular.

En la legislación chilena no se contiene una disposición expresa relativa a


la institución, hay casos en que se acepta y otros en que se rechaza, se
aceptan su aplicación en los siguientes casos:
i) Art. 56 Código de Aguas que permite a
cualquiera cavar un pozo en su propiedad,
aunque se menoscabe el agua de otro, pero
si no le reporta utilidad alguna o no es
comparable con el perjuicio ajeno será
obligado a cegarlo.
ii) Art. 2110 que prohíbe la renuncia de mala fe
o intempestiva a la sociedad.
En cuanto a los efectos del abuso del derecho , podemos señalar que si se
reúnen los requisitos ya estudiados y los generales de la responsabilidad
extracontractual, se condenará al que ha hecho un uso excesivo o abusivo
de sus facultades a indemnizar los perjuicios causados.
c) Responsabilidad por las actos de vecindad; se señaló que
una de las limitaciones al ejercicio del derecho de dominio es la
que imponen las relaciones de vecindad por elementales razones
de convivencia. Su origen data de loa abusos del derecho del
dominio, pero con el desarrollo de la doctrina ha ido más allá
como el caso de la fábrica que emite ruidos u olores, puede ser
condenada a reparar perjuicios no obstante cumpla con todas las
ordenanzas y reglamentos, esto porque habría aquí un caso de
resp. objetiva. Otros casos de problemas de vecindad son las
murallas que se levantan o la propiedad horizontal, y en todos
opera el mismo criterio.
d) Culpa por omisión; de acuerdo a Abeliuk hay culpa en la
mera abstención, esto es cuando el agente no desarrolla ninguna
actividad en circunstancias que debió hacerlo. Es el caso de una
persona que pudiendo salvar a otra sin riesgo grave para sí
misma no lo hace o del médico que sin razón de peso, se niega a
atender a un herido, etc.

G. Determinación de la culpa.
Conforme a la doctrina de la apreciación de la culpa in abstracto, el
juez para determinarla, deberá comparar la actuación del hechor, tal como
ha quedado establecida en el pleito, con la forma normal de reaccionar de
los seres humanos colocados en la misma situación.
Ello explica las vacilaciones de la Corte Suprema para resolver si es
cuestión de hecho o de derecho la determinación de la culpa. Es
indiscutible que precisar los hechos que pueden constituir la culpa
corresponde a los jueces del fondo, salvo que los hayan dado por
establecidos con infracción a las leyes reguladoras de la prueba; pero
calificarlos , esto es una cuestión de derecho y susceptible de revisión por
la casación en el fondo, puesto que se trata de conceptos establecidos en la
ley.

Párrafo 2º.
Hechos que alteran o eximen de responsabilidad.
1. Enunciación.
Hay hechos que excluyen la existencia de culpa o dolo y otros en que no
obstante haber uno y otra, no se responde civilmente, o se modifica la
responsabilidad. Todas estas situaciones las podemos agrupar en los
siguientes casos:
1. Ausencia de Culpa y caso fortuito;
2. Estado de necesidad;
3. El hecho del tercero;
4. La culpa de la víctima;
5. Eximentes de responsabilidad, en especial en relación con las de
orden penal;
6. Convenciones sobre responsabilidad.

A. Caso fortuito y ausencia de culpa.


Está definido el casio fortuito en el Art. 45 del Código,; si hay caso
fortuito o fuerza mayor, no hay culpa del autor del daño y queda exento de
responsabilidad, pero tiene mas importancia en la resp. contractual,
porque allí se presume la resp. del deudor.
Sin embargo en materia de responsabilidad extracontractual interesará
al demandado probar el caso fortuito, ya sea para reforzar su defensa, o
porque la ley presume su culpa en los casos ya vistos.
Diferente es la ausencia de culpa, para probarla basta acreditar que se
ha actuado con la debida diligencia y cuidado, siendo totalmente
accidental el daño producido.

B. Estado de necesidad,
Es aquel en que una persona se ve obligada a ocasionar un daño a otra
para evitar uno mayor a sí misma o a un tercero. Se diferencia del caso
fortuito en que si bien hay un hecho imprevisto, él no es irresistible; puede
resistirse pero a costa de un daño propio.
Nuestra legislación no contempla para efectos civiles esta institución,
po lo que para acogerla debe asimilarse a alguna otra situación
reglamentada, como la ausencia de culpa, el caso fortuito, la fuerza mayor,
etc.
El estado de necesidad supone un conflicto de intereses en que es dificil
decidir cuál es el más legítimo; si bien es comprensible la actitud del que
por evitarse un daño mayor opta por causarlo a un tercero ajeno, no es
menos cierto que quien recibe el daño nada tenía que ver y de aceptarse el
estado de necesidad como eximente sufrirá íntegro el daño.
C. El hecho del tercero.
Respecto del hecho del tercero es forzoso hacer una distinción;
a) El hecho del tercero fue la única causa del daño; En tal caso
es necesario un nuevo distingo:
i) Si el hecho del tercero no es culpable ni
doloso, no hay responsabilidad.
ii) Si el hecho es culpable o doloso el autor no
responderá sino en los casos en que la ley
lo hace responsable del hecho ajeno, en caso
contrario, para él constituye un caso fortuito
y deberá la indemnización el tercero
culpable.
b)El hecho del tercero concurre al daño; hay que distinguir
nuevamente:
i) Si en el autor del daño y en el tercero que
concurre a él se dan los requisitos de la
responsabilidad extracontractual, responden
solidariamente(Art, 2317)
ii) Si la actuación del tercero no es ni culpable
ni dolosa, el autor del daño responderá de
todos los los perjuicios, a menos que el
hecho del tercero constituya para él un caso
fotuito.
D. La culpa de la víctima.
Al respecto cabe efectuar el mismo distingo:
a) La culpa d la víctima ha sido la única causa del daño; es
evidente que no hay responsabilidad para el autor del mismo,
porque no hay culpa suya.
b) Puede existir concurso de culpas; tal situación se encuentra
prevista en el Art. 2330, y procede una rebaja de la
indemnización, que los tribunales determinarán soberanamente.
La culpa de la víctima sólo afecta la responsabilidad civil no la penal.

E. Eximentes de responsabilidad
En materia penal existen circunstancias que eximen de responsabilidad
penal o que la atenúan (Arts. 10 y 11 C. Penal). Estas disposiciones no se
aplican en materia civil, como lo prueba el hecho de que la sentencia
absolutoria en lo criminal no produce cosa juzgada en lo civil si se ha
fundado en la existencia de circunstancias eximentes de responsabilidad
criminal. (Art. 179 CPP).
Sin embargo, han comenzado a preocupar a la doctrina y legislación como
es el caso del estado de necesidad y la legítima defensa (Código italiano).
En Chile a falta de legislación se deberá resolver el problema de cada una
de ellas en particular, según los principios generales de la legislación. Así a
juicio de Abeliuk no se responderá en caso de legítima defensa ni tampoco
si se ha actuado po fuerza física o moral, y cuando la ley expresamente ha
rechazado la responsabilidad, como ocurre con los parlamentarios (ver Art.
58 CPE).

F. Convenciones sobre responsabilidad.


Se ha discutido mucho este punto en cuanto a la validez de estas
estipulaciones, lógicamente tiene más aplicación en la resp. contractual,
pero también se usa en la extracontractual.
Se distinguen dos clases de convenciones, las que eximen a la persona de
toda obligación de indemnizar y las que la limitan en cierta forma.
En materia de responsabilidad extracontractualse sostenía
invariablemente su ilicitud por estimar que se trata de normas de orden
público, pues a la sociedad interesa que no se cometan delitos o
cuasidelitos civiles, sin embargo nuca se discutió que a posteriori la
víctima puede renunciar a su acción o transingir.
Actualmente hay una tendencia que discute la postura anterior , porque el
interés social está representado por la represión penal del hecho ilícito, de
tal manera que la indemnización es un asunto privado, pues si se puede
renunciar cuando el daño se ha producido, no hay ninguna razón que
impida que se renuncie de antemano. No obstante hay ciertas
responsabilidades que no quedan liberadas de antemano como:
a) Cuando la ley expresamente lo ha dispuesto; como ocurre en
materia del trabajo en que los derechos del trabajador son
irrenunciables.
b) En caso de dolo o culpa grave; por aplicación del Art. 1465 y
Art. 44 para asimilar la culpa grave al dolo.
c) Daño a las personas; porque ellas están al margen del comercio
jurídico y en consecuencia no se podría estipular la exención del
daño que estas sufran.

Párrafo 3º.
La capacidad extracontractual.
En nuestra legislación la capacidad en la responsabilidad extracontractual
está sujeta reglas especiales. Erróneamente se le denomina a este requisito
imputabilidad, pues esta supone que el delito ha sido cometido por una
persona, en cambio cuando hay incapacidad lisa y llanamente no hay
responsabilidad extracontractual.

1. Los incapaces delictuales.


La regla general en materia de responsabilidad extracontractual, más
ampliamente que en otros campos, es la capacidad para responder de los
daños ocasionados por un hecho ilícito. En efecto, de acuerdo al Art. 2319,
sólo hay tres categorías de incapaces:
1. Los infantes, esto es los menores de 7 años.
2. Los dementes, respecto de ellos se considerado que es
responsable si ha actuado en un intervalo lúcido
independientemente si hay decreto de interdicción o no.
3. Los mayores de 7 años y menores de 16; en donde queda a la
prudencia del juez si el menor en este caso actuó o no con
discernimiento, en este último caso no será capaz.

2. Otras responsabilidades especiales.


A. Responsabilidad del ebrio(Art. 2318); su responsabilidad se funda en
su culpabilidad por haberse colocado en tal estado; por ello no obstante
la amplitud del precepto, la doctrina concluye que no estaría obligado
por su hecho ilícito si ha sido colocado en este estado por obra de un
tercero y contra su voluntad. Lo relativo al ebrio se extiende a cualquier
otra clase de intoxicación como estupefacientes.
B. Responsabilidad del guardián del incapaz; se debe entender por
“guardian” a la persona que tiene a su cargo a otra o a una cosa y debe
vigilarla ; si no cumple este deber es responsable de los daños que
ocasiones esa persona o cosa, y su culpa consiste precisamente en
haber faltado a dicha obligación. Así ocurre con los incapaces ,
responde por los daños causados quien debe vigilarlos. (Art 2319 parte
final). En estos casos la víctima debe probar la negligencia del
guardián, pero no debemos confundirla con la responsabilidad por el
hecho ajeno, que difiere fundamentalmente de la que establece el Art.
2319 en un doble sentido; en esta no hay hecho ilícito del incapaz,
pues falta este requisito, la capacidad; lo hay del guardián por su
negligencia. Este responde del hecho propio, mientras en la
responsabilidad indirecta se responde del hecho ilícito de otra persona
capaz, y que también es responsable. Tratándose de un incapaz el
guardián soporta definitivamente la indemnización, no puede repetir
contra aquel, pues éste no ha cometido hecho ilícito.
C. Responsabilidad de las personas jurídicas; las personas jurídicas son
plenamente responsables en materia extracontractual. Se tratarán en
lños hechos ilícitos particulares y en los del estado.

Párrafo 4º
El daño o perjuicio
1.- Concepto
El daño que sufre la víctima es un requisito indispensable para la
responsabilidad extracontractual que no persigue como la penal castigar,
sino reparar el perjuicio sufrido. De allí se desprende que es un requisito
de la esencia, pues no habrá responsabilidad extracontractual sin
perjuicio, pero hay casos en que la habrá aunque no haya dolo o culpa.
En nuestra legislación, daño y perjuicio son términos sinónimos y se usan
indistintamente y lo podemos definir como todo detrimento o menoscabo
que sufra una persona en su patrimonio o en su persona física o moral.

2.- Requisitos del daño para que sea indemnizable.


El daño para que de lugar a reparación debe ser:
1) Cierto
2) No haber sido ya indemnizado
3) Lesionar un derecho o interés legítimos.

A. Certidumbre del daño.


Que el daño sea cierto, quiere significar que debe ser real, efectivo, tener
existencia. Con esto se rechaza la indemnización del daño eventual,
meramente hipotético, que no se sabe si existirá o no.
Pero que el daño sea cierto no elimina la indemnización del daño futuro,
con tal que sea cierto, esto es, que no quepa duda de que va a ocurrir. En
el fondo el lucro cesante es siempre un daño futuro.

B. El daño no debe estar indemnizado.


En principio no puede exigirse la indemnización de un perjuicio ya
reparado, así si son varias las personas para demandar los daños, la
acción es solidaria, por lo cual la víctima puede cobrar el total a cualquiera
de ellos, pero indemnizado no podrá cobrarle los daños a los demás.
Se presenta en este punto el problema del llamado cúmulo de
indemnizaciones, esto es que la víctima haya obtenido de un tercero al
hecho ilícito una reparación total o parcial del daño sufrido. Este tercero
podrá ser una compañía aseguradora o un organismo de seguridad social.
La solución más aceptada, aunque se ha discutido pues el hechor se
aprovecha para disminuir su responsabilidad es que si tales beneficios
tienden a reparar el daño, este se extingue y no puede exigirse nuevamente
su reparación. El que ha pagado esta no podrá repetir contra el hechor, a
menos que le ceda las acciones correspondientes o la ley se las otorgue.

C. El daño debe lesionar un derecho o interés legítimo.


Lo normal es que resulte lesionado por el hecho ilícito un derecho
subjetivo, ya sea patrimonial o extrapatrimonial. Ahora bien, en el daño a
las personas se pueden presentar casos dudosos si la víctima fallece,
desde luego queda al margen la situación en cualquier clase de daños si el
afectado perece con posterioridad al acto ilícito, pero sin haber cobrado la
indemnización, esta es perfectamente transmisible. Nos referimos al caso
en que la víctima muere a consecuencia del hecho ilícito, ya que nada
transmite a sus herederos porque nada ha alcanzado a adquirir, sin
embargo los que son herederos pueden tener un perjuicio personal a causa
del fallecimiento de la víctima y en tal caso, concurriendo los requisitos
legales, habrá derecho a indemnización, pero no la cobran como
herederos, sino por el daño personal que experimentan.
En igual situación, se encuentra cualquier persona que no sea heredera de
la víctima, pero al que el fallecimiento de esta lesiona un derecho, por ello
la jurisprudencia ha concedido indemnización a un hermano del difunto, a
quien este proporcionaba alimentos.
Pero no solo hay lugar a la indemnización cuando se vulnera un derecho,
sino también un interés legítimo, se exige que el interés sea legítimo y
lícito y por ello la doctrina rechaza en general que los concubinos puedan
cobrar indemnización por los daños personales que les produzca el
fallecimiento de su conviviente.

3.- Clasificación de los daños.


Los perjuicios admiten diversas clasificaciones las cuales no tienen tanta
trascendencia en m materia de responsabilidad extracontractual, pues el
principio imperante es que todas ellas se indemnizan. La única excepción
es la del daño indirecto que nunca se indemniza en materia de
responsabilidad extracontractual pues le falta el requisito de la causalidad
entre el hecho ilícito y el daño.
Alguna de las clasificaciones que admiten los perjuicios son:
a) Daño emergente y lucro cesante; El primero es el
empobrecimiento real y efectivo que sufre el patrimonio de una
persona y el lucro cesante la utilidad que deja de percibirse, no
dice el código expresamente que ambos son indemnizables como
lo hace el Art. 1556 en la responsabilidad contractual, pero la
doctrina y la jurisprudencia lo entienden así dada la amplitud
que establecen la indemnización delictual. Así los Arts. 2314 y
2329 hablan de la indemnización de todo daño sin distinguir.
b) Previstos e imprevistos; esta distinción no cabe hacerla en
materia de responsabilidad extracontractual pues por las mismas
razones anteriores debe concluirse que se indemnizan tanto los
previstos como los imprevistos a la época de su comisión.
c) En las persona y en las cosas; el perjuicio pude repercutir en la
persona como la lesión o la muerte o en las cosas si ellas se
destruyen o menoscaban a causa del hecho ilícito. Ambas se
indemnizan, así se refiere al daño en las cosas el Art. 2315 y en
las personas el Art. 2329.
d) Daño contingente; es el que aun no ha ocurrido, pero que
fundadamente se teme (Art. 2333).
e) Daño por repercusión o rebote; es el que sufre una persona a
consecuencia del hecho ilícito experimentado por otra.
f) Daño material y moral; hoy en día en materia de
responsabilidad extracontractual se indemniza tanto el daño
material como el moral. El problema se ha centrado en el daño
moral sin repercusiones pecuniarias como ocurre en el caso del
padre que tiene un hijo demente al cual tiene cariño y que fallece
pòr un hecho ilícito, esta muerte no produce daño material al
padre, al contrario, semejante hijo era una carga para él, pero si
moral que es el sufrimiento que le causa la muerte de ese hijo
querido. Se discutió la procedencia de la indemnización, porque
se decía que ésta tiene por objeto hacer desaparecer el daño y el
moral es imposible dejarlo sin efecto, que su avaluación es muy
difícil de establecer, y que puede llegarse a abrir una avalancha
de demandas por este capítulo de las personas amigas, familiares
de la víctima. Sin embargo, la jurisprudencia es clara en el
sentido que el daño moral se indemniza y las razones son las
siguientes:
i) No es efectivo que la indemnización sea siempre
repareadora, pues puede ser también compensadora.
ii) La dificultad de la indemnización y los posibles abusos no
pueden servir de pretexto para negar la compensación,
pues también se presentan en los daños materiales
quedando esta materia a la prudencia del juez.
iii) Las disposiciones que establece la indemnización de
perjuicios en materia de responsabilidad extracontractual
son amplias y no distinguen.
iv) En un precepto el Art. 2331 el legislador negó
expresamente la indemnización del daño moral, es el caso
de las imputaciones injuriosas contra el honor o el crédito
de una persona, que sólo dan derecho a demandar una
indemnización pecuniaria si hay daño emergente o lucro
cesante. Si lo dijo expresamente en esta situación el
legislador, quiere decir que en los demás se indemniza el
daño moral, pues si no el precepto estaría demás.
v) La legislación posterior al código, es confirmatoria en tal
sentido, pues menciona expresamente el daño moral entre
los indemnizables, así podemops nombrar el Art. 19 nº 7
letra i) de la CPE, el Art 215 del Código Penal, el Art. 69 de
la Ley 16744 sobre accidentes del trabajo y el Art. 34 de la
Ley 16643 sobre abuso de publicidad.

4.- Determinación del daño.


La prueba del daño corresponde a la víctima, no hay otras limitaciones que
las introducidas por la jurisprudencia en caso de daño moral. En los
perjuicios materiales es siempre necesario para quien los cobra
acreditarlos, sin que existan limitaciones al respecto, quien pretenda
indemnización alega una obligación y la prueba de ésta corresponde a
quien la invoca.
Se ha considerado por la jurisprudencia que la determinación del monto
del daño es cuestión de hecho no susceptible de revisión por la casación,
pero la calificación de ellos es cuestión de derecho.

Párrafo 5º
La relación de causalidad
1.- Concepto.
Para que una persona quede obligada a indemnizar un perjuicio, es
preciso que el daño sea por causa directa y necesaria del hecho del autor,
de manera que sin este no se habría producido.
No lo dice la ley expresamente como en materia contractual, pero se puede
deducir de las expresiones “inferir daño a otro”, “daño que pueda
imputarse a otro” y por simple lógica: si la acción u omisión del
demandado nada ha tenido que ver con el daño, no se ve a qué título
tendría este que indemnizarlo.
La exigencia de este requisito conduce a la exclusión de los daños
indirectos.

2.- El dañó indirecto.


En el daño indirecto, hay una falta total de relación entre el hecho ilícito y
el perjuicio, si la hay aunque sea mediata como ocurre en los daños por
repercusión, existe obligación de indemnizarlos.

3.- Pluralidad de causas.


El daño puede resultar de la concurrencia de varias causas, la ausencia de
cualquiera de ellas habría evitado su generación.
La diferencia con el daño indirecto es que el hecho ilícito no influye en el,
en cambio, en la pluralidad de causas el daño se habría producido aun de
no concurrir todas las causas que lo provocan. Se presenta en variadas
circunstancias, como por ejemplo cuando hay culpa tanto del hechor como
de la víctima; en la responsabilidad por el hecho ajeno, etc. Para
deyterminar si hay responsabilidad en este caso existen dos teorías en la
doctrina:
a) Equivalencioa de las condiciones, para sus sostenedores, todos
los acontecimientos que han generado el daño y sin los cuales
éste no se habría producido tienen igual equivalencia jurídica y
en consecuencia si entre elos existe un hecho ilícito su autor está
obligado a una indemnización íntegra.
b) Teoría de la causa eficiente; surge por cuanto la teoría anterior
puede llevar a extremos absurdos, de tal manera que en esta
teoría, se escoge entre todas las causas que concurren a la
producción del daño a aquella que normalmente ha de producirlo.
Es necesario preferir el acontecimiento que ha desempeñado el
papel preponderante en la ocurrencia del perjuicio.

En chile nuestra legislación no tiene una solución directa al


problema de la pluralidad de causas, sino soluciones parciales para ciertos
casos. Así, podemos mencionar los siguientes:
i) Si el daño se debe a la acción de dos o más personas y
constituye un solo delito o cuasidelito, el Art. 2317 las hace
responsables solidariamente frente a la víctima.
ii) La responsabilidad indirecta está fundada en igual idea
porque concurre al daño tanto la culpa de quien obró como la
de aquel que tenía a su cuidado y con su autoridad y
vigilancia no impidió el hecho.
iii) En el caso de la concurrencia de la culpa de la víctima, se
atenúa la responsabilidad del hechor.

4.- Intervención de una causa sobreviniente al hecho.


Hay acuerdo para concluir que si el daño se debe a una causa
posterior al hecho ilícito, falta la relación de causalidad, el daño es
indirecto y por tanto no indemnizable.
5.- Determinación de la causalidad.
Es un problema bastante relativo y ninguna de las teorías
examinadas es aceptable íntegramente. En opinión de Abeliuk basta
cualquier relación entre la actuación culpable o dolosa y el daño, salvo que
ella normalmente sea inadecuada para producirlo.
Por regla general, corresponderá al actor probar el vínculo de
causalidad, ya que es presupuesto de la obligación, salvo los casos en que
la ley lo presuma, como ocurre en los que establece el Art. 2329. La corte
suprema ha considerado que es cuestión de hecho determinar la
concurrencia del vínculo de causalidad, lo que a juicio de Abeliuk es
erróneo.

VI. Sección segunda


RESPONSABILIDAD POR EL HECHO AJENO.
I. Generalidades.
1. Concepto.
La responsabilidad por hecho ajeno está reglamentada en los Arts.
2320 a 2322, y la podemos definir como la que deriva de los delitos y
cuasidelitos de las personas capaces de cometerlos que se encuentran en
la relación expresamente prevista en la ley respecto del responsable.
La responsabilidad por hecho ajeno es solamente civil y no penal,
aunque el hecho ilícito constituya un delito, pues la responsabilidad penal
es siempre personal.

2. Fundamento de la responsabilidad por hecho ajeno.


Se funda en la culpa que la ley presume en la persona que tiene a otra
a su cuidado y abandona su vigilancia. No se trata de responsabilidad
objetiva, sin culpa; ésta debe existir y por ella se responde y la negligencia
es haber fallado al deber de cuidado.
Sin embargo, más allá de esto, la responsabilidad del hecho ajeno se
funda en que normalmente el autor el hecho ilícito, precisamente por
depender de otro, será insolvente, no tendrá con qué responder a la
indemnización.

II. Requisitos de la responsabilidad por hecho ajeno.


Para que proceda la responsabilidad por hecho ajeno deben
concurrir tres circunstancias:
1. Un vínculo entre el hechor y el responsable; se trata de un
vínculo de subordinación y dependencia, así concluimos que la
culpa en este caso consiste en una falta de vigilancia, por lo tanto
es necesario que tenga la autoridad respecto de la persona del
hechor. En los casos enumerados en la ley se presume de
antemano el vínculo de subordinación; en los demás deberá
probarse por el que invoca la responsabilidad del hecho ajeno el
mencionado vínculo.
2. Capacidad extracontractual del hechor y responsable; El Art.
2319 que establece la capacidad en los hechos ilícitos , no
distingue si se trata de responsabilidad por el hecho propio o
ajeno, y por tanto se aplica a ambos. Si es incapaz quién cometió
el hecho ilícito, responden únicamente los que tienen a su
cuidado al incapaz si pudiere imputárseles negligencia. (Art.
2319), y si el incapaz resulta ser la persona a quien se pretende
responsabilizar del hecho ajeno, el mismo Art. 2319 lo impedirá,
ya que, como decíamos, excluye toda obligación de indemnizar
tanto por hecho propio como por el ajeno o de las cosas.
3. Comisión de un hecho ilícito por la persona de cuyos actos se
responde; así el hecho cometido por la persona de quién se
responde debe reunir todos los requisitos de la responsabilidad
extracontractual ya estudiados. La única diferencia es que
establecido el hecho ilícito, la víctima queda liberada de probar la
culpa del tercero civilmente responsable, ésta se presume.

IV. Casos de responsabilidad por el hecho ajeno.


Algunos de ellos están establecidos en el Art. 232, otros caben en la
regla general del inc. 1º del mismo precepto y los hay establecidos fuera
del código. Así estudiaremos sucesivamente los siguientes casos:
1. Responsabilidad del padre o madre por sus hijos menores y que
habiten con ellos.
Lo dispone el inc. 2º del art. 2320, para que tenga lugar esta
responsabilidad por el hecho ajeno es necesario que se cumplan las
siguientes circunstancias:
A. Afecta al padre, y a falta de él a la madre; la responsabilidades
en primer lugar del padre porque a él están sometidos los hijos
(Art.219), a falta de él, corresponderá a la madre, pero el
legislador no dijo en este caso, cuando se entiende faltar el padre.
Por analogía se aplican a juicio de Abeliuk, los Arts 109 y 110 que
señala que falta el padre cuando ha fallecido, está demente, está
fuera del país, si ha sido privado de la patria potestad o por su
mala conducta ha sido inhabilitado para intervenir en la
educación de los hijos.
B. Debe tratarse de hijos menores de 18 años; por los hijos
mayores no responden los padres. Hay dos situaciones que
debemos mencionar; la primera en cuanto al peculio del hijo de
acuerdo al Art. 246 éste será responsable por los ilícitos que
cometa en la administración de su peculio industrial. La segunda
es que de acuerdo al Art. 242 la emancipación del hijo no libera
del cuidado al padre, por lo tanto no elimina la resp.
extracontractual.
C. El hijo debe habitar en la casa de sus padres; así lo exige la ley
y tiene por objeto que los padres puedan ejercer una vigilancia
efectiva.
D. Que el padre o madre, con la autoridad y cuidado que su
calidad les confiere, no haya podido impedir el hecho; este
requisito lo veremos como una excepción a la presunción de la
culpa del tercero civilmente responsable.
Hay que señalar que los tres primeros requisitos los debe
probar el demandante; el último se presume.

2. Responsabilidad del guardador por el pupilo.


La establece el Art. 2320 inc. 3; corresponde esta responsabilidad al
tutor por los hechos del impúber mayor de 7 años que ha obrado con
discernimiento y a los curadores generales del menor adulto, pero que
siendo menor de 16 años que haya obrado con discernimiento, del
disipador y del sordomudo que no se puede dar a entender por escrito.
La ley no exige que el pupilo viva en la misma, basta que esté bajo se
dependencia y cuidado, por eso no es aplicable esta norma a los curadores
adjuntos.
3. Responsabilidad de los jefes de escuelas y colegios por sus
discípulos.
Está en la primera parte del inc. 5º del Art.232, y afecta al jefe o quien
ejerza el cargo equivalente (director, rector, etc.) por los hechos ilícitos de
sus discípulos mayores o menores de edad, ya que el precepto no distingue
como en otros casos. Y sólo subsiste mientras los tenga a su cuidado, o
sea, mientras permanezcan en el establecimiento o bajo su control.
4. Patrones y empleadores por sus dependientes.
Mucho se ha discutido sobre el fundamento de la responsabilidad del
empleador, para algunos es motivada por la culpa in eligiendo por la
negligencia en la selección del personal; para otros es la culpa in vigilando;
finalmente para otros es netamente objetiva, el empresario crea un riesgo
con su actividad que a través de sus trabajadores.
En nuestra legislación hay fundarla en uno de los primeros principios,
pero no en la resp. objetiva porque el empleador se puede liberar siguiendo
la excepción general que veremos más adelante. El código regula esta
materia en tres disposiciones:
A. Los artesanos, por el hecho de sus aprendices, mientras estén
ajo su cuidado (Art. 2320 inc. 5º); son artesanos los que
ejercitan algún oficio mecánico, sin maquinarias complejas y en
pequeña escala y el aprendiz es que está adquiriendo experiencia
en el mismo oficio. No importa si el aprendiz es mayor o menor de
edad ni que esté unido al artesano por un contrato de trabajo o
no., pues esta responsabilidad se funda en una relación casi
patriarcal mas que laboral ente ambos.
B. Empresarios por el hecho de sus dependientes mientras estén
a su cuidado (Art. 2320 inc. 5º); si bien el código habla de
empresario y dependiente, expresiones que no son muy precisas
en la legislación laboral, pero los tribunales le han dado una
interpretación muy amplia. Así se entiende por empresario a todo
patrón o empleador y por dependiente a todo trabajador suyo,
cualquiera sea las condiciones en que presta el servicio. La única
condición señalada por la ley es que se encuentren al cuidado del
empresario y se ha entendido que está en tal situación mientras
presten sus servicios o desempeñen las funciones encomendadas.
C. Los amos por sus criados (Art. 2322); la expresión amos y
criados se refieren a una relación de índole doméstico, pero la
jurisprudencia la ha ampliado aplicándolo a toda clase de obreros
y trabajadores. La diferencia con los preceptos anteriores es que
el amo es responsable de los hechos ejecutados por los criados en
el ejercicio de sus funciones aunque no se hayan ejecutado a su
vista. Así la excepción también es distinta porque se liberan si
prueban que los criados han ejercido las funciones d eun modo
impropio. Como conclusión podemos mencionar que la
responsabilidad del patrón o empleador es ampliamente aceptada
en nuestra legislación, ya sea por el Art. 2320 inc. 5º; por el 2322
e incluso por la de modo general que a continuación
analizaremos.

5. Otros casos de personas a cuidado de terceros.


La enumeración del Art. 2320 no es limitativa, por ello dicho precepto
siempre se aplicará cuando una persona tenga a otra a su cuidado,
debiendo así probarlo la víctima. Hay numerosas disposiciones legales que
contienen el principio general señalado, así podemos mencionar:
a. El Art. 865 Nº4 del C. Comercio que contempla la
responsabilidad del naviero por los hechos del capitán y la
tripulación;
b. El Art. 909 del mismo código, que establece la del capitán sobre
la tripulación.
Sin embargo hay leyes especiales que alteran las reglas y fundamentos
del código, como ocurre con el propietario del vehículo que causa un
accidente, situación que veremos a continuación.
6. Propietario del vehículo por el conductor.
Debemos primeramente analizar una serie de conceptos previos
contenidos en la ley de tránsito y de policía local.
a) Vehículo a que se refieren; de acuerdo a la definición del Art. 2 de
la ley de tránsito debemos entender que se trata de toda clase de
vehículos.
b) Conductor; es la persona que maneja y tiene el control físico del
vehículo.
c) Propietario del vehículo (Art. 38 ley de tránsito) la persona a cuyo
nombre figure inscrito en el registro de vehículos motorizados
salvo prueba en contrario.
La ley contempla tres situaciones diferentes de
responsabilidad del propietario. Son ellas las que a continuación
analizamos:
A. Conductor a quien se ha entregado el vehículo; están
obligados solidariamente al pago de los daños el dueño del
vehículo y el conductor amenos que pruebe el dueño que el
vehículo le ha sido tomado sin su consentimiento. Se discute
tanto la naturaleza jurídica de esta responsabilidad,
concluyéndose que hay una presunción de culpa; como asimismo
qué tipo de responsabilidad hay, primando la idea de la
responsabilidad objetiva. En síntesis es un caso de
responsabilidad por hecho ajeno, pero con varias
particularidades, pues;
- Pueden concurrir varias responsabilidades al mismo tiempo (Ej.
Si un padre le presta el auto al hijo y choca hay resp. por el Art.
2320 y además por ser el dueño del auto).
- Es solidaria

B. Conductor que no ha sido individualizado; según el inc.2º del


Art. 175 de la ley de tránsito; la responsabilidad del propietario es
única, pues es una sanción al que escapa del choque, pues
presume la responsabilidad del dueño y la única forma de
liberarse es acreditar que el auto fue tomado sin su
consentimiento.

C. Mal estado del vehículo; los daños que se produzcan por esta
causa serán imputados al dueño del auto, salvo que haya además
responsabilidad del conductor, pero esta concurrencia de
responsabilidades no es solidaria.

IV. Efectos de la responsabilidad por el hecho ajeno.


Como dijimos, la responsabilidad por el hecho ajeno es de efectos
civiles, nunca penales. Los efectos civiles son:

1. Por regla general establecen una presunción solamente legal.


La responsabilidad del hecho ajeno se funda en la concepción de que
ha habido un descuido, una culpa por falta de vigilancia y por ello se
presume su responsabilidad.
Empero hay una excepción general en el Inc. final del art. 2320 que
consiste en que el tercero responsable si acredita que empleando el
cuidado que su cargo le exige no haya podido impedir el hecho. La
jurisprudencia ha exigido que se trate de una imposibilidad total, además
ha dicho que se trata de una cuestión de hecho determinar si pudo evitarlo
o no.
En el código esta regla tiene dos excepciones o contraexceociones al
principio gral. de la presunción de culpa, la del Art. 2322 respecto a la
responsabilidad de los amos y criados (ya vista) y la del Art. 2321 respecto
de los padres por los hechos de sus hijos menores provenientes de la mala
educación.

2. La responsabilidad por hecho ajeno excluye la del hechor.


No lo dice expresamente la ley, pero deriva de la aplicación de las reglas
generales. En consecuencia la responsabilidad del tercero sólo extingue la
del hechor cuando aquel paga la indemnización. La víctima sino ha
percibido la resp. del tercero podrá hacerla valer solo el hechor, pero no
será frecuente debido a la posible insolvencia de éste.
No puede eso sí, demandar a ambos, porque la ley no ha establecido
solidaridad, salvo para el caso del dueño del auto y el conductor; pero si
podría hacerlo subsidiariamente, porque lo que no puede es pretender
cobrar ambas.
Tampoco puede acumular responsabilidades, como sería un caso de un
menor que cometa un ilícito en el colegio, sólo sería responsable el director
y no además el padre.

3. Derecho a repetir del responsable que ha pagado la indemnización


cotra el hechor.
Esta posibilidad la regula el Art. 2325, el cual exige para el derecho a
repetir los siguientes requisitos:
1. El acto ilícito debe haber sido cometido por una persona capaz
2. El responsable debe haber pagado la indemnización, en caso contrario
no tendría derecho a repetir.
3. El acto se haya ejecutado sin orden de la persona que pretende repetir.
4. El hechor debe tener bienes, pues se trata de una obligación y como tal
se ejercita e todo el patrimonio del deudor su cumplimiento; esto de
alguna manera estaría en oposición con una de las razones de la resp.
por hecho ajeno que es la insolvencia del hechor.

III. Sección tercera.


RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE LAS COSAS.
I. Generalidades.
1. Concepto.
Se trata del otro caso de responsabilidad indirecta o de presunción de
culpa.
En verdad en la mayoría de los ilícito interviene una cosa que, o causa
daño en si misma (los animales) o funciona en colaboración con el hombre
(un auto) o sólo puede actuar si el ser humano hace uso de ellas como un
objeto contundente que se use como arma.
En este último caso no habrá duda que se trata de un hecho del
hombre, el problema de la responsabilidad por echo de las cosas surge en
las cosas que actúan con independencia o con la intervención de éste.
En ambos casos la responsabilidad se fundará en la falta de vigilancia
del propietario que tiene la cosa a su cuidado o se sirve de ella, en esto
consiste su culpa, la que se presume.

2. Doctrina acerca de la responsabilidad por hecho de las cosas.


Hay fundamentalmente tres posiciones:
A. Concepción romanista; el derecho romano concibió únicamente
la resp. por hecho de las cosas de aquellas que actúan con
independencia. Así se reglamentaron tres casos, los daños de los
animales y esclavos; los ocasionados por la ruina de edificios y los
producidos por objetos que caen de los edificios.
B. Concepción francesa; en un principio se reglamentaron sólo las
dos primeras situaciones en el Art. 1384 del código francés, pero
la jurisprudencia concluyó que los casos allí mencionados no
eran taxativos sino como una presunción de responsabilidad para
el guardián de la cosa por todos los daños que ella puede
ocasionar y no solamente e las situaciones expresamente
previstas. Esta posición ha llegado aún más lejos pues se sostiene
que el guardián sólo se exime de resp. probando el caso fortuito o
el hecho ajeno.
C. Ampliación de los casos de responsabilidad por el hecho de
las cosas; se ha introducido la nocion de cosa peligrosa o se
aquella que por su naturaleza esta mayormente expuesta a
provocar accidentescomo ocurre con las empresas de gas,
electricidad etc. se presume su responsabilidad y de ella puede
eximirse unicamente probando “haber adoptado todas las
medidasidoneas para evitar el daño”.
D. Responsabilidad por el hecho de las cosas en Chile; el codigo
se limita a las presunciones de los tres casos clasicos. A juicio de
abeliuk urge en esta materia una revision y modificacion de las
normas.

II. Casos que contempla la legislacion chilena.


1) Responsabilidad por el hecho de los animales.
Regulan esta materia los arituclos 2326 y 2327 y en sisntesis establcen la
responsabilidad del dueño y del que se sirve del animal ajeno or l daño
causado por este aun despues de que se haya soltado o extraviado se
funda esta presuncion en el deber de vigilancia.
Es necesario formular una advertencia en nuestro derecho solo existe el
hecho del animal cuando el daño es ocasionado por este “mismo”; si es
manejao por el hombre y mientras este mantenga su control hay humano
y no animal.
Según lo señalado la responsabilidad puede recaer en dos personas:
i: el dueño del animal(art. 2326 inc.1º) l dueño se exime de
responsabilidad probando que el animal se extravio o daño sin su
culpa por cuanto este tiene un deber de custodia sobre el animal y
tambien sobre el dependiente que tiene el cuidado del animal.
ii: el que se sirve de un animal ajeno, aquí se sigue en todo y por
todo las reglas anteriores, la unica variante es que el precepto deja a
salvo la accion de quien se sirve de un animal ajeno contra el dueño
si el daño ha sobrevenido por una calidad o vocio del animal, que el
dueño con mediano cuidado debio conocer o preveer.
El articulo 2327 contempla una presuncion de derecho de
responsabilidad, se trata del que sea dueño de una animal fiero que no
reporta utilidad a la guarda o sevicio del predio, no seria el caso de un
perro feroz.

2) Responsabilidad por ruina de un edificio, (art. 2323, 2324).


Las expresiones edificio y ruina son utilizadas en sentido amplio así
la primera se entiende que es cualquier construcción y la ruina no implica
la destrucción integra del edificio sino que basta con que sea de una parte.
Tenemos 2 casos de responsabilidad, que a continuacion veremos.
A. Responsabilidad del propietario; l dueño de un edificio es
responsable de los daños que ocasione su ruina acaecida por
haber omitido las necesaria reparaciones (art 2323).debemos
distinguir entre los terceros que sufren daños a los vecinos de los
demas por cuanto estos han tenido posibilidad de advertir el
daño y el legislador los protege únicamente si tomaron las
medidas necesaria para defenderse (denuncia de obra ruinosa,
para ver los efectos frente a las diversas situaciones debemos
analizar el articulo 934.) si el edificio pertenece a varias personas
proindiviso la indemnización se debe a prorrata lo cual
corresponde a una excepción del principio general de la
solidaridad del articulo 2317.
B. Daños provenientes de vicios de la construcción; si el daño
causado por la ruina de un edificio proviene de un vicio de
construccion, de acurdo al articulo 2324 tiene lugar la
responsabilidad establecida en la regla tercera del articulo 2003.
La cual consiste en que el constructor le responde tanto al
propietario como a los terceros por la ruina del edificio
proveniente de un vicio de construcción siempre que reúna las
siguientes condiciones
a) que la ruina total o parcial del edificio concurra dentro de
los cinco años subiguentes a la entrega.
b) Que esta se deba: -a vicios de la construccion
-a vicios del suelo que el empresaio o la
prsonas empleadas por el han debido
conocer en razon de su oficio
-A vicio de los materiales suministrados por
el empresario o
-a vicio de los materiales suministrados por
el dueño siempre que sean de aquelos que el
empresario por su oficio ha debido conocer o
conociendolos no dio aviso oportuno.
C. Daño causado por una cosa que cae o se arroja de la parte
superior de un edificio (articulo 2328); la cosa que se arroja o
cae no debe formar parte de este ni estar adherida por que en tal
caso estaríamos frente a la ruina e un edificio y se hace
responsables a todas las persona que habitan la parte del edificio
de donde vino el objeto salvo que se pruebe la culpa o dolo de
una de ellas. Aquí nuevamente hay una excepción a la
solidaridad ya que la obligación se reparte a prorrata.

Sección quinta
De Algunos hechos ilícitos en especial
Estudiaremos los siguentes casos:
1. los hechos ilicitos del articulo 2329
Este ariculo se refiere a la prsuncion de culpa por hecho propio en que
todo daño que pueda imputarse a malicia o negligencia de otra persona
debe sr reparado por esta y en seguida señala que son especialmnete
obligados a esta reparacion :
1)el que dispare inprudentemente un arma de fugo
2)el que remueve las lozas de una acequia o cañeria en calle o
camino, sin las precauciones necesaria para que no caigan los que
alli transitan de dia o de noche
3) el que obligado a la contruccion de un acueducto o puente ue
atraviesa un camino lo tiene en estado de causar daño a los que
transitan por el.
No son caso de responsabilidad objetiva sino que de actitudes culpables,
etas circunstacias debe probarlas la victima y hecho ya no podra
discutirse que se trata de un cuasidelito civil.

2. responsabilidad de las personas jurídicas.


La persona juridica no puede ser responsable penalmente pero si
civilmnete, lo que merece la duda es que la persona juridica por si misma
no puede actuar, de ahí que aunque generalmente se aceptada su
responsabilidad extracontractual nuestra jurisprudencia haya solido tener
alguna vacilaciones. Esta responsabilidad abarca toda clase de personas
juridicas ya sea con fines de lucro o sin estos.
La persona juridica es rponsable de acurdo al articulo 39 del CPP cuando
se actua en su nombre esto escuando lo hacen por ella personas naturales
con facultad de repesentarla u obligarla (ej. Director de una S.A.)
Aunque se ha discutido es evidente de que se trata de una responsabilidad
por el hecho propio por qu la accion u omision en la que incurren los
organaso de las persona juridicas son de estas mientras aquellos se
mantengan en el ejercicio de sus funciones. Si los han excedido ya no
actun por la persona juridica sino por su propia cuenta, sin embargo la
responsabilidad directa de la persona juridica no excluye ni la
responsabilidad personal de las personas naturales que han actuado por
la juridica (responsabilidad penal si se cometieron delitos) ni tampoco la
indirecta de la de la persona juridica por los hecho ilicitos cometidos por
sus dependientes en el jercicio de sus funciones en conformidad a las
reglas generales.

3. Responsabilidad del Estado


En esta materia debemos distinguir entre los actos de autoridad y de
gestión aceptándose solo en estos últimos la autoridad. Ademas debemos
dejar de lado a las empresas del estado pues estas se reirian por lo ya
dicho sobre las personas juridicas en general; asi mismo debemos dejar de
lado tambien la responsabilidad de todo daño derivado de la dictacion de
una ley o una sentencia judicial pues se trata de actos legitimos.
Hechos estos alcances diremos que respecto a los actos de gestion de los
funcionarios se aplica el mismo criterio que para las pèrsonas juridicas de
derecho privado, si el funcionaio represnta al estado responde este
directamnte y en caso contrario la responsabilidad es indirecta de acuerdo
al articulo 2220.
Varias criticas se han deslizado al respecto:
-la relacion entre el estado y sus funcionarios no es de derecho
privado sino de derecho publico, por lo tanto sus efectos y
consecuencias deberan regirse por est.
-el funcionario no se encuentra al cuidado del estado.
-no hay justicia alguna en dejar al margen de la responsabilidad del
estao todos los actos de autoridad.
Mas allá de las posicions doctrinarias al respecto materia no propia del
derecho civil diremos por ultimo una situacion especial que se los actos
discrecionales del servicio piblico en que si se causa un daño a terceros el
estado debe responder objetivamnete porque el estado con su actividad
administrativa crea un riesgo de daños ilegitmos a los particulres , y debe
indemnizarlos en virtud del principo de igual eparticion de las cargas
publicas.

4. Accidentes de transito
Esta materia esta regulada en la ley de transito(18.290) y en la ley 18.287
sobre procedimientos ante los juzgados de policía local.
La principal dificultad de los accidentes de trnsito es el establecimiento de
la culpabilidad de las partes que intervienen, por ello la ley ha establecido
numrosas presunciones que atenuan el inconveniente.
Dada la amplitud de esta materia nos remitiremos a señalar los caso mas
frecuentes:
- atropellamiento de peatones, si el hecho constituye un cuasidelito
penal se aplica el articulo 492 del CP que presume la
rsponsabilidad, en los accidentes ocasionados por vehiculos, del
conductor de estos si ocurren en el radio urbano de una ciudad,
en el cruce de la calzada o a 10 metros de la esquina, y la del
peatón si l accidente se produce en otro sitio de la calzada.
- Presunciones de responsabilidad del conductor, el art.172 de la
ley de transito enumera 20 situaciones en que se presume la
responsabilidad, como son: conducir sin licencia, no estar atento
a las condiciones del transito, conducir bajo la influencia del
alcohol o drogas, quien huya del lugar del accidente sin dar aviso
a la autoridad, quien se niegue a prestar las facilidades al
examne de alcoholemia. Todas las presunciones señaladas son
puramente legales y admiten la prueba en contrario del
inculpado.

5. Incendio
Pude dar origen a una rsponabilidad contractual o extra contractual asi si
el hechor tine la cosa por cualquier titulo que lo obligue a su custodia su
responsabilidad es contractual con la persona a quien esta obligado y
extracontractual rspecto a los demas.
Es desgraciadamnete frecuente el caso de los incendios intencionales de
comerciantes con el objeto de cobrar el seguro, asi el articulo 483del CP
contempla alunas prsunciones de responsabilidad para el comerciante si
no justifica, que no repota provecho del siniestro o cuyo seguro es
exageradamnte superior l valor el objeto asegurado.

6. Responsabiliad en eventos deportivos.


Puede ser para los participantes y espectadores. Para los participantes
habra culpa de acuerdo a las reglas generales, si no se respeta la
reglamentacion propia del deporte y las ordenes de las autoridades
privadas que lo dirigen; pero aun cuando se hayan cumplido puede existir
responsabilidad si no se han adoptado las precauciones mínimas.
En cuanto a los espectadores la responsabilidad corresponderá a los
organizadores del evento.

7. Injurias y calumnias
El código civil no hace distinción alguna entre ambas y el articulo 2331
señala que dan derecho para demandar indemnización pecuniaria a menos
de probarse daño emergente o lucro cesante que pueda apreciarse en
dinero; pero ni aun entonces tendrá lugar la indemnización pecuniaria si
se prueba la verdad de la imputación

Sección sexta.
Juicio indemnizatorio y reparación del daño
1. Introducción.
Concurriendo los requisitos antes señalados, nace para el autor de un
hecho ilícito la obligación de idemnizar el daño ocasionado, a juicio de
Abeliuk , la obligación nace coatáneamente con la ejecución del hecho
ilícito dañoso.
La víctima si desea cobrar la indemnización deberá ocurrir ante los
tribunales, ejercitando la acción de indemnización, que es la que nace de
los hechos ilícitos, a fin de que se condene a su autor a la reparación del
daño ocasionado.

2. Características de la acción indemnizatoria.


Los caracteres más importantes que presenta esta acción son:
a. Es una acción personal, pues corresponde ejercerla contra el
responsable del daño.
b. Es siempre mueble; pues normalente persigue el pago de una suma
de dinero, y en ciertos casos la ejecución de un hecho.
c. Patrimonial; y como consecuencia de esto es
d. Renunciable; de acuerdo al Art12 no hay duda de que pueda
renunciarse ala reparación del daño una vez producido este.
e. Transigible; así lo dispone el Art. 2449
f. Cedible; no hay inconveniente alguno para que la víctima ceda la
acción como cualquier oro crédito.
g. Prescriptible; el código en esta materia estableció un plazo especial
de prescripción de 4 años (Art.2332), este plazo sólo se refiere a la
acción de indemnización que nace del delito o cuasidelito civil, y no
a otras acciones que puede interponer la víctima, como la acción
reivindicatoria si hubo robo, por ejemplo. Como el precepto habla de
“perpetración” en un principio se entendía que el plazo comenzaba a
correr desde el instante de la acción u omisión imputable del hechor,
aunque el daño se ocasionara posteriorente. A juicio de Abeliuk esta
interpretación es inaceptable porque se podría llegar al absurdo que
la acción prescriba antes de nacer, pues seexige para la acción la
existencia del daño. Por esa razón la Corte Suprema en un fallo
reciente cambió de opinión y señaló que el plazo se contará desde
que se produjo el daño. Como la acción es de corto tiempo no se
suspende y se interrumpe naturalmente por reconocer el deudor
expresa o tácitamente su obligación. Por último hay que mencionar
que la jurisprudencia ha sido vacilante a la hora de considerar si por
la interposición de la acción penal queda interrumpida la
prescripción de la acción indemnizatoria.

3. El juicio indemnizatorio, aspectos relevantes.


Destacan 4 aspectos:
A. Legitimación activa.
En términos generales podemos decir que la acción de indemnización
corresponde a la víctima, sus herederos o cesionarios. Para precisar
conceptos es necesario distinguir si el daño es en las personas, las cosas y
los casos de acción popular.
a. Daño en las personas; corresponderá al sujeto pasivo mismo del
hecho ilícito, aquel que sufre el daño en su persona, pero como
vimos el daño puede repercutir en otras personas quienes
también pueden demandar los daños.
b. Daño en las cosas; de acuerdo al Art. 2315 no sólo puede pedir
indemnización el dueño o poseedor de la cosa sino también el
mero tenedor, pero sólo en ausencia del dueño.
c. Acción popular; la ley otorga acción popular para evitar el daño
contingente, pero si amenaza a personas determinadas, a ellas
pertenecerá la acción (Art. 2333). Además hay acción popular en
la denuncia de obra ruinosa (Arts. 932 y siguientes, y inc. 2º Art.
2328)

B. Legitimación pasiva.
La acción de perjuicios se dirigirá contra todo aquel que responde del
daño. En consecuencia:
a. El autor del mismo (Art. 2316); también se comprende al
cómplice, pero no al encubridor, es posible que sean varios, caso
en el cual serán solidariamente responsable s de acuerdo al Art.
2317., con las excepciones ya vistas (edificio cuya ruina causa
daño y pertenece a una comunidad,; las cosas que se arrojan o
caen de la parte superior de un edificio; casos de las leyes
especiales).
b. Responsable del hecho ajeno; la acción podrá intentarse contra
la persona que responde del hecho ajeno.
c. El que recibe provecho del dolo ajeno; de acuerdo al Art. 2316
sin ser cómplice en él, solo es obligado hasta la concurrencia de
su provecho. El hecho de que se excluya al cómplice es el
argumento para decidir que su responsabilidad es la misma que
del autor, en cambio el encubridor queda afecto en esta
responsabilidad.
d. Los herederos; finalmente la obligación de indemnizar es
transmisible conforme a las reglas generales.

C. Nociones generales sobre competencia y procedimiento.


Como el hecho ilícito generalmente es civil y penal, la competencia parece
indistinta al juzgado civil y al penal, este último será el mismo que deba
conocer de la acción penal y el civil será el competente según las reglas
generales.
En cuanto al procedimiento debemos distinguir:
a. Si es juicio criminal; se sujeta a las reglas que señala el CPP a su
efecto , pero no por ello deja de ser civil.
b. Si en juicio civil; sigue las reglas del juicio ordinario sin variantes
especiales, pero puede suspenderse según lo dispuesto en los Arts. 167
CPc y 5 inc. 2 del CPP. Cabe tener presente que la jurisprudencia no
admite en esta materia la reserva de acciones del Art. 173 del CPC.
En cuanto a la prueba ésta corresponderá a la víctima sin limitaciones de
ninguna especie, puesto que se trata de acreditar un hecho.
D. Influencia de la sentencia criminal en materia civil.
Como vimos que laacción puede conocerlaun uez civil y uno del crimen,
debemos distinguir paraver su influencia. La sentencia civil por lo general
no tiene influncia en lo penal (Art. 14 CPP).
En cambio respecto a la penal, hay que distinguir nuevamente, si es
condenatoria o absolutoria.
- Si es condenatoria; puede hacerse valer en juicio civil (Art. 178
CPC), pero no significará que se deba acoger la acción civil porque
deberá probarse el daño, pero acredita la comisión del hecho y la
culpa.
- Si es absolutoria; sólo tiene influencia en los tres casos que
señala el Art. 179 del CPC,: si se funda en la no existencia del
delito; en no existir relación alguna entre el hecho que se
persigue y la persona acusada y en no haber en autos indicio
alguno contra el acusado.
4. Reparación del daño.
Cuando la víctima obtiene sentencia favorable, ésta ordenará reparar el
daño y la forma en que ello debe hacerse. En esta materia el juez tiene
mayor libertad que en materia contractual.
Si ello es posible la reparación será en especie, pero mas frecuentemente
será por equivalencia , o sea en dinero. La única limitación que tiene el
juez para fijarla es la ultrapetita.
Sin embargo el principio general es que indemnización debe calzar
justamente con el perjuicio sufrido; no serle ni superior ni inferior, así no
se atiende a la mayor o menor culpabilidad del autor, ni al beneficio que
pueda éste obtener, ni a la naturaleza de los perjuicios, porque como
sabemos en materia extracontractual se indemnizan todos.
No obstante hay algunos aspectos que han generado dudas:
a. Situación social y económica de las partes; algunos códigos la
toman en cuenta, pero no es el caso del nuestro, pero a veces si
la consideran los tribunales.
b. Desvalorización de la cosa; lo que la cosa valga menos después
del accidente y su reparación es parte de la indemnización.
c. Pago de intereses; a pesar de que hay sentencias que los
prohiben a juicio de Asbeliuk y Alessandri creen admitirlos
porque sería la única manera que la indemnización sea cabal.
d. Variación del valor del daño; hay que distinguir si las
variaciones ocurren antes o después de la sentencia; si ocurren
antes se deben tomar en cuenta por la misma razón de los
intereses, o sea para que la reparación sea íntegra. En cambio i
es posterior la opinión mayoritaria es contraria a una revisión
porque se opone a la cosa juzgada. A juicio de Abeliuk se puede
iniciar un nuevo proceso que verse sobre la reajustabilidad en
especial cuando son pagos periódicos o vitalicios, pues sostiene
que en nuestra legislación poco a poco a ha ido acogiendo el
principio de la reajustabilidad.

RELACIONES DE LAS RESPONSABILIDADES CONTRACTUAL Y


EXTRACONTRACTUAL.
Tradicionalmente se hace una distinción tajante entre la responsabilidad
contractual y la extracontractual, así se verán los principales aspectos de
esta separación, como asimismo los problemas que esta separación trae.
I. Diferencias entre ambas responsabilidades.

Materia de la Responsabilidad Responsabilidad


distinción Contractual Extracontractua
l

En cuanto a su Supone la Es la ley la que


generación existencia de un fija cuándo nace
vínculo jurídico la obligación de
previo, de una indemnizar, la
obligación que única facultad de
no se cumple o las partes es
se cumple componer como
tardíamente estimen
conveniente el
daño, derogando
las normas
legales que la
determinan.

La capacidad Se rige por las Sólo son


reglas generales incapaces de
de la capacidad delito o
cuasidelito los
dementes, los
menores de 7
años y los
mayores de esa
edad pero
menores de 16
cuando hayan
obrado sin
discernimiento.

Dolo Es un agravante No produce otros


de la efectos distintos
responsabilidad a los de la culpa.

Culpa Se presume y Debe probarse y


está graduada no admite
gradaciones

Perjuicios Es mas Es más


indemnizables. restringida, completa, la
tanto la facultad facultad de los
de los jueces jueces es más
como la amplia y se
posibilidad de responde por el
indemnizar daño daño moral
moral.

Mora Para que se La obligación de


deban perjuicios indemnizar nace
se requiere cuando se
mora del deudor. produce el ilícito
dañosos

Pluralidad de La obligación de Los autores del


deudores. indemnizar es hecho ilícito
por regla general responden
simplemente solidariamente.
conjunta.

Prescripción. Es de largo Corto tiempo: 4


tiempo, 5 años años desde la
desde que se perpetración del
hizo exigible. hecho ilícito.
(ambas tienen
excepciones)
II. Determinación de cuándo se aplica una y otra responsabilidad.
En este punto analizaremos la regla general y algunos casos especiales.
1. La regla general de responsabilidad es la contractual.
Dado que el legislador no ha señalado que responsabilidad se aplica en el
caso de infracción de obligaciones que no sean ni contractuales ni
provenientes de un delito o cuasidelito, es necesario analizar y para eso
podemos ver que el título 12 donde se regula la responsabilidad
contractual se denomina “Del efecto de las obligaciones” expresión que
involucra a todas las obligaciones salvo las que después se exceptúan por
tener una regulación especial, como la resp. extracontractual.
2. La responsabilidad precontractual.
Es un punto que se ha discutido mucho en la doctrina, determinar si
corresponde a la resp. contractual o es un caso de resp. extracontractual,
la opción más común se inclina por el carácter extracontractual de la resp.
precontractual, pues como sabemos la contractual, aunque de perogrullo
requiere de un contrato.
Alessandri tienen una opinión distinta, pues distingue entre los casos
previstos en la ley (Art. 98 inc. final y 100 C. Comercio) que por ser legales
se rigen por la resp. contractual y toda responsabilidad precontractual
derivada de la ruptura de negociaciones es extracontractual.
3. Caso del contrato nulo.
La resp. contractual supone un contrato válido, porque si hay nulidad el
contrato se borra retroactivamente, en consecuencia la resp. que puede
derivar de un contrato nulo es evidentemente extracontractual.
Por regla gral. el legislador repara el daño con la restitución y las
prestaciones mutuas, pero pueden existir otros daños y en esos casos si
concurren los requisitos de la resp. extracontractual podrán ser
indemnizados esos daños, prueba de ello es el Art. 1455 inc. 2 que en el
caso de nulidad por error en la persona da derecho a aquel con quien
erradamente se ha contratado a ser indemnizado de los perjuicios en que
de buena fe haya incurrido por la nulidad del contrato.

4. Obligación de seguridad.
Hay contratos que por su ejecución implican un riesgo de daño a la
persona misma de uno de los contratantes, como ocurre en el contrato de
transporte.
De ahí que en los casos de accidentes se discute:
- Se trata de un incumplimiento del deudor; pues en este tipo de
contratos existe una obligación de seguridad que obliga al deudor
a ejecutar el contrato de manera que el acreedor resulte sano y
salvo , así sería el caso del contrato de transporte el Art. 2015 lo
señala expresamente.
- Es resp. extracontractual, pues era imposible la vigilancia
permanente de éste sobre los actos del acreedor durante la
ejecución del contrato.

5. Responsabilidad profesional.
Hay varios casos:
- Si un profesional en el desempeño del encargo que se le ha
otorgado causa por culpa o dolo un daño a quien le encargó sus
servicios, la responsabilidad es contractual.
- Si el daño lo ocasiona un tercero ajeno o sin que haya mediado
contrato de prestación de servicios, la responsabilidad es
extracontractual.
- El caso de los servicios prestados a través de organismos públicos
o privados, la responsabilidad del profesional respecto del que
recibe el servicio es contractual.
- La responsabilidad de los notarios, conservadores y otros
funcionarios públicos es extracontractual

III. El problema del cúmulo, acumulación u opción de


responsabilidades.
El problema del llamado cúmulo tiene dos posibles enfrentatmientos:
- Por un lado determinar si es posible que la víctima del
incumplimiento puede cobrar a la vez indemnizaciones por vía
contractual y extraconractual, en este caso se llama
acumulación, pero es rechazado de plano la doble
indemnización.
- Más propiamente, el problema se concibe como una opción de la
víctima; si el incumplimiento inviste a la vez el carácter de un
hecho ilícito, ¿Podría la víctima según le fuere más conveniente,
cobrar los perjuicios conforme a las reglas de la resp. contractual
o extracontractual a su elección?. Dicho de otra manera se trata
de saber si el demandante podría decir que según el título 35,
todo daño que revista los caracteres de delito o cuasidelito, obliga
a indemnizarlo conforme a dichas disposiciones, y en
consecuencia cobrarlo de esa manera y dejando de lado las
normas que gobiernan la responsabilidad contractual.
A juicio de Abeliuk se trata de un falso problema, porque no hay cúmulo;
sino que opción entre ellas y más limitadamente aún, posibilidad de
abandonar la resp. contractual para asilarse en la extracontractual. Y dice
que es un falso problema, porque resulta evidente que si el legislador a
falta de estipulación de las partes, ha reglamentado la responsabilidad del
deudor por el incumplimiento, dichas normas son las que deben aplicarse
y no otras.
Esto no obsta que un mismo hecho pueda generar responsabilidad
contractual respecto del acreedor y extracontractual hacia otras personas
o que entre las mismas partes puedan darse coetáneamente
responsabilidades contractuales y extracontractuales.
Alessandri y jurisprudencia señalan dos casos de excepción en que el
demandante podría elegir entre demandar la resp. contractual o la
extracontractual:
i) Si las partes así lo han convenido
ii) Cuando la infracción al contrato constituye típicamente un
delito o cuasidelito penal, como ocurre en los casos del los
Arts. 470 Nº1 y 491 C. Penal, porque se dice de todo delito
nace acción penal para el castigo del culpable, y puede nacer
una civil para obtener la indemnización establecida por la ley a
favor del perjudicado. (Art. 10 CPP)

IV. Teoría de la unidad de la responsabilidad civil.


1. Planteamiento de la teoría.
Esta teoría reconoce que hay graduaciones etre los tipos de
responsabilidada , pero lads tiende a equiparar ambas categorías de
responsabilidad, considerado que siempre representa una actuación
contraria a derecho. Sus arguentaciones que podemos mencionar son las
siguientes:
a. La responsabilidad civil como fuente de las obligaciones; si bien en
la contractual las partes estaban ligadas por una obligación previa, por
el incumplimiento nace una obligación nueva, la de indemnizar los
perjuicios que es la misma que a su vez origina el hecho ilícito. Para
Planiol en cambio, la asimilación de ambas responsabilidades se
prouciría porque en la resp. extracontractual también habria una
obligación legal infringida , cual sería no actuar imprudentemn¡ete .
b. Identidad de elementos fundamentales; sus presupuestos de
existencia son los mismos: una acción u omisión imputable al causante
del daño, la existencia de éste y la relación de causalidad entre la
conducta del responsable y el perjuicio de la víctima. Dento de este
punto est doctrina se ha topado con el problema de que la culpa
contractual se presume y admite graduaciones, pero ambos problemas
s ehan superado el primero por la aplicación cada vez mayor de las
obligaciones de medios y resultados y el segundo por la cada vez mayor
discrecionalidad que están teniendo los tribunales en materia de resp.
contractual, en donde ya no dben seguir estrictamente la ponderación
que da el legislador.
c. Accesoriedad de las restantes diferencias; todas las demás
distinciones entre abas categorías son de cuantía menor, como la
aceptación del daño moral olas cláusulas limitativas o eximentes de la
resp extracontractual.

2. La teoría de la unidad en la legislación chilena.


Con la excepción de Claro Solar, los autores nacionales y la jurisprudencia
rechazan la doctrina de la unidad de la responsabilidad civil. A juicio de
Abeliuk el código es tan claro a la hora de tratar la separación de las
responsabilidades que no cabe otra solución que rechazar la doctrina
unitaria.
Además Abeliuk señala que ninguno de los postulados fundamentales de
esta teoría puede aceptarse en nuestra legislación, así el incumplimiento
no es fuente de una nueva obligación, porque no está numerado entre
ellas en los Arts. 1437 y 2284.

Conclusión.
El origen de esta teoría no es otro que el incremento considerable a
personas y cosas. Ocurre que un hecho perjudicial da origen a una
responsabilidad contractual o extracontractual según hubiere un vínculo o
no. Si el hecho humano es el mismo no hay razón para las distinciones,
pero en cambio si lo habrá al asimilar el incumplimiento de una deuda de
dinero con el homicidio de una persona. Son los extremos de la
responsabilidad civil, pero hay todo un campo intermedio donde hay gran
proximidad. Según Abeliuk en este campo intermedio es posible aplicar la
teoría unitaria, pero sin extremar las cosas, así a su juicio la teoría de la
unidad ha tenido el gran mérito de revelar similitudes, con lo cual
podemos concluir que la responsabilidad civil es una sola, pero dividida en
dos grandes capítulos, así ya no se justifica la reglamentación separada de
cada una y según Abeliuk es recomendable una revisión de nuestra
legislación a la usanza del código alemán.

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