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Teorías vitalitas y mecanicistas

Según el vitalismo, los seres vivos poseen un tipo de fuerza misteriosa, elusiva e inmaterial, denominada

fuerza vital. Esta ‘entidad especial’ es la que confiere a los seres vivos sus propiedades. El vitalismo dominó el

pensamiento biológico durante varios siglos y no está totalmente muerto; de vez en cuando resurge con una

enunciación ligeramente distinta. En particular, cuando se pretende explicar alguna actividad biológica

‘superior’, como la consciencia o la capacidad de razonamiento humana, es probable que alguien saque a

relucir argumentos de tinte vitalista. En cualquier caso, es necesario hacer dos comentarios sobre esta

doctrina filosófica. El primero es que no aporta ninguna explicación sobre el funcionamiento de los seres vivos;

simplemente se limita a declarar que no son explicables. El segundo es que no tiene ninguna base empírica:

no tenemos ninguna constancia de que la fuerza vital exista; de hecho, según los vitalistas, ésta es indetectable

por sí misma, al estar intrínsecamente unida a los procesos vitales que alimenta.

El mecanicismo representa, naturalmente, la postura contraria: los seres vivos están formados de materia y

energía, igual que los seres inertes; por lo tanto son explicables, en principio, en términos físico-químicos. Esto

no quiere decir que la explicación sea fácil; en la mayoría de los casos no lo es, sólo que si persistimos en el

intento, al igual que en cualquier otra rama científica, eventualmente llegaremos a ello. Como podemos

deducir, el mecanicismo se encuentra en concordancia con la biología moderna, mientras que el vitalismo es,

en principio, incompatible con ésta.

A medida que la ciencia y la tecnología avanzaban en el desarrollo de técnicas y métodos de


estudio, las preguntas acerca de la vida se iban modificando y complejizando. Muchas giraban
alrededor de los mecanismos que regían el funcionamiento de los seres vivos. En 1707, el
médico alemán George E. Stahl (1660-1734) publicó un libro en el que afirmaba enfáticamente
que los organismos vivos son "especiales" en el sentido de que no se rigen por las leyes físicas,
sino por leyes de un carácter distinto. Sin embargo, otro médico, Hermann Boerhaave (1668-
1738) opinaba lo contrario. Este holandés estudió en detalle el funcionamiento del cuerpo
humano y trató de demostrar que toda su actividad obedece a las leyes de la física y de la
química. La primera postura fue denominada "vitalista" y la segunda "mecanicista". El filósofo
francés René Descartes (1596-1650) fue un destacado defensor de la postura mecanicista. Los
mecanicistas postularon que el cuerpo trabaja esencialmente de la misma manera que una
máquina; los brazos y las piernas se mueven como palancas, el corazón trabaja como una
bomba, los pulmones como fuelles y el estómago como un mortero con su mano. En los años
siguientes, diversas evidencias apoyaron la idea de que los seres vivos obedecen a las leyes de
la física y de la química. Sin embargo, esta discusión se prolongó hasta nuestros días. Hoy ya no
se sostiene que el cuerpo funciona como una máquina y hay biólogos como Ernst Mayr (1904-
2005) que proponen una autonomía de la biología, ya que tiene propiedades que supera a las
leyes de la fisicoquímica.
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¿Qué es Evolución?
El concepto de evolución refiere al cambio de condición que da origen a una nueva
forma de determinado objeto de estudio o análisis. Es importante marcar que las
evoluciones son procesos graduales, cambios que se dan paulatinamente y que se pueden
observar solo a través del paso del tiempo.

Veamos algunas teorías que han tenido mayor o menor aceptación dentro de
las sociedades:

 Teoría de las características adquiridas. Jean-Baptiste Lamarck supuso


que las características adquiridas a lo largo de la existencia de un individuo
serían también caracteres de su descendencia, otorgándole un rol muy
importante a lo que conocemos como herencia. El hábito, como el caso de
las primeras jirafas estirando su cuello para conseguir el alimento, termina
predominando en la especie toda.
 Teoría de las mutaciones. Gregor Mendel propuso una teoría muy fuerte
respecto a esa herencia, diferenciando los genes recesivos de los
dominantes. De este modo es como comenzó a tomar fuerza la teoría de
las mutaciones. Con este término se habla de los cambios permanentes en
el material genético de una célula, que pueden ocurrir por acción de
agentes mutagénicos o bien por errores en la copia del material genético
durante los procesos de división celular. Se creyó que las mutaciones
introducen nuevas especies, siendo la fuente por excelencia de la evolución.
 Religión. La religión ha tenido durante siglos una posición en contra de
todas las teorías evolutivas. La primera respuesta ha sido siempre el
creacionismo, la interpretación directa de la Biblia que explica el origen de
las especies a través de Dios o una figura similar que los crea. Con el correr
del tiempo y la evidencia cada vez más fuerte de la evolución, los científicos
religiosos se fueron alejando de esa doctrina categóricamente creacionista.
 Teoría de la Evolución de Darwin. La teoría que obtuvo más consenso
dentro de la comunidad científica fue la de Charles Darwin, que habla de la
selección natural entre los organismos vivos, ya que la mayoría no logra
sobrevivir. Las consecuencias de esta selección son de adaptación y
diversificación, y una lucha constante de las especies en las que solo
sobrevivirá el más fuerte. Esta posición luego fue complementada por
Wallace, quien aportó la cuestión de la dinámica de esos cambios y del
antepasado común a todas las especies. La combinación de estas dos
posiciones es, sin duda, la consensuada por la mayoría de la comunidad
científica hoy en día, por lo completa que resulta en la explicación de los
procesos que atravesaron todas las especies.
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Deriva genética
Imagina que, en una generación,
sucediera que dos escarabajos
marrones tuvieran cuato
descendientes que sobrevieran
para reproducirse, y que varios
escarabajos verdes murieran al
ser pisados por alguien y no
tuvieran descendientes. En la
siguiente generación habría
algunos escarabajos marrones
más que en la generación
anterior, pero sería sólo por el
azar. Estos cambios aleatorios
que se producen de generación
en generación se conocen como
deriva genética.

El flujo génico es cualquier traslado de genes de una población a otra y es una fuente
importante de variabilidad genética.

Flujo génico
El flujo génico — también llamado migración — es cualquier desplazamiento de genes
desde una población hasta otra. El flujo génico incluye multitud de tipos de sucesos
diferentes, como el polen que es transportado por el aire hasta un nuevo destino o las
personas que se trasladan a otra ciudad o país. Si unos genes son transportados hasta una
población donde esos genes no existían previamente, el flujo génico puede ser una fuente
muy importante de variabilidad genética. En el gráfico de abajo, el gen para la coloración
marrón se traslada de una población a otra.

Definición de microevolución
La microevolución es la evolución a pequeña escala; es decir, dentro de una única
población. Por lo tanto, debemos restringir nuestro centro de atención a una rama del árbol
de la vida.
Si se pudiera ampliar una rama de la escala del árbol de la vida — los insectos, por ejemplo
— se vería otra filogenia relativa a todos los diferentes linajes de insectos. Si se continúa
ampliando, seleccionando la rama que representa los escarabajos, se vería otra filogenia
relativa a las distintas especies de escarabajos. Se podría continuar ampliando hasta ver las
relaciones entre las poblaciones de escarabajos. Haz clic en el botón de abajo para verlo en
acción!

La macroevolución
La macroevolución es la evolución a gran escala, lo que vemos cuando miramos la historia
global de la vida: la estabilidad, el cambio, la aparición de los linajes y la extinción.

En esta sección puedes examinar los patrones de la macroevolución en la historia evolutiva


y averiguar cómo investigan los científicos la historia profunda.

La macroevolución generalmente hace referencia a la evolución por encima del nivel de


especie. Es decir, en lugar de centrarse en una especie individual de escarabajo, una lente
macroevolutiva requeriría que nos distanciáramos del árbol de la vida para evaluar la
diversidad de todo el clado de los escarabajos y su emplazamiento en el árbol.

La macroevolución comprende las transformaciones y las tendencias globales en la


evolución, tales como el origen de los mamíferos o la radiación de las plantas con flor. Los
patrones macroevolutivos son, por lo general, aquello que vemos cuando miramos la
historia de la vida a gran escala.
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La teoría de Haeckel: la ontogenia recapitula la


filogenia

La ontogenia, o el desarrollo de los individuos orgánicos, considerada como una secuencia de formas
que cambia a lo largo de todo individuo orgánico durante su existencia individual, está inmediatamente
determinada por la filogenia o el desarrollo del grupo orgánico (phylum) al que pertenece. La ontogenia
es una breve y rápida recapitulación de la filogenia, determinada por la función fisiológica de la herencia
(reproducción) y la adaptación (nutrición)
Haeckel 1866, Vol. 2, p. 300

La tan llamada ley Biogenética: "Ontogénesis recapitula Filogenia", asierta que un


animal pasa a través de las etapas de su historia evolutiva durante su desarrollo.
La teoría de la recapitulación sostiene que el desarrollo embrionario de cada especie (ontogenia)
repite completamente la historia evolutiva de dicha especie (filogenia). De otro modo: cada uno
de los estados que el individuo de una especie atraviesa a lo largo de su desarrollo embrionario,
representa una de las formas adultas que apareció en su historia evolutiva:
Conforme un organismo tan elevado y complicado como el hombre se eleva desde un simple estado
celular, y conforme progresa en su diferenciación y perfeccionamiento, atraviesa la misma serie de
transformaciones que han atravesado sus progenitores animales durante inmensos períodos [...] Ciertos
estadios muy tempranos e inferiores del desarrollo del hombre, y de otros animales vertebrados en
general, se corresponden completamente en muchos puntos de su estructura con las condiciones que
permitieron sobrevivir a los peces inferiores. La siguiente fase se nos ofrece como un cambio de un ser
pez a una especie de animal anfibio. En un período más tardío del mamífero, con sus características
especiales, se desarrolla a partir del anfibio, y podemos ver claramente, en los estadios sucesivos de su
desarrollo posterior, una serie de pasos de progresiva transformación que evidentemente se
corresponden con las diferencias de diferentes familias y órdenes animales

ORÍGENES: Relaciones genéticas en la embriología evolutiva

Las leyes de Baer


Karl Ernst von Baer se opuso radicalmente a la teoría del paralelismo formulada
por Meckel y Serres, a la que enfrentó numerosos contraejemplos empíricos, resumiendo
todas sus objeciones en cuatro grandes leyes:

1. Los caracteres generales del grupo al que pertenece un embrión aparecen el


desarrollo antes que los caracteres específicos.
2. Las relaciones estructurales específicas se forman después de las genéricas.
3. El embrión no pasa por estadios pertenecientes a otras formas específicas sino que se
separa de ellas.
4. El embrión de una forma animal nunca se asemeja al adulto de otra forma animal sino
a su embrión.

Todo se remonta a Karl Ernst von Baer el año 1820, el cual a partir de su detallado estudio
comparativo entre distintos embriones vertebrados, derivó cuatro generalizaciones
conocidas también como “Las leyes de von Baer”.

En su primera ley enunció que todos los


vertebrados en desarrollo parecen ser muy
similares poco tiempo después de la
gastrulación y que es después, en una etapa
más avanzada, cuando aparecen las
características específicas de clase, orden y
especie. Todos los embriones tienen arcos
branquiales, notocordio, medula espinal y
riñones primitivos.

Esta primer ley de von Baer queda reflejada en


su cuadro comparativo donde contrasta la
apariencia del embrión en diferentes especies
vertebradas demostrando que estas son más
semejantes cuando se encuentran en un estado
de desarrollo más primario que en su forma adulta.
También demuestra que los caracteres comunes en las fases iniciales son más parecidos
como más próximos son los animales, deduciéndose así la posible existencia de un
antecesor común para todos ellos. Es el caso de los embriones de vertebrados, los cuales
todos tienen cola y branquias aunque los adultos no tengan.
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La receta básica de un experimento de Ingeniería Genética

Vamos a ilustrar el concepto de la ingeniería genética con el caso


bastante fácil de lograr bacterias que hospeden nuevas combinaciones
de ADN:

Partimos de ADN que queremos aislar y estudiar: vamos a llamarlo ADN


pasajero
Por otro lado, necesitamos un vehículo genético para transportar y replicar ese
ADN: lo llamamos vector. Los vectores son igualmente moléculas de ADN con
capacidad de replicarse por sí mismos o de insertarse una vez que se
introducen en el organismo adecuado. He aquí una lista de lo que debe poseer
idealmente un vector genético:

capacidad de replicación autónoma (es decir, se trata de un replicón), o de


integración en el genoma del hospedero.
Marcadores seleccionables: se trata de genes que confieren algún rasgo que
se puede rastrear o seleccionar fácilmente en laboratorio. Unos de los más
usados son los genes que confieren resistencia a algún antibiótico.
Dianas únicas para al menos una enzima de restricción. En los modernos
vectores se ha introducido un trecho de ADN, denominado polilinker, provisto
de varias dianas únicas para diferentes enzimas de restricción, de modo que
en cada experimento se pueda elegir la que más convenga.
Finalmente, contamos con el organismo anfitrión o huésped. En los primeros
tiempos de la I.G. se manipulaban casi exclusivamente bacterias, pero hoy es
posible modificar animales y plantas.

Así, pues, el "retrato robot" de un experimento de I.G. podría ser como


sigue:

1. Se corta por separado el ADN del organismo a estudiar y el ADN


del vector con la misma restrictasa, de modo que se generan
extremos compatibles entre sí (mutuamente cohesivos).
2. Se juntan ambos ADNs y se les añade ADN-ligasa: de esta forma,
las uniones entre ADN pasajero y ADN del vector se sellan
covalentemente, generándose moléculas híbridas (quiméricas o
recombinantes).
3. Ahora hay que introducir las moléculas generadas en el
organismos huésped. En el caso de bacterias se recurre a una
técnica sencilla denominada transformación, que permite la
entrada del ADN a través de las envueltas del microorganismo.
4. Finalmente, hay que localizar las bacterias que han captado y han
establecido establemente las moléculas híbridas. A menudo este
es el paso más laborioso, pero el hecho de que el vector posea
uno o varios genes de resistencia favorece al menos la eliminación
de las bacterias que no han recibido ADN del vector: basta añadir
al medio de cultivo el antibiótico para el que el vector confiere
resistencia. Para localizar los transformantes recombinantes,
muchos vectores incorporar un gen marcador que produce alguna
sustancia coloreada. Si insertamos el gen a aislar dentro de ese
marcador, lo rompemos, por lo que las colonias bacterianas no
producirán la sustancia coloreada, sino que permanecen incoloras
o blancas.
5. El resultado del experimento es la obtención de al menos una
colonia (clon) de bacterias que portan la combinación buscada de
vector con el inserto de ADN pasajero. Se dice entonces que
hemos clonado (=aislado) dicho ADN.

El primer experimento de este tipo lo realizaron en 1973 Stanley Cohen


y Herbert Boyer en la Universidad de California. Se vio que era factible
hacer toda clase de experimentos en los que se recombina ADN de
organismos totalmente diferentes (bacterias, plantas, animales).

2.2.3 Caracterización del ADN clonado

Una vez que se ha clonado un gen o trozo de ADN, hay que


caracterizarlo lo más detalladamente posible:

Lo primero que se suele hacer es realizar un "mapa físico". Para ello, muestras
independientes del ADN clonado son sometidas a distintas enzimas o
combinaciones de enzimas de restricción, y los fragmentos resultantes se
separan por tamaños usando la electroforesis en gel de agarosa con la
sustancia fluorescente bromuro de etidio, revelándose en forma de bandas
visibles bajo luz UV. A partir de los tamaños de las bandas generadas por las
distintas enzimas y combinaciones de enzimas, es posible ensamblar el
rompecabezas del fragmento, determinando un mapa donde se van colocando
las localizaciones relativas de las distintas dianas de las restrictasas.
A partir de la subclonación de fragmentos del trozo original, es posible, en
algunos casos, ir adjudicando funciones a cada subfragmento, lo cual va
generando en paralelo un "mapa genético".
El último nivel (el más detallado) de caracterización física es la misma
secuenciación del ADN.

En los primeros tiempos se usaba sobre todo el "método químico" de Maxam y


Gilbert
Pero el más usado actualmente es el método de terminación de cadena
mediante didesoxinucleótidos (método enzimático de Sanger).
Una modificación del método de Sanger permite la secuenciación automática
mediante lectura fluorimética computerizada.

2.2.4 Otros métodos básicos

2.2.4.1 Síntesis química de ADN

Actualmente existen máquinas programables para sintetizar


rápidamente secuencias determinadas de más de 100 nucleótidos. Se
usan a menudo para generar sondas moleculares en la búsqueda y
caracterización de determinados segmentos de ADN, y sobre todo para
producir los cebadores usados en la reacción en cadena de la
polimerasa.
2.2.4.2 Reacción en cadena de la polimerasa (PCR)

No cabe ninguna duda de que la técnica más revolucionaria de los


últimos 15 años ha sido la reacción en cadena de la polimerasa (PCR),
que ha dado nuevas alas a la propia Ingeniería genética y a toda la
biología molecular. Fue inventada por Kary Mullis a mediados de los
años 80.

Como ya sabemos, muchas de las técnicas clásicas de la Ingeniería


genética estaban encaminadas a resolver el complejo problema de cómo
clonar o localizar un gen o un segmento de ADN concreto "perdido" en la
inmensidad del genoma. Sin embargo, esas técnicas son a menudo largas
y tediosas, y no es raro que no den resultados. La PCR ha venido a
cambiar el panorama, ya que permite en principio producir in
vitro grandes cantidades de una secuencia de ADN concreta sin recurrir
a la clonación en un organismo huésped. Esencialmente la técnica
permite la amplificación selectiva de cualquier trecho de ADN, supuesto
que se conocen las secuencias que lo flanquean. Como alguien ha dicho,
"es una técnica que consigue encontrar la aguja en el pajar, al tiempo
que produce un pajar de agujas por amplificación selectiva".
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Ejemplos de selección natural[editar]


Un ejemplo muy conocido de selección natural es el desarrollo de resistencia a antibióticos en
microorganismos. Desde el descubrimiento de la penicilina en 1928 por Alexander Fleming,
los antibióticos se han usado para combatir las enfermedades de origen bacteriano. Las
poblaciones naturales de bacterias contienen una gran variación en su acervo génico,
principalmente como resultado de mutaciones. Cuando se enfrentan a un antibiótico, la
mayoría mueren enseguida. Sin embargo, algunas tienen mutaciones que las hace menos
débiles a ese antibiótico concreto. Si el enfrentamiento con el antibiótico es corto, algunos de
estos individuos sobrevivirán al tratamiento. Esta selección eliminadora de individuos poco
aptos de una población es la selección natural.

Las orquídeas que son capaces de engañar a las avispas para que se ‘apareen’ con
ellas.

La selección natural también puede modelar el comportamiento. Comportamientos como


los rituales de cortejo de las aves, la danza de meneo de las abejas o la capacidad de los
seres humanos de aprender a hablar, tienen también componentes genéticos y están
sujetas a la selección natural. El alcatraz de patas azules macho que se muestra a la
derecha exagera los movimientos de sus patas para atraer a una pareja.

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