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I. Introducción.
Dictado en el siglo pasado, nuestro código ha quedado totalmente al
margen del amplio vuelo alcanzado por la doctrina, empero no
hemos contado con una jurisprudencia tan audaz como la francesa
en donde se ha dejado de lado las normas legales para intentar
conseguir el objetivo primordial, la reparación íntegra y rápida del
daño sufrido. Así Abeliuk afirma que en esta materia nos debemos
apartar un tanto del tenor literal, para ahondar en un análisis crítico
de las disposiciones legales.
II. Sección Primera. De los hechos Ilícitos en general.
1. Denominaciones.
En una materia con tantas evoluciones ni la denominación ha
quedado incólume; así podemos mencionar las siguientes:
Delitos y Cuasidelitos; similar a la denominación del Código
Penal, era la predominante en la época de dictación del código,
hoy la distinción no existe por lo cual esta denominación ha
perdido trascendencia.
Responsabilidad civil extracontractual; representa la
necesidad jurídica que se encuentra una persona de satisfacer su
obligación, pero al hablar de responsabilidad civil se la utiliza en
un sentido más específico; la obligación que tiene una persona de
indemnizar perjuicios, y la denominación extracontractual, se le
asigna para diferenciarla de la que proviene del incumplimiento
de una obligación.
Actos o hechos ilícitos; hecho en cuanto existe una conducta
del obligado por acción u omisión e ilícito ya que por ser una
conducta contraria a derecho lo obliga a la indemnización.
2. Fuente de obligaciones.
El Código otorga a los delitos y cuasidelitos la categoría de fuentes
de las obligaciones en los Arts. 1437, 2284 y 2314. El hecho ilícito es
fuente las obligaciones porque da origen a una que antes de él no
existía, indemnizar los perjuicios causados. La responsabilidad nace
al margen de la voluntad del acreedor o deudor, aunque se haya
actuado con dolo.
Esta obligación nace por la sola comisión del hecho ilícito y en
consecuencia porque la ley la establece, pero ella no lo hace
directamente , sino en cuanto concurran los presupuestos de la
resp. extracontractual que se detallarán en la sección segunda.
B. Responsabilidad Objetiva.
También llamada responsabilidad del riesgo, pues no atiende a la
culpabilidad del agente, sino que meramente al resultado material que de
ella ha derivado, el daño.
La obligación de indemnizar se funda en la idea de que toda persona que
desarrolla una actividad crea un riesgo de daño a los demás, si ese riesgo
se concreta perjudicando a otro, resulta lógico que quien lo creó deba
indemnizar a la persona dañada.
Como podemos ver esta noción resulta excesivamente amplia por lo cual
los autores intentan limitar esta noción, distinguiendo, por ejemplo, entre
actos normales y anormales siendo estos últimos los que se deben
indemnizar. Otros hablan de riesgo-beneficio, o sea se indemniza cuando
la actividad riesgosa le reportó utilidad.
Cuando la doctrina objetiva es llevada a extremos recibe nuerosas
críticas, entre las que podemos mencionar:
i) Es peligrosa, pues si ampara a una víctima que ha sufrido
daño con la indemnización por otro lado fomenta la existencia
de nuevas víctimas porque si de todos modos se va a reparar
puede llevarse a la conciencia general que en el derecho da
igual actuar con negligencia que sin ella, pues igual se
indemniza,
ii) El subjetivismo informa todo el derecho civil, o sea no se
puede dejar de considerar a las personas si para todo el resto
de las materias son primordiales.
iii) En cuanto al referido problema de la víctima y el autor, no es
equitativo que la víctima sea siempre reparada, pues debe
mirarse a ambas partes y no sancionar a priori.
7. Otras tendencias doctrinarias y de derecho comparado.
A. El hecho ilícito como violación de una obligación.
Son los autores (Planiol y Ripert) que propugnan la unidad de la
responsabilidad en materia civil, los que sostienen esta teoría que consiste
en que en el hecho ilícito existe la infracción de una obligación
preexistente que es la que impone el sistema jurídico imperante de no
lesionar los derechos y bienes ajenos, esto es de no causar daño a otro. O
lo mismo el individuo debe observar un comportamiento jurídico precavido
que le permita no cometer injuria a los intereses del otro. Es una
obligación estrictamente legal.
Esta posición no ha tenido plena aceptación porque semejante obligación
no es en verdad una obligación, sino un deber general de conducta.
B. La teoría de lo injusto.
De procedencia penal también liga en cierto sentido ambas
responsabilidades. Dándoles un contenido objetivo como actos contrarios
al derecho objetivo.
Lo injusto o antijurídico se presentará cada vez que se quebrante una
norma jurídica y el sistema reaccionará de diversa maneras, así si es
mayor la sancionará criminalmente, sino lo es lo hará exclusivamente por
la vía civil.
Párrafo 1º.
La acción u omisión culpable o dolosa del agente.
1. El Dolo y el delito civil.
La clasificación tradicional entre delito y cuasidelitos civiles ha descansado
en la diferente actitud del agente; todos sus demás elementos son
comunes, pero en el delito hay dolo y en le cuasidelito culpa. Salvada esta
diferenciación, no hay mas puntos de separación entre ambos, de ahí que
algunos códigos modernos como el suizo, alemán, brasileño y peruano
hayan abandonado esta distinción.
El dolo está definido en el Art. 44 inc. final del título preliminar, puede ser
visto en tres aspectos diversos, como vicio del consentimiento, agravante
de la responsabilidad contractual o elemento de la responsabilidad
extracontractual, mas allá de ña teoría unitaria del dolo.
El dolo se aprecia in concreto, según las circunstancias del actor, ya que
incluye un elemento psicológico: la intención, el deseo de causar daño. De
ahí que el dolo concurrirá normalmente cuando al mimo tiempo se haya
cometido un delito penal; sino, bastará la prueba la prueba de la culpa que
es bastante menos difícil que la del dolo para que surja la responsabilidad
extracontractual. Es raro encontrar casos de un delito civil puro, pero
podemos citar: Una persona compró un auto que no resultó de buena
calidad y en vez de arreglar el asunto con el vendedor o demandarlo optó
por denostar públicamente la marca, siendo demandado por la casa
importadora y obligado a indemnizar perjuicios.
A. Forma de apreciarla.
Existen dos doctrinas, las de culpa objetiva o en abstracto y de culpa
subjetiva o en concreto.
La culpa en abstracto, se compara la actitud del agente a la que habría
tenido en el caso que ocasiona daño una persona prudente expuesta a la
misma situación.
La culpa in concreto o subjetiva, es aquella en que al igual que en el
dolo se procede a determinar la situación personal del sujeto al tiempo del
accidente.
En Chile es indudable que se adopta el primer criterio y el sujeto ideal
de comparación es el buen padre de familia según el Art. 47.
B. Graduación de la culpa.
El principio en la responsabilidad extracontractual es que se considera
culpa a cualquier tipo e culpa por leve que esta sea. Sin embargo es
aplicable en esta materia la regla que señala que la culpa grave se
equipara al dolo, lo que no tiene mayor relevancia, pues como dijimos no
hay diferencias entre el delito y el cuasidelito civil.
La conclusión es que queda a criterio del juez determinar si hubo culpa
o no e la actitud del agente.
C. Prueba de la culpa.
Por regla general la culpa extracontractual deberá probarla la víctima, a
diferencia de lo que ocurre en materia contractual por el Art. 1547; se
concluye lo anterior pues no existe norma semejante al art. 1547 en la
materia de responsabilidad extracontractual, por lo tanto se sigue la regla
general del onus probandi del Art. 1698., ya que la víctima al pedir
perjuicios afirma la existencia de una obligación para lo cual deberá
acreditar que concurren los requisitos legales para que tenga lugar la
responsabilidad extracontractual uno de los cuales es la culpa o dolo.
Este es uno de los puntos dificultosos para obtener la indemnización.
La prueba no tiene restricciones, como se trata de probar hechos,
puede recurrirse a testigos, presunciones, confesión, etc. Aquí
analizaremos dos puntos importantes:
G. Determinación de la culpa.
Conforme a la doctrina de la apreciación de la culpa in abstracto, el
juez para determinarla, deberá comparar la actuación del hechor, tal como
ha quedado establecida en el pleito, con la forma normal de reaccionar de
los seres humanos colocados en la misma situación.
Ello explica las vacilaciones de la Corte Suprema para resolver si es
cuestión de hecho o de derecho la determinación de la culpa. Es
indiscutible que precisar los hechos que pueden constituir la culpa
corresponde a los jueces del fondo, salvo que los hayan dado por
establecidos con infracción a las leyes reguladoras de la prueba; pero
calificarlos , esto es una cuestión de derecho y susceptible de revisión por
la casación en el fondo, puesto que se trata de conceptos establecidos en la
ley.
Párrafo 2º.
Hechos que alteran o eximen de responsabilidad.
1. Enunciación.
Hay hechos que excluyen la existencia de culpa o dolo y otros en que no
obstante haber uno y otra, no se responde civilmente, o se modifica la
responsabilidad. Todas estas situaciones las podemos agrupar en los
siguientes casos:
1. Ausencia de Culpa y caso fortuito;
2. Estado de necesidad;
3. El hecho del tercero;
4. La culpa de la víctima;
5. Eximentes de responsabilidad, en especial en relación con las de
orden penal;
6. Convenciones sobre responsabilidad.
B. Estado de necesidad,
Es aquel en que una persona se ve obligada a ocasionar un daño a otra
para evitar uno mayor a sí misma o a un tercero. Se diferencia del caso
fortuito en que si bien hay un hecho imprevisto, él no es irresistible; puede
resistirse pero a costa de un daño propio.
Nuestra legislación no contempla para efectos civiles esta institución,
po lo que para acogerla debe asimilarse a alguna otra situación
reglamentada, como la ausencia de culpa, el caso fortuito, la fuerza mayor,
etc.
El estado de necesidad supone un conflicto de intereses en que es dificil
decidir cuál es el más legítimo; si bien es comprensible la actitud del que
por evitarse un daño mayor opta por causarlo a un tercero ajeno, no es
menos cierto que quien recibe el daño nada tenía que ver y de aceptarse el
estado de necesidad como eximente sufrirá íntegro el daño.
C. El hecho del tercero.
Respecto del hecho del tercero es forzoso hacer una distinción;
a) El hecho del tercero fue la única causa del daño; En tal caso
es necesario un nuevo distingo:
i) Si el hecho del tercero no es culpable ni
doloso, no hay responsabilidad.
ii) Si el hecho es culpable o doloso el autor no
responderá sino en los casos en que la ley
lo hace responsable del hecho ajeno, en caso
contrario, para él constituye un caso fortuito
y deberá la indemnización el tercero
culpable.
b)El hecho del tercero concurre al daño; hay que distinguir
nuevamente:
i) Si en el autor del daño y en el tercero que
concurre a él se dan los requisitos de la
responsabilidad extracontractual, responden
solidariamente(Art, 2317)
ii) Si la actuación del tercero no es ni culpable
ni dolosa, el autor del daño responderá de
todos los los perjuicios, a menos que el
hecho del tercero constituya para él un caso
fotuito.
D. La culpa de la víctima.
Al respecto cabe efectuar el mismo distingo:
a) La culpa d la víctima ha sido la única causa del daño; es
evidente que no hay responsabilidad para el autor del mismo,
porque no hay culpa suya.
b) Puede existir concurso de culpas; tal situación se encuentra
prevista en el Art. 2330, y procede una rebaja de la
indemnización, que los tribunales determinarán soberanamente.
La culpa de la víctima sólo afecta la responsabilidad civil no la penal.
E. Eximentes de responsabilidad
En materia penal existen circunstancias que eximen de responsabilidad
penal o que la atenúan (Arts. 10 y 11 C. Penal). Estas disposiciones no se
aplican en materia civil, como lo prueba el hecho de que la sentencia
absolutoria en lo criminal no produce cosa juzgada en lo civil si se ha
fundado en la existencia de circunstancias eximentes de responsabilidad
criminal. (Art. 179 CPP).
Sin embargo, han comenzado a preocupar a la doctrina y legislación como
es el caso del estado de necesidad y la legítima defensa (Código italiano).
En Chile a falta de legislación se deberá resolver el problema de cada una
de ellas en particular, según los principios generales de la legislación. Así a
juicio de Abeliuk no se responderá en caso de legítima defensa ni tampoco
si se ha actuado po fuerza física o moral, y cuando la ley expresamente ha
rechazado la responsabilidad, como ocurre con los parlamentarios (ver Art.
58 CPE).
Párrafo 3º.
La capacidad extracontractual.
En nuestra legislación la capacidad en la responsabilidad extracontractual
está sujeta reglas especiales. Erróneamente se le denomina a este requisito
imputabilidad, pues esta supone que el delito ha sido cometido por una
persona, en cambio cuando hay incapacidad lisa y llanamente no hay
responsabilidad extracontractual.
Párrafo 4º
El daño o perjuicio
1.- Concepto
El daño que sufre la víctima es un requisito indispensable para la
responsabilidad extracontractual que no persigue como la penal castigar,
sino reparar el perjuicio sufrido. De allí se desprende que es un requisito
de la esencia, pues no habrá responsabilidad extracontractual sin
perjuicio, pero hay casos en que la habrá aunque no haya dolo o culpa.
En nuestra legislación, daño y perjuicio son términos sinónimos y se usan
indistintamente y lo podemos definir como todo detrimento o menoscabo
que sufra una persona en su patrimonio o en su persona física o moral.
Párrafo 5º
La relación de causalidad
1.- Concepto.
Para que una persona quede obligada a indemnizar un perjuicio, es
preciso que el daño sea por causa directa y necesaria del hecho del autor,
de manera que sin este no se habría producido.
No lo dice la ley expresamente como en materia contractual, pero se puede
deducir de las expresiones “inferir daño a otro”, “daño que pueda
imputarse a otro” y por simple lógica: si la acción u omisión del
demandado nada ha tenido que ver con el daño, no se ve a qué título
tendría este que indemnizarlo.
La exigencia de este requisito conduce a la exclusión de los daños
indirectos.
C. Mal estado del vehículo; los daños que se produzcan por esta
causa serán imputados al dueño del auto, salvo que haya además
responsabilidad del conductor, pero esta concurrencia de
responsabilidades no es solidaria.
Sección quinta
De Algunos hechos ilícitos en especial
Estudiaremos los siguentes casos:
1. los hechos ilicitos del articulo 2329
Este ariculo se refiere a la prsuncion de culpa por hecho propio en que
todo daño que pueda imputarse a malicia o negligencia de otra persona
debe sr reparado por esta y en seguida señala que son especialmnete
obligados a esta reparacion :
1)el que dispare inprudentemente un arma de fugo
2)el que remueve las lozas de una acequia o cañeria en calle o
camino, sin las precauciones necesaria para que no caigan los que
alli transitan de dia o de noche
3) el que obligado a la contruccion de un acueducto o puente ue
atraviesa un camino lo tiene en estado de causar daño a los que
transitan por el.
No son caso de responsabilidad objetiva sino que de actitudes culpables,
etas circunstacias debe probarlas la victima y hecho ya no podra
discutirse que se trata de un cuasidelito civil.
4. Accidentes de transito
Esta materia esta regulada en la ley de transito(18.290) y en la ley 18.287
sobre procedimientos ante los juzgados de policía local.
La principal dificultad de los accidentes de trnsito es el establecimiento de
la culpabilidad de las partes que intervienen, por ello la ley ha establecido
numrosas presunciones que atenuan el inconveniente.
Dada la amplitud de esta materia nos remitiremos a señalar los caso mas
frecuentes:
- atropellamiento de peatones, si el hecho constituye un cuasidelito
penal se aplica el articulo 492 del CP que presume la
rsponsabilidad, en los accidentes ocasionados por vehiculos, del
conductor de estos si ocurren en el radio urbano de una ciudad,
en el cruce de la calzada o a 10 metros de la esquina, y la del
peatón si l accidente se produce en otro sitio de la calzada.
- Presunciones de responsabilidad del conductor, el art.172 de la
ley de transito enumera 20 situaciones en que se presume la
responsabilidad, como son: conducir sin licencia, no estar atento
a las condiciones del transito, conducir bajo la influencia del
alcohol o drogas, quien huya del lugar del accidente sin dar aviso
a la autoridad, quien se niegue a prestar las facilidades al
examne de alcoholemia. Todas las presunciones señaladas son
puramente legales y admiten la prueba en contrario del
inculpado.
5. Incendio
Pude dar origen a una rsponabilidad contractual o extra contractual asi si
el hechor tine la cosa por cualquier titulo que lo obligue a su custodia su
responsabilidad es contractual con la persona a quien esta obligado y
extracontractual rspecto a los demas.
Es desgraciadamnete frecuente el caso de los incendios intencionales de
comerciantes con el objeto de cobrar el seguro, asi el articulo 483del CP
contempla alunas prsunciones de responsabilidad para el comerciante si
no justifica, que no repota provecho del siniestro o cuyo seguro es
exageradamnte superior l valor el objeto asegurado.
7. Injurias y calumnias
El código civil no hace distinción alguna entre ambas y el articulo 2331
señala que dan derecho para demandar indemnización pecuniaria a menos
de probarse daño emergente o lucro cesante que pueda apreciarse en
dinero; pero ni aun entonces tendrá lugar la indemnización pecuniaria si
se prueba la verdad de la imputación
Sección sexta.
Juicio indemnizatorio y reparación del daño
1. Introducción.
Concurriendo los requisitos antes señalados, nace para el autor de un
hecho ilícito la obligación de idemnizar el daño ocasionado, a juicio de
Abeliuk , la obligación nace coatáneamente con la ejecución del hecho
ilícito dañoso.
La víctima si desea cobrar la indemnización deberá ocurrir ante los
tribunales, ejercitando la acción de indemnización, que es la que nace de
los hechos ilícitos, a fin de que se condene a su autor a la reparación del
daño ocasionado.
B. Legitimación pasiva.
La acción de perjuicios se dirigirá contra todo aquel que responde del
daño. En consecuencia:
a. El autor del mismo (Art. 2316); también se comprende al
cómplice, pero no al encubridor, es posible que sean varios, caso
en el cual serán solidariamente responsable s de acuerdo al Art.
2317., con las excepciones ya vistas (edificio cuya ruina causa
daño y pertenece a una comunidad,; las cosas que se arrojan o
caen de la parte superior de un edificio; casos de las leyes
especiales).
b. Responsable del hecho ajeno; la acción podrá intentarse contra
la persona que responde del hecho ajeno.
c. El que recibe provecho del dolo ajeno; de acuerdo al Art. 2316
sin ser cómplice en él, solo es obligado hasta la concurrencia de
su provecho. El hecho de que se excluya al cómplice es el
argumento para decidir que su responsabilidad es la misma que
del autor, en cambio el encubridor queda afecto en esta
responsabilidad.
d. Los herederos; finalmente la obligación de indemnizar es
transmisible conforme a las reglas generales.
4. Obligación de seguridad.
Hay contratos que por su ejecución implican un riesgo de daño a la
persona misma de uno de los contratantes, como ocurre en el contrato de
transporte.
De ahí que en los casos de accidentes se discute:
- Se trata de un incumplimiento del deudor; pues en este tipo de
contratos existe una obligación de seguridad que obliga al deudor
a ejecutar el contrato de manera que el acreedor resulte sano y
salvo , así sería el caso del contrato de transporte el Art. 2015 lo
señala expresamente.
- Es resp. extracontractual, pues era imposible la vigilancia
permanente de éste sobre los actos del acreedor durante la
ejecución del contrato.
5. Responsabilidad profesional.
Hay varios casos:
- Si un profesional en el desempeño del encargo que se le ha
otorgado causa por culpa o dolo un daño a quien le encargó sus
servicios, la responsabilidad es contractual.
- Si el daño lo ocasiona un tercero ajeno o sin que haya mediado
contrato de prestación de servicios, la responsabilidad es
extracontractual.
- El caso de los servicios prestados a través de organismos públicos
o privados, la responsabilidad del profesional respecto del que
recibe el servicio es contractual.
- La responsabilidad de los notarios, conservadores y otros
funcionarios públicos es extracontractual
Conclusión.
El origen de esta teoría no es otro que el incremento considerable a
personas y cosas. Ocurre que un hecho perjudicial da origen a una
responsabilidad contractual o extracontractual según hubiere un vínculo o
no. Si el hecho humano es el mismo no hay razón para las distinciones,
pero en cambio si lo habrá al asimilar el incumplimiento de una deuda de
dinero con el homicidio de una persona. Son los extremos de la
responsabilidad civil, pero hay todo un campo intermedio donde hay gran
proximidad. Según Abeliuk en este campo intermedio es posible aplicar la
teoría unitaria, pero sin extremar las cosas, así a su juicio la teoría de la
unidad ha tenido el gran mérito de revelar similitudes, con lo cual
podemos concluir que la responsabilidad civil es una sola, pero dividida en
dos grandes capítulos, así ya no se justifica la reglamentación separada de
cada una y según Abeliuk es recomendable una revisión de nuestra
legislación a la usanza del código alemán.